¡Vamos! Maldito renacuajo de río

No bajaba la velocidad mientras que presionaba fuertemente la herida de bala recién hecha, el asiento del auto comenzaba a teñirse de rojo por la cantidad de sangre que escurría aquel demonio de cabello blanco.

Moxxie estiró su mano con la fuerza que pudo reunir y sintió el pelaje de aquella licántropo encontrándose con un viejo recuerdo.

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

La vida de Moxxie siempre fue complicada desde pequeño, sus padres fueron grandes pilares de las compañías infernales, por lo tanto nunca fueron cercanos.

Su madre, Martha, señora dueña de la tercera parte más grande de la compañía: "Torturas S.A de S.V.C" era explosivamente peligrosa, terrorista en su tiempo libre cuando aún vivía en la tierra de los vivos.

Su padre Gloxxe, un demonio de sangre antigua, era su dolor de cabeza todos los días de su corta vida, un empresario dueño de las exportaciones principales de todo el infierno y sus alrededores, mafioso y torturador a tiempo completo.

Su matrimonio fue arreglado para la absolución de las dos compañías y crecer, fué una buena idea, hasta el momento en que su enemigos decidieron intentar asesinarlos para eliminar la competencia tan grande que se avecinaba.

La familia de Moxxie se creó con el enmedio, ¿Qué mal pudo crear aquel pequeño? Sólo fue víctima en un sucio truco de negocios entre dos personas despreciables.

Al crecer no llegó a mejor, los únicos días que veía a su padre era cuando se embriagaba en casa y lo golpeaba hasta que se cansaba por qué sus propias palabras:

"Eres un marica de primera Moxxie, un gatillazo estúpido y sin sentido. Sobre todo gay" Moxxie no podía entender a lo que refería su padre, aún con esas lo perdonaba pues sabía que él sólo "Estaba triste por mamá", cosa que obviamente era equivocada pues le importaba un comino lo que hiciera, o no, su pseudo esposa.

Su madre...

Bueno realmente las veces que la vió fueron contadas con los dedos de su mano derecha, tres exactamente, cuando nació, cuando casi muere siendo raptado y la vez en que se fue de la mansión con aquel señor de "bigote gracioso".

Para su cumpleaños número doce su padre le concedió la adopción de un "perro" cosa que agradeció por el resto del mes, un lindo animal de color gris en su lomo y blanco en su pecho, lo amó tanto en sus primeros meses de recién nacido llamándole por "Cerberito", le encantaba salir a pasear con el.

Al primer año le compró un pequeño moño rojo cómo el suyo y en su propio cumpleaños se preocupaba más por su perro.

Para el segundo año Moxxie estaba más rebelde que de costumbre, quizá por qué ya no estaba tan atento a los problemas familiares, su padre harto de la situación habló con él.

Moxxie, Trae a tu perro con síndrome de down aquí.

Ordenó serio mientras sostenía una copa de whisky cómo de costumbre

Ya te dije que no es un perro y no tiene ninguna enfermedad papá.

Dijo Moxxie mientras se acercaba con su "Cerberito" que sacaba su lengua por un lado.

¿Sabes cuál fue la debilidad de tu madre y yo durante mucho tiempo?

Por primera vez en toda su vida, su padre le hablaba con cierta diligencia y sin maldecirlo al final de todas y cada una de sus oraciones en su conversación.

No lo sé papá. . . ¿Que mamá era mujer?

dijo dando a su mascota una croqueta mirándole sonriente.

Eso es machista Moxxie. . . Pero es cierto, si no tuviera esas tetas sería más ágil.

Dentro de su traje buscó una pequeña pistola de carabina –¿Éso es un arma?

Asustado el joven demonio, empujó a su mascota detrás de él.

Es tu arma favorita Moxxie, con la que casaste tu primer víctima ¿Lo recuerdas?

A Moxxie le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo, algo no andaba bien.

Lo recuerdo... Fué al auto de mamá.

Estaba comenzando a sentirse nervioso mirando a su padre cargar el arma

Eres débil Moxxie...

apuntó el arma justo al pecho de su hijo –Espera tranquilízate, estás borracho, vas a lastimar a alguien con éso.

Aló el pestillo amenazando con disparar a su propia sangre, el pecho del peliblanco comenzó a hincharse en reptidas ocaciones hiperventilandoce.

No lo hagas papá, yo prometo ser mejor... por favor...

Escucho el resorte del gatillo accionar.

— ¡LO SIENTO!

Gritó aterrorizado, el estruendoso disparo resonó por toda la casa, el joven Moxxie estaba llorando y muy asustado reviso todo su cuerpo, estaba intacto.

Limpialo... Mañana te irás al colegio del que hablamos, Ugh que hedor tan asqueroso ¿Seguro que no era un perro?

Mientras se marchaba dejó a su hijo con un dolor inmenso en su corazón, su mascota yacía en el suelo.

Muerta.

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

Cerberus...

Mencionó mientras su mano le hacía sentir aquel viejo recuerdo de su primer mejor amigo, Loona no hablaba, no le gustaba que le tocaran, pero por alguna razón no quería interrumpir aquel sueño tan triste que escuchaba entre balbuceos.

Había logrado llegar al hospital, aún sin poder creerlo pudo internarlo exitosamente, ese viejo Blitzo si que cumplía con el seguro médico.

Tras varias horas de cirujía para extraer la bala de su pecho logró salir del quirófano con una suerte tremenda, sin tocar un sólo órgano importante, sólo carne y hueso que sanarían al mes.

Loona trasnocho dos días enteros en el hospital por su seguridad y aunque ella no quiera aceptarlo: por preocupación, Moxxie despertó al medio día adolorido.

Ugh. . . Mierda me duele todo el cuerpo. . . El pecho me está matando, siento cómo si me hubieran disparado.

Se quejó mientras cubría sus ojos por la luz blanca –Por qué fué así idiota...

En el sillón de visitas estaba aquella licántropo estirándose, las ojeras eran visibles y a la vista se veía destruida, tan pronto el se levantó miro como la cola de Loona comenzó a moverse, cosa que le llamó bastante la atención.

¿Loona? ¿Qué carajo pasó? ¿Dónde estoy?

Comenzando a entrar en pánico por no recordar el día anterior.

Loona se acercó a la camilla y le golpeó abofeteó el rostro.

Tu y yo... Nos besamos, Blitzo te intento asesinar y tu esposa casi lo logra, no supe que hacer así que aquí estamos en este hospital.

¿Alguna otra pregunta?

Pfff JA, okey, okey, bien jugado chicos, buena broma, exelente en su escenografía, pero por favor ¿Utilizar a Loona de actriz?

Dijjo hilarante aquel demonio mirando en todas direcciónes, poco a poco su sonrisa se fue perdiendo.

Dime que es una broma Luny, vamos dime qué lo es...

pronto dejaremos ésto de lado y comenzaremos con el trabajo tú, Blitzo mi esposa y yo.

¿Cierto? Está semana es completamente un sueño ¿Verdad Loona? Vamos dime qué es broma...

Moxxie no dejaba de soltar lágrimas, una tras otra cayeron hasta dejar llorando al peliblanco.

Loona estaba realmente incómoda;

¿Cómo se supone que debía reaccionar a éso?

Se acercó de nuevo a la camilla y miro a los ojos a Moxxie, éste también le miró fijamente.

Yo... Lo siento... Fué mi culpa todo ésto, hoy iré a explicarle a tú esposa lo que ocurrió, también a Blitzo, aunque tal vez el no lo crea tan fácilmente, seguirá intentando matarte, lo siento mucho Moxxie

de verdad...

Incrédulo e inexplicablemente algo comenzó a ocurrir, lágrimas comenzaban a brotar también de sus ojos, por más veces que se disculpaba no dejaban de salir aquellas lágrimas de culpabilidad, sabía que si ella no le hubiera dicho sus desamores quizá aquel beso jamás hubiera ocurrido.

Oh no... no quería hacerte sentir así, no necesitas explicarle nada a nadie, Millie ya intentaba asesinarme y Blitzo. . . Tarde o temprano encontraría una razón.

Él demonio peliblanco tomó las manos de la licántropo y la miró de frente con amabilidad en su sonrisa.

Tu sólo querías ser querida y yo quería darte éso ¿Está bien?

el sonrojo en la licántropo no se hizo esperar y algo más obvio que éso era el movimiento brusco en su cola, no dejaba de moverse involuntariamente, era la primera vez que le ocurría y era horriblemente avergonzante.

¿Eso es normal?

dudó el peliblanco, Loona sólo se separó cabizbaja y se sentó de nuevo, su cola no se detuvo en un buen rato.

Para el anochecer Moxxie se encontraba ya fuera de aquel hospital junto a Loona, con quien subió al auto.

Aún te faltaban días de revisión, no entiendo para que firmar tu salida si aún no te has recuperado del todo.

No me gustan los hospitales Loona, además Blitzo debe saber dónde estoy...

Tras un par de calles frenó.

¿Comida china?

Preguntó Moxxie, Loona sólo recordó las veces que le dijeron que no se acercará a ese tipo de restaurantes cuándo era pequeña.

No quiero cometer canibalismo... Quizá sería mejor sólo una hamburguesa...

Manejó un poco más hasta llegar a un nada salubre puesto de hamburguesas, ordenaron cualquier cosa y se sentaron en aquellas bancas al aire libre.

Y bien. . . ¿Que piensas hacer?

Preguntó Loona mientras miraba sus patas "traseras", era claro que estaba avergonzada, Moxxie lo notaba pero no quería recibir un "No te incumbe feto de demogorgón" así que decidió no preguntar al respecto

No lo sé, quizá deba arrástrame de nuevo con papá, aunque se lo que dirá, realmente creó que lo merezco, ya lo puedo escuchar ¡Te dije que esa zorra sólo quería acostarse contigo unas cuantas veces nadamás idiota!

Gritó imitando a su padre, la tristeza se le notaba en cada palabra, su cuerpo era pequeño, débil y aún así podía verse mucho peor... Cómo ahora, sangrando, adolorido, su vida se arruinó en menos de una semana y al parecer incomoda a la única amiga que le quedaba: Loona.

Pero... Así cómo lo describes no creó que me reciba mejor...

Moxxie formó una cara de confusión enseguida ¿Había escuchado mal?

Disculpa... ¿Estamos kimosabi? ¿Cómo que "Me reciba"?

Preguntó eufórico.

Yo... Realmente no quise decir que...

Bueno yo...

Loona estaba asustada, no sabía que responderle pues ni ella misma sabía a qué se refería cuándo se ameritó que irían los dos juntos.

Lo siento Loona, pero después de ésto te dejaré con Blitzo y de ahí intentaré que no me despedasen camino a mi nueva vida.

Ni siquiera sé si lo lograré.

La mesera lanzó despectivamente los platos hacia ellos, Moxxie por más que picaba aquella hamburguesa no lograba abrir su apetito, Loona ni siquiera lo pensó o saboreó, solamente devoró, hace mucho que no comía y más para el estómago de un licántropo.

¿Te comerás éso?

Preguntó algo avergonzada por el rugir de su estómago

no creó poder comer, adelante.

Loona engulló la hamburguesa de Moxxie.

Volvieron al auto y Moxxie arrancó, el transcurso fué silencioso, Loona no quería volver, pero tampoco quería aceptar que quería ir con Moxxie, estaban cada vez más cerca de el apartamento de Blitzo y ella comenzó a entrar en pánico, no quería volver con su padrastro y quería seguir sintiendo esa incomodidad con Moxxie, pero no sabía cómo decírselo.

Llegaron frente al conglomerado y se detuvieron.

Bien. . . Fué un verdadero desastre complicado y espantoso, pero en verdad lo disfruté, espero que puedas ser de ésta forma muchas más veces.

Dijo despectivamente aquel demonio peliblanco, Loona miro hacia la alfombra del coche y lo pensó por un momento.

¡BLITZO!

Gritaba Loona mientras azotaba la puerta del auto.

¡AYUDA!

Moxxie muy asustado metió a Loona al auto –¿Qué crees qué haces?

Loona dió una risita burlona y lo miró a los ojos

A menos que tengas una suerte increíblemente absurda deberías acelerar a fondo.

De pronto una voz junto a un escopetazo se escucharon detrás:

¡HIJO DE PERRA BLITZO!

Moxxie no lo pensó dos veces, piso el acelerador hasta el fondo.

El ruido de un motor maltrecho aterrorizó a los dos pilotos; no arrancaba.

Oh no...

Para terminar, una figura pequeña azotó la parte frontal del auto, era Millie quien estaba llena de grasa y una caja pequeña rota de lo que parecía ser la marcha.

¡FUISTE TÚ LA CULPABLE DE TODO ÉSTO PUTA ZORRA FURRA!

Amenazó con las tijeras gigantes de acero

Oh mierda...

se quejó Loona.