Capítulo 36: un vínculo que nos une.

.

Patroclo recuerda ver a una niña frente a él, la niña tenía el cabello rojo y caminaba descalza viéndolo curioso. Desde que había llegado a Ftía había conocido una gran cantidad de personas, aunque no era muy sociable y en general la pasaba más que todo con Aquiles.

La niña era desconocida.

Entrecerró los ojos.

La niña ladeó la cabeza curiosa antes de caminar hacia él.

—Oh vaya, que aura más hermosa, usualmente no se ven almas así. —La niña hablaba extraño, pero parecía muy curioso de ver a Patroclo.

Supuso que debió seguir a Aquiles otra vez, pero no pudo y esta niña parecía ocupar que encontrara a sus padres.

—¿Estás sola? —preguntó preocupado y examinando de reojo que no estuviera herida.

La niña solamente sonrió, sus dientes eran perfectos y por un momento, un instante sus ojos parecían llameantes.

—No, siempre estoy acompañada —responde finalmente, lo cual es raro, pero el propio Patroclo no es bueno con palabras.

Asiente confundido.

Toma de entre su mochila un melocotón que le entrega a la niña, esta lo acepta con una sonrisa antes de comenzar a seguirlo en su camino. Se extraña cuando nadie señala a la niña que parece seguirlo durante el resto del día, pero la niña le pregunta muchas cosas, a veces sobre él, otras sobre su vida y en general sobre todo lo que les rodea.

Desde los árboles, los pájaros, la brisa y la hoguera que estaba encendida al pasar.

—Me gustan las historias —había dicho cuando tomaron asiento. Patroclo ladea la cabeza curioso.

No cuenta muchas historias, eso es cosa de Aquiles.

Pero habla, sobre las historias que escucha a los viajeros y los ojos de la niña brillan.

Era extraña.

Pero Patroclo le agrada.

Una rueda del destino aparece ese día, una rueda que forma parte de un engranaje que ninguno de ellos pudo haber imaginado.

.

.

Draco tiene un sueño extraño que no recuerda al despertar, camina algo adormilado al desayuno mientras Percy no deja de comentar sobre la nueva película que salió y que tienen que ver juntos. Toma un poco de tostadas, Vincent es prácticamente quien lo deja dormir sobre su hombro y Theo intenta meter su cabeza en la taza de té; para su mala suerte con sueño o sin él sigue teniendo mejores reflejos y es Theo quien termina lleno de mermelada. Pansy habla sobre un rumor de un chico de séptimo año bastante picante y Draco se ve muy interesado al respecto, puede que sea joven, pero sabe sobre el sexo por supuesto. La mayoría de sangre pura tienen clases de eso en casa, más que todo como conocimiento general, aunque algunos tienen novelas picantes.

Pansy, por ejemplo.

Lavender también, ella parecía divertida cuando comentan en privado.

Theo parece aburrido del sexo.

Blaise había presumido un poco que alguien ya le dio una mamada, incluso cuando eran jóvenes para eso.

¿Pero qué sabe Draco?

Ha estado luchando con monstruos desde los 12 años y claramente, aunque avanzó en algunos temas, otros no parecen tener esa importancia; tristemente algunos sueños húmedos ya se han hecho presentes y eso le molesta.

Dejándose llevar por las hormonas.

Patético, era más fuerte que eso.

¿Y qué importa si tiene un crush por Potter?

Nada, no importa nada.

Era Draco Malfoy, semidiós y mago, uno de los más fuertes del campamento mestizo, ha luchado y viajado en diferentes misiones, ha cargado el cielo, ha mordido un cíclope, se enfrentó a un titán y cargó en una lucha contra un laberinto estúpido.

—Draco Malfoy. —Detiene sus pasos, voltea a ver a una estudiante de Slytherin mayor.

Adelaide, con quien tuvo una cita de compromiso el año pasado.

—¿Qué sucede?

—El profesor Snape quiere verlo en su despacho.

Ante eso se sorprendió, Severus iría por él en persona, así que solamente siguió a Adelaide confundido. Mañana sería la prueba del lago, así que había pensado en ir con Potter al lago para verlo practicar con las branquialgas unos cuantos minutos. Claro, estaba incómodo con la comadreja ahí y como ambos no podrían pasar al menos 10 minutos sin decirse algo grosero, Granger parecía al borde de la paciencia, pero intentaba calmarse por Harry.

Potter.

No Harry, Potter.

Cuando llegó al despacho de Snape, este salió malhumorado y antes que Draco le gritara por ser un idiota de llamarlo para marcharse, este le pidió que lo siguiera.

Al despacho del director.

Pasó los siguientes 15 minutos de camino pensando sobre qué pudo hacer que ameritara ser llamado al despacho: entrenar en el bosque prohibido, meter arañas en la ropa de los Gryffindor, cuando mando un vociferador falso a Seamus Finnigan que había visto mal a Lavender hace una semana, el dormirse en cada clase de defensa.

Debe ser por el baño que estalló entrenando con Theo en la madrugada y como huyeron de este.

Cuando entró al lugar se sorprendió de ver a otras personas, no solo jefes de casa, si no que Hermione Granger, una niña rubia y Cho Chang. Dado que las personas eran suficientemente anormales y nadie enlazado a su lista de crímenes, supuso o teorizó que podría ser por alguna cosa totalmente nueva que no tuviera que terminar con él castigado.

Tenía razón.

Era sobre la segunda prueba.

—¿Yo qué hago aquí? —preguntó, aunque había escuchado la explicación sobre que la persona más importante para cada campeón estaría en el lago.

No tiene sentido.

Porque la niña rubia parece ser la hermana menor de Fleur Delacour, Cho Chang parece ser la nueva novia de Cedric Diggory (tuvo un poco de celos lo admite) y Hermione Granger hace algo similar con Viktor Krum (otra vez celos, porque dos chicos guapos con pareja siempre dan un poco de celos), lo cual hace que no entienda realmente que hace aquí.

Solo queda Potter.

Y Draco en un millón de años no podría ser alguien importante para Potter.

Apenas si se toleraban.

—Luego de hacer una prueba mágica, descubrimos que el vínculo más fuerte de Harry Potter es contigo —habla Dumbledore con calma y Draco arruga el rostro molesto, sorprendido.

Quiere tener esperanza, en realidad quiere, pero antes de tenerlo la forma en que Dumbledore habla lo deja sin ninguna. Con una mano en su mentón, recuerda el encuentro con Afrodita en sus vacaciones y como la mujer señaló sin piedad sobre el hilo rojo que lo unía a Harry. No está seguro cómo o cuándo, pero la idea de un vínculo entre ambos es posible, duda que fuera algo romántico, aunque a estas alturas de su parte ya se está notando.

Vínculo.

Como el que lo une a Percy, Annabeth, Nico, Will, Bianca, Lavender.

Aunque deficiente y lejos de sentir emociones, si está ahí, es normal que el hechizo lo detectara como su vínculo más fuerte.

No porque fuera algo similar a Cedric o Viktor cuyo resultado señaló a sus parejas.

Es porque era único entre ambos.

Interesante.

Y decepcionante.

—No quiero participar, me niego —habla Draco luego de meditar, sorprendiendo a los presentes, aunque de reojo nota como Severus parece relajarse ante sus palabras.

Dumbledore no parpadea, pero casi podría jurar que se ha puesto un poco más tenso, ya saben, nota esas cosas porque es un semidiós listo para pelear y notar el comportamiento de los demás.

Lo cual lo hace sentir incómodo.

—Señor Malfoy, si no participa, esto podría afectar negativamente a Harry Potter —intenta hablar el director, con calma, como si Potter le fuera un estudiante más de todos y no el claro ejemplo de la forma más imparcial de actuar del hombre.

Draco jura que ese viejo le daría puntos a Potter solo por respirar, no tiene pruebas, pero tampoco dudas.

Granger le da una mala mirada, otros como Chang lo ven sorprendidos, pero Draco se cruza de brazos con el mentón en alto.

Severus voltea con una sonrisa en su rostro claramente divertido de su comportamiento.

El traidor.

—Harry ni siquiera quería participar, así que bien, no podrá participar gracias a mí, pobre niño Potter —habla con indiferencia viéndose las uñas, como si quisiera salir de aquí lo más pronto posible.

No.

Ir en medio de un lago sería un gran no de su parte, es el dominio de Poseidón y claramente no es bienvenido. Puede que votara para dejarlo vivo por Percy, pero duda que esa misericordia se vea rodeada de otras cosas menos que no matarlo de ser posible.

No, Draco Malfoy no va a entrar a un lago por voluntad propia.

—Ni siquiera es como si tuvieras que hacer algo, todos estarán a salvo, hay hechizos Malfoy, los únicos en problema son los campeones —farfulla Moody de mal humor, pero Draco le ignora viendo a Dumbledore, que parece verlo un momento curioso.

Oh.

Lo está analizando.

El cuerpo de Draco se estremece al sentir destellos de Legeremancia, usando sus escudos de Oclumancia de forma tan precisa y devastadora, que corta todas las emociones de sus vínculos de golpe como cuando conoció a Zeus. Percy debe estar quejándose ruidosamente donde esté y preocupando a los demás, pero si no se concentra totalmente y corta todo, este hombre es fuerte.

Sonríe incrédulo, Dumbledore solo asiente.

—No podemos obligarlos a participar, incluso aunque prometo su completa seguridad, tienen derecho a negarse. —Su mirada se entrecierra, dudoso de que lo dejen ir fácilmente—. Me gustaría hablar un momento a solas con el Señor Malfoy, los otros participantes pueden ir con sus jefes de casa para prepararse para su participación.

No.

Estar a solas es mala idea.

Ve de reojo a Severus suplicante porque se quede, pero este solamente ve a Dumbledore antes de gruñir y seguir a los demás.

Solo con el anciano no se siente confiado, pero duda que el hombre pueda decir algo que le haga dudar.

—Entonces señor Malfoy me gustaría pedirle su ayuda en la prueba —habla el hombre con calma.

—Me importa una mierda el torneo —responde Draco prepotente y algo nervioso, pero no lo demuestra, Atlas daba más miedo que este viejo decrépito.

Dumbledore mantiene un rostro tranquilo y afable.

—Señor Malfoy, puede que no forme parte del consejo actual de magia o tenga una posición demasiado alta, pero quiero que sepa que tengo conocimiento de dicho campamento en América para personas especiales. —El rostro de Draco pierde color, ve al hombre incrédulo, quien mantiene su rostro apacible—. No es normal que los Olimpos interfieran, o los romanos para cualquier caso; pero tenemos su conocimiento y mantenemos los mundos separados. —Su mirada vuelve a él, Draco rápidamente entra en modo supervivencia.

No ganaría.

No puede ganarle a Dumbledore.

Su mano tiembla para sujetar su lanza, no lo hace, traga saliva y mantiene sus escudos en alto.

Lo sabe.

Sabe que es un semidiós.

¿Desde cuándo?

Le preocupa la respuesta.

—He mantenido mi rostro atento a su persona desde el año pasado, pero claramente no interferiré, porque nuestros mundos deben mantenerse alejados. —El rostro de Dumbledore ahora parece pensativo—. Tampoco pienso usar este conocimiento contra usted si se preocupa.

—Mentiras —escapa de sus labios, incrédulo.

Dumbledore lo ve, pero Draco también lo ve, un hombre calculador.

Draco había tenido muchos juegos de ajedrez con su padre, lo había visto en acción en el ministerio o fiestas haciendo tratos con otras personas influyentes. Admiraba demasiado a su padre, siempre quiso ser como él y por eso desde niño disfrutó cuando su padre explicaba que veía en las personas, que analizaba y cómo sabía qué tratos hacer con quién.

También le enseñó sobre a quiénes no hacer tratos.

Aunque era difícil encontrar alguien que no quisiera estar cerca de un Malfoy.

Hubo personas que su padre le dijo que evitara.

Personas con la misma mirada que Dumbledore. Draco sonríe de forma amarga, antes de ponerse de pie molesto.

—Señor Malfoy…

—Silencio —gruñe y se sorprende que Dumbledore le haga caso, pero por su mirada, solamente espera casi luciendo aburrido, porque realmente Draco ahora no representa ningún problema para él—. Iré con Snape para la estúpida prueba —añade con amargura.

Patético.

Draco quien sostuvo el cielo con sus manos.

No puede ganarle a un patético mago.

—Gracias por su colaboración.

—Los he visto, a los olimpos —habla levantando la mirada, esta vez Dumbledore parece ligeramente sorprendido, Draco lo ve molesto—. Me han pedido favores, he luchado por ellos en cosas que probablemente no comprenda y solamente diré algo —explica con calma, porque es un inútil que no puede hacer nada ahora—. Odio que me utilicen y no olvidaré esto, aproveche su conocimiento por ahora —gruñe antes de dar media vuelta para salir del lugar sin dar vuelta atrás.

Severus lo espera, parece molesto cuando Draco le dice que participará en la prueba.

Sí.

Tampoco está muy animado por eso.

Entonces.

Todo es un sueño profundo como dijeron que sería.

.

.

Es un sueño extraño, es como estar en medio del campo de quidditch, pero en lugar de volar, está en el césped admirando el estadio vacío; todo sería normal de no ser por Percy. Percy quien está ahí sentado viendo todo curioso y que lo saluda, provocando que Draco camine hacía él con calma.

—¿Sueño loco?

—Es mejor que cuando soñaste con la Sirenita.

—Fue aterrador verte ahí.

No siempre fueron unidos sus sueños, especialmente porque no tenían siempre sueños al mismo tiempo coordinados o horas de dormir similares. El sueño viene en diferentes etapas y cuando Draco llega a una, Percy ya pasó por otra, así que es difícil que ambos sueños se coordinen para que el vínculo los una.

Percy tiene ese estúpido pijama con cupcakes azules.

Draco solamente se deja caer a su lado cansado.

¿Está en medio del lago?

Quien sabe.

No está muerto, es una buena señal.

—¿Qué fue eso con el vínculo?

—Mi director es una mierda que sabe sobre semidioses, me puse nervioso. También puede que esté en medio de un lago en este momento.

—¿Qué carajos Draco?

Percy parece alarmado y conforme Draco le comenta sobre el torneo, la segunda prueba, un poco sobre Potter siendo su amigo; lo cual claramente es algo que Percy detesta. Bueno al final Percy solamente se ve más preocupado y miserable que al inicio, pero Draco solamente se queda viendo al cielo desde el campo de quidditch.

Silencio.

Uno largo.

Preocupado de parte de Percy.

Tranquilo ahora que habló con alguien de parte de Draco.

—¿Percy? —llama Draco dudoso.

—Espera un minuto, aún estoy procesando cómo hacer para no ir inmediatamente a tu colegio y sacarte de ahí; sé que si hablo con Nico o Narcisa me apoyarán, Annabeth tendría un mejor plan si la uno.

—Creo que me gusta Harry Potter, románticamente, mucho. —No sabe por qué dice eso.

Podría decir que tiene miedo de que su padre sea un mortifago.

Podría hablar sobre cómo tiene miedo de lo que significa que Theo tenga parte de un dios romano, y eso podría ser un dolor de cabeza.

Ni que hablar sobre Anthony y los egipcios.

Hablar sobre Voldemort.

Sobre Dumbledore y su conocimiento de los olimpos.

Pero dice lo de Harry Potter, porque de alguna manera quiere sacarlo.

Percy no dice nada, se queda viendo a la nada un buen rato, antes de echarse sobre su espalda a su lado, ambos acostados viendo el cielo despejado frente a ellos. Draco lo mira de reojo, pero Percy no parece enojado, solamente pensativo. Ya que no obtiene respuesta, solamente se queda viendo al cielo también en silencio, sin saber que debería decir.

—Odio como te ve —habla Percy luego de un rato.

Draco arruga el rostro confundido, pero no voltea a verlo.

—¿Qué significa eso?

—Odio como te ve, demasiado posesivo.

—¿Tú estás diciendo eso? ¿Tú? ¿El señor celos locos?

Percy lo empuja, Draco suelta un bufido divertido y se anima a ver de reojo al chico, que mira al cielo con preocupación en su rostro.

Confuso.

Lo admira un poco más.

Entonces Percy toma su mano y la entrelaza, pero sigue sin verlo.

—Llegué a una especie de acuerdo con Annabeth, Bianca, Nico, Will y Lavender —habla a lo cual Draco frunce el ceño ante los nombres específicos—. Yo voy primero.

—Si hablas de vínculos sería Nico. —Otra patada lo hace reír divertido.

—Pero es como, eres nuestro y lo aceptamos porque eres un vínculo para cada uno. —Ahora Percy parece otra vez confundido—. Potter no está ahí, incluso si es un vínculo, es alguien externo y te ve como si tú… fueras especial, lo odio, odio los cambios; odio lo que significa. —Parece dolorido de hablar, Percy es malo ocultando pensamientos.

Draco se sorprende de no saber hace cuanto debió ocultar esos pensamientos, piensa en la charla que tuvo con Annabeth hace tanto tiempo atrás, sobre cómo ella le dijo que era especial para Percy, como le explicó que a pesar de todo seguiría siendo su amigo.

Cómo se sintió bien.

Claro que esto era diferente, a diferencia de Percy y Annabeth que eran hechos el uno para el otro, Draco no sabe que están haciendo Potter y él. Bueno Potter no hace nada, no tiene que hacer nada, en el mejor de los casos ambos son solamente algo como amigos; los sentimientos de parte de Draco es lo que amenaza con perderlo todo.

No sabe de qué habla Percy.

Potter no lo ve diferente.

No… simplemente no.

—Siempre estaré ahí, Percy —habla Draco ganando una mirada de Percy casi dolorosa—. Cuando ocupes mi ayuda estaré ahí, siempre estaré ahí incluso si alguien más llega a mi lado; siempre serás mi vínculo —asegura para tranquilizarlo.

Como Annabeth hizo con él.

Percy se voltea, quedando acostado sobre su lado izquierdo, parece joven, aunque ya no lo es. Ya no lo son, ahora son adolescentes, pero con el peso del mundo sobre sus hombros. Percy está cerca de cumplir 16 años, una profecía que podría condenarlos a todos; pero Draco sigue a su lado.

No piensa abandonarlo.

—Lo prometes.

—Prometo bajo el río Estigia que siempre estaré ahí para salvar tu trasero.

Y podría ser una promesa peligrosa, pero para Draco, no es necesario eso.

Lo haría.

Una y mil veces.

Estaría ahí para salvar a Percy.

El chico sonríe de forma brillante sujetando su mano.

—Yo también, iría por ti Draco, lo juro ante el río estigia.

Probablemente es una promesa ridícula, peligrosa, que podría ponerlos en peligro si no obedecen.

Pero lo hacen, y puede ver en el rostro de Percy que no hay arrepentimientos, así que eso hace a Draco sonreír tranquilo.

—Draco —habla Percy. Draco lo ve confuso cuando este parece pensativo—. Odio a Potter.

—Ya lo dijiste —musita divertido, pero Percy solo suspira derrotado.

—Lo odio, pero sé que te gusta, siempre te ha gustado desde que te conozco. —Draco decide que no es momento para decirle que tuvo un crush masivo por él hasta hace poco, hay momentos para todo, este no es el momento—. Siento que es un idiota, que no te merece y podrías hacerlo mejor; pero… pero… si realmente te gusta, creo que tienes una oportunidad con él. —Draco abre la boca, pero Percy sigue—: No, espera, eres malo cuando las cosas se tratan de ti, pero confía en mí, si incluso yo puedo notar la forma en que el idiota de Potter te mira, debe significar algo, solo, presta atención la próxima vez que estés con él.

Draco va hablar, decirle que es un idiota, pero la mirada del chico lo detiene.

Parece serio.

No miente.

Al final no debe decir nada, porque la fuerza de algo lo saca de su sueño compartido.

.

.

Se levanta sobresaltado, se voltea antes de escupir agua con sus pulmones ardiendo, hay jadeos y llamados de su nombre a su alrededor; Draco toma un momento para maldecir a Poseidón, porque es su tío (aunque este no parezca enterado) y también le desagrada. Hace mucho frío, comienza a temblar incómodo e ignora el sonido para seguir escupiendo agua hasta que al fin puede respirar tranquilamente. Está temblando demasiado y puede jurar que alguien está frente a él diciendo su nombre, pero Draco solamente siente frío.

Mucho frío.

Entonces.

Calor.

Como si una manta térmica como las de Sally lo rodeara, Draco casi suspira y aunque sigue temblando, se acerca más al calor instintivamente, las voces comienzan tener sentido a su alrededor; pero estaba demasiado cansado para prestar verdadera atención.

—¿Qué carajos Potter? —Estaba seguro que era Lavender, pero no puede moverse, el calor es demasiado adictivo.

—No lo sé, no despertaba, tengo que llevarlo con Pomfrey, pero no deja de temblar aun con las mantas.

Y no va dejar de temblar, todo su cuerpo se estremece.

Fueron muchas horas, probablemente bajo el agua, así que cuando alguien lo levanta en el suelo solamente se queja un poco. El calor sigue a su alrededor y mientras sus ojos parecen enfocarse, sabe que no son las mantas sobre él lo que le dan calor. Los ojos de Potter parecen verlo preocupados, pero Draco solo se abraza más a su calor y entierra el rostro en su cuello.

Caliente.

Cree que pierde el conocimiento luego de eso, un extraño arrullo en su oído que parece una burla, antes que abra los ojos nuevamente.

Su cuerpo sigue sintiéndose más frío de lo que debería, pero debe tener un hechizo calentador, ya que su cuerpo a pesar de tener varias prendas de ropa y una enorme manta, se siente cómodo. Se medio incorpora en la camilla de la enfermería con un poco de dificultad, quiere quitarse el enorme suéter, pero se detiene porque hace demasiado frío y también porque su padre está en la silla al lado de su camilla.

Su padre.

Lucius Malfoy.

—¿Padre? —pregunta algo sorprendido o confuso, es extraño que su padre venga a Hogwarts cuando no ha causado un caos.

Oh.

El lago.

Cierto.

En su defensa no fue su culpa.

—Tu madre está en la oficina del director, lleva… —Admira un momento su reloj de bolsillo—. Unas cuatro horas desde que llegamos aquí —añade sin sentir la menor culpa, lo cual hace a Draco pestañear antes de ver al techo.

Se desliza nuevamente entre el nido de mantas que hay a su alrededor, se siente un poco enfermo y es como volver al mar de los monstruos de nuevo; solo que peor. No quiere pensar cuántas horas pasó dentro del agua, pero, aunque solo pasar un rato junto con Percy en vacaciones lo hacía sentir mareado, ahora completamente solo lo hizo sentir que iba a vomitar.

Algo parpadeó a su izquierda, pero lo ignoró por ahora.

—Si estás aquí, significa que la has dejado sola para desatar y atemorizar.

—No sé de qué hablas.

—Si dejaras de sonreír padre, pensaría que eres sincero.

Lucius solamente suspira, antes de acercar más la silla contra él, nadie está cerca y las cortinas están cerradas. Draco se derrite un poco ante las manos de su padre pasar por su frente y cabello en una suave caricia, el rostro de Lucius parece preocupado y es casi tan anormal verlo cargado de sentimientos comparándolo con el hombre frío que va al ministerio con el mentón en alto.

Draco sonríe.

Su padre se ve serio.

—No debieron obligarte. —Ahora parece casi furioso, controlándose apenas por Draco que solamente sonríe un poco cansado ahora.

—Ese hombre es un hijo de perra, me vengaré.

—Como se espera de un Malfoy.

Sonríe un poco más entre el cansancio de su cuerpo, intenta enviarle oleadas de tranquilidad a sus vínculos, pero todos parecen aún algo nerviosos y no sabe qué hora es, es tarde, pero todos sus vínculos parecen agitados cuando Draco responde.

Nerviosos.

Preocupados.

Casi llora ante el inminente alivio que hay de parte de Will, que siempre parece el más tocado cuando es algo que afecta su físico; como si quisiera enviarle sus poderes curativos por el vínculo. Tristemente aún no saben si eso es posible y Will parece muy decidido a lograrlo por su cuenta.

Gruñe un poco intentando acomodarse, pero algo en su espalda quema un poco y supone que sufrió alguna que otra herida. El rostro de su padre se vuelve frío como si quisiera ir a reprender a alguien, pero Draco sujeta la muñeca de este impidiendo que se marche muy lejos.

No quiere que lo deje a solas.

Bueno, casi a solas, Draco puede sentir una presencia al otro lado de la camilla de la cual no quiere pensar mucho ahora.

Tiene una clara idea de quién puede estar ahí.

—Logré traficar un poco de chocolate de esa pastelería de París que tanto disfrutas —habla su padre con calma sacando de su bolsillo una pequeña caja que con magia agranda. Draco podría derretirse cuando su Éclair favorito de chocolate.

—Eres el mejor padre del mundo —habla Draco aún algo tembloroso, tomándolo entre sus manos para darle un mordisco, gimotea un poco emocionado y su padre rueda los ojos.

Probablemente en otro momento sin tantos problemas, le señalaría sobre la etiqueta, pero parece feliz de dejarlo ser en este momento.

Su salud seguramente.

—Ten cuidado durante la última prueba. —Las palabras de su padre hacen que se congele en su último mordisco, lo ve de reojo antes de notar el rostro mortalmente serio de este, haciendo que entrecierre la mirada antes de masticar el último bocado de uno de sus tantos postres en la caja—. Se está planificando algo… grande, peligroso, aléjate de Potter todo lo que puedas.

Algo malo está pasando.

Joder.

No ha salido del lago y ya tiene problemas sobre sus hombros, entrecierra la mirada un poco más viendo ahora a su padre.

—¿Estás involucrado? —pregunta suavemente, a lo cual su padre solamente se ve tenso, antes de soltar un suspiro y negar.

Su mirada parece un voto de confianza, que hace a Draco asentir para sus adentros, bien, que siga así. Ve sus manos totalmente pálidas un momento, antes de suspirar confundido, tiene mucho que hacer y no tiene idea de que hacer para iniciar.

Deberá hablar con Lavender y Theo, con suerte este último pueda averiguar algo con su padre, si las cosas podrían ser lo que piensa.

Mortífagos.

Algo planean.

—Iré por tu madre, vuelve a dormir, vendremos mañana por la mañana otra vez —habla su padre con una inusual calidez. Draco le sonríe amablemente al verlo despedirse.

Se queda ahí, antes de tomar ahora un macarons con una mano, lo mastica un rato pensativo, pero cuando no hay nada más que silencio se agota. Toma la almohada como si fingiera poder amasarla, antes de que con rapidez y una fuerza monstruosa (tanto como lo permite su actual condición cansada) lanzarla sin piedad contra el montículo invisible de la otra silla.

Rebota como si chocara con una pared invisible, antes que, de un nido de mantas invisibles, miembros que sobresalen, el rostro de Potter salga luciendo furiosamente rojo.

Capturado con las manos en la masa.

—Para un acosador, eres muy malo. —Vuelve a tomar su macaron y meterlo a su boca, Potter sigue rojo, pero se acomoda mejor en la silla.

La capa de invisibilidad sigue sobre sus hombros, pero ahora puede ver la estúpida pijama algo vieja en su cuerpo, puede que no fuera tanto, pero viéndolo sin sus estúpidas túnicas parece que ha ganado un poco de peso y músculo desde el último verano.

No es que importe.

Tampoco importa lo que dijo Percy.

—Quería ver como estabas. —Es todo lo que dice, luciendo algo confundido cuando Draco toma unas galletas de chocolate y se las pasa.

Las ve con duda en sus manos un largo tiempo, parece dudar un poco más, antes de tomar una y meterla a su boca. Draco sonríe ligeramente al ver el rostro del chico iluminarse antes de meter un poco más a su boca, casi luciendo como una adorable ardilla.

Está tan mal.

Estúpidos sentimientos.

Si tiene sentimientos por Potter, no, no los quiere y definitivamente Potter es Heterosexual como Percy.

Listo.

Los sentimientos deben morir ahora.

Afrodita está mal.

—Vivo, con dolor de cuerpo, estar bajo el agua no es mi fuerte; una vez en el mar de los monstruos durante días solo vomité. —Se estremece ante el recuerdo, antes de meter un chocolate con vainilla a su boca—. Hablé con Dumbledore, parece ser que tenemos un vínculo o algo así. —Le resta importancia, jamás le diría a Potter la verdad, lo que Afrodita asegura.

Porque está mal.

Solo había querido molestarle.

Potter se levanta animado, Draco sabe que no están ahí, pero es casi como si pudiera ver unas orejas de perro asomarse por la cabellera de Potter emocionado. Sus ojos siempre parecen más brillantes en la oscuridad cuando está feliz, se pregunta vagamente si es por su condición.

—¿Tenemos un vínculo? —Y suena tan malditamente esperanzado, que Draco se estremece antes de ver a otro lado ligeramente sonrojado.

Sí.

Tienen un vínculo.

Y si de alguna manera tiene tan mala suerte en su vida para que Afrodita tenga razón, podría ser más fuerte que el de Percy y eso probablemente solo haga todo más doloroso.

—Sí. —Le resta importancia, tiene que hacerlo—. Aunque es extraño, no eres un semidiós y hasta ahora solo ha funcionado con ellos; tenía la teoría con Annabeth que eso significaba algo debido a la sangre que nos unía —añade ahora más técnicamente—. Ese vínculo debió ser lo suficientemente rescatable, para que la magia del cáliz me eligiera como la persona más cercana a ti para la segunda prueba. —Se intenta quitar la sudadera, ahora está un poco más caliente y parece soportar tener solamente tres grandes abrigos y—... ¿De quién mierda es esta cosa? —gruñe ante el estúpido suéter color vino claramente en referencia de Gryffindor.

Alguien morirá.

Lentamente.

Potter a su lado se ahoga un poco con la galleta, voltea a verlo y este aparta la mirada tímidamente.

—Yo, eh… Pomfrey estaba pidiendo ropa y yo tenía esa, así que es mío, me lo dio Sirius a inicios de año… lo siento —musita totalmente rojo como un tomate.

Avergonzado.

Draco también lo está, ahora ligeramente sonrojado viendo la sudadera sin saber qué pensar o que sentir de forma correcta, pero su vientre parece estar al borde del pánico, así que supone que es mejor no pensar en eso.

Piensa en otras cosas.

Sus nervios comienzan a inundarlo.

Will y Nico parecen curiosos por lo que pasa, sus nervios deben ser notorios, pero hay una ligera burla entre los sentimientos de Percy, Lavender parece estar inquieta, pero se contiene. Otros como Annabeth o Bianca solamente parecen aliviadas, como si supieran que estar nervioso de esta forma no es mala.

Su cabeza comienza a doler, así que cierra sus vínculos lo más delicado que puede, ocupa privacidad ahora.

—Lo que sea —farfulla, otro macaron a su boca.

—Entonces… vínculos.

—Maldita sea Potter no luzcas tan ansioso por eso.

—Harry, tienes que llamarme Harry.

—Eres una perra de atención Potter, bien, deja de verme así, Harry lo que sea.

Potter parece feliz, luciendo emocionado cuando Draco comienza a explicar un poco sobre los vínculos y ambos parecen algo confundidos luego de algunos minutos. Draco no siente las emociones de Potter como los otros vínculos y Harry admite tampoco sentir las suyas, pero en general es como si su presencia estuviera ahí y pudiera sentirla con los ojos cerrados. Parece ser que es un vínculo totalmente nuevo, pero a diferencia de los otros, parece como si su presencia hubiera estado ahí por un tiempo; ambos parecen indecisos sobre cuando pudo formarse algo así.

—Bueno en primer año, siempre sabía cuando estabas cerca, nunca pensé mucho en eso —admite Potter torpemente a lo cual Draco solamente asiente.

Es algo que le pasó a él.

Pero pensó que era porque se odiaban mutuamente.

—Entonces probablemente será algo que evolucione, es como lo de Percy, solamente de la nada saca algo nuevo —determina Draco con aburrimiento, a lo cual Potter solamente asiente algo pensativo y curioso.

Le da otra galleta a Potter, quien la toma antes de masticarla lentamente, antes de tararear feliz.

Debería irse.

¿Por qué aún no se marcha?

Va a meter otra golosina a su boca, cuando su mano es sujetada por algo, o mejor dicho por alguien. Baja la vista confuso, cuando ve que Potter toma su mano y la guía a su rostro, lo cual hace que su propio rostro se vuelva como un tomate cuando este coloca su nariz en su muñeca inspirando bastante fuerte.

Bien.

Incómodo.

Muy incómodo.

Y totalmente inapropiado.

—¡Potter! —sisea esperando no llamar la atención de Pomfrey en alguna parte de la enfermería, pero Potter solamente gimotea por bajo y aspira un poco más luciendo casi tan avergonzado como Draco.

—Lo siento, pero huele bien.

—¿El chocolate?

—No pedazo de idiota, bueno, sí un poquito, pero huele como orquídeas, hoguera y pino… llevo mucho tiempo queriendo oler.

—¿Por qué maldita sea?

—No lo sé. —Su queja sería más efectiva si no estuviera restregando su mejilla contra su muñeca, avergonzando a Draco y su corazón debe ser una locura ahora—. Remus dijo que muchos olores ahora son más fuertes, a veces tengo que abrazar mucho a Hermione o a Ron, es tan incómodo; pero me estaba conteniendo, lo prometo —farfulla luciendo miserable.

Bien.

Sus ánimos se agrian un poco al pensar que no es el único al cual hace este tipo de locuras, pero eso hace recordar quién es, que es él, que es Potter y quién es Harry. Solamente un hombre lobo que debe estar luchando por sus nuevos sentidos y que tiene un buen gusto para admitir que el aroma de Draco es bueno.

Delicioso.

Como tiene que ser.

No hay que pensar mucho en eso.

Solo es como un perro, un perro, listo, un perro.

Draco se suelta la mano y Potter hace un sonido miserable, que se termina cuando al instante usa su mano para palmear su cabeza. El chico parece congelado, al mismo tiempo que Draco se pregunta si funcionará, hay un extraño segundo de silencio, antes que Harry suelte una risa algo ahogada antes de acomodarse mejor con los brazos sobre la camilla, dejando que Draco juegue con su cabello.

Es, inesperadamente suave.

Potter parece inesperadamente feliz.

¿Cómo su vida llegó a esto?

—Mi familia no… es muy cariñosa conmigo, esto se siente bien. —Parece tener un pequeño tartamudeo al inicio y lucir casi dudoso de expresar esa opinión.

Draco no dice nada, se detiene solo un segundo, antes de continuar jugando con la cabellera de Harry que cierra los ojos para disfrutar el contacto.

Piensa en las lunas llenas.

En los comentarios del hombre lobo y nuevamente la pregunta está en la lengua de su boca, preguntándose si debería preguntar o no.

—Tu familia suena desagradable —dice al final sin saber si es bueno o malo.

—Tu padre se ve amable contigo —musita Harry con un ojo abierto, a lo cual Draco solamente suspira al pensar que sin duda el acosador había estado un rato ahí.

Se pregunta si su padre lo habría sentido, si esa amenaza o indirecta de alejarse de Potter sería porque sabía que estaba ahí; duda que descubra la verdad. Una parte de él sabe que está haciendo justo lo contrario de lo que dijo su padre, pero viendo ahí a Potter, sonriendo y luciendo tan tranquilo a su alrededor; es demasiado para su pobre corazón patético y enamorado.

Suspira.

Potter lo mira curioso.

—Es un excelente padre, lo siento si intentó hacerte daño, intento que no se repita —musita acomodándose mejor en la cama. Potter no se mueve, pero sujeta la mano de Draco otra vez.

Antes de ponerla en su mejilla y seguir oliendo su muñeca.

Suelta una risa, porque es ridículo.

Lo cual hace a Potter sonreír un poco más.

Se siente somnoliento por algún motivo, así que decide que es mejor dormir, pero Potter no se va, se queda ahí y cuando Draco siente que está por caer dormido siente que su mano se entrelaza con la del niño. Por un momento siente una extraña felicidad y anhelo, que casi puede jurar que no son suyas.

Sueña.

Con un niño dentro de un armario, pero aunque no recuerda su mirada al despertar solo al día siguiente, recuerda al niño volteando a verlo con una sonrisa y abrazándolo emocionado.

.

.

Su madre y su padre lo esperaron la mañana siguiente, no parecían saber sobre Potter, así que lo dejó así mientras su madre despotricaba sobre el colegio más de una vez y decir que deberían irse del país cada cinco minutos. Se logran calmar, a diferencia de segundo año, no es tan atractivo irse sin Lavender y Theo; no sobre Potter, eso no importaba. Cuando su madre se marcha luego de darle muchos besos y un fuerte abrazo un poco desgarrador, Draco promete no meterse en problemas hasta el verano, lo cual no la hace reír.

Slytherin parece verlo con diferentes miradas curiosa cuando aparece.

El rumor de que Draco es la persona más importante para Potter está en boca de todos, y si bien todos parecen pensar que es románticamente hablando, Draco sabe que no lo es.

Es un vínculo.

Lavender (quien no dudó en escurrirse en su habitación) y Theo que parecían emocionados por saber cualquier rumor, son los únicos que entienden cuando explica sobre el vínculo.

—¿Percy sabe del vínculo? —}

—Sí, Lavender.

—¿Dónde está mi maldito vínculo, Malfoy?

—Dentro de tu trasero Nott.

Lo único bueno es que, aunque los Slytherin querían burlarse de él, solamente escucha los chistes de Pansy, ya que cuando Blaise hace un comentario un poco grosero sobre la relación con Potter, bueno, Draco sinceramente no se sorprende tanto de lanzarlo por las escaleras.

Fue un accidente.

Severus lo deja pasar un poco aburrido, sin duda tiene sus favoritos, Draco se lo restriega a Blaise en la cara.

.

.

—Oh vaya un vínculo con Potter, debe ser por eso que Percy estaba de mal humor —habla Annabeth, que parece estar en la cama con sus libros de estudio.

Draco gimotea, cuando se lo dijo a Percy, no importa el discurso que le había dado, el chico se cruzó de brazos, hizo un puchero mientras gruñía que ahora no era su favorito.

Maldita reina del drama.

Aprendió a él tristemente.

—Pero es diferente, es extraño, no sé cómo definirlo, tal vez porque no es un semidiós y solo es un hombre lobo —explica Draco con calma desde el baño, donde tuvo que llamar a Annabeth.

La niña asiente, pensativa.

Luego de la segunda prueba tomo la decisión de hablar con todos sus amigos con vínculos para que no se preocuparan, pero mientras algunos parecían curiosos al respecto (ya que no pudo explicar bien la situación porque no saben que es un mago, el torneo o Zeus como padre), parecían felices de verlo bien.

Menos Will.

Este lo reprendió por casi una hora por cuidarse mal.

—Tal vez es algo que ver con hombres lobo, ya sabes, puedo enviarte libros sobre el tema su historia es muy interesante —inicia Annabeth, que debe haber devorado todos los libros de hombre lobo luego de conocer a Potter—. En las leyendas, a los licántropos no se les atribuye una explicación específica, más que la generalmente atribuida a la magia y a lo paranormal; podría desarrollarse como consecuencia de caracteres genéticos heredados, heridas producidas por otro licántropo, maldiciones u objetos mágicos. La etimología folclórica también conecta la palabra a Licaón, rey de Arcadia, quién, de acuerdo al poema de Ovidio Metamorfosis, fue convertido en un lobo rabioso como respuesta al intento de servir carne humana, la de su propio hijo, en la visita de Zeus para refutar o desaprobar la divinidad del dios. También hay una enfermedad mental llamada licantropía, en la cual el paciente cree que es o que se ha transformado en un animal y se comporta de acuerdo a ello. Muchas veces se refiere al tema como «licantropía clínica» para distinguirse del uso de «licantropía mitológica» —comienza a explicar Annabeth con calma y Draco casi quiere reírse.

Sí.

Tiene sentido que fuera por culpa de Zeus.

¿Zeus tiene que estar metido en todo en su vida?

—Potter fue mordido por un hombre lobo.

—Sí, algo de lo cual no hablas mucho, por cierto.

—Oh mira, es hora de ser regañado por Will de nuevo, adiós.

La chica solo rueda los ojos, pero no lo presiona cuando termina la llamada.

.

.

Draco sinceramente no ha visto mucho a Potter estos días, realmente no sale mucho de las mazmorras Slytherin los primeros días con demasiada ropa sobre él; el frío persiste aún días después, nadie comenta nada de su sudadera roja. Probablemente porque solo la usa en las noches y sus compañeros de habitación le tienen el miedo suficiente para no hacer algún comentario al respecto, aunque nadie podría saber de quién era la sudadera así que todo bien. Pasa la mayor parte de su fin de semana durmiendo en su cama, a veces Lavender se escurriría en la habitación para abrazarlos y dormir juntos, Theo los llama asquerosos.

Se termina uniendo de forma casi obligada.

Es raro.

Es como el nacimiento de un vínculo, pero a diferencia de sus otros vínculos, el de Theo parece algo que se forma poco a poco.

Interesante.

¿Será por su parte romana?

—Draco por aquí, quiero hablarte, eres popular hoy —chilla Pansy, sacándolo de su ensoñación ese lunes en la mañana. Draco no tiene túnica, tiene una de sus sudaderas azules que le dio Percy y puede que lo reprendan por no usar su uniforme.

No importa.

Pomfrey le dio una nota para que pueda usar ropa cálida lejos del uniforme y también hechizos calentadores, en los cuales se está volviendo muy bueno a fuerza de voluntad.

Draco se sienta en la mesa de Slytherin con un bostezo, antes de que Pansy le restriegue un periódico en la cara mientras al lado de ella Daphne y Millie parecen verlo igualmente curiosas. Toma el periódico mientras quita un panecillo con mermelada, que nunca llega a su boca, mientras lee el periódico con más intensidad.

—Hija de perra —gruñe Draco furioso.

El periódico del día es donde al fin Rita parece quebrarse y utilizarlo, a pesar de las advertencias que probablemente recibió por años de sus padres. No solamente habla sobre el extraño trío romántico que hay entre Harry Potter—Hermione Granger—Viktor Krum, sino que lo señala casi de forma inocente como si fuera un cuarto de la discordia por haber sido el elegido en la segunda prueba para ser la persona que rescata Potter.

Sonríe de forma maliciosa.

Va hablar con su padre, aunque duda que este no lo sepa a estas alturas, hablará con su padre y esta mujer debería pedir clemencia cuando terminen con ella.

—Buenos días. —Viktor toma asiento a su lado con tranquilidad, Daphne suelta un suspiro junto con Millie, pero Pansy solo ve divertida cuando Draco le pasa el periódico.

Viktor parece miserable y algo cansado cuando lo lee.

Theo se une rápidamente, quitándole el periódico a un molesto Viktor, antes de comenzar a reírse con Blaise al respecto. Draco se promete torturarlos de las formas más dolorosas posibles, pero se levanta de la mesa con dignidad caminando hacía la mesa de Gryffindor, hay varias miradas a su alrededor y nota como más de uno tiene un periódico en mano.

Obsoleto.

El internet es más rápido.

Ve la sonrisa casi divertida de Anthony, le saca el dedo del medio antes de dejarse caer donde Lavender está sentada con Parvati, con un periódico en su mano. Le da una sonrisa divertida que hace que Draco gruña antes de abrazarse a ella.

—Que me abraces no arruinará los rumores, más porque ya saben que te gustan los niños —dice la chica, pero igualmente palmea su cabeza con diversión.

Draco gruñe otra vez.

Hijos de perra.

—Haré que esa mujer pague con fiereza, solo me mencionó, pero la destrozaré totalmente en un juicio, mi padre lo hará —asegura con voz casi al borde de la histeria, haciendo a Lavender sonreír aún más.

Ambos se congelan cuando alguien toma asiento al lado de Draco, sus ojos se abren ligeramente asombrados cuando Potter está a su lado con un rostro que solamente puede describir como enojado. Supone que ha leído el periódico como Draco y viene a quejarse de todo lo malo en su vida, Draco lo haría, comenzaría a quejarse de que Rita es una perra primero que todo.

Al menos Granger y Viktor están "juntos", esa parte no fue totalmente mentira.

—¿Qué estás usando? —Lo señala con voz apenas contenida.

Se queda en blanco.

Parpadea, voltea a ver su sudadera, luego a Lavender que parece igualmente en shock como él.

—Ropa —contesta Draco indeciso. Potter solamente se ve más molesto.

Weasley que parece no estar feliz toma asiento al lado de Potter ignorando todo, mientras Granger toma asiento frente a ellos reprendiendo a Potter con la mirada.

—Apesta, huele mal, pensé que estabas usando la otra sudadera, olía bien y ahora hueles mal. —No entiende porqué parece tan enojado, pero en realidad no entiende mucho de qué habla.

Parpadea pensando en si habla de la sudadera de Gryffindor, lo que hace sonrojarse y verlo furioso, no había pensado que tan agudo podría llegar a ser el olfato de hombre lobo. Ya que nunca lo usó de día, así que solamente podría saber que la usó, si de alguna forma su aroma se hubiera quedado en él.

Asqueroso.

Perturbador.

—Mira Potter no tengo tiempo para.

—Harry —lo corrige, haciendo que Weasley se ría por lo bajo y Draco le lance una uva en la cabeza.

—Harry tenemos problemas más importantes que una sudadera, como que piensan que estamos en una relación poliamorosa con Granger y Viktor; lo cual me ofende, si estuviera en una relación poliamorosa seria con Percy y Annabeth —señala rápidamente acalorado, ganando que la mirada de Potter se vuelva más agria al tiempo que Lavender ya no controla su risa.

Potter solamente lo ve cinco segundos, antes de abalanzarse sobre él intentando quitarle la sudadera, Draco chilla antes de levantar la pierna por inercia y darle una patada en la nariz.

Sí.

Pomfrey los regaña a ambos en la enfermería, Severus extrañamente le da un chocolate cuando lo descubre.

Ahora hay rumores que ambos están discutiendo, pero parece ser que todo el colegio los da por pareja.

Joder.

.

.

Draco pasa el siguiente viaje de Hogsmeade husmeando entre regalos para sus amigos, también algo inquieto porque últimamente se siente un poco tenso por el verano que se aproxima. Se supone que no debería preocuparse por eso, pero es cuestión de tiempo para el cumpleaños de Percy, además con Lavender y Theo que lo acompañarán esta vez; tiene miedo de las luchas que se aproximan. Camina tranquilamente entre las tiendas, mientras que Lavender chilla emocionada cada que le compra algo y parece decidida a mostrar a todos el hermoso broche de flor para su cabello. Theo tiene un libro nuevo y para sorpresa de Draco, Anthony decide caminar al lado de ellos con tranquilidad hablando sobre mitomagia y como quiere una partida nueva contra Nico; pero no parece seguro sobre ir este verano o no al campamento.

Está meditando sobre algo que dice el chico sobre los egipcios, cuando una bola de masa choca contra él.

Maldita sea.

Anthony parece casi divertido al verlo casi ser derribado, si no fuera por su condición de semidiós, probablemente lo habría hecho. Lavender y Theo dejan de discutir, para acercarse con ojos igualmente divertidos, casi siempre tienen el mismo rostro estos días.

Encantadores.

Ocupa nuevos amigos.

—Por el amor de Hestia, deja de hacer esto, Harry —farfulla Draco humillado, mientras el chico que ya no tiene la nariz rota, parece negarse mientras lo abraza con más fuerza; Draco quiere morirse porque le parezca aún demasiado tenso a pesar que lleva una semana así—. Solo aumentas los putos rumores —añade, pero Potter se encoge de hombros.

Parece no importarle que otros hablen de él, aunque tomando en cuenta que es el niño que vivió, no se sorprende.

Potter solamente lo abraza un poco, antes de alejarse y quitarse la bufanda que tenía puesta, aunque el clima ya es más cálido y este no parece necesitar usar bufanda por su calor corporal. Este la enrolla sobre su cuello sin preguntarle o pedir permiso, haciendo a Draco suspirar fastidiado cuando este asiente luego de olfatear el aire satisfecho.

—Parece empeorar —escucha musitar a Granger pensativa, a lo cual Weasley solamente parece divertido todo el tiempo ahora.

Idiota.

Intenta quitarse la bufanda, pero en realidad es cálida y la mirada de perro a medio morir de Potter lo hace bufar y levantar las manos en señal de rendición.

Lo que hace al chico sonreír feliz.

—Azotado —bromea Anthony antes de seguir su camino, Draco le gruñe una maldición, pero antes que pueda irse, Potter lo toma de la muñeca.

Cuando Draco voltea a verlo este ve de manera seria a Anthony, antes de verlo con una sonrisa diciendo algo de que Sirius vino a visitar, luego comenta algo sobre chocolates y dulces. Draco se pregunta cómo termina al final de la tarde en las tres escobas en una mesa con demasiadas personas, pero cuando ve a Potter sonreír a su lado emocionado, ignora las miradas divertidas de Lavender y solamente suspira.

Pronto empezarán las luchas, supone que, por ahora, puede tener esto, un poco más.

Continuará…

Tomo casi 35 capítulos para que veamos un real avance en el Drarry, no sé qué decir, solo que este capítulo tiene muchas cosas y falta tanto por descubrir, este arco ya está pisando los últimos capítulos. Creo que uno o dos para que todo termine e inicie el arco 4.

Me emociono muchísimo de pensar en eso.