-Ni los personajes ni la historia me pertenecen en lo absoluto sino que son de la completa autoria de Masashi Kishimoto más la narración y/o pensamientos de nuestros personajes (Sasuke, Sakura y Sarada) son de mi absoluta responsabilidad para la dramatización, sentido y cronologización de la historia :3


Habían pasado dos años y medio, y durante todo ese tiempo una de las inevitables tendencias de Sakura había sido recordar a Sasuke tanto como le fuera posible.

Los entrenamientos con lady Tsunade, la Quinta Hokage, eran realmente extenuantes y sus nuevas habilidades como Ninja Medico la hacían redistribuir su tiempo entre los avances técnicos que siempre realizaba, estudiando de manera continua y asistiendo habitualmente a la Hokage y muchas otras cosas. Tsunade le había inculcado un entrenamiento corporal sumamente completo que había forjado su estatura y complexión, así como deberes de todas las clases; diplomáticos, diarios y políticos…casi como si la estuviera preparando para sucederla algún día, solo que ella no estaba interesada.

Claro, el puesto de Hokage era sumamente tentador para cualquiera….pero Sakura recordaba el sueño de su muy querido amigo rubio que acababa de volver hacia cierto tiempo. Sakura solo tenía la esperanza de estar ahí y verlo el día en que su mayor sueño se volviera realidad, pero lastimeramente "su" sueño…no tenía posibilidades aparentes.

Luego de todo ese tiempo esperando a Naruto, que ciertamente seguía siendo igual de idiota, pervertido, ridículo y propenso a lesiones de su parte…Sakura esperaba que todo volviera a ser igual, pero estar solos los tres,—ella, Naruto y Kakashi-le recordaba todavía más la ausencia de Sasuke y el hecho de que ella no supiera absolutamente nada de él durante todos esos años.

En un intento por no sonar arrogante, Sakura debía de admitir que eso no era tan malo ya que le había probado a todo y todos quien era ahora; una mujer fuerte, una Kunoichi capaz y una guerrera letal si se lo proponía, digna alumna de una Sannin y la muerte de Sasori era una prueba irrefutable, aunque lastimeramente la abuela Chiyo había tenido que morir para derrotar al Akatsuki pero Sakura sentía cierto título de victoria sobre si misma desde aquello. Sabía que podía con lo que fuera que tuviera en frente.

Pero, la aparente estabilidad no había durado lo suficiente puesto que, ante la debilidad de Kakashi, -producto de su Sharingan—lady Tsunade se había visto forzada a añadir miembros nuevos al equipo para mantener el equilibrio. Naruto, como siempre, estaba renuente y siendo sumamente crítico ante cualquier cosa que el fuera a considerar negativa, en un intento por elegir por su cuenta al nuevo o nueva compañero (a) de equipo antes de que la Hokage les hubiera impuesto uno.

Producto de las misiones, las batallas, conflictos, enfrentamientos y de más, Sakura había aprendido a ser muy tolerante y su carácter repentinamente infantil, impulsivo e inseguro se había condensado de tal forma para hacerla actuar digna, -claro—en ocasiones agitada y repentinamente irascible, pero acorde a su edad…pero esa tolerancia duraba poco o nada si no se tenía cuidado. La integración del Capitan Yamato al equipo era inusual, no porque fuera mala sino excéntricamente divertido a sus ojos ya que el Capitan era drástico, directo, divertido y…como ya había dicho, excéntrico. Pero Sai…era otra historia.

Había sido tolerante con él e intentado ser agradable en todo momento para no estropear la dinámica de equipo, pero cuando había insultado a Sasuke…su mente había detonado por mero instinto. Ciertamente habían pasado años, Sasuke no daba señal alguna de desear volver al estar bajo la tutela de Orochimaru, pero Sakura no iba a dejar de creer que volvería, algo en su corazón se lo decía. Tenía que volver. Por ello no había permitido que Sai hablara de aquello que no sabía.

Naruto era aún más crítico y ella tenía que sostenerlo de la playera para evitar que se lanzara sobre Sai…pero afortunadamente esa situación no había durado demasiado. Sai había aprendido a ser silencioso, pasivo e intuitivo para aprender de lo que lo rodeaba y de sus compañeros de equipo. Lo peor para Sakura, respecto a los recientes sucesos, había sido enterarse que su querido amigo Uzumaki era un Jinchūriki. Desde que tenía memoria, todos siempre se burlaban de Naruto y lo evadían, Sakura nunca había reparado en él ¿y por qué? Porque sus sentimientos por Sasuke la habían mantenido ajena de tal realidad…de hecho, dudaba que todos lo supieran. Recordaba momentos en que Naruto se le insinuaba o acercaba como amigo o algo más, pero ahora se sentía mal al no haber sido amable con él desde el principio. Por ello ahora su mayor deseo era verlo llegar al triunfo, a la cima.

Ante semejantes cosas, cruzando por su mente, Sakura se abstuvo a concentrarse en lo que pasaba y observar el libro que tenía entre sus manos, observando el dibujo en que aparecía Sai y un muchacho que no conocía, pero que Naruto aludía como el hermano de Sai. La imagen comitiva y fraternal no pudo evitar sacarle una sutil sonrisa, casi aludiendo la relación que ella y su equipo tenían entre si y que se habían dedicado a forjar por completo. Era nostálgico de pensar y contemplar tal circunstancia.

Estaban en una de las guaridas de Orochimaru luego de haber capturado a Kabuto y haber extraído de él la información suficiente como para saber dónde estaba Sasuke. El corazón de la pelirosa latía desbocado de solo pensar en volver a verlo luego de tantos años, ¿Cuánto habría cambiado?, ¿Lo reconocería, él la reconocería a ella? No sabía que pensar ni que cuestionarse en ese momento. Claro, aún tenía en su ser el mal sabor de boca de entender que Sai estaba ahí para asesinar a Sasuke como dictaban las órdenes del ANBU Raíz. Sakura, silenciosamente, admiraba la determinación y lealtad de Sai que podía llevar a cabo una orden sin titubeo o riesgo alguno cuando muchos Shinobi llegaban a dudar, a su edad...pero esa admiración también se tornaba en ira y furia de solo pensar que pudiera herir a Sasuke mientras su consciencia le gritaba que Sasuke estaría bien. Era imposible que muriera, mucho menos a manos de Sai.

Quería creer que Sasuke se había vuelto más fuerte que cualquiera de los criminales que estaban en la lista de Sai—por ordenes de Danzo-y que, aparentemente, había neutralizado sin mayores problemas. No, Sasuke nunca había dado una batalla fácil, nunca les daba tal ventaja a sus enemigos y Sakura se aferraba a que esa costumbre del Uchiha no hubiera muerto.

De pie a su lado, Naruto parecía igual de sumido en sus propios pensamientos, buscando una salida con la que llegar hasta donde estaba Sasuke, para impedir que Sai cumpliera las órdenes dadas. Era su mejor amigo al fin y al cabo y no se rendiría hasta llevarlo de regreso a la aldea.

-No hacemos nada con estarnos quejando—comento Naruto luego de que Yamato hubiera terminado con la explicación. Sakura dirigió su vista hacia él, con los mismos pensamientos rondando por su mente. –No me interesa cuales sean las ordenes de Sai o lo que piense Danzo. Debemos reunirnos con Sai y encontrar a Sasuke.

Sakura apretó los labios con disgusto de solo pensar la clase de personas que dirigían la aldea: Danzo, Homura, Koharu…¿Cómo es que seguían en sus benditos escaños si eran criminales? Claro, había Shinobis que eran traidores y merecían estar en esa lista, pero no Sasuke, él jamás le había declarado enemistad a nadie salvo a su hermano y tenía razones de sobra para hacerlo. En el momento en que Sakura recordaba haberse encontrado con Itachi Uchiha, no le había parecido ver a una mala persona, por más insólito que fuera, no había visto oscuridad en esos ojos, solo melancolía…pero sabía que las apariencias podían engañar y si Sasuke tenía razones para odiarlo, Sakura no tenía por qué debatir absolutamente nada, solo quería que Sasuke estuviera a salvo y daría todo de sí para evitar que Sai lo asesinara.

-Naruto tiene razón—reconoció Yamato más que conforme con la dinámica del Equipo 7 y al que ya se adaptaba sin problema alguno. Observándolos a ambos seriamente, Yamato le indico que lo siguieran. –Sentí el chakra de Sai. ¡Apresurémonos!

Yamato desapareció rápidamente ante los ojos de Sakura que vio salir corriendo seguidamente a Naruto, suspirando y guardando el cuaderno de dibujos de Sai antes de seguirlos a ambos. Durante esos dos años y medio…no se había imaginado un reencuentro así, pero no era eso lo que le importaba sino la vida y la existencia del Uchiha a quien ansiaba volver a ver y saber a salvo con sus propios ojos. Temía por la vida de Sasuke.

Si el objetivo de Sai es Sasuke. ¡Lo detendré a toda costa!


Dos años y medio, cargados de tedio.

Los entrenamientos con Orochimaru y todo lo que había aprendido en ese tiempo era fructífero, ¿Cómo dudarlo? Pero Sasuke comenzaba a cansarse de repeticiones sobre los mismos temas y el aparente "contrato" que tenía con el Sannin y que—sin embargo—nunca planeaba cumplir: su voluntad era suya, su vida era suya y no se dejaría utilizar por nadie, ¿De qué le servía semejante esfuerzo durante todo ese tiempo? Claro, podía tener dieciséis años, pero sabía muy bien lo que pasaba a su alrededor y lo que Kabuto y Orochimaru planeaban para él, solo que no pretendía dejarse utilizar como un conejillo de indias ni nada parecido.

Los entrenamientos, su continuo estudio y esfuerzo habían rendido frutos: conocía todas las tácticas de estrategia había y por haber, era un peso ligero en combate y tenía una velocidad digna de alabar, sabía todo lo necesario sobre venenos y su agudo sentido de la vista se coronaba como lo mejor de su repertorio de armas y habilidades...lastimeramente ser vigilado por la rendija de su puerta no entraba en sus aficiones, y para ser honesto, se estaba cansando de sentir esa molesta presencia del otro lado de la puerta, mientras él permanecía tumbado sobre la cama, fingiendo no sentir nada.

Tenía suerte de tener el sueño ligero como para haber percibido cada cosa que el ANBU realizaba en su contra, el jutsu y el casi silencioso avance de sus técnicas. No le interesaba quien sea que estuviera del otro lado, no era la primera ni la última vez que intentaban atacarlo de una forma tan absurda. Estaba cansado de los agotadores entrenamientos y había intentado dormir de la forma más amena posible, y que lo despertaran…no estaba en sus planes y comenzaba a frustrarlo todavía más mientras se debatía en como matar a quien sea que estuviera planeando atacarlo.

El Uchiha casi sentía esas serpientes de tinta por sobre su hombro, aun guardando silencio en espera de que algo pasara, algo que valiera la pena como para haberlo despertado…pero, a su parecer, ya había pasado el momento de guardar silencio y ser pasivo. Ahora quería explicaciones de la presencia de quien sea que estuviera planeando atacarlo y quería escucharlas ahora.

-¿Quién eres?—exigió saber Sasuke sin moverse ni un ápice.

Sintió al desconocido sobresaltarse muy ligeramente de otro lado de la puerta, percibiendo sus movimientos sin necesidad de usar su vista para ello. Si algo había desarrollado en todo ese tiempo eran sus sentidos, su habilidad para percibir todo cuanto estuviera a su alrededor, y la presencia de un chakra desconocido no fue ignorado por él…ni la de otros dos muy conocidos que se acercaban a donde se encontraba.

-Me has descubierto—reconoció Sai en lugar de cuestionar tal cosa. –Pero ya tengo ventaja aquí—advirtió el ANBU sin dejarse impresionar por el Uchiha.

Sasuke se mantuvo quieto y sereno en espera de lo que el ANBU pretendiera hacer, pero sin temer nada. No tenía por qué hacerlo, salir de esa situación no le resultaría complicado en lo absoluto. Sai le daba igual, pero el hecho de que perteneciera a la Aldea de la Hoja llamo más su atención de lo que se predisponía a admitir exteriormente. Kakashi, Naruto, Sakura…¿Habrían venido también?

Por primera vez en esos años, Sasuke se detuvo a pensar en cómo habrían cambiado las cosas en su antiguo hogar, ahora que ya no estaba. ¿Naruto seguía siendo el mismo idiota cabeza hueca?, ¿Sakura seguiría enamorada de él? Ciertamente esperaba que esto ultimo no fuera así ya que ella no tenía por qué perder su vida y tiempo esperándolo, esperando algo que ni siquiera él sabía si tenía sentido o razón. ¿Cuánto habría cambiado en esos años?, ¿La reconocería si la veía? Ja, con ese cabello rosado y orbes esmeralda, ¿Cómo no reconocerla?

-¿Cuál es tu propósito?—demando saber Sasuke, alejando su mente de cualquier pensamiento innecesario en ese momento.

Aunque, ya de por sí, Sasuke no necesitaba indagar demasiado para saber quién había enviado al ANBU y deseaba su muerte. No, no era la Quinta Hokage ya que él no era una amenaza para la aldea como lo era Orochimaru…pero los miembros del Consejo si se verían beneficiados por su desaparición y al Uchiha no le sorprendería que eso fuera tal y como él estaba pensando.

-La meta del señor Danzo, es tu muerte—ratifico Sai, abriendo más la puerta, en espera de obtener una reacción de parte del Uchiha. –Yo estoy aquí…—el ANBU apretó su maño alrededor de la perilla de la puerta, dispuesto a desobedecer ordenes por primera vez en su vida, -para llevarte de regreso a la Aldea de la Hoja.

Sasuke guardo silencio luego de haber escuchado la explicación de Sai, más que extrañado porque el ANBU fuera a desobedecer órdenes dictadas por Danzo. Más que sorprenderlo, lo confundía porque no sabía cómo tratar con el inicialmente, ¿Cómo enemigo a enfrentar o simplemente asesinándolo antes de que se volviera una amenaza? La segunda opción no le resultaría ni difícil ni desagradable. Su silencio otorgaba una oportunidad y Sai no pretendía desperdiciarla. El ANBU sonrió falsamente recordando la táctica usada por Sakura antes de atacarlo.

Quizá era un buen momento para fingir.

-Claro que originalmente vine aquí para matarte—confesó Sai sin problema alguno de hablar con sinceridad y sabiendo que Naruto, Sakura y Yamato se encontraban cerca de él, buscándolos a ambos.

El me reconoció más que ningún otro

La voz de Naruto hacía eco en la mente de Sai que por primera vez recordaba todo lo vivido y sentido antes de entrar al ANBU Raíz, sus emociones, sus aspiraciones, ideales y sueños…y eso lo hacía tener esperanzas y dudas sobre lo que debía de hacer. Ya no creía que obedecer a Danzo fuera lo más correcto y sentía que podía volver a pensar por sí mismo sin temer represalias.

Naruto considera a Sasuke como un hermano

Claro que Naruto no era el único que lo había hecho recapacitar, también Sakura a quien recordaba haber comentado esto último. Además no podía olvidar el golpe que le había brindado tras insultar al Uchiha…estaba muy enamorada y, -pese a no entenderlo del todo—Sai se daba cuenta de ello fácilmente por más que la Haruno intentara camuflar sus sentimientos. Ella y Naruto eran como un libro abierto cuando se trataba de hablar de Sasuke.

Yo haría lo que fuera por proteger a mis amigos…incluso hacer equipo contigo

Claro, su "relación" o compañerismo con Naruto parecía estar totalmente destinada fracasar, de momento, pero Sai quería hacer algo para demostrar que era parte del Equipo 7, parte del Equipo Kakashi a quienes les debía el recordar ligeramente su vida antes de ANBU Raíz. De hecho, llevar a Sasuke de regreso en lugar de matarlo…era poca cosa a sus ojos, pero con eso quería iniciar.

-Quiero proteger el vínculo de amistad que Naruto está esforzándose por mantener—admitió Sai con honesta determinación, aludiendo al antiguo compañero de equipo del Uchiha.

Sasuke, que hasta entonces había prestado atención a las palabras del ANBU, se abstuvo de bufar ente semejantes galimatías y tozudez. Naruto jamás iba a cambiar, ni siquiera la batalla que habían tenido en el Valle del Fin era suficiente. ¿Qué más tendría que hacer para alejar a Naruto y poder hacer las cosas por su cuenta?, ¿Por qué Naruto no paraba de buscarlo y hacerlo recapacitar? Era su vida, el Uzumaki no tenía por qué inmiscuirse en nada. Sakura ya lo había intentando y,-siendo tan importante para él—Sasuke no había dudado en alejarla antes de que saliera lastimada por algo que no le competía.

-¿Vinculo?—repitió Sasuke más bien con burla luego de haber escuchado aquella absurda justificación de parte del ANBU. -¿Me has despertado solo por eso?

Al parecer, y sintiendo los chakras de Naruto y Sakura cada vez más cerca, tendría que ser más drástico y directo…


Sakura, Naruto y Yamato detuvieron su carrera abruptamente, revisando habitación por habitación, al escuchar el inconfundible eco de una tambaleante explosión apenas unos metros delante de ellos.

-¿Qué fue eso?—cuestiono Naruto casi chocando contra el suelo por la sorpresa.

-El chakra de Sai—respondió Yamato casi de manera inmediata.

El ceño de la pelirosa se frunció de ira pura al saber de quien se trataba tal enfrentamiento y explosión. Sasuke estaba a salvo…por suerte, lo sentía, pero ella solo quería moler a golpes a Sai en ese momento, por intentar cualquier cosa contra Sasuke. Las voces de Naruto y Yamato sonaron distantes en su mente mientras la nube de polvo y escombros—a metros de ellos—se disipaba y le permitía observar que pasaba.


Sai requirió de la ayuda de sus brazos para erguirse sobre el suelo, tosiendo ligeramente por el polvo que se levantaba a su alrededor, levantando la vista y buscando a Sasuke con la mirada. Reconociendo silenciosamente las habilidades del Uchiha como para evitar su ataque sin el menor problema.

-Impresionante—reconoció Sai buscando entre la bruma de polvo y escombros que aún se encontraban en el aire, impidiéndole ver. –Se requiere de mucha fuerza para romper mi técnica.

La nube de polvo se disipo más rápidamente desde su cima, encegueciendo momentáneamente a Sai por la luz solar en lo alto del cielo y ante lo que bajo la mirada por el reflejo solar sobre sus ojos. El ANBU consiguió encontrar al Uchiha en la cima del acantilado creado por el mismo, casi camuflado por la luz que daba por encima de él, haciéndole dificultoso observarlo claramente.

Sasuke era mucho más fuerte de lo que él hubiera previsto.


La pelirosa espero a que la nube se disipara lo suficiente como para ver a Sai, hacia quien corrió sin importarle los gritos de parte de Yamato y Naruto tras ella. La ira era mal consejera y lo sabía muy bien pero no podía contenerse en ese momento…tan cerca y tan lejos al mismo tiempo de su objetivo y de a quien deseaba ver. Sakura corrió tanto como se lo permitieron sus fuerzas, dejando tras de sí el eco que provocaban sus botas sobre el suelo de piedra.

Sai giro su rostro hacia ella al verla aparecer sin dejarse sorprender por su ira al momento de tomarlo del cuello y observarlo más iracunda de todo lo que él recordara haberla visto hasta entonces.

Sasuke, desde lo alto del acantilado—y sin el menor problema—observo con genuino interés la aparición de la pelirosa que estaba a nada de lanzarse a matar al ANBU con una ira que sorprendió al propio Sasuke que la escaneo de arriba abajo con la mirada, reconociéndola sin impedimento alguno y sorprendiéndose de lo mucho que había cambiado y de cuanto se habían afinado sus rasgos, su rostro, sus ojos y su figura, y de como ciertos aspectos seguían iguales, como su cabello y sus ojos. De haber podido admitirlo en voz alta, y sin que nadie los hubiera hecho peligrar, Sasuke no hubiera dudado en aceptar que le alegraba volver a verla.

-¿Qué es lo que pretendes en realidad?—demandó saber Sakura harta de todas las mentiras y trampas que Sai había creado alrededor de todos, de Naruto, Yamato y ella. -¿Cuántas veces más nos vas a traicionar?...

-Sakura.

Con un sutil escalofrió recorriéndole el cuerpo, Sakura soltó a Sai y guardo silencio en cuanto una voz desconocida—y familiar al mismo tiempo—llego a sus oídos, haciéndola tragar nerviosamente, una voz fría, de tesitura grave y con un deje de autoridad que envió recuerdos a su mente. Su respiración se agito apenas y le busco significado: no se trataba de Yamato ni de Naruto a quienes había dejado atrás en su confrontación con Sai, no había nadie más allí que…

¿Estaba preparada para volver a verlo?

Emitiendo un inaudible suspiro, Sakura levanto lentamente la mirada, sin cerrar los ojos en ningún momento, temiendo que lo que fuese a ver no fuera otra cosa que una ilusión como la que Kakashi Sensei le había mostrado en un Genjutsu hacia un corto tiempo atrás. Sakura se dejó llevar por la sorpresa reconociendo el rostro del hombre que ahora veía...esos ojos…no había duda de quién era. Había cambiado, y mucho ciertamente, pero Sakura aun así reconocía ese rostro y esas facciones sin necesitar hondar en sus más profundos recuerdos.

-Sasuke…-reconoció Sakura volviendo a pronunciar ese nombre tras años de silencio.

Ajenos a todo cuanto los rodeara, y con la suave brisa a su alrededor, ambos entrelazaron su mirada el uno en el otro…


PD: gracias a que comento el capitulo anterior, intente actualizar tan pronto como mi tiempo me lo permitió. Dentro de poco he de sumarme responsabilidades necesarias, pero haré todo lo posible por actualizar seguidamente de todas formas porque eso no justifica nada. Prometo no dejar inconcluso el fic hasta terminarlo. Si tienen alguna sugerencia, comenten por favor :3 gracias a todos los que leen y siguen la historia, enserio lo aprecio y hasta la próxima :3