Sábado, 18 de enero de 1992, 9 pm.

Mansión del Olmo, número 625, Av. Corregidores, Lomas de Chapultepec.

Dentro de su habitación, Santiago Del Olmo terminaba de cenar en compañía de su mayordomo Cordelio. Dentro de la habitación, se encerraba el olor a madera fina de los muebles. Había dos sillones individuales de color naranja pálido y una cama principal con sabanas de seda en color azul marino.

Que bien se está en esta casa sin la presencia de mi malvada tía y sus hijos, no crees Cordelio. parecía más una afirmación que una pregunta. Hizo el ligero gesto de endosar una media sonrisa.ya estará feliz, caso a su malvadito con una rica heredera

Cordelio miro el cielo oscuro a través de las cortinas que hacían juego con las lujosas sabanas de esa que era la habitación principal de la Mansión.

En efecto, era una noche demasiado tranquila, reflejada principalmente en el temperamento, conocido por ser extremadamente voluble de su señor.

Miro de reojo por un momento al hombre que acompañaba en ese momento mientras este comía en la mesa que provisionalmente había instalado para esa noche en su habitación.

A veces el joven Santiago decidía comer en los jardines, o su habitación, con el paso del tiempo este se había dado cuenta de que era una manera de evitar encontrarse con su familia, que tenía de acogida en su casa. La señora Malvina y sus dos hijos, que actualmente estaban celebrando la boda del primogénito. A la que Santiago se había negado a asistir.

Joven Santiago, siempre me he hecho una pregunta que no he podido responderme - intentaba medir sus palabras.

¿y crees que yo pueda responder Cordelio ? Contesto con la mirada aún puesta en la mesa

si, usted sí

pregunta entonces

Si la señora Malvina y sus hijos lo molestan tanto, ¿por qué no los echa de aquí?

Santiago se rio con cinismo después de tomar un sorbo de agua. porque quiero que rabien, me gusta verlos siempre con el alma en un hilo. Creen que les dejaré mi fortuna y eso los hace ser viles, aguantadores. Y yo me divierto con eso, gozo humillándolos.

¿tanto los odia? En respuesta el joven se rio disimuladamente con gusto.

No te imaginas cuanto, sobre todo, a la malvada Malvina. Estoy seguro de que ella envenenó a mi padre poco a poco hasta que abarco su vida. Y desde que él falleció, ella y sus hijos no han parado de desear mi mala salud, mi pronta muerte. Para recibir lo que piensan que está en su derecho por ser últimos familiares directos. No tienen vergüenza en decírmelo en mi propia cara. El cómo esperan felizmente mi muerte. Hizo una ligera pausa para mirarlo a los ojos por primera vez en la noche, encontrando la confusión reflejada en sus facciones, con los ojos bien abiertos.

Si lo que decía Santiago era verdad, entonces era como un juego en contra del fuego, en el que el mismo podía verse afectado fatalmente si su tía Malvina esperaba el momento indicado para jugarle una mala traición y desacerase de él, cuando este se vea más vulnerable debido a su condición de salud, que empeoraba semana con semana, desde hace algunos meses, porque gracias a su depresión, había decidido dejar de tomar el medicamento que recetaba su médico de cabecera, al que el mismo había insistido que no podía dejar de administrarse sin falta.

Le daba la impresión de que, aunque no lo expresara abiertamente, se estaba dejando morir deliberadamente.

Joven Santiago, pero no cree que el dejar de tomar sus medicamentos solamente agrava su estado de salud y finalmente termina por favorecer a su tía, que espera verlo caer en desgracia Cordelio lo miro con insistencia, intentando reprimir el tono de reproche en sus palabras. Coloco sus manos cruzadas en un fuerte agarre detrás de su espalda baja.

Santiago se limitó a quedarse en silencio referentemente al tema, por lo que restaba de la noche.

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Ese mismo día, a las 12 de la tarde. La boda en la iglesia entre Diana San Roman y Jorge Luis Del Olmo se había llevado a cabo de forma exitosa, pero al final de la misma, cuando todos se disponían a salir de la Iglesia en compañía de los novios, habían sido interrumpidos por el asalto de Elías Beltrán, que en su despecho al no querer ver feliz a su exnovia Diana con otro hombre, había intentado matar a la misma, disparando con un arma de fuego en su dirección, pero de forma inesperada, había herido de muerte al padre de la misma, el recibir una bala en el pecho.

Elías se había intentado dar a la fuga inmediatamente después de lo sucedido, pero había sido capturado por los guardias de seguridad que la familia San Román había contratado por seguridad para el evento, lo agarraron intentando darse a la fuga en su auto último modelo.

Santiago del olmo fue informado a la mañana del siguiente día, cuando tomaba el desayuno en el comedor principal. Se había enterado a través del periódico, que había llamado su atención con subtítulos amarillistas como "" La boda que se convirtió en tragedia "", "" La familia San Roman paso de la celebración al luto de un difunto "".

Él se había reído disimuladamente pensando en la ironía de la vida y en como la suerte parecía jugar en favor de Malvina y sus hijos.

Ni la señora Malvina, y tampoco ninguno de sus dos hijos se había hecho presentes en la mansión Del Olmo. Por lo que había restado del día, únicamente, pocas horas después, había llegado un encargado a recoger 3 vestuarios de color negro para la familia.

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Lunes 20 de enero

Vistiendo ropa negra en señal de luto, sin la compañía de su primogénito Jorge Luis. Malvina, viuda de Del Olmo y su hija Digna, llegaron a la mansión Del Olmo, acompañadas por el chofer privado de la familia San Roman, de la que ahora era nuera. Malvina, con un semblante altivo y orgulloso, ignoro deliberadamente la presencia de su sobrino Santiago, que se encontraba en la Sala de estar principal, que inmediatamente la había mirado de reojo a ella y a su hija al momento de su llegada. Malvina siguió su camino con rumbo al piso superior para entrar en sus habitaciones sin detenerse.

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Por otra parte, en los suburbios más desfavorecidos, y cercanos a la colonia más rica de la ciudad en la que se llevaban a cabo los hechos antes relatados, María mercedes, una chica de 17 años. Batallaba con el temperamento de sus dos hermanos menores, que a pesar de ser ella la que trabajaba para llevar el sustento básico a su familia, no recibía ningún respeto por parte de ellos, especialmente de los dos mayores.

Su hermana Rosario, de 14 años, estaba finalizando sus estudios de secundaria. Se caracterizaba por tener una personalidad egoísta y antipática con sus hermanos, en la mayoría de las ocasiones terminaba discutiendo con su hermana mayor. El hermano menor, Andrés, cursaba la educación básica en la primaria. Y el mayor, era un chico de 19 años que mayormente estaba metido en problemas con la ley y en rara ocasiones hacía acto de presencia en casa con su familia, a menos de que necesitara algo.

El viernes 17 de ese mes, Rosario, no había llegado de la escuela secundaria a su casa. Había sido descubierta por los trabajadores de una tienda, en un pequeño centro comercial, robando un pequeño aparato electrónico y había sido llevada a la delegación en la que habían citado a su familia. Un policía asistió al domicilio de la joven, a las 5 de la tarde, para informar a la familia de los hechos. Informando que una persona mayor de edad debía ir a responder por ella a la delegación para darle seguimiento a su caso. El padre de familia había llegado esa tarde en evidente estado inconveniente debido al alcohol y María mercedes había pedido la ayuda de su casera, a la que le rentaban la pequeña viviendo en la vecindad en la que vivían, "" la señora chonita "", para que la acompañara para pedir informes de la situación en la que se encontraba su hermana.

Más tarde, a las 6 pm, en la delegación. El encargado entregó a la menor de edad al consejo de menores por ser menor de edad, y cuando María y compañía hicieron acto de presencia, se les pidió que al siguiente día por la mañana asistan a las oficinas del consejo de menores para ver a su familiar y que ahí mismo decidirían que castigo sería conveniente para ella por cometer un delito sin tener la mayoría de edad. María y su casera se vieron obligadas a esperar al siguiente día para resolver el problema.

Al día siguiente. El sábado 18 de enero, a las 9 en punto de la mañana, Meche, como la llamaban sus conocidos, esperaba la resolución del coso de su hermana rosario en las oficinas del consejo de menores. Era sábado 18. En las oficinas, se presentaron, el empleado de la tienda en turno de la que había intentado robar Rosario el día anterior, acompañado con la misma joven, y su hermana María, en compañía de su casera, que a falta de su padre, se encontraba solicitando una resolución al caso.

Desfavorablemente, la resolución que les dio el licenciado a cargo del caso, fue pasar seis meses internada en el que llamó "El internado" como tratamiento. A pesar de las súplicas de María mercedes y Rosario, el licenciado no se doblegó, incluso cuando María lo ofendió y decía preferir tomar el lugar de su hermana en la institución.

Cuando la discusión estaba saliéndose de control, el licenciado pidió la asistencia de la guardia que lo acompañaba en su despacho, para que se llevara a rosario de la oficina directamente al reformatorio. Entre los gritos de protesta de las dos más jóvenes.

Ese mismo sábado, a medio día, su padre, que trabajaba como taxista en un pequeño negocio independiente, había salido por la tarde de su hogar en la vecindad, sin enterarse de todo lo que estaba sucediendo con sus hijas en el consejo de menores. Había salido porque quería trabajar algunas horas para obtener un poco de dinero y comprar más alcohol.

Tristemente, nadie se había enterado de que, el día sábado, 18 de enero, en que su padre había salido a trabajar cuando María Mercedes y su casera asistieron a la cita en las oficinas de la correccional de menores para darle resolución al caso de Rosario, este mismo, conduciendo un vehículo en estado de ebriedad, había sido arroyado por un tren que manejaba a máxima velocidad, terminando en su inmediata muerte. Y su cuerpo se encontraba como desconocido en una de las morgues de la ciudad.

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Jorge Luis Del Olmo y Diana San Roman habían cancelado su luna de miel por Nueva York y Hawái, se tenía prevista que duraría una semana, debido al incidente que resultó en el asesinato de su padre a manos de Elías Beltrán.

Elías había sido apresado por las autoridades al momento de cometer el acto del crimen a las afueras de la catedral en la que se había llevado a cabo la boda, con un temperamento completamente enloquecido y gritando un montón de improperios sin sentido, había sido llevado a la delegación más cercana inmediatamente después de los acontecimientos, a espera de su juicio, del que aún no había fecha. Elías se encontraba encarcelado por tener ya un intento de fuga al momento de su captura.

Muchos decían que su caso no tenía salvación, algunos otros decían que posiblemente saldría libre, después de haber pagado una cuantiosa suma como fianza, debido a que provenía de una prestigiosa familia de abogados. Lo cierto era que su misma familia se encontraba sumamente incómoda por los reflectores que estaban recibiendo respecto al tema, sus padres no podían escapar del escándalo, habían intentado sobornar al periódico principal de la ciudad de México, para que estos no publicaran la noticia del atentado que su hijo había cometido el sábado, pero había sido imposible sobornar a los editores como lo tenían planeado.

El padre de Elías, el señor Arturo Beltrán, haciendo uso de los contactos que tenía en las grandes esferas de la comunicación en el centro de la ciudad, únicamente había logrado que el editor del periódico omitiera el nombre y apellido de su hijo en los diarios, para evitar que la noticia completa se terminara por esparcir como pólvora por la ciudad.

Tal escándalo era una amenaza, que podría hundir irremediablemente el buen nombre de su familia, el trabajado de décadas.

Por otra parte, en la mansión de San Roman, se sentía un ambiente lúgubre, que había remplazado abruptamente el ánimo de felicidad que se sentía por parte de los miembros de la familia, que estaba a punto de entregar en matrimonio a su única hija y heredera. La familia San Roman era bien conocida por ser una familia adinerada al sur de la ciudad, con un negocio muy exitoso en el sector inmobiliario. Contaban con una inmensa residencia situada en El pedregal de San Ángel, una de las locaciones más exclusivas para vivir, junto con las lomas de Chapultepec en la ciudad de México.

Lunes 20 de Enero. Panteón Francés, Ciudad de México.

Diana San Roman y su madre Paulina, acompañadas por el nuevo esposo de Diana, Jorge Luis Del Olmo, se encontraban en la funeraria del Panteón Francés, dando el último adiós al padre de familia. Federico San Roman. En compañía de la familia y amigos más cercanos. Les había llegado el rumor de que la familia Beltrán, padres de Elías, que por el momento se encontraba retenido por las autoridades, había hecho uso de sus influencias en los medios de comunicación de la ciudad para callar el escándalo del delito que había cometido su primogénito.

Malvina Del Olmo, estaba en compañía de los presentes en la ceremonia de entierro, acompañándoselo a su nueva nuera y a su hijo en su nuevo matrimonio. A pesar del lamentable desarrollo de los hechos, la señora Malvina hizo todo lo posible para ocultar su emoción gracias a los acontecimientos. El matrimonio de Diana con su hijo se había arreglado por bienes separados, a petición de su propio hijo. En un principio ella se lo había reprochado constantemente, pero con el pasar del tiempo entendió que con el simple hecho de ser miembro de la familia San Roman, como esposo de la única hija de una familia tan importante como lo eran, ya significaba una enorme ganancia en la situación, si todo terminaba por suceder como ella lo tenía previsto, entonces su hijo, finalmente, a una temprana edad, había resuelto su vida económica y su estatus en la alta sociedad, como ella siempre lo había querido, y sin necesidad de que ella interviniera en eso. Ahora solo faltaba recibir la herencia De Santiago del Olmo, y esa parecía una batalla ganada debido a su lamentable estado de salud, el cual ella misma había propiciado con el paso de los años que tenía viviéndoos en la casa Del Olmo. Si todo salía como había sucedido con el Padre, Norberto Del Olmo, hermano de su difunto marido, entonces. Tendría el dinero para vivir como una reina, de la más alta sociedad, disfrutando de todos los beneficios que el dinero podía comprar, ella, sus hijos y después sus próximos nietos.

El plan de los novios era vivir juntos en la mansión San Roman, después de celebrar su luna de miel por Estados Unidos. Malvina experimentaba un tremendo triunfo al ver a su hijo saliendo de la mansión Del Olmo, en la que su sobrino Santiago les daba asilo, con la frente bien alta. Todo lo que sucedía en su vida irremediablemente lo relacionaba con Santiago, lo veía reflejado en sus desplantes, en la manera que tenía de reprocharles que solamente eran, a lo que el mismo se refería como unos arrimados en su casa, por obra de su difunto padre.

Era tanto el odio que le había tomado con el pasar de los diez años que tenían viviendo juntos, que habían pensado en situaciones de sumo estrés, cuando él amenazaba con echarlos en cualquier momento a la calle, en finalmente esperar el momento correcto para apresurarle la muerte, a la que ya le presagiaba el doctor de la familia encargado a su caso. A veces pensaba que solamente tenía que esperar, a que irremediablemente el tiempo pasara, lo necesario para que falleciera por su enfermedad. Ella ya había hecho suficiente envenenando su comida y bebida los últimos años, en pequeñas dosis, para matarlo lentamente, para extender su agonía y ver como poco a poco se perdía en su desgracia mientras ella y sus hijos estaban ahí para gozarlo a su lado, y que él los viera, mirándolo a lo lejos, mientras él ya tenía un pie en la tumba.

En ocasiones, después de largas discusiones, Malvina había pensado en lanzarlo por las escaleras, provocar algún tipo de accidente, como lo había hecho con su difunto marido Fermín, o incluso en incrementar la dosis de químicos en el agua y los alimentos, con el que lo había logrado enfermarlo con el pasar de los años, y como también lo había hecho con su padre, después de la muerte de su exesposo, que había muerto de manera sospechosa en un accidente automovilístico en compañía del chofer de la familia.

Se había tratado de la misma Malvina, que después de verse amenazada una noche anterior por su mismo esposo de divorciarse de ella para contraer nupcias con su amante, había estropeado los frenos del auto, sin que nadie lo notase.

Después de darse la noticia de la repentina Muerte de Fermín Del Olmo, Su cuñado Norberto del olmo le había acogido en su mansión, situada en las lomas de Chapultepec, y sustentado todos los gastos de su familia, que intentaba honorar la memoria de su hermano Fermín. Al verse desvalida y sin nada propio, porque Fermis solo había dejado deudas con el banco que termino por embargar su casa, Malvina esperaba que después de la muerte de su cuñado Norberto, en el testamento, tuviera mención de ella y sus dos hijos dejándoles parte de la enorme herencia que dejaba, pero para su enorme sorpresa encontró que el licenciado Portales, encargado de leer el testamento de la familia, informo que la herencia había sido dejada en su totalidad para su primogénito e hijo único, el desconfiado y antipático Santiago Del Olmo.

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Aclaraciones del escritor.

Para lograr que los hechos se desarrollen de una manera diferente en esta historia, comenzaré modificando situaciones esenciales en esta historia.

La muerte del padre de María M, dificultará que esta saque a su hermana rosario de la correccional de menores, porque ahora tiene que trabajar aún más para solventar los gatos básicos de la casa y cuidar sé su hermano Andrés, y al mismo tiempo está buscando a su padre, del que desgraciadamente desconoce su deceso a causa del accidente con el tren, que no fue interrumpido como en la versión original, cuando por poco había chocado contra el automóvil de Elías que venía huyendo del lugar del su crimen en la iglesia.

Al no encontrarse con Elías, el auto que conducía tomo su lugar, recibiéndoselas el impacto fatal del tren que pasaba a máxima velocidad, y al tratarse de una persona de bajos recursos, las autoridades no habían hecho gran cosa para identificar al cuerpo.

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Gracias por leer.

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