Notas del autor
Aquí tenemos el séptimo capítulo de Contrariorum, un poco corto, pero es que es necesario para lo que se viene, Dios, en el otro dije que no me sentía muy seguro pero en este es lo contrario me encanto de pies a cabeza, Se que de pronto estoy creando un poco de hype pero es que no puedo esperar a escribir el siguiente cap, ahora respondiendo a los comentarios Paolo GUtarra hola si gracias por el apoyo y me encanta que te este gustando, y también te aseguro que la terminare porque todos sabemos que no hay nada mas triste que un fic sin acabar. Ahora si sin más que decir espero lo disfruten igual que yo al escribirlo.
A por cierto cualquier review constructiva es bien recibida :).
Declaimer: no me pertenece ningún personaje de Little Witch Academia, esto sencillamente lo hago pa divertirme.
Capítulo VII
Aid
Hannah ya llevaba algunos días dándole vueltas a cierto asunto, y es que a pesar de que su actitud hacia Akko había cambiado. Además de ahora, estar dispuesta a ayudarla en cualquier momento como se vio en clase. Sentía que no era suficiente, ella sabía y quería algo más, quería empezar a pasar tiempo con la japonesa, aprender su manera de ver las cosas, como esta se sorprende, cómo llega a sonreír, que es lo que disfruta día a día, ver su cara somnolienta y despertarla con una pequeña caricia en el cachete, caminar por los pasillos tomadas de las manos y perderse en la mirada de esos hermosos ojos color rubí, pero la verdad era que no sabía qué hacer.
Desde su niñez siempre fue consciente de su atracción hacia los hombres, sabía perfectamente el cómo coquetearles, como llegar a atraerlos hacia ella, o como sencillamente mostrarse por encima de los demás, pero esta vez era totalmente diferente, no sabía ni por dónde empezar con Akko, ¿debía seguir acercándose de la manera en la que lo estaba haciendo? , o ¿tenía que ser más directa?, ¿debía seguir mostrándose como la niña rica que sabe que es, o ser más sencilla?, todo esto la estaba matando poco a poco, y es que de verdad no lo quería arruinar, sabía que con Akko había algo más, lo sentía y sus instintos siempre se lo decían, que esa chica no es como los demás.
"Haaa" suspiraba mientras bajaba de su escoba después de realizar el ejercicio de práctica que les había ordenado hacer la profesora Nelson.
Ya con sus dos pies en tierra y estirando un poco las piernas fue que escuchó a alguien llamarla por detrás "¡Hannah!" al voltearse se dio cuenta de que era Barbara que se había apresurado en alcanzarla, "Quieres venir conmigo y Avery a tomar un poco de té " soltó rápidamente y estaba segura que Barbs había sonado un poco distinta.
Demorándose en su respuesta escucho hablar a la chica de nuevo "Por favor Hannah, hace mucho tiempo que no pasamos tiempo juntas" y eso era verdad, Akko la tenía tan distraída que se había olvidado por completo de su mejor amiga, sin embargo ya había visto a la pequeña japonesa en una esquina tratando de montar su escoba y unas ganas irremediables de ir a ayudarla se habían apoderado de ella, esperando unos segundos más con su decisión ya tomada dijo "Vale Barbs, dame unos minutos hago una cosa y vamos a alistarnos" vio como la pelinegra sonrió de oreja a oreja y asintió con la cabeza.
Dejando a Barbara, caminó directamente hacia su punto de interés y ya a unos cuantos metros escuchaba a la chica gritar "Tia freyre" para luego verla saltar con todas sus fuerzas sin que nada pasara.
"Hola Akko" saludo llamando la atención de Akko que de inmediato respondió "¡Hannah!" tan enérgica como siempre
"¿Intentando volar?" pregunto fingiendo ignorancia para no ofender a la chica "S-sí, adivinaste, aunque no tienes que ser un genio" sonreía para continuar "Pero como puedes ver, como siempre no logro ni sostenerme en el aire" ahora cambiaba de expresión a una un poco más sombría, aunque seguía manteniendo su sonrisa.
Hannah viendo esto y obviamente con la intención de, aunque sea pasar unos segundos más con ella sugirió "¿Quieres que te ayude?" Akko la miro por unos segundos y mientras un pequeño brillo se formaba en sus ojos asintió mientras decía "Sí, gracias, Hannah" ella contenta de la reacción, se acercó aún más y dijo "Bien, aunque no sea un método que nos enseñan aquí en la escuela, es como a mí me enseñaron en casa" acercándose a la chica se posó frente a ella y dijo "Akko presta mucha atención" cogiendo la escoba y colocándola al revés con el cabezal apuntando hacia el cielo, continuo "Akko lo que tienes que hacer es muy sencillo, primero canalizas tu magia hacia la escoba, cuando ya notes que algunas de las hebras empiezan a moverse, colocas tu mano encima de ellas y vas a sentir una fuerza extraña tratar de quitarla, eso quiere decir que estás haciendo las cosas bien, y ya para terminar sueltas tu escoba para ver como esta se sostiene sola"
Enseguida antes de que la chica reprochara que su explicación había sido muy vaga o larga procedió a hacerlo ella misma, canalizó un poco de magia hacia su escoba y espero a que la paja empezará a danzar, colocó su mano encima y esta fue rechazada por una fuerza invisible y terminó soltando su escoba y alejándose unos cuantos pasos de la misma.
Volteando a ver a Akko para disfrutar de su reacción, se sorprendió al ver que la chica no la estaba mirando a ella, si no a la escoba que estaba entre las dos sosteniéndose sin ninguna ayuda, se le notaba seria y pensativa, como si estuviera analizando el proceso lentamente, Hannah con la intención de separarla de su trance antes de que se acabara su tiempo dijo "¿Quieres intentarlo?" la japonesa asintió y se posicionó de la misma forma.
Vio como esta cerraba los ojos y con una clara intención relajada, empezaba a pasar magia hacia su escoba, durante unos cuantos segundos nada paso y el nerviosismo se estaba volviendo evidente en Hannah, pero Akko seguía sin perder la concentración, después de unos segundos más que parecieron horas, ella se dio cuenta de algo, las hebras de paja se estaban comenzando a mover, una alegría inmensa invadió su corazón y con una sonrisa de oreja a oreja se dirigió a la japonesa para decir "Abre los ojos Akko" y la chica le hizo caso.
Cuando Akko miró hacia su escoba y vio como las hebras se movían, no dijo absolutamente nada, se quedó completamente estática, como si no pudiera creer lo que estaba viendo frente a sus ojos.
La peli castaña continuando su labor se posó detrás de ella y tomando delicadamente la manos de la japonesa, paso una por encima de la escoba sintiendo la fuerza de rechazo y seguidamente las dos fueron retrocediendo lentamente para ver como la escoba de esa pequeña bruja se quedaba parada estáticamente sin la ayuda de nadie.
De un momento a otro Akko comenzó a temblar y por el rabillo del ojo Hannah se dio cuenta que algunas lágrimas empezaban a salir de los ojos de la joven.
Ella sin dudarlo subió los brazos hasta los hombros de la peli café y la abrazó delicadamente mientras en voz baja se escuchaba
"…Ha-a-ann-ah"
"…G-g-rac-i-a-s"
"Hic…gra-ci-as"
