-Ni los personajes ni la historia me pertenecen en lo absoluto sino que son de la completa autoria de Masashi Kishimoto más la narración y/o pensamientos de nuestros personajes (Sasuke y Sakura) son de mi absoluta responsabilidad para la dramatización, sentido y cronologización de la historia :3
Con una sonrisa bajo su máscara, -sentado frente a su escritorio—Kakashi contemplo feliz el regreso de sus dos alumnos, teniendo a Naruto a su lado sonriendo enormemente, conteniéndose de saltar hacia ambos para abrazarlos. Tanto Sakura como Sasuke bajaron ligeramente la cabeza a modo de saludo y por el respeto que debían tenerle, era el Hokage después de todo.
-Bueno—suspiro Kakashi, no sabiendo muy como iniciar una conversación, -ha pasado mucho tiempo.
Hablar con Sakura no había resultado un problema anteriormente, pero sentía que ella estaba ocultando algo, tenía un aire diferente sobre su persona, un brillo en los ojos que ni siquiera había tenido en sus días de Genin. Se trataba de algo positivo, pero algo que Kakashi no era capaz de identificar. Sakura hizo aparecer una radiante sonrisa en su rostro ante el saludo de parte de su Sensei, aparentemente y pese al tiempo trascurrido su esencia no había cambiado en lo absoluto pese a todo el tiempo que había pasado lejos de la aldea.
-Es un gusto estar de vuelta, Kakashi Sensei—admitió Sakura en nombre de ella y de Sasuke.
Asintiendo, Kakashi desvió su atención hacia Sasuke, encontrando al Uchiha con los ojos cerrados y el ceño ligeramente fruncido sin razón aparente, hasta que giro su rostro hacia Naruto a su lado, notando la palpable tensión que brotaba del rubio. La infantilidad y falta de tacto del Uzumaki relucían nuevamente ante la ausencia de sus amigos durante tanto tiempo, no le extrañaría que Naruto rompiera sus emociones en una pelea insólitamente estúpida, n por más que estuviera preparándose para ser Hokage…nunca iba a cambiar, era Naruto.
-Agradecería que dejaras de verme fijo, Dobe—zanjo Sasuke, abriendo los ojos y observando retadoramente al Uzumaki.
-Tu…- se aventuró a contradecir el rubio.
-No es momento para peleas, Naruto—recordó Kakashi, girándose para frenar al rubio que estaba resistiendo aquel impulso de idiotez. Resignado y con un mohín infantil, Naruto se cruzó de brazos e hizo un puchero, haciendo sonreír a Sakura que se sintió feliz al ver que nada había cambiado durante su ausencia. -Me alegra que todo siga igual que la última vez que los vi—ameno Kakashi.
No pudiendo evitar sonreír ante aquellas palabras, Sakura levanto su mirada hacia Sasuke quien, de sola sayo, asintió ante la pregunta que se encontraba dentro de los orbes esmeralda de la pelirosa.
-No todo—aclaro Sakura, haciendo que tanto Kakashi como Naruto la observaran totalmente confundidos.
Teniendo el debido cuidado, Sakura aparto la capa ligeramente, enseñando aquello que traía entre sus brazos. Por temor a que el aire diurno y nocturno, habitualmente frio, Sakura había descubierto que su capa de viaje resultaba el lugar más cálido del mundo para Sarada que no podía hacer sino quedarse profundamente dormida en sus brazos, protegiéndola al mismo tiempo. Pese a tener solo dos meses, Sarada era una niña tremendamente tranquila y que dormía lo necesario. Sin duda alguna había heredado su actuar silencioso de Sasuke, porque de ella…no.
Los ojos del Hokage se abrieron de sobremanera al contemplar a la pequeña de cabellos azabaches en brazos de su antigua alumna, Sasuke nunca le había informado de nada...Naruto observo boquiabierto aquel cuadro, intercalando su mirada de Sasuke a Sakura y luego hacia la pequeña que abrió los ojos y observo intrigada a quienes tenía en frente y le eran totalmente ajenos.
-¿Es una niña?—inquirió completamente emocionado el rubio. Sakura asintió con una sonrisa, acomodando a Sarada entre sus brazos para que siguiera durmiendo profundamente, pero la pequeña no hacía sino observar divertida al Uzumaki y al Hokage. -¡Quiero cargarla!—pidió el Uzumaki acercándose rápidamente.
Adelantándose a la acción del Uzumaki, Sasuke se interpuso en el camino haciendo que Naruto hiciera un mohín infantil, divirtiendo a Sakura y Kakashi que intentaron todo lo posible para no burlarse, y no de Sasuke sino de Naruto, era padre y sin embargo no cambiaba su actitud. Intentando persuadir al Uchiha.
-Olvídalo, Dobe—se negó Sasuke.
Y, nuevamente, teniendo de antiguo Sensei al Hokage habían salido más que beneficiados, en serio, Sakura ya comenzaba a pensar e como seguir sacándole partido a aquella situación. Una casa, en opinión de Kakashi era poca cosa y luego de varias insistencias de parte de ella, Sasuke había acabado por aceptar La noche había caído hacia un par de horas y Sakura, caminando en círculos en la habitación, como leona enjaulada, intentaba que su pequeña e impaciente hija volviera a dormir, pero el problema era que se encontraba muy activa de noche, desenado jugar y reír sin parar, pero el problema es que Sasuke y ella ya querían dormir. Sasuke, por su parte, se encontraba sentado sobre la cama, claramente sumido en sus propios pensamientos, pero escuchándola de igual modo.
-Kakashi Sensei y Naruto estaban muy emocionados—comento Sakura, meciendo a Sarada entre sus brazos quien reía divertida, aferrándose a las atenciones de su madre y no dando índice alguno de querer dormir, -sobre todo Naruto—ironizo esto la pelirosa, entre risas, recordando los intentos de Naruto por cargar a Sarada. Sakura se giró hacia su esposo, esperando encontrar alguna sensación a través de sus ojos, pero lo único que percibía era inquietud. Kakashi y él había hablado a solas así que Sakura no podía inferir sino que las preocupaciones del Uchiha se centraban en ello. -¿Ocurre algo?—pregunto con sincero interés, esperando poder alivianar su carga.
Sarada, casi sintiendo las emociones de sus padres y el ambiente a su alrededor, se ferro al pecho de su madre, observando atenta y silenciosamente lo que pasaba, intercalando su mirada de su padre a su madre. Sasuke no hizo sino bufar por lo bajo, haciéndole entender a Sakura que el tema a discutir no resultaba agradable ni para él ni para ella.
-Tendré que ausentarme un tiempo—admitió Sasuke con disgusto.
De manera inexplicable y sintiendo que ya no servía de nada reír y jugar, Sarada bostezo contra el pecho de su madre que la meció en sus brazos, depositándola cuidadosamente sobre la cuna y acariciando sus cabellos para garantizarle un sueño placido en el cual no tardo en sumirse. Sakura inspiro suavemente, haciéndose a la idea de lo que Sasuke acababa de decir, era algo a lo que—ya sea que quisiera o no—debería adecuarse, era la esposa de Sasuke y su reputación lo precedía en demasía, tenía que ser consciente de que tanto él como ella tenían un incuestionable reconocimiento tras la guerra. Sus habilidades eran necesarias, Sasuke velando por la aldea y ella preservando vidas.
Silenciosamente, Sakura se giró y avanzo hacia la cama donde se sentó, sujetando la mano del Uchiha entre las suyas, haciéndolo levantar la vista, encontrando el rostro de ella iluminado por una radiante y sincera sonrisa.
-Te estaremos esperando—respondió Sakura, sorprendiéndolo claramente. En momentos así, anteriormente claro, habría sentido que el mundo se le venía encima, pero ahora todo era diferente. Tenían a Sarada, ese lazo entre ambos era más fuerte que nunca, el corazón de esa pequeña y su vida se había gestado gracias a lo que latía devotamente en el corazón de ambos. Esta vez, Sakura sentía que podía aguantar la espera que hiciera falta, esta vez sabía que el volvería, -solo asegúrate de volver antes de que Sarada sepa hablar—sonrió la pelirosa para ocultar su preocupación.
Habían pasado por tanto que, encontrarse separados el uno del otro durante cierto lapsus de tiempo era casi nimio. Lo había esperado por años, sumida en la soledad absoluta que significaba su propio corazón y su temor por no volver a verlo, pero ahora tenía una hija, un lazo que siempre los uniría y que le permitiría aguantar la ausencia de él el tiempo que hiciera falta. Una sonrisa ladina no tardó en aparecer en el rostro del Uchiha que pego su frente a la suya.
-Hare lo que pueda—secundo el Uchiha.
Nuevamente en la entrada de la aldea, Sakura había pasado por ese momento tantas veces sucesivas que esta vez ya no sabía que decirle, no quería que se sintiera anclado o culpable por dejarla sola y a cargo de Sarada, de hecho en esos momentos su madre Mebuki se encontraba cuidándola. Era imposible no adorar a Sarada que, siendo tan tierna y pequeña no hacía nada sino guardar silencio, reír de vez en vez y observar todo con detenimiento.
-Escríbeme sin importar que tan crítica sea la situación, si he de ir a ayudarte lo hare—repaso Sakura como si estuviera recordándole sus deberes y responsabilidades a un niño. -Yo…
-Sakura—la interrumpió el Uchiha, haciéndola sonreír nerviosamente, -pensé que estaba claro—recordó, intentando apelar a su buen juicio.
Iba a volver, esta vez la misión a realizar era solo de reconocimiento, quizá tardara medio o año cuando mucho y eso ya de por i era más tiempo del que Sasuke quería pasar lejos de su familia, su esposa y su hija. Al menos llevaba algo consigo con que recordarla, la foto de su boda. Si, el Dobe había insistido en tomar una foto y por una vez agradecía haberle hecho caso, esa foto quizá era el único recuerdo que tuvieran de un momento tan importante para ambos, creía que Sakura querría quedarse con ella, pero había preferido que él se quedara con eso.
-Lo está…- divago bajando la mirada y sosteniendo la mano de él entre las suyas, observándolo suplicante. Solo necesitaba escuchar su voz, saber que volvería sin importar lo que pasara, necesitaba estar seguro. -¿Puedes prometerme que pensaras en mí y en Sarada?—imploro la pelirosa.
Sasuke no pudo evitar fruncir ligeramente el ceño ante esto, Sakura era quien más sufría por su causa, todo el tiempo…esperaba que—al menos esta vez—las cosas fueran ligeramente diferentes cuando menos, esperaba que esta despedida no se asemejara a ninguna de las otras ya vividas.
-¿Es necesario que lo preguntes?—se aventuró a inquirir el Uchiha, preocupado pese a no aparentarlo.
-No—corrigió Sakura inmediatamente para no hacerlo sentir mal. Resignada, Sakura suspiro sonoramente, soltándole la mano y admitiendo que quizá, solo quizá, estuviera siendo un poquito paranoica. -Solo lo digo para tranquilizarme a mí misma—admitió, bajando la mirada.
Ante aquellas palabras, tan similares a las que recordaba haber escuchado la última vez que se había marchado, Sasuke no pudo hacer nada sino esbozar una ligera sonrisa ladina, ella nunca cambiaria sin importa el tiempo que pasara, todo lo sucedido era prueba de ello porque ella seguía allí, igual de inocente y devota, igual de desinteresada y noble, todavía más hermosa cada vez que la veía. Sin duda alguna la espera valdría la pena sin importar cuanto lo afectara la ausencia de ella, ella siempre estaría ahí, se lo había prometido desde siempre.
Sakura levanto la mirada en cuanto sintió el tacto del Uchiha sobre su frente en aquel poke que significaba tanto para ambos. Ese sencillo gesto, por muy escaso que fuera, significo tanto para ella como para volver a hacerla sonreír. Lo esperaría el tiempo que hiciera falta y sin importar lo que pasara, iba a esperarlo como siempre lo había hecho y como siempre lo haría.
-Voy a volver—prometió Sasuke, calmando los pensamientos de ella.
No se trataba de un hasta siempre o con un tiempo indefinido que fuera a torturarlos a ambos, no era sino un simple; hasta pronto…
PD: capitulo dedicado a Ryomaysakuno93, DULCECITO311 y maryamaya1976 que comentaron el capitulo anterior :3 lamento la demora pero no me decidía del todo en que hacer exactamente ya que no me aportaron ideas sobre un tema en general, pero eso no significa que yo renuncie a la historia. Como siempre he dicho, escribo por mi voluntad absoluta pero agradeciendo enormemente que lean y comenten este fic y los demás que he hecho :3 si tienen algo en mente para el próximo capitulo solo comentenlo por favor :3 gracias, besos y abrazos, hasta la próxima :3
