Mirarme al espejo y no reconocerme es difícil, mi cuerpo está más fuerte la nueva mirada en mi rostro que antes reflejaban cariño e inocencia ahora es fría y calculadora a diferencia de Seth que mantiene una dulce sonrisa, todo en mi ha cambiado en especial mi olfato el cual es bastante agudo mucho más que los demás miembros de la manada puedo detectar aroma de hace semanas lo cual es un poco vergonzoso el detectar aromas de fluidos corporales y peor aún distinguir a quien le pertenece totalmente innecesario, identificar el aroma de mi padre aun en la casa es una mezcla de pino, cera de auto y café es cálido como si estuviera en todas partes.

Ser el fenómeno viene en un combo en definitiva soy la más rápida de la manada y la mente más controlada, puedo escuchar las conversaciones de todos, excluir mi mente de la extraña telepatía, no soy fuerte pero si ágil, detectar el siguiente movimiento de mi contrincante es mi especialidad y claro esta una latente infertilidad de la que todos evitan mencionar.

Todo se volvió una rutina y los meses pasan de manera rápida el invierno resultó ser mi temporada favorita todo en extrema calma, las patrullas son largas pero reconfortante pero aún está el residual hedor detestable cerca de la frontera como a manzanas fermentadas.

Evitar a mi prima es lo más difícil de todo tomando en cuenta que ella nos alimenta con sus postres y bebidas, su mirada me sigue de manera constante evitó entrar a la casa y quedarme en el porche, éramos unidas teníamos los mismos gusto ver el interior de su casa no es agradable, es como ver la vida que pudo ser mía, ahora sé que su fea cicatriz es un regalo de Sam a según un pequeño accidente es un poco mezquino sentir algo de satisfacción respecto a eso, yo sabía de los oscuros momentos de Sam después de todo estuvimos justos un largo tiempo y su carácter siempre fue explosivo, aunque ahora puedo ver que ha tenido un gran cambio mas controlado.

Nuestra primera vez fue violenta y algo rápido.

Ahora con el lobo en mi interior puedo recordar aromas que ni sabía que estaban en mi memoria, el sangrado de mi entrepierna el sudor y la fuerte colonia en la sudadera de Sam.

Basta.

No es el momento para pensar en eso.

Ahora no es tu problema.

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Todos tenemos simulacros de peleas, revisamos nuestras técnicas y habilidades muchas veces olvidan que soy una chica y realizan el cambio frente de mí, el gen de lobo hace maravilla en el cuerpo, todos bien formados.

No interactuó con Sam solo lo necesario y lo más mínimo posible su segundo al mando es el que me dirige, sin embargo, el suele detallar más mi cuerpo que los demás y el olor de su excitación es algo constante.

Últimamente detecto un ligero aroma en el aire no son los Cullen pero tiene un olor dulce como a roles de canela cada vez que busco el origen de tal aroma me topo con el hedor residual de los Cullen y pierdo el rastro.

El aroma de Sam me resulta desagradable y a veces se le escapan escenas donde esta con Emily. Yo cierro mi mente lo más que pueda, pero mi humor me delata.

Eso del amor del lobo es una tontería, por los grandes dioses estaba a punto de casarme con Sam y Emily era mi dama de Honor. La culpa que yo sea un fenómeno es de ellos, desataron una ira en mí que alteró mis genes y los Cullen fue solo un ingrediente adicional para desatar un caos.

Admito que no le coloco las cosas fáciles a nadie de la manada. Tener uno o dos incidentes donde decidí no escuchar la voz de Sam y volverme humana delante de todos fue poético. Yo si tengo que aguantar verlos a ellos desnudos y ellos ven a mis tetas como si fuera el infierno pues que se jodan.

Berrinche de adulta.

Ver a Sam gruñirme como loco y sin poder hacer un movimiento en mi contra es poesía.

Mi pobre Seth es el que más sufre mis berrinches, él tiene que golpear a uno o dos lobos que se le escapa un pensamiento de mi trasero.

—Leah! Debemos hablar — Sam tiene ese caminar autoritario que te da a entender que no te darás escapatoria. Leer el lenguaje corporal ahora es natural.

—En qué puedo ayudarte. Sam.

—¡No puedes salir de fase cuando estoy dando instrucciones, eres parte de esto lo quieras o no! — La forma en que frunce el ceño indica que está haciendo su mayor esfuerzo en hablar de manera calmada.

—Realmente no quiero oírte repetir lo mismo a cada rato, tus instrucciones son siempre las mismas ya sabemos el protocolo.

Su aura cambia. Está molesto. Bastante y la manada está lejos significa que no debe guardar las apariencias.

Diablos.

— A demás podrías dejar de mostrar tu cuerpo desnudo a los demás! ¡Eres una dama compórtate como tal! _ Su voz sin un gramo de emoción me eriza la nuca, mi instinto dice me qué calle y baje la cabeza.

Hoy no.

—¿Una dama? Deje de ser una dama hace ya un tiempo Sam. Ahora soy un perro gigante y estoy atrapada en este infierno contigo — Respiro para continúa con mi vómito verbal —No quiero está cerca de ti o de la perra deforme de Emily pero estoy atrapada aquí trato de hacer mi mejor esfuerzo.

Tiembla.

Se que debería detenerme pero no puedo.

—Y si quiero pasear desnuda como ustedes lo haré! Por los grandes espíritus que lo haré las veces que se me dé la regalada gana.

El golpe fue rápido y preciso, la sangre en mi boca y el destello de su cara enojada.

Talvez, solo talvez me lo merecía.

Pero no estoy siendo razonable, deseo lastimarlo con mis palabras lo más que puedo porque yo soy la única que está en una posición de desventaja y perdió en todo esto.

Él tiene una casa, la chica, el cargo de Alfa y el respecto de toda la tribu mientras que yo soy señalada como la ex dolida. La anormal.

Púdrete.

Cuando pretendía responder a su agresión un movimiento bastante rápido que viene de mi espalda me deja paralizada fue sigiloso y el aroma que trae con él es contundente.

—Hijo de perra! — Golpea fuerte a Sam tanto que lo hace retroceder bastante — ¿Cómo te atreves a tocarla? .

Sus ojos se fijan en mí y toca mi herida con cuidado.

Duele un poco, pero se curará en unos minutos no me habla solo mira mi rostro preocupado.

Me quedo como idiota saboreando su aroma y el calor de sus manos en mi rostro odio que aparte su mirada de mi y siento un pequeño calor que se aloja en mi nuca.

—Lo siento. Yo. Ella me hace perder el control.

Siempre la villana del cuento.

—Mantente alejado de ella. — Se posiciona delante de mí como un muro protector, no es necesario pero lo dejo protegerme ya que de esta manera puedo olfatearlo mejor.

Chocolate, Roles de canela, pimienta, menta.

Es exquisito, sin poder controlar mi cuerpo apoyo mi cabeza en su espalda solo para poder adsorber más su aroma, aunque creo que Jacob debe creer estoy abrumada ya que busca mi mano solo para sostenerme.

—No tienes ninguna excusa para golpearla, si la vuelve a tocas te mato Sam._ El cuerpo de Jacob también tiene una temperatura elevada.

Sam parece volver a la compostura y observa a Jacob de una manera intensa pero no amenazante.

—Hablaremos en otro momento Leah. —Parece meditar antes de continua.— Lamento mi manera de actual.

Jacob hinchar el pecho aún más y me mira de reojo.

—¿Este es el punto en el que yo debo aceptar tu disculpa? —La pequeña Mirada de Jacob solo reafirma mi pregunta al parecer es más pacifista.

—Disculparte por tus palabras sería mejor Leah —Su aroma es intenso y en definitiva no quiere estar aquí.

—No me pienso disculpar por expresar como me siento.

La mirada de Sam es calculadora e incluso satisfecha.

—Deberé informar algunas cosas al consejo— Solo se retira dejándonos a nosotros parados ahí, puedo ver por su andar que estará realmente satisfecho con el resultado.

Ahora me acusara con mi madre. Infeliz inmaduro, que se joda.

Jacob no permite que mi ira tome su rumbo, toma mi mano y solo me guía lejos de Sam.

Ver la espalda de este adolescente me hace sonrojarme, Cómo pude ser tan tonta y no detectar que el aroma que busqué por un tiempo era el de Jacob Black ¡Qué vergüenza!

¿Cuándo esté niño creció tanto? Es muy alto con hombros anchos y puedo detectar sobre su camiseta gastada que tiene una espalda trabajada. Demasiado sexy para mí gusto.

—Leah ¿Desde cuándo pasa esto? — No me mira solo sigue caminado guiando el camino.

Se a lo que se refiere ¿Cuándo fue la primera vez que te golpeó? ¿Cuándo empezó nuestra dinámica de agresión?

Solo puedo apretar la mano de Jacob, el me devuelve el gesto.

No tengo una respuesta para esas preguntas creo que empezó con pequeños empujones cuando se molestaba, aunque yo los tomaba en risa después no sé cuándo escaló ahí cosas que pasan tan rápido y cuando te das cuenta estás en un punto sin retorno. Esos eventos pasaban muy rara vez pero sucedían. También devolví algunos golpes. ¿Me preguntó si a Emily la trató alguna vez así?

Solo puedo mirar la espalda de Jacob y sonreír. Supongo que no puede evitar dejar a una mujer sola ya que me toma con firmeza de la mano.

No sé molesta por mi falta de respuesta. Ya olvidé que podría ser tratada con cariño.

—¿Quieres comer en mi casa Leah?

No pienso antes de responder

—Si.

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Trato de llegar lo más tarde posible a mi casa sé que Sue estará esperándome para darme una reprimenda a estas alturas ya debió interrogar a Seth.

Luces apagadas, perfecto para tomar un baño rápido e ingresar a mi cuarto, evitando a Sue.

—Necesito que me expliques porque Sam se vio en la obligación de comentarle al consejo que estás en desacato.

De esta conversación no tendré escapatoria.

Bueno, listo el segundo capítulo.

Tengo planificado un final feliz para Leah

Espero que les guste.