En el bar de la casa la tensión era palpable. Raven se veía asustada mientras que Issei parecía estar aún en shock. No era para menos, después de todo había escuchado como Raven… prácticamente admitió que parece sentir algo por él.

Sacudió la cabeza y cerró la puerta detrás de él, cosa que puso más nerviosa a la mujer.

-Raven… – Dijo mientras daba un paso hacia la dirección de la mujer quien retrocedió un poco.

-No. – La mujer habló nerviosa. – Olvida cualquier cosa que hayas podido oír. Estoy algo ebria y…

-Raven tu misma dijiste que tienes mayor resistencia que Qrow… Solo quiero que hablemos de lo que acabas de decir que…

-¡No hay nada de qué hablar! – Ella le gritó. – ¿¡Me oyes!? ¡Nada! Esto solo es… un malentendido. Tú y yo no tenemos nada de qué hablar Issei.

-Pero Raven…

-¡Cállate! – Trató de ir a la puerta, pero Issei se puso en medio. – ¡Apártate!

-No hasta que hablemos Raven… Yo me preocupo por ti.

Ahí estaba una vez más, esa expresión que no muestra nada más que sus deseos de ayudar… ¿Por qué tiene que verla con esa cara? Apretó los dientes junto a sus puños en un vago intento de calmarse.

-¡Basta! ¡Deja de actuar así! ¡Sólo apártate y…! – Ella vio como Issei se pegó a la puerta y creó un círculo mágico en esta. – ¿Qué has hecho?

-Una barrera anti sonido. Ya no importa cuánto grites, nadie vendrá. Así que por favor, hablemos de…

-¡¡Te he dicho que no hay nada de qué hablar!! – Issei vio como algunas corrientes eléctricas comenzaron a envolver a Raven. – ¡¡Apártate de mi camino Issei!!

-¡Raven tranquila, tus poderes…!

-¡¡Me calmaré cuando me dejes ir!! ¡¡Todo esto no es más que una confusión, un error!!

-¡Raven por favor, tratemos de hablar! ¡Yo solo…!

-¡¡¡NO!!! – La electricidad alrededor suya se intensificó. – ¡¡Deja de preocuparte por mí!! ¡¡Deja de verme así!! ¡¡Solo déjame en paz y olvida lo que oíste!!

-¡¡Raven!! – Trato de acercarse a ella, pero dio un manotazo al aire para tratar de alejarlo sin darse cuenta de que la electricidad pasó muy cerca de las botellas de alcohol. – ¡¡Por favor Raven me preocupas!! ¡¡No me apartes de ti!! – Extendió su brazo derecho para tratar de alcanzarla pero…

-Dije… Que me dejes… ¡¡¡EN PAZ!!!

Con ese último grito lanzó un poderoso rayo, uno que impactó con el brazo derecho del castaño que retrocedió de la impresión. Cuando vio que las vendas que recubrian esa zona estaban ardiendo dio un pequeño grito de la impresión mientras se arrancaba las vendas, las tiraba al suelo y comenzaba a pisarlas para apagarlas.

-Yo… Yo… – Raven vio lo que hizo y comenzó a entrar en pánico, movía la cabeza en todas direcciones hasta que vio la puerta con cadenas.

No tardó en usar sus poderes para congelar las cadenas para luego usar algo de fuerza y romperlas. Rápidamente abrió la puerta y entró a donde sea que lleve.

-¡Raven no! – Issei fue hasta la puerta y al abrirla vio que parecía un almacén. – ¡Raven, ¿Dónde estás?! – Dio un vistazo rápido al lugar. Apenas había luz, por lo que creó una llama en su mano lo suficientemente intensa como para hacer de antorcha. – ¿Qué dem…? ¿¡Raven!?

Miraba por todos lados, pero no veía a nadie. ¿¡Desapareció o qué!? Avanzó un poco más y vio lo que parecía ser un pasadizo subterráneo. Gracias a sus sentidos mejorados pudo escuchar pasos alejándose rápidamente, parece que se marchó por aquí.

-Dios… Ok, hora de dejarse de juegos. ¡Balance Breaker!

Con una rafaga de fuego invoco su armadura y empezó a perseguir a la mujer. Ojalá todo salga bien.

--

Raven por su parte Raven seguía corriendo por lo que parecía ser una red de túneles que había debajo del pueblo. Usaba algo de viento para aumentar su velocidad, pero no sabía muy bien hacía donde iba.

Solo quería alejarse lo más que pueda de él. No podía creer que lo atacara a él, la persona que más la ha ayudado, a la persona que le permitió tener la oportunidad de volver a conectar con su hija. Se sentía fatal y que su cabeza junto a sus emociones eran un caos. No sabe con qué cara lo verá a él o a Yang… Solo quería correr y no detenerse

Sentía sus ojos llenarse de lágrimas, cosa que hizo que se detuviera un momento y se apoyara en la pared mientras seguía procesando lo que acababa de hacer llegando a una conclusión…

-Sigo siendo una cobarde que solo sabe correr y lastimar a aquellos que se preocupan por mí. – Dijo mientras golpeaba con su puño la pared y apretaba sus ojos en un intento de contener sus lágrimas.

Pero no pudo detenerlas y se derrumbó dejando salir la frustración que estaba sintiendo. Maldiciendo a su corazón por fijarse en el Sekiryuutei, maldiciendo a ella misma por salir corriendo… Al parecer nunca podrá cambiar por completo, seguirá siendo una cobarde que no sabe nada más que huir… Quizás sea lo mejor si se marcha… Solo causa problemas para aquellos que la aprecian.

Se puso de pie lista para seguir corriendo, pero en eso la pared detrás suya fue derribada. Se giró para ver de qué se trataba y vio la armadura del Sekiryuutei que no tardó en captar su presencia.

-Al fin te encuentro. Gracias a dios que aquí abajo ni huele a nada más, pudo seguir tu olor fácilmente. – Comentó mientras se quitaba trozos de pared y polvo que tenía en sus hombros. En eso noto que… – ¿¡Por qué lloras Raven!?

-Maldita sea… – Dijo con algo de rabia y tristeza antes de empezar a correr otra vez.

-¡Oh vamos! – Fue todo lo que dijo antes de empezar a seguir a la mujer usando sus propulsores. – ¡Raven detente!

-¡No! ¡Aléjate de mí, volveré a lastimarte!

-¡Ya estoy acostumbrado a que me ataquen, y no estoy herido!

Ambos siguieron corriendo, yendo de un lado a otro de manera aleatoria. En un momento dado Raven comenzó a crear muros de hielo, lanzar ráfagas de viento e incluso hacer emerger del suelo pilares de tierra para tratar de bloquearle el camino al castaño, pero este no bajaba el ritmo ni un poco y estuvo a punto de alcanzarla algunas veces.

Raven solo podía maldecir esa perseverancia tan característica. Siguió corriendo y poniendo obstáculos para aumentar la distancia entre ellos, pero podía escuchar el cómo cargaba aumentos y lograba atravesar el hielo y la roca como si fuese papel. En eso noto como parecía estar cerca de la salida de estos túneles, aumento la velocidad con la intención de nada más salir transformarse en ave y salir volando a cualquier parte lejos de él y todos.

Estaba a solo unos pasos de lograr salir pero…

-¡Te tengo! – Issei usando sus propulsores logró atrapar a la mujer y acorralarla contra la pared para luego quitarse su casco y verla a los ojos. – Raven… Por favor no sigas corriendo-.

Notaba él como su mirada estaba llena de preocupación, intentó escaparse de su agarre pero el Sekiryuutei no se lo permitía hasta que simplemente dejó de luchar y bajaba la cabeza con su cabello ocultando su mirada. Y sin más comenzó a sollozar al ver que no tenía escapatoria.

En eso sintió como Issei le limpiaba una lágrima haciendo que ella levantara su rostro y lo viera con sus ojos rojos con pequeños rastros de lágrimas en ellos y topándose con un par de ojos, uno siendo verde como una esmeralda y el otro de color miel. Ambos viéndola con el solo deseo de entenderla.

-Raven, te dije que siempre contarás conmigo… No tienes que correr… Solo quiero que hablemos… Por favor.

-...¿Por qué? – Ella preguntó con la voz algo quebrada. – Yo… No quiero hablar de eso… Solo quiero que las cosas sigan como hasta ahora… ¿Por qué no puedes dejarlo estar?

-Porque veo que esto te esta lastimando… No quiero verte así, tan… Desolada. – Le sonrió de forma suave sin quitar su mano de su rostro. – Además sabes que si puedo ayudar a alguien lo haré sin dudarlo, mas si es alguien importante para mi.

-¡Ese es el problema! – Raven gritó como pudo, ya que sentía que su voz no daba para más. – Es precisamente ese modo de ser tuyo que… ¿No ves que eso solo trae problemas?

-La verdad no lo entiendo. – Sonrió con algo de pena ya que esa era su forma de ser. – Pero ya te lo dije, simplemente no puedo dejarte en este estado. Así que te lo pido Raven, no huyas de mí.

La soltó y la tomó de sus mejillas, haciendo que se vieran fijamente. Raven solo pudo maldecir una última vez antes de rendirse a la idea de que no importa que, él siempre estará ahí para ella. Sonrió de manera amarga mientras posaba sus propias manos en el rostro del castaño y…

-Eres… Un maldito caso perdido Issei Hyoudou… Y yo lo soy más por esto…

Antes de que Issei pudiera preguntar a qué se refería sintió como sus labios eran sellados por los de Raven quien rodeó su cuello con sus brazos. El Sekiryuutei sólo podía abrir los ojos como platos por la inesperada acción junto a sentir los sentimientos de la mujer a través del beso. Regresó el gesto de forma instintiva mientras colocaba sus manos en la cintura de la mujer.

Raven no pudo evitar soltar una pequeña lágrima de alivio por dejar salir el sentimiento que llevaba reteniendo ya un tiempo, solo por este momento dejará de lado todo y se permitirá disfrutar este pequeño momento.

El beso terminó una vez se vieron con la necesidad de tomar aire, donde era el castaño quien parpadeo varias veces sin terminar de comprender lo que pasaba. Cosa que le sacó una pequeña risa a Raven quien tenía una sonrisa en su rostro.

-Siempre oí que una acción vale más que mil palabras… ¿Qué te dice esto?

-Yo… – Issei aún se sentía un poco aturdido.

-Tu me hiciste esto… Después de años sintiéndome sola vienes tú y a pesar de nuestro mal inicio… Me ayudas con una sonrisa. – Fueron sus palabras a la par que colocaba su cabeza sobre el pecho de la armadura del Sekiryuutei. – No sé ni en qué momento pasó… Solo sé que… Me gustas… Dios… ¿Qué le diré a Yang?

Oh… Es cierto. No sabe cómo reaccionará Yang ante esto… ¿Tal vez era esta una de las razones por las que no quiso decir sus verdaderos sentimientos en un inicio? Lo ve probable. Arg, solo a él le pasan estas cosas y no ayuda el ver como Raven pareciera esperar una respuesta si la forma en la que lo ve indica algo.

-Raven, yo…

-Soy patética, ¿No? – Dijo con un poco de auto desprecio mientras desviaba la mirada. – Acabo de mencionar a mi hija y aquí estoy… Queriendo que me des una respuesta que yo ya sé cuál será…

-No eres patética. – Dijo con calma haciendo que Raven lo viera nuevamente a los ojos.

-Se que está mal lo que te dije y siento pero… Es la verdad. – Le parecía raro ver a una mujer como Raven con una expresión tímida junto a ese sonrojo en su rostro.

-No tiene nada de malo amar. – El simplemente deshizo la armadura de sus manos para poder acariciar directamente una de las mejillas de la Maiden, quien solo se relajó por el tacto.

-Pero eres el novio de mi hija. ¿Qué tiene de bueno que una madre desee a quien su hija ama? Además soy casi veinte años mayor que tú y…

-[Oh por Great Red.] – La voz de Ddraig llamó la atención de ambos. – [Uno tratando de dormir tranquilamente y no puede por todo el melodrama que ocurre alrededor.]

-Ddraig no es el mejor momento para…

-[Tu mejor cállate, que todo esto es tu culpa señor "me gusta ayudar a todos".] – Issei se calló, ya que en parte tenía razón. – [Y en cuanto a ti Raven Branwen… Puedo entender que esto te pueda causar algunas dudas y conflictos, pero parece que estás olvidando algo sobre los dragones.]

-¿Y eso qué tiene que ver? – Pregunto sin verle el punto a las palabras del dragón.

-[Que como tal nosotros somos seres que se guían por su propia moral junto que tú y Yang sean madre e hija no significa ningún problema. Es más, en el mundo sobrenatural podría hasta considerarse normal.]

-Eso es…

-[Sin olvidar que literalmente mi compañero está en una relación con Yang y Ruby que son HERMANAS.] – Ddraig hizo énfasis en esa última parte haciendo que Issei diera una pequeña tos y que Raven parpadee al recordar ese hecho.

-Aun así…

-[¿Puedes dejar de buscar excusas?] – Ddraig parecía cansado de este tipo de charla, ya le bastó la que tuvo con su compañero hace meses. – [También tengo que hacer mención de lo que Jinn nos mostró de esos otros mundos, donde la líder Youkai y su hija mostraron interés en los otros yo de mi compañero y puedo apostar lo que quieran que lo mismo hubiera pasado en nuestro caso. Y ni intentes negarlo compañero.]

-...Ok tienes un punto. – Issei solo desvió la mirada al no poder contradecir a su compañero. Ya que viendo cómo es su suerte lo ve muy probable y no es que le moleste imaginar que alguien como la madre de Kunou se fijará en él.

Por su parte Raven estaba en silencio analizando las palabras del dragón. Una parte de ella aún pensaba que lo que sentía estaba mal no solo por la diferencia de edad entre ellos si no porque él era el novio de su hija y sus amigas, donde cabe destacar que también estaba incluida la hija de su mejor amiga. Pero otra parte de ella comenzó a sentir un sentimiento en específico… Esperanza. Esperanza de que realmente pueda expresar sin culpa lo que siente.

-[Yo ya cumplí con decir lo que pienso de esto, ya es cosa de ustedes si se siguen ahogando en un vaso de agua, me voy a dormir.] – Dio un bostezo para hacer énfasis de que estaba cansado. – [Por cierto esas dos también creen que están haciendo un escándalo por nada, ya que al igual que Ruby y Yang son hermanas y no le ven el problema.]

Dio un último bostezo antes de que la luz en el Boosted Gear dejara de brillar, dejando a Issei y a Raven en un silenció algo incómodo donde no sabían qué decir a continuación.

-Esto… – Issei trato de decir algo. – Raven yo…

-Podemos… ¿Podemos hablar cuando volvamos? – Ella le pidió e Issei solo asintió. – Bien… Entonces quizás ya puedes dejar de arrinconarme contra la pared.

Ante esas palabras el castaño se alejó un poco con su rostro rojo y reflejando vergüenza. La mujer por su parte se recompuso, pero se podía ver que también estaba avergonzada.

-Perdón por eso, fue lo mejor que se me ocurrió para evitar que salieras corriendo. – Fue lo que dijo el Sekiryuutei mientras se rascaba la cabeza y reía de forma nerviosa.

-Entiendo… Perdón por reaccionar así y por… Ya sabes, atacarte.

-Je, como dije no es la primera vez. Lo bueno es que no me lastimaste y lo malo… Es que esas eran mis últimas vendas. – Dijo mientras veía su brazo derecho, el cual ahora estaba expuesto. – Pero bueno, más se perdió en la guerra como quien dice jeje.

Raven sonrió un poco, vaya chico. Pero en eso cayó en cuenta de algo.

-Ehm… Issei. – El mencionado la miró con curiosidad. – ¿Por dónde se va a la casa?

Issei parpadeo un par de veces, vio el interior de la cueva y… Oh mierda. Estaba tan concentrado en tratar de alcanzar a la pelinegra que no se dio cuenta de a donde estaban yendo y obvio que Raven estaba igual.

Al final solo les quedó tratar de volver sobre sus pasos, siguiendo el desastre que ocasionaron… Menos mal que el lugar estaba abandonado o de seguro se habrían metido en un problema. Tras casi una hora finalmente llegaron al almacén de la casa, subieron hasta el bar y…

-Bueno… ¿Y ahora ya podemos hablar o…? – Paso a ver a la mujer, la cual se rascó el brazo con nerviosismo.

-Como dije… Lo que siento es real… No me preguntes cuándo fue que comencé a verte así… Solo… – Se maldijo por lo bajo al no poder hablar sin estar nerviosa. Dio un par de respiraciones para calmarse un poco para luego verlo a los ojos. – Solo lo diré una vez más. Issei tu me gustas, tu forma de ser tan amable y atenta junto a esa determinación tuya hicieron que me fijara en ti. Sin contar que aparte de Vernal eres la única persona que se ha preocupado por mi en estos últimos años.

Issei solo trago saliva al ver la mirada que Raven le estaba dando, junto que ese sonrojo en sus mejillas solo le hacía ver lo hermosa que es. Que a pesar de ya ser una mujer con algunos años estos no se le notan para nada.

-Se que todavía hay mucho que aclarar y hablar sobre todo con Yang. – Eso lo dijo con algo de miedo al pensar que todo el avance que ha tenido se pierda. – Pero quiero saber… ¿Hay aunque sea una pequeña oportunidad de que me mires como yo lo hago contigo?

-Raven yo… – Una vez más tragó saliva, pero se armó de valor para responderle. – Como dije, esto es algo que no me esperaba, sigo sin creer el cómo alguien como yo termina llamando la atención de mujeres tan hermosas e increíbles. – La Maiden se sonrojo un poco por el cumplido indirecto hacia ella. – Pero puedo decir que pienso que eres asombrosa y a pesar de que te creas una cobarde yo no opino lo mismo.

Dio un paso para poder colocar una de sus manos sobre la mejilla de la mujer y acariciarla con su pulgar, haciendo que ella coloque sus dos manos sobre la del castaño mientras sonreía y lo veía con un brillo en sus ojos rojos.

-Estoy realmente halagado que sientas eso por mi, pero creo que primero tenemos que hablar con Yang antes de siquiera intentar algo y solo para dejar esto claro… No estoy diciendo que me desagrade la idea de estar contigo como algo más que amigos, de hecho es todo lo contrario.

-*Snif*... Era todo lo que necesitaba oír… – Unas pocas lágrimas salieron de sus ojos que fueron limpiadas por el castaño.

-Por favor, no llores. No me gusta verte así. Una sonrisa es lo que te sienta mejor.

-Tonto… Si sigues diciendo cosas como esas solo harás que me hunda más de lo que ya estoy. – Dijo con un poco de diversión mientras terminaba de limpiarse las lágrimas. – Issei… Gracias por no rechazarme y por estar a mi lado.

-No es nada Raven…Lo hago con todo el gusto del mundo. – Dijo con una sonrisa para luego comenzar a acariciar la cabeza de la mujer, solo para congelarse al darse cuenta de lo que estaba haciendo. – Yo… Lo siento Raven, lo hice sin pensar… ¡No me mates!

Dijo cerrando los ojos y esperando un golpe o algo similar de parte de la mujer que en más de una ocasión dejó claro que su cabello era algo importante para ella, algo que Yang heredó de ella. Pero al no sentir dolor abrió los ojos de forma lenta y se sorprendió al ver como Raven tenía la cabeza gacha con un sonrojo marcado en sus mejillas. Tenía que admitir que era una vista inusual, pero le parecía algo tierna.

-N-no hay problema… Si quieres puedes continuar haciendo lo que estabas haciendo… No me importa.

Él tragó saliva al oír eso, pero decidió tomar el riesgo y volvió a empezar con sus caricias. Vio como Raven parecía disfrutar con el gesto a la vez que parecía relajarse. Sonrió internamente al ver que su reacción era similar a la de Yang. Pero al contrario que la rubia, el cabello de la mujer se sentía igual de suave pero un poco más lacio. Se sentía bien al tacto y… Oh, sabía que ese olor que desprendía la mujer se le hacía conocido. Lycoris radiata o mejor conocida como Flor del Infierno... Je, que curioso.

La mujer solo suspiro con tranquilidad. Hacía mucho tiempo que no se sentía tan cómoda y relajada, menos aún que alguien la haga sentir así solo con un gesto tan simple como que le acaricien la cabeza… Y eso sí que le extraño hasta a ella. Nunca le permitió a nadie tocar su cabello y sin embargo aquí estaba él, haciendo eso y no le molestaba en absoluto. Esto solo la hizo reafirmar sus sentimientos y desear que las cosas terminen bien para ellos.

De un momento a otro la mirada de ambos se cruzó y se pudo ver un brillo casi mágico en los ojos de ambos. Issei dejó de acariciarla y su mano bajó hasta su mejilla mientras ponía la otra en la cintura de la mujer, la cual llevó sus manos hasta el pecho del chico. Poco a poco se fueron acercando al sentir el impulso de volver a besarse llegando a sentir la respiración del otro. Pero justo cuando sus labios estaban por juntarse…

-Ajem.

-¡¡Ah!! – Ambos gritaron al oír a alguien cerca de ellos y…

-¿Esto es algo nuevo o es una rutina secreta vuestra? – Fue la pregunta de Vernal que se encontraba apoyada en el marco de la puerta.

-¡Vernal! – Grito matando a su amiga con la mirada para luego caer en cuenta en la posición en la que estaba con el castaño. Su rostro adquirió un tono carmesí para a los segundos alejarse del castaño. – ¡Tú no has visto nada! – Gritó mientras trataba de regresar su rostro a su color normal. – A todo esto, ¿Qué diablos haces aquí?

-Pues yo creo que sí. Digo te vi a ti y a Issei muy cerca donde puedo apostar el poco dinero que tengo en que estaban por besarse. – Dijo mientras tenía una sonrisa burlona en su rostro, aunque igual se notaban sus celos. – Y en qué hago aquí simplemente me desperté y quise un trago, sigo sin confiar en el agua del lugar.

Eso último lo dijo mientras se encogía de hombros, sacandole una pequeña gota de sudor al castaño mientras que la Maiden estaba algo nerviosa al saber que alguien la vio casi besar al Sekiryuutei.

-¡Y-yo no…! – Raven estaba por negarlo… Pero ya no está para eso, no más. – Pues sí. Eso era lo que íbamos a hacer.

-Vaya, al fin dejas de mentirte… Esa no me la esperaba. – Parpadeo un par de veces antes de cruzarse de brazos y sonreír de lado. – Ya era hora, verte mas gruñona de lo normal era molesto además de que comenzaba a preocuparme y estoy segura que la bailarina también lo estaba.

-Pudrete Vernal. No te imaginas todo lo que tuvo que pasar para que finalmente aceptara lo que esté idiota me hace sentir.

-Hey… – Se quejó por la forma en la que se refirió a él, pero fue ignorado por las dos mujeres.

-Ya veo… Oh bueno, igual me alegro por ti Raven. Te mereces algo de felicidad después de tanto. – Eso lo dijo con toda la honestidad posible ya que, a pesar de todas sus bromas o comentarios, realmente se preocupa por su amiga.

Raven la vio con el ceño fruncido por unos segundos más antes de suspirar y sonreír. Tal vez tenga razón, aunque todavía tiene que hablar con su hija con respecto a esto. Pero…

-Aún así déjame dejar algo en claro. – Fue todo lo que dijo antes de llegar a donde estaba el castaño, tomarlo por el cuello de su camisa y estrellar sus labios contra los suyos ante la sorpresa de este y la Maiden… La cual podía ver cómo las lenguas chocaban.

-¿¡Qué te crees que estás haciendo!?

-*Fua*... Ni creas que te dejaré adelantarte. Yo iba por él mucho antes que tú. – Fue lo que dijo una vez rompió el beso con el castaño quien estaba aturdido por la acción inesperada.

-¡Tú sólo querías una noche de sexo y dejar de ser virgen! – Raven gritó mientras sus ojos soltaban poder.

-Cierto… Pero con el tiempo eso cambió – Si bien se veía algo avergonzada de que su amiga revelara que siguiera virgen, pudo ver al castaño con cariño. – Una noche ya no es suficiente para mí… Quiero estar contigo por el resto de mi vida Issei.

El castaño trago saliva. Vaya, para ser una chica ruda sabía verse tierna. Vio como la chica estaba por besarlo de nuevo, pero fue alejado de ella y se vio envuelto en un abrazo posesivo por parte de Raven.

-¡Pues para que lo sepas no eres la única que piensa así! ¡Además ya te tomé la delantera, ya que tuvimos nuestro primer beso hace rato!

-¿¡Qué!? ¿¡Y planteabas volver a besarlo!? ¡¡Eso no es justo, no seas acaparadora vieja celosa!!

-¡¿¡COMO MIERDA ME LLAMASTE!?!

Mientras ambas discutían y se veían como si quisieran arrancarse los ojos, Issei se encontraba atrapado entre ambas… Con su cabeza entre el pecho de ambas para ser precisos.

-(No tengo idea de cómo terminaron así las cosas, pero no me quejo.) – Fueron sus pensamientos mientras disfrutaba la suavidad de los pechos de las dos mujeres. Aunque claro notaba la diferencia de tamaño, pero no le importaba.

-[Oigan.]

-¡¿¡QUÉ!?! – Gritaron ambas al escuchar la voz de las IAs.

-[Entiendo que quieran algo de cariño por parte de Issei, pero creo que este no es el mejor lugar para eso.]

Ante las palabras de Davs, la ex-bandida y la Maiden se vieron retadoramente una última vez antes de apartarse del castaño con un puchero.

-[Ahora bien, siempre pueden unirse al "castigo" que le espera a Issei en Argus por parte de las demás.]

-¿¡Eh!? – Issei pasó a ver el dorso de su mano ante las palabras de Aile.

-Esa… Es una buena idea. – Raven dio una sonrisa que le hizo tragar saliva al castaño.

-Por mi bien. – Vernal pasó a ver al castaño con una sonrisa. – Ve preparando las caderas Issei, por qué cuando terminemos con Adam te haremos trabajar a fondo, junto que aprovechare también mi cita contigo.

-Sin olvidar que tengo casi 20 años de frustración que soltar. – Raven no pudo evitar lamerse los labios al decir eso. – Y si lograste aguantar a 5 a la vez… Creo que podré quedar más que satisfecha.

El Sekiryuutei se sintió algo intimidado por la mirada que le estaban dando ese par y no duda que Aile y Davs también la tienen en estos momentos.

Soltó un suspiro aceptando su destino antes de asentir a las dos mujeres quienes sonrieron complacidas. Para luego ambas tensarse un poco al ser abrazadas por el castaño, no tardaron en relajarse y devolver el gesto. Esto significa que puede que sí tengan una chance real con él. Por el momento eso les basta.

--

A la mañana siguiente cuando todos los que durmieron en la planta de arriba se despertaron y bajaron a la biblioteca vieron algo… Inusual.

-Buenos días a todos. – Fueron las palabras de Raven quien parecía haber preparado el desayuno. Lo más curioso era que tenía una sonrisa en su rostro. – ¿Durmieron bien?

-Ahm… Si…

-Me alegra saberlo. – Respondió mientras acariciaba la cabeza de Ruby. – Vamos, ir sentándose. Tenemos que reponer todas las energías posibles para cuando tengamos que irnos. – Dijo mientras iba al bar, el cual se había convertido en una cocina improvisada.

Los demás solo se quedaron viendo por donde se fue la Maiden por unos segundos antes de pasar a ver a los demás.

María y Sköll parecían no darle mucha importante al asunto y solo se dedicaban a comer su desayuno, donde el lobo recibió ración extra y se le veía feliz por ello. Vernal tampoco parecía darle importancia, pero se podía notar que su estado de ánimo era similar al de la Maiden. Qrow estaba igual de desconcertado que ellos e Issei solo comía lo suyo.

-...¿Qué nos hemos perdido? – Fue la pregunta de Weiss que no sabía muy bien qué pasaba.

-Eso quisiera saber yo… No había visto a Raven así desde… Nunca. – Qrow habló con sinceridad.

-Nah, no le des importante. Solo sentaros y comer. Nos vendrá bien tener el estómago lleno. – Vernal habló mientras tenía una sonrisa más que clara en su rostro.

-¿Y a ti que mosca te pico? – Yang pregunto con una ceja alzada. – Estas igual de rara que Raven. Aunque no me quejo de verla feliz.

-Solo me levanté feliz, nada más. – Fue su respuesta, pero le dio una mirada disimulada al castaño. – Es como si todo lo malo se hubiera ido.

-Ahora que lo mencionas… – Koneko también podía sentir como el ambiente se sentía más tranquilo. La sensación de que envolvía este lugar desapareció como si nunca hubiera estado ahí.

-Venga vamos, que la comida se enfría. – Raven le llamó la atención a los jóvenes que aún seguían ahí parados mientras llegaba con más comida. – ¿Qué haremos después de comer Issei? – Le pregunto tras sentarse a su lado, pero todos pudieron notar que parecía incluso más animada al hablarle.

-Enganchamos el remolque en la moto de Yang y ponemos rumbo a Argus. – Issei respondió antes de volver a su comida y… – Debo reconocerlo Raven, me impresionas. Puedes preparar cosas realmente deliciosas con tan poco.

-Fufufu, me alegra de que te guste mi comida. – Ella respondió dándole una sonrisa para nada normal en ella.

Qrow comenzaba a pensar seriamente que a su hermana le estaba dando fiebre o algo, pero las chicas por otra parte… Sentían alarmas. Muchas alarmas… Será mejor que la tengan vigilada.

Por su lado Maria veía la sonrisa de la Maiden y de la ex-bandida, casi pareciera como si les hubieran dado una buena noticia. En eso vio como Raven miraba de reojo al Sekiryuutei… Oh ya entiende, así que no fueron cosas de sus ojos las miradas que le vio darle el día de ayer. Bueno se lo guardará para ella por el momento, ya verá cuánto tiempo tardan en darse cuenta los demás… Esto será divertido para ella.

Por su parte Issei trataba de comer tranquilo, pero al parecer la actitud de Raven y Vernal llamó la atención de todos y siente que Qrow lo está viendo cómo si fuera el responsable… Cosa que en parte es verdad, pero no es como que pueda sacar una bomba como esta asi no mas.

-(Sigo sin entender esa manía de las personas de complicarse, me parece una pérdida de tiempo.) – Mejor no digas nada lagartija, están en una situación complicada. – (Bah, solo sería de tomar a ese par y encerrarse en una habitación por horas.) – De nuevo, no puede hacer eso. – (Cómo sea, pon atención que la Milf te habla.)

Parpadeo un par de veces para luego ver que en efecto Raven parecía hablarle.

-Jeje perdon, estaba charlando con cierta lagartija metiche. – Ignoró las quejas de su amigo. – ¿Que me decias Raven?

-Te preguntaba si querías un poco más de comida. – Dijo sin borrar su sonrisa, cosa que hizo que se apene un poco ya que le recordaba mucho a la de Yang.

-Si, gracias Raven. – Dijo con algo de nervios, en especial por la mirada de sospecha que estaba recibiendo por parte de los demás y sobre todo de Yang.

-¿Qué hacen ahí de pie todavía? Sentaros de una vez y desayunar, no me hagáis repetirlo de nuevo. – Volvió a pedirle a todos, solo que esta vez con el ceño fruncido.

Al final le hicieron caso, pero ninguna quitaba su mirada de sospecha de la Maiden y el Sekiryuutei.

-No es por sonar desagradecido ni nada, ¿Pero no quedamos en racionar para el viaje? – Ravel preguntó mientras comía su desayuno.

-Si, pero igual encontramos suficiente comida para el camino en las demás casas así que me permití hacer esto. – Fue la respuesta de la Maiden mientras se encogía de hombros. – Asi que al menos que Issei tenga un agujero negro como estomago no hay problema.

Los demás se vieron algo complicados por la respuesta de la mujer quien solo soltó un chasquido de lengua por tanto drama.

-No pierdan el tiempo, nos espera aún un largo camino y si no terminan de comer terminaré dándole su comida al Sköll. – Esas palabras provocaron que dicho lobo se les quede viendo, como esperando que eso pase.

-Bien, bien. Hoy te levantaste mandona además de feliz…

-Yo también te quiero cariño. – Raven le respondió a su hija quién no esperó esa respuesta. – Oh y si tienes más hambre solo dilo. Te prepararé más.

-...Muy bien habla. ¿Qué es lo que te pasa? Sin ofender hermana, pero no es normal verte tan feliz… – Qrow pregunto dejando su plato en el suelo.

-Pudrete Qrow. – Rodó los ojos por las palabras de su hermano. – Simplemente el ambiente se siente más ligero, es todo además… Ayer Yang me dijo que le gustaría pasar tiempo madre e hija cuando tengamos una oportunidad.

Todos pasaron a ver a la rubia quien tuvo la decencia de avergonzarse, pero no negó lo dicho. Eso le sacó una sonrisa a Issei. Parece que las cosas progresan bien entre ellas… Ahora tiene miedo de cómo puedan acabar las cosas cuando ella y Raven tengan que hablar de… La posibilidad de que acaben siendo compañeras de harem.

Una vez terminaron de desayunar todos se pusieron a hacer sus cosas mientras Yang se dedicaba a acoplar el remolque a su moto, lo cual tomaría algo de tiempo ya que el enganche era algo diferente.

-Buenos esto ya está. – Fue lo dicho por Ruby quien se limpió algo de sudor de la frente.

-...Eso se va a desmontar. – Fueron las palabras de Ravel quien veía… La pequeña montaña de provisiones amarrada con cuerdas delante suyo.

-No creo. Las literas que hicimos en nuestra habitación de Beacon lucian más escabrosas y nunca dieron problemas. – Fue la respuesta de Blake mientras hacía memoria.

-Hablando de eso. ¿Creen que nuestra habitación seguirá intacta?

-Ruby… Beacon entero fue atacado. Sería un auténtico milagro que nuestra habitación siga tal y como la dejamos.

La caperucita hizo un puchero ante las palabras de Weiss quién rodó los ojos. Ravel y Koneko vieron a las tres miembros del Team RWBY sin saber muy bien qué pensar. Weiss vio esto y…

-Luego de la iniciación y llevar a mi futuro esposo a la enfermería, cosa que se volvería una costumbre… – Eso lo dijo viendo de forma acusatoria al castaño quien rió de forma nerviosa. – Ruby nos convenció de hacer literas… La verdad sigo sin creer como esas cuerdas y libros lograron aguantar el peso y la gravedad.

-¿Qué? – Koneko no pudo evitar mostrarse sorprendida.

-Si, de locos… Pero eso no es nada comparado con el día que conocimos a Zwei.

-¿Quien? – Vernal preguntó al no reconocer el nombre.

-Es nuestra mascota. – Ruby respondió con una sonrisa. – Es el mejor perro del mundo.

-¿Y cómo logró entrar un perro a vuestra academia? – Ravel preguntó con curiosidad.

-Por el correo.

Los que no sabían eso parpadearon varias veces no creyendo las palabras de Blake.

-Es broma, ¿Verdad? – Koneko dejó de lado su clásico rostro estoico para poner una cara de desconcierto.

-Nop. Yo fui testigo de cómo un Corgi salió de un tubo de correo… Junto a una enorme pila de latas de comida. – Weiss aún se sentía perturbada ante el recuerdo.

-Y ni que hablar de lo inteligente que tiene que ser… Como para que use un abrelatas. – Blake estaba como su amiga.

-[Sigo pensando que debimos convertir en nuestro sirviente a ese perro.]

-Ddraig… Centrate. – Fue lo que le dijo Issei a su amigo. – Junto que cuando le dicen que se haga el muerto hace una actuación digna de una obra de teatro… ¿Dónde consiguieron a ese perro?

Tras decir eso el Sekiryuutei vio a Ruby en busca de saber el origen de Zwei.

-Fue un regalo de cumpleaños de papá. No se donde lo consiguió. – Fue todo lo que dijo antes de tomar las previsiones y llevarlas afuera.

Soltó un suspiro tras la respuesta tan insatisfactoria para luego pasar a ver a quienes no conocían en persona a la mascota de la familia Xiao-Long - Rose.

-Sigo sin creer que un perro pueda hacer todo lo que dicen. – Fue la respuesta de Ravel quien seguía renuente a creer todo eso.

-Creeme Ravel-chan, todo es cierto… Decir que el mismo Ddraig casi le da una crisis tras verlo por primera vez.

-Y no me extraña… ¿Recuerdas la pelea en el tren contra White Fang? – Blake vio como el castaño asintió. – Después de que te fueras a detener a Roman, el Dr. Oobleck lo usó como bola de béisbol en una ocasión… Y a pesar de que se prendió FUEGO, Zwei resultó ileso.

-Oh me acuerdo de eso… Que locura… – Fue todo lo que dijo Weiss antes de salir afuera seguida por su amiga Faunus.

-...¿Seguro de que era un perro?

-Ni idea Sra. Calavera… Ni idea…

Issei dio una risa nerviosa al ver como parecían tener una especie de crisis mental tras escuchar una de las hazañas de Zwei. No las puede culpar… Ese perro parece ser una fuerza de la naturaleza en su propia ley.

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Mientras tanto en Atlas…

Puede verse a Vali en la habitación que le habían dado en la mansión Schnee. Él había preferido quedarse en el lugar a diferencia de sus demás compañeros que habían salido a explorar el reino, tuvo un pequeño problema con Lavinia y Celeste quienes querían que las acompañara pero logró mantenerse firme con su decisión junto que les prometió que este fin de semana haría lo que ellas quisieran sin quejas.

Admite que casi se arrepiente al ver el brillo en los ojos de ese par, pero decidió no pensar en eso por el momento ya que tiene cosas más importantes en las que centrarse en estos instantes.

-Mi versión primigenia desarrolló una armadura que daba una salida poderosa pero fugaz de poder. Por otra parte, mi versión que fue adoptado por Sirzech Lucifer desarrolló algo similar, pero la salida de poder era más controlada. – Nombró y analizó la información que tenía de la evolución de las armaduras de sus otros yo. – Puedo crear una armadura con el mismo propósito, pero de ser posible me gustaría tratar de contener todo ese poder en lugar de solo dejar que explote hacia afuera… – Se dijo a sí mismo tratando de encontrar alguna manera de replicar o mejorar lo que había visto hacer a sus otros yo.

-(¿Puedo hacer una sugerencia?) – Pudo oír la voz de su IA y asintió. – (¿Y si en lugar de tratar de contener el poder, tratas de redirigirlo?)

-Explicate… – Se mostró interesado.

-(Podrías, por ejemplo, tratar de condensar y dar forma a todo ese poder para evitar que se malgaste.)

-No es una mala idea… ¿Puedes hacerte cargo?

-(Solo si me específicas lo que quieres.) – Contestó con calma pero… – (Claro también puedes dejar que simplemente cree algo solo con la idea base, pero creo que sería mejor si me dices con que te sentirías más cómodo.)

El peliblanco parecía meditar las palabras de la AI de su Sacred Gear, estos últimos días ha estado más activa que a un inicio. Tal vez tenga que ver que su forma de ver las cosas ha cambiado desde que llegó a este mundo, pero sigue diciendo que aún no es el momento para que la conozca.

-Hmmm… ¿Qué tal un arma por ejemplo?

-(Interesante… ¿De qué tipo?)

-No lo sé, no soy experto en armas. – Se cruzó de brazos. – Siempre preferí luchar usando mi talento en la magia.

-(Cierto. Pero si ese es el caso, ¿Porque sugieres lo del arma?)

-Es como dijo Loki… Confío demasiado en ella y eso puede que me vuelva predecible. – Frunció el ceño al recordar las palabras del Dios Nordico.

-(Entiendo, pues vere que puedo hacer ya que puede que tarde un poco para alistar todos los sistemas de la Divine Dividing.)

-Te lo encargo… Y gracias por la ayuda.

-(No son necesarias, pero aprecio que las des… Es claro que has cambiado para bien y se te nota mas feliz.)

El Hakuryuukou pensó en esas palabras y dibujó una sonrisa de lado dándole la razón. A pesar de que al inicio no podría interesarle menos lo que le pase a este mundo, eso cambió tras conocer a su rival y ver que en la vida hay más que solo pelear.

-(Pero en fin me pondré a trabajar en esto. Dejamelo a mi.) – Sin mas que decir corto comunicación con Vali quien soltó un suspiro.

-{Al parecer estamos avanzando poco a poco.}

-Si, pero aun asi siento que nos falta mucho…

-{Claro que es así, sabes mejor que nadie que no existen atajos para hacerse fuerte. Pero esta vez tenemos más ayuda.} – Soltó un pequeño bufido mientras tenía una sonrisa en su rostro. – {Pero por el momento creo seria mejor que salieras a comer algo, llevas ya un buen tiempo aquí encerrado. Y no creo que a esas dos les guste saber que no has comido nada.}

-¿Vas a actuar conmigo como lo hace Ddraig con mi rival? – Preguntó con cierto fastidio.

-{Es divertido.}

Dio un último sonido de fastidio antes de salir de su habitación con rumbo a la cocina para ver que logra encontrar. No puedo evitar notar que esta era claramente una casa de alta clase y esta le pertenece a… La novia de Azazel… Siente que está en un sueño loco.

-Sigo sin creer que Azazel esté en una relación formal.

Negó con la cabeza antes de seguir su camino a la cocina donde vio que no se encontraba solo.

-Tu eres Winter. ¿No? – Pregunto mientras veía a la mujer parada frente a él.

-En efecto. Y si no me equivoco tu nombre es Vali y conoces al cuer…*Cof* Perdón a Azazel. – Al adolescente le salió una pequeña gota de sudor por el casi desliz de la mujer. – Vine a ver a mi madre, pero Klein me dijo que salió junto con… Azazel.

-¿Una cita? – Ver cómo ella frunció el ceño fue respuesta más que suficiente. – Vuelvo a decirlo, me sorprende que esté en una relación formal.

Vio cómo Winter frunció más el ceño para luego suspirar, notándose algo conflictuada.

-Pido disculpas si parezco tener algo en contra de Azazel aun después de ayudar a mi madre con su divorcio, es solo que…

-Descuida. – Se encogió de hombros sin darle mucha importancia. – Yo soy el primero en decir que a primera vista Azazel no parece ser la persona más confiable del mundo, pero por lo general no tiene malas intenciones con lo que hace.

-Jeje, supongo que tienes razón… Aunque eso no le quita lo de científico loco. He visto algunos de sus planos y…

-Solo dime que no causó ninguna explosión. – Se llevó una mano al rostro al ver como la mujer simplemente guardó silencio. – Ugh… Siempre es lo mismo con el, perdí la cuenta de las veces que Penemue casi lo mata por casi destruir Grigori… Ahora temo por esta ciudad.

-Solo me estás dando motivos para mandarlo a la cárcel de inmediato, ¿Sabes? – Winter lo vio con los ojos entrecerrados.

-Meh, conociéndolo no dudo que logra hackear el sistema de su celda y toma el control de la cárcel mientras tiene una sonrisa burlona en su rostro.

Vali sonrió de lado ante la cara de incredulidad de la mujer. Al parecer si está desarrollando un gusto para molestar a las personas.

-Pero descuida, a pesar de que sea… Excéntrico por llamarlo de una forma, todo lo hace con la mejor intención. – La mujer se sorprendió un poco por la expresión tan… Tranquila en el rostro del peliblanca.

-Se nota que lo aprecias mucho. De una forma poco normal, pero es un aprecio genuino.

-...Él fue más un padre para mí de lo que fue la basura de mi padre real. – Hablo con cierto odio al decir lo último.

-Puedo entender eso… El general Ironwood era lo mismo para mi… Pero su obsesión por el control lo llevó a tomar malas decisiones y… – Ella cerró los ojos con fuerza al igual que sus puños. El solo recuerdo de su muerte era…

-No tienes que decirme nada si eso te hace sentir mal. – Fue lo que dijo Vali al ver el estado de la militar.

-Yo… Gracias por entender… Sigue siendo un tema delicado.

-Descuida… Yo sé mejor que nadie lo delicado que son estas cosas. – Dio un suspiro antes de dar una sonrisa de lado. – Pero si una vez necesitas a alguien para hablar puedes hacerlo conmigo o con Celeste. Ella me ayudó a lidiar con mis cosas, realmente sabe su rumbo.

-Lo tendré presente. – Winter le contestó con una pequeña sonrisa. Le pareció un gesto muy amable de su parte. Tomó su Scroll para ver al hora y… – Aún me queda una hora hasta que tenga que volver al cuartel. ¿Te gustaría compartir conmigo algunas historias mientras tomamos un té?

-No tengo problema, es más justo bajaba para ver si podía conseguir algo de comer.

-Excelente. Y de nuevo gracias por tratar de subirme el ánimo y por ofrecerme ayuda.

-Sin problema. Teniendo en cuenta la situación somos prácticamente familia, así que lo veo normal.

-Ugh… Tardaré en acostumbrarme a ver a mi madre con ese tipo… Sin ofender.

-Descuida, ya lo dije, se de primera mano lo difícil que es lidiar con Azazel. Pero descuida, tu madre está en buenas manos.

-(Si ha dejado sus andanzas de mujeriego claro está.) – Mejor mantente callado Albion.

-Aun así no me siento tranquila… Pero eso sí, si me entero que trata de pervertir a mi hermano… Lo mató.

A Vali y Albion le salió una pequeña gota de sudor al ver como el aire alrededor de Winter se enfriaba… Mejor se guardan para sí el que vieron como dos versiones de Azazel llevaron a una deidad a un burdel con la excusa de hacer negociaciones… Si, es lo mejor si quieren mantener vivo al idiota.

Sin más que decir ambos peliblancos se retiraron a donde continuar la charla, pensando que habían encontrado a alguien con quien poder hablar con tranquilidad.

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De vuelta con Issei y compañía, estos ya se encontraban subidos al remolque mientras que Yang estaba arrancado su motocicleta. Una vez a punto la rubia no tardó en ponerse en marcha y con ello todos salieron finalmente de aquel lugar.

-Próxima parada, Argus. – Ruby habló con cierta emoción. Al fin llegarían a su destino previo a Atlas.

-Si… – Issei por su parte se veía serio y los demás se hacían una idea de por qué.

-Tranquilo Cielo. Definitivamente le pararemos los pies a Adam. – Blake le sonrió al castaño y este devolvió el gesto.

-Cierto, relájate Issei, esto será pan comido. – Vernal abrazó con un brazo al castaño mientras sonreía, cosa que no fue bien vista por las demás.

-Cuidadito con donde pones las manos. – Weiss vio con intensidad a la ex-bandida.

-¿Qué? ¿Crees que le meteré mano de nuevo? – Preguntó mientras alzaba una ceja. – Puedes estar tranquila. Eso no pasará… A menos que tú quieras Issei~.

-Jeje que graciosa eres Vernal… – Río de forma nerviosa al ver como todas fruncian el ceño y parecían querer matar a la mujer. Pero en eso noto como Maria seguía con el mismo libro y parecía algo confundida. – ¿Sucede algo Sra. Calavera?

-Si… – Dijo antes de cerrar el libro y ver al Sekiryuutei junto a los demás. – Este es el diario del dueño de la granja en la que estuvimos.

-¿Y? No le veo lo relevante. – Vernal vio con aburrimiento a la anciana para luego recibir un zape por parte de Raven.

-Solo déjala hablar Vernal.

-Gracias. Como decía este es el diario del dueño del lugar y… Explica porque todos en el lugar estaban muertos. – Eso atrajo la atención de todos incluso de Yang quien había bajado un poco la velocidad de la su motocicleta para poder oír.

-¿Y de qué se trata? – Qrow hizo la pregunta.

-Apathys. – Dijo sin rodeos, confundiendo a los más jóvenes pero haciendo que Qrow y Raven abran los ojos con miedo.

-¿Está segura de lo que está hablando?

-Muy segura mocosa. En este libro dice claramente como el dueño de la casa, tratando de mantener a todos tranquilos para así poder ahorrarse el pagar protección a los cazadores, logró aislar a dos de esas cosas de su manda y encerrarlas debajo del pueblo.

Eso perturbó a los dos hermanos, pero seguía sin decirle nada a los más jóvenes quienes estaban comenzando a preocuparse por la expresión de esos dos.

-¿Ya pueden decirnos qué rayos es un Apathy? – Vernal se hartó de que nadie sea claro con ella.

Pero justo cuando María estaba por contestar vieron como Sköll se levantó y empezó a gruñir con fiereza, al mismo tiempo que Koneko alzó sus orejas de gato presintiendo el peligro.

-¡Senpai! – Ella pasó a ver al castaño y…

-¡Yang, detente!

Y esta no tardó en hacerle caso, justo a tiempo para ver cómo un enorme muro de fuego verde se alzaba frente a ellos de la nada.

-¿¡Qué demonios!?

-¡Quédese ahí Sra. Calavera! – Issei preparó su guantelete y saltó del remolque a la vez que… – ¡Raven, Sköll, Koneko-chan y Ravel-chan preparaos! ¡Es un Grimm Clase Infernal!

Varios se sorprendieron ante las palabras del Sekiryuutei junto que todos se preparaban para la pelea, donde si bien varios saben que no están al nivel de esas cosas no quita que puedan servir de apoyo.

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Mientras tanto en el desierto de Vacuo, se podía ver una figura encapuchada paseando tranquilamente por el lugar mientras tarareaba.

-Este sitio no está tan mal. Me recuerda un poco a casa. – Dijo justo antes de detenerse y dar un gran salto, esquivando algo que emergió de la tierra. – ¿Oh? ¿Tú también buscas pelea?

Le preguntó con gracia a lo que parecía ser un enorme gusano, pero si uno se fijaba bien se podía notar que estaba formado por pequeñas criaturas.

GRIAAAAAAAAA

-Je, parece que esto podría ser algo interesante. – Sonrió de forma algo salvaje al ver cómo la criatura le hacía frente. – Solo te advierto que no se lo que es contenerme en una pelea.

Sin decir más el hombre se lanzó contra el Grimm que no tardó en imitarlo e ir a la ataque.