Notas del autor

Okay he aquí el cap 15 mi gente, es un capitulo bastante corto pero eso si tierno de seguro, en cuanto al capítulo de April Fools, lo mas probable es que lo elimine ya que no hubo respuesta alguna, de pronto lo re subo cuando la historia termine o algo así, lo decidiré esta semana, bueno sin mas que decir disfruten.

Declaimer: no me pertenece ningún personaje de Little Witch Academia, esto sencillamente lo hago pa divertirme.


Capítulo XV

Calidum

Después de pasar de nuevo por el Gecko Café y despedirse de la abuela y Edward, las chicas emprendieron camino hacia el portal de la Línea Ley. Durante el trayecto, juguetearon un poco entre ellas, y aunque algunas carcajadas se hacían presentes, lo que más reinaba en ese pequeño territorio eran las sonrisas cálidas, las pequeñas miradas cargadas de sentimientos y sus manos, que ahora eran inseparables.

Hannah no cabía de la emoción en su cuerpo. Lo había logrado, había roto esa puerta de seguridad que no la dejaba acceder al corazón de Akko, y ahora lo tenía en sus manos, algo que no sabía que anhelaría tanto.

Con la escoba en mano y habiéndole pagado de más al duende, pues se habían demorado demasiado, emprendieron rumbo por el túnel dimensional. Akko iba recostando su barbilla en el hombro de Hannah y sus manos estaban firmes en la cintura de la peli castaña. Hannah mantenía un ritmo rápido pero seguro, sabiendo que en cualquier momento estarían en la escuela, y aprovechando esta privacidad que gozaban, preguntó.

"¿Akko, vamos a contárselo a ya sabes, ellas...?" Akko, con los ojos cerrados, simplemente movió la cabeza y dijo "Hannah, sabes que Sucy y Lotte no nos dirán absolutamente nada. Además, si a mí me lo preguntas, no me importa en lo más mínimo lo que piensen los demás de nosotras," decía con firmeza para continuar, "Pero esto es ahora una decisión de las dos, así que, si tienes algún problema con ello, no te preocupes, lo podemos mantener en secreto, aunque dudo que no lo noten." Hannah sintió que la chica no lo decía con un tono agresivo ni con ninguna mala intención, más bien era con un tono sereno y de respeto.

"No, no, Akko, no lo digo de ese modo. Lo que pasa es que... bueno, cómo explicarlo..." Hannah no encontraba manera de expresar lo que sentía; no era nada grave ni preocupante, solo era un pequeño asunto que había que solucionar antes.

"¿Qué pasa, amor? Dime."

"¿Q-Qué?" En un segundo, sintió como su corazón daba un vuelco dentro de ella, mientras que la escoba daba una pequeña turbulencia. "Wow, wow, ¿Hannah, estás bien?" Hannah solo miraba al frente y todos sus músculos estaban tensionados. "¿C-Cómo me dijiste?" preguntaba, tratando de razonar lo que sus tímpanos habían hecho vibrar. "Um, ¿amor?" Así que había escuchado bien.

Akko, dándose cuenta de la razón por la que casi terminan en una dimensión paralela, sonrió y aprovechando que rara vez veía a Hannah falta de confianza, le susurró al oído "¿No te gusta, cariño…?"

Hannah sintió como una llama ardiente surgía de su vientre bajo, como toda su piel se erizaba, y su corazón se aceleraba unas cuantas revoluciones. Ante esto, sin decir ni una palabra más, inclinó su cuerpo hacia adelante y tomó más velocidad.

En un par de minutos, estaban divisando a lo lejos la grandiosa estructura que era Luna Nova; incluso siendo ya de noche, su magnificencia era impresionante. Sin embargo, Hannah no voló directa a la puerta principal, sino que, en un movimiento rápido que incluso impresionaría a Diana misma, se desvió a la puerta externa que contenía una reja por donde las personas que no tenían magia o estaban de visita entraban.

Bajándose de un salto de la escoba, vio cómo la pequeña japonesa, impresionada y confundida, solo la imitaba, y tomándola de la mano y prácticamente arrastrándola hacia un par de arbustos que las ocultaban, empujó a Akko hacia un árbol y, colocando los brazos a los lados de su cabeza y aprovechando la altura que había ganado gracias a las botas de tacón alto, acercó su rostro casi quedando frente a frente con la chica y dijo en voz ronca

"Atsuko, jamás, pero jamás me vuelvas a decir 'cariño' de esa forma o no podré contenerme."

Akko, que ahora sí definitivamente se estaba volviendo loca por lo que estaba ocurriendo, simplemente la miró a los ojos, y notó que no había ira, sino un deseo incontrolable que rogaba por salir. Se ruborizó de pies a cabeza, y mientras un sentimiento parecido nacía en su cuerpo, desvió la mirada y asintió sin decir nada a cambio.

Hannah, con un poco más de control, se alejó de la chica que por cada minuto que pasaba la estaba volviendo más loca, y resoplando, extendió la mano indicando que ahora sí podían seguir el camino. Akko la tomó, esta vez un poco nerviosa, y emprendieron paso a paso hacia la entrada de la escuela.

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Cuando llegaron al pasillo que separaba las dos partes de la escuela, y por ende cada uno de sus dormitorios, Hannah tomó la otra mano de Akko y juntándolas le dijo, "¿Supongo que es todo por hoy?"

La japonesa que en sus ojos la miraba con unas ganas irresistibles de no separarse de ella dijo en un susurro, "Sí, supongo." Hannah, que cuando noto la reacción casi se derrite de la ternura, dijo, "hey, no hagas esa cara de perrito abandonado." Akko, inflando los cachetes, no hizo más que sacarle una sonrisa aún más pronunciada a la inglesa. "Sabes Akko, esos ya no son un arma mortal para mí," y mientras levantaba sus brazos de forma amenazante continuó diciendo, "¿y sabes por qué?" Akko, que simplemente seguía igual de testaruda, no le puso atención hasta que fue demasiado tarde. "Por esto," dijo Hannah mientras se abalanzaba hacia la chica y empezaba a besarle el rostro por todos lados. Akko solo podía reír mientras trataba de protegerse del feroz ataque.

"Hannah, para, jajajaja," era lo único que alcanzaba a decir y después de que la peli castaña sintiera que ya era hora de terminar, paró todos sus movimientos y dio su ataque final dándole un pequeño beso en la frente a Akko.

Separándose esperó a que la chica abriera los ojos y finalizó diciendo, "Hasta mañana, Akko."

No obstante, Akko, antes de contestarle y dar por sentado lo que seguro fue el mejor día de su vida, preguntó, "Hannah, antes de que te vayas, ¿qué era lo que ibas a decir cuando íbamos de camino a Luna Nova?" La oji negra, que se esperaba esta pregunta, simplemente le guiñó el ojo y le dijo, "No importa, Akko, como tú dijiste, lo que piensen los demás de nosotras no es realmente relevante, además eso me lo prometí el mismo día que supe que estaba enamorada de ti."

Akko, que se sintió a gusto con la respuesta, asintió con la cabeza y dijo, "Está bien. Hasta mañana, amor."

Y antes de que Hannah le pudiera reprochar de nuevo por lo que había dicho, vio cómo la chica salía disparada hacia su dormitorio. Soltando un suspiro, dio media vuelta y empezó a caminar hacia su dormitorio con una sonrisa que seguramente nadie podría borrar.