"Te creo... Por favor... llévame a casa"

Basara se puso lo más cerca que pudo sin que su cuerpo fuera arrastrado. Dio un suspiro, relajo su cuerpo y alzó Brynhildr al cielo. Se estaba preparando, preparando para ejecutar Banishing Shift a la perfección.

Banishing Shift. Un poder único que de ser conocido, traería el terror a más de una deidad. Era la eliminación en su estado más puro. No Destrucción, no muerte. Era Absoluta Eliminación.

Para hacer esto, la raíz de la existencia de un objetivo, su "Origen", debe ser cortado. Aquella "Energía Divina" que ocila en todo tipo de materias y sustancias.

La "Energía Divina" cambia naturalmente de lugar, y ante un poder gigante y descontrolado, esta energía se movía a máxima velocidad. Si fallaba, todo habría acabado. Si cortaba el agujero negro pero lastimaba a Mio, habría fallado. Necesitaba cortar el origen del vórtice de destrucción de forma limpia sin un solo error. Nada por debajo del 100% era aceptable.

Su mano temblo mientras un pensamiento traicionero lo invadía.

'¿Vas a borrarla también a ella'

Su corazón se agitó mientras la incertidumbre lo dominaba. Pero sólo bastaron dos palabras de Mio para calmarlo, un suave "Confió en ti" que lo convencio de que no podía fracasar.

Basara inhalo profundamente mientras entraba en un estado de meditación. Ya no había nada, solo el, Mio y la Energía Divina. Dio un paso al frente, blandio Brynhildr en silencio y entonces... silencio. No el silencio absoluto de un lugar muerto, sino el silencio que hay después de la tormenta. Abrió los ojos, y el miedo de haber fracasado se desvanecio.

Mio estába ahí, de cuclillas en un suelo destrozado. Su ropa estaba rasgada, con la tela de su blusa rota y mostrando lo que deveria ser su escote, pero Mio no usaba brasier, lo que dejaba sus grandes montículos andar libremente, balanceándose al ritmo de su respiración.

"Lo hiciste... Sabía que lo harías"

Ninguno noto cuando ella se levantó, o cuando el se acercó con prisa. Solo de dieron cuenta de su cercanía cuando Mio salto a el y lo atrapó en un beso. Sus lenguas jugaron entre sí en una danza lasciva mientras los pechos de Mio se presionaron contra el de Basara. Duraron unos segundos hasta que se separaron con un hilo de saliva conectando sus labios.

"Ejem... No es que me importe, pero tal ves deverian esperar para llegar a casa"

No hacía falta decir quien pertenece esa voz. Issei y María los miraban con una mezcla de diversión y envidia por parte del primero. Noto que este cargaba el cuerpo de una chica rubia.

"Hyoudou... ¿Esa chica es...?"

"Si, es Asia. No pude llegar a tiempo. Le arrebataron su Sacred Gear y luego..."

Issei apretó sus puños con impotencia. El dolor se reflejaba en su rostro, pero también una débil esperanza.

"Tu puedes salvarla ¿verdad?. María-san dijo que tienes una forma de revivir a los muertos. ¡Por favor salvala!"

Basara le dio a María una mirada penetrante que prometía un castigo, pero esta solo asintió y susurro un "Más tarde".

"Hyoudou... ¿Recuerdas lo que te dije sobre los demonios y las piezas malignas? ... Pues yo soy uno. Puedo revivirla, pero eso significaría transformarla en un demonio, en aquello que sus creencias más aborrece. Tal vez incluso podría intentar suicidarse"

Issei dudo, acostó el débil cuerpo de la chica sobre la hierba mientras acariciaba su cabello.

"... Yo tomaré la responsabilidad"

"¿Incluso si termina odiandote?"

"...Ella tenía un sueño. Hacer muchos amigos y cortas flores juntos. Le prometí que ella aria muchos amigos, no hace falta que yo sea uno de ellos... Solo quiero que sea feliz..."

Basara sintió que algo dentro de si se estremecía. Ver a Issei era como verse a si mismo. Tal vez sus personalidades, historias y sangre sean diferentes, pero tenían algo en común: El egoísta deseo de proteger a alguien, incluso si ese alguien no lo deseaba. Sonrió mientras sacaba su caja de piezas malignas.

"Me agradas, Hyoudou Issei"

Issei le puso el Twilight Healing en las manos a Asia y Basara colocó una pieza de Alfil sobre su pecho. Ambos objetos brillaron antes de fundirse en el cuerpo de la chica.

10 segundos, Asia volvió a respirar. Estaba tan cansada que seguía inconsciente, pero estaba viva. Issei dio mil gracias entre lágrimas y prometió pagarle a Basara todo lo que había hecho por ellos.

"Ejemp..."

Rias Gremory junto a su séquito llegó para atender los asuntos en su territorio. Cruzó sus brazos, haciendo resaltar sus grandes pechos. Basara suspiro cansado.

"Supongo que quieres algunas explicaciones"

"¿Algunas? Me parece que merezco saber por que un noble que no conozco esta en mi ciudad, bajo la identidad de un mago y reclutando sin mi permiso"

Oh, ella lo había visto todo. Basara miro al cielo nocturno e hizo una mueca. Esta iba a ser una larga noche.

XxXxX

Lars miro a la distancia como los séquitos de Rias Gremory y Basara Toujou se marchaban. Incluso escondido entre los árboles, pudo notar como Mio se aferraba al brazo de Basara. Si es por apreció o para cubrir su pecho desnudo no le interesa, solo que estaba viva.

"Facinante. Tiene una forma de contener su poder"

Eso cambiaba las cosas. No estaba especialmente apurado por cumplir la orden de su empleador, y sería estúpido intentarlo en el futuro cercano. Medito su siguiente movimiento y se decidió. Necesitaba más información, conocer a sus objetivos más de cerca. No tenía prisa, pero necesitaba ser discreto. ¿Entrar como estudiante? Tal vez, pero primero necesita hacer un informe.

"Azazel estará interesado en esto"

XxXxX

Basara había convencido a Rias para qué discutieran en su casa. Al llegar, Issei llevó a Asia a Descansar en la habitación de Maria y Mio se cambió de ropa. Ahora todos estaban en una mesa, sentados frente a frente.

"¿Cuales son sus intenciones y a qué clan perteneces?"

Rias fue directo al grano.

"Solo queremos una vida tranquila, y respecto a mi clan... No creo que te guste la respuesta"

Rias frunció el ceño, como diciendo 'No es una pregunta'.

"Me parece que merezco una explicación"

"No formó parte de ningun clan noble, vengo de un clan deshonrado: El Clan Abaddón"

Silencio, jadeo y luego silencio. Rias conocía perfectamente ese Clan, era aquel que lideró la ficción conservadora durante la guerra civil demoníaca. Si lo que dijo Basara era cierto, entonces estaba frente a una situación delicada cuanto menos. Basara no fue indiferente a su mirada, y suspiro pesadamente.

"Abaddón... ¿No se supone que están extintos?"

"¡bah! Esos burgueses y sus tonterías" Maria río. "El venerable Clan Abaddón persiste. Simplemente nos atrincheramos en nuestras tierras luego de la guerra civil"

—"Nos... ¿también eres parte del clan Abaddón?

"Ehh... No exactamente. Soy una sierva del clan, al servicio personal de la señorita Mio"

"... ¿Una Abaddón vive en mi territorio desde antes de que yo llegara?"

Mio frunció el ceño, incomoda. No le gustaba que la llamarán Abaddón. Ella era Naruse, tal y como sus padres, sus verdaderos padres en todo menos sangre.

"... Mis padres no querían que viviera rodeada de los problemas de la nobleza demoníaca, por lo que me dejaron con una pareja de demonios menores para criarme como humana" Soltó un suspiro de lamento "Hace 2 meses unos demonios llegaron a nuestro hogar. Mataron a mis padres e intentaron capturarme, pero Maria llegó para rescatarme. Me habló sobre mis verdaderos padres y..."

"—Y ellas llamaron a mi padre y a mi. Yo también fui criado en el mundo humano, por lo que éramos la mejor opción a la que pedir ayuda. Tomamos la identidad de magos y bueno... cosas pasaron"

Basara explicó su historia, mintiendo en ciertas partes. No necesitaban saber que Maria y Mio intentaron robarles la casa. Hablo sobre como su padre se fue, lo que pasó con Issei y lo que sabían hasta finalizar con la resurrección de Asia.

"Eso es... mucho para asimilar"

Rias estaba perpleja. Miro a Mio e Issei con algo de compasión. Alguien sin embargo rompió esa tranquilidad.

"¿Que clase de demonio usa una espada sagrada?"

Kiba pregunto, inusualmente amenazante. Basara lo miró con un dejó de irritación pero respondió. Dio un vago resumen sobre su vida como Eiyu y luego como exorcista.

"... ¿Como es que no te mataron?..."

La pregunta era válida. Ni los Eiyu o los Exorcistas dejarían vivo un demonio, mucho menos lo dejarían trabajar como uno de ellos.

"Mientras lo mantuviera oculto y no usará mi Linaje, nadie sospecharia. Los altos mandos estaban enterados, pero mi padre es alguien muy influyente"

"¿Lo suficiente como para que los altos mandos de las organizaciones más demonofobas que existen te permitieran trabajar con ellos libremente?"

"¿Haz escuchado el nombre de Jin Toujou?"

Jin Toujou. Era un nombre muy específico, demaciado. Sólo había una persona cuyo nombre coincidiera y fuera conocido en el mundo sobrenatural. El corazón de Rias se detuvo un momento mientras examinaba detalladamente los rasgos faciales de Basara, y encontró con horror que coincidían con las imágenes tomadas al humano que arrasó las tierras del Clan Agares y lucho en igualdad contra su hermano.

"Jin Toujou... ¿Cómo Jin Toujou, el Dios de la Guerra, terror de los demonios, rey de las cenizas, el Super humano, el—"

"Si, ese mismo"

Por la espada de Lucifer. Rias y su nobleza contuvieron el aliento. Solo había un hombre que era temido y respetado por partes iguales en todo el inframundo, y ese era Jin Toujou. Un monstruo con piel humana con la fuerza para exterminar clanes enteros en solitario, alguien capaz de enfrentarse a su propio hermano y terminar en un empate (O como Sirzech decía: "Un alto al fuego indefinido"). Se sintió repentinamente nerviosa, pero lo disimulo con una expresión levemente sorprendida.

"¿Tienes pruebas?"

Basara solo tuvo que mostrarle una foto de el junto a su padre para que Rias estuviera convencida. Se masajo las cienes, frustrada por el largo informe que tendría que escribir.

"Tengo muchas preguntas. Sobre que seas hijo de Jin Toujou y una Abaddón, sobre como conseguiste esas piezas malignas y por qué, en nombre de Lucifer,por quede entre todos los lugares en el mundo, eligieron vivir en mi territorio"

Ella sonaba muy, muy angustiada, y Basara no la culpa. Ya sea por su ascendencia Abaddón o Toujou, debería ser un enemigo acerrimo de ella, una Demonio Gremory, hermana del mismo Maou Lucifer. Era como si el gobernante de un pais en guerra se paciara por la capital de su país enemigo.

Basara explicó lo mejor que pudo. No dio muchos detalles sobre sus padre, pero si dijo que Jin había argumentado que este era el último lugar donde podrían buscarlo, y que no le había avisado hasta unos días luego de llegar, el mismo día que el bastardo se fue de viaje. Hablo sobre las piezas malignas como un favor que su madre cobro al Maou Belzebuth. Al final de la charla, todos estaban más relajados, principalmente por lo desgraciado que había resultado un tipo como Jin Toujou.

"Lamento mucho las molestias, pero realmente no tenemos malas intenciones"

"Creo que puedo entenderlo. Yo también me mude aquí para alejarme de la ajetreada vida de los nobles"

"¿Sin rencores entonces?"

Rias resoplo divertida.

"Aun no asimilo del todo la situación. ¿Que les parece unirse al club de lo oculto? Podríamos conocernos mejor"

Maria jadeo exageradamente. Miro a Rias con una expresión falsamente ofendida.

"Señorita Gremory, ¿Acaso esta intentando seducir a mi maestro?"

... Todos quedaron callados. Miraron a Rias ,y encontraron que estaba entre sorprendida y avergonzada. Akeno miro fijamente a María antes de sonreír.

"Ara ara. Buchou, sabía que querías reclutar a Toujou-kun como tu Caballo, pero no pensé que lo harías tan descaradamente"

Basara gimio, sabiendo que camino seguirá la conversación.

XxXxX

Kokabiel camino por los pasillos del coliseo Ragnarok. No se digno en ir por las gradas, sino que fue por una red de pasillos que conducen a los asientos VIP. El era un aficionado a las peleas de gladiadores, y no era raro verlo entre esos lares, pero hoy no vino a disfrutar el espectáculo, sino a negociar. Entre la docena de Privilegiados y sirvientes, fue hasta una en particular, una mujer de blancos cabellos que estaba sentada en un trono de mármol contemplando el espectáculo(1).

"Slaanesh"

Llamo, y la mujer se volteo para mirarlo. Mostro una amplia y sensual sonrisa.

"Kokabiel, es bueno verte. ¿A que debo tu presencia? No me digas, ¿ya has reconsiderado mi oferta de acompañarme en mi cama?"

Slaanesh se llevó la mano a la mejilla y río modestamente. Kokabiel resoplo, casi divertido.

"Nunca me marcharía al pasar una sola noche de sexo con un demonio, mucho menos contigo"

Si Slaanesh se ofendió, no lo demostró, solo siguió sonriendo mientras una niebla púrpura envolvía la habitación. Un holor suave lleno su nariz, como la brisa fresca de un campo floreado. Incluso podía saborear algo, algo dulce que hacía salivar su paladar. Kokabiel frunció el ceño, agitó sus alas con fuerza y expulso toda la niebla a su alrededor. Las ventanas de la cabina se rompieron, pero nadie lo regaño o ataco. Todos ahí sabían lo que había pasado, lo que Slaanesh había intentado.

"No vuelvas a hacer eso"

"No puedo promerterlo. Adoro los que se resisten~"

"No tengo tiempo para juegos, necesito algo de ti"

La madre de las Sucubos ladeo la cabeza, intrigada. Chasqueo los dedos, y un trono negro apareció a su lado. Kokabiel fue y se sentó a su lado.

"¿Que podría querer alguien como tú de mi? Kokabiel"

"Estoy tratando de reforjar Excalibur, y se que tu tienes el fragmento de Mimic"

Slaanesh se llevó un dedo en mentón e intentó recordar. Mascuyaba la palabra Excalibur varias veces, como si no le fuera familiar.

"Excalibur... Si, la tenía, paro la obsequie a mi campeona. De hecho, esta ahí abajo peleando ahora mismo"

Kokabiel se digno a mirar al colopiseo, y la visión le resultó cuánto menos intrigante. 20 guerreros se batieron en un brutal y sangriento combate. No había alianzas, tampoco algún tipo de consolación para los perdedores. Sólo había espacio para un ganador, aquel que se alzará victorioso sobre una pila de cadáveres. Un Licantropo arremetió brutalmente y dividió el torso de una mujer, luego este fue apuñalado en la espalda por las garras de un vampiro. Era un festival de violencia que Kokabiel disfrutaba, en especial por ver a un gigantesco minotauro aplastar a sus rivales y partirlos a la mitad con un hacha. Slaanesh sin embargo dijo "Campeona", por lo que busco a una mujer con espada. No tardo en encontrarla.

Era joven, no más de 18 años. Cabellos castaño claro, dos coletas. Estaba bien desarrollada, y atacaba con una katana cuya aura sagrada Kokabiel podía detectar, incluso a metros de distancia. La reconoció por una razón obvia, la chica estaba desnuda, sin un adorno salvo las ligas de sus coletas. Kokabiel resoplo, esa chica parecía desear que la violaran, pavoneandose sin vergüenza frente a toda una multitud. Slaanesh se percató de su mirada.

"Ella se llama Shidou Irina. Era una Exorcista cuando la eencontré, fue divertido torcerla y volverla una adicta a mi. Fufufu~, no dudo en robar la espada cuando se lo pedí"

"Y luego de que se volviera tu mascota favorita, le regalaste una reliquia de la iglesia como si fuera una baratija. Je... Nada mal"

Slaanesh río entre dientes, su suave risa sonaba como una melodía celestial.

"Puedes verlo de esa forma, pero te engañas si crees que mi niña no la merece. Solo observa"

Kokabiel entrecero los ojos, medio curioso y medio exeptico, volteo su atención a la chica, y valla que lo sorprendió.

"¡Hey, ustedes! ¡furros estupidos!" Irina le grito a un grupo de Licantropos que luchaban entre si, robando su atención "¿Que pasa con ustedes que prefieren jugar con espadas cuando tienen a una hermosa señorita desnuda frente a ustedes?"

Irina se volteo, se inclino e hizo alarde de su gran y firme trasero. Sacudió su trasero provocativamente, arriba y abajo, varias beses. Termino el espectáculo dándose una nalgada y guiñandoles el ojo.

"Aserquense, perros celosos~"

Ya sea por instinto asesino, indignación, o simplemente el deseo de violar a la insolente humana frente a ellos, los Licantropos se avalanzaron. Se acercaron con armas en mano, y entre más se acercaban, el delicioso coño con forma de corazón de irina no hacía más que humedecerse. Cuando estuvieron suficientemente cerca, ella se enderezo y blandio su espada.

¡Slash!

El brazo de uno de los Licantropos cayó al suelo cercenado. Irina soltó un burlesco 'Tehe~'.

La chica continuo evadiendo por poco cada corte y golpe, moviéndose como una serpiente escurridiza, doblando su cuerpo de formas inhumanas mientras su propia espada se retorcía. La hoja bailaba como una cinta de papel, pero cortaba con la precisión de un rayo. Irina hizo una pose extraña, doblando la espalda para atrás, tocandose los talones y luego caminando con las manos para golpear el cuello del espadachín con sus pies.

El combate sólo duro un minuto más, principalmente por que Irina se divertia luchando, haciendo poses sensuales antes de decapitarlos.

Kokabiel dio un silbido agudo. Debía reconocerlo, la niña era una buena luchadora, bastante descarada y exibicionista, pero lo compensaba con su habilidad para matar, algo que alguien como el podía reconocer.

"Su estilo es muy extravagante, y nadie que la vea pensara que es algo más que una ramera, pero es una guerrera excepcional"

"Oh Kokabiel, mi niña no es una puta. Es una dama virgen que nunca ha conocido los placeres de un hombre"

"¿una dama casta que va desnuda a sus enfrentamientos? Permite el ser exeptico,señorita"

Kokabiel arrastro esa última palabra como una burla. La expresión de Slaanesh no temblo, pero el reposamanos de su trono se desquebrajo cuando sus dedos se hundieron en la dura roca tapizada de cogines. La señora de la Casa Asmodeo le regalo una patentemente falsa sonrisa.

"Eres muy valiente para pedirle algo a una dama y llamarla puta en su cara, o tal ves simplemente seas estúpido"

"Me disculpo entonces. ¿Por que lucha desnuda tu campeón entonces?"

Kokabiel cambio de tema, y antes de que Slaanesh respondiera, una voz rugio por las bocinas del coliseo.

[¡Y la campeona 3 veces invicta de los duelos de sangre es!, ¡Irina Shidoooooooooooou!]

La multitud rugio entre aplausos y vítores a Irina, que seguía desnuda, parada sobre el pecho inherente del Minotauro muerto. Retiro la espada del cuello del Minotauro, revelando que tenía una hoja mucho más ancha a la de su katana antes de transformarse en una pulsera. Irina se inclino exageradamente como si fuera la protagonista de una obra de teatro, lanzando besos a la multitud mientras reia y bailaba, agitando sus tetas y trasero para que todos pudieran verlo.

"Deja de mirar su desnudes y empieza a ver su cuerpo. Ahí encontrarás la razón de que mi niña esté desnuda"

Kokabiel rodó los ojos pero obedeció. Miro detenidamente el cuerpo de Irina, sus pronunciadas curvas, su blanca piel sin moretones... Sin moretones, sin cortes. Kokabiel abrió grandes los ojos.

"Lucha desnuda para demostrar que nadie puede hacerle un rasguño. Una forma vulgar pero efectiva de mostrar su habilidad"

"¡Acertaste! Pero nos estamos desviando del tema, ¿Que ganó yo al darte la Excalibur?"

"Planeo reactivar la guerra entre las 3 facciones, pero a un nivel mayor"

Slaanesh casi derrama su bebida. Sus ojos violetas miraron a Kokabiel con un nuevo interés.

"Continúa..."

XxXxX

Luego de resolver el asunto con el Clan Gremory, se decidió que Basara y su familia podrían quedarse. Basara rechazo cortésmente la propuesta de unirse al club, y afirmó que por el momento querían centrarse en sus estudios e inculcar artes mágicas a Issei y Asia. Cuando el grupo Gremory se marcho, Issei fue a revisar el estado de Asia.

La chica seguía dormida, agotada física y espiritualmente por aquella noche. Issei se sentó a su lado, acariciando los largos y delicados cabellos de oro. Esperaba que ella despertará, y lo hacía con ansia y temor por partes iguales. Paso toda la noche en vela, tiempo suficiente para reflexionar, y supo que probablemente la chica lo odiaría. Había confiado en el, y le había pagado al ofrecer su alma, transformándolo en un demonio y negándose el derecho de ascender al paraíso.

¿Se sentía culpable? Si ¿Se arrepentía? En absoluto. Hyoudou Issei no es alguien que da marcha atrás en sus decisiones, mucho menos si tales acciones involucran salvar a sus amigos. Aún así, no pudo evitar sentir una profunda angustia en el pecho. Sus pensamientos se interrumpieron cuando Asia desperto.

"Hmmm... ¿Issei-san...?"

"Asia... ¡Asia! Al fin despertaste. Es un alivio, me tenias preocupado"

"¿Enserio? ¿Que pasó?"

"Es... una larga historia"

Issei le resumió lo mejor que pudo todo lo que pasó luego de que muriera. Como un tornado rojo que en realidad era una amiga destruyo la iglesia, como un amigo asesino a Raynare y como Issei le rogó a Basara que la resucitará. Asia escucho en silencio cada palabra, asombrandose con cada cosa que escuchaba.ñ

"Te haz vuelto una Demonio... Tu... Tu ya no podrás ir al cielo"

Asia se quedó en silencio, pero Issei pudo sentir la tristeza que irradiaba.

"Entiendo..."

Issei apretó sus manos en puños.

"Lo lamento... Si hubiera sido más fuerte, no habrías tenido que morir en primer lugar... No tendrías que haberte vuelto un demonio"

"Issei-san, hiciste todo lo que pudiste"

"Pero no fue suficiente. ¡Tu estabasmuerta!. La única razón por la que estamos hablando es que Basara-San acepto revivirte... No pude llegar a tiempo, y ni siquiera pude ganarle a Raynare"

Su tono era cansado, casi tembloroso como su cuerpo.

"Falle... Falle en todo lo que me propuse, y aún así te negué la última oportunidad de conocer el cielo" Asia quiso decir algo, pero Issei la interrumpió "No me arrepiento. Si estuviera en la misma situación, lo volvería hacer. Yo solo... Quiero que seas feliz. No importa si me odias o no quieres volver a verme, te prometí que algún día irías a cortar flores con amigos... Incluso si no soy uno de ellos"

Agachó la cabeza. No quería ver su rostro, el dolor de una expresión traicionada o su ira. El aguantaría su desprecio, pero eso nunca llegó, solo el suave toque de una mano gentil. Alzó la mirada y encontró la reconfortante mirada de una sonrisa

"¿Como podría odiar a mi único amigo?"

"A-asia..."

"Issei-san... Tu me resusitaste por qué te preocupas por mi, ¿Cierto?"

"¡Por supuesto que si! Nunca dudes de eso"

"Entonces se que todo estará bien... El señor trabaja de formas misteriosas, pero yo se que no me ha abandonado. Fuer por Su gracia que llegue aquí y pude conocerte y divertirme por primera vez en mi vida. Incluso si no puedo estar a Su lado, le doy mil gracias por haberme dado un amigo como tu..."

Issei ahora contuvo las ganas de llorar. No podía resistirlo, Asia era demaciado pura para este mundo. ¿Que importa si ahora es un demonio? Para el, ella es un auténtico Angel.

"Mientras permanezcas a mi lado, se que todo estará bien..."

Asia invocó los anillos gemelos del Twilight Healing y los miro con solemnidad. Se quito uno de ellos de su mano izquierda.

"Incluso si no soy digna de portar Su regalo..."

"¡Asia!"

Issei se levantó y sujeto las manos de Asia firmemente. Cuando ella lo miró, encontró en sus ojos una ardiente determinación.

"Eres la persona más noble que he conocido. Si alguien merece tener un regalo de dios, creeme que eres tu"

"Issei-san..."

"Escuchame"

Respiro profundamente. Su mano izquierda formó un puño que llevó a su corazón, brillo en un verde luminoso mientras se formaba la Boosted Gear.

"No volvere a dejar que algo así te vuelva a pasar. No viviré tanto como para estar toda tu vida, pero te prometo que estaré a tu lado el resto de la mia"

Se inclino y tomo el anillo de Asia mientras la miraba fijamente. No pensó en lo que diría, solo se dejó llevar. Que su corazón guie el camino.

"Te prometo compartir los sueños, las risas y las lágrimas. No importa si me rompo cada hueso en el posese, yo juro que te cuidaré. Seré tu amigo ¡Tu mejor amigo! Nunca más dejaré que alguien te haga daño"

Deslizó el anillo por el dedo anular, y juro escuchar a Asia soltar un jadeo.

《Que interesante...》

Murmuró una voz en su interior, una que no pudo escuchar del todo. Aún así, era como si esa voz lo guiará en sus siguientes palabras.

"En salud o enfermedad, en paz o guerra. Te protegere hasta que derramar la última gota de mi sangre y agotar todos mis alientos. Este es mi juramento, uno de fuego y escamas"

Reset...

Tanto Twilight Healing como Boosted Gear se desvanecieron en motaz de luz verde, danzando como un remolino de pétalos. Asia lo miraba anonadada. Lágrimas comenzaron a escurrir mientras asentia, llena de nada más que pura alegría.

"¡Acepto!"

Ella lo reclamo en un fuerte abrazo que Issei correspondió. Ninguno noto a María grabando con su celular detrás de la puerta medio abierta, ni prestaron atención al golpe y los regaños de Mio. Solo estaban ellos, su abrazo y la calidez compartida. Por supuesto, Issei es denso como una roca, y no noto lo comprometedoras que eran las palabras de su discurso, o que había querido decir Asia con 'Acepto'.

Más tarde lo descubrirá, y se desmayara(1), pero por ahora ambos jóvenes se perdieron en la calidez del otro

XxXxX

"Mi nombre es Asia Argento, y espero que podamos llevarnos bien. Por favor, cuiden de mi"

Una semana había pasado desde el incidente de Asia, y Basara había estado muy ocupado. Se dio el tiempo para conocer a Asia, y pudo comprender por qué Issei la apreciaba tanto. La chica es un auténtico pan de dios. Fue algo complicado decidir donde se quedaría, pero afortunadamente Issei se ofreció a alojar Asia en su hogar, a lo cual la chica no se negó, abrazandolo y frotándose al castaño como un cachorro juguetón. Luego de varios trámites por parte de los padres de Issei y negociaciones con Rias, Asia fue admitida en la Academia Kuo.

Asia terminó en el mismo salon que Issei, Basara y Mio. La rubia se sentó al lado de Issei, manteniéndose junto a él con una sonrisa melosa. Las chicas del salón miraron consternadas su cercanía con el castaño, e incluso le preguntaron si el la había chantajeado de algún modo. Asia siempre negó tales afirmaciones, respondiendo con unas palabras increíblemente alarmantes.

"Me gusta estar con el. Es la persona con la que me gustaría pasar el resto de mi vida"

Los rumores y murmullos no tardaron en expandirse por el alumnado, muchos de ellos hablaban de una relación entre la bestia pervertida y la doncella rubia. Los rumores no estaban muy lejos de la verdad, si es que había algo de cierto en lo que Issei le contó cundo sus padres conocieron a Asia. En fin, no presto demasiada atención a Asia, por que un nuevo alumno masculino también se les unio, uno llamado Yahiro Takigawa.

"Creo que me juntare contigo"

Yahiro declaró de la nada.

"¿Por que exactamente?"

"Tienes la cara de alguien que es perseguido por los problemas. Si me junto contigo, seguro mi tiempo en la academia será entretenido"

Y así es como consiguió un nuevo amigo. Para ser sincero, no se quejaba. Takigawa era agradable, y era un respiro de aire fresco conversar con otro chico de su edad de cosas no relacionadas con magia o pornografia. Issei no es un mal chico, pero tratar con el aveces es... Complicado.

Los días siguieron pasando, y de vez en cuando eran invitados al club de investigación de lo oculto para hablar de diversos asuntos. Empezaron a congeniar con el grupo Gremory, y aunque no eran grandes amigos, estaban en buenos términos. Pero esa paz se vio interrumpido cuando Kiba se paro frente a el con un semblante agresivo.

"Basara Toujou, te reto a un duelo"

Notras del Autor

(1) Si alguien se lo pregunta, el aspecto de Slaanesh es e, de Rukia Naruse; La hermana mayor de Maria en el canon

¿Por que estoy eliminado un personaje? Voy a sacar personajes de ambas franquicias que no aporten nada a la historia, y Rukia solo serviría como un aspecto maduro de Maria para el Fanservise

[Alerta de Spoiler: Maria evolucionará de loli a Milf]

(2) Sip, típico de el. Issei será un pervertido desconcertantemente abierto, al punto de ser estúpido, pero en lo que avances románticos/sexuales se refiere, es más inocente que la propia Asia.