Vengo una vez temprano y ahora tarde, claro que si se me permite argumentar a mi favor, estuve ocupada preparándome para un examen de ingreso, del cual… bueno me dan resultados mañana. Por otro lado me había enfermado y eso retraso un tanto el proceso de escritura, pero… como raro, al final vuelvo con los capítulos.
Por cierto al final daré un anuncio importante, que creo les… bueno, me conviene les conviene, y con el cual si alguien sabe espero recibir asesoramiento. Sin más disfruten!
CAPITULO 10 — SOMBRA —
Mi atención fue recuperada cuando escuché el golpe de la pipa contra el cenicero, entonces volví a mirar al Hokage, que hasta ese momento había estado leyendo el pergamino que Itachi le había entregado. La mirada del hombre se levantó del papel y se enfocó en nosotros, poniendo particular énfasis en el equipo siete, — Según dice su capitán al mando, no hubo mayores problemas en la conclusión de la misión, e igualmente consiguieron recuperar el mineral, sin necesidad de que se les dieran mayores indicaciones. Eso, con el reporte constante de Sakura me hace pensar que finalmente han conseguido llegar a un convenio entre ustedes. — Una sonrisa satisfecha se posó en los labios de Sarutobi, profundizando las arrugas de su rostro — Con esto claro creo que ya sabrán que han conseguido superar la prueba, así que pueden respirar tranquilos.
— ¿Eso quiere decir viejo que no nos va a devolver a la academia? — Cuestionó Naruto.
— En un principio nunca hable de regresarlos a ella, pero si estaba pensando en la disolución del equipo, pero ahora que han conseguido alcanzar las expectativas, creo que no será necesario, y eso me da la tranquilidad de que estarán bien en las próximas misiones —respondió el hombre, recostándose contra el respaldo de su silla.
Los ojos de Naruto y Midori brillaron, pero en Sasuke no hubo tal cosa, contrario a eso parecía algo disgustado, sin embargo, no comento nada, contrario a sus dos compañeros, que pocos segundos más tarde saltaron en su lugar. La escena quizás debería de haberme sacado una sonrisa, pero en esos momentos no tenía la energía para ello, de hecho, mi cabeza aún buscaba ausentarse del momento y regresar a mis cavilaciones sobre los últimos eventos. — Bueno, con todo esto resuelto, cabe decir Sakura, que tu misión con el equipo siete ha terminado. Mañana en la mañana te espero para que discutamos sobre tu nuevo equipo. — La revelación del hombre sobre mi asignación a un nuevo escuadrón me sorprendió, no había tenido un equipo fijo desde que Hayato se marchó, y él no se había visto particularmente interesado por agregarme a uno, por ello, nunca se me pasó por la cabeza que podría ocurrir. Como previendo mi desconcierto por la noticia el Hokage añadió —: Es normal que te sorprenda, pero dado que tus próximas misiones no pueden darse en solitario, tomé la decisión de asignarte a un escuadrón; pero eso será algo de lo que discutiremos mañana, cuando hayas recobrado toda la energía.
— Entiendo —respondí casi mecánicamente, pero con la suficiente cantidad de entendimiento sobre la situación.
— Bien, entonces pueden marcharse.
Los cinco hicimos una corta reverencia y luego acatamos la orden. El camino iba liderado por Naruto, quien era seguido de Midori y Sasuke, —este último manteniendo una distancia prudente con sus compañeros—, y finalizando la marcha estábamos Itachi y yo. — Deberíamos celebrar —dijo Naruto cuando salimos de la torre del Hokage — podemos ir a Ichiraku a comer.
— ¿Otra vez ramen? Por favor, si vamos a comer algo que sea algo delicioso, quizás carne o ir a un buen restaurante, pero ramen no. — Midori hizo un gesto de fastidio y luego miro al Uchiha menor —¿Cierto Sasuke-kun?
— Me da igual —respondió el moreno, mostrando con ello claramente su descontento.
— ¿Qué te pasa idiota? Pareciera que no estas satisfecho con el resultado de la misión. — Naruto se detuvo y se plantó frente al Uchiha, haciendo que este a su vez detuviera su paso y le devolviera la atención.
— Parece ser que finalmente aprendes a leer entre líneas —dijo Sasuke, estrechando la mirada y sonriendo de medio lado, pero sin permitir que la sombra de molestia en sus ojos desapareciera, de hecho, parecía aumentar.
— Ahí está de nuevo —pensé, mordiéndome el labio inferior y respirando profundo, esta vez moderando mis emociones y permitiendo que el miedo que me había aquejado en la mañana se viera aplastado por la indignación. No me dejaría sorprender dos veces de la misma forma, tampoco me iba a permitir confundirme y quedarme paralizada solo porque aún no comprendía todo lo que había pasado.
— ¡Por fin estamos lejos de peligro de ser separados y tu solo dices…! — Naruto parecía dispuesto a pelear, algo que Sasuke comenzaba a compartir.
— Oigan… ¿Qué les pasa? — Midori trató de intervenir, mostrándose insegura con la situación, pero no alcanzó a dar dos pasos cuando Sasuke ya le había lanzado una mirada mordaz.
— No te metas en esto —ordenó el joven, consiguiendo intimidar a la muchacha — en un principio no…
— ¡Sasuke-kun! — Proferí en un todo demandante, dispersando ligeramente el ambiente tenso que se había formado alrededor de los menores. El moreno posó su atención sobre mí y al instante le ordené — sígueme.
Sin detenerme a mirar a nadie más, le llevé hasta una calle aledaña, lo suficientemente lejos del oído de los demás, pero no de su vista. — ¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué de repente estas tan molesto y atacas verbalmente a tus compañeros? — Cuestioné, buscando un punto medio en mi tono para no provocar que la irritación del chico aumentara.
— Esto está mal —pronunció con un tono seco, muy en desacuerdo con cualquier tipo de actitud que haya visto antes en él, al menos hasta esa mañana; sonaba más parecido a su versión oscura, pero sin llegar a producir los mismos estándares de odio; no, en esta ocasión sonaba más como la inconformidad y desacuerdo puro en una situación desagradable. — No me molesta Naruto, tampoco me importa que finalmente algo haya salido bien, pero no esperen que este feliz por saber, que todo el mundo está de acuerdo con que ella se quede en el equipo.
Ante su firme respuesta, vacilé un par de segundos en mis próximas palabras, tratando de encontrar algo adecuado que decir, sin que terminara involucrando una discusión acalorada. — Sasuke-kun, no entiendo tu desprecio por Midori, comprendo tu fastidio, pero eso no justifica que la trates como una desconocida en el equipo; el tercero los colocó juntos por un motivo, así que debes aprender a convivir con ella… — El moreno chasqueó con fastidio, impidiéndome continuar con mi pequeño discurso, en cambio me quedé esperando a que argumentara en contra.
— Ella puede hacer lo que quiera con su vida Shinobi, pero ella no es quien debe estar en el equipo siete. — Su mirada fue dura y casi desesperada — Ella no es el punto correcto, no conseguirá complementar nuestros avances. Naruto, Kakashi… y yo, no necesitamos de alguien como ella, necesitamos a alguien que pueda pararse a nuestro lado y…
— Entonces ¿Qué sugieres Sasuke-kun? Dices que necesitan a alguien más, pero realmente ¿Quién puede ocupar el puesto? — Fruncí el entrecejo, agobiada por tantas emociones y preguntándome como una misión que parecía tan normal podía terminar de aquella forma.
El moreno abrió los labios para responder, pero la duda pareció embargarlo, haciendo que sus siguientes palabras salieran poco convincentes —: Aún no estoy seguro, pero sé que ella no es quien debe estar aquí. — Mi mirada se ablandó, pero traté de mantener una expresión firme, ignorando completamente los sentimientos que evocaban sus insinuaciones y concentrándome en la realidad actual.
— Escuchaste al tercero antes ¿no? Mañana se me asignará un equipo nuevo. — El chico se tensó, pero no interrumpió — No sé qué tipo de hechos has armado alrededor del concepto de vida ninja, pero puedo asegurarte que en el transcurso de tu carrera como tal, tendrás que trabajar con todo tipo de personas, muchas veces que no son tu equipo de genin original, pero que serán tus compañeros en el campo de batalla, por ello debes aprender a trabajar y convivir con ellos.
Parecía que el Uchiha quería refutar, pero luego de abrir sus labios, vaciló, deteniéndose instantáneamente para poco después volver a cerrar la boca. — No pelees con ellos. Sabes qué si necesitas algo, puedes buscarme, siempre estaré feliz de poderte brindar algún tipo de apoyo, especialmente si eso te hará más fuerte y mejor ninja en el futuro. — Traté de que mi sonrisa saliera lo más honesta posible, incluso si en esos momentos no tuviera el humor suficiente. Sasuke no dijo más y yo dando por concluida nuestra charla, regresé al lugar donde nos esperaban el resto de nuestros compañeros.
Itachi me observaba impasible, pero sabía que tenía preguntas para mí, sin embargo, no era un asunto que iba a tocar en medio de tres genin. — ¿El idiota se calmó? — Preguntó Naruto con un gruñido, mostrando claramente su molestia por la actitud del moreno, que pocos segundos más tarde estaba llegando a nosotros.
— Esta irritado —respondí con simpleza, evitando entrar en detalles sobre sus verdaderos motivos — No le presiones Naruto, no todos estamos siempre en nuestro mejor momento.
El rubio me dirigió por unos segundos, una expresión incrédula, que luego se convirtió en un puchero. — Y yo soy el regañado, él es quien está de mal humor todo el tiempo, mostrando siempre una cara de estreñimiento; si no le conociera diría que nació con ella. — En otras circunstancias quizás hubiera reído a carcajadas por el comentario de Naruto, pero en esos momentos, en que podía ver claramente renovada la expresión de molestia de Sasuke, decidí que lo más prudente era solo soltar un suspiro derrotado e ignorar irremediablemente la batalla campal que esos dos armarían.
— Al menos no tengo cara de idiota —contraatacó el Uchiha, ganando automáticamente la atención de su amigo.
— ¡Y al menos la mía no asusta a los niños! — Naruto estrechó la mirada y apretó los dientes.
— Por supuesto que no, nadie le teme a un bocazas con cara de tonto, y es por eso que tampoco intimidas a ningún ninja.
Decidida a ignorar deliberadamente el intercambio verbal —más por mi agotamiento mental y todos los asuntos que necesitaba pensar—, tomé la decisión de murmurar una rápida despedida, y emprender la marcha hacia mi casa. Aunque sabía que probablemente los más jóvenes no me habían escuchado, seguí caminando, acompañada de cerca por Itachi, quien al igual que yo, había discernido que lo más prudente que podíamos hacer en esos momentos era evitar involucrarnos en una pelea de grupo.
Aunque eventualmente me había acostumbrado a caminar junto a mi amigo, ese día casi podía sentir que, de algún modo, la sensación extraña de tenerlo tan cerca era irreal, aunque al mismo tiempo podía decir que mi lado lúcido agradecía profundamente que él se encontrara allí, trayéndome de mis confusos y aún aterradores pensamientos, que, con el paso de los segundos, mientras más me sumergía en ellos, se hacían peores y más angustiantes. Como midiendo mi abstracción y duelo interno, el joven heredero me dio una suave palmadita en el hombro, trayendo al instante mi atención de regreso y al mismo tiempo, consiguiéndola sobre él. — ¿Me dirás que te inquieta desde la mañana? — El tenor de su voz fue suave, casi midiendo la intensidad que en ese momento podía soportar respecto a mi estado.
— No sé ni por dónde empezar —respondí con sinceridad — pero honestamente no creo que deba guardarme lo que paso, de hecho, no creo que pueda.
La mirada de Itachi mostró preocupación por mi declaración, pero intuía que no deseaba iniciar una charla tan privada en un lugar que aún era mayormente público, así que simplemente asintió de acuerdo con el asunto y se dispuso a seguirme hasta mi casa, pero manteniendo su cercanía lo suficiente como para que me fuera difícil ignorar su presencia, evitando de esta forma que me sumergiera de regreso en desalentadores escenarios. Si bien, mental y emocionalmente no estaba del todo estable, tenía que admitir que la muda estrategia de mi amigo estaba funcionando de maravilla; el sentimiento cálido y que hacía revolotear mis entrañas estaba distrayéndome bastante bien, consiguiendo que una sonrisa disimulada cruzara mis labios y que mis mejillas se pintaran de un sutil rosa.
Mi casa apareció en nuestra vista alrededor de veinte minutos más tarde, y diez minutos después estábamos los dos sentados en mi sala de estar con una humeante taza de té en las manos. No era necesario resaltar que la pequeña e improvisada reunión inició en silenció, a la espera de que yo misma me decidiera a narrar los eventos consecuentes y espeluznantes que había vivido en esas últimas doce horas. Sabía que mi amigo era paciente y que me daría mi respectivo tiempo, pero por eso mismo, hacía que me pateara mentalmente por hacerle esperar; él también estaba agotado y necesitaba el descanso tanto como yo, por ello, respirando profundo y mirando a los ojos a mi amigo, finalmente deslicé las palabras fuera de mis labios —: Anoche mientras dormía pasó algo muy extraño. — Miré su expresión para ver si me interrumpiría para preguntarme algo, pero lo único que recibí de regreso fue toda su silenciosa atención, por ello continué —: Tuve un sueño —uno bastante real si me preguntas—, donde revivía los acontecimientos de mi primer examen de chunin. Parecía todo demasiado consecuente, hecho tras hecho repitiéndose como si lo viviera en un dejavu espeluznante; al menos así fue hasta que Sasuke-kun despertó.
— ¿A qué te refieres? — Su tono esta vez salió con un interés serio y casi alarmado, pero dejando este último oculto, prácticamente imperceptible.
— En mi primer examen, peleamos contra Orochimaru; batalla que por cierto no ganamos, y solo dejó a Naruto y Sasuke-kun fuera de combate; añadiendo el hecho que el motivo de la indisposición de tu hermano se debió a un sello de maldición, que esa serpiente puso en su cuello. — Me detuve unos segundos al recordar el evento, pero rápidamente me recuperé de mi segundo de abstracción y retomé el relato —: Con ellos fuera, la única persona que podía protegerlos era yo, la antigua y débil yo, que al final, cuando fuimos atacados necesitó ayuda para poder defenderlos, y además de ello terminé débil y herida por la confrontación.
Un suspiro escapó de mis labios y me recosté contra el respaldo del sofá, dejando mi vista vagar sobre la textura del techo, aislada en los recuerdos. — Sasuke-kun despertó rodeado de una extraña aura, marcas que recubrían la mitad de su cuerpo y deseos de Sangre; fue contra nuestros enemigos sin pensarlo dos veces y les lastimó severamente. Yo… no podía soportar ver en lo que tu hermano se estaba convirtiendo a causa del sello, entonces, me levanté y lancé a detenerlo. Originalmente el sello retrocedió y él volvió a ser como siempre, pero… anoche, en ese sueño no ocurrió lo mismo.
— Te atacó. — Me sorprendió que Itachi añadiera las palabras, pero luego alejé el sentimiento, recordándome a mí misma que por algo él era un genio; con la información suministrada y mi reacción desde la mañana podía llegar fácilmente a una conclusión.
— Sí, dijo cosas extrañas y luego simplemente se lanzó contra mí. Mi cuerpo se sentía tan débil como aquella vez, así que no hice nada para defenderme, solo terminé dejando que me hiriera, casi hasta el punto del desmayo. — Inconscientemente llevé mi mano a mi cuello, rememorando la sensación por unos segundos, antes de apartarla y volverme para mirar a mi amigo — Aunque al final no consiguió hacerlo; lo último que recuerdo es que alguien me separó de él y después desperté.
La expresión del moreno fue un momento indescifrable, pero luego relajó sus facciones. — Entiendo —dijo, — ¿Y con respecto a nuestra llegada a la aldea? ¿Qué fue lo que ocurrió? — Esta vez, frente a su pregunta mi corazón latió inquieto y coloqué en mi rostro una sombría expresión.
— No lo sé, no estoy segura, pero… —mordí mi labio inferior para distraer la creciente ansiedad que llenó mi estómago — Sasuke-kun… era… no, no estoy diciéndolo correctamente, no creo que haya sido él o… realmente no sé… todo es tan confuso.
—Trata de explicarte Sakura, tranquila — Miré sus amables ojos oscuros, tratando de mermar mi confusión.
— Vi al Sasuke-kun que conocía, no a tu hermano presente, sino a mi compañero de equipo, lo que quiero decir es que vi a su versión de 16 años. — Sus ojos se abrieron con sorpresa, pero no podía culparlo, ni siquiera yo comprendía que era lo que había pasado, pero si sabía que había sentido terror de encontrarme nuevamente con aquella mirada obsidiana, tan fría y muerta como la última vez que me había cruzado con ella.
— ¿Qué quieres decir con eso? Cuando regresé a buscarte, solo estabas petrificada mirándolo, pero él físicamente estaba igual que siempre. — Sacudí mí cabeza para negar. pero no a su afirmación.
— No estaba en él, estaba detrás, pero no era corpóreo… o al menos no se veía como tal, de hecho, se veía como una especie de fantasma, gris, algo transparente. No sé si fueron imaginaciones mías o si simplemente es una especie de trauma por lo de anoche, pero sé que de alguna manera sentí como… me sentí como si volviera a aquel valle donde peleamos y nada hubiera cambiado. Fue algo inquietante, me robó el aliento y no pude ver más que su figura observarme casi con diversión por… solo por verme así. — Terminé con un gruñido frustrado y encorvándome hacia adelante, plantando las manos contra mi rostro y ocultándome en ellas, intentando vanamente de retirar mi frustración.
No hubo comentarios inmediatos por parte de mi amigo, lo que me brindó unos segundos para sumergirme en los recuerdos de la mañana, empapándome de las imágenes frescas que aún revoloteaban en mi cabeza. No hubo aviso previo, no hubo cambios que me llevaran a discernir que algo disparara un tipo de trauma, tampoco existió comportamientos raros en el menor; sin embargo, la visión había aparecido momentos después de que me encontrara sola con el Uchiha menor. Poco después de nuestra llegada, nos habíamos quedado hablando un momento frente a las puertas de la aldea; solo habían sido palabras triviales, que terminaron en un aterrador silencio cuando la figura espectral de Sasuke apareció; Luego de eso no había podido reaccionar, solo me había sumergido como en una especie de letargo, donde lo que me rodeaba pareció desaparecer, dejándome solo frente a mi excompañero.
La sensación inquietante y asfixiante, que escaló lentamente por todo mi cuerpo, era fácilmente comparable como la de una serpiente que te envuelve, esperando el momento en que te tenga completamente a su merced para después aplastarte, acabando con cualquier tipo de posibilidad de escape. Solo la repentina aparición de Itachi rompió el mórbido hechizo y me trajo de regreso, haciendo desaparecer en el acto, el espejismo viviente. Cuando regresé en mis sentidos, había estado temblando y casi no podía mantenerme en pie, por ello mi amigo disimuladamente, y para no alarmar más a su hermano, había posado su mano en mis hombros, para luego soltar una breve y mentirosa reprimenda, donde acotaba mi descuido al no vigilar mis reservas de chakra. Solo eso había servido como arma contra las preguntas que seguramente Sasuke quería formular, pero que se guardó ante el comando silencioso de su hermano.
— Quizás sea bueno que le preguntes a Shin, si eso quiere decir algo. — Para mi sorpresa la voz de mi amigo sonó a mi lado. Había usado un tono sereno, casi aburrido pero que tenía como objetivo hacerme regresar con delicadeza, dándome un colchón seguro donde caer sin golpearme demasiado duro. Levanté mi mirada y giré a mi derecha para encontrarme con su figura tranquila, observándome con una pizca de preocupación.
— Él mencionó algo —murmuré — La última vez que hablé con Shisui, él apareció y nos dio un par de… explicaciones, al menos la mayoría, ya que antes de irse me lanzó una advertencia, dijo… "Cuidado con los sueños". No entendí a qué se refería, pero ahora creo que tiene que ver con los hechos actuales.
— Si es de ese modo, entonces, con más motivo, en la primera oportunidad que tengas habla con él. — No había demanda en su tono; si estaba de algún modo inquieto por mi relato no lo demostró, por el contrario, se aseguró de que su semblante me transmitiera seguridad.
— Lo haré —respondí.
— Bien. — Itachi se levantó de su lugar, anunciando sin palabras que era momento de partir, sin embargo, antes de marcharse dijo — Ven esta noche a cenar, apuesto que mi madre estará feliz de verte, y eso también asegura de que no tengas que preocuparte esta noche por la cena, así podrás descansar mejor.
Sonreí suavemente por su "propuesta". Itachi solía extender ese tipo de aparentes sugerencias, que a final de cuentas tenía oculta una demanda intrínseca, con cero probabilidades para negarse. — Estaré allí —me detuve un momento, perdiéndome unos segundos en sus ojos oscuros, antes de añadir — gracias por escucharme Itachi-kun.
Mi amigo asintió, aceptando mi gratitud, — Nos veremos más tarde, llega con tiempo, apuesto a que Shisui también se pasará por allí, y si es de esa forma, ya sabes que querrá charlar. — Solté una pequeña risa al recordar la intensidad con la que nuestro amigo mayor, había insistido en conocer mi vida pasada.
— En ese caso pasaré a las cuatro, así tendremos tiempo de sobra para que hablemos ¿Esta bien?
— Es un horario propicio —Mi amigo me dio una última sonrisa tranquilizadora antes de comenzar a hacer los familiares sellos manuales — Nos veremos entonces Sakura, descansa un poco. — Finalizadas sus palabras, el Uchiha desapareció en una nube de humo, habiendo efectuado con éxito su técnica.
Un suspiró agotado escapó de mis labios y luego froté mi rostro con ambas manos. ¿Me estaba volviendo loca? No creía que fuera el caso, y mi amigo tampoco había dado indicios de lo pensara, ¿Entonces por qué me sentía tan abatida? Era como si hubiera perdido en una batalla o incluso como si me hubieran golpeado estúpidamente, causando que mi orgullo resultara herido. Itachi tenía razón, necesitaba descansar, en esos momentos darle más vueltas al asunto no me traería las respuestas que quería, solo aumentaría mi ansiedad y me mantendría como un perro siguiendo su cola; hasta no recuperar algo de energía y calmar mi agitada mente, no podría pensar con lógica y menos podría conectar con Shin, ya que para esta última acción necesitaría mi cabeza en blanco, algo que por desgracia en esos momentos no conseguiría.
Golpeé mis mejillas con fuerza, causando que un chasquido seco resonara a lo largo de la sala. — Un muy merecido baño de agua caliente, unos dulces y quizás un paseo me ayudé con eso — me dije, ahora decidida a no dejarme agobiar por más tiempo y dejando a un lado la resonante inquietud, me puse en pie y empecé a dirigirme hacia el baño; definitivamente el agua caliente sería un buen comienzo.
Exhalé con comodidad, luego de haber disfrutado del suave aroma del té de jazmín que habían traído como acompañamiento para mis dangos. Después de mi caminata, había terminado arribando en la tienda de dulces que habitualmente visitaba, lista para consentir mi paladar y tomarme un breve descanso antes de ir a casa de Itachi. El lugar estaba casi totalmente vacío a esa hora del día, solo se mantenían ocupadas dos mesas más aparte de la mía, donde residían dos parejas de Uchiha, cada uno de ellos enfrascados en sus propios mundos, ignorando completamente lo que les rodeaba.
Tomé uno de los palillos de madera y lo dirigí a mis labios, luego atrapé con mis dientes una de las bolas de masa y a continuación la saqué por la parte superior, alejándola de su antiguo retenedor y permitiéndome comerla sin problemas. La dulce explosión de sabor, me hizo enarcar una sonrisa y cerrar los ojos. La suave textura del bocadillo, el fuerte y delicioso sabor del jarabe, cada uno me traía agradables recuerdos de la época en que al salir de la academia o finalizar un entrenamiento difícil con Itachi y Shisui, terminábamos en ese lugar, comiendo y descansando mientras charlábamos amenamente. Me abstraje tanto en mis pensamientos que no noté el momento en que a mi mesa se acercó un visitante inesperado.
— ¿Sakura-chan? — El tenor suave y alegre de una clara voz femenina, me llevó rápidamente a abrir mis ojos, para buscar la fuente de la misma.
A mi lado, había una joven claramente Uchiha, de largo cabello castaño, que caía con suavidad por su espalda hasta tocar el final de sus caderas, y que enmarcaba su rostro y ojos; sus ojos eran de color gris oscuro, brillantes y expresivos; bajo su ojo derecho y siendo un contraste agradable con su blanca piel, había un pequeño lunar. Vestía una camisa de cuello alto sin mangas de color morado oscuro, sujeta a la cintura por una delgada faja de color vino tinto; sus antebrazos estaban cubiertos por un par de protectores, del mismo color de su faja; en la parte inferior vestía con unos pantalones cortos de color azul oscuro, que hacían juego con sus sandalias ninja y el protector que orgullosamente reposaba en su frente.
— ¿Izumi? —respondí tentativamente.
— ¡Ha pasado un tiempo! — La morena se sentó frente a mí, claramente alegre con nuestro encuentro casual. — ¿Cómo has estado?
— Bien, sin novedades aparentes —respondí tranquilamente, más cómoda ahora que había superado mi sorpresa inicial. — Tú… ¿cómo te encuentras? No te he visto desde hace algunos años ¿Tres? ¿Dos?
La chica soltó una alegre risa y se inclinó sobre la mesa, tomando una postura más relajada, — Dos años. Estuve de misión en la tierra del agua, llegué hace dos semanas. — Asentí conforme con la respuesta, mientras que al mismo tiempo reclamaba otro de mis dulces.
Aunque no podría considerarla una amiga cercana, conocía a Izumi desde la academia, aunque no precisamente fue allí donde entablamos la primera conversación; medio año luego de graduarme, en uno de mis paseos por el complejo Uchiha luego de una misión, me encontré casualmente con un grupo de vegetales y frutas, esparcidos en una calle solitaria. Los hechos llamaron tanto mi atención que decidí investigar, por ello, mientras levantaba algunos de los alimentos que me topaba, terminé adentrándome más en la calle, hasta que me encontré con una anciana y la joven Uchiha, que diligentemente estaba ayudando a la mujer a recoger los alimentos dispersos. Comprendiendo la situación de inmediato y sin necesidad de que me dijeran algo al respecto, me di a la tarea de ayudar a completar el objetivo, entregando pocos minutos después lo recolectado. La sorpresa en los rostros de las dos no se hizo esperar, pero luego de que consiguieron asimilar la información, tanto Izumi como la anciana sonrieron y dieron las gracias.
Luego de conseguir ayudar a la mujer, las dos le acompañamos a su casa, ayudándole con sus compras en el proceso. Fue a partir de ese evento, que empezamos a charlar casualmente, cada vez que nos cruzábamos; con el tiempo fuimos formando una especie de relación cordial, que, si bien no llegaba a ser una amistad en toda regla, si nos dejaba un pequeño sabor de respetuosa camaradería. — Me alegro de que regresaras a salvo —comenté luego de unos segundos.
— No fue nada de qué preocuparse, solo era asegurar y custodiar a una familia rica. — la joven se inclinó un poco más cerca y me observó con un pequeño destello de curiosidad — Por otro lado… ¿Cómo han estado los chicos? Tampoco les he visto en un tiempo ya que no he podido asistir a las reuniones del clan.
Vacilé por unos segundos mientras consideraba si responder a la pregunta, pero luego de encontrar las palabras adecuadas y filtrarlas por un canal seguro dije —: Han estado… bien, supongo. Shisui ha optado por bajar sus bromas un poco y adoptar esa actitud madura la mayor parte del tiempo, pero cuando esta relajado vuelve a su siempre ser alegre; por su parte Itachi-kun sigue igual, ya sabes, tan distante para los demás y ocupado con las misiones; y Sasuke-kun… bueno, superando la crisis de equipo. — Tomé un sorbo de mi té y esperé a que ella hablara, mientras que al mismo tiempo exprimía mi instinto sobreprotector para con mis muchachos, — Y yo diciéndole a Shisui que es infantil —me dije mentalmente, reprendiéndome por adoptar las conductas posesivas de mi amigo.
— Veo que sigues tan cercana a ellos como de costumbre —comentó ella, riendo divertida — La tienes un poco difícil si tienes que lidiar con tantas personalidades complicadas.
Sonreí de acuerdo con eso — Tienen sus momentos buenos, e incluso son más que los malos. — La morena asintió y me dio una brillante expresión.
— Eres buena para ellos, los mantiene en cierto modo alineados, claro que no solo a ellos, incluso a los testarudos que terminan en el hospital; siempre les hace falta un carácter fuerte que les recuerde que son humanos. — No pude evitar reír por eso, ya que era algo casi completamente cierto. Los Uchiha eran pacientes difíciles, especialmente cuando creían que eran todo poderosos y exigían su salida del hospital, causando siempre más de un disturbio; por eso, en cada una de esas situaciones me veía obligada a terminar interviniendo y persuadiéndolos con "explicaciones" contundentes.
— No creas que son los únicos, hay muchos ninjas que detestan el hospital, aunque no puedo culparlos — Mi expresión se suavizó y dejé que mi mirada se perdiera en mi vaso de té casi vacío — Ese lugar es donde nacen tantas vidas, pero al mismo tiempo se pierden, no es de extrañar que cause tanta controversia e incomodidad dentro de las filas.
Por un momento, ambas permanecimos en silencio asimilando la afirmación. — A ti… parece gustarte estar allí ¿Algo en especial? ¿O simplemente es una costumbre? — Izumi parecía genuinamente interesada en mi respuesta.
Con cuidado de mantener mis motivos originales ocultos, desarrollé una rápida respuesta, pensando en los hechos que me podrían haber desarrollado la motivación de aprender ninjutsu médico. — No me disgusta estar allí si puedo hacer algo para ayudar a nuestros compañeros y personas que viven en la aldea, incluso si en ocasiones es difícil ver como la vida se escapa. — Me detuve un momento y pensé en Tenryu, a quien no pude salvar.
— Suena a una gran carga… tener que llevar no solo las vidas de tus compañeros en el campo sino también en la seguridad de su aldea —dijo Izumi.
Observé su expresión, parecía tranquila y comprensiva, pero si me enfocaba más en su mirada podía captar la inquietud de alguien que tenía un motivo más profundo, que una simple charla casual; ahora el asunto sería ver hasta qué momento llegaríamos al verdadero punto que ella quería tocar. — Creo que para mí sería peor no llevarlas —respondí con calma, dando el último sorbo a mi bebida y tomando otro dulce.
— ¿Puedo preguntar qué te llevó a ser médico?
— La impotencia —respondí sin vacilar, sin embargo, mis palabras eran tan ambiguas que mi acompañante no las comprendió, por ello decidí continuar con una pequeña narración — La primera vez que vi a Itachi-kun fue aquella noche en que el kyubi atacó — me detuve tentativamente, ya que ese día para ella fue uno demasiado triste, pero al no ver una reacción demasiado negativa continué — ese día, aparte del terror sentí impotencia de no poder hacer nada, no poder ayudar a quienes estaban heridos o quienes necesitaban protección. Luego de eso estaba aún más decidida de volverme fuerte, así que en los tiempos en que no entrenaba aproveché para estudiar archivos, buscando encontrar mi propio estilo de lucha; entonces, un día leí sobre el ninjutsu médico y sobre Tsunade-sama, quien hasta ahora es considerada la mejor kunoichi médico del mundo. Esta información me hizo sentir que ese era mi camino, esa era la fuerza que buscaba, el poder sanar y ayudar a los que me rodeaban, dando hasta lo último de mí en la batalla. Ahora mismo agradezco esto, ya que, aunque Shisui e Itachi-kun sean ninjas extraordinarios, no se les exime de resultar heridos, por ello estoy feliz de poder serles de ayuda.
— Tienen suerte. — Izumi soltó una pequeña risa sin burla, solo divertida — creo que todo el clan lo tiene, has sido nuestro médico principal por años.
La joven frunció los labios y su mirada se tornó ligeramente preocupada, dos acciones que junto a mi último dulce declararon el fin del juego para los rodeos. — Izumi, ¿Qué quieres preguntar? Creo que por tu mirada realmente me estabas buscando para decirme algo. — Dejé el palillo que había estado atravesando los dulces en el plato y me enfoqué en la joven, quien no parecía sorprendida por mi declaración, por el contrario, estaba divertida por ella.
— Tanto a ti como a Shisui e Itachi-kun es imposible mantenerles los asuntos ocultos ¿Es acaso algo que se contagia? — Hizo un puchero que me sacó una sonrisa — Tienes razón, pero la verdad no sabía cómo iniciar la conversación sin que sonara entrometida.
— Bueno, ahora que lo sé, solo tienes que decir lo que te preocupa — Me recosté en mi asiento y esperé.
— ¿Cuántos amigos tienes Sakura? — Me sorprendió la pregunta, pero más aún, que ella finalmente mostrara en su semblante serio los rasgos de la sangre Uchiha que había heredado de su madre, eso quería decir que esperaba una respuesta sincera y clara.
Mentalmente repasé con cuidado a cada una de las personas que conocía, incluidos entre ellas mis viejos amigos, pero ellos actualmente no podrían entrar en la lista que tenía que enumerar, así que solo me enfoqué en las personas con las que más hablaba en la vida, llegando a un total de cinco personas, sin contar realmente a Mikoto y Fugaku, quienes tenía más en un concepto respetuoso. — Cinco. —dije finalmente. La mirada de Izumi se estrechó y se cruzó de brazos.
— Imagino que todos son chicos y entre ellos están incluidos Itachi-kun, Shisui y Sasuke-kun. — Por algún motivo su afirmación me hizo sonrojar y sentir incómoda, casi culpable.
— Eso no es malo —gruñí a la defensiva.
— No dije que fuera algo malo, pero ya sabes los chicos no son precisamente sensibles o consientes de temas que solo las chicas podemos entender. No te estoy juzgando Sakura-chan, pero desde hace mucho tiempo no puedo dejar de pensar que necesitas una perspectiva diferente — La mirada de la joven se hablando y me mostró una expresión preocupada — Como dije no quiero parecer demasiado entrometida.
— Descuida, entiendo de lo que hablas —miré mis manos unos momentos, recordándome las veces en que acudía a Ino o a las chicas para hablar, incluso las salidas que emprendíamos y los disparates que armábamos juntas.
— ¿Hay algún problema, por el que no puedas…?
— No tengo ninguno —le interrumpí, pero realmente me preguntaba aquello ¿Por qué nunca me había dado a la tarea de compartir con alguien más? No podía simplemente excusarme en que estaba satisfecha con Shisui e Itachi, ya que incluso si ellos eran las personas que mejor me conocían, había cosas —como afirmaba Izumi— que no podía hablar con ellos, un ejemplo claro serían mis abrumadores sentimientos o incluso pequeñas inquietudes femeninas. ¿Entonces por qué nunca llegué a formar lazos con nadie más? Tenía la pequeña sensación de que conocía la respuesta, pero no quería enfrentarla — Supongo que simplemente me enfoqué en lo que tengo en el momento, no es como si rechazara a todos los que se me acercan, pero…
— Nunca llegas a abrirte lo suficiente a otras personas, es como si le temieras a algo —afirmó Izumi con comprensión — Y no te atrevas a negarlo porque he hablado lo suficiente contigo como para notarlo.
— Fin del juego para mí —pensé, aunque eso no significara que revelaría mis secretos, eso era algo exclusivo de dos Uchiha sobreprotectores. Solté un suspiro de resignación — Supongo que es algo que viene luego de pasar tanto tiempo alejada, además, nunca fui muy buena conectando con las personas de mi edad; pero eso no es relevante ahora. ¿Qué quieres decir con esta charla Izumi?
Saqué de mi bolsa algunas monedas para pagar, pero las mantuve entre mis manos, esperando la respuesta de la morena. — ¿Qué no es lógico? — Ella sonrió amablemente — Parece ser que tienes cierta afición por nosotros los Uchiha, y además de eso nos conocemos desde hace tiempo, así que creo que podemos llevarnos bien.
— Es una rara forma de decir que quieres que confíe en ti —bromeé.
— Es una forma adecuada, es más no viene aquí a esperar un no como respuesta, así que, en dos días, a las seis de la mañana nos vemos en los campos de entrenamiento. — Izumi se levantó con una expresión severa, como si estuviera ejerciendo una demanda, pero, luego de unos minutos sonrió con diversión — Será un buen cambio para ambas ¿No lo crees? Tanta testosterona en tu vida puede ser agobiante.
No sabía si reír con ella o contradecirla, de hecho, estaba profundamente sorprendida de encontrar no solo sinceridad en sus ojos, sino además un claro sentimiento de camaradería que solo había visto reflejado en mis amigos. — Incluso si me negara, conociendo el carácter distintivo de tu clan sé que terminarías buscándome con una reprimenda en mano. — Ella asintió, dándome toda la razón al respecto.
— No somos conocidos por nuestra paciencia al ser ignorados, incluso si no usamos los mismos métodos para conseguir lo que queremos, siempre vamos tras ello —dijo sonriendo amablemente, aunque con una pizca de burla en sus ojos. — Bien, me marcho ahora, saluda a los muchachos de mi parte.
No sabía cómo interpretar ese encuentro, de hecho, mientras veía a la joven desaparecer del lugar y me dirigía a pagar mi comida, me cuestionaba sobre la breve charla que habíamos tenido. Izumi no era una persona con la que interactuara regularmente, por eso el intercambio me hacía sentir extraña, como si repentinamente me hubieran dado una cachetada, donde me reclamaban que incluso ahora seguía ciega, dormida en el pasado y sin reconocer que mi pequeño mundo no era lo único que me rodeaba. ¿Valdría la pena? Aún no conocía la respuesta, y al mismo tiempo la reticencia de empezar algo nuevo prevalecía, ya que, una parte de mí, en lo profundo de mi corazón, temía terminar olvidando por completo los sentimientos y lazos que alguna vez compartí con el resto de los novatos.
Me removí incómoda en mi lugar y volví a preguntarme por quinta vez en esos cinco minutos la razón por la que terminé allí; realmente ese día no podía ser más extraño, de hecho, podía afirmar que este no era mí día. Primero las visiones de Sasuke, luego la "propuesta" —Exigencia— de Izumi; y a ahora, ser interceptada en mi camino y prácticamente obligada a acompañar al líder del clan Uchiha hasta la estación de policía, donde me pidió que esperara sentada en su oficina mientras terminaba un pequeño asunto. Bien podía esperar que lo siguiente en ocurrir, fuera ver aparecer repentinamente a Hayato vestido con un tutu, mientras declaraba su amor por el clan Uchiha; está bien, eso era exagerado, pero con el flujo actual de las cosas sería como la cereza del pastel. Solté un suspiro agotado y retiré los pensamientos absurdos, retomando mi atención en la situación actual. Era muy extraño que Fugaku decidiera pedirme un momento para charlar en privado, claro que esto no era lo único fuera de lo usual; su anticlimática y repentina forma, de aparecer en mi camino cuando iba hacia su casa, solo profundizaba mi inquietud, y me hacía plantearme la posibilidad de que el tema en cuestión fuera lo suficientemente grave o urgente, como para solicitar mi presencia en tales circunstancias.
— Disculpa la espera. — La puerta había sido cerrada, y con ella, el imponente capitán tomo su lugar al otro lado de la mesa.
— Está bien, entiendo que aún tiene trabajo pendiente —respondí volviendo a moverme, esta vez procurando enderezarme en mi asiento, intentando con esto no parecer demasiado nerviosa.
— Son solo algunos pendientes, la aldea nos ha puesto un poco de trabajo adicional con los próximos exámenes chunin, así que estamos trabajando un par de horas extra. — El Uchiha sacó de su escritorio una carpeta mientras hablaba y la colocó frente a mí — Y sobre esto, quería hablar contigo. Estamos organizando estratégicamente un par de escuadrones por toda la aldea para maximizar la seguridad; sin embargo, para mejorar el desempeño y reducir la probabilidad de bajas en caso de un ataque, quería saber si es posible conseguir que algunos médicos tomen posiciones en un punto medio entre cada tres o cuatro escuadrones.
Haciéndome una señal para que revisara el archivo, lo tomé entre mis manos y comencé a examinarlo; en el interior, había un mapa detallado de la aldea, donde se resaltaba en rojo los lugares donde se planeaban ubicar los susodichos equipos; al mismo tiempo, adyacente al mapa, había un esquema de los puntos fuertes y débiles de las calles, junto con las contramedidas a tomar y el nombre de los posibles candidatos a patrullar la zona. Como siempre, el trabajo de la policía era meticulosamente calculado, procurando evitar que se les escapara algún detalle u imprevisto; sin embargo, saber esto no lo hacía menos impresionante, ni menos digno de alabar y respetar.
A pesar de que desearía poder cumplir la petición, sabía que no teníamos suficientes médicos de campo como para suplir tal necesidad sin dejar desprotegido el hospital; por ello comencé a pensar en una posible y rápida solución al problema propuesto. — Tener médicos en el campo actualmente es difícil; no tenemos suficientes para distribuir entre la aldea y el hospital, sin dejar este último desprotegido. — Me detuve en mis palabras para ver la reacción del Uchiha, pero como siguió mirándome expectante, decidí continuar con mi propuesta — Claro que la opción que se me ocurre es entrenar a un miembro de cada grupo para tratar las heridas graves de batalla, esto evitará la muerte instantánea y posibilitará el traslado hasta el hospital; también creo que podemos pedir a la aldea uno o dos escuadrones de patrullaje, que se encarguen del traslado de heridos. ¿Qué opina?
— Como dices es una opción viable, pero ¿Qué miembros podrían hacer eso? El entrenamiento probablemente les lleve tiempo y eso es algo con lo que no contamos, el examen se realizara en solo un par de meses, tenemos el tiempo justo para presentar un esquema de la organización, luego de eso estaremos ocupados con el desarrollo. — Parecía que el decirlo lo molestaba, aunque por su conducta sabía que no era necesariamente conmigo.
— Es cierto que se requiere un entrenamiento e instrucción previa, pero no estoy hablando de grandes cosas como operaciones, estoy hablando de tratamiento de emergencia. Si bien, para ahorrar tiempo no puede trasladar a sus hombres al hospital, en ese caso podemos armar un plan de trabajo aquí mismo, haríamos un horario adecuado para los miembros que escoja, se les imparte la instrucción de una a tres horas y automáticamente cuando sean liberados de las responsabilidades, pueden regresar rápidamente al trabajo general, de este modo ahorraremos tiempo. — Mi respuesta pareció relajar las dudas del hombre y al mismo tiempo un brillo de interés pintó la profundidad de sus ojos, algo que se asemejaba a la luz que aparecía en los ojos de sus hijos cuando surgía algo que deseaban.
— Creo que esa solución es más viable para experimentar. En caso de que se apruebe te pediré los requisitos mínimos que requieren tener los miembros que envié, también quiero ver el plan de trabajo que van a seguir en sus sesiones y cuánto tiempo completo requerirán para finalizar —decidió, mientras que al mismo tiempo por su rostro se posó una pequeña sonrisa de satisfacción.
— Trabajaré en los detalles y en el transcurso de esta semana se los presentaré —acepté, devolviéndole la sonrisa.
Devolví la información que me había suministrado y esperé a que me diera la señal de salida, sin embargo, esta no llegó; en cambio me quedé observando como el hombre, luego de tomar su carpeta, comenzó a hacer pequeñas anotaciones en la última hoja, llenando por completo la habitación del áspero sonido de la pluma al deslizarse sobre el papel. Pasaron alrededor de cinco a diez minutos, antes de que Fugaku se detuviera y finalmente guardara el archivo; luego, nuevamente para mi sorpresa, se colocó de pie y me hizo un gesto para que lo siguiera. A pesar de mi desconcierto, no dudé en acatar la silenciosa orden, que poco después nos llevó a salir de la estación y a iniciar el camino de regreso a su casa.
Nuevamente una sensación de incredulidad se asomó en mis pensamientos y las preguntas clamaron a gritos ser respondidas, ¿Cómo terminé caminando junto al líder del clan Uchiha? Aunque conocía al hombre desde que era una niña, la situación se tornaba tan extraña, que incluso los eventos de los últimos dos días no consiguieron hacerme inmune a los nervios. Internamente suspiré y miré disimuladamente al hombre a mi lado; No había momento en que Fugaku no inspirara en cada movimiento autoridad, siempre firme y recto al caminar, con los hombros tensos mostrando que se mantenía en alerta, su rosto severo y ojos calculadores; sin embargo, para mi sorpresa y distracción, esta vez conseguí notar algo diferente en él, pero, que al mismo tiempo se me hacía bastante familiar. Sus ojos estaban levemente estrechados, y la línea de su boca estaba más pronunciada, además había un pequeño tic en su mandíbula; los tres rasgos los había visto antes reflejados en sus hijos. Los dos primeros los hacía Itachi cuando quería decir algo que rondaba su cabeza, pero estaba organizando sus pensamientos; era un hábito que tenía desde pequeño y que siempre me había hecho algo de gracia. El tic particularmente era propio de Sasuke, cuando bloqueaba las palabras que buscaban salir sin un filtro seguro.
Descubrir el parentesco intrínseco que hasta ese día no había notado, consiguió relajarme, hacerme sonreír y recordarme que a pesar que el hombre era una figura de fuerza y poder, también era humano, y uno que, no podía evitar tener manías similares a su progenie; Con este pensamiento claro, comencé a pensar que tratar de descubrir que otras similitudes guardaba con mis amigos, no sería solo interesante, sino también divertido.
— Sakura —finalmente habló, aunque su postura aún mostraba sus dudas por el tema.
— ¿Qué sucede Fugaku-san?
— ¿Cómo fueron las cosas con Sasuke? — Aunque escuché su pregunta fuerte y claro, me tomé unos segundos para responder, pensando brevemente en la reacción del Uchiha ante la última misión.
— Bueno, finalmente consiguieron trabajar como equipo sin necesidad de que Itachi-kun y yo llegáramos a guiarles o intervenir severamente por algún error. — La oscura mirada del hombre cayó sobre mí, analizando mi conducta y respuesta; por eso no fue una sorpresa cuando comentó —: Hubo un tipo diferente de problema.
Como se esperaba del padre de Itachi, era tan perceptivo frente a las circunstancias, que en una situación normal era difícil ocultarle algo; conocer esta cualidad del hombre siempre me había hecho preguntarme ¿Cómo habíamos conseguido engañarle con lo de la supuesta muerte de Shisui? Eso era todavía un misterio que se quedaría sin resolver, porque dudaba que en algún momento de mi vida llegara a cuestionarle el motivo —igualmente era casi imposible que Shisui o Itachi lo hicieran—, eso solo sonaría como una mofa a su inteligencia y desembocaría en nefastas consecuencias.
— Digamos que no se lleva bien con su compañera de equipo, lo que causa tensiones. Entiendo que Midori ponga a Sasuke-kun en una situación incómoda por ser una fan, pero creo que, si no llega a aceptarla como un miembro de su escuadrón, solo terminará mentalmente agotado y amargado —respondí suavemente.
— Entiendo. — Fugaku retomó su atención al frente, pero siguió hablando — Desde que fue asignado al equipo siente he visto una actitud rara en él, siempre que se toca el tema de su equipo parece disgustado y en ocasiones afirma que no están bien balanceados. Pensé que se debía a la totalidad de su equipo, pero con la defensa de él a su otro compañero y con la confirmación de tus palabras, puedo finalmente acercarme a sus razones.
— Supongo que es complicado para Sasuke-kun, después de todo no es muy adepto a tolerar a todas las personas; ya sabe yo misma tuve problemas con él en el pasado —apunté con una sonrisa conciliadora.
— Eso solo era porque estaba en conflicto consigo mismo, no sabía cómo acercarse. — Mi sonrisa se borró automáticamente con su afirmación, y fue remplazada por una expresión de sorpresa e incredulidad, que no pasó desapercibida por él, que pronto se explicó — Aunque al principio se portaba agresivo y reticente contigo, luego de que te marchabas siempre mostraba una mirada inconforme y melancólica; creo que el mismo no se daba cuenta que en realidad quería acercarse a ti.
— Es… un poco difícil creerlo; pero no me malentienda, no quiero decir que mienta, es solo que… Sasuke-kun siempre actuó de forma tan fría; nuestra relación solo mejoró hace algunos años y, sin embargo, hay ocasiones en que aún se aleja. — Volví a curvar una sonrisa, esta vez un poco tímida y con la que buscaba suavizar mis palabras —: Muchas veces me pregunté si mi presencia era demasiado sofocante, oh, también está el hecho de que por lo general acaparo el tiempo de Itachi-kun; eso solía sacarle de sus casillas porque quedaba menos tiempo para que compartieran.
Fugaku había retornado la mirada sobre mí, y con ello su escrutinio también había regresado, aunque, esta vez fue más suave. — Los Uchiha somos posesivos y protegemos a nuestras familias, eso es cierto; pero es el mismo motivo por el que afirmo que Sasuke no sabía que hacer contigo. Puede que no lo parezca Sakura, pero estoy pendiente de mis dos hijos, y aunque no puedo comprender todo lo que piensa Itachi, es caso contrario con Sasuke, que deja algunas de sus emociones sobre la superficie. Incluso si no lo notaste, para él, tu presencia de algún modo le hizo confrontar emociones; su familia o una amiga de su hermano; creo que de algún modo te considera especial y eso hacía que deseara apartarse, pero al mismo tiempo quería estar cerca, — curvo una pequeña sonrisa de burla, un gesto sorprendente para alguien como él, o al menos lo era para mí que jamás le había visto hacer algo así. — Mi hijo permanece en constante contradicción de sus emociones, lo que lo hace no aceptarlas y confundirse.
Algo en sus palabras me hizo pensar, que quizás él lo entendía porque había pasado por algo similar. El pequeño hallazgo me emocionó, pero fue una reacción que decidí no mostrar, en cambio suavicé mi mirada y asentí dándole la razón. — Te agradezco que le ayudaras y también por decirme un breve reporte. Te pido que sigas cuidando de mis hijos como vienes haciendo —su pequeño acto de humildad junto con ahora su mirada apartada, fue la estocada de emoción y que finalmente me hizo sonreír plenamente, sin importarme ahora, que hacía solo una hora hubiera estado preocupada por terminar hablando a solas con él.
— Con gusto lo haré —respondí.
No hubo más platica en el poco camino que nos quedaba por recorrer, pero esta vez el silencio fue agradable y me dio la oportunidad para organizar mis descubrimientos sobre el poderoso hombre. Incluso con sus actitudes siempre frías me había sorprendido con un lado completamente humano, donde mostraba que también era un padre, que si bien, no era perfecto, se preocupaba por el bienestar de sus preciados hijos. Quizás en mucho tiempo, no tendría una oportunidad como esa, pero hasta entonces, disfrutaría de la tranquilidad que había conseguido adquirir en su presencia. En ese momento, poco sabía de un detalle que estaba pasando por alto y que solo media hora más tarde, me reprendí por haberlo olvidado.
Mentalmente pude haber deseado estrellar mi cabeza contra la pared de la habitación de Itachi, pero realmente ese deseo era imposible cuando mi irritación superaba con creces mi auto recriminación. Al llegar a la residencia junto a la cabeza del clan, Shisui e Itachi ya habían estado preguntándose por mi tardanza de casi una hora; que llegara con el padre de este último no ayudó a calmar sus ansiedades, al contrario, parecían haberse incrementado con creces, lo que finalmente nos llevó a la habitación de Itachi, donde mi amigo mayor y yo tuvimos una "pequeña" discusión donde finalmente, luego de un severo grito y amenaza de mi parte, me permitió explicarle mis motivos para llegar tarde y además acompañada. Y ahora estaba allí, sentada en la cama de nuestro anfitrión, masajeando mis sienes mientras ignoraba la mirada calculadora de Shisui y la mirada en blanco de Itachi.
— Es muy raro que Fugaku-san no espere para hablar contigo, que te tome en medio de la calle… —gruñó Shisui.
— Dímelo a mí, estaba tan sorprendida y nerviosa, que todo el tiempo que estuve sentada en ese despacho, permanecí preguntándome si había hecho algo indebido. Afortunadamente no fue nada y solo quiere mi ayuda para organizar una pequeña fuerza médica —suspiré y finalmente levanté mi mirada para clavarla en los dos varones frente a mí — También quería hablar de la misión con Sasuke y como estaba.
— Siendo así es comprensible —interrumpió Itachi, antes de que Shisui hiciera otro escándalo. — Déjalo Shisui, no sirve de nada discutir por un asunto que ella no pudo prever.
El mayor suspiró derrotado mientras Itachi tomaba asiento junto a mí. — Bien, en ese caso y cambiando de tema, ¿Has terminado las misiones con el equipo siete? — Internamente rodé los ojos al percibir el leve tono de emoción oculto en su tono, pero al mismo tiempo no pude evitar sonreír. Shisui realmente era un hombre demasiado celoso y sobreprotector, aunque ese rasgo podía ser muchas veces adorable.
— Sí, aunque eso ya lo sabías ¿no? —dije con una astuta sonrisa — Después de todo es imposible que hayas tolerado las ganas de esperarme y le habrás preguntado los detalles a Itachi-kun.
Un pequeño sonrojo al haber sido atrapado, pinto sus pómulos, pero no cambió su tranquila expresión. — ¡Por supuesto que lo iba a hacer! Estaba preocupado de que te hubieran asignado más misiones con ellos —dijo cruzándose de brazos.
No pude evitar reír por su actitud infantil, que al mismo tiempo provocó en Itachi un suspiró y una mirada de aburrimiento. — Ellos no van a comerse a Sakura, Shisui, así que deja de actuar como un niño —soltó Itachi.
— Dices eso, pero apuesto que también estas aliviado —replicó el mayor, consiguiendo que el joven capitán anbu rodara los ojos.
— Cambiando de tema —dije antes de que continuaran divagando — Me encontré con Izumi, les envía saludos.
Los dos pelinegros se detuvieron en su plática para colocarme atención, mostrando su sorpresa con claridad. — ¿Desde hace cuánto tienes tanta confianza con Izumi? — Preguntó Shisui — Según recuerdo no intercambiabas más de tres palabras con ella.
— Para tu información nos llevamos relativamente bien, aunque como afirmas nuestras charlas no son nada del otro mundo. Además, nadie dijo que tuviéramos confianza, o al menos aún no. — Inflé mis cachetes y traté de ignorar la mirada inquisidora de los dos.
— Ese "aun no", es por una expectativa —afirmó Itachi —¿Pasó algo?
— Bueno… —lentamente comencé a narrar e hilar los detalles de mi encuentro con la Uchiha, enfatizando claramente en las intenciones de ella por acercarse a mí y entablar formalmente una amistad. Mientras la anécdota era contada, mis amigos permanecieron con una aparente expresión en blanco; misma que usaban cuando algo había despertado su mente aguda, donde filtraban, organizaban y creaban estrategias con la información suministrada. No sabía cómo interpretar la falta de reacción que presentaban, y esto solo me ponía un tanto nerviosa, debido a que sus futuros comentarios o planes de acción quedaban fuera de mi conocimiento.
Cuando mis palabras cesaron, hubo un momento de silencio en el que ambos pelinegros se miraron entre ellos, intercambiando una opinión que no conseguí alcanzar o comprender. Sus acciones silenciosas me recordaron que incluso con todos los años de conocernos, ellos compartían un vínculo único, donde la comunicación podía volverse exclusiva si así lo deseaban, impidiendo que se escapara hacia el exterior cualquier cosa que quisieran transmitirse. Lo único que sabía de su extraño método de comunicación era que se basaba en una serie de pequeños gestos visuales, prácticamente invisibles para cualquier persona; cosas como un minúsculo movimiento de cabeza, fruncir el entrecejo o una casi imperceptible contracción de los parpados, tenían grandes significados ocultos, descifrables solo entre ellos.
— ¿Van a decir algo o se quedaran hablando entre ustedes? Porque de ser el caso me puedo retirar —comenté un tanto ofendida al ser ignorada de esa forma.
Al tiempo en que terminé de hablar ambos pelinegros se giraron a verme, sin embargo, el primero en hablar fue Shisui, quien para mi desconcierto había colocado una expresión preocupada —: ¿Tú qué opinas de su demanda? ¿Te agradaría tener una amiga? — Su interrogante me desconcertó y me llevó a evaluar el significado tras su pregunta.
— No es como si me oponga a la idea… bueno me refiero ¿Qué chica no quiere una amiga? Es solo que… — mi voz se apagó llegando a las últimas frases y muy pronto me vi sumergida en los recuerdos de mi pasado, donde los rostros de Ino, Hinata y Tenten pasaban con mayor frecuencia, mostrando los momentos que vivimos juntas en nuestros tiempos libres, las veces que discutía con mi amiga rubia o cuando secretamente apoyaba a Hinata.
— No te sientes cómoda —afirmó Itachi con suavidad, completando parte de mis palabras.
Sacudiendo una vez mi cabeza y volviéndome a ver a mi amigo respondí —: No creo que sea adecuado, siento como si de repente fuera a terminar olvidándolas y… creo que eso me asusta. Izumi es una buena chica, es amable, fuerte y confiable, pero no estoy segura de si podré abrirme a ella. — Junté mis manos en mi regazo y las observé un momento, enfocándome claramente en las líneas que se cortaban entre ellas, tratando por un momento de perderme en ellas, pero, antes de conseguirlo dos manos más grandes se posaron sobre las mías, cada una apretando suavemente, en un gesto cálido de apoyo.
— Puedes ir a tu ritmo Sakura, debe ser difícil para ti estar dividida en dos vidas tan diferentes y es lógico que trates de conservar algo que te até a tus preciosos recuerdos, incluso si aún no te sientes lo suficientemente cómoda con Izumi o incluso si no puedes contarle todos tus problemas, sabes que nosotros estamos aquí para ti, para bien o para mal, recuerda que nosotros nunca te traicionaremos. — El suave tono de Shisui tenía incrustado el cariño y convicción que se esperaría de un familiar, pero al mismo tiempo de un ser precioso; estos rasgos y el apretón que ambos chicos mantenían en mis manos me conmovieron profundamente, llevándome a finalmente mirarles a la cara, donde me esperaban un par de sonrisas únicas, que finalmente calmaron mis preocupaciones.
-00-
— Necesitas dejar de ver a Sakura como una niña —susurró Itachi mientras unos metros más allá, veía a la mencionada interactuar fácilmente con su madre.
— Lo sé —respondió el mayor por lo bajo, dedicando su atención al estanque, donde unas cuantas carpas doradas asomaban la cabeza antes de chapotear de regreso al fondo — ¿Crees que soy demasiado inmaduro por sentir celos? Incluso cuando fui yo el que hace años le sugirió que consiguiera una amiga… y ahora temo que se marche.
— Si mal no recuerdo solo lo sugeriste en ese entonces porque no sabíamos que iba a ser de nosotros. — Un suspiro escapó de los labios del joven anbu — Creo firmemente que en realidad te preocupa que salga lastimada.
— Piensas demasiado bien de mí Itachi; pero en parte tienes razón. — La mirada del mayor se endureció — No quiero verla sufrir de nuevo. Al menos sé que nosotros podemos protegerla de la mayoría del dolor y si no es de esa manera al menos seremos de apoyo para sostenerla cuando este en el suelo; sin embargo, eso es algo que no puedo asegurar de las demás personas.
— Pero a pesar de ello le diste alientos para que fuera y probara suerte siendo amiga de Izumi —apuntó Itachi con cierta diversión oculta en sus palabras.
— No lo hice por gusto sabes, pero reconozco que ella necesita enfrentar sus miedos —gruñó el mayor volviéndose hacia el lugar por el cual la joven había desaparecido, — como sea, mantendré un ojo sobre Izumi.
Itachi rodó internamente los ojos y comenzó a preguntarse si realmente su amigo era consciente de las consecuencias de sus palabras, — Creo que habías dicho que finalmente te calmarías cuando ella terminara la misión con el equipo siete; pero contrario a eso ahora pareces más paranoico. — Shisui sonrió por las palabras de su amigo, y retomó una postura más relajada, una más propia de su siempre carácter tranquilo y empático.
— Sí, lo dije, pero eso fue antes de que Izumi decidiera acercarse a Sakura.
— Te preocupa que solo quiera usarla… —el mayor interrumpió la posible pregunta de Itachi, y a cambio dijo —: Incluso si ella es buena, como la describió Sakura, eso no evita que no pueda tener otras intenciones, especialmente si es posible que ella quiera llegar a ti.
En silencio Itachi meditó esas palabras, reviviendo la muda conversación que habían tenido con su amigo unos momentos antes en la habitación, luego de que la joven les narrara su encuentro con Izumi. Incluso si Shisui fue el primero en expresar su desconfianza y celo por la situación, él no podía negar que no estaba un poco preocupado, de hecho, compartía casi la misma opinión que su amigo, la única diferencia variaba en el hecho que él confiaba en el criterio y ojo de Sakura; ella sabría a su debido momento si la querían usar o si realmente Izumi quería entablar una amistad sincera con ella; como fuere, él estaría listo para confrontar cualquiera de las dos respuestas. Con esto meditado, finalmente miró a su amigo y único aliado en esa empresa, — Lo sabremos con el tiempo, hasta entonces solo podemos observar.
Con una sonrisa satisfecha y más amplia que la anterior, el Uchiha mayor respondió a la afirmación —: Bien dicho. — Ambos eran un par de Uchihas listos, bien podrían juntos desenmarañar, calcular y solucionar los eventos venideros, evitando la mayor cantidad de efectos negativos que podrían llegar a alterar sus apreciadas vidas.
-00-
El hermoso paisaje de Konoha podía detallarse con facilidad a la distancia, mostrando la antigua gloria de un posible futuro, que traía a mi mente nostalgia y añoranza, dos sentimientos que eran bien aceptados, mientras sentía la suave brisa golpear mi rostro y los cálidos rayos del sol acariciar mi piel. ¿Cuántas veces había visto esa escena y nunca la había sabido apreciar? Ahora, para poder presenciar el lugar de mis memorias, tenía que tratar de reconstruirlo en mi imaginación o encontrarme imbuida en mis sueños, como lo estaba en ese momento.
Un suspiro perezoso escapó de mis labios, me estiré en mi lugar y luego volví a recargarme contra la barandilla del mirador. Abajo, en lo que alcanzaba a ver de las calles, los aldeanos parecían como pequeñas manchas que se movían en las concurridas calles de la aldea ilusoria. — ¿Qué hora podría ser? —me pregunté mirando el aparente sol que se alzaba en lo alto, casi llegando al centro del cielo.
— Pronto será medio día.
— Eso parece —respondí, ignorando inicialmente el hecho de que mi pregunta no había abandonado nunca mis labios y que la voz que había respondido, no solo estaba demasiado cerca, sino que además era dolorosamente familiar. Unos segundos más tarde, cuando sentí la intensa mirada sobre mí, me di cuenta de mi pequeña falta de atención, y del hecho que marcaba, que no estaba tan sola como imaginaba.
Con un escalofrío recorriéndome giré hacia mi derecha, solo para encontrarme a dos metros de distancia, la figura aparentemente relajada de un Uchiha Sasuke mayor. Estaba recostado sobre el barandal, dándole la espalda a la aldea y apoyándose principalmente en sus antebrazos flexionados; sus piernas estaban cruzadas y apenas a una distancia mínima del barandal; sus ropas no habían cambiado desde la última vez que lo había visto, sin embargo, estos detalles solo los tomé parcialmente en cuenta luego de un rápido vistazo, ya que lo que realmente me había dejado impávida en mi lugar fue su expresión arrogante y su fría mirada. La aparición, aparentemente falsa, evocó en mí sentimientos de miedo, confusión e incredulidad, que iban acompañados de una gran variedad de preguntas, pero que derivaban de mi duda sobre la veracidad de la visión. Era un sueño, era normal que habiendo tenido últimamente un ligero trauma con él, lo viera en mi estado de inconsciencia ¿Cierto? No podía haber otra explicación más que fuera una reproducción fantasmal de mis memorias, que se empeñaban en marcar nítidamente cada rasgo que hubiera tratado de borrar y suplantar con su actual "niño feliz".
— Ya quisieras que fuera de esa forma —gruñó el moreno, sorprendiéndome y aumentando mi estado de alarma, ¿Acaso había leído mi mente? Bueno, en los sueños solía ocurrir que tus temores podían ser fácilmente absorbidos y reproducidos, incluso si lo que buscabas era evadirlos; de hecho, entre más pensaras en ello más nítida se volvía la pesadilla.
Mi pequeña distracción al pensar mi actual situación fue derribada cuando lo sentí moverse y proclamar —: Aunque quieras que esto sea un estúpido sueño Sakura, no lo es. — Mi cuerpo se tensó cuando dirigí mi atención a su ahora erguida forma, alzándose sobre mí como un halcón y mirándome con una sagacidad solo propia de un cazador que ha marcado su objetivo. — Deberías disfrutar un poco el ver tu vieja aldea, en vez de los rezagos pasados de lo que es ahora.
— Hablas con mucha convicción. — Mi voz salió ahogada e insegura, mostrando claramente mi incomodidad con su presencia — Pero, aunque un espejismo diga aquello, afirmar que seas real es igual de inverosímil que pensar que Shisui podría llegar a ser un ninja mediocre.
La mirada oscura se estrechó y su sonrisa arrogante murió en sus labios, siendo remplazada por un semblante oscuro. — por muy "imposible" que creas que sea la realidad es esta Sakura… o lo que queda de ella. — Mi mirada confusa ante sus palabras le hizo retomar su sonrisa de superioridad, pero sin perder su aura oscura — Parece ser que ese idiota no te lo ha dicho… sobre las condiciones de ese estúpido Jutsu de tiempo que uso, o sobre mí.
Un paso que dio en mi dirección me alertó, entonces automáticamente enderecé mi postura y adquirí una posición defensiva, preparándome para cualquier tipo de intención que tuviera. — ¡No te acerques! —proclamé un poco más firme, — No entiendo de lo que hablas, pero sé que cualquier cosa que digas no debe ser algo bueno.
El Uchiha soltó un bufido y se cruzó de brazos, — Parece que finalmente admites que no soy una ilusión provocada por tu letargo. — Su presencia aumentó, llevándose consigo cualquier sentimiento de seguridad que pudiera albergar, y remplazándola por la tensión previa a una batalla. Dudaba, sus palabras, sus acciones, eran y no eran cosas que esperaba que salieran de él, ¿Realmente era Sasuke o simplemente era mi imaginación? La pregunta seguía rondando mi mente, pero el instinto me decía que tomara sus palabras enserio, incluso mi sentido común estaba siendo aplacado por el presentimiento de que mi viejo compañero de equipo estaba allí de pie y que sus intenciones, si bien eran desconocidas, no me significarían ningún tipo de alegría conocerlas.
— Nunca dije aquello —murmuré.
— ¿En ese caso por qué estás tan tensa? — Soltó con burla justo antes de lanzarse en un movimiento rápido hacia adelante.
Apenas tuve tiempo para reaccionar, impulsándome hacia atrás para aumentar nuestra distancia; sin embargo, no había previsto que su impulso había sido impreso con la fuerza suficiente como para recorrer incluso el espacio que traté de poner entre nosotros, así que pronto me vi en la imperiosa necesidad de bloquear un golpe que fue lanzado a mi rostro. — Veo que has mejorado, tus reflejos son más agudos que la última vez que nos enfrentamos —comentó mientras ejercía presión sobre mi forma, tratando de hacerme retroceder.
— Que te puedo decir —empecé con voz temblorosa antes de retomar la dureza en mi tono —Itachi y Shisui no son oponentes que te den opciones, si realmente quieres medirte con su fuerza tienes que aprender a ver más allá.
Mi afirmación pareció molestarlo, porque luego de que las palabras terminaron de deslizarse, una patada me flanqueó por la izquierda. Rápidamente me agaché y deslicé por debajo de su miembro oscilante, quedando la baranda del mirador a unos centímetros de mi espalda y con ella, la pendiente que se alzaba sobre uno de los bosques internos del pueblo. — Hablas con tanta familiaridad de ellos, cuando realmente no tienes derecho ¿O acaso es costumbre tuya remplazar y olvidar tan fácilmente a los miembros de tu equipo?
— Podría regresarte la misma pregunta —respondí mordazmente, hallando finalmente con su comentario una excusa para que mi ira comenzara a aplacar mi miedo — aunque por mi parte yo nunca he remplazado u olvidado al equipo siete, a diferencia de ti.
La llama de la ira refulgió en el interior de sus ojos, justo antes de que me viera obligada a repeler un golpe de su mano derecha. — Tú no sabes nada —gruñó el Uchiha, volviendo a atacar, esta vez, moviéndose rápidamente para acortar nuestra distancia y colarse debajo de mis brazos.
Ante la cercanía volví a retroceder, pero al hacerlo, quedé atrapada entre su cuerpo y el frío metal de la baranda. Sus brazos se clavaron a mi alrededor, cerrando mis salidas y su figura alta se cernió sobre mí, dándome la sensación de haber sido abrigada por un manto oscuro y asfixiante. Su mirada se clavó sobre la mía, renovando mi miedo al ver el vacío que se adentraban en esos pozos oscuros. — Me juzgas por irme de la aldea, pero yo tenía motivos para hacerlo, yo tenía razones para alejarme de ustedes, sin embargo, aquí estamos ¿No? Siempre retornamos a la misma situación —soltó Sasuke con voz suave, pero impresa de ira — Siempre terminas metida donde no debes estar.
— No entiendo que quieres decir —pronuncié, intentando controlar mi voz, evitando que mostrara toda la influencia que tenía en esos momentos sobre mí — No he hecho nada para agobiarte más, me alejé como pediste, te di tu espacio ¿Acaso eso no fue lo que deseaste?
Apoyé las manos en su pecho e intenté apartarlo, pero parecía como si de repente Sasuke fuera una roca inamovible, que iba aumentando su peso al acercarse cada vez más, obligándome a arquearme para tratar de mantener la distancia. — Aléjate de Itachi y Shisui —declaró rotundamente, no obstante, en esta ocasión en vez de intimidarme despertó en mí un instinto de bravuconería.
— ¿De dónde vienes a exigir eso? —declaré entre dientes, aumentando el chakra en mis brazos y comenzando a empujar con más fuerza — Estas muy equivocado si piensas que acataré una orden tan absurda. Si quieres que me aleje de ellos tendrás que pelear primero y matarme, porque no estoy dispuesta a separarme de ellos… ¡Son mis preciados amigos y eso es un lazo que ni siquiera tu puedes romper!
Habiendo reunido el coraje que me faltaba, me incliné más hacia atrás, levanté las piernas hasta la altura de su abdomen y le golpeé en la zona, consiguiendo apartarlo; no obstante, el movimiento me había impulsado sobre la baranda, y esto a su vez me dejó en una posición peligrosa sobre la pendiente, donde para no caer, tuve que apresurarme en agarrar con mis manos la barra metálica y volverme a impulsar hacia adelante. Dando una respiración profunda me preparé para enfrentar al Uchiha, quien, a pesar de haber recibido mi patada, ya estaba otra vez en movimiento, usando en esta ocasión su espada como forma de ataque. Corriendo hacia adelante me deslicé en el último segundo por debajo de su espada y ataqué el suelo bajo sus pies, destruyendo no solo el suelo sino también su estabilidad; consecutivo a mi ataque, me apoyé en mis manos, giré sobre ellas y lancé una patada con mi talón izquierdo; sin embargo, Sasuke fue más rápido y consiguió evadirlo por un par de centímetros.
Rápidamente, luego de mi ataque, me reubiqué en el espacio, dando un salto hacia mi derecha. Sasuke permaneció un momento inmóvil en su lugar, pero no bajé la guardia, en cambio doblé mis rodillas y preparé mis puños para defenderme o atacar; todo dependía de lo siguiente que él hiciera. — Lazos… hablas de ellos con tanta facilidad, pero la verdad es que, por tu comodidad abandonaste lo que tuviste, y para no sentirte culpable modificaste la verdad y te excusaste en un patético pretexto. — el pelinegro se giró a verme con fingida indiferencia y luego añadió —: Solo estas con Shisui e Itachi por pura casualidad, tu realmente no perteneces a su mundo, así que deja de jugar Sakura y regresa de una vez a tus raíces.
— ¿Se te olvida que ya no hay vuelta atrás? Tu deseaste esto, así que deja de hacerme ver como la mala; además te equivocas, yo no he olvidado a nadie, tampoco pongo excusas, y sobre todo… yo sí pertenezco al mundo de Shisui e Itachi-kun, mi lugar es a su lado, no importa lo que digas —pronuncie con convicción, pero interiormente sentía que él había tocado una fibra sensible, había llegado a estimular esa pequeña venita que siempre me recriminaba por seguir adelante y dejar a todos atrás, la misma que temía olvidar mi pasado y remplazar todo por el ahora.
— Si no quieres volver por las buenas… en ese caso, que sea por las malas —dijo, antes de que una corriente eléctrica recorriera mi cuerpo, paralizándome en mi lugar y sacándome un quejido ahogado. No había visto el momento en que Sasuke había usado su espada como un conductor de energía, afectando el área para poder inmovilizarme; entonces, añadido a las corrientes eléctricas que recorrían mi cuerpo, fui golpeada en el estómago, lanzada contra el suelo y finalmente capturada bajo el cuerpo de Sasuke, que había previsto cualquier futuro ataque de mi parte y había inmovilizado mis manos sobre mi cabeza con una propia, dejando la otra reposar sobre mi cuello, sin ejercer presión.
— S-suéltame —clamé con dificultad, sintiendo aún el entumecimiento de mi cuerpo.
— No lo haré, no permitiré que regreses —declaró con firmeza y quizás algo de aburrimiento — No volverás con ellos.
Mi ira no había menguado, pero con mi cuerpo inmovilizado en el momento no podía luchar; no obstante, esto no fue impedimento para que le mirara con fiereza y declarara en una constante lucha por hacer que mi voz sonara firme —: Ya me has quitado todo antes, no permitiré que lo vuelvas a hacer… además… ¿Qué rayos quieres de mí? No comprendo que buscas. — La mirada de Sasuke pareció vacilar por breves momentos antes de retomar su estado impasible, cubriendo cualquier emoción que pudiera revelar lo que pensaba.
— No necesitas saberlo ahora, por el momento solo… duerme. — Para mí consternación, vi sus ojos cambiar con el Sharigan, mientras que al mismo tiempo la mano que se cernía sobre mi cuello comenzaba a brillar débilmente con los pequeños inicios del chidori.
¿Iba a morir? No, presentía que no era propiamente la muerte lo que me esperaba si completaba su cometido, pero tampoco era algo que me beneficiara. Traté de luchar contra él, retorciéndome debajo y buscando liberar mis manos de su agarre, pero esto no sirvió de mucho, solo aumentó mi desesperación en esos segundos y el dolor de mis articulaciones. Mi mirada se clavó en la de él, y busqué con esto suplicar que se detuviera, sin embargo, lo único que encontré fue un pequeño brillo de triunfo que cruzó brevemente por sus ojos, justo antes de que fuera apartado bruscamente de mi persona.
A mis ojos todo ocurrió demasiado rápido; alguien —De quien solo vi un destello blanco—, lanzó lejos al Uchiha, liberándome momentos antes de que fuera cegada por la penumbra y arrojada en una familiar sensación de caída, que duró unos segundos, antes de que las sensaciones retornaran a mí.
De forma abrupta y soltando un grito ahogado me senté. Mi cuerpo temblaba bajo una capa de sudor frío, me faltaba el aliento y no dejaba de temblar ¿Qué rayos había sido eso? Por segunda vez en esos dos días había sido atacada en sueños por la misma persona, pero eso no era todo, incluso si trataba de convencerme de que solo eran sueños, de algún modo sabía que no era cierto, esos episodios no eran simples juegos de mi cabeza. Apreté las sabanas de mi cama y dejé mi mirada vagar sobre cada superficie de mi cuarto, tratando de llenarme de la imagen que veía ahora y dejar atrás las horribles imágenes; intenté llegar a un convenio con mi mente cansada. — Sakura.
La repentina presencia y voz me hicieron sobresaltar, así que me giré para encarar a la persona que se había colado en mi cuarto, sin embargo, al encontrarme con la preocupada y un poco culpable mirada de Shin, mi alarma se convirtió en estupefacción. — Shin… —balbuceé antes de que la indignación se sobrepusiera a cualquier otra emoción, provocándome un pequeño arrebato de ira — ¡¿Qué rayos ha sido todo esto?!
— Un… —parecía reacio a responder, pero yo no tenía intenciones de permitir que esta vez esquivara mis preguntas.
— Si piensas ocultar lo que ha pasado te informo que no estoy de humor para aceptar tal respuesta, exijo que me digas de que tratan esos… episodios.
— Bien, trataré de explicarlo —suspiró resignado antes de recostarse contra la pared junto a mi puerta. — Es una manifestación del pasado, ponlo como una sombra del pasado o futuro que debió ser.
— Estas diciendo que ese Sasuke-kun era… — Mi color fue disminuyendo con la realización de sus palabras.
— ¿Real? Sí y no. El Sasuke que viste es… como un respaldo de memoria del mundo pasado. ¿Recuerdas que te hablé un poco de ello antes? Las memorias guardadas, son como fantasmas inactivos; sin embargo, cuando una de ellas se sale de los dominios y busca conectar con su forma física se vuelven sombras tras su yo real. — Lentamente iba conectando la explicación con los hechos de la mañana anterior, el Sasuke que había visto.
— Pero… tu habías dicho que no iba a pasar… que Sasuke ni Naruto… — Me detuve cuando me hizo un gesto con su mano derecha, pidiéndome silencio.
— Yo dije que ellos no recuperarían sus recuerdos, y eso es algo que aún prevalece; sin embargo, yo nunca dije que no podría darse este caso en específico. Especialmente con Sasuke que al igual que nosotros, comparte un… tipo de vínculo especial, después de todo él fue la fuente de esta situación. La buena noticia es que he vuelto a conseguir dominio sobre él, así que no te molestará nuevamente… o al menos por un tiempo. — Frente a sus palabras mis hombros cayeron a mis costados y mi expresión se tornó incrédula.
— ¿Crees que las cosas se resuelven así? Sigo sin comprender ¿Por qué se manifestó en sueños? o ¿por qué yo? e incluso ¿A qué se refiere con que vuelva? No entiendo nada… antes simplemente comentaste una advertencia sobre que tuviera cuidado con los sueños, pero ¿Cómo te preparas para algo como esto? Mi cabeza esta ahora hecha un lio, mis nervios son un desastre y además también me duele el cuerpo, es como si verdaderamente me hubiera electrocutado. Si realmente quieres que me tranquilice vas a tener que dar una explicación real y no solo unas palabras de consuelo. — Me crucé de brazos y me enfoqué en centrar toda mi atención sobre su mirada.
Luego de un rato Shin suspiró y se encaminó hasta la silla de mi escritorio, allí, tomó asiento y se enfocó en observar las fotos que residían sobre la cómoda. — Trataré de explicarme sin que todo suene… demasiado extraño —murmuró con cansancio — Pero no prometo que entiendas todo Sakura y tampoco puedo prometer dar detalles del modo en que funcionan las cosas, eso no me está permitido.
— Solo… hazlo —pedí.
— Para comenzar puedo decir que actualmente hay dos tipos de mundos, del que todo se originó y este. Cuando alteré el flujo del tiempo esa realidad quedó subexpuesta a esta, quedando como el reflejo cambiante; dicho de una forma más simple es como pararse frente a un espejo y ver tu reflejo, la diferencia es que este último tiene diferencias evidentes de tu yo normal, y al mismo tiempo está desapareciendo lentamente; esto se debe a que esta imagen solo durará hasta el momento en que alcances la línea temporal donde se rompió el curso normal de los eventos; dicho de esta forma, entender que actualmente las personas están divididas en dos no es tan complicado de ver. — Shin se detuvo un momento para ver si le seguía, y aunque me hubiera gustado afirmarlo, lo cierto era que era un poco complicado imaginar lo que me decía; no obstante, sin tomar importancia en el tipo de respuesta u estado que le transmití, siguió con su explicación. — Los sueños que recientemente has tenido están conectados a ese mundo, es el lugar donde a Sasuke se le hace más fácil conectar contigo. Explicando ahora esta parte, tú y Kakashi a diferencia de otros no están tan ligados a la otra realidad, esto debido a que sus memorias están con su cuerpo físico, sin embargo, lo poco de conexión que mantienes te hace vulnerable a este tipo de "ataques", lo cual, también gasta una gran de energía y te afecta directamente cuando despiertas, he ahí porque te duele el cuerpo. En cuanto a tu pregunta de ¿por qué te busca? Eso es quizás por egoísmo; él desea desligarte de este mundo, devolverte a tus raíces, pero lo que él aún no sabe es que al hacer eso podría poner tu vida en riesgo, dejándote en estado de coma en la realidad o en el mejor de los casos, amnésica. Por último, solo te advertí de los sueños para que lucharas en ellos; realmente esperaba conseguir devolver a Sasuke a donde pertenece, antes de que lograra dañarte, pero como vez, él fue más escurridizo de lo que preví.
Con su explicación finalizada, me encontré masticando con detenimiento las palabras presentadas, buscando escenarios que me ayudaran a comprender mejor la situación y así evitar que se me pasaran grandes detalles. Básicamente comprendía el concepto, pero a profundidad, el tema de los mundos y cómo funcionaban nuestras memorias, me hacía dar dolor de cabeza. — Tenías razón, no es algo que se pueda digerir fácilmente. — Mi admisión no significaba mi completa tranquilidad, de hecho, las preocupaciones aumentaban junto con el sentimiento de que solo estaba rascando la superficie de algo mucho más complejo y grande.
— Solo los que diseñan laberintos pueden comprenderlo —admitió con lo que me pareció fue desagrado, como si esas palabras abarcaran más significado del que dejaran ver. — Como sea, trataré de que esto no se repita, y cuando el momento llegue te diré más, hasta entonces tendrás que conformarte con esto.
— Antes de que te vayas ¿Puedo hacerte una pregunta?
— Me anticiparé a ella —respondió ahora poniéndose en pie y dándome una mirada en blanco — Rompí las reglas la primera vez para salvar a alguien y las siguientes por poder, sin embargo, por eso mismo mi carcelero se encargó de darme el castigo adecuado.
— Siempre que hablas de esa…persona o ser, parece casi demasiado… — No sabía que palabra soltar para expresar mis pensamientos; no obstante, no fue necesario.
— ¿Fuerte? ¿Místico? — Ahora su voz sonaba rica en humor —Podría afirmar que es… diferente, abarca casi todas las descripciones y a la vez es un ser extraño, único y al mismo tiempo tan común, no podrías verlo a no ser que se revelara a ti.
— Suena a alguien a quien no quiero hacer enojar. — él asintió de acuerdo con mi declaración.
— No, nadie quiere hacerlo. Como sea, te veré pronto, trata de descansar las pocas horas que te quedan antes de ir a ver al Hokage, lo necesitarás si no quieres levantar sospechas en alguien más. — Sin esperar contestación, el albino se desvaneció tan repentinamente como apareció dejándome nuevamente sola y con la cabeza dándome vueltas. Definitivamente, en cuanto tuviera la oportunidad hablaría con mis amigos sobre la nueva información, solo esperaba que ellos no lo tomaran peor de lo que yo lo había hecho.
Temprano en la mañana, luego de la turbulenta noche, me dirigí al despacho del Hokage como me lo había ordenado el día anterior. Para hacer mi encuentro con mi nuevo equipo más ameno, y no dar una impresión errónea, me había acondicionado desde la mañana para borrar cualquier tipo de emoción que reflejara mi estado abatido o preocupado; por eso, no tuve en problemas en fingir una expresión tranquila frente al tercero. El hombre frente a mí, me había dado paso a su despacho hacía solo un par de minutos, en los cuales terminó de clasificar un par de expedientes antes de dirigirme su completa atención.
— Me alegro de ver que hoy estas mejor Sakura —empezó afablemente, dedicándome una mirada condescendiente — El descanso es importante, aunque tu siendo médico lo sabes mejor que nadie.
— Itachi-kun fue bastante enfático para que lo recordara en caso de que lo hubiera olvidado—comenté con humor, — Pero como afirma, ya me encuentro en un estado óptimo para trabajar.
Hiruzen me sonrió complacido por mi respuesta, antes de adoptar una postura más solemne y tomar uno de los expedientes frente a él. — Bien, aclarado esto supongo que es mejor que demos cabida al tema principal. Como sabrás te he llamado para informarte sobre tu asignación a un escuadrón, uno, que finalmente me he dado el lujo de hacer permanente. — Su sonrisa se amplió justo en el momento en que llamaron a la puerta y dio la orden de ingreso.
Un tanto curiosa por su reacción me giré para ver la razón por la cual su humor se había elevado, entonces me llevé la gustosa sorpresa de ver ingresar a Shisui e Itachi, ambos Uchiha, vestidos con sus ropas de misión estándar y manteniendo una sonrisa en sus rostros, siendo la de Shisui una de diversión. — ¡Sakura, pero que sorpresa! —declaró el mayor con fingido asombro.
— Ustedes… — Mis labios se abrieron con incredulidad al comprender la situación, y poco después me encontré afirmando—: Lo sabían.
— Sí —confirmó Itachi con tranquilidad, lo cual, me llevó a cruzarme de brazos y hacer un mohín, un tanto indignada por habérseme ocultado la información.
— ¿Desde hace cuánto? ¿Y por qué no me lo dijeron? —reclamé.
— Poco antes de que comenzaras la misión con el equipo siete, les consulté la posibilidad de establecer el escuadrón. Hubo inicialmente un par de asuntos para resolver, como el asunto de anbu para Itachi y un par de temas de la policía militar con las responsabilidades de Shisui —explicó el tercero con calma, — Los tres se desenvuelven bien como equipo, así que no vi necesidad de aplazar más su integración definitiva.
— Y en cuanto a porqué no te lo dijimos, es sencillo, queríamos sorprenderte. — Shisui se acercó a mí y me colocó una mano en el hombro, transmitiéndome su alegría.
— Pues gracias, supongo —murmuré por lo bajo, ahora dedicándome a regresar mi completa atención hacia el Hokage, quien ahora nos miraba divertido.
— Bien, presumo que no tengo que darles las razones por las forme este escuadrón, sin embargo, si explicaré como funcionaran. — Los tres nos formamos en una sola fila, finalmente tomando una postura solemne — Por sus capacidades, está contemplado que trabajen en misiones tácticas y de bajo perfil, no obstante, eso no quiere decir que no adquieran responsabilidades como cualquier otro escuadrón, incluso si son asignaciones dentro de la aldea. Los tres tienen madera de líder, así que, dependiendo de la esencia de la misión, puede que varíe el liderazgo, sin embargo, hasta no determinar lo contrario, Shisui será el líder registrado ¿Esta claro?
— Sí —respondimos en conjunto.
— Bien. Ahora saltándonos los protocolos menores, gracias a que ya se conocen, les asignaré oficialmente su primera misión. Como sabrán los tres, los exámenes chunin están a la vuelta de la esquina, pero aún hay muchos detalles de seguridad, participantes y otros pendientes en los que estamos trabajando; su misión, aparte de apoyar estos procesos, se extenderá hacia la seguridad de las pruebas; dicho de otra forma, monitorearán en las sombras tanto a participantes, como al resto de extranjeros que vendrán a presenciar las pruebas. Sakura desde hace un tiempo ya ha venido trabajando en esto, así que tiene algunos detalles previos de la preparación y el acceso a los archivos que van a necesitar. Espero un reporte de los avances que hagan con los diversos frentes que tenemos a cargo. Eso es todo, ¿Tienen alguna duda? — Los tres negamos a la última pregunta y, con una sonrisa de complicidad y satisfacción, Shisui dio un paso al frente, aceptando con esto nuestra primera misión como equipo.
Antes de responder comentarios, les comentaré. Hace poco, pensando las cosas y meditando con cuidado, me dije que debería haber una forma de poder hacer que me encontraran más fácil. Como estoy decidida a dejar Facebook, porque siempre es lento y es molesto entrar (además me siento ignorada por mi ausencia), estuve viendo plataformas, de paso puedo hacer un blog y demás, subir pequeños extra del fic para que no se aburran en el mes. Dibujos si me da el tiempo de terminar todos los que me hacen falta, y por supuesto, será más fácil que responda dudas si surgen en el mes, saber si sigo viva o si me retraso. Así que al final me abrí una cuenta en Tumbrl, no he puesto nada aún, pero espero hacerlo pronto. Bueno, entonces, con respecto a esto, tengo cero experiencia en algo así, por eso, si alguien quiere darme un par de consejitos, los apreciaría bastante.
Sin más que añadir, a responder comentarios! Oh y al final otra pregunta de las mias ;)
Daliapvperez: Ni idea de donde, la verdad el jardín salió de mi imaginación, aunque quizás tenga referencias pasadas en cuentos y demás.
ANGeux: Lamento la demora, como expresé estuve ocupada, pero bueno siempre escribo mucho para suplir mi ausencia
Tenshin anime: Nya, pues ya vez, el esfuerzo parece que valio la pena
Mayura Karin: Cielos, yo podría decir lo mismo, me ha costado conseguir libertades que fácilmente son arrebatadas por pataletas sin sentido, estuve cumpliendo un acuerdo tácito y además de eso las promesas que me hicieron se convirtieron en palabras vacías *Suspiro* ha sido un mes de locos honestamente, he ahí del porque llego con la actualización tan tarde. Cambiando de tema, ¡Gracias! Realmente es un alago que consideres mi redacción buena, aunque siento que aún me falta mucho para llegar al lugar que debo estar, por eso en mis pocos tiempos libres trato de leer mucho.
Escribir un buen romance es difícil, sobretodo porque luchas contra tus instintos para adelantarte a ciertos escenarios que deseas tocar de una vez, no obstante, es más divertido cuando todo sale natural y sin prisas. Por eso escribir One-shot es poco de lo que puedo hacer *risas*, pero es algo que he intentado en mis propias historias.
Hay pobre Shin, gana sospechas fácilmente por sus acciones… sospechosas hahahaha, realmente es un buen personaje pero aún falta mucho que exprimir de él.
Sasuke tiene sus ¿motivos? Es complejo, si bien Sasuke no es un villano infame, si es un tanto inmaduro y egoísta. ¿Quién sabe? Esa es una pregunta que se resolverá con el tiempo.
Si, espero me puedas responder pronto por bandeja T-T (bromeo, tomate tu tiempo)
Marcela Mendoza: Ya sabías lo que iba a pasar… o en su gran mayoría, ahora me toca empezar el capítulo 11 *Cansancio* Quiero vacaciones hahaha, pero NO! ¡Tengo cosas que adelantar, dibujos por crear y terminar y una vida que hacer!
Como siempre, gracias por tu apoyo para acompañarme a corregir, siempre es un alivio poder hacer sátiras de mi propia historia mientras la narro :p. ¡Suerte con los niños cansones!
Nuzaku: Uf, pequeños momentos para Shipear el canon. Un poco oscuro ¿No crees? Ambos casos son como una cachetada *risas* claro que lo escribí con ese propósito.
Yey! Espero poder seguir cumpliendo mis sueños y mantenerles entretenidos por el tiempo que haga falta.
Sí, si bien ya no estoy molesta con él, igual pienso que la distancia es lo mejor para nosotros, le hará bien a él para formar su vida y apreciar a la persona que escoja y a mí me hará bien para saber escoger mejor a mis amigos de confianza.
Recientemente recibo algunas miradas de "WTF" cada vez que les digo que escribo paring crack de Sakura con Itachi. Muchas personas no conciben que puedan haber fic de este tema o incluso de Sakura con algún otro personaje, esto usualmente desencadena comentarios ofensivos hacia ella y bueno, son del típico arsenal viejo donde "Sakura ni siquiera merece acercarse a Itachi" o "Es una tabla fea que no debería tocarlo" o "Es inútil"; Cada una de estas frases puedo contra argumentarlas perfectamente, sin embargo, no hay peor necio que el que no quiere oír, y no hay peor irrespetuoso que aquel que se basa en un comentario genérico para maltratar uno de tus gustos. Sin embargo, nada de esto importa cuando existen personas como tú, a las que he podido encantar con mi historia basándome en una trama agradable. Ser una autora que consigue atraer a una nueva y rara perspectiva es todo un honor, por eso también me esfuerzo por hacer que este viaje sea tan agradable para ustedes como para mí.
Noemitg-chan: Uf. Lamento tardar tanto, pero así es mi vida, años atrás escribía por semana y ahora un mes largo. Es una pesadilla para mí, pero inevitable al mismo tiempo.
Me pregunto cómo terminarán las cosas para el equipo siete *sonrisa complice* hahaha tu sabes yo sé, aunque bueno, siempre puedo cambiar de opinión.
Dios, a veces me siento culpable de conseguir hacer una historia adictiva, pero luego recuerdo los tiempos en los que poco lograba hacer eso y se me pasa; sin embargo, no recomiendo trasnochar si hay que hacer cosas *risa* me pasa a menudo con buenas historias y luego, cuando me toca madrugar me arrepiento.
Escuchar historias como la tuya, del como llegaste a mi fic, como te enganchaste y al mismo tiempo fuiste adquiriendo el sentimiento de cariño por los personajes, enternece mi oscuro corazón *sollozos*. Creo que no he podido pedir mejores lectores, releer sus comentarios, siempre me anima y me da fuerzas para tomar mi tiempo del día y seguir avanzando en la historia, llegando a buscar más información para conseguir sorprenderles y emocionarles; para mejorar mi redacción. Te agradezco que incluso ahora me acompañes en este foro, que soportes mis tiempos de actualización y comentes lo que piensas, me compartas tu historia y me hayas concedido el honor de haberte inducido en el maravilloso mundo de los fanfic; para mí, saber esto es una alegría y ayuda de gran tamaño.
Cof cof, ahora, como sabrás no podré responder al respecto sobre quien es el jardín, ya que eso se revelará con el tiempo *risas*, pero como siempre te agradezco por participar, eso me hace saber que no estoy hablando sola (como me pasa en Facebook que me siento ignorada). Bien me dije que si iba a repetir el fic, bien podía darles cosas nuevas, ¿Quién dice que no puedo? Pensé el Jardín como un lugar mágico, hermoso, en paz… reuní parte de mi imaginación y una experiencia cercana a la muerte que tuve alguna vez *risas* Insisto que me morí aunque de eso no se mucho, solo se que fue hermoso.
Malka, es un personaje que he creado especialmente *sonrisa "inocente"*, le veremos de nuevo, pero no en estos momentos, llegará en pequeños interludios lejos de la narración normal.
Nuevamente te agradezco, me honra ser una autora favorita de alguien *.* Me da ilusión para el futuro, ¡algún día escribiré un libro! Yo lo sé. Aun me falta concretar muchos detalles al respecto, pero bueno. ¡Abrazos!
Sandwichdepollo: Me puse triste cuando no vi tu habitual comentario largo, pero entiendo que a veces no se puede evitar, no obstante, me alegro de que te dieras un par de minutos para decirme que te gusto el fic *bailando*, eso habla de lo mucho que te gusta la historia, ya que te tomaste la molestia de aparecer y hacerme saber que seguías con vida *felicidad*. ¡Abracitos!
Dulcecito311: ¡DULCE! También te extraño *sollozos* lo siento, soy tan mala autora, desearía poder publicar más a menudo, en serio, pro mi vida es un tren de carga. (a veces odio ser adulta)
Trataré de que te diviertas más con la historia, me seguiré esforzando, solo déjame exprimir mi cerebro sangrante *mirada oscura*.
Habrán: cosas nuevas, cosas que cambie, otras que quite y demás, pero la esencia de la historia es la misma, solo que resolviendo algunas cosas que me parecían no tenían sentido o no tenían lugar de ser. ¡Te mando abracitos!
Imperial - doll: Cof, cof. ¡Gracias! Nunca esperé una bendición celestial por crear una historia adictiva, me imagino que eso es señal de que voy bien. Me gusta que mis lectores pasen por un carrusel de emociones, considero que esto te hace conectarte con la historia y apropiarte de lo que sienten los personajes, por eso es un orgullo para mí leer que lo he logrado maravillosamente. Aprecio tus palabras y me seguiré esforzando para mantener la calidad de la historia, de esa manera podrás seguir disfrutando de ella.
Chazyman: Trato de actualizar cada mes, todo depende de mis caóticos horarios o los problemas de mi casa ¬¬, ojalá dispusiera de paz para escribir.
Fer Davis 12: Lo siento… No quería desaparecer de la otra plataforma así no más, pero ¡Me tenía harta! *tos* Lo siento, pero es la verdad, se dañaba cuando quería, me cortaba los capítulos, me hacía desear arrancarme el cabello cuando me aparecía "sitio no seguro", Dios que era frustrante. Cuando tuve la oportunidad de contar la historia de mejor manera, no lo dudé, agregué lo que hacía falta, di lugar a explicar algunas cosas que había dejado de forma superficial.
Agradezco que te tomaras el tiempo para dejarme un comentario, es un gusto conocerte… creo que debí iniciar por ahí *risa nerviosa*, lo lamento, no obstante, hablo sinceramente que me alegro de conocerte. Descuida no dejaré la historia a medias a no ser de que pase algo extraordinario, no sé, que me de amnesia o… yo que sé, algo muy malo, Dios no quiera que pase, porque detestaría dejarles así. Trato de nivelar mi vida, No sé en que resulte pero bueno, hacia algún lado apuntaré, al mismo tiempo buscaré subir mis defensas que están en la inopia.
Respuesta pd: ¡LO SIENTO! Trataré de no volverlo hacer… probablemente.
Mayori: Oh, se lo que es eso, responder a chats, comentarios y demás siempre es más cómodo desde la pc. Descuida lo entiendo, el punto es de que aquí estas!
Hay la escena del jardín, es hermosa me gusto escribirla, e imaginarla. Malka… bueno sabremos de él eventualmente, su historia y demás, *risas malvadas* Mis preguntas siempre tendrán su debida respuesta y las de vosotros lectores, espero que se solucionen con el tiempo.
Cuando escribí de los gatos pensaba en la mía (pequeña bestia del mal), además añadí pequeñas observaciones que salieron en el Itachi shinden, cuando va a por el gato, esto me dio una referencia para hacer las descripciones, y darme a la idea de lo que diría nuestro Uchiha.
Mi misión en este fic es equilibrar el cariño de ellos dos, para que sea natural, suave y agradable a los ojos, así que me alegro de que te guste y no te parezca demasiado dulce (empalagosa). Aunque soy firme seguidora de Sasuke y Sakura como pareja, estoy orgullosa de conseguir darle vida a una pareja crack como lo es Itachi y Sakura, eso significa que mi visión como escritora, para darle forma es acertada (al menos por el momento).
Mira que un primo mío que comparte mi pasión por la escritura, solo que él escribe su historia propia a puntada y dedal (y de quien estoy profundamente orgullosa y respeto por partes iguales), me dio una crítica constructiva en la que mencionó que me enfoco demasiado en los sentimientos *risas* y nada al entorno, honestamente no le veo nada de malo y en su defensa, leyó un pequeño one-shot de mi historia original no fanfic; allí me enfoqué como siempre en lo que pensaba y sentía la protagonista, y di por sentado que el lector, con la poca descripción que di deduciría el lugar donde estaban y al mismo tiempo lo acomodaría a su imaginación en una zona de confort. No obstante, tomé la crítica y la estoy acoplando lentamente, combinando ambas formas para mejorar mi narrativa.
Me esfuerzo en las peleas, son los escenarios que menos me gusta para narrar, pero donde me enfoco más en hacerlos reales, buscar palabras que concuerden para la descripción y que no sea muy… seco, básico y sin forma.
¡Si! El sueño perturbador cumplió su objetivo *risa malvada*. Sasuke no es malo en la historia, o bueno… no es la intención, sin embargo, es un cabeza dura que necesita madurar y aprender a dejar de ser tan egoísta.
Me alargué con la respuesta, pero ya sabes, entre más me escribes, más te respondo :p así soy yo *risas* Abrazos!
Pchan05: El balance entre peleas, romance y aventura… esa es mi meta a conseguir con el fic, de esa forma no se vuelve una historia solo centrada en un aspecto, sino que se da el tiempo para crecer y verse real.
Itachi… tiene su propio humor, ¿Quién dice que nuestro prodigio no puede tener un pequeño gusto mórbido por molestar a Sakura? Él a su modo, siendo cordial, amable y respetuoso como es, también posee una afición por las expresiones de Sakura, avergonzada, tímida… Él tiene sus motivos personales.
Mi gata es una pequeña… cof cof, digamos que voluntariosa, hace lo que se le da la gana como se le da la gana, ¡Ni siquiera se deja peinar tranquila!, jugar con ella me ha costado la integridad de mis dedos e incluso cuando menos lo espero está saltando sobre mi espalda. Por cierto ¿Algún concejo para quietarle las pulgas? He intentado de todo, pero nada funciona, siempre regresan (y eso que no sale), además a este paso consideraré seriamente, llevarla a una veterinaria y pedir que me la rapen.
Solem: Itachi puede ser un poco malo de vez en cuando ¿No? Aunque me encantó escribir esa escena, fue tan… hahaha no sé linda pero al mismo tiempo divertida. Pobre de Sakura.
Sí, lástima que Sasuke no acepte a su equipo, pero por algo el karma es perro. ¡Bien, otra victoria para mí en cuanto a peleas! Consideraré hacer algunas escenas más de peleas sincronizadas, creo que no me he dado a la tarea de hacerlo.
¡Malka! El niño de nombre raro se llama Malka hahahaha, descuida yo misma terminé como… "¿cómo fue que le puse?", pero luego de repetir su nombre una centena de veces me lo aprendí. Luego veremos de que va todo el asunto del jardín, si tiene algo que ver con Shin, y la historia de este niño extraño, pero eso será algo secundario, es más quizás lo ponga de algún extra en mi tumbrl cuando sepa que poner allí.
¿Cómo vez mi introducción de Izumi-chan? Tuve mis problemas para quedar satisfecha con esto, pero al final lo hice. No la veremos regularmente, pero estará presente, sin embargo, eso será solo para tocar un punto en específico.
¡Igualmente espero estés bien!
Ariadna: He estado pensando hacer anexos mini de eso, Ya que para saber que piensa Sasuke es necesario narrar hacia su modo de vida. Antes he hecho ejercicios para entrar en la mente del personaje así que creo que lo conseguiré.
Veremos a ver como manejo todo esto :3
Bueno, y eso es todo por ahora, hahaha, como ULTIMO MENSAJE EN SECCIÓN DE PREGUNTAS DE LA AUTORA En esta ocasión hablaremos de Izumi, esta pregunta es abierta para todos ¿Qué opinan al respecto? ¿Qué papel creen que jugará en la historia?
¡CASI LO OLVIDO! Empezaré a subir contenido en Tumbrl Hoy, pequeñas imágenes de mis dibujitos, por eso pueden buscarme con este mismo seudónimo Shirorina, tengo mi misma imagen de perfil así que espero sea fácil encontrarme.
Espero esto nos haga más fáciles las cosas para comunicarnos y sepan como va el avance del fic, trataré de dejar algo diario, comentarios al respecto, mini textos, quizás chibi bosquejados,, yo que sé! Algo he de hacer hahaha, pero sé que tengo intenciones de hacer algo.
Sin más que agregar les mando un abrazo, una cordial bienvenida a los nuevos y espero poder leernos pronto.
Les quiere su autora Shirorina.
