Jueves 23 de enero, 7 am

Casa de María Mercedes.

Guillermo, el hermano mayor de María y Andrés, había visitado la casa de sus hermanos por la mañana de ese jueves.

Llego, preguntando por su padre alcohólico.

Quién viera a esta Rosario, 14 años y ya comenzando a tener líos con la tira mano

Pues claro, con el ejemplo que tú le diste de no parar de ser un vago y sin vergüenza

¡Oí a la santa de la casa!

Pues no seré la santa de la casa, ¡pero si la que se dobla el lomo y hace una y mil cosas por ustedes! La verdad es que solo me tienen aquí de criada . María arremangó las mangas de su camisa de larga, que usaba para dormir. Como un calmante para su ansiedad.

Debe ser que tienes alma de eso mija, o lo haces porque tú quieres.

Bueno ya párale mijo.

Como no está mi papá, Meche ahora quiere ser la que manda en la casa . Andresito dijo resignado, sentado desde la mesa donde estaba haciendo su tarea de matemáticas, y sin voltear a verlos.

¡Y al que no le guste, pues que se aguante! . Ella retó al más pequeño, desde su lugar, al otro extremo de la mesa.

¡Ya bájale, eh!, yo si no tengo por qué aguantarte, para que veas . Memo le dijo, levantándose del asiento ya exaltado.

¡Pues claro que no!, tú, como eres el mayorcito, ya te puedes ir pintando de colores cuando quieras. María golpeo la mesa con un puño. La verdad es que tú solo das puros problemas, y solo cuando te da la gana vienes por acá .

¡Ya ves!, por ese carácter es que se fue mi papá, lo terminaste hartando Meche. ¡Te sientes la mamá de esta casa! . Memo se levantó de la silla en la que estaba sentado y salió de la casa molesto, azotando la puerta detrás de él.

María mercedes, comenzó a llorar heridamente después, las últimas palabras de Memo, en las que le había echado la culpa de la falta de su papá le habían llegado.

Meche, tú sabes que lo que dijo Memo no es cierto, y él también lo sabe. Solo que lo dijo para hacerte sentir mal porque estaba enojado. Andresito se acercó, preocupado a su hermana.

María tenía la cara inflamada y roja por las lágrimas, que salían por montones mientras comenzaba a tener un poco de hipo. Torpemente, se limpió la cara, con la manga de su pijama y después acaricio la cabeza de su hermano pequeño con la otra mano, Después se agachó hasta quedar a su altura y lo abrazo fuertemente.

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10:40 am

Cafetería Le Ròse.

Universidad Iberoamericana.

Ciudad de México.

¿Entonces, solo ibas a interrumpir una semana de estudios en la universidad ?

Se lo puse como unica condicional a Diana .

Y ¿Dónde van a vivir Jorge Luis?

Mientras tanto, en lo que termino los estudios, en la casa de sus padres. Y después en nuestra propia casa, si Dios quiere, verdad

Entonces, ¿ya dejaste la casa del loco?

Jorge Luis se rio y vio a su amigo Ricardo mientras este bebía su café sonrientemente. Mejor di la casa del demonio .

¿Tanto así?

Si Ricardo, mi primo Santiago es un verdadero demonio. Te juro que a veces quisiera sentir lástima por él, tan joven y a punto de morir, pero no puedo. . Observo la puerta del recibidor de la cafetería, y suspiro pesadamente. No sé cómo mi mamá y mi hermana lo soportan

¿Y tú?

Yo lo soportaba por ellas. Tomo un largo sorbo a su café con Fernet. Cuando mi papá murió, quedamos en la ruina, y mi tío Norberto, el padre De Santiago, nos recogió a mí y a mi familia. Santiago era reservado, aunque nunca formamos algún tipo de vínculo especial, pero después de que murió su padre comenzó a hacernos la vida imposible.

Ricardo lo miraba atentamente, mientras limpiaba sus labios con su servilleta.

Lo peor es que no teníamos a donde más ir, y estábamos estudiando

Lo bueno es que ya te libraste de el

Y ahora que deje esa casa, falta poco para que libre también a mi madre y a mi hermana, pero para eso primero necesito labrarme un futuro. Tener dinero.

¿Por eso te casaste con Diana? Ricardo lo miro en complicidad y le sonrió.

¿De qué estás hablando?, me case con ella porque la adoro, estoy sinceramente enamorado de ella y no tengo ningún interés en la fortuna de su padre, que inesperadamente dejo cuando le dispararon en nuestra boda. La prueba de ella es que nos casamos por bienes separados.

Disculpame entonces por hacer ese comentario Jorge Luis Se disculpó, mirándolo a los ojos fijamente.

No pierdo las esperanzas de, en un futuro muy cercano, librar a mi hermana y a mi mamá de la maldad De Santiago Del Olmo

Pero sí pronto se va a morir

Pero que tal si no, su enfermedad nunca ha estado clara completamente. Hizo una pausa y después volvió a mirarlo con cautela. Y no quiero que sigan sufriendo más humillaciones, necesito apartarlas de su lado cuanto antes

Y, ¿ya olvidaste a Mística?

Hay Ricardo. Hace tiempo, desde antes de que me enamorara de Diana. Mística ya no significa nada para mi

Jorge Luis hizo una pausa y miro su reloj de muñeca, era un Rolex de oro, que había pertenecido a su padre Fermín en vida.

Estaban a escasos 15 minutos para que terminara el tiempo de descanso para iniciar la siguiente clase.

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Jueves por la mañana.

Mansión Del Olmo.

Esa mañana, Santiago se negó a levantarse de la cama, le ladro toscamente a Cordelio demandando que no abriera las cortinas, cuando este había entrado a darle los buenos días.

Después le pidió que lo dejara solo hasta medio día.

Cordelio solo pienso que ese día se había levantado de mal humor y se había retirado sin mediar ninguna palabra más, mirando la jara de plata, aun llena de agua, y un vaso de cristal vacío en su mesita de noche.

Estuvo fácilmente una hora inmóvil, acostado en su cama.

Sentía el pecho pesado, y por cortos lapsos de tiempo también sentía dificultades para respirar, era como si hubiera inhalado agua. Miro con resentimiento las pastillas que se había negado a tomar, estaban apiladas en su mesita de noche, y recordó las advertencias del Doctor Torres.

Y con un sentimiento de amargura se levantó de la cama con torpeza, y se dirigió al único rayo de luz que sobresalía de las gruesas cortinas cerradas, y cuando estuvo enfrente, las agarro fuertemente con sus dedos, parecía meditar si realmente quería habrías o no.

Cuando las abrió lentamente, hizo muecas, cerrando los ojos con molestia al sentir de golpe la luz del sol, molestando sus pupilas.

Camino descalzo hasta llegar a su enorme escritorio de madera de Palo negro Africano, y se sentó frente a él.

Sobre el escritorio, se encontró con la portada del libro que estaba leyendo esos días, Hamlet, de William Shakespeare.

La observo por un largo momento.

La carátula mostraba un dibujo de Hamlet, sosteniendo estoicamente con su mano, los huesos de un cráneo, mientras lo miraba fijamente.

Busco entre los tantos compartimentos del escritorio, hasta reconocer, inmediatamente por el tacto, su Diario de piel de becerro, en color Verde oscuro. Tenía las esquinas laterales adornadas en acero inoxidable, y sus iniciales talladas en la parte inferior derecha.

S.D.O

Paso las llamas de sus dedos sobre él, admirando la fina piel, y después lo abrió de par en par, buscando entre las hojas llenas.

Cuando encontró una en blanco, tomo un bolígrafo Cartier de tinta negra que se encontraba sobre el escritorio.

Y comenzó a escribir.

Sintiendo una repentina inspiración que bien conocida, pero no era usual en él desde hacía los últimos meses del medio año.

Se levantó de golpe de su asiento, para buscar el tocadiscos que ocupaba lugar en una de las esquinas de su dormitorio, de los tantos discos, aparento encontrar el que tanto estaba buscando, e inmediatamente lo puso a sonar.

Clair de Lune , de Claude Debussy

En cuanto la melodía comenzó a sonar, los músculos tensos de la parte superior de su espalda se relajaron. Y volvió a tomar asiento enfrente de su escritorio, donde lo esperaba la página en blanco de su diario.

Y no se esperó más para escribir.

Con una letra pulcra en cursiva.

jueves, 23 de enero de 1992

¿Eres?, ¿o no eres? (parece que es una pregunta más importante de lo que parece en un principio)

¿Qué es vivir en dignidad?, Sufrir las injusticias de un camino inevitable, con coraje y fuerza, ¿sin oponerse?, o, por otro lado, está la opción de resistirse continuamente, en una lucha constante.

¿En qué está basada la dignidad?, ¿tal vez esté en el orgullo?

O tal vez en la búsqueda de nuestra identidad.

"Morir", aparentemente es dormir (encontrar descanso), y tal vez también lo sea soñar. (encontrar la libertad en las opciones anheladas).

Está relatado de esta forma, entonces posiblemente su descanso y libertad se encuentre en la muerte.

Suena como una premisa inevitable, endulzando la muerte misma.

No podrás avanzar tranquilamente, si arrastras cadenas tan pesadas.

No puedes encontrar dónde está tu honor si no encuentras tu identidad primero.

En mi opinión, y cito, Hamlet es un personaje recatado y discreto.

Relatando la historia de una persona completamente normal, que se ve envuelta en situaciones terribles, sin elección. Y que siente un deber, la necesidad de resolver.

Pero ese deber también se enfrenta a sus deseos personales, de ser feliz, del anhelo, de vivir una vida tranquila, de amar y ser amado, de confiar.

Es el gran dilema del desarrollo del personaje, Ser o no Ser.

De recuperar y seguir esas ilusiones que sentía antes de encontrar el caos y cargar con el peso de sus

traumas personales.

Quien vive encadenado a sus emociones está condenado al éxito rotundo o a un fracaso inevitable.

S.D.O

Cuando termino de escribir en el diario, observo con atención y detenidamente, las tres fotografías que tenía en su escritorio.

Eran fotografías familiares, por eso las tenía en la privacidad de su habitación.

En la primera se mostraba él, siendo apenas un bebé de brazos, en compañía de su madre y su padre.

La segunda fotografía, era de su padre en los años monos de su juventud.

Y la última era una fotografía suya, a sus 13 años , tocando el violín.

Esa última fotografía la había tomado su madre en vida, el mismo mes que falleció.

Se levantó con renovadas fuerzas de su asiento en el escritorio, y se dirigió a su vestidor , donde cambió su ropa de cama por un bonito pantalón de vestir recto, en color negro, y una camisa de vestir de seda, en color rosa pálido.

Miraba atentamente el color de la camisa, que le daba nueva vida a su rostro blanco y demacrado, a través del espejo de cuerpo completo, recordando que ese había sido, el color favorito de su madre.

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María mercedes tocaba el timbre de la casa por quinta vez en menos de un minuto.

Berenice, una de las dos chicas que trabajaban como empleadas de limpieza en la mansión Del Olmo, salió por la puerta intrigada, ante tal insistencia. Para su sorpresa, se encontró con una muchacha de aspecto desaliñado, preguntando por el señor de la casa. Y en incredulidad tuvo una pequeña conversación con ella.

¿Se refiere al Joven Santiago, o al Joven Jorge Luis? Pregunto la muchacha que vestía un uniforme en color negro con blanco.

¡El greñudito de cabello largo!, el que es grosero cuando se enoja

Berenice abrió los ojos en sorpresa, y tardo un momento en contestar. ¿Se refiere al Joven Santiago? . Le dijo con incredulidad.

¡Ese mero!, quede de venir hoy, tempranito sin falta. Por favor, avísale que ya llegue. . María mercedes, alzo una de sus manos enseñándole una naranja brillante.

Berenice, entro de nuevo a la casa, cerrando la puerta detrás de ella y puso su mano cubriendo su boca, en duda.

Después subió al primer piso, para avisarle al Joven Santiago que la muchacha lo estaba buscando afuera.

Sentía nervios de que fuera una equivocación y recibiera una reprimenda por parte del joven amargado.

Nadie iba a buscarlo y mucho menos, tenía sentido que lo hiciera una vendedora desaliñada, como la chica que había dejado esperando afuera.

La chica le había dicho que se llamaba María, María mercedes.

Se colocó detrás de la puerta de la habitación de su jefe, y después de cuatro segundos, toco con delicadeza la puerta, tres veces. Al no recibir respuesta, hablo en voz alta.

Joven Santiago, hay una muchacha buscándolo afuera del jardín. Su nombre es María mercedes

Pasaron unos cuantos segundos y la puerta se abrió.

….

¡Deberás cuate!, después, cuando intente prenderlo con el cerillo, salió una ráfaga de fuego que me quemo las pestañas y las cejas, incluso un poco de cabello. Mira . María mercedes se acercó a su cara, y con una de sus manos hizo hacia atrás el fleco de cabello que cubría su frente, y pestañeo lentamente, en su dirección, haciendo énfasis en sus pestañas.

Santiago en un principio extrañado por su cercanía, primero había hecho la cabeza hacia atrás, pero después de notar como le presumía las pestañas, puso un poco de atención, y en efecto las puntas de las pestañas estaban chamuscadas, y prestando un poco más de atención, también podía notarlo en las cejas, aunque en menor medida.

Sus ojos se abrieron más en la sorpresa y soltó una carcajada rápida y ahogada, burlándose de ella.

Por un momento se le había olvidado todo, incluso que estaba afuera de su casa, en el jardín, a poca distancia de las ventanas. Y que, aunque le había pedido a Coderlio y a Berenice que se fueran y los dejaran solos, aún había posibilidad de que alguien estuviera cerca de ahí.

En tres segundos rápidos recobro su serenidad inexpresiva nuevamente. La muchacha, era como una niña pequeña, era muy cómica. Tanto que se le había olvidado por un instante todo lo demás.

María lo vio ponerse serio, y ella también regresó a su realidad. Bueno, ya te dejo cuate, tengo que seguir trabajando, antes de que se nuble el cielo.

El saco su cartera de cuero negro, marca Balenciaga, de la parte interna de su bata. Dime cuanto te debo de las manzanas y las naranjas

María se levantó del pasto en el que estaba sentada, con las rodillas dobladas. Te las dejo en 50 mil pesos por las dos bolsas, solo porque nos estamos volviendo cuates!. Lo miro a los ojos con una sonrisa de oreja a oreja.

Santiago sacó al azar un billete de 200 mil pesos de su cartera y lo acerco a su dirección.

¡Chispas!, no tengo cambio para un billete tan grande

No hace falta, quédate con el vuelto. Te iba a pedir que te quedaras con el de todas formas

Para la sorpresa de los dos, un bocho blanco, descapotado, se estacionó enfrente de la reja, justo enfrente de donde los dos estaban conversando. Instantáneamente, el cuerpo De Santiago se puso rígido, como si hubiera recibido una descarga eléctrica, y miro por el rabillo de su ojo, como Jorge Luis salía y cerraba la puerta del auto para dirigirse a la entrada del portón de la casa.

María, estirando el billete entre sus manos , mientras lo miraba contenta. Veo que tienes visitas. Entonces ahora mismo me voy . Metió el billete en una de las bolsas de su pantalón.

Santiago aún estaba quieto como una estatua, y al verlo inmóvil para despedirse, ella se acercó a él y coloco una de sus manos sobre su hombro izquierdo. En estos días volveré a darte una vuelta cuate

Jorge Luis ya había cruzado el portón, y estaba caminando, cruzando el camino del jardín para llegar a la puerta principal de la mansión.

Había decidido que estar con prisa y que su primo estuviera, aparentemente sosteniendo una plática con alguien más, adentro del jardín, era la escusa perfecta para no saludar y en su opinión, para evitar uno de sus desplantes.

Discretamente, noto que era una muchacha joven, de aspecto desaliñado, y para su sorpresa, su primo no estaba haciendo una rabieta por su presencia en el jardín, como de era de esperarse.

Vio a la muchacha tocarle el hombro con familiaridad y despedirse, diciendo que en los siguientes días volvería. Detuvo en seco el paso y los miro con intriga.

La joven tomó una canasta que llevaba flores y otras cosas que no identifico, y se encaminó por donde él había entrado hace un momento, caminaba contenta, como si saltara. Apenas hizo contacto visual con sus ojos, antes de que pasara a un lado de él.

¡Con permiso joven! . Con voz cantarina, le había dicho mientras le sonreía alegremente, antes de desaparecer, detrás del portón negro, todavía la había visto caminar hasta alejarse de los terrenos de la calle. Después le regreso la mirada a su primo Santiago con confusión, que aún estaba en el mismo lugar, sentado en una mullida silla del jardín, como era de costumbre, y él le devolvía la mirada con visible enfado.

Mejor saca una foto, así te dudaría más .

Esa actitud a la defensiva, con la que le había contestado su primo, se había sentido como un empujón, y había logrado hacerlo sentir avergonzado, por entrometerse dónde no lo llamaban.

Buenas tardes Santiago . Jorge Luis había finalizado la conversación inmediatamente, para seguir con su camino.

Donde ya debían estarlo esperando, su madre y hermana, como habían acordado, hace escasos 20 minutos por llamada telefónica.

….

Gracias por leer

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