Mientras Red veía la batalla promedio y nada impresionable de esas dos, dejó de tener en su cabeza a la multitud menos emocionada que un niño en el dentista para tratar de pensar cuál iba a ser la estrategia a emplear para ser el mejor que habrá jamás. Pikachu, su mejor amigo, era lo más cercano que existía al de su segundo héroe de la infancia, pero si algo le enseñó perder con Lyra es que lanzar a un Pikachu como primer Pokémon no es una buena idea.
Preferiría que sus pies estuvieran firmes en la tierra lo más posible. Por lo que, al final, se estaba debatiendo en si valía la pena soltar a Mewtwo como primer Pokémon. Él era fuerte, MUY fuerte y a pesar de su estatus de Legendario dado a la fuerza, confia en que él sea más que capaz de enfrentarse a Dios. No lo entrenó para menos. Pero, por otro lado, duda de que las demás participantes vayan con todo al comienzo.
Revelar todo lo que puedes hacer en el primer combate no es la mejor estrategia para una Liga y tampoco es que le falten Pokémon entrenados para usar. A diferencia del pasado donde solo se centró en un puñado de elegidos, perder le hizo aprender a diversificarse. Al viajar por el mundo, se hizo con varios Pokémon por lo menos capaces de dar pelea. Volcanion, Hetran y lo que sea ese Pokémon que se llama a si mismo 'Zygarde' son buenas armas a usar.
... Pero no son Mewtwo y eso los vuelve menos geniales. Además, aparte de que ninguno tenía el poder de su as, también estaban el hecho de que no suelen tratarlo muy bien. Por suerte ya no intentan matarlo, pero al parecer haberlos humillado no fue suficiente para que lo reconozcan. Parece ser que él no tiene lo que le permite a estas chicas manejar Legendarios. Mewtwo y él tienen una relación demasiado especial para que cuente.
—... Que dilema. A este paso va a ser mi turno y estaré en blanco.
Red es el siguiente combate y su rival será la tal Serena, osea que se enfrentará a la muerte. La chica le tranquilizó diciéndole que no planeaba usar a Yveltal a menos que él fuera lo suficientemente fuerte, lo que solo le dio ganas de ponerla de los nervios. Pero una cosa segura con ella es que es arrogante, como toda Kalosiana, asi que seguro lanzará su Pokémon inicial, la zorra de fuego.
Blastoise es la opción obvia, pero él es tan tanque que sería mejor guardarlo para el futuro. ¿Tal vez si saca a Charizard todo vaya bien? Puede volar y Movimiento Sismico es uno de sus Movimientos, de los 9 que puede usar. Aunque Pikachu sea su mejor amigo y Mewtwo su Pokémon más fuerte, Red confia en todo el mimo que puso entrenando a Charizard. Él no le fallará.
Si: tomó una decisión. Ahora solo falt-
—Red.
Dejando de lado su determinación, Red se giró para ver qué quería ahora su vecina de cuando eran niños. Desde hace tiempo que no deja de mirarlo con sensaciones raras dejadas en su cuerpo, pero como eso es lo normal con ella, dejó que sucediera. Se apeno de que fuera de esas ocasiones en las que ella quiere hablar.
—... Hm.
Un sonido es capaz de transmitir un montón de sensaciones si te lo propones: todo el mundo le dijo que es una tontería, pero a Red le gusta hacer realidad los sueños. Leaf puso mala cara cuando no le dio el gusto, pero enseguida se calmó. Como vecinos de la infancia, es natural que ella esté un poco más cerca de entenderlo que la media. Que la media sea todo el mundo menos Green, el Profesor y su mamá son detalles sin importancia.
—Tú... Tú, eh... ¿C-Cómo estuvo tu día?
...
—...
...
Si... Clásica Leaf, siempre preguntando cosas extrañas. Pero aun así, como estaba de buen humor y le daba un poco de pena ese sonrojo apenado, decidió darle una respuesta acorde. —Podría ser mejor... Podría ser mejor... Pero es definitivamente un día...
Acorde a la pregunta, por supuesto.
—¡T-T-Tú...!— Como siempre, Leaf se escandaliza ante la mínima muestra de humor. Es un poco lamentable que ella nunca haya podido disfrutar de las cosas sencillas y siempre buscara complicarlo todo, pero supuso que ese era el encanto de Leaf: una vecina que no puedes olvidar y que tal vez podría ser una amiga si no fuera tan extraña. Para extrañesas ya estaba él y Green cuando habla de mujeres.
Tratando, aun así, de mostrarle la otra mejilla, le sonrió. —Pero es un día que recordaré, porque volví a verte.
Leaf no es nada olvidable. Ojalá lo fuera a veces, pero no, no lo es.
—¡!
Sus palabras tuvieron el extraño efecto de hacerla abrir muy fuerte los ojos y sonrojarse hasta las orejas, pero esa es Leaf. Satisfecho con sus palabras, volvió a centrarse en el combate que ya estaba llegando a las fases finales. Un combate entre Entei y Raikou no es algo que se vea todos los días y aunque no lo estén dando todo, siguen siendo de temer. A juzgar por el público, supuso que demasiada fuerza podían asustarlos.
Deberían motivarlos a ser mejores, pero bueno, se ve que la generación de hoy en día es más frágil. No aguantan nada.
—... El campo de batalla es muy frágil...
Ya han volado varios pedazos a la tribuna y cree haber escuchado gritos de pánico. Eso... no está bien, pero no hay nada de que preocuparse. No hay manera de que la gente permitiera que continuara esto mientras la gente sufre, ¿verdad? Asi que nadie debe estar herido de gravedad y solo son frágiles. Pensando así es que Red logró calmarse lo suficiente para mirar a su otro lado, a, casualmente su primera oponente y también su primera victoria.
Estaba mirando el combate con relativo interés, pero un interés que hablaba de un analisis complejo de cómo se movían. Sus ojos iban a una velocidad atroz, siguiendo el movimiento de los Pokémon Legendarios con relativa facilidad. Es natural, puesto que no serían los más excepcionales si no pudieran seguir este ritmo. Aunque... no quita que ver algo así es inútil si lo que se quiere es aprender.
Queriendo aprender un poco de la otra persona, habló. —No creo que aprendas mucho mirándolos. Si no te parece divertido, no tienes que mirarlo.
Ella parpadeó y luego lo miró a los ojos. Por un segundo él creyó ver algo extraño en ellos, pero enseguida le dedicó una sonrisa profesional, de esas que les das a un desconocido o a un pobre tipo que solo quiere estar con su Pikachu. —Supongo que tienes un punto, pero hacer esto lo considero divertido. Aprender de todo lo que nos rodea para ser mejores es muy divertido para nosotros, ¿no es cierto?
Red lo pensó un segundo antes de hablar. —Soy de los que creen que si se quiere aprender debe ser de lo mejor. Si no lo dan todo, lo que aprendas puede pasar de insuficiente a directamente perjudicial— Red lo dijo como si fuera lo más obvio, pero la respuesta de Serena fue de parpadear otra vez.
—¿Hm? ¿A qué te refieres?
Red tuvo ganas de suspirar por tener que seguir hablando, pero aun así lo hizo, dispuesto a todo con tal de aprender. —Por ejemplo... Raikou no se lo está tomando en serio y la forma en que se mueve lo denota: no está tan firme en el suelo como debería y a veces, por diversión quizás, se mueve de adelante hacia atrás.
—...
Aunque exteriormente no demostró nada, por dentro Red quiso tirarse al suelo de tener que seguir hablando. A veces, en momentos como este, envidiaba un poco a Green y su capacidad de hablar, de malgastar el aire más bien. Debe ser alguna clase de superpoder inútil, como la cantidad de Pokéballs que puedes sostener en una mano.
—Eso puede hacerte pensar que Raikou tiene un punto débil en su posicionamiento: que si lo atacas por las patas puedes hacer más daño, o que no puede quedarse quieto, lo que te haría creer que puedes usar el terreno a tu favor. O incluso si no crees nada de esto, puedes solo pensar que él es un Pokémon relajado: que no se toma las batallas en serio y puedes sorprenderlo con un primer golpe.
—...
Red está considerando cortarse la lengua seriamente...
—Ese pensamiento es un error. Ningún Pokémon Legendario pensaría así. Raikou ha vivido un montón de batallas y tiene más experiencia de vida que cualquier Pokémon normal, por más fuerte que sea. La esencia de Ho-Oh también ayuda a que piense de una manera que ni un Mega-Alakazam o un Metragross podría llegar. Es más cercano él a Dios que nosotros a él.
Eso último es solo un pensamiento suyo que tuvo tras charlar telepaticamente con Mewtwo una tarde en la que estaban muy aburridos. El pobre experimento sufre de haber sido eso y la crisis existencial fue un poco dura de tratar. Por supuesto, ahora se encuentra mejor, pero la idea que rescató de aquel día se le quedó grabada.
Incluso si Mewtwo es un clon y no uno perfecto, no cambia que en su esencia tiene el poder de un Dios, del ancestro de todos los humanos y Pokémon que no hayan sido concebidos directamente por Arceus. Él no es como Red ni tampoco como sus otros compañeros de batalla, ni siquiera los pocos otros Legendarios que tiene. Él es él, una cosa distinta a la 'divinidad' clásica, pero algo que no es corriente.
—... Eso suena... interesante.
Recordando que todo esto inició por querer aprender de Serena, Red se encontró con unos ojos fijos en él, unos que ahora parecían estar analizándolo con un detalle que incomoda un poco. No obstante, no sintió nada peligroso en ella y por tanto no había necesidad de reaccionar al respecto. Si acaso sus ojos eran un poco lindos, como los del Pikachu de Ash cuando estaba feliz.
En general ella era una chica linda. Claro, un poco 'demasiado a la moda' para su gusto, pero por más que su interés raro en las chicas nunca haya surgido como sí lo hizo con Green, no tiene reparos en admitir que una chica es linda. No es como si significara gran cosa y honestamente nunca entendió esa necesidad de burlarse de los niños que le decían eso a las niñas: es un cumplido, ¿no?
—...
—Tendré en cuenta tu consejo. Gracias, Red. Espero tengamos un agradable combate— Tras decir eso, le guiñó el ojo y volvió a centrarse en la batalla casi terminando. Agradeció no tener que seguir hablando pero se lamentó de que no aprendiera nada sustancial de esa charla más allá de que era una chica agradable. Renuente pero aceptándolo, volvió a mirar al frente... por un segundo, porque ahora fue consciente de una mirada mortal dirigida hacia él.
—Iiiiiiiiiiii.
Suspiró, recordando ya por qué es que no tuvo amigas niñas en Pueblo Paleta, pero desistiendo de amargarse con eso. Por mucho que a Leaf le disgustara que cualquier chica se le acercara por vaya uno a saber qué motivos, no es importante, y duda que Serena pueda ser atormentada tan fácilmente como esas pobres niñas traumatizadas.
El incidente del Makey y el spray no debe volver a ocurrir...
Leaf es una chica normal, en realidad.
Le gustan las batallas, ama pasarla con sus Pokémon, le gusta todo lo que sea dulce menos el helado de banana split, disfruta de descansar recostada en un árbol en una zona sin ningún humano y quiere muchos a sus padres, a pesar de que ellos ya no la quieran. Por eso Leaf se cree una chica normal y actua normal. Es normal, pero... es por eso que no puede tolerar esta situación.
¿Por qué todos la tratan tan mal? ¿Qué hizo para que todos la rechacen? Es verdad que es fuerte, muy fuerte, y que en sus viajes alguna que otra vez abusó de su poder, pero en comparación a todas las demás que están aquí, ella fue una santa. Nunca hizo nada tan grave como darle pesadillas a la gente, robarles años de vida o provocar que un Pokémon de otra dimensión se comiera a una persona. Ella no hizo nada de eso.
Ella solo quiere ser normal, que la traten normal. Que... que él la ame, así sea solo un poquito para no sentirse sola.
—...
Leaf sabe que se equivocó en el pasado, pero también cree que muchos se equivocaron con ella. Debido a que era una chica de salud débil, varios se metían con ella. Debido a que era una chica muy tímida, los demás niños la consideraron una niña extraña que 'tenía piojos'. Debido a que sus padres vivían peleados por cuestiones monetarias, su vida hogañera no fue el refugio que debió haber sido.
Ella estaba sola o mal acompañada, ¿así que no tiene sentido que ella quiera estar con Red? Él nunca la alejó. Por más que se pusiera pesada y un poco desesperada, él nunca fue malo con ella: solo se quedó en silencio, aceptando quien era. Leaf solo quería eso de una persona, cualquiera, por lo que es normal que ella se enamore del primer chico que le dio cariño, ¿no?
Y él también es muy fuerte. Son perfectos juntos, un duo ideal que puede ir por la vida haciendo lo que quieran. Y Red es tan heroico... Por mucho que no lo parezca y se vea como un chico que solo piensa en escaparse de ti, él es un héroe. Él salvó Kanto del Team Rocket, ayudó a Mewtwo a superar sus traumas y va por el mundo aprendiendo un montón de cosas, haciéndose amigo de un montón de Pokémon.
Él es increíble, es genial, es... tan inocente, no siendo consciente de tantas cosas malas que hicieron esas chicas. Leaf sabe que si Red supiera todo lo que han hecho, no estaría tranquilo o queriendo hablar con ellas. Son monstruos, no como él, que es admirado discretamente por tanta gente o ella, que no es tan odiada como las demás. Por eso tiene que evitar que Red se relacione mucho con ellas: ¿quién sabe lo que son capaces de hacer si se enojan?
Seguro que Red ganaría, pero no quiere que se manche las manos. Él tiene que seguir siendo su inocente, solitario, imaginativo y centrado amigo de la infancia que pronto se convertirá en su novio. Es lo que tiene que pasar: es lo que quiere la mamá de Red. Ella sabe que no es una mala chica y quiere que sea feliz.
Incluso Green apoya esa idea, por más que se burle de que Red es incapaz de sentir amor hacia algo que no sean los Pokémon. Y eso... tiene un poco de verdad, pero solo tiene que seguir esforzándose. Ahora que vuelven a estar juntos y él no se va a mover, puede avanzar de a poco para hacer que de una vez por todas puedan viajar por el mundo juntos. Vivir esa aventura que siempre soñó.
Serán Entrenadores Legendarios, héroes del mundo y se convertirán en el mejor matrimonio que jamás ha visto Kanto. Ellos dos y Green como la tercera finalmente serán el trío de amigos que siempre deseo.
Eso suena tan bonito...
—Tengo que esforzarme con todo. No puedo perder.
Red es un hombre al que tienes que llegarle a través de las batallas. Si muestra que es fuerte, que está a su altura, entonces seguro que finalmente la mirará. Su oponente es la del Pokémon asesino de otra dimensión, lo que le da un poco de miedo, pero aun así confia en que sus Pokémon puedan ganar. Además, no es que ella vaya a usar ese Pokémon: todos ya le dijeron que si lo hacían la mataban.
Aunque claro, ella se ve tan feliz que a lo mejor sí está un poco loca.
—Supongo que... de cierta forma no es su culpa.
Oh, claro, en realidad hicieron todas esas cosas horribles, pero viendo como las tratan desde mucho antes de eso, supuso que es natural que se volvieran vengativas o insensibles. Si les repiten tanto que son monstruos, todas acabarán creyéndoselo. Si ella salió mejor parada es solo porque tenía a Red... ah, y a Green también, pero todo es por Red.
El amor es un poder tan increíble.
—Interesante...
Serena es una mujer que no se deja ya afectar por lo que le digan los demás. Hace tiempo que aceptó que la sociedad no estaba lista para gente como ella y simplemente quiso hacer lo que más le gustaba en paz. A pesar del dolor que le trajo y de que ciertos Pokémon no le generaran sentimientos positivos, ella ama los combates. Ama ser la mejor en eso y en todo lo que le interese.
Ama la moda, ama las carreras de Ryhorn, ama viajar por el mundo y ama encontrar cosas interesantes. También ama relacionarse con las personas, pero no ha tenido mucha suerte con eso hasta ahora. Pero gracias a este torneo extraño, al fin tiene la oportunidad de conocer a otros de su estilo: a gente que está a su nivel.
Bueno, casi todos: Red, el enigma de todo este grupo que la sociedad ha catalogado, destaca de una forma peculiar. Como el único de su grupo que es apreciado en cierto grado por las personas, él parece tener una opinión positiva de las personas. Sigue en contacto con Green, su rival, asi como la élite de Kanto. Claro que hay pánico hacia él, pero nunca planearon una cazería de brujas para 'salvar al mundo' solo porque tiene un clon de un Pokémon Legendario.
Lo ve en sus ojos, mucho más brillantes que todas las aquí presentes combinadas y pareciendo siempre mirarlas como si fueran un desafio a superar. No les tiene miedo y quizás se deba a que cree que puede salir sin complicaciones, pero... es un gran cambio respecto a lo anterior. Tener una conversación agradable, libre de dramas fue un placer que se le ha negado últimamente. Ni siquiera su mamá le habla así.
Desde lo de ese culto raro ya no le quiere hablar, pero no la culpa. Según el Profesor Sycamore, su madre siempre pregunta por ella a través de lo que le dice el profesor, razón por la que tienen esas charlas mensuales. Por eso, a pesar de que su mamá y el profesor tenían algo raro entre ellos, estaba muy agradecida con él. Por eso y porque de verdad intenta no tenerle miedo.
Siempre le recuerda que ella es la heroína de Kalos, que salvó a un montón de vidas, muchas más de las que supuestamente asesinó: que es una buena chica que solo tuvo mala suerte en algunas cosas. Eso no es verdad, pero no tiene opción de rechazar la compasión. El profesor es amable y no se merece nada malo de ella, no como... esos.
—... Los odio tanto.
¿Grupo de amigos? ¿Unidos por siempre? Al final ellos fueron los primeros en traicionarla y el maldito chico del baile le dijo que nadie iba a amarla si era así.
Así como... ella misma.
...
...
—... Extraño hablar con Red. De verdad me hacía falta eso.
Con las demás chicas no puede evitar sentir que todo es demasiado tenso, ¿pero Red? Es un buen chico, uno genuino, y cuando sus ojos se encontraron encontró una curiosidad que esperarías de un rival. Él, antes que el monstruo sin corazón o la bruja que roba la vida para ser inmortal, ve a su oponente a vencer.
Eso es... lindo, si.
—Cuando termine nuestro combate, quiero seguir hablando con él. Quiero conocerlo.
Quiere que la conozca, a la auténtica Serena.
Eso no es malo, ¿verdad? Tiene derecho a tener un amigo, ¿verdad? No pide demasiado, ¿verdad?
—Si... Voy a hacerlo. Lo siento, Leaf.
Ella ama el romance y nunca sería una rompehogares, pero a esa chica le hace falta dejar de sentirse tan insegura: no toda chica que se acerque a su interés amoroso quiere robarselo.
Además, Serena también quiere ser amiga de Leaf. Ambas pasaron por lo mismo y sufrieron lo mismo.
Si ella tuvo que defenderse de un montón de adultos que querían hacerle daño y puede estar con unos ojos tan brillantes en comparación, Serena quiere saber su secreto. ¿Qué la hizo capaz de no dejar que el dolor la abrume? De verdad quiere saberlo: NECESITA saberlo, porque ningún psicologo quiere tratarla.
...
—¡FINAAAAAL! ¡La ganadora del primer combate es la Heroína de Johto, la amiga de Ho-Oh, Lyra! ¡Aplausos! ¡Aplausos!— Luego comenzaron a escucharse aplausos, pero Red no veía a nadie aplaudiendo. Era muy extraño todo y empezaba a inquietarse un poco, pero nada demasiado serio debe ocurrir. No dejarían que nada malo pasase, ¿no? Ya que el objetivo de esto es revitalizar el amor de la juventud por los Pokémon.
—¡Fue un gran combate! Fuiste muy dura— Escuchando de lejos el halago y posterior inclinación de la chica que lo venció, ella, con una sonrisa entre deslumbrante y presumida, avanzó hacia donde se encontraban ellos, sentados a la mitad y afuera del campo a saltitos. Parecía muy feliz... tal vez demasiado, sobre todo para una chica que recordaba no estaba muy contenta cuando lucharon.
No conoce a muchas personas ni mucho menos las recuerda, pero Lyra es un caso aparte y no solo porque lo venció. Después de todo, la imagen que ella le dio en lo alto de la montaña, con unos ojos muertos, manchas de sangre por todo su cuerpo y una cierta desgana que no se recuperó hasta que entraron de lleno en el combate fue una imagen que no ha olvidado.
Tras terminar de luchar y haber sido vencido, ella sonrió de una forma apagada, casi como si ella fuera la que perdió y no fue hasta que le prometió que se vengaría un día de estos que sus ojos recuperaron el suficiente brillo. Luego ocurrió el drama de que ella no sabía cómo bajar porque 'ese no era su plan', sea cual fuera y fue un poco vergonzoso tener que ayudar a quien le había vencido. Usualmente con sus oponentes Red tenía la decencia de no seguir en su camino.
Ahora se ve muchísimo más vivaz y eso le alegra un poco. Por mucho que lo importante aquí sean las batallas, él sabe que un Entrenador es tan fuerte como su mente. Una Lyra saludable sin duda es una que lo podrá dar todo.
—... Je~
—¿?
Poco antes de ir a su asiento ella le miró a los ojos. Él devolvió el gesto, confiando en que sería uno de declaración de guerra, de que iban a ganar esto. Y si bien si vio deseos de ganar, de algún modo se sentía... mal. Es como las miradas que le suele dar Leaf, pero mucho peor, si es que eso es posible.
De verdad, puede que él no entienda mucho a las personas, pero entiende aún menos a las mujeres. Son un enigma como descubrir qué rayos son los Unknow.
—¡Ahora se viene el siguiente combate, el quizás más esperado de la noche! ¡La Campeona y Heroína de Kalos, Serena, buscará el triunfo ante el Héroe de Kanto Red! ¡Aplausos!
Y la multitud... aplaudió. De verdad lo hizo.
Claro, no fueron con tantas ganas y varios tenían, aparte de manchas de salsa por ciertas partes de su cuerpo, una cara de estreñimiento que ni Pikachu llegó a tener el día en que decidió probar el batido especial de Green. Aun así, Red sonrió al público mientras iba al lugar que ocupó Lyra, emocionado de dar una buena batalla que encienda la pasión en todo el mundo.
Claro, no va a darlo todo porque duda que el público lo maneje bien, pero si no puede sacar a Yveltal, por lo menos quiere vencer a su contraparte, que al parecer solo verlo te hace sentir joven otra vez o algo así. Tirarle un Lanzallamas es una gran manera de reafirmar su dominio sobre las batallas.
Las batallas son increíbles, son la vida misma, y se encargará de que todo el mundo se emocione al menos la mitad de lo que él siente para darles felicidad. Es la manera que tiene de devolverle a esta profesión todo lo que dio.
—¡Que sea una buena batalla, Red!— Serena gritó del otro lado, con una Pokéball sencilla en la mano.
Él solo asintió, viendo que las palabra son innecesarias... y que la garganta le duele.
Blastoise hará el trabajo inicial.
—¡Bien~! ¡A la cuenta de tres! ¡Uno!
—Tu oponente es una leyenda viviente igual que tú, Red. No puedes confiarte.
—¡Dos!
Agarrando su Pokéball del cinturón, se mentalizó para dar el 110% en esta batalla, una que significa todo para él, al igual que cada batalla anterior y las que vendrán. Ahora mismo está en su mejor momento, ese que alcanza cuando hace lo que ama.
—YYYY...
—Definitivamente...
—¡TRES!
—Voy a ganar.
Lanzó su Pokéball y de ahí emergió su leal tanque de guerra. Su oponente, como había predicho, sacó a un Greninja, confiando en que él iría de lleno con su Charizard.
Ahora tiene la batalla del mismo tipo que tanto quería. Esto va a ser divertido.
—Esto ya es divertido.
Mientras la batalla estaba a punto de iniciar, uno de los tantos obligados a permanecer aquí, tan irrelevante que nadie le presta atención, rezó. No a un Dios que se alió con una loca, sino al salvador, al único de ese grupo que era humano.
—Por favor salvanos, héroe. Eres el único que puede enfrentarlas.
El único que no los quiere matar a todos.
Bueno, aquí se termina. Lo hice en dos tardes este capítulo y comprobé que mantener este nivel de palabras es mucho menos agotador. Si fuera una historia más en serio, no dudo que habría agregado un flashback medio largo, explayado más en el pobre tipo que tiene que ver esto y agregar una escena de Green sufriendo por el fin del mundo. Ideas agradables, sin duda, pero que en general es un relleno.
La idea seria que uso en esta historia y que me interesa explorar es el peso de la existencia de los protagonistas en este mundo. De sus viajes y de lo que terminan pudiendo capturar. Si bien en mayor medida esto está basado en el mundo de los videojuegos, también tomé en cuenta cosas del anime, en particular su trato hacia los Legendarios. Me parecen uno de los mejores agregados a la franquicia y que me da pena nunca se llegue a algo semejante en los juegos con excepciones.
Si, obviamente el trio de la creación representa todo lo que son, pero me gusta esa idea de que sean fuerzas de la naturaleza que no se pueden capturar: que no deberían capturarse. Es lo que cambia en esta historia respecto a los juegos y creo ya pueden ir entendiendo de donde viene todo el drama. Aparte de lo religioso, es también porque la fuerza de los Legendarios aquí es mucho mayor.
Sentí que tenía que explicar eso, porque si bien se puede inferir, es una de esas cosas que siento deben saber ahora. ¿Pude haberlo escrito en la historia en lugar de explicarlo aquí? Si, pero mi idea no es hacer capítulos de 6.000 palabras y también, para empezar, el enfoque está en las relaciones. El 'romance' y, para qué mentir, el hurt/confort con estas chicas muy trastocadas.
Ellas son la clave.
Por lo demás, ahora se viene un combate, el primero de muchos. Obviamente no es que vaya a dedicar 12.000 palabras a estos porque a este paso no terminamos más, pero sí me gustaría narrar el inicio como se corresponde al menos. Luego veré cuánto me extiendo después, pero es seguro que narraré el final.
En fin, gracias por el apoyo y espero sigan interesados en la historia. Nos vemos pronto... creo.
Cuídense.
