¡Saludos, queridos lectores!
Sé que del SasuKarin Month he dejado algunas historias atrás, pero esta es una de ellas. Sin embargo, hoy hay actualización y espero que les guste el capítulo de hoy, pues al fin veremos quién será la quinta persona que probará los condones XL por recomendación de Sasuke.
No haré más larga la introducción y los dejaré con el nuevo capítulo n.n
La última caja, Karin la había dejado en la sala, pero entró a su habitación para tomar un suéter y recoger su bolsa para guardar sus llaves, el celular y la cartera por si acaso. Sin embargo, cuando salió de su cuarto, vio que Sasuke se había ido a sentar a la sala y aunque tenía cerrados los ojos, se veía muy serio.
—Estoy lista —anunció la pelirroja recibiendo la mirada confundida del azabache.
—¿Qué haces?
—¿Qué haces tú? —preguntó muy confundida.
—Ven, dame la caja —pidió él cerrando los ojos de nuevo y disimulando un leve sonrojo que ella no pudo notar.
Confundida, Karin se acercó a él y le extendió el paquete, mientras él, sin mirarla, tomó la caja y la abrió.
—¡Oye! ¡Se supone que tengo que entregarla sellada!
—Yo la voy a usar —dijo sin mirarla y comenzó a sacar y mirar el contenido con interés.
—¿Tu? —preguntó Karin sonrojada, hasta que se le estrujó el corazón al pensar que él ya debería tener una pareja si iba a hacer uso del material.
—¿Dónde están los cuestionarios? —preguntó él en voz alta, pues encima de los productos sólo encontró un folleto que explicaba los tipos de condones que había e información sobre el lubricante.
—No lo sé. Supongo que están hasta abajo —respondió la pelirroja tratando de disimular su tristeza e incomodidad.
Sasuke sacó todo el contenido de la caja hasta que halló los cuestionarios y cuando identificó el que le correspondería a su pareja responder, se lo extendió a Karin que seguía de pie cerca de él.
—Empieza a leerlo.
—Se supone que lo respondan tú, después de usarlos.
—Estos son para la otra persona. ¿No? —Sasuke insistió— Hay que leerlos antes para saber en qué fijarnos.
Confundida, nerviosa y emocionada, Karin recibió los papeles.
—¿Eso significa lo que creo que significa? —preguntó tratando de no tartamudear.
—¿No dijiste en el bar que me ayudarías a probarlos si podía usarlos? —le recordó sonrojado con la mirada en los papeles— Si no quieres, entonces habrá que buscar a alguien más que le queden.
—¿Hablas en serio? —preguntó aún incrédula y sonrojada.
—Así no perderás la apuesta —él seguía sin mirarla y parecía concentrado en leer los cuestionarios.
Fue decepcionante oír que todo era por la apuesta, aún más decepcionante que él no dijera que sólo estaba cachondo, al menos eso último diría que ella le parecía sexy, pero hacerlo sólo por ayudarla en el trabajo se sentía un poco agridulce. De lo contrario, probablemente se habría lanzado a él.
—¿Por qué no me dijiste antes? Me habría puesto algo más lindo —ella reclamó buscando una excusa para tomarse un momento— Voy a cambiarme rápido y cuando vuelva, leeré todo esto…
—Así estás bien —la alcanzó a tomar de la muñeca.
—¿Estás seguro? Si no estás lo suficientemente…
—Sí. Así te ves linda —él respondió sin mirarla y la soltó.
Aquella respuesta la dejó muda y aunque ahora tenía muchas más preguntas que de lo ocurrido la noche anterior, sólo pudo retroceder, sentarse en el sillón y mirar los cuestionarios.
Sí, aún tenía ese sentimiento agridulce de lo primero que él le había dicho, pero tampoco es como que él ayudara a cualquiera en ese tipo de cosas. ¿Verdad? Aunque estaba segura que era la única amiga que tenía que trabajaba en un lugar donde se probaban productos sexuales.
Karin leyó los cuestionarios de forma distraída, tratando de decidir si eso era lo que quería y rechazar la situación antes de que siguiera avanzando, pero no pudo evitar ponerse nerviosa cuando oyó la voz seria de Sasuke.
—Estoy listo.
—Dame un momento —pidió la pelirroja tartamudeando y esta vez trató de prestarle atención al cuestionario, pero de varias preguntas que habían en el papel, sólo pudo entender una, aquella que decía "¿Considera que nuestro condón XL obstaculizó su placer?".
—No tienes que hacerlo si no quieres —comentó el azabache a modo de recordatorio. Él se veía muy tranquilo, serio, con los ojos cerrados y los brazos cruzados.
—Eres tú el que me preocupa con todo esto —respondió Karin nerviosa— No se siente como si quisieras hacerlo.
—No estaría aquí si no quisiera —contestó el azabache muy ofendido, lo que sonrojó aún más a la pelirroja.
—Demuéstralo —pidió ella que se sentía contrariada, porque estaba segura que en otro momento, si él hubiese llegado con la comida y le dijera que cogieran, ella se habría lanzado a él olvidándose completamente de la comida, pero en esa situación se sentía como si él se estuviese obligando a hacerlo y no le agradaba.
Sasuke parecía molesto, pero no dijo nada. Sin embargo, le quitó a Karin los papeles de las manos para meterlos con el resto de las cosas en la caja y hacerlas a un lado, se sentó a su lado tan cerca como pudo, la miró a los ojos y se inclinó hacia ella besando sus labios.
Karin siguió sus movimientos con la mirada y cuando finalmente sintió los labios de él tocar los suyos, se quedó pasmada, incrédula de que él realmente hubiese dado el primer paso para besarla, pero la forma tan dulce en que lo hacía, le desvaneció por completo las ideas que sólo pudo responder el gesto con la misma ternura que él.
—¿Es suficiente? —preguntó él cuando el beso llegó a su fin, pero Sasuke había desviado la mirada para ocultar su sonrojo.
—Eso depende —respondió la pelirroja igual de colorada, pero en el momento en que dijo aquello se arrepintió, pues Sasuke había dicho que ese asunto era para ayudarla con la apuesta, no para algo romántico y la objeción de Karin tenía que ver con preguntarle sobre ese tema.
—¿De qué? —cuestionó el azabache cuando ella no dijo nada más, y la duda lo hizo mirarla de nuevo.
—¿Esto es sexo casual?
—No.
—¿Se va a repetir?
—Son cuatro tipos de condón —respondió arreglándose la voz.
—¿Quieres bebés?
—Vamos a probar preservativos.
—Sí, pero son de prueba. Si no están bien hechos, hay una probabilidad más alta que los comercializados de que fallen. ¿No leíste las advertencias en los cuestionarios? —señaló la pelirroja— No estoy tomando ni usando anticonceptivos y la pastilla del día siguiente tiene un diez por ciento de probabilidad de fallar. Si quedo embarazada, no quiero verte huir…
—¿Quieres que me comprometa a casarme contigo si quedas embarazada? —preguntó Sasuke extrañado, porque no le parecía una petición propia de la pelirroja.
—No, no quiero un matrimonio de esa forma, pero tampoco quiero verme sola en esa situación —respondió angustiada, pues lo que debería ser sólo un acostón, ella lo estaba complicando.
—No sería capaz de deslindarme de mi responsabilidad —contestó Sasuke ofendido de que ella pensara así de él. Se levantó del sillón y miró a la fémina— Ya que no estás convencida, será mejor que busques a alguien más.
—¡No! ¡Espera! Sólo una última pregunta —Karin se levantó detrás de él— Es que entiéndeme. Si esto no es una relación, debemos tener las cosas claras de lo que vamos a hacer y las posibles consecuencias —él se volvió a ella— ¿Esto terminará cuando acabe la apuesta?
Había que decir que Sasuke estaba algo irritado por todas las excusas y preguntas de Karin. Se suponía que sólo era sexo, pero ella tenía razón. Involucrarse físicamente podría traer varios problemas si no dejaban las cosas claras antes de que ocurrieran y para ser honesto, comenzaba a arrepentirse de su ofrecimiento bajo esas circunstancias.
Él la miró detenidamente unos instantes antes de contestar.
—Sería mejor si no…
Sasuke no pudo terminar de hablar porque su celular comenzó a sonar y por el tono asignado, sabía que se trataba de su hermano, y de no ser que debía estar en buenos términos con él para recibir los cuestionarios resueltos, ni siquiera le hubiese contestado.
—Lamento por llamar a esta hora, pero sólo quería avisarte que invité a nuestros padres a la cena. ¿Tienes algún inconveniente? —habló Itachi al no recibir ni un saludo por parte de su hermano menor.
—¿Para qué me preguntas si de todas formas ya lo hiciste? —preguntó Sasuke irritado.
—Pensé que te gustaría que nuestros padres conocieran a tu amiga. A ellos les encantaría conocerla.
—Sabes lo que pensarán y lo que harán, así que será mejor que vaya yo solo a recoger los cuestionarios —respondió verdaderamente molesto por el intento de su hermano por hacer parecer que aquella cena, sería un evento casual y no un medio para que sus padres intentaran convencerlo de volver.
—Tu amiga es la que trabaja para Mantis, no tú, así que debería ser ella quien los reciba directamente de mí. ¿No?
—¿Me estás amenazando?
—Ya que te desapareciste por varios años con apenas unas pocas visitas sin responder nuestras llamadas o mensajes, esta es la única forma que tenemos para verte y saber que estás bien —respondió Itachi— Madre es la que más ganas tiene de verte y si bien te doy la razón en creer en lo que pensarán y lo que harán nuestros padres, ellos prometieron mantener la cena civilizada.
—Les será más sencillo mantenerla así si ella no va.
—En serio, Sasuke. Estoy de tu lado y sé que quien sea que elijas debe ser una persona que valga la pena, así que deberías dejar que la conozcamos para que nuestros padres puedan verlo.
—Lo estás malinterpretando todo.
—También es importante conocer a la gente con la que te rodeas, así que eso también aplica para tu amiga —respondió el mayor, pero el menor sabía que su hermano le estaba dando por su lado— Por favor, trae a tu amiga. Si nuestros padres se salen de la cordialidad, los ayudaré a irse sin inconvenientes.
—No vamos a la cena a socializar, sólo a recoger los asuntos de trabajo —reiteró Sasuke preparándose para colgar, pero la voz del otro lado de la línea lo detuvo.
—Voy a ser sincero contigo, Sasuke. Yo realmente no invité a nuestros padres a la cena, ellos se enteraron por sus propias fuentes. Si no vienes a la cena con tu amiga, es probable que padre haga algo para obligarlos a venir y creo que sabes que es capaz de comprar Mantis para conseguirlo.
—No es el tipo de imagen que quiere dar al mundo —señaló Sasuke, pues los Uchiha eran una familia tradicionalista y conservadora, así que dudaba que su padre quisiera adquirir una empresa de productos sexuales.
—No, pero no dudará en pedir algunos favores para poder atraerte.
—En seis años no ha hecho nada para presionarme a volver. ¿Por qué lo haría ahora?
—Estoy muy seguro de que sabes por qué.
—No…
—Intento advertirte y hacer más sencillas las cosas, así que puedes creerme y venir con tu amiga a tratar de mantener una charla civilizada, o puedes decirle a tu amiga que busque rápidamente otro trabajo antes de que padre use su poder e influencias para presionarla a ella para presionarte a ti a volver —Itachi lo interrumpió con un tono firme.
—¡No tiene derecho!
—No, no lo tiene, pero puede hacerlo si quiere. Así mismo, tú decides lo que quieres hacer —respondió Itachi— Te reitero que si vas con ella, intercederé por ustedes, pero sólo si asisten a la cena del sábado.
—Bien —respondió el azabache descontento y enseguida de ello colgó.
—¿Está todo bien? —preguntó Karin, aún cuando la respuesta era obvia, pero la situación parecía tan delicada, que no se atrevió a preguntarle directamente qué había pasado aún si le preocupaban los cuestionarios.
Sasuke no contestó enseguida. De hecho, estaba muy enojado e intentaba tranquilizarse antes de poder decir o hacerlo, y sólo hasta que pasaron unos minutos, fue que pudo hablar.
—Tengo que irme —se levantó del sillón de repente caminando hacia la salida.
—Oye, pero…
Karin se había levantado detrás de él para seguirlo y preguntarle sobre lo que estaban haciendo antes de que entrara esa llamada, pero al recordar lo que estaban haciendo, ella se detuvo sonrojada y no pudo decir nada.
Por supuesto, esa reacción llamó la atención del azabache y al voltear hacia la pelirroja, también notó la caja abierta con los productos que se habían quedado en el mueble junto al sillón.
—Mañana seguiremos con esto —le aseguró para regresar sus pasos hacia la salida.
—Te recuerdo que mañana es lunes. ¿Estás seguro? —preguntó la pelirroja confundida, pues si cogían el lunes después del trabajo, se arriesgaban a desvelarse y no poder levantarse el martes a trabajar— Recuerda que son cuatro condones diferentes.
—Ya administraremos el tiempo —respondió el varón y abrió la puerta, pero de nuevo regresó la vista a la pelirroja, la miró de arriba a abajo y justo cuando iba a decir algo, se retractó— Te recojo en el trabajo mañana.
Uchiha se fue y Karin supo de inmediato que eso último no era lo que él iba a decirle, lo que acrecentaba aún más su curiosidad por saber qué era lo que realmente iba a decirle.
La miró de pies a cabeza, así que quizá iba a decirle algo de su ropa o su aspecto o tal vez sólo estaba echando un vistazo para saber si realmente iba a hacer eso con ella.
—¡Maldito Sasuke! ¡¿Cómo carajos se supone que debo tomarme esta propuesta?! —exclamó la pelirroja frustrada. Es decir, Sasuke no era el tipo de hombre que se acostara con cualquiera… al menos no que ella supiera.
A decir verdad, ni siquiera sabía si se había acostado con alguien anteriormente, porque de haberlo hecho, entonces fue muy discreto. Al mismo tiempo, él tampoco habló de romance, así que si él no se acostaba con cualquiera y tampoco le habló de amor, entonces ¿por qué quería probar los condones con ella?
La única respuesta que ella tenía a eso, era que él quería que ella ganara los bonos y la apuesta para poner el dinero en su futura empresa, algo que la desanimaba muchísimo porque al estar enamorada de él, le parecía una pésima idea tener sexo sólo por esa estúpida apuesta.
Por otro lado, él no había dado señales anteriormente de tener un interés romántico en ella, así que esa podría ser su única oportunidad de tener un acercamiento íntimo con él. Eso sí, estaba segura que de hacerlo, sólo sería eso: un acostón y nada más y siendo así, ella debería decidir si quería seguir adelante con eso, pues el sexo siempre cambiaba todo y se arriesgaba a meterse en problemas con él.
—Se supone que soy yo la que lo deseaba y estaba ansiosa, pero él se comporta como si nada —replicó enfadada y mejor volvió al comedor para terminarse la cena que, por cierto, ahora entendía el por qué él le había sugerido no comer demasiado, pero ya que no harían nada, ella se comería todo, tomaría un baño y se iría a la cama.
¿Sasuke se retractará de la propuesta? ¿Karin preferirá negarse a probar los condones porque no es lo que deseaba? ¿Itachi realmente quiere ayudar a Sasuke o intenta ponerle una trampa? ¿Por qué Sasuke se alejó de sus padres? ¿Habrá algún problema en la cena? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer el capítulo?
Me encantará leer sus teorías y dudas en los comentarios n.n
Espero que esta historia siga siendo de su agrado, y que no les haya frustrado demasiado que no haya pasado nada en esta ocasión. Sin embargo, al ser esta historia una adaptación de un hentai, deben saber que sin duda, habrá lemon.
Sin más por el momento, me despido y la próxima semana, seguiremos con algunas otras actualizaciones de las historias publicadas durante el SasuKarin Month 2023.
¡Hasta la próxima actualización!
