-Ni los personajes ni la historia me pertenecen en lo absoluto sino que son de la completa autoria de Masashi Kishimoto más la narración y/o pensamientos de nuestros personajes (Sasuke y Sakura) son de mi absoluta responsabilidad para la dramatización, sentido y cronologización de la historia :3


Sakura se estaba comportando de forma extraña.

Habían pasado ya casi tres meses desde la boda, su vida ahora era una especie de rutina agradable y variable de manera inconfundible. La sonrisa de ella le traía paz a cada uno de sus días y su presencia era como un bálsamo que evitaba que reviviera cualquier pesadilla anterior que lo hubiera torturado, junto a ella no existía el miedo, el temor ni la inquietud. Desde hacía ya dos días parecía sumida en sus propios pensamientos, sucumbiendo fácilmente la a reflexión y a la divagación más inimaginable que él le hubiera visto antes. Ella era alguien atenta, no se distraía con facilidad, más últimamente estaba sucediendo.

El ritmo de su viaje se había aminorado y no porque ella se lo hubiera pedido sino porque pese a su tenacidad, Sasuke la veía palidecer en más de una ocasión, evitándole caer. Le hubiera exigido que hablara de su condición pero ella era una Ninja Medico, se suponía que debía velar por si misma sin que él tuviera que recordárselo y quería creer que así era. Con su espalda recargada en el tronco del árbol a su espalda, Sasuke la observo apretarse las manos y morderse el labio inferior, meditativa y nerviosa mientras era iluminada parcialmente por la luz de la fogata.

Tanto secretismo lo estaba asustando.

-Sakura—la nombrada se sobresaltó, girando su rostro hacia él. - ¿Pasa algo?—indago el Uchiha.

De manera rápida y vehemente, la pelirosa negó afanosamente su interrogante, más desesperada de lo que a Sasuke le resultaba habitual o normal. ¿Qué sucedía como para que ella estuviera tan extraña, tan…inusual y diferente a como era siempre? Observando a Sasuke, Sakura se apretó las manos nerviosa. No conseguía encontrar el valor de decir aquello que ya llevaba dos días sabiendo, si, calculando su boda y la corroborada ausencia de sus periodos…no podía estar equivocada en lo absoluto, ya eran tres meses con el mismo síntoma. Tenía que decírselo, estaban casados y la vida que ahora existía era producto del amor de ambos.

-Estas muy callada—comento Sasuke, observando la fogata pero sin quitar su atención de ella bajo ninguna circunstancia.

Una sonrisa nerviosa apareció en el rostro de la pelirosa a modo de respuesta, encogiéndose de hombro. Sasuke levanto la vista hacia ella, pronunciando de manera omnisciente el hecho de que no le creía. Era imposible que no le estuviera sucediendo nada.

Un suspiro notorio abandono los labios de la pelirosa que, sutilmente, se acercó más a su lado, sujetándole la mano. Sasuke, de igual modo, se giró hacia ella, dándole a entender que tenía su completa atención. Si ella dudaba en comentarle algo, no tenía por qué temer hacerlo, él nunca iba a considerar inútiles o tontas cualquier duda o cosa que ella creyera conveniente, sus opiniones jamás eran erróneas, ella superaba a muchas personalidades del mundo Shinobi que hubiera conocido, por no decir del Dobe que relucía por su ausencia en sus vidas.

-Pues…- inicio Sakura con la mirada baja, con un tono de voz que más bien parecía un murmullo, apretando ligeramente su mano entre las de ella, -resulta que quiero decirte algo, pero no sé cómo hacerlo—sonrió ante esto, bufando para sí misma. Cerrando sus ojos por un momento, la pelirosa sereno sus facciones, observándolo con un sentimiento que Sasuke nunca había visto en sus ojos y que, extrañamente, la hacía lucir más hermosa de lo era hasta ese entonces. -Desde la primera que te vi, mi único deseo fue encontrar y lograr un lugar en tu vida y en tu corazón—confeso siendo que tal cosa ya era del entero conocimiento del Uchiha, -y ahora que lo tengo con certeza hay algo en mí que se conecta contigo, algo…especial—ante aquella mención y de manera cuidadosa, Sakura guio la mano del Uchiha hasta colocarla sobre su vientre, sin apartar sus ojos de los de él en ningún momento. -Hay un corazón en mí que late gracias a ti y que habrá de significar para nosotros más de lo podríamos siquiera imaginar.

Sakura había visto muchas cosas a través de los ojos de Sasuke, miedo, inquietud, ese amor que podía reconocer de manera inequívoca cada vez que estaban solos, esa necesidad de tenerla cerca y que culminaba en aquella entrega tan especial para ambos, pero Sakura nunca recordaba haber visto sorpresa en su mirada, una sorpresa que el Uchiha pedía fuera confirmada como tal, le pedía confirmar que lo que ella estaba pronunciando no fuera una mentira. Una enorme y radiante sonrisa apareció en el rostro de Sakura que asintió ante la mirada de él, abrazándolo en el acto y sintiéndolo murmurar contra el costado de su cuello, enterrando su rostro en el hombro de ella.

-Gracias—pronuncio Sasuke en apenas un murmullo.

Negando suavemente, Sakura rompió el abrazo, aferrando sus manos a los hombros del Uchiha, obligándolo a separarse ligeramente de ella para su propio pesar. Lo único que deseaban en ese momento era estar infinitamente juntos, disfrutando de aquel momento y de lo que significa para ambos. Con cuidado, Sakura sostuvo el rostro de él entre sus manos, clavando su mirada en la suya.

-No, gracias a ti—garantizo Sakura pegando su frente a la de él, uniendo momentáneamente su labios sin dejar de sonreír en ningún momento. -Me das vida con tu vida, con el latir de tu corazón yo existo y este hijo también lo hace—Sakura se mordió el labio inferior para no llorar, sin sentir en ningún momento que la mano de Sasuke abandonara su posición sobre su vientre.

Iban a tener un hijo o hija, el fruto de lo que ambos sentían.


Dentro de tan solo dos semanas se cumplirían cuatro meses y siendo que el embarazo ya empezaba a ser notorio, un peligro para Sakura, Sasuke había llegado a la conclusión de que lo mejor habría de ser regresar a Konoha temporalmente para llevarla de regrso, asegurarse de que estuviera a salvo y luego seguir con el viaje puesto que Kakashi le enviaba continuamente información nueva que investigar con autentica premura. No podía solo quedarse junto a ella, más Sakura lo entendía y había dado con una solución más…eficiente.

Puede que, bajo ninguna circunstancia había y por haber Sasuke fuera a considerar en volver a una de las guaridas de Orochimaru pero, -cierta personita, tras haberse enterado de su boda con Sakura recientemente—le había escrito ofreciendo su ayuda y respaldo en todo cuanto pudiera necesitar: Karin. Si en el pasado le hubieran dicho que ella iba a hacerse a un lado y brindar ayudar a Sakura, no lo hubiera creído, pero—después de todo—Sakura le había salvado la vida a la Uzumaki, era un gesto de buena voluntad no solo con ella sino también para con él. Sasuke no quería arriesgar a Sakura de aquella forma, más ella insistía en que confiaba en las palabras de Karin que incluso inmiscuía a Jugo y Suigetsu como guardaespaldas y vigilantes si hacía falta.

No quería estar tan lejos de él, quería verlo al menos una que otra vez y eso solo sucedería si se encontraba en aquel lugar en específico donde se facilitaría el reencontrarse. Por más que Sasuke empeñara en preguntarle, de forma increíblemente repetitiva, si estaba segura, Sakura respondía una y otra vez que sí. Habían tenido varios debates además de aquella circunstancia. Calculando por su cuenta la posible fecha del alumbramiento, -predestinada para finales de Marzo—Sakura ya había comenzado a pensar en nombres, decidiendo dos; Itachi si era niño y Mikoto si era niña, queriendo recordarle a Sasuke parte de su antiguo pasado nombrando al hijo o hija que tuvieran en honor su familia, empezar su propia familia en base a sus propios recuerdos.

-Aun puedes cambiar de idea—volvió a aludir el Uchiha mientras ella terminaba de preparar sus cosas, entornando los ojos con una sonrisa divertida.

Orochimaru nunca había sido ni seria de su confianza, en lo absoluto, y por obvias razones. Que Sakura estuviera en los mismos metros cuadrados que ese criminal—dicho sea de paso, aludiendo a su propio pasado—le crispaba los nervios, pero era eso o estar demasiado lejos como para verla en ocasiones específicas para garantizar que estuviera a salvo y poder estar presente en el parto. Si, había estado lejos de ella por años pero no volvería a repetir tal cosa a menos que fuera por su propia seguridad y del hijo o hija de ambos.

-Me estas subestimando—acuso Sakura avanzando peligrosamente hacía él, luego de ya haber revisado que tenía todo lo necesario para seguir sin más. Osadamente y observándolo como si igual, porque eso era, Sakura se cruzó de brazos. -Las mujeres podemos ser igual de fuertes que ustedes—le recordó siendo que ella justo como él y Naruto era una de los tres Sannin, -podemos alumbrar y seguir intactas. ¿Acaso tu madre no tuvo dos hijos?—inquirió siendo que él tenía la respuesta.

¿Cómo olvidarlo? Su madre era por lejos la mujer más importante de su pasado, la única mujer que con su compañía y amor le había dejado valiosas enseñanzas que aún le eran de utilidad. Sakura se le parecía y mucho en cuanto a personalidad se trataba, tierna, amable, pero estricta e iracunda si la situación lo ameritaba, una mujer con un carácter tan firme y perseverante que superaba la voluntad de cualquier hombre, el incluido desde luego. Sakura sería una magnifica madre, no tenía la menor duda, por más que él tuviera muchas dudas con respecto a cómo ser padre, sabía que todo iría bien gracias a Sakura que era paciente y devota. Sabía que, con ella, todo siempre estaría bien, no tenía como dudar de ello.

-Si y me la recuerdas con esa tozudez—respondió Sasuke viéndola sacarle la lengua a modo de burla, acción ante la cual el Uchha respondió con un poke que la hizo reír. Sasuke suspiro sonoramente. No estaba para nada de acuerdo con arriesgarla tanto, pero era eso o nada. -¿Estás segura de esto?—volvió a preguntar.

Sakura, sostuvo la mano de él al escucharlo, sintiendo los dedos de él descender para acariciar su mejilla. Ella no le tenía miedo a nada, solo temía que su felicidad durara poco. Quería alargar su tiempo juntos lo más posible para que el reencuentro fuera infinitamente dulce y apasionado, quería que el embarazo avanzara rápidamente para poder tener entre sus brazos a ese hijo o hija de ambos. Quería darle a Sasuke esa familia que el merecía volver a tener, su familia. Quería hacerlo feliz.

-¿Y tú?—pregunta Sakura, haciéndolo fruncir el ceño, cosa que le saco una risueña carcajada. -Descuida, no dejare que es serpiente se me acerque—prometió Sakura levantando su puño firmemente apretado como testimonio de que no le faltarían fuerzas, por más que estuviera embarazada, para golpear a Orochimaru hasta el cansancio si hacía falta. -Antes de eso le rompo la nariz—reconoció Sakura amenazadoramente, viendo sonreír a Sasuke ladinamente, cosa que no sabía si debía hacerla sentir mejor u ofendida. -Me sorprende que tú no quieras matarlo—cuestiono

-Ganas no me faltan—corrigió Sasuke de manera inmediata, haciéndola reír.

Tenían un camino que recorrer antes de separarse, y por ahora seguirían indiscutiblemente juntos. Sus corazones estaban unidos incluso antes de que la boda se hubiera celebrado hacía ya cuatro meses, desde el inicio había existido ese algo entre ambos y siempre existiría y el niño o niña en camino representaría la unión de sus corazones y una alegría que habría de hacerlos más plenos con el pasar del tiempo, otra razón más por la que vivir y proteger aquello que amaban.

Eran una familia


PD: gracias todos los que aprobaron el lemon que hice y que corregí muchas veces antes de publicar por temor a decepcionarlos de alguna forma, pero agradezco de sobremanera a Erisassi, DULCECITO311, cinlayj2, maryamaya1976 y Flor loveanime que comentaron el capitulo anterior :3 intentare actualizar durante la próxima semana o el domingo si son generosos y comentan la historia como tanto me encanta :3 gracias a todos y hasta la próxima.