-Ni la historia ni los personajes me pertenecen en lo absoluto sino que son propiedad de Masashi Kishimoto, más los pensamientos y/o narración son de mi absoluta responsabilidad :3


Los días de festividad habían pasado, más el ambiente aún seguía siendo igual de pleno.

Naruto y Hinata llevaban días sin ser vistos y todo por estar más que concentrados en su matrimonio y Sakura, como buena chaperona y amiga, hacia hasta lo imposible porque dicha paz no fuera trastocada. Hasta el propio Kakashi, en un intento por aligerar las cosas, les daba misiones seguidamente a los amigos del Uzumaki para que no pudiera molestarlo, pero era tan sutil que nadie se daba cuenta, salvo ella. Pero no solo se trataba de aquel matrimonio sino del hecho que Naruto comenzaba, -bajo la tutela de Iruka y Kakashi Sensei—a prepararse para asumir como Hokage algún día y Hinata no daba su brazo a torcer, ayudándolo en todo momento.

La Haruno cerró sus ojos, dejándose relajar por la suave brisa de primavera que llevaba suaves pétalos de flores de cerezo en sus remolinos de aire que aparecían y desaparecían. Un pétalo cayó sobre las manos de la Haruno, sobre su regazo, quien abrió los ojos y observo aquel diminuto pétalo, jugando con él entre sus dedos, acercándolo a sus labios y soplando suavemente para dejar que la brisa se lo llevara en plena libertad. Se encontraba en la banca que daba con el camino para salir de la aldea, un lugar tan significativo para ella, sumida en sus propios pensamientos y divagaciones sobre el pasado y presente.

No quería asumirlo pero se sentía dejada a un lado; Shikamaru y Temari estaban cada vez más juntos, Kiba estaba de "amigo", porque así insistía en titularse a sí mismo, con Tamaki, Ino estaba saliendo con Sai…sentía que era la única que no tenía nada más en que enfrascarse que no fuera el trabajo. ¿Y qué podía hacer? Se había determinado a esperar a Sasuke y no cambiaría de parecer pero…le hubiera gustado saber dónde estaba, como estaba, si pensaba en ella…¿Cómo aguantar la incertidumbre?

Nos veremos pronto

Las palabras del Uchiha resonaban en su mente, ¿Qué se suponía que debía creer en base a eso?, ¿Sasuke sentía algo por ella?, ¿Por qué insistía en preguntarse eso ultimo nuevamente? No le servía pensar o creer que Sasuke sintiera algo por ella porque no era así, pero su terquedad le hacía creer que algún día iba a ser correspondida. Que ilusa soy, se dijo a sí misma, mentalmente.

Sasuke llevaba tiempo viajando para informar a Kakashi de todo cuanto pasaba en el mundo y de cómo evitar sucesos similares, así como corroborar que la amenaza de los Otsutsuki, anteriormente relacionada con Kaguya, ya no era latente para nadie. Pero tras tanto tiempo cumpliendo aquel deseo y misión al mismo tiempo, Sasuke no quería nada más que regresar a la aldea aunque fuera por un corto tiempo y por ello ahora entraba a la aldea sin reparar en nada.

Su mirada se clavó en una banca que conocía muy bien por haber sido aquel lugar en que Sakura y él había pasado uno de los momentos más significativos y emocionalmente importantes en sus vidas. Sentada sobre la banca, con la mirada perdida en la nada, se encontraba Sakura. ¿Era solo su imaginación o cada vez se hacía más deslumbrante y…hermosa? Debía admitir que el tiempo en que no se veían la hacía favorecer todavía más a sus ojos, casi como si fuera la primera vez que la veía.

-Sakura—la nombro el Uchiha.

Parpadeando y siendo alejada de sus pensamientos, la pelirosa giro su rostro hacia aquella voz que de manera inequívoca la había hecho temblar y volver a la realidad con solo pronunciar su nombre. Sakura se levantó de la banca en el acto en cuando hubo notado al Uchiha de pie en frente suyo, observándola. Los ojos de la pelirosa lo recorrieron de arriba abajo, abrumada con su sola presencia, los labios de la pelirosa se encontraban entreabiertos, a son de emitir una pregunta o declaración que no se admitía a realizar por temor de no recibir la respuesta deseada.

-Sasuke yo…- inicio Sakura sin saber que decirle y el agradeciendo que la calle estuviera vacía, permitiéndoles a ambos estar a solas. Quería salir de aquella duda de una vez por todas, quería empezar las cosas de la forma que debía ser, siendo amigos o más que eso pero teniendo las cosas claras. –Sé que tú, no sientes lo mismo por mi…- se calló a sí misma, negando ante lo que estaba a punto de decir.

-¿Quién dijo eso?—menciono Sasuke vagamente.

Los ojos de la pelirosa se clavaron en el rostro del Uchiha con confusión absoluta quien no hizo sino sonreírle ladinamente como respuesta. Habían gestos entre ambos que habían conseguido entender o comprender a lo largo del tiempo, y viendo aquella expresión en el rostro de Uchiha y el tono de sus palabras, ese interés que clavaba en ella y ese brillo en los ojos que no le veía desde hacía años, Sakura supo que cualquier miedo o temor pasado ya no tenía sentido, porque por fin había recibido esa respuesta que tanto había estado esperando.

Un te amo, literalmente verbal y claro tardaría en salir de sus labios, Sasuke se conocía bien y entendía que tal cosa habría de tomar tiempo, su personalidad y su ser eran más bien exactos, silenciosos, sinceros e inexpresivos. Claro, siendo un Shinobi, tales características eran más que alabadas, pero estaba dispuesto a dar un paso más por Sakura, pero todo a su tiempo y en su justa medida. El Uchiha contemplo la sonrisa que apareció en el rostro de Sakura cuyos ojos estaban a punto de liberar lágrimas, algo que sinceramente lo frustraba. Tanto si era bueno o malo, detestaba verla llorar por su causa o por quien fuera, ella no tenía por qué llorar.

Habiendo esperado eso por tanto tiempo, Sasuke no se resistió o removió en lo absoluto en cuanto sintió a Sasuke abrazarse a él, abrazándolo afanosamente en un intento por asegurarse que ese momento era real y absolutamente certero, en un intento por creer que lo que acababa de escuchar era real.

-Bienvenido, Sasuke—murmuro Sakura con el rostro enterrado en el pecho del Uchiha.

El Uchiha envolvió su brazo alrededor de los hombros de la pelirosa quien oculto su rostro, cobijándose en su pecho. ¿Cuánto tiempo había esperado por volver a verla? Ciertamente para él había parecido mucho más de lo que había pasado materialmente, pero eso no era lo verdaderamente importante ahora, lo importante era que estaban juntos y conscientes de lo que el otro sentía; anclados el uno al otro como nunc lo habían estado ni estarían a nadie más.

-Sakura—menciono su nombre, el Uchiha, acariciando su cabello mientras la abrazaba con su único brazo, -he vuelto.

Por fin volvía a tener un hogar al que regresar; Sakura era su hogar.


Tener en su poder el Sharingan y el Rinnegan era ciertamente algo de lo que sentirse orgulloso, el respeto adquirido, la reputación que se granjeaba con dicho poder y además el ser un héroe de guerra, todo eso era más que suficiente como para que un individuo se sintiera pleno a la edad que él tenía. Pero Sasuke hubiera deseado no tener que agotarse tanto en el proceso que significaba para él aquel viaje de redención que, por ahora, se encontraba en un punto suspensivo.

El Uchiha se masajeo las sienes en un intento por aminorar aquella molestia, levantando la mirada hacia la puerta de la cocina, encontrándose con Sakura que traía un poco de té sobre una bandeja, colocando esta sobre la mesa, sin hacer desaparecer la deslumbrante sonrisa que adornaba su rostro. La Haruno noto claramente su cansancio, compasiva.

-¿Puedo ayudarte?—pidió Sakura.

Sakura vio a Sasuke clavar sus ojos en ella, dudoso con respecto a lo que ella tenía pensado hacer. Supongo que eso es un sí, menciono la pelirosa para sí misma. Sabiendo que tenía la mirada sobre sí misma, Sakura abrió ligeramente el espacio de su traje ante la atenta y nerviosa mirada del Uchiha, extrayendo un diminuto frasco mientras cerraba su ropa, abriendo la diminuta tapa que cerraba el contenedor. Los ojos de Sasuke iban y venían de su rostro hacia el frasco que tenía en las manos, confiando en ella pero dudoso en el contenido que ella tenía en las manos.

-¿Qué es eso?—indago Sasuke.

No dudaba de ella, en lo absoluto, ¿Cómo hacerlo? Pero entregarse sumisamente in saber que era lo que pasaba a su alrededor no era su estilo, era habitual para él saber que pasaba, lo que lo rodeaba y que rumbo tenían las cosas, ese control meticuloso a su alrededor no siempre tomaba partido, pero era una rutina a la que Sasuke estaba adecuado, y ella lo entendía.

-Te sentirás mejor—prometió Sakura.

La pelirosa humedeció ligeramente sus dedos con la esencia contenida en aquel diminuto frasco, cerrándolo nuevamente y dejándolo sobre la mesa, junto a la bandeja. Reprochándose así mismo el ser tan terco, Sasuke recostó su cabeza en el respaldo del sofá, cerrando los ojos y escuchando los pasos de Sakura quien se situó a su espalda. Con sumo cuidado, la sintió aparte el flequillo y trazar líneas invisibles sobre su frente, descendiendo y ascendiendo una y otra vez, hiendo y viniendo de su frente a sus sienes, haciéndolo olvidarse de cualquier dolor o molestia anterior.

-¿Dónde aprendiste esto?—pidió saber Sasuke, maravillado con su tacto.

De manera inconfundible, una sonrisa aun mayor apareció en los ojos de Sakura quien, por ningún momento, aminoro su labor, centrada el tranquilizar los pensamientos y debates del Uchiha. Sasuke entreabrió sus ojos, observando el rostro de Sakura por encima del suyo, sus orbes esmeralda absoluta y totalmente centrados en él y en hacerlo sentir mejor con aquella magnifica sonrisa adornando sus labios y haciendo brillar sus ojos de manera consecuentemente hermosa. Toda ella era hermosa.

-Ser médico, no solo significa salvar vidas—aclaro Sakura sin detenerse su labor, centrando su atención en trazar suave y sutilmente los rasgos del Uchiha con sus dedos, entrelazando su mirada con la suya, atrapándose el uno al otro en ello, -todo tiene una cura, nada dura para siempre—aludió Sakura casi leyendo sus pensamientos, sintiendo como el envolvía su mano alrededor de su muñeca, pidiéndole que nunca se separara de su lado de aquella forma tan sutil que tenia de comunicarse con ella, -lo importante es saber dónde está la cura.

Sin detenerse, más centrando su labor únicamente en una de sus manos, Sakura rodeo el sofá, sentándose junto a Sasuke cuyos ojos siguieron su andar sin romper aquel enlace de miradas formado entre ónix y esmeralda. Las cosas entre ambos, con solo una declaración de por medio, avanzaban rápidamente y con justa razón. Naruto y Hinata apenas y habían pasado un tiempo siendo novios hasta casarse, hacia muy poco. Si ellos, que apenas y habían interactuado de Genin, podían haberse unido emocionalmente a esa velocidad, ¿Qué habrían de esperar Sasuke y ella? Se habían alejado el uno del otro por culpa de los problemas, las batallas, las rivalidades, los ideales, los conflictos, ahora que no tenían por qué dudar de estar el uno junto al otro, ¿Para qué esperar?, ¿Por qué no pasar tiempo juntos y ya, como siempre habían deseado estar?

Sakura descendió su mano por el rostro del Uchiha, trazando los contornos de su rostro y sintiendo a Sasuke hacer lo mismo con ella, dedicándole especial atención a delinear el contorno de sus labios, haciéndola bajar la mirada.

Temía que todo eso fuera una ilusión, un sueño como tanto otros que había tenido a lo largo de los años en espera de que él volviera, en espera de que recapacitara y pudiera corresponderle. Había pasado años rogando porque volviera a la aldea, porque encontrara la paz que…ahora, pensar que la había elegido y que la amaba, resultaba insólito y avasallador para ella. Él era a quien siempre había amado, el único hombre al que había visto con ese deseo y brillo especial en los ojos, dispuesta a darlo todo por su felicidad y por garantizarle la paz y seguridad que se merecía luego de haber sido una víctima del pasado. Era abrumador saberse correspondida, abrumado y absolutamente perfecto.

Sasuke traslado su mano de sus labios a su mejilla, limpiando suavemente las lágrimas que de manera repentina brotaron de los ojos de la pelirosa. Sakura levanto lentamente la mirada hacia él que le pedía una razón del porqué de sus lágrimas, más Sakura únicamente sonrió entre esas lágrimas.

Lágrimas de amor y felicidad.


Pero, lastimeramente, tal felicidad y paz para ambos no podía durar

Siendo el único Shinobi lo bastante capacitado como para investigar sin temor alguno cualquier amenaza posible, tanto para la aldea como para el sistema Shinobi, Kakashi le había encomendado a Sasuke el partir nuevamente en otro viaje, ciertamente menos largo, para analizar ciertos lugares específicamente en que había alerta de nuevas amenazas. En otras circunstancias a Sasuke, ciertamente, no le hubiera molestado hacer tal cosa, pero, -y era un gran pero-su ahora relación con Sakura dificultaba tal cosa y no porque fuera a negarse a hacer tal cosa, sino porque no deseaba alejarse de ella, y Sakura...pues Sakura tenía sus propias cosas que opinar con respecto a ello en cuanto se había enterado.

-¿Cuándo pensabas decírmelo?—exigió saber Sakura, dejándose controlar por la ira.

Las peleas jamás les habían gustado, a ninguno de los dos, pero Sakura sentía que no había otra forma de expresarse en ese momento salvo mediante aquello. Sasuke en ningún momento le había dicho que planeaba volver a marcharse, y aunque solo llevaran una semana juntos luego de su regreso, Sakura no pretendía olvidar todo lo sucedido por culpa de una misión. ¿Por qué Sasuke? Claro, después de Naruto era el Ninja más fuerte en la aldea, un Sannin, y el único que podía estar igual o más capacitado que Naruto para arriesgarse de esa manera, pero no quería entender esos puntos, quería estar con Sasuke luego de haberlo esperado por tanto tiempo, y nada-ni siquiera su Sensei y Hokage-la haría cambiar de parecer sin importar lo que pasara. Seriamente, ¿Quién lo haría?

-No lo creí necesario—justifico Sasuke.

La mirada de la pelirosa se endureció con aquellas palabras provenientes del Uchiha quien se encontraba en frente suyo, tranquilo e imperturbablemente serio, como siempre. Estando en las afueras de la aldea, Sakura sabía que quizá no pudiera detenerlo, pero si acompañarlo sin importar que se opusiera infinitamente. No necesitaba que la protegieran, podía sobrevivir por su cuenta, creía que ese punto ya estaba notoriamente claro y esperaba que Sasuke no se atuviera a ser sobre protector por eso, aunque lo apreciaría mucho, no venía al caso por ahora.

-¿Necesario para quién?—chillo Sakura, molesta, acercándose al Uchiha todavía más siendo que apenas unos centímetros los separaban. De manera repentina la Haruno lo sostuvo del cuello de su camiseta más él no parecía inmutarse en lo absoluto producto de su cercanía ni su amenaza. -Esta vez no me dejaras aquí.

Cuidadosa y firmemente, el Uchiha la sujeto de una de sus muñecas, haciendo que lo soltara. Puede que ella fuera más fuerte en términos de chakra y habilidades médicas, pero no pretendería ceder en lo absoluto aunque, y pensándolo bien; era conveniente viajar juntos, más allá del plano emocional. Sakura era una Ninja Medico, la mejor por no decir menos ni por tener alguna especie de favoritismo con ella, y como tal indispensable en una misión como la que él pretendía llevar a cabo que lo agotaría en extremo, era la oportunidad perfecta para solidificar la relación que tenían, además del hecho de que Sakura no lo dejaría irse esta vez. Esta vez tampoco pretendía dejarla inconsciente ni nada por el estilo.

-Supongo que nada te hará cambiar de parecer—menciono el Uchiha al ver la expresión iracunda de la pelirosa.

Sakura asintió, inmediatamente. De ser necesario se ataría a la espalda del Uchiha o le evitaría salir de la aldea sin importar que eso le restara cada gramo de fuerza que tuviera en el cuerpo. Ya habían estado separados por dos años y medio, ¿Qué más debía de esperar?, ¿Por qué separarse siendo que ahora, y después de tanto tiempo, volvían a estar juntos? Sin importar el cómo, quería acompañarlo en su viaje y ayudarlo a cada instante, estar ahí para él y aliviando sus preocupaciones.

-Te seguiré sin importar lo que me digas— declaro Sakura

Una sonrisa ladina apareció en los labios del Uchiha quien asintió, confundiendo a Sakura. Le escribiría a Kakashi más tarde para notificarle la decisión que había tomado pero…por ahora solo acataría lo que Sakura le estaba exigiendo, de lo contrario ella era capaz de una clase de cosas que Sasuke se divertía de imaginar, era uy persuasiva. ¿Para qué esperar más en formalizar lo que tenían, en avanzar lo que tenían? Siendo Shinobis, la vida que fuera a tener en el futuro no estaba garantizada en lo absoluto, ni la paz, ni la felicidad, pero Sasuke tenía muy en claro que deseaba estar junto a Sakura y viceversa. Por ello no tenía sentido alguno el esperar más tiempo.

-Ve por tus cosas—pronuncio Sasuke, viéndola parpadear con confusión ante sus palabras, -rápido.

El desconcierto en el rostro de la pelirosa no hizo sino transformarse en alegría, apoyando una de sus manos en el hombro del Uchiha antes de depositar un tierno beso en su mejilla, marchándose a toda prisa en busca de las cosas que habrían de necesitar en el viaje, en el viaje que ahora compartirían juntos. Sasuke la observo partir, suspirando escasamente, plenamente sereno como nunca recordaba haberlo estado por causa de ella. Todo aquello era el inicio de algo nuevo, de algo que deseaban conocer y que estaban dispuestos a enfrentar juntos.

Siempre juntos.


PD: la actualización va dedicada a MilagrosLove que comento el capitulo anterior y a quien agradezco infinitamente sus palabras. Intentare actualizar lo más pronto posible. Para quienes hayan indagado, si es que lo hicieron, sobre las bodas del oriente medio, tengo pensado inspirarme en ello para la boda que ya tendrá lugar en el siguiente capitulo :3 titulado "Matrimonio Uchiha", si tienen alguna idea para la boda o lo que sea, por favor, comenten plis, enserio me ayudan y animan :3 gracias y hasta la próxima.