Lección 3: Aprender a cocinar es un fallo total

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Draco admira de forma aburrida el incendio nuevamente, antes que Percy que tenía un extintor apaga las llamas de la cocina, no saben que paso, hace cinco segundos estaba bien y cuando voltearon a ver a Scorpius que estaba riendo de forma adorable, todo volvió a ser llamas. Percy que había parecido más que todo resignado, parecía ver la cocina como si buscara un motivo por el cual las llamas aparecían y Draco simplemente insiste en que pueden vivir con comida procesada toda la vida.

Percy no esta a favor de eso.

Ha pasado un mes desde la primera risa de Scorpius y ya tiene 7 meses, supone que son 6 meses.

No hay una fecha real de nacimiento, ha estado usando 5 de mayo hasta ahora, porque realmente no hay una fecha, pero sabe que por esos días es que se puede ver mejor la constelación de Escorpio y dado que es el nombre de su hijo.

Le pareció lindo.

Y ocupaba una fecha para los documentos.

—No entiendo, nunca se me ha incendiado la comida, ¿Cómo lo haces? —dice Percy viéndolo con sospecha, a lo cual Draco se encoge de hombros.

Parece que no fue bendecido para cocinar bien, no importa, tiene dinero para comprar comida deliciosa, es culpa de Percy que parece convencido que ocupan algo de alimento nutritivo que preparen sus manos.

Sigue sin ser necesario.

Dinero, solo se ocupa dinero, indiferente de que mundo sea.

—Creo que es un Don—dice Draco con orgullo, Percy le da una mirada asqueado claramente no impresionado antes de irse a buscar a Scorpius.

Ahora que el mes de diciembre comienza, Percy acaba de terminar un semestre y parece estar libre, diferente a lo que Draco pensó que el chico se iría a pasar vacaciones en la casa con su madre que vive cerca; la verdad es que se había quedado. Pasaba más tiempo en su departamento que en el suyo, ahora que Scorpius se reía y estaba aprendiendo a gatear, Percy parecía tan emocionado como Draco con el niño.

Han pasado solo 3 meses, pero parece toda una vida.

Aunque Percy sigue con vida a pesar de enseñarle la sangrienta serie de su hijo, no murió, parece suficiente tortura lo mucho que Percy lloro cuando se dio cuenta que se perdió la primera risa de Scorpius.

Disfruto echárselo en cara.

Percy por otro lado estaba enseñándole a usar los teléfonos celulares, parece confundido que Draco no tuviera uno, Draco realmente no quería uno; pero puede tomar videos a las cosas que hace Scorpius y guardarlos, así que Draco piensa ahora que podría ser útil. Percy sigue enviándole "memes", no importa cuanto Draco le explica que no entiende las imágenes, Percy esta seguro que eventualmente lo entenderá.

—¿Dónde está tu persona favorita en el mundo? —dice Percy a su hijo, lo que hace que Draco lo mire mal.

Porque si hay alguien favorito en la vida de su hijo, es él. Parece ser que el ultimo mes la paternidad comienza a volverse más importante de lo que esperaba. Gracias a un ser celestial cuando entra a la sala de estar, el bebé hace sonidos y manotazos para que Draco lo sujete, lo hace dándole una mirada de victoria a Percy que chasquea la lengua con las manos en sus caderas.

—Gane—

—Cierra la boca Malfoy, solo porque pase dos semanas en finales, pronto volveré a obtener el primer lugar—

—Sobre mi cadáver—

Ambos se dan miradas de muerte, el olor a quemado aparece y ambos se ven de reojo dudosos.

Comer afuera es la mejor opción hoy.

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Percy ha estado hablando de un nuevo restaurante de comida rápida, lo cual Draco ha querido evitar, porque tiene dinero suficiente para ir a un restaurante de mejor calidad; pero aparentemente porque Percy limpio el ultimo pañal tiene poder de elección. Draco no entiende a los muggles pero supone que puede ceder un poco, lo cual hace 3 meses lo hubiera hecho sentir horrorizado, parece tranquilizarse luego de la ayuda de Jackson en su vida. Odia admitirlo en su interior, pero le debe bastante a Jackson así que cree que puede ceder un poco a este con estas pequeñas exigencias.

El lugar parece una vieja cabaña polvorienta, cuando lo señala, Jackson lo empuja dentro.

Idiota.

Percy comienza hablar sobre las mejores hamburguesas que ha comido, Draco piensa que como hay sillas para bebés puede que este lugar tenga futuro.

—Nunca he comido una hamburguesa—admite Draco, lo que hace que Percy le de esa mirada curiosa en su rostro.

Como si quisiera averiguar que es, tal vez crea que fue criado por una secta o algo así, no es la primera persona que le da esa mirada. Parece ser que hay muchas cosas que los muggles que Draco no ha hecho y aunque por suerte hizo suficientes con Minerva para no ser un completo desconocido en todo lo que le rodea, hay cosas más mundanas que no hizo con la diosa.

Supone que eran de bajo estatus para ella y no quiso hacerlas.

En fin.

—Hoy ambos tendrán su primera hamburguesa—

—Scorpius no puede comer Hamburguesa—

Percy parece gruñón mientras revisa el bolso de Draco, que tiene comida para bebé si fuera el caso necesario, la cual hizo Percy…antes que Draco incendiara la cocina, lo cual significa que deberá comprar otra pronto.

Si su vecino se preocupa o no de donde saca dinero, al menos no ha preguntado.

Un sonido de alguien que parece quedarse sin aire distrae a ambos, Percy parece un momento en estado de alerta colocando una mano protectora frente a Scorpius, antes de confundirse cuando nadie ataca; lo cual es extraño, uno no debería esperar que alguien ataque. Por otro lado Draco no se ve mucho mejor de ver un rostro familiar, cualquier rostro familiar solo significa una cosa.

Problemas.

Intenta identificar a la chica, sabe que era una Gryffindor, casi cree que salió con la comadreja porque Pansy no había dejado de burlarse al respecto por días sobre como era posible que alguien saliera con un pobre.

Bueno.

Weasley ahora era un héroe, aun así, le caía mal.

Era el nombre de una flor cree.

—Bienvenidos al restaurante Constelaciones, donde la comida parece fuera de este mundo—claramente la chica lo reconoce, pero lo ignora como si no lo hiciera.

Tristemente es un poco tarde para eso, Percy ya ha notado que hay una conexión entre ellos, a pesar de todo, no es un completo idiota. El chico tiene una mente afilada para cosas un poco diferentes a las cosas que los muggles deberían notar; no es que Draco fuera un experto en muggles para iniciar.

Tiene que hablar con ella.

¿Tiene que hacerlo?

Tal vez por curiosidad.

No entiende que hace una maga trabajando en este establecimiento, después de todo había formado parte del grupito de chicos molestos de quinto año que estudiaban cosas de magia, así que en todo caso era amiga del trio dorado.

Debería estar en otro lado.

Pero esta en el mudo muggle.

¿Cuáles serían las posibilidades?

—Quiero una hamburguesa con doble tocino—dice Percy luego de un silencio incomodo—y una coca cola Cherry—voltea a verlo, Draco ve el menú sin saber que pedir—deberías intentar con la de pollo, es más ligera señor todo me cae mal—

Le da una patada debajo de la mesa, pero este no muestra que le afecte solo sonriendo, así que acepta que Jackson haga su pedido, mientras Scorpius esta mordiendo su nuevo peluche de tiburón que fue un regalo de Percy que no aprobó.

Scorpius ama ese peluche.

Maldita sea.

Cuando la chica cuyo nombre aun no le suena se marcha, Percy le da una larga mirada como si quisiera preguntar, pero no lo hace.

Está bien.

Cierra los ojos, tanto por un buen día.

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Percy se ríe de su forma extraña de agarrar la hamburguesa, en su defensa nunca había comido ninguna, así que el maldito imbécil no tiene derecho de burlarse de él. Intenta ahorcarlo, pero sin muchos ánimos, solo porque esta aberración de la alimentación realmente sabe bien, también porque ha descubierto con un poco de horror que Scorpius se ríe ante la violencia. Se pregunta si es de parte de su madre que saco la diversión por los eventos violentos, pero intenta corregirlo tan suavemente como puede para que no se divierta por eso.

No ha funcionado bien.

La serie Happy Tree Friends quedo vetada en su casa.

Con suerte cuando Scorpius crezca no recuerda eso.

—Adelántate tengo que hablar con alguien—dice Draco con una sonrisa calmada cuando Percy va a cambiarle el pañal a Scorpius.

Es una especie de castigo y también porque ocupa un momento a solas con la chica de rizos, lo que provoca que Percy dude un poco, parece que ha sentido algo diferente en la chica y no quiere irse o dejarlo a solas.

Duda.

Pero Draco sonríe y le amenaza de que la próxima vez que intente cocinar va a probar su comida, lo cual hace que este se mueva bastante rápido a los baños después de la comida; se siente un poco ofendido al respecto, pero ya pensara después en eso.

Llega donde la chica esta, la cual parece encogerse al verlo.

Silencio.

Un largo silencio.

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—No sabía que Draco Malfoy estaba en esta ciudad, no habría venido aquí al saberlo—la chica que se presento como Lavender Brown luego de que Draco admitiera no saber su nombre, habla cuando van a un callejón al lado del restaurante para hablar.

Bueno.

Es curioso.

Tampoco entiende porque ella estaría aquí de todos los lugares.

—¿Qué hay de ti? —consulta un poco aburrido, pero nervioso de que alguien que conozca su historia se encuentre en esta ciudad—estabas en ese grupito estúpido con el elegido, se supone eras de los buenos, deberías estar aprovechando las ventajas de tu estatus social al estar del lado de la luz—añade un poco molesto de lo idiota que es la niña.

Lavender le mira con amargura, es curioso su mirada en realidad, llena de resentimiento por el mundo y casi amargada por todo.

No debería.

Es de los buenos.

Los buenos tienen un final feliz, mientras los chicos malos como Draco le quitan la magia y lo envían a cambiar pañales a otro continente.

—Todo es difícil cuando eres un licántropo—musita la chica dejando caer por un momento el claro glamour que estaba usando.

Traga saliva.

Había convivido en la mansión Malfoy lleno de Mortifagos y hombres lobo, así que puede reconocer la cicatriz que tiene la chica desde su clavícula, que pasa por su cuello hasta inicios de su barbilla como gallas y una mordedura. No sabe que decir, en realidad sabe que durante la batalla muchas personas murieron y con la gran cantidad de ataques de licántropos, aunque los malos salieran perdiendo, eso no evita pensar que hay muchos otros del lado bueno que fueron heridos.

No siente compasión.

Una víctima más de la guerra.

—Igualmente debiste toar ventaja, ayudaste, lo mínimo que debes hacer es buscar una recompensa—

—Las leyes no ayudan a hombres lobo y tampoco mujeres, en eso curiosamente no son machistas—

—¿Los idiotas del trio dorado no pueden ayudarte? —

—¡No necesito su ayuda! —habla con rabia y un poco de orgullo, que bueno, eso Draco puede reconocer, apreciar, pensar que es estúpido pero al mismo tiempo entenderlo.

Draco solamente suspira viendo a la chica frustrado, pero no la presiona más, si ella es una tonta que no quiere utilizar la conexiones que tiene, ese no es su problema. La chica se queda viendo al suelo casi como si quisiera llorar, pero no lo hace, en su lugar toma aire, se acomoda la ropa de camarera para verlo furiosa.

Levanta una ceja.

—Haz lo que quieras no te metas con mi vida, no lo hare con la tuya—realmente Draco no quiere tocar un pie en este lugar.

Aunque la comida es excelente.

Maldición.

—No es que te tenga miedo sin magia no eres nadie—esas palabras duelen, voltea a verla mal pero ella solo se encoge de hombros—no sabía que tenías un hijo—

—Y espero que nadie lo sepa, puede que no tenga magia, pero buscaría cualquier forma de aplastarte si le haces algo que lastime a mi niño—dice con una cantidad de veneno que no pensó tendría posible.

Cuando paso la guerra se sentía derrotado, cuando estuvo en prisión esperando su juicio pensó que toco lo más bajo de su vida y no volvería a levantarse.

Pero eso era antes de Scorpius.

Nadie iba a lastimar a su bebé.

Lavender pestañea sorprendida, antes de para su sorpresa sonreír.

—No pensaba decirlo, corte lazos con todos cuando termino la guerra, además te enseñe que soy un licántropo…no pensaba lastimar a un niño inocente, incluso si su padre era un idiota en la escuela—sus palabras son curiosas, no tiene sentido.

Tal vez nadie le importe Draco lo suficiente para vender la información de que tiene un hijo, no le interesa, siempre que esa chica no abra la boca no le importa. A diferencia de esta que no aprovecha sus claras oportunidades, Draco duda que esta haga algo solamente por buena voluntad y porque quiso ser una buena persona.

Las personas no eran así.

No eran buenas, mucho menos aquellas que eran licántropos.

Draco tiene una lista de licántropos que no fueron buenos con él, duda que tenga buena suerte de conocer a la única pasable; no es tan idiota o confiado.

La presencia de Percy al final del callejón cerca de la calle, hace que Draco deje de ver a Lavender. Percy parece desde la distancia dudoso de si debe unirse a cualquier tipo de charla que tenga, Draco se concentra en el bebé en sus brazos que luce algo adormilado y su mirada se suaviza un poco.

Un bufido hace que voltee a ver mal a Lavender quien sonríe.

—Lo siento, es solo que no entiendo como tienes un hijo, no me interesa, pero sin duda te ha suavizado Malfoy—dice con una sonrisa casi divertida antes de dar media vuelta e irse.

Rara.

Ve por donde se fue aun nervioso de que hable, pasara los siguientes días en alerta máxima sin duda. Camina rápido donde Percy para sujetar a Scorpius entre sus brazos sintiéndose ansioso, de reojo nota al hombre viendo fijamente por donde se fue la chica con el ceño fruncido.

—¿La conocías? —pregunta inquieto a lo cual Draco niega.

—No realmente, solo de largo, hoy es la primera vez que hablamos—no es técnicamente una mentira, nunca le intereso la Gryffindor y no recuerda alguna vez que charlaran entre ellos.

No miente.

Percy solamente entrecierra la mirada antes de verlo sonriente, camina con este de regreso a casa, Draco no puede evitar sentirse curioso cuando el chico parece tan alerta como el mismo Draco.

Bueno.

Si bien no confía en Lavender, sabe que Percy por otro lado es la clase de idiota buena gente que ayuda a los demás. Curiosamente a diferencia de la Gryffindor, con Percy no siente una aberración por que este le demuestre su buena voluntad.

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Las pesadillas no se marchan fácilmente, el tener a Scorpius y no dormir tanto, hace que las pesadillas se vayan ya que cuando duerme apenas si siente que duerme, todo es demasiado cansado para pesadillas, no parece haber tiempo. Por un momento se había decidido a ignorar su anterior vida, incluso aunque le atormentara, pensó inocentemente que en sueños ya no tendría que preocuparse.

Lavender Brown fue un recordatorio de esa vida.

Así que no se sorprende que ver a esa chica traiga de regreso las pesadillas.

Nunca se irían.

Le dieron un descanso, para que pensara que podría ser feliz, pero tiene que recordar que la felicidad nunca será para él, debió aprenderlo bien.

Así que durante su sueño esta de nuevo en la mansión, de nuevo puede ver a ese sujeto, a ese monstruos pasearse mientras desmorona toda su vida. Puede escuchar los gritos de muggles y mago por igual, porque ese hombre simplemente odiaba a todos, nadie era mejor para él, todos eran una plaga y por lo tanto Draco siempre estaría a merced de este.

Su cruciatus era lo peor que había experimentado en su vida.

Este le aseguraría una y otra vez que lo hacía por su bien, que le estaba enseñando a ser leal, que siempre iba a ser parte de su familia y esta era la forma de educarlos. Recuerda a su madre decir que no era necesario, pero Draco sabe que si no hubiera ido al frente para evitar que fuera ella o su padre que no podía cometer más errores.

Recuerda el rostro de su tía cuando le dijo que Potter no era Potter.

El ardor que sintió cuando fue castigado por eso.

Despierta sintiéndose inquieto, caminando a la sala de estar y sintiéndose miserable, no quiere ver su mano, no quiere recordar el tatuaje que hay en esta y no quiere recordar nada. Se pregunta muchas veces poque no pudo morirse ese día, casi se había desangrado hasta morir, tal vez habría tenido al final algo de paz.

Sigue vivo.

Y sus errores siempre vendrán a alcanzarlo.

—Mala noche—la voz de Jackson lo descuida un momento, levanta la mirada sintiéndose atrapado, sin recordarlo a él.

Se supone que se había ido a su departamento.

¿Eso hizo?

La verdad es que luego del encuentro con la chica Brown había estado muy descuidado, recuerda llegar a casa y sabe que Jackson acostó a Scorpius, no había querido dormir pero cuando lo hizo tuvo pesadillas.

Scorpius.

Su rostro debe haber demostrado algo porque Jackson suspiro tomando asiento a su lado.

—Esta dormido, no te preocupes, me quede porque parecías mentalmente inestable—ni siquiera lo niega, solamente suspira viendo a sus manos cansado—¿Estás seguro que esa chica no te hizo algo?, puedo encargarme si lo necesitas—

Draco deja un momento de autocompadecerse para ver a Jackson entre divertido como cansado.

—Acabas de sonar como tipo mafioso raro de película que vez—

—Primero que todo me siento orgulloso de que sepas una referencia luego de tanto tiempo viendo películas conmigo, segundo siento que esa chica era rara, si ocupas ayuda puedo ayudarte—

Curioso.

Draco cuanto hubiera querido escuchar eso cuando estaba en el colegio, cuando era joven y asustado por todo lo que pasaba, pero nadie realmente podía ayudarle; todos sus amigos estaban casi en el mismo bote que Draco.

No podían salir.

Simplemente dejarse navegar en las consecuencias de sus actos y los de su padre.

Conocer a Jackson habría sido reconfortante, pero si lo pensaba mejor, probablemente el chico habría sido un tonto Hufflepuff del lado de la luz, seguramente nunca habrían sido amigos y este habría sido todo lo que Draco quiso ser.

—Hice cosas cuando era joven de las cuales no estoy orgulloso—susurra Draco acariciando las vendas sobre su marca tenebrosa—ver a esa chica me recordó de lo vergonzoso de mi pasado y como nunca escapare de él—

Nunca.

Siempre estará ahí, como una especie de recordatorio, que nunca iba a ser el bueno, nunca nadie lo iba a recordar por algo bueno.

Solo un sucio mortifago.

Eso es lo que era para el mundo.

—El pasado no nos define Draco, se puede cambiar—

—No sabes lo que hice—

—No, no lo sé—hay un silencio antes de sentir como empujaban su hombro suavemente, voltea a ver a Jackson cansado pero este solo sonríe con tranquilidad—pero se quién eres ahora, alguien que se preocupa por su hijo y está haciendo lo posible por hacer lo correcto—

Duda.

Porque nadie puede ser tan bueno o tan idiota.

—Si supiera lo que hice…—

—No lo haría—lo corta el chico con tal seguridad que Draco quiere reírse en su cara, decirle que lastimo gente, que era de los malos, que estaba maldito—nunca lo digas y nunca preguntare, no importa, el pasado no importa, no cuando estes conmigo y si alguna vez estas listo puedes decírmelo, pero no antes de eso, somos amigos—

Las palabras de Jackson parecen una mentira, no pueden ser ciertas, nadie en esta vida puede ser tan amable, nadie en esta vida puede darle esto.

Nadie puede.

Y, aun así, cuando Draco ve los ojos del chico solamente ve sinceridad tanto que duele.

Draco se deja caer contra la espalda en el sofá, viendo al techo. Sus pensamientos van desde que nadie puede ser tan bueno y que tal vez Jackson esconde algún secreto como ser un asesino o algo así, porque ese idiota no puede existir e incluso si existiera no tendría que ser su amigo.

Amigo.

Incluso Minerva/Atenea nunca dijo esa palabra.

Pero ahora…

Suelta un suspiro y tal vez es por su pesadilla, por su deseo de contacto que usa su mano, no la que tiene la marca, su otra mano para tocar la de Jackson sin verlo, en una muda suplica de afecto. Este no duda para entrelazar sus dedos y quedarse así un largo rato, cuando Draco se da cuenta cae dormido contra el hombro de Jackson.

Sin pesadillas esta vez.

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A veces hay mensajes en el teléfono de Jackson que lo hacen enojar, no es cuando es su madre, a veces menciona que son amigos, pero luce incomodo al hablar de ellos. Draco tiene curiosidad no lo va a negar, usualmente es aplacada por que la atención de él esta principalmente centrada en su hijo, pero no puede evitar notar algunos pequeños puntos rojos que alumbran cual alarma muggle cuando ve a Jackson lucir tenso.

Siempre hablaba bien de sus amigos.

Pero no demasiado de ellos.

Los conoció en un campamento de verano al cual solía ir mucho antes, pero que ahora no iba tanto y que algunas cosas estaban en el pasado. Para alguien como Draco que se oculta del pasado, puede decir que Percy esta siguiendo el mismo patrón, así que no tiene el derecho para echarle en cara que se está ocultando.

Mientras lo veía jugar con Scorpius, supuso que no solamente su hijo servía como distractor en la vida.

Algo bueno.

Alguien bueno que no arruinara tu vida, si no que hará que sea un poco más brillante.

—Vamos Scorpius di: Percy—habla con el niño en su regazo, hay que vigilarlo más, ha estado más cerca de escapar de la que se siente a gusto de aceptar.

Es rápido.

Incluso si apenas esta aprendiendo a gatear, Percy y Draco lo habían descubierto rodando de forma peligrosa en el suelo y han tenido que acomodar el departamento de Draco de manera que este sea a prueba de bebés escapistas.

Temía cuando Scorpius comenzara a caminar.

No estaba feliz con sus dientes que estaban saliendo y a veces tenía fiebre, el pediatra dijo que era normal, pero Draco se preocupaba cada que veía al niño quieto; era una pequeña bola de energía a pesar de no tener un año, verlo quieto era preocupante.

—Da—dice Scorpius que es su palabra o al menos silaba favorita.

No significa nada.

Solo es algo que dice cuando está feliz.

Draco piensa que sería más fácil que dijera "Papá" a que dijera "Percy", pero no lo expresa en voz alta porque es una competencia silenciosa que tienen ambos. Mientras mira al hombre en el suelo intentar convencer con chantaje emocional a un bebé que no puede entenderlo, el teléfono de Jackson se ilumina con un mensaje de alguien llamado "Frank" que hace que se vea curioso.

Ve cuando Percy ve el teléfono, una extraña expresión mezcla de culpa y anhelo pasa por sus ojos cuando voltea el teléfono como si no quisiera ver el mensaje.

—Sabes no te hará mal salir con tus amigos, pasas demasiado tiempo con un padre soltero y un bebé para ser saludable—

—Tu tampoco sales con amigos—

—Mis amigos están en otro continente—bueno duda que sean sus amigos ahora mismo, ha pasado casi dos años sin que sepa nada de ellos.

Si fueron listos se olvidaron de él.

Es mejor vivir la vida lejos de un Mortifago, sus viejos amigos del colegio deberían tener una vida más tranquila ahora lejos de él.

—Eso es injusto—dice Percy con un puchero y Draco no puede más que sonreír divertido de haber ganado esta ronda.

Quiere preguntar más, pero ve en los ojos de su vecino que no quiere contestar, así que simplemente se mantiene en silencio viendo a su hijo con una expresión cálida cuando el niño hace señas para que lo cargue y lo hace.

Tener el bebé sobre su pecho lo hace sentir tranquilo.

Completo.

Como si aun hubiera oportunidades de paz para su vida por muy pequeñas que fueran.

De reojo nota la mirada de Percy sobre él, levanta una ceja, pero este solo sonríe sin ocultar que lo había estado viendo; es un tipo raro. El chico no le molesta o su mirada, porque principal mente su mirada es de afecto familiar a su hijo.

Vale.

Podría darle un poco de celos que alguien vea a Scorpius como su familia, porque es familia de Draco, no de nadie más; pero supone que Jackson ha ayudado lo suficiente para no odiarlo alrededor de Scorpius.

Sabe que su madre amaría a su hijo, pero por ahora, solamente tiene a su hijo y de alguna forma ha estado viendo a Jackson como parte de esta familia disfuncional.

—Te está llenando la camisa de baba—dice Percy divertido.

Su rostro se arruga con asco bajando la mirada a su hijo que suelta una risa infantil mientras comienza a comer del cuello de su camisa favorita, bueno lección aprendida, tener ropa favorita cuando tienes hijo parece algo imposible.

Patea a Jackson en el suelo solo porque puede.

El idiota se ríe.

Imbécil.

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A Draco le gusta dormir con Scorpius a su lado, incluso si hay una cuna perfectamente en su habitación, le gusta ver el respirar del bebé a su lado; se pregunta muchas veces si alguna vez su madre durmió con él de esta forma.

Piensa mucho en su madre.

En como ella amaría a Scorpius.

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Draco esta comprando su comida cuando se encuentra con alguien frente a la puerta de Jackson, mira curiosamente su departamento donde sabe que dejo a su hijo con el susodicho, así que Jackson debe haber escuchado los golpes en la puerta de este individuo. Entrecierra los ojos ante la pareja, una chica de pequeña estatura, morena y cabello rizado, al lado de otro chico que parece enorme, musculoso, pero una cara afable. Ambos parecen una pareja de personas agradables, pero si Jackson finge que no los conoce en su departamento, claramente no es su problema.

Duda.

El chico le ha ayudado tanto, que supone que puede usar sus pequeños trucos mentales para engañar.

Nada del otro mundo.

Solo una mentira piadosa.

—Jackson salió en la mañana, dudo que haya vuelto—dice en voz alta viendo a la pareja con desconfianza.

No parecían malas personas.

Pero alguna vez Voldemort fue un niño tranquilo, así que no va a pensar demasiado del tema, las personas con apariencia amable pueden ser malas personas, así es la vida y se iba a encargar de enseñarle a su hijo que hay que desconfiar de los demás.

Aunque una parte de él solo quiere sujetar a Scorpius contra su pecho y alejarlo de las monstruosidades del mundo.

—¿Quién eres? —dice la chica con igual desconfianza, antes que el hombre la empuje suavemente y esta se sonroje—lo siento, soy Hazel y este es mi novio Frank, somos amigos de Percy pero no ha estado contestando los mensajes—

Amigos.

Interesante, el nombre de Frank había sido visto anteriormente en el teléfono de Jackson así que eso debe confirmar que es verdad, pero es novio de la chica. Draco frunce el ceño levemente ante la extraña sensación de alivio que tiene, pero la ignora a favor de mantener la fachada.

—Soy su vecino, a veces lo veo por el pasillo, siempre sale pero quien sabe dónde va—miente tan descaradamente que hasta debería avergonzarse.

Al contrario.

Se siente feliz cuando ve que ambas personas parecen creerle, es casi malo para él mentirle a personas inocentes, pero es un Slytherin que sabe jugar bien sus cartas. Saca sus llaves caminando de largo de ellos aunque no las ocupa, Percy esta dentro así que solamente tiene que abrir la puerta, pero ocupa mantener su fachada.

Ellos por otro lado quieren seguir hablando.

Molesto.

—Si lo ves puedes decirle que vinimos a buscarlos, que conteste los mensajes y que se cuide, nos preocupa—dice Hazel casi de forma preocupada.

Detiene sus llaves.

Ve a la chica.

Pero no puede más que notar la sinceridad de su mirada, tanto que duele, ha olvidado que alguien se preocupe por él.

Asiente de forma descuidada, pero no ofrece nada más, ve a los chicos verse antes de irse hablando entre susurros preocupados. Espera hasta que desaparecen por el pasillo antes de abrir el departamento donde entra.

Percy esta sentado en el sofá, con Scorpius dormido entre sus brazos, pero el chico parece aferrarse a su hijo como si su vida dependiera de ello. Cierra detrás de él antes de caminar hasta estar sentado a su lado, su hijo no esta herido y de alguna forma aun en su estado mental, sabe que Percy no lastimaría a Scorpius.

Pone una mano sobre su brazo, este parece salir de sus pensamientos.

—Traja galletas azules, quiero saber cómo convenciste a esa panadería de hacerlas—su tono de voz es neutral que no demuestra mucho, pero es suficiente para que el chico se relaje.

Asiente.

Su mirada esta algo distante.

No habla del tema, come en silencio, pero Draco lo deja dormir en el departamento esa noche. Después de ese día, parece que el chico no sale de su hogar al menos que sea para cambiarse o tomar algunas cosas de su propio hogar, siempre parece tener miedo cuando la puerta suena y tiene tantas preguntas.

Pero no habla.

Draco no lo obliga.

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El 24 de diciembre Draco amanece deprimido, el año pasado lo había pasado solo y otra vez estaba pasándolo casi solo, el recuerdo de las fiestas elegantes de la mansión parecían perseguirlo como espectros. Su mente traicionera recordó a Potter, se preguntó si estaría pasándolo con su manada de pelirrojas comadrejas y si se acordaría de Draco; con el tiempo cada vez pensaba menos en él, pero el día de hoy fue traicionado de alguna manera. No tenía nada planeado para hoy, seria un día normal con Scorpius donde verían probablemente dibujos animados y pediría comida por el famoso servicio de entrega que Jackson le enseño.

Su vida era aburrida.

Aunque bueno, mantener vivo a un bebé 24/7 era una tarea difícil de hacer.

No esperaba a Jackson, este había comentado sobre su madre y aunque había ahí el indicio de una invitación, la verdad es que Draco no tenía interés en pasar la navidad con una familia amorosa que le recordara su vida familiar.

Padre en prisión.

Madre sin salir de la mansión y comunicarse.

Draco ex criminal.

Tenía miedo cuando tuviera que explicarle a Scorpius sobre su vida familiar, tal vez podría hacer que tuviera una infancia casi normal, al menos para un muggle.

Estaba calentando la leche de Scorpius luego de cambiarle el pañal cuando el sonido de golpes de la puerta lo distrajo. No podía ser Jackson quien en algún momento se adueño de las llaves de su departamento y le saco copia, luego de explicar que irrumpió dentro de este desde el balcón. No ocupaba ser muggle para saber que eso era ilegal, pero dado que este cambio el pañal de Scorpius toda la semana, pudo ser perdonado.

Regresando al presente.

Cuando Draco abrió la puerta lo ultimo que espero ver fue una mujer, de pequeña estatura, cabellera castaña y ojos azules. Había un aire familiar en la mujer que apenas noto, antes de ver su sonrisa tranquila, pero no un tranquilo relajante.

No.

Era el tranquilo que tenía su madre antes de hacer una locura.

—¿Puedo ayudarle con algo? —pregunta Draco incomodo, pero la sonrisa de la mujer solamente aumenta.

Si.

Totalmente una mala señal.

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Draco había pasado muchas cosas, una vez un psicópata lo torturo porque tenía problemas y quería algo con la magia pero al final nunca nadie entendió que quería Voldemort aparte de joder la vida de todos, los Mortifagos lo habían ordenado a torturar, una vez su tía lo torturo. Pero entre las cosas que le habían pasado nunca una muggle lo había secuestrado, tampoco fue tan lejos, el departamento de Jackson solo estaba al lado de su departamento. Nunca había entrado a este, parecía bastante ordenado, pero también un poco abandonado, lo cual tiene sentido ya que el chico pasaba más en su casa que aquí.

Estaba lleno.

Paul y Estelle estaban en la sala de estar cuando Draco fue secuestrado por Sally Jackson, Percy que acababa de salir de darse una ducha solo gimió viendo mal a su madre, pero esta le ignoro.

Raro.

Todo en este lugar era raro.

Al menos Percy se acerco a él, le dio una mirada de disculpa y robo a Scorpius de sus manos, que soltó carcajadas abrazado por el adulto antes que este fuera con Paul y Estelle, esta ultima saltando emocionada por ver al bebé.

Quería estar con ellos.

Pero no.

Sally lo secuestro otra vez, por segunda vez en el día a la cocina, incluso si aseguro que era terrible cocinando.

Fue ignorado.

—Solo tienes que pelar las papas, no es tan difícil—había dicho y Draco quiso decirle que usara a Percy, pero no funciono.

Si terminaba con un dedo menos iba a culpar a la mujer, pero Draco decidió que podría quedarse a aprender algo de la cocina; con suerte así aprenda a no incendiar su cocina…otra vez.

—Entonces ustedes son los famosos Draco y Scorpius Malfoy de los cuales mi hijo habla—comienza Sally que se desenvuelve en la cocina con una facilidad que le da irritación, Draco piensa que esa mujer lo hace ver más fácil de lo que es.

Mentiras.

Así no era la vida.

—Jackson tiene la boca floja—

—En realidad no tanto, no ha hablado tanto, debiste verlo antes, no dejaba de hablar por los codos cuando era un niño—se ríe su madre.

Draco se detiene viéndole confundido, pensando si hablaban de la misma persona, porque Percy Jackson era una bola de energía que no dejaba de hablar; usualmente de cosas sin importancia, pero hablaba.

Se pregunta porque no hablaría con su madre.

Percy suele hablar mucho de su madre.

Aun así, no dice nada, porque no quiere poner al descubierto a su amigo, le cuesta pensar que son amigos, pero si alguien te ayuda tanto en los últimos meses, no hay otra forma de llamarlo. Draco se siente nervioso de tener un amigo, los últimos no estuvieron tanto, se fueron, se marcharon, Draco se tuvo que ir y de alguna forma estaba solo.

Minerva.

Bueno.

Ella vino, hizo lo que tenía que hacer y se marchó.

¿Jackson se marcharía también?

—Habla de ti—dice Draco pelando detenidamente la verdura en sus manos—yo no sabía hacer nada, pero él sabía cuidar niños, dice que lo aprendió de ti, ha sido alguien que ayuda—odia dejar ver su debilidad.

Draco había sido un inútil al inicio con Scorpius, pero pensaba que luego del tiempo, había mejorado, pero era gracias a Jackson.

No quiere saber que habría pasado de estar a solas.

Le gustaría pensar que lo habría descubierto por su cuenta, pero duda que fuera una realidad. Tal vez habría terminado pagándole a alguien para ayudarle, pero no está del todo seguro, su orgullo se lo impide de alguna forma.

—Percy le gusta ayudar a otros, aunque hace tiempo que no se veía…feliz—

—Le agrada Scorpius, supongo que es nuestra forma de ignorar la realidad—

Sally frunce el ceño antes de ver por el desayunador a los demás, Paul parece tranquilo mientras Percy hace reír a Scorpius y Estelle al mismo tiempo. Por suerte la televisión tiene una serie infantil sana, no una que aparenta verse de niños, pero al final del día no lo es.

South Park.

Cuando vio a Percy viendo la serie vulgar quiso patearlo, pero él solo se rio y tal vez era un idiota cuidando niños al final del día.

—Tu también le agradas Draco—un muggle diciendo su nombre y no le importa que lo haga, las cosas que han llegado a su vida.

Le ve de reojo.

—Su hijo es tolerable—admite encogiéndose de hombros.

Sally sigue la cocina, parece ser que tiene algo llamado "7 chilis" que huele realmente bien, incluso si Draco no es amante de la comida picante.

—Percy ha tenido una mala racha, Annabeth y él habían estado juntos por tanto tiempo, creo que lo que más le dolió fue perderla como amiga y se sentía perdido—

—…—

—Creo que cuando te encontró, encontró un amigo que realmente necesitaba—

—No soy un remplazo—

—No, yo tampoco lo creo, creo que eres algo más—

Draco mira confundido a la mujer, pero por más que intenta sacarle algo más, esta parece cambiar de tema emocionada por enseñarle a cocinar. Draco se alegra que la mayoría de la comida principal este terminada, porque vuelve a incendiar la cocina.

Hay gritos.

Curiosamente Percy y Scorpius lucen divertidos.

Locos.

.

.

Las tradiciones de navidad de los muggles son raras, comer en la sala de estar, ver películas, jugar juegos de mesa, usar pijama. Draco no recuerda que alguna navidad pasara así, siempre estaba listo para las fiestas de navidad o sus últimos años con los Mortifagos encerrado en su habitación deseando que todo termine pronto. El año pasado lo paso solo, supone que esto es un comienzo positivo en su vida. Sally esta acunando a Scorpius con una sonrisa diciendo que es un bebé hermoso y el niño ya la tiene en la palma de su mano.

Estelle esta sentada en su regazo.

Niña rara.

Nunca ha sido de niños, pero hay algo en la sonrisa inocente de la niña y que ahora tiene un hijo, que tal vez lo hace ser menos duro.

También es familia de Jackson y este le ha ayudado, puede ser amable con esta niña muggle.

No.

No muggle.

Solo niña.

—Draco y yo somos equipo—dice esta con emoción, lo que hace que por un momento Draco se sienta mal.

Alguna vez había estado a favor de lastimar a los muggles, muggles como Estelle que no han hecho nada malo y le sonríen con inocencia.

Sonríe a la niña mientras en medio del juego de mesa hace lo que ella indica, probablemente lo dejan ganar, no lo sabe.

Quiere irse a dormir en su casa, pero se queda en medio de la sala de estar durmiendo en un sofá, con Scorpius en un hermoso nido que han hecho en el suelo y que duerme rodeado de almohadas y mantas. Jackson duerme a su lado ya que les ha dado su habitación a sus padres y Estelle.

No puede dormir.

Su vista fija en el reloj.

—Feliz navidad—es la voz medio dormida de Percy a la media noche, lo voltea a ver sorprendido porque no sabía que estaba despierto.

Silencio.

Una sonrisa divertida y cansada se posa en su rostro.

—Feliz navidad—dice para si mismo viendo al hombre dormir más cerca de Scorpius inconscientemente.

Pasa mucho tiempo luego de la media noche viendo dormir a ambos.

.

.

Año nuevo llega, a pesar que Draco sabe que Percy es invitado a pasarlo con su madre, este se queda y Draco no pregunta mucho. Durante el 31 puede ver muchos mensajes llegar al teléfono de su amigo, pero este no contesta ninguno y luego de un rato los deja en silencio. Draco quiere dormirse temprano, pero Percy lo insta a mantenerse despierto y Scorpius parece estar en su modo no querer dormir temprano. Así que luego de jugar con el bebé un rato, una pequeña siesta, están en el tejado del edificio. Hay un espacio con sillas y un pequeño techo donde ambos están con varias mantas sobre ellos porque hace un frio de cojones.

No sabe cómo sentirse con el pijama de tiburón de Scorpius que Percy le regalo para navidad.

Al menos es cálida y el bebé parece dormitar bien sobre Jackson.

Están esperando la media noche para ver los fuegos artificiales, Draco mira el cielo un poco triste, a diferencia de Hogwarts o la mansión Malfoy, debido a que están cerca de la ciudad ver las estrellas es un poco difícil.

Percy lo nota.

—Pareces triste—

—No puedo ver las estrellas—Percy parece confundido, lo cual hace que sonría viendo el cielo—la familia de mi madre tenía esta tradición de llamar a cada uno de sus miembros con temáticas de estrellas o constelaciones, así que desde muy joven aprendí a leer bien el cielo—dice con nostalgia.

Astrología siempre fue fácil para él.

Toma esa Potter.

Siempre le gano a Granger en esa materia, no es que importe ahora.

—Draco y Scorpius—habla Percy meditando, a lo cual Draco sonríe sin poder evitarlo.

Mira a la distancia un rato, antes de levantar la mano para acariciar la cabeza de su hijo.

—La madre de Scorpius lo sabía…o lo suponía, ella realmente era otra cosa supongo, pero me alegra que le pusiera ese nombre—musita Draco con casi ternura—los nombres dan poder y la constelación siempre estará para protegerlo, es algo bueno ya que es una constelación que podría traer cosas grandes a su vida—

—¿Cómo la tuya? Es la constelación del dragón, eso es algo positivo—Percy luce animado.

Draco no lo está.

Un suspiro sale de sus labios volteando a ver el cielo de nuevo, hace frio, se acomoda mejor entre las cobijas y ve un poco de nieve que aun parece residual de las anteriores nevadas.

Frio.

Hace mucho frio.

—Te lo he dicho Jackson, yo no soy buena persona, incluso aunque la constelación del dragón me estuviera cuidando…dudo que pudiera hacer algo para ayudarme—susurra en voz baja.

El silencio sigue, no se atreve a ver a Jackson, solamente mira a la distancia.

Un nuevo año.

Dos años han pasado ya desde que vio a su madre.

La extraña, pero no puede evitar preguntarse, cuando pasen al fin los 5 años.

¿Podrá verla?

Fue exiliado de alguna forma de Londres, pero no es que le impidieran volver, podría hacerlo para visitar a su madre. Pero volver a Londres ahora suena un poco aterrador, así que Draco solamente mira a la distancia sin saber que quiere hacer.

Dentro de otros cinco años se cumplirían los 7 de su padre.

No puede dejar esos dos años a su madre a solas, pero quisiera traerla en lugar de ir lo cual hace aterrador lo mucho que se ha acostumbrado aquí.

Lo mucho que Londres no parece tener ya nada para él.

—Creo que, si existiera una constelación del Dragón, esta te cuidaría—

—¿Por qué? —

—Porque yo lo haría—

Draco deja de pensar en sus problemas para voltear a ver al chico sorprendido, este no lo ve, solo ve a la distancia con una sonrisa satisfecha. Este idiota siempre dice cosas en los momentos más extraños, quiere decirle que es un imbécil, que nadie aparte de sus padres lucharía a su lado y a veces depende la situación incluso ellos no lo hacen.

Que él eventualmente lo dejara.

Todos lo hacen.

Aunque por una vez, supone, puede soñar con un mundo de fantasía donde tiene un amigo que no lo abandone.

El primer fuego artificial lo saca de su ensoñación, es diferente a lo que paso el año pasado, donde se durmió temprano sin interés de verlo. Los muggles llenaron el cielo de colores y aunque no debería estar impresionado, la verdad es que cada vez que los conocía más, se impresionaba. Scorpius pareció salir del sueño, pero lejos de llorar por el ruido, aunque su pequeña visión de bebé no era tan desarrollada o no debía hacer, se reía por los colores.

Bueno era un semidios, no podía ser normal.

Toma al bebé de los brazos de Percy para acunarlo mientras ven el cielo lleno de colores, el niño se ríe a carcajadas lo que hace a Draco sonreírle con cariño. Hace un sonido tan lindo que voltea a ver a Jackson para ver si lo vio y ambos puedan ser fans del niño como siempre, pero cuando voltea a verlo este solamente lo ve mientras abraza sus rodillas.

—¿Qué estas mirando? —dice indignado que no vea a su hijo cuando hace algo adorable.

Jackson no contesta, solo se ríe antes de ver el cielo, con su hombro tocando el suyo, no lo aleja, solamente ve el cielo también.

Este año nuevo, se ve mejor que el pasado.

Continuara…

Ay mis niños son tan lindos.

Este fic es mi lugar fluffy para hacer cosas adorables.