Buenas, les traigo capítulo, estoy cansada y olvide que colocar en esta parte así que solo disfruten, abajo las notas finales :3
CAPITULO 3 — CAMBIOS —
Un largo suspiro escapó de mis labios mientras miraba la superficie cristalina del lago — Me pregunto qué dirá el maestro — Murmuré lanzando una piedrecilla hacia el agua y viendo cómo se distorsionaba el reflejo. — No creo que te metas en problemas — Recibí como respuesta, cortesía de Itachi, quien hasta ahora se había mantenido a mí lado, en silencio, observando algún punto indefinido del lugar.
— Tu puedes decir eso porque no entraste en una pelea — Agaché mi cabeza y en mi rostro apareció una expresión de abatimiento — En cambio yo… — Gruñí recordando los hechos del día anterior — ¡Shannaro! Es muy pronto para que me meta en problemas — coloqué mis manos entre mis cabellos por unos instantes antes de levantar nuevamente mi cabeza y ahora dirigir mi atención hacia el pelinegro — Itachi-kun…
— Fue en defensa propia ¿No es así? Además no lastimaste a nadie — Su mirada oscura se posó sobre la mía, supuse yo, tratando de tranquilizarme.
— Bueno es cierto… pero quizás… — Me puse a jugar con mis dedos — Destruí un poco de los terrenos de la parte de atrás — Itachi soltó un corto suspiro por mi comentario, algo que me hizo sentirme un poco peor — Como sea, escuché que te ocurrió algo similar ¿Exactamente qué fue lo que pasó?
— Unos chicos buscaban pelea — Respondió con un leve tono de irritación, indicación que el recuerdo no era agradable.
— Escuché que fue un Kage Bunshin lo que se enfrentó a ellos — Entrecerré mis ojos e hice un puchero — Te estabas saltando las clases para entrenar ¿Cierto?
Se sonrojó levemente y frunció un poco el entrecejo — Es sofocante… — Murmuró, algo que me hizo pensar que quizás se debía al trato preferencial que le habían dado nuestros compañeros.
— Sé que tienes muchos admiradores Itachi-kun, pero lo que hiciste es hacer trampa… ¡Al menos invítame! — Su expresión pasó a ser una de confusión y yo sonreí por esta.
— ¿Me reclamas por no llevarte conmigo?
— ¡Por supuesto! — Solté una risa suave antes volver a encontrarme pensativa por todo el asunto — ¿Le dijeron ya algo a tus padres?
— Aún no — Negó y yo suspiré por segunda vez ese día — A los míos tampoco.
El silencio volvió a caer sobre nosotros, dejándome pensar en los hechos que me hicieron terminar preocupada, o al menos eso fue por un minuto, ya que luego de este tiempo, tanto Itachi como yo fuimos tomados por nuestros cuellos, en una especie de abrazo — ¿Cómo están los niños problema de la academia? — Ni siquiera tenía que girarme para saber quién era, así que solo levanté mi mano y golpeé con mi dedo corazón la nariz de Shisui.
— ¿A quién llamas problema? — Le observé molesta y el mayor sonrió.
— Vamos, ¿vas a negar ahora que no estabas peleando en la hora de receso? Y bueno… Itachi ya sabemos que te descubrieron saltándote la academia — Hice un puchero.
Shisui se sentó en medio de nosotros y luego me sonrió con picardía — No fue intencional — Le respondí — Simplemente… digamos que tocaron una fibra sensible y solo quería intimidarlas un poco, pero quizás se me pasó un poco la mano… ¡pero no entré en peleas! — Escuché la suave risa del mayor, haciéndome sentirme más incómoda — ¿Por qué te ríes?
— Disculpa, es que el término de "se me pasó la mano" me hace pensar que terminaste destrozando algo ¿Me equivoco? — Me sonrojé furiosamente y él volvió a sonreír burlón — Lo imaginé, pero ahora quisiera saber con exactitud cómo ocurrió todo.
Mi vergüenza se fue lentamente y pronto me vi volviendo nuevamente mi mirada al agua, tratando de recaudar cada detalle del encuentro — Hm, bueno… — Miré de reojo a Itachi quien también estaba pendiente de mi explicación, dejándome en claro que si ocultaba algo lo notarían, por lo cual solo me quedaba ser completamente honesta — unas chicas de nuestra clase me buscaron en el receso, al principio solo iban ellas…
— ¿Qué era lo que buscaban? — Me preguntó Shisui — Debían tener motivos para ir a buscar problemas contigo.
— Fue un motivo muy tonto — fruncí el entrecejo y enfoqué mi mirada al frente — Pero que no podía conceder.
— Sakura… — Shisui indirectamente me estaba pidiendo que fuera al grano.
— ¡Oh bien! Estaban molestas porque soy amiga de Itachi-kun, así que fueron a exigirme que me alejara de él ¿Contento? — Ahora miré a los dos, siendo la expresión de Shisui tranquila, pero la de Itachi se veía con sorpresa y un leve gesto de incomodidad, casi culpa podría decir, pero eso era algo lógico, él no era del tipo de persona que le gustara ocasionar problemas, por ello escuchar que me habían tratado de intimidar por su "culpa", tenía que ser algo que no le agradara.
— Entonces… — Dijo el mayor y yo le interrumpí.
— Lógicamente me negué, para mí es absurdo y valoro demasiado a Itachi-kun como para aceptar tal petición, sea con la amenaza que sea — El nombrado apartó momentáneamente la mirada, pero yo continué — Como sea, ellas no se lo tomaron de la mejor manera y entonces quisieron atacarme, entonces yo bueno… puse en práctica lo que me enseñaste y las introduje en un genjutsu, algo menor para yo poder irme sin problemas.
— Cielos, podría decir que estoy orgulloso de mi pequeña aprendiz — enrojecí ante sus palabras, y aunque me sentía feliz solo pude mantener una expresión de molestia. Itachi nos observó con curiosidad, así que mi amigo mayor respondió a su muda pregunta — Sakura tiene afinidad para el genjutsu, por ello decidí enseñarle a crearlos también.
— Hm — Fue la respuesta de Itachi.
— Como sea, aun no veo donde fue que destruiste algo — Comentó Shisui retomando el tema anterior.
— Bueno, es que ahí no acabó el asunto… — Me sonrojé levemente — Digamos que ellas tenían amigos en cursos superiores, entonces justo cuando iba a irme ellos aparecieron, y al ver que… bueno… las chicas estaban "raras", decidieron atacarme mientras trataban de sacarme el que les había hecho — Me detuve un momento y recordé con claridad como ellos en repetidas ocasiones trataron de alcanzarme, pero no lo consiguieron, — Les esquivé hasta que bueno, comenzaron a insultar a Itachi-kun, luego al clan Uchiha y bueno al final me dio tanto coraje y estaba tan cansada de estar allí que bueno… digamos que me excedí usando mi chakra y pues…
— déjame adivinar lanzaste un grito y golpeaste el terreno — Me hundí en mi sitio al escuchar la respuesta de Shisui, recordando las palabras explicitas que había usado.
— aunque no fueron muchos los daños, siempre hice un cráter bastante grande, y bueno los chicos cayeron al suelo por el impacto, luego me dijeron que era inhumana e iban a huir, cuando el maestro finalmente llegó, luego de eso tuve que dar un par de explicaciones sobre lo que hice, y aunque no me dijeron mucho sé que estoy en problemas — Finalizada mi explicación, un silencio incómodo se introdujo entre nosotros, o al menos eso me pareció a mí, puesto que las miradas de ellos parecían más bien pensar sobre mis palabras.
— No creo que sea de esa forma — Finalmente habló Itachi — No heriste a nadie, y además de ello solo empleaste un par de técnicas para mantenerlos al margen.
— Yo pienso lo mismo que Itachi, es más puedo decir que estoy agradecido por que hayas sido tan amable y hayas defendido el honor de nuestro clan — Shisui sonrió.
— Bueno… hay mucha gente importante para mí allí, y no soy partidaria de permitir que insulten a las personas que aprecio — El mayor de nosotros soltó una suave risa antes de colocar su mano sobre mi cabeza y acariciarla con suavidad.
— Realmente eres muy amable Sakura-chan — Me sonrojé pero fue de alegría al sentir que mi amigo estaba contento por mis palabras. — Bien, ya que hemos concluido el misterio de lo que pasó con Sakura en la academia, propongo que vallamos a entrenar, estar aquí haciendo del vago no ayudará a que se hagan más fuertes.
— No estábamos haciendo del vago — Me quejé, viendo como el mayor se ponía en pie y hacía un gesto para que le acompañáramos; con un encogimiento de hombros imite la acción de mi amigo — Vamos Itachi-kun —. Él lentamente se irguió y con pasos tranquilos nos alcanzó, pero podía decir que aún estaba enfrascado en sus pensamientos, claro que lo más probable es que todo esto desapareciera cuando estuviéramos en el entrenamiento, porque si algo sabía de Itachi era que cualquier cosa que tuviera relación con los enfrentamientos, él lo tomaba muy enserio.
Toqué el suelo con mi rodilla derecha, mientras apoyaba el resto de mi peso en mi pierna izquierda y un jadeo escapaba de mis labios, en un claro intento de recuperar el aire faltante — Aún es demasiado fuerte — Murmuré mirando a Itachi, quien a mi lado también se encontraba agitado, pero todavía permanecía en pie, con su vista clavada sobre el mayor, que permanecía tranquilo al otro lado del claro.
— Tengo que decir que han aguantado bastante, definitivamente son excepcionales para su edad — Comentó Shisui con calma.
Bajo un esfuerzo sobrehumano logré colocarme nuevamente en pie, pero mis rodillas temblaban bajo mi peso y sabía que no podría luchar más aunque lo deseara, principalmente porque mis reservas de chakra estaban abajo, dejándome solo lo suficiente para permanecer consciente y regresar a casa en una pieza, el resto había sido drenado en el entrenamiento y mi reserva para el byakugou, — Aún nos falta — Escuché que dijo Itachi y no podía estar más de acuerdo con sus palabras.
— Bien dicho, pero igualmente lograron cogerme un par de veces con la guardia baja, así que pueden estar orgullosos de sus progresos — El mayor levantó la mirada al cielo y dejó escapar un suspiro antes de volver a observarnos — Bueno, es todo por hoy, tengo que ir a recibir órdenes para una nueva misión, así que tengo que marcharme.
— Gracias por entrenar con nosotros Shisui — Dije haciendo una corta reverencia antes de volver a mirarle y regalarle una sonrisa.
— No hay problema. Les veré en algunos días, hasta entonces traten de mantenerse lejos de los problemas.
— Hn. Hasta luego Shisui — Pronunció Itachi, dejando que solo sus ojos mostraran el agradecimiento por el día. El mayor asintió y luego en un veloz movimiento desapareció, dejándonos a los dos solos, listos para comenzar nuestro regreso a casa, así que luego de intercambiar unas cortas miradas emprendimos el camino.
Tenía que admitir que a pesar de mi cansancio, mis pensamientos se habían despejado, arrastrando mis preocupaciones y permitiendo que mi mente se enfocara en todas las cosas que tenía que mejorar y en las que estaba bien por el momento. Estaba tan concentrada que no me di cuenta cuando fue que salimos del campo de entrenamiento, solo cuando sentí el cambio de terreno fue que salí de mis cavilaciones y miré a mi alrededor, encontrándome con la mirada oscura de mi acompañante, que parecía desear decir algo; un tanto confusa por la intensidad de su mirada decidí iniciar una corta conversación — ¿Sucede algo Itachi-kun? — Él apartó su mirada.
— No es nada — Fruncí el entrecejo y me acerqué un poco, invadiendo parte de su espacio personal, pero sin llegar a tocarlo.
— Tu mirada no era de un "nada", era de un "quiero decir algo pero no sé si es conveniente" — Su incomodidad se hizo presente en sus facciones, lo cual confirmó mis palabras — Puedes decirme lo que está mal Itachi-kun, no creo que me enoje.
— Realmente no es nada, solo me preguntaba si tu habilidad de concentrar chakra en cualquier parte de tu cuerpo, la aprendiste de alguien — Un escalofrío me recorrió con la pregunta ¿Ahora que le respondería? No podía decirle "Sí, me enseñó Tsunade-sama, después de todo soy su discípula, Oh, pero no le vallas a preguntar porque no lo recuerda"… era lógico que no podría decir aquello, pero tampoco podía mentir, él podría ver a través de mis palabras y saberlo, así que mis opciones se limitaban a una simple respuesta.
— Hm… bueno, no he tenido una instrucción directa, pero he tenido un ejemplo a seguir — mentir con la verdad, parecía sencillo, pero tenía que tener cuidado con lo que decía.
El pelinegro pareció meditar mis palabras por unos instantes — ya veo — No me preguntó más, algo que me hizo suspirar internamente de alivio, ya que si hubiera seguido indagando lo más probable es que terminara ahondando en terreno peligroso y me delatara, algo que no estaba dispuesta a permitir que ocurriera.
— Bueno Itachi-kun, aquí me despido — Di un giro sobre mis talones, quedando él en frente de mí, coloqué mis brazos detrás de mi espalda y sonreí ampliamente — Nos veremos mañana en la academia.
— Hn, hasta mañana Sakura — Se despidió con un leve asentimiento.
Luego de nuestra despedida me di la vuelta y fui corriendo hacia mi casa, que tan solo estaba a algunas calles del punto en el que nos encontrábamos, por ello en solo un par de minutos, ya estaba entrando a mi hogar — ¡Estoy en casa! — Pronuncié mientras me quitaba las sandalias, pero no recibí respuesta, así que una vez me hube descalzado me dirigí a la cocina, buscando a mi madre, pero ella no se encontraba allí, en cambio había una nota pegada en el refrigerador, que dictaba que habían ido a entregar el informe de su última misión y que mi cena estaba en la nevera, por lo cual podía decir que iban a tardar, así que me dispuse a sacar lo que cenaría esa noche, luego lo calenté y por último me senté a comerlo en la pequeña mesa de la cocina.
Pasaron los minutos rápidamente y sin que yo los sintiera, todo por el cansancio que comenzaba a alcanzarme por completo, haciéndome dar bostezos entre bocados y luchar contra mis parpados, que amenazaban con cerrarse en cualquier momento. Entrenar con los Uchihas era realmente desgastante, era complicado seguirles el ritmo y siempre terminaba dando el doble de lo que debería, haciendo que mi chakra terminara en niveles bastante bajos — Necesito acostumbrarme a luchar con ellos — Murmuré luego de haber terminado mi cena, para seguido de esto dejar los trastes en el fregadero y dirigirme a mi habitación, donde empecé mi rutina para antes de dormir — Debe existir una manera para mantener su ritmo — Estaba hablando entre balbuceos, pero mi cerebro trataba de mantenerse trabajando, al menos el tiempo que durara prepararme, antes de meterme bajo las cálidas mantas de mi cama. — Son rápidos — Empecé a enumerar mientras me cepillaba — Especialmente Shisui, él es un problema con todo su movimiento, pero igualmente son bastante listos… ¿Cómo enfrentas a personas así? — Realmente sabía que solo divagaba en lo mismo, pero estaba tan cansada que no importaba, de hecho mi cerebro comenzaba a mostrarme leves imágenes de los eventos del día, haciendo que no supiera en que momento caí sobre mi cama, teniendo las sensaciones como si estuviera aún en medio del campo de entrenamiento, luchando con Shisui e Itachi, pero pronto, entre más caía dormida, el pensamiento se distorsionó, hasta que se convirtió en otra cosa, un recuerdo pasado que recibí con los brazos abiertos, como si lo estuviera viviendo en ese mismo instante…
— ¡Teme! — El grito de Naruto resonó en todo el claro mientras miraba con rabia al pelinegro — Eso fue un partido injusto, espera y verás…
— ¡Hmp! No es mi culpa que seas tan retrasado Usuratonkachi, acepta de una vez la derrota — Con su siempre aire tranquilo el pelinegro fingía no tener ningún tipo de satisfacción al ver al rubio derrotado, pero realmente su orgullo Uchiha estaba en lo alto.
— ¡Ya verás! — Naruto trató de lanzarse hacia el chico, pero mi delgado brazo se cruzó en su camino impidiéndoselo.
— ¡Naruto basta! — Solté mirando a mi amigo de forma amenazante — Deja a Sasuke-kun en paz, te ganó en el entrenamiento, así que deja de molestar.
— Pero Sakura-chan — Levanté mi puño de forma amenazante y él retrocedió intimidado.
— Bueno, tengo que decir que ustedes dos lo han hecho bien— La voz de Kakashi se hizo presente, claro que no es como si no hubiera estado allí antes, solo que se había mantenido en silencio, "supervisando" el entrenamiento de los tres, claro que la realidad era que se la había pasado leyendo aquel libro de color naranja — Incluso Naruto si no llegaste a derrotar a Sasuke, puedo ver lo mucho que has mejorado, y Sasuke igualmente tus habilidades cada día se han ido puliendo.
Vi en sus miradas un brillo de satisfacción, cosa que me hizo sentir cierto sentimiento incómodo en mi estómago, recordándome que yo no había mejorado mucho en ese tiempo, de hecho sentía que seguía igual que nuestra misión en la aldea de la ola, algo un tanto frustrante, pero que trataba de mantener oculto tras una sonrisa. — Esperé y verá sensei, en menos de lo que crea estaré dándole una paliza a Sasuke — Ahí iba de nuevo, pronto esto se convertiría en una lucha campal.
— Ya quisieras Dobe — El pelinegro hizo una mueca de escepticismo, haciendo que el rubio se enojará más que antes.
— Te lo demostraré cuando quieras.
— No pudiste ahora menos en los siguientes diez minutos o próximas cuatro semanas — Una sonrisa arrogante cruzó los labios de Sasuke, haciendo que mi corazón latiera emocionado.
— Oh… ya verás — Salí de mi momento de ensoñación para mirar a Naruto, entonces estreché la mirada y apreté los puños.
— Alto ahí — Por segunda vez en el día me crucé en el camino del rubio — Nada de "ya verás", deja de comportarte como un niño.
— Pero Sakura-chan… — Nuevamente estaba por replicar, pero esta vez nuestro sensei interrumpió, carraspeando.
— Bueno ustedes tres, les informaré antes de que les deje ir por hoy — Nuestra atención recayó en el de cabellos plata, que por fin cerró su lectura indecente y nos miró directamente — Mañana tendremos una misión así que les recomiendo descansar bien, no vallan a pelear mientras no estoy, ya están advertidos que mañana es un día importante.
— Sí lo sabemos sensei — Naruto cerró parcialmente los ojos y colocó sus manos tras su cabeza.
— Si lo supieras no estarías buscando pelea con Sasuke-kun — Mencioné rodando los ojos.
— Sakura tiene razón Naruto — Me apoyó el hombre — Bien, entonces les dejo a su suerte por hoy, mañana nos encontraremos en el puente a las 6:00 a.m. — En realidad eso quería decir que nos encontraríamos a las 8 por tarde, aunque como siempre nosotros llegaríamos antes y nos comeríamos toda la madrugada.
En una nube de humo Kakashi desapareció y con ello Sasuke también comenzó a marcharse — Vamos Sakura, esta es tu oportunidad — Me dije tomando un respiro profundo para luego salir corriendo tras él, dejando a Naruto solo. — Sasuke-kun — Grité, alcanzándolo cuando iba ya cerca al límite del campo de entrenamiento; él se giró levemente a verme, pero tal parecía que había leído mi mente puesto que antes de que yo pudiera pronunciar palabra él habló.
— Deberías quedarte y entrenar — Su voz salió cortante, algo que me hizo detenerme en secó a solo unos pasos de él e hizo desaparecer mis sonrisa, siendo remplazada por una mirada de desconcierto — A diferencia de Naruto tú no has mejorado nada, si sigues de esa manera solo complicarás las misiones — Mi corazón se detuvo por solo unos instantes, — en vez de buscarme para pedirme que salga contigo deberías buscar cómo lograr igualar nuestras habilidades — Dicho esto retomó su camino, dejándome ahí de pie, aturdida por sus palabras y con la sensación de impotencia retomando en mí ¿Qué podía hacer? Solo podía pensar en lo perdida que me encontraba, tratando de mostrarme como una kunoichi de las mejores, siempre hacia adelante ignorando tantas cosas… ¿Qué tenía que aprender? No lo sabía entonces, pero afortunadamente luego hallé mi respuesta.
Una molesta luz se había posado sobre mis ojos, haciendo que despertara de mi sueño, encontrándome nuevamente en mi habitación, con la mañana ya comenzando y con un par de horas libres antes de que iniciaran las clases. Froté mi vista y lentamente me senté, ahora reflexionando sobre el sueño-recuerdo que había tenido; eso había ocurrido antes de los exámenes chunin, en la época en la que más me comportaba como una tonta detrás de Sasuke, sin pensar que habían cosas que era más importantes, y que reafirmarían mis sentimientos por el pelinegro, esto último viéndose en esos momentos nublado y confuso en mi cabeza, — Han cambiado muchas cosas desde entonces — Solté mirando mis pequeñas manos, unas que ahora empleaba para hacerme aún más fuerte de lo que alguna vez había sido, tratando de — Como dijo él antes — Encontrar la forma de que mis habilidades estuvieran a la par con las de mis amigos, pero no solo los actuales, sino de lo que serían en un futuro Naruto y Sasuke. El sonido de movimiento en la planta inferior de la casa me recordó que ese día tenía academia, y por el incidente de hace unos días, tenía que enfrentar lo que sea que hubiera hablado el maestro con los superiores; así que con una actitud un tanto resignada pero motivada para dar lo mejor de mí ese día, me puse en pie con una expresión decidida, y comencé los preparativos para las sorpresas que me esperaban.
El bullicioso sonido que producían todos los niños en el receso llenaba cada rincón del salón, algunos de ellos eran murmullos indiscretos de las chicas que habían tratado de intimidarme, otros tantos, emocionados por algún tipo de nuevo juguete del mercado, "cosas de niños" como por lo general solía llamarle; como fuere en esos momentos en que todos mantenían aquellas conversaciones, yo me mantenía concentrada en un libro sobre conocimientos tácticos, cosas como medir las circunstancias dependiendo no solo del terreno sino de la psicología del oponente, teniendo en cuenta sus habilidades y manías a la hora de la batalla — Nada que Tsunade-sama no me haya dicho — Era el primer pensamiento, pero… ¿Entonces por qué lo leía? La respuesta iba en base a que frente a mis queridos amigos, me faltaban muchas cosas que aprender, como por ejemplo, ellos solían cambiar su patrón de ataque… o bueno Shisui lo hacía, Itachi aún era demasiado nuevo en ello, por lo cual era más fácil predecir qué haría, pero siendo el mayor más experimentado tenía la costumbre de sorprender con algo nuevo, por ello, lo único que me quedaba hacer era aprender a ver a través de las cosas más elementales, forzándome a aumentar mi capacidad para analizar cada circunstancia.
La presencia de alguien frente a mí me hizo levantar la mirada de la lectura, encontrándome cara a cara con una de las niñas que yo había intimidado hace dos días, su mirada tenía cierto brillo de burla y muda satisfacción ¿El motivo? Probablemente lo sabría dentro de poco, así que me incliné contra mi asiento y cerré el libro, para así colocar toda mi atención sobre ella — ¿Se te ofrece algo? — Cuestioné curvando un poco mis cejas hacia el centro, clara señal de mi disgusto, algo que hizo que ella curvara más sus labios ampliando su sonrisa socarrona.
— Yo no, el sensei te está buscando, dijo que tenías que ir hacia la oficina del director — Un escalofrío recorrió mi espalda y una sensación de ansiedad comenzó a escalar desde mi estómago hasta mi garganta, pero si bien estaba nerviosa no lo demostré frente a ella, en cambio tomé mis cosas y las guardé en mi mochila.
— Bien… gracias por la información — Dije poniéndome en pie e ignorando su mirada triunfante.
— No, gracias a ti… y suerte con tu vida como civil — Ella se quedó riendo mientras yo me marchaba con un paso moderado hacia la oficina.
Mis piernas se sentían pesadas y la sensación de nerviosismo combinada con el miedo iba ganando terreno, haciendo que sintiera un hormigueo en mis brazos, y mi respiración se tornara un poco irregular, cosa que me hizo sentir vulnerable ante las circunstancias — Descuida, todo saldrá bien, escucha y si tienes que decir algo solo hazlo, después de todo lo que dijo Shisui es cierto, no hice nada malo, no lastime a nadie —, el camino parecía más largo de lo que era, pero al final vi la puerta alzarse frente a mí, imponente.
Tragué saliva y tomando una gran bocanada de aire llamé a la puerta — Pase — Escuché el aval desde adentro, así que giré la perilla y con pasos más tímidos ingresé al interior de la instancia — Con permiso —, Dije lo suficientemente alto para que me escucharan, pero con un timbre de nerviosismo oculto entre mi tono. En el interior vi a mi maestro encargado, junto con el director actual, dos maestros más, la de conocimiento kunoichi y alguien que nos daba las bases de ninjutsu, pero además de ellos estaba el tercer Hokage y para mi sorpresa Itachi, quien ahora me observaba con un leve atisbo de sorpresa en la profundidad de sus ojos oscuros.
— Cierra la puerta Sakura y acércate. Descuida no estás aquí por un mal motivo — Redirigí mi atención hacia el honorable anciano sentado en medio de los maestros, él había sonreído amablemente y me hablaba con su típico tono suave.
— Hm — Solté junto con un asentimiento acatando la petición, posicionándome al lado de mi amigo.
Ahora comenzaba a cuestionarme el motivo por el cual nos habían llamado a los dos, ya que a pesar de que Itachi se hubiera saltado una clase, no había hecho nada que significara que estuviera en serios problemas, por lo cual eso me indicaba que lo que decía el tercero era cierto, no estábamos allí porque fuesen a sancionarnos… ¿Entonces a que se debía todo aquello? Ciertamente me causaba curiosidad, y al mismo tiempo había conseguido que mi miedo se redujera considerablemente sintiéndome más cómoda de estar allí. — Bien se preguntarán porque los hemos llamado a los dos — Ambos asentimos ante la afirmación del tercero, esperando a que continuara — Bien, seremos breves, así que comenzaremos hablando de los hechos de los días anteriores — Un sentimiento de incomodidad me embargo pero permanecí en silencio, esperando a que continuara — Su maestro llegó a mí contándome lo ocurrido, además de detallarme las reacciones de cada uno.
Quizás si estuviera en problemas, la depresión y culpa por haber destruido parte de los terrenos de la academia llegó a mí haciéndome encogerme un poco en mi lugar — No solamente es por lo pasado — Aclaró nuestro sensei a cargo, llevaba una sonrisa de complacencia, algo que me desconcertó enormemente.
— He hablado con todos sus maestros — Retomó el Hokage, clavando su mirada en los dos — Itachi, Sakura, sus habilidades sobresalen del promedio en cada una de las asignaturas. He leído los informes y efectivamente, no hay tema en la academia que les haya resultado complicado, ambos se destacan enormemente en cada uno de los campos, en unos más que en otros — Miró al maestro de ninjutsu quien tomó la palabra.
— Uchiha Itachi, destaca en todo tipo de ninjutsu básico, igualmente se ha visto usar jutsus de más alto nivel, recientemente visto el Kage Bunshin, empleado en días anteriores para tomar las clases y mantenerse fuera de la academia. — Se detuvo un momento y pareció complacido con lo que acababa de leer, luego prosiguió — Haruno Sakura, si bien como Itachi no posee jutsus más destacables, nunca ha tenido problemas con los básicos, y su conocimiento lleva más de la cuenta a lo enseñado en este curso — Fruncí levemente el entrecejo ¿A qué se refería con "no posee jutsus más destacables"? Era cierto que en la actualidad no empleaba el Kage Bunshin, o lanzaba llamaradas por mi boca, pero tenía varios Jutsu reservados, claro que eso era algo que no sabían, como sea sus palabras habían sonado clasistas.
— Yo hablando de Haruno Sakura, puedo decir que, si bien ha fallado un par de veces a las clases de kunoichi, he evaluado sus conocimientos en privado, y tengo que afirmar que tiene tanto la práctica como la teoría bien tomada, no hay mucho que pueda enseñarle — La mujer a cargo de mi educación como mujer ninja había hablado, y con ello noté que usaba cierto tono de orgullo, algo que me hizo sonreír internamente.
— Ahora la evaluación general que me presentó su maestro a cargo — El tercero volvió a hablar, inclinándose hacia adelante y observándonos con sumo cuidado — Notas casi perfectas, reiterando sus altos conocimientos en las artes ninja, manejo indiscutible de las herramientas ninja, su inteligencia sobresale sobre el promedio, y no hay mucho más que se les pueda enseñar en la academia. Sumando sus habilidades fuera de las enseñanzas, como lo decían anteriormente — Hizo una pausa y miró a mi acompañante, quien seguía impasible, como si el Hokage estuviera hablando del clima — Con los acontecimientos recientes se puede comprobar lo puesto aquí.
Me preguntaba a que iba todo aquello, ¿Solo iban a hablar de nuestras habilidades? ¿Cuál era el propósito para habernos llamado? — Hokage-sama — Comencé yo, ganándome la atención de todos, algo que sin duda pondría de los nervios a cualquiera, pero mi curiosidad iba más que las miradas que me lanzaban — Disculpe si suena mal pero, no entiendo a qué va todo esto — él sonrió suavemente por mi pregunta.
— Es entendible, estamos dándole muchas vueltas al asunto — Volvió a recostarse en su asiento — El motivo por el que los llamé es porque quiero darles la opción de graduarse esta próxima primavera junto con el resto de los de último año, claro que por supuesto, necesitan el consentimiento de sus padres.
Parpadeé desconcertada ¿Acaso había oído bien? O todo era producto de una ilusión — Quizás sea la manera de hacer que pague los daños de la parte de atrás — Pensé brevemente, pero retiré nuevamente la posibilidad, él no había mencionado específicamente los hechos ¿Así que porque yo tendría que suponerlo? Como sea estaban dándonos la opción de graduarnos a los siete, o bueno… yo iba a cumplirlos antes de la que fuera la promoción — Les sugerimos que lo hablen con sus familias — Nuestro tutor se movió un poco, mostrando una expresión llena de entusiasmo, algo que sinceramente no sabía cómo tomarme, después de todo hablábamos de un tema bastante serio.
— Cuando tengan sus respuestas, díganle a sus padres que vengan a mi oficina — Comentó el tercero, pero en esta ocasión pude ver un leve brillo de preocupación en su mirada, algo que se me hizo curioso, pero ya tendría tiempo de pensar sobre ello.
— De acuerdo — Dijimos Itachi y yo al mismo tiempo.
— Oh antes de que se marchen — Nos detuvo el anciano, solo que en esta ocasión me miró a mí — Sakura, esto te concierne más a ti, pero quisiera saber exactamente cómo fue que terminaste derribando dos de los árboles de la parte de atrás de la academia y formando un pequeño pero no menos incómodo cráter.
Me sonroje de pies a cabeza y aunque no podría verme sabría que mi rostro bien podría ser casi del mismo color que mi cabello — Y-yo en serio lo lamento — Dije haciendo una reverencia antes de volver a erguirme — No fue mi intensión llegar a tanto — Murmuré jugando con mis manos.
La risa del tercero me hizo sentir un poco peor — No estamos molestos te dije, claro que pudo ser un poco peligroso, pero igualmente quisiera que me dijeras como lo hiciste — Levante mi mirada que hasta ahora había tenido sobre mis manos y miré directamente al anciano, que estaba atento a mis reacciones.
— Bueno… concentré chakra en mi puño y lo expulse cuando golpeé el suelo — Un pequeño movimiento en sus facciones me indicó que esta información la tomaba con suma relevancia, ¿Y cómo no? Acababa de decir que usaba la técnica de su estudiante femenina.
— Entiendo, bien eso es todo lo que quería saber, pueden marcharse ahora — Mi acompañante y yo hicimos una reverencia y luego salimos de allí.
Me sentía un poco aturdida con toda la información recibida, tanto que había olvidado preguntar si era necesario que retornáramos a clases o podíamos marcharnos de una vez a casa; Fue Itachi cuando habló, quién me sacó de mi estado de shock — Creo que por hoy es mejor retirarnos — Parpadeé como si saliera de un sueño y le observé por unos breves instantes antes de darle la razón.
El resto del camino de regreso lo hicimos en silencio, cada uno enfrascado en sus propios pensamientos, siendo los míos aún confusos, iniciando con la propuesta de graduación, la cual si la pensaba con cuidado no era tan descabellada, quizás lo que me sorprendía es que jamás lo había esperado, a pesar de que efectivamente mis habilidades y conocimientos ya eran los de… un chunin, cosa que ellos no sabrían, pero al menos lo intuían; otro aspecto que me tenía rondando la cabeza era porque no habían reclamado que hubiera hecho daños en la academia, de hecho la pregunta del tercero era bastante extraña… ¿O quizás demasiado evidente? Realmente yo también preguntaría el como lo había hecho, pero al mismo tiempo no dejaría de preguntar por los daños, eso me hacía pensar que el Hokage tenía motivos más profundos para indagar en ese tema. — Hasta mañana Sakura — Escuché que me dijo Itachi cuando llegamos frente a mi casa, cosa que no había notado hasta que habló.
— Sí, nos vemos Itachi-kun — Me despedí con una sonrisa y haciendo un suave movimiento con mi mano.
Él siguió su camino, y cuando le perdí de vista fue que entré en mi hogar — Estoy en casa — Proclamé iniciando con la misma rutina de siempre cuando llegaba.
— ¿Sakura? — Mi madre salió al recibidor y se quedó observándome sorprendida — ¿Qué haces aquí tan temprano? ¿Qué pasó con la academia?
Me levanté de mi posición y miré a la mujer frente a mí con una corta sonrisa — Me permitieron salir antes, de hecho el Hokage y el sensei quería que les informara de algo a ustedes — Ella se vio confundida por mi declaración pero no preguntó más.
— Tu padre está en la sala — Ella me hizo un leve indicativo para que la acompañara, así que fui detrás de ella, hasta el lugar dicho, donde el hombre de rosados y grisáceos cabellos estaba sentado, leyendo el periódico, pero al verme llegar con mi madre parpadeó sorprendido.
— ¿Sakura? ¿Qué pasó con la academia? — Solté una risilla nerviosa mientras mi madre le respondía.
— Dijo que la dejaron salir antes porque le mandaron a entregarnos una razón — Ella tomó asiento junto a mi padre y se quedó mirándome — Bien dinos de que trata.
Sentándome frente a ellos tome aire antes de comenzar a relatar los hechos ocurridos ese día, excluyendo solo el detalle del incidente del cráter y la pelea con los niños de cursos superiores. Ellos me escucharon atentos, haciendo expresiones de sorpresa, confusión y alegría con cada palabra que decía, pero solo al final, cuando terminé hablando del tema principal, ellos mostraron una expresión de éxtasis, siendo mi madre la que ahogara un grito de emoción para después saltar en su lugar y abrazar con fuerza a mi padre quien también estaba riendo de felicidad. Pasaron un par de minutos antes de que finalmente recobraran parte de la compostura y se volvieran hacia mí.
— Oh quién lo diría — Dijo mi padre — No es que no supiéramos que eras lista, pero no esperamos esta sorpresa.
— Tenemos una pequeña prodigio en casa — Las palabras de mi madre me hicieron enarcar una ceja y girar mi cabeza hacia un lado ¿Prodigio? Yo no era una prodigio, no podía compararme en ese aspecto, claro que… si lo veía desde el punto de vista de ellos lo más probable es que así pareciera.
— Cuando dijiste que ibas a salir de la academia tan rápido, no sabía que lo decías tan literal — Sonreí por el comentario de mi padre, pero no dije nada.
— Oh Sakura — Mi madre se puso en pie y me abrazó — No importa lo que escojas estamos muy orgullosos de ti.
— ¿lo que escoja? — Pregunté viendo como ella se separó ante mi pregunta.
— Por supuesto que es tu decisión, nosotros estamos felices, pero eres tu quien debe decidir si quiere dar este paso o no, nosotros solo daremos nuestro consentimiento — Estaba más que sorprendida por la declaración de ella, también de que mi padre con su mirada decía que estaba completamente de acuerdo con las palabras de mi madre, aunque esta última cosa no era extraña, ellos dos se entendían perfectamente, apoyándose mutuamente, lo que me hacía estar asombrada era que ellos me dieran el aval para tomar esta decisión, después de todo, según recordaba, ellos siempre fueron bastante protectores, se asustaban si yo trataba de hacer algo que me pudiera poner en riesgo.
Agaché un momento la mirada pensando en lo que yo quería, algo en lo que hasta ahora no había reparado ¿Yo que deseaba? ¿Continuar en la academia por otros cinco o seis años? Claro que no lo quería, no tenía mucho que hacer allí, puesto que como habían dicho los sensei ese día, todo lo que enseñaban allí ya lo sabía de antemano, pero… ¿Quería convertirme tan pronto en genin? No, esa no era la pregunta real ¿Realmente me sentía preparada para ello? Considerando mis niveles de chakra y el entrenamiento que estaba haciendo era un riesgo bastante alto, claro que anteriormente ya había hecho algo así, y no había sido un estorbo en las misiones. Una decisión bastante densa como para tomar a la ligera, pero al mismo tiempo era una oportunidad única para recaudar más experiencia, para volverme más fuerte que antes — Quien no arriesga no gana — Me dije soltando un suspiro y ahora mirando a mis padres, quien con sonrisas amables esperaban mi respuesta — Yo… quiero tomar la promoción — Dije con firmeza.
Mi madre volvió a abrazarme, y esta vez mi padre se unió en el abrazo — Mañana en la mañana iremos a decirle al tercero — Dijeron ambos, manteniéndome un rato más entre sus brazos, inconscientes de que mis pensamientos habían retornado en dirección a los días antes del "accidente" que cambio mi vida; yo le había dicho a Kakashi que el riesgo de morir estaba en cada misión, esa era nuestra vida y la habíamos aceptado como tal, por ello no podíamos simplemente pensar en siempre estar resguardados, en ocasiones tomábamos las opciones que nos ponían en peligro, pero muchas veces esto era para un propósito más grande, y eso era justamente lo que estaba haciendo en esos momentos, poniendo mi vida sobre la mesa, puesto que al aceptar el ser genin, ya estaba aceptando que estaría muchas veces arriesgándolo todo por la aldea y por las personas que me importaban.
— Hoy haré una deliciosa cena, oh, y además de ello tendremos los dulces que te gustan — Mi madre se separó y rápidamente comenzó a preparar una pequeña celebración para los tres, cosa que me hizo sonreír agradecida, pero aun pensando en las responsabilidades que me esperaban de ahí en adelante.
Tal y como lo habían dicho mis padres, el día siguiente a la noticia fueron a primera hora para dar al tercero nuestra respuesta, algo que como pude observar al estar presente, dejó complacido al hombre, pero con un indicio de preocupación en sus facciones, algo que me recordó que el día anterior también había mostrado cierta incomodidad con el asunto, haciéndome pensar que quizás estaba preocupado sobre a la salud mental de Itachi y mía, algo completamente entendible cuando solo éramos niños. Como sea el asunto había quedado zanjado con la breve charla que habían tenido mis padres con él, dejándonos luego libres para ir a casa y charlar al respecto de todo esto, aunque en realidad por mi parte pensaba que ya no había mucho más en el tema, pero mi madre insistió toda la mañana y gran parte de la tarde en hablar al respecto, por lo cual cuando menos lo pensé dieron las cinco de la tarde, sorprendiéndome que ella me había entretenido todo el día, claro que eso había sido entre pequeños quehaceres.
— Por cierto Sakura — Dijo ella desde la cocina, tal parecía que estaba buscando algunas cosas para preparar la cena.
— ¿sí Mamá? — Respondí con voz cansada, realmente no sabía que era peor, si entrenar todo el día o contestar las interminables preguntas de ella.
— Mencionaste que Itachi-chan también se va a graduar ¿No es así?
— Sí, aunque no sé si tomó la misma decisión que yo — Realmente me imaginaba que si lo había hecho, es más podía decir que tenía otro motivo para graduarse antes.
— Por supuesto que sí lo hará, es más puedo decir que Fugaku estará contento de saber lo de su hijo — Ese era el otro motivo, mi madre tenía razón en ese punto, el líder del clan Uchiha estaría demasiado complacido por el hecho de que su primogénito se viera en la posibilidad de graduarse antes que todos los demás o bueno… la mayoría de ellos.
— Es lo más probable — Me giré en el sillón tratando de acomodarme mejor y miré con pereza un punto cualquiera de la pared.
— Quizás deberíamos ir a visitarlos y felicitarlos — Realmente la idea no me molestaba, en cierto modo quería darle las felicitaciones a Itachi, pero… ¿Sería apropiado? Todo con respecto a lo que pensaba el pelinegro era complicado de entender, aunque no es como si llevara el tiempo suficiente conociéndolo, para haber aprendido todo sobre él, solo había descubierto algunas cosas y aún no podía decir que podía descifrar todos sus pensamientos.
— No sé si sea lo mejor Mamá — Dije justo antes de que el timbre de la casa sonara, haciendo que soltara un leve gruñido antes de abandonar la comodidad del sofá y dirigirme hacia la puerta, dispuesta a ver de quien se trataba.
Abrí con lentitud la puerta para al final encontrarme con una mujer que conocía — Mikoto-san… Buenas tardes — Pronuncié dando una inclinación corta antes de enfrentarme nuevamente a ella, aunque internamente me decía que eso era demasiada coincidencia como para pasarla por alto, precisamente hablábamos de ellos, y de repente ella se aparecía en nuestra puerta.
— Hola Sakura-chan ¿Está tu Mamá? — Su suave sonrisa era reconfortante en muchos sentidos, aunque actualmente solo me causaba curiosidad saber la razón de su visita.
— Si esta, por favor siga — Me corrí hacia un lado permitiéndole el ingreso.
— Gracias, eres muy amable — No pasó menos de un segundo de que ella había pronunciado aquello, cuando mi madre salió de la cocina y se acercó a nosotras.
— Mikoto — Saludo la rubia de forma alegre, recibiendo a su amiga con entusiasmo mal disimulado — ¿Qué te trae por aquí?
— Oh, venía a invitarles a cenar, mejor dicho, Fugaku y yo queremos invitarlos para celebrar la promoción de nuestros hijos — Los ojos de mi madre brillaron, quizás por varios motivos, pero uno de los que rondaría su cabeza era que se había ahorrado el hacer la cena esa noche.
— ¡Claro! Sakura ya me había dicho que Itachi-chan también había sido promovido. Ah, ya que tienen la amabilidad de invitarnos permite que nosotros llevemos el postre — Su intercambio de palabras me dejaba en claro el tipo de relación que tenían.
— Me parece excelente — Aceptó la Uchiha para luego añadir — Bien en ese caso nos veremos a las 7 ¿De acuerdo?
— Es perfecto Mikoto — Respondió mi madre alegremente.
— Bien en ese caso nos veremos más tarde — Ahora dirigió su mirada amable hacia mí — Luego nos veremos Sakura-chan.
— Hasta luego Mikoto-san — Respondí.
Entonces ella con esto se marchó, dejándonos ahí de pie, claro que esto duró solo unos segundos, porque al instante mi madre se movió rauda de regreso a la cocina, murmurando cosas sobre qué hacer o comprar, así que conociendo un poco mejor los gustos de la familia principal de los Uchiha, le sugerí algo sin mucho dulce o que al menos tuviera en contraste algo que bajara el dulzor, ya que cierto pelinegro menor era todo menos fan de los postres, caso contrario a su hermano mayor, quien tenía un diente bastante flexible para los dulces, aunque uno en específico era su favorito. — Mamá regresaré en un rato — Dije tomando un poco de mi mesada para después salir de casa y dirigirme hacia mí tienda favorita de comestibles.
— Sakura-chan — Me saludó la mujer incluso antes de que pudiera hablar.
— Buenas tardes — Dije con una sonrisa amplia.
— ¿Hoy que te trae por aquí? — La Uchiha se recostó contra el mostrador y me miró amablemente.
— ¿Le quedan Dango de tres colores? — Ella parpadeó un momento.
— ¿Dango de tres colores? Aún tengo, pero es bastante curioso que pidas esos — La vi comenzar a moverse hacia la parte de atrás, pero aún escuchaba claramente su voz — Usualmente pides dangos de anko.
— No son para mí — Informé sacando el dinero para pagar, mientras ella regresaba con una bandeja con varias unidades del dulce que pedí.
— ¿Así que son un obsequio? — Asentí y ella me sonrió — Debe ser una ocasión especial o lo es la persona.
Parpadeé confundida, pero no porque no hubiera entendido sus palabras, sino que la referencia me hacía cuestionarme si eso realmente era de este modo, de hecho en parte me hacía reflexionar sobre mis motivos para estar consiguiendo ese pequeño obsequio ¿Aunque realmente tenía que haber un motivo profundo para ello? — Quizás ambas — Me limité a contestar sin entrar en muchos detalles.
— En ese caso espero que la persona que los reciba los disfrute — La mujer comenzó a empacar dos docenas en dos hojas de bambú, quedando seis en cada envoltura.
— Yo también lo espero — Le entregué el dinero suficiente y ella como último toque a mi orden guardó las dos envolturas en una bonita bolsa de papel, de color marrón claro, que tenía un pequeño logo de la tienda en sus costados.
— Bueno, ten una feliz noche Sakura-chan — Se despidió, a lo cual yo respondí igualmente antes de salir de allí y regresar a mi casa.
El paquete iba entre mis brazos, siendo cuidadosamente abrazado mientras pensaba un poco en las palabras de la mujer, realmente desde hace cuánto Uchiha Itachi se había convertido en alguien importante en mi vida, realmente no me molestaba, pero nunca me había puesto a reparar que sin darme cuenta ahora era alguien cercano, un amigo con el que compartía casi diario, entrenábamos, charlábamos e incluso nos íbamos a graduar a una edad temprana, todo parecía irreal, puesto que antes jamás pensé en llegar a tener un acercamiento de ese tipo con alguien que en el pasado se sentía inalcanzable, principalmente porque había sido un enemigo, y el siquiera pensar en ser "amiga" de un ninja renegado clase S, podía desembocar en dos resultados nada favorables, el primero era la traición hacia mi aldea, lo cual sería una clara declaración de que sería considerada como un ninja renegado y la segunda era una muerte segura, si no a manos de Akatsuki, hubiera sido a manos de Konoha; Viéndolo de cualquier manera era simplemente imposible imaginarlo en ese entonces, pero heme ahí, comprando Dangos para regalarle a ese mismo chico.
Una risilla se escapó de mis labios al comparar ambas descripciones en mi cabeza, la del ninja renegado, con la del serio y amable niño con el que compartía, principalmente era porque con la primera nunca podrías imaginar que tenía de comida favorita los dangos, y bueno en la visión presente era un poco difícil de imaginar, pero no imposible. Aún recordaba el cómo había descubierto el gusto de Itachi por el dango, fue un momento bastante casual, pero no menos sorprendente para mí; fue un día que regresábamos de entrenar, cansados pero satisfechos con los resultados dados en los campos, entonces yo tuve deseos de comer algo dulce, por lo cual le acompañe al interior del barrio Uchiha, hasta una de las casas de té, donde ingresé sin pensarlo mucho pero siempre bajo la atenta y curiosa mirada de mi amigo, que no dudo en preguntarme lo que hacía, entonces le propuse que comiéramos algo mientras descansábamos; Él no mostró problemas con mi propuesta, así que pronto se unió a mí, aunque realmente no me esperaba que pidiera nada demasiado llamativo, de hecho casi podía decir que esperaba algo similar a lo que pedía Sasuke cuando éramos genin, después de todo eran hermanos, con personalidades un tanto similares, así que no sería raro que tuvieran también gustos parecidos, pero claramente este lineamiento de pensamiento fue roto al ver que había pedido Dango de tres colores y un poco de té; mi cara seguramente fue un poema, pero uno que puso incómodo a mi acompañante, así que cuando lo noté tuve que cambiar mi expresión a una sonrisa nerviosa, claro que eso no evitó que preguntara el motivo de mi reacción, a lo cual mi respuesta fue que para mí era inesperado saber que le gustaban los dulces.
— Supongo que en parte fue tonto de mi parte pensar que no le gustaran — Murmuré mirando hacia el paquete en mis brazos — Como se dice no se juzga un ninja por las apariencias, siempre hay que mirar debajo de la superficie — Volví a reír al encontrar esta descripción perfecta para Itachi, quien como siempre era una caja de sorpresas.
Tal y como habíamos quedado, a las 7 en punto estábamos frente a la casa de Sasuke e Itachi, esperando a que nos abrieran luego de haber llamado, afortunadamente nuestra espera no fue prolongada, porque treinta segundos más tarde fuimos recibidos por Itachi, quien al vernos hizo una corta reverencia a mis padres y se hizo a un lado para permitirnos el ingreso — Felicitaciones Itachi-chan — Pronunciaron mis padres luego de entrar, para después ir directamente hacia donde se encontraba Mikoto-san y Fugaku-san, quienes nos esperaban un poco más allá, aunque yo permanecía atrás con mi amigo.
— Parece ser que están más contentos que nosotros — Le susurré. Itachi no me contradijo en lo absoluto, simplemente me observó, entonces, con su atención ganada aproveche para entregarle el pequeño obsequio, el cual miró con una expresión interrogante antes de tomarlo en sus manos — Es mi regalo de felicitaciones Itachi-kun, espero los disfrutes.
Terminadas mis palabras él abrió levemente el empaque, solo para ver que había en el interior, entonces su expresión se volvió una combinación entre la sorpresa y la alegría, esta última siendo reflejada solo en sus ojos oscuros, que pronto cayeron sobre mí, así que yo le dirigí una sonrisa amable antes de ir a saludar a sus padres. Itachi desapareció brevemente antes de regresar sin mi regalo, pero pude ver por sus facciones relajadas, que estaba satisfecho con mi obsequio, por lo cual deduje que lo más probable era que había ido a guardarlo.
— Tomen asiento — Ordenó la matriarca Uchiha mientras mi madre le ayudaba a transportar los platos a la mesa.
— Me imaginé que también tenías un gran talento Sakura — Me felicitó Fugaku-san, con su siempre semblante serio, pero en su voz había una nota de orgullo, algo bastante raro considerando que yo no era parte de su familia, pero su reconocimiento me hizo sentir feliz.
— Gracias — Fue mi respuesta, justo antes de que Sasuke entrara y se quedara observándonos un momento, pero luego solo caminó hasta uno de los asientos y se sentó, justo al otro lado de su hermano.
— Oh, Sasuke-chan hola — Saludaron mis padres, pero él solo asintió, mirándolos con una extraña seriedad, algo que me desconcertó bastante, pero luego pensé que probablemente sería incomodidad de vernos allí, por lo cual no le di muchas vueltas al asunto.
— Bueno brindemos por la graduación de Itachi y Sakura — Los mayores levantaron sus vasos, dando inicio a la cena, que estuvo bastante animada, llena de comentarios sobre el logro reciente; Itachi y yo permanecimos en silencio toda la cena, solo escuchando hablar a nuestras familias, cosa que repentinamente comenzó a hacerme sentir incómoda, y ansiosa, así que cuando terminé con mis alimentos miré a mi amigo, quien al igual que yo había terminado y parecía estar pensando en otro tipo de cosas, diferentes a las dichas en la mesa.
— ¿Podemos salir un momento? — Le pregunté en un susurro a mi acompañante, quien casi al instante sintió, dándome a entender perfectamente que él, al igual que yo se encontraba incómodo con todo el asunto.
En silencio y procurando que los mayores no lo notaran nos pusimos en pie y salimos al Jardín, donde nos sentamos en el suelo de madera que limitaba con el interior de la casa. Solté un suspiro y traté de disfrutar el viento frio que nos ofrecía la noche, un buen calmante para los nervios que se habían despertado en mi interior — ¿Qué opinas de todo esto? — Escuché que me preguntó mi acompañante.
Miré a Itachi, quien tenía la vista clavada en el cielo, pero sabía que estaba pendiente de mis reacciones, así que luego de pensarlo un momento respondí — Bueno… es una buena oportunidad para avanzar, y en cierto modo estoy feliz, pero… ¿Cómo decirlo? Me ha comenzado a tocar los nervios, es como si de repente recargaran un gran peso en mis hombros, esperando que lo lleve sin problemas.
— Entiendo — Miré su expresión ausente y entonces pude entender algo en lo que antes no había reparado, con respecto a la vida del chico; probablemente no solo ahora sino antes, se le habían asignado sin igual de responsabilidades, llevándolo hasta el límite, siempre tan presionado, pensando en las responsabilidades y las consecuencias de todo, nunca tuvo un descanso mental, preocupado en un mundo de adultos cuando solo era un niño. La realidad del pelinegro me golpeó con dureza, y sentí dolor de saber que probablemente toda su vida se sintió solo, especialmente luego de que ocurriera la masacre del clan, sin nadie en quien confiar realmente, simplemente haciendo las cosas a su paso para al final llegar al trágico final que no solo le marcó a él, sino también a Sasuke. Con los sentimientos de tristeza nacieron los de protección, los mismos que sentía por Naruto y Sasuke, así que tomé su mano y le miré directamente a los ojos, entonces, volteó a verme sorprendido por mi acción — ¿Qué…?
— Itachi-kun, hagamos una promesa — Inicié con seriedad, haciendo que él se incomodara ligeramente por mis acciones — Prometamos que nos vamos a esforzar por hacer lo mejor. Si tienes problemas o dudas, puedes venir que yo estaré aquí para ayudarte, no trates de cargar con todo tu solo — Mi mirada era completamente firme, pero con mi mirada le pedía que no fuera imprudente, que confiara un poco en mí, él se sonrojó levemente y yo levanté mi dedo meñique y lo coloqué frente a él — Promételo.
La duda se reflejó brevemente en sus facciones, pero luego se fue por completo, aunque no pude ver a que cambió, puesto que volteó su rostro, tratando de ocultarlo — Tú también — Dijo levantando su propio dedo meñique y tomando el mío.
Mi corazón latió de emoción y una pequeña sonrisa cruzó mis labios, entonces ambos pronunciamos — Lo prometo, y si miento me tragaré mil agujas — Nuestra promesa había sido cerrada, y con ello una nueva base en nuestra amistad, puesto que aunque no hubiéramos dicho oficialmente que éramos amigos, aquel gesto era un nuevo paso en nuestra silenciosa relación, que hasta ese momento solo había sido de cosas sencillas, como entrenar juntos y debatir de temas triviales, pero ahora era la promesa de que confiaríamos en el futuro y nos apoyaríamos en caso de que alguno de los dos se encontrara en una mala situación.
El día de la graduación y asignación de nuevos equipos llegó tan rápido que podía decir que había sido cosa de cerrar los ojos y despertar en el salón donde nos dirían que personas serían los que nos acompañarían en nuestro inicio de vida como genin. Estaba bastante ansiosa esa mañana, emocionada por ver que me deparaba esa nueva etapa ¿Con quién me tocaría hacer equipo? ¿Sería posible que me signaran con Itachi? Esas y más preguntas me habían estado rondando desde que me levanté, lo bueno de todo aquello es que ese día iba a resolver todas esas dudas. — Estoy nerviosa — Admití por lo bajo mientras jugaba con mis manos sobre mis piernas.
— Pareces más bien emocionada — Mencionó Itachi mirándome de reojo.
—Hm… quizás un poco — Admití ahora viendo a nuestro alrededor, donde todos y cada uno de los graduados que nos acompañaban eran mayores por cuatro años, y se conocían entre ellos, dejándonos a mi amigo y a mí como el único par solitario, cosa que no era extraña en nuestra posición actual.
— Silenció — Dijo entrando uno de los maestros al aula junto a varios Jonin que supuse serían los líderes de equipo de cada uno — Ahora vamos a comenzar a anunciar a los equipos, una vez terminado saldrán con su líder de escuadrón.
El método que empleaban era distinto al que habían hecho conmigo la primera vez, puesto que recordaba que primero nos habían anunciado los equipos, luego hubo un corto receso y más tarde ese día nos encontraríamos con nuestros sensei, pero en esos momentos las indicaciones daban inmediatez a la reunión final entre los nuevos equipos, claro que lo prefería de esa forma, ya que los nervios interiormente ya me estaban comiendo viva. — Bien… equipo 1… — Comenzaron llamando a tres chicos que jamás había visto, pero a los que no deje de prestar atención, puesto que si algo había aprendido era a que todo detalle era relevante en el futuro, incluso si en el momento no tuviera mayor importancia — Equipo dos, Inari Shinko, Izumo Tenma, Uchiha Itachi — Miré a mi acompañante y noté que estrechó levemente los ojos, observando a sus otros dos compañeros, quienes se habían puesto en pie y ahora se encaminaban hacia el que sería su sensei.
— Luego nos veremos Itachi-kun — Le murmuré antes de que se apartara demasiado como para no oírme — Y suerte —, él asintió para luego ir junto a sus nuevos compañeros, antes de ser guiado por su sensei fuera del aula.
Dos grupos más fueron llamados hasta que mi atención se retomó por completo en el maestro — Equipo cinco Haruno Sakura, Kishaba Tenryu y Shiratora Hayato — Me puse de pie y fui directamente hacia la puerta, donde el que sería mi Jonin a cargo esperaba, era un hombre de contextura delgada, cabellos cortos de color gris oscuro y ojos negros; pronto a mi lado estuvieron mis otros dos nuevos compañeros, pero no alcance a detallarlos, puesto que el hombre nos hizo automáticamente ir tras él, llevándonos entre los pasillos de la academia, hasta la parte de afuera, donde pronto comenzamos un recorrido hasta uno de los campos de entrenamientos cercanos, donde finalmente se detuvo y nos encaró mostrándonos una amable sonrisa.
— Bien, pueden sentarse, haremos una breve introducción de nosotros mismos antes de ir a los tecnicismos — Yo acaté la sugerencia y me senté con calma en el suelo, sin apartar demasiado la mirada de nuestro sensei; Mis dos compañeros parecían dudar un poco, pero finalmente se sentaron sobre el suave césped, esperando que era lo que diría el hombre frente a nosotros — Comenzaré presentándome, mi nombre es Fukushima Ken, seré su instructor a cargo — Hizo una pausa corta antes de continuar — Diré que hay varias cosas que me gustan, pero especialmente los paseos y el cambio de estaciones. Es todo lo que diré pero por su parte pueden decir sus sueños aspiraciones o motivos por los cuales decidieron convertirse en ninja. — Los tres nos quedamos en silencio viendo a Ken-sensei, así que él carraspeó y curvo una sonrisa nerviosa — ¿por qué no comenzamos por la derecha? Preséntate por favor.
El aludido hizo un leve gesto de incomodidad, pero poco después comenzó a hablar — Mi nombre es Kishaba Tenryu — Se detuvo un momento, notablemente incómodo ante la situación — Me gusta dormir los días de lluvia y me disgusta ser cuestionado, no tengo porque decirles mi sueño — El chico frunció notablemente el entrecejo, y se cruzó de brazos, fingiendo ignorarnos. Observe las facciones del muchacho, tenía los cabellos café oscuros, ojos violeta y piel blanca, vestía con una chaqueta de sudadera de color gris y pantalones azul oscuro, su protector ninja lo llevaba al cuello y sus botas ninja eran estándar, parecía bastante sencillo en cuanto a apariencia, pero su actitud y mirada irradiaba un alto orgullo y arrogancia.
— De acuerdo… — El sensei miró ahora al chico que estaba en medio, era un pelinegro, de cortos cabellos y mirada café, llevaba puesta una chaqueta de color café, abierta y debajo de esta tenía una camisa de color negro, en la parte inferior usaba unos pantalones cortos de color negro, botas estándar de igual color y en sus antebrazos tenía un par de protectores.
— Mi nombre es Shiratora Hayato, hay varias cosas que me gustan y disgustan por igual, pero por el momento no veo relevancia en mencionarlas, mi sueño es algo que solo yo puedo entender así que prefiero reservármelo para mí mismo — Acababa de notar que mis dos compañeros serían difíciles de llevar, ambos parecían sudar arrogancia, además de que podía sentir cierta hostilidad en su manera de comportarse, cosa que probablemente llevara a que nuestro trabajo en equipo se viera entorpecido en un futuro ¿Sería competitividad? Sea lo que fuera el ambiente era tenso y comenzaba a ser difícil respirar.
— Gracias Hayato — Parecía que el sensei pensaba lo mismo que yo, puesto que vi como torció un poco los labios en un gesto de incomodidad — Ahora… cerrando las presentaciones, por favor nuestra querida y única miembro femenina.
— S-si — Respondí saliendo de mis cavilaciones — Mi nombre es Haruno Sakura, esto… me gusta los juegos de preguntas, mis pasatiempos se limitan a la lectura y a refinar mis habilidades, mi sueño para el futuro… — Lo pensé un momento ¿Cuál era? Antes lo tenía tan claro, pero en la actualidad solo tenía un objetivo en la cabeza, cosa que no podía considerar que fuera un sueño — más que sueño, tengo el objetivo de ser cada vez más fuerte, para poder ayudar y proteger todos quienes me importan.
Mi respuesta pareció agradarle al hombre puesto que sonrió con alivio y luego se puso en pie — Bien, creo que tenemos un equipo bastante… diverso. — Él carraspeo y luego continuo — como sea, tengo que decirles que esto es simple formalidad, realmente existe otra prueba que tienen que aprobar antes de llegar a ser Genin, puesto que solo nueve serán escogidos para ser ninja oficialmente y comenzar a hacer misiones.
Mis dos acompañantes abrieron los ojos sorprendidos, mientras yo me mantuve tranquila en mi sitio esperando a que continuara con lo que diría — Espere ¿Qué quiere decir con eso? — Dijo Tenryu molesto mientras se ponía de pie — Si es de esa forma ¿De que sirvió el examen de graduación?
— Elección de candidatos — Murmuré para luego mirar directamente a los ojos a nuestro instructor — ¿Cierto Sensei? ¿O me equivoco?
— Estas en lo correcto Sakura-chan — Los dos chicos me observaron con seriedad, cosa que me incomodo, pero decidí que más importante sería la prueba que nos pondría el hombre.
— Entonces… ¿Cuál va a ser nuestro examen final? — Cuestioné.
El hombre nos miró seriamente por un momento antes de proclamar — Tengo un pase conmigo, el que lo consiga, pasará la prueba, los otros dos reprobaran, pueden tratar con todo lo que se les ocurra, incluso si sus intenciones son asesinas ¿vale? Tienen hasta la puesta del sol para tratar de conseguirlo — Era parecida a la prueba de Kakashi, solo que esta vez puso las cosas aún más complicadas para pensar, solo uno pasaría, un truco bastante obvio para alguien que ya había pasado antes por esto.
— ¿Vamos a luchar ahora? — Pregunto Hayato con seriedad.
— Por supuesto, claro que primero tendrán que dar conmigo, así que suerte con ello — Dicho esto desapareció del lugar, dando por inicio a la prueba.
Lentamente me puse de pie, y me giré para hablarle a mis compañeros, pero estos ni siquiera me determinaron, simplemente se habían visto con rivalidad antes de comenzar a moverse en toda dirección, dejándome sola en medio del campo de entrenamiento, y con una gota de sudor recorriendo la parte trasera de mi cabeza. — Tal parece que para decirles de que trata todo esto tendré primero que atraparlos — Mi pensamiento me hizo suspirar, e iba a comenzar a moverme cuando se me pasó otra idea para conseguir reunirnos, y determinar luego un plan de acción contra nuestro sensei; con una corta sonrisa me comencé a mover, esta vez borrando todo rastro de mi presencia antes de desaparecer de en medio del campo y ocultarme cerca de allí, esperando y observando cualquier movimiento que delatara la presencia de mis compañeros o de nuestro instructor.
Pase al menos media hora en el mismo lugar, antes de que escuchara el primer signo de lucha, así que con el sigilo que había reunido en todos mis años, me moví con rapidez entre los árboles, hasta que frente a mi apareció un claro, entonces me oculté y observé con atención mientras veía como Tenryu trataba de luchar contra Ken-sensei, pero con los movimientos de cada uno era clara la diferencia de niveles, puesto que mientras el chico lanzaba un golpe, el mayor lo esquivaba sin necesidad de moverse de su sitio, simplemente re direccionaba sus movimientos y lo lanzaba lejos— ¿Es todo lo que tienes? — Preguntó el mayor viendo como el chico le miraba con molestia.
— Usted se lo buscó — Tenryu formo algunos sellos antes de que moviera sus manos, como si estuviera dando sablazos en dirección al hombre, quien esquivó tres ráfagas de viento, que destruyeron parte del lugar en el que estaba segundos antes, formando cortes irregulares en el suelo.
— Una técnica que podría ser de gran calibre pero aún inmadura — Dijo Ken-sensei mirando al chico antes de aparecer tras él y golpearlo, lanzándolo contra hacia el lugar que había destruido — Además parece que gasta más chakra del que debería.
Tenryu comenzó a levantarse lentamente, manteniendo su expresión de disgusto al verse en esa situación, pero no tuvo que reaccionar, debido a que en ese momento el sensei bloqueó otro ataque, esta vez dado por Hayato, quien apareció de la nada, dando una patada hacia su rostro, pero fue tomado del pie y arrojado como el peli café, la diferencia es que el pelinegro dio un giro en el aire y aterrizó sobre sus pies. — Tsk — Chasqueó la lengua el chico para mirar al Jonin con una expresión de inspección, como tratando de ver a través de él.
— Bueno, ya son dos, me pregunto cuando nuestro tercer miembro se reunirá — Me tensé ligeramente, pero no dejé que mi presencia se hiciera notar, simplemente me quedé allí, observando, alerta por si descubría mi paradero.
— Esa enana perderá esta prueba — Pronunció Tenryu — Ni siquiera trate de buscarla, probablemente volvió a casa.
— ¿No le incluyeron en sus movimientos?
— ¿Qué movimientos? Hayato simplemente estorba — El pelinegro miró de reojo al peli café con una sonrisa arrogante.
— Lo dice el que le tiemblan las rodillas — Ambos chicos se observaron de mala manera con este comentario y yo al igual que el sensei suspiramos, la diferencia es que el mío fue un suspiro ahogado.
Miré el entorno y comencé a pensar en la forma de distraer al sensei para poder sacar a esos dos de allí y comentarles el verdadero propósito del ejercicio. — No creo que ustedes pasen — Dijo el hombre con calma, ganándose la mirada de los dos menores, — No tienen el nivel para enfrentarme y arrebatarme el permiso — Eso era cierto, de hecho en esos momentos yo misma dudaba mantenerme bien en una batalla de larga duración, así que tendría que emplear mi experiencia y medir mi chakra para no terminar con cero reservas antes de que culminara el tiempo límite.
— No me subestime — Dijeron ambos chicos lanzándose de lleno hacia el hombre, quien rodando los ojos en un rápido movimiento los volvió a esquivar, solo que esta vez para mi sorpresa, Hayato sonreía y conservaba cierto brillo de triunfo en su mirada, entonces colocando una mano en el suelo dio un giro sobre su propio eje, volviendo a quedar frente al hombre, luego cayó sobre sus pies, flexionando las rodillas para lanzarse en un ataque directo, solo que esta vez su brazo destellaba un leve resplandor, que luego noté era como electricidad rodeándolo.
— Él controla el elemento rayo… — Pensé con sorpresa viendo como esta vez el sensei se obligaba a retroceder, teniendo cuidado de ser tocado — Si lo direcciona a algún punto importante, podría paralizar alguna zona, imposibilitando el movimiento, incluso un Jonin se vería afectado de tal forma que en una situación real su vida correría peligro, a no ser que fuese médico y pudiera reparar el daño o bloquearlo.
— Valla, quien lo diría — Dijo Ken-sensei con una sonrisa — Tener ese as bajo la manga.
— No ha visto nada — Mencionó Hayato tratando de ir nuevamente hacia él.
—De hecho he visto más que suficiente — En ese momento él mismo formó sellos justo antes de colocar las manos en la tierra, haciendo que esta se abriera debajo del pelinegro y haciéndole caer inevitablemente en un profundo agujero — Eso bastará por el momento.
Estreché mi mirada y comencé a buscar en mi bolsa trasera un par de bombas de humo, listas para iniciar con mi pequeño truco, claro que para ello tendría que usar un poco más de chakra del que debería. — Le dije que era un estorbo — Tenryu había aprovechado y se había movido justo detrás del sensei, atacándolo esta vez con una kunai, que se enterró en la parte de atrás de su chaleco — Ahora con esto…— El chico sonrió acercando su mano hacia la bolsa del hombre, pero justo antes de tocarla el cuerpo desapareció siendo remplazado por un tronco — ¿Sustitución?—Exclamó sorprendido por esto.
— Eso era lógico idiota, él no es tonto — Hayato había logrado salir, aunque como noté por sus manos, que se encontraban ahora sucias y llenas pequeñas cortadas, no fue tarea de escalar con chakra
En ese momento Ken-sensei se puso nuevamente detrás de Tenryu e iba a golpearlo, cuando yo lancé las bombas de humo, seguido a esto hice un Kage Bunshin, que se lanzó hacia donde estaba el sensei, justo para distraerlo el tiempo suficiente, luego, cuando estallaron las bombas y dejaron parcialmente nublado el campo, me moví rauda hacia mis dos testarudos y tontos compañeros, logrando tomarlos a cada quien por las muñecas y después con un tirón, les hice seguirme con rapidez a través del follaje, hasta que consideré estar a una distancia prudente para hablar, y teniendo en cuenta que mi clon aún estaba distrayendo al mayor. — Tú, ¿Qué rayos crees que haces? — Me regaño Tenryu una vez se dieron cuenta de más o menos lo que había pasado — No vengas a interrumpir la batalla de los grandes, pequeña…
— Tenryu cállate — Dijo Hayato con una expresión molesta antes de mirarme con seriedad — ¿Qué haces Sakura? ¿Cuál es tu intención con todo esto? Si dices que nos estabas ayudando, la verdad es que arruinaste nuestra pelea, y tampoco creas que seremos unos caballeros que te cederán el permiso, nosotros también tenemos motivos para desear pasar.
— ¿Han terminado de decir cosas sin sentido? — Fruncí levemente el entrecejo y seguí concentrándome por si el sensei había hecho algún tipo de clon que fuera tras nosotros, o incluso que entretuviera a mi propia copia, que probablemente estuviera próxima a desaparecer.
— Cómo dices…
— Escuchen porque no hay tiempo para explicar, Ken-sensei puede venir en cualquier momento y arruinaría todo — Estreché mi mirada tratando de verme dura, aunque probablemente al ser más pequeña, me vería todo menos intimidante.
— ¿Qué quieres decir? — Hayato rodó los ojos, molesto, pero aun así escuchó.
— No podremos derrotar a Ken-sensei — Inicie, claro que ellos abrieron las bocas para refutar, pero me les adelanté — Al menos no individualmente, pero si trabajamos en equipo podremos conseguir el permiso. Además tengo que añadir que están cayendo justo en la trampa del ejercicio.
— ¿Qué trampa? Solo estás haciendo esto para engañarnos y pasar tu — Tenryu se iba a colocar de pie, pero le detuve jalándole del brazo.
— Si quieres puedes llevar el permiso, eso no es lo importante — Suspiré y ahora miré a Hayato — Nos colocaron en equipos de tres, pero no es para que luchemos entre nosotros, — Retomé la atención en el peli café — El sensei mencionó un permiso, pero no dijo que era para personas, solo dijo dos perderán, más cuando se trabaja en equipo no hay uno o dos, solo hay uno. Los ninja no trabajan individualmente, complementan sus habilidades en equipos.
— Digamos que lo que dices es cierto — Dijo el pelinegro — Cual sería el plan, y en caso que no lo sea.
— En caso de que no lo sea, yo no interferiré con la toma del permiso, ustedes pueden tenerlo — Los dos me observaban con desconfianza, pero antes de responder algo más mi clon desapareció, trayéndome información importante.
— Bien, en ese caso hay que armar un plan — Mencionó Tenryu de mala gana.
— Tengo uno — Sonreí suavemente — Escuchen yo seré la carnada, trataremos de acorralarlo con mis ataques, Tenryu si puedes usar de nuevo esa técnica de antes, sería excelente para mantener su atención en el ataque, mientras tanto nosotros le distraemos, Hayato aprovecha para inmovilizarlo con tu elemento, ataca a la pierna derecha, será más mejor ya que de las dos, esa es la dominante, así que mientras se acostumbra tendremos una brecha de veinte segundos a lo mínimo para poder conseguir el permiso.
Ambos chicos me observaron escépticos, claramente dudaban del plan y mis intenciones, cosa que me hizo fruncir el entrecejo con fuerza, especialmente porque sabía que no había más tiempo que perder, así que me levanté — Se supone que somos un equipo así que debemos confiar los unos en los otros, un ninja no puede hacer todo solo, piénsenlo un poco y cuando tengan la respuesta son bienvenidos para ayudar — Entonces me moví de mi sitio rápidamente, tratando de sentir a Ken-sensei, pero como era de esperarse su presencia estaba bien oculta, así que tome la decisión de soltar un poco de mi propio chakra mientras me seguía moviendo entre los árboles.
Pasó un tiempo, pero pronto sentí la presencia del Jonin cerca, así que me detuve fingiendo estar tomando aire, cuando en realidad estaba pendiente de mí alrededor, buscando con cuidado el lugar donde el hombre se estaba escondiendo y atenta a cualquier posible ataque. Me erguí y estaba respirando profundo cuando finalmente le sentí justo detrás de mí, así que rápidamente y antes de que pudiera percatarse de que estaba consciente de su posición, saqué un par de Kunai, me giré en su dirección y las lancé hacia él; mis armas fueron repelidas sin mucho esfuerzo, pero yo ya estaba sobre él lanzando otra tanda, que esta vez chocaron entre ellas para confundirlo antes de que solo dos de ellas se redirigieran por detrás, listas para herirlo, pero él logrando notarlas a tiempo, se movió, haciendo que estas solo rasgaran un poco de su camisa — Eso estuvo cerca — Comentó con gracia, buscándome con la mirada, pero nuevamente yo estaba en movimiento, esta vez debajo de él, lista para golpearlo, cosa que conseguí a medias, puesto que al instante de tocarle con mi puño usó un remplazo, desapareciendo de allí.
Me moví nuevamente, esta vez agachándome, y dejándome caer, dando un giro por del bajo del troncó en el que estaba situada para esquivar el golpe que trató de darme por la espalda; caí en una rama más abajo y miré hacia arriba, atenta a los movimientos del hombre que parecía levemente sorprendido por mi agudeza — Nada mal Sakura-chan, puede que consigas el permiso — Me dijo, pero yo había visto a través de sus palabras, siendo una técnica básica, en la que trataba hacer que me emocionara y perdiera la concentración, pero yo tenía experiencia en ese tipo de cosas, por lo cual solo sonreí, fingiendo caer en su trampa.
— Sensei… — Dije con una nota fingida de emoción mientras cerraba parcialmente los ojos, pero sin permitir que su presencia se perdiera, por ello cuando se movió detrás de mí para efectuar su ataque nuevamente, yo pude girarme rápidamente y encararlo, esta vez con una sonrisa un poco más arrogante — Ese viejo truco no funciona conmigo — Pronuncie mientras lanzaba mi puño, que esta vez logro conectar con su abdomen, haciendo que él saliera disparado un par de metros, y soltara un quejido ahogado por el dolor de recibir uno de mis golpes — La única manera que consiga ese permiso, será con mis compañeros, de otro modo no me interesa — Me volví a lanzar al frente, para tratar de golpearlo, pero esta vez el consciente de que mis golpes serían duros de afrontar, lo evadió con más urgencia, esta vez colocando una expresión seria.
— Había oído del tercero que tenías un pequeño truco, pero no me imaginé que fuera en cuestiones de fuerza — Yo apreté mis puños y cargué un poco de chakra en ellos, lista para continuar con mí serie de ataques, los que sabía que ahora se tomaría en serio.
— No creo que sea lo único en lo que deba pensar Ken-sensei — Proclamé con una sonrisa al notar cerca los chakra de los dos varones restantes — Hay más trucos bajo mi manga — Dicho esto y reuniendo chakra en mis pies me lancé a una buena velocidad hacia él, haciendo que él volviera a esquivarme, esta vez hacia un lateral y listo para lanzar un contra ataque, pero yo habiendo visto su intención dirigí mi puño hacia el suelo y le golpeé soltando el chakra contenido, y haciendo que la tierra se quebrara y él perdiera ligeramente el equilibrio, permitiéndome re acomodarme para poder atacar nuevamente, pero parecía que él iba a comenzar a tomárselo en serio, puesto que le vi hacer señales de mano, que pronto reconocí como un genjutsu, el cual cayó pronto sobre mí, cambiando el panorama a uno en el que él había desaparecido y en el suelo había quedado una hoja de papel, donde se leían las palabras de aprobación del examen.
— Tengo que decir que luego de ver los genjutsu de Shisui esto es un poco triste — Pensé mientras reunía chakra y con simpleza decía — Dispersar — La realidad volvió a aparecer, y justo a tiempo porque apenas me dio tempo para colocar mis brazos frente a mí y bloquear el golpe que me lanzó contra un árbol.
Solté un quejido pero no me permití caer al suelo, en cambio luche para reponerme y encontrar al hombre, que había vuelto a moverse y esperaba a atacarme — Era de esperarse de un Jonin — Dije respirando hondo y esta vez cargando gran parte de mi chakra en mi puño, pensando hacer un verdadero cráter, lista para sacar al escurridizo sensei de donde quiera que estuviera — Si quiere jugar al gato y al ratón, en ese caso, yo quiero ser el gato ¡Shannaro! — Proferí cuando volví a estrellar mi puño contra la tierra, haciendo que en esta ocasión se quebrara en un radio de veinticinco metros, tumbando árboles y demás en el camino y con ello logrando percibir la sombra del hombre al moverse, entonces rauda saqué algunos shuriken y los lancé en su dirección, calculando el momento justo en que trataría de evadirlos y los pasos que daría, por ello mismo no notó del todo cuando llegué a su lado y lancé una patada, que apenas si fue detenida, antes de que yo saltara, y por encima de su cabeza lanzara ahora mi puño, el cual fue también detenido.
Sentí chakra en mi espalda y entonces me dispuse a sacar el propio para camuflar el que estaba a punto de disparar — Nada mal Sakura, realmente tengo que admitir que no es por nada que has salido antes de la academia, pero dudo que pase de aquí — Sonreí suavemente y con algo de cansancio.
— Yo también lo dudo — Mencioné antes de con mi brazo libre lanzar otro embate en modo de distracción, para que no viera la patada que lancé por debajo y que logró conectar con su mentón, haciendo que no solo me soltara en el proceso sino que lo aturdió levemente — ¡Tenryu! — Proferí saliendo del lugar justo cuando el chico lanzó el ataque de viento.
El sensei trastabillo unos pasos hacia atrás pero logró evadirlo a tiempo — No esperaba eso — Comentó soltando una sonrisa, y comenzando a preparar sellos, a lo cual yo me preparé, puesto que ya había visto a Hayato a unos pasos detrás de él, así que yo también comencé a hacer sellos — Veamos si lograré poner en práctica el entrenamiento de Shisui contra un Jonin — Finalicé los sellos justo antes que él, y logre lanzar la técnica ilusoria, que solo duraría unos segundos.
— Hayato — Dije con dificultad al sentir mi chakra en niveles ya algo bajos, por lo cual deducía que solo podría hacer dos movimientos más antes de quedar completamente drenada.
El pelinegro no necesitó que repitiera su nombre puesto que se movió a tiempo para lograr usar el elemento rayo en la pierna del sensei, justo en el momento en que salía de mi ilusión — Qué… — El hombre miró a mi compañero quien le sonreía con arrogancia.
— Le dijimos que no nos subestimara — Pronunció él mientras yo me lanzaba con las pocas energías que tenía, seguida de cerca de Tenryu, quien igualmente se había movido hacia el hombre.
— ¡Shannaro! — Dije cuando impacte con mi puño en su brazo, claro que esta vez el golpe fue de menor grado, ya que no tenía suficiente energía, por lo cual escasamente logré herirlo en cuestiones de dolor, quizás un pequeño hematoma se formaría pero nada más.
Tenryu fue parcialmente detenido por el otro brazo del sensei, y decía parcialmente, porque el peli café había hecho un ataque doble, impactando con su pie en las costillas de Ken-sensei — Misión cumplida — Escuchamos a Hayato, quien vimos estaba con el bolso trasero del hombre en una mano, sonriendo como un niño.
— Casi cumplida — Dije justo antes de que el hombre que estábamos atacando se desvaneciera, en el aire, junto con la supuesto porta armas que tenía el pelinegro.
— Pero qué… — Pronunciaron los dos chicos con molestia y asombro, mientras yo caía sobre mis rodillas y respiraba con dificultad.
— Kage Bunshin, no son muchos los Jonin que lo hacen — Pronuncie mirando hacia un lateral — ¿Cierto Ken-sensei?
— ¿Lo sabías? — El hombre apareció sin problemas, mirándonos complacido.
— En gran parte sabía que estaba siendo muy fácil, así que me lo imaginé — Le vi reír por mi respuesta.
— ¿Entonces hemos fracasado? No me voy a quedar así — Dijo Tenryu mirándome de mala forma, e iba a continuar pero fue interrumpido.
— De hecho iba a decirles que lo han hecho bien, realmente me sorprendieron con su pequeño trabajo en equipo, y tengo que admitir que han aprobado la prueba — Mis dos compañeros abrieron los ojos y miraron incrédulos al hombre.
— Espere, no hemos conseguido el permiso ¿Cómo es que aprobamos entonces? — Preguntó Hayato con el ceño fruncido.
— Pues bien… de hecho no había permiso alguno, simplemente dije que había uno para ver si realmente merecían convertirse en genin — Ellos parecían a punto de reclamar, pero el hombre les interrumpió — El ninja no puede enfrentar todo solo, por ello han sido asignados en equipo, porque deben aprender a cooperar entre ustedes, de esa manera aumentan las posibilidades de sobrevivir. Tengo que felicitarlos porque en poco tiempo lograron formar una estrategia y combinar sus habilidades para tratar de combatirme, y eso es sorprendente, puesto que realmente son tan diferentes que no pareciera que pudieran conectar de ningún modo.
Miré de reojo a Hayato y Tenryu, quienes parecían un poco incomodos por las palabras, quizás porque escucharlas reafirmaba lo que les había dicho antes — Eso quiere decir… — Decidí romper el silencio incómodo y mirar a nuestro sensei, quien sonrió ampliamente.
— Eso quiere decir que desde mañana el equipo cinco comenzara a realizar misiones en conjunto, aunque claro, también tendremos varias sesiones para perfeccionar su trabajo en equipo — Mis ojos brillaron emocionados y volví a reparar en mis dos nuevos compañeros, quienes parecían satisfechos con la noticia, puesto que se miraron y sonrieron con complicidad.
— Gracias Sensei — Pronuncie logrando ponerme de pie y sonriendo ampliamente, feliz de saber que finalmente comenzaría mi nueva vida de genin, en la que esperaba conseguir avanzar mucho más de lo que llevaba hasta el momento.
Recordar los hechos que habían pasado en esos tres años, luego de haberme graduado, podía ser tanto gratificante como doloroso por partes iguales, aunque siempre quedaba la experiencia para el futuro, recordándome que no debía confiarme demasiado, que siempre tenía que ver más allá y nunca subestimar las circunstancias que me rodeaban. Si iniciaba el recorrido de los hechos importantes en el tiempo que había transcurrido, podría decir que más o menos, siete meses luego de nuestra promoción a genin, recibí la noticia de que Itachi había perdido a su equipo, aunque el hecho fue provocado cuando su compañero había muerto de forma brutal en una de las misiones, esto tuvo como primera consecuencia que su otra compañera se viera notablemente afectada y terminara dejando la vida como ninja, la segunda cosa y que no sabía si considerarlo como bueno o malo, fue que el Uchiha había despertado su sharingan a solo la edad de ocho años, cosa que solo Shisui y yo sabíamos no le había alegrado del todo, al ver que había conseguido ese poder sobre la vida de un amigo, por consiguiente, fue mi tarea y la de nuestro amigo mayor el apoyarlo en esos momentos en que se encontró ocultando a su familia lo que sentía.
Mi vida como genin tampoco fue tan brillante, puesto que en mi segundo año con mi equipo, nos fue asignada una misión en la cual teníamos que proteger a un herrero, algo que era completamente normal y que parecía carecer de completa importancia, o al menos eso habían estado diciendo Hayato y Tenryu momentos luego de salir, algo que sinceramente hizo que después lamentáramos el momento en que salieron esas palabras de sus labios.
Flash Back
La misión en un principio fue algo sencillo, sin inconvenientes evidentes, hasta que llegamos a nuestro destino, donde nos turnamos para mantener un ojo sobre nuestro cliente; en el turno que teníamos Ken-sensei y yo, los otros dos miembros del equipo se encontraban haciendo reconocimiento por el área, fue entonces que todo se salió de control, puesto que en medio de la noche escuchamos un fuerte estruendo que venía del bosque, seguido de los gritos desgarradores de Hayato y Tenryu. Yo no dudé en salir disparada hacia el lugar y el sensei tampoco, llevando con nosotros a nuestro cliente, quien al menos era fácil de tratar y entendía bien las circunstancias. Al llegar al lugar de donde había provenido el escándalo, quedé helada por unos segundos, ya que la vista que se alzaba ante mí era escalofriante; mis dos compañeros estaban heridos, Tenryu arqueado en una de las ramas bajas de uno de los árboles, con los brazos y piernas colgando, mientras algunas gotas de sangre se escurrían entre sus miembros, y Hayato estaba justo en las raíces del mismo árbol, sus piernas abiertas, los brazos en medio de estas, su cabeza caía inerte hacia enfrente haciendo que sus cabellos ocultaran su rostro.
La escena era peor que el primer genjutsu en que Kakashi alguna vez me había inducido, y hacía que mi sangre se sintiera helada, propagando la sensación por todo el cuerpo y haciéndome temblar y sudar. La voz de Ken-sensei me hizo despertar de mi momento de shock, haciéndome olvidar por completo el hecho que ellos no me habían visto jamás usar mis técnicas curativas, solo una vez las había empleado en una misión y en ese caso fue con Itachi y Shisui. Corrí con rapidez hasta donde mis compañeros, mientras nuestro Jonin a cargo se encargaba de bajar a Tenryu del lugar donde se encontraba, colocándolo con delicadeza en el suelo, yo por mi parte me acerqué a Hayato y con suavidad lo coloqué de forma horizontal, justo al lado de nuestro otro compañero, entonces con rapidez tomé su pulso y respiración, aliviada levemente de que aún mantenían sus funciones, además aunque sus heridas eran profundas no había ninguna que significara que iban a morir. Enfoqué el chakra en la palma de mis manos y las coloqué sobre el pecho de cada uno, comenzando a evaluar daños internos, entonces les vi moverse lentamente, fue primero Tenryu, quien abrió los ojos y nos observó con expresión adolorida, luego Hayato se movió y comenzó a tratar de incorporarse, acción que yo detuve de inmediato al colocar mi mano en su hombro e impulsarlo hacia abajo — No se muevan, las heridas podrían empeorar si lo hacen.
Ellos me observaron e iban a replicar, cuando repentinamente sentí como si el tiempo se hubiera congelado, aunque en realidad solo había quedado todo en silencio, y el ambiente se tornó frio, presagiando el momento antes de que sintiera como había sido empujada hacia atrás, al igual que Ken-sensei, estrellándome con un roble y quedando apartada de nuestros compañeros, quienes alarmados se movieron imprudentemente, pero logrando esquivar a su agresor, alguien que por la oscuridad no logré detallar. — Idiota… — Escuché que decía Tenryu poniéndose de pie y tomando una Kunai, igualmente Hayato le secundo, aunque podía ver claramente que por sus heridas y niveles de chakra no lograrían hacer nada contra la figura misteriosa, quien simplemente estaba de pie e inmóvil en medio del lugar.
— Te enseñaremos a no meterte con nosotros — Volvió a pronunciar el peli café para seguido de esto lanzarse contra el sujeto.
— ¡Basta Tenryu! — Grité intentando en un intento de detenerlo, pero él no me escuchó, simplemente siguió hacia adelante.
Lo siguiente que paso fue en un breve instante, pero que pasó como en cámara lenta frente a mis ojos; La figura misteriosa levantó la mano y entonces una cuchilla apareció en ella, luego se movió y en un solo movimiento hirió a Tenryu en el abdomen, rajándolo de lado a lado — ¡Tenryu! — Pronunciamos Hayato y yo al mismo tiempo, mientras veíamos como el cuerpo de nuestro compañero caía pesadamente al suelo y un gran charco de sangre comenzaba a formarse.
Me puse de pie, lista para intervenir, cuando volví a ver al misterioso hombre moverse, esta vez se dirigía hacia Hayato, quien fue tomado desprevenido, y aunque trató de apartarse y detener el ataque, su cuerpo no reaccionó a tiempo, consiguiendo con ello un corte de profundidad en el pecho, solo que este iba en diagonal, iniciando desde la esquina inferior izquierda de las costillas hasta su hombro derecho. Parpadeé sin saber exactamente que era realmente lo que había ocurrido, puesto que todo había sido tan rápido, lo único que supe fue que luego de esta escena, Ken-sensei finalmente se había movido, atacando al agresor, quien esquivó el embate inicial y se apartó, para poco después simplemente desvanecerse en el aire, como si hubiera acabado con lo que venía a hacer allí. — ¡Sakura! — La voz de mi capitán me llegó como algo lejano, simplemente tenía en la mente una cosa, por ello sin pensarlo demasiado use un clon de sombras, dejando la mitad de mi chakra con él, y luego mandándolo donde estaba Tenryu, mientras yo corría hacia Hayato, que estaba más cerca — Necesitamos parar la hemorragia y… — Estaba diciendo el hombre, pero yo le interrumpí.
— Valla con mi clon y Tenryu, Sensei, trate de contener la hemorragia con la presión mientras mi clon trata de cerrar la herida — Pronuncie, mientras colocaba mis manos sobre Hayato.
— Sakura, necesitan un médico, lo que podemos hacer es…
— ¡Yo soy médico! — Proferí con la mirada encendida en determinación y desesperación por partes iguales, sin pensar realmente en mi posición actual, solo hablé con la verdad en su más pura expresión — Ahora sensei, haga lo que le pido — Antes de que siguiera a reclamarme mis manos se encendieron en chakra verde y comencé a tratar la herida del pelinegro, quien estaba perdiendo gran cantidad de sangre, al igual que su respiración mermaba lentamente — Vamos Hayato, sé que eres un chico fuerte, no puedes morirte por esto — Dije poniendo toda mi concentración en mi labor, apartando de mí cualquier pensamiento innecesario y abstrayéndome de tal forma que ni siquiera había sentido en que momento Ken-sensei se había apartado y había cumplido mi orden.
Fueron los minutos hasta el momento, más angustiantes de mi corta vida, especialmente porque en más de una ocasión sentí que le perdía, y mi chakra comenzó a tocar los fondos de mi reserva de emergencia, recordándome que aún estaba en proceso de ahorro de chakra, — No te dejaré morir — Murmuré con el sudor recorriendo mi frente y deslizándose por mis facciones — Así que también has de tu parte testarudo y problemático mocoso — Mi chakra se encendió un poco más mientras la herida mostraba signos de estar casi por completo cerrada, y habiendo detenido el sangrado. Tomé una profunda respiración y poniendo todo de mí terminé con mi tarea, cayendo finalmente sentada, luego de haber estado tanto tiempo sobre mis rodillas. Acerqué mi mano hasta su muñeca y tomé su pulso, notando que era bajo, pero no lo suficiente como para poner su vida en riesgo, ahora lo que me preocupaba era su pérdida de sangre, aunque para ello podíamos esperar un poco.
Sonreí aliviada al comprobar que el chico estaría bien — Sakura… — Escuché que me llamó, así que me acerqué un poco para examinar su rostro, que presentaba algunos cortes y estaba bastante pálido.
— Estoy aquí — Mencioné con un par de lágrimas en los ojos — Eres realmente problemático.
— Me… salvaste la vida… — Iba a responderle cuando un fuerte grito lo interrumpió.
— ¡Sakura, rápido! — Mi alivio bajo en menos de un segundo, me giré a mirar a Ken-sensei, quien estaba con una mirada muy seria, mientras aún tenía sus manos sobre el cuerpo de Tenryu, el cual como pude notar no tenía buena pinta, de hecho mi clon parecía más desesperado, así que fácilmente pude ver que las cosas no estaban saliendo bien.
Me puse de pie como pude y entre traspiés por el cansancio me acerqué, llegando a caer justo al lado de mi clon, que desapareció en una nube de humo, dándome toda la información sobre el procedimiento que había estado llevando a cabo, y dejándome con una sensación amarga en la boca, pero que no me hizo dudar en poner mis manos sobre el cuerpo moribundo de mi compañero de equipo — No… no, no, no — Dije mientras forzaba a salir a mi chakra, pero este no era suficiente, simplemente estaba bajando y subiendo con cada intento que daba por mantenerlo estable, pero era algo inútil, podía sentir el palpitar en mi cabeza, anunciando que había drenado casi todo y que pronto me desmayaría — Tenryu, por favor — Murmuré con voz quebrada, consciente de que eso no estaba para nada bien, de hecho podía sentir con claridad como la vida estaba escapando de su cuerpo, como sus pulsaciones se hacían cada vez menores y su respiración mermaba, hasta que simplemente se detuvo. Me quedé helada en mi lugar, mirando el cuerpo inerte de mi compañero que yacía bajo mis manos perdiendo la poca calidez que le quedaba, su rostro, desprovisto de todo color que comenzaba a tornarse morado ante la falta de vida — No… — Salió de mis labios en un hilillo de voz junto con unas gruesas lágrimas que comenzaron a caer por mi rostro, mientras mi cuerpo comenzaba a balancearse hacia adelante y hacia atrás, privado de la fuente de energía que lo mantenía en funcionamiento.
— No podemos salvar a todos — Escuché a Ken-sensei antes de que lo sintiera tomarme por la espalda, evitando así que cayera por completo cuando finalmente mi mundo se oscureció dejándome en la completa inconsciencia.
Fin flash Back
Tenryu había muerto, y aunque esto fue una de las cosas más dolorosas por las que había pasado, no me permití caer allí, puesto que esto solo me hizo darme cuenta de lo que significaba perder a un compañero en batalla y reafirmó mi propósito para hacerme aún más fuerte; conté además con el apoyo de mis amigos en esa ocasión, dándome ánimos para continuar y recordarme porque estaba haciendo todo aquello. Podía decir que había habido muchas cosas dolorosas y duras, pero no fueron las únicas que valían la pena decir, puesto que en esos mismos años había aprendido de manos de Ken-sensei a usar jutsus de agua, que aunque yo no tuviera afinidad con el elemento, gracias a mi gran control de chakra pude dominar con el esfuerzo suficiente, añadiéndolo a mi repertorio de técnicas; también poco tiempo después de la muerte de mi compañero había conseguido completar el byakugou, dejando finalmente mi chakra circular con normalidad y dándome un as bajo la manga para cuando se requiriera, claro que eso era un secreto, por lo cual cuando el pequeño rombo apareció en mi frente, el modo de usar mi protector cambió, dejándolo esta vez sobre mi frente, ocultando mi técnica de los ojos de cualquiera, incluso Shisui e Itachi no sabían nada, principalmente porque no sabía que decirles al respecto si lo llegaban a ver, ya era suficientemente sospechoso que llevara las técnicas de ataque y curación de Tsunade-sama, como para que también usara un jutsu que ella misma desarrollo en base a la técnica del primero.
Si, muchas cosas habían pasado y estaba segura que seguirían pasando, especialmente en esos momentos, en los que, con diez años recién cumplidos y siendo el mes de abril, nos encontrábamos Hayato y yo observando a nuestro sensei, ambos con expresiones diferentes en reacción a la noticia que nos acababa de dar, siendo la de mi acompañante una de sorpresa y la mía de sentimientos encontrados — ¿Examen chunin? — Pregunté insegura de haber escuchado bien.
— Así es, los he nominado a ambos para presentarlo — Entonces de sus ropas sacó dos solicitudes que nos entregó.
— Pero el examen se hace en equipos de tres, nos hace falta un integrante — Insistí confundida y tratando de no ahondar más en el tema de Tenryu, que aún era como una herida abierta para todos nosotros.
— Eso es cierto, pero existe otra persona que no tiene equipo — Mis ojos se abrieron un poco más que antes al caer en cuenta que tenía razón, había otra persona que estaba escasa de un equipo completo.
— Se refiere a… — Empezó Hayato frunciendo levemente el entrecejo.
— Uchiha Itachi, sí — Mi sensei sonrió y sacó una tercera solicitud — Hokage-sama me pidió que le entregara esto, pero quería pedirte Sakura, que siendo tu más cercana a él se la dieras.
— Pues no tengo problema en hacerlo — Tomé la solicitud de mi amigo y la observé un momento antes de volver mi atención de regreso al hombre quien parecía ligeramente aliviado.
— Te lo agradezco, ahora podré ir a hacer algunos pendientes, bueno eso es todo lo que tenía para decirles por hoy, así que nos vemos — Dicho esto él se marchó en una nube de humo, dejándonos solos.
— Siempre hace lo mismo — Gruño mi acompañante recostándose contra uno de los árboles — Un día de estos descubriré que es lo que tiene que hacer que es tan importante.
— Sabes que Ken-sensei tiene sus momentos de rareza — Sonreí levemente — además dudo que quiera descubrir que es lo que hace.
— Yo mencioné que yo lo haría, no dije que fuese a involucrarte en el asunto — Las palabras de mi compañero me dolieron un poco, pero decidí no exteriorizar mi malestar, de hecho estaba acostumbrada a sus siempre palabras cortantes, claro que no siempre era así, habían momentos raros en los que se comportaba amablemente.
— Entonces, ten suerte en eso — Comenté guardando lo que me había dado el sensei y dispuesta a marcharme.
— ¿Iras a buscar al Uchiha? — Su tono se escuchaba molesto, y noté que pronunció el apellido de mi amigo con algo de desprecio.
— Ese era mi plan, aunque ahora que lo pienso… — Le observé un momento antes de continuar — Quisiera saber primero tu opinión sobre esto.
Hayato enarcó una ceja ante mi pregunta, pero poco después respondió — No creo tener problemas al hacer el examen — Fruncí el entrecejo en desacuerdo con sus palabras, principalmente porque anteriormente, luego de haber escuchado una oración similar, él había resultado herido de gravedad y nuestro otro compañero ahora residía a más de diez metros bajo tierra; otra cosa que me molestaba era que los recuerdos de los dos exámenes chunin que había hecho, no eran los mejores, especialmente el primero, en donde junto a Naruto y Sasuke casi habíamos muerto, y además estaban los incidentes posteriores con Orochimaru y todo el drama que eso desató más tarde, afortunadamente el segundo, aunque tuvo sus complicaciones al final y también fue cancelado, sirvió para que todos los novatos — Excluyendo a Naruto y Sasuke al estar fuera — Junto con el equipo de Guy-sensei fuéramos promovidos a chunin, con solo la excepción de Neji, quien en esa ocasión fue ascendido hasta Jonin.
— Mira que estar tan confiado no es bueno Hayato — Coloqué mis manos en las caderas y me incliné un poco mirándolo fijamente y notando que se puso levemente nervioso ante mi observación.
— Si lo dices por lo de antes…
— Lo digo por eso y más — Mi frente se frunció un poco más y di un paso al frente — El examen Chunin no es un juego, realmente es peligroso, al igual que cualquier misión, después de todo eso determina si tienes las capacidades para dirigir un escuadrón, es responsabilidad grupal.
— Oh, ¡de acuerdo! — Profirió exasperado mientras se revolvía el cabello que caía sobre su rostro, descubriendo con levedad la única cicatriz que le había quedado en el rostro, siendo esta una con forma de luna en su fase creciente, algo que hizo que mi estómago se revolviera ligeramente al recordar los hechos del tiempo pasado — No me confiaré ¿Contenta?
— Un poco — Me aparté suspirando, y observando hacia otro lado, tratando de apartar los pensamientos deprimentes.
— Si puede justificar mis palabras anteriores, estoy confiado porque eres tu mi compañera de equipo — Me sorprendieron sus palabras así que volví para observarlo mejor, notando un leve sonrojo en sus mejillas — Confió solo en ti para hacer esto bien, por ello preferiría que nos dejaran hacer el examen solo a los dos.
Sonreí un tanto agradecida por su confianza — Agradezco el voto de confianza Hayato, pero creo que es mejor que seamos tres, de esa forma nuestras posibilidades aumentarán aún más — Le vi fruncir el entrecejo y apartar la mirada con molestia, luego murmuró algo que no logre entender, pero antes de preguntar él se adelantó a hablar, esta vez más fuerte que antes.
— Haz lo que consideres conveniente Sakura — Dicho esto se giró y comenzó a marcharse— Nos veremos.
— Sí… — Respondí un tanto confundida por su repentina acción, pero luego de perderlo de vista comencé yo misma a moverme en dirección al complejo Uchiha, donde seguramente encontraría a Itachi, o al menos era la probabilidad más acertada, después de todo según recordaba ese día no tendría misiones, así que estaría seguramente en algún lugar entrenando o descansando, pero era seguro que a esa hora no estaría en casa.
Recorriendo rápidamente las calles de la aldea, volví a pensar en mi compañero, podía decir que nuestra relación no estaba muy cerca de ser lo que alguna vez tuve con mi viejo equipo, de hecho en un principio la relación con Hayato era tensa, incluso cuando aún vivía Tenryu, quien al igual que él me tenía cierta aversión, supuse yo al encontrarme en un nivel algo arriba de ellos, siempre destacando más de lo que lo hacían, pero claro no era algo que yo hubiera hecho a propósito; sea como fuere, de los dos, al menos el pelinegro tenía sus temporadas en que se portaba amablemente, llegando a desconcertarme bastante sus cambios de humor repentinos, pasando de la arrogancia pura y comentarios cortantes, a los halagos y miradas neutrales pero suaves, con Tenryu nunca tuve la posibilidad de llevarme ni un poco bien, algo que me entristecía cada vez que recordaba que eso había quedado allí. Luego de la misión en la que nos vimos reducidos a tres, Hayato había cambiado ligeramente, parecía que le había afectado a un grado que yo no comprendía, pero al mismo tiempo me di cuenta que había estado tratando de ser lo más amistoso posible conmigo, llegando a mostrarse un tanto más abierto.
Me detuve en una de las ramas de un alto roble mientras observaba en dirección al lago, donde pude observar que estaba la persona que buscaba, sentado a las orillas mientras mantenía un libro entre sus manos. — Itachi-kun — Llamé bajando de mi lugar y acercándome rápidamente, hasta que solo quedo medio puente de distancia entre nosotros, mientras tanto él levantó la mirada de su lectura y me observó, haciendo un leve gesto de reconocimiento — Menos mal te encontré rápidamente. ¿Cómo has estado? — Con pasos más suaves corté toda la distancia que nos separaba y me senté a su lado.
— Bien — Su mirada se quedó fija sobre mí, poniéndome ligeramente nerviosa — ¿Cómo te fue en la reunión de equipo?
— Excelente — El asintió ante mi respuesta.
— ¿Me buscas para algo? — Cuestionó ahora entrando al punto principal.
Casi tan rápido como había decidido entrar en el tema yo sonreí, y saqué el formulario de inscripción de los exámenes chunin, entonces se lo tendí — Venía a atraerte esto — Informé con calma — Estas invitado a presentar los próximos exámenes de chunin, con Hayato y conmigo — El recibió la hoja y se quedó mirando la solicitud, parecía estar interiormente debatiéndose algo, aunque solo duró algunos segundos, puesto que después solo suspiro y comentó con una voz neutra — Es en una semana ¿Estas lista para el examen?
— Por supuesto que lo estoy — Comenté con seguridad — No estoy confiada si es lo que piensas, pero creo en mis habilidades y sé que podemos hacer esto los tres juntos.
Su mirada fue más suave que antes y pude ver que curvaba levemente los labios, en una sonrisa casi imperceptible — En ese caso no hay mucho más que decir — Comentó cerrando su libro y guardándolo junto con la Hoja — Solo tenemos unos días para prepararnos.
— Estoy completamente de acuerdo con eso — Me puse de pie en un salto y esperé a que él hiciera lo mismo, solo que más tranquilo y con la suavidad típica de un Uchiha. Con los planes claros nos encaminamos hacia nuestro campo de entrenamiento favorito, donde iniciaríamos una tarde de entrenamiento bastante entretenida.
Estaba caminando tranquilamente por las calles de Konoha hacia cierto local de ramen, que desde hacía dos años frecuentaba en ciertos días, especialmente en los momentos antes de que tuviera algún evento importante. En dos días sería el examen chunin, y yo había estado entrenando junto a Hayato e Itachi, aunque ambos por separado, ya que por algún extraño motivo, mi compañero de equipo parecía tener cierta aversión por mi amigo, por lo cual siempre tuve que repartirme el día entre ambos, logrando que al final quedara bastante cansada y deseosa de caer sobre mi cama y no levantarme en un buen tiempo; lo bueno de todo ese esfuerzo era que podía dar fe de que me había hecho muy fuerte, logrando superar mi viejo nivel y logrando mantener batallas consecutivas, las cuales no eran en lo absoluto sencillas, especialmente las que tenía con Itachi en las tardes.
Una sonrisa suave se posó en mis labios, y seguí caminando sin demasiadas preocupaciones, solo ansiosa por ponerme a prueba en el próximo examen. — ¡Largo de aquí! — Resonó un grito en toda la calle, llamando la atención no solo mía, sino de varias personas que estaban alrededor, quienes comenzaron a murmurar por lo bajo.
— ¡Pero no hice nada malo, solo estaba viendo! — Mi corazón se detuvo por un fragmento de segundo y entonces de forma automática me dirigí hacia el lugar donde estaba siendo provocado el alboroto, encontrándome con una escena nada agradable para mí.
— Eres una peste — Escuché justo cuando vi tendido en el suelo, con algunas raspaduras en manos y rodillas a Naruto, quien observaba con una expresión de ira y dolor al hombre de una tienda, el cual se encontraba observándolo con desprecio, además de sostener en su mano una piedra, la cual pocos segundos más tarde se la lanzó al pequeño rubio.
No dudé en moverme y antes de que el niño pudiera ser impactado, me coloqué frente a él, deteniendo la roca con mi mano y observando con frialdad al hombre que estaba agrediéndolo, luego haciendo alarde de mi fuerza, pulverice sin mucho esfuerzo el objeto en mi mano, en un claro gesto de intimidación. — ¿Estás bien? — Le cuestioné a Naruto mientras me giraba hacia él, le tendía la mano y le dedicaba una dulce sonrisa.
Él pareció dudar un segundo, pero al ver que yo no hacía nada para lastimarlo, acercó lentamente su mano hasta la mía, y entonces yo le ayudé a ponerse en pie, luego con suavidad sacudí el polvo de sus ropas, — Oye… — El hombre de la tienda me hablaba, pero yo me tomé un minuto mientras dejaba presentable a mi pequeño amigo antes de erguirme por completo y girarme para mirar al hombre con severidad.
— Aprovecharse de un niño pequeño, solo para desahogar la frustración que siente por el pasado… es de cobardes — Afirmé con dureza, sin importarme si comprendía o no mis palabras, puesto que yo solo estaba pensando en aquel inocente niño, quien no tenía idea de porque la aldea le despreciaba, solo era un alma noble, privada de amor y cariño que buscaba con desesperación; incluso si comprendía el terror que se vivió ese día hacia casi siete años, no justificaba que le trataran así.
Sin esperar a que me respondieran me volví nuevamente hacia Naruto y tomé su mano, bajo la atenta mirada de todos y cada uno de los aldeanos, sin importarme lo que pensaran de mí o del menor, lo único que se me pasaba por la cabeza en ese instante era sacarlo de allí y alejarlo de las miradas curiosas y llenas de desprecio que se alzaban en toda la calle, por ello caminé con él hasta una zona un poco más apartada del centro, donde las personas no concurrían demasiado y donde podría charlar un poco con él, fue en ese lugar donde me detuve y me volví hacia él, — ¿En serio estas bien? — Le pregunté suavemente, atenta a su respuesta.
Sus honestos ojos zafiro me observaban con una mezcla de añoranza, miedo y confusión, seguramente porque jamás esperó que alguien le defendiera o estuviera preocupándose por él; ver esto en los ojos de Naruto me hizo doler el corazón, después de todo eran muchos sentimientos que tenía encontrados al poder finalmente volver a cruzar miradas con aquel que consideraba uno de mis más importantes amigos, pero en vez de ver la acostumbrada enérgica expresión y sonrisa, veía el desamparo y vulnerabilidad de alguien que no ha tenido contacto humano, ni había recibido calor fraterno. — Sí — Me respondió agachando su cabeza y haciendo que mi corazón se partiera al percibir con claridad su soledad. Yo antes, hacia unos años había estado tan sola que dolía el recuerdo, incluso si no era al grado que Naruto lo sufría, podía entender cómo se sentía, claro que ahora yo contaba con mucha gente que me acompañaba, algo de lo que él aún carecía, o al menos hasta ese día.
— ¿Te llamas Uzumaki Naruto cierto? — Dije en un intento de armar una corta conversación.
— Sí — No acostumbraba a recibir respuestas cortas por parte de él, pero supuse que aún estaba a la defensiva por lo anteriormente ocurrido.
— Pues bien Naruto, no sé si quieras, pero hace unos momentos me dirigía a comer ramen, pero estaba pensando que es muy triste comer sola, por lo cual quisiera pedirte el favor de que me brindaras tu buena compañía, por supuesto que también te compraré, así podemos comer juntos — El rubio levanto la mirada, ahora brillando ante la propuesta.
— ¿En serio Onee-chan? — Preguntó esperanzado.
— Por supuesto que sí, yo no miento — Cuando dije esto él saltó en su lugar, cambiando por completo su anterior actitud y ahora recordándome más al Naruto que había conocido.
— ¡Sí! Sabes el mejor lugar para comer ramen está por aquí cerca — Me tomó de la mano y comenzó a jalarme en dirección a su local favorito de ramen.
— Sí, lo sé — Le respondí siguiéndolo con calma, ahora más tranquila de verlo animado.
— Ichiraku ramen — Dijimos los dos al mismo tiempo, cosa que hizo que Naruto irradiara una emoción sin igual, quizás al ver que alguien más compartía su gusto por el sencillo, pero siempre buen local de comida.
Entre pasos rápidos por parte del menor, llegamos en breves minutos a nuestro destino, donde ingresamos casi de inmediato, al mi acompañante estar desbordante en ansiedad — Bienvenidos — Dijo el dueño cuándo ingresamos, girándose para atendernos.
— Buenas tardes — saludé al hombre quien me observó con una sonrisa amplia al reconocerme como uno de sus clientes regulares.
— Viejo, por favor dos órdenes de miso ramen — Proclamó Naruto antes de que Teuchi pudiera preguntarnos lo que comeríamos.
— En seguida — Respondió él, soltando una suave risa antes de girarse para prepararnos lo pedido.
Vi como Naruto se sentó en una de las bancas frente a la barra, aunque con algo de dificultad debido a que estas eran algo altas para él, pero como sea logró acomodarse en su sitio, quedando sus cortas piernas colgando, pero él aprovechó esto para moverlas con libertad de un lado a otro mientras comenzaba la espera hasta que saliera nuestro pedido. Con una corta sonrisa por ver la emoción del rubio, tomé asiento junto a él y decidí comenzar una corta charla — Y bien Naruto… ¿puedo preguntar qué haces en tu tiempo libre? — Él apartó su mirada del dueño de la tienda y posó su atención sobre mí.
— No mucho… voy por ahí, juego… — Su respuesta era un poco triste a mi gusto, puesto que no mencionaba nada realmente, claro que después sus ojos destellaron al tener un recuerdo repentino — ah, voy a entrar pronto a la academia, por eso no tendré mucho tiempo.
— Así que la academia, eso me trae recuerdos — Sonreí al recordar no solo los eventos de ese mundo, si no los que viví junto a él, Ino, Sasuke… y todos los novatos.
— ¿Estudiaste en la academia ninja? — Me preguntó justo cuando nos entregaron nuestra orden.
— Dos platos de Ramen — Pronunció el hombre con una sonrisa, y una mirada amable, especialmente dirigida al menor.
— Gracias por la comida — Proclamamos ambos antes de que se escuchara como mi acompañante sorbía la primera tanda de fideos.
— Preguntaste sobre si había estudiado en la academia ninja ¿cierto? — Tomé con calma mis palillos y los introduje en el caldo para tomar la primera tanda de fideos.
— Si — Pronunció con las mejillas repletas de comida, algo que me hizo mirarlo de forma reprobatoria.
— No hables con la boca llena — Le reprendí, por lo cual me observó un par de segundos sorprendido, pero poco después agachó la cabeza, como si hubiera hecho algo realmente malo, un gesto que enterneció mi corazón, así que sonreí amablemente — Antes estudié en ella, pero hace tres años la finalice, actualmente soy un ninja.
Su cabeza se elevó con rapidez y me observó con los ojos bien abiertos — ¿En serio? — Yo asentí — Pero… no llevas protector — Me acusó, entonces yo reí suavemente, y bueno él tenía razón, pero esto era porque en mis ratos libres no solía usarlo, en cambio dejaba que mi fleco cayera sobre mi frente, ocultando mi pequeño rombo.
— Ahora mismo no estoy en servicio, es mi día libre — Fue mi respuesta.
— ¿Por qué? — Me interrogó, mostrándose notablemente interesado por escuchar lo que diría, así que respondí con calma — estoy preparándome para presentar el examen chunin, así que he tenido algunos días libres para poder prepararme como se debe — Tomé un poco más de mi comida y la ingerí con calma, escuchando la siguiente pregunta de Naruto.
— ¿Examen chunin? ¿Qué es eso? — Interiormente reí al recordar que el rubio no era del tipo de chicos listos, o al menos no para ese tipo de cosas, porque para otras era realmente receptivo.
— Bueno, es una promoción para subir de rango — Lo medité un momento para tratar de explicarme de tal manera que pudiera comprenderme — Verás, cuando sales de la academia y te conviertes en ninja empiezas en el nivel más bajo, así que te asignas misiones sencillas, claro que esto varía con la experiencia — Le observé para ver si me seguía en la explicación.
— ¿Eso quiere decir que no eres tan fuerte? Porque hace un rato te veías realmente fuerte — Me sentí feliz por sus palabras.
— No precisamente, lo que hace el examen chunin es medir tu capacidad, de esa forma determinan si tienes lo necesario para tomar misiones más complicadas, claro que en esto evalúan no solo la fuerza, sino que otros aspectos, si cumples con ellos subes de rango — Tomé otra porción de fideos y los consumí.
— Suena complicado — Mencionó haciendo un gesto de no entender del todo, cosa que me hizo sonreír ampliamente.
— Lo es, pero no es algo que debas pensar ahora, solo debes saber que este tipo de cosas te valora como ninja, y el tipo de misiones que puedes hacer, claro que… dependiendo de la capacidad del ninja pueden existir excepciones — Eso era cierto, puesto que cuando éramos el equipo siete nunca tuvimos misiones que siguieran el protocolo, gracias al nivel que había terminábamos en misiones rango A, incluso si el único Jonin era Kakashi-sensei.
— Eso creo que puedo entenderlo — Se detuvo un momento y se quedó pensando — Hm… ¿Y el Hokage?
— ¿Qué pasa con él?
— Se supone que es el más fuerte ¿no? — Me respondió.
— Sí, pero por esto mismo tiene el trabajo de guiar y educar a las nuevas generaciones, su experiencia es muy importante en la toma de decisiones, es por eso que solo una persona con experiencia puede tomar el cargo — Sus ojos brillaron con determinación.
— Algún día yo seré Hokage, y todos en la aldea me respetaran dattebayo — Su afirmación me llenó de calidez, después de todo mis emociones revelaban lo mucho que había extrañado escuchar esas palabras por parte de él.
— Ese día estaré observándote Naruto, porque estoy segura que lo lograrás — Mis palabras hicieron que su expresión se tornara sorprendida.
— Eres la primera persona que no se ríe por lo que dije — Realmente hubo una época en que si lo había hecho, pero en esos momentos ya no dudaba que ese chico pudiera conseguir su sueño, después de todo, conocía mejor que nadie su capacidad.
— Sé que llegará el día en que no seré la única que crea que puedas lograrlo, claro que para que eso ocurra tendrás que prometer que no te rendirás nunca — Mi mirada aunque amable fue seria, pero él no se preocupó por este detalle, solo sonrió ampliamente ante mis palabras y con voz potente proclamo — ¡Lo prometo dattebayo!
— Esa es la actitud — Reí suavemente, luego terminé mi comida y esperé a que Naruto hiciera lo mismo.
— Por cierto Onee-chan — Dijo repentinamente mientras pagaba lo que habíamos pedido.
— ¿Qué sucede?
— Olvidé preguntar… ¿Cómo te llamas? — Se sonrojó mostrando su vergüenza.
— Haruno Sakura, pero puedes decirme Sakura — Le dije tranquilamente mientras le acariciaba con suavidad sus cabellos rubios.
— S-Sakura-nee-chan — Dijo con una tímida sonrisa que pronto se convirtió en una amplia y donde mostraba todos sus pequeños dientes.
— Bien Naruto, otro día prometo invitarte de nuevo, pero por hoy tengo que marcharme hay cosas que tengo que hacer — Su expresión se mostró un poco triste pero eso no evitó que pronto me dedicara una amplia sonrisa.
— Es una promesa Sakura-nee-chan… esto… también gracias por invitarme — Le regresé la sonrisa para responder — No, gracias a ti por acompañarme — Dicho esto me despedí con un corto gesto con mi mano, antes de marcharme e ir a completar mi entrenamiento del día, aunque ahora me acompañaría una cálida sensación que renovaba mis fuerzas y confianza para enfrentar las próximas pruebas.
La primera ronda del examen, la "temida" parte escrita, un evento en la que los más inexpertos sudaban por saber que responder, y que para mí era la parte suave, era el plato de entrada donde estabas viendo el lado amable de todo aquello; la segunda parte, en el bosque de la muerte fue la que me trajo los amargos recuerdos, aunque no me deje amedrentar por esto, no solo porque estaba bien acompañada y me sentía tranquila con mis dos compañeros, sino que en esos momentos tenía mucha más confianza y fuerza que en el pasado no poseía.
Habían pasado al menos diez minutos desde que nos habían permitido ingresar al bosque, pero fue hasta que estuvimos lo suficientemente adentrados que Itachi sacó de sus ropas el pergamino que nos había correspondido, dejándolo expuesto a la vista de cualquiera que nos viera en esos momentos — ¿Qué es lo que estás haciendo? — Pronunció Hayato con molestia — Guarda eso antes de que alguien lo vea.
En circunstancias normales le daría la razón a mi compañero de equipo, pero en el tiempo que llevaba conociendo a Itachi había logrado comprender algunas de las mecánicas de sus pensamientos, por ello pude imaginarme que era lo que quería hacer — Hayato, descuida todo está bien — Le susurré tratando de calmarlo, pero él me observó con un semblante serio.
— Pero… — Trató de refutar, pero en esta ocasión fue Itachi quien le interrumpió.
—Si buscáramos ahora a los demás grupos tardaríamos más y es más probable que nos esperen con trampas, de esta forma aunque llamemos a varios equipos podemos contraatacar. No te preocupes solo algunos irán a la torre directamente — Vi la expresión de Hayato tomar una expresión de molestia, se notaba que no quería recibir órdenes de Itachi.
— Hayato, estemos atentos por si acaso — Dije con una ligera sonrisa, para después volver a tomar un semblante serio.
Caminamos un tiempo sin detenernos, hasta que veinte minutos más tarde, tres presencias se hicieron presentes, rodeándolos, — Itachi-kun — Le murmuré al oído, y él asintió casi imperceptiblemente, confirmando que también los había notado.
— Valla — Tres ninja de la nube se hicieron presentes, frente a nosotros — Son solo un trio de mocosos — La sonrisa arrogante del que pronunció aquello me hizo estrechar la mirada ligeramente, preparándome para el enfrentamiento.
— Además tienen el pergamino que buscamos — Comentó la mujer del grupo, sonriendo con malicia — Si nos lo dan, no los mataremos y podrán irse sin problemas.
Itachi y yo nos observamos de reojo, entendiéndonos sin necesidad de emplear ningún tipo de palabras — Creo que es al revés, entréguenos su pergamino y no saldrán heridos — Respondí tranquilamente, causando en ellos inicialmente expresiones molestas que luego se transformaron en unas arrogantes.
— Son bastante insolentes — Murmuró el tercer miembro de ellos, antes de que intercambiara miradas con el resto de su equipo — En ese caso esto se soluciona dejándolos en su lugar —, Pronunciadas estas palabras arremetieron contra nosotros, rodeándonos en el proceso y cubriéndonos las salidas.
Hayato se posicionó listo para repelerlos, sacando una kunai de su funda, mientras que Itachi y yo comenzamos a formar sellos con rapidez — Katon… — Inició él y yo casi al instante le secundé con mis propias palabras — Suiton… — Nos observamos un momento antes de lanzar nuestros Jutsu.
— Goukakyuu no jutsu/ suiryudan no jutsu — una bola de fuego salió de los labios de él, y de la humedad del aire se formó un pequeño dragón de agua, el cual chocó con la técnica de mi amigo, provocando así que una gruesa capa de neblina nos cubriera, y con ello lograr confundir a nuestros enemigos, quienes se detuvieron justo antes de alcanzarnos, dándole tiempo a Itachi de moverse e inducirlos con su sharingan en un genjutsu, el cual en pocos segundos quebró su voluntad, haciéndoles caer al suelo derrotados.
Yo me acerqué al que hablado en primer lugar y rebusqué en sus ropas, encontrando rápidamente el objeto que buscábamos — Esta hecho — Dije con una sonrisa mostrándoles el pergamino — Ahora solo queda ir a la torre central.
— Tsk — Hayato frunció el entrecejo, pero no comentó nada más, por su parte Itachi asintió de acuerdo.
Con esto dicho fuimos a nuestro último objetivo de la segunda prueba, esta vez aún más alertas por si nos cruzábamos con ninjas enemigos, pero en general el recorrido estuvo muy tranquilo, permitiéndonos a las cinco horas y cuarenta minutos arribar a la torre sin mayores eventualidades. — Podremos descansar hasta que lleguen los demás equipos — Comenté sentándome al lado del Uchiha, entonces miré a mi compañero quien estaba recostado contra la pared opuesta, observando a cualquier lugar menos a nuestra dirección — Hayato — Le llamé y solo en ese momento me observó de reojo.
— ¿Qué sucede? — Me cuestionó con un tono seco.
— ¿Estás bien? — Seriamente me preocupaba su actitud, puesto que no entendía cuál era su problema, desde que nos habíamos reunido los tres parecía más tensó que de costumbre.
— Me encuentro bien, solo algo cansado — Torcí levemente mis labios, pero decidí que no valía la pena ahondar demasiado en terreno escabroso, por lo cual pensé en aligerar el ambiente de otra forma.
— En ese caso… ¿Quieres comer algo? — Rebusqué en mi bolsa trasera y saqué una envoltura, donde conservaba tres Oniguiri.
Vi en sus ojos un leve atisbo de duda, pero al final se puso en pie y se acercó con cautela hasta nuestra posición — L-lo agradezco — Pronunció tomando uno de las tres porciones, luego simplemente dio unos pasos hacia atrás, quedando a una distancia prudente. Con una sonrisa asentí y luego miré al Uchiha — Itachi-kun — Le ofrecí, a lo cual él, devolviéndome la sonrisa pero con una más corta, aceptó mi comida.
— Gracias Sakura.
— No hay problema — Fue mi respuesta mientras tomaba el que quedaba, dándole una buena mordida, tratando de reponer las fuerzas que había usado en el recorrido. Mi menté vagó en los hechos del día y pronto me vi sorprendida al darme cuenta que a diferencia de la primera vez, el examen estaba siendo demasiado sencillo; No, la prueba seguía siendo igual que antes, lo único que había cambiado era que no solo me encontraba mejor preparada, sino que mi amigo, sentado a mi lado era alguien excepcional, completamente diferente a lo que se puede esperar de alguien de su edad, después de todo la estrategia fue cosa de él, y el dejar noqueados a nuestros oponentes igual, realmente era alguien para tener respeto.
— Sakura… — Levante mi mirada para encontrarme con la café de Hayato — ¿tienes un momento? — Me extraño que me preguntara aquello, ya que estábamos allí sin hacer nada, ¡por supuesto que tenía tiempo! Pero viendo su mirada supe que era mejor no comentar sobre su pregunta, así que simplemente me levanté y le seguí un poco más allá, a una distancia con la cual supe que Itachi no nos escucharía.
— ¿Sucede algo Hayato? — Le cuestioné confundida por haberme llevado hasta allí.
— Sakura, quiero preguntarte ¿Qué tanto confías en ese Uchiha? — Su tono despectivo no pasó desapercibido por mí, todo lo contrario me sorprendía ver su molestia por mi amigo.
— Bastante ¿Por qué me preguntas esto? Además ¿Qué problema tienes con él? — Mi pregunta le hizo fruncir el entrecejo, y su expresión me dijo que eso yo debería saberlo, pero realmente no me imaginaba el porqué.
— Él parece ser tu compañero más de lo que yo lo soy, obedeces todo lo que dice sin chistar, e incluso tu sincronización con él… la buscas sin siquiera reparar en que estoy cerca ¿Por qué? — No comprendía del todo la frustración de mi compañero, pero por su expresión y actitud era fácilmente deducible que se sentía herido.
— Le conozco desde que era muy pequeña, sé que la mayoría de sus decisiones son muy acertadas y… pensamos de forma similar — Mi comentario solo le molestó más, pero yo coloqué mi mano en su hombro y le sonreí amablemente — Hayato, es cierto que me sincronizo muy bien con él, pero eso no significa que me olvide de ti, eres mi preciado compañero de equipo — Agaché mi mirada por unos momentos y añadí — Me alegro tanto que estés vivo, no sé qué hubiera pasado si ese día tú también… — Mi voz se quebró y mordí mi labio inferior tratando de evitar pensar más allá de esas palabras — De todas formas, deberías estar más tranquilo, los tres llegamos hasta aquí juntos. No escuché su respuesta, puesto que en ese momento Itachi llamó nuestra atención, indicando que uno de los examinadores nos necesitaba, así que como última cosa le dediqué una sonrisa antes de ir a reunirnos con nuestro otro miembro.
— Escuché que tienen la ronda final en un par de días — Itachi y yo nos encontrábamos con Shisui sentados cerca del acantilado que daba al rio Nakano, estábamos descansando y comiendo algunos Onigiri luego de un corto entrenamiento.
— Eso es cierto. A pesar de que no hubo tantos equipos que pasaran, fueron los suficientes como para hacer preliminares, los examinadores estaban sorprendidos por ello — Confirmé de forma automática, mientras mi mente vagaba por el pequeño recuerdo de hace una semana, en la cual había vuelto a ver Naruto, invitándolo por segunda vez a comer.
— Eso también lo escuché, te sorprendería lo bien informado que estoy sobre los exámenes — El mayor se estiró en su sitio y luego pasó a ver a Itachi — ¿Tú qué opinas sobre la primera ronda?
— Hay buenos ninja de cada aldea — Suspiré al ser esto cierto, en los combates preliminares habíamos visto que habían varios candidatos que podían llegar a ser un dolor. Recordaba que a mi amigo le tocó luchar con un miembro de Kumogakure, el cual empleaba el elemento rayo con habilidad y que yo sabía que de haberme enfrentado yo a él, hubiera sido una batalla bastante complicada; fue infortunado para él que su rival haya sido Itachi, quien le midió de forma magnifica y logró terminar con la batalla en menos de media hora.
— ¿En serio? Escuché que derrotaste rápidamente a tu rival.
— Pero el motivo no era por que fuera débil, simplemente no medía bien su fuerza — Shisui apartó la mirada de Itachi y sonrió.
— Ya veo. Hablando de fuerza — Ahora me miró, haciendo que yo le fulminara con mi propia mirada — También escuché que cierta peli rosa sacó limpiamente de la arena a su oponente luego de propiciarle un buen golpe ¿Cuántos huesos fueron?
— ¡Así no fueron las cosas! — Proclamé sonrojada de vergüenza — Oh bueno… no fue tan limpiamente, me costó acercarme a él ya que era un buen usuario de taijutsu, además también usaba el elemento fuego, eso me complicó mucho las cosas… ¡Deja de mirarme con esas sonrisa burlona! — Me quejé y él soltó una carcajada por mi reclamo.
— Lo siento, lo siento… ¿Y? ¿Entonces qué hiciste? — Preguntó cuándo se hubo calmado un poco, pero sin borrar su sonrisa.
— Pues usé mis técnicas de agua mientras analizaba su patrón de ataque, luego aprovechando el vapor que se formó cuando nuestras técnicas chocaron por segunda vez, me escabullí por detrás de él y luego… bueno le golpeé — Aparté mi mirada, puesto que sabía bien que lo siguiente que pasó era casi exactamente lo que él había dicho al inició, puesto que de solo ese puñetazo le había levantado por los aires, pero la diferencia era que no le había sacado del área de combate, todo lo contrario, yo le había alcanzado en el aire propinándole otro buen golpe que lo devolvió al suelo y con ello terminando el combate.
— Eso me suena a que terminó dolorosamente para él — Mi amigo volvió a reír y yo adquirí casi el mismo color rojo que mi ropa.
Luego de la risa refrescante del mayor nos quedamos en silencio, disfrutando de la suave brisa que nos ofrecía la tarde, que ya comenzaba a mostrar vestigios del crepúsculo. Miré de reojo a mis amigos, no era muy diferente a estar con el resto del equipo siente, pero si podía resaltar algunos aspectos evidentes, como que los dos muchachos que estaban a mi lado eran mucho más maduros que lo que habían sido Naruto y Sasuke, también Shisui era mayor que nosotros, siendo como un hermano mayor que nos cuidaba, Itachi no tenía un deseo de venganza incurable contra su hermano, y el aspecto que más me gustaba era que no iba tras ellos, sino que era su compañera, la que les acompañaba en el frente del campo de batalla.
— Pronto será hora de cenar — Proclamó Itachi con su mirada clavada en el cielo, el cual había adquirido un tono anaranjado bastante precioso.
— Eso es cierto — Respondí con una sonrisa.
— ¡Nii-san! — Escuchamos una pequeña vocecilla que se acercaba a gran velocidad hasta nuestra posición.
— Sasuke. — Proclamo Itachi mientras se colocaba en pie para recibir a su pequeño hermano, quien cuando estuvo lo suficientemente cerca le abrazó por la cadera, sonriéndole ampliamente.
— Mamá dice que la cena ya está — Ver esa pequeña escena debería ya ser costumbre para mí, pero no por ello dejaba de parecerme tierna, claro que al mismo tiempo me preocupaba, puesto que en varias veces me había preguntado si volvería a ocurrir la masacre del clan, llegando a llevarse consigo aquel ambiente tan ameno y tranquilo que nos rodeaba, y convirtiendo a ese pequeño niño en un ser cegado por la venganza.
— Valla, somos completamente invisibles para él — Comentó Shisui con fingida tristeza, haciendo que el menor posara su atención sobre nosotros.
— Shisui-san — Saludó contento antes de mirarme y cambiar su expresión una más seria, recordándome que él y yo aún no lográbamos entendernos — Sakura.
— El trato de siempre — Murmuré antes de suspirar y sonreírle amablemente — Hola Sasuke-kun — Entonces me puse en pie y me estiré ante la mirada de los tres varones — Bueno, creo que es momento de que me marche.
Shisui e Itachi me observaron un momento antes de intercambiar miradas, algo que me hizo preguntarme ahora que tipo de mensaje oculto se habían enviado, — Sakura, no es que lo afirmemos pero… pareciera que estuvieras evitando a Sasuke — Mi mirada no se despegó del mayor, quien era el que había puesto la afirmación sobre la mesa, aunque no estaba errónea del todo, puesto que yo no quería evitarle, pero para evitar que se sintiera más incómodo procuraba mantener mi distancia.
— No precisamente, pero es hora de la cena… — Estaba diciendo cuando fui interrumpida.
— ¿Por qué no vienes a cenar? — La invitación de Itachi me sorprendió, haciendo que me sonrojara — Mi madre se pondrá feliz, ya que hace tiempo que no vas.
— No quiero ser una… molestia — Expresé la última palabra con algunos sentimientos confrontados.
— Nadie dijo que lo fueras — Las palabras de Itachi se me hicieron cálidas, haciendo que mi corazón comenzara a latir con fuerza.
— Bueno… si insistes — Sonreí ampliamente — Me encantaría acompañarlos a cenar.
— Oigan ustedes dos — Shisui intervino cruzándose de brazos — ¿Quedé pintado al óleo? — Reí por el reclamo del mayor.
— Nadie te excluyó, si quieres venir sabes que puedes — Mencionó Itachi con fingida calma, aunque pude ver que el comentario del mayor había logrado molestarlo un poco, cosa que no era rara entre ambos, claro que no pasaba a más de eso.
— Me encantaría, pero mañana tengo una misión importante.
— ¿Entonces de qué te quejas? — Repliqué con el entrecejo fruncido.
— Me quejo porque no me incluyen en sus planes, es cruel que no lo hagan, después de todos somos un equipo — Suspiré con resignación, aunque feliz de escuchar sus palabras.
— Lo que digas — Pronunciamos Itachi y yo, haciéndonos luego sonreír con una sonrisa de complicidad, mientras emprendíamos nuestro camino de regreso hacia el complejo Uchiha. — Crueles — Volvió a quejarse el mayor, haciendo que mi buen humor aumentara. Caminamos un largo ratos juntos, entre algunos comentarios y risas, hasta que llegamos a cierta calle del distrito Uchiha, donde Shisui se despidió dejándonos a los tres solos y con ello un incómodo silencio, o al menos lo era para mí, todo debido a la intensa mirada que Sasuke tenía puesta sobre mí, por lo cual, luego de dos minutos decidí que sería bueno empezar una corta conversación con el causante de mi malestar. — Entonces Sasuke-kun, escuché que te estás preparando para ingresar a la academia.
Su respuesta no llegó de inmediato, antes de ello hizo un mohín de incomodidad y luego se decidió a contestar — Sí, la próxima primavera ingresaré — Por el rabillo del ojo noté como apretaba un poco más fuerte la mano de su hermano.
— He escuchado de que eres muy bueno y tienes ya habilidades de ninja— Comenté. No mentía Itachi había mencionado algunas cosas, y también a Fugaku se las había oído decir, pero nada en concreto.
— Soy un Uchiha, por supuesto que las tengo — Proclamó ofendido por mi comentario, aunque también podría ser que su molestia se produjera porque había sido yo la que lo había dicho, claro que prefería esto a que me observara despectivamente como hacía un momento.
— Yo creo que tiene que ver más contigo que con tu linaje — Solté tranquilamente, algo que vi le causó confusión. — ¿A qué te refieres? — Me cuestionó.
— Me refiero a que eres bueno porque quieres ser bueno, todo tu esfuerzo te ha llevado a adquirir esas habilidades, puesto que si solo fuera por linaje no necesitarías entrenar — Ante mis palabras él apartó la mirada y se quedó en silencio, lo cual agradecí profundamente, claro que ahora otros ojos caían sobre mi persona, solo que estos no me causaban tanto malestar como los del menor, aunque de igual modo me ponían nerviosa, solo que de otra forma, la cual no era desagradable. — ¿Has pensado algo para la última prueba? — Observé interrogante a mi interlocutor y entonces él se explicó — Sin nos llegamos a enfrentar.
Una sonrisa cruzó mis labios — Sería tonto revelar la estrategia antes ¿No crees? — él suspiró y torció su propia sonrisa, algo que me dejó sin aliento. No lo había notado mucho al estar tanto tiempo con él, pero podía comenzar a decir con firmeza que cada vez estaba más… lindo, bueno, no es como si no lo fuera antes, pero conforme íbamos creciendo sus rasgos se tornaban más maduros, y finos, dándole unas facciones aristocráticas; no cabía duda que cuando fuera más grande sería un hombre hermoso… oh bueno eso ya lo sabía, pero en el tiempo en que lo había visto de adulto, lo único que se me pasaba en la cabeza era que tenía que tener cuidado con él, no admirar su buen aspecto.
— ¿Entonces te enfrentarás a mí? — Sus ojos se posaron sobre los míos, aquellos ojos oscuros que por lo general eran amables, e incluso si la mayoría del tiempo ocultaban tras ellos las emociones de su portador, pero en esta ocasión pude ver con claridad cierto brillo de expectativa, quizás emoción oculta por mi respuesta.
— Por supuesto, y no esperes que será fácil vencerme — Afirmé con un poco de reto amistoso, añadiendo con ello una amplia sonrisa.
— Eso espero — Sabía que esas palabras no eran de ofensa, de hecho podía decir que su interés iba por el lado de que hace mucho no teníamos un enfrentamiento real, no desde la primera vez que entrenamos y eso ya no contaba, puesto que ahora yo tenía más técnicas que antes y mi chakra era mucho más alto que aquella ocasión, también él había avanzado mucho, consiguiendo su sharingan, mejorando indiscutible en genjutsu y refinado cada una de sus habilidades; definitivamente sería un combate interesante.
Pronto llegamos a la casa y entramos — Disculpen la intromisión — Exclamé al entrar, justo después de que Itachi y Sasuke saludaran. — Sakura-chan, que gusto verte aquí — Mikoto-san había aparecido, regalándome ahora una sonrisa amable, así que yo hice una corta reverencia. — ¿Te quedaras a cenar?
— Yo la invité — La mujer miró a su hijo mayor e hizo un leve gesto que se me hizo un poco extraño, pero no le presté demasiada atención.
— Eso es estupendo. Bueno en ese caso vallan a lavarse y luego pasen al comedor — Los tres asentimos y acatamos la orden, dirigiéndonos al baño más cercano.
Cuando Llegamos a la mesa ya nos esperaba Fugaku-san, quien al vernos entrar hizo un leve movimiento con la cabeza en una señal de reconocimiento — Buenas noches Fugaku-san — Proclamé con tranquilidad mientras tomaba asiento junto a Itachi.
— Bienvenida Sakura — Me contestó cortésmente antes de comenzar a hablar de otro tema — He escuchado por parte de Itachi que también pasaste las preliminares del examen chunin, tengo que felicitarte por haberlo hecho también — Me sonrojé suavemente y miré de reojo a mi amigo, quien estaba observando a su madre, la cual llevaba ya la cena a la mesa — Espero poder ver un enfrentamiento de ustedes dos en las finales — No podía sentirme más alagada al sentirme tan reconocida por el hombre, después de todo que me considerara un rival digno para su hijo era para decir mucho.
— Si señor — Fue mi respuesta antes de tomar mi plato y comenzar a comer lo que la mujer de la casa había servido.
— Sé que mi hermano ganará — El comentario de Sasuke mostró su disgusto por el comentario hecho en la mesa, claro que como raro no me extrañaba en lo absoluto este detalle — Nii-san es el mejor.
La mirada molesta que siempre me dedicaba Sasuke era especial, única en su especie cuando se refería a mí, algo que había notado luego de pillarlo varias veces molesto con otras personas, claro que esto no es como si me hiciera sentir mejor — Sakura, también es fuerte — Dijo Fugaku con calma — Por eso quiero verlos pelear.
Decidí que era mejor que yo no interviniera en esa charla, por lo cual seguí el sabio ejemplo de Itachi y me concentré en mi comida. — Yo sé que Nii-san es más fuerte. Sakura perderá — Siguió insistiendo Sasuke, provocando en mí un sentimiento de que tenía que detenerlo antes de que dijera algo más, pero en el corto discernimiento de la sensación opté por ignorarla, lo cual fue un error de mi parte — Ella solo es un estorbo para que Nii-san avance.
Una punzada de dolor me atravesó y pronto los recuerdos amargos se agolparon en mi cabeza, provocando que el eco de la voz de Sasuke a sus dieciséis años resonara con fuerza en mi cabeza, trayendo con ella cada una de las cosas con las que me identificaba en esa época… "obstáculo", "estorbo", "molestia"… cada una provocándome un daño en el corazón, recordándome lo que significaba en la vida de él. Mi expresión se ensombreció por unos momentos, pero rápidamente la cambié, recordando que no podría mostrar eso, yo ya no era esa niña del pasado que era frágil, no podía mostrar esa cara frente a los Uchiha, luego podría lamer mis heridas en la privacidad de mi habitación. Un fuerte golpe resonó en el sitio sacándome de mis oscuros pensamientos, y llevándome alarmada a mirar que fue lo que provoco el sonido, llegando a ver que había sido el Uchiha mayor quien había golpeado la mesa, mirando ahora a su hijo menor muy enfadado, cosa que me sorprendió enormemente y me confundió por unos momentos, puesto que seguido a esto sus palabras aclararon su malestar.
— ¡Sasuke te prohíbo que vuelvas a decir algo como eso! — La casa quedó en silencio y la tensión cayó como una nube de humo venenosa, haciendo que no solo yo me alarmara, sino que provocó en el menor una expresión asustada y llena de tristeza — ¡Ella a los tres años de edad tenía el coraje suficiente para intervenir en el secuestro de una persona, logrando ayudar sin meterse en el camino de la policía! — Mi mente vagó brevemente al pasado y recogió fragmentos de la primera vez que había visto al hombre — ¡Es una digna oponente para tu hermano! ¡Así que no quiero volver a escuchar sandeces de ese tipo! — Sabía que iba a seguir reprendiéndolo, pero yo ya tenía suficiente, no era necesario todo eso, puesto que yo estaba acostumbrada ya a ese tipo de comentarios.
— Fugaku-san — Intervine con voz calmada, haciendo que todos me voltearan a ver, justo cuando hice una corta reverencia hacia el hombre — Le pido disculpas por ser motivo de perturbación en su casa.
— No tienes que pedir disculpas por algo como eso — Yo negué rechazando sus palabras.
— No me molestan las palabras de Sasuke-kun — Inicié fingiendo una sonrisa amable — De hecho me causa mucha alegría ver que él confía plenamente en Itachi-kun, eso no es nada malo; claro que no digo con esto que haya sido la mejor reacción de su parte, pero créame que no hay problema con ello, puesto que eso quiere decir que ambos se llevan muy bien y eso es importante en una familia — El silencio regresó y con ello me sentí nerviosa provocando que el rubor comenzara a calentar mis mejillas, pero aun así traté de mantener un semblante tranquilo junto con la sonrisa, la cual, como alguna vez le había dicho a Sai era buena para los momentos incómodos y llenos de tensión.
— Me disculpo por levantar la voz — Dijo el hombre en un suspiro, luego de relajarse un momento.
— Esta bien Fugaku-san, de hecho me alaga que me tenga en tan buen concepto.
— Sasuke — Esta vez la que habló fue Mikoto-san, quien usaba un suave tono para referirse a su hijo menor — Creo que es justo que te disculpes con Sakura-chan.
Mi atención retornó al pequeño, quien me observaba con culpa en sus facciones — Perdón Sakura — Pronunció en un susurro, pero que provocó que sintiera una pequeña paz en mi pecho, además de unas terribles ganas de llorar, pero logré contenerme y cambiar esto por ahora, una gran sonrisa.
— Esta bien Sasuke-kun, te perdono, "Todo" — Pensé lo último.
El resto de la cena fue tranquila, sin más eventualidades, por lo cual cuando Itachi y yo finalizamos nos excusamos para luego ir a sentarnos frente al jardín, donde pasamos un rato en silenció, disfrutando solo de la compañía del otro, hasta que repentinamente la voz de mi amigo llegó a mis oídos, sorprendiéndome por su declaración — Las palabras de Sasuke te lastimaron — Su afirmación me hizo sobresaltar, pero ante su mirada supe que no podría mentir, él estaba analizándome a profundidad, evitando que se le escapara detalle sobre la que sería mi respuesta.
Mi mirada cayó hacia el suelo, y aunque no deseaba realmente responder a ello, no pude negarle la verdad, o al menos de lo que podía decirle — Un poco, pero no importa ahora, siempre he sabido que no caigo bien a Sasuke-kun ¿Lo recuerdas? — Escuché a mi acompañante suspirar.
— Sí, fue el día en que nos conocimos — Realmente no esperaba que lo recordará, ya que fue hace mucho tiempo, e incluso si las circunstancias eran precarias apostaba a que habían muchas más cosas que recordar que ese minúsculo detalle. — Aunque ahora me pareció que no solo fue la actitud de Sasuke lo que te lastimó, sino que puedo asegurar que recordaste algo desagradable al escuchar sus palabras.
Era demasiado suspicaz, pero no podía entrar en detalles en esos momentos, no había como decirle un "Sí, es que anteriormente él y yo compartíamos la misma edad, de hecho estábamos en el mismo equipo, pero esto terminó cuando decidió desertar de la aldea y buscar poder para matarte por haber masacrado a todo el clan Uchiha, pero luego de que falleciste se enteró de que en realidad eras una buena persona y que hiciste eso para salvar no solo a la aldea sino que principalmente a él; luego de saber la verdad busco más venganza y bueno… quiso matarnos a Naruto y a mí en más de una ocasión, cuando solo tratábamos de ayudarle a ver la verdad…". Incluso solo pensarlo sonaba ridículo.
— Hm. Algo así, realmente solo quisiera llevarme bien con Sasuke-kun sin llegar a incomodarlo. Escucharlo decir aquello me recordó que realmente no quiere tener nada que ver conmigo — Itachi me analizo con su mirada, pero en esta ocasión no volteé la vista, solo me quedé observándolo directamente a sus ojos, esperando a que dijera lo que pensaba.
— Si evitabas a Sasuke — Soltó casi como un reproche, y yo me sentí atrapada-
— Bueno, ya dije que no quiero incomodarlo, además siempre se pone celoso cuando te ocupo — Hice un puchero al no estar conforme con esta última parte, puesto que yo también disfrutaba mucho de la compañía de Itachi.
— Somos compañeros, tiene que acostumbrarse a vernos juntos. No puede tenerte esa aversión por siempre, además… también somos amigos — Lo último lo soltó en un murmullo, pero que logré escuchar con claridad, haciendo que inesperadamente en mis ojos aparecieran unas lágrimas que se derramaron por mi rostro — Sakura… estas… llorando ¿Dije algo que te molestó? — Su mirada preocupada me hizo parpadear y salir de mi momento de sorpresa.
— N-no — Me apresuré a contradecirle, mientras limpiaba con rapidez mis lágrimas, pero estas seguían saliendo — Solo estoy feliz de escucharlo — Dije con sinceridad, mientras sentía un tipo de dolor que era reconfortante, al sentirme aceptada y considerada de cierta forma especial; claro que siempre supe que éramos amigos, pero oírlo decir por parte de él me hacía muy feliz y sentía como si algo en mi interior fuera reparado.
No me di cuenta al principio de que la mano de él se acercaba, todo por tener los ojos cerrados mientras limpiaba mis lágrimas, pero pronto lo supe cuando sentí como acariciaba mis cabellos con suavidad, haciendo que yo levantara mi mirada y me quedara viendo a mi acompañante, el cual tenía su rostro oculto tras sus cabellos mientras miraba hacia un lado diferente, pero gracias a la débil luz de la luna logré notar un leve tono rojizo que adornaba parte de sus orejas y el comienzo de sus pómulos; La escena provocó que mi corazón diera un brinco en mi pecho, pero de una forma diferente a antes, pero que me hacía sentir alegre — Gracias Itachi-kun — Pronuncie con suavidad mientras le sonreía abiertamente, permitiendo ahora que mis lágrimas siguieran su camino por mi rostro hasta caer por mi barbilla.
En ese momento no era consciente de que unos ojos nos observaban desde las profundidades de la casa. — Sakura… Nii-san — Esos eran los únicos pensamientos que cruzaban la cabeza de Sasuke, mientras sentía un fuerte malestar al vernos juntos, pero que él ni siquiera sabía que era lo que realmente se lo provocaba, lo único que le quedaba claro era que uno de los principales motivos era la caricia que su hermano estaba dándome en esos momentos.
Es la 1 de la mañana! Wiii me duelen los ojos pero finalmente he cumplido (luego de dos semanas caóticas) Bueno seré breve para ir a dormir -_-
Primero que todo a todos los queridos lectores, les digo gracias por apoyarme. He leído sus comentarios, y me alegro mucho que les guste el fic. No he tenido tiempo de responder, como podrán ver... emmm he estado ocupada con esto! Dios es de 49 páginas el capítulo, se que dije que el anterior capítulo era el más largo que jamás escribí pero me retracto con ganas con este, realmente este es el más largo!
He agregado muchas escenas nuevas a este capítulo por lo cual espero que les guste, también quisiera que me comentaran al respecto de lo que opinan. Diría mucho más, pero tengo un severo dolor de cabeza y lo único que deseo es caer dormida. Creo que diré que... publicaré cada dos semanas aquí, ese será mi tope al parecer, puesto que hay mucho trabajo por hacer con esta historia, así que espero la disfruten mucho.
Próximo capítulo será publicado probablemente el 3 de octubre :3 si logro finalizar antes pues antes, todo varía, pero doy fecha límite de dos semanas, sin mas ahí tienen para muuuucho tiempo, así que disfruten.
Abrazooosss!
