-Los personajes y la historia no me pertenecen en lo absoluto sino que son de la exclusiva propiedad de Masashi Kishimoto, yo solo oriento, expreso y describo lo que creo que sintieron Sasuke y Sakura a lo largo de ciertos momentos canónicamente importantes de la historia, independientemente del hecho de si pertenecen al manga, anime o las peliculas :3
La guerra había terminado, o eso podía decirse.
Kaguya Otsutsuki había sido sellada nuevamente, tal y como había sucedido en los tiempo del Sabio de los Seis Caminos. Madara estaba muerto, los cuatro anteriores Hokages habían obtenido el descanso y libertad de sus almas antes de desaparecer. La muerte de Obito y tantos otros era lo único a lamentar, o eso era lo que Sakura quería creer. Habiendo encontrado sus miradas entre si mientras el Sabio de los Seis Caminos agradecía su ayuda, adulando su entereza como Shinobis, Sakura había creído que todo volvería a ser como antes, que volverían a ser un equipo. Recordando el instante de ella y Sasuke en el desierto, cuando la había abrazado a su cuerpo e impedido su caída, Sakura había creído que todo seguiría intacto y que el equipo volvería a ser tan unido como había sido en el pasado.
Pero eso era un error…
El Uchiha seguía teniendo los mismos ideales que había establecido desde la última vez en que habían estado cara a cara. Sus intenciones no habían cambiado, seguía enfrascado en destruir a los Kages y empezar todo desde cero, única y específicamente desde su punto de vista. Los Bijū estaban prisioneros, prácticamente sellados como Kaguya, mediante una de las habilidades del Rinnegan de Sasuke. De pie junto a Kakashi y viendo a cierta distancia a Sasuke, Naruto y el Sabio de los Seis caminos, Sakura sentía la ira que brotaba de Naruto, su frustración porque la paz volviera a ser impedida.
El Sabio de los Seis caminos acababa de comentar con decepción como las transmigraciones de sus hijos cometían los mismos errores. En el pasado, confiarle el poder a uno; a Indra, había desembocado en una rivalidad profunda que ahora culminaba o llegaba a su cima en las mismas circunstancias que habían caracterizado a todos sus antecesores hasta llegar a Sasuke y a Naruto que, por más que tuvieran un nivel casi igualitario de poder, seguían peleando por las diferencias irreconciliables que habían entre los dos. Como padre debía de sentirse decepcionado consigo mismo y con su rol, pero Sakura sentía que no era culpa de él sino de las circunstancias, propiciadas por Zetsu negro que—afortunadamente—había desaparecido.
Sasuke observo Naruto con frialdad absoluta, desinteresado totalmente en la relación de hermandad o fraternidad que hubieran tenido sus antecesores o de como hubieran llegado a odiare tantos para reencarnar una y otra vez. Simplemente no le interesaba porque esa vida, era su vida, no tenía nada que ver con quien sea que hubiera sido en su vida anterior.
No tenía nada que deberle a nadie y esta vez tenía más claro aquello que deseaba hacer. No odiaba a Naruto, lo había intentado por año pero hacerlo siquiera era como decirse a odiar a Sakura y a Kakashi, no podía hacerlo porque ellos eran su familia, los únicos lazos emocionales que le quedaban, pero contrario a la Haruno y el Hatake, Naruto se cruzaba en su camino, una y otra, y otra, ¡y otra vez! Nunca se daba por vencido y no aceptaba un no por respuesta sin importar cuantas veces tuvieran que pelear y eso era lo que sacaba a Sasuke de sus casillas.
Esta vez, quizás, todo hubiera podido ser diferente, el equipo podría haber vuelto a estar junto y a él no le hubiera molestado en lo absoluto, mientras que las cosas y el orden de la aldea pudieran cambiarse o modificarse para redimir a su hermano como el héroe que había sido y era, el Hokage a las sombras. Pero el que Naruto fuera el Jinchūriki de todos los Bijū dificultaba enormemente las cosas. Los Kages, los Bijū, el consejo de la aldea de Konoha…todo eso había provocado todos los problemas y desmanes sucedidos hasta la fecha. Podía sonar drástico en demasía pero para empezar de nuevo todo eso tenía que desaparecer para construir aquello que era necesario sobre esos cimientos.
Naruto por su parte, observando molesto a su amigo, pensaba de una manera totalmente diferente. Al igual que Sakura y Kakashi, hubiera deseado que Sasuke hubiera vuelto a la aldea porque merecía olvidar todo lo pasado y darse la oportunidad de volver a empezar y ellos, como equipo, lo hubieran ayudado. Pero sus ideales no concordaban. Naruto era más que consiente de quien era realmente Itachi Uchiha, de lo que había hecho y de cómo—incluso habiendo vuelto brevemente a la vida por el Edo Tensei—había velado por su hermano cuando parecía imposible, siempre habiéndolo dado todo por la aldea a la que amaba y la paz en que creía.
El Uzumaki no tenía del todo claro cuanta información tendría su amigo en su poder, pero estaba casi seguro que no sabía todo lo que Itachi había pensado y sentido realmente y era exactamente ahí donde se instalaba el problema. Ashura, su antepasado, quizá no hubiera procedido como era necesario para evitar que Zetsu hubiera intervenido en su relación de hermanos, pero Naruto estaba seguro de una cosa, no era como Ashura y daría su vida de ser necesario para hacerle entender a Sasuke las cosas. El no pretendía que se construyera algo nuevo en base a cimientos destruidos, sino que algo nuevo se aliara al pasado y eliminara los peligros de la forma más pacifica posible, garantizando la seguridad y felicidad de otros.
Shukaku, Matatabi, Chōmei, Son Gokū, Kokuō, Saiken, Chōmei, Gyūki y Kurama…había forjado un lazo con ellos, había liberado a estas—llamadas por muchos—bestias con cola, que solo eran espíritus o seres que habían sido oprimidos por quienes los rodeaban, siendo cobijados por sí mismo con la agresividad que le enseñaban a todo el que estuviera en su camino, víctimas del dolor y la traición que otros les habían provocado de manera injustificada.
Todos ellos, luego de tanto tiempo de incertidumbre, merecían ser libres y eso era lo que Naruto deseaba darles, libertad absoluta.
Al Uchiha no le interesaba en lo absoluto si Naruto tenía un lazo afectivo con los Bijū, o si sabía que ellos no dañarían a nada, ni nada por el estilo. Sasuke solo tenía claro que la existencia de los Bijū era ya de por si un peligro y eso justificaba cualquier medida que él considerara pertinente de tomar con respecto a sus existencia. Si la única forma de deshacerse de ellos y evitar un problema era deshaciéndose del Jinchūriki…entonces tendría que matar a Naruto.
Sakura no sabía cómo reaccionar ante las declaraciones de Sasuke.
Siempre había supuesto que sus ideales eran diferentes y, siendo consiente de todo por lo que Sasuke había pasado, Sakura hasta podía entender su actuar en cierto modo. Pero la razón aparentemente justificada para matar a Naruto y destruir todo, no tenía cabida en su mente porque no la entendía ni deseaba entenderla. Sabía quién era realmente Itachi Uchiha, lo que había hecho y el por qué—Naruto se lo había contado todo—pero Sasuke no tenia del todo claro la razón en específico como para que su hermano, un héroe verdadero, hubiera hecho todo aquello cuanto había cometido.
-No te lo voy a permitir y lo sabes—advirtió Uzumaki.
Sasuke entrecerró su mirada sobre el Uzumaki. En esas circunstancias y con tal debate ideológico entre sí, solo había una forma de zanjar la conversación, una manera con que decidir quién sobrevivía o no, quien sobrevivía y porque. Las palabras no servirían entre los dos para eliminar las disputas y diferencias que los caracterizaban entre sí. Una pelea era lo único que los haría entender lo que el otro pensaba, lo que los haría desistir o bien entender. La última pelea entre sí porque de lo contrario o morían los dos o moría solamente uno de ellos y el triunfador tenía el beneplácito de hacer libremente su voluntad.
-Entonces serás el primero- advirtió Sasuke de igual modo, solo que aludiendo una muerte segura—El Uchiha, sin decir nada más, le dio la espalda al Uzumaki y se dispuso a abandonar el lugar. –Cambiemos de sitio. Ya sabes de lo que hablo- Naruto comprendió sus palabras y no tardo en disponerse a seguirlo.
Al parecer tendría que volver a golpearlo y arriesgar su vida para hacerlo entrar en razón solo que, siendo honesto consigo mismo…la última vez que lo había intentando el resultado no había sido positivo en lo absoluto.
-¡Sasuke, espera!—resonó la voz de Sakura a su espalda.
Sasuke ya de por si había esperado que pasara eso, con Sakura presente estaba asegurada su protesta, ese algo para impedir una pelea, como siempre había sucedido, solo que esta vez—al igual que en el pasado—Sasuke no permitiría que ella estuviera en el medio, no permitiría que arriesgara su vida tan tontamente o se interpusiera en la pelea para hacerlo recapacitar. Apreciaba su interés, pero arriesgarla a ella y saber que podía salir herida por inmiscuirse era algo que él jamás se perdonaría.
Sakura se arrodillo frente a su Sensei en cuanto lo vio perder el equilibrio. Claramente, y pese a tener el Sharingan en ambos ojos esta vez, su vista y rango de visión habitual no se adecuaban de todo a las nuevas habilidades de las que ahora era poseedor. La pelirosa se mantuvo arrodillada a la altura de su Sensei, en espera de que él se recupera, pero también desviando su mirada hacia Sasuke que no se detenía por más que ella le hubiera gritado, por más que le hubiera pedido un alto.
¿Qué pensaba realmente? Pensaba que Sasuke recapacitaría, que volverían a ser un equipo los cuatro y que él le correspondería en algún momento. Ese era su sueño, su deseo, su ilusión. Pero jamás pasaría y se gritaba una y otra vez que lo entendiera. No le importaba a Sasuke, su vida era solo otra más de las que no le resultaban importantes o vitales en lo absoluto. Si matar a Naruto le resultaba tan fácil, si enfrentarse a él era algo tan fácil de hacer. ¿Por qué iba a apreciar su vida siquiera? Ella deseaba poder actuar y hacer como él, odiar a aquellos que causaban sufrimiento, poder odiar con libertad y quizá lo hubiera hecho con aquellos que habían desestabilizado al mundo…
Pero no con Sasuke. No podía ni deseaba odiarlo y sí que lo había intentado. No podía dejar de amarlo y es ahí donde estaba su mayor porque sufría hasta el quiebre emocional más doloroso por culpa suya, lagrimas infinitas, un dolor que se instalaba en su pecho y que deseaba que se llevara su vida que no tenía motivo si él llegaba a morir o a desaparecer. No quería dejar de amarlo como lo había hecho a lo largo de todos esos años, sin importar…sin importar que él jamás pudiera sentir o corresponder a todo lo que ella sentía siquiera.
Una solitaria lagrima se deslizo por su mejilla, una lagrima que Naruto percibió y que lo hizo detenerse, sabiendo y esperando que ella hiciera algo porque su inacción sería algo absurdo, porque aunque fuera con palabras ella protestaría y haría algo, porque ella luchaba y discutía a su propio modo. Kakashi la vio apretar los puños con impotencia, con esa ira y esa volubilidad que la caracterizaba, ese carácter tan necio y terco. Tan pronto como esa lagrima apareció y cayo por su rostro, desapareció entre una suave brisa que se la llevo, siendo por una mirada dura, cargada de ira, que la pelirosa le dirigió al Uchiha por más que este siguiera dándole la espalda y no se hubiera detenido por sus palabras.
-¡Ya lo sé!, ¡Sé que no puedo hacer nada!—grito a pleno pulmón, creyendo que comprendía los pensamientos del Uchiha. –Te amo—menciono sinceramente sin importarle lo que él pensara, sin importar que estuviera dispuesta a gritarle hasta lo imposible para detenerlo, -no pensé que acabaría así—reconoció con decepción de todo lo que había tenido que ver hasta la fecha, lo que había tenido que escuchar sobre lo que él había hecho. Había cambiado demasiado de como ella recordaba que era.
Sasuke la escucho hablar, guardando silencio como recordaba haberlo hecha primera vez en que ella había intentado detenerlo, hace años. Pero no detenía su andar en ningún momento porque la ocasión en que lo había hecho...en ese momento había estado a punto de olvidarlo todo y aceptar sus palabras, aceptar que sentía algo por ella y que merecía ser egoísta, pero esta vez sabía que no podía. Responder a ese Te amo de ella con una mirada sutil, con un gesto, haciéndole entender que sentía lo mismo, pero no podía. Si se detenía, si giraba a verla una ola vez…todas sus razones terminarían.
Ese instante mientras el Sabio de los Seis Caminos agradecía su lucha contra Kaguya, ese momento en que sus miradas se habían entrelazado…había dudado, dudado más de lo que recordaba haberlo hecho jamás, pensando en porque no abandonarlo todo y empezar de cero con ella que le ofrecía el mundo y todas las oportunidades había y por haber.
-No pude ayudarte cuando me necesitabas, y tampoco detenerte—siguió debatiendo ella, adjudicándose situaciones y problemas que ni siquiera debían de recaer sobre ella. –Solo me quede ahí parada, llorando—un chillido murió en los labios d ella, haciéndole saber a Sasuke que ella si estaba llorando, -soy patética—comento esto último para sí misma.
El primer pensamiento que atravesó la mente de Sasuke ante las palabras de ella…fue esa primera despedida, ese momento en que ella había expresado todos sus sentimientos verbalmente, sentimientos que no habían cambiado y ante lo cuales el había correspondido sin que ella lo supiera. Ese amor que sentían el uno por el otro pero solo sin que uno de los dos fuera consiente, ese amor que no podía ser devuelto. Ella no era patética, claro que no. De hecho el mismo admiraba su carácter, su tozudez, su innegable perseverancia y ese algo en su ser que evitaba que se rindiera, ese algo que la hacía ser perseverante de aquella forma, ese algo que la hacía ser una mujer tan luchadora, tan fuerte y tan capaz.
-Pero…Sasuke—lloro Sakura a su espalda, olvidándose de su ira y siendo nuevamente la Genin de trece años que le había confesado sus sentimientos entre sollozos y un dolor intensamente sincero, -si aún tengo un lugar en tu corazón, por pequeño que sea, ¡no te vayas, por favor!
Sasuke suspiro tan sutilmente como le fue posible, sin flaquear su postura. Nuevamente la estaba haciendo llorar, nuevamente sufría por su culpa y en su deber no podía evitarlo, no podía verla a los ojos y decirle que sentía lo mismo, no podía porque mandaría cada pensamiento o ideal al demonio y seria egoísta, se daría la instancia de tenerla a su lado y su conciencia le decía que eso no estaba bien, sobre todo por todas las cosas y errores que había causado.
Ella, que era inocencia y dulzura, ella que era su ancla en ese mundo, ella que era todo lo que nadie más era. Ella que le recordaba a su familia, a su pasado, un pasado en que cualquier cosa podría haber tenido cabida, ese pasado en que la felicidad era algo tan alcanzable. Ella que significaba tanto y era tanto para él y que no merecía pasar su existencia a su lado sino con alguien que verdaderamente la mereciera. Pero…¿Cómo pensar eso si la sola idea despertaba su ira y su negatividad?
Kakashi, de rodillas junto a Sakura, la observo con tristeza por anclarse a ese amor que él sentía que era correspondido, que él podía sentir que recibía reciprocidad de alguna forma pero que igualmente provocaba sus lágrimas y dolor. Ella, co él tiempo, con su carácter, con su voluntad, con su ingenuidad, había ocupado tal lugar en su vida como para que él la viera como una hija, como un apoyo y respaldo.
-Si estuviéramos juntos, todo sería como entonces—prometió Sakura de manera inconsciente sin ver la similitud de sus declaraciones con las que habían tenido lugar hace años.
Sasuke se detuvo porque sabía que ella no diría más, porque sentía el tono igualitario entre sus palabras con las que había pronunciado hace años. Sabía que tenía que responder algo o ella jamás se detendría, o ella jamás se haría a un lado y le permitiría nada. Lentamente, Sasuke giro su rostro ladinamente, observando las lágrimas que ligeramente manchaban sus mejillas…la misma imagen de hace años, la misma situación, solo que debía dejarla inconsciente de otra forma.
-De verdad que eres molesta—menciono Sasuke, siendo plenamente sincero.
Era molesta porque era importante para él y porque podía hacerlo vulnerable, molesta porque podía hacerlo dudar cuando nadie más lo hacía. Con una sola mirada, gesto que Kakashi inicialmente no entendió de parte de Sasuke, Sakura cayo inconsciente a su lado, sumida aparentemente en un Genjutsu.
Sabia el por qué lo estaba haciendo, pero su mente permanecía dividida ante las acciones del Uchiha, sin poder creer o entender del todo como es que Sasuke podía ser tan cruel y frio con ella que jamás había hecho nada en su contra, sin atreverse a matarlo, sin atreverse a interponerse en su camino. Una parte de él quería creer que Sasuke sentía algo por Sakura, un mero cariño o amistad pasada, un mínimo grado de respeto…pero los actos del Uchiha contradecían mucho sus pensamiento, su idea por creer que sentía algo por Sakura. En el pasado, cuando eran Genin, era realmente feliz creer aquello a sus ojos, verlo…pero ahora ya nada era igual.
-¡No tenías que lanzarle un Genjutsu!—protesto Naruto a espaldas del Uchiha.
Sasuke, luego de lo hecho, volvió su vista al frente, esperando el instante adecuado para irse. Sakura era su razón para mirar hacia atrás, para dudar, para detenerse, para hacer todo cuanto jamás podría haber pensado siquiera hacer con nadie más. Naruto tenía siento grado de importancia para él, era como su hermano, su mejor amigo…pero Sakura tenía un grado de importancia mucho mayor.
-Si no lo hubiera hecho, nos habría seguido—protesto Sasuke sabiendo que eso era cierto. –Que no estorbe.
Si ella los seguía, la misma situación sucedida hace años, en que ambos se habían enfrentado con intención de matarse, justo cuando Sakura había estado a nada de arriesgar su vida por culpa de sus imprudencias…esa situación no podía ni debía repetirse. Sasuke sentía que jamás podría perdonarse el arriesgar su vida de esa manera, no la vida de quien era importante para él. Pero lejos de ser inútil, una carga o lo que sea que el dijera sin intención para justificarse—porque ese tono despectivo hacia ella era una farsa—no era sino una mentira. Ella jamás resultaría una carga para él, jamás.
-Sakura siempre quiso salvarte. Siempre—hablo Kakashi esta vez, corroborando que Sakura estaba bajo un Genjutsu.
En esas circunstancias y sabiendo que la única forma de salir de allí era siendo falso y sincero al mismo tiempo, Sasuke giro su rostro hacia Kakashi, predispuesto y sabiendo que debía de decir en ese momento. No mentiría del todo…pero tampoco sería totalmente sincero.
-Espero que se haya divertido en su fantasía, soñando con el amor verdadero—mintió Sasuke, pisoteando sus propios pensamientos y sentimientos, hablando despectivamente de ella y de aquello que apreciaba de ella, de ese sentir y amor que adoraba de su persona, de esa ingenuidad. –Por mi parte no tengo ninguna razón para amarla—siguió mintiendo cuando en realidad no tenía razones para dejar de sentir lo que sentía por ella, -y mucho menos entiendo las razones por las cuales ella aún se siente atraída por mí.
Esas últimas palabras eran sinceras, no entendía ni entendería jamás porque lo amaba, porque sentía ese amor tan fuerte y sincero por él. No se trataba de su físico, que ciertamente a él no le importaban, ella se había enamorado de su ser, d su alma, de quien era, del tiempo en que se habían conocido, valorándolo desde siempre, pero...el por qué jamás tendría respuesta para él.
-Las razones solo son necesarias, si vas a odiar a alguien—aclaro Kakashi dándole de manera omnisciente la repuesta que él deseaba saber, -además, lo único que Sakura deseaba era permanecer a tu lado. Solo quería salvarle—defendió Kakashi a su alumna que se encontraba inconsciente a su lado. –Esta chica a la que incluso estas dispuesto a matar…ha derramado lágrimas impregnadas de sentimientos por ti—volvió a protestar esperando que Sasuke entrara en razón. –Y te ama tanto que sufre por ello.
Hace años no había hecho eso, no había hablado claramente con Sasuke como lo estaba haciendo en ese momento, pero ahora esperaba poder conseguir algo siquiera., una mísera reacción. Sasuke se mantuvo imperturbable, ocultando con esa increíble eficacia sus emociones. Sakura era muchas cosas para él, y su grado importancia era sumamente necesario. Ella era esa ancla, ese sentir de razonamiento en su vida, ese actuar que implicaba hacerlo entrar en razón cuando nadie más conseguía hacerlo. Ella era todo lo que era importante o creíble en su vida, inocente, ingenua y noble. La única persona que merecía la pena conocer y valorar, eso era para él, todo. Evocaba irreparablemente para él esa importancia que su familia había tenido para él en el pasado.
-Es probable que…lo que sienta sea el resultad de los fracasos del pasado a la cual aún esta aferrada—menciono Sasuke sin darle importancia.
Pero, y sabiendo que ella no inferiría, Sasuke volvió su vista al frente y se marchó rápidamente, únicamente sabiendo que Naruto lo seguiría.
Después de la partida de Naruto, que indudablemente había seguido a Sasuke apenas un par de segundos después, Kakashi había permanecido en aquel lugar que había sido testigo de una de las batallas más impresionantes que se hubieran visto aguardando a que el Genjutsu se disipara y la permitiera a Sakura recuperar la conciencia, habiéndola recostado ligeramente para que permaneciera sentada.
El Hatake, sumido en la incertidumbre y el temor, -sintiendo apenas un ápice de las colisiones de los ataques a la distancia, sintiendo los chakras de sus dos alumnos disminuir por el agotamientos—vio las nubes cruzar el cielo y el matiz azulado ser reemplazado por un dorado procedente del atardecer que en solo cuestión de segundos habría de transformarse en noche.
Kakashi vio como Sakura, en medio del Genjutsu aun, fruncía ligeramente el ceño, removiéndose, clara señal de que estaba despertando.
Sumida ne esa inconciencia y recordando aquella imagen proyectada por el Genjutsu, de Sasuke atacándola con la seria intención de matarla, Sakura se había sumido en una oscuridad que era incomoda pero no aterradora. En lugar de darle ese miedo que debía de proyectar un Genjutsu no había hecho sino reconfortarla hasta sumirla en un sueño profundo que le había permitido recuperarse del agotamiento provocado por todas las batallas sucedidas hasta entonces…hasta que ese sueño se hubiera transformado en un recuerdo del pasado cuando su equipo y ella habían sido unos niños en la academia. Un instante en que recordaba que Sasuke y Naruto habían peleado…pero teniendo la conciencia de en ese momento de su vida y viéndolos pelear, Sakura había sentido tristeza y medio, no la idea infantil de saber que Sasuke ganaría sino sabiendo a lo que eso llevaría.
De un solo respingo provocado por su sueño, Sakura abrió los ojos n el acto, parpadeando asustada por el sueño y lo que había significado para ella. Su respiración se normalizo a la vez que sus ojos se cerraban para tranquilizare a sí misma y decirse que lo visto no había sido sino un sueño solamente, muy vivido y real pero un sueño al fin y al cabo.
-Ya despertaste—comento Kakashi a lado.
Sakura abrió los ojos y asintió a la aseveración de su Sensei, agradecida de que él estuviera ahí con ella. Los ojos de la pelirosa se dirigieron hacia el cielo notando el cambio de los colores de este con el pasar del tiempo en que ella había estado inconsciente.
-Esta atardeciendo—menciono Sakura con preocupación reparando en la ausencia de Sasuke y Naruto…temiendo en saber dónde estaban o como estaban porque sabía que habían peleado, su corazón se lo decía. -¿Y Sasuke y Naruto?—pregunto Sakura deseando que su Sensei tuviera la respuesta.
Kakashi bajo la mirada por un breve instante.
-Están resolviendo sus asuntos en una última pelea—comento Kakashi in saber que más decirle a ella.
Asustada por la sola idea de ello, y sabiendo que su participación no cambiaría nada, Sakura agudizo sus sentidos para percibir el chakra de ambos, sumamente bajo y casi por los suelos, centrando su vista en el cielo y esperando que el tiempo les diera a Kakashi y a ella el momento para ir en busca de ellos.
En espera de que ese momento hubiera tenido lugar, y apenas un par de segundos antes de que el sol emergiera desde el horizonte, Sakura había ayudado a su Sensei a caminar, brindándole apoyo en su hombro y la estabilidad que ella tenía al haber recuperado fuerzas con su inconciencia.
Ambos se habían movilizado tan rápido como al condición t debilidad del Hatake lo había permitido hasta llegar al Valle del Fin que ahora lucia totalmente irreconocible. Las dos enormes estatus de piedra que representaban a los dos fundadores de la aldea, el Senju y el Uchiha, se hallaban destruidas solo con las bases de sus estructuras aun en pie y cientos de escombros a su alrededor. Kakashi y ella se detuvieron en el acantilado que les brindaba una visión completa del enorme valle ahora destruido.
-Conque aquí estaban—comento Kakashi viendo a sus alumnos en la cima de un escombro que emulaba el sello de reconciliación Shinobi.
Sakura, colaborando a al estabilidad de su maestro, vio claramente la situación en la que se encontraban sus dos amigos…parpadeando apresurada para evitar las lágrimas que la condición en que estaban provocaban en ella. Estaba sumamente preocupada por ambos, por cuanta sangre habrían perdido, por las heridas que tendrían además de la que era visible desde donde estaban…
La pelirosa, con el debido respeto y sintiendo que su Sensei parecía más recuperado, quito el brazo de su Sensei que había estado apoyando alrededor del cuello de ella y asintió respetuosamente ante el antes de saltar por el acantilado. Sakura cayó segura y firmemente sobre el suelo de roca, avanzando apresuradamente hacia donde ambos estaban. Deteniendo frente a ellos y haciendo su máxime esfuerzo por no flaquear al verlo a ambos desprovisto de un brazo por la pelea que habían tenido. Sakura se arrodillo entre ambos y procedió a cerrar sus heridas de mayor gravedad de manera inmediata.
Deseaba gritarles, decirles a ambos a la cara cuan idiotas eran por pelear de semejante manera como para perder un brazos en el esfuerzo de matarse entre sí.
-Gracias, Sakura- menciono Naruto tras su aparición y pronta ayuda a ambos.
Naruto sonreía como siempre al verla a salvo y Sasuke…Sasuke no le quitaba los ojos de encima claramente lamentando su actuar anterior. El Uchiha la observo sin saber que decirle, ya libre de tantos conflictos internos que había sentido hasta entonces y que ahora, gracias a la pelea con Naruto, sentía que habían sido eliminados. ¿Lo dudaba? Ja, le faltaba un brazo, eso era prueba suficiente para decir que no. Sakura no había volteado a verlo ni una vez y Sasuke sabía que se lo merecía…pero quería pedirle perdón. Por una vez en su vida quería ser sincero con ella y decirle a la cara algo que llevaba años sin atreverse a pronunciar. Esta vez podía ser plenamente sincero con ella.
-Sakura, yo…-inicio más que dispuesto a enmendar todo lo errado con ella en el pasado.
-Cállense—les pidió Sakura a ambos de manera tajante, aludiendo que no quería escucharlo pronunciar o emitir palabra alguna o su ira por ambos seria mayor de lo que ya era. –Tengo que concentrarme—se justificó.
Sasuke no aparto su mirada de ella, viéndola negarse y actuar como si nada para no flaquear pero sintiendo que, de un momento a otro, ella iba a llorar. Sin importar los años que hubieran pasado estando separados, Sasuke sabía que ella no había cambiado y por ende la conocía muy bien.
Naruto desvió ligeramente la mirada hacia el notando que ese aire tenso y frio ya no estaba en los orbes ónix del Uchiha, además del hecho de que cierta calidez y aprecio iban dirigidos hacia Sakura que evitaba verlo. El Uzumaki recordaba haber visto esa chispa hacia años, cuando Tsunade había llegado a la aldea por primera vez luego de que él y el sabio pervertido hubieran ido en su búsqueda…cuando Sakura había estado en ese instante en que la Hokage había sanado a Sasuke. Cuando ella había llorado por él. En ese mudo silencio que estaba guardando, Naruto corroboro que sus compañeros sentían eso que el llevaba ya cierto tiempo creyendo.
-Perdón—pronuncio el Uchiha sabiendo que Sakura de todas formas lo escucharía.
Abruma por esas solas palabras y por el tono usado, Sakura sentía la mirada de Naruto sobre ella diciéndole que le respondiera a Sasuke…y ella si deseaba hacerlo. En esos momentos tampoco le servía el silencio. Sakura tomo aire antes de decidirse hablar, observando al Uchiha quien no le quitaba los ojos de encima, percibiendo ese cambio en su mirada…casi podía recordar al Sasuke que ella había conocido en esos ojos, a ese niño del que se había enamorado desde la primera vez en que lo había visto en la academia.
-¿Perdón?—repitió Sakura las palabras del Uchiha, confundida, -¿Por qué?
El Uchiha la vio temblar ligeramente, señal de que sus emociones estaban aflorando como siempre, brindándole la confianza para hablar libremente con ella como no había hecho en todos esos años. Estaba vez no habría, rabia, odio ni nada que le impidiera cruzar ese camino que conducía hacia los sentimiento que tenía por ella y que se había callado…aunque, y para ser honesto, aun no se sentía lo bastante capaz como para decirle esto último a la cara. Eso ciertamente necesitaba un poco de tiempo extra.
-Por todo—reconoció Sasuke.
Naruto contemplo con sincera alegría el ver que el equipo nuevamente estaba junto porque era así, porque Sasuke habia recapacitado y ahora estaba más que dispuesto a empezar de nuevo en base a todo lo que había discutido con Naruto. El Uzumaki y el Uchiha vieron cómo, de manera casi desapercibida y conteniéndose en extremo, un par de lágrimas solitarias descendían por las mejillas de la pelirosa.
-Cuantos problemas…- inicio Sakura con la idea de gritarles a la cara, pero no se sentía capaz, no cuando solo quería agradecer que ambos estaban vivos. –Tontos—los insulto llorando.
La pelirosa termino de sanarlos, secándole las lágrimas de manera casi inmediata. Ya ligeramente un tanto recuperados no solo en base al tiempo que habían pasado inconscientes tras su batalla, tanto Sasuke como Naruto consiguieron sentarse con dificultad pese a lo adoloridos que aún estaban por el agotamiento que les había provocado la durísima batalla que habían tenido y, esperaban, fuera la última que tuvieran con intención de matarse.
Sakura levanto la mirada hacia ambos con una sonrisa de completa alegría que iba más que nada dirigida hacia Naruto que sonreír de igual modo al saber que había cumplido su promesa de traer a Sasuke de regreso. El Uchiha sonrió ligeramente antes de que Sakura se abrazara efusivamente de ambos. De no ser por la estabilidad que les proporcionaba la pelirosa a quien se aferraron, o ambos hubieron caído de espaldas con ella encima. Naruto rio ante el gesto, gritando como loco al saber que la guerra, en efecto, había terminado y que ahora podían celebrar. Sasuke aprovechando la ocasión, le devolvió el abrazo, acariciando sutilmente la espalda de ella a modo de respuesta, sin soltarla.
Kakashi los observo desde lo alto del acantilado con una sonrisa nostalgia al recordar a los Genin que había conocido hace años y que seguía siendo los mismos alumnos que el había formado como Ninjas fuertes y capaces de defender aquello en lo que creían, maestro los tres Sannin de la nueva generación: Naruto, Sasuke y Sakura.
El Equipo 7 estaba reunido de nuevo.
PD: gracias a Ryomaysakuno93, LittelCurly21 y Yopi a quienes les dedico la actualización así como a todos los nuevos lectores, agradeciendo que tengan la atención de tenerse y leer este fic. Respecto a lo sugerido por LittelCurly21, mencionare la estadía de Sasuke en la cárcel pero me centrare en su partida, la boda tendrá lugar pero temo que la haré según mi criterio porque hasta la fecha no nos hacen un digno momento SasuSaku. Además pretendo incluir momentos que creo que pasaron en la película "Boruto The Movie" en que solo los vimos juntos y una o dos veces (según como lo vean ustedes) :3 si tienen alguna sugerencia comenten por fi :3 ya que enserio aprecio que ustedes me ayuden en esta historia :3 gracias y hasta la próxima.
