Entre Líneas
Capítulo 27
Aprender a amar
Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-
Summary: ¿Qué harías si pudieras volver a empezar? Sasuke despierta de un largo sueño a punto de tomar una decisión que podría cambiar el destino de todos. SasuSaku. Fluff Romance. Lemmon.
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"No iré a ningún lado molesta, lo prometo y si algún día tengo que irme entonces voy a llevarte conmigo"
Las palabras, suaves como un murmullo, flotaron en su mente convertidas en un eco lejano.
-Mentiroso…-susurró al viento.
Sollozó.
Desde la cima del Monumento de los Hokage, Sakura dejó que la brisa helada se llevara las lágrimas rodando sin control por sus mejillas, su mirada jade se perdió en los nubarrones que aún cubrían la aldea devastada y las cicatrices de la batalla le eran visibles aún entre las sombras, se abrazó a sí misma, sintiendo la soledad calar hasta sus huesos como el frío invernal de finales de diciembre.
El había roto su promesa, pero ni siquiera podía culparlo por ello.
"Este Sasuke-chan no es Sasuke-chan."
No había sido la broma que con esperanza había esperado muy en el fondo de su corazón.
Sasuke se había ido y en su lugar quedaba alguien que se le parecía, pero que al mismo tiempo era completamente distinto, un hombre de gestos sutiles y voz tranquila, con una ternura inquietante y una sombra melancólica en los ojos y aunque su presencia debería reconfortarla, lo único que sentía era un vacío en el pecho, porque un perfecto desconocido había usurpado la existencia del amor de su vida.
¿Dónde estás?
El viento agitó su cabello y Sakura entrecerró los ojos, tratando de recordar la última vez que se sintió así de sola.
Su novio estaba desaparecido.
Su maestra estaba en coma.
Su casa reducida a escombros.
Sus padres demasiado preocupados en salvar la biblioteca familiar, casi intacta, como si los libros fueran más fáciles de restaurar que las vidas, la aldea ardía aún en algunos rincones, aunque los shinobi afines a la naturaleza de agua habían logrado sofocar las llamas con prontitud.
Todo estaba roto.
Incluyéndola a ella.
-Tú sabrías qué hacer… -murmuró contra sus rodillas encogidas sollozante-Sasuke-kun…
-De hecho, no sé qué hacer.
Sakura se estremeció, su cuerpo reaccionó antes que su mente, irguiendo su cabeza de golpe mientras se secaba las lágrimas con torpeza.
-¿Te encuentras bien? ¿Por qué lloras?- La voz de Sasuke era calmada, pero en su tono había algo de preocupación genuina.
Ella esbozó una sonrisa amarga.
-Vamos… no hagas como que te preocupas por mí, ya no es necesario que finjas ser alguien que no eres, en realidad nunca estuve enfadada solo… estaba intentando provocarte para que digas la verdad… por un momento quise creer… que me estabas tomando el pelo… siento mucho haber intentado seducirte…
Él suspiró, sin molestarse en desmentirla.
-Lo entiendo… pero de hecho soy Sasuke Uchiha, no estoy fingiendo ser alguien que no soy.
Pero ella lo miró con desconfianza y se deslizó un poco hacia la derecha, marcando una distancia entre ambos.
-Pero definitivamente no eres mi Sasuke… puedes tener su apariencia, pero tu alma es distinta… y yo lo quiero a él, imagina que no eres tu, que eres una persona distinta, quizas Itachi o Naruto en tu cuerpo, es así, no eres mi Sasuke, solo te ves y llamas igual.
Él no contestó de inmediato, la observó largamente con ese modo tan suyo de analizar cada palabra antes de responder.
-Entonces así es como eres realmente… Admito que empezaba a preocuparme, pero supongo que Sakura siempre es Sakura.
-Pues tú no te pareces en nada a Sasuke-kun- espetó ella con una mueca- Deberías… no sé… ir con tu familia y aprovechar tu tiempo con ellos, no tienes que intentar suplirle en su papel de novio, yo esperaré a su regreso.
-No estoy acostumbrado a tratarlos, por obvias razones, ya lo oíste… crecí completamente solo.
Sakura frunció los labios, clavando la mirada en el suelo.
-¿Ni siquiera te sientes… no sé… un poco nostálgico? ¿Acaso no tienes emociones?
Sasuke giró el rostro hacia ella, intrigado.
-Por supuesto que tengo emociones, solo que estoy habituado a mostrarlas.
Ella suspiró.
-¿Eres así conmigo? Digo… en tu mundo.
Por un momento, el silencio se instaló entre ellos, Sasuke, imitando la postura de la pelirrosa desvió la mirada hacia el cielo encapotado y Sakura lo observó de reojo, recorriendo con la vista el perfil de su rostro, físicamente era su Sasuke-kun pero… él era incluso más serio y había algo en su semblante que le daba un aura totalmente distinta, quizás era ese aire melancólico que le rodeaba, como si arrastrara consigo un enorme arrepentimiento, su mente se llenó de imágenes que la asaltaron sin piedad comparándolos en el fondo de su mente: La calidez de su abrazo, la forma en que entrelazaban los dedos al caminar, los besos robados entre misiones cuando hacían guardia juntos, la voz ronca susurrándole promesas contra la piel mientras le hacía sentir suya.
Quería decirle tantas cosas.
Quería contarle cuánto miedo sintió cuando escuchó la primera explosión, cuando vio el humo emerger desde su calle por un segundo creyendo lo peor, cuando el fuego se alzó en la aldea, cuando vio la vida de Fugaku tambalearse en sus manos y supo que el enemigo se había llevado a Izumi.
Quería decirle cuánto lo necesitaba.
Pero este no era su Sasuke.
-No- respondió él, con simpleza.
Sakura tragó pesado, empezando a sentirse irritada por ese ser que había tomado el lugar de la persona que más amaba en la vida.
-Sabes… existen más palabras…
-No acostumbro a hablar tanto ¿En este mundo sí?
-Normalmente eres callado, pero siempre hablas conmigo, incluso me cuentas lo que sientes… y lo que planeas para el futuro mientras tenemos sexo, es una de las cosas que más me gusta de Sasuke-kun- rio con suavidad- lo transparente que es… solo conmigo, supongo que soy algo celosa…
Sasuke sintió un leve calor expandirse por su cuello hacia sus mejillas, desviando la mirada.
-Parece que… tenemos una vida sexual muy activa en este mundo…
Sakura soltó una carcajada irónica.
-¿Uhm? Es lo normal ¿no? Estás casado conmigo y esperamos un hijo en tu mundo, así que me queda claro que no eres virgen, no tienes por qué cohibirte.
-No voy a tocarte… tienes razón, te ves como mi esposa, pero no eres ella.
Ella ladeó la cabeza con diversión.
-Eso es porque aún soy tu novia- bromeó acida, pero sonrió débilmente- gracias, en eso ya te pareces a Sasuke-kun…- murmuró al cielo- aunque bueno, yo te conozco bien… a él, digo… sé que no podrá resistirse a mí, incluso en otra vida, incluso si nuestras mentes son distintas, sigo siendo yo en esencia y Sasuke es demasiado caliente como para aguantar a dos velas más de dos semanas- exhaló desinflándose casi decepcionada y pronto una leve carcajada la acompañó iluminando tan solo un poco su triste expresión.
La incomodidad de Sasuke era evidente, lo cual solo la divertía más.
Pero había algo más en su faz, algo que ella reconocía.
Curiosidad.
-En este mundo… ¿Cómo empezó nuestra relación?- preguntó de pronto, mirándola con interés- Quiero saber…
Sakura suspiró, jugando con una piedrecilla entre los dedos antes de lanzarla al vacío.
-Hemos sido mejores amigos desde los diez… nuestro primer beso fue… él último día de clases en la academia- sonrió con ternura, cerró sus ojos dejando que el viento la acariciara y Sasuke pareció perderse en su melancólico semblante- recuerdo que- rio despacio- recuerdo que vi a Ino besarse con Sai por la ventana y entonces… te provoqué para que me besaras y luego… a los trece, te dije lo que sentía y estamos juntos desde entonces, incluso comenzamos a tocarnos por esos dias, tu eras bastante calentorro- rio y sus ojos se abrieron brillantes y enternecidos antes de rodar y pronunciar mirándole directamente- pero fuiste un idiota de mierda y te fuiste a una misión durante años sin decirme si volverías o si seguías amándome, solo asumiste, como un imbécil, que yo te esperaría, así que cortaste toda comunicación conmigo y yo en serio creía que te estabas liando con otras, incluso creí que habías muerto- rio- vamos, no puedes culparme, desapareciste durante cuatro años, hasta tu madre creyó por un momento que estabas kjj…- paso su dedo por su cuello haciendo un gesto de cortarse la garganta.
Sasuke arqueó una ceja, sin interrumpirla.
-Obviamente estaba furiosa, así que un día decidí que no quería quedarme a vestir santos… y me acosté con Shisui- su voz contenida apretó las rodillas contra su pecho visiblemente arrepentida y casi asqueada.
El silencio que siguió fue sepulcral.
-¿Qué?
-Tú piensas que no lo recuerdo, pero tenía mis sospechas y… bueno se lo pregunté a Itachi, él me dijo la verdad- puso los ojos en blanco- bueno, no es que recuerde "la experiencia" pero me perturba haber caído así de bajo por despecho- rio abiertamente.
Sasuke apartó la mirada con una mezcla de incredulidad y algo que Sakura no supo descifrar.
-En mi mundo… yo también estuve perdido durante años, pero tú esperaste por mí, me buscaste, siempre creíste en mí y me ayudaste a salir de la oscuridad… por eso estoy agradecido.
Ella sintió que el pecho se le apretaba.
-¿Entonces te casaste conmigo porque sientes que me lo debes?
-No- negó con firmeza- Me di cuenta de que siempre te amé.
Sakura parpadeó.
"Siempre te amé."
Era la primera vez que lo escuchaba decirlo de forma tan clara.
-Entonces sí que puedes admitir amor… ¿Alguna vez me has dicho que me amas?
Sasuke tosió, incómodo.
-No se ha dado la ocasión…
-Siempre es buena ocasión para decir te amo, aquí me lo dices a diario- sonrió- Incluso me abrazas y susurras en mi oído… algo como esto…- se puso de pie y antes de que pudiera reaccionar, Sakura se deslizó detrás de él y pasó los brazos por su cintura, apoyando la frente en su hombro.
-Te amo Sakura- susurró con voz grave haciéndole sonreír inconscientemente, ella retomó su posición sentada mirando al cielo un poco más cerca esta vez, empezando a entrar en confianza- tus haces cosas como esas.
-No hago cosas como esas… no en mi mundo.
-Deberías… si no sentiré que no me quieres y empezaré a compararte, vamos, me conozco- rio jovial- sé que él no lo dice como palabras hacia afuera- suspiró- hay una buena razón detrás, Sasuke-kun aprendió una lección al regresar, supongo que me dice que me ama cada vez que lo siente porque una vez nuestra relación se rompió porque el simplemente dio por hecho que yo… sabía que me amaba y lo sabía, pero ¿sabes? A veces… uno quiere escuchar esas cosas- rascó su mejilla incómoda.
"Empezaré a compararte"
-¿Crees que en el fondo… estes insatisfecha con nuestra relación?
-Es probable, como también es probable que aún no me haya dado cuenta, por lo que dices mi yo de ese mundo es mucho más ingenua y paciente de lo que soy en este- suspiró- casi me da pena haberme resignado a quedarme con alguien como tú, seguro tengo cientos de pretendientes- le picó.
Ingenua.
-No eres ingenua… pero eres realmente comprensiva y blanda, me tratas con cuidado, le pones mucho tomate a mi comida porque sabes que es mi favorito… y me besas en las mejillas cada que estoy descuidado, a veces es un poco molesto, aún me cuesta reprimir mis reflejos así que suelo apartarme sin querer, pero tu lo entiendes… y sigues… ¿Cómo lo llamas? Uhm… consintiéndome.
-¿Por qué te apartas entonces?
-Me acostumbré a permanecer alerta… no tuve una vida fácil, pero es lo que hay, en el fondo me alegra ver que al menos existe una realidad en la que siempre fui feliz.
-Ahora estás hablando…- masculló pensativa- no eres tan desagradable como creí, espero que puedas volver con tu esposa pronto y devolverme a mi novio- rio- Bien, te toca- sonrió mirándole intensamente con sus jades que parecían acribillarlo se prendó de ellos un momento, pensativo- digo ¿Cómo comenzó nuestra historia en tu mundo? yo también quiero saber…
Sasuke pareció dudar un momento.
-Nunca fuimos amigos en la academia… tengo un vago recuerdo de una ocasión en la que me declaraste tus sentimientos, pero no tenía idea de quien eras- suspiró- pero nunca pude olvidar tu cabello rosa y tus ojos… me parecían bonitos- susurró avergonzado- luego ocurrió todo.
-¿Qué es todo?- inquirió curiosa.
-Perdí a mi familia y luego todo dejó de importarme… no tuve amigos en la academia, solo me dedicaba a entrenarme para matar a Itachi.
-¿Eh? ¿Itachi?
-Supongo que puedo decírtelo… Itachi mató a todos en mi mundo…
-¿Estas de broma verdad?- jadeó una risa incrédula- Itachi nunca haría algo como eso él…
-No tuvo opción- la cortó de tajo- mi hermano… el fue un gran shinobi… pero no tuvo opción- cortó sintiendo la mirada adolorida de Sakura ceñirse sobre él- entonces…- sonrió nostálgico- el equipo siete fue conformado, hicimos muchas misiones juntos y en algún punto… comencé a sentir algo por ti- exhaló desviando el rostro para ocultar su leve sonrojo- eras lista, bonita… y siempre estabas cuidando de mi, en el fondo era solo un chico de trece años que se sentía solo y aunque tuviera objetivos que me impidieran corresponder a tus sentimientos yo… no puedo negar que comencé a quererte desde entonces, entonces al irme decidí que si tenía éxito en mi venganza, podría volver junto a ti... casi como una recompensa, me permitiría ser feliz contigo.
Sakura sonrió enternecida.
-¿Y fue así?
-No- negó serio- fui olvidando esos sentimientos con el tiempo, dejé de sentir y me enfoqué únicamente en fortalecerme y cuando al fin logré concretar mi objetivo, estaba completamente vacío… no creo haber podido regresar a ti, tenía mis manos manchadas con la sangre de mi propio hermano, pero admito que en el fondo incluso estando perdido una parte de mi no toleraba la idea de que ya amaras a otro, o pudieras tan solo desplazarme un poco.
Sakura le escuchó muy atentamente apegándose solo un poco más a él, lucía triste… perdido, estiró su mano tímidamente hasta tocar la suya sobre la tierra en un gesto de apoyo sincero.
-Dime…- le incitó y Sasuke suspiró pesadamente, dispuesto a abrirle su corazón otra vez- Si ya no sentías nada ¿Por qué estamos juntos?
-Porque eres una molestia- sonrió sinceramente volteando hacia ella, Sakura frunció el ceño, confundida, Sasuke, sin abandonar su pequeña sonrisa sincera estiró su mano para golpear su frente con ambos dedos como solía hacer en casa- Cuando la guerra terminó tu sanaste mis heridas, convivimos un tiempo, yo tenía una conmoción, ahora comprendo que esa fue la primera vez en la que me intercambié parcialmente con mi versión de este mundo alterando nuestros recuerdos, pero sin dejar de ser consciente de mi mismo- explico, Sakura dejó caer su cabeza sobre su hombro en un gesto de reconfortante familiaridad, escuchándole atenta- fue entonces cuando me di cuenta de que en realidad nunca dejé de sentir amor por ti- suspiró- recordé el día en el que me fui de la aldea, cuánto me costó despedirme de ti… me ofreciste un hogar desde entonces y felicidad, nunca dudé de que podrías darme todo aquello que me prometiste, pero tenía un objetivo que cumplir, no podría vivir sin ello, así que tuve que irme.
-No fue tu culpa- susurró pensando en voz alta- sé que yo… lo entendía, seguramente por eso esperé tanto tiempo- sonrió suavemente- siempre hubo un amor correspondido entre tú y yo- volteó hacia él con la nostalgia instalada en el verdor de sus irises, su respiración acarició su rostro.
Sasuke asintió.
-Aunque me tomó al menos media vida aceptarlo- inesperadamente una muy suave risa emergió de su garganta contagiándole- en fin… yo también espero poder volver pronto con mi esposa… no quiero que una versión sexualmente retorcida de mí mismo se acueste con mi mujer embarazada- bufó frunciendo levemente el ceño.
Sakura rio a carcajadas disfrutando de ver a aquel extraño demostrando más de una expresión.
-Una versión sexualmente retorcida- se limpió una lagrima traviesa, rastro de su diversión- que buena descripción- uhm… puedo intuir que tú y yo… no tenemos mucha actividad de ese tipo ¿verdad?
-Pues… no es así, estoy satisfecho con nuestra vida sexual y tu nunca te has quejado al respecto.
Sakura puso los ojos en blanco.
-Por lo que me has contado de mí, dudo bastante tener la osadía de quejarme, estando casada con alguien tan frívolo… supongo que estaré resignada a las mismas tres posiciones y un oral.
Sasuke se estremeció incómodo.
-¡He dado en el clavo!- volvió a reír estruendosamente- oye te enseñaría algunos trucos, pero me juré a mí misma que no volvería a revolcarme con otro que no sea Sasuke-kun, Sasuke-kun de otra dimensión cuenta en ese veto- rio.
-N-no hace falta… descuida- se apresuró a negar desviando sus ojos negros con incomodidad hacia los escombros de la aldea bajo sus pies.
Sakura frunció los labios, sintiendo el calor instalarse en sus mejillas, se removió incómoda en su lugar, sus dedos jugueteando entre los de Sasuke.
-¿Entonces qué hacen?- insistió el pelinegro con calma, su mirada oscura la analizaba con una mezcla de curiosidad y algo más que ella no supo identificar del todo- Lo haces sonar como si nuestra relación fuera exclusivamente sexual… -Sakura desvió la mirada, molesta- Solo hablas de eso.
-C-claro que no… -Sakura se apresuró a decir, alejando la mano de la suya y apretando los puños sobre sus rodillas- También salimos a comer… vemos películas… jugamos videojuegos y luego…- su voz se volvió más baja, titubeante y casi resignada- Luego… nos acostamos.
Sasuke arqueó apenas una ceja.
-¿Nos acostamos? ¿Todos los días?
Sakura bufó ligeramente irritada y repentinamente avergonzada.
-¡¿Qué quieres que diga?!- protestó- ¡Sí, tenemos sexo, Sasuke! ¡Oh, qué escándalo!- alzó las manos con dramatismo antes de cruzarse de brazos.
Él inclinó la cabeza apenas, con su típica expresión imperturbable.
-Suena como una relación bastante superficial.
-¡No lo es!- exclamó ella de inmediato, fulminándolo con la mirada - Pues vale, señor matrimonio perfecto, escupe… ¿Cómo es nuestra relación en tu mundo?
Sasuke se tomó un momento antes de responder, su mirada se perdió en la distancia, como si tratara de traer a su mente imágenes de un lugar muy lejano, casi irreconocible en ese contexto.
-Ya te lo dije… vivimos juntos desde hace un tiempo- dijo al fin, su tono neutro- Así que solemos hacer cosas cotidianas como… hacer las compras y deshierbar el jardín algún domingo, tú eras la directora del hospital en ausencia de Tsunade, así que trabajabas demasiado… pero aún así… hm…- frunció los labios incómodo, era muy notorio lo mucho que le costaba hablar de esos temas- se que no soy… un esposo cariñoso, y no tengo idea de cómo ser romántico pero me gusta verte leer en el engawa por las tardes en tus días libres y pasar tiempo juntos, aunque sea en silencio, me gusta cuando me dejas dormir en tu regazo, y me gusta cuando vemos televisión, cuando tengo pesadillas, me acaricias y susurras que todo estará bien… y también cuando hablamos… así, como lo estoy haciendo ahora contigo, tu y yo solemos tener conversaciones largas, a veces de cosas triviales, a veces simplemente te escucho parlotear en la cama o en el sofá y a veces te cuento historias sobre mi infancia, cosas que recuerdo sobre mis padres o mi hermano… incluso sobre ti, cuando éramos niños y compartíamos clases en la academia.
Sakura lo miraba fijamente, sintiendo una extraña sensación apretarle el pecho.
Envidia.
-Como trabajabas demasiado, solías llegar a casa exhausta y muy tarde, sé que te esfuerzas por el bien de los demás, tu amas la aldea y no quieres que los niños sufran lo que Itachi y yo sufrimos... por eso estás creando un hospital de salud mental para niños víctimas de la guerra- continuó Sasuke- así que comencé a encargarme de la cena, yo… veo cuanto te esfuerzas, no quiero quedarme de brazos cruzados, tu me has ayudado demasiado, así que al menos… quería hacer algo por ti.
Sakura abrió la boca, pero ningún sonido salió de ella.
-Ah… y tenemos un gato- agregó, con un dejo de suavidad en la voz- Se llama Kuro.
Los ojos de Sakura brillaron enternecidos, pero su sonrisa se sintió pesada.
Claro que se amaban…
Solo no se amaban de la forma que ella estaba acostumbrada a percibir el amor, su amor era… incluso más íntimo, más profundo, tenía razón… hacía lucir su relación como algo superficial, cada vez que Sasuke y ella se encontraban tenían sexo, pero no recordaba haber… compartido algo así, eran demasiado felices como para profundizar en conversaciones que no fueran sobre misiones, pero… ¿Alguna vez se preocupó por preguntarle a Sasuke como se sintió estando solo en la tierra del hierro?
No.
Quizás su Sasuke también… quería ser escuchado, sobre esos momentos de soledad.
Un silencio se instaló entre ellos, cargado de pensamientos que no se atrevían a decir en voz alta.
-Suena como la vida de dos ancianos jubilados- intentó reír Sakura, tratando de restarle importancia a la punzada de envidia que sintió de repente- No como la de dos recién casados de veinte años que deberían estar cogiendo como conejos.
Sakura jugueteó con otra piedrecilla entre sus dedos, sintiendo cómo el frío de la noche se colaba entre sus ropas, pero más que el frío era la sensación de estar sola, lo que le calaba hasta los huesos sintiéndose repentinamente monótona, aburrida y vacía.
-Dos ancianos jubilados ¿eh?- Sasuke meditó sus palabras con un dejo de ironía en la voz- No lo sé… actualmente, me agrada mi vida, soy feliz junto a ti, incluso con todos los momentos en los que creí que no tendría remedio… tu siempre estuviste ahí para apoyarme y mostrarme el camino, supongo que… tienes razón, quizás debería decirte que te amo más seguido… - su tono anticlimático no combinaba con sus románticas palabras.
Sakura alzó la mirada, encontrándose con sus ojos oscuros, esos que tantas veces había buscado en su propio mundo y que ahora parecían tan extraños, tan distintos y a la vez tan familiares.
-No me malinterpretes- suspiró ella, abrazándose las piernas- Suena… bonito, diferente a lo que imaginé cuando era niña, pero… realmente bonito, imagino que después de pasar por tanto ustedes dos… son felices disfrutando de su paz y eso hace que el plcer físico no tenga tanta relevancia.
Sasuke desvió la vista al horizonte, las ruinas de la aldea extendiéndose bajo sus pies, testigos de la devastación que habían enfrentado, un dejo de melancolía tiñó su expresión, como si por un instante su mente estuviera muy lejos de allí, en un hogar que no era ese.
-No imaginé que conocería una versión de ti que me hiciera pensar en cómo habrían sido las cosas si mi vida hubiera sido distinta.
-¿Te arrepientes?- preguntó ella en voz baja.
-No. Pero… sí siento curiosidad- confesó- cuando hablas de mi en este mundo… haces que me de cuenta de que quizás no estoy tratando a Sakura como realmente lo merece.
Sakura sonrió con un matiz de tristeza en los labios, echando la cabeza hacia atrás para mirar el cielo encapotado.
-Yo también, haces que me de cuenta de que el sexo tiene demasiada relevancia en nuestra relación… ¿Qué haré cuando te aburras de mi cuerpo?- rio.
-¿Aburrirme? No lo creo...
El silencio se extendió entre ambos, pero no era incómodo, era un silencio cargado de preguntas sin responder, de sentimientos encontrados, de memorias que pertenecían a otro tiempo y a otro lugar.
-¿Crees que alguna vez puedas quererme como la quieres a ella?- soltó de repente, casi sin pensarlo- existe la posibilidad de que no regreses…
Sasuke la miró sorprendido, pero no respondió de inmediato. En su mundo, nunca se había hecho esa pregunta. Nunca había sentido la necesidad de compararla con nadie más.
-Eres tú… pero no eres ella- murmuró- Y yo soy yo… pero tampoco soy él, es extraño… pero supongo que, con el tiempo, si me quedo atrapado aquí… podría llegar a enamorarme de ti otra vez, es algo así como… mi destino- sonrió.
Sakura soltó una risa suave, comprendiendo la ironía de la situación.
-Vaya respuesta más Uchiha, pero aún así… no se si pueda decir lo mismo.
Sasuke la observó de reojo, notando la forma en que la brisa nocturna revolvía sus rosados cabellos haciendo bailar las ondas en el ambiente, su Sakura solía odiar que el viento desordenara su corta melena, siempre llevaba una liga en la muñeca para atárselo cuando se fastidiaba, pero esta Sakura… esta Sakura no parecía importarle en lo más mínimo, parecía disfrutar del viento helado golpeando su rostro.
-¿Cómo sabes que no eres tú quien se enamoraría primero de mí?- cuestionó él, casi en un susurro.
Sakura lo miró de inmediato, los ojos verdes reflejando una chispa de asombro.
-¿A qué te refieres?
Sasuke apartó la vista, incómodo, no solía decir cosas como esas.
-Olvídalo.
El viento sopló con más fuerza, arrastrando consigo los ecos de promesas rotas y futuros que ahora eran inciertos, y en medio de la desolación, dos almas destinadas a amarse en mundos distintos encontraron un instante de conexión en la incertidumbre de su existencia.
-Sasuke-kun…
-¿Hm?
-Prométeme que al volver, me dirás lo mucho que me amas…
-Hm- sonrió.
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Notas de la autora:
Edité este capítulo tres veces y decidí dejarlo fluir de este modo, es un capitulo exclusivo, dedicado a Sasuke y Sakura explicando sus circunstancias emocionales, había más, era más extenso pero al editarlo me di cuenta de que es una escena demasiado profunda como para mezclarlas con cambios, es mucho mejor darle este ambiente de intimidad entre ambos personajes.
¡Gracias por leer!
Con cariño,
Azulen.
