-Ni los personajes ni la historia me pertenecen en lo absoluto sino que son de la completa autoria de Masashi Kishimoto más la narración y/o pensamientos de nuestros personajes (Sasuke y Sakura) son de mi absoluta responsabilidad para la dramatización, sentido y cronologización de la historia :3


Lo que más hubieran deseado ambos, como cualquier pareja normal, era unir sus vidas mediante la unión del matrimonio bajo el modelo tradicional, pero—y luego de haberle escrito a Kakashi—este había dicho que era imposible a su ojos que tal cosa sucediera. No porque se opusiera, sino porque las circunstancias eran muy diferentes a las de cualquiera; se encontraban lejos de la aldea y sin que nadie pudiera dar testimonio de como progresaba exactamente su relación.

Por ello y enviando una nota exorbitantemente larga, Kakashi había dictaminado con instinto paternal—porque de hecho se consideraba un padre para ambos—que la boda se llevaría a cabo de manera un tanto diferente, claro, las circunstancias serían las mismas n la mayoría de los términos solo que habrían de necesitarse dos testigos mediante los cuales se oficiara la unión, cosa que ambos habían considerado innecesaria pero que Kakashi insistía era necesaria para la ocasión. Por ende, y ambos sumidos en una especie de imposición paterna, habían tenido que acercarse ligeramente a las proximidades de Konoha, en un modesto hotel, donde habrían de encontrarse no solo los testigos sino todo lo que habría de necesitarse.

A lo largo de dicha espera, indudablemente, Sakura no había podido evitar pensar quienes abrina de ser los testigos puesto que Kakashi se había empeñado en mantener todo bajo un absoluto secretismo…pero ella no podía haberse llevado mayor sorpresa al enterarse que no se trataba de nadie más que Naruto y Hinata que se encontraba embarazada de casi cuatro meses. Estaba claro que Naruto no deseaba perderse por nada la boda de ambos a diferencia de Sasuke que no había estado presente en la suya. Kakashi sin duda alguna no había escatimado en gastos ya que todo lucia precioso en ese aspecto. Aferrándose desesperada y silenciosamente a la mano de Sasuke que se encontraba a su lado, Sakura paso la mayor parte de la ceremonia con los ojos cerrados, incapaz de creer o admitir del todo que lo que estuviera pasando era real, parecía algo mucho mejor a cualquier sueño infantil que hubiera tenido en el pasado.

Se encontraba ataviada con el tradicional kimono blanco, con su largo cabello rosado ligeramente recogido de lado y adornado por un peine en forma de flor de cerezo. La situación entera era abrumadora, Kakashi no ahí escatimado en nada; testigos, la ceremonia, los atuendos…Sakura no sabía como pero en algún momento tenía que pagarle todo lo que estaba haciendo, estaba cumpliendo con un rol paterno que no le correspondía con una eficacia insólita.

Ya se había llevado a cabo todo, el intercambio de los anillos y demás, pero sintiendo el agarre de Sakura en su mano, cosa que aumentaba más con el paso de los segundos pero no forma insoportable, Sasuke se abstuvo de burlarse internamente. En el fono estaba igual de nervioso que ella y abrumado por todo lo que Kakashi había hecho por ambos, más no lo demostró en lo absoluto mientras recordaba todos los supuestos "consejos y reclamos" que había escuchado de parte del Usuratonkachi que no había nada sino atosigarlo con noticias que no le interesaban pero que él consideraba pertinente supiera y que ya ignoraba mientras giraba escasamente su rostro hacia Sakura al escuchar que le ceremonia llegaba por completo a su fin. Observándola con una sonrisa ladina, Sasuke correspondió al agarre de la mano de ella, sujetándola firmemente. La vio abrir nerviosamente los ojos y centrarlos en él mientras una radiante sonrisa iluminaba su rostro.

Ahora sus vidas se encontraban unidas para siempre.


La puerta se cerró con un fino y apenas audible crujido, aislando todo lo que pudiera encontrarse en el exterior.

Esta noche era para ambos. Después de tantos días, semanas, meses y años, por fin habían conseguido llegar a su meta, a su más grande deseo. Allí, delante de él, se hallaba la criatura más hermosa y deseable que pudiera encontrarse sobre la faz de la tierra. Ya volviendo a usar su ropa habitual tras horas de la boda, Sakura hubo despedido tanto a Naruto como Hinata luego de escuchar una latosa conversación de parte del Uzumaki que profería toda clase de sandeces y tonterías, como siempre. Bueno, era Naruto después de todo, nada más podía esperarse.

Poco podía inferir en si el que estaba nervioso era él, o también ella misma que camino lentamente hacia el como si le pidiera permiso a sus pies a moverse. Con la misma sonrisa aun adornando su rostro, Sakura se detuvo frente a Sasuke, aferrando sus manos al pecho de él y sintiéndolo rodearle la cintura por inercia, apegándola más cerca de él, sin apartar los ojos del otro bajo ninguna circunstancia. Puede que, durante la ceremonia y en su trato habitual Sasuke resultara alguien frio y distante, pero Sakura sabía que no era así, ella sabía lo que pensaba y el porqué de sus razones para hacer algo, ella sabía que este momento, esta noche y la boda eran tremendamente significativos para él tanto como para ella.

Pero ella había esperado años para eso, esperando ser ese alguien que apareciera para colmar de paz los días del Uchiha, así como alegrar y serenar sus noches permitiéndole dormir sin revivir esas horrendas pesadillas que no lo dejaban conciliar el sueño. Esa noche estaban ahí para cruzar la barrera que los había separado por infinidad de problemas y situaciones turbulentas que los habían conducido del compañerismo a la amistad, hacia la atracción por el otro hasta sucumbir por completo en el incuestionable amor que sentían el uno por el otro, estaban ahí para unir sus destinos por algo más fuerte que los enemigos y fuerzas opositoras en el mundo:

El Amor.

-Si no te sientes cómodo...puede ser la próxima vez- le sugirió Sakura en el remoto caso de que él estuviera nervioso, no debía olvidar que no solo era su primera vez, sino también la de él, la de ambos.

Toda su vida, desde el remoto punto de su infancia en que tenía una conciencia firme él había sido el centro de su vida, su actuar, sus pensamientos, todo giraba en torno a él. Recordaba, en aquellos días de infancia, haber oído mucho de Itachi Uchiha el famoso prodigio pero al momento de conocer a Sasuke nunca había especulado siquiera que fuera su hermano, hasta que supo su nombre. Sus motivos para amar a Sasuke eran diferentes a los de tantas otras Kunoichis de su generación o cualquier miembro de la población femenina que se hubiera sentido atraída por él, ella se había enamorado de Sasuke desde la primera vez en que lo había visto, había sentido como si algo la hubiera incitado a unir su corazón al de él.

Sasuke podía probar de todas las formas posibles que oportunidades para haber intimado con una mujer no le habían faltado, claro, considerando que Karin era demasiado obvia, pero él nunca había correspondido porque no sentía nada por ella ni por ninguna de las mujeres que se encontraban y que casi se desmayaban a su paso, pero Sakura…ella era completamente diferente, con ella se sentía tranquilo, cómodo, libre, capaz de confesar sus miedos y no cubrir su corazón por un escudo que le evitara todo dolor posible, ella despertaba en él pensamientos y acciones a las que no encontraba justificación y no deseaba que eso cambiara. La amaba y eso era más que suficiente a su entender.

-Debería ser yo quien te diga eso- le recordó arqueando una ceja luego de haberla escuchado.

Le habría encantado reír porque él le estaba recordando la verdad pero al darse cuenta de los centímetros de distancia entre ambos pensó en una mejor estrategia: aprovechar el momento. Solo que se Sasuke se la adelanto. Lenta y tentativamente rozo su nariz con la de ella haciéndola sonreír levemente a medida que se relajaba y cerraba los ojos disfrutando del entrañable momento. Acorto la distancia entre ambos levantando la cabeza para alcanzar a besar cuidadosamente sus parpados. La noche era tremendamente larga, tenían todo el tiempo del mundo para avanzar a su propio modo, no había prisa alguna. Justo cuando creyó que podía continuar avanzando un cálido beso sobre su frente lo detuvo.

Sakura aparto sus labios de la frente del Uchiha, sopesando dudas que aparecían en su mente y que le insistían que él solo estaba haciendo eso por su insistencia, que solo planeaba pasar esa noche con ella y olvidar todo por lo que habían pasado, pero eso no era verdad. Ahora eran marido y mujer, sus vidas eran una. Por primera vez en tantos años comprendía que Sasuke finalmente había cedido porque ella había logrado conquistar su corazón, no otras mujeres, se había fijado en ella aun cuando tenía decenas de oportunidades para tener a cualquiera a sus pies.

-Hagamos un pacto- le propuso mientras ambos se veían a los ojos intentando ver cada emoción que bailara en las perfectas y hermosas gemas que ambos tenían. Esmeralda y Ónix.

-¿En base a qué?- indago él.

Sasuke acorto aún más el espacio y aprovecho la oportunidad de encontrar el punto exacto del cuello de ella en que se encontraba aquel embriagante aroma a narcisos y jazmines. Divago allí por varios segundos sintiéndose verdaderamente perdido ante esta mujer, su esposa.

-Cuando abramos los ojos mañana...nada habrá cambiado, ni cambiara- pese a su tono de casi demanda y exigencia eso más que nada era una súplica, un ruego.

No quería despertar mañana por la mañana encontrándose sola o sin él a su lado, era el primer día de una nueva etapa, quería despertar con él a su lado y sentir que ella estaría ahí para él y viceversa.

-Lo prometo- le aseguro él besándole la mejilla y sintiéndola temblar entre sus brazos.

¿En qué momento de su vida hubiera podido imaginar un momento más perfecto y único? Jamás, ni en sus más locos sueños, ni en la más vivida de sus fantasías. Estaba segura que ni sus anhelos y divagaciones podrían hacerle justicia a ese hombre insólitamente encantador y perfecto a sus ojos que de igual modo solo tenía ojos para ella.

Una de las manos de ella se posó sobre su hombro y pareció descender con parsimoniosa lentitud a través de la tela de su ropa. Lentamente la sintió posar sus labios sobre los suyos en un beso tremendamente tierno y lento. Apretó su brazo alrededor de la cintura de ella hasta acortar toda distancia haciéndola entreabrir los labios de la sorpresa dejándole el camino libre para profundizar el beso que hasta entonces le estaba resultando demasiado inocente.

Le mordió los labios haciéndola jadear y darle el espacio suficiente para introducir su lengua y sentirla casi temblar entre sus brazos. Su mente se puso en blanco y todo pensamiento desapareció de su mente por arte de magia en cuanto la sintió removerse y deshacerse de la chaqueta superior de su traje, deslizándolo por sus hombros y cayendo al suelo sin cuidado, sin romper el beso bajo ninguna circunstancia para proceder a enroscar sus brazos alrededor de su cuello.

Ella había dado el primer paso.

Ambos rompieron el beso para recuperar el aire. Apenas y consiguió tragar saliva al ver oscurecidos los pozos esmeralda que lo observaban serenamente. La tibia sensación de una de las manos de Sakura sobre la suya lo hizo detener su avance hacia el mismo deseo que ella.

Se dejó guiar y llevar hasta la cama donde Sakura, pidiéndole permiso con la mirada, lo sentó, observándolo desde arriba con una radiante sonrisa en su rostro que lo tenía atrapado con sus ojos en el rostro de ella, debía de admitir que quería ir con lentitud y disfrutar cada sensación paso a paso para recordarla a la perfección en su mente en los días venideros. No iban a resultar una decepción, no querían decepcionarse entre sí pese a que ambos eran relativamente ignorantes respecto al tema, no teniendo más que el conocimiento habitual respecto a lo que iba a suceder. La sintió enredar los dedos en su cabello buscando apoyo antes de lentamente subirse a horcajadas sobre él.

Con cuidado, Sasuke la hizo sentarse sobre el colchón, confundiéndola solo para sujetar una de las manos de ella llevarla a sus labios, besando devotamente la punta e sus dedos y viéndola sonreír enternecida. Ni uno ni el otro iban a estar por sobre la situación, ambos iban a avanzar a su propio ritmo, ya eran marido y mujer, nada ni nadie podría cambiar eso, ahora las riendas de sus vidas únicamente les pertenecían a ellos. A modo de respuesta, Sakura le beso la frente nuevamente antes de descender a la punta de su nariz, sonriéndole divertida para cambiar su curso a sus mejillas y mentón, no sin temblar al sentir los labios de Sasuke en sus mejillas de igual modo, en los lados de su cuello…

Sasuke detuvo sus acciones en cuanto la sintió temblar entre sus brazos, bajar la mirada y mitigando cualquier actuar anterior. Con sumo cuidado, el Uchiha la tomo del mentón haciendo que sus miradas volvieran a encontrarse, notando la solitaria lagrima que abandonaba los ojos de ella y que él hizo desaparecer con sus labios, entrelazando una de sus manos con la de ella. Sin duda alguna no se trataba de temores o malos recuerdos pasados sino de creer que lo que estaban viviendo no era sino una ilusión y hasta el mismo lo creía, pero si era un sueño no quería despertar por nada del mundo, ella era su realidad, ella era su todo, su amiga, su esposa, su apoyo y respaldo, nunca volvería a lamentar su existencia teniéndola a ella y era momento de que le diera la misma seguridad que ella le daba él cuando lo miraba, cuando acariciaba su rostro y eludía al resto del mundo.

Pronto la sintió corresponder nuevamente, sujetándose de sus hombros y buscando sus labios con necesidad de saber real que estaban juntos y que esta vez nada habría de impedir que alcanzaran una parte de la felicidad a la que todos aspiraban. Sasuke rodeo los hombros de ella con su brazo y la acomodo mejor frente a él, abrazándola de aquella manera tan protectora que tenia de hacerlo. Contrario a lo que esperaba, ella lo abrazo por el cuello, pasando sus dedos por su cabello, mientras se entregaba más a aquel dulce beso.

Sus bocas se abrieron con timidez. Al principio y con suavidad sus lenguas se rozaron en caricias sumamente dulces, para después dejarse impregnar por la pasión que salía de la nada, para hacer que aquel beso se convirtiese en uno que les robaba el aliento. A pesar de que el Uchiha era quien tenía dominio de sus labios y del beso, ella también participaba no dejándole toda la libertad a él. Sin embargo y con extrañeza sus bocas se buscaban con más voracidad de la que recordaban haber sentido en su lejano primer beso, Sasuke apretó más el cuerpo de Sakura hacia el suyo mientras aún se entretenía besándola.

Casi por mero instinto lentamente fue recostándola sobre la cama, bajo suyo, poniendo extremo cuidado ante esta acción, soltándola de su abrazo para evitar que su peso resultara incomodo sobre ella. Lentamente abandono su boca, para después ir bajando con pequeños besos por su mejilla hasta que hizo un camino de besos que termino en su cuello, donde se dedicó a llenarlo de caricias con sus labios.

-Sasuke...- apenas pronuncio ella, sintiendo que le faltaba el aire.

Rodeo con sus brazos al Uchiha, acariciando suavemente su espalda mientras sentía el tibio aliento de él en su cuello, haciéndola suspirar. Cerró sus ojos por inercia, dejándose llevar. Sintió los labios de él deslizarse por su mentón, avanzando por su garganta hasta llegar a su pecho, besando delicadamente la piel expuesta que dejaba sostén. No entendía de donde había salido aquella necesidad, de dónde provenía aquel deseo que tenía sencillamente de ir más allá de lo que antes había llegado, no sabía de donde venía todo aquello, pero sin duda comenzaba a dominar sus acciones. Perdida en aquellas sensaciones, Sakura soltó un ligero jadeo cuando los cálidos y húmedos labios del Uchiha subieron por su piel expuesta y llegaban al nacimiento de sus senos...cerro de nuevo los ojos dejando caer su cabeza sobre la cama, el ambiente comenzaba a ser más acalorado y ella sentía que estaba perdiendo la razón.

Pensó en detenerse, pensó en hablar, pensó en pedir permiso...pero no lo hizo ya que no lo necesitaba y él lo sabía. Se deshizo de aquella prenda que mantenía apresados los delicados senos de ella, para después lanzarse de nuevo a degustar esa nueva parte que había quedado gloriosamente descubierta ante sus orbes ónix

Podía escuchar perfectamente como Sakura hacia vanos intentos por contener aquellos suspiros que aumentaban de intensidad poco a poco. Aquella piel que acariciaba con su mano y con sus labios también era más suave, más delicada, más fina al tacto que el resto que había tenido la dichosa fortuna de recorrer. Con los ojos entrecerrados subió la cara buscando de nuevo aquellos dulces labios. Ninguno de los dos sabía cómo es que habían llegado hasta aquel punto, pero no tenían ni el tiempo ni las intenciones de averiguarlo.

Beso sus labios, paso su ansiosa lengua por la boca de Sakura encontrándose con la de ella, degustándose mutuamente en aquel beso cargado de pasión, pero que encerraba una maravillosa ternura.

Perdiéndose nuevamente en aquel beso ella deslizo sus manos sobre la espalda y hombros del Uchiha, colocándolas en su pecho hasta encontrar el borde de la camiseta y quitársela. Por unos instantes despego sus labios de los de la pelirosa, para después volverlos a juntar mientras que el mismo ayudaba a deshacerse de lo que ahora consideraba una muy molesta prenda.

Cuando lo hizo, sintió las suaves y tersas manos de Sakura recorrer con suavidad y ternura su pecho y sus hombros. Ella tanteo el terreno esperando encontrar cicatrices de batallas anteriores, tan solo para descubrir que la piel era perfecta sin ninguna laceración sobre ella. Se deslizo nuevamente hacia su espalda y lo abrazo con más fuerza, atrayendo los cuerpos entre sí. Pausadamente dejo de besarla, hasta que sus labios se separaron y entonces pudo enfocar su mirada sobre la de ella.

-Sakura...- susurro mientras la veía perdidamente, con la respiración entrecortada por el momento.

Ella tan solo plasmo en sus labios una de sus más dulces sonrisas, sus ojos brillaban con tantos sentimientos que solo Sasuke era capaz de comprender, de compartir, de sentir. Y ahora estaba seguro de lo que quería, de que era aquello que deseaba tanto que casi podía nublarle la razón. Si, la deseaba a ella, deseaba poder sentir su cuerpo por completo y saberse dueño de la mujer que amaba, no era necesario puesto que ya estaba consciente del hecho, estaba seguro de que en su corazón no había nadie más que el mismo, que Sakura le pertenecía de mil y un formas igualmente como él le pertenecía a ella.

No obstante aquello tan solo sería un vano y efímero recordatorio de cuán grande e inmenso era aquel amor que había despertado entre ellos, un pacto callado de sus cuerpos que confirmaba en silencio que no se separarían, que estarían juntos por la simple y gloriosa razón que era el amarse tanto y mutuamente.

Pidió permiso para continuar aquella extraña pasión que había surgido de la infinita nada, pero que ahora los orillaba a ambos de una forma u otra a llevar a cabo un acto que sus cuerpos jamás habían realizado antes. Si, pidió permiso pero no con vanas palabras, lo hizo con la mirada, con sus ojos expresando todo aquello que él no podía decir en ese momento, todo aquel deseo y la devoción que no solo le profesaba en ese momento, sino que siempre habían estado presentes y aseguraban seguir de aquel modo por toda la eternidad, y más si era posible.

Una nueva sonrisa apareció en los suaves y delicados labios de Sakura, era una aprobación a su petición igualmente sin palabras tediosas de por medio. No, no las necesitaban porque no dudaban ni un solo instante de lo que estaban haciendo, si bien era cierto que de momento parecía solo un acto salido de la improvisación, la obligación tras la boda y de una pasión desenfrenada, para ellos significaba más, no una insustancial e insípida unión de cuerpos guiados por el deseo, no, era un acto más allá de lo comprensible que sellaba su inmenso amor.

Con una calma tortuosamente dulce termino de desnudar el grácil cuerpo bajo él, así como también lo hizo con el suyo ya sin nada que estorbase de por medio en aquel momento provocado de la nada.

Sasuke la miro de pies a cabeza, y solo encontró una palabra para describir lo que vieron sus ojos: Perfección. Sakura era sencillamente perfecta, cada parte de su cuerpo, cada extensión de su piel, hasta el más mínimo detalle era sencillamente hermoso. Subió su mirada para encontrarse con el dulce rostro de ella. Se preguntó si se merecía a aquella mujer tan inocente, tan hermoso ser que lo amara con aquella sinceridad y se sintió indigno de ella, nadie podría serlo porque sencillamente era perfecta hasta en el más mínimo detalle que él amaba. Se sintió el ser más afortunado de todos los que existían sobre el mundo por tener a tan bella mujer que lo amase como ella lo hacía.

La beso de nuevo, pero con ternura y un fervor increíble, quizás ambos estaban perdidos en la excitación y la emoción del momento, pero ni un solo instante olvidaban el por qué estaban haciendo eso:

Por amor.

Sin embargo Sakura no pudo reprimir algo parecido a un gemido que murió en la boca del otro, justo cuando sintió aquella parte que apenas despertaba por la fogosidad del momento que estaban compartiendo. El Uchiha rompió el beso, para mirarla de nuevo pues jamás se cansaría de tener tan gloriosa imagen frente a sus ojos.

Ya era demasiado el placer y la desesperación por hacer suya a la mujer bajo él, pero controlando sus instintos casi animales pudo proseguir con calma a pesar de que le estaba costando demasiado el conservar la misma. Comenzó a empujar en los adentros de ella, quien solo se encogió un poco al sentirlo adentrarse poco a poco en su ser. El Uchiha no pudo evitar soltar leves gemidos mientras se adentraba, sencillamente ella era tan estrecha que volvería loco de placer a cualquiera, pero lo hizo despacio, todo con calma por mas tormentosa que esta fuese.

Sakura apretó sus manos sobre la espalda del que ahora la estaba reclamando como suya, le estaba doliendo, sí, pero no tan inmensamente como había pensado, podía sentir claramente como eso iba más profundo dentro de su ser, como tocaba partes que ella no había imaginado tener y como un placer que jamás en su vida había experimentado comenzaba a llenarla.

Al fin estaba hecho, al fin estaban completamente unidos. Sin embargo esperaron el tiempo para que sus cuerpos se acostumbrasen a esas deliciosas y nuevas sensaciones.

Sasuke regreso a besar sus labios consoladoramente, y Sakura correspondió el beso con dulzura, porque a pesar de que el placer y la necesidad de sentir más de el mismo amenazaba con nublarles la razón, estaban lo suficientemente consientes como para saber que todo aquello no era más que una muestra más de amor, tanto como podrían serlo las miradas, los besos, las palabras, hasta el más mínimo de los gestos.

Lentamente comenzó a moverse dentro de ella por la precisada necesidad de hacerlo, porque pese a que le hubiese gustado disfrutar un poco más de aquella deleitosa calma, su cuerpo le exigía actuar. Cada movimiento arrancaba un suspiro de la boca de ella, y no dudo en aumentar los movimientos que se volvían cada vez más fuertes y que ahora provocaban que de la boca de Sakura se escuchasen gemidos nuevamente. Por su parte el tan solo podía jadear entrecortadamente, era una sensación de placer desquiciante.

Sakura se aferraba fuertemente a su espalda, arañándole la espalda por inercia, ya no era dolor lo que la recorría, eran oleadas del más puro placer que jamás antes había tenido y menos sentido. Sentir aquellas envestidas en su interior aumentando cada vez más la fuerza y el ritmo con el que era penetrada la estaban volviendo loca y ligeros gritos se mezclaban con el nombre del Uchiha que ahora la estaba haciendo suya en cuerpo, pero que en corazón siempre había sido su dueño.

Siguió con el vaivén de entrar y salir de ese delicado y perfecto cuerpo que ahora había profanado, sin embargo ya no se sentía capaz de soportar mucho tiempo todo aquello, tomo con más fuerzas la cadera de ella y la atrajo hacia sí, sintiendo como aun podía llegar más profundo dentro de ella y soltando un corto gemido por todo aquel placer que parecía tan inmenso. Los rostros de ambos estaban cara a cara, con sus frentes pegadas y sus miradas entrecerradas centradas en el otro. Entro una vez más con fuerza y retuvo las caderas de la chica contra él, sintiendo el placer de liberar aquella semilla en los cálidos adentros de Sakura que había sido retenida casi desde que habían comenzado con aquella entrega. Al sentir ese líquido tan ardiente dentro de su ser, Sakura arqueo la espalda soltando un grito ahogado, siendo presa por primera vez en la vida de la satisfacción de un encuentro completo y complaciente.

Con cuidado salió de ella para caer a su lado, respirando agitadamente y pensando que nada de lo anteriormente vivido o sentido se comparaba a aquello. Sakura se giró hacia él, acariciándole el rostro y tumbándose a medias sobre su pecho sin hacer desaparecer su luminosa sonrisa en ningún momento.

Seguían agitados y aun sintiendo el placer de lo antes ocurrido, pero no solamente era un vago placer corporal, no, era el placer que su corazones y sus almas gozaban al sentirse completamente dueños mutuamente del otro, era el placer de haber consumado un amor tan grande como ese y el placer de saber que no existía mejor felicidad que tenerse el uno al otro. Se miraron a los ojos, tan expresivos, con tanto amor y con tanta ternura destilada. Se besaron una vez más, suavemente, sin necesitar decir cuanto se amaban porque no era necesario, estaban tan seguros del otro que en esta ocasión las palabras habían salido sobrando para todo, ellos ya lo sabían, no tenía caso repetirlo.

Era la primera noche del resto de sus vidas.


PD: me he esforzado al máximo con el lemon al recibir aprobación de parte de ustedes, sobre todo de LittelCurly21 y ryomaysakuno93 que verbalmente aprobaron el lemon :3 también he dedicado al capitulo a maryamaya1976y DULCECITO311que igualmente comentaron el capitulo anterior :3 el próximo capitulo se llamara "Una Noticia Maravillosa" y me gustaría que comenten lo que creen que pasara :3 gracias y hasta la próxima.