Severus Snape estaba preocupado.

Estaba preocupado porque estaba esperando a que algo malo pasara.

Por primera vez en su vida, estaba... ¿se atrevería a decirlo? Casi... contento.

No tenía megalómanos locos tratando de destruir su cordura en ambos lados de la guerra, unicamente una jefa a la que solo respondía en términos de su trabajo.

No había guerra, ni batallas, ni convocaciones ardientes y tortuosas en las que se preguntaba si esta vez escaparía sin que le faltara algo crucial... siempre a riesgo de dejar atrás un pedazo de su cuerpo, mente o alma.

Tenía mucho tiempo libre para trabajar en su investigación y estudio privados, lo cual no había podido hacer en años, no tenía que perder el tiempo mimando a los de primero y segundo que trataban de hacerse estallar a través de un trabajo inepto.

Y... Tenía una bruja hermosa e inteligente, que a pesar de todos sus intentos, parecía muy feliz de pasar el 75% de su tiempo libre a solas con él, junto con una gran parte de su tiempo de estudio, a pesar de las miradas cada vez más desagradables que él estaba recibiendo de su novio, algo que ella parecía ignorar.

El fin de la guerra significó un gran cambio para Severus Snape y la forma en que la gente lo miraba. Ya no era sólo el aterrador maestro de pociones, era el héroe resplandeciente o el villano astuto, y nada intermedio. Sin embargo, la chica nunca lo trató como a un héroe ni como a un villano.

Ella era directa, honesta... y no aceptaba ninguna de sus mierdas. Oh, no lo malinterpretes, ella era respetuosa... dándole todo el respeto debido a un mago con tanto conocimiento como él, y nunca cuestionaba su autoridad en términos de su aprendizaje... pero cuando él estaba siendo un sarcástico... bueno, ella simplemente daba tanto como recibía.

Era... bastante agradable en realidad.

Ella no esperaba nada de él, aparte de lo que le correspondía por su aprendizaje, no le exigió nada y nunca intentó que cambiara quién era, de hecho, curiosamente parecía gustarle tal como era... ¿Y no era eso una novedad?

Lo único que parecía querer de él era... ¿se atrevería a decirlo? Amistad. Compañerismo... una fusión de mentes, dos marginados, mentes brillantes que siempre viven en mundos que otros no pueden empezar a comprender, simplemente porque no podían esperar nunca ser sus iguales.

Severus Snape no tenía amigos... no necesitaba amigos, tenía contactos de negocios, conocidos personales y gente con la que estaba familiarizado.

No tenía ningún deseo de hacer amigos.

Sin embargo... mientras estaban sentados tomando té y discutiendo sobre pociones en sus habitaciones, se dio cuenta de que en algún momento de las últimas semanas ella se había movido de su silla al sofá a su lado, y no había vuelto a moverse desde entonces.
Se dio cuenta de que ella siempre estaba gesticulando con sus manos para expresar su opinión, y no tenía miedo de tocarlo para transmitir su punto de vista... y eso era una singularidad en sí misma, nadie quería tocar al odioso Snape. El imbécil grasiento de las mazmorras. Pero aquí estaba ella, sentada a su lado en el sofá, con las piernas presionadas contra las suyas mientras argumentaba su caso sobre un artículo semanal de pociones. Cuando él le decía algo sarcástico, ella a veces lo empujaba o incluso una vez le daba un puñetazo en el brazo... y cuando él decía algo sarcástico sobre alguien que no era ella, ella se reía con esa risa melodiosa suya y le ponía la mano en el brazo o en su pierna... y no podía evitar esbozar una pequeña sonrisa mientras su pecho se hinchaba de orgullo de poder hacerla sonreír y reír tan libremente.

De acuerdo. Así que tal vez Severus Snape podría tener una amiga... siempre y cuando ella no supiera que él pensaba en ella como tal.

Quizás podría mantenerla como una "Amiga" si ella no descubriera cuanto disfrutaba realmente sus jueves ahora.

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Se habían adaptado a una cómoda rutina durante las últimas semanas, y después de la semana inicial, cuando él se dio cuenta de que nada la iba a intimidar para abandonar el aprendizaje, encontraron una especie de equilibrio agradable en el que existir una vez que él aceptó su presencia en su vida.

Fue ayudado en gran parte por el hecho de que su competitividad había encontrado una nueva liberación, en lugar de que ambos intentaran superarse el uno al otro... algo en lo que él había tirado la toalla enojado después de que los puntos de ella fueran de cifras dobles y los de él estuviera muy posiblemente en negativo...

La solución les había llegado bajo la apariencia de el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, un imbécil vanidoso y acicalado que le recordaba a una versión bronceada de Gilderoy Lockhart.

El hombre estaba actualmente en la mesa principal revisando su cabello con el dorso de una cuchara.

Resoplando en su taza de café se volvió hacia la chica que estaba a su lado.

"Ese inútil maricón está tan obsesionado con su apariencia que hará que maten a un estudiante cuando este demasiado preocupado por lo que un protego podría hacerle a su cabello..."

Se volvió para mirar al hombre y resopló en su propia taza.

"Estoy de acuerdo... excepto por lo de maricón, es heterosexual"

Entrecerrando los ojos hacia ella, soltó una respuesta.

"Pasé los últimos 18 años viviendo bajo el control de Albus, la reina del drama, Dumbledore, y sus fabulosas túnicas... reconozco a un maricón cuando lo veo"

Ella se rió entre dientes pero respondió: "No todos los gays son tan fabulosos como Dumbledore, sabes? Y muchos hombres heterosexuales son tan vanidosos como pavo reales... Lucius Malfoy, por ejemplo".

Otro resoplido de él..."No es el mejor ejemplo para tu argumento..."

Ella levantó una ceja..."¿En serio?... sabes, siempre tuve duda sobre ustedes dos"

Él le lanzó una mirada venenosa mientras ella se reía entre dientes con su café.

"Ja, ja muy graciosa,... pero el punto sigue siendo: ese hombre es un pulidor de escobas".

"Te equivocas"

"Nunca me equivoco"

"¿Quieres apostar?"

Esas parecían ser las palabras mágicas, mientras su ceja se alzaba con interés y la miraba fríamente, incluso mientras recordaba dónde terminó su última apuesta con ella.

"¿Qué clase de apuesta?"

"Apuesto a que puedo lograr que admita que no es gay, aquí y ahora, en la mesa del desayuno".

Para dar énfasis, se desabrochó sin varita el botón superior de su blusa y la hizo un poco más ajustada, por lo que era similar a la que llevaba el jueves.

"Intrigante... ¿y tus términos?"

"Cuando consiga que admita que no es gay... tendrás que usar shorts de mezclilla el jueves"

Casi inhaló su café y tosió mientras miraba su forma risueña.

Ríete todo lo que quieras, Granger.

"No tengo shorts de mezclilla"

"Está bien, te transfiguraré unos"

"¿Y cuándo el hombre resulta ser tan hetero como Dumbledore y Grindelwald...?"

"Mis pantalones cortos se vuelven extra cortos"

Su ceja se elevó hasta la línea del cabello... ¿estaba coqueteando con él? o simplemente tenía mucha confianza... de cualquier manera estaba funcionando.

Con una sonrisa selló su destino "Trato hecho, espero que no te encuentres con Filch en tu camino a las mazmorras, podrías darle un infarto al pobre hombre"

Ella sonrió con esa sonrisa de gato de Cheshire y se levantó para acercarse al hombre que estaba a unos asientos de ellos.

La observó mientras ella se acercaba al hombre y no pudo evitar imaginar que los pantalones cortos se acortarían aún más el jueves.

Dios, esta iba a ser una buena semana.

Observó cómo ella colocaba su mano sobre su hombro y el hombre sonrió alegremente en respuesta a algo que ella dijo, y luego, de repente, en su siguiente declaración, escuchó la respuesta farfullada: "¡NO SOY GAY!" Muchas cabezas giraron ante eso y su mandíbula cayó consternada cuando ella no pudo evitar sonreír mientras regresaba a su lado, justo a tiempo para que se fueran a su salón de clases.

Mientras salían del pasillo, ella no pudo evitar regodearse ante él mientras él se enojaba. "Siempre me he preguntado cómo se vería con mezclilla, profesor".

Luchó contra el sonrojo que se apoderaba de su rostro mientras no podía evitar cuestionar su habilidad.

"Esta vez ganaste, Granger... pero ¿cómo lograste exactamente que el imbécil gritara así?"

"Fácil... primero le pregunté si estaba soltero... Y por supuesto se quedó mirando mis tetas mientras me decía que lo estaba"

"¿Y luego? ¿Cómo pasó de estar soltero a gritar "¡No soy gay!"

La sonrisa del gato de Cheshire volvió, y al instante volvió a tener esa sensación del gato y el ratón.

"Dije: es genial que estés soltero... porque mi Maestro Snape me pidió que viniera aquí y averiguara por él si eras gay"

Él se quedó paralizado en su lugar, con la cara roja como una remolacha mientras ella seguía riendo a carcajadas durante todo el camino hasta las mazmorras.

Voy a matarla, joder...

Incluso si me gusta un poco.

Nota de la autora: Por favor comenten! También tengan en cuenta que Severus no es homofóbico de ninguna manera, quiso decir que el hombre era inútil porque era muy vanidoso y obsesionado consigo mismo, no tenía nada que ver con que él pensara que era gay, eso fue una forma de hablar, no tiene ningún problema con la homosexualidad en absoluto.

Nota de la traductora: y con esto termino el minimaratón de hoy. Debo decir que aunque apenas es el inicio, lo que Hermione le da a Severus es invaluable. Lo primero es que le gusta simplemente pasar tiempo con él, como él mismo dijo, sin exigirle nada extra que su enseñanza por el aprendizaje y ofreciendo su amistad, cuando fue la última vez que Severus recibió algo así sin que esperaran algo de él? Otra cosa es que ella no lo ve ni como un caballero de dorada armadura ni como un monstruo, que es como mucha gente lo ve en el fandom, ambas versiones son completamente unidimensionales y no tienen nada que ver con el gran personaje que es. Y por último, ella no está tratando de arreglarlo, es capaz de seguirle el ritmo, pero no lo quiere cambiar, y eso es bueno porque a)el icanfixhim es completamente narcisista por parte de la persona que quiere hacerlo y b) este personaje no necesita ser arreglado, y no porque sea perfecto, pero creo que con alguien de su lado sería más que suficiente para que él arreglara lo que tuviera que arreglar por sí mismo, además hay aspectos de su personalidad que aunque a muchos no gustan a mi me parecen geniales. Y ustedes, creen que Hermione está coqueteando con su maestro o simplemente está probando sus límites. Cuéntenme que opinan!