Lamento la tardanza, he estado ocupada, pero no les aburriré con las explicaciones, eso lo colocaré en las notas finales, aunque les aseguro que no era por un bloqueo o porque no estuviera avanzando en el capítulo, al contrario, estuve escribiendo los días que tenía libre.
CAPITULO 4 — SHIN —
La tensión era palpable en el aire, y desde mi posición podía escuchar sin problemas el sonido de la multitud emocionada por el siguiente encuentro, algo que me hacía sentir más ansiedad mientras amarraba mi cabello en una coleta alta, siendo este más largo de lo que usualmente alguna vez lo lleve, pero sin llegar a pasar mis omoplatos. Terminé de arreglar mi vestuario, siendo este una camisa negra de malla, sobre esta llevaba mi chaleco rojo sin mangas y un pantalón corto de color blanco. Ajusté mis guantes, los cuales se parecían a los que alguna vez llevó Kakashi-sensei, solo que los míos era completamente negros.
Respiré profundamente mientras avanzaba al centro de la arena, mirando a mi oponente, el cual no era otro que Itachi, quien tenía su atención en mí, observando cada uno de mis movimientos sin dejar pasar nada, logrando incomodarme un poco, porque sabía que en ese momento no podía dejarme llevar por los nervios, ese era el último encuentro, y como lo habían pedido, él y yo nos enfrentaríamos en la final. Nuestras batallas anteriores no habían logrado hacernos retroceder y en mi caso solo había recibido un pequeño corte en mi brazo izquierdo, pero por lo demás ambos conservábamos la mayoría de nuestro chakra, y energías, por ello, todos podíamos estar seguros que ese sería un encuentro interesante y de alto nivel, ya que como bien sabía, mi oponente no era alguien para subestimar en ningún aspecto, y como me había dicho, él tampoco daría marcha atrás y tomaría ese combate con toda seriedad.
— Listos — El instructor indicó y nosotros levantamos nuestra respectiva mano derecha, haciendo el sello de batalla, pero sin despegar la mirada de nuestro oponente, preparados para el combate que vendría a continuación. Todo el estadio quedó en silencio, dando paso a una tensión abrumadora, tan palpable que de forma metafórica podría cortarse limpiamente con un Kunai; una gota de sudor resbalo por un lado lateral de mi rostro, producto de la tensión, pero por lo demás me mantuve seria, concentrándome solo en mi oponente —… ¡COMIENCEN! —. Paso más tiempo el examinador en decir aquello, que nosotros en lanzarnos y chocar Kunai.
Miré por debajo de su cuello, enfocándome en el movimiento de su cuerpo más que en el de su rostro, ya que sabía bien que él había activado su Sharingan, por lo cual tendría que ser cuidadosa con lo que haría, después de todo su visión era mejor, no serviría el genjutsu en él, pero en cambio él sí podría usar uno que me diera problemas, así que tendría que ser un poco más lista al pelear. Nos alejamos al instante y yo lancé algunas Kunai, las cuales fueron desviadas por él sin mucho problema, pero yo automáticamente me moví a una nueva posición y lancé más, para repeler los desvíos previos, logrando con ello que una de las armas le hiciera un pequeño corte en su pierna izquierda. Itachi una vez fue herido, se movió rápidamente, viéndose como una mancha de color negro en el traslado de posición, quedando de este modo detrás de mi, luego con solo dos movimientos de sus brazos me arrojó varias Shuriken. Estreché la mirada segundos antes de dar un giro hacia él y agacharme para esquivar las pequeñas estrellas que iban por arriba, al mismo tiempo había sacado mi kunai y comencé a desviar las armas que estaban enfrente, lo cual me llevó solo unos segundos, pero finalmente lo conseguí a tiempo para sentir a mi amigo de cabellos negros justo en mi espalda y conseguir volver a girar y cubrirme de la patada que trató de darme en el estómago, claro que por la fuerza logró arrojarme al menos dos metros.
Chasqueé la lengua y elevé mi mirada hacia su cuerpo, notando claramente la pequeña contorsión de sus músculos en el brazo izquierdo, lo cual me permitió ver la pantalla de su próximo ataque, por ello no me sorprendí, cuando su primer movimiento fue un golpe con su brazo derecho, pero centímetros antes de llegar, con rapidez uso su brazo izquierdo para tratar de completar el embate, pero lo desvié con mi brazo derecho, habiéndolo detenido por el centro del antebrazo y luego empujarlo hacia el lado, dejando la abertura para permitirme golpearlo con mi otro puño; mi ataque impacto de lleno pero el cuerpo de él se desvaneció en una nube de humo — Kage Bunshin — Pensé mientras actuaba rápidamente y acumulando chakra en mi puño golpeé con fuerza el suelo, mientras soltaba un grito — ¡Shannaro! —. En un área de cincuenta metros el terreno se partió y con ello pude lograr captar el movimiento de él al tratar de salir de la zona de impacto, así que me moví, logrando quedar frente a él, para luego lanzar una patada a su abdomen, la cual acertó magníficamente y conseguí con ello enviarlo a unos diez metros de distancia.
Itachi no se vio muy afectado por el daño, puesto que logró detener su avance al dar una vuelta hacia atrás, luego derrapo con la suela de sus botas y mientras tanto formo rápidamente sellos, los cuales reconocí de inmediato, pero no me dio tiempo de formar los propios — Katon Housenka no jutsu —, me vi obligada a correr y dar saltos hacia los lados mientras esquivaba las pequeñas bolas de fuego, de las cuales, al final una consiguió rosarme un brazo y con ello me di cuenta que en su interior también iban shuriken. Cuando me detuve, rauda hice mis propias señales de mano y proclamé — Suiton Suishouha —, entonces una gran cantidad de agua se formó a partir de la humedad del aire y mi chakra, luego de ello el líquido comenzó a girar con rapidez, consiguiendo dar forma a un remolino, que poco después estalló en diversas direcciones, consiguiendo inundar el lugar; Habiendo formado esta distracción, traté de alcanzar a Itachi, pero él había leído mis intenciones y entonces fue él quien primero me alcanzó y atacó, obligándome a ponerme a la defensiva y bloquear.
Iniciamos una lucha de Taijutsu, en la que ambos en cierto punto bloqueábamos los embates del otro, y propinábamos los propios. El Uchiha había conseguido aprender a contra restar mis destructores puños al concentrar cierta cantidad de chakra en sus brazos o piernas, de esta manera al yo expulsar el mío en cada golpe, él hacía que el propio formase una almohada que estallaba y dispersaba ambas energías; entre golpes y patadas lentamente nos estábamos desgastando y conscientes de que no llegaríamos a ningún lugar, con un último golpe que ambos detuvimos respectivamente nos separamos, en un largo salto hacia atrás, para después observarnos y esperar el siguiente ataque, mientras regulábamos nuestras respiraciones. Ninguno de los dos mostraba ni un atisbo de inseguridad, duda o debilidad, permanecíamos serenos, esperando como el mejor cazador, a que tu presa cometiera algún error, para luego clavar tus garras sobré él, esto era un rasgo que el ninja tenía que tener si quería conseguir salir con vida de una precaria situación o completar la más difícil de las misiones, era por ello que sabíamos que no debíamos perder la calma o nuestra capacidad para pensar con claridad.
Respiré lentamente y pensé en mi situación sin llegar a perder de vista a mi oponente; su Sharingan sin duda era un problema, no era fácil de bloquear y si usaba algún truco él lo vería antes de que pudiera hacerlo, claro que no era imposible la lucha contra él, lo había comprobado en todos esos años que llevaba conociéndolo a él y a Shisui, quienes eran de los mejores dentro del clan Uchiha. Una idea se cruzó por mi cabeza e interiormente sonreí; no sería fácil ejecutar mi plan, pero lo conseguiría, o al menos eso esperaba.
Itachi se movió y yo alerta reaccioné a tiempo para esquivar las shuriken que él había lanzado, pero un segundo más tarde me di cuenta de que esto había sido una distracción, puesto que él en ese momento estaba terminando de formar los sellos que luego dieron paso a una gran bola de fuego, lo que me obligó a que instintivamente yo de igual modo formara los signos de manos correspondientes, — Suiton suiryudan no jutsu — Un dragón de agua se formó y colisionó poco después contra la gran llamarada que iba hacia a mí, formando entonces una gruesa capa de neblina, que me hizo consciente de que había caído en su trampa, intencionalmente me había dirigido a la posición exacta en que el viento no soplaba tan fuerte, de esa manera el vapor perduraría manteniendo mi vista reducida y dándole acceso él desde afuera para atacar.
Chasqueé la lengua irritada y saqué un kunai con un sello explosivo, consciente de que solo tendría un par de segundos, así que dejé clavada el arma en el suelo y luego di un salto para justo a tiempo para evitar la explosión que apartó la nube de neblina hacia los lados y me dio una mejor vista del lugar, pero esto no fue suficiente, ya que no logré ver el ataque de Itachi a tiempo, solo sentí como fueron mis piernas apresadas por hilos de acero, luego me jalaron hacia el suelo, haciéndome chocar contra la dura tierra y sentir un fuerte dolor en mi espalda, pero esto no me evitó ver cuando el Uchiha saltó sobre mí, así que rauda me moví y saqué una kunai, con la cual detuve la de él, haciendo que sonara el choque del acero contra el acero mientras empezábamos una lucha de fuerzas, la cual estaba bastante pareja, al yo encontrarme en una posición incómoda, en la que él podía ejercer mayor presión sobre mí. Tomando una decisión rápida use chakra en mi mano Izquierda para formar la cuchilla de chakra, la cual empleé para cortar en su pierna derecha algunos tendones, claro que al hacer eso, dejé libre para que él lograra pasar mi defensa y cortarme encima del hombro con su arma, pero la inclinación que él tuvo, me permitió levantar un poco las piernas y empujarlo sobre mí, cayendo de espaldas y dándome el tiempo suficiente para erguirme y cortar los hilos de acero que me ataban, luego de un salto y entre trompicones me puse de pie y me giré de frente a él, quien ya estaba arrodillado y me observaba mientras suavemente jadeaba, mostrando su evidente cansancio.
Dirigí mi mano hacia mi hombro y comencé a detener la hemorragia, para luego cerrar un poco la herida. Mi chakra regular estaba abajo, si quería seguir teniendo una larga lucha tendría que activar el byakugou, y eso era algo que no me permitiría, ya que este último era solo para emergencias, y esa no era una, por lo cual solo me quedaba efectuar mi último ataque, claro que por la mirada que mi oponente tenía en sus ojos podía decir que él también tenía pensado un plan. Detuve mi sanación, flexioné un poco las rodillas, respiré profundo y comencé a dirigir chakra a mis pies, entonces me lancé en un veloz movimiento, aprovechando que estaba herido y sus movimientos eran más lentos. A punto de llegar el pelinegro me sorprendió lográndose poner en pie y saltar hacia un lado, esquivando mi golpe, luego por el rabillo del ojo pude percibir con claridad como formaba los últimos sellos que habría en esa pelea, así que antes de caer, le imité y luego al tocar el suelo derrapé unos centímetros, mientras me giraba para mirarlo y lanzar mi técnica al mismo tiempo qué el usaba la suya.
Un fuerte estallido llenó todo el estadio y de igual modo el humo que formaron nuestras técnicas al chocar, impidieron por algunos instantes que los espectadores vieran el resultado del combate, pero luego, comenzó a despejarse la nube de vapor, mostrándonos a Itachi y a mí arrodillados, yo con una alegré sonrisa en el rostro y muchas ganas de reír y mi compañero con una tranquila expresión. — Ha sido una batalla interesante — el estadio estaba en silencio mientras observaban, estando yo sosteniendo un Kunai que se clavaba en lo que venía siendo el estómago de mi amigo, pero mi atención no estaba allí, sino que iba hacia mi espalda — ¿No es cierto Itachi-kun? — Dije regalándole una sonrisa al pelinegro que me amenazaba con su propia arma por detrás, mientras el que estaba en frente de mí desaparecía en una nube de humo; Le vi sonreír casi imperceptiblemente mientras que sus ojos parecían más suaves, luego, cuando el estadio estalló en vítores él alejó su kunai de mi espalda y cayó sentado. — ¿Te quedarás con esta derrota? — Sus ojos mostraban cierto humor al decir aquello y yo no pude evitar reír.
Me volteé para verlo y él me tendió los dedos en señal de reconciliación, los cuales yo acepté gustosa — Shannaro, ni si quiera lo pienses, esto solo es… un momento de desliz, luego te darás cuenta de que no hay que subestimarme — Su sonrisa se amplió brevemente antes de mirar hacia su pierna inhabilitada y luego regresó la vista hacia mí.
— ¿Tienes suficiente chakra para ayudarme con esto? Si fueras tan amable — Mi risa volvió a salir y yo me acerqué a él.
— Me queda la suficiente para arreglar eso, pero no para luchar — Mi mano se iluminó.
— ¡EL GANADOR UCHIHA ITACHI! — Las tribunas seguían murmurando y gritando el resultado, emocionadas con la lucha reciente, pero decidí no prestar tanta atención a ello, más bien seguí concentrada en mi labor.
Itachi había ganado limpiamente, pero no me sentía triste, de hecho estaba tranquila y un poco satisfecha — Aún me falta mucho para alcanzarte — Comenté tranquila, mientras levantaba mi rostro y miraba su neutral pero amable expresión.
El Uchiha suspiró antes de contestar — Me diste muchos problemas —, rodé los ojos y retiré mi mano de su pierna, ya habiendo concluido con el tratamiento, luego le miré entrecerrando los ojos y comenté — Esa es mi línea, mira que hacerme usar mi bisturí de chakra — una sonrisa cruzó su rostro y al verla solo pude devolvérsela; era inevitable no apreciar los momentos en que él permitía que se mostraran sus emociones con claridad y de hecho era contagiosa, quizás porque era rara y le daba un toque más suave a su rostro.
Ambos nos colocamos en pie, decididos a marcharnos ya de la arena, pero yo por falta de chakra me sentí un poco mareada, por lo cual di un par de trompicones, antes de sentir el brazo de mi amigo sosteniéndome — ¿Estás bien? — abrí los ojos, los cuales había cerrado al sentirme mal, y me encontré a unos diez centímetros de su cuerpo, haciéndome poner nerviosa al encontrarme repentinamente tan cerca.
— S-sí, solo necesito un poco de reposo para reponer mis energías… — tragué un poco de saliva y forcé una sonrisa para ocultar mi vergüenza — Gracias por sostenerme.
Su mirada brilló por un momento, pero luego volvió a su semblante tranquilo — Vamos, parece ser que el Hokage nos espera — Yo asentí y junto a él comenzamos a caminar hacia el interior del edificio, donde sabía que nos darían el resultado del examen, algo que honestamente no me preocupaba, todo lo contrario, sin importar el resultado me alegraba el poder haber participado con el Uchiha, puesto que había logrado ver y aprender muchas más cosas de las que esperaba.
— ¡Felicitaciones! — La celebración me recordaba un poco al momento en que nos volvimos genin, solo que la diferencia era que nos habían tomado completamente de sorpresa, o al menos yo estaba sorprendida, ya que Itachi estaba completamente tranquilo y no mostraba ningún atisbo de asombro por la reunión.
— Lo hicieron muy bien ustedes dos — Mi madre nos sonrió complacida.
— Sin lugar a dudas han demostrado ser capaces de mucho — Mikoto-san estaba colocando sobre la mesa algunos platos llenos de verduras.
— Era de esperarse que Nii-san ganara — Sasuke mantenía un brillo de emoción en sus ojos mientras miraba a su hermano, pero luego me observó a mí y entonces para mi sorpresa sus mejillas se tiñeron de un suave rosa, mientras hacia un gesto de incomodidad, luego dijo — Aunque… lo hiciste bien Sakura, diste… una buena batalla. Felicitaciones por tu promoción — Parpadeé un momento mientras procesaba las palabras del niño, pero pasados unos segundos, y luego de haber conseguido darme cuenta de que no era un sueño, que realmente el niño estaba avergonzado y me estaba felicitando, sonreí ampliamente.
— Gracias Sasuke-kun, es un honor escuchar eso de ti — Mis palabras eran completamente honestas, ya que él siempre era tan receloso, y seco conmigo, así que escucharlo felicitarme era todo un sueño.
— Sasuke tiene razón, fue una batalla excelente, ambos estuvieron bastante parejos en el trascurso de ella — Fugaku como siempre permanecía en publicó mostrándose serio y sin muchas emociones evidentes, pero su voz delataba el orgullo y emoción que sentía al pronunciar aquello — Esto es un paso más para que se conviertan en unos esplendidos ninja, puesto que se puede ver que tienen más para dar.
— Gracias Fugaku-san — Incliné mi cabeza en señal de respeto.
— Oh si pudieran haberse visto ustedes dos, parecía como si estuvieran danzando, su sincronización para detener los ataques parecía casi irreal, más de una vez los perdimos de vista — Mi padre soltó una suave risilla, miro a mi madre y luego continuó — siempre es bien dicho que el entendimiento en batalla está también en el mañana — Soltó una risa fuerte y le miré confundida ¿Qué había de divertido en ese dicho? De hecho me parecía cierto, había visto a muchos cambiar bajo la influencia y entendimiento que tuvieron con Naruto, por lo cual era muy extraño que se riera de ello.
— Cariño… — Mi madre estaba un poco sonrojada y reía suavemente — Eso no se dice así.
Vi a Mikoto sonreír suavemente y luego mirarnos — Necesitaran estar más atentos de ahora en adelante, recuerden que siendo chunin las misiones serán más difíciles y peligrosas, también piensen hacia donde quieren enfocarse, si quieren avanzar más y por donde — el concejo de la mujer me hizo pensar que realmente habían aún muchas más decisiones que teníamos que tomar y que marcarían nuestra vida de ahí en adelante; por mi parte sabía que podría subir como ninja médico, pero quizás podría avanzar más que eso, lo cual en esos momentos sonaba aún mejor. Miré a Itachi, quien estaba prestando atención a Sasuke, el cual había comenzado a narrar la batalla desde su perspectiva; mi amigo era un chico un poco misterioso, y su personalidad bastante inusual, pero… en esos momentos me preguntaba si seguiría el mismo camino del pasado o tomaría otro…
Salté entre los árboles hasta que di con el campo de entrenamiento que buscaba, donde pude ver con facilidad a Itachi y Sasuke, este último estaba en el suelo y se estaba tomando el tobillo, mientras que el primero negaba suavemente con la cabeza mientas palpaba con suavidad la zona que el niño se sostenía con tanto fervor. — Es una torcedura — Finalmente le escuché decir al mayor — Caíste muy mal.
— Hm… es porque no quisiste enseñarme el jutsu… ¡Lo prometiste! — Sasuke estaba haciendo un puchero muy adorable, mientras el mayor soltaba una suave risa, antes de ponerse despaldas a su hermano y extender los brazos hacia atrás.
— Lo siento Sasuke, pero realmente mañana tengo una importante misión y necesito prepararme — el pequeño mantuvo su puchero pero luego se levantó un poco antes de abrazar por el cuello a su hermano y subirse a su espalda. — Será otro día.
— Siempre dices "otro día", pero siempre estas ocupado — Sonreí porque sabía que eso era cierto, aunque no era mentira, Itachi tenía poco tiempo, e incluso cuando yo lograba verlo solo era pocos días y a veces por poco tiempo, solo cuando entrenábamos con Shisui o nos asignaban misiones juntos podíamos compartir por largos tiempos, claro que estaban las cenas en casa de él, y eso era al menos dos veces por semana dependiendo si estábamos o no de misión.
— Lo siento… — Itachi levantó su mirada y la recorrió por los árboles, dándome a entender claramente que ya sabía que estaba allí, por ello no me sobresalté cuando me habló — ¿Hace mucho estas ahí Sakura?
Di un salto y aterricé a su lado, ganándome una mirada sorprendida de Sasuke, que luego fue camuflada por un entrecejo fruncido y un mal carácter — No mucho, acabo de llegar. Hola Sasuke-kun.
— Sakura… ¿Qué haces aquí? — le vi inflar un poco los cachetes y esto me causó un poco de gracia.
— Bueno… buscaba a Itachi-kun, quería preguntarle algo, pero veo que están un poco ocupados — Miré a mi amigo y le dediqué una amable sonrisa.
— Puedes acompañarnos a casa — Propuso él — luego podemos hablar.
— Es una buena idea, pero no quiero incomodar… — Su mirada se estrechó y supe que no deseaba que fuera por ese camino en la conversación — De acuerdo, entiendo, no estoy incomodando — Reí y luego dije — ¿Te han dicho que eres muy mandón?
Él enarcó una ceja ante mi interrogante, provocando de esa forma que pudiera reír un poco más — Nii-san no es mandón — Sasuke se mostró más molesto y yo paré mi risa, para luego mirar al niño y decirle — Es porque es tu hermano, pero no le has visto en las misiones —. El suspiró de Itachi y el movimiento de él al comenzar a andar, me hizo poner nuevamente mi atención sobre él, aunque solo fue unos instantes, ya que luego le seguí y volví a enfocarme en Sasuke, — De todas formas ¿Qué hiciste para lastimarte? — Pregunté.
— No te importa — fruncí los labios y luego aparté mi mirada, dolida por sus palabras, aunque ya era una costumbre el escucharle decir cosas así.
— Se cayó tratando de hacer el shurikenjutsu — Itachi habló suavemente y sin despegar su mirada de enfrente, pero eso no evitó que yo si le observara.
— Eso explica las palabras de antes… — Miré hacia el tobillo que aún no había comenzado a hincharse, pero sabía que eventualmente lo haría si no se cuidaba.
— ¿Quieres ayudar a sanarlo? — Negué ante la pregunta de mi amigo.
— Es mejor que sané por sí mismo, el cuerpo necesita de eso, además no creo que se ponga muy mal, de todas formas cuando lleguemos le echaré un vistazo — Sasuke no parecía del todo contento, pero no protesto, en cambio se recostó contra el hombro de su hermano mayor y pareció afirmar su agarre sobre el cuello de este.
La escena familiar entre Sasuke e Itachi era increíblemente tierna, un espectáculo que nunca podría haber pensado poder ver, y que me hacía pensar en lo triste que había sido el pasado de ellos, la manera en que todo había terminado antes y el posible futuro que tendrían; la sola idea de ver algo así me hacía sentir miedo y me causaba un profundo desasosiego. Quería poder evitar que el destino del clan Uchiha se torciera, me aterraba el simple pensamiento de que Shisui e Itachi murieran y desaparecieran de mi vida, ellos se habían convertido en personas importantes, que me ayudaron en los momentos que más lo necesite y que aún continuaban haciéndolo. — Mira Nii-san — Mis pensamientos turbios fueron interrumpidos por el menor quien tenía la mirada fija sobre una estructura en específico, así que seguí su mirada y me encontré con la sede de la policía militar — Ahí es donde papá trabaja ¿cierto? — Noté que la mirada de mi amigo se tornó más seria y parecía estar meditando, como si algo le inquietara sobre el tema.
— Sí, es el cuartel de la policía militar de la aldea — Itachi tenía la mirada clavada en la estructura, detallándola con cuidado, pero sin dejar de mostrar una expresión calmada, quizás para evitar que su hermano lo notara.
— Nii-san… ¿Por qué el emblema del clan Uchiha está en el escudo de la policía? — Sasuke parecía haberse olvidado de mi presencia, pero realmente no me molestaba, de hecho esperaba no interrumpir en ese corto intercambio de palabras.
— ¿Al fin te diste cuenta? — La voz de Itachi tuvo cierto tono de humor, pero conservó casi toda su seriedad — Bien, te lo explicaré, hace mucho tiempo fueron nuestros antepasados los que establecieron la policía aquí en la aldea, así que cuando crearon el escudo de la policía decidieron incluir nuestro emblema; desde hace mucho tiempo los Uchiha procuraron la paz de la aldea, nuestro emblema es la prueba fehaciente de que nuestro clan siempre ha estado preocupado por la seguridad y paz de la aldea, con el paso de los años nuestro clan ha disminuido, pero aún ahora la mayoría pertenece a esta fuerza y trabajan por la paz de la aldea — Una suave sonrisa apareció en el rostro del mayor y miró a su hermano — Y esto es algo bueno, puesto que solo los shinobi más excepcionales pueden exterminar a los criminales que hay entre nosotros.
Sasuke abrió un poco los ojos y luego comentó mientras retomábamos nuestro camino — Valla Papá es sorprendente… ¿Tú también te unirás a la policía? — Yo creía conocer la respuesta pero seguí escuchando la conversación mientras observaba los ojos de mi amigo, que volvieron a ponerse levemente opacos, como si algo le molestara demasiado pero no pudiera hablar de ello.
— Pues… no estoy seguro.
— Deberías — Itachi miró a Sasuke, quien sonreía ampliamente — Sabes cuando yo sea grande por supuesto que yo también entraré a la policía. Nuestro padre vendrá mañana a mi ceremonia de bienvenida de la academia y será mi primer paso para realizar mi sueño.
Me detuve abruptamente al escuchar aquello, y en consecuencia ellos también se detuvieron — ¿Qué pasa Sakura? — Preguntó Itachi mostrando un poco de confusión en su mirada al ver mi reacción, mientras que Sasuke ahora hizo un puchero al ver su avance interrumpido.
— Mañana… Sasuke-kun ¿Ya entras a la academia? — Mi pregunta pareció ofenderle un poco, puesto que infló aún más los cachetes y luego levantando un brazo, con la mano hecha un puño proclamó — ¡Por supuesto que sí! ¿Qué edad piensas que tengo? No soy un niño pequeño, ya tengo edad suficiente para ingresar — Sonreí un poco avergonzada.
— L-lo siento, no es como si hubiera olvidado que ya tienes seis, solo que no esperaba que mañana fuera la ceremonia… — Vi a Itachi sonreír suavemente por nuestra conversación.
— No debería extrañarme, quien sabe en donde tienes la cabeza — Suspiré y fruncí el entrecejo, nuevamente dolida y algo molesta por sus palabras.
— Para informarte Sasuke-kun, he estado ocupada, he tenido algunas pruebas en el hospital para que pueda subir mi rango de ninja médico, de igual modo se me han asignado varias misiones, por ello no estaba muy consciente de que sería mañana tu ceremonia de ingreso — el niño hizo un puchero y apartó la mirada, era un gesto de culpa, pero sabía que él no se disculparía, así que optando por ser más comprensiva continué diciendo — De todas formas estoy feliz de que finalmente comiences tu formación como ninja, sé que te irá muy bien.
Sasuke me miró de reojo y pude ver un leve tono carmín adornando sus facciones — Hm, por supuesto que me irá bien, soy un Uchiha — Solté una suave risilla por su comentario y retomé el andar, mientras mantenía una sonrisa en el rostro.
— Por supuesto, pero insisto que no es por tu apellido, sino porque eres Sasuke — Itachi me siguió con paso tranquilo, y en su rostro permanecía la pequeña sonrisa, que marcaba su gusto por la conversación, aspecto que hizo que me regocijara por dentro.
Caminamos otro rato en silencio hasta que vislumbramos la entrada al compuesto Uchiha, pero antes de entrar fuimos interceptados por Fugaku, quien salió por el lado derecho, con sus brazos cruzados sobre el pecho, su expresión siendo dura y sus ojos serios y algo fríos, provocándome un estremecimiento interno. — Es tarde ¿Dónde estaban? — Asumí que me ignoraría por un momento así que callé esperando a que intercambiaran las palabras necesarias.
— Padre… — Dijo Sasuke, pero fue interrumpido por el hombre.
— Tengo algo que decirte, ven rápido — Se refería a Itachi, quién pude notar por la tensión en algunos músculos, que estaba un poco incómodo. Fugaku ahora me miró y yo me tensé un segundo, ya que el ambiente me pareció un poco tenso — Buenas tardes Sakura. — Había cambiado levemente su tono de voz, pero aún sonaba demasiado serio.
— Buenas tardes Fugaku-san — Dije en respuesta, para luego hacer una corta inclinación.
— ¿Te quedas a cenar? — abrí los labios para responder pero él se adelantó — Supongo que sí, Mikoto estará feliz de verte; por su puesto es agradable que nos visites. — El hombre se giró dándonos la espalda, para luego comenzar a dirigirse hacia su casa.
Miré de reojo a Itachi, pero él solo había comenzado a caminar detrás de su padre, acción que me dejó en claro que algo pasaba entre ellos, o que el pelinegro mayor sabía que era de lo que quería hablar el líder de los Uchiha. Con un suspiro les alcancé en breve y al igual que ellos me mantuve en silencio el resto del camino, una acción que me permitió caer en cuenta del extraño ambiente que se había formado a nuestro alrededor, el cual era un poco sutil, pero yo podía decir que pasaba algo, aunque no sabía exactamente el que, puesto que todo parecía normal, pero no se sentía de la misma forma, acto que me inquietaba y despertaba mi instinto de auto conservación. El camino hasta la casa se me hizo corto, y una vez entramos Itachi me dio una mirada que comprendí casi al instante, así que luego de descalzarme parte del camino caminé con ellos por los pasillos, hasta que llegamos al despacho del líder Uchiha; fue entonces que nos separamos, marchando yo hasta la habitación de Itachi, donde entré y esperé a que él regresara.
Me senté en el suelo y suspiré, tratando de relajarme de la evidente tensión que se había formado anteriormente, ¿Qué había sido aquello? Realmente no entendía que había pasado, si bien Fugaku siempre estaba tenso, ese día parecía un poco más intenso, aunque no agresivo, de igual modo el aire en el distrito Uchiha parecía… diferente, incluso si miraba a las personas no podría decir con exactitud que era, las que conocía me habían sonreído con naturalidad, y las que no… simplemente me ignoraron, pero a ciencia cierta podía afirmar que había algo mal, solo que no podría decir el qué. Suspiré, los Uchiha eran humanos muy orgullosos, además de que muchas veces se privaban de mostrar emociones más allá de la molestia o fastidio, quizás a veces sorpresa, pero siempre estaban tensos y era difícil saber que estaban pensando, claro que… existían excepciones, como era el caso de Shisui, quien aunque podía ocultar sus pensamientos, él dejaba correr sus emociones libremente cuando no estaba de servicio, siendo muy agradable al momento de conversar y logrando hacerse comprender fácilmente; por otro lado Itachi o Sasuke eran personas a las que tenías que observar y por sus actitudes determinar qué era lo que en verdad pensaban o sentían; gracias a los años entrenando y compartiendo con ellos había logrado poder entender que era lo que querían y mi comunicación no verbal con Itachi había avanzado mucho, llegando yo a notar los pequeños índices de emoción en sus facciones, incluso si este no las mostraba a plenitud todo el tiempo y solo la mayoría de veces cuando estaba su hermano menor. Pensando en Sasuke, tendría que darle algo por su ingreso a la academia, oh, y también a Naruto, aunque quizás este último quisiera una salida a comer ramen — Tal vez un día con él sería mucho mejor — Murmuré con una sonrisa antes de escuchar los suaves pasos por el pasillo, seguido del chakra de Itachi y Sasuke.
La puerta del cuarto se abrió revelando a los dos varones — Sakura… — estreché un poco la mirada al verlos, sus expresiones parecían ser diferentes, pero Itachi no lograba engañarme con la sonrisa amble que en ese momento dedicaba, podía ver que estaba un poco molesto y Sasuke ni siquiera trataba de esconder que estaba triste y lo que parecía decepcionado.
Sonreí tratando de seguir el juego del mayor para que Sasuke no sospechara — Ven Sasuke-kun, te revisaré tu tobillo — El niño ni siquiera protestó, solo se acercó a paso lento y se sentó en frente de mí, así que comencé a revisarlo, solo palpando los lugares y realizando cortos movimientos con el pie, notando en que momentos le dolía al él tensarse hacer cortas muecas. — Bueno, para mañana estará bien, no es muy grave, pero trata de descansar por el momento, también permite que descanse así que retira las vendas de allí y por último, en la noche, cuando vayas a bañarte pídele un poco de laurel a tu madre, la semana pasada pasé y dejé una bolsa, así que aún debe haber, mete algunas hojas a la bañera y permite que sus agentes anti inflamatorios ayuden a controlar la hinchazón, también adormecerá el dolor.
— De acuerdo… — Comenzó a levantarse, pero antes de irse se detuvo, me miró y dijo — Gracias — Luego de esto se marchó en dirección a su propia habitación, dejándonos a Itachi y a mí solos.
— ¿Qué fue lo que ocurrió? — Pregunté, inicialmente sin mirarlo, pero poco después me enfoqué en su rostro, notando como su máscara había desaparecido siendo remplazada por un semblante serio y en sus ojos destellaba la molestia.
— Mi padre no iba a ir mañana a la academia — Abrí los ojos e iba a decir algo cuando él continuó — El asunto ya está solucionado, irá mañana.
— Itachi algo me dice que esa es solo la mitad de la explicación — El me observó con una expresión cansada.
— Esta… ansioso por mi misión de mañana — Fruncí el entrecejo, teniendo una leve idea de lo que había pasado.
— Entiendo… en gran parte era de lo que quería hablarte — Él me dedicó una mirada interrogante, incitándome a continuar hablando — Como… no habías dicho nada, venía a preguntarte si era cierto que harías las pruebas para entrar a ambu.
— Es cierto — Quizás no parecía del todo feliz, pero parecía que la idea no le disgustaba del todo, tal vez porque tenía motivos más profundos para aceptar ser parte de una de las ramas más peligrosas y violentas de la vida de shinobi.
— Es… — Suspiré sin saber que decir realmente, puesto que todo aquello me provocaba sentir un sentimiento de inseguridad, temerosa de que la historia se repitiera — ¿Es lo que realmente quieres?
— Tienen que existir ninja que cuiden a la aldea desde las sombras… ¿Recuerdas la conversación con Shisui? — Suspiré para luego morder mi labio inferior, y mirar a una esquina de la habitación.
— Lo sé, es solo que… no me gustaría verte sacrificándote en la oscuridad — Mi mirada regresó a él, y coloqué una expresión seria — Sabes que tenemos una promesa, así que no pienses en romperla ¿De acuerdo? Si pasa algo, sea cualquier cosa… tienes que decirme, no te atrevas a guardártelo.
— Lo recuerdo Sakura — Ahora fue que se inclinó hacia atrás en su cama y se recostó contra la pared quedando una de sus piernas completamente tendidas y la otra recogida frente a él — Concluida esta conversación… — Estrechó la mirada parcialmente, haciendo que sus ojos parecieran observarme con mayor intensidad — Oí que planeas hacer un entrenamiento especial para subir a Jonin
— Es cierto, el tercero me propuso que iniciara con un entrenamiento especial, dijo que le gustaría que comenzara lo más pronto posible, pero aún no sé de qué trata todo el asunto, sea como sea estoy entusiasmada — Sonreí ampliamente — Dijo que me colocaría ejercicios de todo tipo en un largo plazo para mirar si puedo tomar el examen.
— ¿No crees que es demasiado? Estás haciendo los exámenes de ninja médico, junto con las misiones regulares, ahora decides incluirte en los ejercicios para tomar el examen de Jonin — Se veía preocupado, pero como mantenía su expresión seria era difícil de saber a ciencia cierta hasta qué grado lo hacía.
— Tú puedes meterte al grupo que pasa sus días arriesgando su vida más que los Jonin, pero yo me estoy sobre exigiendo — Suspiré mientras rodaba los ojos — Los exámenes de médico fueron hace dos días, estoy esperando los resultados, las misiones me preocupan, pero solo cuando me las asignan y los ejercicios… bueno el tercero decide cuando colocarlos.
Itachi se relajó un poco en su lugar y luego miró en dirección a su ventana — ¿Qué opinas del ingreso de Sasuke a la academia? — Me confundió su pregunta ¿Qué malo había en ello? ¿O por qué lo cuestionaba? No tenía idea de lo que pasaba por la cabeza de mi amigo.
— Sé que lo hará bien, aunque… me preocupa que no vea su propia fuerza y solo quiera seguirte.
— Es algo normal tener el deseo de ser mejor que alguien, a esa edad es más fuerte, pero estoy seguro que Sasuke logrará ver su propio valor — Yo no estaba tan segura, de hecho recordaba que él siempre tuvo problemas con todo lo referente a Itachi, era cierto que luchaba por ser mejor que él, pero nunca veía en lo que ya era bueno, claro que como decía Itachi, por esa meta había logrado convertirse en un ninja muy fuerte.
— Si tú lo dices — Me puse en pie y me estiré en mi lugar, cansada de estar allí en el suelo — Mañana iré a ver la ceremonia, al menos en tu nombre — Le regalé a mi amigo una corta sonrisa — Sé que te gustaría estar allí.
— Me conoces — Reí suavemente, porque era algo que se podía ver a simple vista, después de todo la persona que más amaba Sasuke era Itachi, quien daría todo para que su hermano estuviera bien, o mejor dicho, ya lo había hecho antes y no me cabía la duda de que lo volvería a hacer si la historia no cambiaba.
— No tenías que venir — Gruño Sasuke luego de la ceremonia, aunque por el pequeño sonrojo en sus mejillas podía decir con claridad que solo estaba siendo testarudo.
— Oh tú sabes que me querías aquí — Sonreí y le acaricie los cabellos con suavidad, ganándome con ello una mirada molesta.
— Deja de tratarme como un niño, desde ahora soy un estudiante de la academia, estoy dado mis primeros pasos para ser un ninja, y seré de los mejores, como Nii-san y Papá — Sus ojos oscuros brillaban con profunda determinación, un gesto que me pareció adorable.
— No dudo que lo serás — Levanté la mirada y escaneé la zona rápidamente, buscando una mata de cabellos de color dorado, pero tristemente no la hallé, así que supuse que ya se habría marchado. La ceremonia había sido un evento que me trajo muchos recuerdos, ya que había logrado ver a mis viejos amigos, todos pequeños y listos para comenzar el camino que alguna vez yo había recorrido con ellos; como fuere una vez esta terminó, Sasuke se me había acercado rápidamente, así que no había logrado conseguir el tiempo suficiente como para buscar a Naruto.
— ¿Buscas a alguien? — Mi mirada regresó hacia el pequeño Uchiha, quien ahora parecía estar algo curioso, pero lo disimulaba con su mirada molesta.
— Tal vez, quería ver a tus nuevos compañeros — Me encogí de hombros y luego dirigí mi mano hacia la bolsa tras mi espalda, de donde extraje un pequeño paquete — Como sea, quería darte esto, es en felicitación por tu ingreso a la academia.
— ¿Por qué…? — Trató de cuestionarme pero me adelanté a sus palabras.
— Sé que te gustará, además este es un evento que se da una sola vez en la vida y como sé que tu sueño es ser uno de los mejores, pues… quiero apoyarte, así sea inicialmente solo con esto — Sasuke me observó unos segundos antes de extender las manos y con suavidad tomar el paquete que le ofrecía, luego lentamente retiró la envoltura, dejando al descubierto una caja, que en el interior contenía varias herramientas ninja y un par de pergaminos con técnicas base para el control de cada una. — Te ayudarán mucho si quieres probar algo nuevo.
El pequeño se quedó observando un poco más su obsequio antes de volver a taparlo, luego sin mirarme dijo — Sakura… Gracias— Mi sonrisa se tornó un poco triste al recordar esas palabras en otras circunstancias, pero traté de disimular mi malestar con un tono de voz más alegre. — Es todo un gusto.
Antes de que pudiéramos continuar hablando, noté que hacia nosotros venía Fugaku, acompañado del que alguna vez fue mi maestro en la academia — Papá — Dijo Sasuke, apretando con un poco más de fuerza su obsequio y manteniéndolo abajo, mientras tanto yo me mantuve observando a los dos hombres.
— ¡Sakura! Que sorpresa — Mi viejo sensei me sonrió ampliamente — Es bueno volver a verte… felicidades por tu promoción a chunin, sé que fue hace más de seis meses pero no pude felicitarte entonces.
— Gracias, y realmente no es problema. Igualmente es un gusto volver a verlo sensei — Hice una corta reverencia y mantuve una amable expresión.
— ¿Oh, y este es tu hijo menor Fugaku? — El hombre reparó en Sasuke, quien se tensó de inmediato, y se puso casi completamente recto.
— Sí, te agradezco por cuidar de ambos — el líder del clan Uchiha torció una corta sonrisa viéndose más amable.
— Oh realmente es un gusto hacerlo, estoy seguro que él tiene mucho que dar — Sasuke sonrió, pero solo fue por unos instantes, puesto que luego siguió un comentario que le hizo borrar cualquier tipo de alegría, siendo remplazada por la combinación entre la impotencia y tristeza — Recuerdo cuando recibí a Itachi, la academia fue solo un empujón, puesto que ese niño desde el principio fue un verdadero prodigio, ah, y tú también Sakura, solo ver lo lejos que has llegado — El hombre soltó una risilla alegre, que internamente me hizo sentir algo molesta, realmente las comparaciones en el momento eran innecesarias — No me extraña en lo absoluto que ellos dos se llevaran tan bien, incluso ahora ¿No es así?
— Sakura e Itachi son excelentes ninja — Concordó Fugaku con simpleza, aunque poco después me dedicó una mirada que me hizo sentir algo incómoda — las misiones que han hecho juntos han resultado bastante exitosas — No es que fuera mentira, de hecho era completamente cierto, pero no solo habíamos sido nosotros, Shisui por lo general nos acompañaba, así que las misiones habían resultado ser bastante agradables… con excepción de la última, en la cual, según él planeaba felicitarnos por ascender a Chunin, pero terminamos en una misión peligrosa, rodeados de una veintena de ninja renegados; no tenía ni la más mínima idea de cómo habíamos salido de esa, solo sabía que al final Shisui tenía una sonrisa de oreja a oreja e Itachi y yo estábamos pensando la manera de vengarnos.
— Oh eso es maravilloso… — Decidí no escuchar más, en cambio miré a Sasuke, el cual ocultaba su mirada tras sus cabellos, tal parecía que el tema de su hermano le afectaba enormemente, pero no tenía como culparlo, el ser el hermano menor, era difícil, especialmente con un hermano que tenía un talento innato para ser ninja, y había superado toda expectativa. Quería decirle algo, quería poder cambiar esa mirada triste de su rostro, pero sabía que no sería bien apreciado, de hecho en esos momentos lo único que podía hacer sería — Como dijo Itachi — Permitir que él creciera y aprendiera por sí mismo que para crecer tenías que avanzar por ti mismo, darte cuenta de quien eras y de todas las cosas que podías hacer.
— Bueno, es hora de marcharme — Declaré a los presentes. — Solo vine a acompañar a Sasuke y felicitarle por su ingreso, pero ahora tengo algunas otras cosas que hacer — Hice una reverencia antes de realmente ver a los dos hombres, que ahora mismo tenían clavadas sus miradas sobre mí.
— Gracias por venir Sakura — Dijo Fugaku.
— No ha sido nada, digamos que también estoy representando a Itachi-kun, sé que le hubiera gustado venir — Miré a Sasuke que tenía su mirada clavada sobre mí y le sonreí — Después de todo él está muy orgulloso de su hermano menor, y ambos sabemos que él tiene un gran talento — Ahora miré a ambos hombres — créame que le sorprenderá — Fugaku había tensado levemente los hombros, pero no dijo nada.
— Ha sido un gusto verte de nuevo — El maestro de la academia me sonrió ampliamente, pero yo solo mantuve un semblante tranquilo.
— Bien, luego nos veremos — Dicho esto desaparecí del lugar, dispuesta a buscar a mi rubio favorito.
Encontrar a Naruto no era tan complicado, solo tenías que seguir los murmullos, el camino de bromas que iba dejando o las miradas de molestia en los rostros de las personas, por ello en solo quince minutos luego de separarme de los dos Uchiha, le hallé en una banca fuera del centro de la aldea, tenía la mirada perdida en un punto del paisaje, además de que en sus ojos aparecía la sobra de la soledad, siendo tan crudo el sentimiento que era fácilmente palpable desde la distancia. Me acerqué con suavidad, buscando no asustar al niño, quien por la suciedad de sus ropas, podría decir que ya había tenido su primer enfrentamiento del día, — Para ser el día de la ceremonia de entrada no pareces muy entusiasmado — Dije cuando estuve lo suficientemente cerca, poniendo una suave sonrisa en mi rostro antes de que él se girara a verme y abriera ampliamente sus ojos.
— ¡Sakura-nee-chan! — Naruto se puso en pie y pude ver como sus emociones se transformaban, ahora siendo más alegres y emocionadas — ¿Qué haces aquí?
— Te estaba buscando — Deje un espacio de menos de medio metro entre nosotros, y continué — Quería celebrar que entraste a la academia, así que fui en la mañana pero luego de la ceremonia te marchaste tan rápido que no tuve tiempo de ir por ti.
El rubio estuvo sorprendido un par de segundos, antes de agachar la cabeza y decir — Yo… no sabía que… es decir bueno… habían personas que estaban diciendo algunas cosas… — Calló mientras apretaba los pequeños puños a sus costados, en un claro acto para evitar llorar.
— ¿En serio? — giré un poco mi cabeza hacia la izquierda, mirándolo con cuidado y pudiendo palpar con claridad su tristeza — mal por ellos, porque se pierden de tu gran compañía, pero yo en cambio quiero que compartamos el resto del día ¿Qué dices Naruto? ¿Vienes conmigo?
Mi amigo levantó la cabeza y me mostró que su mirada estaba cristalizada, resaltando aún más el color azul de esta y compartiendo completamente el sentimiento de su esperanza, que pronto fue acompañada por una enorme sonrisa — ¡Me encantaría Sakura-nee-chan! — Declaró dando un salto y riendo.
— En ese caso ¿A dónde quieres ir primero? Estas invitado a comer ramen de Ichiraku cuando lo digas, pero antes podemos ir a jugar o… — Fui interrumpida por el niño.
— Hm… quiero ver qué haces en un día normal — enarqué una ceja.
— No hago nada en especial, entreno un poco o hago misiones, pero ahora mismo no tengo ninguna, además no creo que entrenar sea adecuado para hoy — Naruto hizo un puchero y yo solté una suave risilla — ¿Por qué no vamos al parque? A puesto que podremos jugar un rato allí — No era una idea descabellada, a pesar de que yo era un chunin seguía siendo una niña… por fuera.
El rubio lo medito un momento, cerrando sus ojos y cruzándose de brazos, y luego de lo que fueron unos cuarenta segundos volvió a abrir sus orbes azules, mirándome directamente y regalándome una amplia sonrisa — Eso suena estupendo — Extendió los brazos sobre su cabeza y luego dio un salto, quedando de espaldas hacia mí — ¡Vamos Sakura-nee-chan! — con pasos apresurados comenzó a guiarme y yo solo pude reír y seguirlo de cerca.
Pronto comenzaría a atardecer y yo permanecía con una sonrisa en el rostro mientras veía a Naruto caminar frente a mí, satisfecho luego de haber jugado casi todo el día, luego comimos ramen y por último se había comido un helado, del cual aún tenía rastros en el rostro, mostrando que había sido de vainilla y chispas de chocolate — Hoy ha sido el mejor día — Dijo girándose hacia mí y sonriendo con todos su dientes — Gracias Sakura-nee-chan, me la he pasado excelente — verle sonreír de esa manera me llenaba de ternura y al mismo tiempo de tristeza, recordando que pronto él regresaría a casa, donde no había nadie quien le esperara.
— Me alegro que te hayas divertido, algún día lo repetiremos — Naruto asintió, y luego volvió a girarse en dirección a la calle, donde algunos aldeanos nos observaban con curiosidad, pero eso era algo que no me preocupaba.
— Sakura-nee-chan — el rubio me miró de reojo y parecía un poco nervioso al hablar, aspecto que me confundió.
— ¿Qué sucede Naruto? — El pareció dudarlo así que le animé a que continuara — Vamos, dime que ocurre.
— Bueno… es que yo me he preguntado… ¿Por qué…?
— ¡Sakura! — Una voz familiar llamándome interrumpió al niño, que al igual que yo dirigió la mirada hacia la persona que había mencionado mi nombre.
— Mamá, Papá — Dije con calma, notando sus expresiones tensas — Que coincidencia encontrarles aquí.
Ellos casi parecían sin habla, pero especialmente mi madre, me miraba a mí y luego a Naruto, parecía no saber qué decir, pero yo podía saber que con su mirada solo estaba poniendo nervioso al pequeño, quien lentamente comenzaba a mostrarse triste, así que decidida me acerqué a él, sin importarme realmente que mis padres pudieran tomárselo a mal — Naruto, quiero presentarte a mis padres… mi Padre Haruno Kizashi, y mi madre Haruno Mebuki. Papá, Mamá, él es Uzumaki Naruto, es mi AMIGO — mi mirada se estrechó un poco y tomando al niño por los hombros reafirme mi posición, logrando con ello que mis dos progenitores me observaran un poco cautelosos y quizás molestos, pero esto solo fue un hecho que reafirmó que habían entendido mi punto.
— H-hola — El niño permaneció pegado a mí esperando a ver qué harían mis padres, temeroso de lo que le pudieran hacer o decir.
— Hola… — Mi mamá apartó la mirada de Naruto y la posó sobre mí — Sakura, es hora de cenar, así que despídete y…
— Iré luego, prometí que estaría hasta que anocheciera con Naruto, después de todo estamos celebrando su ingreso a la academia — Mi madre frunció el entrecejo, pero yo no daría mi brazo a torcer.
— Sakura-nee-chan, está bien… ya me divertí mucho por hoy — Miré al pequeño, quien trataba de sonreír lo más convincente que podía, un gesto que me partió el corazón ¿Cómo podía hacer aquello? Siempre procuraba mostrarse fuerte o hacer como si no le importara, pero la realidad era que él solo deseaba evitar que otros salieran lastimados, incluso si él tenía que sacrificarse para que eso ocurriera. — Te prometo que me esforzaré en la academia… ya verás seré el mejor Hokage.
— Naruto… — Traté de sonreír, pero realmente estaba muy molesta con la situación — Sé que serás un ninja extraordinario, pero como dices tienes que esforzarte, así que cumple tu promesa, y yo no dejaré de cumplir la mía — Le guiñé un ojo y él se sonrojo levemente — Por ello… — Miré a mis padres detrás de mí y tomé una decisión — ¿Por qué no vienes y pasas la noche en mi casa? Cenaremos juntos.
— ¡Sakura! — Mi madre profirió, pero yo le dediqué una mirada que claramente decía que hablaríamos sobre eso luego, pero que no aceptaría un no como respuesta.
— Y-yo… no creo que… — Trató de decir el rubio, pero yo le silencié con una mirada.
— No digas tonterías, está decidido — Me puse de pie y tomé su mano con gentileza — Vamos ¿Si?
Naruto se veía temeroso, especialmente cuando vio la mirada de mi madre, pero yo insistí para que me siguiera, así que lentamente y manteniéndose siempre cerca de mí nos acompañó. Mi madre no se veía feliz, y mi padre permanecía callado y serio al respecto, pero supuse que estaría esperando el momento para decir algo sobre todo el asunto, probablemente un regaño sobre mi manera de actuar, pero yo tenía mi decisión tomada y ellos no podrían borrar mi resolución, había prometido cuidar y proteger a Naruto, ayudarle cuando era niño y eso era lo que iba a hacer, por eso, si tenía que enfrentar la aversión de mi familia por él lo haría, después de todo, sin importar que ya no fuéramos del mismo equipo allí, éramos amigos, por eso le cuidaría.
Mis padres no dijeron mucho en la cena, así que procuré hablar con Naruto en el transcurso de esta, llegando a animarlo nuevamente y consiguiendo que el resto de la noche estuviera lo suficientemente distraído como para que ignorara las miradas de mis padres, y así cuando cayó dormido lo hizo sin ningún tipo de incomodidad. — Sakura — Mi madre me llamó cuando yo había tomado en brazos al pequeño y lo había acomodado en un futon desplegable al lado de mi cama, así que le miré esperando a que continuara — Tenemos que hablar —. No dije nada, y solo le seguí hasta la sala, donde mi padre nos esperaba sentado, tomando una humeante taza de té.
— ¿De qué quieren hablar? — Pregunté, claramente fingiendo desconocer la respuesta a mi pregunta.
— Sabes bien de qué — Mí madre había estrechado la mirada y su rostro estaba contorsionado en un gesto de molestia y en sus ojos refulgía la llama de la ira — ¿Por qué invitaste a ese… niño aquí? ¿No tienes idea de lo que es?
Fruncí el entrecejo y me cruce de brazos — ¿Lo que es? Naruto es un niño, quizás no del todo normal, pero es un niño, no puedes juzgarlo sin conocerlo y menos por lo que encerraron en su interior — La mujer respiró profundo y también apretó la mandíbula, mostrando con ello su gran enfado por mi respuesta.
— La aldea casi fue destruida por él hace años ¿Lo olvidaste? Es un monstruo que en cualquier momento puede perder el control, no quiero que te juntes con él, no quiero perderte… — chasqueé la lengua, apreté mis puños y en un gesto coloqué en evidencia mi desacuerdo.
— Naruto no es un monstruo, es solo un niño travieso que no ha recibido amor, él no destruyó la aldea ni ha matado a nadie, ese fue el Kyubi, el cual, es cierto que está en su interior, pero eso no hace que comparta los mismos deseos o pecados que él; Naruto es solo alguien al cual todo mundo juzga y nadie reconoce como un miembro de la aldea, pero si lo conocieran se darían cuenta de que es una de las mejores personas que podrían llegar a ver. Estas siendo prejuiciosa, al igual que muchos más en esta aldea... — Ella torció su boca en una mueca de inconformidad y me interrumpió.
— ¡Sakura! Él parece inofensivo pero realmente… — Me puse de pie molesta y con mis ojos cristalizados mientras contenía las lágrimas.
— No digas nada malo de Naruto — Me detuve antes de alzar la voz y respiré profundo, luego continué — Si yo estuviera en la posición de Naruto… ¿También querrías que me odiaran? — La mirada de mi madre cambió suavizándose y mostrándose afligida por unos momentos.
— T-tu… eres diferente Sakura, tu no…
— No soy diferente — Le contradije — Puedo decir que Naruto no es tan listo como yo, pero sé que es mejor en muchos aspectos. Antes de que Naruto naciera, tú y papá estaban hablando de lo feliz que estaban el cuarto Hokage y su esposa al ser padres, ustedes conocían a los padres de Naruto ¿Cómo creen que se sentirían si vieran todo el odio por su hijo? ¿Alguien que fue un sacrificio más para salvarnos a todos? Creo que la manera en que lo juzgas es demasiado fuerte.
El silencio cayó en toda la instancia, y prevaleció por cerca de un minuto, hasta que mi padre finalmente habló, — Mebuki, Sakura tiene razón — Mi madre le miró con gravedad y yo con esperanza — Ese niño, por mucho que tenga atrapado al zorro de nueve colas, en ningún momento mostró ser diferente a cualquiera, solo reaccionó mal cuando le miramos despectivamente, pero su mirada… ¿Pudiste verla bien? Era una de dolor.
— Yo… — Trató de decir mi madre antes de suspirar y mirarme. — ¿Entiendes que si te juntas con él, otros te mirarán mal?
— No me importa, los que me conocen saben lo que soy y lo que no soy, además… no voy a abandonarlo, porque sé que se ha de sentir solo y… — El abrazo de mi madre me silenció y tomó por sorpresa, haciéndome quedar estática en mi lugar.
— Lo siento si te ofendí… — Ella se separó y yo elevé mi mirada para verla mejor — También le debo una disculpa a tu amigo ¿Es muy importante para ti?
— Sí — Contesté aún aturdida, especialmente porque había pensado que convencerla sería más complicado — No tienes idea — Pensé.
— En ese caso supongo que no tenemos que decir nada al respecto — Ella me sonrió un poco forzoso, acción que me reveló que le llevaría tiempo digerir todo el asunto, pero que siendo este el inicio me daba la sensación de que llegaría aceptarlo.
— Bien, concluido el asunto… es hora de dormir — Mi padre se puso en pie y sonrió abiertamente — la energía no se repone con discusiones pesadas, solo te pone más pesado — mi padre y madre rieron por el comentario de él y yo adquirí un leve tic en una ceja, pero luego con un suspiro decidí pasar esto por alto y mejor disfrutar de la compañía que ellos dos me brindaban.
Un suspiró escapó de mis labios mientras caminábamos por el bosque, quedaba cerca de una hora para que anocheciera, lo cual significaba que pronto tendríamos que hacer una pausa para descansar. Miré a mis dos acompañantes siendo Hayato mi compañero de misión y nuestro cliente, el cual era una princesa de ocho años, de cabellos blancos y ojos de color violeta claro; ella era bastante agradable y tranquila, haciendo la misión bastante relajada en el aspecto de convivencia. — Tienes esa mirada de "algo me preocupa" — Las palabras de Hayato llamaron mi atención, así que me enfoqué en mirarlo solo él, viendo en su rostro una expresión seria y algo aburrida.
— No me preocupa nada, solo que el lugar se me hace muy familiar — era en gran parte cierto, porque una pequeña parte de mí, estaba pensando en las actividades que había estado realizando en ese último mes.
— ¿En serio? —. Hayato parecía no creer mis palabras, pero decidió no insistir, en cambio empezó otro tema completamente diferente — Como sea, pronto anochecerá, así que será mejor establecer un campamento para pasar la noche.
El pelinegro se detuvo abruptamente, acción que me desconcertó un poco, puesto que podía ver que estaba ligeramente tenso, un rasgo que los últimos días había prevalecido, pero específicamente ese día parecía que su tensión había aumentado. — ¿Será seguro por aquí? — Kazumi, que era nuestra clienta parecía dudar de que esa fuera la mejor ubicación, y por algún extraño motivo yo compartía su inquietud, a pesar de que los árboles nos cobijaban de tal forma que las probabilidades de ser detectados se reducían, además cerca de allí se escuchaba el correr del agua, así que lo más seguro es que hubiera un río en los alrededores.
— La posición está bien, a no ser que quieras caminar otro tramo, y que probablemente terminemos agotados y no logremos establecer a tiempo el campamento, lo cual si sería riesgoso para todos — Hayato había fruncido el entrecejo y ahora tenía una expresión que destellaba fastidio.
— Yo… — Kazumi había agachado la cabeza avergonzada, así que decidí intervenir,
— Hayato basta, ella no lo decía con una mala intención — Miré a la chica un segundo, antes de regresar la atención a mi compañero — No tienes que estar a la defensiva, solo explícale con calma.
— Lo siento… — El pelinegro relajó un poco su semblante, pero su estado de malhumor no disminuyó — Solo no estoy de humor —. Nos dio la espalda y dejó caer su mochila en el suelo, para luego comenzar a caminar hacia el bosque — Iré a buscar algo para encender una fogata.
El comportamiento de mi compañero era bastante extraño, lo que hacía que me preocupara y me preguntara si algo malo había ocurrido para que se encontrara de esa manera, claro que la primera vez que lo había notado de esta forma, le había preguntado al respecto, pero él se había negado rotundamente a decir cualquier cosa al respecto, en cambio solo argumentaba lo mismo "no estoy de humor" y se marchaba, así que por el momento solo podía observarle y esperar para enterarme que era lo que le pasaba por la cabeza. Hayato llegó luego de quince minutos cargado de leños, que apilo mientras yo buscaba las cosas para encender la fogata, la cual estuvo lista justo cuando el sol comenzaba a esconderse, haciendo que las sombras nos rodearan con rapidez, dejando solo la fogata iluminando nuestros alrededores a al menos cinco metros a la redonda.
— Tomaré el primer turno para vigilar — Dije a mis acompañantes — Kazumi, tienes que dormir, así que descansa tranquila, Hayato duerme también, te despertaré en dos horas.
— ¿Estas segura que quieres vigilar primero? — Giré mi cabeza hacia un lado y coloqué una expresión interrogante, lo cual hizo que él continuara — Creo que es mejor que tu descanses, eres el médico, así que necesitas recobrar energías.
— Pero yo estoy… — No me dejo continuar, en cambio me interrumpió, solo que en esta ocasión suavizó aún más su semblante, y habló con un tono suave — Sakura, descansa, es lo mejor.
No entendía porque era tan insistente, pero al ver esa mirada solo pude acceder — De acuerdo — Me acosté en mi sitio, apoyando mi cabeza sobre mi maleta — Despiertamente si ocurre algo o para cambiar el turno — Dije, aunque realmente no pensaba quedarme dormida, pero una vez cerré los ojos sentí como si algo me jalara con fuerza hacia la inconsciencia, haciendo que pronto todo quedara oscuro.
— Sakura… — Como si esa voz me hubiera sacudido abrí los ojos, encontrándome con un gran campo, de altos pastos que casi me cubrían por completo y en medio de ellos se encontraban un par de ojos Zafiro que no veía hacía años.
— Tú… ¿Qué…? — Traté de decir, pero el hombre me interrumpió.
— Lamento decirte que es un mal momento para que hayas caído en este estado, incluso si no fue intencional — Me sentí confundida por sus palabras pero antes de decir algo sentí un fuerte dolor en el pecho, que me hizo caer al suelo y jadear — Trata de soportar el dolor, te mandaré de regreso de inmediato, pero tendrás que actuar rápido… sálvala… y luego corre… tus instintos te guiarán… en el camino correcto… — Las últimas palabras las escuché lejanas, antes de ser nuevamente arrojada fuera hacia la oscuridad, y luego despertar con algo de dificultar, con mi mirada nublada y con el dolor en mi pecho persistiendo.
— ¡A-Ayuda! — La voz de Kazumi logró hacer que el sentido de alarma despertara en mí y la adrenalina pusiera a funcionar mi sistema, permitiéndome enfocar la mirada y lograr ver que en mi pecho una kunai clavada, cerca de mi corazón; sin pensarlo dos veces activé el byakugou, solo mientras retiraba el objeto y permitía que mi herida cerrara, luego me puse en pie y miré hacia donde estaba la pequeña princesa, la cual estaba siendo amenazada por mi compañero de equipo. Confundida pero sin dudar lancé hacia Hayato el kunai que antes había tenido clavado, pero él sintiendo mi ataque lo evadió de un salto a un lado, mientras yo de un movimiento ya me encontraba enfrente de la niña, interponiéndome entre él y ella.
— Sakura… apártate — La voz del pelinegro salió fría y sus ojos se estrecharon, haciendo recorrer un escalofrío por toda mi columna.
— ¿Qué significa esto Hayato? — Pregunté, mientras evaluaba mis opciones, además de que trataba de entender lo que había pasado, puesto que no podía creer que Hayato… hubiera tratado de matarnos — ¿Exactamente…?
— No lo entenderías, estás demasiado cegada para darte cuenta — Dijo justo antes de lanzarse en un rápido movimiento y atacarme con su kunai cargada en su chakra tipo eléctrico, pero yo le había visto justo antes de que se moviera, por ello logré esquivarlo, inclinándome hacia un lado, luego tomé el brazo con el que había tratado de herirme, asegurándome que no lograra escapar para cuando le di un fuerte golpe en el rostro que lo arrojo lejos.
Consciente de que sería una tontería emprender una lucha en esos momentos, tomé a la peli blanca conmigo y comencé a correr con rapidez. Mis opciones para escapar se reducían a ir directamente hacia el punto de entrega de la niña, ya que en esos momentos estábamos muy lejos de Konoha, siendo el lugar más próximo el país de las aguas termales, pero esto igualmente significaba un riesgo bastante grande, ya que él conocía la ruta y nuestro destino también. — Sakura, Detente — Escuché a mi compañero gritar, y yo aceleré, tratando de poner más distancia entre nosotros — No tienes escapatoria.
— ¡¿Quieres ponerme a prueba?! — Solté con fuerza, justo antes de que sintiera el peligro sobre nosotras, así que me vi obligada a saltar hacia un lado logrando evitar un fuerte golpe que destruyo el lugar donde segundos antes había estado. Derrapé hacia atrás y luego di un salto, quedando encima de una roca junto al rio, entonces bajé a Kazumi, y me enfoqué en mi nuevo atacante, siendo este un hombre alto, musculoso y de aspecto tosco, que además estaba sonriendo con una dentadura amarillenta.
— Mocosa, entrega a la mocosa y tal vez consideré dejarte vivir — se burló el hombre y entonces yo acerqué a la peli blanca más hacia mí, tratando de cubrirla de la vista.
Hayato quedó al lado del hombre y me sonrió, con una mezcla de sadismo y arrogancia — Es increíble que hayas sobrevivido, pero eso es solo algo que interrumpe nuestros planes, así que te digo que esta vez no sobrevivirás — Se posicionó de tal forma que en cualquier momento podría saltar sobre nosotras, así que mantuve parte de mi concentración sobre él, pero sin perder de vista al otro sujeto ni mi entorno, ya que estaba segura que ese no era el único que rondaba por allí.
— ¿Por qué haces esto? — Dije dolida pero sin mostrarlo, siendo una expresión seria y molesta lo que exteriorizaba — ¿Vas a tirar tu futuro así? Konoha…
— Konoha actualmente es una basura, solo se preocupan por los clanes principales, y los genios como tú o Itachi, el resto no somos suficientemente buenos, por eso menosprecian nuestra vida… de igual modo que ocurrió con Tenryu; pero todo eso puede cambiar si matamos a la mocosa, ya que lo más seguro es que su pueblo ataque la aldea y con ello el Hokage actual será sustituido por uno mejor, alguien que proteja la aldea de forma recta — Esas palabras me sonaban de haberlas escuchado antes, pero no necesité pensarlo demasiado puesto que en ese momento sentí la presencia de alguien a nuestras espaldas, así que tirándome con la niña al suelo esquivé el embate de una kodachi, para luego levantar mi pierna izquierda y dar un giro hacia atrás, consiguiendo impactar con el agresor, pero este cambió por un tronco.
— Ambu — Pronuncie tensándome al notar que estaba completamente rodeada — y déjenme adivinar, todos ustedes son de raíz.
— Creo que eso no es relevante en el momento, después de todo morirás aquí por el bien de la aldea — fruncí mi entrecejo y entrecerré mis ojos, consciente de que mi situación no era alentadora, aunque en mi mente ya se habían comenzado a formular varias estrategias para salir bien parada de allí.
— Vaya… no sabía que traicionar a tus camaradas era hacerle un bien a la aldea — Miré a Hayato, decepcionada de verlo en esas condiciones, pero eso era algo para pensar después, en esos momentos tenía que colocarnos a las dos a salvo — como sea, lamento decepcionarlos, pero ni ella ni yo moriremos aquí — Dicho esto y aprovechando el terreno, formé rápidamente los sellos — Suiton suiryudan no jutsu — Un gran dragón de agua apareció y nos rodeó en menos de unos segundos para luego golpear a mis adversarios, permitiéndome aprovechar la apertura para lanzar un genjutsu sobre todo el lugar y con ello poder tomar a la niña y huir con saltos rápidos entre las rocas hasta llegar lo suficientemente adelante como para volver a internarme al bosque y tomar los caminos más estrechos, y por los que a los adultos les sería difícil seguirnos.
— Nos encontrarán — Dijo Kazumi desde mi espalda, su voz sonaba temblorosa dejándome en claro que estaba asustada.
— No lo harán, ese genjutsu es suficientemente fuerte para distraerlos por al menos unos diez minutos, incluso si son ambu, además… solo lo necesito hasta que estemos suficientemente lejos — Ella no entendía lo que yo quería hacer, pero eso era algo que descubriría de inmediato, puesto que logré llegar hasta la profundidad del bosque, rodeado de varios árboles y donde la oscuridad nos ocultaba perfectamente.
— Este lugar… — Bajé a la niña, quien me observó asustada.
— Es perfecto para lo que planeo — Dije para luego hacer dos clones de sombra, acto que me estremeció, después de todo esa técnica era algo que evitaba si podía, al requerir dividir mi chakra en proporciones suficientes para su propósito. — Bien… es momento — Mencioné para luego transformarme en una versión adulta de mí, solo que mi cabello era de color negro y mis ropas habían cambiado, siendo la combinación de las de ambu con una capa parecida a la de Akatsuki, solo que esta era completamente negra. Tomé a la niña en mis brazos y la oculté bajo la capa, luego miré a mis clones, siendo uno el que se transformó en Kazumi y se subió en la espalda del otro, seguido a esto se fueron de allí, en dirección opuesta a la que nosotros iríamos. Antes de partir me aseguré de borrar nuestras huellas y después volví a emprender la marcha — No vayas a hacer ruido — proclamé mientras saltaba entre los árboles, — Tomaremos una ruta diferente al país de las aguas termales, iremos cerca al país del hielo, por allí hay algunos pasajes de difícil acceso y en los que les será difícil seguirnos el rastro.
— Suenas muy segura de adonde te diriges — Murmuró ella desde atrás acurrucándose más contra mí.
— No estamos muy lejos y… — me callé un momento y me quedé pensando ¿Cómo lo sabía? Tenía la ligera sensación de que estaba pasando algo por alto, pero no recordaba el qué, quizás la presión del momento era bastante y por ello no lograba acceder a esas memorias, pero como fuera, sabía que allí estaríamos más seguras.
No paré en ningún momento cercano, atenta por si nos seguían y siempre lista para defendernos, claro que para mantener el ritmo nocturno tuve que consumir una píldora de soldado, ya que no podía descuidarme en ningún momento, puesto que estaba segura que en cualquier momento descubrirían el señuelo, retrocederían sobre sus pasos y tratarían de dar con nosotras, por eso mismo evité poblaciones o lugares donde alguien podría vernos, cruzando un amplio escarpado y escalando hasta la cima de estos, dando con un camino y un bosque de altos árboles que permitían que el lugar se iluminara bastante bien. — Tengo hambre — Dijo Kazumi cuando el sol ya estaba elevándose en el cielo, indicándome que probablemente hubiera estado corriendo por más de seis horas.
— Bien, descansaremos un momento — Dije bajándola y sacando de mi bolsa trasera un bocadillo, el cual le tendí — no quisiera apresurarte, pero es mejor que comas rápido, no deseo quedarme mucho tiempo en un solo lugar.
Ella me observó un par de segundos, antes de regresar su atención a la comida — Deberías descansar un poco, no creo que nos alcancen aquí — iba a decir algo, pero ella volvió a hablar — desde ayer no has descansado, solo dormiste cerca de una hora antes de que… bueno tu compañero tratara de matarnos, además gastaste mucho chakra.
— No puedo bajar la guardia, podría pasar algo y no estoy dispuesta a permitir que nos tomen por sorpresa como la última vez — La niña suspiró y tomo un bocado de su comida.
— Desde aquí será más fácil llegar — Mencionó antes de levantar la mirada y observar el sendero que se levantaba frente a nosotras — De hecho… — Los ojos de ella se abrieron un poco más, antes de ponerse en pie y comenzar a caminar.
— Kazumi — Llamé poniéndome en pie y siguiéndola — Regresa, es peligroso, no sabes si hay…
— Sí, este es el camino — Ella dijo con alegría para luego comenzar a correr — Onee-chan es por aquí — confusa por sus palabras apresuré mi paso y traté de alcanzarla, pero para cuando lo hice me quedé estática al reconocer el sitio donde estábamos.
— Este lugar… — Murmuré parpadeando y examinando las altas columnas que habían remplazado a los árboles, siendo estas en mármol, de un color café claro, bien pulidas y cuidadas, caso contrario a la última vez en la que había estado allí — Kazumi… este lugar es… — Traté de advertir, cuando otra voz me interrumpió.
— ¡Princesa! — Dos hombres, vestidos con uniformes de color azul oscuro estaban parados frente a las escaleras que conducían a la entrada a la aldea — ¿Qué hace aquí? Se supone que sería recogida en otro sitio.
— El plan cambió — Dijo ella, justo cuando sentí que mis clones habían sido destruidos, dándome la información de que había llegado lo bastante lejos de nosotros, entonces retiré mi transformación y me relajé un poco, puesto que aún no entendía que era lo que estaba pasando ¿Cómo era que ese lugar estaba habitado? ¿Y Cómo era que Kazumi era su princesa? La última vez ese sitio era solo el recuerdo de una civilización, pero ahora se veía habitada — Deseo ir con mi hermano, tengo que informarle que nos traicionaron en el camino — Ella me miró y sonrió — Ella… Sakura-Onee-chan salvó mi vida.
— Hablando de aquello, es mejor que me marche ahora que estas a salvo, aunque sigo un poco confundida con todo esto — Traté de sonreír a pesar de mi cansancio, cuando otra voz nos irrumpió en nuestra conversación.
— Yo puedo contestarte eso, aunque también tengo que decir que no es prudente irte de esa forma Sakura — Bajando las escaleras estaba el muchacho que se presentaba en mis sueños, tenía una sonrisa de medio lado cruzando sus facciones además de cierto brillo de diversión en sus ojos azules.
— Nii-chan ¿La conoces? — preguntó la pequeña, mirándonos a ambos.
— Sí, por diversos motivos la conozco — Estreché la mirada, desconfiando del hombre en frente de mí, especialmente porque los guardias se habían tensado al verlo, y se lanzabas miradas preocupadas.
— ¿Por eso decidiste aparecer? Yo iba a ir a tu… — Kazumi fue interrumpida por el muchacho.
— No es necesario, tengo fuerzas suficientes y además esta es una ocasión especial —. Se detuvo en sus palabras y me observó — Antes de que digas algo Sakura, te diré que tus respuestas se darán luego, por el momento te enviaré a casa, de esa manera podrás informar al Hokage y descansar tranquila, has hecho un buen trabajo.
— Espera ¿Qué quieres decir con…? — Traté de preguntar, pero él me interrumpió.
— Ya dije que luego vendrán las explicaciones, después de todo sabes dónde encontrarme — Dicho esto me señaló y seguido a esto una luz me envolvió por completo, encegueciéndome, de igual modo sentí como si fuera levantada del suelo, quedando suspendida por solo unos segundos, porque luego la sensación de caída me abordó, haciéndome sentir un vació justo antes de estrellarme de bruces contra el suelo, dejándome un poco adolorida y desorientada.
Solté un quejido mientras trataba de recobrar todas mis facultades, respirando profundo y apoyando las manos sobre el suelo, intentando levantarme — ¿Sakura? — Escuché que me llamó la voz familiar del tercer Hokage, aún aturdida, lentamente me senté en el suelo, sacudí la cabeza y abrí los ojos. Me sorprendí de ver que estaba en medio del despacho del Hokage y este a su vez en frente de mí, observándome atentamente.
— Hokage-sama… — Murmuré aún sin creer que él estuviera enfrente de mí.
— ¿cómo es que estas aquí? — Medité un momento sus palabras y me encontré sin una respuesta lógica que darle, lo único que podría decir, era lo último que había visto.
— Realmente no sé cómo — Confesé.
— ¿Y la misión? ¿Qué pasó con Hayato? — Él parecía realmente preocupado por el resultado de todo aquello, y no era para menos.
Ahora que ya había bajado la adrenalina del momento y la tensión hubo desaparecido, la realidad me golpeaba con dureza, trayendo hacia mí una tristeza profunda, junto con la confusión y amargura de ser traicionada por mi último compañero de equipo. ¿Acaso siempre existiría dentro de mis camaradas, alguien que desertara y tratara de matarme? — La terminé, pero hubo un problema — Me observó expectante a que continuara y yo, conteniendo las lágrimas comencé a narrar los hechos — Hayato… nos traicionó a mitad de la misión, trató de matarnos, además… habían algunos ambu de raíz que estaban con él. Cuando le pregunté sus motivos, solo dijo que deseaba que el Hokage fuera cambiado, concluyó que era necesario que Kazumi-chan muriera. Logré sacarnos de allí a salvo, pero por ello mismo no sé qué habrá ocurrido con Hayato. También, llevé a la chica a casa, a su verdadero destino, aunque… realmente no sé cómo logré encontrar el camino hasta allí.
— Ya veo — El anciano suspiró y se recostó contra su asiento, fumando un poco de su pipa y luego soltando despacio el humo — Así que ya lo debes saber — Me confundí por sus palabras y él pareció notarlo, puesto que continuó hablando — Kazumi pertenece a un clan muy poderoso, que actualmente es un aliado de Konoha — El Hokage se inclinó hacia adelante y me miró con seriedad — No se sabe de dónde salió el clan, pero se cuentan historias al respecto.
— ¿Qué historias? — Pregunté.
— Se dice que hace mucho tiempo, podían controlar el tiempo de las personas, claro que solo eran unos pocos los que nacían con ese don, y para lograr activarlo se valían del deseo de la persona en cuestión, claro que solo podían alterarlo una sola vez. Actualmente no se ha visto algo así, los miembros de este solo nacen con el don de hacer predicciones y un chakra enorme. El último miembro que consiguió romper las barreras del tiempo, vivió hace muchos siglos, su nombre si no mal recuerdo era… Shin — Mis pensamientos rondaron alrededor de mis propios hechos y de la forma en que había acabado allí, consiguiendo que las piezas del rompecabezas comenzaran a encajar.
— ¿Eso quiere decir que en el peor de los casos, el pasado de esas personas y su historia podrían cambiar? — Cuestioné.
— No sé realmente hasta qué punto podrían ir sus poderes, pero técnicamente sí.
— ¿O sea que podrían llegar a ser mayores o menores a lo que eran? — El hombre me observó confundido, y entonces, cuidando mis palabras me expliqué — Bueno, si pueden manipular el tiempo, eso quiere decir que también podrían hacer que una persona naciera antes de lo que debería haber nacido ¿No?
— No entiendo a qué punto quieres llegar, pero realmente tu teoría es difícil de imaginar, puesto que ¿Realmente una persona podría recordar un evento así? — Sus palabras me dejaron en claro que no podría seguir indagando, lo más probable era que el tercero sospechara, así que me resigné a no encontrar más respuestas por este lado. — Con respecto a Hayato, tomaremos medidas al respecto — Su expresión se suavizó, — Entiendo que es duro para ti Sakura, pero…
— Entiendo Hokage-sama, no tiene que explicarme al respecto — Incliné mi cabeza.
— Todo se resolverá, por el momento solo puedo decirte que hiciste un buen trabajo y quedas libre, te dejaré un par de días para que descanses y renueves tus fuerzas.
— Gracias Hokage-sama — Dicho esto hice una profunda inclinación y me marché de la oficina.
Estaba agotada, tanto física como mentalmente, todos los hechos de la misión me habían dejado drenada y con varios sentimientos encontrados. Nunca hubiera esperado que Hayato traicionara la aldea, después de todo, nunca mostró signos de inconformidad o aflicción, su único malestar visible se presentaba cuando había un Uchiha cerca, pero por lo demás siempre fue muy tranquilo. Caminando por las calles de Konoha comencé a pensar en todo lo que había pasado con mi equipo, uno de mis compañeros muerto en misión y otro traicionando la aldea en medio de una, además de eso le había salvado la vida, no es como si me arrepintiera de esto último, pero sumaba más dolor por su deserción — Claro que entre Hayato y Sasuke — La diferencia entre ambas era que al menos el segundo, cuando se marchó no había tratado de asesinarme, aunque igualmente fue doloroso ser abandonada en medio de la noche encima de una banca. Si lo analizaba con cuidado, yo no había tenido mucha suerte con mis equipos, siempre terminaba en grupos que tenían serios problemas o no podía ayudarles, aunque no me arrepentía en ninguno de los casos, puesto que había crecido más como Kunoichi y persona, gracias a la influencia de ambos equipos.
Sin darme cuenta había llegado a mi casa, pero fue un hecho que agradecí interiormente, ya que lo único que quería hacer era tirarme sobre mi cama y dormir, ahogando mis propias penas, por ello al entrar, lo pensado fue lo primero que hice, comenzando a caer ante el cansancio, incluso si aún rondaban varias preguntas por mi cabeza, y que con la información que me había dado el tercero ahora sentía como si alguien estuviera manipulando mi vida, claro que eso era a lo que mi cuerpo en el momento no daba mucha importancia, puesto que sin ni siquiera reparar en el asunto me quedé dormida.
— Pensar que tu vida está siendo manipulada no es la palabra correcta — El prado con las ruinas apareció a mi vista, junto con el muchacho que estaba de pie enfrente de mí mientras observaba hacia el cielo — Yo solo cambié algunas cosas.
— Tu nombre — Dije colocándome de pie, al estar antes sentada y recostada contra un árbol — Según el tercero… el último que podía manipular el tiempo fue Shin… ¿Tú eres ese hombre?
Una sonrisa cruzó sus facciones y ahora me observó — Tal parece que las historias sobre mí prevalecen ¿Cierto? — Su expresión era suave, sus ojos parecían resaltar aburrimiento, estando parcialmente entrecerrados, pero su boca mantuvo la sonrisa, haciendo de este modo que no supiera lo que realmente estaba pensando. — Dije que te iba a dar las respuestas que buscabas, pero el Hokage te dio casi todas las pistas.
— Estas manipulando mi vida — Pronuncié segura, y frunciendo el entrecejo, mostrando con esto mi enojo.
— Yo no poseo ese poder, ya es suficiente con que pueda manipular el flujo del tiempo a través de un deseo. En palabras simples es como plantar una semilla que encontraste, no sabes que saldrá de ello, solo sabes que está alimentándola con los nutrientes necesarios, echará raíces y se convertirá en algo; En este caso yo tomo un deseo y lo planto, este se convertirá en algo, tomando forma de lo que se haya pedido, lo que ocurra de ahí en adelante es algo en lo que yo no puedo intervenir, solo saberlo — El viento movió mis cabellos y yo tragué grueso.
— El deseo… no entiendo ¿Quién? ¿De dónde salió esto? ¿Por qué toda mi vida es diferente?
— Tú sabes quien vino a mí, antes de que tu amigo rubio y tú llegaran a mis dominios — Me congelé brevemente.
— Sasuke-kun… — Murmuré recordando nuestro encuentro, y sintiendo un profundo dolor — El deseo que no fuéramos del mismo equipo… deseo que yo desapareciera.
— No fue su primer deseo, ni el más fuerte, de hecho estoy seguro que solo dijo aquello para tratar de hacer que te marcharas, claro que eso no importa, no fue de él de donde salió la fuerza para que yo pudiera cambiar el tiempo — Le observé y él esta vez, antes de continuar, colocó una expresión completamente seria — Fue tú corazón lo que me proveyó del poder necesario.
— ¡Yo nunca pensé o sentí…! — Traté de refutar completamente molesta, pero fui interrumpida.
— No, tú no querías eso y no sentías aquello, pero el más profundo deseo de tu corazón era ser feliz — Me quedé muda ante sus palabras, y entonces el prosiguió — Estabas cansada de estar llorando, sufriendo por un amor no correspondido, el ver a tu mejor amigo ser perseguido, lastimado una y otra vez, condenado a cumplir una promesa; de igual modo querías poder ayudar de otra forma, no solo con pequeñeces. Antes, cuando cumplí con conceder el cambio en el tiempo, lo que recogí de tu vida fueron pedazos, muy parecidos a las ruinas que antes estaban aquí ¿Entiendes lo que significa? Todo esto es paralelo a cómo te encuentras.
— Pero yo nunca quise dejar a mis amigos, Naruto… Kakashi-sensei — Shin observó mientras soltaba mi replica.
— Como dijiste, tú no deseaste nada, pero fue tu corazón lo que le dio forma total al deseo estúpido y secundario de Sasuke. Si él no te quería en su tiempo, solo tenía que llevarte y ponerte donde no te alcanzara, pero al mismo tiempo cerca para ver si lamentaba el hecho de haber sido egoísta ¿Y qué mejor forma que siendo mayor que él? Con más experiencia, fuerza y habilidades de las que antes poseías; además no has llegado a todo tu potencial, sigues creciendo y avanzando, recaudando más herramientas para el futuro, todo esto sin dejar de ser quien eres — Se detuvo unos instantes, y luego comenzó a caminar mientras retomaba la palabra — Solo hay una cosa fuera de lugar contigo y eso es un pequeño don que te di, claro que no lo descubrirás ahora, pero con el tiempo quizás lo necesites.
— Sigo sin entender muchas cosas — Dije siguiéndolo, pero él me detuvo al girarse hacia mí.
— ¿No estas conforme con tu vida? — Callé brevemente pensando en su pregunta, antes de responder — Yo… no me quejo en general, pero aun así…
— ¿Preferirías haber perdido las memorias como el resto? — Abrí los ojos y mis labios pero no salió palabra, así que el continuó — Por si no lo habías notado, tú tienes el precioso don del conocimiento. Originalmente si se cambia el curso del tiempo, se borran las memorias de todos, pero tú siendo la fuente que dio vida a este rio, yo te concedí como obsequio personal el conservar tus recuerdos, claro que si te sientes incómoda con ello puedo borrar lo que era tu vida pasada y solo mantener los recuerdos frescos de este mundo.
— ¡No! — Dije con firmeza y horrorizada por este hecho — Jamás querría olvidar lo que viví con mis amigos.
— En ese caso, termina de adaptarte a tu vida, aquí ya no eres Haruno Sakura, miembro del equipo 7, ninja médico y alumna de Tsunade; No, aquí eres Haruno Sakura, evaluada desde pequeña y considerada con la capacidad y talento suficiente como para graduarte a los siete años de la academia ninja, ascendida a chunin a los diez años, que en sus habilidades están su fuerza bestial, usuaria del estilo de agua, naturaleza para dominar el genjutsu, un ninja médico de primera clase a pesar de tu corta edad, dominas el byakugou y aún te faltan habilidades por aprender; también has entablado amistad con el clan Uchiha, especialmente de Uchiha Shisui, también conocido como Shisui del cuerpo parpadeante y Uchiha Itachi, prodigio y heredero de su clan, que al igual que tú tiene varios logros desde muy temprana edad. Si con todo esto no puedes estar tranquila, entonces tengo que decirte que la solución más sencilla es borrar tus recuerdos, porque no puedes regresar, el flujo de tiempo que ya ha sido alterado no puede ser devuelto al tiempo en donde se reinició — Sus palabras eran duras y crudas, pero sabía que en gran parte tenía razón, yo no podía ir por ahí sin dar crédito a lo que ahora tenía, y eso era mucho, aunque otra parte de mí pensaba que había aún algo que me ocultaba, solo que no sabía el qué.
— De acuerdo, no diré más al respecto, pero deja mis memorias tranquilas — En realidad dolía pero no había vuelta atrás.
Shin me sonrió y dijo — Verás que todo saldrá bien, además no estás sola — Dicho esto todo se volvió blanco y yo por fin caí en la inconsciencia, permitiéndome al fin dormir como se debía.
Caminando por las calles de la aldea, solo una hora antes del atardecer me dirigía hacia la academia. Luego de haber dormido la mayoría de la mañana, y de haber terminado de derramar las últimas lágrimas por mi pasado, me había decidido a entrenar mientras pensaba en mis circunstancias, esto fue hasta hacía solo unos minutos, cuando ya exhausta tomé la decisión de dar por finalizado mi entrenamiento y cambiar a una actividad que sabía me haría sentir más tranquila y esto fue el ir a visitar a mi amigo rubio. Mientras recorría las calles pensaba en la próxima vez que me cruzara con Hayato, puesto que estaba claro que en algún momento era probable que nos volviéramos a ver, y seguramente ese encuentro terminaría en un duelo a muerte, incluso si yo no deseaba y preferiría evitar la batalla, muy seguramente él buscaría eliminarme.
— Oh, mi vida se ha vuelto a complicar — Murmuré luego de soltar un suspiro. Realmente no debería sorprenderme, pero suponía que era inevitable, incluso si sabía que todo en esa realidad era imprevisible.
Llegué cinco minutos antes de la hora de salida, así que decidida a esperar, me recosté contra el árbol que había frente y me quedé mirando a las instalaciones, recordando que en la parte posterior de ese edificio me había enfrentado a las fanáticas de Itachi. Reí para mis adentros, puesto que aún no me creía que por algo así hubiera conseguido graduarme antes, pero era algo realmente bueno puesto que me había permitido acercarme a mis amigos de otra forma. Mi sonrisa se borró ahora coloqué una expresión más seria, recordando que tanto Itachi como Shisui estarían en ese momento en misiones, o al menos esa era la impresión que tenía, después de todo según recordaba antes de marcharme, ellos habían mencionado que tendrían sus propias asignaciones, por lo cual no podría contar con ellos por el momento.
Las voces revoltosas de los niños me sacaron de mis cavilaciones, así que levanté la mirada observando como los niños comenzaban a salir, por lo cual me apresuré en localizar a una cabellera rubia, ignorando por completo las miradas curiosas de los que me veían allí de pie; cerca de dos minutos después pude ver a la persona que buscaba, así que con una sonrisa en mi rostro me acerqué al despistado niño, — Naruto — Proclamé cuando estuve a su alcancé.
Él se giró y cuando me vio abrió los ojos casi por completo, para luego sonreír ampliamente — Sakura-nee-chan — Exclamó eufórico, acercándose lo que quedaba de distancia, quedando a solo unos pasos.
— ¿Qué tal has estado Naruto? Han sido tres semanas sin vernos ¿No es así? — No habíamos hablado mucho luego de su visita a mi casa debido a mis obligaciones, pero por eso mismo me sentía feliz de verle.
— Genial dattebayo ¿Al fin tienes el día libre? — su mirada parecía esperanzada y yo solo pude mantener mi sonrisa.
— Por supuesto, y de hecho vengo a proponerte ir a comer en Ichiraku ¿Qué dices? — Vi sus ojos brillar, dándome la respuesta con anticipación.
— ¡Sí! — Soltó en un eufórico grito, lo cual me hizo soltar una corta risilla.
— Bien en ese caso, vamos — Él asintió y con esto comenzamos nuestro camino hacia el restaurante.
Los murmullos comenzaron a acompañarnos mientras caminamos, además de ello algunas madres, observaban al pequeño como si tuviera alguna enfermedad incurable; estos dos factores hicieron que la expresión de Naruto cambiara a una de tristeza, hecho que me molestó, pero como no podía simplemente detenerme y gritarles, decidí hacer otra cosa, por lo cual coloqué mi mano en la cabeza de mi amigo, haciendo con esto que me mirara, entonces sonreí amablemente — Sabes, hay muchas personas que no ven más allá de sus prejuicios, están tan ciegas y son tan tontas que no reconocen el talento y la nobleza donde lo hay, pero es precisamente esas son las personas que hay que ignorar, puesto que no te conocen, solo tú sabes quién eres, y no importa si son pocas o muchas las personas que te reconozcan, la cuestión es que tu confíes en ti mismo y tengas la resolución para apreciar y proteger a aquellos que te rodean, puesto que si olvidas a los que te ayudaron a levantar, estarás perdido.
— ¿Tú tienes personas así? — Me preguntó con sus ojos inocentes.
— Los tengo — Por mi mente pasaron varios rostros y luego añadí — Y tú eres una de esas personas Naruto, por eso no tienes que preocuparte, puesto que yo estaré aquí para apoyarte.
La sorpresa en el rostro del pequeño no fue algo que pudiera ocultar, incluso si así lo quisiera, pero además de ello, pude identificar las lágrimas que querían salir despedidas por su rostro — Sakura-nee-chan también es importante para mí, es la primera persona que no me trata como si fuera algún tipo de virus. Ni siquiera sé porque me odian.
— Odian su debilidad — Le dije suavemente — aquellos que más tratan despectivamente, es porque interiormente se sienten vacíos, buscan con quien descargar sus inseguridades y temores, por ello buscan a quien se ve vulnerable; pero por eso mismo no les guardes rencor Naruto, puesto que si quieres llegar a ser Hokage, tendrás que saber que ellos son solo humanos y necesitaran de que alguien más fuerte les proteja, por ello no te retractes de tu palabra, sigue firmemente por la senda que te traces, incluso si el camino no es fácil, y las dificultades se presentan, tu sigue avanzando, puesto que de esas experiencias saldrán las herramientas para que te vuelvas más fuerte que cualquiera.
Su mirada cambió a una llena de determinación y pronto me sonrió — Ya verás Sakura-nee-chan, algún día seré Hokage, mi rostro estará grabado en la piedra y todos me reconocerán — Asentí antes sus palabras llenas de convicción y seguido a esto acaricie sus cabellos dorados.
— y yo estaré ahí para verlo Naruto — El resto del recorrido fue más ameno, e incluso cuando llegamos al restaurante y mientras comimos yo disfruté de las anécdotas que me contaba sobre la academia, trayéndome recuerdos agradables, cuando compartía con los novatos y sobre todo de aquellas cosas que pensé olvidar.
— Así que tienes un rival — Sonreí sabiendo quien era la persona a la que se refería Naruto.
— Se hace el más genial, pero solo es un presumido — Solté una corta risa, recordando que efectivamente Sasuke era un poco presumido, pero todo se debía a que era habilidoso y a que Naruto solo se le ocurría retarlo.
— Entiendo, pero en ese caso tienes que esforzarte mucho Naruto, de esa manera lo más seguro es que lo alcances — Incluso si mi amigo aún no lo sabía, yo sabía de primera mano el potencial que tenía.
— ¡Por supuesto Dattebayo! Nunca dejaría que me humille — Asentí dándole la razón, luego miré hacia el cielo y descubrí que ya era tarde.
— Bueno Naruto, ha sido muy agradable, pero es hora de ir a casa — La expresión de él cambió a ser una un poco más triste, así que decidí animarle.
— Oh vamos, no pongas esa cara, nos veremos pronto, lo prometo, cuando tenga tiempo pasaré por la academia y volveremos a hablar — Naruto hizo un puchero, mostrando que no estaba del todo de acuerdo, pero luego acepto dócilmente haciendo que yo volviera a sonreír; ahora mismo me era casi imposible enfadarme con él como antes, quizás porque era más pequeño que yo o porque al considerarlo como mi hermano y conociendo sus circunstancias, deseaba protegerle de todo daño, por ello tenía que tratarlo con cuidado.
— Adiós Sakura-nee-chan — Me dijo.
— Hasta pronto Naruto — Me despedí dándole una caricia en su cabello antes de darme vuelta y comenzar el camino de regreso.
Hablar con Naruto me había hecho sentir más tranquila, pero aún sentía que me hacía falta algo, o mejor dicho, alguien con quien hablar de lo que me pasaba, aunque sabía que eso era imposible ¿A quién podría pedirle concejo? No creía que existiera nadie con el cual pudiera hablar al respecto, y eso era algo que también Shin me había dicho, — Bueno, supongo que todo se solucionará a su debido momento — Me dije en un murmullo para luego enfocar mi atención en mi alrededor, viendo las luces de la calle, que poco a poco me parecía como si fueran irreales, dándome una sensación de lejanía, como si todo estuviera en un lugar aparte y yo solo estuviera flotando en medio de dos realidades; pensando en esto vi lejana la hora de llegar a mi casa, aunque no era un detalle que me molestara, de hecho deseaba hacer otra cosa más que perderme en la infinidad de mis oscuros pensamientos.
— ¿No es muy tarde como para estar por ahí? — Me sobresalté en mi lugar al no lograr percatarme que había alguien que me seguía, por lo cual giré la mitad de mi cuerpo para ver de quien se trataba, encontrándome con un par de ojos oscuros que me miraban serios. Me quedé callada, observando sorprendida al niño — No entiendo cómo puedes ser tan buena si ni siquiera pudiste sentir mi presencia —, Parpadeé confusa ¿Acaso me estaba hablando a mí? Él, que solo me evitaba… ¿Me estaba hablando? Aunque me encontraba aún asombrada de su repentino arrebato al hablarme, pude entender claramente su pequeño comentario ofensivo, haciendo que rápidamente me repusiera.
— No esperas que un niño te aborde en la calle Sasuke-kun; Además estaba reflexionando sobre algo — Ahora yo estreché un poco mi mirada y devolví su pregunta inicial — Además si es tan tarde ¿No deberías ser tú el que esté en casa?
— Estaba entrenando — Contestó con un tono sin interés, para luego comenzar a caminar por el mismo camino por el que iba yo, lo cual me dio la idea de acompañarlo hasta su casa, de esa manera podría disfrutar un poco más de su compañía.
— Eres muy dedicado con tu entrenamiento — Le felicité del mismo modo que se le haría a un niño… y es que eso era lo que era.
— Si quiero ser tan fuerte como Nii-san, debo esforzarme, no puedo perder el tiempo — Reí mentalmente por su respuesta, ya que este era mi mismo objetivo.
— Y yo creí que era la única — Comenté en voz baja y él me observó.
— ¿Quieres superar a Nii-san? — Frente a su pregunta, coloqué mi dedo índice en mi barbilla y levante la vista al cielo, mientras pensaba con cuidado la manera en que respondería.
— Más que superarlo… — Lo cual me parecía casi imposible en ciertos puntos — Quiero caminar a su lado sin que tenga que verle la espalda, en otras palabras quiero igualar su fuerza para luchar a su lado y poder apoyarlo de ser necesario, bueno… aunque actualmente no estoy lejos de conseguirlo, solo tengo que seguir esforzándome — Sasuke bufó por mis palabras.
— Dices "cerca", Papá siempre dice que su pelea estuvo muy reñida — La sorpresa abordó mi rostro, junto con un pequeño sonrojo.
— T-tu padre habló de mí — Estar en boca del padre de Itachi, me daba una sensación de nerviosismo; me detuve en esa línea de pensamiento y pensé brevemente ¿Por qué decía "el padre de Itachi"? También era el de Sasuke, pero la primera persona que se me había venido a la mente en relacionar, había sido el pelinegro mayor. Miré a mi acompañante y pensé, que lo más probable era que se debiera a que cuando yo conocí a Sasuke, él había sido un huérfano, así que no podía darle del todo la relación que podía darle con Itachi, a quien pude conocer desde la tierna infancia y bajo el cuidado de su familia.
— En ciertas ocasiones habla de ti, opina por lo general de que eres una chica muy fuerte — El comentario solo me hacía sentir más nerviosa, pero al mismo tiempo feliz de ser reconocida por un hombre como él, por lo cual inevitablemente sonreí y coloqué mis manos tras mi espalda.
— Ya veo… — Mi expresión cambio a ser una más triste, al ser abordada por otro tipo de pensamientos, y dándome cuenta de que deseaba decir algo — Sasuke-kun — Él me observó con interrogante por mi repentino llamado, y entonces dedicándole una sonrisa triste proclamé — Gracias y perdóname — Su rostro mostró sorpresa ante mis palabras, además de confusión, así que decidí añadir — No le des ningún significado, solo quiero darte las gracias y pedirte disculpas por cualquier cosa que te haya incomodado.
— "Le diré adiós al pasado que tuvimos, perdóname por no cumplir mis palabras anteriores, pero es momento de que te deje marchar. Gracias por los buenos momentos, por protegerme en muchas ocasiones. Ahora te dejaré vivir tranquilo, pero procuraré protegerte de lo que alguna vez te trasformó en aquel hombre sediento de venganza" — Mis pensamientos quedaron para mí misma, pero el haber hecho esto me daba la sensación de ligereza y tranquilidad, como si el peso de mi corazón se hubiera reducido.
— No tienes porque… — Parecía incomodo por lo que le había dicho, pero antes de demostrarlo por mucho tiempo se ocultó tras su expresión irritada — ¿Y me vas a seguir todo el camino?
— Solo hasta que llegues a casa…— Solté una suave risa para luego conservar una sonrisa burlona — Eso quiere decir que sí.
— No soy un niño tonto — Reclamó enfadado.
— Oh vamos, si haces esa expresión te vez muy tierno — Me burlé, haciendo que él enrojeciera y luego apartara la mirada por unos segundos antes de volver a posarla sobre mí.
— Mira la que habla, la que hace expresiones vergonzosas todo el tiempo, así ningún hombre te va a mirar — dijo, y yo en reacción inflé los cachetes, haciendo un puchero.
— Eso no lo sabes, eres solo un niño — Su expresión se vio momentáneamente perturbada y luego me replicó.
— No eres quien para hablar.
— Yo soy mayor que tú — Dije con un ligero tono de presunción, pero luego volví a cambiar la tonalidad de mi voz, fingiendo estar dolida — No eres para nada lindo, me compadezco de Itachi-kun, ha de tenerte mucha paciencia —. Tener esa conversación me hizo descubrir que al hablar con él de esa manera sentía menos presión, era algo parecido a la forma en la que Shisui nos hablaba a Itachi y a mí.
El resto del camino estuvimos charlando, entre comentarios que a él lo animaban a discutir, por ello, cuando estábamos a solo unos pasos de su casa yo estaba riendo, al ver siempre sus expresiones inocentes, avergonzadas o molestas; pero mi risa paró al ver a Itachi de pie, justo en frente de la residencia, tal parecía que iba a salir a buscar a Sasuke, puesto que se detuvo al vernos — Nii-san — Proclamó Sasuke, acercándose a su hermano y luego colocándose tras él para seguido a esto sacarme la lengua.
— Bien, estas sano y salvo en casa así que ya puedo dormir tranquila — Ante mi burla el niño pequeño hizo un puchero de molestia.
— Gracias Sakura — Me dijo Itachi, así que levanté mi mirada para dirigirme a él y decirle que no había problema, pero mis palabras quedaron atoradas en mi garganta cuando mis ojos se cruzaron con los de él, puesto que su expresión era la más cálida que me hubiera dedicado jamás, su sonrisa… era una que solo le había visto darle a su hermano, una donde reflejaba cariño puro; el viento movió suavemente nuestros cabellos, y entonces todo pareció detenerse, lo único que prevalecía era las sensaciones y la vista de él en frente de mí, haciendo que lentamente mi corazón comenzara a latir más rápido y mis mejillas se pintaran de un suave rosa, pero por el momento me fue imposible apartar la mirada.
— Ahora es que se queda sin habla — La voz de Sasuke llegó lejana, pero fue suficiente como para que yo despertara de mi estado de sopor, haciendo que pronto pasara de color rosa, al rojo más puro.
— N-no fue nada — Dije en lo que sonó como un chillido, además de ello había apartado la mirada, girando mi rostro y tratando de ocultarlo entre mis cabellos, aunque realmente no sabía porque de repente me sentía tan nerviosa, jamás me había pasado algo así con Itachi — L-luego nos vemos Itachi-kun… Sasuke-kun —. Me había girado solo un poco para poder verlos de reojo, pero solo pude observar que él miraba en otra dirección, más no hubo otro cambio entre su lenguaje corporal.
— Ten cuidado de regreso a casa Sakura — Me dijo con su tono tranquilo e imperturbable.
— Claro — Proclamé justo antes de salir de allí a toda velocidad, como si el diablo hubiera venido por mi alma y me persiguiera con una guadaña gigante.
No me detuve hasta que entre a mi habitación, incluso mi saludo hacia mis padres había sido bastante rápido, ni siquiera me había quedado a escuchar su respuesta, solo me enfoqué en entrar hasta mi cuarto y tumbarme sobre la cama, donde finalmente me di el tiempo para tratar de regular mi respiración y los latidos de mi corazón. Coloqué mi antebrazo izquierdo sobre mis ojos y mi mano derecha fue hasta mi pecho, donde sentía el palpitar desembocado ¿Qué rayos había pasado ahí? Nunca… en todo el tiempo que llevaba conociendo al pelinegro me había ocurrido algo así, pero repentinamente me había topado con este evento, viéndolo un poco diferente, deleitándome con su sonrisa, con su mirada amable. ¿Dónde había quedado el niño que conocí antes? Sabía que aún éramos jóvenes, ni siquiera habíamos entrado a la adolescencia, pero ya podía ver como sus rasgos estaban cambiando, dando la transición hacia el hermoso hombre que en algún momento se convertiría.
— Idiota — Me dije dándome la vuelta y encogiéndome mientras abrazaba con fuerza la almohada y escondía mi rostro entre ella — Eso fue… Vergonzoso.
Mis pensamientos no me permitieron conciliar el sueño tan deprisa, pero cuando lo conseguí, en mi pecho se alojaba una cálida sensación, recordándome algo parecido a la felicidad, pero de igual modo, un montón de preguntas se arremolinaban en mi cabeza.
— Tierra llamando a Sakura — Me sobresalté en mi lugar y miré a mi amigo pelinegro, quien tenía una ceja enarcada al ver mi reacción — ¿Estás bien?
— Eso creo… lo siento estaba pensando — Suspiré, realmente no sabía que me pasaba, esa mañana de repente había despertado, sintiendo que me faltaba algo, como si hubiera olvidado alguna información importante.
— Eso noté. ¿Al menos escuchaste lo que dije? — Ante su pregunta solo pude sonreír nerviosa.
— U-un poco — Shisui me miró con reproche.
— Necesitas poner más atención, esto es importante — Suspiró antes de volver a hablar — Entiendo que este último mes ha sido difícil para ti, pero por eso mismo el Hokage decidió que fuera yo quien te supervisara.
— Si te refieres a lo que pasó con Hayato, no es en lo que pensaba — Negué su lógica.
— ¿Entonces de que se trata? Sabes que esto es importante para que puedas ascender a Jonin — Ahora se veía un poco preocupado, de hecho sabía que desde que se había enterado de la traición de mi compañero, había estado mucho más pendiente de mí, de igual modo Itachi cuando podía trataba de mantenerme un ojo encima, ambos habían estado apoyándome luego del incidente, gesto que les agradecía desde el fondo de mi corazón.
— Lo siento, es que siento que algo no anda bien conmigo, es como si repentinamente hubiera olvidado algo — Estaba preocupada por esto, pero más porque sentía que era importante.
— Espero que no sea a mí o a Itachi — Me sobresalté ligeramente al escuchar el nombre de nuestro amigo.
— No, por supuesto que no, es como algo que necesitara saber pero no puedo recordar el qué — El tema era algo que tenía que ver con lo ocurrido para que llegara allí, de repente era como si la información del como llegué se hubiera borrado y los recuerdos más vividos eran sobre los primeros días, cuando desperté teniendo tres años.
— Probablemente sea algo que no tienes que forzar, todo lo contrario, entre más te esfuerces en recordar, más se escaparan los recuerdos — Las palabras de Shisui tenían gran probabilidad de ser ciertas, por ello me decidí a ignorar la extraña sensación que había en mi pecho.
— Tienes razón, lamento distraerme — Él se encogió de hombros y me sonrió amablemente.
— Descuida, te repetiré nuestras órdenes para la próxima misión — Asentí y puse esta vez toda mi atención en él — Hokage-sama nos ha asignado el trabajar con ambu en nuestra próxima misión.
— ¿Ambu? Pero… ¿Por qué? — Estaba confusa — No hay nadie que trabaje externamente con ellos.
— Eso es cierto, pero vendremos a formar parte del escuadrón, aunque solo sea por esta ocasión — Sonrió ahora ampliamente — Además puedes alegrarte, ya que nos asignaron un escuadrón en el que te podrás sentir cómoda.
— ¿Así? ¿De quién se trata? — No estaba muy convencida de sus palabras, después de todo él era el tipo de persona, que pensaba que una misión peligrosa era perfecta para ir a celebrar.
— Bueno, se trata del escuadrón en el que esta Itachi, su comandante es Hatake Kakashi, así que puedes estar tranquila, porque estarás trabajando con nosotros, a quienes conoces — Aunque estaba sorprendida por la información que me acababan de proporcionar, no lo demostré; trabajar de nuevo con Kakashi, eso era algo que no me esperaba, pero definitivamente como había dicho Shisui era algo bueno, al menos para mí, quien conocía bien al hombre de cabellos plateados y sus diversas técnicas.
— ¿Y cuál va a ser la misión? — Pregunté.
— Bueno ellos son expertos en cazar delincuentes, pero en esta ocasión el grupo de renegados que investigan parece ser bastante peligroso, por eso quieren a un ninja médico experto en combate — Expresado de esa manera tenía sentido.
— Y como no hay muchos, eso me convierte en su primera opción — Él asintió dándome toda la razón.
— Pero no es solo eso Sakura, según los informes los ninjas renegados planean un ataque a la aldea, uno de los rumores dicen que quieren poner sus manos sobre el Kyubi — Un escalofrío me recorrió y la sangre comenzó a hervirme, pensando en quien se atrevería a ir por Naruto, siendo solo un grupo el que venía a mi mente.
— ¿Qué descripción tienen los ninja? — Pregunté con seriedad, después de todo, si pensaban ir tras el rubio, me aseguraría de romper cada uno de sus huesos.
— Eran de Konoha, conocen quien es el Jinchuriki y también eran antiguos miembros de ambu — No era Akatsuki, el saberlo formó un ligero alivio en mi interior, aunque por lo demás seguía con la sangre hirviendo.
— Entiendo — Le vi ponerse en pie, así que le imité.
— Bien, entonces ve a prepararte, nos veremos frente al cuartel ambu en una hora, allí nos reuniremos con el resto del equipo — Asentí para después desaparecer de allí e ir directamente a mi casa, donde alisté todo lo que iba a necesitar para la misión, teniendo en cuenta que siendo una misión ambu, lo más probable era que sería una cacería, que terminaría en una batalla y con ello en la muerte de alguno de los dos grupos, así que me armé lo suficiente, pero dejando campo principalmente a mis implementos médicos, los cuales necesitaría si alguien resultaba gravemente herido.
— Bien — Dije cuando hube terminado con mi equipaje, para luego colgarme la maleta principal en la espalda y la bolsa de implementos médicos en mi espalda baja; después dándole una última mirada a mi cuarto, me dirigí al cuartel tal y como me lo había indicado Shisui.
Realmente lamento tardar 1 mes, sé que había dicho que publicaría hace dos semanas, pero por diversos motivos no pude, y no tenía como avisar. Han sido tres semanas… emmm diferentes, digamos que he tenido la oportunidad de conocer y hacer otras cosas diferentes a las que hago, pero al mismo tiempo, esto consumió mi tiempo para la escritura, sin embargo mi cerebro volvió a ser el mismo de antes, por consiguiente estoy feliz.
Veo que han llegado muchas personas al fic, realmente me alegro y espero que lo disfruten. Paola-chan, Realmente me alegro mucho que te guste la historia, tanto como para dejarme tantos mensajes seguidos. De hecho tengo muchos comentarios que responder, pero creo que de la forma convencional del PM no podré, así que lo haré por este lado n.n espero no les moleste que lo haga, realmente estoy agradecida con cada una de las personas que han estado dándome su opinión y apoyo, por eso quiero dedicarles tiempo, ahora que estoy algo libre. Bien a los que no les he respondido iniciaré:
Tsuki-chan06: Tengo que decirte que me alegro mucho que disfrutes de los capítulos largos y también estoy agradecida que la historia te guste, me seguiré esforzando en escribirlas. Hay muchas más cosas que se desarrollaran a lo largo de la trama que espero te gusten, también veremos más como avanza la relación entre los Uchiha y Sakura, de igual modo Naruto está incluido en el paquete, por lo cual las dudas serán saciadas con el tiempo.
Pchan05: Me esfuerzo con cada capítulo, antes no corregía los capítulos, pero con el rework me tomo el tiempo, así queden detalles por ahí que deje pasar, pero me alegro que lo disfrutes. Espero que en el futuro los capítulos no te aburran, así puedas seguir leyendo con agrado, como en el capítulo pasado.
Kla3chan: Sinceramente no puedo responderte por PM así que esta es la forma correcta de hacerlo. Es gratificante ver que te guste la trama ;) trato de que los personajes no se saaalgan tanto de su carácter, pero bueno se hace lo que se puede. Por otro lado seguiré tratando que los capítulos sean largos así los disfrutaran más.
Guest: Bien… no sé que responder aparte de gracias, y daré lo mejor de mí para continuar. Y por supuesto que continuaré con esto.
Bruna Balbino: Cielos realmente la felicidad es mucha cuando te dicen que tu historia está entre las favoritas. Gracias por el cumplido, reitero, seguiré esforzándome.
Dulcecito311: Eres una de mis lectoras más fieles, has estado por mucho tiempo acompañándome, y siempre me animas con tus comentarios, en esta plataforma y en la otra, lamento no responderte siempre T-T pero quiero que sepas que aprecio todo lo que haces y el tiempo que te tomas para leer los capítulos. Creo que con todas estas cosas, el apoyo que me has brindado ha sido de mucha ayuda, además de la paciencia. Los detalles en la historia que vez, y comentas con tanta alegría, me hace desear continuar y sí que lo haré! Siempre se puede sorprender ¿No crees? Incluso con lo ya escrito. Espero continuemos leyéndonos, sabes cómo puedes contactarme :3 incluso si ya no estoy tan activa por los diversas cosas, pero si eres voz con gusto responderé a las dudas :D
Andy: Gracias Agradezco la paciencia, realmente no planeaba demorarme tanto, pero bueno, trataré de que no vuelva a pasar, realmente no he podido evitarlo. Tu intriga será resuelta… a su debido tiempo:3 así que por el momento disfruta de la historia, pero si hay dudas siempre puedes ponerlas, con gusto las responderé con tal no contengan spoiler.
Tenshin anime: Cof cof, emm pues que te digo yo aparte de que todas las dudas se resolverán a su debido momento, lo que si puedo decir es que lamento no publicar a Tiempo T-T Se que lo esperaban para ese día pero surgieron muchas cosas inesperadas, así que ni modo, aun así no dejaré el fic de lado y menos por tanto tiempo, así que mientras tanto que no cunda el pánico. Trataré de que todos los capítulos sean largos, daré lo mejor.
Yaleth: Oh… lectora fantasma xD vivo mucho de eso sabes? xD no importa, me alegro que aparezcas para decirte hola! Entiendo bien que es duro re leer una historia que ya está hecha, por ello agrego cosas que antes no habían, sin cambiar el curso de la historia, procuraré colocar eventos en la historia que sean exclusivos y entretenidos para esta plataforma, así es más pasable todo el asunto. Agradezco tus cumplidos, y espero nos sigamos leyendo.
Seia9175: Bueno en este capítulo se resolvió uno de tus deseos, por otro lado lo de Hayato y Sasuke, más adelante será resuelto, así que no te preocupes. Gracias por los cumplidos, yo daré lo mejor de mí para mantener los capítulos largos.
Sabina 89: ¡Gracias! Es bueno ver que mi estilo de narración es entendible y fácil de digerir, pero sin llegar a ser absurdo. Por supuesto que sabremos más de nuestros pequeños, es más espero que os guste todo lo que ocurrirá. ¡Saludos desde Colombia!
XxLuciernagas-SakuxX: Emmm no estoy segura si sentirme muy alagada o preocupada Jejejeje n-nU ¿Te fueron bien en tus parciales? Espero que sí, no me gustaría ser la causa de que perdieras algún corte o materia. Cof cof ¿Tres horas y media? Cielos, eso es bastante, y en corto tiempo, ya que son más de 100 páginas, pero bueno, me alegro que te guste. Oh… Perú me alegro haber llegado a uno de los países vecinos, tu escritora es de Colombia :3 Con respecto a la iglesia pagana, has hecho que un amigo me diga que terminaré conquistando el mundo… Hahahaha ok no pero algo así, no creo que quiera competir con Dios, jejeje, pero agradezco la intensión, como sea con saludos y dando tu opinión estoy satisfecha a mares! Me alegro de conocerte y espero sigamos leyéndonos. Igualmente me gusta el Itasaku, es un Shipp que mantengo desde hace años, y por cierto fic que encontré en esta plataforma, pero que nunca terminó T-T como sea, seguiré con la historia así que no os preocupéis.
CON esto finalizo esta sección, agradezco a todos y todas por los comentarios, no prometo de nuevo subir capítulo en dos semanas porque ya ni se que pasará, pero digo que ese es el plazo mínimo para que suba capítulo, si no lo hago es porque bueno… me surgieron algunos asuntos pendientes. Aprecio todos los comentarios, buenos deseos, y demás, les tengo en mi corazón y espero me perdonen por la tardanza, sin más iré a comer. Nos veremos… espero pronto.
Shirorina fuera!
