N/A: Comencé un nuevo trabajo (sería mi segundo trabajo) y eso me restará un montón de tiempo de escritura, así que les terminé este capítulo lo más rápido posible para empezar con el siguiente de inmediato jeje.


—o—

—Eres un imbécil —dijo prendiendo un cigarrillo mientras lo veía de reojo, rabia saliendo desde sus ojos. Aún saboreando la última palabra, decidió decirla una vez más: —imbécil, eso es lo que eres.

La mirada fastidiada del chico la entretuvo lo suficiente como para no desviar sus ojos de él, que caminaba semi-descuidadamente hacia ella. Se apoyó de lado contra la pared con ambos brazos cruzados sobre su pecho y arqueó una ceja en dirección a la joven. Los dedos largos y femeninos guiaban el cigarro de sus labios hacia abajo.

—¿Ese cerebro deshidratado no tiene nada interesante que decir?

El chico solo la miró en respuesta, recordando con claridad como ella necesitaba llenar los vacíos con conversación, una ligera urgencia por evitar incomodidades. Sus brazos, fornidos para su corta edad, descansaban cruzados sobre su pecho, sin embargo deshizo ese agarre para alcanzar el cigarrillo de la boca de la pelirrosa y lanzarlo lejos.

—Esa mierda te va a matar.

Ella rodó los ojos. Sí, 15 años era ser demasiado joven para fumar, pero habían otras cosas que te mataban el espíritu más rápido. Sacó un cigarrillo más y lo prendió, esperando que el joven no repitiese la misma acción.

El chico volvió a quitarle el cigarrillo de la boca para esta vez llevárselo a sus labios.

Un minuto de silencio se extendió entre ambos. Sasuke creyó que en cualquier momento ella hablaría y rompería la afonía presente, y se encontró sorprendido cuando ella mantuvo la quietud del ambiente. Suponía, entonces, que las personas sí podían cambiar.

—Vi que Neji te dedicó un gol. —Ella asintió, no mirándolo a los ojos y concentrándose en el humo que salía de los labios finos del Uchiha. —No debería sorprenderme si ya se extendió el rumor de que perderías tu virginidad con él.

Un suave "crack" sonó del cuello de la joven de lo rápido que se volteó para ver alarmada a su acompañante. —¡¿Qué?!

Ambos estaban inclinados contra la muralla que daba al patio de la casa en la que celebraban la victoria de THS contra OTI. A una distancia prudente pero lo suficientemente cerca como para oler el shampoo que el otro usaba.

—Sakura, Sakura. —Sasuke se relamió los labios, un felino presionando a su presa. —No puedo creer que esta sea nuestra primera conversación después de un año.


C6: Imbécil


Hinata caminó un par de cuadras con enfado, intentando descifrar qué es exactamente lo que había visto. Sakura se lo había prometido, le juró que nada pasaba entre ella y Sasuke. Pero mintió. Porque eso es lo que ella hacía: mentía y manipulaba. Y ella había sido el último cordero en caer en sus garras, demasiado ingenua entre tanta belleza, pompones y promesas.

Pidió un Uber y mientras veía su teléfono, entre las aplicaciones algo llamó su atención. Decenas de fotos en su teléfono de ella en un conjunto de lencería celeste semitransparente. Ella en la lencería que estaba en el piso del cuarto de la Haruno. Fotos tomadas por alguien más.

Fotos completamente explícitas de ella con y sin la lencería.

Hinata en la cama de Sakura con sonrisa borracha, exhibiendo sus pechos con una torpe pose seductora. En la alfombra de la habitación, en cuatro y con la lengua hacia afuera. Nuevamente en la cama esta vez con las piernas levemente abiertas y sus manos sobre su estómago.

Siguió avanzando y encontró algunas con Sakura en ellas, riéndose, pasándola bien. Juntando sus pechos y mirando la cámara, Sakura lamiendo la mejilla de ella juguetonamente, su rostro se coloreó aún más cuando encontró una en donde estaban ambas besándose y luego riéndose con leve shock por su atrevimiento. Parecía un juego de sensualidad que llevaron más lejos por la borrachera.

No soportándolo, bloqueó su teléfono para dejar de ver las acciones impuras de la noche anterior. Su rostro entre iracundo y avergonzado. Claramente fiestear con los jocks y las porristas era algo completamente fuera de su liga porque… esto… era impensable. Ella no había sido criada así.

Inconscientemente llevó su mano a la cruz que colgaba de su cadena.

Qué mierda había hecho ayer.


—o—

Sakura se encontró sola en casa con un sentimiento desagradable. ¿Qué hizo para que Hinata se pusiese así?

Tomó su teléfono para responderle a su pretendiente rubio y debajo del chat sin leer, estaba el chat de Sasuke. Que había sido abierto. Extraño.

Uzumaki-kun

(1)Eyyy quieres que nos veamos? Est…-

Uchiha-kun

Tenemos que hablar. Nos vemos a las…-

Se metió a él y vio lo que probablemente era el motivo por el cual Hinata salió iracunda de su casa. Suspiró. ¿Qué planeaba este imbécil?

No me gustó tu comportamiento de ayer

Tenemos que hablar. Nos vemos a las 17 en donde siempre.

Sakura pensó. Y pensó y pensó. Pero no llegó a nada. Leyó el mensaje una y otra vez, pero otra vez llegó a nada. Sin una respuesta, se deslizó hasta el chat del rubio y abrió ese mensaje.

Eyyy quieres que nos veamos? Estoy por el parque central terminando de correr, es mi manera de acabar con borracheras jejej estoy libre a las 17 llámame ttebayo

Entonces Sakura sonrió y supo que hacer. Marcó desde el teléfono de su casa y esperó a que contestaran de la otra línea. Un pitido, dos pitidos, tres pitidos, cuatro pitid-

¿Hola?

—Mikoto-san, Haruno Sakura por aquí.

Oh, querida, alabados los oídos que te están oyendo. ¡Ha pasado tanto tiempo!

—Si, bueno, después de… ya sabe, lo que sucedió…

¿Mmm?

—...entre Sasuke y yo hace unos años, hehe.

Oh, cariño, no tengo idea de que ocurrió entre ambos. Eran adorables, juntos todo el tiempo. Te he extrañado.

Sakura tomó un respiro mientras escuchaba a la dama del otro lado, siempre entusiasta y presionando los límites solo lo suficiente para obtener información. Recordaba con claridad el aprecio que se tenían la una a la otra y su complicidad cuando chismeaban juntas. Sakura estaba más que segura que Mikoto no tenía idea de lo que sucedió entre ella y Sasuke.

—Precisamente estoy llamando para… comunicarme con él.

Claro querida, ahora lo pondré al teléfono. Vengo enseguida.

Sakura escuchó los pasos de la mujer alejarse de la cocina y su voz gritando por Sasuke, luego sus pasos de vuelta.

Sakura, querida, aquí está Sasuke-chan. Te llamaré luego para que nos pongamos al día, ¿sí?

La pelirrosa se despidió de la señora Uchiha y luego la voz rasposa y molesta del joven varón hizo acto de presencia por la línea.

Llamar a casa para que mi madre esté al tanto. Muy elegante.

—Diviértete contándole a tu madre sobre nosotros, Uchiha-kun.

Como sea.

—Ambos sabemos lo entrometida que suele ponerse. —La voz burlona de la joven crispó los nervios de Sasuke. —Así que… Sasuke-chan, leí tu mensaje. No sabía que teníamos un "lugar". ¿Dónde queda precisamente "donde siempre"?

Si me estás llamando por la línea de cable asumo que Hinata leyó mi mensaje, ¿huh?

Sakura oyó la burla en la voz del Uchiha. Sus sospechas eran ciertas, lo había hecho a propósito.

—Tienes una explicación que darle, Uchiha-kun—Sakura hizo un puchero, sabiendo que él estaba al tanto de cada expresión facial que ella hacía.

¿Tu nueva amiga no quiso escuchar tus explicaciones, Sa-ku-ra?

—Si hay que darle una explicación, entonces quizás podríamos hacer que parte de ella sea verdad. —Sasuke escuchó del otro lado de la línea la sutil coquetería en el tono de su voz y entrecerró los ojos. —¿En dónde quieres verme?

La pelirrosa no anticipó que el chico fuese a hacer una movida de ese tipo. Sus sentimientos estaban mezclados entre la emoción de la anticipación por el juego que se desarrollaba y la molestia que sentía su orgullo por precisamente no haber anticipado que Sasuke actuara tan pronto.

¿Qué opinas del sendero que lleva al bosque?

—Espeluznante elección.

Te sienta bien. Nos vemos allí.

Y colgó.

—o—

Intentó no sentirse nerviosa. Realmente lo intentó, pero el solo recordar la última vez que ambos habían estado juntos… Suprimió el escalofrío que estaba apunto de recorrer su cuerpo y se reprendió por el delicioso pálpito involuntario que sintió como leve recuerdo de aquel último encuentro entre ambos.

La imagen que le devolvía el espejo era demasiado sospechosa como para confiar en la Sakura que había tomado la decisión de verse así de bien. Se entrecerró los ojos a sí misma. No era de fiar. La falda café era demasiado corta, su blusa oscura de botones estaba casi ajustada a la medida, su figura fina se veía exquisita y si bien eso no era un problema, lo sería si te presentabas así frente a Uchiha Sasuke.

Maldito demonio.

—Ugh, Haruno, por qué eres así. —Se volteó en dirección a su habitación con intención de arrancarse esa falda malditamente seductora y cambiarla por unos jeans. —Eres demasiado guapa por tu propio bien —siguió susurrando mientras se dirigía a la salida.

Con su bicicleta como medio de transporte, rápidamente llegó y pedaleó por el sendero que llevaba al frondoso bosque de Konoha respirando el aire puro del sector privilegiado de naturaleza. Incluso el leve esfuerzo físico que suponía ir en bicicleta la ayudo a mantener la mente tranquila y disipar los pensamientos pecaminosos que la hacían recordar las manos grandes y los besos húmedos del Uchiha sobre su cuerpo, su mirada de adoración y esas sonrisas que en algún momento solo eran para ella.

Tras quince minutos en el sendero en el que se encontraría con él, finalmente avistó la Chevrolet Montana del Uchiha, una camioneta pequeña que Sakura encontraba absurdamente masculina a comparación del elegante Toyota del Hyuuga.

El auto que conduce un hombre dice mucho más de él que su biografía de Instagram.

Sakura estacionó su bicicleta contra el árbol más cercano al vehículo, dentro del pick-up de la camioneta, la figura de Sasuke descansaba relajada y paciente. El joven no se veía impaciente por haber esperado más de la cuenta cuando ambos ojos que se mantenían cerrados, se abrieron con lentitud para observar el rostro de la pelirrosa.

Las manos delgadas de ella se aferraron con fuerza a la tapa del pick-up y se impulsó sobre el material para subirse.

—Uchiha-kun —saludó con una leve sonrisa una vez estaba dentro del lugar de carga. Su rostro bajó un poco para dedicarle una mirada cómplice y se sentó frente a él.

Sasuke negó con la cabeza con mucha lentitud, ojos oscuros clavados en ella. Como pantera observando a su presa, su mirada recorrió su figura y arqueó una ceja en su dirección mirando con obviedad los jeans. —Llegas tarde. Y cubierta.

—Supuse que necesitarías concentración. —del pequeño bolso cruzado que traía, sacó una cajetilla de cigarros y lanzó uno al regazo del joven antes de prender el suyo propio.

Sasuke se incorporó en una posición menos relajada sin dejar de observar el níveo rostro que fingía la joven. La última vez que habían estado en la parte de atrás de su camioneta fue varios meses atrás, una noche en que él había intentado hacer las pases con ella.

La llevó a una parte despejada del bosque y cubrió el pick-up con mantas y almohadas, en su laptop vieron una película y él le robó un par de besos. Ella fingió que se había molestado pero al momento en que la película terminó, estaba debajo de él gimiendo su nombre bajo las estrellas del cielo de verano.

Ella usaba una falda roja que le dio acceso a esa zona con facilidad, por dentro, Sasuke se lamentaba que esta vez estuviese usando jeans.

—De acuerdo con tu inoportuno mensaje, mi comportamiento causó… molestia en ti, Uchiha-kun.

Sasuke se inclinó de hombros y le regaló una sonrisa. —Estuviste atrevida y demasiado cerca de mi… amiga Hinata.

—Tu amiga Hinata.

Ambos se miraron ininterrumpidamente. Sakura intentó sacar algo del gesto estoico del pelinegro pero nada reflejaba el rostro serio, medio burlón que tenía.

—Tu amiga Hinata también es mi amiga. Y algo me dice que somos más íntimas—comentó lo último con algo de sorna e impaciencia. Quería rasguñar el rostro de ese varón altivo y hacerle daño. —Como sea, ¿cómo supiste que leería ese mensaje?

La burla se acentuó en los rasgos del joven, quien se llevó el cigarrillo a la boca antes de contestar—Neji me comentó que Hinata se fue contigo anoche. Solo probé mi suerte con ese mensaje. —Sakura abrió la boca para hablar pero Sasuke continuó—Además, —dijo—me envió esto a las 3 y pico de la mañana.

Sasuke puso la pantalla de su teléfono frente al rostro de la joven, en él, se veía la cabeza de la pelirrosa presionada contra los generosos senos de Hinata, quien miraba la cámara sonrosada. Ambas sobre las frazadas de plumas de la joven Haruno, en ropa interior.

—Déjame decirte, no esperaba que la Hyuuga tuviera esos atributos. Ni la lencería adecuada para lucirlos, aunque esto se ve como algo que tú usarías. —La sonrisa en su rostro no desapareció en ningún momento mientras continuaba— Por un largo momento tomé este fraude con ella como una picardía contra ti, pero ahora, querida, creo que disfrutaré de mi amistad con Hinata.

Sakura no se dio cuenta en qué momento Sasuke se había deslizado a su lado. Su rostro, a centímetros del de ella, la miraba con intensidad, sus dedos de pianista encerraron sus mejillas hasta formar un puchero en su boca.

Sakura iba a matar a Hinata.

Esas fotos iban para el Uzumaki, no para Uchiha. Aunque pensándolo sobria, era una estupidez.

La pelirrosa apartó la mano de Sasuke con un manotazo y respiró hondo. Retrospectiva, Haruno. Él la estaba provocando. Ella estaba cayendo.

Pese a la negativa reacción de la joven, Sasuke volvió a inclinarse hacia ella. Sus labios finos sobre el oído de la chica. Estaba tan cerca que pudo oler la piel de su cuello y escuchar el latir de su corazón.

—A menos que… tú me des otro motivo—Sakura volvió a respirar hondo—para no tener que distraerme con ella.

La mano de Sasuke apartó el cabello rosa hacia atrás e inspiró el aroma de la piel de la joven. Su mano se afirmó a su nuca y dio un casto beso en el cuello que dejó tensa a la joven. Sakura puso ambas manos sobre el pecho de él por un largo segundo, pero no hizo nada para apartarlo. El aroma que desprendía y la dureza de sus pectorales la dejaron entumecida. Sasuke, aún entre el espacio de su cuello y su hombro, se incorporó por sobre ella.

El Uchiha repartió besos por sobre el pecho de la joven, justo en el espacio que estaba desabotonado, mientras su mano desocupada se hacía paso por debajo de la blusa. Paso la lengua desde el inicio de su escote hasta la profundidad de su clavícula y en el calor del momento, subió su rostro para besar los labios rellenos de la joven.

La boca húmeda de Sakura nubló por completo la cabeza del Uchiha, quien estaba casi en su totalidad encima de ella, permitiendo a su mano traviesa recorrer la tersa piel de su estomago y el escote relleno de ella.

Sakura gimió su nombre cuando la mano varonil apretó su seno, y ese fue el llamado a tierra que la hizo despertar de la ensoñación que traía consigo el perfume del varón. Con ambas manos firmes, lo apartó de ella.

—Woa, —dijo, quitandose el exceso de saliva de su boca—eso ha estado lindo, Uchiha-kun. Gracias por la demostración.

La pelirrosa se puso de pie y se sacudió el inexistente polvo de la camisa que traía. Hizo amago de bajarse de la parte de atrás de la camioneta y el muchacho la imitó con una sonrisa burlona tatuada en el rostro. Sakura se dirigió al árbol en que tenía apoyada la bicicleta con rapidez.

—Te llevaré a casa —dijo Sasuke tomando la bicicleta de la chica con ambas manos y sin mucho esfuerzo, sin permitirle subirse.

—No voy a casa, Uchiha-kun. Al menos no a la mía.

Sasuke arqueó una ceja, sin soltar la bicicleta aún.

La pelirrosa con ambas manos, quitó el agarre del joven—Bueno, por como me has dejado, creo que voy a follarme al Uzumaki.

—o—


N/A: Entonces, para quienes estén perdidas/os: entre los 13 y 14 Sasuke y Sakura terminan su amistad, durante segundo año (15) ambos retoman una especie de romance del que aún no sabemos mucho. Meses después, es decir, en la actualidad (16) es cuando todo está transcurriendo, están en tercer año.

Espero que les sirva :D

Denme sus comentarios, son muy agradecidos en esta comunidad casi muerta tot.