La vulnerabilidad es la única forma de conectar con los demás de manera auténtica.
(Brené Brown)
Han pasado días y sigo sin encontrar la carta.
La he buscado en cada rincón de mi templo, he revisado cada pergamino, cada estantería, cada espacio donde podría haberla olvidado, pero es como si nunca hubiera existido. Es irónico. Hace unas semanas, el solo hecho de haber escrito esas palabras ya me parecía una imprudencia. Ahora daría cualquier cosa por tenerlas de vuelta. No porque quiera conservarlas, sino porque el no saber dónde están me está consumiendo.
El miedo es irracional. Sé que no ha caído en manos enemigas. Si así fuera, ya habrían utilizado esa información en mi contra. Pero si no está conmigo, ¿entonces dónde está? Y, lo más importante… ¿Ella la tiene? Esa posibilidad me enferma.
Me pregunto qué pensará ella si leyera cada palabra. ¿Se reirá de mí? ¿Se enojará? ¿Le parecerá ridículo que alguien como yo, alguien que debería estar por encima de estas cosas, haya caído en algo tan simple y humano como el amor? Porque la amo. No sé en qué punto lo supe con certeza, pero no puedo negarlo más.
La amo en su fuerza y en su determinación. La amo cuando sonríe con picardía y cuando su mirada se llena de seriedad. La amo en los momentos en que me reta sin palabras, en los que parece entenderme mejor que nadie. Pero ese amor es mi debilidad. Porque me distrae. Porque me hace desear cosas que no debería. Y porque, si de verdad tiene mi carta, su silencio solo puede significar dos cosas: O me está dando la oportunidad de fingir que nunca la vio o no sabe qué responder.
No sé qué hacer, y lo peor, es que siento que ella ha cambiado.
Ella sigue siendo la misma de siempre: fuerte, decidida, con esa energía vibrante que ilumina cualquier lugar al que va. Pero hay algo diferente. Un gesto en su mirada, un instante en el que su sonrisa parece temblar antes de fijarse en su lugar. ¿Es solo mi imaginación?
No me atrevo a preguntarle. No me atrevo a siquiera insinuar que algo está mal. ¿Y si lo está? ¿Y si realmente la encontró? Enloqueceré.
Intento alejarme, intento ser prudente. Si ella sabe lo que siento, si ha leído cada una de esas palabras, entonces debo darle espacio, debo permitirle decidir qué hacer con ese conocimiento. No quiero que se sienta obligada, no quiero que crea que tiene que corresponderme solo porque mis sentimientos han quedado expuestos.
Pero cada intento de distanciamiento fracasa.
No importa cuántas veces intente mantenerme en las sombras, ella siempre me encuentra. En la arena de entrenamiento, en los pasillos del Santuario, en las misiones que compartimos. Y cada vez que su mirada se posa en la mía, siento que algo dentro de mí se resquebraja. Si supiera cuánto la amo, ¿seguiría viéndome así? ¿Seguiría sonriéndome como si nada hubiera cambiado? ¿O lo hace precisamente porque no quiere que me aleje?
No lo sé. Lo único que sé es que, perdida o no, esa carta ya no tiene importancia. Porque cada día que paso a su lado, cada instante en el que su presencia toca la mía, me doy cuenta de que no hay marcha atrás. Perdí mi batalla contra el destino. Y no me importa. No estoy seguro que tan bueno sea eso para el templo de Aries, pero por ahora, no cuenten conmigo.
Continuará…
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Amatizta: Hola. Bueno, ya segun mis pistas, van sabiendo por donde va, por lo menos el amor de Shaina. En cuanto a Mu, tal vez no dejé muchas pistas XD, pero bueno, por ahora te puedo decir que en la tercera tanda de confesiones, algunos ya empezaran a hablar con nombre propio, esperemos que le salgan bien las cosas a Shaina y a todos los demás. Sin embargo, Shaina también tiene sus admiradores… Sí, ahora el spam llega a tu bandeja de reviews, pero yo hago lo que mejor se me da, ignorarlos XD pero si es chocante que alaben algo que no se han tomado el tiempo ni el espacio para leer y si vienen a decir que les pareció maravilloso el capítulo… por otro lado y antes de que se me olvide, desde luego, he escuchado la canción, de hecho, me hiciste recordar viejos tiempos. Llevaba años sin escuchar la agrupación, apenas leí tu mensaje fui a buscar aquellas canciones de antaño.
Mil gracias a todos por seguir leyendo, como ya están en su mayoría las confesiones, espero estar actualizando seguido. Tal vez dos, o tres veces por semana. Ya lo irán viendo.
Nos estamos leyendo.
