Notas del autor

Aquí tiene el cap siguiente con una sorpresa jejejeje, bueno realmente no se como expresarlo pero creo que voy a cortar el tiempo de desarrollo de este fic, se que pues no es que escriba mucho o sea realmente llamativa el ship que estoy usando, pero pues no veo actividad en la historia y si la amo la considera una hija mia, y se que no queda mucho pero, pues realmente se me esta haciendo difícil seguir escribiéndola entonces, solo me queda decirles que las actualizaciones serán mas demoradas, eso si prometo que lo terminare este año, pero será tardado o no, nos vemos pronto o tarde disfruten.

Cualquier review constructiva es mas que bienvenida.

Declaimer: no me pertenece ningún personaje de Little Witch Academia, esto sencillamente lo hago pa divertirme.


Capítulo XVII

Admiratio

Estaba aburrida. Extremadamente aburrida. Desde que comenzó el noviazgo con Hannah, solo habían salido un par de veces a Glastonbury y unas cuantas a Blytonbury antes de que ella tuviera que irse a Londres por estas vacaciones. Y aunque esas salidas fueron igual de geniales que la primera vez, ahora que no tenía nada que hacer y todo el tiempo libre del mundo, se encontraba desganada.

"Lotte, ¿quieres ir a charlar con Ursula sensei?" propuso a la finlandesa.

"Lo siento, Akko. Le prometí a papá y mamá que iría hoy a visitarlos."

"Uhg," suspiró Akko. Primer intento fallido.

"¿Y tú, Sucy? ¿Quieres ir a cazar hongos en el bosque?" ahora le preguntó a la peli morada.

"Aunque la idea suena maravillosa, lo siento, Akko, pero tengo que atender ciertos asuntos en la ciudad y son urgentes."

"Arg," expresó Akko desilusionada. Y ahí se fue su última bala.

"Chicas, por favor, estoy aburrida."

"Pues desabúrrete," dijo Sucy frunciendo el ceño.

"¿Por qué no llamas a Hannah y tal vez charlas un poco con ella? Hoy no lo has hecho," intervino Lotte tratando de dar una idea.

"Pero me dijo que hoy iría a ver un partido de fútbol con su papá y su hermano. No creo que me conteste," dijo Akko mientras daba vueltas en su cama deshecha y renegaba aún más.

"Vale la pena intentarlo, ¿no? Quién sabe, quizás están de camino o simplemente no han salido," sostuvo Lotte tratando de incitarla a que lo hiciera.

"Uggg, pero no quiero molestarla," dijo Akko, resoplando con el rostro en su almohada.

"Akko, Hannah nunca se molestaría por eso," afirmó Lotte, que seguía insistiendo.

"Ya le estoy marcando," anunció Sucy, que tenía el teléfono de Akko en su oído y el tono de llamada ya estaba empezando a conectar con la destinataria.

"Espera, Sucy, co..."

"¿Akko?" se escuchó salir del altavoz del celular.

Parándose como un rayo de su cama, le arrancó el celular de las manos a Sucy y, lanzándole una mirada asesina, saludó de inmediato a su novia. "H-hola, Hannah, ¿cómo estás?"

"Bien y tú… suenas un poco rara, ¿está todo bien en Luna Nova?" Akko, sin volver a mirar a ninguna de sus dos amigas, buscó su silla de escritorio y sentándose en ella continuó, "Sí, sí, solo que hubo alguien que tocó algo que no debía," dijo mientras Sucy soltaba una carcajada al fondo.

Escuchando una afirmación por parte de la chica, decidió preguntar lo primero que se le vino a la mente. "¿Y lista para ir al estadio?"

"Sí, de hecho, me estoy maquillando un poco en este momento," escuchaba cómo Hannah movía algunas cosas y el sonido de la llamada cambiaba.

"¿Cómo dijiste que se llamaban los equipos?" preguntaba Akko tratando de empezar un poco de charla casual entre las dos.

"Arsenal y Chelsea. Ugh, no sabes lo caótica que se vuelve esta casa cuando hay ese tipo de partidos," escuchaba a Hannah decir mientras más cosas se movían de fondo.

"¿Por?"

"Papá y mi hermano son del Chelsea, y mamá y yo somos del Arsenal."

"¿Y tus otras hermanas?"

"La mayor solo va al estadio a coquetear con chicos, la pequeña no le importa mucho, aunque puedo jurar que papá la está convenciendo de unirse al enemigo."

"Jejeje, pues aunque no te parezca mucho, considérame de tu parte así igualan las cosas," decía Akko mientras recostaba los codos sobre su escritorio.

"Sin ofender, Akko, pero creo que no sabes nada de fútbol, y digamos que no alcanzarías a completar siquiera la unidad en el equipo," escuchó un resoplido, y podía jurar que se imaginaba cómo giraban los ojos la chica del otro lado.

"Eeee, pero tu hermana pequeña tampoco creo que sepa mucho de fútbol," le reprochaba mientras ahora jugaba con un lápiz que estaba a su lado.

"Te sorprenderías al darte cuenta de lo que una niña de 9 años puede saber ahora," escuchaba mientras un cambio de eco le indicaba que estaban dejando el baño.

"¿Qué puede saber? ¿Cómo jugar a la casita, peinar a la muñeca? No sé, ¿qué tan genial es Shiny Chariot?" decía mientras ahora el lápiz daba vueltas en su mano.

"Ummm, sí, sí, y no, pero te puedo apostar que más de fútbol que tú seguramente," Hannah se reía un poco de fondo mientras una puerta de probablemente un armario se oía abrirse.

"Mala," respondía mientras un silencio acompañado del ruido del altavoz del celular se generaba; ninguna de las dos habló durante unos minutos, disfrutando de ese pequeño espacio que, aunque extraño, era realmente tranquilizador.

De pronto, por un impulso más de corazón que de mente, Akko abrió la boca para decir lo siguiente.

"Te extraño," salió como un susurro, sin embargo, la fuerza de la voz era suficiente como para que la chica del otro lado la escuchara claramente. "Yo también te extraño, Akko," le respondió inmediatamente. No obstante, cuando Akko iba a seguir con el camino al que ya había puesto el primer ladrillo, escuchó cómo una puerta se abría de golpe al otro lado de la llamada.

"Sarah, ¿necesitas algo?"

"Apúrate, papá ya está en el auto con Emma y Oliver, solo faltas tú y mamá."

"Okay, dame un segundo, y ya estaré abajo."

"¿Con quién hablas? ¿Con tu novio?"

"¿Espera qué? N-no."

"Tartamudeaste, no me lo puedo creer, ¿en serio tienes pareja?"

"¿Q-qué? No, ¡no es lo que parece!"

"Volviste a tartamudear, eso es definitivamente un sí."

"Argh," escuchó cómo del otro lado Hannah acercaba el teléfono para decir lo siguiente: "Akko, hablamos en otro momento."

"Akko, ¿es extranjero? Oh, esto se pone cada vez mejor, espera a que se lo diga a ma…"

"Hannah, ¿Hannah, hola?" Y despegándose el celular de la oreja, miró la pantalla, sin saber lo que acababa de pasar. Volteando a ver si alguna de sus amigas estaba todavía en el cuarto, vio que Lotte se encontraba recostada en su cama mientras que Sucy no se encontraba por ningún lado.

"¿Todo bien, Akko?" escuchó a la chica preguntarle mientras levantaba la mirada de su libro.

"Sí, solo que Hannah me colgó de manera extraña, y se oía a alguien de fondo, creo que su hermana," decía mientras hacía una mueca de desconcierto aún sin entender lo que había ocurrido.

"Bueno, lo más probable es que le estaban pidiendo algo," decía ya volviendo a concentrarse en su lectura.

"Sí, es lo más probable. Oye, ¿no tenías que visitar a tus padres?" Preguntó, pero no obtuvo respuesta alguna; la chica ya estaba en su mundo de fantasía, así que, de nuevo sin nada que hacer, decidió mejor darse un baño para después salir y por lo menos dar una vuelta por la escuela.

El plan, aunque sonaba realmente extraño, no había más opciones que esa, así que tomando su toalla, un cambio de ropa, sus respectivos utensilios, fijó rumbo a la ducha. Pasó el tiempo y, disponiéndose ya a salir del cubículo, escuchó varios golpes en la puerta para después escuchar a Lotte decir "Akko, tu celular está sonando, creo que es Hannah."

'¿Hannah?, bueno, de pronto ya se desocupó y quiere hablar otro rato'

Apurando el proceso, se bañó los dientes rápidamente, se peinó como pudo y se vistió cual rayo cayendo del cielo. No pudo aplicarse nada de crema ni otro de sus respectivos procesos, pues la inglesa la estaba esperando.

Saliendo del baño, encontró el celular en el escritorio y marcando inmediatamente fue recibida con un suspiro. "¿Hannah?"

"Hola, Akko."

"¿Estás bien?"

"No, mira, argh, cómo explicarlo…"

"Tranquila, ¿qué pasa? ¿Sucedió un accidente? ¿Te enfermaste? ¿Hubo una pelea?"

"No, no es nada de eso, aaaagh, Sarah, mi hermana, se enteró de lo nuestro, y se lo contó a mamá."

Hubo un momento de silencio y la peli castaña continuó.

"Y, y bueno, una cosa llevó a la otra y papá también se enteró. El viaje al estadio fue un poco incómodo, pero aaaaaaaaaaa, no importa."

Otro silencio siguió.

"El caso es que mis papás quieren conocerte, y me dijeron que te invitara a casa, por eso quería decirte, ¿hay posibilidad de que tomes un tiquete a Londres esta tarde?"

"¿Qué?" fue lo único que pudo salir de la boca de la japonesa mientras un montón de cosas se le venían a la mente.