Jiro se mantuvo inmóvil, dejando que su respiración se sincronizara con el entorno. El viento helado acariciaba su piel, haciéndole sentir cada pequeño cambio en la temperatura, cada variación en la dirección del aire. Cerró los ojos, dejando que sus otros sentidos se agudizaran mientras el viento jugueteaba con su cabello. Las lecciones de Nami sobre meteorología resonaban en su mente: Había aprendido a reconocer esos sutiles indicios en el clima que precedían un fenómeno natural. Todo lo que había aprendido indicaba que las condiciones eran perfectas.

Silenciosamente, Jiro recordó la conversación entre Nami y Robin, cuando las dos piratas discutieron sobre cómo manipular el clima y el sonido para crear un efecto unico. Habían hablado de un fenómeno natural que, si se aprovechaba correctamente, podría lograr un efecto que lograría salvarles a todos sin dañarlos. Era algo peligroso, algo que requería precisión y un profundo entendimiento de las fuerzas que operaban en la naturaleza.

Jiro murmuró una disculpa a todos los animales que habitaban en la montaña. Sabía que lo que estaba a punto de hacer podría causar estragos en el ecosistema, pero no tenía otra opción. Juntó sus palmas, concentrándose en la lección sobre el infrasonido que Brook le había enseñado. Si podía generar la frecuencia correcta, si podía canalizar esa energía natural que la rodeaba, entonces podría desatar un fenómeno que podría cambiar todo a favor.

—¿Estas bien Jiro?

—¡Si! Solo... No se muevan de donde estan.

—¿Qué estas planeando?

Jiro concentró su quirk en una frecuencia inaudible, una vibración que parecía surgir de lo más profundo de la montaña misma. Sus lóbulos, metálicos y precisos, comenzaron a emitir un sonido que escapaba a la percepción humana. Esta resonancia invisible se lanzó hacia la cima, atravesando el hielo y las rocas, enviando ondas que distorsionaban el ambiente a su paso.

La frecuencia produjo un efecto en cadena, generando vórtices en el viento que causaron una serie de pequeñas avalanchas. Los animales, sintiendo el cambio en el ambiente y el terror instintivo, huyeron en estampida. Los cuervos abandonaron sus posiciones, revoloteando desesperadamente en busca de un lugar seguro, mientras las criaturas de la fauna local se dispersaban como si huyeran de un incendio forestal... El área se despejó rápidamente, dejando a los humanos confundidos y desconcertados.

—¿Qué está pasando? —Cuestionó Denki confundido al ver cómo los animales huían en masa, aunque Jiro parecía inmóvil y serena.

—Vórtices de Von Karman. —Respondió Jiro. —Son patrones repetitivos de remolinos causados por la separación no estacionaria de una capa de fluido... La humedad, la altura y la fuerza del viento en esta montaña me permiten aprovechar estos factores.

—Jiro, eres encantadora... ¡PERO NO TE ENTENDÍ NI UN CARAJO!

—Estos vórtices generan altos niveles de infrasonido. Es un sonido que está por debajo del espectro audible para los humanos. Los infrasonidos pueden causar vértigo, náuseas, migrañas y malestar general. Los animales tienen una sensibilidad mucho mayor a estos sonidos y no lo soportan, por eso están huyendo. Pero los villanos... Ellos no podrán escapar de las consecuencias que les causará en su canal auditivo... Y ni siquiera van a saber que es lo que sucede.

Los sicarios se encontraron inmersos en un estado de creciente incomodidad. Un malestar inexplicable comenzó a invadir sus cuerpos, haciéndolos sentir como si estuvieran bajo una vigilancia constante. La sensación de ser observados, sin que hubiera un peligro visible, los mantenía en un estado de alerta extremo.

La incomodidad pronto se convirtió en una migraña intensa, un dolor punzante que parecía perforar sus cerebros. La causa del dolor era un misterio, y las acusaciones hacia Medd por envenenar los alimentos no hicieron más que aumentar el alboroto. Medd, al igual que los demás, era víctima de la misma angustia. Sus pechos vibraban de manera extraña, y la preocupación por un posible problema cardíaco se apoderó de ellos.

Sus cuerpos vibraban de manera incontrolable, una sensación tan intensa que parecía sacudir sus huesos. Sin entender del todo lo que estaba ocurriendo, sus mentes se llenaron de un pánico incesante. Sentían como si fueran perseguidos por una amenaza invisible, y la histeria colectiva empezó a apoderarse de ellos.

La falta de sonido a su alrededor acentuaba la confusión; no había rastro de ruido que explicara su angustia. Era como si el mundo se hubiera convertido en un vacío, y la incomodidad en sus cuerpos se hacía más insoportable con cada minuto que pasaba.

El grupo perdió toda coherencia. Intentaron agarrar a algunos de los piratas que habían capturado anteriormente, pero la desesperación y el miedo a lo desconocido los superaron. Los cuerpos de los prisioneros fueron abandonados en la nieve, y los sicarios, incapaces de mantenerse enfocados en su misión, comenzaron a correr hacia donde sus instintos les indicaban.

El rastro de pisadas que seguían los animales se volvió su único guía, un camino hacia lo desconocido en un intento de escapar de la extraña sensación que los acosaba.

—¡Alguien debe encargarse de cuidar no despierten!

—¡A la mierda eso!

—¡¿NO PUEDES HACER ALGO?!

—¡HAZLO TU!

—¡Mierda!

—¡Ni los putos cuervos están aquí!

—¡Oigan! ¡¿Qué es lo que tienen?! —Gritó el cráneo de Brook que era abandonado, ya que estaban atorado bajo unos troncos, mientras sus huesos estaban amarrados con las prendas de los héroes.

Un par de minutos pasaron y el malestar solo se intesificaba.

—Brook sensei... —Llamó Ochako debilitada y mareada, pero incapaz de dejar nadie atrás.

—¡Uraraka san!

—Lo siento... No me siento muy bien... —Dijo haciendo levitar los troncos para liberar el cráneo. —¿Puede ayudarme a llevar a los demás a una zona segura? —Solicitó queriendo vomitar, mientras rompía su chamarra, para amarrar como globos a sus maestros, compañeros y piratas, para despues hacerlos levitar.

—Uraraka san... Eso te va a debilitar más rapido...

—Mi prioridad es la seguridad de todos... despues me enfocaré en mi salud.

—Te ayudo Ochako chan. —Se escuchó Froppy, quien entrelazaba su lengua en las trabillas de los pantalones.

—Esto es... —La voz de la navegante llegó a sus oídos.

—Calle de Vórtices de Von Kármán. —Finalizó Robin que se sentía con total extrañeza, deseando huir junto con los villanos.

—Nami... Tu estudiante es un prodigio. —Dio su opinion, presionando su pecho tratando de aliviar el cumulo de vibraciones que se sentían por todo su cuerpo.

—No puedo creer que lo lograra... —Pronunció con dificultad, mientras sentía como el malestar descendía. —Es... increíble... llevó la teoría a la práctica...

Una serie de agujas metálicas salieron disparadas enterrándose en la nieve y corteza de los árboles.

—Esos son...

—¡ESPERA DENKI! ¡NO INTENTES NADA! —Advirtió Nami, reconociendo las agujas metálicas.

—¡NAMI SENSEI! ¡ESTÁN BIEN!

—Si... La taquicardia me levantó.

Robin tomó asiento ahora que el fenómeno había terminado y cruzó sus brazos, creando decenas de ojos en los árboles en búsqueda de los villanos.

—No bajen la guardia... Siguen merodeando. —Advirtió la pelinegra. —Brook... Tu espíritu recorrió la ubicación de los demás mientras estaban inconscientes... ¿Qué es lo que sabes?

—¿Cómo lo sabes Robin san?

—Fufufu

—¡Yohohoho! Estabas despierta, ¡Y esos hombres son demasiado habladores!

—Cuando comencé a escuchar ya tenía información incompleta, pero vi que tu alma escapó de tu boca por un buen rato...

—Yoho~ho... Efectivamente... Lo que se es que son seis en total... han estado planeando esto desde hace tiempo, y por medio de los cuervos nos han vigilado para que no logremos distinguir sus presencias.

—Mmmm los cuervos ya llevaban 3 semanas merodeando... Pensé que esperaban que murieran de hambre para alimentarse de sus cadáveres. —Señaló la arqueologa

—¡ROBIN SAN! ¿Qué necesidad de ser tan sádica? —Quejó Kaminari

—Fufufu

—El hombre de bigote fue quien enveneno los rios y animales... por eso es que todo este tiempo nuestros cuerpos estaban debilitados... por las toxinas.

—Básicamente hemos sobrevivido de pescado, porque no tenemos el corazon de matar un animal grande. —Lamentó Uraraka. —No dejamos de envenenarnos a diario.

—¡YA NO ESTAN! —Celebró Jiro quien se acercaba a la base, seguida de Aoyama quien cargaba en su espalda a Tokoyami.

El rostro de la heroína se iluminó al ver como no solo los villanos desertaron, si no que ellos no eran los únicos despiertos. Pero contrastando con su alegre sonrisa, estaba la abrumadora aura del joven rubio que bajó a Tokoyami y le nació la necesidad de huir, en especial al ver como Robin no le quitaba de encima, la vista con una sonrisa traviesa.

—¡JIRO SAN! ¡LO LOGRASTE! —Nami corrió hasta la joven, dándole un abrazo que la sonrojó.

—Vaya...envenenados... Creo que el bigotón no era tan bueno como pensábamos, ¿Ah, Jiro?

—¿Bueno?

—Nos lo topamos en el camino... Nos ignoró y advirtió de alguien de cabello morado. —Agregó la chica.

—Es porque esta siendo obligado. —Comentó el esqueleto.

—Tiene sentido.

—Bien, si jugamos bien nuestras cartas, puede estar de nuestro lado. —Celebró Nami

—¿Qué hay del de cabello morado?

—Tiene la misma habilidad de Caesar... —Respondió el musico a la pregunta de la navegante. —Puede eliminar el oxígeno a su alrededor.

—Así fue como perdimos el conocimiento... —Dijo Kaminari. —De la nada sentía que me ahogaba.

—La mujer ya la conocíamos. —Explicó Yaoyorozu quien recién se levantaba, aun débil por el efecto de la roquera.

—¡MOMO!

—Perdón... Me despertó un problema con mi corazón... Pero mi cuerpo era incapaz de reaccionar.

—Entonces dices la conocían.

—Hace más de un mes nos atacó acompañada de otros dos villanos... Su voz petrifica el cuerpo de quien lo escuche.

—Estos villanos han estado usando un plan para detenernos a todos. —Señaló la navegante.

—¿Cuál es el culpable de que nos metiéramos en los recuerdos de los demás? —Preguntó Momo interesada. —No quiero ser imprudente... Pero, me gustaría continuar en el pasado de Franky sensei... Encontré planos valiosos, pero la paranoia que sentía me sacó del trance.

—Al menos tu viviste algo beneficioso... ¡A MI ME ATACÓ UN EMINEM CON COMPLEJO DE DIOS!

Jiro no pudo evitar escupir de la risa, al escuchar la combinación de palabras, imaginándose una batalla de Rap, pero en cambio, Denki se mostraba realmente perturbado.

—¡NO TE RIAS! ¡FUE ATERRADOR!

—Brook san... —Llamó Tsuyu con su índice en los labios. —¿Cómo podemos despertar a los demás? Kero.

—Bueno...

—Ellos tienen que resolver la problemática donde fueron colocados. —Explicó Nami.

—Estuve en tres recuerdos y traté de extender el tercero para indagar un poco más en su mundo... Pero creo la mejor manera de explicar donde se encuentra su conciencia es: Una tercera realidad...

—¿Tercera realidad?

—Si... A pesar de que nuestra mente es ubicada en un recuerdo en particular, son el conocimiento y recuerdos de ambas personas lo que crean un nuevo camino... Se va creando una nueva experiencia a partir de la mente conjunta.

—Fue algo que descubrí en el pasado de Nemuri... Fui limitada a ciertas áreas, porque tanto ella como yo desconocíamos como eran... Sin embargo, a pesar de que ella desconocía donde me adentré... yo si había visitado con anterioridad... por lo que fue mi mente, lo que llenó esos espacios.

—Es un Quirk muy complejo... —Señaló Momo. —No parece que tenga limitaciones.

—Eso es lo que lo hace peligroso... —Susurró Ochako

—Solo que... —Interrumpió Brook, captando la atención del resto. —Para que funcione, debe clavar cabellos en sus víctimas.

—Así que por eso primero nos incapacitan... Para que el pueda mantenernos en estado de suspensión. —Comentó Froppy

—Exactamente.

—Pero... Si ellos no logran despertar por su cuenta, ¿Como los despertamos? —Ochako preguntó preocupada.

—Tendremos que atraparlos para saber. —Señaló Nami despreocupada. —¿Qué hay del resto?

—Solo falta el grandote que es el que cuida del resto... No se cual es exactamente su habilidad... Pero el sirve de escudo humano...

Un ave negra se asomó entre los árboles, atrayendo la atención del grupo que le vio con desprecio.

—Y los cuervos...

—Ya saben que despertamos, y quienes despertamos. —Quejó Nami

—Pero nosotros sabemos cual es su estrategia. —Opinó Robin.

—Llevamos la delantera. —Celebró Denki

—No... —Jiro murmuró con pesar. —Aun no...

Jiro...

—¡ELLOS TIENEN A KIRISHIMA! ¡LO MAS PROBABLE ES QUE LO HAYAN TIRADO AL RIO PARA MORIR AHOGADO! —Gritó alterada entre lágrimas.

—¡JIRO, NO DIGAS COSAS TAN HORRIBLES! —Ochako trató de calmarla

—¡TU NO LOS ESCUCHASTE! PLANEABAN EN HACERLO CON VARIOS DE NOSOTROS PORQUE LOS QUIRKS SON INUTILES A SUS OJOS.

—Yohohoho, Tranquila Jiro san... Eijiro san está bien...

—¿Cómo estás tan seguro?

—Bueno... Yo vi como el espíritu de la montaña lo ayudó.

—¿Es... Espíritu de la montaña? —Pronunciaron los estudiantes al unisón

—Si... Una persona que apareció entre la nieve en un kimono blanco se lo llevó para atenderlo...

—Espíritu de la montaña...

—Kimono blanco...

—Nieve...

Los 4 jovenes quedaron en blanco cuando la sangre les descendió hasta los pies.

—¡ESA ES YUKI ONNA!

—¡AAAAAAAAAAAAAAAH!... —Gritó Brook pausando un segundo... —Eh... ¿Quién es Yuki Onna?

—¡UN ESPIRITU DE LA NIEVE QUE PASEA EN KIMONO BLANCO BUSCANDO VICTIMAS PARA MATARLAS DE FRIO!

—...

—¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH! ¡SI ERAA!

—¡AAAAAAAAAAAAAHHHH! —Gritaron los jovenes.

—¡AAAAAAAAAAAAHHH! —Gritó Brook

—¡GYAAAAAAAAAAAAAAH UN FANTASMAAAA! —Gritó Usopp, quien fue rápidamente golpeado por Nami a quien asustó de muerte, pues ella revisaba a sus nakamas y le tocó recibir el grito de lleno.

—¡¿IDIOTA, DESDE CUANDO ESTAS CONCIENTE?!

—Ow ow ow... Tengo rato haciéndome el muerto y solo funcionó.

—Pudiste haber avisado, ¡Idiota!

—Quería verificar primero que fuera seguro en caso de que regresaran...

—¡Solo por eso, te vas al bosque a buscar a Eijiro!

—¡¿Por qué yo?!

—¡POR QUE MIENTRAS LUFFY ESTÉ DORMIDO, YO ESTOY A CARGO!

—Eso, mi patrona. —Dijo Kaminari con los puños en alto.

—¡Y tú lo acompañas!

—Olvídalo patrona... —Negó cruzando los brazos en equis.

—¿Crees que vayan a despertar? —Preguntó Uraraka.

Robin escuchó la pregunta de la pequeña heroína mientras analizaba los cuerpos de sus compañeros, negando con la cabeza, al ver como la mayoría dormía plácidamente; siendo pocos aquellos, los que mostraban evidencia de estar en algún tipo de pesadilla.

—De tus compañeros, parece que solo Ashido es quien podría despertar pronto. —Analizó Robin a la chica rosada, que no paraba de sudar mientras tenía pequeños espasmos.

—¿Y de su banda? —Preguntó Ochako

—Sanji san, Jinbei san y Chopper sensei parecen que quieren despertar. —Opinó Tsuyu, Soplándole en la naricita de Chopper, que no paraba de sacar la lengua cada vez que sentía la ráfaga de aire.

—Que lindo... —Pensaron las chicas.

—No molesten a Chopper... —Reclamó el narizón

—Awwww... ¡Quiero intentar! —Ochako exclamó corriendo a cosquillear la naricilla azul del reno que, tras sentir las incesantes molestias, se transformó en su forma cornuda, golpeando accidentalmente a la castaña con una de sus astas que la dejó tirada en el suelo mientras el doctor recuperaba la conciencia antes de ver lo que había ocasionado.

—¡URARAKA! —Momo se aproximó a auxiliarla.

—¡GYAAA! ¡¿Qué le pasó?! ¡Necesitamos un doctor! —Llamó desesperado corriendo en círculos.

—¡ESE ERES TU!

—¡Ah! Cierto —Se detuvo en seco. —Parece que la golpearon... —Analizó el reno el chichón en la frente

—También fuiste tu. —Agregó Jiro.

—¡¿AAHH?! Lo siento... —Se inclinó avergonzado.

Robin se acercó al pequeño doctor y junto con Nami aportaron un reporte detallado sobre por qué sus nakamas seguían sumidos en un profundo sueño. Explicándoles que estaban atrapados en un limbo entre el deseo de despertar y la lucha interna de sus propias mentes, por lo que Chopper terminó por encargarse personalmente de aquellos que aún intentaban por despertar, cuidando de sus cuerpos y buscando formas de traerlos de vuelta.

Con los enemigos fuera de escena, Jinbei fue el siguiente en recuperar la conciencia. Poco después, Mina abrió los ojos, solo para romper en un llanto desesperado. Aunque Nami y Chopper intentaron consolarla, su dolor era imparable. Cuando sus ojos se cruzaron con los de Robin, la joven se derrumbó por completo, aferrándose a la cintura de la arqueóloga, llorando sin parar, repitiendo una y otra vez cuanto lo sentía.

Robin, intuyendo el tormento que había sufrido Mina, la sostuvo con un abrazo cálido, acariciando suavemente su cabello. Con su voz tranquila y reconfortante, le susurró que todo había quedado atrás... y que el pasado, aunque doloroso, ya no se podía cambiar... Sin embargo, sus palabras solo la hicieron quebrarse más. Por lo que Robin volteó a ver a sus nakamas con una expresión que pedía ayuda para buscar las palabras adecuadas.

—De acuerdo. —Llamó Nami con un aplauso atrayendo la atención de aquellos despiertos.

—Brook, da un recorrido con tu alma para identificar donde se encuentran los enemigos... Tu alma no será afectada por la habilidad de la mujer que canta, pero en caso de que afecte tu cuerpo, nosotros nos encargaremos de hacerlo responder.

—Denki y Usopp, ustedes se encargarán de buscar y traer a Eijiro.

—¡¿QUE?! ¡¿POR QUÉ NOSOTROS?!

—Deja de cuestionarla... —Quejó Kaminari ante el reclamo de Usopp. —No me negaría jamás en ir por un amigo que me necesita.

Nami y Jinbei sonrieron ante las palabras del joven quien apenas lo mencionaron, ya se estaba preparando para partir.

—Los villanos conocen nuestra fuerza y cualidades, es por eso que todas sus habilidades dependen una de otra... Si los separamos será nuestra victoria... Si los llegan a topar, intentarán usar su habilidad con una distancia segura... Ahí es donde entras tu Usopp, mientras que tu Denki... Tu habilidad será de utilidad para incapacitar al hombre que se encarga de defenderlos... Confio en que serán un buen equipo.

—No se preocupen, yo los vigilo. —Dijo Brook para aliviar a las compañeras del rubio y sus nakamas, tomando asiento y permitiendo que su alma saliera de su cuerpo para guiar el camino.

—Que el grupo que nos atacó tome su distancia significa que están ideando un contra ataque... —Jinbei mencionó acariciando su barba.

—Creo que es la oportunidad adecuada para que los jovenes héroes demuestren lo que han aprendido... —Continuó con una sonrisa que mostraba sus grandes fauces blancas. —Ya se encargaron de lo mas complicado que fue alejarlos de nuestros nakamas... Ahora falta separarlos a ellos y atraparlos.

—¡Bien dicho Jinbei! —Felicitó Usopp. —Y una vez que los tengamos... ¡Podremos cuestionarlos de todo! Que hacen aquí. Como supieron que estaríamos en este lugar... Y que es lo que buscan de nosotros.

Momo quedó pensativa antes las palabras del narizón. ¿Cómo era posible que se enteraran que todos saldrían? Como lo demostraban por sus comportamientos y planificación casi perfecta... Se habían preparado justo para esta ocasión.

—¿Qué sucede Momo? —Cuestionó Jiro, acompañada de Ochako y Tsuyu

—¿Recuerdan la lección de Robin sensei? —La pregunta de la vicepresidenta les hizo sudar la frente al saber a donde quería llegar con su cuestionamiento.

—Entonces... —No deseaban aceptar lo que sus mentes pensaban en ese momento. —Realmente hay un infiltrado en la escuela...

—Y podría ser uno de nosotros, o nuestros profesores.

—Chicas... —Llamó Nami

—Ustedes se encargarán de separar y traer a quienes nos atacaron... ¡No se preocupen! Robin las estará vigilando. —Apuntó con delicadeza la navegante a la pelinegra que hizo nacer un ojo en la frente de la vicepresidenta.

—Cualquier emergencia, usaré mi habilidad para inhabilitar a sus enemigos.

—¿Estan seguras? —Ochako pronunció nerviosa.

—Uraraka chan... Nos han entrenado por más de un mes y han visto nuestro crecimiento... Ellas ven de una manera mas clara nuestro crecimiento. Si no estuvieran seguras de que no fuéramos capaces, kero... No lo hubieran propuesto.

El espíritu de Brook se adelantó por las alturas, guiando al grupo de búsqueda por su compañero desaparecido, y alarmando por cualquier cuervo en el camino que ambos jovenes se encargaban de dormir con sus habilidades.

Mientras tanto, Momo tomó la iniciativa de guiar a sus compañeros conscientes, pero pronto se dio cuenta de que tanto Mina como Aoyama no estaban en condiciones de colaborar. La peli-rosa, estaba completamente abatida, incapaz de superar el horror que había presenciado. La impotencia de ver cómo otros se sacrificaban por su seguridad sin que ella pudiera hacer nada la mantenía atrapada en un torbellino de dolorosas emociones.

Por su parte, Aoyama, normalmente una persona emotiva y abierta, estaba sumido en una profunda depresión. No podía mirar a nadie a los ojos y luchaba por contener las lágrimas que amenazaban con desbordarse. Su habitual expresión de vulnerabilidad y sinceridad estaba oculta, y se esforzaba por mantenerse distante, lo que aumentaba la preocupación de las chicas que intentaban consolarlo. Pero, a pesar de sus intentos, él se alejaba cada vez más, sumido en la silenciosa agonía con su persona.

Robin intervino con suavidad dirigiéndose a las heroínas, señalando que tanto Ashido como Aoyama habían explorado profundamente en sus recuerdos, enfrentándose a experiencias que no debían tomarse a la ligera. Explicó que ambos provenían de familias amorosas que habían protegido a sus hijos de ciertas adversidades durante gran parte de sus vidas.

—Lo que ambos vivieron en ese estado de conciencia, es algo que tendrán que enfrentar en algún momento durante su vida de heroísmo... Los eventos que a veces les soliciten no solo afectarán su cordura... si no que también desestabilizará su visión del mundo. —Explicó mostrando su empatía, alejando a las jovenes de sus compañeros con un suave empujón en los hombros.

—Yuga san... —Llamó al rubio que en seco cortó su respiración agitada, nervioso por lo que la enigmática pirata tendría para decir.

—Tus nakamas están aquí para apoyarte... No les des la espalda. —Finalizó con una sonrisa que decía mas que sus palabras, provocando que su triste mirada cambiara por una aterrada a la par que caía en la nieve agitado por las consecuencias de sus decisiones.

—Parece que aun no está listo, fufufu. —Tras dejar al rubio más que conflictuado en un claro de entre los pinos, pronunció la pelinegra a las chicas, notando que la vicepresidenta no se encontraba con ellas.

—¿Hmm? ¿Dónde se encuentra...?

—¡Tuvo su momento de inspiración! —Señaló alegremente Ochako, apuntando a la cabaña en la que habitaban temporalmente los sombrero de paja, del cual momentos despues, la vicepresidenta salió con unos artefactos en instalados en sus antebrazos y cargando en su cinturón cual exhibición, los diales que solía cargar Usopp.

El rostro de la azabache brillaba con profundo interes y entusiasmo mientras admiraba su obra maestra.

—Siempre quise adaptar los diales a la tecnología, pero lo mío es aprender la composición y armado de las maquinas, no soy inventora como Franky sensei o Mei... Pero... —Pronunció con brillo en su mirada. —¡Llegué al laboratorio de un total genio!

La pelinegra celebró llevando sus brazos en alto, presumiendo los aparatos que relucían en sus muñecas.

—El científico Vegapunk investigó el poder de los diales, las frutas del diablo, sus debilidades, el poder del océano junto con la piedra marina... Con ello creo armas y herramientas para aprovecharlos a su conveniencia... Esta misión será perfecta para poner en practica sus inventos.

Las piratas sonrieron ante la determinación de la joven heroína, quien, al no lograr avanzar mucho en sus clases del manejo del Haki, encontró la salida en algo mas apto a su Quirk y conocimiento.

—¿Están listas?

Extrañamente, fue Jiro quién tomó el liderazgo mientras avanzaba preparada a adentrarse al bosque nuevamente.

—¡Si! —Respondieron al unisón las heroínas, que antes de partir, vieron como Mina se acercaba aun limpiando sus lágrimas, no deseando dejarles ir y cargar con la culpa sabiendo que podía ayudar a protegerlas.


A pesar de su familiaridad con el bosque, este se volvía cada vez más tenebroso a medida que la luz del día se desvanecía. El atardecer pintaba el entorno con sombras alargadas, acentuando la sensación de peligro que ya pesaba sobre ellas por saber que estaban siendo perseguidas por personas que querían acabar con sus vidas.

Los pesados pasos en la nieve y el intenso silencio que les rodeaba solo servían para aumentar su nerviosismo. Cada ruido parecía amplificado, cada sombra, una amenaza. A medida que la visibilidad disminuía, las chicas se apretaban más entre ellas, buscando consuelo en la cercanía, aunque en sus corazones sabían que el peligro estaba acechando en cada rincón.

—Jiro ¿Escuchas algo? —Preguntó Mina a su compañera que perforó uno de los troncos con los conectores de sus oídos.

—Solo el rechinar de las ramas... —Respondió tomando una pausa. —El bosque está en completo silencio...

Sus palabras hicieron temblar a Uraraka, que se encogió de hombros atemorizada.

—¿Re... Recuerdan lo que dijo Yue-san la primera vez que fuimos a entrenar con los sombrero de paja?

—Hmmmm...

—Si repentinamente todo cobra silencio en un bosque... no busquen la causa, solo corran por sus vidas. —Recordó Momo, compartiendo el nerviosismo de su compañera.

—Está bien. —Aseguró Jiro con total confianza desanclándose del árbol y siguiendo adelante.

—Yo fui quién ocasionó este silencio... El infrasonido ahuyentó los animales... Encontrar a los villanos mediante el sonido será mas sencillo. Si llegó a captar el canto de esa mujer, mi cuerpo dejará de responder, por lo que deberán usar los audifonos como lo planeamos y toquen mi cuerpo para que vuelva en sí.

—Jiro... Nunca te habia visto actuar así. ¿No tienes miedo? —Preguntó Mina.

—Claro que lo tengo... —Aseguró tomando una pausa y deteniendo el paso. —Yo...

—Yo, no voy a permitir que nada les pase... —Dijo apretando los puños. —Tuve miedo al ser la única conciente cuando todos los demás estaban dormidos... Tuve miedo al escuchar como planeaban quitarnos la vida con tal de ahorrar tiempo, como si no valiéramos nada... Pero lo que mas miedo me da... Es perderlos. —Finalizó con voz quebradiza.

—Nunca había experimentado la perdida de un ser cercano hasta hoy... Hoy creció un nuevo temor al que no le había dado importancia antes...

—Hoy pude experimentar con toda claridad lo que es la muerte...

La confesión de Jiro dejó perplejas a sus compañeras, siendo Mina mas fue afectada por sus palabras, volviéndola nuevamente un manojo de nervios incapaz de reaccionar.

—Pero aun peor que eso... Viví lo que es perder a personas cercanas en carne propia...

Las lagrimas de la chica comenzaron a brotar de sus ojos finalmente rompiéndola de su semblante inquebrantable que tenía desde su despertar.

—¡Ni siquiera conocí sus nombres, pero solo recordarlos me arde como si lo hiciera! La tripulación de Brook... Brook sensei... Todos murieron despues de un encuentro con piratas... Viví junto con ellos su ultimo resp... ¡NUESTRO ULTIMO RESPIRO! ¡NO PUEDO PERMITIR QUE ESO VUELVA A PASAR! ¡NO SI YO PUEDO HACER ALGO! ¡NO QUIERO QUE MI PAPEL COMO HÉROE SEA CARGAR CON LAS VOLUNTADES Y DESEOS DE LAS PERSONAS QUE NO PUEDO SALVAR! —Exclamó desesperada, dejándose caer al piso para secar sus lágrimas, para finalmente romperse frente a sus amigas... Acción que no pudo hacer antes, debido a las circunstancias.

Mina, comprendiendo completamente lo que había vivido... El encariñarse fugazmente con extraños, como si la calidez que demostraban a sus personas en ese momento fuera algo construido durante años, se abalanzó hacia su compañera que al ver que no era la única que cargaba con el peso de una tragedia tan triste y violenta, la envolvió en sus brazos y dejó de lado su experiencia, pues había mencionado algo con lo que se sintió identificada y lo cual le daba toda la razón.

La pelirrosa por fin entendió el sacrificio de todas esas personas de Ohara que se encargaron de salvar a Robin, lo hacían para que sus voluntades fueran heredadas a una nueva generación que cargara con ellas... El que Robin continuara con vida, era una manera de mantener sus escencia e ideales aun vivos en el mundo... Un deseo que trascendía mas allá de la vida.

El cargar con voluntades ajenas era una gran responsabilidad, por lo que debía crecer como heroína para salvar a aquellas personas y así pudieran cumplirlo por cuenta propia, en lugar de pasar la antorcha de mano en mano.

Mina secó sus lagrimas nuevamente, y ayudó a Jiro a ponerse de pie.

—No puedo simplemente borrar esa amarga experiencia de mis recuerdos... y se que tampoco lo harás... Pero como dijo Robin... Es algo que quedó en el pasado... Uno que ni siquiera es nuestro. Pero lo que si podemos hacer es de cuidar de las personas que nos rodean para asegurar un mejor futuro para todos.

Jiro que trató de mantenerse fuerte para los demás, asintió con una sonrisa y limpió las lagrimas de su amiga, para continuar con las suyas. Sabía que cuando despertaran el resto de sus compañeros, varios de ellos estarían en una situación similar a lo que habían experimentado, por lo que debían mantenerse estoicas para cuando ese momento llegara y poderles apoyar.

Ochako, al ver cómo sus amigas comenzaban a calmarse, aprovechó el momento para elevarse hasta lo más alto de las copas de los árboles, atenta a cualquier movimiento en el entorno. Sabía que, con los animales lejos por un tiempo, lo único que merodearía por ahí serían los villanos.

Pasaron unos minutos sin que notara ningún movimiento, hasta que finalmente divisó a los cuervos retomando su ruta hacia el campamento desde varias direcciones. Sin embargo, su presencia no pasó desapercibida para las aves, y uno de los cuervos, al verla, cambió rápidamente de rumbo para dar el mensaje a los sicarios.

La castaña, siguió su trayectoria con la mirada hasta que lo perdió de vista por la densa oscuridad, Por lo que descendió rápidamente para alertar a sus compañeras de que los enemigos podrían estar dirigiéndose hacia ellas.

—Entonces moriste... —Preguntó Mina un tanto curiosa

—¿No se suponía que al morir el dueño del Quirk tendría el control sobre nuestro cuerpo?

—Yaomomo tiene razón... ¿Cómo es que pudiste despertar? —Cuestionó Froppy con el indice en el labio.

—Parece que lo que esos villanos no sabían... Es que Brook debía morir... No era ese el final de su historia, si no un nuevo comienzo.

—¡Chicas! —Llamó antes de aterrizar. —Nos encontraron... Desconozco cuantos vienen, pero uno de los cuervos dio alerta.

—Bien... colóquense sus audifonos, dejaremos que Jiro se encargue de ubicarlos.

—¡Estoy en eso! —Aseguró, calvando sus conectores al suelo, logrando escuchar varios pasos aproximándose.

Volteó hacia sus compañeras y levantó su mano mostrando 4 dedos apuntando a una dirección para despues quedarse completamente quieta incapaz de moverse.

Las chicas se voltearon a ver, asistiendo con la cabeza entendiendo que entre los involucrados estaba la dama del canto petrificante.

Tocaron levemente la cabeza de su compañera para que pudiera volver a moverse y actualizara la situación, comunicándose con señas para no alentar a que se retiraran sus auriculares.

Froppy que hasta el momento se quedó inmóvil, abrió sus ojos un tanto agitada y señaló con un dedo a la misma dirección que Jiro. Sus compañeras que eran conscientes que, de todo el salón, ella era quien más podía usar el haki de observación, entendieron el significado de su señal: Uno de ellos era de cuidado, dando así 2 identidades de las 4. Aquel que desconocían su Quirk, y la mujer que les hizo ir al extremo de estar verbalmente incomunicadas.

—¿Estás lista? —Momo preguntó con marcados movimientos de boca a la pelirosada, quien asintió con una decidida y blanca sonrisa que contrastaba con sus profundos ojos negros.


La dulce voz de la dama de larga cabellera lila se detuvo, señalándole a sus compañeros que se retiraran los audifonos anuladores de sonido.

—Con eso será suficiente.

—No te confíes tanto Indila... Earphone Jack viaja con ellas... Recuerda que es capaz de anular tu Quirk, será mejor no dar las cosas por hecho...

—Bunshi... —Se refirió al pelimorado. —Encárgate cuando nos acerquemos a ellas, será mejor que usen sus mascaras de oxigeno antes de hacer contacto. —Advirtió el rubio.

—No necesitaremos fuerza bruta... Las únicas que representan una amenaza son Creatie y Pinky... Las otras tres no me preocupan... Igual, Vyshe no tendrá problemas con ellas... Ninguna está capacitada de mantener un combate cuerpo a cuerpo, por lo que mantendrán su distancia; y eso es una victoria segura para nosotros.

—Jejeje~ Tuvimos suerte que ninguno de los tres comandantes despertó... Eso realmente sería un problema. —Comentó aliviada Indila

—Es justo por eso que debemos regresar cuanto antes. —Interrumpió Bunshi. —El hijo del mar no para dar indicios de querer despertar... Y el hijo del cielo no parece estar atrapado en un bucle; por lo que tampoco estamos seguros que tengamos su control asegurado.

—Yo me encargo del hijo del cielo... Su tabla de información menciona que es un prostipirugolfo.

—¡¿Un que?! —Preguntó el Ruso que aun no estaba familiarizado con todas las palabras.

—Que su debilidad son las mujeres. —Respondió la dama, acicalando su cabello de manera coqueta.

—No creo que tenga gustos tan vulgares. —Burló el pelimorado, haciendo que a la mujer se le crispara el cabello del coraje.

—¿Qué dijiste maldito espantaviejas?

—Calma tus tetas cariño, ya sabes que no me interesan las mujeres... —Dijo cual burla. —Y menos tan machorras como tú.

—Lo dice el que, en vez de parirlo, lo cagaron...

—¡¿EEEH?!

—¡¿Podrían dejar de ser tan infan...?! —Remi reclamó exasperado por el par, para despues pausar al ver algo grande moverse entre los pinos.

—Alto. —Ordenó con la mano en alto. —Algo se aproxima.

La profundidad del bosque se volvía cada vez más densa, y aunque la luna llena ofrecía una tenue luz que se filtraba a través de las hojas y las acículas de los pinos, una ominosa masa de oscuridad se acercaba rápidamente entre los árboles.

—¿Qué...? ¿Qué es eso?

—¡MASCARAS! —Ordenó Remi, colocándose su mascara de oxígeno, siendo imitado por sus compañeros.

De entre las ramas, una vasta masa blanca emergió serpenteando entre los arbustos y elevándose hacia las alturas, apagando la luz de la luna que cubría el cielo, sumiendo a los sicarios en una inquietante penumbra mientras esperaban tensos a descubrir a qué se enfrentaban.

Desde el cielo, las nubes comenzaron a descender en un movimiento circular, formando un espiral que conectó con el suelo.

—¡¿Qué mierda?! ¡¿QUIÉN POSEE ESTE QUIRK?! —Demandó una respuesta el pelimorado a su líder, que se veía congelado al desconocer la respuesta.

—¡NO LO TENGO REGISTRADO EN LOS ARCHIVOS!

Una sombra se desplazó a gran velocidad por el camino de nubes, descendiendo con gracia por la espiral como si una montaña rusa se tratara.

"Mina... Sanji sensei te eligió como parte de su grupo de entrenamiento por tu habilidad atlética y agilidad... No veo a nadie más capaz para llevar a cabo esta parte del plan" Recordó las palabras de Momo para tranquilizarse y solo fluir con el viaje. "Logré copiar los deslizadores que te regalaron en Navidad... Te he visto practicar con ellos y eres muy hábil, sé que compensarán la velocidad que necesitas y lo potenciarás con tu capacidad de maniobrarlos... No permitas que te atrapen."

La heroína continuó su deslizamiento por el Milky Road como si fuera un juego mientras dejaba fluir acidó de uno de sus brazos constantemente, logrando rodear a sus enemigos obligándolos a reunirse en el centro y ver de quienes se trataban, percatándose de que los dos enemigos que faltaban en identificar se trataban del que aquel hombre les alertó: El villano de cabello morado capaz de robar el oxigeno y el rubio, quien Jiro explicó como el causante de que todos se encontraran luchando en experiencias ajenas.

—¡Los otros dos villanos son el que controla gases y el que tiene atrapado a los chicos en un sueño! —Alertó Mina a través de un auricular.

—¡Puede escuchar! —Indila vió su oportunidad, quitándose su mascara de oxigeno antes de que fuera eliminado el gas noble y llenando sus pulmones para iniciar su canto y así poder inmovilizar a la chica encargada de la emboscada.

La mujer abrió ampliamente su boca, pero antes de poder dar inicio a su melodía, sintió como algo cayó dentro de su garganta que le hizo lanzar fuego de ella como un dragón, quemando así al pelimorado, dejándole su cabello tostado.

—¡Apunta a otro lado!

—¿Quién hizo eso? —El lider cada vez se veía mas confundido al no tener idea de porqué las habilidades eran completamente distintas a las que dictaban los meses de recolección de información en sus archivos.

"Ochako, con tu habilidad serías una gran tiradora" Uraraka recordó las palabras que Usopp le dijo cuando recién comenzaron su viaje al viejo mundo. "Cuando aprendas lo básico de tiro, serás imparable."

La mano de la castaña descendió para descansar su brazo que cargaba en su muñeca, una muñequera metálica similar a la que Mei le fabricó, pero en esta ocasión con una adaptación creada por momo, que simulaba el dispositivo de disparo de un arma de fuego.

"El Milky Road se encargará de romper con cualquier ráfaga de viento que pueda interferir con tu tiro, y con la fuerza del disparo sumándole que la bala de tabasco no tendrá peso alguno, su trayectoria será lineal... Así que Froppy, te encargo la guíes en su tiro; ambas tomaron clase con Usopp san; así que entiendes los cálculos necesarios para acertar al blanco, además que, por la distancia, ninguna de nosotras será capaz de verlos con los ojos... Pero confio plenamente en que tu sabrás su ubicación exacta con tu Kenbunshoku."

—Mierda Indila, ¿Puedes hablar? —Preguntó el villano que tanto la molestaba, pero la mujer tan solo producía alaridos, al sentir como tenía la garganta entumida y dañada por el fuego.

—¡Maldición! ¡Su Quirk no sirve! —Alertó, colocándole la mascara de oxigeno para proceder a usar su habilidad.

Con los 3 enemigos con sus mascaras colocadas y bien ajustadas, Bunshi tomó una fuerte bocanada, robando con ella el oxigeno que los rodeaba, sin embargo, no fue el único en aplicar esa medida, ya que Mina estuvo al pendiente para imitarlo y tener un tiempo limitado para escapar sin temor a sofocarse.

La joven heroína al no saber frenar, saltó antes de llegar al suelo y se cruzó de hombros, girando por el aire para aterrizar en el ultimo tramo de la nube que detuvo su caída como si fuera una suave red.

Irritado al ver que una de los pilares para mantener al grupo inconsciente estaba fuera de combate, el hombre al quien apenas se podía ver su cabeza, al estar sumida entre el trapezoide debido a su enorme musculatura, corrió amenazantemente hacia Mina que apenas logró salir de entre la nube, solo para encontrarse al enorme hombre que juntó ambas manos, entrelazando los dedos para formar un puño cerrado intentando rematarla.

Ashido quedó inmóvil, pareciendo que el temor del terrorífico hombre la había intimidado; buscó rapido en su bolsillo, sacando de el un artefacto que alzó con ambas palmas hacia el golpe del villano, como si lo planeara detener.

Los músculos del hombre se hincharon, sus bíceps se marcaron por la fuerza aplicada y venas prominentes brotaron, proyectando una imagen aterradora. Sin embargo, Mina no se inmutó; Mantuvo sus brazos extendidos mostrando una bella caracola que cargaba con delicadeza como si la estuviera ofreciendo, o simplemente presumiendo a su enemigo.

Los poderosos puños del hombre impactaron con toda su fuerza contra la caracola, pero en lugar de derrumbarla, la potencia del ataque fue completamente anulada.

—Hehehe~

—¿No hacerle nada? —Se escuchó la voz distorsionada del Ruso

—¡No puede ser! ¡Mis registros no mencionan nada sobre un segundo Quirk! —El rubio gritó internamente, impactado por le que acababan de ver.

Un bloque metálico flotó hacia Pinky, quien lo recibió con ambas manos. Rapidamente encajó la caracola que tenía en el dispositivo, ajustándola en un espacio diseñado a la perfección para ella y aprovechó que el pesado equipo seguia flotando con gravedad cero, para tirar de una palanca.

—Dial...

Las compuertas se abrieron a los costados de la caja, revelando pistones que se desplegaron y se anclaron firmemente al suelo, formando una estructura estable parecida a un trípode. Mientras tanto, la caracola fue lanzada con una fuerza impresionante hacia el ruso que no tuvo tiempo de reaccionar tras ver como el objeto le fue disparado cual cañón.

—¡IMPACTO!

"El hombre parece tener un Quirk enfocado a la fuerza o resistencia... Por precaución carga el Dial impacto por si llega a atacarte... Si mi teoría es correcta, podrás usar su fuerza contra el... Usa esto para evitar su efecto secundario que dañaría tu cuerpo en caso de su segundo uso." La indicación de Momo resonaba en sus recuerdos, mientras veía al hombre ser lanzado entre los árboles, logrando atravesar los macizos troncos de los pinos, percatándose Mina de la fuerza del golpe que hubiera recibido de no haber usado la caracola.

El dial salió despedido hacia la misma nube que amortiguó la caída de la joven, quedando atrapado entre su acolchado manto, permitiendo que fuera obtenido nuevamente por Mina, quien sonrió aliviada por su logró, pero por falta de oxigeno y preparada para el siguiente paso, activó los botones en sus deslizadores, usando solo la ráfaga de aire para alejarse en un parpadear, desapareciendo así entre la oscuridad del bosque que era aun mas densa debido al Milky Road que bloqueaba el camino donde recién habia aparecido la heroína.

—¡Huyó por donde llegó, sus compañeras deben estar allá! —Apuntó Indila a su líder. —¿Que fue eso?

—No lo sé... No tengo nada registrado. —Remi respondió transpirando frio.

La oscuridad poco a poco se disipó, mostrando algo que ninguno de ellos se esperaba... El camino de nubes frente a ellos se iluminó con un resplandor incandescente de un amarillo brillante, atravesando todo a su paso con un láser.

La sorpresa y la urgencia provocaron que los sicarios rompieran su formación, y el encargado de robar oxígeno se vio obligado a cancelar su habilidad, exhalando en desesperación.

La escena pronto se llenó de fuego tras una gran explosión que ocurrió en el fondo, acorralando aun mas a los enemigos, e impidiéndoles ver por el exceso de humo que las llamas generaban.

"Entre los dos villanos que desconocemos, podría estar el que roba el oxígeno... El fuego no puede nacer donde no hay oxigeno... Así que Mina... Te encargarás de usar este dial para llenar de gas su ubicación, de esa manera el fuego se propagará más rapido, lo que nos permitirá confundirlos y atraparlos, pero primero debemos limitar el Quirk de la cantante."

Aprovechando que el humo aún cubría el área, y con la precisión calculada del viento, Ochako y Tsuyu, combinando su habilidad con el haki, liberaron unas Pop Green desde una gran distancia. Las semillas cayeron silenciosamente a los costados de los villanos, germinando rápidamente en enormes plantas carnívoras que cerraron sus voraces mandíbulas voraces sobre ellos.

—¡ESTÚPIDO RUSO SE SUPONE QUE DEBES PROTEGERNOS! —Quejó Bunshi, hacia el hombre que a lo lejos, también luchaba por liberarse de la planta carnívora.

El hombre de toscas facciones que al romper la planta que lo contenía con una fuerza bruta, sintió un toque inesperado en su espalda baja, para despues comenzar a ver como su cuerpo se alejaba del suelo, impidiéndole tener control de sus movimientos.

Ochako, previendo que el Ruso sería el único capaz de liberarse, usó su habilidad en ella misma y salió disparada por una resortera gigante improvisada por Momo, copiando una de las técnicas del capitán que usaba regularmente para llegar rapido entre dos puntos. Llegando así en un parpadear hacia donde la mayor amenaza se encontraba, e incapacitándolo antes de que se diera cuenta de su presencia.

Vyshe aun desorientado, volteó solo para encontrar a una joven con una expresión serena, quién lo veía ascender por el aire con gracia mientras le dedicaba una sonrojada sonrisa despidiendolo con la palma de su mano, dejando en ridículo al ser tomado con la guardia baja por un ser tan delicado como lo era la joven castaña.

El resto de las heroínas se reunió junto con Uraraka, siendo Froppy que con su habilidad para grandes saltos y las ventosas de sus extremidades, pudo desplazarse fácilmente en las cabezas de las plantas, usando un coral de resina especial para atrapar a los villanos y desplazarlos como un arreglo de globos.

—¿Estás segura que no pueden escapar de ahí? Kero

—Si, tranquilas... Vegapunk desarrolló una formula nueva para aumentar la viscosidad de la resina, al principio el uso era para tener un recubrimiento mas resistente para los viajes bajo el mar... Pero la marina vio una ventana para que desarrollara celdas improvisadas para criminales... Lamentablemente, además de no tener los materiales necesarios para que anulen los poderes de las frutas del diablo... Las formulas y planos para su desarrollo aun estaban incompletas.

—¡Esperen a que vean que los conseguimos! —Celebró Uraraka, dibujando en sus compañeras amplias sonrisas mientras parecían ser insultados por sus enemigos desde las burbujas, de las cuales el sonido no escapaba.