-Ni los personajes ni la historia me pertenecen en lo absoluto sino que son de la completa autoria de Masashi Kishimoto más la narración y/o pensamientos de nuestros personajes (Sasuke, Sakura y Sarada) son de mi absoluta responsabilidad para la dramatización, sentido y cronologización de la historia :3


-¡¿Qué?!- Naruto chillo de incredulidad, no creyendo lo que acababa de oír. -Esto es una broma, ¿no?, tiene que serlo- añadió en su defensa, buscándole algún sentido a todo aquello.

-No, no es ninguna broma, Naruto, y te agradecería que no volvieras a gritar así- esclareció Kakashi, con su paciencia cristalizada por los gritos del Uzumaki.

Reunidos en la oficina del Sexto Hokage para reportar todo lo referente a su viaje por el mundo Shinobi, se encontraban Sasuke acompañado por Sakura que se sentía responsable de ocasionar el retraso de entrega del reporte ya que ella había insistido arduamente en que el Uchiha guardara reposo y permaneciera en su casa hasta que hubiera descansado apropiadamente. Naruto había regresado de una misión y de igual modo se encontraba reportando al Hatake los resultados obtenidos, pero el regreso de su mejor amigo y una noticia que su Sensei y Hokage tenía que darle simplemente lo superaban por completo. Como de costumbre el Uzumaki era excesivamente alarmista, en lugar de tan solo disfrutar del hecho de que su amigo y casi hermano por fin se encontraba de regreso en Konoha tras dos años y medio de ausencia, pero no, lo que Naruto estaba haciendo era elevar la voz y chillar como un loco tras enterarse que mientras él continuaba preparándose arduamente para convertirse en Hokage un día, el Uchiha ya había sido promovido como Jonin, y desde antes de partir en su viaje, hace dos años y medio atrás. Con expresiones monótonas y aburridas, ya habiendo perdido la cuenta de el sin fin de oportunidades en que se había encontrado en la misma situación, Sasuke y Sakura suspiraron por lo bajo; no importaba cuantos años pasaran, Naruto siempre seria el tipo de persona que reaccionaba sobre exageradamente entorno a algo, y eso resultaba irritante hasta un punto en que todos en esa habitación no creían poder mantenerse impávidos mucho tiempo, querían callar a Naruto.

-Me pase más dos años estudiando y preparándome para ser promovido a Jonin, ¿Y resulta que Sasuke no tiene que hacer nada de eso?- cuestiono el Uzumaki, sintiéndose ofendido, casi ninguneado. -No es justo- se quejó recibiendo un golpe en la nuca en respuesta.

-Te dijeron que no gritaras, Naruto- regaño Sakura, harta de oír sus quejas.

-Gracias, Sakura- agradeció el Hatake, sonriendo bajo la máscara. -Para que lo sepas, Naruto; promoví a Sasuke como Jonin, antes de su partida, no solo porque lo merecía, sino porque estaba sobradamente capacitado para ello, así lo han demostrado todas las circunstancias, hasta hoy. Además, Sasuke es parte de la historia shinobi- explico dando a entender el por qué había tomado esa decisión. -¿Objetaras más, Naruto?- interrogo, observándolo seriamente en todo momento.

-No- suspiro el rubio, lamentando haber dado ese espectáculo, estaba feliz por su amigo pero la noticia simplemente lo había tomado por sorpresa.

-Bien, volvamos al punto- retomo Kakashi, no encontrando más contratiempos. -¿Cómo resulto la investigación, Sasuke?- consulto, yendo directo al punto.

-Júzgalo tú mismo- Sasuke le tendió el informe, no teniendo nada más que decir fuera de lo que ahí se encontraba redactado.

-Me pregunto cuando me llamaras Hokage- murmuro Kakashi, ojeando superficialmente el documento. -Volviste ayer, según tengo entendido- menciono alzando la vista en su dirección, -¿Qué te impidió entregarme el informe antes? Por lo regular sueles ser puntual- inquirió curioso por este retraso imprevisto.

-Yo se lo impedí, Sensei- contesto Sakura, lamentando que su interferencia hubiera resultado inoportuna. -Insistí en que se quedara en mi casa, lo examine y me di cuenta que padecía desgaste físico y visual por el continuo uso del Rinnegan y el Sharingan- se expresó lo más claramente posible para que incluso Naruto la entendiera, -me disculpo por haber interferido, pero como médico, era necesario- añadió, no queriendo justificarse más era necesario.

Okey, esa ciertamente no era la única razón por la que el informe no había sido entregado el día anterior, pero no era necesario en lo absoluto ventilar su intimidad y la de Sasuke al decir que habían confesado lo que sentían el uno por el otro, no, eso no tenía nada que ver con su deber como Shinobis, por lo que podían prescindir de tal diatriba en ese momento, pero en esencia Sakura sabía que no estaba contando ninguna mentira; en efecto, sus razones para insistir en que Sasuke se quedara a dormir en su apartamento si habían sido estrictamente profesionales, como ninja medico conocía las consecuencias que ocasionaba usar el uso continuo del Sharingan, por lo que le había prescrito al Uchiha un descanso obligatorio, descanso que ella había fiscalizado en su apartamento. Sasuke no tenía por qué sentirse preocupado, tanto Sakura como él no querían exponer sus vidas de ninguna forma porque se sentían plenos siendo privados entre sí, y por muy curiosos que se sintieran Kakashi y Naruto, ninguno de los dos iba a comentar nada que atrajera atención innecesaria, se guardarían cualquier acontecimiento o hecho para sí mismos, nadie más tenia porque saber nada. Kakashi asintió en silencio, más que satisfecho al ver que el Equipo 7 continuaba siendo tan unido como la última vez en que se habían encontrado juntos, y eso lo dejaba inmensamente más tranquilo al igual que a Naruto, significaba que esos malos recuerdos de una época pasada podían en definitiva pasar a otro plano y permanecer así, pero también el Hatake debía reconocer el orgullo que sentía por el profesionalismo y rectitud de su alumna.

-Descuida, Sakura, estás perdonada- felicito Kakashi, complacido con su sentido de la prevención como médico, orgullosoo de ella. El Hatake se dedicó a recorrer con su mirada a sus tres alumnos, contemplándolos con orgullo casi paternal. -Bueno, espero que te quedes por mucho tiempo esta vez, Sasuke- deseo sinceramente ya que se tenía merecido tomar un descanso.

-Ya veremos- contesto el Uchiha simplemente, dirigiéndole una sutil y casi imperceptible mirada a la Haruno, de pie a su lado.

Mordiéndose sutilmente el labio inferior, Sakura fingió no entender nada, ni sentir la mirada de Sasuke sobre sí; disfrutarían tanto como pudieran de su tiempo juntos, de es no había duda alguna...


¿Cuál era el deber de un Shinobi en tiempos de paz? Aquella era una pregunta cuando menos interesante, como guerreros natos el deber de los Shinobis era estar permanentemente listos para librar una guerra, si ocurría, pero en vista de los hechos sucedidos era imperativo que todos mantuvieran una rutina de entrenamiento preventivo tanto como fuera posible. Aprovechando el tiempo que tenían, pasándolo juntos como tanto querían hacer, Sasuke y Sakura se encontraban entrenando de forma privada en lo que era en esencia un terreno baldío y compuestos por múltiples peñascos, probando tanto sus respectivas habilidades de rastreo como su concentración en ese lugar en concreto y que si no se tenía el debido cuidado podía confundirlos, ya que sus altos peñascos bien podían asemejar un laberinto. El acuerdo era sencillo; había transcurrido casi un mes desde el regreso de Sasuke a la aldea, en ese tiempo habían logrado establecer una relación sólida a través de sus propias muestras de afecto, pero hasta ahora solo habían tenido una cita y que había durado...¿tres minutos? tenían que cambiar eso, por lo que el trato que habían hecho era que quien ganara esta sesión de entrenamiento decidiría sobre su próxima cita, nada tan dramático, ¿verdad? Tomándose un breve segundo para recuperar el aliento, Sasuke se detuvo a analizar su entorno, casi pudiendo percibir el agudo sigilo con que ella se movía...ciertamente le estaba dificultando mucho poder seguir exitosamente su rastro, algo frustrante y divertido desde luego, siempre era bueno gozar de un buen reto, especialmente si se trataba de ella.

-¿Te darás por vencido?- pregunto Sakura en voz alta, haciendo que él eco de su voz resonara en los peñascos.

-Yo nunca pierdo- contrario Sasuke, incansable, intentando dar con su rastro, más ella no dejaba de moverse.

-Pues, espero no dañar demasiado tu orgullo- advirtió ella, asomándose por una de las esquinas.

En su elemento, rodeada de tierra, peñascos y silencio, la Haruno se mostró ágil como una loba, sin cesar de moverse, brincando de peñasco en peñasco, teniendo especial cuidado de donde y como pisaba para evitar que las rocas o desprendimientos de tierra la traicionaran y delataran su ubicación. Estando completamente convencido de haber visto un ligero atisbo de aquel inconfundible cabello rosado, el Uchiha no dudo en seguir sus pasos tan velozmente como para casi conseguir rozar el tenue eco que ella dejaba tras de sí al moverse tan ágilmente y que por poco y resultaba invisible. Sakura intento pensar contra reloj, viéndose atrapada en lo que parecía ser un callejón vacío, era la presa perfecta...solo que no quería dejarse atrapar. Valiéndose del escaso tiempo de que disponía antes de que Sasuke diera con ella, Sakura retrocedió un par de pasos de la pared de roca, tomando impulso y comenzando a escalar lo más rápido posible, dejando el suelo atrás hasta alcanzar los peñascos más altos, ocultándose en lo alto. Para cuando Sasuke llego al callejón sin salida, Sakura ya había desaparecido, por lo que el Uchiha tan solo pudo contemplar lo alto de los peñascos en busca de ella, siguiendo con la mirada como extrañamente la brisa enviaba directamente a su mano una fina hebra de cabello rosado que analizo arduamente, olvidando por completo que existía una realidad. Tan atrapado se encontraba por sus pensamientos y su fascinación por ella que la Haruno lo tomo totalmente desprevenido, dejándose caer sobre su espalda, casi haciéndole perder el equilibrio, dando por terminado el entrenamiento.

-¡Te tengo!- se jacto ella entre risas, abrazándolo por la espalda, -¿Y bien?- inquirió con enrome curiosidad, soltándolo y permitiéndole voltear y verla a los ojos

-Tú ganas- suspiro él, concediéndole su bien merecido triunfo.

-Bien, pues ahora quiero cobrar mi premio- apremio la Haruno, teniendo en los ojos el brillo de una niña. -Recuerda lo acordado; si tú ganabas, yo accedería a lo que pidieras y si yo ganaba, tú harías lo que yo quisiera- menciono, citando lo pactado.

-Siempre y cuando no fuera humillante- puntualizo el Uchiha, sin negarse en lo absoluto.

-Que poco me conoces- sonrió la pelirosa, haciéndose la ofendida, -tranquilo, no te causara ningún mal- prometió, guiñándole un ojo, emocionada.

Okey, su antigua e infantil idea del romance poco y nada podía aplicarse a la realidad, a su realidad, pero podrían coincidir muy bien, de eso estaba segura.


-No puede ser, está cerrado- suspiro Sakura, contemplando con desilusión la puerta cerrada. -La azotea de este lugar tiene una de las mejores vistas de toda la aldea- menciono, volviendo el rostro hacia el Uchiha que se mostraba resignado en comparación a ella.

-Conozco un lugar mejor- propuso el Uchiha con una ligera sonrisa ladina.

Aunque en ese momento una parte de él se sintiera mal por disfrutar de que el panorama se arruinara, siempre era bueno tener un plan de contingencia para casos de emergencia, especialmente si se era un Uchiha, por lo que Sasuke agradeció que en ese momento el panorama que Sakura tenía para su cita se hubiera arruinado, sin importar lo mal que sonara aquello, aunque reunirse a solas en la azotea de aquella cafetería, lejos de los ojos curiosos también tenía su encanto, pero él tenía algo muchísimo mejor en mente y que confiaba pudiera remediar esta desilusión. Confundida por esta propuesta de su parte, lo único que Sakura atino a hacer fue fruncir el ceño con suspicacia antes de asentir, permitiendo que él le mostrara el camino. Sakura ya había compartido mucho con él hasta ahora, Sasuke sentía que era su turno de devolverle todo eso mostrándole un lugar de gran significancia para él y que esperaba fuera de su agrado por ser la mejor vista de toda la aldea. Durante gran parte del camino Sakura simplemente se dejó guiar, confiando en que Sasuke sabía muy bien lo que hacía y adonde la llevaba, como siempre, pero cuando comenzaron a internarse en un determinado punto de la aldea en que se supone que vivían ciertas elites y donde no deberían estar, Sakura comenzó a dudar de la cordura del Uchiha y en que él supiera bien que es lo que estaba haciendo. Algo torpe debido a los nervios, la Haruno lo siguió lentamente mientras que él caminaba delante de ella por el fino sendero de un muro, con el sigilo de un gato...se supone que no deberían estar en ese lugar, pero ya era un poco tarde para regresar, ¿verdad?

-¡Sasuke!, esto es propiedad privada- regaño ella, intentando seguirle el paso.

-Nunca me ha importado- desestimo él volteando a verla, pero sin dejar de caminar.

-Tengo un buen presentimiento sobre esto- menciono la Haruno, siguiéndolo en todo momento, bajando del muro una vez que él también lo hizo, aterrizando sobre un pasillo oculto. -Esto es mejor que la cita que tenía planeada- murmuro emocionada por tener que evadir las cámaras de vigilancia.

-Cuando diga corre; corre- instruyo Sasuke velozmente antes de dejarla atrás.

-Nunca dijiste corre- obvio Sakura, logrando alcanzarlo.

-Corre- contesto el Uchiha simplemente, a modo de broma.

Sabía que lo último que debía hacer en el mundo era cuidarle la espalda a Sakura o tratarla como a una especie de damisela en peligro, ella era perfectamente capaz de cuidarse por sí sola, ya lo había demostrado ampliamente durante la Cuarta Gran Guerra, dejándolos a él y Naruto sin palabras en el proceso, por lo que sin necesidad de estar al pendiente el uno del otro, ambos consiguieron evitar a la perfección las cámaras de vigilancia en su camino, transitando aquel pasillo lo más velozmente que les fue posible hasta situarse en el umbral que conectaba con aquel palco privado. En cuanto se encontraron fuera del alcance de las cámaras de seguridad, ambos se dedicaron brevemente a recuperar el aliento antes de que Sasuke la guiara al interior de aquel enorme palco que la hizo vislumbrar toda la aldea iluminada por la luz artificial, así como con la luna menguante y las estrellas del firmamento...era por lejos la mejor vista que su pudiera tener de la aldea, pero no era todo. Aquel no era un palco cualquiera, no podía serlo; en su interior reposaban estatuas de tiempos remotos que representaban guerras pasadas, Uchihas en plena batalla, héroes o guerreros cuyos nombres ciertamente no conocía pero que en ese momento casi pudieron hacerle sentir su vigor, su pasión por ser Shinobis, su fuego interno...era algo simplemente hermoso, todo el lugar lo era, de principio a fin, no le extrañaba que hasta entonces Sasuke se hubiera reservado ese lugar para si mismo. El Uchiha contemplo con fascinación lo absorta que se encontraba ella, simplemente fascinada con todo cuanto veía; el lugar era de su agrado.

-Esta es la segunda mejor vista de toda la aldea- garantizo Sasuke, recorriendo con la mirada el sereno paraje nocturno, -es todo lo que queda de la antigua gloria de los Uchiha, se dice que el Primer Hokage, Hashirama Senju, mando construir esto como dedicatoria a la colaboración de los Uchiha para ayudar a fundar la aldea, pero dejo de utilizarse tras su muerte- detallo, volteando a ver lo absorta que estaba por todo cuanto veía.

-Es hermoso- suspiro Sakura, casi sin habla ante lo fascinante que le resultaba todo eso. -Ya habías estado aquí antes ¿no?- más bien afirmo al verlo desenvolverse con soltura.

-Vengo aquí con frecuencia, cuando quiero pensar y estar solo- contesto él, dándole la respuesta de donde estaba cuando nadie lo veía. -Nadie más conoce este lugar, o si lo hacen no se atreven a esquivar la vigilancia- podía sentirse orgulloso de ello, el riesgo no le impedía visitar ese lugar muy seguidamente. -Aquí no hay cámaras, estamos a salvo- menciono al ver un atisbo de temor en los ojos de ella.

Se dedicó enteramente a ver como Sakura parecía venerar a aquellas estatuas imponentes con la mirada, casi temiendo que pudieran fragmentarse si las tocaba como quería hacer, pero superando su impresión ella no hizo sino trazar incrédula la roca en que se encontraban tallados aquellos héroes...era algo increíble. En el pasado, Sasuke había conocido ese lugar por obra de Itachi siendo apenas un niño, mucho antes de que la masacre Uchiha tuviera lugar, posteriormente había intentado encarecidamente olvidar e ignorar aquel lugar a medida que crecía, considerando que no merecía la pena visitar un lugar que había sido testigo de su admiración y respeto por su hermano que se había convertido en un traidor al clan...pero agradecía no haber podido olvidar ese lugar, había sido su refugio en sus peores momentos de soledad cuando había sido Genin, y ahora quería crear recuerdos nuevos ahí, recuerdos junto a Sakura. Hipnotizada como estaba por la belleza del lugar, Sakura volvió a la realidad una vez que vio a Sasuke tomar asiento en el borde del palco, imitándolo para contemplar desde allí tanto las estatuas como la belleza de la aldea, era una experiencia única y cuyo disfrute se lo debía completamente a él. Ahí, sentado junto a ella, Sasuke no hizo sino observarla largamente; el brillo casi infantil en sus ojos, su luminosa e incomparable sonrisa, esa inocencia tan encantadora que emergía desde el interior de su corazón...era simplemente hermosa, y él se sentía un completo idiota por no haberle prestado la debida atención antes. Aun tan absorta como se encontraba, Sakura no tardo en darse cuenta del modo tan intenso en que el Uchiha la estaba observando.

-¿Qué?- pregunto ella, confundida por tanta atención de su parte.

-Tú ya sabes todo sobre mí, supongo que ahora es mi turno de hacer preguntas- comento él, queriendo saber más de ella, si ella lo permitía, claro.

-Te va a parecer loco, cuando lo supe ni siquiera podía creerlo- inicio la Haruno, algo nerviosa ya que lo que le iba a comentar a él no se lo había dicho a nadie. -¿Sabías que los Haruno descienden de los…lobos?- lo vio fruncir ligeramente el ceño, tan confundido con ella se había sentido al descubrir toda esa historia. -Sí, no bromeo, aunque casi parece una locura- rió por lo bajo ya que aquello podía parecer una fábula o algo parecido, pero no lo era.

-¿Y cómo es eso?- indago el Uchiha, absorto pese a los breves detalles que ella había aludido.

-Mientras estuve entrenando con lady Tsunade aprendí sobre gran parte de los clanes más antiguos que desaparecieron antes y después de la creación del sistema de aldeas, así como durante la guerra entre clanes- relato Sakura y ante lo que el Uchiha asintió de inmediato, siguiéndole el ritmo. -Originalmente el nombre del clan era Harunn; significa correr libre, la historia dice que ya existía cuando se fundó el clan Uchiha, pero que no se recordaba así porque sufrió una modificación fonética- de ahí que el clan se considerara otro de tantos clanes extintos.

-¿Y porque no se les recuerda?- Sasuke se sentía realmente confundido de que el clan hubiera prevalecido, pero sin el reconocimiento que a su entender merecía.

-Porque contrario a clanes como los Uchiha y los Senju, nunca fue un clan guerrero- puntualizo ella, marcando las diferencias, -podría decirse que solo vivieron por el lucro o algo así, por lo que a lo largo de la historia han habido decenas de clanes que se han asociado con ellos, Incluso una leyenda que leí hablaba que la esposa del hijo mayor del sabio de los seis caminos, Indra Otsutsuki, tenía por esposa a una mujer de apellido Harunn, pero no recuerdo su nombre…ah, Sanavber, eso era- relato tan claramente como le fue posible.

Le había tomado mucho tiempo lograr recopilar la suficiente información para establecer su árbol genético hasta llegar a su ancestra más antigua, Sanavber Harunn, y debía reconocer que estaba más que satisfecha con todo lo que había descubierto de su pasado. Una parte de ella se sentía fascinada, okey no pertenecía a ningún clan shinobi de gran prestigio que hubiera prevalecido en el tiempo ni nada parecido, pero si a uno que tenía historia, literalmente llevaba la historia ninja escrita en las venas; su ancestra más antigua había sido la esposa del hijo mayor del sabio de los seis caminos, además y según había investigado su bisabuela había sido una kunoichi muy próxima a los fundadores de Konoha, Hashirama Senju y Madara Uchiha, no era una donnadie después de todo, pertenecía a un clan que debería de estar extinto en la actualidad, pero no lo estaba, la sangre en sus venas decía lo contrario. Las coincidencias nunca terminaban, y de hecho aunque no lo demostrase Sasuke se sentía realmente sorprendido...esa sí que era una gran casualidad, ¿no? la ancestra de Sakura, Sanavber, había estado vinculada a su antecesor, al primero de todos los Uchiha, Indra Otsutsuki, claro que ella no sabía eso, pero él si y eso era lo curioso, como si de alguna forma extraña la vida se empeñase en unirlos una y otra vez. Tan fascinado se encontraba por todo lo que Sakura le estaba contando que ella tuvo que aclararse la garganta, intentando no sentirse abrumada por la intensa mirada que el Uchiha le estaba dando y que la hacía estremecer por completo.

-Se suponía que podían…cambiar- retomo Sakura, ligeramente sonrojada, -si, suena raro, pero lo hacían, pasaban de hombres a lobos, al menos las primeras generaciones- se expresó con cierta fascinación por semejante libertad.

-Pero desaparecieron- afirmo Sasuke ya que el apellido de ella era Haruno no Harunn.

-Por el mestizaje, según creo; este gen es recesivo, se pierde si por generaciones no hay mezclas de sangre pura en común- explico la Haruno en palabras simples.

-Como con los Hyuga- supuso él por lo que ella acababa de explicarle.

-Bueno, no está probado realmente, pero podría decirse que sí- contesto la pelirosa ya que en cierto modo aquella era una comparación muy acertada, -no es como el Sharingan de los Uchiha, ese es un rasgo hereditario y dominante, una, dos, incluso tres o cuatro generaciones de mestizaje y aun así se mantendrá- comparo de igual modo, siguiéndole la corriente.

-¿En qué ira eso?- inquirió el Uchiha, ciertamente curioso respecto a ello.

-No lo sé, ese no es mi departamento- comento Sakura, ligeramente divertida, acomodándose un mechón de cabello detrás de la oreja. Un silencio volvió a generarse entre ambos, pero lejos de ser cómodo parecía reflejar toda la incomodidad que el Uchiha estaba sintiendo. -¿A qué le tienes miedo?- pregunto, intentando entender todas las emociones que veía bailar en sus ojos.

-A lo que pienses de mí- contesto Sasuke en casi un suspiro. -Nunca había sentido por nadie, lo que siento por ti, Sakura- sonaba como lo más tonto del mundo, especialmente porque las palabras no eran lo suyo, pero quería ser incondicionalmente sincero con ella, -cuando te conocí, pensé que lo sabía todo, pero me demostraste que hay más en la vida de un Shinobi que solo seguir normas y cumplir un rol- ella contradecía todo lo que hubiera conocido, en el mejor de los sentidos, y eso era lo maravilloso de ella.

-Aun crees que lo sabes todo- comento ella, intentando aligerar el ambiente.

-Excepto citas, aparentemente- bufo él por lo bajo, aunque a decir verdad esta segunda cita no estaba saliendo tan mal. -Hablo en serio, eres especial, todo sobre ti lo es- insistió observándola atentamente y en todo momento, no queriendo perder detalle alguno de ella. -Me gusta como frunces el ceño cuando piensas, la forma en que juegas con tu cabello cuando estas nerviosa, el modo en que brillan tus ojos cuando sonríes- los ojos de ella se iluminaron a más no poder, incrédula de que él estuviera tan al pendiente suyo, pero lo estaba. -Pero más que eso, es la forma en que siempre ves lo mejor en las personas; en mí, y tengo miedo…de que si vamos muy rápido, vas a ver algo en mí que no te guste- ella era simplemente perfecta mientras que él cargaba con un pasado más que condenable e inseguridades que lo carcomían por dentro. -No quiero arruinar esto- admitió sosteniéndole la mirada, sabiendo que podía ser sincero con ella.

Simplemente no creía merecer nada de lo que estaba ocurriendo, había cometido tantos errores en el pasado, un pasado que no podía dejar atrás, la había lastimado tanto, ya fuera consciente o inconscientemente, pero ya no quería hacerlo más, todo lo que quería es que Sakura fuera feliz, él quería tener la instancia de hacerla feliz aun cuando no tuviera ni la más remota idea de que hacer, y eso lo aterrorizaba, Sakura siempre había estado presente en su vida, pero había tanto que no sabía de él, tantos fantasmas y malos recuerdos...involucrarse con un Uchiha siempre tenía sus consecuencias, él ya le había hecho mucho daño anteriormente y ya no quería hacerlo más, pero tampoco podía ni quería separarse de ella que era lo mejor que le hubiera ocurrido en su existencia, ella era lo único inocente en ese mundo cruel que él conocía tan bien. Sakura sintió como si se le estrujase el corazón al oír aquellas palabras, siempre había sabido que Sasuke había sufrido mucho en su pasado, pero no es hasta ahora que realmente podía atestiguar las consecuencias de ello y porque Sasuke lo permitía, porque confiaba lo suficiente en ella como para abrirle su corazón, y ese era un inmenso honor para ella, un honor que quería retribuirle. Su historia no era precisamente perfecta de ninguna forma, ambos habían vivido mil y un obstáculos hasta hoy para poder estar juntos, pero todo había valido la pena, porque había demostrado la fuerza de lo que sentían el uno por el otro y que nada era lo bastante malo como para separarlos. Sasuke tenía miedo de arruinar lo que estaban viviendo, pero no lo haría, nada podría separarlos nunca.

-Nada podría arruinarlo- garantizo ella con una sonrisa.

Con sumo cuidado, respetando las distancias entre ambos y que Sasuke aún no quería romper, Sakura lo beso castamente en la mejilla, tranquilizando sus pensamientos, no queriendo apresurar de ninguna forma nada entre ambos, se tomarían todo con calma, a su propio ritma.


El miedo era un estado emocional...¡error! En ese momento en concreto era absolutamente imposible para Sasuke pensar con cordura de cualquier forma posible, y era todavía más imposible considerar el miedo como un estado emocional o una yerma emoción, porque estaba aterrado. Luego de esa espectacular segunda cita, Sasuke consideraba importante que su relación avanzara en lo que era un punto crucial; tratar personalmente con los padres de Sakura para contar con su aprobación en su relación sin importar lo reciente que fuera, porque él provenía de una sociedad tradicionalista en que lo apropiado era contar con la aprobación familiar, en su caso él no podía recurrir a ello por obvias razones, pero si quería que Sakura tuviera claro que lo que él sentía por ella era muy serio, que no estaba jugando con ella, ambos se estaban tomando todo con calma y a su propio ritmo, pero teniendo muy en claro lo que querían y sentían. Sakura había insistido aproximadamente un millón de veces que en tratar con sus padres era una formalidad innecesaria, que en su relación solo importaba la opinión que ambos tuvieran el uno de otro, pero Sasuke quería demostrarle cuan profundamente la respetaba sin importar que en ese momento se sintiera más aterrado que nunca en su vida mientras ambos transitaban por la calle rumbo al hogar de los Haruno. Durante años, cegado por el odio y las mentiras, había ninguneado y ofendido en demasía a Sakura, le sorprendía que ella no lo odiara por eso, pero sus padres...no tenía el coraje de verlos a los ojos luego de atentar contra ella de ese modo.

-Creo que cambie de opinión, quizás no es una buena idea- dudo Sasuke, deseando dar la vuelta.

-No, nada de eso, cruzaras esa puerta y te sentirás muy bien- impidió Sakura, envolviendo sus manos entorno al brazo de él, impidiéndole huir. -Créeme, mis padres son buena gente…la mayor parte del tiempo- Sasuke la observo ligeramente preocupado ante aquella mención. -Es broma, todo estará bien- sosegó con una sonrisa, lamentando la broma.

-Si yo estuviera en su lugar no me sentiría muy cómodo si el novio de mi hija hubiera intentado matarla, por no mencionar otras cosas igualmente poco agradables- obvio él, no había hecho nada de eso adrede, pero había ocurrida de todas formas.

-Mi padre tiene un dicho; el pasado es pasado y debe quedarse donde pertenece, créeme, ya está olvidado- tranquiliza ella, golpeándole amistosamente el hombro. -Además, si tienes miedo o te sientes nervioso, mantendré mi mano contra la tuya, todo el tiempo- ante aquella mención Sasuke le estrecho la mano, casi sin aliento. -Sasuke, puedes respirar, lo sabes ¿no?- le recordó, sorprendida por lo nervioso que estaba.

A lo largo de todos los años que llevaba estando enamorada de él, había tenido la oportunidad de contemplar muchas facetas de él, el tiempo así se lo había permitido; su ira, su odio, su compasión, su amistad, su humanismo, su vulnerabilidad que veía con mayor claridad a medida que más tiempo pasaban juntos, pero el miedo era algo que solo había visto en él en contadas ocasiones, además de ahora, claro. Se sentía profundamente honrada por ver lo importante que era para él, lo honrada que se sentía por lo mucho que él la respetara, pero generar o despertar su miedo era todo menos lo que Sakura había querido generar, por lo que en ese momento, deteniéndose ante la puerta de la casa en que había pasado gran parte de su vida en el pasado, la Haruno estrecho la mano del Uchiha entre las suya, observándolo cariñosamente para tranquilizarlo. Sintiendo que en efecto no tenía por qué temer en ese momento, Sasuke emitió un quedo suspiro por lo bajo, asintiendo en respuesta ante la mirada, permitiendo que ella llamara a la puerta...ella tenía toda la razón, él era quien había insistido en que aquella instancia era necesaria y no podía echarse para atrás, no ahora. Sakura le dirigió una última mirada a Sasuke antes de que la puerta se abriera, encontrándose cara a cara con su padre que si bien se mostró sorprendido por tan repentina visita, los invito a pasar, cerrando la puerta tras ambos antes de envolver sus brazos alrededor de su hija, elevándola del suelo y volviendo a hacerla sentir como una niña, formando un cuadro simplemente entrañable y muy emotivo.

-Mi hermosa hija- elogio el Haruno, dejando a su hija sana y salva sobre el suelo, -creímos que no volveríamos a verte- regaño, haciéndose el ofendido.

-Perdón, papá, el trabajo y ciertos…asuntos, no me permitieron venir antes- se disculpó ella, dándose el placer culpable de disfrutar lo más posible de ese abrazo.

Su padre ciertamente podía parecer el ser humano más poco serio sobre la tierra, pero como padre no tenía reparo alguno; cercano, mesurado, amable, paciente, divertido...Sakura siempre había sentido que podía contárselo todo, claro que al final siempre había tenido sus propios secretos a sus espaldas para no preocuparlo, pero el vínculo que ambos compartían era único, y ella podía volver a ser una niña cada vez que estaba junto a él. Rompiendo el abrazo, besándole la mejilla a su padre con una luminosa sonrisa, la pelirosa se dirigió hacia la cocina, intuyendo como siempre que su madre se encontraba ahí, dejando a Sasuke y a su padre a solas, uno frente al otro. El mismo temor que Sasuke había sentido anteriormente volvió a apropiarse de él, pero multiplicado por diez, apenas y pudiendo sostenerle la mirada al señor Haruno que lo observo serena y largamente...no sabía qué hacer en ese momento, las palabras no eran lo suyo y antes de cometer un error garrafal simplemente prefería callar. Para su incredulidad el acto inmediato de parte del señor Haruno fue envolverlo en un cálido y cordial abrazo que lo dejo sin aliento, de todos los escenarios que había creado en su mente, este era el más descabellado e imposible que hubiera surcado su mente, simplemente no había esperado un recibimiento tan familiar, tan lleno de afecto...porque no lo merecía. Rompiendo lentamente el abrazo, Kakashi se enfrentó al joven Uchiha que parecía tremendamente desconcertado por semejante muestra de afecto, dirigiéndole una amable sonrisa y haciéndolo sentir como un hijo que regresaba a casa.

-Bienvenido- sonrió Kizashi, dándole el merecido recibimiento a su hogar.

La última vez en que Kizashi recordaba haber visto a ese joven había tenido lugar hace casi seis años, por entonces pobres habían sido las interacciones que habían tenido lugar ya que como Genin el entonces deber del Equipo 7 había sido realizar misiones, por lo que el tiempo del que se podía disponer era poco, sumado a que en ese entonces toda la aldea había tenido que lidiar con la muerte del tercer Hokage. Kizashi no era ajeno de la verdad; ese joven había cometido grandes errores, pero todo debido a los golpes emocionales que había recibido a lo largo de su vida, incluso alguien tan poco serio como él podía verlo, por lo que a falta de su familia, era más que bien recibido en la suya, si era importante para Sakura, también lo era para ellos. Acompañada por su hija, Mebuki retorno a la sala, esbozando una sonrisa casi imperceptible ante la presencia del joven Uchiha; siempre era grato para ella ver al hijo menor de su tan querida amiga Mikoto Uchiha...ojala ella y Fugaku pudiera estar vivos para ver el hombre en que se había convertido, porque a ella en lo personal sentía que se le estrujaba el corazón. Contraria a Kizashi que solo le había dado la bienvenida al Uchiha, Mebuki sabía de la razón por la que Sakura y él estaban ahí, porque luego de años y años de un amor cargado de sufrimiento ambos jóvenes se encontraban sobre una misma página, y ahora que se encontraban en tiempos de paz no había razón alguna por la que perder tiempo, si ellos estaban enamorados y querían estar juntos, ¿Quién tenía el derecho de impedirles tal felicidad?

-Ya iba siendo tiempo- regaño la Haruno, severa como siempre.

-Lo sé, y perdón por la demora- se disculpó Sakura, con una sonrisa nerviosa, situándose de pie junto a Sasuke.

-Cuando nos vimos por última vez, despedimos a un niño, ahora recibimos a un hombre- recordó Mebuki con sincera admiración al ver el hombre en que Sasuke se había convertido. -Se bienvenido, Sasuke- recibió conmovida, envolviéndolo en un abrazo.

No sabiendo como más expresar lo agradecido que se sentía por tan cálido recibimiento lo único que Sasuke atino a hacer fue corresponder al abrazo...era la primera vez que sentía que tenía un lugar al que pertenecer y todo eso se lo debía a Sakura.


Fuera de todo lo que Sasuke hubiera podido imaginar, todo había salido perfectamente bien; Sakura tenía toda la razón, era imposible que sus padres tuvieran algo que decir en torno a su relación, Kizashi y Mebuki no conocían la palabra rencor, siendo así no era de extrañar que Sakura tuviera valores morales y éticos tan altos, y un corazón tan grande, habría crecido teniendo la idea de que dirigirle sentimientos negativos al mundo no tenía sentido, y era precisamente esta una de las razones por las que se había enamorado ella. La cena había transcurrido sin contratiempos, claro que hablar y expresarse no era algo que a Sasuke se le diera precisamente bien, pero conociéndolo mejor de lo que Sasuke recordaba, él literalmente apenas y había tenido que pronunciar un par de palabras, toda la cena se habría tratado de anécdotas del pasado de los Haruno y de Sakura que se había sonrojado adorablemente, eligiendo ser quien en esta oportunidad quisiera ser tragada por la tierra ante la incomodidad. Pero fuera de eso todo había salido bien, por lo que ahora podían partir sobradamente satisfechos, contando con su aprobación. Para Sakura visitar a sus padres siempre era una ocasión feliz, pero por mucho que disfrutase estando en casa, en ese momento Sasuke y ella tenían que irse, ella aún tenía en mente que hicieran algo antes de que oscureciera, y no necesitaba ser una adivina ni nada parecido en ese momento para saber que Sasuke quería que ambos estuvieran a solas, y lo sabía porque es lo mismo que quería ella, querían tiempo para ellos.

-Vístanos más seguido, Sakura- solicito Kizashi, no deseando dejarla ir, pero no había otro remedio, -ya casi ni te vemos- recordó, fingiéndose ofendida.

-Lo sé y lo siento, pero ya saben cómo es mi trabajo- se disculpó ella, que en lo personal estaba empleando sus días libres para pasarlos con Sasuke, -en cuanto tenga más días libres los pasaremos juntos, lo prometo- garantizo en la medida de lo posible.

-Te tomo la palabra- determino Mebuki, confiando en que su hija cumpliera su promesa. -Tú también eres bienvenido siempre, Sasuke, no lo olvides- recordó con una sonrisa, dándole la bienvenida a su casa siempre que quisiera. -Hasta pronto- despidió a ambos.

-Adiós y gracias- agradeció el Uchiha, profundamente agradecido por el recibimiento.

Sakura espero a que ambos se encontrasen fuera de la casa para lanzarles al aire un beso a sus padres, cerrando la puerta tras de sí. Era extraño en realidad, se vislumbraba en sus recuerdos hacia el pasado, se sentía literalmente como un completo tonto, se había pasado gran parte de su vida negándose al afecto de quienes lo rodeaban, sintiéndose indigno de merecer la atención de aquellos a quienes le importaba, y aun pensaba así, pero ahora no quería negarse la oportunidad de su vida para recuperar lo que había perdido, sabía que ser feliz fuera probablemente lo último que mereciera en su vida, pero quería intentarlo. Durante la cena...o mejor dicho desde el primer momento en que había regresado a Konoha, siendo recibido por Sakura además, había sentido que por primera vez en mucho tiempo no tenía por qué estar solo, por primera vez había sentido que si tenía un lugar al que pertenecer y ese lugar era Sakura, junto a ella todas sus preocupaciones y demonios del pasado desaparecían, era libre, y eso era algo que no podía no podría sentir junto a nadie más. Caminando por la calle, con las manos cruzadas tras la espalda en un gesto que era tanto infantil como nervioso, Sakura intercambio una mirada con Sasuke, curiosa por saber qué opinión tenía de esta cena o reunión familiar, porque ella en lo personal era la perjudicada, ahora él sabía más cosas de su pasado de las que ella quería que supiera, cortesía de sus padres, y eran vergonzosas. Pero pensándolo bien era mejor así, ahora no tenían por qué ocultarse nada, ya no había razón para tener secretos, ella conocía el pasado de él, y él conocía el pasado de ella.

-¿Y bien?- pregunto Sakura al cabo de varios segundos en silencio, -¿Fue tan traumático?- pregunto picarona, conociendo de antemano la respuesta.

-Debo pensarlo por un momento- menciono Sasuke tan seriamente que solo Sakura conociéndolo tan bien podía percatarse de que se trataba de una broma. Ella choco su hombro contra el de él en respuesta. -No, no lo fue, lo reconozco, hasta fue agradable-admitió con una sonrisa ladina, habiendo disfrutado de la experiencia.

-Pues gracias, ahora es tu turno- decidió ella, haciéndolo fruncir el ceño, confundido. -Tú ya conociste a mis padres, aunque insistí en que no era necesario conocerlos- recordó sin dar su brazo a torcer. - Quiero que me lleves con tus padres- esclareció, deteniendo su andar y viéndolo a los ojos.

Nunca podrían estar en igualdad de condiciones sin importar cuanto lo desearan, Sasuke ya conocía a sus padres y contaba con su entera aprobación, pero ella nunca podría conocer personalmente a Mikoto y Fugaku, ¿deseaba haber tenido esa oportunidad? Desde luego, pero no se podía cambiar el pasado, ni siquiera podía contar con la aprobación de Itachi, pero en el fondo de su corazón sentía que ya la tenía, el mayor deseo de Itachi era el mismo que el suyo; que Sasuke fuera inmensamente feliz, y ella se dedicaría cada día de su vida a lograr eso, ella ya era feliz por tan solo ser plenamente correspondida y por ello quería darle a Sasuke todo lo que una vez había tenido; paz, felicidad, una familia, un hogar...quería devolverle todo lo que él le hacía sentir cada vez que estaban juntos y lo compartían todo. El primer impulso de Sasuke fue quedarse sin aliento; ¿Sakura hablaba en serio?, ¿Quería vincularse con esa parte de su pasado? Ciertamente y en contrariedad con él que había podido interactuar con Kizashi y Mebuki, Sakura nunca podría estar segura de sí sus padres le darían su aprobación con seguridad, pero Sasuke estaba seguro de que sus padres la habrían adorado si hubieran tenido la oportunidad de conocerla, era imposible no maravillarse por todo lo que ella era...la última vez en que había visitado la tumba de sus padres había sido antes de emprender su viaje, hace dos años y medio, y si hasta ahora no les había hecho una visita se debía a su vergüenza personal por sus errores, pero por ella soportaría toda vergüenza, por verla feliz.

-Ven- acepto él, entrelazando su mano con la de ella, guiándola...


Los momentos felices, los momentos tristes...todo eso rondaba por la cabeza de Sasuke mientras guiaba a Sakura por el cementerio, conociendo de memoria el lugar en que se encontraban las lapidas de sus padres, los había visitado tantas veces que ya conocía el camino de memoria y a la perfección. Aun recordaba todas las noches de pesadillas que había tenido que soportar tras la masacre, tantas escenas sangrientas...aún tenía problemas para dormir, pero desde que conocía las razones que Itachi había tenido para perpetrar la masacre podía viajar al pasado y sumergirse en los recuerdos felices que aún tenía, podía ignorar el odio que una vez había sentido y vivir; podía ser libre, el mismo sentir que tenía cada vez que estaba junto a Sakura. Contemplando con fascinación personal como el sol se ocultaba en el horizonte, la Haruno cargo en sus brazos las flores que en el camino había comprado en la floristería Yamanaka; narcisos y jazmines, alegría, felicidad y cariño para aquellos que no había conocido pero que ya de por si apreciaba profundamente porque eran importantes para Sasuke. Amaba todo lo que Sasuke era y lo que lo rodeaba, y era inmensamente feliz por saber que él era libre del odio, que por fin podía ser libre y llevar una vida lejos de los recuerdos dolorosos y el pasado, puede que no pudiera corroborarlo al preguntárselos personalmente, pero estaba convencida de que los padres de Sasuke estarían orgullosos de ver el hombre en que se había convertido. Recorrió con la mirada las tumbas hasta que Sasuke se detuvo, dándole a entender que se encontraban en el lugar correcto.

-Este era mi mundo y está es mi gente- menciono el Uchiha con inequívoca nostalgia. Sosteniendo las flores, Sakura aguardo su permiso para proceder. -Adelante- permitió sin ningún problema.

La verdad llevar a Sakura a las tumbas de sus padres era lo último que se le podría ocurrir, su pasado tenía muchos momentos felices que en el futuro quería compartir con ella como nunca antes había hecho por su propia reticencia, pero su pasado también involucraba momentos dolorosos y tristes, y estar ante las lapidas de sus padres le generaba sentimientos encontrados, porque siempre creería que sus errores lo perseguirían y que de estar vivos, sus padres probablemente nunca podrían perdonar todo lo que él había hecho, él mismo tendría que cargar para siempre con las consecuencias de sus propios errores, no le quedaba otro remedio. Sakura se arrodillo sobre el suelo, abriendo el paquete en que se encontraban las flores, mezclando los jazmines con los narcisos antes de separarlas en dos ramos de idéntico tamaño que acomodo cuidadosamente dentro de los respectivos recipientes, trazando con cuidado las letras de ambas lapidas, deseando haber tenido la oportunidad de conocer a quienes allí yacían...pero eso ya no era posible. Bajando la mirada, rebusco en el interior del paquete donde se habían encontrado las flores, extrayendo un par de inciensos que encendió con cuidado, murmurando una plegaria personal en honor a ambos y como una muestra del respeto que sentía por ellos. Para ella era un gran honor que luego de tantos años conociéndose, Sasuke confiara tanto en ella como para compartir algo tan importante para él y que ciertamente no compartiría con nadie más, eso ella lo sabía bien, aunque no se sentía exactamente digna para estar en ese lugar.

-Hubiera deseado que este primer encuentro se hubiera llevado a cabo en otras circunstancias- admitió Sakura con una triste sonrisa, como si realmente les estuviera hablando, en persona y no a sus tumbas, -de haber sido así les hubiera sonreído viéndolos a los ojos y les hubiera prometido lo que les diré ahora; amo a su hijo con todo mi corazón y estaré a su lado hasta mi último aliento, ya sea que esta vida sea larga o corta- había amado a Sasuke toda su vida, y lo haría hasta el final, siempre, -pueden confiar en mí y en que lo protegeré siempre, lo juro- prometió solemnemente y de corazón.

Tristemente nunca tendría el placer emocional de conocer a los padres de Sasuke, nunca podría saber o sentir que gozaba de su aprobación para acompañar incondicionalmente a Sasuke, había conocido a Itachi pero no lo suficiente como para saber si él confiaría en que lo único que ella deseaba en el mundo era la felicidad de Sasuke, teóricamente en esta relación que estaba estableciéndose entre ambos, caminaban a tientas, sin otro apoyo que ellos mismos porque así les había tocado vivir, pero Sakura compartiría su familia con él, teniéndola a ella nunca más volvería a estar solo, ella no dejaría que eso volviera a ocurrir, era una promesa. En el pasado se había resignado en no acercarse a Sasuke si él no quería que lo hiciera, pero no volvería a cometer ese error, nunca más lo dejaría solo. Sasuke era más que consciente de que no tenía el mejor pasado a sus espaldas, pero si algo lo abrumaba y sorprendía a más no poder era que Sakura estuviera dispuesta a lidiar con todo y acompañarlo incondicionalmente, a estar ahí y ser una constante en su vida...era maravillosa, toda ella y aún más de lo que él había considerado hasta ahora, era la virtud e inocencia personificadas, era la calma que tanto había necesitado en la tormenta que era su vida, y ahora ya no podía ni quería vivir sin ella. Busco una de las manos de ella, entrelazándola con la suya para ayudarla a levantarse, situándose uno junto al otro, contemplando en silencio y largamente ambas lapidas, disfrutando del perfecto silencio que se generaba por tan solo encontrarse ellos dos solos, sin nadie que los molestase; eso era perfecto.

-Nos cuidaremos el uno al otro, siempre- coincidió Sasuke, observándola intensamente.

Completamente de acuerdo con él y enternecida por sus palabras, Sakura sonrió de inmediato, apoyando a medias su cabeza contra el hombro de él que la rodeo con su brazo haciéndola sentir segura, siempre se cuidarían el uno al otro...Sasuke intento evitar lo más posible que esa clase de pensamientos nostálgicos se apoderasen de él, ese no era el momento de alejar su mente de lo que era tan importante para él en ese momento; rescatar a Sakura, y dejarla a ella y a Sarada sanas y salvas en Konoha. No podía permitir que sus preocupaciones interfirieran con su deber, era un Shinobi, pero en ese momento deseaba ser hombre antes que un ninja. Un par de pasos tras su padre, Sarada se encontraba ajena de la profundidad de sus pensamientos, intentando entender al hombre que era Sasuke Uchiha y que le resultaba un perfecto desconocido de quien no sabía nada y que la irritaba con su indiferencia y estoicismo, ¿Qué sentirá por mi mamá realmente?, ¿Qué pasó de verdad entre ellos? Se preguntó la Uchiha, intentando entenderlo de alguna forma, intentando encontrar al hombre del que su madre tanto le había hablado. En medio de semejante incertidumbre sintió al Séptimo Hokage posar una de sus manos sobre el hombro de ella, haciéndola regresar a la realidad y recordándole con una ligera sonrisa que salvar a su madre era lo importante, nada mas. Séptimo…se conmovió Sarada, agradeciendo su apoyo en ese momento. Ya lo pensare después, ahora solo quiero rescatar a mi mamá, se recordó a sí misma, eligiendo olvidar todo lo demás y concentrarse en lo único importante; su madre.


PD: Saludos, queridos, prometí volver con nuevas actualizaciones y lo cumplo, disculpándome por la demora, pero recordándoles que termine mi practica profesional hace apenas una semana, siendo honesta; quería actualizar esta historia hace tiempo, pero no encontraba la inspiración necesaria hasta ahora, dedicando toda la semana a este capitulo y a ustedes, queridos, prometiendo actualizar otras de mis historias muy pronto :3 Esta historia esta dedicada a todos quienes siguen y comentan mis historias, especialmente a DULCECITO311 (a quien dedico y dedicare todas y cada una de mis historias, dirigiéndole un enorme abrazo desde la distancia, querida), a Coleccionista de historias (disculpandome por tardarme tanto en actualizar por esta crisis de inspiración), a Maribalza (agradeciendo en el alma sus palabras), a LIDXIII(lamentando esta demora, dedicando cada nuevo capitulo en su honor); gracias a todos :3 El próximo capitulo se titulara "Una Verdadera Familia" representando el reencuentro de la familia Uchiha :3

Clan Harunn: ahora se deben preguntar, ¿Qué es esto? La historia de este clan no guerrero pero que tenía la habilidad de convertirse en lobos esta inspirada en la leyenda francesa de los loup-garou o Rougarou, así como en el libro de Annette Curtis Klause "Blood and Chocolate". Desde que conozco el anime Naruto, siempre me sentí intrigada por Sakura y su pasado, literalmente es un enorme lienzo en blanco con el que trabajar, aunque no pensé en emplearlo así, todas estas menciones sobre una antepasada llamada Sanavber Harunn vinculada a Indra Otsutsuki es algo que planeo explicar en un nuevo fic que tengo en mente, titulado "El Origen del Clan Uchiha" y que no solo representara a esta pareja sino que a otras que tengo en mente.

Advertencia: como fan de toda la vida de Naruto, he de reconocer que no estoy muy de acuerdo con los acontecimientos que han tenido lugar en el anime "Boruto: Naruto Next Generations" hasta ahora, ¿Qué quiere decir esto? Que modificare parte de lo que se ha visto, creando o cambiando escenas según mi criterio, claro que yo mantendré las que considero relevantes para esta historia y como fan SasuSaku. Gran parte de los recuerdos de Sasuke que represente en este capitulo tienen lugar durante el capitulo 7 "Lo que Siento por Ti", pero el como los padres de Sakura conocen a Sasuke, y la relevancia del lugar de su segunda cita es algo que explicare más adelante en mi fic "El Clan Uchiha".

También les recuerdo que además de los fics ya iniciados tengo otros más en mente para iniciar más adelante en el futuro: "Avatar: Guerra de Bandos" (una adaptación de la película "Avatar" de James Cameron y que pretendo iniciar pronto), "La Bella & La Bestia: Indra & Sanavber" (precuela de "La Bella & La Bestia"), "Sasuke: El Indomable" (una adaptación de la película "Spirit" como había prometido hacer), "El Rey de Konoha" (una adaptación humanizada además del rey león que se me ha venido recurrentemente a la cabeza), "El Siglo Magnifico; Indra & El Imperio Uchiha" (narrando la formación del Imperio a manos de Indra Otsutsuki en una adaptación de la serie "Diriliş Ertuğrul"), como algunas ya habrán notado por mis historias "El Sentir de un Uchiha" y "El Clan Uchiha", también tengo la intención de explicar el porque de determinados acontecimientos, explicando sus motivaciones y auténticos sentimientos, como yo creo o siento que sucedieron, por lo mismo tengo la idea—si ustedes lo aprueban—de además iniciar un fic llamado "El Origen del Clan Uchiha" centrado en el padre de todos los Uchiha; Indra Otsutsuki, porque considero que también merece su propia historia , si ustedes están de acuerdo, claro :3 Para los fans del universo de "El Conjuro" ya tengo el reparto de personajes para iniciar la historia "El Conjuro 2 Naruto Style-Enfield" (que iniciare dentro de poco), así como "Sasori: La Marioneta", por lo que solo es cuestión de tiempo antes de que publique el prologo de una de estas dos historias, lo cual espero que los tranquilice y anime a su vez. También iniciare una nueva saga llamada "El Imperio de Cristal"-por muy infantil que suene-basada en los personajes de la Princesa Cadence y Shining Armor, como adaptación :3 cariños, besos, abrazos y hasta la próxima :3