¡Saludos, queridos lectores!
Aún cuando hice un lista de orden de las historias, algunas historias me son más sencillas de terminar que otras (mucho tiene que ver con la extensión de los capítulos, pero también la inspiración influye), aún así, procuraré respetar el orden. Si por algún motivo no puedo lograrlo, me saltaré a la historia que sí tengo capítulo como este ha sido el caso.
Hoy habría tocado actualización de Dimensión espejo (que no pude actualizar la semana pasada) o Difícil relación (que correspondía a hoy), pero como no he podido terminar los capítulos, hoy tengo actualización de esta historia. A pesar de todo, no quiere decir que no haya actualizado las últimas dos semanas, pues Inexperiencia y Placeres compartidos tuvieron su correspondiente actualización.
Por ahora me saltaré Dimensión espejo y Difícil relación hasta actualizar los demás, y espero no tener que saltarme más capítulos.
Esta semana en particular, estuve muy ocupada, y de hecho, casi no pude escribir, sin embargo, este capítulo ya lo tenía listo y aprovechando que puedo actualizar temprano, lo haré para aprovechar un poco el resto del día para seguir escribiendo.
Sin hacer más extensa la introducción, los dejo con el capítulo de hoy, el cuál, estoy segura que muchos ya estaban esperando.
Aquella noche, Karin apenas pudo dormir, pues no dejaba de darle vueltas al asunto. De hecho, se la pasó la mayor parte del día muy distraída con lo ocurrido la noche anterior que, aunque escuchó el comunicado y les enviaron correo, no retuvo la nueva información sobre que se aumentaría la cantidad del bono a quienes consiguieran voluntarios de medida XL porque no conseguían el mínimo de personas para los casos de prueba.
Karin tampoco prestó mucha atención al hecho de que en la oficina, algunas personas le hicieron burla porque la vieron buscando voluntarios en la sexshop. Esto fue benéfico para ella, porque al importarle poco aquellas burlas, los hombres que le hacían burla, se aburrieron rápido de no recibir respuesta.
Finalmente, al llegar la hora de la salida, ella recibió un mensaje de Sasuke avisándole que estaría afuera de su trabajo en diez minutos y cuando él llegó y ella se subió al coche, la pelirroja no pudo evitar hacer una pregunta importante.
—¿Qué pasará entre tu y yo después de que probemos los condones?
—No…
—Ni se te vaya a ocurrir decir que no piense de más. No estás siendo claro y eso va a hacerme pensar de más —Karin lo interrumpió— Sólo dejemos las cosas claras antes de seguir con esto o alguien podría salir lastimado. Si no, mejor no hagamos nada.
Karin miraba a Sasuke fijamente y él sólo miraba al frente hasta que finalmente respondió.
—No tiene que pasar nada.
El lugar quedó en silencio.
—¿Sólo vas a hacer esto para que gane el dinero de la apuesta? —preguntó Karin después de un rato— Si lo que quieres es que guarde ese dinero para nuestro proyecto, sólo dilo.
Sasuke cerró los ojos, inhaló lento, pero profundo y mirando a la pelirroja de soslayo, le respondió.
—No me interesa lo que hagas con la ganancia. Es tuya después de todo. Sólo intento ayudarte —respondió Sasuke— Tratémoslo como si fuera un asunto de trabajo y no dejemos que esto haga un cambio entre nosotros.
—¿Un asunto de trabajo? —preguntó Karin indignada, porque aquellas palabras se sentían como si insinuara cierto tipo de trabajo.
—Lo que quise decir, es que tú sabes separar el trabajo de lo emocional. Eso es lo que quiero —respondió él y quedó callado esperando la respuesta de la pelirroja.
Sí, ya intuía que Sasuke no querría involucrar sentimientos en todo eso, pero necesitaba oírlo de él para poder tomar una decisión. Es decir, si dejaba aunque fuera una mínima duda, su mente no la dejaría en paz, fuera la decisión que tomara.
Ahora que sabía que él sólo estaba ahí para probar los condones, quizá sólo como una excusa para tener sexo gratis sin compromisos, la decisión que ella tomara y lo que pudiera sentir, sería asunto de ella, pues él no le estaba dando ninguna ilusión falsa.
—Vamos a cenar algo primero —ella dijo sin poder mirarlo directamente, pues aunque le dolía la falta de afecto en lo que iba a pasar, quería quitarse esa curiosidad, por llamarla de alguna manera, para poder pasar página.
Sasuke le echó una mirada al oír la respuesta, pero ella no lo volteó a ver, así que arrancó el carro y en silencio se dirigieron al primer lugar de comida que encontraron.
Durante la cena, tampoco cruzaron palabra alguna y la ida al departamento de la pelirroja, con todo y subir el elevador, continuó en silencio. Ni siquiera podían mirarse el uno al otro.
Estar dentro del departamento no fue diferente y ambos sabían que debían, al menos, acercarse para hacer el trabajo o todo aquello sería en vano.
—¿Dónde está la caja? —Sasuke fue el primero en romper el silencio.
—En mi habitación —respondió la pelirroja comenzando a caminar al lugar, y aunque no hizo ninguna señal o gesto que invitara al azabache a seguirla, él así lo hizo con una pequeña maleta en la mano.
—¿Recuerdas lo que hay que evaluar? —preguntó él mientras dejaba la maleta en un rincón donde no estorbara.
—¿Y tú?
Ambos lo recordaban, incluso Karin porque había leído los cuestionarios antes de irse a trabajar, pero a pesar de ello, ambos se dieron tiempo para sentarse en la cama y volverlos a leer porque no sabían cómo iniciar con aquella situación.
—Empecemos con los regulares —Sasuke sugirió mientras guardaba los papeles de los cuestionarios, incluídos los que Karin tenía en la caja, y sacó uno de los condones.
—De acuerdo —ella contestó nerviosa, pero quiso verse segura y empezó quitándose los anteojos, pues era molesto que durante los besos, se empañaran.
Inmediatamente, Karin se levantó a apagar la luz y encender la lámpara de su mesita de noche, para luego volver a sentarse a un lado de él.
El siguiente paso de Sasuke, fue tomarla por la cintura, halarla hacia él y acercar su rostro al de ella.
Ambos dudaron en juntar sus labios, pero sentir el aliento del otro tan cerca, era como sentir un imán que los atraía a juntarse, y cuando finalmente se rozaron, el celular de Sasuke comenzó a sonar.
—Espero que no estés haciendo algo importante, pero esto no puede esperar —era Itachi y si Sasuke había contestado, fue porque el sonido del teléfono lo sacó de ese especie de trance del que se sentía avergonzado.
—¿De qué estás hablando? —preguntó Sasuke irritado por la interrupción. En parte se arrepentía de haber contestado.
—Padre ha conseguido tu dirección y va para allá, pero no va solo. Aún tienes tiempo para salir de allí y quedarte en casa de un amigo… o de tu amiga.
—¿Crees que voy a caer en esa trampa tan obvia? —Sasuke resopló enfadado a punto de colgar.
—Hablo enserio. Padre va para allá y va acompañado de Mio. Creo que no tengo que explicarte lo que puede pasar, especialmente si tu amiga está contigo.
—¿Ves lo que provocan tus grandes planes? —reclamó Sasuke irritado.
—Te recuerdo que yo no les informé nada. Padre y madre se han mantenido al pendiente de ti cada vez que te acercas a la familia —señaló Itachi— Si alguno de sus trabajadores te vio llegar esa noche a mi casa, quizá te siguió cuando te fuiste para descubrir tu dirección.
—Maldita sea…
—Busca dónde pasar unos días y si puedes pedir unos días en el trabajo, será lo mejor para esconderte —sugirió Itachi— Yo me encargaré de distraerlo, pero como desconozco ciertos datos, me será difícil conseguirlo del todo.
—No voy a darte ningún dato mío.
—Lo sé, puedo ayudarte, y lo digo principalmente por Mio. Ahora que ella tiene una pista sobre ti, no creo que lo deje ir.
—Ya encontraré la forma de perderla.
—Como quieras, pero llámame si cambias de opinión.
Sasuke colgó. Estaba bastante enfadado y pensativo, si había algo que lo irritaba más que la idea de su padre buscándolo, era el que esa chica, Ki Mio, lo hiciera, porque al menos su padre, si no lo encontraba de inmediato, volvía a sus asuntos convencido de que un día él volvería suplicando, pero Mio… ella era una niña mimada que no permitía un no en su mundo.
Karin, que sólo había oído lo dicho por él sin tener ningún tipo de contexto, no sabía qué decir, pero entendía que él no le diría nada si se trataba de su familia.
—¿Quieres hablar? —fue lo único que a ella se le ocurrió preguntar, pues si él seguía negándose, no insistiría, pero al menos le mostraría interés y apoyo.
—¿Puedo quedarme aquí unos días?
—Sí, está bien —respondió Karin confundida, pues no esperaba esa petición. Sin embargo, sabía que Sasuke no le pediría dicho favor, si no lo necesitara de verdad.
—Sigamos.
Karin levantó una ceja dudosa, pues él no parecía estar en el estado emocional para seguir con lo que estaban haciendo, pero lo conocía lo suficiente para darse cuenta que no querría admitirlo.
—¿Sabes? Creo que voy a ponerme algo más cómodo —ella se levantó de la cama dispuesta a meterse al baño y darle un tiempo al varón para tranquilizarse, quizá, para que él mismo se diera cuenta de que no era el momento— Y quizá algo más sexy para que esto fluya más fácilmente porque…
Sasuke la tomó de la muñeca y la haló hacia él, de modo que la sentó sobre sus piernas y la besó sin darle tiempo de reaccionar.
La joven tardó algunos segundos en darse cuenta que al poco de besarla, él pasó a acariciar su cintura, y poco después la pegó aún más a su cuerpo mientras el beso se hacía más intenso.
Aquellas acciones se sentían más fogosas y animadas que la noche anterior en que la besó. Eso sí, el primer beso tampoco podría decirse que fuera indiferente o forzado, sino más bien se había sentido tierno.
Si Sasuke sólo estaba ahí para ayudarla con la apuesta, ¿por qué su beso había sido dulce la noche anterior, y ahora era tan fogoso? ¿Por qué él había decidido ayudarla si no esperaba un beneficio de ello?
Por supuesto, tener relaciones ya da un beneficio si se hace bien, pues él placer siempre era bienvenido, pero sin un poco de deseo previo, era difícil conseguirlo.
¿Acaso…?
Karin sintió las manos del azabache bajar a su trasero y mientras una se quedó allí para apretarle un glúteo, la otra le acariciaba las piernas. Esto la sacó de sus pensamientos porque no fue sino hasta ese momento, que se dio cuenta que verdaderamente estaba en los brazos de Sasuke a punto de tener sexo.
Ella ya había abrazado por el cuello al joven desde que comenzó a corresponderle el beso, pero al sentir las manos del varón juguetear en su cuerpo, ella se apresuró a quitarle la camisa y volvió a besarlo con más energía. Sin embargo, cuando ella quiso acomodarse de otra forma, él no se lo permitió.
—Aún no —le dijo, pero no la soltó y la siguió besando.
—Pero…
—Confía en mí —respondió entre besos y con caricias, pasó una de sus manos entre las piernas de ella por debajo de la falda.
La fémina suspiró por las caricias de los dedos por sobre la ropa interior que él le hacía.
—Sasuke…
Rompiendo las pantimedias, el aludido se abrió paso hasta la abertura en la entrepierna, y frotando suavemente los pliegues de piel, la hizo hizo gemir y suspirar mientras la besaba, hasta que finalmente Karin llegó al climax.
—Acuéstate —pidió el varón con la respiración pesada y ella se levantó de sus piernas.
—Primero voy a…
Karin iba a abrir el botón de su falda para quitársela, pero Sasuke la detuvo.
—Quédate así —le dijo con voz ronca mientras le alejaba la mano del botón, la tomó por la cintura mientras la llevaba a la cama para tirarla ahí y al mismo tiempo, acariciaba con la punta de su nariz que pasaba de un lado a otro, el cuello de la joven.
Cuando Karin quedó acostada sobre la cama, vio a Sasuke quitarse el pantalón, y aunque desde antes ella podía notar que algo sobresalía de la ropa, se veía aún más evidente cuando sólo llevaba la trusa.
Justo en ese momento, fue que la pelirroja se dio cuenta que en efecto, Sasuke podía usar la medida del producto de su trabajo, y aunque ya estaba mentalizada en ello, no pudo esconder su sorpresa cuando él quedó desnudo frente a ella, pues era la primera vez que veía a alguien de esa medida.
—Debiste decirme antes que podías usar esos condones —comentó Karin tratando de ocultar sus nervios, pues ahora se preguntaba si "eso" le iba a caber.
No recibió respuesta por parte del varón que no la miró, pero se acercó a ella, lo que la puso más nerviosa.
La pelirroja quiso decir algo para cubrir sus nervios de nuevo, más la voz no le salió cuando él metió la mano por debajo de su trasero, pero enseguida se dió cuenta que él estaba tomando el condón que se había quedado en la cama debajo de ella.
—Debemos prestar atención para responder los cuestionarios —comentó Sasuke mientras se ponía el condón— Sí es más grande que los de tamaño estándar —cuando terminó de acomodárselo, hizo algunas manipulaciones con su miembro mientras se miraba seriamente— Me aprieta, pero no me lastima. En general es cómodo.
Karin quedó sorprendida de que Sasuke, aún si estaba excitado, y eso lo sabía por lo hinchado de su miembro, podía ser tan serio y tener la mente tan centrada como para recordar a lo que tenía que prestar atención.
—Sasuke…
El varón colocó sus manos en las piernas de la pelirroja, subió por ellas hasta el límite de la falda y al mismo tiempo que acariciaba su piel, le levantaba la prenda hasta la cintura.
—Vamos a tratar de hacerlo así primero. Si te incomoda, lo intentaremos con el lubricante —decía con voz pesada, mientras se acomodaba encima de ella, pero sólo recargó su miembro entre las piernas de ella— No dudes en decirme si algo no te gusta o si te duele cuando entre o me mueva. Me detendré.
—No es mi primera vez. ¿Sabes? —replicó Karin aún nerviosa, pero quería sonar segura. Además, se sentía más excitada al sentir la dureza del miembro sobre su cuerpo y lo abrazó por el cuello— No me trates como a una niña que…
—No haría esto contigo si pensara que lo eres —Sasuke la interrumpió y antes de que ella dijera algo, el azabache la besó para evitarle el habla.
Sasuke se frotaba en el cuerpo de la fémina mientras la besaba con ansia, y al poco de iniciarlo, pasó una mano por el abdomen de la joven y acariciándola, llegó a sus senos, más no se detuvo allí, pues con premura, tiró de la blusa y los botones para abrirla.
Cuando la blusa tuvo apenas unos botones abiertos, él metió la mano incluso bajo el sostén de la joven sacándole algunos gemidos y jadeos que quedaban ahogados en los besos, pues él pellizcaba y masajeaba uno de sus pezones.
Al principio, Karin se dejó llevar por Sasuke porque aún estaba sorprendida de que ello estuviese pasando, pero cuando él bajó su boca por su cuello, succionó y mordió su piel suavemente, fue para ella la señal de que todo eso era verdad, y aunque le causó curiosidad y desconcierto saber que él prefería saber que ella no era una principiante, decidió dejarlo para después y disfrutar de aquella oportunidad.
—No eres el único que puede tomar la batuta —comentó la pelirroja queriendo empujarlo y quedar sobre el varón, pero él reaccionó lo suficientemente rápido como para evitar que consiguiera su cometido sin mucha dificultad.
—Vamos a tener otras oportunidades —le susurró con voz ronca al oído, metió la mano en el muslo derecho interno de su pareja y después de unas caricias, acomodó su miembro en la entrada mientras hacía a un lado la prenda interior.
—De acuerdo, voy a dejarte dirigir en esta ocasión, pero tienes que aprender que no puedes mandar en todo —comentó Karin sintiendo cómo sus piernas temblaban cuando se las abría mientras él le repartía besos en el cuello.
—Voy a entrar —gruñó el joven y apenas recibió la afirmativa de la fémina, dió el primer empujón dentro.
¿Quién es Ki Mio? ¿Por qué Sasuke no quiere encontrarse con esa persona? ¿Por qué Sasuke besó a Karin la primera vez de forma tierna y ahora de forma fogosa? ¿Sasuke tendrá problemas para entrar en Karin debido a su tamaño? ¿Habrán otros problemas físicos entre ellos? ¿Quizá emocionales? ¿Será que no moriré en sus manos por dejarlos colgados en la mejor parte?
Me encantará leer sus teorías y preguntas surgidas de este capítulo en los comentarios n.n
De verdad, lamento mucho dejarlos colgados en la mejor parte, pero les tengo un trato para no ser asesinada por mis lectores. Ya que estoy actualizando temprano en sábado, si hay varios votos y comentarios sábado y domingo, dedicaré la semana a terminar el siguiente capítulo de esta historia para que puedan leer la continuación la próxima semana. Si no se consigue, la próxima historia a actualizar quedará un poco a la expectativa, pues las próximas historias son de capítulos largos y no sé si pueda terminarlos.
Aún si esta historia no tiene suficientes votos y comentarios, y no acabo alguna de las historias de capítulos largos, habrá actualización de Inexperiencia la próxima semana.
Sin más por el momento, me despido.
¡Hasta la próxima actualización!
