Basara almorzo tranquilamente. A su lado estaban Mio, Maria e Issei comiendo igualmente. Cuando finalmente llegó la hora del almuerzo, Maria había Insistido en que almorzaran juntos en el techo como auténticos protagonistas anime.
Issei y María no tardaron en hacerse amigos, lo cual no fue una sorpresa. Ambos tienen gustos y aficiones igual de pervertidas, lo cual llevo a una amistad inmediata.
"Saben, esta mañana me tope con una chica vestida de monja de camino a la escuela. Parecía perdida así que la guíe hasta la iglesia abandonada. Ella uso uno de esos [Sacred Gear]"
Basara casi se atraganta con su comida.
"¿Cómo era ese [Sacred Gear]?"
"Eran un par de anillos plateados. Dijo que era un 'Regalo de Dios' y lo uso para sanar el raspón de un niño"
"Suena a un [Twilight Healing]..."
Eso no era buena señal. No creía que fuera casualidad que una persona de la iglesia que usaba un [Sacred Gear] estuviera caminando en territorio de demonios. ¿Acaso el Vaticano decidió hacer un movimiento?.
Miro a María y esta asintió deacuerdo en sus pensamientos.
"Lo más probable es que un grupo de Exorcistas ilegales esté merodeando la ciudad cazando demonios. Seguramente esa chica sea parte de ese grupo"
Maria hizo una mueca de disgusto.
"¿Una Exorcista...? No lo creo. Esa chica era demaciado amable"
"¿Esa Ángel Caída no te parecía también amable?"
Issei se estremeció por el comentario de Mio. Bajo la cabeza con una expresión triste.
Basara le dio a la chica una mirada de reproche.
"E-espera, no lo decía con mala intención. Me refiero a que la gente puede fingir ser amigable con otros, nada más"
Mio se puso a la defensiva y miro a Issei nerviosa. Hyoudou sonrió torpemente.
"No hace falta que te disculpes Naruse-San. Tienes razón, tal vez no debería ser tan confiado"
Mio chasqueo la lengua disgusta. ¿Por que tenia que sentir lastima por aquel molesto pervertido?. María decidió hablar.
"Lo que la señorita quiso decir es que no fue tu culpa. No había forma de que supieras que esa chica quería matarte, pero mejor no hay que hablar de cosas deprimentes. ¡Anímate Issei-kun! Seguro que algún día encontrarás una chica que te ame y acepte tus perversiónes"
Eso pareció animar a Issei.
"Lo dudo. Su actitud es repugnante"
Y su ánimo fue apuñalado hasta la muerte.
Basara observo la charla frente a el en silencio. Se había quedado callado desde hace rato mirando al horizonte. Volteo su mirada al tanque de agua.
"Sal de ahí. No me gusta ser espiado"
Todos voltearon su atención, y desde detrás del tanque emergio un chico rubio de aspecto impecable. Este le regalo una sonrisa elegante.
"Tienes buenos sentidos"
"¿Por que nos estabas espiando?"
Basara no se anduvo con rodeos. La sonrisa del rubio se tenso.
"No era intención. Mi nombre es Kiba Yuuto, y vine por qué la presidenta Rias quería invitar a Toujou a charlar en el salón del Club del Ocultismo"
Issei soltó un gemido ahogado. El pensar que Basara podría charlar con la chica mas popular de la escuela y juntarse con "La élite" lo hizo morirse de la envidia. Basara en cambio alzó una ceja. ¿Para que quería Rias Gremory verlos? Pensó que tal vez se relacione con el incidente nocturno.
"Muy bien, solo espero que no te importe que lleve a Hyoudou conmigo. Hay cierto asunto que necesita su asistencia"
Kiba lo pensó un segundo y luego asintió. Pidió que lo siguieran y Basara se despido de las chicas, asegurándole a una preocupada Mio que todo estaría bien.
Caminaron por los pasillos hasta llegar a un edificio solitario alejado de la academia, justo al lado del pequeño bosque.
Kiba abrió las puertas y les permitió entrar.
"¡Wow! Este lugar es muy... Elegante"
Basara opinaba que era quedarse corto. El interior del lugar está finamente recubierto por madera, con cuadros y pinturas adornando las paredes, sillones puestos alrededor de una mesa, un elegante escritorio al fondo, y un enorme círculo rojo con el emblema Gremory tallado en el suelo.
Akeno Himejima y Koneko Toujou estaban sentadas en los sofás bebiendo te. Akeno les saludo risueñamente, mientras que la menor solo les dio una mirada de reojo.
Basara miro a su izquierda y parpadeo al notar la sombra de una figura desnuda atraves de una cortina
"Eso es... ¿Un baño?"
"Oh mi, perdónen la molestia. La presidenta quizo tomar una ducha para refrescarse. En seguida sale"
Las cortinas se abrieron, mostrando a Rias usando una toalla para cubrir su voluptuosa cuerpo. Ignorando las miradas de ambos chicos, exclamó un suspiro relajado.
"Como me gustan losbaños"
Akeno le entrego un conjunto de ropa y Rias volvió a cerrar las cortinas para vestirse.
Issei estaba euforico de excitación, con el rostro ardiendo y con una sonrisa boba en su cara. No paraba de murmurar incoherencias sobre Rias desnuda. Basara por su parte estaba impasible.
¿Acaso intentaba seducirlo? Probablemente. Conocia las tácticas de los demonios, por lo que no descarto la probabilidad y se mantuvo alerta.
Cuando Rias salió completamente vestida, camino hasta el escritorio y se sentó. Les regalo una pequeña sonrisa.
"Toujou, me alegro de que aceptaras mi invitación"
"Si, resulta que surgió algo que requiere de tu conocimiento"
Señaló a Issei, quien se encogió nervioso por la atención.
"B-bu... H-hola..."
Tartamudeo nervioso sin poder apartarla mirada de los pechos de Riaslo que lo hizo ver adorable a los ojos de la chica.
"Hyoudou Issei. Recuerdo haber oído de ti"
"¿E-enserio?"
"Si. Eres el tipo que las chicas del club de kendo o natación siempre golpean por espiar en los vestidores"
Issei asintió con una sonrisa vergonzosa.
"Pervertido"
Dijo Koneko. Issei sintió como se le clavaba una flecha en el corazón, una escena divertida para Rias. Basara hablo para regresar al tema.
"La noche anterior Hyoudou fue atacado por una Ángel Caída"
Al instante el lugar se lleno de tensión, y la expresión de Rias se torno sería.
"Un ángel caído en mi territorio..."
"No pudimos matarla, pero si la espantamos. Debido a las sensaciones extremas Hyoudou despertó un Sacred Gear. Tuvimos que explicarle sobre el mundo sobrenatural"
Rias miro a Issei con una hermosa mirada de compasión que hizo latir el corazón el corazón del pervertido.
"Entiendo, y no te preocupes. Comprendo que esto es nuevo para ti, no lo echaré de la ciudad o le haré pagar un tributo si eso es lo que estás pensando. Hyoudou y su familia pueden quedarse en Kuo sin preocupaciones"
Basara asintió con una sonrisa que Rias correspondió. La Gremory miro a Issei con interés.
"Dime Issei-kun, ¿sabes cual es tu [Sacred Gear]?"
Issei se tenso, miro nervioso a Basara y este le respondió con la mirada: 'Lo que practicamos' parecía decirle.
"Ah- No lo se. Luego de un rato se desvanecio y no se como activarlo, pero Basara-san y María-san me van a enseñar a utilizar magia"
Eso solo pareció intrigar más a Rias, pero decidió no insistir en el tema. Regreso su atención a Basara.
"Dejando eso de lado, quería discutir algo contigo Toujou"
"¿Es sobre el incidente de hace dos noches?"
"Algo así. Verás, cuando te observe luchar note una gran fuerza y destreza de tu parte"
Basara alzo una ceja. Se dio cuenta de a dónde iba la conversación.
"Estuve pensando en—"
"No me uniré a tu nobleza, Gremory"
Rias se sobresalto. No esperaba ser interrumpida o rechazada, mucho menos antes de la proposición.
"No me dejaste terminar"
"Pero eso es lo que me ibas a preguntar, ¿No? Para eso me trajiste aquí"
Un silencio incómodo envolvió la habitación. Los siervos de Rias miraban tensos a Basara, mientras que Issei permaneció callado, demaciado nervioso para hablar.
Basara quería ser directo y dejarles claro que el no se uniría a ellos. No sólo por qué como exorcista hijo de Jin o hijo de Sapphire causaría un enorme revuelo político, sino que no tenía deseos de servir ante nadie.
Rias intento negociar.
"Reconcideralo. Hay muchas ventajas de volverte unirte a mi nobleza: Capacidades físicas mejoradas, protección sobre otras facciones, una esperanza de vida de miles de años—"
"No me interesa algo como el poder, no necesito la protección si planeo vivir como una persona normal, y por favor no. ¿Por que querría vivir tanto tiempo?"
No menciono que ya tenía todo eso a un nivel mucho mayor al que ofrecía.
"Mi familia es rica. Podría otorgarle grandes riquezas"
"Tentador, pero no"
Rias se estaba empezando a deseperar. Pensó en ofrecerle mujeres, pero se mordió la lengua antes de siquiera hablar.
Estaba completamente desesperada para conseguir que no la volvieran un simple trofeo sexual, ¿Y realmente considero someter a otra mujer a ese mismo destino? Se negó a hacerlo.
Basara miro impasible la expresión ensombrecida de la chica y fingió toser.
"¿Podemos retirarnos, señorita Gremory?"
"... Si"
Basara no dijo nada más. Tomo a Issei del hombro y se retiraron del lugar.
xXx
El resto del día había sido tranquilo. Las clases siguieron y el grupo salió para ir directo a el entrenamiento de Issei.
"Ah- Se me olvidó el cuaderno. Váyanse adelantando"
Basara camino por los solitarios pasillos de la academia Kuo hasta llegar a su salón. Intento abrir la puerta y noto que estaba cerrada.
"Diablos..."
"¿Se te perdió algo?"
Basara se volteo y encontró una hermosa mujer madura de largo cabello negro que caía hasta las caderas. Vestía un suéter verde, una bata blanca y una minifalda peligrosamente corta. Su cuerpo era sensual y voluptuoso de la cabeza hasta los pies. Usaba unos lentes que cubrían sus ojos.
Ojos verdes como los suyos.
Todo en ella gritaba sensualidad, y Basara tuvo que usar todas sus fuerzas para no soltar un jadeo.
"¿No crees que es muy tarde para estar aquí?"
"Se me olvidó un cuaderno. Tenia la esperanza de que aún estuviera abierto"
"¿No eres un poco olvidadizo? Normalmente debería decirte que te fueras y esperaras hasta mañana"
La mujer sonrió al decir "Normalmente".
"Pero haré una excepción"
La mujer sacó un juego de llaves de sus bolsillos y camino hasta la puerta, balanceando sus caderas y dándole a Basara una buena vista de su trasero.
'Mierda, ¿como puede alguien ser tan sexy?'
Grito internamente. La mujer le dio una risita, claramente notando sus miradas.
"¿Disfrutas de la vista?"
"L-lo siento..."
"No te preocupes, es normal en los jóvenes de tu edad. Me llamo Chisato Hasegawa. Soy la enfermera de la academia, no hace falta ser tan formal"
"Aun así—"
Chisato lo callo poniendo un dedo entre sus labios. La mujer se inclino y le dio una sonrisa, pero no una sensual o de poker, fue un sonrisa auténtica que irradiaba felicidad.
"Tienes unos hermosos"
"H-hasegawa Sensei..."
Basara trago saliva. La mujer estaba muy cercas de él, tanto que podía sentir sus grandes pechos presionados contra el.
Chisato extendio su otra mano y sujeto a Basara de la nuca, atrayendo su rostro al de ella mientras lo hacía girar 180 grados. Toujou no podía evitar sentir que su cuerpo ardía, y su nariz se lleno del perfume con olor a manzanilla de la mujer.
Se escucho un "Click" y Chisato lo libero de su abrazo. Se dio la vuelta y encontró que la puerta estaba abierta.
"Tengo que asistir a una reunión de profesores. Puedes pasar para recoger el cuaderno, solo asegúrate de cerrar la puerta al salir"
"G-gracias..."
Divertida por el nerviosismo de Basara, Chisato le guiño el ojo.
"No le digas a nadie que te di permiso, mantengamos esto en secreto, Basara"
Con eso dicho la mujer se marcho, dejando un solitario y exitado Basara para soltar un pesado y caliente suspiro.
"Eso fue peligroso..."
Le recordaba a Maria, pero con un aire de madurez y sensualidad más adulto y menos descarado. Recogió su cuaderno y cerró la puerta, dándose cuenta de algo.
"¿En que momento le di mi nombre?"
xXx
Rias estaba de mal humor.
Luego de ser rechazada por Toujou, se sentó en uno de los sillones para beber te. La chica miraba su taza de té con desánimo, lo que preocupo a su nobleza.
"Rias, vamos, no estés triste. ¿Que importa si ese chico no quizo unirse a tu nobleza? Hay cientos de mejores candidatos deseosos por unirse"
Rias suspiro, agradecía la preocupación de su amiga, pero no estaba de humor.
"No es solo eso Akeno, me estoy quedando sin tiempo. Mis padres me dijeron que adelantaron mi compromiso con Riser, y no sé qué hacer"
Akeno frunció el ceño, claramente disgustada por lo que escucho. Frotó la espalda de su amiga con compasión.
"Estoy segura de que se nos ocurrirá algo, solo no te angusties. Ese chico Hyoudou por ejemplo parece prometedor. Koneko dijo que sintió una densa capa de poder sobre el"
Rias se animo ligeramente. Ella también noto algo raro en Hyoudou, pero no tenía que ver con sus sentidos, eran sus instintos que le indicaban que aquel chico tenia potencial.
"Tal vez... Ya han pasado un par de horas desde que los chicos fueron a hacer sus contratos. ¿Crees que les valla bien?"
"Por supuesto. Kiba-kun es encantador, y hay muchas mujeres mayores que necesitan de sus servicios, aunque Koneko-chan siempre ha tenido problemas por su actitud
Akeno se cubrió la boca con la mano mientras reia como una señorita. Rias sonrió y se recargo en su asiento.
"Si, tal vez tengas razón. Intentaré relajarme esta noche. ¿Quieres jugar ajedrez?.
xXx
"Para tu entrenamiento, empezaremos con lo básico: Como utilizar tu Sacred Gear"
María dijo como una maestra enseñando a un alumno. Basara estaba a su lado. Habian decidido ir a enseñarle a Issei después de la escuela, teniendo a un emocionado Issei dispuesto a escuchar lo que sea.
Estaban en un bosque a las afueras de Kuo lejos de la vista publica vistiendo sus uniformes. Mio no quiso venir y acompañar a Issei por su enorme desagrado, por lo que se quedo en casa
"Issei-kun, muéstranos tu Boosted Gear"
Issei obedeció la petición de María y se concentro durante varios segundos hasta que el Boosted Gear se materializo. María le había enseñado a manifestarlo y desvanecerlo antes de que se marchara, y para su suerte el uso de un Sacred Gear era instintivo. Era como usar una extremidad que no sabias que tenias.
María examino con sus manos el Boosted Gear, y su reacción fue de éxtasis.
"Ohhh... Ahora puedo verlo claramente. Es increíblemente complejo. Puedo sentir los miles de circuitos mágicos extendiéndose por la estructura espiritual de tu Gear. Códigos cambiantes generados por un núcleo fusionado con el alma..."
Las sucubos e incubos tienen una naturaleza ligada a la lujuria, eso esta en su naturaleza, pero el placer y disfrute que sienten en cosas no ligadas al sexo es mucho mayor al de cualquier raza. María tiene muchos gustos y pasatiempos, pero uno de sus mayores placeres junto a servir como sirvienta del Clan Abaddon es la investigación sobre la magia
Para una mente inquieta y caótica como María, la magia abría un abanico infinito de posibilidades con las que experimentar.
Dicho esto, al inspeccionar el Sacred Gear de clase Longinus, una de las mayores obras maestras en Tecno-magia, María estaba sintiendo el equivalente a masturbarse
"Este... María-san... Estas babeándome enzima"
"¿Eh?¡Ah! ¡Claro!. Como decía, los Sacred Gear están unidos a las almas humanas, así que usarlo es tan facil como simplemente quererlo, ya que estos responden a los deseos de los portadores y hacen circular la magia de forma parecida a el poder demoniaco"
"¿Entonses solo tengo que desearlo?"
"¡Si! Pero tienes que hacerlo con todas tus fuerzas"
"¡Entendido!"
Issei alzo su mano y se concentro, deseando que el aparato mágico funcionara.
¡Boost!
Sintió como su cuerpo era inundado de poder, fortaleciendo sus músculos y llenándolo de una sensación exitante.
"¡Funciono!"
"Ahora intenta impulsarte lo máximo que puedas. Necesitas saber cuál es tu límite y cuánto puedes fortalecerte sin dañar tu cuerpo"
Basara dijo, a lo que Issei asintió nervioso. Pasaron exactamente 10 segundos y se escucho un segundo "Boost". En total pudo realizar 4 aumentos.
"Hasta ahí. Si te sobre esfuerzas te lastimaras"
Issei asintió, sintiendo como el sudor corría por su frente. A continuación continuaron probaron los límites de su fuerza haciéndolo golpear árboles. Para su sorpresa, logró abollar la madera de los troncos.
Lo hicieron correr, moverse y en general ejercitarse. No le estaban enseñado a pelear todavía, le estaban enseñado a "No romperse los huesos por un mal movimiento" en palabras de María.
El resto de la tarde fue agotadora, pues sus impulsos no tardaron en desvanecerse, dejándolo en el suelo agotado, pero aún así obligado a entrenar. Fue solo cuando se hizo de noche que la tortura paro.
"Seguiremos mañana. Ten, esté es mi número. Llamame si necesitas ayuda"
Le dijo Basara mientras el y María se iban en bicicleta.
Issei camino cansadamente las oscuras calles de Kuo. Pensó en todo lo que había aprendido en tan poco tiempo.
Su ex-novia era un ángel caído, el tenía un arma legendaria, la magia existe, Dios existe.
Dios... Ese era un tema que no había pensado mucho. Si bien era creyente, no era devoto, y creía en seguir las enseñanzas a su modo.
Pensó sobre que pensaría el todopoderoso de el, y termino por recordar a la monja de esa mañana.
La chica era un pan de dios. Amable, bondadosa y humilde. Le dio la impresión de ser algo ingenua, pero eso solo exaltaba sus virtudes al mostrar tanta puresa. Parecía un auténtico Ángel.
'Pero... ¿Y si en verdad solo fingía?'
No pudo quitarse de la cabeza las palabras de Naruse. Hace tan solo unos días las hubiera descartado o no les hubiera dado importancia, pero después de que Yuma lo apuñalara no podía estar seguro.
Se llevo una mano al vientre mientras el dolor fantasmal lo invadía.
¿Como podía confiar en que esa chica no fuera una asesina despiadada? No podía, no podía confiar en ella. No podía confiar en ninguna chica.
Por que si Yuma-chan, su querida amiga y amada novia intento matarlo... ¿En quien podía confiar?.
"¡Arrghhhh!"
Un grito desgarrador interrumpió sus pensamientos. Camino hasta el origen y llegó a una casa cerrada donde los gritos se hacían cada vez más estridentes y desesperados.
"¡AYUDA!"
Issei no lo pensó. Derribo la puerta de una patada y entró apresuradamente sin importarle las consecuencias.
Al entrar fue recibido por una visión estremecedora.
Sangre. En el suelo, en las paredes, incluso en sus mismos zapatos. Cuerpos cercenados y entrañas regadas por todo el lugar.
Issei no pudo resistir y vómito mientras caía de rodillas, asqueado y aterrado en partes iguales.
Como... ¿Quién podría haber hecho esto?.
"¿Issei-san...?"
Se estremeció. El miedo inundo su cuerpo y lo obligó a volver a vomitar.
Reconocia esa voz, pero no quería hacerlo. Deseaba que fuera una mentira, que fuera cualquier persona menos esa inocente niña, pero al final tuvo que aceptarlo. Alzo la mirada y sus temores se confirmaron.
El mismo atuendo conservador, el mismo largo cabello dorado, la misma voz, los mismos ojos verdes.
Inmediatamente se lleno de amargura, y débilmente susurro su nombre.
"Asia..."
