Capítulo 12: No soy adorable, tal vez un poquito, pero no soy tan adorable.

Severus estaba furioso cuando llegó a la enfermería, Draco simplemente no entiende por qué están todos tan alterados cuando Pomfrey anunció sus heridas; era solo un poco de sangre. Todos parecían pensar que ocupaban llamar a sus padres o hacer un escándalo por un poco de sangre, pero Draco solamente se quedó en la enfermería esa noche gruñendo por el no poder hablar con Percy; también Neville ocupó ir un momento con Pomfrey porque aparentemente patearlo había sido un poco fuerte, pero sin hueso roto nadie culpa mucho a Draco. Al día siguiente las heridas ya estaban totalmente sanas, incluso la parte del hueso que había sido atravesado se había recuperado; Pomfrey parecía preocupada de las cicatrices y Draco casi se ríe en su cara.

Su cuerpo está lleno de cicatrices, no tantas, pero estas no harán mucha diferencia.

Nadie tiene dos veranos de aventuras, sin cicatrices por ahí que no le importen.

Mueve su mano de arriba abajo, sujeta cosas y se asegura de que no duela tanto, pero Pomfrey igualmente le envía una cantidad de pociones para el dolor que acepta a regañadientes.

Pasó más de una semana vomitando en barcos el verano pasado, puede soportar algo de dolor.

Neville solamente ocupó un poco de magia y estaba bien.

Nunca se vieron en la enfermería, genial, no tenía interés en interactuar con él.

—Deberían despedirlo, es un maldito peligro para este colegio, debes hablar con tu padre —gruñe Pansy cuando Draco llega al desayuno.

Tomó un baño rápido, tiene ropas limpias y sin sangre, intentó hablar con Percy, pero parece estar en clases y por eso no se siente bien para iniciar el día. Lo único bueno de pasar la noche en la enfermería era no hablar con sus molestos compañeros, lo malo es que ahora en el desayuno tienen demasiadas preguntas.

—Probablemente la escuela ya le informó al señor Malfoy —añade rápidamente Blaise al ver que Draco no le importaba contestar nada.

El pan estaba delicioso, había visto una manzana verde con ojos codiciosos y le gruñó a Vincent cuando casi la toma, este se la entrega avergonzado.

Le palmea la cabeza cual cachorro, es divertido ver al chico iluminarse por ese acto simple.

Supone que en primer año lo trato mal, y los años anteriores a eso.

—No fue la gran cosa —habla Draco aburrido, encontrándose con la mirada incrédula de sus compañeros cercanos y otros de la misma mesa.

El rumor ya debió exponerse como pólvora entre sus compañeros.

Genial.

Sigue comiendo su comida un poco malhumorado, moviendo su brazo derecho de forma escandalosa, para que todos vean que está bien; Flint pasa a su lado antes que termine el desayuno, diciéndole que no le importa si tiene que arrastrarse debe ir a las pruebas de quidditch.

Prioridades, piensa divertido.

No es como si pensara esquivar la prueba, eso lo había animado enormemente los últimos días.

—Has cambiado —susurra Theo cuando caminan a su siguiente clase, Blaise se ha adelantado y Pansy lo ignora, Vincent y Gregory parecen ir susurrando sobre algo porque se ríen divertidos—. En fin, al menos ahora hablan de Slytherin, parece ser que la moda de Potter desmayándose por un dementor se ha vuelto antigua —añade este comenzando a seguir su paso.

Dementores.

Cierto.

Draco mira por la ventana mientras caminan, notando a la distancia algunas pequeñas manchas negras que parecen volar como si fueran mantas que se han perdido en el aire.

—Me pregunto quién creará los dementores —habla para sí mismo, pensando si es una creación de Hades o algún otro Olímpico. Hay muchas criaturas mitológicas dueñas del caos que podrían ser sus creadores.

Todos lo miran raro, antes de apartar la vista.

Theo le da una larga mirada, pero en su siguiente clase se sienta a su lado.

.

.

La siguiente clase con Severus, este le dio una mirada de mortal decepción, pero Draco solamente sonrió buscando sus ingredientes de forma tranquila. Lavender tomó asiento a su lado, al igual que Theo, ambos se habían visto de forma larga un buen rato; pero ninguno se apartó. Draco se sintió levemente incómodo unos momentos, escuchó algunos Gryffindor hablar sobre Sirius Black con Potter, pero Draco los estaba ignorando mientras se concentraba en su poción.

Detiene el movimiento de su mano cuando escucha algo.

"It's too late to apologize, it's too late"

Voltea su rostro confundido, pero, aunque está claro que alguien está hablando como siempre, nadie parecía estar cantando de una forma tan desafinada como la que se escuchaba en su oído; como si rebotara en toda su cabeza.

Esa voz desafinada.

Conoce esa voz.

Su mirada se entrecierra.

Durante unos momentos examinando a cada persona del salón, nadie parece estar cantando, pasa su mirada por el trío dorado (que estúpido nombre) y los ojos de Potter se levantan como si sintiera la mirada. El chico le da una mirada como si viera algo molesto, lo cual estaba acostumbrado, pero entre toda la molestia parecía casi pensativo.

No queriendo darle ninguna emoción de su parte, porque no la merece por haberlo rechazado en primer lugar, su mirada se posiciona detrás del chico.

Uno de los lugares donde se guardan ingredientes, tiene lo que parece una capa de cristal protector.

El rostro de Draco pierde color.

El cristal no está reflejando el interior del estante, en su lugar, es como si pudiera ver el cuarto de Percy Jackson de forma medio formada por la distinción extraña de su posición. Percy estaba sobre su cama, usando una pantaloneta y una camiseta de color azul; está con unos audífonos mientras está escribiendo en lo que parece un cuaderno al tiempo que canta.

"… I loved you with a fire red, now it's turning blue

And you say sorry like the angel

Heaven let me think it was you

But I'm afraid…"

Percy ha dejado de escribir, para utilizar su lápiz como un micrófono, mientras canta de forma desastrosa y con sentimiento una canción que parece haber estado sonando últimamente en alguna estación; pero la boca de Draco se abre incrédula.

—¿Percy? —La pregunta sale en voz alta, por un momento la imagen en el cristal parpadea confundida, viendo a todos lados curioso.

Entonces voltea donde está él.

Sus ojos se conectan, los ojos de Percy se abren ligeramente, Draco puede reconocerlo, lo está viendo.

Entonces Severus se interpone entre ambos, cortando cualquier conexión y Draco levanta la mirada confundido.

—Joven Malfoy, esperaría un poco más de atención en mi clase, dado que el año anterior no estuvo en esta, no esperaría que su atención estuviera en Potter como de costumbre —brama Severus bastante molesto, porque si no fuera así, no estaría exhibiéndolo de esa manera frente a la clase.

Solo porque se había opuesto a presentar una queja sobre el jardinero.

Como si valiera la pena su tiempo.

—No era a Potter, estaba viendo a… —Sus palabras quedan en el aire cuando se estira para seguir viendo el vidrio del estante, sintiéndose decepcionado de que Percy no se viera reflejado en este.

Joder.

Se estaba volviendo loco.

Potter y otros estudiantes voltearon a ver dónde estaba mirando, claramente sin encontrar nada ahí que admirar.

—Espero que mi estante de suministros sea interesante, ya que se quedará hoy en la noche luego de clases ayudando a clasificarlo por su interés en este —señala Severus con tranquilidad antes de seguir su camino, Draco hace un puchero antes de bajar la mirada.

Theo se ríe, le da una patada por bajo mientras Lavender le da una mirada que intenta analizar su alma.

No estaba loco.

¿Verdad?

.

.

Caminó rápidamente hacia el baño después de clases, escapando de la mirada de interés de Lavender y la levemente curiosa de Theo, cerró la puerta rápidamente luego de asegurar que nadie estaba cerca. Usó una de sus monedas especiales para la mensajería Iris, la cual tardó solo unos momentos para mostrar la imagen de su padre, que parecía mucho menos impresionado que la primera vez que lo hizo; lástima, había sido divertido ver la mirada de Lucius Malfoy sorprendida.

Ambos se quedan viendo unos segundos, antes que Draco suspire.

—Podrías por favor no presentar una queja contra el jardinero, ya hablé con Severus, no pienso seguir en esa estúpida clase —habla con voz incómoda, a lo cual Lucius solamente lo ve incrédulo antes de rodar los ojos.

—Ya hablé con el consejo escolar, no solamente estamos buscando sustituir a ese inepto medio gigante, también quiero que maten a ese pollo.

Draco sonrió a su pesar, ya que el nombre que le dio su padre era similar al que había pensado y le gustaba cualquier cosa que lo hiciera identificarse con Lucius; su interior había estado aterrado cuando se dio cuenta de que no era su padre biológico.

Aun así, era su padre.

—No lo quiero muerto, lo quiero lejos de mí, lo que hizo no fue la gran cosa comparado al verano pasado.

—Sabes bien que no solo significa eso. Le faltó el respeto a un Malfoy.

—Y le dejé claro que no soy débil, lo sometí y pude contra él, asesinarlo simplemente haría más grande algo que no quiero que se expanda; no quiero que otros presten demasiada atención.

—Eres un Malfoy, eres mi hijo, siempre llamarás la atención.

Los ojos de Draco se vuelven cálidos sin su consentimiento por la forma tan apasionante que usa su padre para decir que es su hijo.

Sí.

No ocupa que ningún Olimpo lo reconozca, es hijo de Lucius Malfoy.

—Por favor padre —dice con voz lastimera, que provoca que Lucius levante una ceja, bueno es una técnica secreta que Percy Jackson utilizó y siempre funciona con Sally Jackson (quien es un hueso duro de roer)—. Sé que eres mi padre y usaré tu nombre siempre que lo necesite, pero también quiero demostrar a este grupo de desadaptados de nivel inferior que puedo hacer las cosas también con mi propia fuerza; he demostrado que soy poderoso a mi manera y quiero ganar esta lucha —añade con sinceridad en su voz.

Tampoco quiere la muerte del pollo en su conciencia, algo le dice que, si Grover se entera de eso, recibiría una reprimenda la próxima vez que lo viera.

Annabeth y Percy también estarían de acuerdo.

—No tienes que luchar solo, eres mi hijo. —Ahora su padre es quien parece herido haciendo un pequeño berrinche, tanto como este puede demostrarlo.

Draco sonríe.

—Exacto, como tu hijo voy a dejar el nombre en alto para que todos vean que soy tan fuerte como tú… por favor papá. —Sabe que es una jugada de doble filo, su padre le había enseñado a que fuera alguien que sigue las costumbres y tradiciones.

Cuando cumplió 10 años debió dejar de llamarlo papá, era algo demasiado infantil y fuera de la etiqueta.

Una buena arma de doble filo.

Su padre lo ve unos momentos, casi puede jurar escuchar la risa de su madre de fondo, pero no lo señala porque no es un buen momento.

—¿Entrarás al equipo de quidditch? —pregunta este cambiando el tema, pero los ojos de Draco brillan emocionados.

—Aplastaré a todos a la hora de entrar al equipo, te prometo que en el primer partido puedes venir confiado de que ganaré. —Espera, usualmente el primer partido es Slytherin contra Gryffindor, sabe que Potter es usualmente un buen jugador.

Siempre tiene escobas buenas, mejor dicho, pero era algo decente.

Pero Draco es mejor.

Tiene que serlo, su orgullo lo necesita.

—El pollo vivirá.

—Eres el mejor padre del mundo.

—Deja de ser tan impertinente. —Pero mientras se despiden, ve una sonrisa en el rostro de su padre.

Camina al comedor de mejor humor, aunque este decae un poco, porque ahora no solo hay rumores de él con el pollo, sino de este castigado por Snape por estar viendo a Potter.

Estúpidos chismosos, dejarían envidiosos a la cabaña de Afrodita por lo rápido que se pasan los chismes.

.

.

Dos clases con Gryffindor en un día debería ser ilegal, piensa Draco caminando detrás de la parda de idiotas (menos su querida Lavender) y siguiendo al profesor Remus Lupin hacía algún lugar fuera de su clase habitual; no podía ser peor que el jardinero, pero iba a mantener sus dudas por aquello. No podía esperar para terminar esta clase, tendría un pequeño espacio vacío antes de ir a ayudar a Severus, donde está seguro de que podría hablar con Percy para ver si todo estaba bien.

Para ver qué fue lo que pasó esta mañana.

Algo pasó.

No está loco.

¿Sería su vínculo?

Blaise parecía aburrido a su lado, mientras el Profesor Lupin explicaba sobre qué cosa podría ser un boggart, a lo cual Draco dejó de pensar en Jackson para pensar mejor en qué rayos era su mayor miedo. Mira de reojo a Lavender un poco más adelante con Parvati, ambos parecen un poco preocupados al respecto, ya que sabe que sobre sus propios miedos hay una gran lista problemática.

Tiene miedo a muchas cosas.

Cíclopes gigantes.

Medusa.

Arpías.

Hades era bastante intimidante.

Circe fue una perra, pero era aterradora.

Cronos que en algún lugar de este mundo está buscando la forma de regresar a la vida para destruir a todos los Olímpicos y el mundo como lo conoce.

—No me gustan los Nundu o las Quimeras —habla Theo de forma pensativa y Draco lo ve de reojo sorprendido de la cantidad de palabras que ha escuchado de este en los últimos días.

Usualmente, Theo prefiere estar solo, con un libro y alejado de todos. Bueno, ahora que Draco no tiene a Gregory y Vincent detrás de él todo el tiempo, Pansy está enojada con él la mayor parte del tiempo y Blaise es un alma libre que solamente habla con él cuando se le antoja.

Supone que presenta una soledad inusual de la cual se siente atraído.

Se encoge de hombros.

No es una presencia particularmente molesta, un poco similar a Annabeth en conocimiento, pero menos estúpido que Percy.

—Tengo un poco de curiosidad de cuál sería mi mayor miedo —expresa poco impresionado cuando Neville Longbottom sale al frente y su boggart se transforma en Severus Snape.

Sí.

Cuando ese rumor se propague, su padrino no va a estar feliz.

Parecía ser el día de los Gryffindor y aunque Draco estaba interesado en su miedo, simplemente se quedó de brazos cruzados, admirando a los otros niños tener miedos comunes; había un poco de celos en estar asustado por un profesor o una araña. Todos parecían emocionados y los Slytherin simplemente estaban atrás, no le importó mucho, en la clase de pociones usualmente era al contrario y Draco solamente se vio las uñas de las manos sin mucha importancia.

Tampoco es que le quitaba el sueño saber su miedo.

—¡Adelante, Neville, y termina con él! —dijo Lupin cuando el boggart cayó al suelo en forma de cucaracha.

Draco juzga bastante a Weasley, entre una araña y una cucaracha, la cucaracha según su punto de vista era más asquerosa.

Aunque, debido a ser hija de Atenea, Annabeth odiaba las arañas por obvias razones.

Longbottom parecía un poco confiado al caminar, pero al tener que pasar a su lado, pareció sorprendido un poco; Draco no lo entiende, le salvó el culo hace pocos días (y magulló su rodilla, pero fue para salvar su trasero), así que no debería verse horrorizado. Claramente, Longbottom tiene la suerte de Percy Jackson, cuando tropieza a su lado y empuja a Draco de forma bastante precipitada hacia el frente.

Mueve sus manos salvajemente para no caer de rodillas, todos hacen espacio para que no caiga sobre ellos y cuando Draco se deja de tambalear está al frente de todos.

Todavía de pie.

Eso es una victoria.

Con la cucaracha rápidamente cambiando de forma frente a él.

Joder.

Su rostro se vuelve pálido y la ansiedad nace en su interior, la cual desaparece cuando el boggart cambia de forma. Primero tiene temor cuando se comienza a formar una forma humanoide rápidamente, una figura ligeramente más alta que él, delgada, masculina, el rostro rápidamente aparece y el rostro de Draco pierde todo color cuando frente a él se encuentra Luke.

Sus manos comienzan a temblar.

—No entiendo tu sorpresa Draco, después de todo, ambos sabemos por qué estás asustado —habla Luke con una ligera sonrisa extendiendo su mano para señalarlo—. Soy todo lo que siempre has temido —añade con una sonrisa socarrona que provoca que su interior se revuelva ante la mirada encantadora del boggart.

Su respiración tartamudea.

Algo dentro de él parece querer romperse y sus ojos no apartan la mirada del chico, al igual que probablemente todos en la sala.

—¿Acaso no confiaste en mí?, pensabas que podría ser tu amigo, que serías importante para mí. —Las palabras cortan el aire y nadie se mueve estando paralizados como el propio Draco.

Sí.

Draco había confiado en Luke, esas primeras semanas en el campamento, cuando odiaba a todos, Luke se había presentado como un joven apuesto y agradable que estaba ahí para ayudarlo o guiarlo; incluso aunque intentaba disimularlo, Draco realmente había apreciado al chico en su momento.

Fue la primera persona que confió en el campamento, aunque no quiso admitirlo.

Lo admiró.

Era fuerte, atractivo y carismático.

—Pero ahora me tienes miedo, estás asustado de qué pasará cuando cumpla mi misión, porque sabes que lo lograré porque soy inteligente y fuerte. Ni siquiera es por Annabeth o Percy… simplemente crees que puedes odiarme, pero no levantaste una mano cuando me viste la última vez. —Ahora parece condescendiente mientras se acerca a él tranquilamente.

No le va a lastimar.

Sus palabras parecen ya cuchillos afilados a su pecho que cortan sin piedad, de formas que el puto hipogrifo no logro hacerlo.

Esta vez sí duele.

—Draco usa el hechizo. —Escucha a lo lejos a Remus cuando Luke está frente a él, bajando su rostro hacia su oreja en su posición congelada.

—Le tienes miedo a saber que solamente te gustan los niños y que todos lo sepan. —Es el susurro en su oído, que hace que los ojos de Draco brillen de furia por fin y sus dientes muerdan con fuerza su labio inferior.

Sí.

Luke representa todo lo que teme.

Es su máximo enemigo actualmente.

Pero también.

Es todo lo que odia.

Escucharlo simplemente hace que todo su cuerpo se encienda, y su mano se mueve por su propia voluntad cuando impacta un potente puñetazo en el rostro del boggart que lanza al chico contra su espalda. Está haciendo un espectáculo, piensa con la ira gobernando su mente mientras se lanza como un animal contra el Luke falso que no deja de reír, mientras le reparte puñetazos en el rostro que no hacen absolutamente nada.

Es un ser mágico.

Así que sus puños no sirven para nada como lo hicieron con el hipogrifo.

Sigue golpeando.

Incluso cuando alguien lo toma por la cadera para alejarlo, le da un codo en el vientre a quien identifica como Vincent después, mientras Gregory y Blaise intentan sujetarlo con fuerza, solamente se agita para intentar golpear una vez a Luke que sigue riendo en el suelo.

—Miéntete todo lo que quieras Draco, sabes que no te vas a deshacer de mí, eres débil, patético y no eres nadie para los demás; Annabeth, Grover y Percy solo son tus amigos porque te tienen lástima —chilla el boggart con maldad, al tiempo que un gemido dolorido sale de la boca de Draco ante el dolor de lo que acaba de decir el falso Luke, calando en su interior con fuerza.

Duele.

Quema.

Lastima.

Draco solamente quiere lanzarse sobre el espectro, pero Lupin se posiciona frente a él, el boggart rápidamente se transforma en una bola de luz que parece la luna; un último hechizo envía al boggart de regreso al armario, dejando el lugar solo en silencio.

Con una respiración agitada.

La suya.

—Draco —dice suavemente el profesor de defensa arrodillándose en el suelo frente a él, luce preocupado, pero Draco solamente ve el armario con odio.

Su cuerpo no deja de temblar, sabe que se ve patético, que tanto Gryffindor como Slytherin lo están viendo justo en medio de lo que parece un ataque de pánico.

Las palabras de Luke resuenan en su mente.

Miente.

Está mintiendo.

Tiene que estar mintiendo.

Se quita la mano sobre su hombro de un manotazo, porque no quiere la lástima de un estúpido profesor, se incorpora rápidamente con toda la dignidad que no tiene, antes de dar media vuelta y caminar con el mentón en alto fuera de ese lugar. Su respiración es agitada mientras al salir al pasillo comienza a correr, solamente quiere estar solo, lejos de todo.

Intenta correr de las palabras de Luke.

Pero no puede.

Maldito idiota, incluso sin estar presente, se las arregla para arruinar su día.

.

.

Hay una cantidad de tiempo que puede estar en la lechuceria jugando con Merlín, la lechuza de su familia, mientras juega con arcilla que siempre tiene consigo, antes de que deba regresar. Aunque su idea era pasar desapercibido, parece haberse destruido en menos de una semana y hacer que su dignidad este por los suelos entre sus compañeros Slytherin; y los Gryffindor, a estas alturas de toda la escuela no tiene duda con lo rápido que se esparcen los rumores. Quiere hablar con Percy, pero las palabras de Luke le han provocado una especie de temor, sabe que Percy es su amigo y probablemente eso tiene que ver con el vínculo.

Nunca ha sentido lástima que procede del vínculo.

¿Pero si fuera real?

Draco juega con sus manos sintiéndose aterrado de la posibilidad.

Quiere hablar con Percy, pero tiene miedo y se odia por ser tan patético y débil.

Se congela y deja por un momento sus propias emociones de lado, cuando siente algo en su pecho apresurarse, como si algo picara de alguna forma; su ceño se frunce cuando siente una especie de desesperación de parte de Percy en su interior. Probablemente había estado ahí gran parte del día, pero hasta ahora la siente tan fuerte que le incomoda, lanza un hechizo de cerradura a la puerta de la lechuceria justo a tiempo que el mensaje Iris aparece frente a él.

Algunas lechuzas salen volando de la impresión.

—¡Draco! —chilla el rostro de Percy luciendo preocupado, Draco pestañea confundido—. ¿Estás bien? —pregunta intentando evaluarlo como puede, parece que está en el baño usando el agua de la ducha—. Desde hace días me siento incómodo, pero no me llamabas o usaste una lechuza, pero desde hace como una hora se siente como si te pasara algo terrible; duele mucho —dice preocupado con el rostro angustiado y Draco solamente se deja caer sobre su lugar cansado.

Estaba preocupado.

El vínculo parece funcionar de ambos lados con emociones demasiado fuertes.

—Fue una mala clase, bueno, han sido malas clases. —No puede negar que las heridas del hipogrifo aparentemente eran peligrosas—. Hoy tuve una clase con un boggart, este toma tu peor miedo —explica ante la confusión de Percy—. Me mostró a Luke —añade más que todo a regañadientes.

Hay algo que brilla en los ojos de Percy, antes que se vuelvan oscuros de la molestia.

Lo odia.

Percy también había confiado en Luke.

Pero ahora parece un odio más personal, por algún motivo, su interior arde del enojo del propio Percy como si alguien hubiera dañado algo precioso para él; es solo un instante, pero se sorprende de la inmensidad del sentimiento.

—Oh Draco, no te preocupes, él no puede lastimarte, no lo dejaría. —Agradece las palabras, pero el problema es que ya fue lastimado.

—Dijo que eran mis amigos por lástima. —Percy abre la boca incrédulo, pero no lo deja decir nada antes de sacar todo lo que tiene dentro—. Que iba a cumplir su misión, que confié en él y… —Duda, porque decirlo en voz alta lo hará real y tiene miedo—. Que tengo miedo de que otros sepan que solo me gustan los chicos —musita con la garganta seca, provocando que el cerebro de Percy se detenga.

Este parece abrir la boca, cerrarla, volver a abrirla.

Draco siente pánico en todo momento, pero algo de lo que duele ya no puede doler tanto y lejos de sentir asco por el vínculo.

Solo siente preocupación por parte de Percy.

Eso lo alivia.

—No cumplirá su misión y claro que no somos amigos por lástima, eres mi mejor amigo, no importa que digan otros… o si te gustan los chicos. —No parece asqueado, simplemente inseguro de cómo decirlo—. Sigues siendo mi mejor amigo, tenemos un estúpido vínculo de amistad… no menciones a Annabeth, se supone que solo el vínculo era nuestro, lo que significa que ella también es tu mejor amiga.

—Lavender luchará por ese puesto.

—Por supuesto que lucharemos con ese puesto, porque, aunque eres un idiota, también eres bastante genial y queremos ser tus amigos… incluso si te gusta ese chico Potter.

—No me gusta Potter —chilla indignado, pero Percy se ríe divertido.

—Ya sabes, hablabas muy apasionado sobre Hércules y ese profesor de música de nuestro colegio —dice Percy moviendo sus cejas divertido.

—Tú también hablabas de Hércules.

—¿Bi curiosidad?

Entonces se rompe, suelta una carcajada que parece hacer los ojos de Percy brillar y solamente se alegra de que, si el idiota siente alguna especie de cariño gracias a su vínculo, no piense que está enamorado de él; porque Draco quiere matar este sentimiento, aunque es difícil cuando Percy Jackson es tan torpemente adorable. Su pecho se llena de un alivio al ver que este no lo odia porque le gusten los niños, no está seguro si alguna vez le gustará una niña, aunque hasta ahora todo apunta a lo contrario.

Pero este sigue aquí.

Sigue viéndolo con el amor de amistad que tienen.

Sigue aquí.

No se marchó.

Lo acepta.

Draco no entiende cómo pudo pasar de estar en medio de su peor temor, a sentir que puede dominar el sol si quisiera.

—Un hipogrifo atravesó mi brazo hace unos días.

—¿Qué clase de escuela es esa?

Draco se alivia del horror en la voz de Percy, entonces comienza hablar por lo que parecen horas, nadie se acercó porque todos estaban en clases y Draco solamente disfruta de ponerse al día con su mejor amigo, que acepta que es gay sin verse horrorizado.

Es gay.

Draco Malfoy es gay.

Puede que ese fuera el miedo que le mostró su boggart, pero al mismo tiempo, mengua un poco ahora que Percy lo ha aceptado.

.

.

La primera semana de Draco de regreso a Hogwarts no es para nada lo que espera, no solo las primeras clases fueron horribles, sino que se ha extendido diferentes rumores de él; desde ser un nuevo patrocinador de chicos Gryffindor (blasfemia cuando solo habla con Lavender), un lunático lastimado por un pollo gigante (realmente dicen Hipogrifo, pero para Draco es un puto pollo), hasta el niño raro que le tiene miedo a otro adolescente. Si alguien conociera a Luke, en realidad le darían la razón de porqué deberían tenerle miedo, cuando está amenazando la realidad de todo el planeta tal y como la conocen.

No puede hablar de eso, por supuesto, no puede hablar de nada.

Al menos el incidente de defensa fue un poco aplacado por Longbottom teniendo de miedo a su padrino, lo cual pareció un poco más divertido de diluir entre los estudiantes; su padrino parecía pasar su enojo al enterarse de su accidente y luego de haberle gritado a Lupin un buen rato. Durante las siguientes clases de defensa, el profesor parecía haber querido hablar con él, pero Draco siempre se mantuvo al final de la clase, ignorando a todos y solamente tomando apuntes furiosamente de cualquier otra cosa.

Llegaría de último, se iría de primero.

Es algo que funciona.

—Ocupamos entrenar, me siento ansioso —gruñe Draco moviendo su pie de forma rítmica en la biblioteca, aunque ama los libros, comienza a ser más difícil concentrarse en ellos con energía reprimida.

Estúpido cuerpo de semidiós.

Es como si se hubiera acostumbrado todo el año pasado a entrenar y ahora que lleva solo una semana sin hacerlo, se siente incómodo. Las pruebas de Quidditch serían la otra semana y Draco no puede esperar para poder sacar energía de alguna forma.

—Yo no lo hago, ahora pásame ese estúpido libro, la dislexia siempre ha sido una mierda, pero te juro que empeoró este año —gruñe Lavender mientras escribe en su pergamino, solamente para utilizar el hechizo para corregir palabras luego de volver a leer.

Todo hechizo que un niño mago con dislexia aprende cuando son jóvenes.

Draco se sorprende de no haber notado la dificultad de la niña, incluso cuando le enseñó los hechizos de su madre para poder leer más fácilmente, Lavender todavía se las arregla para escribir mal en ocasiones.

Mira de reojo el lugar.

Lavender ha pasado mucho tiempo con él, incluso su amiga Parvati había comenzado a pasar más tiempo con una niña llamada Kellah de su dormitorio y generación; que debe ser hija de muggles porque apenas si la recuerda. Al igual que los Slytherin habían hablado a sus espaldas, está claro que los Gryffindor tampoco parecen felices con el tiempo que Brown pasa con Draco.

No es que la niña lo hubiera comentado.

Solamente, lo ignora y sigue caminando hacia él como un perrito que se encuentra con su dueño.

—Todos los chicos del campamento lo hacen, incluso tú.

—No Draco, no todos somos iguales, así que cállate y dime qué poner en este ensayo de pociones… ¿Por qué tenemos un ensayo de pociones la primera semana?

—Vamos Lavender, no me hagas suplicar, entrenemos, solo una noche.

Lavender gruñe dejando el pergamino y dándole una mirada incrédula.

—Digamos que te escucho genio, ¿dónde?

Ahora la sonrisa de Draco es similar a la de alguien que ha capturado a una presa.

.

.

Si Lavender Brown tiene una sospecha de que está loco, probablemente ese día desaparece, no solamente le había obligado a permanecer despierta más tarde de la cuenta un viernes y colarse de su sala común ante la posible detención que recibirían si eran encontrados. Si no que la obligó a caminar por los pasillos, escapar de un extrañado Flitwick en patrulla que los confundió con la señora Norris y además salir del castillo rumbo al bosque perdido. Había estado vigilando un poco el bosque perdido durante la semana que estuvo antes que iniciaran las clases, claramente hay criaturas mágicas, pero en los bordes no parecen aparecer muchas y si alguna lo hiciera.

No sería presa fácil.

Cerca había un claro bastante útil que podrían utilizar para entrenar.

—Odio mi vida —gruñe Lavender, temblando de frío mientras se aferra a la pequeña daga en sus manos y Draco se estira un poco.

Tiene algunas prendas que solía utilizar cuando estaba en la casa Jackson para hacer ejercicios. Estaba casi saltando sobre sus propios pies, sujetando su lanza e intentando recordarse que no debía ser muy duro con Lavender, porque la niña apenas si está progresando en esto; ella era mejor con la magia, cada día notaba un poco más de su brillo divertido en magia diferente a la que ellos usaban.

Nieta de Hécate.

Si era como Circe, quién sabe cuál sería su poder.

—Adelante, recuerda tu centro, no muevas mucho tu muñeca y sí, la respuesta es que recuerdo muy bien tu último encuentro contra Annabeth; ahora, ¡Ataca! —Vio a Lavender hacer una mueca con sus labios como si quisiera imitar sus palabras en tono burlesco, pero aceptó sus indicaciones.

Se lanzó al ataque.

Lavender no era muy diestra, a diferencia de Draco que estaba obsesionado con ganarle a Percy, Lavender solamente aprendía para sobrevivir; pero era muy rápida. Otra gran diferencia de Draco y Lavender, era cuando Draco se lanzaba con ira casi animal contra Percy, sin importarle uno o dos cortes en su cuerpo, algún hueso dislocado y solamente estaba centrado en llevar a Percy al límite.

Annabeth los llamó idiotas.

Pero Quirón parecía algo complacido de la forma en como ambos se llevaban al límite, porque aparte de Clarisse, ningún otro campista lograba llevar a ese nivel a Percy.

Movió la lanza con demasiada felicidad, luego de un año de prácticas continuas y dos campamentos con diferentes aventuras, se vio contra Lavender los pasos gigantes que había dado desde ese primer día hace tanto tiempo atrás. Sus pies se movieron como si fuera un baile, mientras Lavender parecía atacar cada vez más frustrada, pero incluso con sentimientos tan perjudicarles, intentaba con todas sus fuerzas el mantener sus instrucciones.

Le dio varios golpes, antes de mover la lanza tan rápido que cuando impactó contra sus tobillos, la chica chilla cuando cayó de espaldas.

—Otra vez —repitió con mirada en blanco.

Lavender gruñó, pero se puso de pie.

Cuando la golpeó en el vientre y cayó, se puso de pie.

Cuando soltó la lanza y le hizo una llave que Annabeth le enseñó (utilizándolo a él como propio ejemplo), Lavender volvió a ponerse de pie.

Cuando la desarmó con manos desnudas y la chica quedó desprotegida, se puso de pie desde sus rodillas.

Parecía frustrada de caer y levantarse, pero cada que la arrojó al suelo, esta se siguió levantando y fue difícil ver a la mocosa que se había acercado llorando hace algún tiempo en un parque de diversiones. No era una guerrera analítica como Annabeth, un tanque como Clarisse o tener ese toque de seducción de Silena; pero le recordaba un poco a él mismo de alguna forma.

—Estoy frustrada —habló Lavender desde el suelo luego de su caída número 14—. Todos en Gryffindor me tratan como una extraña, incluso Parvati que es mi mejor amiga, apenas si me habla ahora… solo porque hablo contigo. —Por un momento Draco solamente pensó en las formas de hacer sufrir a cada Gryffindor a la redonda, su pecho comenzó a picar, pero se concentró más en la idea de venganza—. Y tal vez también es mi culpa, sentarme y hablar con ellos, cuando no entienden, cuando no ven lo que nosotros vemos… extraño el campamento —susurra Lavender cerrando los ojos.

Draco se queda ahí viéndola descansar un poco más, se pone hacer abdominales esperando gastar la energía mientras su amiga descansa.

Sí.

Tal vez había dejado muy tranquilos a los Gryffindor, pero si hacen sufrir a Lavender, tal vez deba demostrarles porque es un Slytherin.

.

.

—Necesito que trabajes para mi princesa —había dicho la mañana siguiente, de un mejor humor mientras toma asiento al lado de Pansy.

La niña le da una mirada de reojo, había estado menos molesta desde el ataque del hipogrifo (aunque no tanto cuando anunció que no tomaría represalias) y un poco temerosa como los Slytherin al verlo en la clase de defensa. Para los Slytherin mantener sus emociones fuera de su rostro es lo principal, no mostrar debilidad o darles armas a otros, siempre hay que tener cuidado con la dignidad.

Lo vieron.

Cuando atacó al falso Luke.

Vieron su rostro de ira y alguno le había comenzado a ver de reojo con algo de temor, Percy le dijo que estaba enfermo cuando demostró que disfrutaba eso.

El poder siempre es bueno.

—Solo me llamas así cuando quieres algo de mí, que no me va a gustar —dice de brazos cruzados levantando la barbilla.

Sí.

Lo era.

Por eso tenía que ser extremadamente cuidadoso.

—Te daré un pase libre si haces bien tu trabajo, cualquier petición puedes considerarla hecha. —Ahora tenía toda su atención, los ojos de Pansy brillaron emocionados y coloco toda la máscara de negociante, que sabía que su amiga tenía en estas situaciones—. Sabes que tengo una pequeña mascota en Gryffindor, también ya saben que no pueden meterse con ella. —Lo dejó muy claro la primera noche de clases cuando alguien comentó sobre que Lavender era una idiota.

Draco había amenazado al chico de cuarto año, que no lo tomó en serio, pero ahora que los rumores de su arrebato en defensa eran públicos; fue divertido ver al chico estremecerse cuando le daba malas miradas.

—Si la mocosa Brown, no le hemos hecho nada. —Y parecía sufrir al respecto.

—Al parecer algunos de los estúpidos leones no son tan inteligentes con ella y parecen… desplazarla. —Medita sobre sus palabras, pero Pansy parece levemente divertida—. Si me dices quienes son, si alguien hace algo malo contra ella, espero me lo digas con lujo y detalles —susurra con mirada un poco divertida y oscura, que provoca que Pansy casi ronronear.

—Oh Draco, seguías ahí, bastardo lobo que finge usar piel de cordero. —Casi ronronea Pansy mientras lo abraza de un brazo.

Draco se deja hacer.

—¿Harías eso por mí?

—No pienso negarme a semejante trato contigo, porque ya tengo una idea en qué usar tu ayuda en el futuro.

Ambos se sonríen, porque eso es lo que los Slytherin hacen.

.

.

—Si vas a hacer algo mal, que nadie te encuentre.

—Oh Percy, ambos sabemos que quién te enseñó eso fui yo.

—Sí, sí, Draco es el mejor de todos, oh hagan reverencias al mestizo más poderoso de todos.

—Así me gusta mi fiel lacayo, aprende tu lugar.

—Sí, lo que sea, ahora sobre matemáticas.

—Te juro que Annabeth me está dejando lo peor a mí, me quejaré con ella.

.

.

Tomaría algo de tiempo, Pansy hace bien su trabajo, pero averiguar sobre los leones no será fácil y por eso la dejará tranquila mientras tanto. El día de las pruebas Draco se despierta animado, ha estado entrenando con Lavender 3 días a la semana, la chica dice que es demasiado, pero, por el contrario, a Draco le parece demasiado poco. Espera que el día de hoy logre drenar gran cantidad que necesita fuera de su sistema, porque está casi al borde de saltar por la torre de astronomía si tiene que quedarse sentado por otra hora sin hacer nada.

Percy parece estar igual de frustrado, quejándose continuamente que extraña a su compañero de práctica.

No menciona sobre el incidente de pociones, dado que no se ha repetido, supone que no debe ser nada.

—No vamos a ser suave contigo Malfoy —gruñe Flint cuando llega al campo de quidditch, luciendo bastante aburrido, pero con ojos flamantes al ver a los otros estudiantes que hacen pruebas.

Draco mira de reojo a la gradería, Blaise parece estar ahí por obligación de Pansy, pero se sorprende de ver tanto a Theo al lado de estos, como Lavender un poco más alejado moviendo sus manos de forma ruidosa cuando se encuentra con su mirada.

Levanta la mano con torpeza y jura verla sonreír.

Sí.

Aplastaría a cualquier Gryffindor que lastimara a su amiga, incluso si ella no lo pidió.

Estar sobre una escoba, era jodidamente brillante. Claro que su corazón tiene un lugar especial para Aurora, el Pegaso del campamento mestizo, pero una escoba también tiene lo suyo; ambos ganan por mucho a los hipocampos que, si fuera por Draco, jamás los volvería a montar. La Nimbus era bastante rápida, pero casi podría pensar que Aurora era un poco más rápida, aunque si fuera por maniobras arriesgadas, la escoba era mucho más agradable.

Se sintió feliz.

Sumamente feliz.

Extrañaba a Percy, el campamento mestizo, a Annabeth e incluso a Will.

Pero aquí en el aire era feliz.

Las pruebas pasaron demasiado rápido, el otro niño de cuarto año que había querido ser buscador no tuvo ni la menor oportunidad cuando Draco arrebató la Snitch de práctica en cada jugada. No es que fuera su culpa ser un humano normal (aunque ser un mago ya debería ser mejor que ser un simple muggle), mientras que Draco era sin duda un semidiós.

Rápido.

Listo para la lucha.

Con reflejos mejorados por un año de continuo entrenamiento.

Cuando se bajó de la escoba, ni siquiera dudó a quién elegiría Flint cuando este pasó una mano sobre su hombro atrayéndolo hacia él encantado.

—Maldita sea Malfoy, eres una bestia —dice el estudiante mayor con mirada emocionada y Draco solamente se pavonea.

Sí.

No es el campamento mestizo, pero joder, la atención sobre él no era mala y sobre todo porque era por él.

Lo miran por lo que es.

Draco.

Sonrió encantado cuando se acercó a sus amigos, primero a los Slytherin quienes lo aplaudieron emocionados y Blaise incluso lo empujó divertido. Luego volteó su rostro para ver a Lavender quien sonrió encantada antes de abrazarlo con fuerza.

.

.

—Hay un rumor que eres novio de Brown —dijo Theo un día cuando caminaban hacia el comedor, Blaise solía escaparse solo y últimamente Theo era quien caminaba con él cada mañana, Gregory y Vincent iban mucho por su propio esfuerzo temprano al comedor para atusarse de toda la comida posible.

Draco no asintió o negó.

Tenía la leve impresión que solo le gustaban los niños, pero eso podría ser una buena tapadera, porque nadie sabía aparte de Percy (hay una gran posibilidad de Sally y su madre Narcisa) sobre sus inclinaciones; bueno Lavender tenía sospechas.

Theo le da una larga mirada mientras comen, pero Draco lo ignora. Este vuelve a su libro y Draco jura que ese idiota debió haber ido a Ravenclaw, también piensa que podría ser amigo de Annabeth, aunque eso duda que pasaría en esta vida con ambos mundos separados.

.

.

Lavender se niega a ir a entrenar una noche, aparentemente ser una niña y tener problemas de niñas, hacen que estén más irritantes y quieran comer chocolate mientras se quejan en la cama. Draco igualmente va a entrenar, aunque ahora esté en el equipo de quidditch y tenga práctica extra a sus músculos, si no hace ejercicio correctamente se volvería loco estudiando. Es un poco solitario entrenar solo, como si hiciera un baile en solitario en medio de un salón vacío, tener que fingir oponentes y que hacer para esquivarlos no es tan divertido.

Suele imaginar a Percy.

Reproduce sus movimientos, una y otra vez en su mente, durante la batalla y piensa en las mejores formas para contrarrestarlo.

Tiene mejor alcance con la lanza, pero Percy es terriblemente rápido y letal con la espada. Tiene que mejorar sus reflejos y eso no puede ser sin un oponente, Lavender apenas si ayuda en algo, pero nadie aquí en este colegio sería un oponente para una batalla y eso le preocupa.

Al menos Percy tampoco tiene eso.

Igualmente.

Necesita algo.

Una noche escuchó un lobo, un aullido lejano de dolor, y Draco casi se vio tentado a ir a cazarlo, para entretenerse con algo; pero no lo hizo. Caminó hacia el colegio de forma aburrida, hay algo muy diferente entre un combate de entrenamiento y atacar a un animal con vida; ese algo es Grover, quien no lo perdonaría y no dejaría de quejarse el siguiente siglo si mataba a un ser inocente.

Caminó por los pasillos, antes de maldecir cuando escucha pasos.

Era cerca de las dos de la mañana, piensa aburrido mientras con mucha concentración se vuelve un hurón rápidamente encogiéndose en su lugar.

Maldito Filch y como aparece siempre de manera inconveniente.

No se preocupa por el conserje, le preocupa el maldito gato que suele ir con este, así que se apresura con diminutas patas para pasar desapercibido entre ambos; ser un hurón tiene sus ventajas, no es que fuera admitirlo jamás en voz alta incluso bajo juramento.

La presencia del gato está cerca.

Como animal lo sabe.

Se escurre debajo de lo que parece una cortina, antes de que el gato aparezca del otro lado del pasillo. Traga saliva pensando si tiene espacio para huir, cuando nota con horror unas manos sobre su diminuto cuerpo. Chilla, pero antes que el gato pueda correr hacia él, algo se mete en su boca y maldice sin saber qué hacer. Convertirse en humano ahora solamente le molestaría a quien fuera que lo tiene y sabría que es un animago, un animago ilegal, aunque fuera por culpa de Circe, no les había dicho a muchos sobre esta forma.

—Shhh pequeño, o nos atraparán a ambos —dice una voz volteándolo y Draco solo maldice su suerte una vez más cuando los ojos verdes de Potter lo encuentran.

Su maldita suerte debe ser legendaria.

¿No tenía un padre en el Olimpo?

No debe quererlo mucho.

.

.

Se queda congelado viendo todo en cámara lenta, no solo descubre que Potter tiene una capa de invisibilidad (lo cual le hace pensar que, si la obtuvo desde primer año, tendría mucho sentido) cual gorra de Annabeth, si no que ahora estaba atrapado camino hacia la torre Gryffindor; había intentado escapar, pero el chico solamente lo sujetó con fuerza diciendo palabras tranquilizadoras. Cuando casi fueron atrapados por Filch por segunda vez, Draco pensó que tendría que someterse a esta tortura y alejarse lo más pronto posible; estaba en peligro, pero el menor de los peligros por ahora era Potter.

Cuando llegan a la torre Gryffindor, todo está apagado, aunque el interior le recuerda un poco a la cabaña de Hermes, aunque no lo admite en voz alta.

—Pero mira quien lo logró, es una locura Harry —grita Seamus con un aullido seguido por los demás miembros de la habitación compartida de tercer año para niños.

Magnífico.

Draco se deja caer más contra las manos de Potter con desprecio, cuando ve las miradas curiosas de los otros niños cuando toman asiento en un semicírculo. Aparentemente, habían estado jugando algo estúpido como verdad o reto, Potter había sido el designado con un reto de ir hasta la enfermería y traer un vial de una poción para la fiebre.

Nadie parecía saber que tenía una capa de invisibilidad.

Se pregunta el motivo, ya que la mirada que comparte Potter y Weasley, los hace tan evidentemente obvios que duele.

—¿Y quién es este? —pregunta Seamus curioso viendo a Draco, le da una mirada de muerte y lo muerde cuando este lo tocó en la cabeza.

Todos se ríen.

Piensa en morder a Potter, pero este no lo toca y solamente lo deja sobre su regazo en medio de las mantas, que son tan cálidas que Draco se acomoda mejor en estas.

—Lo encontré caminando, debe ser la mascota de alguien, aunque me dio pena que se encontrara con la señora Norris. —Al igual que los Slytherin, los Gryffindor hicieron muecas de desprecio al pensar en el horrible gato.

—Tal vez tenga dueño, deberían buscarlo mañana, aunque es sábado —habla Longbottom viéndolo curioso, pero sabiamente alejado.

Ocupa escapar de ahí, en la tarde tiene práctica con el equipo de quidditch y ya será demasiado notorio cuando no lo encuentren en las recámaras de Slytherin. No era muy extraño que se escapara en la menor oportunidad, pero siempre estaba ahí para el desayuno y esto iba a ser una jodida locura.

Mira hacia la puerta notándola cerrada.

Sí.

Esto iba a ser una locura.

—Es lindo —dice Weasley intentando tocarlo, sufriendo un mordisco igual que Seamus—. Maldito bicho —farfulla sujetando su mano herida contra su pecho.

Hay otra ola de risas.

Draco le da una mirada de advertencia a Potter, pero este no se atreve a tocarlo, en su lugar parece tomar un paquete de dulces que tiene y le ofrece uno; no está seguro si por su fisiología debería estar comiendo alguno de esos dulces.

Mastica el panecillo dulce con rapidez.

Sus papilas gustativas son una mierda, pero tenía mucha hambre después de entrenar por horas.

Está relativamente menos molesto, así que no muerde a Potter cuando pasa un dedo sobre su cabeza, es algo que ni siquiera ha dejado hacer a Percy, así que más le vale a ese idiota no tentar su suerte; la golosina no es tan sabrosa como para no intentar mutilar al bastardo.

El juego no dura mucho más, Draco nota a la distancia, en medio de una jaula, a una rata que lo ve fijamente, antes de ignorarlo alejándose contra el costado más alejado. Adorable, no sabía que Weasley tenía una rata como mascota o simplemente lo había ignorado, aunque al ver al niño acostarse en la cama al lado de la jaula puede darse una idea.

Por otro lado, Draco duerme en la cama de Potter.

Irónico.

El primer chico con el que comparte una cama luego de enterarse de que es gay, no es Percy, sino Harry Potter. Hay algunas cosas en su mundo que simplemente rondan lo irónico hasta que duele. El niño sigue bostezando mientras se acuesta con la estúpida pijama que parece demasiado grande para él; piensa en lo horrorizadas que estarían Lavender o Pansy de ver al niño con esta clase de prendas.

—Sabes tu rostro es curioso, pareces enojado —susurra Harry a su lado, no lo ha tocado mucho, intuyendo efectivamente que no quiere el contacto humano excesivo.

Draco le da una larga mirada de hurón, no piensa humillarse comportándose de alguna forma que provoque mayor interés en el niño. Espera que, en algún momento durante la mañana, alguien salga de aquí y aproveche el momento para escapar, también sabe que Lavender debe estar por aquí; ella no ha visto su forma de hurón, pero no ocuparía mucho para saberlo.

Percy fue amable en describirlo varias veces en el campamento.

Algo que odió, puede funcionar ahora.

Suspira cansado, ese sonido parece hacer sonreír a Potter y Draco lo ve fijamente un rato pensando que el niño es un idiota, también que nunca había visto la sonrisa del niño. Intenta recordar en su mente, pero aparte del rostro claramente enojado, molesto, incómodo y cansado del niño hacia él; nunca le había dado una mirada positiva.

Recuerda la sonrisa de Percy, parece como si el sol brillara contra él (que se joda Apolo) y todo lo malo del cuerpo de Draco se marchara.

Tal vez es por su estúpido enamoramiento.

Tal vez era que la sonrisa de Percy estaba infundida para animar a los demás.

Tal vez era el vínculo.

La sonrisa de Harry era más cuidada, casi tímida y torpe, como si fuera prohibido de alguna forma sonreír. Draco mueve su cuello de forma curiosa, la sonrisa no es del todo desagradable en su rostro, pero el verlo sonreír lo diferencia incluso más de Percy de alguna forma que no entiende. Percy es una locura, alguien carismático y torpe, que busca de alguna forma la muerte casi inconscientemente, un héroe, alguien que será grande en cualquier leyenda en el futuro.

Su pasado es triste.

Percy a veces hablará, en la noche, sobre la soledad y tristeza antes del campamento, como nadie quería ser su amigo, como odiaba a Gabe y como estaba solo.

Pero ahora no es así.

Tiene amigos y Percy siempre sonríe al verlo anunciándolo como su mejor amigo.

El pasado es triste, el pasado pesa en su espalda y Draco se siente muchas veces avergonzado, porque su infancia antes de Hogwarts había sido jodidamente genial. Otros como Annabeth también tienen un peso pesado en sus espaldas, algo que cargar, algo que significa ser un semidiós que Draco en realidad no tiene; claro que su padre del Olimpo lo ignora, pero aparte de eso, su vida es genial.

Eso, por otro lado, lo hizo meditar.

Sobre el pasado de los demás.

No todos lo tienen fácil y aunque muchas veces había pensado que ser Harry Potter era igual a ser alguien famoso y grande, algo que Draco había matado antes de ir al campamento mestizo, ahora lo tiene en duda. Luego de una aventura la etiqueta de ser un héroe pierde mucho la emoción, luego de la aventura ser famoso tampoco es algo emocionante.

Luego de las misiones el miedo a la muerte es palpable.

Un dedo sobre su cabeza hace que regrese de sus pensamientos, Harry lo está acariciando y parece fascinado de no perder el dedo como el resto de sus amigos. Draco piensa sobre hacerlo, seriamente, porque estaba dentro de sus pensamientos y odia cuando es sacado de ellos; no lo hace. La mirada del niño parece casi fascinada, pero también reconoce algo que ha visto en Percy y Annabeth.

Desesperación por afecto.

Ladea la cabeza y Harry sonríe.

¿Por qué debería alguien como Potter querer afecto?

Abre la boca, suelta un chillido y Harry simplemente sonríe más.

—Pero si eres una cosita linda, me asustaste ahí, probablemente extrañas estar cerca de tu dueño y estabas asustado de llegar a un lugar desconocido —susurra Harry en voz baja y Draco solamente quisiera levantar la ceja.

En realidad, estaba acostumbrado a estar en algún lugar desconocido, con mucha más frecuencia de lo que deseaba pensar. No tenía ninguna prueba, pero tampoco ninguna duda de que el próximo verano, si no es que Cronos destruye el mundo, Percy logrará meterlo en medio de otra aventura que está al borde de la muerte.

—Cuando era niño no podía tener mascotas, pero me gustaban los gatos del vecindario, sé que eres un hurón… pero te pareces a ellos. —Esta vez lo muerde, no con tanto ímpetu como con Weasley, pero sí para que Potter aparte el dedo con un puchero resentido—. Grosero —bufa por bajo y Draco lo ve fijamente.

Lo que sea.

Se mueve un poco antes de saltar ágilmente sobre el pecho del chico, este pestañea confundido cuando se hace una especie de puño sobre este, disfrutando del subir y bajar de su pecho, el retumbar rítmico de su corazón y la calidez a su alrededor.

—Eres muy consentido —habla Harry antes de que escuche como alguien lo silencie a la distancia, uno de sus compañeros de habitación, Harry hace otro puchero y Draco cierra los ojos.

Sin querer admitir que se ha dormido más rápido de lo que esperaba.

Mañana sería otro día.

Continuará…

No puedo negar que desde que Percy y Draco se convirtieron en conejillo de indias y Huron, ya estaba fantaseando con la idea de convertir a Draco en un hurón en Hogwarts. Amo cuando en los fanfic Draco es un animago que se convierte en dragón, pero se pareció más épico que fuera un hurón en su historia, darle más dificultad al pobre niño.

Algunas cosas han cambiado.

Draco ha cambiado, pero sigue siendo el Slytherin que todos disfrutamos leer como un mocoso insoportable a veces. Percy era un control de daños con Annabeth que ahora no están aquí, así que joder lo que les espera.