Capítulo 8: Bingo vs. El Dragón de Fuego

El perro rojo, con una presencia imponente, se detuvo frente a Bingo, mirándola fijamente con ojos que parecían arder como brasas. Su voz resonó, grave y desafiante: "Demuéstrame tu valía, jovencita. Si logras impresionarme, tal vez te considere digna de ser mi aliada."

Bingo, sin perder la compostura, dio un paso adelante a pesar de las miradas preocupadas de Charlei y Brandy. "¿Y qué se supone que tengo que hacer para impresionarte?" preguntó, con una mezcla de curiosidad y desafío.

"Lucha," respondió el perro con una sonrisa torcida. "No hay mejor manera de medir la fuerza y el espíritu de alguien que a través del combate."

Bingo frunció el ceño al escuchar el comentario. "¿Y qué pasa si me niego?"

El perro rojo, con una mirada intensa, replicó: "¿Viste lo que acabo de hacer? ¿Crees que no podría hacer lo mismo a cualquiera más?"

Bingo pensó por un momento, pero antes de que pudiera aceptar, Charlei interrumpió. "No voy a permitir esto," declaró, intentando ponerse entre ellos.

Antes de que Charlei pudiera continuar, Bingo se adelantó rápidamente y, con un golpe preciso, lo noqueó. "Lo siento, papá," murmuró con determinación.

Volteándose hacia sus tías, Bingo continuó: "Por favor, no dejen que mi papá interfiera. Pase lo que pase, no quiero que nadie más se involucre."

Frisky, con un tono nervioso, pero intentando mantener el humor, comentó: "Bueno... No sé si podremos detenerlo si se despierta."

Trixis, con una expresión seria pero tranquila, dijo: "No te preocupes. Me encargaré de mantenerlo alejado."

Brandy, mirándola con seriedad, dijo: "No te conozco tan bien como para entender tus decisiones, pero por favor prométeme que estarás bien."

"Estaré bien," respondió Bingo con una leve sonrisa. Luego se giró hacia el perro rojo. "Acepto tu desafío, pero con dos condiciones."

El perro inclinó ligeramente la cabeza, intrigado. "¿Qué condiciones?"

"La primera: mis tías y mi papá no participarán, y no quiero que pelees con ellos. La segunda: lo haremos en un lugar donde no molestemos a nadie."

El perro asintió lentamente, mostrando una leve sonrisa. "Acepto tus términos. Pero añadiré una condición más: solo yo decidiré cuándo termina la pelea. Además, crearé una barrera para asegurarnos de que nuestros ataques no salgan del área."

Bingo, aunque algo nerviosa, respiró hondo y asintió. "De acuerdo. Acepto."

El grupo se trasladó a un lugar cercano y solitario. Bingo usó su magia para crear un cuadrilátero improvisado, mientras el perro observaba. "Si alguien no puede detectar ki, no podrá llegar aquí," aseguró el perro rojo.

Bingo se preparó para la pelea, tensando sus músculos mientras analizaba al oponente.

De repente, un aura de fuego comenzó a envolver al perro. Su cuerpo se transformó lentamente: sus patas se alargaron, su piel se cubrió de escamas de un naranja brillante, y enormes alas llameantes se desplegaron en su espalda. Frente a Bingo ya no estaba el perro que habían encontrado, sino una imponente criatura que irradiaba poder.

El grupo observó, paralizado por la sorpresa.

"¿Qué... qué está pasando?" murmuró Trixis, intentando procesar lo que veía.

"Se transformó..." señaló Frisky, con los ojos bien abiertos.

"¿Esto es una trampa?" preguntó Brandy, cruzándose de brazos, aunque su tono denotaba más resignación que asombro.

"Esto ya se está volviendo una costumbre," añadió Brandy con un suspiro cansado.

De repente, la criatura habló, su voz profunda y resonante llenando el lugar: "Yo soy Si Xing Long, el dragón de cuatro estrellas."

Las tías de Bingo exclamaron al unísono: "¿¡Un dragón!?"

El alboroto fue suficiente para que Charlei despertara, tambaleándose mientras intentaba ubicarse. "¿Dragón? ¿Dónde estoy? ¿Bingo?" preguntó con voz confusa.

Charlei, al ver a la imponente criatura frente a su hija, intentó entrar a la arena, pero fue detenido por la barrera que Si Xing Long había creado. Golpeó la barrera con frustración, pero esta no cedió.

"¡Bingo, sal de ahí!" gritó Charlei, con una mezcla de desesperación y miedo.

Bingo, sin voltear, levantó una mano para calmarlo. "Papá, confía en mí. Yo me encargaré de esto."

Si Xing Long, con una sonrisa burlona, observó el intercambio. "Qué conmovedor. Pero esta no es una pelea para espectadores," dijo, dejando que su aura ardiente se intensificara.

Bingo respiró hondo, poniéndose en guardia y con una mirada seria, Si Xing Long también adoptó una postura de combate, sus escamas brillando con el reflejo del fuego que lo rodeaba.

La pelea comenzó con Bingo lanzándose hacia el dragón, intentando conectar un puñetazo directo. Pero tan pronto como su golpe impactó contra las escamas de Si Xing Long, un intenso calor recorrió su brazo, haciéndola retroceder mientras su puño mostraba quemaduras.

Antes de que pudiera recuperarse, el dragón contraatacó con un rápido puñetazo, que la golpeó con violencia. Aunque el impacto fue fuerte, lo que realmente la dañó fue el calor abrasador que la envolvió, dejando marcas de quemaduras en su pelaje.

Bingo se levantó con dificultad, respirando agitadamente mientras intentaba ignorar el dolor. "Esto va a ser más difícil de lo que pensaba," murmuró para sí misma, mientras Si Xing Long la observaba con una sonrisa llena de confianza.

Bingo, buscando una estrategia diferente, decidió evitar el uso de su magia principal. Se movió rápidamente, manipulando la tierra para invocar un dragón de roca que emergió desde el suelo y se lanzó contra Si Xing Long. El ataque, aunque impresionante, fue rápidamente destruido por el dragón de fuego con un simple movimiento, esparciendo rocas al aire.

Desde el exterior, los espectadores observaban con preocupación creciente.
"Esto es demasiado..." murmuró Brandy, secándose el sudor de la frente. "No sé cómo puede soportar estar ahí dentro con ese calor."
Frisky, mordiendo sus uñas, comentó con una risa nerviosa: "Bingo siempre ha sido resistente, pero este dragón es de otro nivel..."
"¡Esto es una locura!" exclamó Charlei, golpeando la barrera con fuerza. "¡Déjenme entrar! ¡No puedo seguir viendo esto!"

Dentro del campo de batalla, Bingo no se rindió. Aprovechando un breve respiro, intentó encerrar al dragón en una trampa, extendiendo sus brazos hacia adelante mientras gritaba: "¡Elemento Tierra: Prisión de Pilares de Roca!" Grandes pilares emergieron desde el suelo, rodeando a Si Xing Long y atrapándolo momentáneamente.

"Eso... eso podría funcionar," comentó Trixis desde el exterior, con un destello de esperanza en los ojos.

Pero Bingo no se detuvo ahí. Inmediatamente, convocó otra técnica: "¡Elemento Tierra: Lanzas de Roca!" A pesar de su resistencia, esta técnica logró hacer que el dragón gruñera de dolor mientras pequeñas heridas se formaban en su cuerpo.
"¡Eso, Bingo! ¡Así se hace!" gritó Frisky, animándola con fuerza.

Confiada en que podía mantener el impulso, Bingo se acercó, levantando las manos y simulando una pistola. "¡Estilo de agua...!" comenzó a conjurar, pero antes de que pudiera terminar, Si Xing Long rugió con fuerza, activando una técnica devastadora.
"¡Tornado Ardiente!"

El intenso torbellino de llamas hizo que las lanzas de roca se derritieran instantáneamente, enviando ondas de calor abrasadoras que obligaron a Bingo a retroceder. Sin darle tiempo para recuperarse, el dragón se abalanzó sobre ella, golpeándola con una fuerza brutal en el estómago y lanzándola al aire. Bingo cayó pesadamente al suelo, jadeando de dolor.

"¡Ya basta!" gritó Charlei desde el otro lado de la barrera, intentando sin éxito atravesarla. "¡Déjame entrar, maldita sea!"

Mientras Bingo intentaba levantarse, el dragón se acercó lentamente, envuelto en un aura de llamas que hacía el aire casi irrespirable.
"Eres demasiado débil para enfrentarte a mí," dijo Si Xing Long, su voz resonando con desprecio.

Bingo, tambaleándose, luchaba por mantenerse de pie. Su cuerpo estaba lleno de quemaduras y heridas, pero aún no se rendía.
"¿Cómo... cómo sigue de pie?" murmuró Brandy, asombrada y aterrorizada al mismo tiempo.

Si Xing Long, asombrado por su resistencia, decidió acabar con la pelea. Con un movimiento rápido, envolvió a Bingo en un remolino de llamas, dejándola gravemente herida y al borde del colapso.
"Debiste haber caído hace tiempo," comentó el dragón. "Pero admiro tu terquedad."

Con un último golpe, Si Xing Long lanzó un puñetazo directo al pecho de Bingo, enviándola al suelo, moribunda.

Desde el exterior, Charlei gritaba desesperado. "¡Bingo! ¡No! ¡Déjenme entrar, maldita barrera!"
Frisky y Trixis intentaban consolarlo mientras miraban impotentes cómo Bingo yacía en el suelo, luchando por mantenerse consciente.

Cuatro Estrellas, dándole la espalda a Bingo, decidió alejarse con aire de desdén. "Hay otros dos ki cerca... Tal vez sean más dignos de mi atención que tú. Pero chica, debo agradecerte. Me has dado un buen calentamiento y me has curado," dijo, con una sonrisa arrogante.

Charlei, frustrado y lleno de ira, golpeó la barrera con todas sus fuerzas. "¡Regresa aquí y enfréntame, maldito cobarde!"

El dragón, sin siquiera girarse, respondió con frialdad: "La condición de tu hija para esta pelea fue que ustedes no interfirieran. Así que mejor aléjense antes de que rompa esa barrera y los haga arrepentirse."

Mientras tanto, Bingo yacía en el suelo, gravemente herida. Su cuerpo estaba al límite, pero lo que más le dolía era la sensación de impotencia. La idea de no poder igualar la fuerza de su enemigo pesaba en su corazón. Pensamientos oscuros comenzaron a inundar su mente.
"Soy solo un estorbo... Si no supiera curar, ni siquiera sería útil para mi hermana..."

Su mente tambaleaba entre la conciencia y la inconsciencia. Pero, en medio de esa oscuridad, algo cambió. Bingo comenzó a sentir el ki de todo a su alrededor de manera más clara que nunca. Era como si los árboles, la tierra, e incluso el aire estuvieran hablando con ella.

Sin abrir los ojos, murmuró: "Es extraño... No puedo ver, pero siento todo. Puedo ver los árboles, al dragón... incluso a mi familia."

De repente, se dio cuenta de lo que estaba sintiendo. Era el ki del propio planeta, conectándose con ella. Bingo, en un acto de fe, susurró: "Tierra... por favor, ayúdame en esta pelea."

El dragón, a punto de marcharse, se detuvo cuando escuchó la voz de Bingo. Lentamente, giró la cabeza y la vio poniéndose de pie, a pesar de sus heridas. "¿Qué haces?" preguntó, con una mezcla de sorpresa y burla.

Bingo, tambaleándose al principio, recuperó la compostura. Una energía vibrante la rodeaba, y un manto de plantas comenzó a formarse a su alrededor. Las enredaderas se entrelazaron, creando lo que parecían alas verdes que brillaban como la luz del sol. Su figura irradiaba una calma imponente.

"¿Qué... qué es eso?" preguntó Cuatro Estrellas, visiblemente intrigado.

Bingo lo miró fijamente, con una confianza renovada. "Esto es lo que tú me has enseñado, Cuatro Estrellas. Gracias a ti, he alcanzado un poder que nunca imaginé."

El dragón, desconcertado pero cautivado, respondió: "es tu Zona de Mana... ¿Y eso que llevas puesto?"

Con una sonrisa decidida, Bingo anunció: "Zona de Mana: Magia de Planta, Manto Curativo."

En un abrir y cerrar de ojos, Bingo se lanzó hacia el dragón, canalizando toda su fuerza en un poderoso puñetazo. Su golpe impactó directamente en el pecho de Si Xing Long, haciendo que este retrocediera unos pasos, mientras el suelo bajo ellos se agrietaba con el impacto. Sin embargo, el intenso calor del dragón comenzó a quemar la mano de Bingo. A pesar de ello, no retrocedió; en cambio, una sonrisa desafiante apareció en su rostro.

"¡Bingo, por favor, para! ¡Estás llevándolo demasiado lejos!" gritó Brandy desde fuera de la barrera, con evidente preocupación.

Frisky, visiblemente alterada, añadió: "¡¿Qué estás haciendo?! ¡Ese calor puede matarte!"

Bingo levantó su mano frente a ellas, mostrándola con orgullo. Para su sorpresa, no había ni una marca de quemadura, gracias a su manto de plantas que regeneraba sus heridas al instante. "¿Ven? Estoy perfectamente bien," dijo, con una sonrisa confiada.

Charlei, golpeando la barrera con frustración, exclamó: "¡Esto no es un juego, Bingo! ¡Deja de arriesgarte así!"

Bingo se giró hacia ellos, su mirada determinada. "No es un juego. Pero ahora entiendo cómo usar este poder," dijo, mientras la energía de su Zona de Mana seguía fluyendo a través de ella. Volviendo a mirar al dragón, añadió: "Ya no voy a dejar que nadie, ni siquiera un dragón como él, me haga sentir débil de nuevo."

Si Xing Long, recuperando su postura, observó a Bingo con una mezcla de respeto y desafío. "Interesante... Muy interesante. Has aprendido rápido, jovencita," dijo, con un tono que reflejaba tanto reconocimiento como una advertencia implícita.

Desde fuera, las tías de Bingo miraban la escena con incredulidad, sin poder ocultar su mezcla de miedo y asombro.

Si Xing Long, tomo distancia rápida mente flotando sobre el campo de batalla, observó con cierta admiración a Bingo mientras esta se mantenía de pie, envuelta en su Zona de Mana. Su regeneración constante y su determinación habían comenzado a impresionar al dragón.

"Admito que me has sorprendido, jovencita," declaró Si Xing Long, con una mezcla de respeto y desafío. "Has utilizado tu mana de una manera excepcional, pero dime, ¿qué harás ahora? Tu energía parece inagotable, pero no puedes alcanzarme aquí arriba."

El dragón batió sus alas llameantes, elevándose aún más en el aire, creando una distancia segura entre él y Bingo. "Si no puedes tocarme, esta pelea es inútil. Muéstrame cómo piensas derrotarme cuando ni siquiera puedes acercarte."

Bingo, con una sonrisa desafiante, mantuvo la mirada fija en el dragón, su postura firme y decidida. La energía de la batalla aún recorría su cuerpo, haciendo que sus manos se sintieran cargadas de poder. Apretó los puños y declaró con determinación: "Si la fuerza bruta no es suficiente… entonces la precisión lo será."

Bingo se mantuvo de pie, adoptando una postura relajada pero llena de determinación. Con calma, levantó una mano, formando una pistola improvisada con sus dedos. El índice y el pulgar se extendieron, mientras los demás permanecían doblados. El aire a su alrededor comenzó a enfriarse, y pequeñas gotas de agua cristalina surgieron de la nada, condensándose con precisión en la punta de su dedo índice. Su mirada nunca abandonó al dragón, irradiando confianza absoluta.

Si Xing Long, al notar esto, frunció el ceño, su tono lleno de desdén. "¿Qué intentas ahora? ¿Otra técnica inútil?"

Bingo, ignorando sus palabras, murmuró para sí misma: "Concentración. Precisión. Solo un disparo."

Con un movimiento rápido, apuntó hacia el dragón con sus dedos en forma de pistola y exclamó: "Estilo de Agua: Pistola de Agua."

Un sonido ensordecedor, como el de un disparo, resonó en el campo de batalla. La pequeña gota de agua salió disparada con una velocidad y fuerza impresionantes, surcando el aire con una estela que parecía partir el viento. Si Xing Long, confiado al principio, intentó esquivar el ataque, pero la velocidad era tan grande que apenas tuvo tiempo de reaccionar.

La gota impactó directamente en una de sus alas, atravesándola con facilidad y dejando un agujero perfectamente redondo. Si Xing Long rugió de dolor y sorpresa, perdiendo temporalmente el equilibrio en el aire mientras agitaba sus alas para estabilizarse.

Desde fuera de la barrera, las tías de Bingo observaban con asombro. Brandy, claramente impresionada, exclamó: "¡¿Qué demonios fue eso?!"

Frisky, aún sin creer lo que veía, murmuró: "¿Eso… fue solo una gota de agua? ¿Cómo es posible?"

Trixis, quien se había mantenido más tranquila hasta ahora, añadió: "Parece que Bingo sabe exactamente lo que está haciendo."

Charlei, con el rostro lleno de preocupación, golpeó el escudo que lo mantenía fuera. "¡Bingo, para! ¡Estás llevando tu cuerpo al límite! ¡No puedes seguir así!"

Bingo, sin apartar la vista del dragón, levantó su mano regenerada y la mostró a su familia. "Papá, no te preocupes. Este manto no solo me cura, también me hace más fuerte," dijo, con una sonrisa confiada. Luego, dirigiéndose al dragón, añadió con burla: "¿Sabes algo, Si Xing Long? Si no me hubieras cubierto de llamas antes, probablemente no habría despertado este poder. Así que, gracias por eso."

El dragón recuperó su compostura en el aire, su mirada llena de desafío, pero también de reconocimiento. "Interesante. Parece que incluso los errores pueden tener sus recompensas. Pero no te emociones demasiado, jovencita. Esto aún no termina."

Bingo, con una sonrisa desafiante, apuntó nuevamente con su mano en forma de pistola. "Perfecto. Entonces, sigamos jugando, Si Xing Long."

El dragón, herido en una de sus alas y ahora incapaz de mantenerse en el aire, descendió al suelo, acercándose a Bingo para continuar el combate cuerpo a cuerpo. Observándola detenidamente, su mirada reflejaba una mezcla de respeto y asombro. "Me impresiona que aún no te hayas desmayado... y que no estés quemada por mi presencia."

Bingo, confiada, respondió: "Es gracias a mi hechizo. Me protege y me restaura rápidamente." Su tono estaba lleno de seguridad, como si ya hubiera ganado la pelea.

Frisky, desde fuera de la barrera, murmuró: "Esa niña está loca. No sé si preocuparme o sentirme orgullosa."

Charlei, golpeando la barrera con frustración, gritó: "¡Bingo, detente ya! ¡No tienes que seguir demostrándole nada a ese dragón!"

Brandy, con una mezcla de nerviosismo e incredulidad, comentó: "No entiendo cómo aún sigue en pie... ¡Eso no es normal!"

El dragón lanzó un ataque directo, golpeándola con fuerza, pero el manto de Bingo regeneró al instante cualquier daño visible. "¿No piensas intentar de nuevo con esa pistola de agua?" preguntó Si Xing Long, intentando provocarla.

Bingo, con una sonrisa sarcástica, respondió: "Buena idea." Acto seguido, conjuró: "¡Arte de Tierra: ¡Prisión de Roca!"

El dragón resopló, liberándose fácilmente de las rocas al extender sus alas, que emitieron llamas ardientes, consumiéndolas en un instante. "Eso no funciona conmigo," comentó con desdén. Pero justo cuando se disponía a recuperar el equilibrio, Bingo aprovechó la apertura: "¡Magia de Roca: ¡Lanzas de Roca!" Dos lanzas surgieron del suelo con rapidez, perforando ambas alas del dragón y dejándolo momentáneamente vulnerable.

Desde fuera de la barrera, Trixis exclamó: "¡Eso fue increíble! ¡Pero no va a durar mucho!"

Aprovechando su ventaja, Bingo se lanzó hacia él, conectando un puñetazo directo que lo envió al suelo. Antes de que Si Xing Long pudiera reaccionar, Bingo se acercó rápidamente y, con ambas manos formando pistolas, disparó sucesivamente, impactándolo en los hombros y las piernas. El dragón quedó inmóvil por un momento, sorprendido por la rapidez y precisión de la joven.

Herido y jadeante, el dragón intentó levantarse. A pesar de querer terminar la pelea, algo dentro de él lo hizo detenerse. Observó a Bingo, quien parecía decidida a seguir peleando, y pensó en hasta dónde podía llegar esta joven, incluso estando al límite.

"Es mejor que te rindas," le sugirió Bingo con voz firme, conjurando nuevamente su magia: "Planta Trampa de Raíces." Ramas y raíces emergieron del suelo, sujetando al dragón por las patas y las manos.

"Si estuvieras en mejor estado, esto lo habrías destruido fácilmente," comentó Bingo, confiada en que la batalla estaba cerca de terminar.

Pero Si Xing Long, reuniendo sus fuerzas, comenzó a liberar un aura ardiente que quemó las plantas que lo retenían. Con esfuerzo, se puso de pie y lanzó una esfera de ki que flotó frente a él, iluminando el campo de batalla. "No," dijo con voz profunda, "esta batalla aun no a terminado."

Bingo, sorprendida, dio un paso al frente, decidida a continuar, pero de repente sus piernas cedieron y cayó de rodillas. Incapaz de moverse, levantó la mirada hacia el dragón, su voz cargada de confusión y agotamiento: "¿Qué... qué me has hecho?"

Si Xing Long, con calma y una mirada casi comprensiva, respondió: "Esta pelea duró cinco minutos. Cuando activaste tu Zona de Mana y comenzaste a usar el cien por ciento de tu poder, no te diste cuenta del desgaste que estaba generando en tu cuerpo. Luchaste con todo lo que tenías, pero ese esfuerzo te llevó al límite."

Mientras Bingo permanecía arrodillada, el dragón continuó: "Sin embargo, aprobaste mi prueba. Me has impresionado."

Antes de que Bingo pudiera responder, un estruendo resonó en el campo de batalla. Una parte de la barrera se rompió, dejando pasar a Timmy y Bluey, quienes llegaron justo a tiempo. Timmy, con los oídos aun sangrando y claramente exhausto, se posicionó al frente, mientras Bluey, pálida y temblorosa, lo seguía, acompañada por un imponente lobo gigante de pelaje azul y gris.

Desde fuera, Charlei, sorprendido al ver a su otra hija, gritó: "¡Bluey! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Mira cómo estás! ¡No deberías estar peleando!"

El lobo gigante avanzó unos pasos, fijando su mirada en el dragón que estaba frente a ellos. Su voz resonó profunda y firme: "Tú... dragón. ¿Qué haces aquí? Creí que ya te había derrotado."

Si Xing Long, visiblemente intrigado, giró hacia los recién llegados. "¿Cómo rompieron mi barrera?" murmuró, mientras evaluaba con atención tanto al lobo como a los jóvenes guerreros. "¿Y cómo es posible que llegaran hasta aquí en este estado?"

El aire se llenó de tensión mientras todos observaban el próximo movimiento. Timmy, al ver a Bingo arrodillada y debilitada, dirigió su mirada al imponente dragón frente a ellos. Al notar su aura de fuego, asumió que se trataba de un hechicero con una ventaja natural sobre su amiga.

Sin pensarlo dos veces, Timmy se lanzó hacia Si Xing Long. El dragón, con una expresión de calma, simplemente comentó: "Un ataque tan directo no funcionará conmigo," mientras creaba una esfera de llamas que envolvió completamente a Timmy.

Fenrir, observando la escena, murmuró con un tono serio: "Domina también el fuego... Pensé que solo era un dragón de hielo."

Bluey, sorprendida, le preguntó rápidamente: "¿Cómo que hielo?"

Fenrir asintió ligeramente. "Recuerda que te dije que también tuve una pelea. Fue con otro dragón que intentaba someterme... Era igual que este, pero su elemento era hielo."

Si Xing Long, al escuchar esto, respondió con un tono ligeramente divertido: "Impresionante, lobito. Entonces te encontraste con Tres Estrellas, veo."

Bingo, aún en el suelo, alzó la cabeza con esfuerzo y murmuró: "¿Otro dragón?"

Si Xing Long, con un aire de superioridad, comentó: "Sí, a diferencia de otros dragones como Tres Estrellas, yo tengo honor. No ataco desde las sombras ni utilizo la traición como arma." Hizo una pausa para observar al grupo, luego continuó: "Veo que ustedes han tenido enfrentamientos intensos. Por ahora, no me interesa poner a prueba a tus amigos, jovencita. Están agotados y heridos... no serían un desafío digno para mí."

Antes de que pudiera terminar su frase, Timmy, aún dentro de la esfera de fuego, logró liberarse. En un movimiento veloz y feroz, golpeó a Si Xing Long, enviándolo hacia atrás. La fuerza del golpe sorprendió al dragón, quien rápidamente notó algo peculiar. El aura de Timmy había cambiado.

"¿Qué...?" murmuró Si Xing Long, ahora intrigado. "Este chico… ¿es un cazador de dragones?"

Timmy, con su cuerpo envuelto en llamas que tomaban la forma de un dragón, gritó con furia: "¡Fuerza de Dragón!" El joven había absorbido parte de la magia de fuego de Si Xing Long para liberarse, pero el poder desbordante parecía llevarlo al límite. Su figura comenzaba a transformarse, mostrando rasgos que recordaban a un dragón.

Con un rugido, Timmy se lanzó hacia Si Xing Long, quien, sorprendido, intentó razonar con él. "¡Cálmate, joven! No soy tu enemigo," dijo el dragón. Sin embargo, Timmy, cegado por la furia, lo embistió con fuerza.

Si Xing Long, desviándose para evitar más daño, se acercó rápidamente a Bluey y Bingo, dejando a ambas sorprendidas por el estado de su amigo. Bluey inmediatamente adoptó una posición defensiva, pero antes de que pudiera actuar, el dragón habló: "¡Hay que Detener a tu amigo!, Tu amigo ha perdido la razón. Parece que estaba al límite y absorbió parte de mi poder."

Bluey, confundida, le preguntó: "¿Y eso qué importa?"

El dragón, sorprendido por la ignorancia de las chicas, exclamó: "¿No saben lo que le sucede a un cazador de dragones si consume el poder de un dragón?"

Bingo y Bluey se miraron antes de responder al unísono: "¡No! Solo sabemos que pueden inutilizar o inmunizar magia."

Fue Fenrir quien intervino, su voz profunda y seria: "Eso es cierto, pero hay más. Los cazadores de dragones tienen un punto débil. No pueden ser afectados por magia de su mismo elemento y pueden bloquear otras magias, pero cuando usan su Zona de Mana, como lo está haciendo ahora, luchan contra su propia naturaleza para no convertirse en bestias sin pensamiento."

Si Xing Long, interrumpiendo, agregó: "Exacto. Y si además consumen el poder de un dragón de su mismo elemento, pierden completamente la razón y comienzan a actuar como verdaderos dragones."

Bingo, con preocupación evidente, murmuró: "¿Entonces Timmy… ahora es un dragón?"

Fenrir negó lentamente. "Todavía no. Pero si sigue así, pronto dejará de ser quien es y se convertirá en una bestia."

Bluey, mirando a Timmy con creciente preocupación, comentó: "La magia de ese tonto… es un arma de doble filo."

Fenrir, volviéndose hacia Bluey, agregó: "Al igual que la suya, mi señora. Recuerde que, si no aguanta la temperatura, podría ser consumida por su propio poder."

Bluey, se le ocurrió un plan bastante rápido para detener a Timmy. "Fenrir, ¿te queda suficiente poder mágico para una pelea más?" preguntó con urgencia.

Fenrir inclinó la cabeza, pensativo. "Mi señora, si le doy mi poder, solo podría durar unos cuantos segundos. Usted no está en las mejores condiciones, pero… si cree que servirá, confío en usted."

Bluey asintió con determinación. "Eso es todo lo que necesito. Dragón," dijo, girándose hacia Si Xing Long, "mantén entretenido a Timmy mientras pongo a mi hermana a salvo. Luego, lo sacaré de combate."

Bingo, con una mirada desafiante, replicó: "¡Estamos igual! Puedo seguir peleando a tu lado."

Bluey, calmada pero firme, respondió: "¿De verdad crees eso? Será mejor que te quedes con papá y nuestras tías. Ya escuchaste a Fenrir: si usa su poder, solo tengo unos segundos, y voy con todo. No sé si podrías soportar el frío que se desatará."

Bingo, a regañadientes, aceptó mientras Bluey la conducía hacia Charlei y el resto de la familia. Si Xing Long, por su parte, atrajo la atención de Timmy, lanzándole provocaciones para mantenerlo enfocado en él.

Bluey dejó a Bingo con su familia, quienes rápidamente preguntaron qué estaba sucediendo. "¿Qué le pasó a Timmy?" preguntó Charlei, visiblemente preocupado.

"Está inconsciente y actuando por instinto," explicó Bluey. "Voy a detenerlo ahora mismo." Mientras hablaba, observó cómo el dragón lograba esquivar los ataques de Timmy, pero apenas lo mantenía a raya. Era ahora o nunca.

"Fenrir, es momento," susurró Bluey con firmeza. "Zona de Mana." El aire a su alrededor comenzó a enfriarse rápidamente, creando una atmósfera gélida. Con rapidez, Bluey creó lobos de hielo que se lanzaron hacia Timmy, pero él, a último momento, los percibió y los destruyó con pura fuerza bruta.

"¿Eso es todo tu plan?" preguntó Si Xing Long, claramente intrigado.

Bluey, sin perder la calma, respondió: "No, eso es solo el comienzo." De las estatuas de hielo destruidas en el suelo, Bluey creó cadenas gélidas que envolvieron a Timmy, inmovilizándolo. Timmy intentó romperlas, pero antes de que pudiera usar su fuego, Bluey conjuró un gigantesco mazo de hielo. Con una precisión letal, comenzó a golpearlo en la cabeza repetidamente hasta dejarlo inconsciente.

"Ese fue mi plan," declaró Bluey, respirando con dificultad mientras observaba los resultados de su estrategia.

El dragón de cuatro estrellas, aún de pie, observó la escena con una expresión neutral antes de hablar: "No fue precisamente elegante… pero funcionó. Eso merece reconocimiento."

Bluey dio un par de pasos tambaleantes antes de desplomarse por el agotamiento. Fenrir reaccionó rápidamente, sujetándola con cuidado antes de que cayera completamente al suelo, y la llevó junto a Bingo, quien permanecía sentada cerca de Charlei. La barrera creada por Si Xing Long comenzó a desvanecerse, permitiendo que el resto de la familia Heeler llegara corriendo al lugar con rostros de preocupación y confusión.

"¡¿Qué demonios pasó aquí?!" exclamó Rad, mirando con incredulidad el estado de sus sobrinas y a Timmy, inconsciente y cubierto de hielo.

Si Xing Long, el imponente dragón, comenzó a caminar hacia el grupo. Todos los Heeler y Mort se tensaron al verlo acercarse. Fenrir inmediatamente se puso en guardia, mostrando los dientes, listo para otra pelea.

"¡Esperen! ¡No peleen!" gritó Bingo, deteniendo cualquier acción impulsiva. "¡Todos estamos del mismo lado!"

Fenrir, sin bajar la guardia, replicó: "¿Y cómo sabes eso? ¡Ese dragón parece más un enemigo que un aliado!"

Charlei, Brandy, Trixis, Frisky, Bealey, Mort y las pequeñas Bluey y Bingo observaban al lobo con asombro, sin saber cómo reaccionar. Fenrir, notando las miradas, gruñó ligeramente antes de hablar con firmeza: "¿Qué? ¿Nunca han visto un guardián antes? Soy el compañero de Bluey."

Brandy, cruzando los brazos, levantó una ceja y añadió con sarcasmo: "¿Ah, sí? ¿Y quién te dio ese título, lobito?"

Fenrir, sin perder la compostura, respondió con orgullo: "Ella misma señalando a Bluey que estaba en el suelo. No necesito más permiso que el de mi compañera."

Rad, finalmente intervino, intentando calmar las cosas: "El lobo es... un amigo de Bluey adolescente. ¿O algo así?"

Fenrir, algo irritado, replicó: "¿Amigo? Soy mucho más que eso."

La atención se desvió hacia Bluey, tendida en el suelo. Frisky, sin poder evitarlo, bromeó: "Pues como guardián, estás haciendo un trabajo fantástico."

Fenrir se defendió, notablemente ofendido: "¡Ella decidió usar todo su poder para detener a su amigo! Yo simplemente la apoyé."

Bingo, para calmar los ánimos, intervino: "Eso es verdad. Bluey no quería que nadie más saliera lastimado."

Si Xing Long, observando la interacción, dejó escapar una pequeña risa resonante. "Fue un caos, sí… pero la valentía y determinación de esa joven evitaron que esto terminara en tragedia."

Charlei, quien había estado reprimiendo su frustración durante toda la pelea, finalmente se acercó a sus hijas. Se arrodilló junto a ellas, su mirada cargada de preocupación y reproche. Observó a Bingo y preguntó: "¿Por qué no me dijiste que estabas tan lastimada?" Sin embargo, su atención se desvió rápidamente hacia Bluey, inconsciente y claramente exhausta.

Antes de que Bingo pudiera responder, Charlei dirigió una mirada severa hacia Si Xing Long, quien permanecía imponente y tranquilo. "¿Era realmente necesario llevarla hasta este punto? Si querías probar algo, ¿no había otra forma de hacerlo?"

Si Xing Long, sin inmutarse, respondió con su profunda voz: "Esta prueba no fue solo por diversión, lo aseguro. Quería ver si podían resistir un combate contra un verdadero demonio… uno como Mira. Él es quien me dejó en el estado en el que Bingo me encontró."

La revelación cayó como un rayo. Charlei, Bealey y los demás miraron al dragón con incredulidad. Frisky, intentando aligerar la tensión, murmuró: "Genial. Ahora tenemos demonios en la mezcla. Como si los dragones no fueran suficientes."

Bingo, ignorando el comentario, fijó sus ojos en Si Xing Long. Con una voz seria, preguntó: "¿Y qué esperas de nosotros ahora? ¿Más pruebas, o piensas ayudarnos contra él?"

El dragón asintió lentamente, su expresión endurecida. "Lo que he visto aquí me da esperanza. Ustedes tienen potencial, pero aún no están listos. Si enfrentan a Mira tal como están ahora, no sobrevivirán."

Fenrir, desde su posición junto a Bluey, gruñó suavemente. "Ya hemos enfrentado a un dragón y lo hemos derrotado. No subestimes a este grupo."

Si Xing Long respondió con un tono firme: "No subestimo, solo les advierto. Mira no es como yo. Él es cruel y despiadado. Si no se preparan, será su fin."

Rad dejó escapar un suspiro mientras observaba el campo de batalla, ahora reducido a ruinas. "Esto se está saliendo de control. Cada vez que pasa algo nuevo, parece que estamos a punto de perder a alguien."

Frisky, con los brazos cruzados, asintió. "Sí, pero mira a estas niñas. Son mucho más fuertes de lo que jamás imaginamos."

Trixis añadió, tratando de aliviar la tensión: "Y también mucho más problemáticas. Creo que vamos a necesitar unas vacaciones después de todo esto."

Todos compartieron una risa nerviosa, aunque breve, mientras el dragón y Fenrir observaban desde la distancia. La tormenta había pasado, pero quedaba la sensación de que el verdadero desafío aún estaba por venir.

Justo después de ese momento de tensión, Shin llegó alarmado, ya que no había podido detectar dónde estaba la familia Heeler y temía lo peor. Al ver a Si Xing Long, el dragón de cuatro estrellas, se asustó, sabiendo que era uno de los siete dragones malignos, e intentó atacarlo. Sin embargo, Si Xing Long lo detuvo con facilidad. Antes de que pudiera hacer algo más, Bingo intercedió rápidamente, diciendo: "¡Espera! Él también es un aliado."

El dragón lo miró con desdén y comentó: "Oh, ya veo, es una deidad… pero qué débil es." Este comentario afectó a Shin, pero mantuvo su actitud tranquila. Miró a su alrededor y, al ver a Timmy tirado en el suelo inconsciente, rodeado de hielo, y a Bluey, también inconsciente junto a Fenrir, comentó: "Creo que tendrán que ponerme al día, pero antes de eso, debemos atender sus heridas."

Bingo asintió y dijo: "Empieza conmigo para que pueda ayudarte con los demás."

Una vez que Bingo fue curada, comenzaron a atender a Bluey y Timmy, quienes estaban al límite de su resistencia. Timmy tenía heridas graves, incluyendo daños en los oídos. Por último, atendieron a Si Xing Long, lo que generó molestias en Charlei, quien dijo molesto: "¡Bingo, recuerda que este tipo casi te ma…!"

Antes de que pudiera terminar, Bingo lo interrumpió, diciendo: "Papá, ustedes me enseñaron que, si puedo ayudar, debo hacerlo, sin importar quién sea. Además, necesitamos que nos cuente todo lo que sabe."

Bealey golpeó suavemente a Charlei en el brazo, diciéndole con una sonrisa: "Tiene toda la razón, cariño. Cuidado con lo que dices, no estás solo. Recuerda que están las niñas," señaló a las pequeñas Bluey y Bingo.

Charlei respiró hondo y, a regañadientes, aceptó la decisión de su hija.

Timmy, ya recuperado, comenzó a estirarse mientras decía: "¡Qué bien! Ya recuperé el oído."

Bluey, aunque recuperada, seguía muy fría, por lo que sus abuelos le recordaron: "En cuanto lleguemos a casa, vas directo al sauna."

Bingo agregó: "Buena idea, eso te ayudará a recuperar tu temperatura corporal."

Timmy, con su usual ingenuidad, le preguntó a Bluey adolescente: "¿Has estado en un sauna antes?"

Ella, un poco incómoda, respondió: "No."

Timmy, con buena intención, comentó: "Entonces será mejor que entre contigo por si te desmayas por la temperatura."

Bluey se sonrojó violentamente y gritó: "¡¿Qué estás diciendo, tonto?! ¿Por qué entrarías conmigo?"

Timmy, sin entender lo que ella estaba sintiendo y algo confundido, respondió: "Mira, me enteraste bajo el hielo y necesito entrar en calor. Es eso o... ¿quieres una pelea conmigo?"

La familia Heeler, divertida, respondió al unísono: "No", Bealey le dijo a Timmy, "tú solo piensas en pelear o que."

Timmy, con un toque cómico, respondió: "No, pienso en cómo volverme más fuerte… y en comida."

Shin, cruzándose de brazos, comentó: "Típico saiyajin."

Al escuchar eso, Si Xing Long levantó una ceja y preguntó sorprendido: "¿Él es un saiyajin?"

Shin respondió con cautela: "Sí."

Si Xing Long asintió lentamente y, con una leve sonrisa, agregó: "Ahora entiendo por qué es tan fuerte."

Una vez recuperados, Timmy y Shin se encargaron de llevar a todo el grupo de vuelta a casa para descansar después de un día tan estresante. Era evidente que todos necesitaban tiempo para relajarse y también prepararse para el entrenamiento con ki que se estaba volviendo cada vez más crucial.

Al llegar, Timmy, sin perder tiempo, se giró hacia Bluey y le dijo: "¡Apúrate! Tenemos que entrar al sauna para recuperar el calor corporal."
Charlei, al notar que su hija estaba visiblemente incómoda con la idea de compartir el sauna con Timmy, intentó intervenir. "Yo puedo entrar con ustedes," ofreció, pero Bingo rápidamente lo detuvo.

"Papá, mejor no lo hagas," dijo Bingo con tono firme. "Timmy puede regular su temperatura porque domina muy bien el fuego, pero Bluey… ella no está acostumbrada a los baños de vapor. Si Timmy está cerca, podría ayudar a equilibrar el frío, pero si tú te metes, la temperatura podría subir y bajar demasiado rápido. Y eso sería peor."

Shin, Si Xing Long y Fenrir, que escuchaban desde un lado, asintieron con solemnidad. Shin agregó: "Ambos tienen un gran potencial, pero sí, definitivamente podrían ser peligrosos si no manejan bien sus habilidades en este contexto."

Fenrir, con su tono más práctico, añadió: "Lo último que necesitamos es un sauna congelado por un lado y en llamas por el otro. Mejor que entren ellos dos solos."

Con todos de acuerdo, Charlei suspiró, rindiéndose. "Está bien, está bien. Me quedaré afuera," murmuró.

Bluey, algo apenada pero entendiendo la lógica detrás de la decisión, finalmente aceptó. Con nerviosismo evidente, entró al sauna junto a Timmy.

Un rato después...

Cuando salieron, Timmy caminaba con Bluey apoyada en su hombro. Ella apenas podía mantenerse en pie, claramente agotada por la experiencia. "¿Estás bien?" preguntó Timmy, todavía despreocupado.

"Estoy… bien… solo… un poco… caliente," respondió Bluey con dificultad, mientras trataba de recuperar el aliento.

Timmy, con su usual ingenuidad, comentó: "¡Ves! Te dije que entrar juntos era una buena idea."

La familia Heeler, al verlos salir en ese estado, intercambió miradas mezcladas entre preocupación y diversión.

Más tarde, durante la cena…

Mientras la familia terminaba de preparar la comida, Timmy, Bluey y Bingo adolescentes compartieron lo que habían vivido durante el día.

"Yo vencí a un hechicero que podía manipular el tiempo de las personas y los objetos," comenzó Timmy, claramente orgulloso.

Bluey, con una sonrisa cansada, añadió: "Yo peleé contra un mago llamado Loki y, bueno, ahora tengo un compañero. Este es Fenrir." Señaló al imponente lobo, que asintió con calma.

Fenrir intervino: "El pacto que hicimos nos conecta, pero todavía falta algo más para que sea completo. Sugiero hacerlo antes de dormir para que no afecte su energía mañana."

Bluey, algo intrigada, asintió: "Está bien. Pero solo si no me deja más agotada."

Finalmente, Bingo habló: "Yo me encontré con Si Xing Long. Él derrotó fácilmente a un hechicero, pero luego me puso a prueba. Fue duro, pero logré superarlo."

Rad, escuchando las historias, soltó un suspiro dramático. "¿Es que nunca podemos tener un día normal otra vez?"

Frisky, siempre con su humor afilado, añadió: "¿Qué es normal, Rad? Creo que, para esta familia, esto ya es lo más cercano."

La familia rió, relajándose por fin después de un día lleno de desafíos. Pero incluso en la calma, la sensación de que lo peor estaba aún por venir persistía en el ambiente.

Al percatarse de la conversación, Si Xing Long decidió no interrumpir, dejando que los demás se relajaran. Sin embargo, Timmy, con su energía habitual, preguntó con seriedad: "Entonces, ¿qué sabes sobre las esferas y lo que les pasó?"
Su pregunta hizo que la risa de la familia se detuviera abruptamente.

Frisky, siempre lista para aligerar el ambiente, comentó con tono juguetón: "¡Miren! Timmy está pensando en algo que no es comida o peleas."
Esto provocó una carcajada en el grupo, aunque Timmy respondió sarcásticamente: "Muy graciosa, Frisky. Ja, ja."

El dragón de cuatro estrellas carraspeó, llamando la atención del grupo nuevamente. "Si podemos retomar el tema importante…" comento, con su voz profunda y solemne. "Un majin llamado Towa está manipulando las esferas del dragón. Fue gracias a la intervención de Shin que no pudo corromperlas completamente. Sin embargo, por un descuido de su parte, nosotros, los dragones, fuimos arrastrados a este mundo."

Shin, notablemente incómodo, inclinó la cabeza ligeramente en señal de disculpa. "Es cierto… y asumo toda la responsabilidad."

Si Xing Long continuó, manteniendo la mirada fija en el grupo: "Lo extraño es que, normalmente, solo aparecemos cuando las esferas están llenas de energía negativa. Pero esta vez, fue el propio dragón de las esferas quien nos convocó y nos dio directrices claras: evitar a toda costa que nos capturen."

El asombro en las caras de Bluey adolescente, Bingo adolescente, Timmy y Shin era palpable. Era la primera vez que escuchaban que el dragón de las esferas tomaba acciones por cuenta propia.

Antes de que el dragón pudiera seguir hablando, Timmy lo interrumpió: "Pero si son dragones, ¿por qué hemos encontrado solo las esferas?"

Si Xing Long asintió lentamente y respondió: "Eso es porque Mira nos derrotó."

Un silencio cargado de tensión cayó sobre el grupo. Las palabras del dragón dejaron a todos boquiabiertos.

"El dragón nos otorgó una habilidad para escapar," comento Si Xing Long con seriedad. "Cuando somos derrotados, nuestra forma física desaparece y regresamos a nuestra esfera. En ese estado, la esfera intenta alejarse del campo de batalla. La esfera de dos estrellas logró escapar gracias a este método, pero las demás no tuvieron tanta suerte. Fue gracias al dragón de una estrella y a mí que algunas esferas no cayeron en manos de Mira. Sin embargo, Mira y sus aliados lograron capturar las esferas de tres y siete estrellas. Por ahora, esas son las únicas que sabemos con certeza que están en su poder."

Bingo, claramente preocupada, murmuró: "¿Siete dragones… y logró vencer a cinco? Mira debe ser increíblemente poderoso."

"Lo es," respondió Si Xing Long con gravedad. "Por eso te puse esa prueba, Bingo. Quería ver si tenías lo necesario para enfrentarte a alguien como él."

El grupo quedó en silencio, procesando la magnitud de lo que acababan de escuchar. Una sensación de urgencia llenó el aire, mientras la imagen de un enemigo imparable se grababa en sus mentes.

Rad, tratando de aliviar la tensión, soltó un comentario: "Bueno… esto no parece mejorar. ¿Algo más que debamos saber antes de que el mundo se caiga a pedazos?"

Si Xing Long dejó escapar una leve risa y respondió: "Solo una cosa más… Prepárense. Lo que enfrentan no es solo un enemigo, es una tormenta que no perdona a los débiles."

Al escuchar a Si Xing Long hablar de esa forma sobre Mira, Timmy, sin contener su emoción y con una sonrisa llena de entusiasmo, exclamó: "¡Mira debe ser muy fuerte! ¡No puedo esperar para enfrentarlo y derrotarlo!"
Bingo y Bluey adolescentes, incrédulas, lo llamaron al unísono: "¡Tonto!" Creían que no había escuchado la gravedad de lo que el dragón acababa de decir.

Shin y Si Xing Long rieron al unísono. "Típico saiyajin," comentó Shin, sacudiendo la cabeza. "Solo mencionas a alguien más fuerte que él, y se emociona como un niño."
"Es cierto," añadió el dragón, con una sonrisa en sus labios. "Pero esa determinación es lo que lo hace especial."

El capítulo concluyó con la familia Heeler y sus aliados reunidos alrededor de Si Xing Long. Una mezcla de incertidumbre y determinación llenaba el aire, mientras la sensación de que lo más desafiante aún estaba por venir comenzaba a asentarse en sus corazones. La verdadera batalla apenas estaba comenzando, pero ahora tenían una chispa de esperanza para enfrentarla.