¡Hola a todos! Vuelvo con un nuevo capítulo. Lamento la demora, pero estamos a fin de año, y se van juntado las tareas, por lo que me cuesta escribir y luego releer lo que escribo para corregir lo que no me gusta. Especialmente con este capítulo, que originalmente me quedo muy largo, por lo que decidí cortarlo en dos, pero no estaba segura, pero como se darán cuenta, lo dejé cortado. De esta forma pudo darles el resto la semana que viene.

Espero que les guste el capítulo, nos vemos abajo.

¡Besos!


Capitulo Cinco: Sorpresa. Primera Parte

Habían pasado como tres semanas de la conversación curiosa que tuvieron Katniss y Madge en la cafetería del colegio. Dentro de esas semanas había transcurrido el cumpleaños de Gale, fue un día bastante bonito para todos, aunque no hicieron una celebración muy grande, si tuvieron la oportunidad de unir las dos familias para tener una bella velada, en la que los más grandes se juntaron a hablar de diversas cosas mientras los más pequeños jugaban por la casa de los Hawthorne. Fue también una buena celebración para ir despidiendo el invierno, porque si bien todavía faltaba como un mes para el comienzo de la primavera, la temperatura del Distrito ya no era tan baja, y se sentía que era el comienzo del fin del invierno. Katniss logro encontrarle un lindo regalo a Gale, era una pulsera de cuero marrón oscuro, el cual tenía tallado las astas de un ciervo, le pareció oportuno ya que le recordó el incidente que tuvieron a causa de un ciervo, y como fue este el que los obligo a confesarse al principio de su relación. La pulsera la encontró en una tienda del Quemador, tuvo que regatear mucho para conseguirla, sobre todo siendo un trabajo tan delicado y de un material de buna calidad, la joya le había pertenecido a otro cazado que había vivido en el Distrito hace mucho tiempo, por lo que le había contado el vendedor, dicho cazador era relacionado con el ciervo, aunque no supo explicar el porqué de la relación. Lo que importaba era que Katniss consiguió la joya al final, y estaba orgullosa de su hallazgo, ya que la pulsera era muy varonil y le quedaba muy bien a Gale, y podía usarla todo el tiempo sin que interfiera en sus actividades.

Pero para cuando termino la emoción del cumpleaños, ya habían pasado semanas desde esa charla en la cafetería, Madge no volvió a mencionar más el tema, aunque siempre la miraba con curiosidad, queriendo saber si ese sería el día en que iría a la práctica de lucha libre. Katniss tuvo que pensárselo mucho antes de decidirse a ir una práctica, casi se obligó a ir, sabiendo que, si no lo hacía, era muy probable que no se animara nunca más a hablar con Peeta Mellark. Tomo la decisión de ir un día en el que Gale saldría más tarde del colegio, al tener la fecha de graduación tan cerca, los chicos de ultimo año tenían muchas salidas a las minas y más capacitaciones de trabajo al respecto, con la intención de que terminaran de prepararse para el empleo que muchos tendrán después de que terminaran con la escuela, esto hacía que salieran más tarde, por lo que Gale ya no podía acompañar a Katniss tan seguido como lo hacía regularmente. También eligió un día en el que su hermana volvía con Rory y sus amigos a casa, un acuerdo en el que habían llegado a principios de año a insistencia de Prim, quien no quería que su hermana mayor le llevara y trajera todo el tiempo, porque supuestamente era lo "suficientemente grande" como para tener más libertad, Katniss solo asedio cuando la hizo prometer que estaría con Rory en todo momento y que solo sería el camino desde el colegio hasta la casa, sin desviarse en ningún momento.

Como era de esperarse, ese día se encontraba sola en la puerta de la entrada del colegio después de que todos se dispersaran a sus actividades. Se tuvo que dar muchos ánimos para dirigirse al lugar en donde se reunían los chicos, pero una vez que llego al pequeño gimnasio que estaba rodeado de gradas, en donde, además de ver a los chicos iniciando sus calentamientos, había un grupo bastante grande de chicas, las cuales se encontraban sentadas en las gradas, todas mirando a algunos de los chicos en particular, desviando la mirada solamente cuando se giraban para murmurarse entre ellas. Era como Madge le había dicho. Y hablando de Madge, esta se encontraba sentada en las gradas, pero más apartada de las otras chicas, un poco en las sombras, parecía que estaba escondida, como si no quisiera que la notaran, su mirada seguía fijamente en los jóvenes entrenando, pero a diferencia del resto de las chicas, no parecía tan entusiasmada, se veía un poco desilusionada. Katniss creyó que estaba a punto de levantarse e irse, si no fuera que antes levanto la vista para encontrase con su mirada, e inmediatamente se alegró y le dio un pequeño saludo antes de animarla a que se sentara con ella.

Katniss asedio a ir con ella al no encontrar otro lugar a donde ir, y supuso que no hacía daño estar con su amiga. Una vez que se sentó con ella, Madge la saludo.

_ Así que te decidiste a venir por fin. _ Madge tenía la costumbre de nunca saludar simplemente con un "Hola" o con un "¿Cómo estás?", era de las que iban directamente al grano.

_ Solo vine porque no tenía nada más que hacer y no están ni Prim ni Gale para ir a casa, no te entusiasme mucho.

_ ¿Gale no está? _ pregunto con curiosidad.

_ Sí, está en esas clases especiales para las minas, ya sabes.

_ Cierto. Esas clases. _ dijo pensativa, como si estuviera pensando en otras cosas, pero rápidamente cambio su expresión. _ ¿Vas a tratar de hablar con él? _ pregunto mientras hacía un gesto discreto con el rostro para señalar a Peeta.

El susodicho se encontraba de espala a ella terminando su calentamiento de piernas mientras su atención estaba con las intrusiones que estaba dando el entrenador. Vestía una remera blanca y pantalones cortos hasta un poco por encima de las rodillas de color celeste con franja a los costados negras, ambas prendas estaban bastantes apretadas, dejando muy poco a la imaginación (lo que explicaba porque hacia tantas chicas dando vueltas por el gimnasio), y se notaban muy desgastadas por el uso continuo. Katniss no pudo evitar notar con más detalles los músculos y el físico que no se notaba con la ropa que usaba normalmente, dándose cuenta que los vellos de sus brazos y piernas eran de un rubio tan claro que solo se notaban cuando la luz del sol le sacaba reflejos dorados. Era curioso como parecía como se formaba como un aura a su alrededor por el efecto que lograba con sus vellos y el sol. Ella se encontraba tan distraída que reacciono un poco tarde a la pregunta que Madge le hiso, ganándose una mirada llena de humor de parte de ella.

_ Esa es la idea. _ contesto rápidamente, tratando de ignorar el calor que estaba sintiendo en sus mejillas y no devolverle la mirada a Madge, que se encontraba con demasiado buen humor para su gusto, y tampoco volvió a mirar a Peeta, ya que era obvio que su cerebro no funcionaba bien cuando se trataba de él.

El entrenamiento inicio, y a pensar de las intenciones de Katniss de no mirar, no duro mucho, ya que sin quererlo se quedó inversa en los movimientos que hacía él y sus compañeros, movimientos en donde no solo se usaba la fuerza, sino también la astucia y la técnica, logrando derribar a su oponente el tiempo suficiente como para ser el ganador. La primera parte del entrenamiento se dedicaron a aprender y especificar nuevas técnicas, donde se dividían en grupos luego de la explicación del entrenador para practicar entre ellos. Una vez que el entrenador se consideraba satisfecho con su rendimiento y luego de un descanso, los iba dividiendo según su desempeño y los iba enfrentando, al principio solo permitía usar lo que se suponía que habían aprendido ese día mezclándolo con otros movimientos ya aprendidos, y ya para el final, simplemente dejaba que se enfrentaran libremente usando todo lo que ellos podían usar. Y en toda la práctica era notorio que Peeta se destacaba, no importaba si el movimiento era complicado, no importaba si su adversario era más grande y más fuerte, o si se encontraba a punto de perder, él siempre buscaba una forma de adelantarse a su contrincante, pareciendo que sabía lo que el otro iba a hacer y él se le adelantaba o tenía un plan que le aseguraba la victoria. Katniss se encontró admirando la forma en que realiza algunas llaves, logrando incluso alzar a su oponente por encima de él y que caiga detrás de él, una hazaña que parecía muy complicada y que le garantizaba la victoria, otras veces simplemente forcejaba con el otro en el piso, buscando la mínima ventaja que podría tener.

Era más interesante de lo que ella podría creer, pero sin dudar lo que de verdad la entretenía era ver las extremidades de Peeta trabajar, como los músculos de sus brazos se flexionaban, o como usaba sus piernas para hacer fuerza y salir de una llave que le hacían, o como movía sus pies para esquivar los ataques. Katniss comenzaba a sentir cosas dentro de ella con solo verlo. Él ya se encontraba sudando por el esfuerzo, lo que hacía que la remera blanca, que ya era ajustada de por sí, ahora además se volviera un poca traslucida, sobre todo en la espalda, logrando que se apreciara más la forma tenía con sus músculos, también hacía que su cabello se rizara más y que las puntas se le pegaran al cuello que contrataba con lo rojo que se le estaba poniendo la piel a causa del esfuerzo, su pecho subía y bajaba con más velocidad a por de los jadeos que salían de su boca, misma que soltaba gemidos fuertes cuando era golpeado o hacia un esfuerzo particularmente duro. Ella se encontró tan metida en sus observaciones que no se dio cuenta que la práctica se encontraba terminando, y para cuando llego a su fin, ella no se encontraba lista para hablar con él, no después de haberlo visto de esa forma y que despertara cosas curiosas dentro ella, cosas que ella no sabía cómo manejarlas. Lo que sí sabía es que no podía seguir ahí y cruzarse con él, así que apenas noto que la gente comenzaba a irse, ella aprovecho para levantarse e salir del gimnasio.

Se detuvo en la entrada del colegio nuevamente, en la que decidió tomarse un momento para respirar un poco del aire fresco, que la ayudo a enfriar su rostro que por algún motivo se sentía caliente. Se quedó ahí por un momento con los ojos cerrados hasta que sintió una presencia que se acercaba hasta ponerse a su lado.

_ ¿Katniss? ¿Te encuentras bien? _ pregunto Madge medio preocupada y medio con humor.

_ Sí, sí, estoy bien. _ contesto casi sin aire y sintiendo su garganta seca de repente.

_ ¿Segura? No pareces muy bien.

_ Dije que estoy bien. _ respondió con un tono más cortante esta vez.

_ Okey, okey. _ dijo su amiga mientras levantaba las manos en señal de rendición para que no siguiera enojada. _ Es solo que saliste de golpe y quería saber si estabas bien. Pero ¿No ibas a quedarte para hablar con Peeta? _ Katniss sintió que más calor volvía a sus mejillas.

_ Hubo un cambio de planes. _ dijo mirando a otra parte.

_ ¿Cambio de planes? ¿Por qué?

_ Porque… me acorde que tengo que buscas unas plantas para mamá, así que no puedo quedarme hasta tan tarde esperándolo. _ justifico rápidamente, esperando que sonara creíble, aunque la escusa era válida, Katniss nunca fue buena mintiendo, algo en ella siempre la delatara, y por la cara que le estaba poniendo Madge, seguía siendo mala mintiendo.

_ Sí, claro. _ Madge rodeo los ojos. _ Y el que te hayas babeado durante toda la práctica no tiene nada que ver ¿Verdad?

_ ¡Yo no estaba babeando!

_ Sí lo estabas, si fue fácil encontrarte por el rastro que dejaste.

_ ¡Deja de exagerar!

_ Bueno, tienes razón, eso fue una exageración. Pero no me puedes negar que te estabas comiendo con los ojos a Peeta. Por un momento creí que irías por tu equipo de caza y tratarías de atraparlo. Cuando saliste casi corriendo, yo ya estaba por grítale a Peeta que fuera corriendo. _ trato de sonar seria, pero la sonrisa que se escapaba de sus labios por contener su risa, daba a entender que estaba bromeando con ella.

_ ¿No dijimos que dejarías de exagerar? _ dijo Katniss cruzando los brazos y mirándola con seriedad con una ceja levantada, parecía que estuviera regañando a una niña pequeña.

_ Eres aburrida. _ critico poniendo los ojos en blanco, rindiéndose a que hoy no podía hacer reaccionar a su amiga. _ De todas formas ¿Qué vas a hacer?

_ Ya te dije, ir a ayudar con algunas cosas a mi mamá…

_ Con Peeta. _ interrumpió Madge sin paciencia. _ ¿Qué vas a hacer con Peeta? ¿Vas a seguir tratando de hablar con él o qué?

_ Bueno… claro que voy a intentar otra vez, es solo que no ahora, estoy ocupada.

_ Okey, bueno, avísame si quieres que te acompañe.

_ Lo dices como si no te encontrara seguido acá.

_ Puede que venga seguido, pero ahora necesito saber el horario de los de ultimo año. _ dijo lo último en un susurro pensativo, más para ella misma que para Katniss, pero de todas formas ella escucho.

_ ¿Para que necesitas ese horario? _ Madge abrió los ojos al darse cuenta que no hablo tan suavemente como esperaba.

_ Por nada, por nada. _ respondió rápidamente, mientras trataba de sonreír de forma inocente, levantado las manos y negando con la cabeza.

_ ¿Te gusta alguien de ultimo año? _ cuestiono Katniss, interesada en la curiosa reacción de su amiga.

_ ¿Yo? ¿Interesada de uno de ultimo año? Para nada. _ trato de disimular.

_ A mí me parece que sí.

_ Katniss, esas miradas a Peeta te quemaron la cabeza y ahora estas diciendo tonteras. _ quiso desviar la conversación.

_ ¡Yo no lo estaba mirando de esa forma!

_ Sí eso te hace dormir bien a la noche, entonces puedes decirte eso. _ la provoco un poco.

_ Estás imposible hoy, mejor me voy antes de que de verdad traiga mi equipo de caza y decida utilizarte como tiro al blanco. _ por algún motivo, Madge en vez de sentirse intimidada por su amenaza, simplemente se rio de ella, lo que enojo más a Katniss, porque no podía ser que ya no la tomaran en serio ¿Qué tenía que hacer una cazadora como ella para que la respetaran como tal? Decido no darle más vueltas al asunto e irse a su casa, dejando a la hija del alcalde riéndose casi como loca en la puerta del colegio.

Y así pararon los días, en el que iba a la práctica varias veces a la semana, en su mayoría cuando no tenía a nadie para ir a casa, y siempre terminaba de la misma forma, no importaba cuantas veces se convencía de que ese día sería el día en el que por fin hablaría con él, que él no podía hacer nada para convencerla de hacer lo contrario, siempre terminaba equivocada y logrando que se acobardara, salía corriendo y no volvía hasta la próxima vez. De cierta forma no era su culpa, era culpa de Peeta, él y su manía de ser demasiado atractivo cuando se concentraba en sus peleas, de cómo mordía su labio inferior mientras pensaba; de cómo sonreía humildemente cuando ganaba, ayudaba al perdedor y le daba una palmada en el hombro para darle ánimos; en cómo, en las pocas veces que perdía, nunca reprochaba nada, siempre felicitaba a su contrincante y luego se limitaba a escuchar a su entrenador para aprender de sus errores; y en cómo siempre apoya a todos sus compañeros en todas las formas que podía, desde ayunando con los movimientos hasta dando palabras de alientos. Era notable que no había nadie más quien pusiera más interés en el deporte y en sus compañeros, excepto tal vez el hermano de Peeta, Rye, quien era el capitán del equipo y se notaba que le había enseñado a su hermanito la misma dedicación que él mismo mostraba. Rye al estar en último año junto con Gale, también tenía que ir a esas clases especiales, pero al ser el capital del equipo y a su vez hijo de Comerciante, se le permitía saltarse muchas de esas clases para poder ir a la práctica, pero en su mayoría iba más para que su hermanito estuviera listo de heredar su título de capitán para el siguiente ciclo escolar. Peeta se mostraba muy orgulloso al saber que el equipo había decidido que él era el indicado de para tomar el puesto de su hermano, y lo demostraba mostrando mucha dedicación cuando su hermano se ausentaba.

Verlo de esa forma, le hiso entender a Katniss que en realidad no conocía nada a Peeta, y le hiso preguntarse cómo pudo estar en el mismo curso que el chico desde que tenían cinco años y en realidad no saber nada de él más que lo que todos sabían, pero al verlo interactuar con sus compañeros y su hermano, noto lo mucho que le importaba, no solo porque compartían la misma pasión por el mismo deporte, sino por lo unidos que eran, todos se apoyaban y se superaban en equipo, las tenciones las trataban de solucionar de forma no violenta, y aunque a veces tenían sus diferencias, Rye y Peeta estaban ahí para ser mediadores y calmar las cosas de otra forma. Contrario a lo que Katniss creía, el grupo era bastante diverso, teniendo tanto como hijos de Comerciantes y chicos de la Veta, y aunque durante el día estos no se llevaban bien y se esquivaban, durante esas horas de práctica todos dejaban de lado sus diferencias para pasar un bien momento ellos juntos, sin importarles nada más. Esto le pareció muy curioso a Katniss, quien nunca vio una interacción entre las dos clases de esa forma, siempre andaban peleado por todo y siendo prejuiciosos entre ellos, pero ahí se había logrado un ambiente en donde se olvidaban de todo lo que sucediera en el Distrito y en Panem, solo eran ellos mismos.

Quizás fue por eso que ella volvió cada vez más seguido, era muy raro ver a los jóvenes ser simplemente jóvenes, incluso las chicas que iban a babear por los chicos estaban siendo solo chicas que lo único que querían era ver a los chicos que les gustaban. Era lindo de ver y fácil de perderse en la emoción que se generaba en el ambiente, y poco a poco no pudo evitar estar más atenta al deporte, entendiendo cada vez más y tener como su favorito obviamente a Peeta, emocionándose con cada victoria que alcanzaba. Sentía que por cada vez que lo observaba, más admiradora se volvía de él, lo cual era algo difícil de ocultar, ya que Madge la vigilaba la mayor parte del tiempo, y no quería admitir ante ella que ya no solo iba con la intención de hablar con él para agradecerle lo que había hecho por ella hacia años, sino porque ya no podía evitar en ir a verlo en su elemento, donde él se sentía más cómodo, y que disfrutaba mucho verlo tan feliz y orgulloso de él mismo, emociones que se dio cuanta a media que lo observaba más seguido no solo en la práctica, sino también en la escuela, que no mostraba tanto como se esperaba. Le dio curiosidad saber por qué un chico tan amable y cariño, nunca mostraba emisiones tan verdaderas como cuando estaba en el gimnasio, y también le hiso preguntarse a donde más se mostraba tan emocionado y tan feliz con él mismo ¿Se sentía igual en la cocina de la panadería? ¿Tenía otros pasatiempos que lo hacía sentir tan bien? ¿Cuáles sería?

Todas esas dudas hacían que tuviera más curiosidad por el enigma que resultaba ser Peeta Mellark, enigma en el que se moría por resolver, pero que aun así no podía obligarse a quedarse hasta el final de la práctica y esperar que saliera después de que se cambiara en el vestido. Y así estuvo por semanas, hasta que un día, cerca de finales de abril, Madge al parecer se cansó de sus huidas, por lo que la confronto en el almuerzo.

_ Hoy vas a hablas con él. _ dijo simplemente mientras se sentaba en la misma mesa que ella.

_ ¿Qué?

_ Que hoy vas a hablar con Peeta Mellark oficialmente, ya no acepto escusas. _ sentencio con firmeza y cruzando los brazos, no permitiendo negaciones.

_ ¿Y quién lo dice? _ desafío Katniss, no dejándose intimidar fácilmente.

_ Lo dijo yo. Ya no puedes seguir esquivando esta charla, Katniss. Ya hasta me dan vergüenzas las escusas que largas para no hablarle. Tienes que ponerte firme y hablarle por fin.

_ ¿Por qué estás tan interesada en que hable con él? No es asunto tuyo. _ se defendió ella.

_ Tengo mis motivos, no tengo que decírtelos. _ Katniss levanto una ceja al tomo cortante que utilizó su amiga.

_ Ni pienses que voy a hacer algo si no me dices exactamente que ganas de todo esto. _ la miro con seriedad, haciendo que ambas tuvieran una batalla de miradas por un buen rato, hasta que Madge no pudo evitar desviar la mirada.

_ Okey, okey. Tú ganas. Tenga varias razones para que tu hables con él, pero puede ser que la principal es que quiero que te hagas amiga de Peeta. _ ella la miro con el ceño fruncido sin entender a donde iba esto eso.

_ ¿Y por qué querías que me hiciera amiga de él?

_ Porque necesito acercarme a él, y la única manera de hacerlo de forma natural es que tú seas la que nos conecte. _ hablo como si fuera una obviedad, pero solo logro confundir más a Katniss.

_ ¿No era que no te gustaba?

_ ¡Que no me gusta!

_ ¿Entonces porque quieres que me haga su amiga?Y, además, no es mejor que te asomes a él directamente, es decir ¿No que ya habías tenido una conversación?

_ Eso ya paso hace más de dos años. _ respondió rodeando los ojos. _ No he vuelto a hablar con él desde entonces y si me acerco con eso de pronto será raro y sospechará que tengo otras intenciones.

_ ¿Y crees que si yo me asomo por lo mío no será más raro? Lo mío paso hace mucho más que solo dos años.

_ Estoy bastante segura que él no pensara nada malo si tú te acercas a hablarle. _ dijo con mucha seguridad, cómo si ella supera algo que a su amiga se le escapaba. Katniss entrecerró los ojos con desconfianza.

_ ¿Qué quieres decir con eso? ¿Por qué lo tuyo es diferente a lo mío?

_ Solo… confía en mí, okey, yo sé lo que hago, y te digo que tienes que hablar con él hoy. Ya no puedes irte al último momento, créeme ¿No quieres terminar con esto de una vez?

_ Bueno, si… No diré que no quiero sacarme este peso de encima, pero no me gusta que planees cosas que me involucran y que no le lo digas. Me gusta estar enterada del juego que estoy jugando.

_ Katniss, te quiero, eres una gran amiga y la persona que más admiro, pero tú y yo sabemos que no sabes mentir ni disimular, necesito que no levantes sospechas a Peeta de lo que quiero, y créeme cuando te digo que él sabrá leer que estas ocultando algo y comenzara a hacer preguntas, generando que te pongas nerviosa y tendrás que mentir, lo que no haces bien y él se dará cuenta también, resultando con que se aparte de ti por no creer que seas sincera y terminara con que tú no serás su amiga y yo no podré acercarme a él para lograr mi objetivo. _ concluyo casi sin aliento por hablar muy rápido sin darse cuenta.

_ … ¿Y concluiste todo eso con solo verlo desde la distancia y conociéndome? … _ Katniss no sabía si sentirse asombrada o preocupada por su amiga.

_ ¿Qué te digo? Soy buena observando y analizando. _ respondió encogiéndose de hombros, queriendo quitarle importancia al asunto, recordando las palabras que un Peeta más joven le dijo hace mucho tiempo.

_ De todas formas no me gusta no saber por qué tanto alboroto. _ volvió a insistir Katniss.

_ ¿Te serviría saber que no es nada serio? Es solo una cosa muy pequeña del cual no estoy lista para decírtelo. _ Katniss mira a su amiga fijamente, tratando de pensar si debía o no hacer lo que ella le estaba pidiendo.

_ ¿Estás segura que no es nada serio?

_ Muy segura, te juro que no es la gran cosa. _ Katniss se lo pensó un poco más antes de responder

_ Está bien, hablare con él hoy. _ acordó, a lo que Madge casi dio un salto de la emoción mientras todavía se encontraba sentada. _ Pero _ continuo Katniss cortando un poco con la emoción de su amiga. _ no te prometo que me haga amiga de él, no soy buena haciendo amigos, tú lo sabes muy bien. Solo te prometo que voy a hablar con él y que voy a tratar de ser lo menos cortante que pueda, pero si la charla no va a ningún lado, me voy a ir y voy a dejar todo esto atrás. _ Madge rodeo los ojos al ver la poca fe tenía Katniss en el plan.

_ Créeme que cuando te dijo que tu falta de capacidad de hacer amigos no va a ser un problema, no con Peeta, él se puede hacer amigos en cualquier lado, solo te pido que seas buena con él y estés dispuestas a hablarle y seguirle la corriente, te prometo que no te arrepentirás y para cuando te des cuentas, ya serán amigos, y así podré hacer la otra parte de mi plan. _ le aseguro con una gran sonrisa, Katniss no pudo hacer nada más que poner los ojos en blanco.

_ Si tú lo dices. _ y con eso dejaron la conversación, cada una plañendo sus propias cosas.

Katniss se encontraba nerviosa el resto del día. No sabía de donde iba a sacar el valor para hablarle al chico ¿Cómo se iba a acercar a él? ¿Qué le iba a decir? ¿Cómo iba a mencionar lo que había sucedido entre ellos hace tanto tiempo atrás? ¿Él siquiera se acordaba de eso? Millones de preguntas se iban formando en su cabeza y ninguna sabía cómo responderlas, poniéndola más nerviosa.

Para cuando llego el inicio de la práctica, ya se estaba replantando si realmente valía la pena conservar la amistad de Madge con tal de no avergonzarse frente a él. Logro mantenerse firme porque su amiga se sentó alado de ella y no permitió que ella se fuera antes de tiempo, juzgándola con la mirada cada vez que Katniss se ponía más inquieta cuando pensaba en huir, solo su orgullo de demostrarle a Madge que ella podía manejar esto fue lo que la convenció para continuar. A diferencias de otras veces, ella logro quedarse hasta después del final de la clase, viendo como todos los chicos se metían a los vestidores para ducharse y cambiarse, mientras las chicas se levantaban de sus asientos y se dirigían a la salida, hasta Madge decidió irse, sin antes darle una mirada fulminante para que entendiera que esperaba que cumpliera. Katniss siguió en el gimnasio incluso cuando los mismos chicos comenzaron a salir de los vestidores y se iban a sus casas, ella se quedó mientras notaba como el colegio poco a poco se iba vaciando. Ya había pasado un buen tiempo esperando a Peeta, tanto que comenzaba a sospechar que en realidad estaba sola en la escuela, ya que no se escuchaba a ni un alma en los pasillos, y si bien todavía había sol al ser temprano en la tarde, pero al no haber nadie más, hacía que todo pareciera más oscuro, no de la forma tenebrosa, sino más bien de la forma solitaria, como si ella fuera la única en el mundo. Nunca tuvo problemas de estar sola en general, podía pasar horas en el bosque de esa forma, pero el ser la única en el gimnasio no le estaba gustando mucho, por lo que para distraes un poco decidió levantarse y estirar las piernas, de paso se acercó al vestidor a ver si podía escuchar si todavía había alguien ahí.

Al estar justo en la puesta, escucho un ruido fuerte junto con un grito de dolor, ella se alteró al escuchar eso, pero antes de hacer algo más, decidió prestar más atención por si era otra cosa, se pegó a la puerta esperando si escuchaba algo más. Al poco volvió a escuchar un grito de nuevo, esta vez sonó más como un gemido fuerte, y con eso no pudo evitar que el instinto de apoderar de ella, por lo que sin darse cuenta ya había entrado en el vestidor de hombres, buscando de donde venía tanto escándalo. Quizás sea porque entraba en un modo en el que no le permitía pensar en nada más, ya que eso generaba cuando se activaban sus instintos, pero lo siguiente que fue consiente es que ella se encontraba en la parte donde estaban los casilleros, cerca de las duchas, las cuales tenían unos bancos largos en los que se podían sentar varias personas a la vez, que se ubicaban al frente de las duchas, y sentado en el medio de uno de esos bancos se encontraba Peeta Mellark, quien se estaba inclinado hacia adelante, sosteniendo la pierna izquierda, examinándola mientras que de su boca salía pequeños gemidos de dolor. Al sentir un movimiento, Peeta levanto la mirada de su de su pierna para mirar lo que llamo su atención, solo para encontrase a Katniss frente a él mirándolo atentamente.

Por obvias razones Peeta se asustó, no esperaba encontrarse a nadie a esa hora en el colegio, y muchas menos a la mismísima Katniss Everdeen, se levantó de la impresión, pero en el proceso se olvidó de dos cosas, primero que se había lastimado la pierna momentos antes, y segundo que se encontraba casi desnudo, con solo una toalla que rodeaba su cintura, ya que acababa de salir de las duchas. Los dos actuaron rápidamente, Katniss se dio la vuelta para no mirarlo de frente, mientas que Peeta se apresuró de sostener bien su toalla antes de que esta se callera, pero se le complicó un poco al tener la pierna lastimada, por lo que solo pudo acomodarse bien la toalla antes de volver a sentarse.

_ ¡Lo siento! _ casi gritaron los dos al mismo tiempo, ambos se encontraban rojos de vergüenza.

_ Yo… yo lo siento mucho. _ continuo Peeta después de que se quedaron en silencio sin saber quién hablaba primero. _ No sabía que hubiera alguien más y me sorprendiste. _ él trato por todos los medios ver la forma de encontrar algo de ropa, por lo menos unos pantalones.

_ ¡No! Yo lo siento, escuché un ruido fuerte y que alguien gritaba, así que me metí a ver qué pasaba. _ hablo ella, todavía dándole la espalda.

_ Está bien, si hubo un golpe que hiso un ruido fuerte, y el grito fue mío. _ Peeta vio para su horror que los pantalones que necesitaban estaban en el banco que se encontraban entre casilleros, donde Katniss estaba al lado de ellos, por lo que no podía ir a buscarlos sin pasar frente a ella.

_ ¿El grito fue tuyo? ¿Estás bien? _ pregunto un poco preocupada.

_ Sí, estoy bien, solo que me resbale con el jabón en la ducha y apoye mal la pierna, y creo que me la lastime un poco. _ trato de sacarle peso al asunto.

_ ¿Te lastimaste la pierna?

_ Sí, pero solo un poco.

_ ¿Quieres que la vea? _ Katniss quería asegurarse él no se hubiera lastimado mucho, Peeta, por otro lado, se sonrojo aún más, era una suerte que ella no estuviera viéndolo de frente. _ No soy tan buena como mi mamá y mi hermana, pero puedo decirte si es muy grave o no. _ se ofreció.

_ Estaría bien, pero… recién salgo de la ducha, y no tengo mi pantalón a mano. _ trato de explicarse.

_ Yo puedo… irme, así puedes cambiarte bien.

_ En realidad, si no te molesta ¿Podías pasarme los pantalones que tienes a lado tuyo? Puedes tirármelos si te hace sentir más cómoda.

_ No, está bien, si estas cubierto con la toalla, puedo dártelos. _ ella comenzó a acercase a estos para alzarlos.

_ Estoy cubierto. _ y con esa confirmación, ella por fin se dio la vuelta para mirarlo.

Y fue ahí que logro verlo de verdad, provocando que soltara el pantalón que tenía en la mano. Sus ojos y su boca se abrieron de la impresión y la sorpresa. Cuando había entrado en el vestidor para investigar que estaba pasando y descubriendo el estado semidesnudo de Peeta, no tuvo tiempo de examinar correctamente su cuerpo antes de darse la vuelta, pero ahora podía ver gran parte de él, y no podía creer lo que estaba viendo. Y no hablaba por el hecho de que tenía un físico increíble (si Katniss no estuviera tan distraída, seguro que estaría babeando por su torso y brazos al descubierto), no, no era por eso. Si no porque, en su hombro izquierdo, podía ver claramente que Peeta tenía una marca del alma, una hermosa marca del alma que era un ramo de flores, y no de cualquiera flor, si no que era de dientes de león. siendo exactamente la misma marca que ella tenía en su hombro izquierdo.

Katniss no lo podía creer ¿Qué posibilidades había qué de todas las personas, Peeta Mellark tuviera su marca del alma? ¿Y que lo encontraría a solo casi seis meses de encontrar su primera alma gemela? Le costaba creerlo, que el chico al que le debía más que a cualquier otro fuera nada más y nada menos que su alma gemela. Y que forma más rara de encontrarse, en un vestidor del colegio, con él estando medio desnudo, después de que ella entrara al escucharlo caer y soltar un gripo por eso.

Debió quedarse viéndolo asombrada por mucho tiempo, porque mientras ella estaba perdida en sus pensamientos, tratando de adsorber la información, él comenzó a inquietarse al verla reaccionar de esa forma.

_ ¿Katniss? ¿Estás bien? _ pregunto con inseguridad, sin tener la menor idea de porque ella estaba actuando así, sin saber si él había hecho algo malo para alarmarla. Bajo su mirada para examinar si su toalla estaba en su sitio, pero en el camino noto la mancha de color que tenía en su hombro izquierdo. Con rapidez se lo cubrió con una mano, sintiéndose más al descubierto de lo que ya estaba con solo una toalla. Las marcas del alma no eran para que otros las vieran y muchos se sentía raros al ver una marca que no era la suya y la de su pareja, quizás Katniss fuera de esas personas. _ ¡Lo siento! _ volvió a disculparse, haciendo que su sonrojo, que se había calmado hasta hace un momento, volviera con más fuerza. _ ¡Se me olvido cubrirlo! Estaba muy distraído tratando de sujetar la toalla que se me olvido. _ trato de justificarse, sintiéndose cada vez más avergonzado, desando que ella no se enojara mucho con él por eso, sería trágico si perdía la oportunidad de hablar con la chica que amaba por un descuido tan tonto, pero antes de que tuviera la oportunidad de soltar un sinfín de balbuceos para pedirle perdón, ella hablo.

_ Eres tú. _ dijo suavemente, demasiado suave, tanto que Peeta no pudo distinguir lo que estaba diciendo.

_ Perdón, no te entendí ¿Qué dijiste? _ volvió a preguntar inseguro.

_ Dije que eres tú. _ se repitió, y aunque no se veía tan distraída como antes, seguía sonando como si estuviera perdida en su mundo.

_ ¿Qué soy yo? _ él seguía sin entender si la estaba escuchando bien.

_ Sí. _ contesto solamente. Peeta no sabía de qué hablaba, pero decidió que, por el bien de ambos, era mejor que se pusiera más ropa de la que tenía para que pudieran hablar más claramente.

_ Katniss. _ la llamo para que ella lo mirara a los ojos. _ ¿Por qué no me pasas los pantalones? Así puedo cambiarme y después me puedes explicar a qué te refieres. _ sugirió con su típico tono calmado y amble que usaba para interferir en los conflictos y calmar la situación, en su mayoría hacía que la gente lo escuchara, y esta vez no fue la exacción. Ella a pasos lentos y un poco robóticos, logro alzar de nuevo el pantalón y acercarse a él, deteniéndose a una distancia considerable, y estiro su maño para darle la prenda. Peeta estiro la mano para recibirla, pero cuando vio que ella no se movía de su lugar, volvió a hablar. _ ¿Podrías… darte la vuelta, por favor? _ le pidió tranquilamente, sin querer hacer llamar la atención de cómo se encontraba. Pero de alguna forma eso hiso que Katniss volviera en sí, dándose cuenta de la situación y girando rápidamente para darle privacidad mientras se alejaba unos cuantos pasos. _ Listo. _ declaro Peeta una vez que terminó de ponerse la ropa y volvió a cubrir su marca con la mano por las dudas. _ Ya estoy… más presentable. _ dijo pensando en el hecho de que todavía no tenía su remera ni su ropa interior, pero no podía hacer mucho al respecto en ese momento, no sin antes descubrir que es lo que la tenía tan alterada y fuera de sí.

Katniss había aprovechado que no lo estaba viendo él y a su marca para poner en orden sus pensamientos. Por un momento se plantó el no decirle nada a Peeta hasta que hablara con Gale sobre qué harían, pero sintió que no sería justo con él, él merecía saber lo que estaba pasando. El problema era que no sabía cómo se lo iba a decir, ella nunca fue buena con las palabras, fue por esa razón que se tardó tanto en hablar con él, y solo lo hiso porque Madge insistió mucho al respecto, y cuando descubrió que Gale era su alma gemela fue de forma diferente ¿Cómo le iba a decir todo a Peeta? ¿Cómo le explicaba que ella y Gale eran sus almas gemelas? ¿Dos chicos de la Veta, siendo él un hijo de Comerciante? ¿Cómo se lo tomaría? Todo esto suponiendo que él también tuviera la marca del alma de Gale. Ese pensamiento genero otro sin fin de preguntas ¿Y si era solo su alma gemela y no de Gale? ¿Qué haría ella? ¿Eligiera a uno sobre él otro? Eso la alarmo mucho más. No quería elegir, no podía.

La lógica podía decir que se quedara con Gale antes que todo, ya que de por sí ya estaban en una relación en primer lugar, fue él el primero que ella encontró y fue su mejor amigo antes de que tuviera una marca del alma. Pero otra parte de ella le decía que Peeta también era importante para ella, por más que no se conocieran de nada, y lo único que tenían en común era que iban al mismo curso, además de su marca. Eso y esa tarde lluviosa hace tantos años. La razón por la que ella se encontraba en este lugar. Y fue por la misma razón que la hizo prestarle más atención a él durante los últimos meses, que la hizo ver lo paciente que era con todos, como trataba de animar a cualquiera que lo necesitaba, como ella logro ver sobre la sonrisa que tenía para todos, pero en sus ojos se encontraba una melancolía que no se notaba a siempre vista, pero Katniss pudo notarlo cuando él creía que nadie lo veía y bajaba la guardia ¿Cómo rechazaría al chico más tierno y dulce del Distrito? ¿Al mismo que le debía tanto?

Ella tuvo que admitir que no se sentía capas de elegir entre uno y el otro, y realmente esperaba no tener que hacerlo. Pero era una posibilidad que ella no quería enfrentar. Lo que la volvía de nuevo a su problema principal ¿Cómo se lo contaba?Al no encontrar una solución a su dilema, decidió ganarse un poco de tiempo.

_ Entonces… ¿Te reviso la pierna? _ pregunto cuando se dio la vuelta.

_ Sí, claro. _ respondió él mientras se acomodaba el pantalón para dejar a la vista la zona que le dolía.

Ella se agacho hasta poder ver bien la pierna, la tanteo un poco, verificando su estado, noto que se le estaba formando un hematoma grande al alrededor de su tobillo, pero fuera de eso no parecía más grave que eso, con suerte solo se sentía adolorido por unos días.

_ No siento que tengas algo fuera de lugar. Solo vas a tener el hematoma y te va a doler, pero no creo que pase a mayores, si sientes que no mejora, podrías ir a mi casa para que mi mamá te revise mejor. _ le sugirió, sin poder mirarlo a los ojos.

_ Gracias, lo tendré en cuanta. _ dijo con una pequeña sonrisa tímida. Se quedaron en un silencio incomodo mientras ella se ponía de pie y se alejaba un poco de él, ninguno de los dos sabía cómo romperlo. Fue Peeta quien tomo el valor suficiente para decir algo. _ Así que… ¿Qué fue lo que paso hace un rato? _ Katniss se sonrojo al no esperar que hiciera la pregunta directamente.

_ Yo… _ hiso una pausa para pensar en lo que iba a decir. _ vi tú marca de alma… _ señalando a donde él todavía tenía su mano cubriéndola. Peeta asistió al comprender esa parte.

_ Sí, lo siento por eso, yo no sabía que eso te molestaba tanto. La verdad con el golpe y el susto que me diste, me olvide de cubrirme eso, lo siento mucho. _ se excusó él. A lo que ella alzo una ceja ante lo último que dijo.

_ ¿Yo te asuste? _ pregunto medio en broma, a lo que Peeta se rio un poco mientras un pequeño rubor se le formaba en sus mejillas y pasaba una mano por su nuca con nerviosismo.

_ La verdad es que sí. Yo realmente pensé que estaba solo y tampoco escuché que te acercaras, así que me asustó que te aparecieras de la nada, no me lo esperaba. Pero ¿Qué se puede esperar de la mejor cazadora del Distrito? _ termino con una dulce sonrisa, a lo que ella no pudo evitar responderle con otra sonrisa y una pequeña risa. Sintiéndose más relajara, tomo asiento en uno de los extremos del banco en el que él se encontraba sentado.

_ No fue mi intención, pero ya me han dicho que soy demasiado silenciosa.

_ Y no se equivocan, de verdad que no te note hasta que levante la mirada, por un momento pensé que eras un fantasma, y yo no estaba en condiciones de salir corriendo. _ dijo queriendo bromear con ella, y los dos se rieron por un momento.

_ No necesitas disculparte por lo de tu marca del alma. _ dijo cuándo calmaron las risas, él la miro con curiosidad. _ Es una bonita marca, de hecho. _ agrego nerviosa.

_ Gracias, a mí también me gusta mucho, no sé porque me identifico tanto con ella, además de lo obvio de que sea mi marca del alma, lo siento más personal. _ y era verdad, en lo personal, Peeta siempre sintió que esa marca era más significativa de lo que parecía a simple vista. Sintiendo que ella no se sentía incomoda, decidió bajar de apoco la mano para ir rebelando su marca de nuevo, mientras estudiaba si ella se reaccionaba de forma negativa al dejarla al descubierto. Katniss no pudo evitar ruborizarse por su comentario y porque dejaba su marca de nuevo al descubierto, ella si sabía porque le sentaba tan bien la marca, casi pensó que era muy obvio y se reprochó el que no adivino de quien podría tratarse.

_ Bueno… tiene sentido que te tocara dientes de león, yo siempre te relacione con ellos ¿Sabes? _ dijo de forma insegura.

_ ¿En serio? ¿Siempre me relacionaste con los dientes de león? _ pregunto sorprendido, por un lado, no sabía que ella pensaba en él de alguna forma, siempre pensó que ella no sabía de su existencia, y, por otro lado, nunca pensó que de todo lo que podría relacionarlo, ella lo hiciera con esa flor.

_ Sí… _ Katniss decidió hablar de la razón original por la que ella había decidido hacer todo esto y hablar con él. _ En realidad es por eso que te estaba esperando, quería hablar contigo sobre algo. _ Peeta frunció el ceño un poco, no podía imaginar de qué quería hablar Katniss con él, y menos que tuviera que ver con dientes de león, que él recordara, no se le ocurría que podría haber hecho con ese tipo de flor, excepto, quizás, aquella vez… Peeta abrió mucho los ojos al recordar un diente de león, pero eso fue hace mucho tiempo.

_ ¿De qué querías hablar conmigo?

_ Yo… solo quería agradecerte. _ eso atrajo la curiosidad de Peeta. _ Por cuando éramos niños, cuando teníamos once. _ trato de ser más específica, pero entre lo mucho que le costaba hablar y la incomodidad que le daba recordar esos días, no estaba haciendo un buen trabajo en expresarse. _ Fueron momentos muy difíciles para mí y mi familia, y tú nos ayudaste mucho al darnos esos panes. _ él se sorprendió de que ella quisiera agradecerle sobre lo sucedido hace tantos años atrás.

_ Katniss… no necesitas agradecerme por eso, de verdad que no necesitas, yo lo hice porque realmente quería ayudarte. _ él quiso convencerla para que no se preocupara más por eso. _ Y de todas formas lo volvería a hacer. _ dejo en claro, porque era cierto, no importaba si recibía un castigo más fuerte de su madre, él lo haría de vuelta sin dudarlo.

_ No lo entiendes. _ insistió Katniss. _ Yo en serio que creí que no lo lograría, que eso sería todo. _ él abrió los ojos ante esa confesión, no sabiendo que decir, por suerte no fue necesario porque ella siguió hablando. _ Pero tú decidiste darle otra oportunidad a la hambrienta chica de la Veta. Y lo peor es que no tienes idea de lo importante que fue. No solo nos ayudaste a comer ese día, si no que gracias a eso me diste algo que yo estaba perdiendo en esos días, y es la razón por la que te relaciono con los dientes de león, porque con esa acción me diste esperanza, no solo para que las cosas mejoren, sino también para recuperar la fuerza que ya no tenía, de confiar en mí misma para alimentar a mi familia. Me ayudaste a recordar quien soy y de lo que puedo hacer, que mi padre me preparo para seguir sin él. _ lo último lo dijo con melancolía, no importaba cuanto tiempo pasara, siempre se ponía sensible cuando mencionaba a su padre. _ Te relaciono con los dientes de león porque cuando quise agradecerte al otro día, no me anime y termine viendo uno de esos, yo todavía estaba preocupada por como encontraría comida para mi familia, pero ver esa flor, que era la primera de la temporada, entendí que el duro invierno estaba terminando por fin, que las otras florecerían dentro de poco, y que muchas eran comestibles, como los dientes de león, y con eso me di cuenta que podía ir a los bosques sola. Todo eso fue posible porque tú me diste otra oportunidad y estabas donde tenías que estar para que me diera cuanta de todo eso ¿Entiende lo que quiero decirte? Eres como los dientes de león para mí porque das esperanza de que el invierno duro va a terminar pronto y que soy lo suficientemente fuerte para soportarlo.

_ Yo… _ trato de comenzar Peeta, pero todavía es sentía asombrado, nunca pensó que él tuvo un papel tan importante en su decisión que la incentivo a salir a los bosques. _ No creí que eso fuera tan importante para ti. Obviamente sabía que… no estabas pasando por un buen momento, y por eso quería darte los panes, no podía verte así de mal y no ayudarte, tenía que hacer algo. Aun que lamento habértelos tirado, debí dártelos directamente, pero en ese momento no estaba pensando bien. _ recordó el miedo que sentía de que su madre lo descubriera. _ Pero más que nada quería ayudarte. Y me alegra que creas que eso te ayudaratanto, pero creo que me estás dando más mérito del que merezco. No creo que representara todo eso que estás diciendo, yo solo te di un poco de pan, era lo mínimo que podía hacer. Pero me alegro de haberte ayudado de alguna forma, era todo lo que quería hacer. _ dijo humildemente, no quería que ella creyera que tenía más importancia de la que sentía que merecía. En su mente él solo recordaba que la chica con la que estaba enamorado desde años se encontraba muy hambrienta y necesitada, y él solo le dio los panes porque sentía que era lo correcto, lo que se tenía que hacer, no le importo la paliza que recibió después. Pero no merecía que ella pensara con tanta estima esa acción, no era la gran cosa, puede que ella y su familia se alimentaran por ese día gracias a esos panes, pero nada más. _ Es lindo que me relaciones de forma tan bonita con los dientes de león, pero yo no siento que merezca eso, no soy tan especial.

Katniss no creía lo que estaba escuchando ¿Qué Peeta no se creía tan especial? Eso no parecía posible, pero sin embargo él realmente creía eso, lo que era ridículo. Peeta era la persona más buena y amable que ella conocía, con su manía de pensar en todos antes que de él mismo, del que nadie podía decir nada malo de él, a excepción de algunos envidiosos que se enojaban porque no creían que alguien tan amable como él existiera. Y eso fue lo que saco después de sus observaciones desde lejos, no se podía imaginar que tan especial él sería si lo conociera realmente, no podía creer que él no viera eso ¿Quién diría que él no veía su verdadero valor? El mismo chico que siempre tenía una sonrisa lista para todos, que siempre hacia amigos con tanta facilidad y que siempre estaba rodeado de todo tipo de personas. Katniss enserio que quería que él entendiera lo importante que fue para ella, que lo que hiso no cualquiera lo hacía, y la prueba de eso era que siempre había pequeños niños muriéndose de hambre todos los días en el Distrito, y por más que a todos le doliera, nadie era capaz de sacrificar las pocas cosas que tenían para ayudar. Pero él no solo le dio comida, sino que también recibió un golpe por eso, ella claramente recordaba el ojo morado e inflamado que tuvo al otro día en el colegio, y sabía que eso se lo gano por haberla ayudado. Fue la primera vez que veía que alguien se sacrificaba de esa forma por alguien al que no conocía, pero él lo hiso de todas formas, y por lo que dijo, se veía que no se arrepentía para nada.

_ Yo no creo que… _ trato de decir ella para convencerlo.

_ No. En serio. No necitas insistir, yo acepto que me agradezcas por el pan, pero lo demás es innecesario, yo no tuve nada que ver con eso, todo fue merito tuyo, yo solo te di el pan. _ la interrumpió, para que no siguiera diciendo cosas que no se merecía. _ Pero gracias por lo que dijiste, fue muy lindo de tu parte. _ dijo sonrojado, realmente le había conmovido sus palabras.

_ Peeta… _ quiso seguir ella, pero entendió que no había nada que pudiera decir para hacerlo cambiar de opinión en ese momento, por lo que soltó un profundo suspiro. Supuso que no podía hacer nada por eso por ahora, pero ella se prometió que lo solucionaría de alguna forma. Ahora tenía otras cosas de las que preocuparse

Se quedaron en silencio, sin saber que decirse, la conversación se había vuelto muy incómoda en ese punto. Katniss sabía que tenía que decirle sobre la marca del alma, pero no sabía cómo sacar el tema, se estaba rompiendo la cabeza para encontrar una solución, pero seguía sin tener ninguna idea. Peeta por su parte se encontraba más nervioso todavía, tenía la necesidad de que se le ocurriera algo para seguir hablando con ella, era la oportunidad que había estado esperando desde hace mucho tiempo para poder conversar con ella, no podía desperdiciarla porque estaba nervioso, pero parecía que su cerebro estaba lento, porque se negaba a cooperar. Con mucho esfuerzo, logro decir algo para romper el silencio.

_ Así que… ¿Era solo eso de lo que querías hablar?

_ Sí, de verdad que era algo que quería decirte desde hace mucho. _ respondió tímidamente.

_ Gracias por decírmelo. _ y después de una pausa agrego. _ ¿Es por eso que viniste a ver la práctica todo este tiempo? ¿O fue solo para acompañar a Madge? _ pregunto curioso. Katniss abrió los ojos sorprendida por la pregunta.

_ ¡¿Qué?! _ grito ella. _ ¿Lo notaste?

_ Bueno… _ comienza a decir nerviosamente. _ Cuando la chica más asombrosa del Distrito aparece varias veces en tus prácticas, es difícil no darse cuenta. _ dijo mirando hacia el piso, demasiado avergonzado para verla directamente. Eso llamo la atención a Katniss, nunca había visto a Peeta tan tímido.

_ Creo que estas exagerando. _ sintiéndose también nerviosa, pero por sobre todo curiosa por cómo se veía Peeta.

_ Es cierto, si hablas con cualquiera, te dirá lo mismo.

_ No creo que llame mucho la atención de muchos.

_ Katniss… siempre llamas a atención de todos. _ dijo suavemente, atreviéndose a levantar la vista por fin y dándole una mirada significativa que ella no supo descifrar. Luego agrego más despacio aun, tanto que casi no logra escucharlo. _ Al menos, siempre atraes mi atención.

Katniss se sonrojo fuertemente con esas palabras, sonaban más íntimas por algún motivo y quiso saber más sobre porque tenía su atención. Ella nunca pensó que él se fijaría en ella, ya que era una chica que prefería estar apartada de los grupos sociales, no le gusta interactuar ni caerles bien a las personas, todo lo contrario a él, quien resaltaba en todos los grupos en el que se juntaba, siendo bueno relacionándose con todos, teniendo tantos amigos que ella no sabía cómo podía seguirles el ritmo a todos. Por eso mismo nunca pensó que él pensara en ella más allá del incidente con el pan, ya que ella no creía que resaltara mucho entre todos los chicos del Distrito, pero por alguna razón él sentía que ella tenía algo que mereciera su atención, y eso la ínsito a averiguar a qué se debía eso. Sintiéndose demasiado curiosa para como para echarse atrás, decidió averiguaría los motivos de Peeta, justificándose de que era su derecho ya que él era su otra alma gemela. Animándose con eso en mente, dejo de lado su vergüenza y nerviosismo, y tomo una actitud más confianzuda, y un poco coqueta, sintiendo que encarnaba la personalidad de Gale.

_ Con que siempre tengo tu atención ¿Eh? _ pregunto juguetonamente. Peeta abrió los ojos sorprendido de que ella escuchara lo último, haciendo que sus mejillas tuvieran un hermoso sonrojo que combinaba con su mirada nerviosa, era muy entretenido verlo así concluyó ella.

_ Sí, bueno… _ él se quedó mudo sin poder encontrar las palabras que tanto necesitaba en estos momentos. _ Puede que yo allá sentido curiosidad por ti… _ confeso a medias.

_ ¿Y qué te da tanta curiosidad? _ Katniss por algún motivo, en vez de sentirse intimidada porque alguien estuviera tan interesado en ella (como pasaba con todas las otras personas), parecía que no la molestaba para nada saber que fuera él el que estaba interesado desde un principio. Esto motivo a seguir queriendo sacarle respuestas.

_ Yo… este… es que… _ ella de verdad se estaba divirtiendo mucho verlo tan nervioso e inseguro, tan diferente del chico que siempre lideraba las conversaciones y que siempre tenía algo para decir y romper con los silencios. Era muy adorable verlo de esa forma, y siguiendo un instinto primitivo, comenzó a acercarse más a él, poniéndolo más nervioso todavía, haciendo que se trabara más en sus palabras, comenzando a sentir la necesidad de recuperar algo del espacio que estaba perdiendo, con la esperanza de recuperar su cerebro que se encontraba fuera de funcionamiento cada vez que ella se acercaba más, por lo que se fue alejando suavemente de a poco. Katniss solo sonrió con una sonrisa un poco depredadora, sintiendo la misma satisfacción que sentía al acorralar a su presa, no sabía explicar por qué se sentía de esa forma, algo dentro de ella la incitaba a actuar así con él, y por cada reacción que recibía de él, más satisfacción sentía y más ganas tenía de provocarlo.

_ ¿Sí? _ pregunto con un tono "inocente", mientras se acercaba más a él y veía que él se alejaba más de ella y se ponía más colorado si era posible, logrando que la mirada de ella se centrara sobre su pecho, que se estaba contagiando de ese mismo tono rojo. Ella pensó que era bueno que el fuera más pálido que ella y Gale, porque de esa forma se podía disfrutar más de sus sonrojos, los cuales lo hacían ver tan adorable y lindo.

_ Yo… Katniss… _ Peeta se estaba desesperando por encontrar algo que decir, nunca en su vida se sintió tan nervioso como hasta ahora, y la culpa era puramente de ella, que no tenía ni idea de las cosas que le provocaba a él, o por lo menos eso es lo que él creía, ya que en su estado nervioso no podía distinguir la mirada de satisfacción y la sonrisa juguetona que tenía. _ … ¿No crees… que hace un poco… de frio? _ trato de distraerla al sentir el borde del banco, aunque por más que se encontraba medio desnudo, no sentía precisamente frio. Ella entendiendo su juego, decidió seguirle la corriente, haciendo un último acercamiento que la puso justo alado de él, haciendo que sus piernas se tocaran.

_ ¿Frio? _ se detuvo como si estuviera analizando su pregunta. _ Mmmm… puede ser. Aunque yo te siento más… caliente que frio. _ insinuó juguetonamente, ella se estaba divirtiendo mucho con él.

_ Es que… siento frio… _ balbuceo él, mirando a cualquier parte menos a ella, hasta que su mirada se enfocó en la ropa que todavía se encontraba cerca de sus casilleros. _ Quizás… debería ir a cambiarme… antes de que me enfríe más. _ Katniss casi se lamentó que el tomara esa salida, le estaba comenzando a gustar verlo sin remera, con su marca a la vista de todos, por algún motivo eso despertó más instintos que ella no sabía que tenía. Pero decidió darle un respiro a Peeta, por más divertido que era verlo así, todavía había cosas serias de las que tenían que hablar, y era mejor para ambos si se encontraban concentrados en eso.

_ Mmmm… bueno ¿Quieres que te ayude a buscarlos? _ recordando que a él le dolía la pierna antes de todo eso.

_ No, está bien, creo que puedo ir solo. _ logrando recuperar de a poco su cerebro, que decidió por fin trabajar como debía.

Peeta se levantó lentamente del banco, comprobando si le dolía su pierna, al solo sentir una pequeña molestia, decidió seguir hacia adelante con pasos lentos, verificando que, si bien sentía un poco de dolor, no era tan fuerte como cuando se acallo, y aunque cojeaba de un lado, no evito que siguiera avanzando. Katniss por su parte, se lo quedo mirando atentamente, en parte para ver si necesitaba ayuda, y en parte para poder examinar su impresionante espalda, donde se apreciaba sus músculos, siguió la línea de su espalada, admirando como su cintura y cadera se iban haciendo más estrechos hasta llegar a su trasero bien formado y redondo. Ella debería sentirse avergonzada por la mirada descarada que le estaba dando, pero se encontraba muy distraída observando cada detalle que tenía su espalda, cada lunar que sobre salía de su piel, cada marca que pudiera tener, y solo podía imaginarse lo bien que se vería si ella misma agregaba sus propias marcas. Cuando se puso su remera, logro que ella saliera de sus ensoñaciones, apartando la mirada y dándose cuanta con vergüenza que prácticamente se estaba babeando descaradamente frente de él, como si fuera cualquiera de las otras chicas que iban a la práctica para hacer eso mismo con los otros chicos (decidió no pensar que probablemente hubo algunas de esas chicas que también babearon por Peeta, no estaba lista para confrontar esos sentimientos todavía).

Una vez que Peeta se encontró cubierto con su ropa, y se tomó unas cuantas respiraciones para calmar sus nervios y darse la vuelta para confrontarla, decidido a tener más control de él mismo y no avergonzarse más frente a ella, ya se había pasado con tantas situaciones vergonzosas en menos de unas pocas horas. Por su bien, concluyó que lo mejor era tomar un poco de distancia, así que en vez de volver a sentarse donde ella lo había acorralado, decido sentarse en otro banco, que se encontraba cerca de ella, pero no tanto como antes.

_ Bueno… _ decidió romper con el silencio que se había formado de nuevo entre ellos, logrando que ella se enfocara de nuevo en él. _ ¿Había algo más que querías decirme? _ pregunto más para tener algo de qué hablar que por otra cosa, por lo que se sorprendió cuando ella asistió lentamente.

_ Sí, tengo algo importante que hablarte en realidad. _ respondió con seriedad, tratando de espejar su mente de todos esos pensamientos curiosos y divertidos que había tenía hace unos momentos, decidiendo buscar la forma en la que iba a encarar lo que seguía. _ La verdad no esperaba hablar de esto hoy, pero creo que es tu derecho saberlo y es lo justo, solo que no sé cómo decírtelo. _ comezón con duda en su voz, nerviosa de encontrar las palabras. Peeta se enfocó en la dificultad que ella tenía, y decidió tratar de calmarla para ayudarla a que le diga lo que sea que tenía que decirle.

_ Katniss, puedes decirme lo que sea. _ la animo, casi quiso acercarse a ella y tomar sus manos, pero sintió que eso era algo muy íntimo para la poca relación que tenían, así que se contuvo. _ Te puedo asegurar que no hay nada que puedas decir que me haba enfadar. _ eso le dio curiosidad a ella.

_ ¿Nada? _ quiso comprobar.

_ Nada. _ respondió con seguridad.

_ ¿Cómo estas tan seguro de eso? _ ella se encontraba más curiosa que insegura.

_ No lo sé. _ dijo él, sin mostrar ningún rastro de su mentira. _ Pero si llegara a pasar, no creo que el enojo me duraría mucho.

_ ¿Y eso por qué? _ alzo una ceja ella.

_ Tampoco lo sé, solo lo siento así. _ volvió a mentir, a lo que ella suspiro rodeando los ojos por lo vagas que eran sus respuestas, pero tomándose un tiempo para juntar valor. Trato de nuevo volver a juntar las palabras, paso sus ojos por todos lados mientras pensaba y él esperaba pacientemente, sin apurarla ni alterarla. De pronto su mira se enfocó en el hombro izquierdo de él, donde la remara cubría su marca, casi lamentaba que no la pudiera seguir viendo, pero eso le dio una idea. Después de todo, ella era más una chica de acción y no de palabras.

Con eso en mente, rápidamente despejo su hombro izquierdo, dejando a la vista de él su ramo de dientes de león.

¿A caso Peeta dijo que no se iba a seguir avergonzándose más frente a ella? Bueno, se equivocó. Todavía podía avergonzarse un poco más.


¿Qué les pareció? Espero que les allá gustado me moría porque aparecía Peeta oficialmente en la historia, pero antes tenía que desarrollar un poco la historia de Katniss y Gale. Pero la verdad es que ya se estaba tardando en aparecer. Espero que les gustara esta versión de Peeta y Katniss, sé que no es muy parecida a los libros y las películas, pero decidí cambiarlos un poco, hacer que la historia fuera por otro lado, pero a su vez no quiero que cambien en sus esencias, porque así no serían los Peeta y Katniss que nos gusta tanto.

Recuerden que pueden comentar si les parece bien. Quiero agradecer a todos los que siguen leyendo y disfrutando de la historia, espero seguir teniendo su atención. Espero "verlos" la semana que viene, si todo sale bien.

Otra cosa antes de irme, estoy pensado un nombre para el hermano mayor de Peeta, ya sabemos que los fanáticos le pusimos el nombre de Rye al hermano del medio (del cual me encanta), pero con el mayor va variando, y yo soy muy mala con los nombres, pero investigue un poco y me gusto Rainier, tiene muchos significados dependiendo del punto de vista que lo veas (uno de ellos es que es un tipo de cereza por lo que descubrí, si no estoy equivocada). Pero si alguien se anima a darme alguna sugerencia, estoy dispuesta a escuchar y considerarlo, solo me gustaría que tuviera más que ver con la panadería.

¡Besitos! ¡Besitos! ¡Chau! ¡Chau!