Inglaterra se sonroja y se vuelve a su teléfono.

Francia saca su teléfono y le manda... Sutilmente... "berenjena, melocotón"

Haciendo que lo lance por los aires y se sonroje más intentando atraparlo.

Es que la risita. "Gotitas" Agrega.

Inglaterra le fulmina mientras lo recupera y Francia se le acerca.

El británico se tensa volviéndose al teléfono superconcentrado, como se le ha caído debe tenerlo de cabeza y apagado.

Así nos gusta. Todo nervioso.

—Allò

Finge que ni le oye.

—¿Ahora hasta sordo? Te mande un mensaje.

—Ah... —carraspeo—. ¿Hablas conmigo?

—¿Tu qué crees? —Francia se cruza de brazos.

—Pues que hay más gente aquí... ¿quién sabe?

—¿Preferirías que hablara con alguien más?

—Hasta hace un momento así lo hacías.

—Hace un momento no estaba así de cerca de ti… —se le acerca más—. Tienes dos opciones —Francia sonríe.

—Excuse me? —Se echa atrás y se sonroja.

—Escúchalas.

—Pues dilas —le mira.

—La primera... Es que te quedes aquí y veas cómo te meto mano leeeeentamente.

Se le sonroja hasta el pelo, mirándole como un animalito que mira unos faros en mitad de la carretera nocturna. Francia sonríe de lado.

—La otra es que... Pida ir al baño y me alcances... y no vamos precisamente al baño...

Le sale vapor por las orejas porque además hoy ¡le han despertado muy pronto y lo han arrancado de la cama! Francia sonríe más.

—O podemos hacer ambos... —le mete un poquito de mano.

Inglaterra da un salto apartándose como si le quemara.

—Ven acá... —Francia le hace un cejas, cejas, sonriendo.

Traga saliva y mira alrededor a por ayuda, pero nadie le hace casoooo. Francia le abraza de la cintura y sonríe. El inglés vuelve a tragar saliva pero no le aparta.

—Así que... cuál eliges —mano al culo.

Aprieta los ojos y se esconde.

—Vale, las dos —Francia le abraza y sonríe porque mira que mono es.

—¡No! —levanta la cabeza.

—¿No?

—No...

—¿Y si te doy un besito aquí? —le da uno en el cuello.

Escalofrío

—Y otro acá... —otro más arriba.

—Noooo —susurra.

—Oui, y aquí detrás de la oreja en este lugar secreto —ahí va.

Aprieta los ojos y ahora sí le aparta un poco porque no quiere que le haga esto frente a todos sus hermanos.

—¿Vamos?

El británico asiente solo una vez con los ojos apretados.

—Anda, pediré para ir al baño, te veo afuera —Francia sonríe con eso y le da un besito rápido en el cuello antes de soltarle.

Le mira, nervioso y desconsolado porque es que todos van a saber.

—O quizás si tú sales primero sea menos obvio.

—¿Y-Yo? —vacila.

—Tú sales primero para algo "oficial" y yo en unos minutos pido ir al baño —Francia asiente.

Traga saliva y mira a la puerta.

—Anda, inventa cualquier cosa, tú eres bueno en eso—Le sonríe.

Vuelve a mirarle a él nada convencido.

—A tu oficina por unos papeles de... Galles.

Traga saliva y le suelta. Francia se frota un poco las manos. Y ahí va a decir que tiene que ir a Gales a por unos papeles de su despacho.

¡Y le van a decir que no puede ir a Gales!

—No, a... o sea... es solo un momento.

—¡Gales está al otro lado casi de la isla!

—Que va, está ahí —le señala.

—Y a que quiere ir a Wales, mylord? ¿Se lo ha pedido él?

—E-Es... T-Tengo unos papeles y creo que... p-pueden ayudar.

—Pero mylord, no debería ir tan lejos, va a tardar mucho en volver.

—What? Pero si es solo un momento.

—¡No puede ir y volver de Wales en un momento!

—No podrás tú.

—Mylord... para ir tan lejos necesitamos autorización.

—¡Eso te lo estas inventando!

El hombre le mira con cara de circunstancias.

—¡Es aquí mismo!

—Voy a preguntar. Vuelvo en un minuto, mylord.

Ojos en blanco de Inglaterra.

—Vas a tardar tú más de lo que tardaré yo ¿Además, a quien vas a encontrar con más autoridad que yo?

—Pero han dicho que nadie puede irse de las instalaciones...

—¡No voy a irme!

—Pero Mylord...

—Basta. Vaya a comprobar que Germania sigue en el hotel.

—Nos han dicho que sí sigue.

—Vaya.

—V-Voy a... comprobarlo –el chico asiente.

—Thank you.

El chico le mira, todo agobiado e Inglaterra le fulmina.

Y ahí sale corriendo han preocupado. Inglaterra sale tras él hacia su despacho.

Francia se escurre tras el "sigilosamente" mientras aún no hay guardia. El inglés entra al despacho empezando a poner orden y esconder cosas, nervioso.

Esconder cosaaaaaas

¡Nada raro!

Parece "raro".

Pues ¡no lo es!

Sospechoso.

—¿Qué hace, mylord Angleterre?

El nombrado da un salto que vuelve a lanzar un pila de papeles por los aires que se caen poco a poco a su alrededor cuando se da la vuelta.

—Ahh... esto de llama parecer absolutamente culpable, mon petit lapin.

Se sonroja de golpe, culpable por estar aquí, por lo que dice, porque él esté ahí... por lo que van a hacer... Paso atrás.

—¿Nervioso? —Francia sonríe.

—N-N-No...

Francia se le acerca acariciando distraídamente con una mano la superficie de su escritorio. Mira la mano y el movimiento y su impulso es ir a darle la vuelta al escritorio hacia el otro lado. Traga saliva.

—Así que aquí trabajas... —Francia sonríe un poco más, relamiéndose

—Finge que es la primera vez que estás aquí, Frog —Le sostiene la mirada, con el corazón acelerado.

—Hace tiempo que no estabas lo bastante histérico como para llamarme Frog —Francia se ríe.

—No te llamo Frog cuando estoy histérico.

—Me llamas Frog en múltiples escenarios.

—Porque ese debería ser tu nombre —sonríe malignillo.

Se le acerca del todo a ver si le borra la sonrisa un poco. Inglaterra levanta la barbilla, pero vuelve a tragar saliva.

—Petit lapin podría ser el tuyo —le intenta aprisionar y arrinconar.

—Of course not! —se sube a la mesa, sentado.

—Mira los saltitos que das.

—What?

Manos a los muslos, el inglés las mira y se humedece los labios. Francia sonríe un poco más, acariciándoselos.

—No creas que no sé qué has venido aquí a e-espiar y te he... pillado —empieza Inglaterra.

—¿Y qué vas a hacerme...? —Francia levanta una ceja.

—Pues... hacértelo pagar caro.

—No sería la primera vez... —se humedece los labios así bastante obscenamente.

—Pero no así. Estás en la boca del lobo.

—Quizás el lobo esté en mi boca...

—No lo está —arruga la nariz porque se está saliendo de personaje.

—Podría estarlo—se encoge de hombros.

—Eres tú quien está en problemas —le pica el pecho.

—Moi? A mí me parece que el único que está en problemas eres tú.

—Tú eres al que han pillado con las manos en la masa.

—En la masa —le masajea hacia la zona de peligro. Inglaterra le pone las suyas encima—. Masa.

—¿Ahora solo vas a repetir palabras?

—Te estoy llamando masa.

—Masa... ¿Yo?

—Las manos en la masa... —Francia sonríe porque era un chiste.

—No es literal. Hacerte el graciosito no va a cambiar tu situación.

—¿Qué sí va a cambiarla?

—Nada, estás jodido —sonríe.

—Como te gusta esa idea —Francia sonríe de lado.

—P-Pues... eres mi enemigo —Se sonroja con eso.

—Es una fantasía sexual un poco...

—¡No es una fantasía sexual! —chilla—. Solo estás intentando molestarme

—Estoy intentando seducirte —Francia se ríe.

—P-P-Pues... pues... —Se sonroja aún más.

—Aha?

—No lo estás logrando —gira la cara.

—Ni un poco —besito en la mejilla.

—¡Pues no!

—Tendré que intentar con más fuerza.

—Eso no va a salvarte.

—¿Y cuál es mi castigo?

—Debería... encerrarte.

—En una celda contigo.

—¿Conmigo por?

—Porque es más divertido.

—Tal vez debería infringirte un poco de castigo físico para que notes que esto no es en esta línea que pareces creer.

—¿Castigo físico? —Francia le mira a los ojos.

Inglaterra le va a tomar de las bolas y... apretar un poquito.

—Angleterreeee —Cielos. Francia aprieta los ojos sin esperárselo

Se sonroja pero se ríe. Igual no se lo hace muy fuerte, venga, no lloriquees, Frog

—N-Nooon —protesta porque Francia es un llorón. Inglaterra parpadea sin saber si Francia protesta por estar en el papel o...—Ten cuidado con elloooos.

—¿Y si no?

—Voy a enfadarme.

—Uuuuh que miedo —aprieta un poco, tan sarcástico. Francia aprieta los ojos.

Inglaterra se ríe con esa cara y la verdad, alguien abre la puerta del despacho sin golpear (Porque es un poco como Belcebú este niño)

¡No me lo lastimes!

El inglés le va a soltar per lo va a meter un empujón que lo va a lanzar a dos metros, bajándose de la mesa.

—Oh... perdón —se disculpa el recién llegado.

—Ugh! —Francia protesta a la mano de Inglaterra y a la risa... y el grito con el empujón.

—¡Es que nadie sabe golpear las putas puertas! —protesta Inglaterra.

—Es que hemos oído voces y creía que alguien se había metido aquí a hurtadillas... ¿no se había ido usted a Wales?

—¿A Wales? —Inglaterra se sonroja, se arregla la corbata y fulmina a Francia por no cerrar la puerta con cerrojo. ¡Siempre hace lo mismo el muy exhibicionista!

Francia se ha enterrado el archivero en la espalda al salir volando y ahora mismo se duele con ello.

—Eso han dicho, que estaba usted en Wales.

—Bueno, pues es obvio que han entendido mal. ¡Y ahora salga de aquí, joven!

Obvio.

—Está en una junta privada con Míster France, entonces —asiente saliendo por la puerta—. Les diré a los demás.

—¡NO ESTOY TENIENDO UNA JUNTA PRIVADA CON MISTER FRANCE! ¡NO SE LO DIGAS A NADIE!

—Una sesión privada con su marido —Francia es que... sonríe con los gritos.

—What? —pregunta el chico porque de verdad no estaba diciéndolo con mala intención.

—WHAAAAAAT? NO! —le protesta a Francia—. NO. NO. NO —le protesta al chico—. ¡A TODOS LOS FINES PRÁCTICOS ESTOY EN WALES! —chilla empujando al chico fuera y cerrando con cerrojo.

—Pues tu marido sí que soy —Francia sonríe cruzándose de brazos.

—¡Pero no lo digas!

—Puedo decirlo porque es oficial.

—No, no puedes.

—Si llevo tu anillo al dedo, es toda una declaración.

—Eso no me importa.

—Ya hemos podido ver eso con el empujón que me has metido. Me va a salir un moretón.

—Llorica.

—Pues aunque me llames llorica, eres un bestia —se levanta la camiseta para verse la zona en cuestión.

—Seguro no tienes nada —ahí va a mirar también.

Si tiene una raya bastante roja y fea peque Francia es delicado y se estrelló contra el archivero... ¡y eres un bestiaaa!

—Eso no es nada —ojos en blanco.

—Sí lo es... —trata de tocarse pero no se alcanza.

—Claro que no, mira —Inglaterra le pasa una uña por encima de la piel arañándole un poco y dejándole otra marca similar.

—¡No me hagas más marcas! —Francia, que apenas y ve, igual se queja. Y se quita del todo la camiseta.

—Pues es que hacértelas es súper fácil, por eso no es nada.

—¡Pero me ha dolido un montón!

—Que va.

—Que sí. A ver intenta que se borren.

—Se te borraran en un rato.

—Pero perooooo... —lloriquea.

—Sí.

—Mañana va a estar morado, vas a ver.

—Ni te vas a acordar mañana.

—Que siiiii, que me va a doleeeer.

—Sí mañana te acuerdas prometo curártela.

—¿Hasta mañana?

—Yes.

—Pero Angleterre, me duele hoy —oooojos de chibi Francia.

Ojos en blanco.

—No me pongas esa cara... —le mete las manos por abajo de la camisa e Inglaterra se tensa con eso de golpe.

Francia levanta las manos para sacársela por la cabeza. Inglaterra traga saliva pero... coopera.

Le acaricia un poco el pecho con los dedos.

—A-A mí no vas a... dejarme marca —Baja la mirada hacia ellos.

—¿No?

—No.

—¿Por? —le hace un rasguñito.

—Porque a mí no se me quedan tan fácil.

—¿Y los besos? —le da uno en el pecho.

Le dan escalofríos.

—¿Y las mordiditas?

—Solo si son fuertes.

—No voy a morderte fuerte.

—Pues no.

—Quizás debería.

—A lo mejor te muerdo yo a ti, entonces.

—Oh, venga ya —Francia se ríe.

—Puro ojo por ojo.

—Que ojo por ojo va a ser —le da un besito en los labios.

—Pues si tú me muerdes... —susurra yéndose detrás.

—Yo te muerdo... —le muerde suavecito el labio. Inglaterra va a hacerlo también—. Mmmm —Francia mira que con esto no se queja nada.

Ya, ahora resulta.

Pues no, no se queja.

Solo faltaría.

El francés le abre el cinturón y los pantalones tan rápido... que casi parece que lo hace diario. Ah, que sí lo hace diario.

No lo hace, lo que hace es quitarle el pijama.

En la mañana, en las noches a veces le quita la ropaaaa.

Que va.

Claro que sí, ¡ni te creas que van a tener una vida sexual de todos los días posición de misionero en la cama!

Ah ¿no?

¡No!

Pues como ha perdido su toque...

¡No ha perdido nada!

No parece.

Quoiiiii?!

Pues mira, ya ves.

Eso es... eso... pero ¡mira que gratuito! ¡¿Cómo que ha perdido su toque?! No ha perdido nada.

Pues mira que aburrido ha sido esto. Solo te le has echado un poco encima y... claro que consigues lo que quieres pero...

ó/ò q-quoi? ha dejado de funcionar. Se separa un poquito del beso.

Inglaterra vuelve a irse detrás. Francia sonríe y le hace un cariñito en la mejilla, cerrando los ojos y volviendo a besarle, el inglés sonríe vencedor.

—Mmmm —es que le acaricia la espalda antes de subirse le encima para acostarle en su escritorio.

¿De espaldas?

Sí, con la espalda pegada al escritorio. El inglés se sube con él gateándole encima.

—Je t'aime —Francia le sonríe un poco, abrazándole con las piernas.

—E-Eres un tonto —Se sonroja. Francia sonríe estirándose hacia él.

—Hum... ¿tú crees? —cariñitos en la cara.

—Oui —responde en francés a pesar de todo.

—Debe ser un poco tu culpa... —El francés sonríe con esa respuesta.

—¿Por qué soy más listo que tú?

—Porque te quiero y me quieres... —Francia sonríe con eso.

—Yo no te quiero.

—¿Ni un poquito?

—No. Nada nadita.

—Bueno pues yo si te quiero —Francia saca el labio de abajo.

—Pues eres un tonto.

—Nah...

—Seh.

Francia le busca dar un besito. Ugh, maldito. Se lo daaaaa ojos en blanco.

¡No nos hagas ojos en blanco!

Se los hacemos a él.

¿¡Por darte un Beso?! Francia se separaaaa

Nah, por dárselo él.

Ah, entonces Francia vuelve al beso sin separarse del todo.

Ugh, maldito.

No nos hagas ¡Ugh!

Pues es queeee.

La verdad no creas que él no se quedó con ganas del compulsory.

Ñañaña. Pues a nadie le importa.

Jooooo, no seas malooo.

¡Jum! Bueno, vale, un poquito sí le importa.

Menos mal, gracias al cielo.

Pero poco.

Era un poco sarcástico lo de las gracias al cielo. Pero podrías dejar de distraerte y hacer lo que tienes que hacer, tú que todavía conservas el toque.

¿É-é-él?

Oui

E-ehm... P-Pero...

Pues ya que Francia lo ha perdido, tú no pareces haberlo hecho, mon amour...

Traga saliva.

Francia se estira un poco esperando a que el inglés haga lo que debe hacer, sonriéndole.

Se sonroja más bajando la mirada, viéndole de arriba y sonríe con esa mirada.

Inglaterra se tapa la cara con las manos, intimidado. Francia sonríe un poco y le abraza, así que se le esconde.

El francés le besa un poquito el cuello.

—No eres tan perfecto... —asegura el británico en un susurrito.

—Tan —Francia sonríe un poco más con eso.

—Taaaan como tú te crees.

—Yo no me creo perfecto...

—Sí que te lo crees.

—Sinceramente... creo que lo que se me sale por las grietas de las imperfeccione es lo que te gusta de mí.

—A-A mí no me gustas nada nadita.

—Entonces debo ser perfecto...

—¡NO!

—¿No te gustan mis imperfecciones? —Francia sonríe un poco.

—No me gusta nada de ti.

Saca el labio de abajo, pero sigue escondido así que no te ve.

—Bueno, vamos a ver... si hacemos esto —le mete mano—. Quizás empiece a gustarte...

Inglaterra da un salto y saca la cabeza. Francia sonríe medio maliciosillo.

—Vamos a ver... si ahora pongo la mano acá... —la pone con cuidado en... su zona especiaaaaaaaal.

—¡Noo! —chilla, dándole una palmadita en la mano para que le suelte.

—Oui... —le toma con la otra—. Anda, anda, has dicho que no te gusta.

—Nolohacesueltame.

Mueve los deditos e Inglaterra se queda todo teeeeenso y paralizado con la espalda súper recta como una espada.

Francia mueve la mano un poco más, hacia arriba y con mucha habilidad, de un solo movimiento fluido le baja el cierre de la bragueta.

Inglaterra mete hasta un gritito porque no es que esté calmadito ahí abajo.

Francia le sonríe un poco y mete un dedo por ahí abriéndole el cinturón y el botón del pantalón con la otra mano.

Se aparta un poco.

No le dejaaa.

—Ehh, ehh. Me estás demostrando como es que no te gusta...

—Pues ¡si me gustara te dejaría hacer!

Francia frunce un poco el ceño Inglaterra vacila con esa cara.

—¿Y no te gusta? —Le mira a los ojos.

Niega sonrojándose. Francia se muerde el labio seductoramente.

Es que tiene que desviar la mirada. El francés levanta una mano y le acaricia la cara, así que vuelve a mirarle.

—Hazme el amor.

—I-I... —Se sonroja un montón con eso.

Francia se abre sus propios pantalones e Inglaterra se queda sin aire de verle hacer eso.

—Anda, ven aquí — Le sonríe, bajándoselos.

Es queeee tiene que apartar los ojos para volver un poco en sí mismo.

Francia tira un poco de él, que se deja acercar y el francés le besa.

Le devuelve el beso como si le faltara el oxígeno y el fuera la botella. Francia le abraza de la cintura y profundiza el beso.

Pues es que solo estabas molestándoleeee.

Que va!

Siiii

Esta vez, Francia nos e le separa. Inglaterra tampoco, la verdad.

¡Menos mal!

¡Pues!

Francia dice que esta vez ha costado un poco más de lo debido.

Por malo.

Que noooo.

Pues solo le molestaba.

¡Que noooo! Francia va a ponerse la camiseta de Inglaterra solo para… que todo sea más evidente.

Inglaterra no se entera, la verdad, al menos por ahora. Creo que él ha ido a buscar la camisa que tiene ahí guardada para emergencias.

Claro, como eso no es obvio. Francia cuelga su camisa en la lámpara solo para que se vea que él estuvo ahí.

—¿Vamos?

—¿Eh? Yes, yes... ¿lo tengo todo?

—Estas muy guapo —Francia le mira de arriba abajo.

Se sonroja con eso pero sonríe un poquito de evidente mejor humor. Besito en los labios.

—Anda, vamos a que arregles el mundo antes de que se mueran sin ti —le abraza de la cintura por la espalda.

—E-Eres un tonto y tal vez sí se mueran sin mí, aunque te burles.

—No me burlo de ti, me burlo de ellos.

—Ya, claro.

—¡Que sí!

—Nadie te cree.

—No, tú no me crees.

—Porque nadie lo hace.

—Es absurdo ¿Por qué querría solo molestarte a ti y no molestarles a ellos?

—Pues porque... yo soy yo.

Francia se ríe, empujándole hacia la puerta y ahí están esperando a Inglaterra para su horror.

—Ohhh... Allò.

Inglaterra empuja a Francia dentro del despacho para esconderlo con una CARA DE CULPABLE...

¿En tu despacho otra vez con todos los secretos?

Ugh. Sí. Ugh.

Francia parpadea y se ríe... yendo a curiosear y a Inglaterra se lo llevan corriendo, claro.

Francia termina saliendo de ahí unos minutos más tarde... robándose cosas secretasssss

Nuuuuuu

Siií pero con amor.

Ugh ugh ugh ugh. ¡Eso no le importa a nadie!

Le importa a Inglaterra.

¿L-Lo del... amor? B-Bueno, un poco.

¿Ves? Así que no le importa... que se robe cositas.

¡Sí que le importa!

Va a devolvérselas. A ponerlas en su casa en donde no van, a ver si se da cuenta.

¿En su casa?

Pues... en donde pueda poner este patito de metal que tiene en su oficina y este barquito...

¿¡Porque tiene que desordenarlo todo!?

Para molestarle porque se lo han llevaoooooo

Ugh. Bueno, no hay nadie para impedírselo porque tiene que arreglar este asunto.

Ya, ya lo sabemos ❤ tan solidario con sus hermanos.

Más bien con su país.

Pues Mylord England, ya que tienes tal amor por tu país y por el reino unido, aquí está la lista de cosas que debes decirles a tus hermanos que se han decidido son las medidas para controlar el problema.

Ugh, van a estar protestando de aquí al puto fin del mundo.

Eso también. Hay información para usted también, mylord.

Ahora la leerá toda, no le instes a leer lo suyo antes. Eso no tendría ninguna gracia.

Pero hala... Vaya, vaya, que es urgente empezar a tomar acciones

—What? What? —mira a la gente del parlamento con los papeles en las manos aun abiertos.

—Que necesita ir ahí y explicarles a sus hermanos.

—Ah, yes, yes, solo quería repasar primero... para estar seguro.

—No mylord, no hay tiempo —le empujan un poco.

—¿Cómo sabré que lo he entendido?

—SI tienen dudas, pueden preguntar, pero preferimos que todos tengan la misma información a la vez.

—Esto no nos va a gustar a los demás tampoco, ¿verdad? Ya he dicho que Scotland se va a oponer a esto.

—Posiblemente no, mylord, pero no vemos opciones.

—Ugh, me están mandado al paredón, gentlemen.

—Usted es el pilar de este parlamento, mylord.

La FULMINACIÓN

—D-Disculpe, mylord —El hombre traga saliva. Inglaterra suspira y ahí se va con los papeles a la sala igualmente leyéndolos un poco en diagonal mientras camina.

Pat pat. Para cuando vuelve Francia ya está ahí.

WTH?

¡Pues tú has tardado con los niños del parlamento!

Pues estaban hablando.

Lo sabemos.

Bueno, pues ahí entra, y cuando ve a Francia es que nota su camiseta y se sonroja. Francia le guiña un ojo, haciéndole sonrojarse más, ¿Puedes parar?