Capítulo 41: Sueños de luna llena.
.
Lo primero que ve es el rostro enojado de Percy Jackson y antes que piense que es un sueño, porque sabe que lo es, maldice la idea de que la persona o imagen o sueño frente a él puede que sea el Percy Jackson real si su vínculo demuestra algo durante todo este tiempo.
Quiere escapar.
O que alguien lo asesine primero.
¿Dónde está Clarisse cuando la necesita?
Ahora que son una especie de aliados la chica no lo asesinaría fácilmente, pero está segura que podría cabrearla para que lo haga, no es tan difícil. Prefiere mil veces que la chica lo asesine que el propio Percy Jackson en sueños.
Y si tenía que soñar con chicos.
No quería que fuera así.
—¿Cómo llegaste aquí? —cuestiona Draco, solo ligeramente nervioso, es como volver a la segunda prueba del año escolar pasado.
En medio del lago, compartiendo sueños con Percy.
No le gusta volver hacerlo en esta condición.
—Clovis. —Es lo que dice Percy como respuesta.
Lo es.
Es el único chico de la cabaña de Hermes aparte de Lavender y Lou, que fue reclamado, pero no tiene posibilidad de irse porque el dios Hypnos no tiene cabaña. Así que el hijo de Hypnos usualmente está dormido todo el tiempo y no habla con muchas personas, también es de los pocos a los que Nico ha comenzado hablarle un poco más fuera de su grupo usual de amigos.
El poder de viajar en sueños.
Vaya.
Comienza a sudar nervioso.
¿Cómo rayos podría despertarse a voluntad?
—Draco no puedo creer que fallaras, tanto sí querías ver a Potter —dice Percy casi con un poco de decepción y una gran cantidad de burla que hace que lo voltee a ver de mala manera.
—No quise venir aquí a propósito.
—Parece serlo.
—Si sigues hablando buscaré la forma de asesinarte mentalmente.
Percy solamente se arroja sobre lo que parece un fantasma de su habitación en la mansión Malfoy, se pregunta vagamente porque fue el lugar que eligió para este sueño; al final del día todo es subconsciente con los sueños. Toma asiento en la silla mientras Percy sigue en la cama luciendo bastante preocupado todavía, una parte de él se siente un poco incómoda al tener que admitir que piensa quedarse un día más en este lugar.
Su magia no ha regresado.
Volver lo dejaría fuera de combate varios días.
Pero de no ser por Harry, probablemente ya lo habría intentado, aunque solo un día no será suficiente para recuperarse por completo.
—Hoy será luna llena —admite un poco incómodo, ganando una mirada plana de Percy que lo hace sudar nervioso—. No es que sea la gran cosa, solamente ocupo un poco de descanso, en un día podré volver a casa y…
—No hagas eso. —Percy lo detiene de su habladuría nerviosa.
Lo ve fijamente sorprendido, pero este solamente tiene el rostro en blanco y eso le pone nervioso.
—¿Hacer qué? —cuestiona un poco incómodo, pero Percy sigue luciendo demasiado serio para su gusto.
No es normal.
Usualmente de ambos sería Draco el serio, no al contrario.
—Quieres quedarte por Potter, lo entiendo, no tienes que fingir que no estás enamorado de él —admite Percy cansado con sus brazos cruzados y una mirada casi aburrida.
Draco salta sobre sus pies sonrojado.
—Eso no es verdad —chilla con la voz un poco rota, después de todo, está entrando a una edad donde es normal algunos cambios hormonales.
Lo cual delata más sus nervios.
Sabe que le gusta Potter, pero enamorarse es otra cosa que no tiene sentido.
Afrodita no puede ganar.
—Deja de hacerlo.
—No estoy mintiendo.
—Sí, Draco, si estás mintiendo, yo puedo saberlo. —Percy toca su pecho y aunque no pueda verlo como Draco, el hilo azulado revolotea entre ellos, haciendo que cualquier deseo de mentir quede de lado por la incomodidad de ser encontrado después de todo—. Sé que te gusta Potter, puede que lo odie, pero no está mal tener sentimientos por él; no tienes que mentir, no frente a mi.
—Yo… yo no…
—Y también sé que ocultas cosas, como tu padre, lo que vio Nico antes de llegar al campamento, que nadie sabe incluso Quirón, sobre que dejaste en Europa que no has querido decirme.
—Percy yo… —No puede decir nada más, no sabe que debería decir.
Está aterrorizado.
Sabía que esto tarde o temprano regresaría a él.
Percy se ha levantado y en dos zancadas está frente a él sujetándolo por los hombros, su rostro preocupado dejando a Draco inmóvil de incredulidad.
No lo esperaba.
Nada de esto.
Abre su boca ligeramente antes que el rostro de su amigo se vea frustrado.
—Sé que estamos en guerra, pero puedes contar conmigo, cualquier cosa, somos mejores amigos… por eso… —Su mirada baja aún molesta con él mismo. Draco ve el hilo inquieto entre ambos—. Puedes hablarme de esas cosas, sobre Potter y tu padre, sobre qué amas o qué odias, sobre que te preocupa; todo, no me dejes fuera —susurra el final dejando que Draco se quede brevemente paralizado de sorpresa otra vez.
Se mueve incómodo, al no saber que hacer, solo asentir haciendo que Percy se vea un poco más aliviado; al menos para soltarlo y dar un paso atrás dándole espacio.
Hay un silencio, no muy largo, pero si donde Draco intenta encontrar sus pensamientos, intentar pensar en la preocupación de Percy e intentar decir algo que no fuera una estupidez.
Sujeta una mano contra su pecho.
Toma aire antes de suspirar.
—Creo que Harry Potter es un idiota —habla con voz clara, haciendo que Percy pestañee sorprendido—. Mira que tener prácticamente al mundo mágico en sus manos y en su lugar elige ser tan altruista, todos piensan que es un niño bueno, pero es jodidamente molesto; como hombre lobo me pide jugar a las escondidas por horas, le dije que es estúpido pero parece que su infancia fue una mierda y no me puedo negar —añade casi al borde del enojo. Percy ve a todos lados antes de a él confundido—. Y todo eso del torneo, insistía en no querer participar pero al final es un estúpido y competitivo Gryffindor que simplemente quería ganar. Luego me arrastra por todo el castillo porque es un manipulador en busca de cariño, está obsesionado con la tarta de melaza y tiene un enorme poder mágico; pero nunca utiliza sus armas, simplemente parece ajeno a ellas.
—¿Draco?
—Es jodidamente popular desde primer año y nunca lo usó, claro que yo también era popular, soy un Malfoy, pero Potter literalmente pestañea y probablemente un puto periódico escribiría sobre eso. No puede hacer amigos, es un inepto socialmente, siempre se pone nervioso cuando está frente a personas y aun así es jodidamente bueno en quidditch. Una vez me contó que disfrutaba leyendo el señor de los anillos porque disfrutaba soñar con viajar en una aventura, pero aunque tiene una maldita fortuna (que probablemente no sabe o utiliza), sigue usando ropas antiguas. —Sujeta ambas manos contra su rostro gimiendo, antes de ver a Percy incrédulo—. ¿Por qué me enamoré de un idiota así?
Otro silencio, un poco menos incómodo por la sonrisa divertida de Percy y Draco siente sus mejillas rojas de humillación.
Hablaba mucho de Potter, probablemente no hay muchas cosas nuevas que no le hubiera dicho a Percy en la oración anterior.
Aun así.
Se siente diferente.
Odia admitir la verdad, porque eso hace a Afrodita ganar de alguna forma, hace un puchero molesto al respecto. Bueno solo porque esté enamorado de Potter, no tiene que ser una vía de doble sentido; ser amigo de Potter a estas alturas era más de lo que podría esperar después de todo lo vivido.
Tampoco es que importe.
Están por luchar contra Cronos.
Debe de tener ordenadas tus prioridades.
—Eso está mejor —acepta Percy, ganando una mirada poco impresionada de su parte haciéndolo sonreír—. Me cae mal Potter, pero si es por ti, estoy dispuesto a escuchar tus quejas del chico si comienzas a ser más sincero a mi alrededor —farfulla de brazos cruzados nuevamente.
Draco no sabe qué decir al respecto, así que solo suspira sintiendo un dolor de cabeza.
—Eres insoportable, solo quieres humillarme.
—Oh, por favor, tú te quejas, yo soy quien tendrá que escucharlos y verlos toda la vida juntos, desde ahora declaro que si no me dejas dar el maldito discurso el día de tu boda me quejaré para siempre.
—¿Cuál boda?
—La tuya y la de Potter.
Draco intenta irse sobre él para ahorcarlo, pero Percy solo se escapa entre risas divertido. Terminan peleando o mejor dicho, Percy muerto de risa mientras Draco intenta asesinarlo con una almohada; luego ambos se quedan tumbados sobre su cama viendo al techo de su cama. Hay un dibujo de un dragón que Draco había pedido cuando era niño, del cual Nico y Percy habían arrullado emocionados.
Hasta que Draco le recordó a Nico que tenía problemas con piratas y la obsesión de Percy con la sirenita que hizo que ambos gruñeran a la defensiva cuando se quedaron con él.
—No creo que me case con Potter —farfulla Draco a la defensiva, pero no hay respuesta.
Ve de reojo a Percy que sigue viendo al techo con una sonrisa y una mirada algo difícil de explicar.
Levanta una ceja expectante, pero Percy solo ríe sin muchos ánimos.
—Yo sí creo que lo harás, es curioso siempre pensé que… —El chico se detiene de hablar y es algo hipócrita que dijera anteriormente que quiere saber todo de Draco cuando claramente también oculta cosas—. No importa, ya no importa, solo fue un pensamiento tonto cuando era más pequeño. —Voltea a verlo ahora mucho más animado y Draco entrecierra sus ojos—. Seremos amigos por siempre Draco, es una promesa.
Bueno, puede vivir con eso.
Sonríe.
—Pido también el discurso en tu boda con Annabeth.
—Ni siquiera sé si le gusto.
—Si dejaras de hablar de Rachel, esto sería más fácil.
—Ella es solo mi amiga.
—Joder eres tan idiota.
Percy le pega con la almohada, Draco le regresa el golpe, hay risas y por un momento todo lo demás puede esperar un poco más.
.
.
Draco se levanta un poco adolorido del suelo, pero está seguro que más que dormir en el suelo, fue el sueño. Maldice a Percy antes de notar sorprendido cómo, aunque la comadreja no está, Potter está sobre la cama con muchas mantas sobre él y con gruñidos de molestia. Se pone sobre sus pies intentando acercarse, pero como este gruñe cuando intenta poner una mano sobre el montículo lo hace retroceder. Aunque no parece que sea muy tarde, hoy es luna llena, por lo cual el chico debe estar de mal humor todo el día.
Duda un poco sobre que hacer, antes de salir del lugar.
Si quiere estar solo no piensa obligarse a estar ahí.
Tristemente estar a solas en el desayuno sin la presencia de Potter, hace que Granger con sus mil preguntas interminables caiga sobre él, no importa cuánto intente desviar el tema con Sirius como sangre pura, la chica parece decidida a que le enseñe todo lo que puede del mundo de sangre pura.
Lo cual es mucho.
—La escuela debería tener una clase para nacidos muggles, es increíble lo poco que saben sobre costumbres —farfulla Draco cayendo sobre el sofá, la matriarca del clan Weasley debe haber sentido un poco de compasión ya que estaban limpiando la casa.
De pésima forma, pero nuevamente, no es algo que pueda entrometerse.
Pero puso a la comadreja con Granger y la menor Weasley, mientras lo dejaron a él con los gemelos, quienes ya podían aparecerse por todos lados.
Incómodo.
Pero no tan sorprendente.
Si tuviera sus vínculos cerca podría hacerlo más fácilmente.
—Hogwarts tiene deficiencias, como un profesor para bromas —declara quien cree que es Fred con tal seriedad que hace que Draco piense horrorizado en los hermanos Stoll.
No le grada pensar así.
—Además del profesor Snape que no nos ayuda con la creación de inventos, sería genial una clase libre —dice el otro hermano con ojos brillantes.
No parecen odiarle, lo cual Draco toma como una ventaja, aún ahora que va para su quinto año (si logra sobrevivir a Cronos) sabe que hay estudiantes que no perdonan mucho como fue en su primer año. Los gemelos parecen aceptar a los demás con el caos que pueden generar.
Aunque ha visto que hacen bromas demasiado pesadas para su gusto.
Aún no han tocado a nadie cercano a él, por lo que Draco no piensa reprenderlos.
Solo observarlos.
Y estar alerta.
—Realmente esta habitación es un desastre —gruñe por lo bajo un poco ofendido por la mala atención del lugar, aunque la casa era totalmente adorable que abrió las cortinas automáticamente mostrando más luz.
Como recompensa, Draco acarició parte del papel tapiz, que parecía aclararse ante su contacto demostrando que la casa Black parecía emocionada de tenerlo ahí. Fue encantador el sentirse tan querido y recibido por una casa tan antigua, aunque su claro dueño era Sirius Black como el último Black puro como tal, Draco tiene también la sangre para hacerle frente si este desapareciera.
Aun así, duda que alguna vez pudiera obtener el lugar.
Triste.
Este lugar tiene tanto que podría demostrarle, se preguntó vagamente si Orion Black, el famoso Orion alguna vez estuvo aquí; aunque por fechas sería imposible.
—Le agradas a la casa —dijeron ambos gemelos al mismo tiempo y a veces era un poco perturbador la sincronización que podrían tener.
Al menos los Stoll no eran así, tanto.
—La casa también me agrada —comenta dándole una palmadita a la pared, que pareció desprender un poco de calidez a la habitación—. Soy un Black después de todo y se nota que ustedes no son muy amables con ella —señala de forma acusadora, los gemelos se encogen de hombros.
—Hay cabezas de elfos.
—Cráneos solamente, por favor no sean unos bebés.
—Lo que digas.
Rueda los ojos antes de caminar para sujetar la escoba, tienen que limpiar a la antigua y aunque los gemelos hicieron burlas sobre que un Malfoy iba a limpiar como un elfo o el propio elfo Kreacher se había aparecido horrorizado porque tuviera que limpiar.
No le molestaba.
Muchas veces tuvo que participar en la limpieza de la cabaña de Hermes y cuando vivió con los Jackson tenía su propia rutina de limpieza con Sally y Percy.
Limpiar no era malo.
Te ayuda a distraerte, hasta que por supuesto pasa algo que te impide distraerte. Draco no tiene la mejor relación con Remus Lupin y sabiendo que hoy era luna llena, se sorprende de que el hombre pueda caminar por ahí solamente luciendo un poco enfermo. El hombre tiene dignidad, al menos para no representar debilidad con los demás, aun así, Draco no le agrada del todo.
Sin contar su mal encuentro en tercer año, es el responsable que Potter sea un hombre lobo y aunque no parece que este le guarde rencor.
Bueno.
Un Slytherin claramente es mejor en guardar rencor.
—Hola Draco, espero que puedas acompañarme un momento —solicita amablemente el hombre lobo, pero sus ojos parecen indicar que no debería negarse, solo por eso quiere negarse.
Lo observa un momento antes de asentir.
Guiado por su curiosidad principalmente.
¿Qué podría querer de él?
.
.
Draco entra a la habitación que dejó esta mañana, solo para ver a Potter gruñendo aún en un nido de mantas a Sirius, que parece lucir entre divertido y molesto. Hay un plato de comida abandonado en la mesa, como muchas almohadas desorganizadas, su propia magia es un poco inquieta y débil, pero puede sentir a su alrededor como la propia magia de Potter se desborda con evidente molestia. Apenas está pasando del medio día, faltan muchas horas aún para la noche, pero puede ver el rostro de Potter cada vez lucir más miserable así que solamente suspira.
Escuchó de los gemelos que hay un sótano y un ático, donde Potter y Remus se dividen para pasar la noche de luna llena; es curioso que no pasen juntos.
—Niño solo digo que tienes que comer, aunque sea el chocolate.
—Déjame solo.
—Joder, la adolescencia es peor de lo que fue conmigo.
—Cierra la maldita boca.
Sirius levanta las manos al cielo como si buscara paciencia, pero Potter solo se hace más un nido en sus mantas y parece querer ocultarse del mundo. Se pregunta que debería estar haciendo aquí, pero Remus solamente niega con la cabeza haciéndole una indicación a Sirius de salir; si esos idiotas piensan dejarlo con un Potter enojado son unos idiotas, él se piensa ir.
Su tío debe ser el idiota más grande, porque corre como si fuera un niño pasándolo, antes de cerrarle la puerta en la cara cuando Remus sale.
Hijo de perra.
—Vete. —Es el lamentable quejido de Potter y Draco solamente ve frustrado a la puerta.
Porque eso es lo que había querido hacer.
Recuerda la charla con Percy y sabe que tal vez no es totalmente cierto, se había quedado porque quería pasar más tiempo con Potter y hasta ahora no lo había hecho, así que bien podría tomar esta situación a su favor. Aunque su idea era más como quedarse con él esta noche de luna llena, luego marcharse con la poca magia que había logrado reunir hasta ahora e irse.
Quedaría fuera de combate un día o dos, pero aún faltaba bastante para el cumpleaños de Percy.
Sería suficiente.
Camina hasta la cama de Potter, toma asiento en la esquina de brazos cruzados, lo siente tenso entre su nido y mantas sobre todo su cuerpo, pero antes que habla se apresura.
—Sí, tal vez debería irme inmediatamente, creo que tengo magia suficiente para aparecerme de regreso al campamento ahora mismo. —Es una clara mentira, pero lo dice con tal convicción que parece convencer al hombre lobo que sale de su protección de tela para sujetarlo de la muñeca.
Luciendo alterado.
Potter parece mucho más pálido que esta mañana, ojeroso, cansado, pero sus ojos parecen un poco neuróticos mientras lo sujeta con bastante fuerza de la muñeca. Voltea a verlo incrédulo y con una clara molestia en su rostro, pero Draco apenas si se mueve, antes de sonreír divertido.
Este comprende rápidamente la treta soltándolo.
—Mentiste. —Es el reproche de su voz que lo hace sonreír.
—Solo un poco, pero sí, me tendré que ir eventualmente.
—Llévame contigo.
—No.
El rostro de Harry parece enojado e incrédulo por su rápido rechazo, pero Draco simplemente no va a ceder ante esa necesidad del chico. En medio de una guerra, sí, no piensa llevar a Harry Potter a una guerra donde cualquiera podría morir; tal vez él. La lucha en el laberinto fue algo que no pudo controlar y aunque una parte de él se siente más tranquila al lado del chico que puede comprender parte de su mundo, si fuera para protegerlo no piensa llevarlo de regreso al campamento.
Menos en una lucha de muerte.
No.
Simplemente no piensa llevar a Potter de regreso al campamento, curiosamente aún con Voldemort en esta parte del mundo, sigue estando más seguro por ahora.
—Puedo luchar. —Bien ahora intenta defenderse, quiere decirle que si lo que escuchó es verdad, fue atrapado por Voldemort, sobrevivió, pero eso no quita que es débil todavía.
Podría enseñarle a luchar.
Pero no ahora.
No en medio de una guerra.
—No lo dudo, pero esto es una guerra donde personas morirán, no tienes que participar, no es tu guerra —señala tal vez con un poco de frialdad al final, que provoca que los hombros del chico caigan un poco deprimidos mientras Draco suspira—. Ni siquiera quiero que los niños de mi campamento luchen, pero no tenemos opción, tú la tienes.
—Quiero ayudar —suena sincero.
Siente su sinceridad y eso es un poco conmovedor, levanta una mano para colocarla sobre la cabeza de Harry y darle unas pequeñas palmaditas como hace con los niños menores del campamento.
—Realmente me ayudarías que no estés en la lucha, algo menos de que preocuparme, aquí estás seguro.
—Podrías quedarte también.
—No —dice de inmediato, Potter lo ve fijamente y él sonríe levemente—. No puedo dejarlos, jamás me perdonaría dejar a mis amigos luchando solos.
—Entonces yo…
—Te lo dije, ese mundo no es tuyo, deja de ser un Gryffindor abnegado y deja de luchar guerras que no son tuyas, no naciste solo para luchar.
Algo parece golpear el rostro de Potter, invisible, como si no concibiera una lucha en la que no tuviera que meter sus narices. Draco lo admira abrazarse más contra las mantas luciendo miserable, lo que hace que suspire antes de ver al techo de la habitación, pensativo.
Tiene que volver pronto.
Tiene que luchar.
Sonríe sin poder evitar pensar con Potter a su lado, sería un dolor de cabeza cuidarlo para que sobreviviera, tendría que estar preocupado por él todo el tiempo y sin duda todo se complicaría; no puede evitar pensar que aun así le gustaría que estuviera a su lado.
Que terriblemente egoísta es a veces.
—Dijiste que iríamos a celebrar que gané el torneo —habla de repente Potter atrayendo su atención, este lo mira con ojos decididos y Draco ladea solo ligeramente el rostro—. Entonces cuando vuelvas en la primera salida de Hogsmeade vamos a salir juntos.
Como amigos, piensa Draco, una salida de amigos.
Tiene que repetirse varias veces eso en su mente antes de asentir.
—Está bien, pero tú pagarás, tengo dinero suficiente, pero será divertido hacerte gastar tu dinero —bromea Draco, haciendo que Harry bufe, pero es suficiente para hacerlo sonreír un poco.
Cambian de tema, un poco de quidditch por ahí, un poco de la escuela, hablan sobre sus amigos de forma ligera y Draco intenta sabiamente no mencionar a Percy. Intenta hablarle más sobre Annabeth y otros chicos del campamento, Harry admite que no ha sido el mejor amigo desde inicio del año, como si siempre estuviera de mal humor y la comadreja como Granger han sufrido la peor forma.
Le dice que se disculpará con ellos.
Este gruñe de acuerdo.
Hablan ahora de magia, lo cual Draco no puede hacer tanto en el campamento, no porque ellos no sepan ahora que es un mago (motivo que Potter parece aplaudir emocionado y eso hace feliz a Draco), sino porque simplemente hay cosas que no podrían entender.
Intenta ayudar a Potter con la magia sin varita, pero este se encuentra muy débil y aunque parece captar la primera idea, no puede hacer un lumus. Por otra parte, Draco parece interesado en hacer un patronus, aunque sin su varita, solo puede practicar sin esta y este hechizo de gran nivel, podría ser un gran desafío a su cuerpo que ya de por si casi no tiene magia.
Pero hay chocolates.
Así que Draco es un poco imprudente.
—Tienes que pensar en un recuerdo verdaderamente feliz —le aconseja Potter a su lado, viéndolo intensamente y Draco quiere reírse en su cara.
Parece que le gusta la idea de enseñarle algo o tal vez solamente le gusta enseñar, quién sabe.
—Estoy pensando en cuando fui a ver Hamilton con los Jackson, también mi último cumpleaños y maldita sea cuando arrojé a Clarisse por la pared de lava; es un momento de recuerdo —admite Draco a regañadientes, pero no hay ni siquiera humo blanco.
Puede que fuera la falta de varita.
Puede que simplemente no tuviera magia.
—Me pregunto qué forma será tu patronus —habla Potter de forma pensativa cuando Draco come un chocolate, porque siente menos energía.
Percy iba a matarle cuando llegara así al campamento.
—¿Cuál es el tuyo? —cuestionó más que todo para hablar de algo, pero por la forma en que el rostro del chico se puso rojo y claramente evitó la pregunta.
Bueno.
Definitivamente era vergonzoso, pero ya habría tiempo de presionarlo, cuando un pequeño humo blanco sale de sus dedos, cae sobre la cama de espaldas agotado. Harry lo felicita emocionado de que llegara tan lejos en solo dos horas de intentos, admitiendo que para él fue muy difícil y su sonrisa parece casi hacer que su cansancio desaparezca.
Es lindo.
Draco se odia por pensar algo así.
Estar enamorado es de tontos.
Maldice a Afrodita por darle esta vida.
—Creo que si Percy tuviera un patronus sería un ornitorrinco —habla divertido, haciendo que Potter lo vea enojado.
—Siempre hablas de él.
—¿Celoso Potter? —pregunta más que por costumbre que por otra cosa, sabe que cuando es un lobo no puede decirle nada, pero por ahora iba a disfrutar molestarlo.
—Lo estoy —admite el chico dejándolo congelado.
¿Eh?
Voltea a verlo sorprendido con un ligero tic en su cabeza, el chico parece muy serio a la hora de hablar, pero no lo ve, solo aprieta con fuerza el panecillo en su mano antes de morderlo. Hay como mil preguntas en la cabeza de Draco, sobre por qué estaría celoso o de qué estaría celoso de Percy Jackson. En realidad, hay muchas cosas de las cuales estar celoso, un semidiós bastante popular y confiable, pero a su manera Harry también es popular así que no debería estar celoso al respecto.
Aun así.
Es increíble.
¿Qué podría tener Percy que hace a Potter estar celoso?
Bueno el contexto era porque hablaba de Percy, pero es imposible que Potter se encuentre celoso por que hable de Percy Jackson, simplemente no tiene sentido.
Intenta no pensar en las palabras de Percy durante la segunda prueba, sobre que debería empezar a ver a Potter y no solamente pensar negativamente sobre cualquier cosa. Pero no tiene sentido, Potter invitó a Chang para el baile de navidad y fue con una chica, si le gustaran los chicos, Draco sería el primero en enterarse con Pansy o Lavender.
Nada tiene sentido.
Su cerebro va a explotar.
¿Pero acaso Anthony no había dicho palabras similares alguna vez?
Había estado celoso cuando era amigo de Viktor o cuando hablaba mucho de Potter, pero en ese entonces Draco había visto interés en los ojos de Anthony (que claramente no hay ahora por parte de ambos), así que puede que solo hay una mínima posibilidad que Potter sienta algo similar a lo que Anthony sintió por él.
Tendría sentido.
Casi puede jurar en su mente escuchar un grito de júbilo femenino, pero se niega a pensar en Afrodita y decide pensar que es una locura.
No es verdad.
Potter no se siente atraído por él, está viendo cosas donde no hay.
¿Verdad?
Pero cómo podría saberlo sin hacer un experimento, en el peor de los casos solamente estaba siendo ridículo. Volteó a verlo curioso, el chico le regresa la mirada sin miedo, pero puede notar solo el más leve de los nerviosismos en ellos, lo cual hace a Draco dudar.
Odia la esperanza en su pecho, porque no tiene nada que ver, puede que incluso solo quiera ser su amigo cercano y está celoso de Percy por eso.
Jura que la voz que antes había chillado gemía exasperado, pero aunque tiene la idea de que Afrodita está husmeando por ahí, por su bien mental no quiere pensar en eso.
—¿Celoso porque es mi mejor amigo? —pregunta intentando mantener el tono burlista para no salir herido de tener esperanza.
—Celoso porque es la persona más cercana a ti —responde con una gran cantidad de fiereza de un Gryffindor que deja a Draco como la presencia en su cabeza helados.
Su boca se abre ligeramente, espera, eso no tiene que significar nada romántico. Aunque sus excusas comienzan a verse un poco torpes incluso para él, el rostro de Potter está ligeramente sonrojado e incluso Draco no puede evitar pensar que eso es extraño.
No tiene sentido.
No puede gustarle a Potter.
¿O sí?
Nervioso, no es el mejor hablador, su padre estaría decepcionado.
—Bueno tal vez si hubieras aceptado mi amistad en primer año serias mi mejor amigo ahora, pero Percy realmente pelearía con dientes y garras por ese puesto. —Bien es un poco idiota a la hora de hablar, pero en su defensa es que está nervioso.
Harry gimotea molesto.
—¿Siempre vas a sacarme eso en cara?
—Mi yo de 11 años está herido todavía, quería tanto ser tu amigo.
—Deja de ser tan perra, vamos dime qué quieres para superar eso y dejar de echármelo en cara.
—Es mi mejor carta Potter, no me desharía de ella fácilmente.
El niño que vivió parece enojado, aunque el cansancio parece aún en su rostro, cada vez más cerca de la noche, por lo cual entiende su estado. Se pregunta si usualmente es tan asertivo o el día tiene algo que ver, porque Draco se encuentra un poco congelado sentado sobre la cama, cuando Potter se arrodilla ahora al lado de él, con el rostro demasiado cerca.
Su boca se abre.
¿Por qué siempre le pasan las cosas a él?
Primero Conor.
Luego Anthony.
Es como si simplemente no pudiera dar el primer paso, maldita sea.
—Eras un idiota en primer año. —Ante las palabras de Potter frunce el ceño indignado, a lo cual este rueda los ojos—. Yo también, supéralo, solamente que ahora intento ser tu amigo y tú eres un maldito idiota —añade de forma bastante molesta.
Va a burlarse, porque no es un idiota, Potter es el idiota confuso que puede decirle eso claramente a la distancia.
No tiene que acercarse tanto.
—Somos amigos Harry —intenta tranquilizarlo, después de todo tal vez solo sobre pensó las cosas y…
Draco deja de funcionar cuando el rostro de Harry cae sobre su hombro, todo su cuerpo se tensa y comienza a estar demasiado nervioso en el momento que Potter solo parece estar ahí respirando. Voltea a ver a todas direcciones casi como si buscara un medio de escapar, pero una parte de él no quiere escapar, pero otra gran parte de él solo quiere alejarse para poder respirar.
¿Qué se supone que debe hacer?
—¿Somos amigos? —pregunta el chico, parece preguntarse eso él mismo y Draco lo mira confundido.
Lo eran.
El chico prácticamente lo obligó el año pasado.
Mira que es malagradecido.
—Tú querías que fuéramos amigos. —Otra vez su voz se quiebra y Draco quiere matarse por ser tan vergonzoso.
Maldita sea.
Su cuerpo se tensa más de lo posible cuando Potter lo abraza, no sabe dónde poner las manos y es tan diferente a cuando Percy o Nico lo abrazan, que se siente como ajeno a su propio cuerpo. El cuerpo de Potter es demasiado caliente, es su condición, pero eso no evita que Draco quisiera solamente apartarlo de golpe, porque todo comienza a ser mucho y no puede con todo.
Prefiere luchar contra Cronos ya mismo.
Su corazón debe estar latiendo demasiado y Potter podría escucharlo, aunque no es necesario, su propia respiración acelerada es más que suficiente.
No entiende qué está haciendo Potter.
Piensa un momento en Percy, en sus palabras esa noche en medio del sueño, sobre la guerra que va a tener, sobre sus padres, sobre todos los momentos que ha vivido hasta ahora y los que no ha podido vivir. Piensa en Anthony, en Afrodita, en Nico o Will; toda su cabeza gira en torno a toda su vida hasta ahora, especialmente después del campamento.
Y piensa rápidamente en una cosa.
A la mierda.
Que se joda todo el mundo, si pronto se va a una guerra y este puede ser el último momento con Potter, no le importa nada más.
Sus manos cobran vida luego de unos momentos de indecisión, pasándolas por la espalda del chico atrayéndolo más a su lado. Todo su cuerpo se calienta por el contacto e indiferentemente de si esto es algo solo de amigos o algo más, no le importa.
Egoísta.
Es jodidamente egoísta y se merece algo después de todo lo que ha vivido.
La mierda de Potter tiene el descaro de reírse entre sus brazos.
—Me abrazaste —dice el chico muy cerca de su oído, se escalofría un poco, pero se mantiene terco en no verlo.
—Tu comenzaste.
—No pensé que me abrazarías.
—Me largo.
Intenta alejarse, pero Potter solamente lo abraza más fuerte hasta el punto que ambos caen acostados sobre la cama de al lado. Durante un segundo el rostro de ambos queda frente al otro, Potter sonriendo ligeramente y Draco haciendo un puchero, ambos con sonrojos en su rostro.
No dicen nada.
¿Hay algo que decir?
Tiene miedo de decir algo, que este momento se evapore y se queda pensativo, mientras Potter un poco más audaz que él levanta una mano para acariciar parte de la mejilla de Draco. Lo ve intensamente esperando que diga algo, pero Potter no dice nada más, se pregunta si hay algo que decir o solamente dejar que este momento siga su curso natural.
No tiene la menor idea de qué hacer.
Tampoco entiende como un toque de sus dedos parece ser más íntimo que cuando besó a Anthony o incluso cuando Percy estaba a su lado.
¿El vínculo?
No lo sabe.
—Tu cabello es suave —musita Potter impresionado cuando pasa la mano por un mechón suelto y solamente lo sopla para que no le estorbe.
—Uso acondicionador.
—Tan delicado.
Draco le da un manotazo, pero Harry solamente se ríe un poco hasta que Draco le quita las gafas; parece un poco perdido, aunque sabe que no las necesita. Duda un poco cuando luego de dejar las gafas de lado pasa sus dedos sobre los pómulos del chico que ese día parecen hundidos y demasiado pálidos.
¿Esto está bien?
¿Cuándo está mal?
Potter no parece en absoluto enojado, así que supone que está bien, aunque esto no es algo que hiciera con sus amigos; lo cual es mucho decir cuando tienes de mejor amigo a Percy Jackson o lo cercano que es con Nico o Annabeth.
Incluso con Lavender.
No sabe qué decir, si debería decir algo, pero ve esos ojos verdes y es estúpidamente blando por ellos.
—Tus ojos no están mal —musita a regañadientes. Potter le dio un cumplido, Draco solamente le está pagando con la misma moneda.
El rostro del chico se ilumina y si pudiera escapar, ya se habría ido, al final del día no es tan bueno con los sentimientos. Fallaron con Percy, Fallaron con Anthony, no tiene duda que eventualmente iban a fallar con Potter como siempre.
Los brazos de Potter lo atraen a un abrazo, pestañea sorprendido cuando se encuentra entre el pecho del chico, ya que técnicamente Draco es un poco más alto que este; pero aun así ahora se siente un poco confundido de ser una especie de cuchara chica.
No intenta verlo, solamente se queda ahí siendo abrazado.
—Hueles mal, a preocupación, no lo hagas —susurra Potter y Draco no puede evitar sonreír un poco.
No tiene el poder de los vínculos como sus amigos, pero de alguna manera Potter se las ha terminado arreglando para saber qué está sintiendo a su propia manera especial; claro que ser un hombre lobo ayuda en ese sentido al menos.
Regresa el abrazo, es cómodo, cálido y piensa con horror que podría acostumbrarse a eso.
—Siempre me estoy preocupando —admite divertido.
—No lo hagas conmigo, puedo ayudarte.
—Lo dudo, no en mis problemas Potter.
—Podría intentarlo.
—No lo sé.
—Al menos podría estar a tu lado —indica este, aunque ambos saben que no es verdad, no con los problemas de Draco, porque jamás arrastraría a Potter a sus problemas donde podría morir.
Simplemente no.
Pero aquí y ahora, en un lugar donde no está seguro de que está pasando y teme que el hablar pueda romper la ligera burbuja a su alrededor, simplemente no lo dice. Especialmente cuando Potter comienza a darle ligeras caricias en su espalda, que lo hacen sentir adormilado entre los brazos del chico, cierra sus ojos aspirando el aroma de este.
Cómodo, caliente y huele bien.
Sí.
Draco se quedará aquí por el momento sin moverse.
No sabe en qué momento se queda dormido, pero no importa tampoco.
.
.
Cuando Draco despierta algún tiempo después se encuentra solo, tropieza un poco cuando ve a la comadreja quien le indica sobre que Harry ya está en el ático y parece confundido de verlo ahí todavía. Le saca el dedo del medio, este solamente se arroja sobre su cama y Draco se apresura a irse. Claramente Harry ya es un hombre lobo y Draco utiliza un pequeño agujero en la pared (que está seguro la casa hizo para él) para poder entrar como un hurón donde la bestia ya se encuentra acostado viendo por la ventana. Harry en realidad es un hombre lobo muy tranquilo, aunque se ha herido anteriormente, no parece intentarlo activamente y hay una iré relajado en este al ver a la luna que duda que otros hombre lobo tengan.
No sabe qué lo hace especial.
Es como si no odiara tanto su apariencia, su ser y Draco lo admira por eso.
Aún como semidiós, hay momentos donde Draco odia su destino, aunque claro lo hizo conocer a las mejores personas del mundo, tiene tantos problemas que el pensamiento egoísta que sería más feliz sin este, no lo deja escapar.
Draco salta prácticamente hasta llegar donde Potter, que voltea a verlo con grandes ojos verdes y una expresión feliz de verlo.
—Viniste —sigue sonando como un gruñido cavernícola, pero Draco puede ver al idiota que estuvo durmiendo con él horas antes.
Se suaviza antes de escurrirse entre las patas y cuello de la criatura hasta su cabeza, suelta un bostezo, aún tiene un poco de sueño.
—Bueno mi presencia ilumina tu oscuro camino, obviamente vendría.
El lobo bufa y Draco gruñe porque casi lo arroja por un costado, lo cual hace reír al lobo y Draco debe sujetarse con más fuerza de este.
Un sonido de lamento hace que se detengan, levanta la cabeza porque ha escuchado a otro hombre lobo y sabe que es Remus, aunque debe estar en los sótanos, parece un sonido tan triste. Baja la vista a Potter que simplemente se porta de una manera bastante indiferente, lo mira fijamente con curiosidad, pero simplemente se limita a estar en silencio a su lado.
¿Por qué Potter no está con Remus?
—Mate —gruñe Harry lo cual deja confundido a Draco—. Sirius, mate, Remus, Harry no, Harry aquí —habla como si hubiera leído sus pensamientos.
Tal vez lo hizo.
Lo ve fijamente antes de pensar en la palabra.
¿Mate?
Lo había escuchado antes, probablemente del mismo Potter en el verano anterior, pero no entiende mucho que significa. Una pareja probablemente, arruga el rostro porque no quiere pensar mucho en Sirius o Remus, aunque estos mismos ya habían dado indicios sobre que eran algo cuando lo encontraron en aquella cita con Anthony. Realmente no le interesan las parejas de los adultos, pero puede respetar su vínculo.
Aunque parece ser que Mate es algo más que una pareja.
Tiene que investigar más sobre hombres lobo o tal vez pueda preguntar.
Después de todo está con uno.
—¿Qué es un mate?
El hombre lobo parece indeciso sobre hablar, se pregunta si es por la dificultad de su léxico en esta situación o si simplemente no quiere hacerlo; podrían ser ambas.
—Pareja.
Vaya sorpresa, entonces tal vez es la forma en que dicen compañero o algo por el estilo, aburrido.
—No parece la gran cosa —admite Draco, antes de que Potter se incorpore luciendo molesto, Draco cae al suelo gruñendo antes de medio incorporarse.
Los ojos de Potter parecen furiosos, pero no nivel cuando habla de Percy, si no una molestia un poco más natural o normal.
—Mate importante, mate todo. —Tal vez debió preguntar cuando fuera un humano, Draco se acicala viéndolo a Potter seriamente y este gruñe molesto antes de comenzar a dar vueltas frente a él—. Mate compañero, mate especial, mate vínculo —dice lo último con emoción como si quisiera que entendiera.
Lo hace, un poco.
Con una pata en su rostro pensativa, piensa en que los vínculos al final del día lo son todo para Draco, incluso el de Potter, aunque sea algo extraño; lo cual es decir mucho si ya ha tenido un vínculo con Percy Jackson.
Mueve su pata trasera contra el suelo pensativo.
—¿Muchos mates? —pregunta Draco, después de todo Draco tiene varios vínculos.
Potter niega con la cabeza.
—Uno, toda vida —dice con un asentimiento y eso parece muy complejo para Draco, pero solamente suspira pensando un poco en lo que habla.
Solo una pareja de por vida.
Complicado.
O tal vez sería algo platónico.
No suena así.
Tiene que investigar más cuando todo esto acabe, hace señas a Potter para que se siente y este lo hace a regañadientes. Draco se escabulle entre el pelaje del hombre lobo, hace mucho frío, prefiere tener a su calentador de manta personal que parece verlo incrédulo.
Esto del mate suena como el hilo rojo de Afrodita y no le gusta la idea, está tentado a preguntarle más a Potter sobre eso de Mate, pero sinceramente no sabe qué hacer con ninguna respuesta tanto negativa como positiva.
—¿Historia? —pregunta Draco, porque ama contar historias a Potter y como este se ilumina, supone que a este le gusta escucharlas.
Sí.
Por ahora es mejor evadir estos pensamientos, ya ha tomado más de lo que debería esta noche.
.
.
Cuando vuelve a abrir los ojos, suspira al pensar que Percy lo ha atraído de alguna forma a otro sueño compartido, pero todo parece confuso desde el primer instante que abre los ojos. No se encuentra en su habitación, en su lugar hay una cueva frente a él poco iluminada, mientras que todo fuera de esta (donde se encuentra) es borroso y el paisaje a veces parece distorsionarse.
Parece el paisaje de un campamento, a veces pestañea y es como una ciudad, otras veces parece el inframundo.
Su ceño se frunce.
Voltea a ver a la cueva y lo que ve lo deja paralizado, un hilo sobrevuela frente a él en su pecho, pero es de un color que nunca ha visto.
¿Gris?
Hizo un recuento de sus vínculos hasta ahora, pero no recuerda que uno fuera gris, por lo cual un poco inquieto se adentra en la cueva con una extraña sensación de terror y advertencia que lo hace tragar saliva. Las paredes parecen borrosas, pinturas como si fueran personas donde sus rostros parecen tener parches negros, la luz apenas si entra y en el interior de la cueva hay alguien sujetando su rostro contra sus manos.
Se congela.
Piensa un momento en Potter cuando es un hombre lobo, pero esto no es Potter.
—No puedo fallar, no puedo retroceder, no puedo perdonarlos por lo que hicieron a mi madre —dice la voz inconfundible de Luke, que hiela el cuerpo de Draco cuando lo siente.
Sus emociones lo golpean como un camión.
Desesperación.
Rencor.
Miedo.
Pánico.
Soledad.
—¿Luke? —pregunta en un susurro, pero es suficiente para que el chico levante el rostro y Draco se paralice, porque se ve tan miserable que duele en su pecho.
El rostro del chico parece que quiere llorar, pero se recompone, no lo suficiente para lucir como el chico confiado al lado de Atlas, pero sí lo suficiente para ser un poco como el Luke que recuerda esa primera semana del campamento que estuvo a su cuidado.
Su pecho se aprieta dolorosamente.
—Siempre eres tú —susurra Luke limpiando su rostro con una sonrisa irónica en este, Draco no sabe qué hacer o preguntar.
Solo lo ve ahí.
Siendo miserable.
Odia que otros sientan lástima por él, pero sin duda no puede evitar pensar en eso al ver a Luke, con un alto grado de empatía que usualmente no siente.
—Cronos te quiere de nuestro lado o muerto, pensé que sería genial tenerte de nuestro lado, pero ahora… ahora no entiendo que debería querer; deseo ver el Olimpo caer, pero el precio es más alto de lo que estime. —Hay un cansancio en su voz que se siente por el vínculo, pero también el rencor de que a pesar de que el precio es alto.
No hay arrepentimiento.
Draco puede entenderlo.
Él mismo quiere ver el olimpo en llamas, o al menos a Zeus tragarse sus palabras y que lo vea algún día de rodillas, teniendo que aceptar que el hijo que rechazó, en realidad sí era más importante de lo que este quiso ver algún día.
El camino que Luke elige, es uno que Draco puede verse siguiendo, pero eso no lo hace más correcto. Piensa en las personas que ha conocido, sus otros vínculos, sus padres, Sally y Paul, sus amigos, piensa en Percy o incluso en Potter y no puede aceptar ese camino.
Tendrá que elegir otro.
Ve a Luke con el rostro triste, porque, aunque una vez le dijo que aún había tiempo, ahora sabe que no hay tiempo.
Tomó su lado de la guerra y Draco tomó otro, pero eso no evita que sea triste verlo.
Draco toma una posición frente al chico que parece sumido por las sombras de la cueva, mientras que Draco al acuclillarse frente a él, sigue estando en la parte aún iluminada de este lugar, el hilo baila entre ellos. Luke parece tan delgado, como si alguien estuviera absorbiendo su vida y Draco, aunque quiere ayudarlo, tristemente piensa que sacrificaría a Luke si eso significara que el resto de sus amigos viviera. Ve el vínculo entre ellos, a diferencia del de Theo que apenas parece formarse, este se ve jodidamente sólido.
Si levanta la mano, si tomara la mano de Luke ahora mismo.
¿Qué cambiaría?
Bueno, no importa, porque al final no puede elegir su lado.
—Odio al Olimpo. —Sus palabras hacen que Luke levante ligeramente el rostro sorprendido, Draco se ve calmado—. No puedo elegir tu bando, porque tengo personas que amo más que ese odio, pero algún día haré que se traguen sus palabras; solo que no me pondré de aliado con un titán para eso —añade eso último como una clara representación de las elecciones de Luke.
Este lo ve fijamente, antes de sonreír, pequeña, pero sincera que hace que Draco se sorprenda por la calidez y empatía del vínculo entre ambos.
No lo notó antes.
¿Por qué no lo notó antes?
Al igual que con Potter, no supo cuándo se formó este vínculo y se asusta de pensarlo.
—Sabes Draco, me gustaría pensar que, en otra vida, pudimos ser buenos amigos. —Es lo que dice Luke antes que todo a su alrededor desaparezca.
Draco mueve sus brazos, pero mientras está en el vacío, donde Luke definitivamente ya no está, solo puede sentir frío y oscuridad. Es como si cayera, pero cuando se voltea no puede ver el final o el inicio de nada, intenta moverse, pero cuando intenta ir alguna pared, no hay nada, solo un vacío insoportable en su interior.
Aparece de repente.
El ente que suele atormentarlo, la mujer de la oscuridad que se encuentra viéndolo y Draco por algún motivo se siente aterrado.
¿Por qué sigue cayendo al vacío?
—No, aún es muy pronto, hay posibilidad que mueras, pero no lo harás —musita el ente del caos y oscuridad, le habían dicho que podría ser Nyx y eso claramente no ayudó mucho a sus traumas al no poder hacer nada—. No, no puedes morir hasta que vengas a mí por tu propia voluntad; en mi dominio tendré todo el control para torturarte y el mundo volverá a lo que tiene que ser —añade con diversión y Draco por un momento lo pierde.
Debe haber sido amigo de Percy Jackson por mucho tiempo.
—¿Por qué mierda iría contigo? —chilla la incredulidad en su propia voz, porque solamente un psicópata iría con este ente sabiendo que lo maldijo de alguna forma.
No gracias, él quiere vivir.
La entidad suelta una risa tenebrosa, que parece retumbar en todos lados, por lo cual Draco sujeta sus orejas con dolor.
—Vendrás, tienes tantos vínculos ahora y por delante—la mano señala su pecho y Draco no puede distinguir todos los colores, pero nota horrorizado que hay demasiados, algunos apenas visibles y otros que parecen sin terminar; cuenta 12 cuerdas—solo tengo que tentarte, lo sabrás cuando pase, si no vienes tú en ese momento, traeré tus amigos a mi mundo; así que al final tú me elegirás pequeño héroe —susurra con voz divertida.
Draco intenta moverse, pero no lo hace.
Todo desaparece.
.
.
Draco salta agitado y toma asiento mientras respira agitado, sus vínculos están ahí, apenas si puede sentirlo, pero nota que se encuentran inquietos. Sus manos tiemblan ante el sueño que acaba de tener, pero aunque quiere vomitar, lo más importante son sus vínculos, tiene que ir con ellos, ahora. Piensa en Nyx, en su amenaza, en Luke y solo puede colocar una mano sobre su boca para impedir que cualquier cosa salga expulsada en un ataque de pánico. Su cuerpo no tiene magia suficiente para este viaje, pero no le importan las consecuencias, se siente demasiado inquieto y está por tomar un hilo para largarse de ahí, cuando una mano lo detiene.
Voltea nervioso a su derecha, donde el rostro adormilado, adolorido y cansado de Potter está ahí.
Oh.
Su respiración intenta calmarse, ve un poco hacia la ventana del ático, notando la luz del sol; ya pasó la luna llena.
Sus vínculos arden en su pecho y lo sujeta con fuerza, pensando que algo podría estar mal y tiene que ir con ellos ahora, simplemente lo necesita.
Tiene que irse.
Ahora.
Se intenta incorporar, pero aún se encuentra nervioso, sus piernas fallan cayendo de sentado, pero sigue respirando de forma muy superficial. Potter que está a su lado, apenas con una manta, debe estar totalmente agotado por la luna llena y aun así, demasiado estúpidamente, intenta ayudarle con preocupación en sus ojos.
Piensa en Luke.
En Nyx.
En los vínculos.
¿12?
—Tengo que irme ahora, los vínculos, ellos, ocupo estar con ellos —dice Draco de forma agitada sujetando su pecho, Potter le da una larga mirada como si quisiera detenerlo, pero al final solamente lo mira preocupado y pensativo.
—Quédate —hay una súplica y vulnerabilidad que no había ayer.
Es por la luna llena.
Es su estado débil.
Draco, maldita sea, quiere quedarse.
Sus vínculos se sienten pesados, las palabras de Nyx retumban en su cabeza, el estado de Luke le hace pensar que algo malo podría pasar en cualquier momento y tiene que irse ahora.
—No puedo, tengo que irme ahora —dice con voz ahogada que hace al chico lucir miserable, la manta ha caído de sus hombros.
Draco intenta pensar lógicamente, como por ejemplo no bajar la vista porque en este momento de pánico lo último que ocupa es la imagen desnuda del chico en su cerebro. Tiene otras prioridades se repite varias veces, antes de notar la marca de dientes del hombro del chico, la transformación de hombre lobo fue por la herida aquella noche meses atrás.
El cuerpo de Potter sigue siendo delgado, aunque un poco más musculoso en algunas partes y sus ojos siguen luciendo ahora preocupados.
Sin gafas.
Dejando esos bosques asomarse con libertad.
No sabe si es el propio pánico aun en sus recuerdos por el sueño, la idea de la guerra estallando sobre su mente a fin y el pánico de que puede que esta sea la última vez que vea a Potter, que deja caer su frente contra la del chico suavemente. Cualquiera que viera la imagen podría mal pensar en la situación, Draco agitado, Potter solo con una manta.
Percy es el vínculo que más siente, no en peligro, pero si preocupado.
¿Por él?
No sabe, solo que tiene que volver pronto.
—Pero volveré, después de todo tenemos una salida pendiente —dice casi sin aire, ver a Potter así de cerca es incluso más impresionante.
Claro, Percy sin duda era la epítome de un héroe, no es de extrañar que incluso Nico o Draco se encontraran encantados con lo que significaba Percy como tal, la libertad y confianza que el chico deslumbraba hizo a otros querer estar cerca de él; su forma de tratar a todos como igual hizo que su atmósfera fuera simplemente irresistible.
Pero incluso con Percy nunca se sintió así.
Potter era algo raro, en este momento Draco podría decir sin miedo todas las cosas qué este significaba, representaba y qué era. Pero incluso así, aunque dijera todo lo malo que este era, no puede negar jamás que, sin duda, Harry Potter era la criatura más hermosa ante sus ojos y que estaba irremediablemente enamorado de él aunque tal vez era demasiado joven para comprender sus sentimientos.
Afrodita tenía razón.
Duda que en el futuro pudiera encontrar algún sentimiento como este.
—¿Es una cita? —bromea Potter sin entender lo que significa para él, sin entender lo que acaba de pasar por su mente o comprender cómo todo puede estar a punto de cambiar.
Guerra.
Draco va a una guerra y puede que esta sea la última vez que lo vea.
¿Saben qué?
A la mierda todo, hasta ahora todos los chicos que le gustó fue porque dieron un paso al frente, así que Draco quiere que al menos una vez en su vida ser el primero en algo.
—Harry —llama Draco, provocando que el chico lo vea curioso—. Me gustas mucho —dice con sinceridad y sintiendo un peso menos en sus hombros.
Potter se queda ahí, un segundo, dos, tres, un parpadeo o tal vez 3 demasiado rápidos; antes que su rostro se vuelva una profunda confusión.
—Espera, ¿qué quieres decir?, ¿románticamente?, ¿cómo amigos? —parece desconcertado, lo que hace que Draco suelte una leve risa antes de alejarse.
El hombre lobo parece perdido antes de intentar acercarse, como si leyera lo que iba hacer, pero Draco simplemente sujeta el hilo rosado frente a él. Le da una última sonrisa a Harry que está en medio de un grito, antes que se aparezca, cientos de kilómetros lejos de él.
Bueno.
Sin duda esto será un problema del Draco del futuro, por ahora, tiene una guerra que luchar.
Toma esa Afrodita, él dio el primer paso al menos una vez.
No sabe dónde aparece, pero sí sabe que vomita antes de caer desmayado.
Al menos Potter no lo vio.
Continuará…
Este capítulo es como un pequeño respiro para Draco antes que todo caiga sobre él, porque ahora si el libro 5 de Percy Jackson sin duda va a iniciar. No tenía pronosticado muchas cosas para este capítulo, pero conforme escribía una, todas las demás simplemente aparecían y no podía negarme a ellas.
El Draco del futuro tiene muchas cosas de que encargarse.
Tuvimos mucho Drarry y tal vez vistazos del futuro que nos espera.
Estoy emocionada.
