Capítulo 31
* * * P.V.A * * *
Entro en el hospital con algo de duda, acercándome despacio a la recepción para preguntar por Ken y saber si por fin ya ha salido de la UCI y podemos visitarlo, y con alegría por la respuesta afirmativa de la mujer, le doy las gracias y me encamino al ascensor para subir a la planta donde se encuentra.
Cuando llego ante su puerta, me detengo antes de dejarme ver en el umbral, inspirando con fuerza al sentir que la tensión amenaza con hacerme llorar. Tengo un cúmulo de emociones dentro que no sé cómo gestionar por lo diferente que es todo.
Cierro los ojos un segundo para concentrarme y dejar la mente en blanco, tratando de alegrar la cara antes de entrar en la sala donde está Ken solo, sin compañero de cuarto. Tiene mala cara, pero es normal después de la operación y todo eso, así que no me preocupo y me acerco despacio al ver que tiene los ojos cerrados, dejando el ramo de flores que le he comprado sobre la mesilla de noche.
-Hola. –Susurra cuando estoy de espaldas colocando las flores, haciendo que me gire rápido con una leve sonrisa.
-Hola, Ken. Por fin nos han dejado entrar a verte. ¿Cómo estás?
Me siento despacio en la cama a su lado, agarrando su mano más cercana y teniendo paciencia al ver que le cuesta hablar, y me concentro en no llorar al verlo de esa forma, con toda la parafernalia del soporte vital y respiratorio conectada a su cuerpo. Bastante tiene ya como para encima tener que consolarme a mí.
-Estoy bien, algo dolorido, ya sabes. El médico dijo que la operación fue bien y en unas semanas podré salir de aquí.
-Eso es genial, Ken. Me alegro mucho. Vendré a verte todos los días que pueda, y esto se pasará volando, ya verás.
-Gracias, Airi. –Susurra con una sonrisa amplia, y yo aprieto su mano, pero pronto cambia de tema para interesarse por mí.
-¿Cómo estás tú? No tienes buena cara.
Me río levemente y léeme responde al gesto igual, y haciendo un esfuerzo soberano por fingir, respondo tratando de mirarle a los ojos.
-Intento llevarlo como puedo, ya sabes.
-Genji se ha equivocado, pero sólo piensa en mantenerte a salvo. Él te quiere, Airi. No lo dudes. De eso hablábamos antes de que apareciera esa gente y dispararan.
-No lo creo ya, Ken –susurro ocultando mis lágrimas, por mi voz delata que estoy llorando-. Está con Theia, los he visto. Lo que me dijo era verdad. Me engañó con ella.
-No, claro que no, Airi. Eso es mentira, y lo que está haciendo ahora... él no lo piensa, sólo deja que ella haga lo que quiera, supongo que para alejarte.
-Da igual, Ken. Está dejando que pase, y eso es lo que importa –le digo con indignación mientras las lágrimas fluyen con ganas-. No pensé que fuera capaz de hacer algo así, de hacerme tanto daño a propósito.
Ken guarda silencio y guía su mano libre hasta mi hombro para llamar mi atención y que lo mire, entonces acaricia mi mejilla y su rostro me muestra compasión y tristeza, aunque sus palabras tratan de animarme.
-Todo acabará resolviéndose, ya lo verás. Genji no quiere hacerte daño a drede, sabes cómo es.
-No puedo soportarlo, Ken, no puedo. Le quiero tanto...
Dejo que el llanto se intensifique mientras sujeto la mano de Ken con fuerza, y entonces unos segundos después él susurra el nombre de Genji, y unos pasos se adentran en el cuarto, haciendo que rápidamente alce la cabeza y me gire.
Allí está él, de pie con el casco de la moto en una mano, vestido todo de negro con la chaqueta que le regalé, mirándonos con una expresión en la cara difícil de definir. Verlo hace que mi corazón empiece a latir rápido hasta dolerme, y no tardo en levantarme de la cama y dirigirme a Ken tras limpiarme la cara rápido, recomponiendo mi voz.
-Vendré a verte pronto. Me alegro mucho de que estés bien, Ken.
Me dirijo a la puerta rápido, murmurando un adiós cuando paso al lado de Genji, y me esfuerzo por no mirarlo, aunque siento sus ojos clavados en mi trayectoria hasta la puerta.
* * * P.V.G * * *
Salgo de detrás de la barra cuando veo que no hay mucha gente, y le digo a Ushiyama que se encargue, a la vez que me enciendo un cigarro y me paso la mano libre por la cara tras la primera calada.
Llevo todo el día pensando en la escena del hospital y en las palabras que logré escuchar antes de que me vieran. No puedo olvidarme del llanto de Airi, ni de su voz trémula y llena de dolor e incomprensión mientras decía que no creía que estuviera haciéndole tanto daño.
Cuando llego a la parte alta del bar me apoyo en la barandilla y observo lo que queda de la actuación de Ruka, pero ni siquiera entretenerme me evade mentalmente. Necesito alcohol para poder soportar esta mierda y la puta culpabilidad.
El público empieza a aplaudir fervientemente cuando el concierto de Ruka acaba, y ella y sus bailarines dan las gracias para salir de escena mientras el Dj vuelve a tomar el control de la música del bar, y poco tiempo después, aprovechando que el ruido disminuye bastante, la voz de Theia me habla cerca mientras se apoya a mi lado en la barandilla.
-Toma, tienes pinta de necesitarlo.
-Gracias. –Respondo sin mucho afán mientras agarro el vaso de whisky que me pasa, bebiéndomelo de un trago sin cortarme un pelo.
-Te he traído la botella, aunque quizás deberías beber hasta emborracharte donde no puedan verte tus clientes. Podríamos irnos al almacén y haría que te sintieras mejor.
Al ver que se acerca demasiado y empieza a pasear sus manos por mi torso hasta descender peligrosamente, agarro sus manos y la alejo, hablando sin humor.
-No quiero que te equivoques. No somos nada, ni lo seremos.
-Eso ya lo sé, tranquilo. Lo que dije el otro día a Airi era para quitártela de encima. Es lo que quieres, ¿no? Que te deje en paz.
-Sí, así que ya le ha quedado claro. Puedes parar con este rollo. –Añado mientras me sirvo más alcohol, bebiéndolo de nuevo de un trago y dejando después el vaso en la mesa que tengo cerca.
Theia deja que dé una calada al cigarro y lo deje en el cenicero para después acercarse hasta ponerse frente a mí, mirándome con aquellos ojos encendidos de pasión mientras me habla cada vez más cerca.
-Que yo sepa no hace falta ser o tener nada serio para pasarlo bien, Genji. Además, esto hará que te distraigas y dejes de pensar en ella, aunque sólo se aun rato, vamos.
Termina por juntar sus labios con los míos con ganas, y yo me dejo llevar para dejar todo aparcado. A la mierda con todo.
-¿Ves? No pasa nada, jefe. –Murmura tras romper el beso, separándose después de sonreír con picardía. –Voy a volver al trabajo.
Veo como se aleja y enseguida me arrepiento de haberla dejado de nuevo, porque ni voy a olvidarme de nada, y encima me siento más culpable cada vez que me besa.
Vuelvo a pasarme la mano por el pelo mientras suspiro, y antes de coger el vaso y la botella para largarme de allí y bajar a la barra, veo como Ruka se acerca rápido hasta llegar frente a mí, mirándome con enfado y reprobación. Se cruza de brazos y habla muy seria.
-Me parece increíble que estés haciendo esto, ¿no has tenido suficiente con dejar a Airi que tienes que humillarla, dejando que esa vaya haciendo lo que quiera contigo?
-Déjame, Ruka. –Digo pasando de ella, pero me sigue escaleras abajo, y al llegar al suelo de la planta baja se pone delante para hablarme de nuevo.
-En serio, Genji. ¿A qué estás jugando? Si no paras ya y arreglas esto será demasiado tarde.
-¿Por qué todos tenéis que meteros en mi puta vida? Airi lo superará, le estoy dando motivos.
-Eres un idiota, ¿crees que va a dejarte de querer de repente por mucho que te líes con Theia? Claro que lo sabes todo, pero estás haciendo lo de siempre porque eres un cobarde. Ni siquiera quieres hacer esto.
-¿El qué? –Le digo con enfado, manteniéndole la mirada.
-Liarte con Theia. Pero es más fácil que afrontar las cosas, ¿no? Sigue así, sigue haciéndole daño a Airi después de todo lo que ha hecho por ti. No sé cómo puedes dormir por las noches. Eres lo peor.
Aprieto la mandíbula después de sus palabras, ya que soy consciente de todo eso, y veo como se marcha rápidamente, para después tirar el vaso al suelo con rabia haciendo que la gente me mire.
