Hola! Me disculpo por la tardanza pero como he explicado a algunas personas, me han ocurrido un par de percances este mes. También pues presento algunas situaciones un tanto serias que requieren mi atención así que estaré ocupada un tiempo. Por eso el capítulo puede presentar irregularidades en la fecha de publicación. Espero no tardarme demasiado, realmente no es mi intensión pero necesito solucionar mis asuntos pendientes.

Sin embargo una vez al mes publicaré a eso me refiero que en algún momento de los meses publicaré solo que no se si antes, después o que. Todo depende.

Bueno no les agobio más, les dejaré con el capítulo y abajo notas finales y respuestas a sus comentarios :D

IMPORTANTE (SIGNOS DENTRO DE LA HISTORIA)


CAPITULO 8 — MAMORITAI —

No sé cuánto tiempo estuve en la misma posición dejando derramar mi angustia y tratando de bloquear los pensamientos pesimistas, que finalmente llevaron a mi cuerpo a sentir los efectos de cansancio y a dejar caer levemente mi guardia. Mi descuido me llevó a no percatarme de la presencia que se acercaba por mi espalda, la cual solo advertí en el momento en que una mano que se posó sobre mi hombro sobresaltándome. Giré bruscamente esperando encontrar un enemigo, pero en cambio mi mirada se cruzó con la de Itachi; me congelé en mi lugar y sentí como mi respiración mermaba hasta el punto de dejarme solo con pequeñas cantidades de aire que llenaran mis pulmones, que pronto fueron el inicio de un abrumador dolor de cabeza. Había llegado el momento, era el tiempo para salir de mi duda existencial y enfrentar las consecuencias de haber ocultado información, pero aunque lo sabía, no podía dejar de sentir las ganas de salir huyendo; lo único que me mantenía en mi sitio eran esos enigmáticos ojos oscuros y la voz que en mi cabeza exigía respuestas; ambas me ordenaban reunir lo poco que quedaba de coraje en mí y enfrentar la situación, después de todo, tenía que confiar un poco más en ellos y respetar la forma en que tomarían todo.

El silenció se estaba prolongando, la incomodidad que escalaba desde mi estómago y se arremolinaba en mi garganta, estaba haciéndose más pronunciada, causada especialmente por no lograr descifrar que ocultaba Itachi tras esa máscara estoica, en donde esta vez no podía ver nada. Abrumada por la presión pensé en decir algo, lo que fuera que hiciera que todo eso terminara de una vez, sin embargo, antes de que cualquier cosa pudiera salir de mis labios, el moreno se me adelantó. — Creo que tengo que pedirte disculpas —pronunció suavemente, consiguiendo que mi miedo se redujera y fuera reemplazado por confusión.

— ¿Qué quieres decir Itachi-kun? —. Realmente no tenía idea a que se refería, ya que debería ser yo a la que le correspondería decir esas palabras.

— Shin nos contó brevemente lo que ocurrió en el pasado. — Se detuvo un momento, mostrando ahora lo mucho que le había impactado la noticia — Fue mi culpa que Sasuke les traicionara y se hundiera en la oscuridad. Creo que ahora comprendo mejor las razones por las que siempre has mantenido la distancia con mi hermano, pero al mismo tiempo has sido permisiva con él. — No me atrevía a decirle nada, pero estaba algo confundida por sus palabras ¿Qué era lo que Shin les había dicho? La duda me hacía sentir insegura y curiosa sobre la conclusión a la que había llegado mi amigo. Quizás al leer mi rostro o por voluntad propia él me dio la respuesta a mi interrogante, alarmándome en el acto, — Estas enamorada de mi hermano ¿cierto?

— ¡No! —salió rápidamente de mis labios, ni siquiera me había detenido un momento para pensar antes de responder, sin embargo él no parecía convencido de aquello, algo que me preocupaba ya que no deseaba que mis sentimientos fueran confundidos; la persona que me gustaba, aquel que sabía que amaba en esos momentos no era Sasuke, era él, pero eso era algo que no podría decirle sin confesarme, por lo que opte por disuadirlo de la idea tratando de explicarme de otra forma. — Es cierto que en el pasado… me refiero a antes de que la línea temporal se viera afectada; yo estaba enamorada de él, pero desde hace años comencé a verlo más como un hermano pequeño. La razón por la que soy "permisiva" con él, es porque no quiero que vuelva a pasar por lo mismo, ya antes fui una piedrita en el zapato, en esta ocasión me prometí que me esforzaría para proteger a los que me importan.

— ¿Estas segura de lo que dices? —. Su expresión era dura, casi me hizo retroceder de angustia, algo que él pareció confundir con duda, ya que automáticamente añadió — No parece que lo estés. — Incluso si sus ojos eran oscuros, luego de que terminó de pronunciar aquello su mirada se ensombreció más, haciendo que me recorriera un escalofrío — Lo siento por todo, creo que te he puesto en una incómoda situación. También es comprensible el motivo por el que no nos dijiste lo que pasaba contigo, así que no tienes que preocuparte por eso.

Lentamente se giró para darme la espalda, pero yo previendo sus intenciones de marcharse lo apresé por el brazo deteniendo su acción y asegurándome de apretarlo lo suficiente con mis manos para que no pudiera zafarse. Repentinamente la adrenalina me había llenado, infundiéndome de valentía suficiente como para ignorar mi miedo anterior y enfrentarlo. — ¡No saques conclusiones así! Tampoco te atrevas a adjudicarte la culpa de lo que pasó, incluso si cometiste errores, no tienes la responsabilidad de todas las decisiones que tomó Sasuke-kun. — él aún no me miraba, haciéndome temblar por dentro, pero no lo suficiente como para no estar decidida a solucionar todo ese malentendido. Prefería que me odiara, a tener que verle sufrir de nuevo, especialmente por cosas que no habían pasado en esa ocasión, por un pasado no escrito y que aunque me marcaba con fuego, no podía extrañar lo suficiente como para reemplazar todas las cosas buenas que ahora tenía. — Itachi-kun, ya antes sufriste demasiado, ahora tienes una vida, opciones, no estás sumergido en un mundo oscuro, puedes vivir en paz con las personas que quieres, permanecer en tu amada aldea, protegiendo a los más inocentes y luchando por un sueño diferente, sin tener que ahogarte en una organización oscura en la que tenías que andarte con cuidado.

— ¿Pero a costa de qué? —refutó amargamente — ¿Estás diciendo que no te importa lo que perdiste? ¿Tratas de decir que está bien que tú te sacrifiques? Incluso has tenido que vivir lejos de tus amigos y emocionalmente alejada de la persona que… amas, es evidente que el estar relacionada con nosotros te ha hecho más daño que bien.

Mis manos temblaron y él aprovechó para soltarse, haciéndome sentir vacía ¿Era esa su forma de decir que se iba a apartar? Nuevamente las lágrimas acudieron a mis ojos mientras veía como terminaba de darme la espalda y comenzaba a marcharse caminando lentamente en dirección a la cabaña. — Cuando finalicemos la misión no vas a tener que preocuparte más de verte involucrada en los problemas que trae nuestro clan, así que puedes estar tranquila. — Mis piernas se sintieron de plomo cuando él confirmó mi duda y mi corazón se estrujó mientras se alejaba.

— "Él siempre hace lo mismo, el mismo aleja a las personas que no quiere lastimar más, pero al mismo tiempo, al hacerlo comete la contradicción más grande." — suavemente pasaban estas palabras por mi mente y entonces, como si el mundo se distorsionara pude ver en una imagen, la misma espalda marchándose de la aldea, solo que más joven, manchada de sangre y pareciendo soportar un gran peso sobre ella. La escena fue desgarradora, pero al mismo tiempo despertó en mí la desesperación y la ira, una que refulgió con fuerza en mi interior y me llevó a olvidar mi tristeza, solo sentía un impulso en esos momentos, el cual me llevó a apretar mis puños antes de salir corriendo, tomar con fuerza a Itachi por su brazo para luego girarlo hacia a mí y finalmente agarrarlo por el cuello de la camisa acercándolo en un brusco movimiento.

La expresión sorprendida de mi amigo no se hizo esperar, pero antes de que pudiera reaccionar o decir algo proclamé —: ¡Escucha bien estúpido Uchiha, deja de sacar conclusiones absurdas y de soltar despedidas sin sentido, porque te juro que si vuelves a decir algo como eso te estamparé contra el suelo y te golpearé hasta que dejes de soltar ese tipo de bromas de mal gusto! — Sus ojos se abrieron más ante mi repentino ataque de ira, pero eso poco me importaba en esos momentos, las emociones retenidas en mi interior finalmente habían estallado así que sentía como rápidamente pasaban por mí cuerpo, llevándome a llorar entre mí mismo arranque, sin embargo yo no me detuve en lo que iba a decir. — Primero quiero que te quede claro algo, ¡Yo no estoy enamorada de Sasuke-kun! Segundo, ¿Cómo puedes decir que solo me sacrifiqué? ¿Cómo puedes desvalorar tanto tu propia vida? ¿Acaso no vez todo lo que tú y Shisui han hecho por mí? Lo que pasó con tu clan es lo de menos, lo que pasó con Sasuke-kun es un asunto que aunque no se puede resolver ahora, no desencadenó las peores cosas, contrario a eso me dio muchas oportunidades, iniciando por conocerte, también por poder ser amiga de Shisui, de poder mejorar mis habilidades, me dio la oportunidad de velar por mis amigos, cuidándolos y ayudándoles, me dio autoestima cuando me di cuenta de que podía estar a vuestra altura. ¡Han pasado tantas cosas buenas en mi vida y de los que amo que simplemente no puedo permitir que de repente digas que sufrí y me sacrifique como si todo lo anterior no valiera nada! Lo que menos quiero ahora es que tú y Shisui… yo no quiero… ¡No quiero que se alejen de mí! ¡Es por eso que tengo miedo! ¡Tengo miedo porque quería decirles, pero inevitablemente les oculté la verdad!

Me detuve en mis palabras mientras tomaba aire y trataba de evitar que mis lágrimas se interpusieran en el camino de mi discurso, especialmente ahora que había quemado la mayoría de mi enojo y comenzaban a quedar el resto de emociones, impotencia, tristeza… confusión. Lentamente mi agarre se deshizo y agache mi mirada para fijarla en nuestros pies, todo esto mientras mi mano se deslizaba hasta quedar nuevamente a mi lado. — Siento que debí confiar más en ustedes, por eso me siento tan culpable, porque una parte de mí sabía que me creerían, pero aun así temía que eso cambiara nuestra relación. Entiendo que estén molestos y confundidos, pero Itachi-kun… realmente… incluso si me llegan a odiar por eso, prefiero esta realidad en la que ustedes viven, que en la que murieron, incluso si dices que sufro por ello, lo cierto es que, aunque extrañe algunas cosas de mi vieja vida, hay muchas otras muy valiosas para mí aquí… por eso… yo… — No pude continuar, mi voz se quebró mientras mis sollozos se hacían más fuertes.

Por un largo tiempo, en el que mis esperanzas de que Itachi se quedara lentamente se desvanecían, no escuché nada, no sentí nada y no noté nada más que a mí misma, por ello me sobresalte cuando unos suaves labios repentinamente se posaron sobre mi frente y unos fuertes brazos me envolvieron hasta estrecharme contra el pecho de mi amigo. Parpadeé anonadada de sentir en esos momentos tan tensos la amable calidez y la suavidad con la que estaba siendo tratada; fue tan espontáneo que por unos momentos temí que fuera a desaparecer, algo así como aquella noche en que Sasuke se marchó con un simple "gracias", pero afortunadamente para mí no hubo un golpe que me noqueara, tampoco esas fueron las palabras que escuché, en cambio de eso Itachi cuando dejó de besar mi frente, deslizó su cabeza hasta el hueco entre mi hombro y cuello, profundizando el abrazo. — Lo siento Sakura, no tenía idea de que estuvieras tan asustada por eso. Entiendo tu temor y lamento haber insinuado que nos separáramos, realmente pensé que era lo mejor, pero creo que ambos estábamos siendo cabezas duras, ya que realmente ninguno piensa en alejarse. — Sus palabras me tocaron en lo más profundo y me llevaron a devolverle el abrazo con fuerza, pidiendo consuelo como cuando un niño busca refugio en brazos confiables.

— Itachi-kun… no vuelvas a marcharte —pedí en un murmullo contra su pecho.

— No lo he hecho y dudo que trate de hacerlo. — Su voz me trajo tranquilidad y sus brazos me sostuvieron cuando finalmente mi cuerpo cansado se sintió como arena.

Usualmente mi amigo era cariñoso, pero nunca había llegado a ser tan dulce, así que atribuí este repentino acto, a un incentivo para calmarme por todos los problemas e información que se habían destapado en tan poco tiempo. Permanecimos así un poco más hasta que escuchamos un carraspeo cercano, seguido de unas palabras —: No sé ustedes dos, pero si realmente fuéramos hermanos, esta escena sería realmente perturbadora. Ahora entiendo porque querías verlo desnudo — Inevitablemente me sonrojé y pronto me giré en su dirección; aunque no fui soltada por Itachi, quien solo reafirmó su agarre, impidiendo con esto que cayera al suelo.

— ¡Shisui! —chillé avergonzada, pero antes de poder decir otra cosa la culpa por é,l me consumió haciéndome callar y apartar la mirada.

— ¿Hm? ¿Esta vez no hay reacción? —cuestionó, y por lo que logré percibir al escucharse más fuerte su voz, pero sin cambiar el nivel con el que producía las palabras, se estaba acercando a nosotros.

— ¿Eres masoquista? — Fue el turno de Itachi para preguntar, y por el sonido ahogado en su pecho pude decir que soltar esas palabras le había hecho gracia, sin embargo Shisui ignoró el comentario de mi captor y proclamó con un tono más serio y suave —: ¿Qué pasa Sakura?

Me encogí más contra Itachi y respiré hondo antes de atreverme a decir —: Lo siento… yo antes hablé de dientes para afuera, a pesar de que siempre les exigí que confiaran en mí y no me ocultaran las cosas yo… yo no les dije mi mayor secreto, lo siento… —. El agarre de Itachi se intensificó momentos antes de que escuchara un suspiro por parte de Shisui.

— Acepto tus disculpas y extiendo las mías —dijo el mayor, sorprendiéndome e incitándome a mirar su ahora suave expresión, la misma mirada que dedicaba cuando oficiaba su papel de "hermano mayor" y quería calmar la situación.

— ¿Tú disculpas? Pero… —intente decir, pero fuí abruptamente interrumpida por mi amigo. — Sí, me disculpo por mi actitud anterior. — Volvió a suspirar y se revolvió sus ya alborotados cabellos — No reaccioné de la mejor manera, pero la verdad es que me preocupé. Ese sujeto apareció de la nada y te trató con tanta familiaridad, más de la que nosotros podríamos considerar en alguien desconocido. El solo ver que eras vulnerable a sus palabras y que te conocía mejor que nosotros empeoró las cosas… ¡Rayos! Es que sentí como si no pudiera hacer nada Sakura, repentinamente sueltan una bomba en la que todo parecía falso. Siempre pensaba que de haber nacido en otra dimensión, igual encontraríamos la forma de ser amigos, y luego enterarme que ni siquiera llegamos a conocernos antes, además de que originalmente estabas con Sasuke, Naruto… y además que Kakashi sabe de todo, fue algo frustrante, molesto y aterrador; pero luego de que te fuiste… y escuchamos un poco más de lo que dijo Shin, puedo entender claramente tus motivos, por eso lamento el haberte asustado antes. Sin embargo nos tienes que dar crédito por digerir tan rápido esta información, aunque aún hay cosas que nos hace falta saber y que contamos para que de ahora en adelante nos compartas, no quiero que Naruto y Sasuke sepan más que nosotros.

Terminadas sus palabras hizo un puchero bastante infantil, el cual me hizo soltar una pequeña y tímida risa que pronto quedó como una sonrisa constante en mi rostro. — Acepto tus disculpas, aunque no comprendo porque los celos contra Naruto y Sasuke-kun ¡Ellos son solo niños! No tienen una mínima idea de lo que pasó. — Shisui rodó los ojos ante mi declaración, antes de refutar —: Igualmente, es irritante pensar que han estado tan cerca. Para compensar el hecho que nos hayas ocultado por tanto tiempo este secreto, queremos que nos cuentes sobre tu vida pasada, quiero saber todo el proceso que has tenido para llegar hasta este punto.

— ¿En serio con eso estas bien? Después de todo…

Mis palabras fueron silenciadas por mi amigo cuando levanto una mano para pedirme silencio, así que cerré mis labios y esperé. — Sakura, en serio está todo bien, no vamos a abandonarte por algo como esto, lo único que aquí nos afecta es la falta de información que tenemos sobre tu vida, por eso pienso que es lo justo y necesario. Lo que ambos queremos saber son tus inicios, ya que lo que sabemos a ciencia cierta es el progreso que has tenido con nosotros, el cual por lo que dijo tu extraño amigo, ha sido bastante alto, así que por ese lado estamos cubiertos y yo bastante satisfecho de ver que has crecido más a nuestro lado. — Sus celos eran increíbles, pero al mismo tiempo me alegraba poder presenciar una faceta de ese tipo en él.

— ¿Itachi-kun, también quieres saber? —pregunté mirando al nombrado, quien ahora tenía una expresión más tranquila.

— Sí —respondió con un tono tan suave que parecía mantequilla, algo que hizo retumbar mi corazón con fuerza.

— En ese caso no me reservaré nada —murmuré recostando mi cabeza en su pecho y cerrando los ojos. — Gracias chicos, los quiero.

Me sentí reconfortada al encontrarme entre los brazos de Itachi, aliviada cuando Shisui acarició mis cabellos con suavidad y alegre al saber que mis miedos habían sido ahuyentados por esos dos, demostrándome una vez más que ellos tenían un corazón de oro. Finalmente, bajo sus cuidados me permití caer en esa cálida, tentadora e irremediablemente atrayente bruma del sueño, donde mis pensamientos se llenaban una y otra vez de la pequeña idea de que ese era mi lugar, entre esos dos, donde me sentía claramente en casa.


— Oigan ustedes tres, despierten.

Me removí en sueños y fruncí el entrecejo cuando comencé a escuchar esa voz. Estaba demasiado cómoda y no quería moverme de mi lugar, en el momento no me importaba nada más que el reconfortante calor que me envolvía gentilmente. — Sakura… —. Escuché esta vez la voz de Shisui, detrás de mí mientras al mismo tiempo sentía como era suavemente zarandeada por el hombro.

—Hm cinco minutos más —gruñí ahora usando mis manos para aferrarme a lo que creí en mi inconsciencia que era una manta.

Una suave risa se propagó en el lugar, pero hubo una que la sentí más cercana al estar justo delante de mí, de hecho parecía provenir de lo que sostenía con tanto esmero, lo cual había comenzado a moverse en cortas contorciones. — ¡Oye! puedes estar muy cómoda, pero aferrarte de Itachi como si tu vida dependiera de ello… Al menos deja que él comencé a prepararse para trabajar. No arrastres a otros contigo —dijo Shisui con aparente reclamo, pero fallaba miserablemente al transmitir tal sentimiento debido al suave tono de burla en sus profundidades, claro que eso no fue a lo que le di importancia, en cambio mi mente se quedó en el nombre de nuestro amigo, el cual sirvió de empuje para que mi mente comenzara a despertar de su estado letárgico y al mismo tiempo pudiera percatarme del resto de sensaciones a mi alrededor. Lo primero que capté fue que el calor que me envolvía parecía estar abrazándome por la cintura; lo segundo fue la diferencia entre texturas, siendo la que sostenía diferente a la que casualmente parecía recubrir ciertas partes; lo tercero y último fue el aroma, estaba tan pegada a la fuente de calor que podía enterrar mi nariz en la tela, la cual despedía un aroma bastante agradable y familiar para mí, era como la combinación a agua lluvia con pino… o algo similar, bastante suave, sutil y que pronto me llevó a abrir los ojos.

Mi primera visión fue algo negro, pero conforme fui enfocando mi mirada identifique que era la tela de una camisa. Me tensé inevitablemente cuando comencé a asimilar mi situación — Oh por favor, no puede ser cierto —pensé mientras levantaba mi rostro, aunque ya sabía que mis palabras interiores eran inútiles, la realidad era una y en esos momentos me era imposible evadirla. Ojos oscuros y divertidos me observaban al final, iban acompañados de una sonrisa y una expresión afable, un poco somnolienta y despeinada, pero que en el portador solo podía verse bien, extraño pero bien. — Me alegro que hayas podido descansar tan bien Sakura —pronunció Itachi suavemente.

Quería decir algo, pero me vi rápidamente consumida por los nervios, así que solo acertaba con abrir y cerrar los labios como un pez mientras que mi rostro adquiría el color de un farolillo de festival. — ¿Hm? Parece ser que Sakura ha perdido la capacidad de hablar… —. No podía ver a Shisui pero podía saber que estaba cerca, además que efectivamente estaba burlándose.

— Bueno, no lo ha soltado así que supongo que querrá pedir privacidad pero no sabe cómo decirlo. — Las últimas palabras fueron de Shin, quien ni siquiera disimulaba la burla — Oye Shisui, ¿No tienes que recordarles que están de misión? Este tipo de actividades deberían estar completamente fuera de cuestión.

Lo último me hizo soltar abruptamente a Itachi, sentarme y alejarme medio metro, como si de repente me hubiera recorrido una corriente eléctrica. — L-l-lo siento —le dije a Itachi quien mientras tanto se sentó y al mismo tiempo revolvió sus cabellos, — yo no… bueno, es que… yo…

— Está bien Sakura —interrumpió él antes de dirigirme una perezosa sonrisa, algo bastante raro en él y que solo podía ser producto de los rezagos del sueño, un privilegio que parecía que yo había perdido en el momento en que me vi entre los brazos de él. — ¿Dormiste bien? Estabas bastante cansada anoche.

— S-sí, dormí bien —murmuré en respuesta, tratando de recordar cómo había llegado allí, pero mis memorias iban solo hasta el momento en que la discusión con ambos habían terminado.

— Eso era una pregunta con respuesta evidente, después de todo dormiste entre las mejores cobijas y almohadas del mundo. — Shisui se acuclilló junto a Itachi y me dedicó una expresión burlona, una que fácilmente podía interpretar y que me hacían desear golpearlo, sin embargo me contuve por decencia a la construcción donde nos alojábamos.

— Prometo dolor en tu futuro Shisui —dije antes de mirar hacia la parte de atrás, donde Shin estaba de pie, mostrando claramente su diversión, — a ti me gustaría decir que también pero supongo que puedes desvanecerte cuando te dé la gana.

— Buenos días a ti también Sakura, y me alegro de ver que seas tan lista. — En ese momento Shin miró hacia la puerta y lentamente borró su sonrisa, ahora adoptando una postura más rígida. — En media hora llegara la persona que los escoltará hasta Kazuma, así que les sugiero que desayunen algo.

Como si él lo hubiera evocado mi estómago gruño y en defecto la vergüenza regresó. — Creo que tomaremos ese consejo —dijo Shisui poniéndose en pie y dirigiéndose hacia la pequeña cocina, donde había una caja con algunas provisiones — Sakura ¿Qué quieres? Hay algunos paquetes de comida instantánea udon… oh ramen…

— Cualquier cosa esta bien Shisui —contesté mientras me levantaba y me dirigía hacia el baño.

— No creo tener de ese tipo de comida. — Estreché mi mirada y volteé a ver a mi amigo, advirtiéndole que no estaba de humor para bromas. — Bien, te dejaré algo de udon con vegetales.

Sonreí victoriosa antes de internarme en el baño, en donde me encargue de hacer una versión breve de mi rutina matutina, la cual duró solo cinco minutos, priorizando la higiene y necesidades fisiológicas. — El desayuno está listo —dijo mi amigo mayor pasándome un plato con lo prometido cuando salí.

— Gracias. — Tomé lo que me ofrecía y me senté en un rincón.

Esperé a que mis amigos terminaran de hacer sus propias rutinas y se reunieran conmigo, cada uno con un plato, exceptuando a Shin, quien en cambio parecía perdido en sus pensamientos mientras observaba el exterior desde la pequeña ventana junto a la puerta. — gracias por la comida —dijimos al mismo tiempo antes de comenzar a tomar nuestros alimentos. Para estar tan grave la situación en la aldea los alimentos no estaban tan mal, o al menos no tanto como me lo esperaba, porque mientras comía pude notar la sutil textura pastosa que comenzaban a adquirir los fideos cuando habían iniciado su proceso de envejecimiento, igualmente las verduras eran más secas y estaban tomando un sabor agrio lo que hacía que fuera incómodo comerlas.

— Sakura. — Levanté mi mirada del plato y me enfoqué en mi amigo pelinegro, el cual parecía estar dudado si decir lo que pensaba.

— Solo suéltalo Shisui —apremié mientras me metía otro bocado de pasta a la boca.

— Quería preguntar sobre la misión que tuviste aquí, no todos los detalles obviamente pero quería saber cómo conociste a Kazuma. — El ambiente se tornó tensó y no era para menos, considerando que esa misión en específico era un recuerdo amargo para mí; sin embargo lo que me preguntaba no era algo que me obligara a evocar los más duros momentos de esa misión así que hice un esfuerzo por conseguir responder a su duda.

— Bueno… supongo que puedo decir que esa fue la parte… divertida de la misión, incluso si no tenía idea de lo que vendría después —murmuré con una amarga expresión que luego transformé en una sonrisa más amable. — Si tengo que empezar por algún punto supongo que será dos días después de que llegamos aquí. Fue en un reconocimiento del área…


¡Al fin! —soltó Tenryu cuando Hayato y yo llegamos a su posición — Ya era hora que se decidieran a venir, llevo un buen rato esperando al cambio de turno.

Solo estuviste aquí al menos dos horas —replicó el pelinegro —nosotros estuvimos anoche en vela.

Y yo la noche anterior a esa, sin embargo eso no significa nada, quedamos en turnarnos ciertas horas, y llegaron tarde ¿Qué les entretuvo? —. Las palabras de Tenryu estaban sacando la poca paciencia de nuestro otro compañero, y eso podía verse claramente en sus tensas facciones.

El sensei nos pidió que dejáramos lista la merienda, así puedes llegar y descansar más a gusto. — Me apresuré en contestar, antes de que se desatara una lucha verbal entre esos dos. — Así que ya puedes ir sin problemas.

Tenryu me dirigió una mirada agresiva, pero no me dijo nada, en cambio se encogió de hombros y comenzó a marcharse del lugar, dejándonos a Hayato y a mí solos. — Estúpido perezoso —gruño mi acompañante mientras se giraba y comenzaba a caminar hacia el bosque. — No te quedes ahí Sakura, tenemos trabajo que hacer.

Rodé los ojos en un gesto de cansancio, pero agradecí que al menos el lugar no hubiera terminado siendo testigo de uno de los tantos pleitos que desencadenaban esos dos cuando sus egos chocaban. Casi era como tener una especie de Naruto y Sasuke juntos, y decía casi porque lo único que tenían en común eran sus constantes discusiones y raros momentos de compañerismo, donde se hacían cómplices para concretar alguna travesura o idea que terminara por incomodar a nuestro maestro; por lo demás… tenían personalidades completamente diferentes. — Hayato, Ken-sensei dijo que fuéramos por los rededores de la aldea, no que nos internáramos en el bosque —reprendí cuando él en vez de tomar el camino pactado parecía más centrado en ir hacia el corazón del lugar.

No eres nada divertida Sakura —soltó Hayato deteniéndose en el acto y girándose un poco para poder verme mejor. — En realidad iba a tratar de escaquearme del trabajo.

Fruncí el entrecejo y coloqué mis manos en mis caderas antes de reclamarle —: ¡Tómatelo en serio! ¡Shannaro! El cliente nos contrató porque está amenazado así que puede que en cualquier momento le ataquen. — El pelinegro sonrió con diversión antes de acercarse hasta mí e inclinarse, quedando cara a cara conmigo.

Relájate Sakura, no he bajado la guardia ¿Por qué te tomas todo lo que te digo tan enserio? —dijo para luego reír divertido.

¿Estas bromeando? ¿En serio? —Estaba incrédula de lo que escuchaba, ¿Por qué justo ahora él había soltado aquello? Sabía que no nos llevábamos tan mal, pero al mismo tiempo el nunca bromeaba conmigo, por lo general se dedicaba al trabajo y ya, quizás entablar una conversación pero no había mayor interacción entre ambos.

¿Nunca has escuchado bromear a nadie? —preguntó apartándose y comenzando a caminar hacia la zona en la que tendríamos que vigilar —Oh, espera cierto que tus mejores amigos son Uchiha, las personas con menos sentido del humor del mundo.

Hice una mueca de disgusto mientras emprendía una carrera para quedar al lado de mi compañero. — Eso no es cierto, Shisui es el amo y señor de las bromas estúpidas —refuté recordando al Uchiha mayor, al que la última vez había tratado de golpear al insinuar que un día terminaría siendo contratada por algún aldeano que deseara demoler su casa para volver a levantarla. — Mi sorpresa es porque jamás bromeas conmigo.

Hayato había hecho una mueca cuando hablé de Shisui, y repentinamente su humor se ensombreció. — Siempre hay una primera vez… además a ti parece que se te pega la actitud de la mayoría de esos… estoicos, petulantes, arrogantes y… —. Reprimí un suspiro y rodé los ojos.

Aunque usualmente saltaría por todos esos sobrenombres hacia mis amigos, con Hayato había aprendido que eso era casi pan de cada día; pelear con él por aquello era una pérdida de tiempo, especialmente porque la primera vez que había intentado discutirle había notado que sus ojos mostraban un odio escalofriante, algo que me hizo razonar que probablemente tenía sus propios motivos para pensar así de ellos, solo que eso era un asunto tan delicado que era mejor que no inmiscuirse. — ¿Por qué de repente estamos hablando de eso? Honestamente estoy más interesada con saber porque decidiste jugar un poco —dije cambiando abruptamente el tema, buscando que la tensión de él bajara y dejara de pensar en cualquier cosa que tuviera que ver con los Uchiha.

Hayato me observo de reojo, como buscando falsedad en mis palabras, pero al no encontrar nada relajó notablemente sus facciones y curvó una pequeña sonrisa. — ¿No has notado que eres un objetivo para burlas? Haces expresiones divertidas cuando te enfadas o avergüenzas. — Parpadeé un momento mientras procesaba sus palabras antes de fruncir el entrecejo e inflar mis cachetes, completamente dispuesta a replicar sus palabras, pero fui interrumpida inmediatamente por él, quien soltó una sonora carcajada y dijo entre la risa —: V-vez a-ahí está…

¡Hayato! —solté levantando mi puño dispuesta a golpearlo, pero él me esquivo mientras seguía riendo, aumentando mi malhumor.

Siendo tan pequeña, con esas mejillas rojas y esos pequeños puños pareces un pequeño animal indefenso, lástima que solo sea apariencia. — No comprendía el buen humor de mi compañero, ¿Acaso se había golpeado con algo antes? Honestamente no entendía lo que le pasaba, sin embargo eso no evitó que por su comentario comenzara a perseguirle. Fue un extraño tipo de juego que cuando menos me di cuenta nos llevó hasta la parte norte de la aldea, llegando a los límites del territorio que teníamos que vigilar y donde volví a la realidad al ver a un chico sentado en una cerca, siendo rodeado por algunos más, quienes parecían estar burlándose de él.

¿Sakura? —dijo Hayato notando mi distracción, pero yo no respondí, en cambio seguí observando la escena.

Pronto mi compañero se reunió conmigo y detalló lo mismo que estaba mirando, — Abusadores, los más comunes en este tipo de ambiente —dijo tranquilamente el pelinegro para a continuación mirarme de reojo — ¿Te trae recuerdos? — Gruñí en respuesta y fruncí el entrecejo antes de comenzar a moverme hacia allí.

Sí y no me agradan —murmuré antes de cambiar completamente mi tono y proclamar con voz potente —: ¡Hey ustedes! ¡¿Qué rayos creen que están haciendo?!

La sorpresa inicial no se hizo esperar y girando en mi dirección finalmente pude detallar completamente sus facciones. Eran tres bravucones aproximadamente de unos 20 años, dos de ellos altos, morenos y larguiruchos, que por su piel bronceada, manos callosas, postura ligeramente encorvada, brazos que comenzaban a mostrar musculatura y ropas llenas de tierra, llegue a inferir que trabajaban en los campos; el tercero era más bajo y fornido, teniendo brazos más gruesos y poco cuello, sus ropas tenían varias manchas y entre más me acercaba pude detallar sobre la tela pequeñas escamas, claros signos de que si no trabajaba de pescador, al menos se mantenía cerca de los peces, quizás en la venta de ellos. El último muchacho y quien era el que estaba siendo acosado, tenía unos trece o catorce años —siendo solo un año mayor que Hayato—, cabello café oscuro y ojos violeta.

Tú no te metas niña —dijo el más bajo de los tres — Ve a jugar con muñecas o algo.

Fruncí el entrecejo cuando me dieron la espalda, pero no desistí en mi decisión de apartarlos del muchacho más joven, por eso terminé de acortar nuestras distancias y toqué sus brazos, llamándoles de nuevo. — Oigan ustedes, déjenlo ya ¿No tienen nada mejor que hacer que molestarlo?

Mira niña, no te metas en lo que no te importa, vete ya o asume las consecuencias. — Esta vez el que me habló fue uno de los dos agricultores, el cual me observó de reojo con una expresión despectiva.

Eso debería decirles yo, además ¿Qué es eso que tengan que venir tres a acosar a un solo joven, que por cierto no ha dicho una palabra y solo les está observando? A mí me parece demasiado cobarde de su parte. — Con solo estas palabras parecía haber prendido su sangre, porque inmediatamente vi cómo los tres se tensaron y como si fuera en cámara lenta se giraron con toda la intensión de atacarme por mis palabras. Siendo una Kunoichi entrenada de tantos años, pude ver a través de ellos, así que estaba lista para defenderme, pero antes de conseguir hacer algo alguien más se puso frente a mí, deteniendo los golpes y contraatacando rápidamente, desviando los embates y re direccionándolos para que terminaran golpeándose entre ellos.

Y atacar a una menor así sin más, que falta de modales.

¡Hayato! —proferí sorprendida por su interrupción y ayuda.

Si, sé que te puedes defender sola, pero creo que no queremos dejarles al borde de la muerte por uno de tus golpes, además tienes que recordar que son simples civiles. — Me sonrojé por sus palabras, un poco por molesta y otro poco porque sabía que estaba cubriendo sus acciones "caballerosas" con sus palabras.

Tú niño… —dijo el muchacho bajito y regordete mientras que al igual que sus compañeros se frotaba el área impactada, — ¿Cómo te atreves?

¿Es lo único que saben decir? — Se burló Hayato con una sonrisa socarrona — Creo que deberían ser más intuitivos y darse cuenta de con quien están tratando. No juzguen por la apariencia que tenemos.

Me importa un rábano —dijo ahora otro de ellos, lanzándose de nuevo hacia mi compañero, esta vez apuntándole hacia el rostro.

El pelinegro no se inmutó y en cambio, cuando tuvo el puño lo suficientemente cerca se inclinó hacia la izquierda para esquivarlo, luego tomó el brazo del joven para mantenerlo cerca mientras que al mismo tiempo se agachaba y atacaba con una patada a sus piernas, haciéndole caer en el acto. Estaba sorprendida por la reacción de Hayato, ya que nunca le había visto hacer ese tipo de cosas; al mismo tiempo un pequeño sentimiento de alegría surgió en mi interior, claro que esto no obnubiló mi consciencia de que no debíamos dejar que eso fuera más lejos, por ello cuando los otros dos brabucones se lanzaron contra mi compañero proclamé —: ¡Ya basta ustedes! — Con un golpe de mi pie en el suelo la tierra a nuestro alrededor tembló, haciendo caer a los otros dos chicos y casi al peli café de la valla.

¿Qué rayos…? — Soltaron al mismo tiempo que me observaban y notaban el cráter debajo de mí, comenzando a perder el color de sus rostros — Ustedes…

¿Qué si somos ninja? Sí —respondió Hayato en cambio, mostrando aburrimiento en sus facciones.

Los jóvenes adultos retrocedieron en el suelo antes de mirarse entre ellos y finalmente asustados salir huyendo de ahí. — Y así huyen las ratas. — Le di un suave golpe en el brazo al pelinegro por su comentario pero no pude evitar darle una sonrisa cómplice, una de las pocas que podíamos compartir pero que curiosamente me fue devuelta junto con una mirada divertida.

Gracias por eso… pero ¿Por qué lo hicieron? — La voz del muchacho frente a nosotros nos llevó a posar nuestra atención sobre él.

Una tranquila pero no menos seria mirada nos estaba dando, además de ello sus ojos parecían estar estudiándonos con detalle. — Yo solo intervine porque ellos amenazaban a mi compañera y quería evitar que nos metiéramos en problemas—respondió Hayato sin darle mucha importancia al asunto.

Yo no podía quedarme de brazos cruzados ¡No estabas haciéndoles nada pero ellos estaban molestándote! — El chico giró la cabeza hacia un lado y luego curvo los labios en una sonrisa divertida.

Puede que yo les haya molestado antes ¿Cómo sabías que no era el caso? —cuestionó.

Tu lenguaje corporal y el de ellos —respondí sin dudar, causando sorpresa en el chico y que Hayato rodara los ojos.

Genial… ¿Podríamos dejar el tema? —gruñó el pelinegro. — Creo que en vez de que le des una explicación extensa de tus motivos es mejor que te presentes, estas siendo descortés ¿No crees?

Hice un puchero por el regaño, pero en parte tenía razón, incluso si le había ayudado éramos desconocidos, técnicamente ni siquiera debería haberme metido, no era mi problema o misión, sin embargo del mismo modo me excusaba en mi propia moralidad, donde no me era posible dejar que alguien que no había iniciado un conflicto fuera molestado. — Tienes razón —murmuré a regañadientes antes de dirigirme al peli café — Mi nombre es Sakura Haruno, y él es Hayato Shiratora somos ninja de Konoha. Fuimos contratados por el señor Masamune para protegerlo de una posible amenaza.

Los ojos del muchacho se abrieron por unos segundos con sorpresa, pero luego cambió su expresión, tratando de mostrarse más solemne y amigable al mismo tiempo. — Así que ustedes forman parte de la cuadrilla que Masamune-san pidió. La verdad quería conocer qué tipo de personas habían enviado y ahora que he tenido la oportunidad me siento con algo de suerte, incluso si las circunstancias no fueron las mejores. — Sonrió por sus palabras y luego añadió —: Mi nombre es Kazuma, soy el hijo del actual jefe de la aldea. Les agradezco por su intervención, a ambos, así que ofrezco mi ayuda por si necesitan algo en la aldea.

Gracias Kazuma-kun, lo tendremos en cuenta. Igualmente si necesitas algo puedes decirlo — Antes de conseguir continuar con la conversación un chakra familiar se hizo presente, así que Hayato y yo desviamos nuestra atención hacia el bosque, de donde salía nuestro sensei, mostrándose un tanto molesto.

Sakura, Hayato ¿Qué están haciendo? ¿Qué pasó con el reconocimiento del área? — El reclamo del hombre me hizo sonrojar, recordándome lo que habíamos estado haciendo antes de toparnos con Kazuma.

Hicimos el reconocimiento, corrimos por todo el sendero hasta aquí —mintió en parte Hayato, ya que lo último era completamente cierto.

El punto no era correr, era observar y sentir si había amenazas —reprendió Ken-sensei.

Tenía razón, yo lo sabía, pero por algún motivo me había dejado arrastrar por Hayato en su estúpido juego, algo de lo que no me sentía arrepentida, quizás porque nunca había conseguido interactuar de esa manera con mi compañero y eso inconscientemente me dio la esperanza de que finalmente estuviéramos acercándonos. Lo más probable es que fuera esto último lo que me llevara a seguirle el juego a Hayato y terminar mintiendo, — aprovechando la oportunidad decidimos entrenar nuestra percepción. En batalla o cuando nos trasladamos siempre necesitamos estar alertas de nuestro entorno, por eso decidimos entrenarnos mientras nos movíamos a altas velocidades. Por eso Hayato dijo que hicimos ambas cosas. Nos detuvimos aquí porque vimos a Kazuma-kun y bueno… le ayudamos un poco. — El hombre nos observó con sospecha, pero yo me mantuve firme procurando no mostrar en lo absoluto nerviosismo interno, algo que pareció funcionar, ya que su expresión se relajó pocos segundos más tarde.

Bueno en ese caso me alegro. Igualmente les felicito porque al parecer están mejorando su relación como equipo y eso es algo que necesitaremos en esta misión; sin embargo me gustaría que en vez de ensayar nuevas técnicas que no saben si van a funcionar, se enfocaran en hacer su trabajo como siempre, después de todo, un solo fallo podría conllevar un riesgo mayor. — Agaché la cabeza algo avergonzada, porque no solo tenía razón sino que mi mentira era algo que en lo que no quería reparar en esos momentos.

Lo siento Ken-sensei, buscaremos no volver a hacer algo así. — El hombre asintió conforme con mi respuesta y luego se dirigió a Kazuma —Nos disculpamos por el momento.

Entiendo. Hasta luego Hayato, Sakura — El muchacho nos dio una despedida cordial, y nosotros la devolvimos antes de que nos moviéramos de allí y nos pusiéramos en marcha de regreso hacia la casa fronteriza donde el cliente y Tenryu nos esperaban.

En un silencio parcialmente incomodo nos movilizamos entre los árboles, intentando mantener siempre la atención en nuestro alrededor y evitando más distracciones que pudieran hacer que nuestro sensei nos diera una nueva reprimenda; por eso al llegar inevitablemente Hayato y yo soltamos un suspiro ahogado, como un claro gesto de alivio luego de habernos mantenido tanto tiempo tensos. — Bienvenidos —saludó con aburrimiento Tenryu desde su lugar, manteniendo los ojos cerrados sin llegar a mirarnos.

Que cálida bienvenida —bufó Hayato con ironía antes de acercarse a la concina y sacar un par de platos llenos, muy seguramente ya previamente preparados por nuestro sensei. — Oye Sakura ven aquí y toma tu comida, no pienses que voy a ir hasta allá a dártelo.

Rodé los ojos ante el nuevo cambio de actitud, pero luego de los eventos del día podía sentirme más a gusto con su huraño y cambiante humor; por ello luego de arrojar fuera de mi mente los pensamientos en que quería refunfuñar, me acerqué con una pequeña sonrisa y recibí lo que me ofrecía, luego le susurré—: Gracias Hayato, por todo lo de hoy. — Mi compañero por unos instantes abrió sus ojos con sorpresa y luego desvió su rostro hacia un lado, tratando de evitar que viera el sonrojo que apareció en su rostro; sin embargo ya era tarde porque yo había conseguido percatarme de la vergüenza de mi compañero.

No fue la gran cosa —gruño en un bajo murmullo.

No pude responder a ello ya que al instante la voz irritada de Tenryu nos interrumpió —: ¡¿Saben que tenemos reunión ahora?! Dejen de holgazanear en la cocina. — Hayato súbitamente cambió su expresión a una enojada y pronto me dejó de pie en medio de la instancia, para irse luego a discutir con el otro miembro de nuestro escuadrón.


Luego de mi relato, mis dos amigos se quedaron en silencio, pareciendo analizar lo que había dicho como si hubiera algo oculto en mis palabras, lo cual no me parecía en lo absoluto, más bien comenzaba a preguntarme exactamente que era en lo que ellos estarían tan enfrascados. Afortunadamente para evitar que ahondara en asuntos que parecía que no comprendería en el momento, llamaron a la puerta, sacándonos del ambiente extraño que nos rodeaba y dirigiéramos completamente nuestra atención hacia el lugar. — Ninjas de la hoja, he venido a recogerlos. — Era la voz de uno de los guardaespaldas de Kazuma, si mi memoria no fallaba —y casi nunca lo hacía— el nombre del sujeto tras la puerta era Teki, el hombre fortachón y de mala mirada.

— Bueno, es hora. — Los tres nos levantamos simultáneamente y luego nos reunimos con Shin que estaba parado junto a la puerta, listo para abrirla, dejando ver del otro lado al hombre que había reconocido solo con su tono de voz.

Sin decirnos palabras Teki solo nos hizo un gesto con la cabeza para que le siguiéramos, y fue de esta manera que comenzamos un recorrido incómodo y tenso junto al guardia de nuestro empleador. Caminar por ese sendero comenzó a traerme más recuerdos y pronto una sensación de amargura me llenó, evocando el hecho de que probablemente estaba a unas horas o días de toparme con Hayato, todo era cuestión de tiempo antes de que nos viéramos y termináramos enfrentados, probablemente tratando de concluir nuestro asunto pendiente. Ahora una duda surgió en mi cabeza, producto no solo del aberrante sentimiento de desazón provocado por la traición del pasado y posible enfrentamiento contra mi viejo compañero de equipo, sino que también lo hizo el pequeño fragmento de recuerdo que había narrado esa mañana; ¿Desde cuándo las cosas se torcieron de esa forma? Si me ponía a detallar con cuidado mis recuerdos sobre el muchacho, nunca tuve un indicador que me revelara tal estado de locura o inconformidad con la aldea, contrario a eso, aunque siempre se portó de manera extraña, nunca fue realmente desagradable o mal compañero, caso contrario a Tenryu, quien siempre me había mostrado su reticencia a acercarse a mí y con ello un leve rezago de lo que muchas veces interpreté como odio puro, un sentimiento que siempre me dejo completamente aturdida, ya que nunca supe a que se debía su agresividad contra mí, y ese era un misterio que seguiría guardado por siempre, ya que el joven había muerto en esa isla hacía ya varios años.

Apartando el tema de Tenryu, Hayato aún estaba vivo, y su deserción y motivos seguían siendo un misterio; después de todo, una parte de mí siempre se había negado a creer su versión de los hechos y por lo general me susurraba y evocaba los recuerdos agradables con él para hacerme dudar, pero claro que luego de eso volvía al punto en que rememoraba la forma en que había tratado de matarme y además de ello la persecución en la que me había envuelto para salvar a Kazumi, a quien por cierto volvía a poner en riesgo al ayudar en su captura. El bucle en búsquedas de respuestas volvía y me vi pronto aburrida de darle demasiadas vueltas al asunto, solo tenía que resumir las cosas en que si él atacaba a mis amigos, me agredía a mi e interrumpía inevitablemente con la misión, en ese caso yo no podía dudar en detenerlo.

Llegar a nuestro destino me hizo centrarme en lo que vendría, teníamos mucho trabajo que hacer si queríamos concluir esa misión pronto; fue por ello que no reparé demasiado en mi entorno y solo camine tras mis compañeros hasta la habitación en la que nos habíamos reunido el día anterior, y en donde en esos momentos ya estaba Kazuma sumergido en algunos pergaminos y sobretodo el mapa. A su lado Ringo sostenía algunos documentos más y le dictaba —: Hay ocho escuadrones de cuatro hombres en los puntos costeros, no se ha localizado aún su base y comenzamos a notar que se han infiltrado pequeños grupos en la última parte de la zona restringida. — Kazuma chasqueó la lengua con frustración y retiró la vista de los papeles justo cuando entrabamos.

— Buenos días —dijo y nosotros al instante respondimos del mismo modo.

— Parece que no hay buenas noticias —comenté tratando de darle una mirada de ánimo, pero sabía que mis esfuerzos serían infructuosos.

— No. En la noche se han movilizado y han alcanzado el punto medio, entrando por uno de los últimos lugares importantes que tenemos que resguardar, pero al estar tan lejos no podemos hacer mucho para cuidar la entrada.

— Ahora mismo nos han bloqueado acceso en la zona para pararlos, solo es cuestión de tiempo antes de que lleguen al lugar que buscan —soltó ringo.

— Por lo que mencionan esa zona debe ser realmente importante o hay algo muy peligroso ahí —pronunció Shisui con sospecha.

— Realmente no sabemos mucho, solo tengo el conocimiento que ha pasado de generación en generación a cada líder de la aldea. Pero si sirve de algo les diré lo que sé. — Ringo y Teki abrieron los labios para protestar, pero Kazuma les silenció con una mirada, dejando en claro que había tomado su decisión.

— Apreciaríamos que nos contara al respecto —respondió mi amigo mayor — creo que será relevante saber a qué nos enfrentamos.

Kazuma asintió de acuerdo y poco después respiro profundo, tomando la energía que necesitaba para comenzar la historia. — Hace mucho tiempo, cuando la aldea apenas se estaba fundando, se dice que apareció alguien de una extraña presencia. No se conoce los detalles ya que se ha perdido casi por completo el relato, con excepción de los eventos principales; el punto es que esa entidad pidió a los aldeanos de esa época construir una tumba laberíntica en la isla, pero ellos atemorizados y confundidos se negaron, así que ella pasando de ellos simplemente se marchó cómo llegó en un silenció abrumador y desconcertante. — se remojó los labios unos momentos mientras parecía meditar lo siguiente — Algunos meses después se escuchó un estruendo en la isla, así que los pueblerinos fueron a verificar que era lo que había ocurrido, pero al llegar quedaron sorprendidos de encontrar no solo a la persona que les había pedido el complejo, sino también la tumba misma, completamente hecha. Alarmados buscaron echar a la persona de allí, sin embargo ella les detuvo solo con una mirada, y advirtió que si se acercaban más quedarían enrollados en un asunto que no deberían; sin embargo el líder del pueblo, armado de un extraño valor fue hasta el lugar donde se encontraba la entidad y le advirtió que había violado el territorio, algo que curiosamente hizo reír a la presencia. Confundido por la reacción pidió una explicación, pero ella simplemente enfatizó que esas tierras no le pertenecían realmente, pero que como había desobedecido a su orden ahora ella le encomendaría una pequeña tarea; entonces ligó el destino de la aldea comentándoles que el cuerpo que se guardaba en las ruinas era especial, y por ello el lugar no debía ser profanado de ningún modo, de lo contrario habrían repercusiones en el mundo; así mismo nos legó el deber de mantener el secreto y vigilar el recinto, advirtiéndonos que nunca entráramos. Pero ahora como ven, hemos fallado en la encomienda, ellos han explorado gran parte de los túneles, lo que nos deja pensando que es probable que ya hayan llegado a la cámara principal.

— Espera ¿Cómo saben la estructura interna del sitio si nunca han entrado? —cuestioné confundida. — No es lógico.

— Bueno… para probar la veracidad de la historia, la persona que nos dejó la encomienda también nos legó un mapa del interior. — Kazuma hizo un gesto con la mano hacia Ringo, quien le pasó un pergamino viejo, pero que para mi asombro y curiosidad se mantenía bastante conservado, dejando ver que el papel era de una calidad superior, muy probablemente de los que usaban los antiguos terratenientes o gobernantes para sus cartas. — Todo está aquí, bastante detallado por cierto.

Al abrirlo, mi sorpresa se escapó en mi expresión; allí dibujado sobre el papel, en una caligrafía bastante fina y elegante, estaba el dibujo interno de un completo laberinto, detallando con exactitud los pasajes secretos del mismo y la forma segura de cruzarlo. — Tiene una inscripción en la esquina ¿Saben lo que es? —dijo Itachi captando la atención de la mayoría de nosotros, exceptuando a Shin, quien observaba el papel con aburrimiento.

— ¿YY? —murmuré pasando mis dedos por el papel, y notando una pequeña irregularidad junto a las iniciales, como el contorno borroso de un pétalo.

— No sabemos que es, pero si esa cosa o persona tiene la decencia de firmar un trabajo de ella, debe ser alguien interesante —respondió Kazuma.

— Lo interesante es que dejara un mapa si no quería que entraran. — Miré hacia Shisui cuando pronunció aquello, parecía bastante enfrascado en sus pensamientos — Es incoherente y absurdo, pero al mismo tiempo brillante.

— ¿A qué te refieres con ello? —cuestionó Ringo, mostrando una expresión de curiosidad.

— Exactamente a lo que digo ¿Por qué molestarse en dejar un mapa si no querían que entraran allí? La respuesta a esto es un poco confusa pero se me ocurren dos posibles motivos: el primero es que había previsto esta situación y hubiera dejado la forma de que alguien se guiara allí en caso de tener que proteger la tumba; la segunda opción es que esperaba que alguien bajara, si bien no ustedes, es probable que fuera alguien que conocía y le dejara la forma de bajar a la cripta. Esto último se descarta posiblemente porque no dejó ningún aviso previo de que fuese a pedir que alguien viniera después, así que lo más lógico en este caso es asumir que había pensado la primera. — La explicación de mi amigo tenía lógica, sin embargo solo lo era para nosotros, ya que Shin parecía debatirse entre creer aquello y otro pensamiento.

— Una posibilidad, pero no creo que esa "entidad" o "persona rara" pensara realmente en ello. Es más fácil asumir que dejó el mapa como un salva guardas, ¿para qué? Eso es algo que solo esa persona nos diría, pero como no se ha aparecido en mucho tiempo no tenemos pistas al respecto, solo podemos amoldarnos a lo que sabemos y tratar de solucionarlo, agradeciendo que evidentemente nos dejó un modo de hacerlo. — El albino miró el mapa mostrando una extraña emoción, y luego señaló una zona en específico del lugar — Hay una cámara reservada cerca de aquí, Sakura puede tumbar la entrada para entrar en una línea cercana a nuestro destino, el único problema es que al hacerlo atraeremos la atención, por ello necesitamos que hayan refuerzos arriba; al mismo tiempo y para evitar ser acorralados de alguna forma sería bueno que despejáramos la zona este para que no pudieran emboscarnos y en dado caso contar con una ruta de escape segura.

— ¿Y cómo sugieres que hagamos eso? No podemos despejar esa ruta, está plagada y no tenemos suficientes hombres para… —protestó Ringo, pero calló cuando Shin levantó la mano pidiendo silencio para luego decir —: Estas olvidando que los que custodian en esa zona son solo tres grupos de mercenarios. Han estado tanto tiempo arrinconados que han perdido la misma fuerza que los puede sacar de este lio. Incluso si te preocupa que los cinco ninjas que les dan problemas aparezcan, lo cierto es que no lo harán, ya que concentraran sus fuerzas en la puerta que abriremos para entrar a la tumba, por eso necesitaremos refuerzos que nos cubran en la parte superior.

— Espera, parece que has decidido el orden de cómo debemos ir —mencioné con perspicacia.

— No lo he decidido, pero tengo la sugerencia, claro que es si al final desean ir de este modo; sin embargo tengo motivos para decir que vayamos de esta manera. — Miré a Shisui quien parecía analizar al albino y sus palabras. Igualmente Itachi parecía expectante por el plan que tenía el hombre, pero no demostraba por completo su interés, en cambio siempre mantuvo una expresión de fingida apatía.

— Bien… en ese caso escuchemos lo que tienes que decir —proclamó finalmente mi amigo, con un semblante tan serio que intimidaría a cualquiera, pero que a Shin solo le hizo sonreír a gusto con su respuesta.

— Bueno este es mi plan…


—Déjame decirte que este plan es suicida —gruñí mientras que corriendo recorríamos los largos pasillos de la antigua construcción, que para mí disgusto presentaban tal deterioro que parecería que se derrumbarían en cualquier momento. — ¿Cómo puedes esperar que todo salga a pedir de boca si les dejamos solos arriba?

— Sakura concéntrate, tus amigos son lo suficientemente mayorcitos para cuidarse solos, además si todo sale según lo previsto no estarán solos, los refuerzos llegaran en breve. — Shin giró en una esquina mientras decía aquello y continuó con confianza recorriendo el intricado laberinto que para mí no tenía otro significado más que era extraño y demasiado preciso en su propósito, llenando cada pared de un entramado similar, dando la sensación que estabas corriendo en círculos entre más avanzabas, o que simplemente no avanzabas, además algunos pasillos estaban tan bien camuflados que simplemente pasaban desapercibidos; quizás esa era la razón más evidente como para que pudieras perderte en ese lugar.

— No me preocupan Itachi y Shisui, sé que ellos son fuertes, sin embargo todo esto es demasiado arriesgado, especialmente si no conocemos la posición de nuestro enemigo en este lugar, además no puedo luchar cómodamente porque este lugar podría derrumbarse de la nada. — Mi queja hizo reír abiertamente al albino antes de girar levemente la cabeza para verme de reojo, notablemente divertido con mis palabras.

— Para responder a tus inquietudes, sé dónde están nuestros enemigos y sé a dónde vamos, no olvides que tengo un ojo aquí y en el posible futuro. Por otro lado este lugar no se derrumbará tan fácil o al menos no por ahora, a no ser claro que golpees los lugares exactos, después de todo la persona que lo hizo no es estúpida, sabía lo que hacía al hacer este lugar tan complejo; dispuesto para guardar sin problemas el pequeño recado que dejó al pueblo. — Lo último lo soltó con sorna impresa en su tono, además de que parecía de algún modo irritado con lo que decía.

— Si lo que dices es cierto en ese caso confiaré en ti, así que démonos prisa por rescatar a Kazumi y evitar que encuentren el ataúd —dije apresurando el paso para quedar al lado del albino.

Duramos otros tres minutos corriendo y virando entre los amplios pasillos hasta que mi acompañante nos condujo hasta un callejón sin salida, donde momentos antes de llegar proclamó —; Sakura, cuando giremos destruye la pared. — Sin necesidad de pedir explicaciones, simplemente hice lo que me pidió en el momento exacto, dando un fuerte golpe a la piedra y haciéndola estallar inmediatamente.

Gritos ahogados y de sorpresa quedaron atrapados bajo el peso de los escombros que atravesamos pocos segundos después, dejándonos ver otro pasillo pero más amplio y a una pequeña cantidad de mercenarios que habían muerto de forma instantánea al recibir el impacto de la roca. Sin detallar la escena demasiado, seguimos nuestra marcha por el pasillo y doblamos a la derecha donde la visión de otro grupo de enemigos que venía hacia nosotros se hizo presente. Lista para luchar apresuré el paso y me lancé sobre el primer grupo, al que inhabilite de inmediato al golpearlos con fuerza; mientras tanto, para mi sorpresa Shin se encargó del otro grupo, mostrándome claramente una forma de luchar tan rápida y elegante que casi no pude ni ver sus movimientos, dejándome no solo extrañamente encantada sino que con la sensación de que un entrenamiento con él probablemente terminaría en mi derrota, una majestuosa derrota.

— Vamos Sakura, no te quedes ahí de pie, tenemos que continuar. — La demanda de mi acompañante me sacó de mi momento de estupor y me hizo seguirlo entre los pasillos hasta un abismo, del que colgaba un puente destruido.

— Oh genial, llegamos hasta aquí… ¿Y ahora qué? —gruñí molesta mientras buscaba la manera de pasar.

Shin soltó una risa divertida justo antes de que levantara una mano hacia lo que quedaba del puente, y este —para mi asombro— comenzó a reconstruirse con rapidez, dejándolo como nuevo. — Las damas primero —señaló mi acompañante.

— Honestamente para que pregunto —murmuré antes de emprender de nuevo la marcha y atravesar el lugar.

El pasillo que precedió al puente mostraba al final un destello azulado, que me hizo presentir que estábamos llegando a nuestro destino; así que para asegurarme dirigí mi mirada hacia Shin, el cual me confirmó mis pensamientos con una leve inclinación de su cabeza. Con la ansiedad revolviéndome el estómago, terminé de recorrer el camino, donde al final quedó a la vista una amplia cámara, iluminada —para mi asombro— por unos cristales azules, que estaban incrustados en el techo.

— Kazumi… — La voz de Shin me hizo despegar mi vista de los curiosos minerales y luego dirigirla hacia donde él tenía la mirada clavada, haciéndome quedar horrorizada con lo que veía.

— Pero que… ¿Qué le están haciendo? —murmuré.

La joven princesa estaba encadenada de brazos y piernas, y reposaba sobre una improvisada mesa de piedras, junto a lo que evidentemente era el ataúd que custodiaba la tumba; sin embargo esta visión era lo de menos, ya que en los brazos y piernas de la chica habían conectados varios tubos por vía intravenosa; los cuales unidos a una máquina, extraían su chakra, dirigiéndolo a dos partes, uno al ataúd de piedra y otro a unos pequeños contenedores, que supuse eran los que usaban aquellos ninja para controlar parte de su tiempo y regenerarse. — Idiotas… eso de todas formas no funcionará —gruñó mi acompañante, mientras con pasos firmes se acercaba a la máquina y comenzaba a oprimirle algunos botones. — Sakura, quítale esos infernales tubos.

Un escalofrío me recorrió cuando escuché el tono de voz que empleó, siendo frío y cargado de resentimiento, una combinación en el muchacho que jamás pensé escuchar; sin embargo por eso mismo fue que me moví más rápido y acaté la orden, para a continuación emplear mi fuerza y romper las cadenas que ataban sus muñecas. Cuando estuvo libre de sus ataduras, con cuidado la levanté y la deposité con en el suelo, permitiéndome que pudiera revisar con mayor cuidado cualquier daño que tuviera. Fruncí el entrecejo al notar las heridas profundas que presentaba debajo de sus ropas, siendo un claro indicio de tortura, que afortunadamente no dejó ninguna infección, pero que a pesar de ello dejaron su pulso y respiración más bajo que el promedio, pero no lo suficiente como para poner su vida en un riesgo inminente, — ¿qué trataban de hacer? —solté luego de mi diagnóstico preliminar y mientras comenzaba a sanar las heridas de la joven.

— Trataban de romper un sello sobre la tumba y de esa manera podrían tratar de usar el mismo poder para tratar de revivir… — Shin se sentó a mi lado cuando se interrumpió a sí mismo, como corrigiendo lo que iba a decir, algo que me reveló lo que realmente había allí. — De todas formas son idiotas, simplemente se lanzaron como si nada pensando que el poder de mi clan les serviría de algo; lo que no saben es que la persona que puso ese sello no es tan descuidada y que aunque lograran abrir el ataúd, ya no serviría de nada.

— Shin… tu cuerpo, el original está allí ¿No? — Me atreví a preguntar, ignorando completamente parte de sus palabras finales.

—Sí —respondió luego de un momento de silencio — lo alejó de mi hogar porque era peligroso que yo intentara recuperarlo, así que para hacer el castigo más rotundo se aseguró de sellarlo, aunque al mismo tiempo dejó una brecha, algo que me sorprende, ya que no pensé que cometiera un error cómo aquel.

— ¿Qué te hace pensar que fue un error? No pudo simplemente…

— No Sakura, no pudo pensar que me vería en la imperiosa necesidad de revaluar mis convicciones. No es el tipo de persona que piensa realmente en dar terceras oportunidades, especialmente cuando en el pasado mi poder llegó a superar las expectativas y se convirtió en un verdadero problema, llevando a mi propio pueblo a una inevitable destrucción; Es por esto que actualmente aún me temen, y los pocos externos que han averiguado de mi existencia han tratado irremediablemente de traerme de regreso para tratar de usar mi poder; lo que no saben es que ya no soy el mismo, y que mi viejo cuerpo ya no sirve de nada, después de todo mi alma ha dejado de existir como una entidad que prende de un hilo y conseguí por algún extraño motivo mi propio cuerpo, aunque ahora pueda estar en este plano solo con una gran cantidad de energía. — Sonrió con burla antes de mirarme — Hay muchas cosas que me siguen sorprendiendo de ese guardián, incluso luego de siglos de haber visto su poder.

— ¿Guardián?— Me atreví a cuestionar, tratando de ser muy cuidadosa de no presionar, ya que el chico parecía dispuesto a hablar un poco de su pasado.

— Sí, no entraré en detalles profundos, pero te diré que la persona que me detuvo en el pasado no era normal. — Una sombra apareció en sus ojos mientras hablaba de esto.

Mordí mi labio inferior mientras continuaba con mi labor y me preguntaba ¿Qué tipo de persona haría que el albino colocara una expresión como esa? Incluso si no lo conocía demasiado sabía que no era fácil que alguien le afectara de tal forma, lo que significaba que conocía al guardián, no era un simple hombre que había aparecido de la nada y lo había condenado. — ¿no crees que vuelva para cambiar el cuerpo de ubicación ahora que se descubrió el lugar donde reside? — Shin negó ante mi pregunta.

— ¿No te dije que el sello que colocó es aprueba de idiotas? Probablemente dejó ese mapa como una cruel broma, quizás una cascara, para que me entiendas es una prueba para ver quien se atrevía a buscar mi cuerpo en el interior de este ridículo e insufrible laberinto que por cierto parece dotado de otro tipo de protección. — Señaló los cristales azules del techo — Son un tipo de mineral especial, no estoy enterado por completo sobre su función, pero sé que serán la tumba de quien los active. Otro punto a rescatar es que como dije esa cascara vacía ya no sirve de nada, tengo mi propio cuerpo aquí — Me extendió una mano para que comprobara que no era un simple fantasma.

Con cuidado toque su extremidad y sentí calidez, algo no propio de una aparición sino de un ser vivo, así que era evidente que tenía razón en sus palabras. — Es bastante extraño —dije, curiosa por saber cómo era posible que fuera de este modo, pero eso fue algo que no logré confirmar ya que en ese momento Kazumi despertó.

— Nii-san —soltó ella débilmente mientras trataba de enfocar su vista sobre Shin. — Yo no sabía…

— Tranquila, ya estás bien, Sakura ha sanado la mayoría de tus heridas y solo necesitas reponer parte de tu Chakra. — Con suavidad acarició los cabellos de la chica, tratando de reconfortarla.

El acto tan familiar y de cariño me sorprendió, pero al mismo tiempo me hizo enarcar una corta sonrisa. Shin no era un hombre que demostrara ese tipo de afectos, pero ser merecedora de una vista como aquella me hacía sentir cierto respeto por él. — Será mejor que la saquemos de aquí —comentó el albino mientras tomaba a la joven en brazos.

— Espera, deja que tome algo de agua antes de llevarla. — Rápidamente saqué de mi bolsa trasera un recipiente hecho de bambú, el cual, luego de destapar coloqué sobre los labios de la chica y vertí despacio el líquido.

— Cuida mucho de Nii-san, Sakura-san —murmuró la joven luego de que terminara de consumir el líquido.

— Siento que el cuida más de mí. — Realmente no comprendía las palabras de la joven, pero intuía que era importante que las guardara.

Cuando Shin se estaba levantando con la chica en brazos, sentí una presencia justo detrás de nosotros, y con ella el silbar de un arma cuando rasgaba el aire en un ataque directo. Siguiendo mis instintos de supervivencia me movilicé a las espaldas del albino y detuve el kunai enemigo con uno propio; a continuación me coloqué en una posición defensiva y dirigí mi atención hacia la pared del fondo, encontrando fácilmente a nuestro atacante. — Y pensar que antes estaba diciendo que sería aburrido cuidar a la mocosa, pero ahora creo que voy a agradecer por eso. — Me tensé y estreché mi mirada cuando reconocí no solo la figura y voz de quien estaba frente a mí — Ahora sé que lo que estábamos haciendo era completamente inútil porque la persona que buscamos reside en otro lugar.

— Hayato —pronuncié lentamente.

Mi excompañero de equipo me sonrió de medio lado mientras yo detallaba con cuidado sus facciones y lo mucho que había cambiado en esos años. Su cabello negro alborotado había crecido lo suficiente como para caer sobre sus mejillas, cubriendo la ya casi extinta cicatriz en forma de media luna, un detalle que me dejó en claro que probablemente había estado mucho tiempo expuesto al poder de Kazumi. De pies a cabeza vestía de negro, llevando una camisa de manga larga que se ceñía a su cintura con un obi gris y pantalones largos atrapados al final por sus botas ninja. — Ha pasado tiempo Sakura ¿Cuánto? ¿Cinco, seis años? — Lentamente se separó de la pared en la que estaba recostado y comenzó a acercarse.

— Seis años, y la verdad me sorprende que lo recuerdes, ya que esperaba que siendo mi compañía tan poco importante para ti lo hubieras olvidado —respondí sin apartar la mirada de cada movimiento que hacía.

— Me ofendes, nunca dije que tu presencia no fuera importante. — Fingió una expresión herida, la cual me hizo molestar aún más y apretar con más fuerza mi arma.

— De ser lo contrario no me hubieras traicionado y tratado de matar mientras dormía —gruñí sintiendo como el sentimiento de amargura me embargaba, sacando a flote los viejos recuerdos y con ello un pequeño atisbo de duda en mi corazón.

El pelinegro no respondió de inmediato, simplemente me observó con una expresión indescifrable para mí, casi como si sopesara mis palabras. — Estás viva ¿No es así? Algo que en estos momentos tengo que decir que me alegra, ya que parece ser que el objeto de nuestra búsqueda se encuentra habitando dentro de ti. — Me estremecí cuando su mirada se estrechó y pasó en unos segundos de mí a Shin y de regreso, — Me parece bastante apropiado, ya que de esta forma será más sencillo.

— Sakura —dijo el albino detrás de mí, pero automáticamente interrumpí sus palabras diciendo —: Saca a Kazumi de aquí, yo me encargaré de Hayato.

El pelinegro enarcó una ceja con escepticismo mientras que a mis espaldas Shin respondía —: No te arriesgues demasiado. Trataré de regresar lo más rápido que pueda. — Terminadas sus palabras lo sentir desaparecer sin dejar rastro, probablemente usando alguna de sus extrañas técnicas.

— Estás demasiado confiada Sakura, y eso no es bueno ya que no será como en el pasado.

Sonreí arrogante por sus palabras y ajusté mis guantes — Bueno… eso no lo sabremos hasta no retomar nuestra lucha así que… ¿En dónde estábamos? Oh sí en la paliza que te iba a dar por haber roto mi confianza —golpeé mi puño contra mi palma abierta y le mostré mi mejor expresión de desafío.

— Creo que deberás corregir tus palabras, ya que lo que realmente debes decir es que estábamos en el punto en que te derrotaba y te llevaba conmigo.

La presión cayó como un baldado de agua fría sobre nosotros y pronto nos estábamos viendo calculadoramente. Estar en esa posición, esperando a que alguno de los dos diera el primer paso para atacar se sentía casi como si hubiéramos retrocedido en los años y estuviéramos preparándonos para una sesión de entrenamiento; lástima que esto último solo fuera una ilusión vana que jugaba mi mente, casi como un lastimero intento de empujarme hacia un pensamiento en que él no iba a ir enserio; sin embargo yo sabía que la realidad era diferente. Nuestras miradas no se despegaron ni un instante antes de que él en un veloz movimiento cargara contra mí, haciéndome saltar hacia un lado para esquivar el Tanto que había blandido en mi contra.

Sin miramientos y tratando de aprovechar la posición contraataqué con mi puño izquierdo, pero este fue desviado con una acertada intervención de su propio codo. La posición me dejaba ligeramente en desventaja al terminar tan cerca, pero también era una oportunidad, la cual aproveche para mi propio beneficio al atacar ahora con la kunai que mantenía en mi otra mano. Hayato viendo rápidamente a través de mi ataque consecutivo se vio en la imperiosa necesidad de girar su cuerpo y retroceder un poco para conseguir bloquear con su pequeña espada. Ambos forcejeamos cerca de treinta segundos antes de separarnos al menos dos metros de distancia, que aproveché para lanzarle tres kunai como un incentivo para que decidiera atacarme luego de desviarlas y así poder mirar mejor sus movimientos.

Efectivamente mi plan funcionó porque él se lanzó hacia mí a una velocidad que sabía que había adquirido en esos años, pero que no tenía nada en comparación con la de Shisui, así que no me fue difícil seguirla y conseguir esquivar los embates que trató de darme, dándome la posibilidad de posicionarme justo debajo de su brazo extendido y poder conectar uno de mis golpes en su abdomen, el cual terminó por lanzarlo contra la otra pared. Jadeando salté hacia atrás y esperé a que la nube de tierra se dispersara, lista para enfrentar cualquier ataque si se daba el caso, pero a cambio de eso recibí la sorpresa de ver cómo Hayato salía del cráter totalmente ileso. Mi confusión de segundos fue aprovechada por él quien en un instante se había movido apareciendo frente a mí, sacándome un jadeo ahogado cuando me di cuenta que su Tanto ya estaba cortando mi carne por un costado.

Estúpida, por supuesto que estará usando la misma habilidad que esos idiotas —me regañé mentalmente mientras saltaba y me apartaba de allí hacia un lateral, tratando de poner distancia entre ambos y comenzado a sanar la herida.

— Es interesante cómo funciona el poder de ese clan, retrocede y elimina cualquier daño que haya recibido. Ahora que lo sabes ¿no es mejor rendirte? Te evitará más sufrimiento y te prometo que te trataré bien. — Estiró su mano hacia mí y mantuvo una sonrisa de medio lado, esperando a que yo la tomara, acción que por obviedad no realice, contrario a eso mi ira se disparó mientras pasaban los rostros de Itachi y Shisui por mis ojos.

— En verdad el único que está subestimando al otro eres tú. No me creas inferior solo porque conseguiste una gota del poder del tiempo, ya que sobre mí recae una fuerza mayor, una que va ligada de la mano a los dos Uchiha que seguramente me reñirían si me atreviera a perder aquí y contra alguien como tú. — En el momento en que terminé mis palabras y sin preocuparme por su expresión molesta, saqué varias kunai y las arrojé mientras me movía por el espacio, asegurándome que en su trayectoria, —y mientras él trataba de desviarlas— consiguieran interceptarse entre ellas, cambiando ligeramente su trayectoria y consiguiendo que dos de ellas le rasgaran la ropa cuando el trató de esquivar.

La última acción de mi oponente me hizo formar automáticamente una teoría, la cual busque confirmar al lanzarme nuevamente contra él con kunai en mano e iniciar una serie de golpes veloces, que en su mayoría esquivo, hasta que uno finalmente se coló en su defensa y logró conectar con su abdomen, o mejor dicho, él no vio la necesidad de evadirlo. —Treinta segundos —pensé cuando le vi volver a levantarse sin daño alguno —Ese debe ser el límite de intervalo entre lo que puede usar la técnica.

Mi emoción por el descubrimiento solo duró unos segundos, antes de que un estallido que provenía del exterior retumbara por la cripta, haciendo temblar todo y provocando un visible daño en la estructura del lugar, formando grietas en el techo que comenzaban a expandirse por las paredes. — Parece ser que se nos agotó el tiempo —murmuré en el momento en que un pedazo de techo se desprendía y me obligaba a saltar hacia adelante para esquivarlo. La situación crítica en la que estaba al ver como todo comenzaba a caer, me impidió sentir a tiempo la presencia del pelinegro, que me sorprendió tomándome del brazo y la cintura, para a continuación jalarme hacia él y llevarme hacia atrás, justo cuando otro pedazo de piedra caía en el lugar en el que antes me encontraba. Alarmada por la proximidad de mí enemigo y además por la situación que apremiaba por salir de ahí, use chakra concentrado en mis pies para romper el suelo bajo nosotros y así provocar que Hayato perdiera el equilibrio y aflojara su agarre permitiéndome soltarme y girar para golpearlo por tercera vez en ese día; a continuación, comencé a correr hacia la entrada por la que Shin y yo habíamos llegado, mientras esquivaba los pedazos de roca que caían cada vez más frecuente.

Era una carrera contra el tiempo que esperaba ganar, por eso use chakra en mis músculos para mejorar el rendimiento y rapidez con la que me movía; una sabia decisión de mi parte en el momento adecuado, porque cuando iba por la mitad del puente este comenzó a colapsar, obligándome a saltar en el último tramo y caer pesadamente al otro extremo del lugar, mientras rodaba un par de metros, antes de impulsarme con uno de mis brazos para enderezarme y así detener mi forzado y doloroso avance. Dándome solo un segundo para reponerme, volví a moverme entre los pasillos hasta que alcancé a visualizar el lugar por el que nos habíamos colado al interior; ahí, impulsándome con todas mis fuerzas di un salto para pasar por el agujero en el techo y finalmente salir al exterior. A pesar de mi resiente alivio por poder salir de esa peligrosa ratonera, no pude respirar mucho tiempo tranquila, ya que toda la zona estaba envuelta en una feroz batalla entre aldeanos armados, mercenarios, los ninja renegados y mis dos amigos; siendo estos últimos junto con nuestros enemigos los que tenían toda la zona boscosa convertida repentinamente en un desértico paisaje rodeado por algunos árboles arrancados y arrojados alrededor, además de pequeños incendios.

Shisui e Itachi, cada uno a nivel individual estaba encargándose de dos ninja por separado, siendo el mayor quien se había tomado la libertad de enfrentar a la única mujer del grupo y al hombre de cabellos lila, estando este último ya inhabilitado al haber caído en un genjutsu de mi amigo, probablemente uno de los más fuertes, puesto que en esos momentos se revolcaba en el suelo mientras soltaba gritos lastimeros; contrario a él, y siguiendo la descripción que nos habían dado, la mujer era más fuerte, llegando a igualar parcialmente la velocidad de Shisui mientras que al mismo tiempo lanzaba poderosos ataques de fuego en contra del Jonin. Dejando de lado la pelea del Uchiha mayor, Itachi parecía estar llevando a sus rivales a la desesperación, ya que el pelirrojo y el hombre de cabellos verdes tenían en sus rostros expresiones tensas que comenzaban a dejar filtrar gestos de desesperación.

— ¡¿Qué creen que hacen?! ¡Acaben con ellos de una vez, para eso les pago! — Dirigiendo mi mirada hacia la fuente de tan reclamantes palabras, llegue al otro extremo del campo donde en medio de un grupo de mercenarios estaba de pie un hombre que deduje, se trataba del que lideraba toda esa invasión sin sentido.

— ¡No retrocedan! Redúzcanlos hasta que deseen nunca haber pisado estas tierras. — Escuché la voz de Kazuma retumbar en medio del fulgor de la batalla, así que dejando de lado al objetivo principal para finalizar esa incursión, me giré para ver cómo llegaba el joven líder acompañado de Teki y Ringo junto al resto de sus tropas; tal parecía que como había dicho Shin habían logrado despejar la zona encargada y ahora venían a respaldarnos.

Los hombres se lanzaron hacia adelante, rodeando completamente la batalla que libraban mis amigos y comenzaron a tratar de reducir el número de tropas enemigas. Consciente de que ya había pasado mucho tiempo en ese lugar y ya habiendo despejado mis vías respiratorias, me lance hacia el frente de batalla en un veloz movimiento, pasando de largo a mis amigos y adentrándome a terreno enemigo, donde al llegar —asegurándome que no hubiera tropas aliadas cerca— Levanté mi puño derecho y con un grito de batalla destruí el campo, atrapando a la mayor cantidad de mercenarios que pude; luego y para limpiar los alrededores hice rápidos sellos y proclamé con voz potente — Suiton: Suiryudan no Jutsu. — En el acto un dragón de agua se formó y arrastró a todo aquel enemigo que estuviera en un alcance de cinco metros desde el final del cráter.

— ¡Sakura! —proclamó Shisui desde su lugar justo cuando esquivaba otro ataque devastador y contraatacaba con una bola de fuego.

— Pedir ayuda a tu amiga no servirá de nada —soltó en burla la mujer, al no percatarse de la verdadera intención tras el llamado del Uchiha, caso contrario a mí que le conocía muy bien.

Con una respiración profunda volví a moverme, esta vez procurando llegar a una distancia conveniente para mis propósitos. Esquivando el embate de dos espadas enemigas salté hacia arriba, saqué algunas kunai y las lancé contra Fion y sus guardaespaldas; estos no vieron a tiempo el ataque, provocando que los guardias fueran heridos de gravedad al intentar proteger al hombre, quien al caer el primer hombre buscó y aprovecho la primera oportunidad que tuvo para salir de allí y ocultarse tras algunas rocas. Chasqueé la lengua con molestia mientras caía, pero no dejé de pensar mi siguiente movimiento para poder cumplir con mi objetivo; por eso antes de tocar tierra, y para asegurarme de que ningún enemigo que estuviera cerca fuera a tratar de detenerme, acumulé chakra en mi pie izquierdo y lo expulse al aterrizar, eliminado así amenazas próximas y dándome la posibilidad de seguir avanzando.

— ¡Oh no lo harás! —profirió la mujer contra la que peleaba Shisui, que ignorando brevemente a mi amigo se arriesgó en lanzarme un ataque de fuego, acción que aprovecho el Uchiha para finalmente golpearla e inmovilizarla; sin embargo las acciones de mi amigo no habían detenido a tiempo su ataque contra mí, por ello me vi en la imperiosa necesidad de volver a formar sellos — Suiton: Suijinheki. — A mi alrededor se formó una barrera de agua que detuvo la técnica y provoco una pequeña capa de vapor, que se volvió una desventaja más peligrosa cuando el muro de agua cayó y quedé a la merced de mis enemigos; por ello y para evitar ser tomada por sorpresa, tuve que moverme hacia atrás y salir de la espesura blanca.

Mientras la niebla termino por dispersarse, apreté mis puños con frustración y me preparé para volver a ir hacia adelante, pero antes de dar un paso sentí repentinamente como el aire a nuestro alrededor cambiaba. — Imposible que con esto no puedan hacer nada ¡Les va costar el haber hecho hacerme gastar esto, estúpidos inútiles! — Fion más allá sostenía en sus manos algo, no alcanzaba a ver que era, pero sabía que no era nada bueno para nosotros, por ello me giré dispuesta a avisar a Itachi y Shisui, pero quedé sin habla cuando me di cuenta que era un poco tarde para avisar. Lo que sea que hubiera hecho el hombre, había puesto a todo y todos los que no tenían algo del chakra de Kazumi —O en mi caso el de Shin— en un estado ralentizado, dejándoles vulnerables; algo que el peli verde aprovecho de inmediato al lanzarse sobre Itachi con el brazo en alto, listo para atravesarlo de inmediato.

Con el miedo escalando por mi estómago corrí a toda velocidad hacia mi amigo, sin detenerme a pensar de ningún modo en las consecuencias de mis próximas acciones, solo me enfoqué en llegar a tiempo para empujar a Itachi hacia atrás y quedar en la trayectoria del ataque. Los ojos de Itaro brillaron con malicia al verme enfrentarlo de frente, muy consciente de que no tenía tiempo para detener el ataque que había lanzado. — La venganza es dulce —pronunció el hombre cuando el taladro de viento que envolvía su mano estaba a solo un par de centímetros de mi abdomen; al mismo tiempo la voz de Hayato se hizo presente como una advertencia, pero ya era tarde para que se detuviera. — ¡No idiota! ¡Ella tiene lo que buscamos!

Ahogué un grito de dolor en el momento en que sentí que la carne de mi vientre era atravesada y desgarrada, mientras que al mismo tiempo, la sangre escapaba de mis labios y la herida; sin embargo, aguantando el daño sostuve con fuerza el brazo del hombre y le mire a sus ojos sorprendidos. El aire a nuestro alrededor volvió a la normalidad y lo primero que escuché fue el grito de Shisui a mis espaldas, — ¡Sakura! — La angustia era palpable en su voz, y aunque quería girarme y tranquilizarlo, en esos momentos estaba más enfocada en Itaro, aquel que había tratado de lastimar a Itachi.

— Lo que buscan, no será de ustedes ni hoy… ¡Ni nunca! —proferí en el momento en que de un movimiento partía el brazo que estaba en mis entrañas y el sello de mi frente se liberaba envolviéndome por completo y deteniendo la posible muerte. El grito desgarrador del sujeto resonó y se combinó con mi propio grito de guerra en el instante justo en que con mi mano izquierda saqué su miembro de mi cuerpo y con la derecha le golpeé justo en el pecho aplastándolo contra el suelo. — A ver si te funciona tu truco esta vez ¡Shannaro! —solté despectivamente antes de retroceder un par de pasos y volverme hacia mis amigos.

— Encárguense del resto, yo iré por su líder. — Mis amigos me miraban sorprendidos y parecían deseosos de decir algo al respecto, pero yo no me quedé a escucharlos, en cambio con la mejora de velocidad y fuerza que me proporcionaba el Byakugou, retomé mi objetivo inicial y me movilicé entre los mercenarios sin problemas, llegando a atravesar el campo en menos de un minuto.

Vi al hombre que buscaba a solo unos metros más allá, pero antes de poder llegar a él, fui atacada por Hayato con su Tanto, así que me vi obligada a esquivar y retroceder un metro. — Eso ha estado cerca —dijo él montando guardia como un cancerbero, listo para atacar en cualquier momento — aunque supongo que no hubiera servido de nada cortarte, ya que tienes la misma habilidad que nosotros. — chasqueé la lengua irritada pero sonreí con arrogancia al comprobar claramente que seguía subestimándome.

— Lamento decirte pero mi sello no tiene nada que ver con el poder del tiempo que han tratado de controlar. Yo no soy de usar métodos fáciles para ganar fuerza. — con cuidado observé a mi excompañero, tratando de encontrar una abertura en su defensa o algo que me permitiera tomar ventaja de la situación; al mismo tiempo por mi mente pasaban algunas estrategias que podía usar contra él. — Además… —continué en el momento en que noté un pequeño destello entre sus ropas, del mismo color que el chakra que habían estado extrayendo de Kazumi; fue entonces que terminé de resolver el rompecabezas. En una breve reunión que habíamos tenido antes de partir a la batalla, llegamos a la conclusión el uso de esa técnica tenía sus limitantes al igual que todas las demás; Shin había explicado que no se podía combinar el chakra propio con el de su clan ya que traería repercusiones serias, por ello al extraerlo deberían almacenarlo de otra forma. La máquina que habíamos visto anteriormente había sido la evidencia de la extracción, lo cual nos había dejado solo con la incógnita de averiguar donde lo guardaban, sin embargo ahora lo sabía. — El mío no requiere un truco que puede ser eliminado tan fácilmente.

Terminadas mis palabras me lancé hacia él con una kunai en mano, obligándolo a defenderse con su propia arma; a continuación, rápidamente deslice la hoja de mi cuchilla debajo de su Tanto y empujé hacia arriba, dándome espacio suficiente para romper su defensa y acercarme lo bastante para que le fuera imposible evadir el golpe de mi puño contra su pecho, justo en el lugar donde sabía que estaba el objeto que contenía la fuente de sus trucos. Paralelo a la destrucción del artefacto, inserté mi chakra como medida preventiva, en caso de que quedaran rezagos de la técnica que le ayudaran a revertir los efectos de mi golpe. Hayato cayó unos metros más allá, soltando un quejido de dolor — Quédate ahí mientras termino con esto —dije pasando de largo y acercándome a Fion.

— T-tu. — El hombre temblaba mientras me acercaba con kunai en mano, dispuesta a someterlo o matarlo, cualquier opción que hiciera que terminara esa estúpida pelea; sin embargo antes de que lograra alcanzarlo él sacó otra vez el extraño objeto y lo dirigió hacia mí para a continuación proclamar —: ¡Detente ahora! — Pronunciadas estas palabras una luz dorada salió de allí, encegueciéndome en el acto, provocándome un fuerte mareo, haciéndome desactivar el byakugou y llevándome a caer de rodillas.

La risa triunfante del hombre en un principio llegaba a mí como ecos lejanos; ecos que pronto se hicieron mejor audibles cuando lo que expresaba con su voz ya no era jubilo sino terror. — ¡N-no puede ser! — La luz se extinguió tan rápido como apareció, al igual que mis nauseas, las cuales parecían haber sido arrancadas de mí con rudeza, dejándome un poco temblorosa y quizás algo desorientada. Haciendo un esfuerzo enorme levanté mi rostro para mirar que era lo que había asustado al hombre, pero casi me arrepentí de hacerlo.

— ¿Eso piensas Fion? — Inicialmente pensé que el suave tenor del albino era terrorífico, pero cuando me fijé en su rostro me faltó el aliento. Sus ojos habían adquirido una coloración violácea, mostrándose fríos, crueles y transmitiendo con claridad las intenciones que tenía. — Parece ser que alguien no leyó algo de historia, o al menos sí lo hizo no le prestó atención a las letras menudas. — El albino dio un paso al frente, llevando al otro a temblar con anticipación, — Bueno… deberías haber deseado que el guardián te encontrara antes, al menos tu castigo hubiera sido la muerte, eso en el mejor de los casos.

Antes de que pudiera pronunciar palabra, Shin se había inclinado y le había arrebatado lo que tenía en la mano, mientras que al mismo tiempo rompía su brazo y para mi sorpresa, con solo un chasquido le arrebataba su juventud, dejándole como un anciano que apenas parecía que podía respirar. Ahogué un grito de terror y temblé en mi lugar mientras pasaba mi mirada de Fion a Shin. — No me mires así Sakura, solo estaba recuperando lo que me pertenece y anulando la influencia del chakra de Kazumi sobre él. ¿No te había dicho que tratar de jugar con nuestra línea de sangre era peligroso? Lo mismo pasa con los objetos que roban, absorben su vida dependiendo de la cantidad de veces que lo use. — La mirada del albino se suavizo y se inclinó frente a mí, permitiéndome ver lo que le había quitado, tratándose de una especie de guardapelo de oro, con un grabado bastante peculiar.

— ¿Qué es? —pregunté cautelosa y sin perder aún el miedo que había comenzado a sentir gracias a él.

— Un regalo antiguo. No entrando en detalles de historia y solo explicando su propósito es un roba almas. — Le miré confundida por su extraña descripción, pero él notando esto añadió una breve explicación —: Este objeto fue uno de los que emplearon para sellarme Sakura. Como dije fue un regalo, uno con el propósito de menguar mi fuerza y devolverme mis propias técnicas contra mí. Fue parte del caballo de Troya que logró tumbarme. Estaban usando esto para almacenar el poder de Kazumi, esto le robaba su vida y al usuario; ahora que lo recuperé solo tengo que devolverlo a su lugar para que restablezca el poder de Kazumi.

— Pero…

— Respecto a tu pregunta no formulada es un no. No hay repercusiones para ella puesto que no fue la que uso el relicario, tampoco estaba empleando mal sus habilidades. Esta cosa tiene una especie de sello que verifica ese tipo de cosas, es por eso que necesito dárselo. — Había algo que no me estaba diciendo, quizás era algo que no comprendería o el tema era bastante denso y escabroso como para que él deseara hablar de ello.

Aunque quería indagar un poco más al respecto no conseguí decir nada, ya que de mis labios en vez de palabras salió un jadeo de sorpresa, cuando me encontré siendo rodeada por un par de brazos, que repentinamente me levantaron y me dejaron suspendida en el aire. Presa del pánico, y siguiendo mis instintos me dispuse a golpear a mi captor con mis piernas, pero me detuve en el momento en que reconocí el chakra que me envolvía, — Por el amor… ¡Itachi ya la tengo, prepara las vendas y la aguja! Descuida Sakura, te ayudaremos, así que quédate quieta para que tus órganos no terminen desparramados por medio campo. — Casi pude reír de las ocurrencias de mi amigo, pero como bien sabía que se ofendería si me burlaba por su sincera preocupación opte por tratar de calmar sus angustias.

— Shisui tranquilízate, estoy bien.

— No, no lo estas Sakura, acabas de ser atravesada y…

— Y ya me curé gracias, si me soltaras un momento y no trataras de zarandearme por medio lugar sabrías que tenía un plan de respaldo para evitar morir. — Shisui se detuvo justo cuando Itachi iba llegando hasta nosotros, luego suavemente me dejó en el suelo y retiró sus brazos de mi cuerpo, permitiéndome girar y enfrentarme a ambos.

— A ver, muéstranos —exigió el Uchiha mayor sin abandonar su preocupación.

Rodando los ojos, levanté mi camisa lo suficiente como para permitirle ver la piel lisa en el lugar donde debería haber quedado una herida. Los ojos abiertos y la incredulidad den sus miradas no se hizo esperar, pero decidí ignorar este detalle al recordar que aún había un cabo suelto que resolver; por ello dirigí mi mirada al lugar en que había dejado a Hayato, pero quedé igual de sorprendida que mis amigos, cuando no lo hallé por ningún lugar. — ¿Pero qué…? —murmuré al ahora ampliar mi búsqueda a todo el terreno y tratar de sentir su chakra, sin embargo fueron intentos infructuosos que solo dejaron en mi boca un sabor amargo.

— Es realmente impresionante, aunque supongo que tendremos que esperar para que nos digas el secreto. — Asentí algo distraída a las palabras de Shisui, mientras bajaba mi camisa y miraba a Shin, pidiéndole explicaciones sobre el paradero de mi excompañero.

— Parece ser que tu amigo tenía alguien que lo cubriera, se lo llevó cuando Fion trató de activar el relicario —explicó el albino antes de guardar el objeto en su bolsillo. — Por el momento no tengo nada más que hacer aquí. Kazumi necesita que le lleve esa cosa así que el tiempo apremia; en cuanto a ustedes les recomiendo marcharse de este lugar lo más pronto posible, incluso si los aldeanos son buenas personas, no deben enterarse de ningún detalle, de lo contrario solo se pondrían en la mira de muchos fanáticos estúpidos.

— Tomaremos en cuenta tu sugerencia, aunque realmente no planeó quedarnos otra noche, incluso si solo nos queda parte de la tarde para cruzar el mar —respondió Shisui.

El albino asintió conforme con la respuesta, luego me observó por un par de segundos antes de darme una sonrisa petulante y desaparecer en un parpadeó dejándonos a los tres en medio de un campo de batalla, que poco a poco estaba vaciándose, dejando solo a unos cansados pero satisfechos pueblerinos. — Pensé que esto nos llevaría más tiempo —comentó Shisui, ganando mi atención y la de Itachi.

— No te vez muy contento —afirmé detallando su expresión y la de mi otro amigo, quien estaba tan sumergido en sus pensamientos que intuí que no hablaría pronto.

— Sakura, nada nunca es tan fácil, especialmente una invasión como la que tenían. — Su expresión completamente centrada y suspicaz era solo signo de que había algo que le molestaba, un dato que probablemente no dejaría ir tan fácilmente. — Solo tengo que añadir que tu amigo no parece que nos haya dicho todo, y eso Sakura no es algo que se pueda dejar en la oscuridad…


Tal y como había dicho Shisui, no nos quedamos otro día en la aldea a pesar de las insistencias de Kazuma para que descansáramos; sin embargo el joven líder fue persuadido finalmente de dejarnos marchar cuando mi amigo mayor había declarado que había una cosa que teníamos que reportar a la Hokage de inmediato y no había forma en que pudiéramos esperar, por ello debíamos ponernos en macha. Luego de unas cortas discusiones y rápidas despedidas, Kazuma nos extendió sus agradecimientos, un paquete con comida y nos facilitó una barca que nos llevaría de regreso hasta el puerto, donde retomaríamos nuestra carrera hacia la aldea.

El camino dio la impresión de ser dolorosamente lento, y lo cierto era que no fue por el ritmo que llevábamos, al contrario, procuramos mantener una velocidad constante en todo el trayecto por el bosque y no detenernos hasta que comenzamos a ver los bosques tan familiares que rodeaban la aldea, solo entonces nos dimos el gusto de reducir la velocidad y permitir que nuestros cansados músculos pudieran tomar una especie de descanso. Fue cerca de las diez de la noche cuando llegamos a la aldea y a las diez en punto cuando terminamos de reportar los detalles de la misión —Omitiendo por supuesto algunas cosas, como la verdadera identidad de Shin— , y salimos de la torre, encaminándonos a un paso perezoso hacia el complejo Uchiha ¿El motivo que escogiéramos ese lugar? Realmente no había uno en especial, solo estaba tan cansada que iba en piloto automático; así que fue tarde cuando caí en cuenta que hacía mucho había pasado de largo mi casa y había terminado justo delante de la casa de Itachi.

— ¿Tienen aún un poco de energía? —dijo Itachi girándose hacia nosotros antes de abrir la entrada. —o esperamos a mañana para limar las dudas más evidentes.

— Yo aún puedo seguir un rato, pero necesitaré verdadera comida antes de charlar —respondió Shisui para ahora posar su atención sobre mí, después de todo yo era la que tenía que aclarar esas dudas.

— Supongo que puedo aguantar algo más, pero secundo tu moción Shisui. — La verdad estaba con ganas de apoyar mi cabeza en una almohada y quedar profundamente dormida, pero por otro lado les debía varias explicaciones así que me esforcé un poco más para mantenerme consciente y en funcionamiento.

Itachi con nuestras afirmaciones asintió y luego nos dio paso a su casa. El lugar estaba un poco silencioso, pero por las firmas aún activas de chakra sabía que la familia seguía despierta; así que para dar aviso de nuestra llegada, los tres dejamos de mantener el férreo control sobre nuestras presencias y nos relajamos mientras nos quitábamos las sandalias. Los pasos tranquilos pero firmes de alguien que se acercaba llamaron nuestra atención, así que levantamos la mirada para encontrar los ojos sorprendidos pero tranquilos de Uchiha Mikoto. — Vaya, volvieron bastante pronto ¿Cómo fue su misión? — Ella sonrió suavemente y cruzó delicadamente sus manos sobre su vientre —Una falsa inocencia—. Desde que me había encontrado drogada por la mujer, era cautelosa en su presencia, especialmente cuando me encontraba en un estado agotado; no recibía nada sin haber tomado con anticipación algún antídoto básico que retrasara o neutralizara los efectos de cualquier sedante que pudiera aplicarle a su deliciosa comida; antídotos que tuve que fabricar luego de haber hecho una exhaustiva investigación sobre los tipos de sedantes que tenía almacenada la familia Uchiha. Shisui se había reído por días cuando me había visto obligada a contarle los detalles del incidente con la madre de Itachi, solo para que me ayudara a recolectar muestras sin ser demasiado sospechoso; aún recordaba que las palabras que había empleado y habían sido motivo de mi irritación por meses — "El medico se chuza con su propia aguja". — La verdad no era cierto del todo, pero había entendido el contexto de sus palabras; era la explicación para algo que manejaba bien y confiaba reconocer, pero por mi confianza en el tema había pasado por alto la trampa que saltaba a la vista.

— Algo sorpresiva pero conseguimos resolver el problema —contestó Shisui con una sonrisa cansada —Decidimos volver lo más rápido que podíamos para evitarles las molestias a los aldeanos, ya tienen suficiente con tener que reconstruir su pueblo.

La mujer asintió conforme con la respuesta e iba a decir algo más cuando detuvo su mirada sobre mí. Abriendo los ojos con algo de sorpresa y un leve destello de preocupación proclamó — Sakura-chan… ¿Qué te pasó? — Seguí el punto de su mirada y me encontré con el hueco en mi camisa, rodeado de la sangre seca que había salido de mi herida ya sanada.

— Oh… eso, fue una pequeña imprudencia, sin embargo nada de lo que preocuparnos ya la sané hace tiempo, no tiene repercusiones y el único rastro que hay de que me hirieron es la suciedad y sangre de mi cuerpo y ropas —dije tratando de sonar despreocupada y calmar las preocupaciones de la mujer, sin embargo la mirada seria que me dio me puso inmediatamente en alerta y en sobre aviso de lo que vendría a continuación.

— Prepararé un baño de agua caliente en el baño de invitados y algunas ropas para que cuando termines te cambies. No quiero replicas al respecto, de los tres pareciera que tu hubieras estado en otro tipo de enfrentamiento. Como sé que vinieron juntos para tratar algo sobre su misión, llevare comida a tu habitación Itachi cuando todos estén más frescos. Shisui, sé que vives a unas calles, pero para evitarte la ida supongo que pueden compartir el baño principal con Itachi y tomar la muda de reserva que siempre dejas en su cuarto. ¿Objeciones? — Los tres negamos, estando Shisui y yo más apresurados en responder a sus demandas. Con una sonrisa satisfecha, la mujer asintió antes de indicarme que la siguiera por los pasillos, algo que hizo que mi amigo mayor soltara una risita divertida, y yo me sintiera incómoda por quedarme sola con una mujer que si me negaba a cumplir con sus órdenes, probablemente me desvestiría y bañaría ella misma.


El baño había sido como el canto de los ángeles para mí; mis músculos casi habían gritado agradecidos con la sensación del agua caliente; también me había refregado toda la suciedad de la misión y ahora mi piel estaba suave, limpia y con un decicioso aroma a lavanda ¿Entonces cuál podría ser mi disgusto actual? Bueno, todo se debía al momento cuando salí de la bañera y me encontré con una ropa bastante familiar doblada en una esquina sobre una mesa. En el momento en que había visto las "inocentes" prendas, había recordado que esa mujer no tenía hijas y la ropa que había conseguido para cambiarme eran cosas que su hijo mayor ya no usaba; de ahí derivaba mi incomodidad creciente y mi debate mental sobre si ponerme lo que me habían llevado o mantenerme en toalla por la casa —Porque "misteriosamente" mi ropa de misión había desaparecido en el instante en que había puesto un pie en la tina—, era claro cuál sería la opción menos vergonzosa, así que con un gruñido por lo bajo dejé caer mi única defensa y me puse rápidamente la camisa y pantalones.

Tenía que admitir que la elección de la mujer me traía comodidad, de hecho podía usar esas prendas fácilmente como pijama. La camisa era negra, de manga corta y cuello alto, como cualquier referencia estándar de ropa que llevaran los Uchiha —Incluido el abanico rojo y blanco en la espalda—; estaba hecha de algodón, era suave al tacto y lo suficientemente cálida como para no ofuscarme y permitirme un descanso tranquilo. Los pantalones eran grises, de un material parecido al de la camisa pero más ligero, permitiendo una apropiada ventilación y mejorando la movilidad con ellos; al mismo tiempo parecía que la mujer los había adecuado en un momento a mi estatura, ya que a la hora de ponérmelos habían quedado fácilmente sobre mis tobillos. Con un sonrojo aún persistente en mi rostro me decidí a salir de mi seguro lugar en el cuarto de baño —no sin antes dejar la toalla en el cesto de la ropa sucia—, y comenzar mi camino hasta la habitación de Itachi.

— Oh Sakura-chan ¿Qué tal te fue con tu baño? — Frente a la habitación de mi amigo me topé nuevamente con la mujer, esta vez al mirarme parecía genuinamente satisfecha y feliz, emociones en ella que en ese momento no deseaba analizar, por consiguiente las desplacé a algún rincón de mi cerebro donde estuvieran seguras hasta el momento en que tuviera energías como para darme el tiempo de tenerlas en cuenta.

— Estuvo bastante relajante, le agradezco por ello y por las ropas, me aseguraré de lavarlas y devolverlas cuando terminé de usarlas. — Hice una corta reverencia y ella en respuesta soltó una risa divertida, restándole importancia al asunto.

— Descuida, sé que las tratarás bien. Bueno, los chicos te esperan adentro con la comida así que no te quito más tiempo. No olviden dormir un poco luego de que terminen de discutir lo que sea que necesiten discutir. — No me perdí el claro tono de advertencia en sus profundidades, casi retándome a desafiarla en su clara demanda de que nos quedáramos a pasar la noche.

— No se preocupe, no creo que tardemos demasiado charlando, estamos cansados por el viaje. — Tenía mis ideas claras y retar a la matriarca Uchiha en una pelea que de antemano sabía que no podía ganar, no estaba en mis planes próximos, por ello me limité en seguir la corriente y solo sonreír con cansancio.

— Bien.

Conforme con mi respuesta ella asintió y luego desapareció por el pasillo en dirección a su propia habitación. Soltando un suspiro cansado abrí la corredera y miré al interior del cuarto, quedándome un momento sin palabras al ver dos futon extendidos en el piso con sus respectivas colchas; además de ello en la mesa de estudio de Itachi había una gran bandeja con tres platos con arroz, tres pequeños tazones con encurtidos y carne en salsa, y tres vasos con lo que supuse era té caliente. — Nosotros hicimos la misma expresión — La voz de Shisui sacó a mi mente del estado de aturdimiento en que había caído, y me obligó a fijarme en ellos.

Itachi se encontraba sentado en su cama apoyándose contra la pared, cabello mojado, suelto pero ya peinado como el día en que nos asignaron la misión, su ropa no era muy diferente a la que siempre usaba, así que no había nada extraño aparte de que la camisa no tenía cuello. Shisui por su parte estaba junto a la ventana, a los pies de los colchones que había llevado Mikoto, y al igual que el primogénito de la mujer, llevaba su cabello mojado, solo que el de él estaba aplanado hacia abajo, quedando solo un par de mechones rebeldes en los costados; sus ropas eran similares a las que yo llevaba puestas, la única diferencia era el color de los pantalones, siendo los de él completamente blancos. — En serio Itachi-kun tu madre puede ser aterradora —solté tratando de ignorar sus intensas miradas sobre mí, donde sabía que estaban evaluando la ropa que llevaba en esos momentos.

— Te dije hace años que ella es una Kunoichi a pesar de su apariencia, y puede llegar a ser mucho más aterradora que mi padre. — Tenía que estar de acuerdo cuerdo con la respuesta de Itachi, ella había conseguido que yo considerara tres veces mi posición, a comparación con su esposo que solo su mirada me daba una idea de lo que pensaba. La naturaleza amable y sutil que empleaba la mujer dejaba en claro quién de los dos podría llegar a acorralar a su presa sin ponerla en sobre aviso de sus acciones, llevando al final a que cuando se diera cuenta de la trampa fuera tarde para reaccionar.

— Dejando de lado lo peligrosa que puede ser Mikoto-san, ¿Qué acaso no es esa la ropa que usabas a los 15 Itachi? — Aunque no había burla en lo que decía Shisui no evité desear golpearlo.

— Hn.

— Sakura, no has crecido mucho —apuntó el mayor.

— ¡Si gracias lo tengo! No tienes que ir por ese punto de conversación. — Nuevamente se alzaba mi irritación; el cansancio me impedía tener alguna pizca de paciencia con él — De todas formas si quieres que apunte algo al respecto tengo que admitir que la ropa es muy cómoda.

Los ojos de ambos brillaron, pero solo Shisui mostró su diversión al curvar una sonrisa, sin embargo no continuó con ese carril de conversación. — Bueno los tres estamos cansados así que comamos agradecidos lo que Mikoto-san nos trajo, hablemos mientras tanto sobre nuestro pequeño tema y luego durmamos tranquilos, no quisiera ser yo el que provocara que nos drogaran solo porque no seguimos las instrucciones dadas. — Sabía que trataba de molestarme un poco per decidí ignorar su intento y a cambio me acerqué a la mesa y tomé la bandeja para dejarla en medio de los tres, donde cada uno se sirvió su respectiva porción.

Mientras comíamos empezamos una charla amena, repasando los acontecimientos de la misión y sacando un par de teorías con respecto a forma tan fácil en que concluyeron las cosas. Shisui había contado que en un momento en su batalla había sentido algo extraño, una presencia diferente que no había podido localizar; sin embargo que después de aquello una gran parte de los mercenarios se habían desplegado por el campo y habían dejado demasiados puntos ciegos para fácil acceso y eliminación inmediata. Todo esto ocurrió antes de que los ninjas enemigos llegaran al campo que ellos protegían y empezaran a luchar contra ellos. Itachi por otro lado añadió a la información que también había notado un comportamiento extraño en los ninja, algo les había menguado el uso de sus habilidades sobre el tiempo, detalle del cual no estaba enterada cuando estampé al peliverde contra el suelo; además antes de que Shin se marchara él se había percatado de que su mirada vagaba perezosamente entre el campo, como si estuviera buscando algo o alguien, un pequeño detalle que había pasado desapercibido por mí.

Reuniendo todos los puntos en conjunto, cada vez la suposición de Shisui sobre su desconfianza sobre la información que no nos había dado Shin se extendía, pero al mismo tiempo llegamos a la misma conclusión que yo; había algo que le frenaba hablar, si no era desconfianza contra nosotros o que tramara algo, simplemente podía atribuirse a que no era el momento de decirlo, no podía o no quería hacerlo por motivos personales; como sea volvimos al punto de partida con nuevos datos que probablemente permanecerían en nuestra cabeza hasta que armáramos el rompecabezas que había alrededor del albino y su manipulación sobre el tiempo. Cuando quemamos por completo el tema anterior, ellos finalmente cuestionaron el misterio tras mi sanación repentina; para entonces ya habíamos terminado la cena y dejado la bandeja en el corredor, quedándonos solo con el cansancio que nos aquejaba pero al que tercamente negábamos escuchar, al menos hasta que termináramos ese tema.

Luego de un bostezo me decidí comenzar la explicación —: Se llama Byakugou no Jutsu. — Lentamente aparté el flequillo de mi frente y les permití ver el pequeño rombo violáceo que descansaba en mi frente, — Si tengo que hacer una breve explicación tengo que decir que Tsunade-sama creo el Jutsu a partir de la técnica de regeneración del primer Hokage. Como el nombre lo sugiere el sello aumenta las habilidades físicas, mayor velocidad, fuerza y nivel de sanación; sin embargo una técnica así tiene sus complicaciones, tanto por usarlo como para conseguir completarlo. Al ser una habilidad que aumenta tus condiciones físicas, asegura la regeneración de cualquier tipo de herida y detiene la muerte, requiere una gran cantidad de chakra, por ello mismo y para suplir la carencia de él se tiene que refinar, reunir y almacenar por dos años una gran cantidad de este, sin embargo para llegar a esto requiere de un excelente control. — Di otro bostezo y froté mis ojos con cansancio, sintiendo como estaba siendo jalada lentamente hacia el sueño, sin embargo me negué a ceder hasta que terminara la explicación.

— La razón por la que no les dije de este Jutsu es porque Tsunade-sama lo desarrollo en el tiempo en que se marchó de Konoha, eso quiere decir en este tiempo, así que nadie aparte de Shizune-san conoce está técnica. Y bueno como Tsunade-sama lo emplea para esquivar a sus deudores…

— Espera ¿Cómo esquiva sus deudores con eso? — Interrumpió Shisui levantando levemente la cabeza de la almohada

— Oh bueno, el selló te permite adoptar una forma más joven, así que ella lo usa para cambiar de aspecto. El uso de chakra es mínimo y constante como si llevara la edad que muestra, así que eso le permite evitar ser descubierta. No es fácilmente detectable ya que no es un jutsu de transformación común. — Sentí mis parpados pesados con cada palabra, pero aún traté de mantener mi consciencia activa — En cuando a porqué Tsunade-sama creo el Jutsu, fue para permitirse luchar y curar al mismo tiempo en batalla. Solo el ninja médico que posea la capacidad para emplear el Byakugou no jutsu puede romper las tres reglas impuestas para ellos.

— Pero… tú siempre has luchado al frente, incluso antes de que nos revelaras tus habilidades como médico —replicó Shisui — ¿Así que cuanto tiempo llevas encima esta carta secreta?

— Lo completé justo después de la muerte de Tenryu —respondí amargamente — Antes usaba una fuente secundaria de chakra que me permitía combatir, sin embargo… en aquella misión cuando fui a tratar de salvar la vida de mis compañeros, el chakra me faltó, gasté todo en la curación de Hayato y cuando traté de ayudar a Tenryu… mi chakra mermó.

— Eso quiere decir que en los exámenes chunin pudiste haberlo empleado —analizo Itachi.

— Sí pero eso hubiera sido demasiado sospechoso… y además… solo es para casos de emergencia, no me urgía… emplearlo como en un examen, no era una necesidad... darte una paliza —terminé balbuceando, y eso fue lo último que recordé que dije porque después de estas palabras la oscuridad cayó sobre mí.


Shisui alcanzó a tomar a Sakura antes de que cayera bruscamente contra el futon, — Vaya, parece que la llevamos al límite —comentó el muchacho mientras con suavidad la acomodaba sobre el colchón y se aseguraba de cubrirla con la manta. Por su parte el genio Uchiha estaba observando con cuidado los movimientos de sus dos amigos, y al mismo tiempo las preguntas volvían a asediarlo junto con una leve ansiedad. — ¿Aún te preocupa lo que mencionó ese tal Shin?

— Hn.

— Lo he estado pensando y creo que debemos tener un ojo en las circunstancias, algo me dice que es demasiado pronto como para que bajemos la guardia con este tema, cosas de ese tipo no son naturales así que es probable que el mismo mundo trate de corregir los errores o cambios, y si no buscara la forma…

— Si te refieres a los recuerdos de otras personas, creo que es posible que ocurra en un futuro o simplemente no lo haga. Shisui… sé que lo que en realidad te incomoda es que en caso de que Naruto y Sasuke recuperen los recuerdos ella se aleje; lo sé porque es lo mismo que me preocupa, pero tú mismo la escuchaste ¿No es así? Después de todo nos estabas espiando cuando hablamos en el bosque, ella quiere permanecer junto a nosotros. — Shisui suspiró y revolvió sus cabellos. No podía con el razonamiento de Itachi, ambos se conocían perfectamente y sabían lo que les aquejaba, por eso también sabían cómo alejar los pensamientos estúpidos y llevarse mutuamente a ser objetivos; y en esos momentos era como él decía.

— No la dejaremos sola —declaró el mayor acariciando con cariño los cabellos de la joven Haruno — No lo sabíamos y ella sufría en silencio, temía en silencio, lloraba en silencio. Rayos… que incluso sabía lo que podía pasar con nuestro clan, ella sabía todo y había vivido en carne propia el hueco que pudimos haber dejado ¿Te imaginas todas las noches que pasó temiendo aquello? Incluso para nosotros no era tan duro porque no sabíamos que iba a pasar al día siguiente, sin embargo ella…

— Lo sé. — Itachi sentía una opresión en el pecho al pensar en ello, el solo ver sus lágrimas y la desesperación con la que se aferró a él en el bosque lo hizo sentir como un idiota. — Será difícil que se deshaga de nosotros.

Shisui soltó una suave risa por el comentario de Itachi y le dirigió una mirada suspicaz — Sí, y ahora que sabemos su sucio secreto no dejaremos que vuelva a ocultar nada. — Itachi sabía que la mirada de su amigo no tenía nada que ver con sus palabras, pero poco importaba ahora; en esos momentos solo pudo mirar cálidamente a la chica que dormía en medio de ellos, agradeciendo silenciosamente el día en que se había cruzado con ella. —"ahora tienes una vida, opciones, no estás sumergido en un mundo oscuro, puedes vivir en paz con las personas que quieres…" — Sakura había mencionado aquello en el bosque y cada una de sus palabras se habían clavado dentro de él, porque sabía que era cierto, de no ser por la intervención de ella y el trabajo en conjunto que realizaron como equipo lo más probable es que su historia fuera muy distinta…


No supe cuánto dormí pero cuando desperté me encontré siendo abrazada. Fue un despertar muy similar a la mañana en que me encontré entre los brazos de Itachi, sin embargo ese día era diferente, porque en esta ocasión en vez de avergonzarme terminé conmovida. Itachi había dejado su cama en algún momento de la noche y se había dormido detrás de mí, abrazándome desde mi cintura, como una promesa tranquila y en recordatorio de que estaba allí; igualmente Shisui frente a mí había pasado sus brazos sobre mi hombro y me resguardaba cerca de su pecho, dándome la sensación como si realmente fuera un hermano que tratara de espantar los malos sueños y cuidarme al mismo tiempo. — Los quiero a ambos —susurré con lágrimas en mis ojos, pero esta vez eran de felicidad, completamente contenta de ver que finalmente pude descargar ese peso en mi corazón y ellos siguieran allí para mí — Yo también les protegeré, lo prometo.


Solté un suspiró de comodidad y disfruté un poco más del agradable clima que hacía ese día, permitiéndome centrarme exclusivamente en la suave brisa que agitaba mis cabellos y las hojas de los árboles que bordeaban el pequeño claro del campo de entrenamiento. Ese lugar siempre me traía agradables recuerdos y al mismo tiempo me hacía mantener algún tipo de contacto con mi pasado; pero ese día no había venido a visitar ese sitio por simple ocio o nostalgia. No, ese día mis intereses se combinaban bien con los propósitos principales tras mi citación hacia las dos personas que finalmente habían arribado al lugar; por ello solo me había dedicado en esos cinco minutos a dejar que mis memorias navegaran y mi consciencia se relajara antes de tomar la suficiente energía como para llevar acabo mi misión.

Las voces agitadas de los dos menores me llevaron a abrir los ojos y a levantar la vista, pero antes de completar mi acción el fuerte grito de cierto rubio hiperactivo me obligó a volverlos a cerrar con fuerza y tapar mis oídos. — ¡Te he dicho! ¡Ya no la soporto! — Estaba segura de que tal berrido debió haberse escuchado hasta la aldea de la arena, o al menos sus ecos, porque incluso con mis manos resguardando mi cavidad auditiva, la potencia con la que había gritado consiguió aturdirme brevemente.

— También me da gusto verlos —gruñí ahora molesta, posando finalmente mi mirada en los dos miembros del equipo siente — Y me da tanta alegría que te sugiero Naruto, que no vuelvas a gritar de esa forma, a no ser que quieras darte una vuelta hasta el hospital.

— ¡Pero Sakura-nee-chan! —protestó el niño, mostrándome claramente su enfado.

— Cállate tonto. Irritas a cualquiera y ni siquiera tienes la decencia de saludar. — Esta vez Sasuke intervino, pero por algún motivo su lenguaje corporal de alguna manera, parecía apoyar a Naruto. —Hola Sakura. Y en cuanto a tu queja idiota, sabes que tenemos que tolerarla.

— Dices eso pero apuesto a que te gusta que te idolatre, pero sabes tan bien como yo que ella está arruinando nuestras misiones. — Sasuke rodó los ojos molesto y soltó un suave siseo de irritación al escuchar las palabras del rubio.

— ¿Crees que disfruto que esté pegada a mí como un lastre? Entorpece mis movimientos siempre que puede; el único motivo por el que digo esto es porque Kakashi lo enfatizo. Ella es nuestra compañera de equipo así que tenemos que tolerarla. — A pesar de sus palabras la mueca de disgusto en el rostro del Uchiha prevaleció y comprobó que realmente no pensaba lo que decía.

— Pero… — Ya harta por su discusión, interrumpí las palabras de Naruto al dar un fuerte golpe al suelo con mi talón.

— Basta ustedes dos —resople cruzándome de brazos — entiendo que al parecer estén frustrados, también agotados y probablemente exasperados de su compañera actual de equipo, sin embargo creo que no es el momento ni el lugar para iniciar una conversación al respecto, especialmente cuando lo que deberían hacer en vez de quejarse, es buscar una solución viable para que su trabajo en equipo no se vea comprometido.

— ¡¿Cómo, si ella no coopera?! — Entrecerré los ojos cuando el rubio volvió a elevar la voz, y con ello logré advertirle que se abstuviera a las consecuencias si volvía a hacerlo.

— Aunque no me guste admitirlo el idiota tiene razón —gruñó Sasuke, ahora adoptando una postura más solemne, intentando verse más maduro y serio respecto al tema.

Suspiré agotada y masajeé suavemente mis ojos. Aunque les había extrañado mucho en esos últimos días, me sorprendía mucho que no cambiaran demasiado; sus emociones nunca estaban por debajo de cuerda, incluso Sasuke tenía problemas para controlar su temperamento en cuanto a su equipo se refería. — A saber cómo van a ser estos días —pensé mientras terminaba de acomodar los últimos pensamientos de la pequeña lección que quería impartirles. — Escuchen chicos, los equipos inicialmente siempre tienen falencias, pequeñas cosas que evitan que puedan trabajar juntos. Son asperezas que tienen que limar juntos, no sirve de nada que solo traten de quejarse al respecto. Ustedes dos, como bien saben, trabajan muy bien, se sincronizan casi a la perfección y prácticamente llegarán a ser imparables conforme vayan creciendo como ninjas; por eso sé que esta prueba pueden superarla, sé que encontrarán la manera para que funcione, de eso estoy segura. — Les dediqué una pequeña sonrisa a ambos.

— ¿Tú también tuviste que acoplarte a Shisui-san y Nii-san? Que yo recuerde desde que tengo memoria ustedes tres se llevan muy bien. — Más que refutarme mis palabras, Sasuke parecía curioso por saber al respecto.

— Yo digo lo mismo —soltó Naruto con la mirada brillando — ¿Cómo era todo eso Sakura-nee-chan? ¿Ustedes discutían?

Una suave y refrescante brisa pasó entre nosotros, bajando el calor de la discusión previa y finalmente instalando una agradable, confortable y familiar sensación, que pronto me llevó a sentarme sobre uno de los tres troncos del campo, mientras reunía los recuerdos previos de mi relación con los dos Uchiha. — Realmente no es como si no hubiéramos tenido cosas que hacer antes de que pudiéramos sincronizarnos, especialmente tuvimos muchas horas de entrenamiento, aprendimos a ver nuestros gestos y reacciones, lo que nos ayudó a pulir nuestro trabajo en equipo; sin embargo más que algunas discusiones no llegamos al punto de la separación o entorpecer nuestro trabajo.

No parecían del todo conformes con mi respuesta; eso se notaba en sus expresiones y en que ambos intercambiaron silenciosas palabras con la mirada, así que decidí hacer un ejemplo un poco más doloroso pero que podía ayudarles con ese tema. — Creo que puedo poner un ejemplo mejor sobre su situación. Miren, en mi caso con Itachi-kun y Shisui puedo decir que no cuenta el ejemplo porque crecimos juntos, nuestra compatibilidad en batalla es por años de experiencia y convivencia acumulada; algo muy similar a lo que les ocurre a ustedes dos que se conocen y comparten desde que eran niños.

— Si, pero entonces ¿cómo vas a explicar lo de aprender a trabajar en equipo con alguien como...? — Naruto no continuó con sus palabras, en cambio frunció su frente, se puso en cuclillas e hizo un puchero, mientras iniciaba a arrancar pedazos de pasto.

— Bueno… tu respuesta se responde en que yo estuve en su situación y empeorada por tres —dije curvando una sonrisa sardónica.

— ¿Espera a que te refieres con ello? — Comentó esta vez Sasuke, mostrándose realmente interesado por declaración, sin embargo yo no respondí inmediatamente a ello, en cambio retomando una expresión más neutral, levanté mi mirada al cielo para hacer una aproximación a la hora exacta en la que estábamos.

— Les diré en el camino, por el momento tenemos que ponernos en marcha si no queremos llegar tarde. — En un pequeño salto me bajé del tronco y rodeé a los niños confundidos — Andando muchachos.

— Espera Sakura-nee-chan ¿A dónde vamos? — Naruto arrojó el pasto de sus manos y se me acercó rápidamente, seguido de cerca por Sasuke.

— Bueno, tenemos que ver al Hokage. — Volví a sonreírles, esta vez divertida por sus expresiones desconcertadas — ¿Qué? ¿No creyeron que esta era una simple reunión por ocio o sí?

Se mostraron incómodos ante mi pregunta y esto solo aumentó mi diversión, por ello solté una suave risa y me permití disfrutar el momento, al menos lo haría mientras caminábamos tranquilos hasta nuestro destino. — Espera ¿Para qué quiere vernos el Hokage? ¿Y por qué contigo? — la pregunta de Sasuke salió agresiva, pero no fue algo que me afectara demasiado, estaba bastante acostumbrada a su temperamento como para ser influenciada por él.

— Oh, eso es una cuestión que discutiremos allí —respondí — y ahora retomando el tema anterior les diré lo prometido.

— ¿Sobre qué? — soltó Naruto.

— Idiota, sobre su declaración sobre que la paso tres veces peor que nosotros. — Sasuke chasqueó la lengua con fastidio mientras que Naruto en reacción le dirigió una mirada molesta. — La pregunta ¿Es con quién?

Anticipando que en cualquier momento se terminarían peleando me adelanté a hablar —: Oh bueno, creo que la respuesta se responde perfectamente sola. — Atraje su atención y nuevamente sus expresiones expectantes y confusas — Sasuke-kun, creo que olvidas que yo también tuve un equipo de genin, y en él no estaban ni Shisui, ni Itachi-kun.

Los ojos de ambos se abrieron con sorpresa y pronto el rubio se apresuró a decir —: Pero yo siempre pensé que Itachi-Nii-chan había estado en tu mismo equipo. — Negué ante las palabras de Naruto y pronto sonreí con nostalgia.

— No. Ambos éramos graduados jóvenes de la academia así que nos separaron en otros equipos para mantener un equilibrio. Pero eso es un asunto menos complejo, aquí los puntos a comparación con su situación es que al tener siete años cuando me gradué, inevitablemente terminé con dos compañeros mayores que yo, y bueno, ya se imaginarán los problemas que eso desencadenó. Ellos al tener a alguien más joven se sentían amenazados y también incómodos, lo que nos llevaba a discutir constantemente y terminar en un ambiente asfixiante. — Dejé que mi mirada vagara por el camino mientras hablaba, dejando que los recuerdos con Hayato y Tenryu regresaran lentamente — No solucionamos todos nuestros problemas personales pero cuando se refería a las misiones solíamos cubrirnos las espaldas, aunque para conseguir una sincronización decente nos costó demasiado, entre compartir demasiadas horas de entrenamiento entre misiones y otros tipos de peleas.

— ¿En serio lograron hacer que funcionara su trabajo en equipo? — Dijo Naruto incrédulo — Lo que dices suena como si hubieras estado luchando por sobrevivir en el equipo.

Pensé un momento al respecto, y llegué a la misma conclusión que antes, realmente nuestro equipo fue un pequeño desastre, pero sabía que incluso con el comportamiento agresivo y poco cooperativo de Tenryu, y los cambios de humor repentinos de Hayato, en varias de nuestras misiones pudimos conseguir que nuestra extraña relación funcionara. — No puedo negar que exteriormente a las misiones, nuestra… convivencia dejaba mucho que desear, sin embargo en las misiones no recuerdo que termináramos entorpeciéndonos entre nosotros, sabíamos que hacer y en qué momento. Por eso les digo que no es imposible, solo tiene que encontrar la forma para que funcione. — Les di una sonrisa al terminar y fue lo último que intercambiamos a fuera, ya que finalmente habíamos llegado a nuestro destino.

El edificio del Hokage como siempre estaba siendo ocupado por chunin y Jonin que iban y venían, por eso tuvimos que esquivar un par mientras subíamos las escaleras que nos llevaría hasta el despacho del hombre. Naruto y Sasuke se habían calmado, quizás porque ahora estaban más intrigados por saber que hacíamos allí, sin embargo no consiguieron preguntarme nada ya que, luego de que habíamos atravesado el arco interior vislumbramos la figura relajada de Kakashi esperando un par de metros más allá junto a una joven de la misma edad de mis pequeños muchachos. El albino levantó su mirada del libro que siempre llevaba con él cuando estuvimos solo a dos metros de distancia; su mirada oscura destellaba las emociones que su rostro cubierto no dejaba ver del todo, había nostalgia y alegría impresos en él, dos emociones que yo interiormente compartía con gusto. Antes de poder saludar como correspondía, la miembro restante del equipo siete saltó en un chillido emocionado y se acercó hacia el joven Uchiha con una sonrisa radiante.

— ¡Sasuke-kun! — Una mueca de disgusto apareció en el lindo rostro del Uchiha mientras que yo tenía mi atención clavada en la joven. La adolecente era de la misma estatura de Naruto, tenía la piel bronceada, un poco más oscura que la del rubio; su largo cabello era de color verde y estaba atado en dos coletas bajas que caían por su espalda hasta su cadera; sus ojos eran de color chocolate y brillaban con emoción mientras observaba a Sasuke. Llevaba puesto una camisa violeta larga de manga corta, la cual sostenía con su protector ninja en su cintura —De la misma forma en que Ino lo llevaba—; en la parte inferior usaba una falda blanca, medias negras que se escondían debajo de ella y unas botas estándar del mismo color que su falda.

Ignorando levemente la escena incómoda entre los tres jóvenes me dirigí hacia Kakashi, quien no había apartado la mirada de nosotros y en parte parecía decepcionado, pero no disgustado. — Es raro que usted llegue primero Kakashi-sensei —pronuncié con una sonrisa cómplice.

— Siempre hay ocasiones especiales —respondió encogiéndose de hombros y volviendo su mirada hacia el libro entre sus manos —Hoy por ejemplo.

Un gruñido irritado nos hizo volver nuestra atención hacia los menores, y no fue sorpresa para nosotros el comprobar que había sido el Uchiha el que había soltado el sonido. Reí entre dientes, totalmente en un acto de burla contra Sasuke. — Eres un amargado Sasuke-kun —dije abiertamente para a continuación revolver sus cabellos. La mirada molesta que me lanzó el pelinegro no se hizo esperar y esto solo aumentó mis ganas de reír; sin embargo, al ahora contar con la atención del miembro femenino del grupo mantuve solo una sonrisa.

— Sakura… —pronunció lentamente el chico como advertencia, pero nuevamente hice oídos sordos a sus palabras y dejé toda mi atención sobre la chica.

— Tú debes ser la compañera de Naruto y Sasuke-kun. Es un gusto conocerte, mi nombre es Sakura Haruno. — Busqué ser amable para tantear el terreno en el que jugaba y determinar mis próximas acciones respecto a su respuesta.

La chica me recorrió con la mirada y frunció el entrecejo con molestia, mostrándome claramente que mi presencia no era bien recibida por ella. — ¿Quién más si no yo podría ser compañera de Sasuke-kun? Es lo más evidente. — Mi labio inferior tembló cuando aguanté las ganas de reír, y al mismo tiempo mi sangre se calentó un poco con la actitud petulante de la chica.

— Creo que la que peca por no olvidar lo fácilmente deducible eres tú —respondí suavemente pero con el tono de acero impreso en mis palabras. Por mi vista periférica vi a Naruto estremecerse y a Sasuke tensarse, reacciones naturales al ambos ser conscientes de que mi temperamento estaba cerca de la superficie y que seguramente yo ya tenía preparada algún tipo de futura repercusión. Lástima que la chica no lo supiera y solo se dedicó a mirarme escandalizada, ofendida y furiosa por mi comentario.

— ¿En qué? ¿Qué olvidé que es lógico? Ni siquiera te conozco. — Mi sonrisa se ensanchó mientras que ella colocaba sus manos en las caderas y fruncía más profundamente el entrecejo.

— En eso mismo; no me conoces y ya me he presentado antes, así que la correcta introducción a tu comentario hubiera sido el presentarte primero, de lo contrario solo seguirás siendo a mis ojos una mera niña dentro del equipo siete, no tendrás nombre y no serás reconocida como una kunoichi, al menos no por mí, y déjame decirte que eso no te conviene ni ahora ni en un futuro próximo. Los modales siempre son importantes —declaré esto último más seriamente.

El rostro de la niña enrojeció por la ira y parecía querer reclamarme, pero antes de que las palabras salieran de su boca pareció pensárselo mejor, así que enarcando una sonrisa arrogante respondió. — Mi nombre es Midori Dasoyo y grábate esto ahora "señora buenos modales", soy muy importante ya que en un futuro seré la señora Uchiha. — El rostro de Sasuke se contorsionó en una mueca de espanto y fue entonces que no pude aguantar más la risa, algo que pronto contagió a Naruto. Principalmente no me reía de las palabras de ella, mi ataque de risa fue provocado por la incomodidad del Uchiha, pero como era de suponerse la chica lo vio como una ofensa directa a ella.

— Me alegro de ver que se estén llevando tan bien pero creo que en estos momentos tenemos una reunión —interrumpió Kakashi sin apartar su atención de su libro naranja, en cambio se giró hacia el corredor y comenzó a caminar.

— L-lo siento Kakashi-sensei. — Entre espasmos me detuve y busqué alcanzar al hombre, dejando a los tres niños unos metros más atrás antes de que nos siguieran.

Con una distancia prudente entre nosotros dos y el nuevo equipo siete —quienes parecían que habían iniciado una nueva discusión—, el albino se dirigió a mí en un susurró —: Gracias por tomarte el tiempo para traerlos hasta aquí. ¿Hablaron de algo interesante? ¿Viejos recuerdos? — Como siempre el albino era demasiado suspicaz, sin embargo los recuerdos de los que hablaba no eran de los que pudiera realmente compartir, al menos no con otra persona que no fuera él o mis dos amigos Uchiha.

— Solo hablamos un poco del trabajo en equipo — respondí — te agradezco que me permitieras venir con ellos; hace mucho no les veía, y aunque son molestas sus peleas, tengo que admitir que también las extraño.

— Aún pienso que los tres hace un buen equipo. Viéndote con ellos puedo decir que a pesar de las apariencias su lazo no se ha roto, incluso si ahora tienes que velar por ellos como un superior. — Kakashi me dirigió una mirada pasiva por el rabillo del ojo, midiendo mi reacción a sus palabras.

— Creo que nunca lo hará —contesté un poco melancólica pero orgullosa —incluso cuando Sasuke-kun se marchó nuestro lazo no se rompió gracias a Naruto, ahora… incluso si está un poco cambiado quiero que permanezca de alguna forma.

— Como siempre una actitud bastante madura de tu parte. — El albino nuevamente posó su atención en las páginas de su lectura — Esta será una charla interesante, me pregunto qué caras harán.

Curve mis labios y le mostré una mirada divertida al hombre, pero no respondí a ello, en cambio seguí el camino junto a él, solo acompañada de los sonidos que hacían los más jóvenes detrás. El pasillo como siempre era largo, pero no pasó mucho tiempo antes de que llegáramos a nuestro destino y nos viéramos dentro del despacho, siendo observados por el Hokage. A pesar de que había hablado con el anciano el día anterior, cuando me informó de la situación y al respecto de mi nueva misión, mi memoria iba al recuerdo de la mañana siguiente del día en que regresamos con Itachi y Shisui, donde habíamos estado hablando un poco al respecto de mi encuentro con Hayato y su escape; probablemente estuviera más ligada a ese recuerdo porque luego me había librado de misiones hasta ese día.

— Los estaba esperando —sonrió el tercero luego de soltar una bocanada de humo de su pipa.

— ¿Para qué nos llamó viejo? — Sin siquiera voltearme a verlo, le di un golpe a Naruto en la parte de atrás de su cabeza con motivo de su irrespeto. — ¡Sakura-nee-chan! — Se quejó en consecuencia, pero nuevamente lo ignoré, simplemente hice una pequeña reverencia al hombre tras el escritorio y declaré — Le pido como siempre que perdone su falta de modales Hokage-sama, ya me encargaré de darle unas clases particulares y repasar lo básico.

El rubio palideció y se quedó rígido en su lugar, haciendo que Kakashi y Sasuke soltaran cada uno una risa disimulada. — Descuida Sakura, sé que te encargarás de ello — dijo el hombre jovialmente, pero luego se aclaró la garganta, listo para abordar el tema principal — Ahora, el motivo por el que los traje aquí es porque deseo un poco de refuerzo en sus próximas misiones.

— ¿Un refuerzo? — Esta vez fue Sasuke quien preguntó, mostrándose cauteloso con la información.

— En otras palabras que su trabajo en equipo es un desastre y las misiones están terminando con las quejas de los clientes y otros inconvenientes como bien saben—respondió Kakashi con calma — Y quiere darles una mano con ello.

— Que yo sepa estamos muy bien —dijo Midori, haciendo que sus dos compañeros rodaran los ojos y el Hokage suspirara.

— Creo que tenemos que decir las cosas como son Midori. — Kakashi cerró su libro y de inmediato la sala se llenó de una abrumadora tensión. — Las misiones no van bien, el trabajo en equipo de los tres es torpe y llevamos así algunos meses. Si tengo que mencionar entre algunos errores está la misión de la hija del mercader, el gato que escapo y que seguiría de esa forma de no ser por el perro que le asusto y le llevó hasta Naruto, también está el techo roto del lado norte de la aldea y otras más.

— ¡Pero terminamos las misiones! —refutó ella — ¿qué importa cómo fue su desarrollo si al final estuvieron completas?

Enarqué una ceja y miré a la chica sin creer lo que escuchaba ¿Acaso realmente no se daba cuenta de la gravedad de esas palabras? Si esto era como lo imaginaba el problema que enfrentaba Kakashi y los chicos era un tanto más complejo, aunque no significaba que no fuera solucionable. — ¡Eso es culpa de Naruto! Nunca hace su trabajo y entorpece la perfecta sincronización con Sasuke-kun, todos sabemos qué es un idiota que no debió graduarse.

— ¡Oye! — Se quejó el aludido.

Esta vez me enojé por su comentario y le lancé una fría mirada ¿cómo se atrevía a inculpar al rubio? Iba decirle un buen par de cosas a la niña ingenua, pero para mi sorpresa Sasuke se adelantó —: ¿Perfecta sincronización? Jamás hemos tenido tal cosa. Aquí la que no hace su trabajo eres tú. Incluso si Naruto es un idiota impulsivo no se puede negar que su participación en las misiones ha sido una de las cosas que nos ha mantenido en la línea del éxito; así que en base a tus palabras condenadoras, si fuéramos a decir quien no se debió graduar, en ese caso la respuesta cambiaría hacia ti. — El Uchiha estaba molesto, sus ojos lo mostraban con toda claridad y su postura tensa delataba perfectamente que se estaba controlando para no añadir algo más hiriente.

La tensión había crecido tanto que casi se podía palpar con los dedos. Las duras palabras del Uchiha habían dejado a la chica con una expresión herida y tratando de replicar, pero no le fue permitido hablar; en cambio el Hokage intervino. — Bueno, sabemos de antemano que tienen problemas, pero tengo que decir que he revisado los niveles independientes de cada uno de ustedes, así que sé que tienen talento, su problema es más a nivel de cooperación; pero eso ya lo han expresado — El anciano tomó otra bocanada de su pipa y luego la exhaló — Como bien sabemos si el equipo sigue así tendría que desintegrarse, sin embargo con Kakashi hemos llegado a una posible solución.

— ¿Qué solución? — Cuestionaron Naruto y Sasuke al mismo tiempo y luego se dirigieron miradas desafiantes.

— Me han asignado a su equipo por un tiempo —respondí simplemente, pero con una corta sonrisa adornando mis labios, la cual desee extender cuando noté las miradas sorprendidas y entusiasmadas de los dos menores.

— Como Sakura afirma hemos decidido que ella participe un tiempo en sus misiones, les observará en este tiempo y buscará ayudarles con su problema de equipo. La razón de que la escogiéramos es porque su sinergia con Naruto y Sasuke es alta, ya han trabajado antes así que conoce sus puntos fuertes y débiles, de esta manera es más fácil que pueda guiar las relaciones entre los tres. — Se detuvo en sus palabras un momento para dirigirse a mí — Confío en que me reportarás todo los cambios y sé que podrás trabajar bien con Kakashi.

— Por supuesto Hokage-sama —respondí solemne mientras hacía una reverencia.

— En ese caso los despido por hoy. — Luego de una rápida reverencia los cinco salimos de la instancia y comenzamos a recorrer el pasillo para salir al exterior.

— ¡Sí, volvemos a estar en el mismo equipo! — Saltó Naruto con euforia y me miró con sus honestos ojos azules — Ha pasado mucho tiempo.

Reí por su comentario espontáneo — Solo es un mes Naruto, pero estoy feliz de poder trabajar de nuevo con los dos, aunque ahora será en misiones reales. — El rubio no pareció importarle aquello simplemente mantuvo su amplia sonrisa. Por su lado Sasuke parecía bastante satisfecho; incluso si no comentó nada, su mirada suave sobre mí decía mucho más, un detalle que no pasó desapercibido por la femenina del grupo, y que provoco rápidamente que su hostilidad en mi contra se elevara. La agresividad de la joven no me molestaba en el momento, o mejor dicho mi propósito no era que me importara, estaba allí para asegurarme de que el equipo pudiera funcionar y no terminaran muertos por la imprudencia de sus miembros. Si ella iba a ocupar mi puesto como miembro del equipo siete, tendría que esforzarse por merecerlo.

— ¡Sakura-chan deberíamos ir a celebrar! — Gritó Naruto.

Iba a responder pero me detuve un momento al notar la forma en que me había llamado, pero no fui la única, los otros dos varones también se habían quedado pasmados en su sitio. — Naruto tu… — El pasillo quedó en silencio mientras observábamos al rubio, que ahora se mostraba confundido por nuestro repentino mutismo.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué me miran como si tuviera otra cabeza?

— Es porque parece que te haya salido… ¿Desde hace cuánto llamas a Sakura sin el "nee-chan"? — Señaló Sasuke seriamente.

— Bueno yo… no sé, suena más natural —balbuceó Naruto antes de posar su atención sobre mí y sonrojarse — Esto… ¿T-te molesta que te llame así Sakura-nee-chan?

— No, no, solo me sorprendiste. — Sonreí para relajar el ambiente pero en mi interior sentí una suave y sobrecogedora presión — No me molesta que me llames solo por el "chan" Naruto, está bien, de hecho como dices, se escucha más natural ahora que han crecido tanto.

El rostro del niño se ilumino y pronto se pavoneó frente a Sasuke, consiguiendo inmediatamente que el chico se molestara. — Bien, entonces ¿Vamos a celebrar esta tarde Sakura-chan? — Negué a la pregunta de Naruto y esta vez le mostré un gesto de disculpas antes de decir —: Lo siento Naruto, pero ya quedé esta tarde en ir a cenar a casa de Sasuke-kun. Su madre me invitó esta mañana cuando fui a dejar un recado y bueno… es difícil decirle que no a ella. — Ni en mis sueños pensaría en volver a llevarle la contraria a la mujer, y menos sabiendo que sabía dónde vivía.

En esta ocasión fue el turno de Sasuke de sonreír arrogante y dedicarle a Naruto una mirada de victoria, acción que provocó que el rubio frunciera el entrecejo y le gritara. — ¡Tú! Estas monopolizando a Sakura-chan! — El Uchiha rodó los ojos por su infantil acción, pero le fue inevitable continuar con la discusión.

— Yo no la monopolizo. Mi madre prácticamente la considera de la familia así que es normal que esté más cerca de mi familia.

— En ese caso deberías invitarnos también —siguió su queja el rubio.

— Cierto, podemos conocer a tu familia Sasuke-kun —apoyó Midori lanzándome una mirada de ira.

— No —respondió él, antes de que entre los tres comenzaran una discusión un tanto acalorada.

Lentamente mientras avanzábamos atraíamos algunas miradas de los que nos rodeaban, algunos chunin y Jonin se quedaban mirando a los tres genin que iban adelante y luego posaban su atención sobre Kakashi y yo que les observábamos en silencio desde atrás. No era como mis días de genin pero era inevitable no sentirme como en casa, solo que esta vez observaba silenciosa las discusiones de los niños y oraba porque crecieran y avanzaran en un mejor futuro. Antes de llegar a la salida de la torre y por donde el sol se filtraba en un pequeño halo de luz, Kakashi se volvió a dirigir a mí, teniendo cuidado de que los tres escandalosos no escucharan lo que me diría. — Creo que sería bueno que iniciaras hoy a conocerles como equipo. — Miré de reojo al hombre y sonreí.

— Aunque quiere actuar como si solo fuera de la misión… Admita que quiere ir a leer ese libro sin interrupciones —chasqueé la lengua alegremente porque solo bromeaba, realmente sabía que me quería dar un poco de tiempo con ellos — Gracias sensei, tendré un agradable rato con ellos antes de que comencemos oficialmente mañana con las misiones.

— Te los encargo Sakura. — Me dio una sonrisa antes de desaparecer de allí y dejarme con los tres revoltosos que no se habían percatado aún de que el hombre de cabellos plata nos había dejado. — Bueno, es hora de trabajar —pensé antes de entrometerme en su discusión y proponerles ir a entrenar; sugerencia que los dos varones aceptaron de inmediato, haciendo en consecuencia que la chica se viera obligada a seguirnos.


En el poco tiempo que llevábamos entrenando Midori soltó por quinta vez una queja, producto de los constantes tropiezos que tenían entre ellos al tratar de tocarme con alguna de sus técnicas; pero todo intento había sido infructuoso, causando el cansancio en los tres genin y en mí una mueca de aburrimiento. No es que fueran malos, de hecho las combinaciones de Naruto y Sasuke eran para admirar, y Midori a nivel individual me había sorprendido ligeramente con algunos lanzamientos, aunque nada que no pudiera evadir; sin embargo cuando traban de juntar sus habilidades entre los tres, terminaban chocando y marchándose por lugares separados, dejando muchas aberturas en sus defensas. Actualmente los tres jóvenes estaban de rodillas jadeando mientras yo permanecía de pie en medio de ellos — Si no consiguen serenar sus mentes y pensar como un grupo en conjunto en vez de uno a nivel individual no podrán tocarme —advertí ganando la atención de los tres y una mirada despectiva por parte de la joven.

— Sakura-chan es muy fuerte —le dijo Naruto al pelinegro y este chasqueó la lengua de acuerdo.

— Presumida —gruñó la peli verde.

— Tienen muchas cosas que pulir. Si no comprenden la estrategia entre ustedes están condenados en las próximas misiones —declaré con una mirada decidida. — No permitiré que mueran estúpidamente, así que vamos a lograr que este equipo funcione. — Me dije acomodando mis guantes, lista para pasar a la ofensiva.


Bueno, tengo que decir que me ha llevado más tiempo de lo que pensaba. Inicialmente este capítulo no tenía tantas cosas, pero como dije, les iba a dar detalles.

Si comienzo por el principio, para los que han leído el capítulo original pues sabrán que cambiaron algunas cosas en la conversación de Sakura e Itachi; un ejemplo es que inicialmente el grito y amenaza de Sakura no iba, ella solo gritaba pero no sufría del arranque de violencia.

Segundo, la escena de la mañana tampoco ocurría, hahaha eso es completamente nuevo al igual que el recuerdo de Sakura y la planeación sobre la incursión. Lo del laberinto no es del todo nuevo aunque los diálogos cambiaron, al igual que el encuentro con Hayato. Sí se que hay personas aquí que lo odian pero amé escribir esa parte buajajaja. Hubo pequeñas correcciones aquí y allí, algunos desvaríos, y explicaciones demás. Si pensaron que esto iba a ser una saga de unos ocho capítulos están equivocados, personalmente he dicho que estoy reescribiendo los capítulos, así que sigo la línea de tiempo y bueno que les digo, hay misterios dentro de esto pero que serán desvelados mucho más adelante y que dan para que la misión se realizara en de dos a tres días.

Tercero, cuando regresan. Esta parte la pensé demasiado y bueno sé que es casi imposible que ellos hagan un viaje continuo después de una batalla así, pero igualmente el recorrido que hicieron el día en que viajaron no fue tan largo. Por otro lado la escena donde se reúnen en casa de Itachi está modificada, eso no pasaba de esa forma, pero lo consideré apropiado. Oh y el leve cambio de narración, de una vez advierto, seguirá pasando en el futuro en ciertas partes pero siempre habrán signos para advertir de aquello, luego los colocaré con su respectivo significado.

La charla de Sakura con Naruto y Sasuke se extendió un poco al igual que acorté otras partes del final, unas que no consideré necesario enfatizar por el momento.

En fin eso es todo de ese tema, ahora ¡ Respuesta de sus Comentarios!

Dulcecito311: Lo siento, hahaha ha pasado más de un mes T.T pero bueno, al fin tengo tiempo para pasar por aquí. Estoy muy bien aunque como dije ocupada y con algunas cosas en mente.

No cambie mucho el capítulo especial, solo diálogos honestamente hahaha, pero me alegro que te gustaran esos pequeños. Este tiene más cosillas que espero te hayan gustado. Lo siento por la tardanza, eres una de las lectoras a las que no quiero dejar a oscuras, pero buscaré la manera para poder publicar más rápido. ¡Debe haber una forma!

Tenshin anime: Estoy cómo nueva, pero mas atareada tristemente, por eso me tardo en contestar, quizás encuentre la forma de hacerlo pero por el momento me toca así. ¿Qué te ha parecido? Hay cosas de cosas en este capítulo que espero hayan acelerado tu corazón tanto como las orejitas del anterior.

Between White and black: Fue hecho como dije para el cumpleaños de Itachi (que por cierto es en unos días hahahaha. El punto inicial era un capítulo especial, pero bueno se convierte en un recuerdo en esos momentos de angustia.

La persona que estaba espiando a Sakura se dirá luego, por el momento dejaré que se imaginen o deduzcan quien es por su cuenta buajajaja xD

¡LO SIENTO! En serio lo siento, te prometi algo y no he podido cumplir, he estado tan de aquí para allá y ahora más que no se donde mirar. Sin embargo créeme que me gusta tu historia, y me quedé un poco preocupada luego de que mordieron a Sakura. Mira, de hecho se que te lo debo porque eres una lectora fiel y debo esforzarme en también dejarte comentario, (no digo que me reclames es una cuestión propia de que reconozco tu talento y aprecio también como lo haces con el mio, así que a mis ojos no es justo hacerte eso), pero en este mes ha sido una locura y bueno, entre una u otra cosa me he visto envuelta en un mar de pendientes.

Bueno creo que tu respuesta está dada, ya viste como se desenvolvieron las cosas entre los chicos y ella, la verdad estoy satisfecha.

Hhahaahah que triste que este en un lio para poder actualizar continuo, pero lo intentaré (lo mejor que pueda) Sin embargo te digo lo mismo, porfa actualiza pronto.

Mayleth: No soy malvada! OH y gracias realmente me esforcé en hacerla :D

Estoy bien, pero como raro mi vida comienza a cambiar, así que me he visto obligada a solucionar mis problemas, y espero que sea pronto T-T. Pero no es nada de que alarmarse, solo que no podré decir con exactitud en que parte del mes acualizare.

Pchan05: Si, estoy muy bien! Hahahaha bueno, es como cuando te van a inyectar, te preparan te pinchan, pasa un momento de incomodidad y luego el dolor del líquido. De igual modo el capítulo anterior fue como el momento incomodo o previo al dolor, pero luego viene la calma hahaha. Siempre hay una respuesta para todo, ella debió estar lista para poder enfrentarse a preguntas por las cosas raras que podía llegar a hacer, por lo que su ingenio debió moverse rápido y solucionar dudas.

Lindo Shisui y sus regalos extraños pero tiernos buajajaja, me alegro te gustara ;) ya dije que no se cuando publicaré pero será en algun momento del otro mes.

Flemy speeddraw: Hola! Bueno respect al comentario:

No dudes en que Itachi es dulce, él tiene sus momentos y no dudara en decírselo a Sakura si tiene ocasión y lo considera necesario.

Mmm, no es propiamente relleno, pero tampoco sigue con la línea temporal actual. He mencionado antes que estos capítulos especiales guardan pistas futuras, si consiguen ver a través de ellos podrán deducir cosas en los próximos capítulos, pero claro todo depende. Hmmm posiblemente sea cierto en que la reacción careció de cositas pero pensé en la costumbre que tienen ellos y bueno… hay cosas que no se mencionan ahí pero que en otro capítulo lo harán.

Respecto a tus preguntas es un "no" para la primera, aunque no diré más al respecto. Y para el miedo que siente ella, bueno… solo por si lo de este capítulo no lo explicó del todo pues diré que se basaba en el temor que puedes llegar a tener al reservar un lado tuyo que no sabe nadie, y este lado con información puede llegar a hacer que quien lo descubra piense que no eres lo que eres. Sakura temía porque ella siempre les pidió confianza a ellos, pero en cambio ella no fue del todo honesta; igualmente la información que se reservaba era muy grave, imagínate cómo se habrán sentido Itachi y Shisui al enterarse de que ella sabía todo el tiempo como pudo acabar el clan. Para ella el que ellos descubrieran su secreto equivalía a que no la verían igual, cambiarían con ella y nuevamente iniciaría un siclo en solitario.

Aunque como ya habrás visto las cosas se torcieron un poquito pero se solucionaron.

Daliapv perez: Espero que este también te haya gustado.

Noemitg-chan:Me alegro que te gustara volver a leerlo, y que aprecies los nuevos detalles. Les dije que les pondría cositas! Dulces cositas que moverían sus corazoncitos. Itachi es un amor incluso siendo celoso, posesivo y un tanto atemorizante; creo que la dulzura de Itachi siempre puede ir bien acompañada de sus sentimientos dominantes, por eso no cabe duda de que estas escenas fueron partes que me encantaron escribir.

Gracias, hago lo que puedo, especialmente tratando de corregir mi problema redundar palabras o situaciones. Pronto volveré

Maryori: Hola! Gracias por las palabras, realmente me alegro de que te guste la narrativa, detalles de la historia, largo de los capítulos etc. Para mí es un gusto poder compartir mi historia con vosotros.

Vaya! Mi poder de convertir a las parejas crack ha vuelto! Hahahaha ok no, pero ya a la parte seria, me alegro que disfrutes del fic tanto como lo hago yo. Itachi y Shisui son personajes complejos a manejar, pero me gusta como hasta ahora he conseguido mantenerlos lo bastante fieles a sus caracteres, aunque Shisui necesita un ajuste en sus bromas hahaha, ya que en el canon suele también ser serio; en otras palabras es un ninja confiable y maduro que usa su humor solo como distracción, algo que estoy tratando de afinar, pero que me siento contenta hasta donde voy con eso.

No me gusta cambiar a Sakura demasiado, no soy fan de los super poderes y que se salga de sus habilidades, que de por sí ya son muy buenas, solo que en el canon no las mostraron como deberían. Igualmente la Sakura dulce de buen corazón, pero con carácter es la que creo como la verdadera. Ella es una leona cuando ha de defender a los que ama, pero no es una sádica super fuerte que va a ir demoliendo a quien quiera (como la ponen en algunos fic); no, yo quería mostrar la debilidad humana y al mismo tiempo la fortaleza. Ella no es toda poderosa como vemos, necesita ayuda y eso es lo que me gusta ver, que ella pueda defenderse pero igualmente no pierda su esencia humana, ya que todos siempre necesitamos ayuda en algún momento, no somos todo poderosos.

Estoy bien y la verdad te agradezco tu tiempo para dedicarme estas palabras ;)

Fangirl1266: Gracias y por supuesto que Shisui es un loquillo ¿Si no quien hará las veces de payaso xD?

Buajaja la sombra; todo a su debido tiempo.

De nada y haré lo que pueda para continuar.

YuEvk: Waw gracias. No creo que sea increíble, aun le faltan detalles, pero aprecio mucho que lo creas, realmente me gusta mucho saber de esto, porque me hace desear mejorar aún más! Descuida, aunque tardo en traer capítulo, por lo general traigo uno por mes, y espero seguir así. No abandonaré el fic aspi que respira tranquila. Nuecamente gracias y espero volver a verte por aquí.

Solem: Me alegro que te gustara. Y sí mi historia con el Itasaku no es muy larga pero me gusta, aunque también me gusta el Indrasaku (del que espero algún día hacer un fic ya que no se encuentran muchos por ahí) el Madasaku (buajajaja no recuerdo cual fic me llevo a que me gustara pero bueno, me es inevitable) el Izusaku (este es más resiente y por un fic que se llama Stich in time, uno de mis favoritos *.* pero que es un fic de múltiples parejas, así que no es el único ahí por Sakura, sin embargo me gusta como lo describen allí. Y También el Sasusaku (por supuesto, apoye a la pareja todos estos años), pero como hay tantos fic de estos, preferí dedicarme a las parejas crack.

¡Claro que me acuerdo de la página, era una de mis favoritas! Casi lloro cuando cerraron la página, pero bueno, le agradezco mucho porque gracias a eso cuento con más lectores y fieles como vos. Descuida, hahaha si fuese pensado de Sasusaku al inicio pues se darán cuenta que la historia tiene trama y romance (más trama que romance pero bueno se complementan entre ellos).

Seriamente me tengo que poner a adelantar esto, pero será cuando solucione mis cosas. Me alegro que te gustara la idea de enlazarlo, consideré que era necesario y eso hice, ahora me siento más feliz por ello.

Sandwich de pollo: Bueno, que tengo que decir, creo que ¡GRACIAS! Hehehe me alegro que te gustara.

Waw ¿En serio? Gracias, realmente me alegro que lo consideren tan bueno, incluso si aún me falta mucho para ser una gran escritora, pero es mi meta y por eso escribo! Me alegro que le dieras la oportunidad al fic, como se dice "no sabes si te gustará hasta no haberlo probado", es por eso que soy fan de las parejas crack, aunque soy seguidora del canon hahaha.

Bueno ahora sabes cómo reaccionaron y créeme que cuando te digo que el próximo capítulo se pondrá mejor buajajajaja. Inicialmente como no planeaba hacer el fic largo pues trate de darle los momentos lo más menudos, sin embargo no me arrepiento porque aún hay mucho material en esta joya en bruto. Hay más historias que contar que merecen este desarrollo.

Los momentos emotivos son lo mio!

Respuesta pd: Me dedico más a la trama que al romance, pero te aseguro que tienen sus momentos importantes A mi igual no me gusta todo tan rápido, especialmente porque quiero que sea coherente, y puedan adaptarse a las circunstancias como se debe. Y sí se a lo que te refieres, igual me disgusta a no ser que sea un one-shot (y bueno sabemos porque)

Es todo por esta noche, Trataré de adelantar el siguiente capitulo lo más rápido que puedo.

Como recompensa por su espera les daré el pequeño spoiler del nombre del siguiente capitulo:

Capitulo 9 Neko Mimi

Ahora saquen sus conclusiones buajajajaja

Son más les mando Un abrazo. Les quiere su autora!

PD: Gracias por esperar.