Notas del autor
Bueno que decir XD, feliz April Fools', (Si es que alguien callo .-.), obviamente ni por el carajo iba a terminar la historia de esa forma jajajajaja, seria demasiado cruel hasta para mí, aunque no lo puedo negar, ese fue un capítulo que salió demasiado rápido, nunca había escrito tanto en tan poco tiempo. Ahora sí esta es la continuación y no, no es el final, aun me quedan algunos capítulos por escribir, espero lo disfruten.
A por cierto cualquier review constructiva es bien recibida :) y si te creíste el cap anterior o te pareció extraño, me encantaría saberlo así que porfa deja tu review, a y pregunta ¿quieren que lo deje?, mi idea es borrarlo, pero pues todo depende de lo que ustedes me digan.
Declaimer: no me pertenece ningún personaje de Little Witch Academia, esto sencillamente lo hago pa divertirme.
Capítulo XIV
Digna
Caminando por las calles, una delante de la otra, mientras Akko miraba la espalda de Hannah, toda clase de pensamientos inundaban su cabeza, y uno en especial empezaba a resonar más que otros.
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¿De verdad estaba lista para dar este paso?
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Se preguntaba una y otra vez.
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¿Estaba segura de que podría aguantar una relación o su estado mental la traicionaría?
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'No, ya no soy la misma de antes.'
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¿Era ella digna de estar con alguien como Hannah?
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'¿Lo soy?'
..
'Pffft, obvio que no, Atsuko, no lo eres,' decía una voz en su cabeza.
…
'Tú, de nuevo.'
'Sí, mi querida Atsuko, yo de nuevo.'
….
'¿Qué quieres?' decía con furia Akko.
'Nada, solo decirte la verdad, y esa es que no, no eres digna.'
'¿Cómo lo sabes?'
…..
'Cuántas veces te lo he dicho ya, ¿por qué no lo entiendes, Kagari?'
'¿Entender qué?'
'¿Te lo tengo que deletrear o es que no te quedó claro?'
'¡Cállate!'
…
'Atsuko, nunca serás digna de alguien.'
'¡Cállate! ¡Cállate!'
'Jamás te amarán, Atsuko. Diana no lo hizo, Hannah no lo hará.'
'¡No hables más!'
'Solo es cuestión de tiempo, Atsuko.'
….
"N-no más. Por favor."
Durante unos segundos, no sabía dónde estaba. Su cabeza se había nublado, y su visión se había vuelto borrosa. Los recuerdos de aquel día volvían con una fuerza ininterrumpida.
"¡D-D-Diana, me gustas!"
Volvía a estar frente a esos ojos azules que la juzgaban viva. No podía respirar, sentía como si su pecho se comprimiera.
"¿Es esto alguna clase de broma?"
La escuchaba decir. Sus manos empezaban a temblar, y un frío inexplicable se apoderaba de su cuerpo.
"¿Cómo crees que alguien como tú puede estar con una Cavendish?"
Sí, alguien como ella, un fracaso de bruja, alguien a quien la vida nunca le había dado una sola oportunidad.
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"Ak..."
Escuchó algo de fondo.
"Akko..."
Sintió como alguien la movía bruscamente y, levantando el rostro, notó una mirada que no era azul, sino negra.
"¿Estás bien?"
Akko siguió mirando a los ojos de Hannah, y la pena y la desgracia que sentía antes eran reemplazadas por vergüenza e ironía.
"¿Dónde estamos?" alcanzó a decir en un susurro, desviando la mirada sintió como una corriente de viento pasaba por su cara, y enfrente de ella estaba una vista increíble.
"Aquí es donde quería traerte," escuchó mientras veía la ciudad entera llena de vida. "Hermosa vista, ¿cierto?"
Akko, que en este momento no sentía nada, se dio el lujo por solo unos instantes de ver cómo se movía el mundo, un mundo que al final nunca iba a abrazarla.
"Akko, tengo algo muy importante que decirte," la japonesa volvió a mirar a su acompañante y, viendo la expresión nerviosa en su cara y el jugueteo en sus manos, sabía lo que venía a continuación.
La chica tomó respiración y, buscando sus ojos, la miró seriamente y dijo, "Atsuko Kagari, me gustas. ¿Quieres salir conmigo?"
…
..
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Un silencio incómodo siguió después de que Hannah escupiera esas palabras, y viendo como no había respuesta, repitió su nombre para llamar su atención. "¿Akko?" Pero aún no había respuesta. Pasaron unos minutos más, y una carcajada fue lo único que se escuchó.
"Jajajajajaja, ¿en serio, Hannah?"
La chica, que pensaba que era una forma de suavizar la situación por parte de Akko, simplemente sonrió y dijo, "En serio."
Lo que no se percató fue que, cuando levantó su mirada que había bajado por vergüenza, se encontró con unos ojos vacíos. No había odio ni desprecio, solo el vacío de un rojo que brillaba de manera más tenue de lo normal. Esto le heló la sangre, pero decidida a enfrentar el momento, se acercó a Akko y, poniendo su mano en su rostro, dijo con ternura, "Akko, eres de las cosas más hermosas que me han pasado en la vida".
A pesar de la falta de reacción en los ojos de Akko, Hannah continuó, acercándose aún más, empezó a susurrar, "Sí, al principio fue una relación que nació por mi testarudez y envidia, pero después de ese día..." hizo una pausa y notó cómo los ojos de Akko empezaban a cambiar, "Ese día que te vi parada frente a Diana, siendo cruelmente rechazada, algo cambió dentro de mí"
Las lágrimas comenzaban a caer de los ojos de Hannah mientras recordaba, "Y qué decir de cuando llegaste a mi cuarto a salvarme de Amanda. Nunca nadie había hecho algo así por mí. Esa figura pequeña que con todo su cuerpo me protegía..."
Akko empezaba a retomar su color de piel normal. Ya no temblaba de miedo, sino de los nervios y las mariposas que nacían en su estómago. "Atsuko," continuó Hannah, sin separarse de ella ni de su mirada, "cuando te digo que quiero salir contigo, no es mentira, no es una broma, no es que no seas la indicada."
Hannah se separó, abrió los brazos ofreciéndose a un abrazo, y dijo con palabras que resonaron profundamente en el alma de Akko,
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"Atsuko, quiero que alguien como tú esté a mi lado por siempre. No porque me apellide England, no porque quiera que seas una bruja excelente que ya lo eres, no porque seas el epítome de la elegancia, sino porque te has convertido en el faro que guía mi camino, el centro de mi vida"
"Akko, te amo"
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Akko no pudo contenerse más, corrió a los brazos de Hannah y rompió en llanto. Se aferró a ella con toda la fuerza que tenía, mientras una tormenta de emociones salía de su ser. Hannah respondió de la misma manera, acariciando su espalda y su cabello.
"H-ha-nna—h, l-oo-sien-to" era lo único que Akko podía expresar entre sollozos, mientras más lágrimas brotaban de sus ojos. "Shhh, tranquila," decía Hannah, sin retroceder en sus gestos de cariño. "No tienes nada por qué disculparte"
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Pasado un tiempo, y notando que su voz volvía, Akko, mirando a los ojos de Hannah, dijo con voz temblorosa, "Eres mi ángel guardián, ¿lo sabías?" Hannah rió y respondió, "Sí, solo que con un sombrero puntiagudo y una varita que puede maldecir."
Akko la siguió mirando y continuó, "Eso no importa." Y, acercándose al rostro de Hannah, le plantó un beso rápido en el cachete, sorprendiendo a la chica que solo pudo ruborizarse.
"¿Eso es un sí?" Akko, algo extrañada mientras se levantaba del suelo, abrió los ojos para decir, "Hannah, no pensé que fueras así de densa." La chica, aún en el suelo, sacó la lengua y respondió, "Eres tú la densa."
Akko rió ante esto y dijo mientras le extendía la mano para ayudarla a levantarse, "Pero soy tu densa."
