Kal se despertó completamente desorientado, las luces artificiales le molestaron un poco al igual que el pitido de unas maquinas.
El ambiente era extraño al igual que el olor, trató de levantarse pero el dolor se lo impidió.
--Es bueno ver que despertaste.-- La nueva voz provino de aun lado de él aunque su visión aún no se acostumbro del todos, además de que su cuerpo le seguía doliendo mucho. --Puse algo de analgésicos aun lado. No estoy seguro de que funcionen pero tomatelos.--
Kal solo vio como un hombre rubio, de pelo largo y gafas redondas se acecco ofreciéndole un vaso con agua. --Drene tu cuerpo de el exceso de energía solar y radiación. Aunque aún no se como reaccionaras, tu ficionomia es extraña.--
Kal reconocío al hombre, lo había salvado de morir en la mina.
--Soy el doctor Leo Quintum... Gracias por salvar mi vida y la de los demás en la mina.--
Kal tomó el vaso con agua y los analgésicos, agradecido por el alivio que ofrecían. Aunque su visión aún estaba borrosa, podía distinguir la figura del doctor Leo Quintum., entendió que este hombre lo había traído aquí, posiblemente preocupado por que se había derrumbado justo después de salvarlo.
--Gracias, doctor-- dijo Kal con voz débil. --Solo hice lo que debía hacer.--
--Hiciste más que eso.-- Dijo Leo viendo a Kal. --Te estabas escondiendo, cualquiera en tu lugar hubiera escapado. Pero no, tu, decidiste salvar a todos arriesgando tu cuerpo y tu identidad... Aunque estoy sorprendido, te imaginaba más verde, con grandes ojos y un cuerpo delgado... Supongo que me deje influir por los estereotipos qué Hollywood creo de los extraterrestres.--
Kal solo vio al hombre rubio que no parecía tan sorprendido y tenía una ligera sonrisa.
--Descuida. Tu secreto está seguro conmigo... Después de todo salvaste mi vida y de mi familia.-- Dijo Leo mientras una gran pantalla bajo de el techo y las luces se atenuaron.
Kal ahora logró ver con más claridad, y logró notar que estaba dentro de una especie de laboratorio subacuatico,
--Sonara tétrico pero realmente estoy intentando en ti. Pero descuida, no en el mal sentido.-- Dijo Leo mientras la pantalla se iluminó mostrando una imagen de el cuerpo de Kal. --En mi tiempo fui un reconocido científico, especialisado en múltiples campos, además de que un virtuoso inventor. O eso decía la gente. Pero rápidamente perdí el interés, este mundo realmente no tenía nada nuevo que ofrecer...o al menos hasta que apareciste tú.--
Kal se sintió algo incómodo pero decidio segur escuchando.
--Estudiarte, aunque sea por encima abrió mi mente a nuevas cosas. Respondiste a la pregunta que habíamos olvidado cuando los quirk aparecieron. ¿Estamos solos en el universo?-- Leo hablo con tanto entusiasmo y viendo a Kal como si fuera el santo grial. --Tu traje es tan avanzado... Todo tu eres... Simplemente no se como puedo expresar lo que...--
Kal observó las imágenes que danzaban en la pantalla—su propio cuerpo proyectado en diagramas anatómicos que ningún médico humano habría podido descifrar. Las líneas de energía solar entretejidas en sus células brillaban como constelaciones, y en medio de ese cosmos personal, manchas verdosas pulsaban como veneno en su torrente sanguíneo.
--La radiación que drené de tu cuerpo no era solo solar-- comenzó Leo, la imagen en la pantalla paso a una estructura cristalina que ocupaba el centro de la pantalla. --No se a que te dedicabas en tu planeta pero tu interior está lleno de estos microscopicos minerales qué al parecer se volvieron radioactivos con la luz solar... Te están matando lentamente.--
Kal solo vio los pequeños cristales verdes qué lo mataban desde su interior.
Kal sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral al escuchar esas palabras. "Cristales verdes" que lo estaban matando lentamente... Nunca hubiera imaginado algo así. Pero había algo en la mirada de Leo, una mezcla de preocupación y curiosidad, que le daba un poco de esperanza. Tal vez este hombre, este científico, pudiera ayudarlo.
--¿Hay alguna manera de detener esto?-- preguntó Kal, tratando de mantener la calma. --¿De deshacerse de estos cristales?--
Leo frunció el ceño, pensativo. --He estado investigando desde que te traje aquí. La verdad es que esto es completamente nuevo para mí. Tu fisiología, estos cristales... Pero tengo algunas teorías, pero necesito que respondas algunas preguntas.--
La pantalla mostró un modelo tridimensional del cuerpo de Kal, resaltando los cristales verdes y su interacción con las células de su cuerpo. Leo continuó explicando: --Mi mejor suposición es que estos cristales se formaron debido a algún tipo de exposición en tu planeta natal.--
Kal se levanto con algo de esfuerzo y se dirigió un pequeña pizarra. Su madre antes de ser degradada a minera era una profesora, y su padre era un miembro de la liga de científicos, así que tenía un amplio conocimiento, además de que la radiación del sol amarillo incremento su pensamiento.
Buscó un plumón, pero Leo le ofrecio uno.
--Kryoton era similar a tu planeta por así decirlo, aunque nuestra gravedad era mayor al igual que los niveles de lo que ustedes conocen como carbono además de otros metales.-- Kal escribió la composición de algunos cristales y metales sorprendiendo y facunando a Leo porque eran desconocidos para él. --Nosotros seríamos considerados una civilización nivel 1 en su escala de Kardashov, para que te hagan una idea.--
--Interesante.-- Dijo Leo, sorprendido por la simplicidad con la que Izuku le estaba enseñando, algo que en vez de ofenderlo le agrado. --Te has informado bastante bien. ¿Supongo que tienes tiempo entre nosotros?--
--Dos siglos solares.-- respondio Kal mientra seguía escribiendo cosas para facilitar su explicación. --Pero regresando a lo importante. Krypton mayormente estaba compuesto por cristales que eran superconductores, y al igual que ustedes éramos una sociedad consumista, lo cual llevo a una indiscriminada explotación de esos cristales.--
--¿Y supongo que en tu trabajo manipulabas grandes cantidades de estos cristales?-- Leo dijo entendiendo un poco a que iba Kal. --¿Ingeniero?--
--Minero.--
Leo observó a Kal con renovada admiración. --Un minero con el conocimiento de un científico avanzado-- murmuró, impresionado e intrigado.
--Es una larga historia.-- Dijo Kal, mostrando ligera molesta. --Pero regresando a lo importante. Si son esos cristales es necesario sacarlos inmediatamente de mi cuerpo, por si solos ya eran daños para mi gente y si la radiación de tu sol amarillo los hizo más radioactivos su daño sera más significativo.--
Leo hizo una mueca. --Ese es el problema. Eres completamente invulnerable... Nada puede traspasar tu piel. Además tus células se regeneran tan tapido como se destruyen... Pero si me ayudas a replicar algo de tu mundo, lo que los médicos usaban...--
--No servirá.-- Dijo Kal con decepción, su renovada fuerza había desaparecido y solo se mantuvo de pie gracias a que se sostenía de la pizarra. --Aún no entiendo el porqué o como, pero tu sol amarillo es el que me da todas mis habilidades.--
La tensión en el laboratorio se espesó como el aire antes de una tormenta. Leo acarició su barba rubia, procesando cada palabra de Kal. En la pantalla, los cristales verdes en el cuerpo del kryptoniano pulsaban al ritmo de su respiración, como un reloj biológico contando regresivamente hacia una explosión silenciosa.
--Entonces necesitamos recrear las condiciones de Krypton-- murmuró Leo, caminando hacia un estante repleto de fragmentos metálicos. --Solo necesito estar seguro que realmente es la radiación del sol lo que te hace invulnerable, u otra cosa.--
--Te lo dije, Krypton era muy similar a tu planeta. La única diferencia es la gravedad y que tu planeta órbita una estrella joven.-- Kal dijo, sentándose nuevamente. --Krypton órbitaba un sol rojo.--
Leo asimiló la información, su mente trabajando a toda velocidad para formular un plan. --Si la radiación de un sol rojo es lo que podría neutralizar tu invulnerabilidad, entonces necesitamos recrear esas condiciones-- dijo con determinación. --Me será difícil, pero nunca había tenido un gran reto en los últimos años.--
Kal sintió un poco de diversión por la determinación del hombre. --No tienes que hacer esto... No tengo nada por lo que vivir. Pero agradesco tu interés.--
Kal tocio algo se sangre en su mano y rápidamente Leo estaba junto a él. --Desconozco tu historia, del porqué estas aquí. Pero no dejaré que simplemente te dejes morir, mi familia y todos los mineros que salvaste no me lo permitirían.-- Leo limpio la sangre de Kal y guardo el paño. --Con esto puedo crear un medicamento que almenos te ayude a aliviar los malestares hasta que pueda recrear las condiciones de Krypton.--
--Realmente agradezco tus intenciones, pero...--
--Eso no está a discusión.-- Leo interrumpió a Kal sonteniendo su hombro y viéndolo severamente. --No soy psiquiatra, pero estudie un poco en mis ratos libres en la universidad. Se que estas deprimido, pero simplemente dejarte morir no es la salida.--
Leo se levantó para después ayudar a levantar a Kal. --Pero al final será tu decisión, no te obligare a nada.--
Kal solo dejó que el hombre lo ayudara.
--Mi esposa preparo su famoso Katsudon. Come con nosotros.-- Ofreció amablemente Leo.
Kal, aunque ahora no necesito comida, líquidos o cualquier otra cosa asintió levemente, este mundo tenía una gastronomía fascinante que disfrutaba en algunas ocasiones.
--Tu estúpido plan falló.-- Una alta y bella mujer de porte noble ento a una lujosa oficina con un gran ventanal que dio una gran vista de la ciudad de Tokio. Su caminar mosto sus evidente molestia y el resonaron de sus tacones hicieron eco en la silenciosa oficina.
--Podrías tener la decencia de tocar antes de entrar a mi oficina.-- Un hombre calvo dijo sin mostrar interés mientras veía con indiferencia como una niña de unos 8 años, trabajaba en complejas operaciones de cálculo. La niña era castaña y con varios rasgos faciales similares al hombre clavo que solo se agachó un poco para estar más cerca de ella. --Sí mamá pregunta porque volví a contratar una secretaria. Le cuentas esta situación.-- Dijo en un susurro a su hija y esa solo asintió.
--Talvez tu diríjas la compañía, pero aún sigo siendo el socio mayoritario Joseph, por ende soy tu jefe. Así que puedo entrar cuando quiera.-- La mujer dijo con molestia colocando una tablet sobre la tarea de la niña para molestia de el hombre clavó qué simplemente apartó la tablet, lanzando la a un lado sin mucho tacto.
--No interrumpas nuevamente los estudios de mi hija con tus trivialidades Lena.-- Dijo con calma el hombre, levantándose para mostrar su altura superior. --Sí el plan falló no fu por mi culpa. Que iba a saber yo que el tio Quintum había contratado a un sujeto con un quirk tan poderoso.--
--Esa mina es una prioridad para todos los proyectos Joseph. La empresa necesita regresar su antigua gloria. LuthorCorp no puede quedarse atrás, no ahora que I-Island esta reavivando el interés de la gente por la tecnología.-- Dijo la mujer con su ya habitual molestia.
--Talvez Quintum posea la unica mina conocida de Beryniuma. Pero el no controla el mercado.-- Dijo el hombre clavo con un toque de soberbia. --A diferencia de ti querida hermana, no resuelvo las cosas con acecinatos, yo pienso.--
El hombre saco una carpeta de su escrito y se la dio en las manos a su hermana. --Mañana a primera hora una tonelada de beryniuma llegará a la fábrica principal. Pero como tengo cosas que hacer, tu recibirás la mercancía.--
La mujer frunció el ceño mientras tomaba la carpeta y la hojeaba por encima sin detenerse a leer todo. --Más te vale que esto funcione, Joseph. No podemos permitirnos más fracasos.--
--No generalices. Si la empresa está así es por tu culpa.-- Dijo Joseph un poco de arrogancia en su voz. --Querias tanto igual a nuestro padre y casi llevas a la bancarrota la compañía.--
Lena sonó vio con molestia a su hermano por recordarle que toda esta situación fue su culpa.
--Si LuthorCorp a crecido exponencialmente es porque yo estoy a cargo.-- respondió Joseph con calma aunque algo de soberbia era notoria en su voz. --Es cuestión de meses para regresar nuevamente al mapa. Como te lo dije el día que el consejo me puso a cargo. Confía en el proceso y simplemente dejame trabajar.--
Lena solo vio por un momento a su hermano menor para después ver a su sobrina la cual se mantenía en silencio tratando de ocultarse de su mirada. Le recordó un poco como ella actuaba cuando estaba frente a su difunto padre.
Habia visto a su hermano criar a su hija y no pudo evitar compararlo con su padre. Eran tan distintos, "Lex" aunque poco expresivo amaba genuinamente a su hija. Su padre simplemente los vio como un proyecto más, como algo que tenía que hacer porque hacia lo ordenó la naturaleza, o porque eran un capricho de la mujer con la que se casó por su fortuna.
Lena dejó escapar un suspiro de exasperación antes de dar media vuelta y salir de la oficina. Sabía que discutir con su hermano era una pérdida de tiempo, pero no podía evitar preocuparse por el futuro de LuthorCorp.
Antes de que se pudiera ir la voz de su hermano le detuvo.
--Lena. La tía Inko es la que se encargará de la entrega, trata de ser amable.-- Lex dijo con un tono levemente amenazante.
Su hermana simplemente cero la puerta dejando solo a Lex y su hija que regreso a sus estudios, indiferente de la discusión de su padre y tía.
Un hombre en bata entró pocos segundos después y simplemente le dio una simple hoja a Lex.
--Cariño. Necesito hacer una llamada privada muy importante. ¿Podrías dejarme solo unos 5 minutos?-- Lex dijo en voz baja mientras veía a su hija que simplemente asintió y salió de la oficina de su padre el cual saco su teléfono personal, rápidamente desplazadose en sus contactos.
No tardaron mucho en contestarle del otro lado de la línea. --Waller. Quisa tengo algo que pueda ser de tu interés.-- Dijo Lex con una leve sonrisa mientras veía el contenido de la hoja.
Kal se sintió algo incómodo por la ropa que Leo le dio, ya que pertenecía a su difunto hijo según escuchó gracias a su superaudicion, pero simplemente no se pudo negar, no tenía nada más que ponerse.
La ropa era algo holgada, lo que ayudó a ocultar su traje Kryptoniano, además de que los colores no eran tan llamativos.
Se observó por última vez en el espejo antes de salir y solo vio a Leo el cual tenía una sonrisa algo triste. Había notado algunas fotos e incluso el se sorprendió con lo idéntico qué era a su difunto hijo. Solo las grandes diferencias era que el era pelinegro, no tenía las distintivas pecas y obviamente la raza.
Incluso sus elección de nombre fue el verdadero nombre del hijo de Leo. Era una coincidencia muy peculiar.
--Vamos. Mi familia ya nos esta esperando.-- Dijo Leo, rápidamente dándose la vuelta para ocultar sus pocas lágrimas qué lograron escapar.
Kal siguió a Leo fuera de la habitación, sintiendo una mezcla de incomodidad y gratitud. Sabía que Leo y su familia estaban tratando de hacerlo sentir como en casa, y eso significaba mucho para él. Mientras caminaban por los pasillos del laboratorio subacuático, Kal no podía dejar de pensar en la peculiar coincidencia de su nombre y la pérdida de la familia de Leo.
Subieron por un largo ascensor que los dejó en una pequeña habitación que cambió drásticamente con lo futurista qué era el laboratorio, recordándole un poco a lo rústico y tradicional. O eso cría.
--Inko es una fanática de la arquitectura japonesa tradicional.-- Leo dijo, tratando de justificar el drástico cambio de estilo.
Kal no dijo nada y Leo simplemente lo guió, al llegar al comedor, la familia de Leo los recibió con sonrisas cálidas. La esposa de Leo, era una mujer algo bajita de figura modesta y un rostro amable, tenía el cabello verde, amarrado en un moño.
A su lado estaban dos niños de unos 8 años aproximadamente, gemelos similares en todo sentido a Leo, lo único que los diferencio fue el tono de cabello, uno era de un verde similar a su madre y el otro era rubio.
Los tres tenían una expresión de asombro y claramente trataron de ocultar las pocas lágrimas que amenazaba con derramarse.
--Izuku...-- Dijo Leo, dudando un poco cuando vio que su esposa apretó los puños con la mención del nombre. --Mi querida esposa. Inko Midoriya, de Quintum. Y los gemelos, Tsuki y Taiyo.--
Kal hizo una leve reverencia como saludo. --Gracias por acogerme en su casa, y perdón por las molestias.--, dudo por un momento si debía revelar su verdadero nombre, pero al final optó por seguir con el nombre que había adoptado para este mundo.
--No es una molestia, salvaste nuestras vidas, y la de todos los mineros. Creo que es lo mínimo que podíamos hacer.-- Dijo Inko, un poco temerosa y quedando después en un silencio incómodo.
Leo, guió a Kal a la mesa e incluso el quedo sorprendido por la abundante y exagerada cantidad de comida que había preparado su esposa. Pero entendía de donde venía así que no cuestiono nada.
Kal se sentó y, por un momento, permitió que el calor y la hospitalidad lo envolvieran. La nostalgia se apoderó un poco de él y recordó como cada día él y su familia se juntaron a comer, y disfrutar de lo poco que tenían.
--Espero que disfrutes la comida, Izuku-- dijo Tsuki con una sonrisa, usando el nombre que Kal había adoptado en este planeta. Los dos gemelos se habían sentado frente a él. --Ayudamos a mamá a preparar todo.--
Kal asintió, probando el katsudon que habían preparado. --Está delicioso, gracias.--
A medida que avanzaba la cena, el ambiente se volvió más relajado y amigable. Los gemelos, Tsuki y Taiyo, comenzaron a hacerle preguntas a Kal sobre su vida y sus experiencias, curiosos y emocionados por tener a alguien nuevo en casa.
--Izuku, ¿cómo es el lugar de donde vienes?-- preguntó Taiyo, sus ojos brillando con interés.
Kal sonrió, recordando su hogar en Krypton. Aunque tardó un poco en pensar, Leo le había advertido que su familia no sabía que era un extraterrestre. --Era un lugar hermoso, con paisajes asombrosos.--
--¿Y porque te fuiste de ahi?-- Pregunto Tsuki inocentemente.
Kal bajo un poco la mirada. Inko y Leo no detuvieron a su hijo ya que ellos estaban curiosos, aunque más Inko.
--Lamentablemente lo perdí todo... Así que simplemente me aleje.--
La respuesta de Kal dejó a la familia en silencio por un momento, sintiendo la profundidad de su pérdida. Inko le miró con empatía y le ofreció una sonrisa cálida. --Debes ser muy fuerte para seguir adelante después de algo así.--
Kal sonrió amargamente. --He llegado a ese punto donde ya no hay lágrimas y simplemente espero mi final.--
Leo, notando la tensión en la conversación, decidió cambiar de tema para aliviar el ambiente. --Izuku, ¿tienes algún pasatiempo o actividad que disfrutes?--
Kal se tomó un momento para pensar, recordando los pocos momentos de paz que había tenido en su vida. --Solía disfrutar de la astronomía. Me fascinaba observar las estrellas y aprender sobre el universo.--
Los ojos de los gemelos se iluminaron. --¡Nos encanta observar las estrellas también! --exclamó Tsuki. --Papá nos enseñó a usar un telescopio.--
--Tal vez podríamos hacerlo juntos alguna vez-- sugirió Taiyo con entusiasmo.
Kal sonrió ante la idea, sintiendo un calor genuino en su corazón. --Me encantaría.--
--El observatorio a estado en desuso por un largo tiempo. Sería bueno que lo usarán más seguido.-- Dijo Inko, feliz por ver a sus hijos animados nuevamente.
La cena continuó con una atmósfera más ligera y alegre. La familia compartió historias y risas, y Kal simplemente se dejó llevar, aunque aún se sentía un poco fuera de lugar con todo.
Después de la cena, Kal ayudó a recoger la mesa y estaba apuntó de retirarse pero Leo lo detuvo. --La mansión es enorme. Puedes quedarte todo el tiempo que sea necesario.--
Kal solo vio al hombre antes de ver a su familia que también parecían ansiosos por que simplemente se retiraba.
--Nuevamente gracias por todo. Pero lo mejor sera qué me retire.-- Dijo Kal con voz tranquila. --Sin la mina necesitare buscar otro empleo.--
--Nosotos podemos mantenerte.-- Dijo Inko, un toque de desesperación en su voz.
Kal detuvo sus pasos en el umbral de la puerta, sintiendo el peso de las palabras de Inko como un ancla en su pecho. La lámpara de papel del corredor proyectaba sombras danzantes sobre el rostro de la mujer, resaltando las arrugas de preocupación que el tiempo y el dolor habían tallado.
--No somos una familia de héroes.-- susurró Inko, rompiendo el silencio que se extendía como un lago helado. --Leo colecciona fracasos, yo lloro en el jardín de bonsáis, y los niños...-- Su voz se quebró al mirar a los gemelos, que observaban desde detrás del sofá. --Se que esta mal y es enfermizo. Pero te pareces tanto a mi quirido Izuku...-- ella no pudo continuar y simplemente empezó a llorar.
Kal sintió un nudo en la garganta al escuchar las palabras de Inko. Aunque no había conocido a su hijo, podía sentir la profundidad del dolor y la pérdida que Inko y Leo habían soportado. Se volvió hacia ella, su expresión llena de compasión y comprensión.
--Inko-- dijo Kal con suavidad, sus ojos encontrando los de ella. --No hay nada de malo en querer aferrarse a algo que te recuerde a tu hijo. Pero no soy él. Soy alguien diferente y no seria justo para tu hijo simplemente remolazarlo con alguien que se paresca a él.--
Kal vio a Leo el cual permaneció en silencio. --Nuevamente agradezco la oferta. Pero sera mejor que me retire.--
--Tienes razón.-- Dijo Inko entre sollosos. --Ni sería justo para mi Izuku remolazarlo... Pero aún así agradecería que vinieras deves en cuando.--
--Yo también quiero que vengas deves en cuando.-- Dijo Leo. Su voz algo más animada. --Aún sugues siendo un enigma y realmente estoy intentando en ayudarte. No porque te pareses a mi difunto hijo, sino porque has reavivado mi interés en cualquier cosa.--
Kal asintió, comprendiendo el profundo impacto que había tenido en la familia de Leo. --Vendré a visitarlos-- dijo con voz suave pero firme. --Ustedes me han dado más de lo que podría pedir, y quiero estar aquí para ustedes también.
Los gemelos, que habían estado observando en silencio, corrieron hacia Kal y lo abrazaron con fuerza. --¡Promételo, Izuku!-- exclamó Tsuki, con lágrimas en los ojos.
--Promételo-- repitió Taiyo, abrazando a su madre.
Kal se arrodilló para estar a su altura y les sonrió con ternura. --Lo prometo-- dijo, sintiendo el calor de la familia envolviéndolo.
Esa noche, Kal se quedó en la mansión, durmiendo en la habitación que le habían asignado. La paz y la calidez que sentía le dieron fuerzas para enfrentar los días venideros.
Fin del capitulo.
Aclaraciones.
*No se que hice con respecto a la historia de Inko y el Izuku original. Tenía que rellenar un poco y al final me gustó como quedo. El Izuku original. El de la tierra murió por si no quedo claro.
*Agregaré mucho personajes de DC. Especialmente los que tengan que ver con Superman.
*la historia no tiene nada preestablecido así que iré escribiendo conforme se me vaya ocurriendo algo. O basado a sus sugerencias.
