LexieMolina95: Hola, gracias por tu comentario, me alaga eso 😊.

Abigail VP: Intentare actualizar lo más seguido posible, solo que espero no tener falta de inspiración.

Daiana Potter: Si habrá lemon, pero tranqui (Orihime si le quitara el uniforme)

Kurosaki Orihime: si lo se honestamente cuando escribo no llevo un guion especifico, no te miento me gustaría ser como esas fickers que son muy meticulosas en todo, es válido tu punto de vista, gracias por tu comentario.

Alberto: Justo iba leyendo tu comentario, cuando me dije "Hora de escribir", es la primera vez que recibo el comentario de un chico y lo que pensé fue "Esto sienten los de Ing. eléctrica cuando hay una chica en la carrera"

Hasta la Eternidad

Cap III

"Oh mi amor nos reuniremos de nuevo

Siempre lo hacemos al final"

—la pelirroja abrió sus hermosos ojos grisáceos al escucharlo, saber que él no le era del todo indiferente, aunque fuese por una causa lógica y humana la dejo perpleja— Ichigo… —pronuncio suavemente.

—Perdón no quise causar este tipo de ambiente entre nosotros —intento corregir su postura, ya que la joven parecía sorprendida y ninguno de los dos leía la mente del otro y más siendo el un poco torpe en ese campo no sabía cómo interpretar su accionar, ¿lo hacía por respeto? ¿por empatía? ¿nerviosismo? Muchas posibles respuestas aparecieron en su imaginación.

—Me alegra saber que alguien me cuida —deseaba continuar la frase añadiendo que él era la causa de su felicidad— ¿Sabes?... —continuo—. Me daba un poco de miedo que salieras lastimado —mirando el suelo ya que, si cruzaba su vista con la de él, comenzaría a decir cosas sin sentido—. Gracias por hacer eso —apuñando el vestido con sus delicadas manos, reprimiendo un poco sus verdaderos sentimientos.

El escenario comenzaba a tener un clímax de emociones en el que Ichigo solo observaba a la bella mujer dar una pequeña explicación, de cuán importante era que la hubiera rescatado, era un momento hermoso para el conocer su manera de expresarse, así él podía grabar cada movimiento en su mente, observo como unos mechones de fuego caían sobre su clavícula y como sus labios se habían vuelto rosados por el frio que rondaba la escena, lastimosamente este ambiente duraría muy poco ante la aparición de Matsumoto.

—Orihime… yo… —expreso interrumpiéndola al ver a su hermana en ropa interior pasearse por el pasillo de la casa, cambiando al instante su lugar de visión.

—No, quizás se lo que estás pensando —intuyo la joven de alguna manera feliz, hasta que lo vio de repente y noto que este miraba el cielo —¿Ichigo? —expreso creyendo que el pelirrojo quizás no buscaba lo que ella si.

—Orihime yo no quisiera que dejaras de expresar tus ideas —sus mejillas se habían tornado de un color rosa —Es solo que en este momento…. —intento proseguir.

—Si, tal vez tengas razón —un poco triste, cortando la frase del joven— Tu debes de estar muy ocupado —percibiendo que quizás el guapo policía no estaba el mismo plano que ella.

—Orihime con todo respeto…. —trago saliva sin voltearla a ver ya que si lo hacía en su campo de enfoque estaría el corsé de su hermana.

—No, no tienes porque disculparte —cruzando sus brazos, ¿quizás la situación la había tornado tensa? cruzo por su mente.

—¡Matsumo, ponte ropa! —grito Rukia saliendo al pasillo con una pequeña olla — ¡Ho... por Dios! —dijo sorprendida al ver que en la puerta aún seguían hablando los dos pelirrojos— Bueno, parece que no está bien cocido, mejor lo regreso —dándose vuelta rápidamente abandonando el lugar.

Orihime observo cogida en brazos a su de ambulante hermana la cual buscaba otra botella de alcohol en una las repisas, muchas ideas pasaron por mente, pero no era adecuado tener una discusión frente a Ichigo.

—Eso era lo que te intentaba decirte —continuando con su mirada en las estrellas añadió Ichigo.

—¿Niño Kurosaki eres tú? —se repuso tambaleando en un evidente de estado de ebriedad haciendo oscilar su cuerpo prominente.

—Ichigo, ¿nos disculpas? —cómo pudo expreso la pelirroja de la manera más amable para cerrar la puerta frente al joven.

—Si, claro —finalizo al mismo tiempo que la puerta toco la cerradura, no sabía que más podía añadir ante tan inesperada situación, si bien no sabía en que terminaría la conversación jamás cruzo por su mente ese acontecimiento.

—Deberías de tener una mejor estrategia —informo el enviado de la reina en un todo burlón.

—Deberías de meterte donde te llaman —respondió sin reparos.

—¿No es eso lo que hago? —declaro—. Camina, Renji debe estar exasperado sin nada que hacer.

—¿Cuál es tu estrategia? —caminando hacia el—. ¿Eres consejero matrimonial? —rio.

—Mi estrategia no es ayudarte a ti como bien lo has visto —concreto de manera seria.

Ichigo decidió dejar la conversación y comenzar a marchar hasta la jefatura de policía junto con Uryu el cual iba dos pasos atrás de él, había comenzado a caer una poco de lluvia y las calles estaban muy resbaladizas, pasaron rápidamente entre la ciudad para finalmente llegar a su destino, encontraron a Momo organizando unos documentos antes de marcharse.

—Buenas noches —dijo al verlos ingresar.

—Buenas noches —respondieron ambos.

—¿Dónde está Renji? —pregunto Ichigo.

—Se estaba quejando sobre que no tenía nada que hacer y lo envié a dejar la correspondencia a la oficina del jefe —doblando unos sobres, informo—. La reina dará una fiesta en la cual estará su hijo, supongo o creo que busca encontrarle novia.

— ¿Y por eso invito a Kenpachi? ¿Lo piensa casar con él? —soltó a reír.

—El jefe tiene una hija —alego.

—Si, pero esa diablilla del demonio hija de lucifer tiene 10 años y me hala el cabello cada vez que me vez —comento sus penas el pelirrojo.

—Si, pero la reina no lo sabe, además los padres de Kenpachi tuvieron cargos en la corte y por eso es invitado a participar en esos eventos, aunque es muy obvio que no ira —detallo Momo.

—La reina ha invitado a muchos de sus allegados y familias nobles del país, algunos condes de Irlanda también participaran —revelo Uryu mientras tomaba asiento.

—¿Debe de ser muy hermoso pasar en el palacio? —indago Momo.

—De hecho…

—Al fin están aquí —interrumpiendo a Uryu apareciendo —. ¿Cuál es el plan?

—Visitaremos a un informante —expuso.

—¿No estarás hablando de ir al barrio viejo? —pregunto el pelirrojo.

—Si, de eso estoy hablando —concreto arreglando sus guantes.

—Son unos gánsteres, no negocian nada que nos pueda ayudar —impuso su opinión.

—Es una buena fuente —poniéndose de pie. —Tal vez lleguemos más lejos de lo que ustedes han llegado hasta ahora.

—Creo que ambos tienen puntos a su favor —manifestó Renji—. Sin embargo, no podemos descartar ninguna de las dos opciones.

—Está bien iremos con tu informante, ya estas advertido y ante eso no puedo hacer nada —anuncio Ichigo abriendo la puerta de la jefatura.

—¿Qué pretendías? —dijo furiosa sirviéndole un poco de guisado a la rubia, aunque estuviese enojada con ella jamás la dejaría sin comer.

—Ori… mira —intento responder, enrollando las mangas de su bata.

—¡Nada de Ori… mira! —exclamo, poniendo agua en su vaso.

—¡Por favor, no grites!, —poniendo su mano en la frente—. Me duele la cabeza.

—¿Cómo no quieres que me ponga así?, pensaba que era por otra cosa que él se había puesto tan indiferente y ahora me doy cuenta …—termino de servirle su plato para tomar asiento—. Me doy cuenta de que solo no quería verte a ti.

—Bueno al menos no resultó ser un mujeriego, otro hubiera sido y no le quitaba la vista a tu hermana —comunico la morena, sirviéndose un poco más de comida.

—No es a lo que quiero llegar —tomo unos croutones—. El punto es que él me estaba diciendo algo que realmente me importaba —esparció unos cuantos sobre su comida.

—Orihime mira, lo siento —poniendo su mano sobre el de su hermana—. En serio, lo siento, no estaba muy bien, no me percate, pero además jamás en la vida hemos tenido la puerta abierta al público en esta casa, no es como que si la reina nos viniera a pedir en matrimonio para su hijo a cada rato.

—No intentes justificarte —opino la más pequeña de la casa—. Acepta que si no hubiese sido por ti quizás Ichigo la hubiera invitado a salir o al a ir al baile de máscaras.

—¿Saben?, nos estamos quedando en la calle —tomado un tenedor, enterrándolo en su porción de comida—. ¡Hay cosas más importantes para prestar atención!

—Querrás decir que se están quedando en la calle —corrigió Rukia.

—Acepte ayudarte hasta que cumplieras los 24 y tomaras lo que tu madre te dejo Rukia y para eso aún faltan 4 años —informo la mayor.

—Había olvidado eso —partiendo un poco la carne—. Creo que mejor ya no opino.

—Tu aun puedes volver con tu padre Rukia— notifico la Orihime a la morena—. No entiendo por que no vas con ellos.

—Jamás volveré a una familia en la cual se me quería imponer un estilo de vida— masticando su comida—. ¡Yo soy libre!, por cierto, la carne te quedo deliciosa —consumiendo más.

—Eres hija de una duquesa y un vizconde, no sé cuál es tu dolor —tomando un poco de agua pronuncio la pelirroja— Tienes un padre muy importante y eres parte de una de las familias con más historia en todo Londres, tu hermano es también un ...

—¿Apático?, ¿Engreído?, ¿Soberbio? … ¿Continuo? —dijo Matsumo interrumpiéndola.

—Cualquiera diría que te está empezando a gustar —sonrió con sarcasmo la morena.

—Ya veré como me las arreglo, pero con él no me voy a casar— tomo otro sorbo de agua.

—Hermana no te entiendo, bueno si comprendo tu punto de vista, pero él no es nada feo —dijo Orihime— En realidad es uno de los nobles más guapos de todos Londres, no estoy diciendo que te cases no me mal intérpretes, pero te pudo haber tocado con alguien nada agraciado.

—¿Estoy intuyendo algún interés por parte tuyo hacia mi hermano mayor? —sonrió Rukia pícaramente hacia Orihime.

—¡No! —expreso de manera contundente— ¡No!, deja de darle doble sentido a todo.

—Cálmate, solo decía —tomando unos croutones—, sé que jamás descansaras hasta que le des a tu policía una orden de cateo debajo de tu vestido —rio, para verla sonrojarse— será una revisión muy a profundidad.

—¡Rukia!, deja de decir esas cosas, es más deja de leer tantas novelas eróticas —le sugirió.

—Quizás el día que te desfloren conocerás los importante y excitante que será para el que tomes un poco la iniciativa —llevándose una lenteja a la boca.

—¿Ustedes creen que debería de ser yo la que comenzara? —agachando la mirada un poco intimidada.

—No estoy diciendo que dejes de ser como eres, pero quizás puedes llegar a encontrarlo divertido —dijo la rubia—. Además, el también disfrutaría un poco de rebeldía.

—Este lugar no es al que esperaba que viniéramos, digo veo muchos nombres de mujeres, pero dudo mucho que alguna me haga caso —expreso un poco atónito.

—Bueno al menos así te podrás enfocar en tu trabajo —dijo Ichigo abriendo una puerta de metal.

—Ya decía yo que nos estábamos desviando mucho —menciono Renji un poco inconforme.

—El cementerio de Tower Hamlets es donde veremos a nuestro informante, exactamente en la tumba de Henry Norris —indico Uryu.

—¿El ingeniero civil de faros? —curioseo Renji.

—El mismo —acomodo sus lentes.

—No es por nada, pero me han contado que en este lugar pasan cosas raras —poniéndose atrás de Ichigo al escuchar un ruido.

—¡Compórtate! ¡tal parece que quieres que pasen cosas raras entre los dos!, a veces me pregunto ¿cómo calificaste para oficial? — dijo empujándolo un poco.

—¿Falta mucho para llegar a la tumba del tipo? —pregunto Ichigo impacientemente a Uryu.

—Unos 30 metros más, justo atrás de aquellos arboles –le indico con su mano mientras caminaban.

Transitaban casi en la oscuridad, si bien eran policías ante la sociedad, no sería bueno que los vieran con misterio en un lugar tan desolado, el viento hacia que las hojas susurraran en su caminar, las ramas de los arboles crujían de manera horrible, algunas puertas de los mausoleos se golpeaban fuertemente una contra otras.

—¿Escucharon eso? —recalco con sus palabras el evidente sonido de algo apaleando la tierra—. Es el asesino ¿Qué hacemos?

—Somos la policía imbécil, tienes un arma ¿No?, recibiste el entrenamiento ¿No? —respondió Ichigo a la infantil situación.

—Dudo mucho que sea el quien esté aquí —deteniéndose frente a la tumba del encuentro.

—¡Buenas noches! —sonó una voz proveniente de ningún lugar aparentemente.

—Déjate de juegos y sal por favor —indico Uryu de un formo molesta.

—Solo quería darle un poco de suspenso a mi entrama —dijo un hombre rubio saliendo del mausoleo que se encontraba frente a la tumba del ingeniero civil— Mi nombre es Kisuke Urahara— informo quitándose su sombrero para hacer una reverencia, el hombre vestía un chaleco verde, pantalones negros y una camisa recogida.

—¿Urahara? —dijo sorprendido el pelirrojo—. Tu eres el dueño de un burdel si no mal recuerdo, ¿No serias más bien tú el asesino? —pregunto lógicamente.

—De que te preocupas si no eres mujer además ¿Matar a lo que me da de comer?, ¿te parezco alguien que atenta contra sus intereses? —respondió, apoyándose en una pala.

—El señor Urahara es un hombre de negocios —informo Uryu

—Una forma para decir ladrón según intuyo en su vocabulario oficial —dijo el rubio.

—¿Y qué es lo que acabo de decir? —sonrió ante la ironía.

—Necesito que cada uno tome una pala y me acompañe—empezó a caminar—. Háganlo rápido porque la dama de blanco ronda estos lugares —notando divertido que Renji tomo la pala ante tal aseveración.

Los 4 hombres recorrieron en un pequeño camino el cual no estaba marcado en el mapa del cementerio.

—¿Hacia onde vamos? —pregunto el pelirrojo.

—Confían en mí —dijo Urahara—. Tal vez los vista de mujeres y luego los mate.

—Tu sarcasmo no nos alienta —respondió rápidamente.

—Bueno hay que comenzar a cavar, este día la enterraron —dijo sonriendo, deteniéndose frente a una tumba mal elaborada.

En ese momento ellos rápidamente usaron las palas y removieron la tierra que aún estaba un poco floja y húmeda, no tardaron en llegar al ataúd el cual había sido ubicado a unos tres metros, Ichigo y Renji empujaron la caja de los costados, mientras que Uryu y Urahara sostenían cerca de las esquinas, finalmente pusieron el ataúd en el suelo.

—Nos haces el honor —dijo Urahara dándole una barra de hierro a Ichigo.

—Está bien —tomándola, para clavarla fuerte y abrir sin mucho esfuerzo la caja.

—Es una de las prostitutas del barrio bajo —informo Renji, tapando su nariz antes el olor.

La mujer de la caja era piel blanca, facciones muy comunes y portaba un vestido negro como era común al dar sepultura en esa época.

—Observen claramente como su interior ha sido extraído —indico Urahara agachándose para abrir el vestido de la mujer.

—Es un corte muy limpio —dijo Ichigo

—Bueno, parece que el que lo hizo tiene algún conocimiento de lo que hace, no parece un amateur —comento Renji.

—Las incisiones y la extracción de su útero son casi perfectos—anuncio el rubio levantándose —. Las otras prostitutas también han sido asesinadas de esta misma manera.

—Podemos establecer que el que realiza este tipo de cosas es alguien con ideas claras de como cortar gente y basándonos en eso… ¿Podría ser un médico?, pero hay que descubrir quién mataría solo mujeres y cuál es su interés con este órgano— opino Uryu.

—Establecer rápidamente que es un hombre no es lo mejor —sugirió—. Hemos buscado por mucho tiempo a un hombre, pero ¿quién es más delicada que una mujer? —concluyó Ichigo.

—Es un buen punto, hemos puesto siempre de perfil a un hombre sin dar resultado alguno —agrego Renji al comentario de su amigo.