Fatcuntlicious: Perdón por la tardanza en la actualización jajajaj pero quería dejar listo el especial de Halloween antes de pasar a las explicaciones, gracias por el comentario, nos leemos pronto
Marianne E: Lo prometido es deuda, un especial digno del día de brujas, espero que la espera haya valido la pena, junto con todos los spoilers. Juro que a este le puse mucho corazón. Cabe aclarar, que me puse Nightmare before christmas en francés para escribir más a gusto. Es bueno saber que la carrera tuvo ese efecto, quiere decir que estoy preparada para los autos, entonces te gustará la siguiente pista en la que participen jajaja. Todavía no decido si se va a vengar de Andrée, después de todo es otro títere, pero bueno, Lila la va a pagar caro, cuenta con ello.
Sonrais777: Ya sé, también yo quise matarlos un momento, pero bueno, vamos a darle calma jajajaja
TheBlacKat: Me alegra saber que voy por buen camino en lo que respecta de la historia, espero que este capítulo te guste también. Nos leemos pronto.
Manu: Definitivamente hacer one shots a petición del público no está a negociación, agradezco mucho los comentarios y tomo mucho en cuenta las peticiones y observaciones que me hacen, ya has visto algunos guiños en mis historias, pero si me dedicara a cumplir las peticiones de cada persona que me lee al pie de la letra, estas historias nunca saldrían del tintero, y tengo muchas ideas ya entrelazadas como para complicarme más la existencia. Créeme, hacer dos historias al mismo tiempo ya es bastante complejo. Pero gracias por el comentario
Dessirenya: Me leí tus comentarios con una sonrisa en la cara, gracias por darte el tiempo de dejar comentarios en varios capítulos, la verdad es que me da buen norte saber que les está gustando la historia, y sí, pensar que era un one shot. Por favor siéntete libre de tomar la música que quieras. Gracias por comentar, nos leemos pronto
Kami Inuzuka 120: Me imagino que has de estar a tope con tanta actividad, no te preocupes, es bueno saber de ti, mucho éxito con tanto proyecto, un abrazo y nos leemos pronto. En cuanto me vea Boku no hero me paso a tu perfil a leerte, tengo mucha curiosidad de ese anime
Luka estaba sentado en la sala de interrogatorios con expresión de hastío, recargado hacia atrás en la silla mientras esperaba a que Maunier volviera al lugar, dedicando miradas desconfiadas al espejo en la pared, pero tratando de mantener a raya sus gestos.
¡Dios! Era un libro abierto en ese momento. El fastidio nunca había sido de ayuda para que la neutralidad se instaurase en él.
Se talló un ojo para ocultar su boca, ya que mantenía contacto con Sass.
—¿Sigue afuera?
—Ssí, sse niega a irsse ssin ssu essposso.
—¿Le dijiste a Tikki que se adelantaran?
—Ssí —Luka pudo escuchar la sonrisa a través de la voz de su compañero, una sonrisa ladina, comprensiva, cargada de ternura —, pero la muy optimissta esstá de acuerdo con Marinette en que te ssoltarán pronto.
—Gracias. —Dijo Luka en medio de un suspiro, sonriendo para su kwami y volviendo a componer una expresión sombría antes de mirar el espejo en la pared, preguntándose quién lo estaría observando en ese momento.
Chat Noir recibió de manos de Maunier la taza con café (haberse convertido en un héroe nocturno le había llevado a comprender por qué las donas y la cafeína eran el motor principal del cuerpo de policía en películas y series) y sonrió al ver a Marinette entrando por el pasillo, sosteniendo una taza para Luka entre sus manos, sosteniéndola con cuidado y una mirada de concentración que hizo a Chat sonreír de medio lado. La joven había calculado mal la cantidad, así que la taza estaba a punto de desbordarse; verla quemarse sólo consiguió que Maunier terminara de comprobar que aquella joven intrépida no podía ser una portadora en ningún sentido.
El detective rodó los ojos con cierto grado de impaciencia, pero sonrió enternecido al recordar la manera dulce en que Chat Noir la había defendido en los tejados de Paris. Algo debía tener esa mujer como para provocar que la gente quisiera protegerla.
Después de ahogar un gemido, Marinette levantó la vista hacia ambos hombres y sonrió tímida.
—¿Se la puedo entregar yo? —Dijo a media voz, como si de verdad fuese así de frágil.
Maunier suspiró rodando los ojos por enésima vez en la noche, a la par que Chat Noir le abría la puerta a Marinette, ofreciéndole además una servilleta de papel.
—Cuidado, Princesse.
—Gracias.
El rostro de Luka (cuya expresión se había vuelto un témpano cargado de amargura y hastío) se transformó hasta formar una sonrisa radiante, una mirada devota, un gesto de adoración tal que Maunier dudó un segundo de todos los juicios que tenía contra aquel guitarrista. La sonrisa de Luka al ver a Marinette sólo podía compararse con la de los niños de los orfanatos cuando Ladybug y Chat Noir llegaban a jugar con ellos los días que no había actividades.
Maunier había escuchado a Luka hablar de la adoración que sentía por aquella mujer en varias entrevistas, su interés por la vida del guitarrista había iniciado como una investigación a profundidad del historial de aquel rebelde sin causa para determinar si era confiable meterlo como parte de los equipos encubiertos de civiles, no podía darse el lujo de creer ciegamente en Chat Noir, pero se había ido haciendo fan de la música del guitarrista, de las letras de Kitty Section, de las obras de caridad que el muchacho encabezaba. No sólo se había reivindicado después de su pasado de pandillero, sino que estaba haciendo con creces un lugar mejor para montones de personas.
Chat Noir había dicho alguna vez que no todos los héroes tenían máscara o escamas, y que Luka era, entre los héroes "anónimos", uno de sus favoritos.
Maunier había considerado haber juzgado mal a Luka en un principio, y que toda la lealtad que mostrara para los reptiles estuviese bien fundamentada.
Claro que no lo admitiría en voz alta, al menos no todavía. Porque admitir eso implicaba admitir también que los reptiles no eran tan peligrosos o ilegales como habían parecido al principio.
Seguía molesto por el hecho de que habían pasado cuatro semanas más o menos desde que le había hecho el ofrecimiento a Luka de convertirse en un policía anónimo y el muy ingrato le había dado largas todo el tiempo, alegando que si la recuperación de su esposa, que si los niños del orfanato, que si el conservatorio, que si el Chat Lunatique, que si los planes de la boda...
¡Bah! Pamplinas, pensaba Maunier. El que quería podía.
Y entonces había llegado una nueva cuestión.
¿Por qué Luka no quería?
—Deberías irte a dormir, ma cherí. —Murmuró Luka levantándose y poniendo sus manos alrededor de las de Marinette en torno a la taza, consiguiendo que la joven se sonrojara ante la cercanía de su esposo.
¡Dios! ¿Es que nunca se iba a acostumbrar a estar a su merced?
Luka le quitó la taza de las manos a Marinette, se movió tan rápido que Maunier creyó que también él se quemaría con el contenido, pero la taza no derramó una gota a pesar de que el muchacho casi la lanzó a la mesa, ni siquiera le dedicó una mirada para asegurarse de que estuviese bien colocada. Sólo la dejó ahí, rápido como serpiente.
—Así como me lo dijiste tú el día del testamento, la única manera en que voy a salir de aquí será tomando tu mano.
—Señorita Dupain-Cheng. —Comentó Maunier entrando a la sala, ganándose una mirada de reproche por parte de la pareja.
Lo siguiente lo tomó por sorpresa, ambos, con el entrecejo fruncido, hablaron al unísono.
—De Couffaine.
Maunier bufó ofendido, pero sonrió asintiendo para sí mismo, concediendo aquella victoria para los muchachos, dejando su taza al lado de la de Luka mientras el guitarrista tomaba las mejillas de su esposa antes de depositar un beso tímido sobre su frente.
Estaban demasiado absortos en aquel gesto, por ende, ninguno de los dos se percató de que el oficial le dio un sorbo a la taza de Luka antes de hacer una mueca y dejar el café en la mesa.
—Demasiado dulce. —Espetó el policía sentándose y encarando al guitarrista mientras se separaba de su esposa, sosteniéndole la mirada con devoción.
—Je t'aimé. —Murmuró Marinette antes de salir de la sala y pararse al lado de Chat Noir.
—Bueno, tu marido es un caso. —Dijo el felino en medio de un suspiro, consiguiendo que Marinette asintiera lentamente componiendo una sonrisa.
—Lo sé.
—Ok, Luka. —Murmuró Maunier recuperando su taza y haciendo otra mueca al probar su café; claro, luego de probar la bebida dulce en exceso de Luka, el suyo parecía repentinamente amargo. —¿Qué pasó en ese callejón?
—Pasó que tenían un grupo de rehenes y Colette y yo íbamos pasando por ahí. —Murmuró el muchacho, repitiendo la versión que su amiga había dado en el otro cuarto de interrogatorios.
Sass estaba atento a cada palabra que la guitarrista decía, haciéndole llegar a su protegido la versión que ella estaba manejando. Maunier le había dedicado una mirada de desconcierto al principio, considerando que el muchacho mintiera, pero una vocecita en su cabeza le decía una y otra vez que no podían haberse puesto de acuerdo ya que los estaban interrogando al mismo tiempo. Incluso se habían asegurado de quitarles todos los aparatos que cargaran consigo.
Colette, de mala gana, había entregado hasta el iPod.
—Si le falta una sola canción, los demando.
—¿Qué pasa, Travis? —Espetó Luka, divertido ante la expresión que el oficial había compuesto al escuchar la versión completa del guitarrista sobre los hechos. —¿Qué querías que hiciera? ¿Dejar a esa pobre gente ahí colgada sin hacer nada?
No, claro que no estaba convencido de que Luka dijera la verdad, sonaba muy conveniente que el muchacho estuviese pasando por casualidad en aquel lugar el mismo día que una anónima había dicho que un torneo reptil se estaba llevando a cabo.
Pero hubo cosas que ambos muchachos dijeron, preguntas que se hicieron de manera simultánea, como si tantearan la veracidad de las historias, como si dudaran y creyeran. ¿De dónde habría sacado Luka la información si no era verídica?
Porque Colette había respondido de forma abrupta, violenta, arrebatada, ni siquiera se había pensado demasiado las respuestas, las había soltado a toda velocidad como solía cantar, mientras que Luka suspiraba de vez en cuando, rodando los ojos y reacomodándose en su sitio antes de hablar con pausas, con voz tranquila, con toda la serenidad que aquella situación demandaba.
Agua y aceite.
No. Fuego y tierra.
—Luka, le disparaste a dos sujetos en las piernas. —Soltó Maunier ofuscado, como si de verdad considerara al guitarrista un aliado.
—Y pensé en disparar a las rodillas. —Confesó el guitarrista inclinándose hacia el frente, sosteniendo la taza entre sus manos y mirando a Traivs con gesto sereno. —Pero no tenía intención de ser sádico, sino de poner a salvo a un grupo de civiles que estaban en el lugar equivocado.
La escena era clara, Luka todavía podía oler la pólvora.
Colette había caído de sentón, presa del alivio y de la gratitud al ver que Luka había cortado la soga de su Jeany, se había quedado sin fuerzas en un instante, pero tuvo la voluntad para mirar la cuerda de Marinette y percatarse de que ella también estaba a salvo ahora.
¿Por qué Luka no corría?
Conocía a aquel reptil mejor de lo que quería admitir, lo más lógico habría sido creer que Luka saltaría la valla y correría hasta su musa para abrazarla y prometerle que todo iría bien. Y entonces vio a los mercenarios, pero no aparecieron los otros motociclistas.
Un alarido de dolor, alguien cayó de rodillas, dos personas hicieron por correr hacia ellos, pero Colette también levantó el arma, y sin esperar mayor indicación, ambos dispararon.
—Revisa, Travis. Todas las balas de Colette las vas a encontrar en el suelo.
—¿Sí? —Desafió el detective fingiendo estar muy divertido. —Porque encontramos tres en las llantas de una patrulla.
—Colette dicsse haberte llamado. —Advirtió Sass sonriente, y Luka agradeció lo providencial de aquella intervención.
—Me dijo que había un retén a unas calles, no sabía que era cierto. Conoces a Jeanette ¿cierto? Bajista de Panic and Chaos, novia de Colette. Ella es la razón por la que yo iba pasando por casualidad.
—Maldita sea, Marinette. —Murmuró Chat negando con la cabeza a la par que ella sonreía cruzándose de brazos. —Tu marido es bueno.
—No sabes cuántas veces estuvo en esta misma sala cuando era niño.
—No, me lo puedo imaginar, lo juro.
Maunier sopesó toda la información un poco más. Sabía que no había nada que pudiera agregar o quitar, recibió en su teléfono un whats que corroboraba toda la información de Luka. Incrédulo todavía, envió algunos mensajes en respuesta, tratando de encontrar alguna brecha en las versiones, pero conforme su cara de frustración se fue marcando, la sonrisa de Luka se ensanchó con autosuficiencia.
La pausa se extendió más de la cuenta. Travis Maunier se quedó observando su teléfono como si esperara que un nuevo mensaje fuese a entrar, pero no llegó nada, ya sólo estaban perdiendo el tiempo.
—¿Me puedo ir? —Soltó Luka disimulando su sonrisa, mientras Maunier le daba otro trago a su café. —Mañana por la noche tenemos un evento en el Chat y quisiera estar descansado para poder atenderlo al cien. Y mi esposa es organizadora también, si no te importa...
—No puedo retenerte mucho tiempo más. —Soltó aquel hombre sonriendo de medio lado antes de mirar una última vez al guitarrista, una mirada pesada y larga. —¿Por qué no has aceptado la placa, hijo? Nos hace falta tenerte en el equipo.
—Placa. —Soltó Marinette confundida, mirando a Chat con reproche. Y con la voz a medio camino entre el susurro y el silencio, furiosa, espetó. —¿Más secretos, Adrien?
—No sabía que no te lo había dicho. —Soltó el felino bajando la voz tanto como Marinette, mirándola con sorpresa y precaución. —¿No te dijo de los equipos especiales?
—Ah. —Soltó la joven relajándose y volviendo la vista a su esposo. —No dijo que les dieran placa.
—No he hablado con Andrée, y no pretendo traicionarle. —Respondió Luka con sencillez, antes de darle a su café un sorbo largo, disfrutando de la dulzura y la textura del mismo, sabiendo que Marinette lo había cargado lo suficiente como para molestar a Maunier también.
—Esstan liberando a Colette.
—Sí, Luka. Te puedes retirar. —Dijo Travis de mala gana, pero compuso una sonrisa radiante y divertida antes de añadir: —Tu esposa prepara el café demasiado dulce. Te va a dar diabetes.
—Es hija de los mejores reposteros de París. —Soltó el muchacho divertido. —Algo se me tenía que pegar.
—Pues mientras no sea diabetes. —Insistió Maunier con ironía.
—Deberías ir mañana al Chat Lunatique. —Dijo el guitarrista levantándose y apurando el resto del café antes de sonreír a su aliado. —Tendremos un evento de disfraces, Colette va a cantar en vivo, entre otras personas. Algunos de mis estudiantes estarán tocando para ganar puntos en la calificación final. —Dijo entre risas, un chiste personal que Maunier no entendió. Luka recuperó la calma y sonrió para el detective. —Promete ser un buen evento para los amantes de la fecha.
—Lo voy a pensar, hijo.
—De verdad. —Insistió Luka ofreciendo una mano a Maunier a manera de despedida. —Espero que te animes a acompañarnos.
Y en cuanto Travis aceptó el apretón, supo que algo interesante debía haber de por medio como para que el muchacho le insistiera tanto.
Asintió, pero no añadió nada más.
.
El Chat Lunatique estaba adornado para la ocasión, desde hacía unos días se habían colgado las telarañas en los rincones, murciélagos de plástico, fantasmas como centros de mesa adornando los servilleteros, pero esa noche, todo el personal tenía el rostro pintado a manera de catrinas, calaveras de colores adornadas con brillos y lentejuelas, acentuando sus facciones.
Desde su pesadilla de México prehispánico, a Marinette se le había metido en la cabeza la idea de las catrinas, recordaba a algunos guerreros cuyos rostros estaban pintados como calaveras, haciendo que sus facciones lucieran dramáticas, así que había tratado de replicar algo lo más parecido posible en el Chat Lunatique.
Se había anunciado el concurso de disfraces con tiempo suficiente, hasta dos días antes del treinta y uno llevaban a veintiséis personas apuntadas para la ocasión, y esperaban que ese día se apuntara unas cuantas personas más.
En la pizarra de anuncios se había revelado que Panic and Chaos, Kitty Section, Jagged Stone entre otros harían acto de aparición esa noche (Sí, Lena Baudin había dicho que aquella era la ocasión perfecta para hacer promoción al disco nuevo de Luka, invitar a otros artistas a abrir punta siempre daba buenos resultados), así que todas las mesas se habían reservado con tiempo de sobra, ya no había lugar para nadie.
Luka sonrió de medio lado cuando Jeanette lo miró, sorprendida del cambio radical que había conseguido el muchacho en su persona. Todo el cabello lo llevaba pintado de blanco, un traje negro a rallas blancas que lo hacían lucir treinta centímetros más alto de lo que era en realidad, un moño simulando alas de murciélago sobre una camisa blanca, el rostro pintado, las manos blancas con huesos en el dorso.
El escenario todavía contenía en sí mismo algunas cajas como de regalos, taburetes decorados de naranja, negro y blanco, y una silla enorme pintada también a rayas. Si tan solo aquellas dos hubiesen llegado veinte minutos antes, habrían visto a Luka realizar un performance del lamento de Jack (Youtube: Nightmare before Christmas. Matthew Patric Davis), moviéndose con un histrionismo tal que habría convencido a cualquiera de que, de verdad era el rey calabaza.
—Jack Skellingtone... —Soltó fascinada la chica mientras daba una vuelta alrededor del muchacho, barriéndolo de pies a cabeza y analizando los detalles más ínfimos. —Está increíble. Déjame adivinar, Marinette confeccionó el traje a la medida.
—Obviamente. —Soltó orgulloso el muchacho, tomando sus solapas antes de hacer un gesto imitando el dramatismo del rey calabaza. —¿Dudas de sus habilidades tras la máquina de coser?
—Juro que les queda hasta la historia de amor. —Bromeó la morena llevándose las manos a la boca, evitando un posible fangirleo.
Luka sonrió de medio lado reparando en el traje de caperucita estilo gótico que llevaba la morena, a juego con Colette. Su ex llevaba el cabello recogido en dos coletas, de las que se sostenían orejas de lobo, short de mezclilla, camiseta blanca y camisa de cuadros estilo leñador encima de los hombros, todo cubierto de manchas simulando mugre y tierra, para coronar el disfraz con un hacha en las manos.
—Muy originales. —Reconoció Luka sonriendo de medio lado. —¿Se comió al leñador?
Jeanette soltó una carcajada sonora antes de murmurar:
—Originales. Mira quién lo dice. —Comentó Jean mirando al escenario mientras las luces bajaban lentamente hasta sumirlos a todos en la penumbra.
Luces se cerraron sobre la figura diminuta de Marinette, que tenía la cabeza vuelta al piso y sostenía ambas manos entrelazadas a la altura de su corazón, la música de los acordeones comenzó a sonar en las bocinas y ella levantó el rostro, mostrando una expresión relativamente ausente. Su rostro estaba maquillado de tal forma que sus ojos parecían más grandes, acentuando la expresión de angustia que la joven tenía, las pestañas largas, la boca pequeña, y el vestido de retazos que se ceñía a su figura menuda dándole curvas y relieves, convirtiéndola en una auténtica muñeca de trapo.
Il y a une ombre dans le vent...
Je crois qu'une tragédie m'attend...
Comment lui avouer comme je l'aime
Sans lui faire part de mes problèmes?
Le pire est encore à venir...
La gente miraba con embeleso la figura fantasmal en la que Marinette se había convertido, puesto que incluso sus movimientos por el escenario eran erráticos, como si ella de verdad fuese una muñeca de trapo. Giró sobre sí misma, en la punta del pie izquierdo con tal gracia que parecía que se iba a caer, pero volvió a su lugar y sonrió con melancolía para el público, caminando por el borde del escenario moviendo un poco la cabeza.
Sin duda alguna se había aprendido bien su papel.
Sait-il que pour lui je donnerais ma vie?
Je rêve souvent qu'il m'aime éperdument...
Même si c'est un tourment
El gesto de Marinette se convirtió en una mueca de añoranza, su mirada paseaba por entre la gente, como si buscase algo, pero al mismo tiempo como si no tuviera la más mínima esperanza de encontrarlo. Todos los asistentes al bar estaban disfrazados de alguna manera, pero ningún valiente había osado disfrazarse de aquel clásico de Halloween, así que Marinette volvió la vista a sus manos.
Que deviendra mon bon ami?
Où nous conduira sa folie?
Autour de moi, tout le monde l'acclame
Mais je brûle d'une tout autre flamme
Parfois, la vie me semble un drame
La joven levantó una mano hacia las luminarias acentuando su expresión de angustia, avanzando lentamente hasta el borde del escenario a la par que se llevaba la mano libre al corazón, no estaba sosteniendo un diálogo con la audiencia, era un monólogo interno en el que ella, con gestos, movimientos, reparos y suspiros, expresaba todo aquello que la consumía por dentro en aquel momento.
Saura-t-il un jour m'offrir son amour ?
Saurai-je lui plaire ? Ce n'est pas mon destin
Et je l'espère... En vain
Terminó su canción, la música pareció agotarse un momento y ella comenzó a alejarse hacia el borde del escenario mientras se escuchaba en las bocinas la variación de cajita musical de aquella canción. Y aunque algunas personas hicieron por aplaudir, la música evolucionó y Luka comenzó a cantar, avanzando a pasos lentos hacia el escenario, acentuando sus movimientos marcados mientras sonreía con adoración para Marinette, consiguiendo que ella girase sobre sí misma y lo mirara con los ojos bien abiertos.
Aún a través del maquillaje podías ver la añoranza en el rostro de Luka.
Ma tendre amie, si tu veux bien
J'aimerais te prendre par la main
Et t'entraîner vers les étoiles
Marinette giró en el escenario, sonriendo ampliamente ante los gestos de Luka, que tenía una mano en el corazón mientras que la otra la extendía hacia ella, invitándola a acercarse.
La chica se movió lentamente hasta que ambos quedaron al centro del escenario para cantar a dueto, con los dedos entrelazados.
Les yeux dans les yeux brillant de mille feux
Car la lumière d'un amour éternel
Est vraiment la plus belle
Luka tomó a Marinette entre sus brazos y la reclinó suavemente hacia atrás, robándole un beso dulce, casto, tierno, mientras las últimas notas de la canción sonaban en las bocinas y la gente estallaba en aplausos a la par que las luces se apagaban en su totalidad, sumiendo el bar en la completa oscuridad.
Unos segundos después volvieron las luces y Luka y Marinette ya no estaban en el escenario, pero Colette estaba al centro, con un micrófono de pedestal mientras sus músicos, ocultos entre la gente y vestidos de zombies, comenzaban a caminar hacia ella al ritmo en que ella chascaba los dedos, arrastrando los pies y consiguiendo alguno que otro susto entre los asistentes.
(Hollow – Icon for hire)
La música inundó el lugar mientras Luka y Marinette ocupaban su mesa cerca de la barra, Colette, con su característico histrionismo llenó el escenario a la par que sus músicos la rodeaban haciendo gestos y movimientos toscos, metidos en su papel de muertos vivientes.
Era un deleite ver a Panic and Chaos en acción. Aquella era la primera vez que Jeanette cantaba alguna parte al lado de su chica, así que todos aplaudieron al ritmo de los versos rapeados que la bajista hacía en su propio micrófono mirando a la audiencia y moviendo una mano, como si les invitara a aplaudir.
Luka brindó con ambas chicas, levantando su vaso hacia ellas cuando sus miradas se encontraron, agradeciendo su presencia en aquel evento, percatándose de que el lugar de verdad estaba lleno de gente, reconociendo a varios de los hijos más jóvenes de los reptiles.
Luka había brindado por teléfono con Colette esa tarde antes de que Jean y Marinette llegasen al bar, agradeciendo que la guitarrista hubiese apoyado su idea descabellada y haciéndole saber que cada vez había más y más reptiles jóvenes en aquel lugar preguntando por el micrófono abierto, pidiendo trabajo como meseros del bar, preguntando por otras iniciativas de los legendarios reyes de los reptiles.
Un muchacho joven que Luka reconoció como el hermano más pequeño de Dean, se acercó hasta ellos cuando Colette bajó del escenario, preguntando por los reyes de las serpientes.
—No, no, no. —Espetó Colette divertida. —Las serpientes tienen su reina oscura y no soy yo, no te confundas, enano.
Acto seguido, Colette levantó su shot en dirección a Marinette, brindando con la muñeca de trapo en la distancia y haciéndole sonreír antes de que ambas chicas vaciaran los contenidos de sus caballitos y los colocasen bocabajo en sus respectivas mesas.
Eran cerca de las once de la noche, varios artistas se habían presentado ya varias veces, disfrutando de la noche, cuando un alarido llegó a oídos de todos.
—¡Son muertos vivientes!
Lucien bajó la música de las bocinas, confundido con aquel grito, Marinette y Luka corrieron al balcón justo a tiempo para percatarse de que un auto, completamente fuera de control, golpeaba brutalmente a una persona lanzándola por el aire hasta el otro lado de la acera.
Marinette ahogó un grito por la impresión, Luka la atrajo hacia sí para abrazarla y permitirle ocultar el rostro su pecho, pero él mismo se quedó helado cuando la víctima del atropellamiento se levantó como si nada y comenzó a caminar arrastrando los pies, con una pierna en una posición antinatural y el cuello doblado hacia un costado.
—¿Qué demonios? —Musitó Luka confundido, soltando a Marinette lo suficiente como para que ella levantara el rostro.
Al fondo, una carcajada macabra resonó y ambos vieron que un muchacho, vestido de rojo reía como desquiciado mientras otro grupo de muertos vivientes caminaban por la zona. Luka no tardó en darse cuenta de que el muchacho parecía recién salido de cierto video musica.
—¿Qué es esto? —Espetó Luka entre divertido y ofuscado. —¿Los ochenta?
—¡Vayan, mis muertos vivientes!
Marinette soltó un grito al ver que un grupo de zombies se aglomeraban contra la pared del Chat Lunatique. No, aquellos no eran muy buenos disfraces, de verdad parecían auténticos muertos vivientes recién salidos de una película de Romero o de algún video musical...
Música.
(Delirium – Lacuna Coil)
¡Claro!
—¡Lucien! —Exclamó Marinette corriendo hacia el encargado de la barra. —Cierra bien todas las puertas y ventanas, estamos bajo ataque de un Akuma.
—¿Qué?
—Haz lo que ella dice. —Espetó Luka corriendo tras Marinette hacia la entrada, hacia el auto estacionado frente al bar.
La muñeca de trapo comenzó a gritar y agitar sus brazos, tratando de llamar la atención de los muertos vivientes, mientras su esposo corría a encender el vehículo.
—¡Lucien! —Exclamó Marinette percatándose de que el aludido estaba en la ventana. —Que Jean y los meseros aseguren el lugar, nos llevaremos a los afectados mientras los héroes de París llegan a ayudar.
—Estás muy segura de que vienen. —Espetó él mientras cerraba la ventana.
—Chat Noir llegará en cualquier momento. Ya verás. —Soltó la chica retrocediendo, sonriendo al darse cuenta de que los muertos la seguían arrastrando los pies, gimiendo y jadeando, babeando.
—¿Por qué hacen esto? —Exclamó Colette llegando a la ventana. —Es peligroso.
—Es nuestro bar, no vamos a dejar que nadie salga herido en nuestros dominios. —Soltó la joven agitando aún más los brazos, consiguiendo una sonrisa radiante por parte de Luka.
—¿Te llevo, preciosa?
—A donde tú quieras. —Soltó ella subiendo al auto, al percatarse de que los muertos comenzaban a trotar. —Y que sea pronto.
Un hombre con la ropa rasgada comenzó a azotar el vehículo por la parte del frente, Luka le dedicó una mirada ceñuda.
—¡La pintura, imbécil! —Gritó el músico sonando el claxon y haciendo reír a Marinette.
¿Cómo se preocupaba por algo tan trivial en un momento así?
—¡Luka! —Gritó Marinette horrorizada al volver la vista a un costado.
El guitarrista ni siquiera echó un vistazo para meter reversa y lanzar el vehículo hacia la calle, después se enteraría por boca de Marinette que habían estado a punto de darle un hachazo a su ventana, ahora lo que importaba era poner a la gente a salvo.
Una llamada entró al teléfono de Marinette y ella suspiró aliviada al ver el contacto de Adrien.
—¿Qué pasa, mon chatone? ¿Disfrutando la noche?
—¿Disfrutar? La ciudad es un caos. —Exclamó el muchacho con voz entrecortada mientras que algunos golpes metálicos inundaban la bocina. —Estoy en la terraza del Grand, Kagami está a mi lado, las cosas se complicaron en la fiesta de Chloe.
—También en el bar, hay...
—Zombies, lo sé. Pero es obra de un akuma. Estaba aquí, Chloe despreció su imitación del rey del pop y el ingrato se fue furioso. Ahora es presa de Hawk Moth y nosotros no podemos dejar la terraza, las escaleras están llenas de muertos vivientes.
—¿No hay manera de que salgas de ahí?
—No, pero Plagg lleva mi anillo, va para con ustedes. Esta noche no podré acompañarte, My Lady, pero estoy seguro de que Panthère hará un trabajo estupendo.
—Que así sea. Te veo en unos minutos, aguanta.
Marinette colgó la llamada y llamó a Tikki a la transformación antes de bajar su vidrio y sentarse en la puerta.
—Iré a poner a los civiles a salvo. —Anunció la heroína mirando a su esposo.
—Te alcanzo en cuanto llegue Plagg.
—Je t'aime.
—Mais moi plus.
Ladybug aterrizó en la terraza y sonrió ante las miradas de los presentes.
—Todo el mundo, al fondo. Yo me encargo.
—Gracias al cielo. —Espetó Kagami aliviada.
Ella estaba recargada de espaldas en la puerta mientras que Adrien tenía el hombro pegado al metal, ambos haciendo resistencia contra todos los que se aglomeraban contra la puerta y trataban de entrar.
—¡Ya era hora de que aparecieras! —Espetó Chloe abriéndose paso entre la gente para plantar cara a la heroína, consiguiendo que ella volteara los ojos. —Hemos estado indefensos aquí.
—Indefensos no están. —Soltó Adrien con dificultad, azotando de nuevo la puerta con su hombro al sentir que perdía algunos centímetros de ventaja.
Por debajo de la máscara, Marinette agradeció sobremanera que Luka no hubiese encontrado a Chloe el día del funeral, no quería tener que lidiar con las exigencias de la rubia, menos que se hubiese enterado de su identidad, porque aunque era cierto que se habían vuelto amigas con el paso de los años, dejando atrás las diferencias, también era cierto que de un tiempo para acá, la joven heredera del imperio Bourgeois se había convertido en una copia exacta de su madre, aunque Marinette no terminaba de entender por qué.
—Chloe, qué gusto me da verte. —Exclamó Ladybug aterrizando a su lado y tomándole las manos en un gesto fraternal. —Necesito tu ayuda.
—¿Trajiste mi miraculous? —Soltó la rubia, esperanzada, consiguiendo que Ladybug compusiera una mirada sarcástica.
—Lo siento Chloe, conoces las reglas. —Soltó con fingida melancolía, pero Adrien y Kagami se quedaron pasmados un momento, creyendo que, de verdad, Ladybug se estaba disculpando con la joven. —Además, no necesitas el miraculous para ser la heroína, déjanos ver tu rostro.
—Tú ganas, Ladybug. —Soltó la rubia descontenta, tirando de las puntas de su cabello con una mano. —¿Qué necesitas de mí?
—¿Estabas aquí cuando akumatizaron a la víctima? —Murmuró con expresión de azoro, como si de verdad desconociera el dato.
Adrien carraspeó comprendiendo que la joven estaba actuando, algo se le tenía que haber pegado de convivir tanto tiempo con Luka, y después de haberlo visto actuar la noche anterior, sonrió preguntándose en qué más mentiría aquella joven talentosa.
—Bueno, yo... —Dudó Chloe desviando la mirada.
Adrien y Kagami no pudieron retener más la puerta, tres zombies cayeron al suelo mientras ambos muchachos adoptaban una postura de defensa, pero Ladybug fue más rápida, pateó el centro del pecho del primer zombie que salió a la terraza con tal violencia que desencadenó un efecto dominó tirando al suelo a todos los demás en las escaleras, consiguiendo una marea de brazos y piernas carentes de coordinación.
—Eso nos da unos minutos. —Comentó Kagami sorprendida por la sutileza de aquello, preguntándose cómo no se le había ocurrido a ninguno de los dos y comprendiendo por qué Marinette se había ganado el lugar como guardiana de los miraculous.
—Te he visto pelear, a ambos, ganar competencias. —Murmuró Marinette alternando miradas con Adrien y Kagami. —¿Tienen sus armas?
—Mi disfraz de samurai no sólo es bonito, es funcional. —Aseguró Kagami desenvainando su katana, sabiendo que la heroína preguntaba por cortesía ya que ella misma había confeccionado el traje.
—Puedo pelear sin armas. —Aseguró Adrien efusivo.
—Bien. Ustedes serán mi línea de defensa. Chloe. —Exclamó volviendo su atención a la rubia, consiguiendo que se encogiera un momento en su sitio. —¿Qué pasó?
—Pues su imitación no era tan buena como para calificar. —Soltó la rubia desviando la mirada, evitando a toda costa el escrutinio de la heroína. —Y tal vez... —Dijo estirando las palabras y bajando el rostro, compungida. —Tal vez fui un poquito... directa. —Soltó la última palabra como si le costase pronunciarla.
—¿Directa?
—¡Ok, lo admito! —Espetó levantando las manos sobre su cabeza. —Fui una desgraciada al momento de emitir mi crítica con él, una perra sádica como siempre, pero tienen que admitir que no era tan bueno y ha habido mejores imitaciones esta noche, no pueden defender al mediocre que trató de convencernos de su actuación barata.
—No importa ya. Rompiste su corazón como has hecho con tantos otros. —Espetó Kagami volviendo el rostro y soltando aire por la nariz. —No tenías que ser tan dura.
—Mira quién habla de dureza.
—Paren ya. —Exclamó Adrien parándose de por medio a la par que ambas chicas conectaban miradas, levantando estática. —Esto no nos llevará a ningún lugar.
—Tienen razón. —Soltó Ladybug antes de tomar a Chloe por la cintura y echársela al hombro. —Si mi teoría es cierta y el akumatizado estaba participando en tu concurso, ellos no quieren a los civiles. Pero irán a buscar a cualquier imitador de Jackson y a Chloe, con permiso.
Y saltó al siguiente tejado, consiguiendo que la rubia soltara un alarido de pánico ante el movimiento abrupto que la heroína hizo para cambiar de dirección.
Los tres zombies que habían caído de bruces frente a ellos se levantaron, Kagami adelantó a Adrien con su katana preparada mientras que el rubio adoptó una postura de pelea, esperando el ataque.
Los muertos vivientes emitieron un jadeo pesado, pero frenaron de golpe, mirando a su alrededor antes de darse la vuelta y comenzar a caminar hacia la escalera, tropezando con los cuerpos que seguían enredados y luchando para levantarse, cayendo dos pisos seguidos encima de un mar de brazos y piernas enredadas.
—La catarina tenía razón. —Soltó Adrien, divertido, consiguiendo que su novia asintiera, orgullosa de su mejor amiga.
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Dejar a Chloe en la punta de la torre Eiffel (no, no en el último piso, en la punta, relativamente a salvo) les daba una oportunidad para reagruparse. Todos los muertos vivientes habían caminado arrastrando sus pies mientras seguían el rastro de la rubia que había logrado (de nuevo) paralizar París. Algunos gemidos querían asemejar el nombre de la chica, como si la persiguieran con apremio, como si no tuviesen otra misión en la vida.
—¡Bourgeois! —Gritó el akumatizado llegando hasta el espacio frente a la torre.
Ladybug había logrado neutralizar a algunos de los zombies que avanzaban hacia ella, pero no lograba retener la atención de ellos por más de dos minutos, y ellos retomaban el camino hacia la torre, gimiendo lastimeramente el nombre de Chloe.
—Para esta locura, Jackson. —Pidió la heroína saltando la marea de muertos vivientes, percatándose de que no eran tantos como aparentaban, a menos que estuvieses en medio de ellos. —No es tan importante lo que Chloe haya dicho.
No estuvo segura si fue su imaginación, pero casi pudo jurar haber escuchado a la rubia gritar desde la punta de la torre algún reclamo, seguro diciendo que su opinión era la más importante de todas... o algo así.
—Para a tus muertos vivientes.
El akumatizado soltó una carcajada sonora, consiguiendo que la heroína sintiera un escalofrío ante aquello.
—Mi ejército sólo obedece al verdadero rey del pop. ¿Quieres pararlos? Supérame bailando.
—¿Qué? —Musitó la heroína, confundida.
¿Bailar? ¿Cómo el auténtico rey? A duras penas podía hacer el moonwalk sin matarse (y sin que le saliera). ¿De dónde esperaba aquel villano que ella bailase para tratar de enfrentar a un ejército de muertos vivientes?
Pero tenía que intentarlo.
Ay Tikki... Pensó Marinette con amargura. Por favor dime que has visto estos pasos alguna vez.
—¡Guia! —Pidió la heroína, tratando de mantener la voz firme.
Claro, como si acabase de leer la mente de la heroína, el akumatizado comenzó a hacer el clásico de Michael Jackson, caminando de espaldas, deslizándose por el piso como si fuese ingrávido.
—¡Levántense, mis muertos! —Exclamó el akumatizado levantando las manos mientras seguía con su paso de baile.
El piso de la plaza se agrietó de muchos sitios y manos comenzaron a emerger, abriéndose paso para salir a la superficie. De pronto había muertos vivientes suficientes como para formar un flash mob completo.
Y Ladybug vio con horror que todos comenzaron a seguir al akumatizado al mismo tiempo, bailando en perfecta sincronía unos instantes más antes de que aquel hombre la apuntara y sonriera demedio lado.
La heroína pasó saliva con dificultad, tratando de imitar los movimientos, aunque claro, no lo hizo perfecto, algunos muertos la siguieron, sincronizándose con sus movimientos.
—Nada mal, mariquita. —Soltó Jackson sonriendo de medio lado antes de hacer su siguiente paso.
Ladybug trató de mantenerse a la altura, pero pronto, los pasos de Jackson se volvieron demasiado difíciles de seguir, y los pocos muertos vivientes que le habían seguido el paso a la joven, se fueron aglomerando del lado del akumatizado al ver fallar a la heroína de París, al verla tropezar con sus propios pies.
Y, aunque la chica se esforzó por mantener un buen ritmo, al final, el último muerto viviente pasó del lado del akumatizado y todos le miraron, esperando indicaciones.
—Parece ser... —Murmuró él mientras sus facciones se asemejaban más y más a la de un muerto viviente, con el cabello rizado todo desorganizado, los pómulos marcados, las cejas realzadas, la piel oscurecida en un tono oliva. —Que se ha agotado tu buena suerte.
—Espera. —Pidió la heroína dando un paso de espaldas y alzando una mano hacia Jackson, con expresión de sorpresa. —Una última oportunidad.
—Se acabó el tiempo.
El muchacho apuntó a Ladybug y sonrió de manera macabra, varios zombies se abalanzaron sobre ella, sosteniéndola por los brazos y piernas, obligándola a retroceder y forcejear.
Por un momento, Ladybug sintió que no podría salir de aquello, ahogó un grito, forcejeando contra las manos que se apoderaban de ella, obligándola a dejar de luchar. Por un momento, debajo del antifaz, Marinette estuvo segura de que aquel era su fin. La superaban en número, y a diferencia de otras ocasiones, esta vez no se trataba de parisinos sometidos a la voluntad de Hawk Moth, esta vez no se trataba de gente que podía ser salvada de alguna manera y que, de una forma u otra, trataba de resistir al saber que enfrentaban al emblema de París, esta vez no había consciencias debajo de aquellos muertos vivientes, sólo los muertos en sí mismos.
Estaba perdida.
—Afortunadamente... —Dijo una voz profunda a espaldas del akumatizado, llamando la atención de todos. —Ella nunca ha estado sola. Así que es mi turno.
Ladybug no pudo levantar la vista, no; montones de manos la tenían sometida contra el piso ahora, así que no había manera de que ella pudiese levantar el rostro para ver qué estaba pasando.
—¿Qué tenemos aquí? —Espetó Jackson con curiosidad y molestia.
—Un contendiente. —Respondió el héroe de París con aquella gallardía, que Ladybug sintió el corazón dar un vuelco.
Aquel instante de valor fue más que suficiente para darle tiempo de reaccionar, así que la heroína agradeció que sus manos estuvieron libres un segundo, tomó su yo-yo y lo lanzó al aire con todas sus fuerzas, exclamando:
—¡Lucky Charm!
Una grabadora enorme, cuadrada, aterrizó en las manos de Ladybug, artefacto que consiguió que los muertos remitieran. La joven se abrazó de la grabadora como si aquel amuleto encantado fuese de verdad un repelente para los muertos, aferrándose a ella como si pudiera calmar sus miedos, y cuando por fin recuperó la respiración, levantó la mirada, percatándose de que, a espaldas de Jackson y equilibrado sobre su bastón, Le Panthère sonreía con un sombrero fedora clásico, negro con una franja blanca, ocultando la mitad de su rostro, llevaba también puesto un guante de brillantina y una chaqueta roja de cuero ceñida al torso.
—Ma cherí ¿Me concederías el honor?
Ladybug tardó unos instantes más en comprender, su mirada había estado cargada de terror hasta que se percató de que los zombies de verdad estaban retrocediendo, arrastrándose y gimiendo, dejando cada vez más y más espacio alrededor de ella, dándole espacio para moverse.
—¿Qué? —Murmuró ella confundida, permitiendo por un momento que la sonrisa radiante del muchacho se apoderara de ella.
Porque los ojos brillantes, la sonrisa confiada de medio lado, la postura holgada. Panthère estaba ahí, prometiéndole a Ladybug que todo iría bien a partir de ese momento.
La chica puso la grabadora en el suelo y asintió, sintiendo que su corazón se calmaba por completo, sintiéndose de nuevo a salvo. Y antes de retirarse, de ponerse lejos del alcance de las manos frías y esqueléticas que la rodeaban, presionó el botón de play.
Panthère saltó hasta posicionarse a unos metros frente al akumatizado, quien tomó el primer turno para bailar. Sus pies se movieron al ritmo de la música, todos los zombies lo imitaron, como si aquello fuese una coreografía planeada, un flashmob preparado con tiempo y no una danza improvisada.
El héroe de la mala suerte imitó los pasos, consiguiendo que varios muertos vivientes se pasaran de su lado a bailar, pero, de nuevo, Jackson hizo alarde de pasos de baile marcados y dramáticos, su histrionismo marcó tendencia, incluso los parisinos que habían buscado refugio en los cafés de la zona estaban maravillados con el desempeño magistral de aquel ensamble, pero Panthère fingió un bostezo dándose cuenta de que algunos drones grababan la situación.
Sonrió cuando le cedieron de nuevo el momento de bailar, pero esta vez se tomó su tiempo.
El héroe estiró la espalda, se movió un poco, tronó los huesos de sus manos antes de mirar a Jackson y soltar una exhalación clásica del rey del pop, haciendo que tanto el muchacho como varios muertos vivientes retrocedieran.
La música se detuvo un momento, todo el mundo fijó su atención en Panthère, que caminó unos pasos en su sitio, paseando la mirada por el ejército de zombies que Jackson tenía a su merced.
Y sin previo aviso, soltó un grito largo que hizo a Ladybug recordar el clásico Scream del rey.
(Thriller – Michael Jackson)
La audiencia guardó silencio mientras el sonido de una puerta rechinar se abrió paso entre los presentes, muertos vivientes abrieron un camino para el héroe parisino, Panthère marcó sus pasos a la par que la noche parisina se despejaba dejando a la vista una luna llena brillante y los aullidos de los lobos resonaban a lo lejos, a la par de un trueno de tormenta.
No, no estaba bailando, estaba haciendo aquel gesto característico que el auténtico Michael solía hacer en sus coreografías y performances más icónicos, la pantera se inclinó el sombrero para tapar por completo sus ojos y sonrió de medio lado, moviendo la cadera atrás y adelante, apuntando un pie y doblando la rodilla a la par que tiraba los hombros hacia atrás, poniendo una mano en su entrepierna y soltando otra exhalación.
Su cuerpo se movió con histrionismo, el héroe comenzó los primeros pasos de aquella canción que se había vuelto un ícono de la música de los ochenta, y mientras iniciaba su improvisación, varios muertos vivientes comenzaron a aplaudir para marcar el ritmo de sus movimientos.
Hasta ahí todo bien, y Jackson estuvo a punto de tomar su lugar en la contienda, pero Panthère jaló aire, abrió la boca y levantó el rostro, sosteniendo la mirada del akumatizado.
It's close to midnight
Something evil's lurking from the dark
Under the moonlight
You see a sight that almost stops your heart
You try to scream
But terror takes the sound before you make it
You start to freeze
As horror looks you right between your eyes
You're paralyzed
Panthère acababa de convertirse en una auténtica réplica del rey del pop, se movía por el espacio, cantando una imitación perfecta mientras más y más monstruos se sumaban a su danza y a su canto. Jackson estaba boquiabierto, realmente se había quedado pasmado ante la manera en que el héroe parecía manejar la mímesis con el rey del pop.
No sólo estaba bailando como Michael, sino que cantaba a la par que su cuerpo reaccionaba a la melodía.
'Cause this is thriller
Thriller night
And no one's gonna save you
From the beast about to strike
You know it's thriller
Thriller night
You're fighting for your life
Inside a killer thriller tonight, yeah
Fue difícil resistir. Poco a poco había terminado rodeado por aquellos muertos vivientes, que se movían a la par del muchacho con histrionismo y sincronía, uno a uno, todos los zombies se sumaron al baile del héroe, dejando a Jackson solo de su lado de la plaza.
Y contrario a lo que había creído al principio, en lugar de tratar de bailar para recuperar a su ejército de zombies, Jackson se paró al lado de Panthère y comenzó a seguirlo en ritmo y en baile.
Ladybug miraba con azoro lo que estaba ocurriendo abajo, no podía entender ni creer que, de verdad, debajo de la máscara Luka se supiera completa la coreografía de Thriller, no, no sólo se sabía el baile, conocía la letra de cabo a rabo. Y de un momento a otro, el Campo Marte estaba lleno de gente disfrazada que bailaba los pasos de aquel clásico, siguiendo a un héroe enmascarado y a un imitador akumatizado, como si aquello fuese lo más normal del mundo.
—Mon Dieu... J'aimé cet homme... —Exclamó la heroína sin aliento al verlo mover la cadera.
Un trueno surcó el cielo y algunos cuantos muertos vivientes se desvanecieron, permitiendo a los parisinos acercarse a ellos y cerrar filas para ver mejor los pasos y seguir la coreografía.
Otro trueno, menos zombies. Y tras unos parpadeos más, sólo quedaba gente con disfraces de todo tipo, momias, hombres lobo, vampiros, zombies, gente disfrutando de un improvisado flashmob de Halloween enfrente de la torre Eiffel.
No pudo evitarlo, cuando Panthère la miró y le hizo una seña para que se acercara, Ladybug no pudo evitar saltar hasta situarse al lado de su marido y seguir la secuencia: aplauso, desliz, movimiento de hombros, la cabeza y repetir.
The foulest stench is in the air
The funk of 40 thousand years (Thriller night, thriller)
And grisly ghouls from every tomb
Are closing in to seal your doom
And though you fight to stay alive
Your body starts to shiver (I'm gonna thrill you tonight)
For no mere mortal can resist
The evil of the thriller!
AHAHAHAHAHAHAHAHA
AHAHAHAHAHAHAHAHA!
Panthère sonrió aplaudiendo con fuerzas cuando la música se terminó, contagiando a todos los presentes a aplaudir, antes de encarar al akumatizado, le ofreció una mano a Jackson, quien chocó palmas efusivamente antes de atraer al héroe y darle un abrazo.
—¡Dios, eso fue lo más increíble que he hecho en mi vida! —Exclamó el muchacho a la par que el akuma volaba libremente lejos de él, revelado que, en realidad, su disfraz era realmente bueno, y él incluso se movía como su ídolo.
—No más maldades para ti. —Murmuró Ladybug sonriendo orgullosa, lanzándose por el Akuma y dándole espacio a su colega de conversar con el afectado.
—No lo haces nada mal. —Admitió el héroe sonriendo.
—¿Yo? Dios, tú eres la reencarnación del rey.
Panthère soltó una carcajada y negó con la cabeza.
—Sólo un gusto culposo.
—¡Culposo! —Espetó el muchacho. —Haré como que no escuché eso y me iré antes de que el akuma vuelva por mí. ¡Qué noche de brujas! —Exclamó el muchacho cumpliendo a su promesa, retirándose mientras daba saltitos de alegría.
Ladybug llegó hasta el lado de Panthère mostrando la mariposa purificada, que se había quedado en su mano aleteando suavemente.
—Bye-Bye, little butterfly... —Murmuró la heroína antes de soplar ligeramente sobre las alas de aquel insecto y conseguir que volara alto y lejos, perdiéndose en la oscuridad de la noche. —¡Lucky Charm! —Gritó lanzando la grabadora al aire y consiguiendo que todo París volviese a la normalidad.
—No estuviste tan mal, ma cherí. —Aduló el héroe sonriendo.
—No digas tonterías, mon coeur. Tú has salvado la noche.
—Puede ser, pero no lo habría hecho sin ti. —Dijo al final el héroe capturando la cintura de la joven y atrayéndola hacia sí en un movimiento posesivo.
Se lo advirtió con la mirada, y Ladybug sonrió pasmada. Porque Panthère le estaba pidiendo permiso para besarla, se había acercado, sí, y sus ojos lo dejaban claro, pero el héroe se había detenido a unos milímetros del rostro de su musa como si esperara su autorización para proceder, cuestión que hizo a la heroína asentir tímidamente, permitiéndole tomar su boca.
Panthère depositó un beso suave, casto en los labios de la joven antes de romper el contacto y murmurar: —Juro que mi boca está diseñada para pertenecer a la tuya.
Y al percatarse de que la gente comenzaba a hacer fotografías de la escena, Panthère cerró el agarre sobre la cintura de su musa y, valiéndose del bastón, saltó del lugar, consiguiendo los aplausos de los parisinos.
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Jagged Stone se había presentado para el evento del cierre, tocaba su guitarra al lado de Colette, que sonreía embelesada, una fan en presencia de una leyenda francesa, un sueño hecho realidad para la pelinegra.
—Esta noche París se enteró de que Ladybug tiene un romance con un héroe nuevo. —Soltó Alya divertida, acercándose a sus amigos y mostrando la nueva foto de portada del LadyBlog, que mostraba el beso de Panthère y Ladubyg desde varios ángulos, fotografías enviadas por los fans del blog. —Supongo que eso le da armas a Hawk Moth para tratar de acabar con ellos.
—Pero también le hará saber que estamos más unidos y más fuertes que nunca. —Aseguró Luka bajando la voz y apartando un mechón blanquecino de su rostro.
—Sigo sintiendo que se me olvidó algo. —Soltó Marinette por enésima vez en la noche.
—Bueno, ma cherí, si no puedes recordarlo, entonces no debe ser tan importante.
—Iré a buscar a los muchachos. —Anunció Alya apuntando sobre su hombro. —Seguro que Adrien y Kagami llegan a tiempo para el concurso de disfraces.
—Tranquila, Mari... —Murmuró Luka abrazando a su esposa por los hombros y sonriendo antes de besarle la sien. —Estoy seguro de que a punto de quedarte dormida lo vas a recordad.
—Esperemos que así sea.
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Desde la punta de la torre Eiffel se escuchó un grito agudo, Chloe, todavía con su disfraz de Marilyn Monroe exclamando:
—¡Héroes! ¡Alguien! ¡Bájenme de aquí!
