Autora: N3k00-Ch4N.
Referente: blenselche.
Fandom: Adventure Time u "Hora de Aventura" como se lo conoce en Latinoamérica.
Género: Drama, Adventure, Romance y Fantasía
Parejas: Finncest/Fern x Finn, leve Bubbline y otras parejas random podrían aparecer en esta historia.
Advertencias: Muerte de algunos personajes, ligeros cambios en cuanto a la trama original y alucinaciones.
Nota: Ha pasado ya un largo tiempo desde que intenté escribir fanfics para el fandom de "Adventure Time". Recientemente he retomado la redacción del fanfic "The Good Boy & The Guitarist" por dónde lo dejé, pasa que ideas tenía y de sobra, el problema es que no encontraba la forma de ensamblar todo y crear capítulos que lograran impactar a los lectores así que por ese motivo fue que colgué la historia y me dediqué a otras cosas.
Pero, ahora que estoy temporalmente liberada, vuelvo al fandom para compartirles un nuevo fanfic que se me ocurrió apenas termine de traducir el viejo y descartado fanfic "Keep Yourself" del usuario de Tumblr y AO3, blenselche. Hice todo lo que pude porque me quedara lo más fiel posible a la trama original pero, no lo logré, además, en un principio pensaba publicar este proyecto como una continuación de la historia que realizó este usuario, pero considerando que quizás no encajaría del todo con la trama, decidí publicar esto a parte a modo de long-fic [no podríamos llamarlo one-shot porque sinceramente, no es breve]
Puede que también haga mención a otros trabajos de blenselche que le hacen continuación a "Keep Yourself" y que haya usado para darle mayor sentido y estructura a este long-fic.
Sin más que decir, espero que les guste. Cuando pueda publicaré la versión traducida en inglés para quienes no puedan leerla en español, tengan paciencia, por favor.
"Adventure Time" no me pertenece ni sus personajes, todo es producto de la mente de Pendleton Ward, el universo de "Keep Yourself"es propiedad de blenselche pero la mayoría de lo escrito en este long-fic es de MI propiedad.
Antes de comenzar a leer el fanfic, quiero aclarar que está situado en los hechos ocurridos en el último episodio de la décima temporada: "The Ultimate Adventure".
Ahora sí, no tengo nada más que decir… ¡A TRABAJAR!
En un futuro lejano, aproximadamente mil años después del desenlace de la Gran Guerra Goma, la Tierra de Ooo ha cambiado radicalmente. Dos aventureros, Shermy y Beth, están tendidos en el césped disfrutando de una épica batalla de beatboxing tras hacer un picnic. Las sobras estaban sobre una manta roja junto con una botella de refresco.
-Jaja, lo estás haciendo mal. Así-le dijo Shermy a la gigantesca criatura híbrida de un perro y un lluviacornio mientras beatboxeaba una vez más, enseñándole cómo debía hacerlo. Beth resopla en vez de hacer beatbox.
-Shermy, en serio, esto es una tontería-comentó Beth mientras se levantaba, Shermy se movió de la panza de la lluviacornio-perro y se sentó en su pierna mientras ella ponía su pata alrededor de sus hombros-el Beatboxing es para bebés-
-¡No, no lo es!-dijo Shermy-soy un hombre-añadió usando una voz robótica.
-No lo sé, pero deberías empezar a pensar en tu futuro-le aconsejó Beth. Shermy finge un infarto y cae de espaldas sobre el césped, luego abrió los ojos y observó a un alienígena gris con una corona idéntica a la de la Dulce Princesa, sentado sobre el césped, sosteniendo un vaso en sus manos.
-¿Qué hay de ti, Princesa Zip? ¿Cuáles son tus metas?-preguntó Shermy, el alienígena, desde luego, respondió en su idioma nativo-¡ja! ¡la Princesa Zip tiene una mente única!-de pronto, el suelo comienza a temblar. Ambos aventureros se percatan de la presencia de un Guardián de Bolas de Premios a lo lejos, custodiado por un futurista Banana Guardia volador-¡el Guardián de Bolas de Premios ha regresado!-la Princesa Zip sale volando a toda prisa, disparada a lo lejos, como un cohete-¡vamos por él!-añadió mientras apretaba un puño contra su propia pata. Poco después, ambos amigos corren por las Tierras de Césped hasta acercarse al gigantesco Guardián-¡toma esa roca!-le ordenó a Beth quien utiliza su poder de teletransportación desde su ombligo para teletransportar la roca justo frente a ellos, el gato salta desde la cabeza de Beth hasta la roca, toma una cuerda de su morral y la amarra desde un extremo de la roca hasta el lado opuesto donde había un árbol. Una vez que terminó, volvió su mirada hacia el Guardián de Bolas de Premios-¡ahí viene!-el Guardián camina entre el árbol y la roca. Su pie se atasca por un segundo, pero la cuerda se desata y el Guardián de Bolas de Premios sigue su camino, Shermy se ríe-¡vaya! ¡mis nudos apestan!-el Banana Guardia volador, empuñando su arma, se da la vuelta y mira al gato que está en el suelo junto a Beth-sí, te veo-
-Hey, Sherm ¿has visto esto?-le dijo Beth a su amigo.
-Nope.
-Parece que el Guardián desenterró algo-en la huella dejada por el Guardián de Bolas de Premios, los aventureros recuperan un viejo y oxidado brazo mecánico que alguna vez le perteneció a Finn. Shermy lo miró asombrado y lo tomó para observarlo de cerca-¡es hermoso! llevémoslo a casa y aprenderé sobre él con mi cerebro-
-¡Tú y tu cerebro!-dijo Shermy mirando a la cachorro-lluviacornio. Tras el descubrimiento, ambos caminaron de vuelta a su hogar, antiguamente conocido como la residencia de Marceline la Reina Vampiro, la cueva no cambió mucho en esos mil años pero la antigua casa de Marceline sí, está decorada con luces navideñas en el exterior, hay un sofá rosa oscuro en la plataforma de madera, jaulas de langosta y una capsula de buceo. Shermy y Beth entran mientras el gato canta «En una isla tropical», ya dentro, salta a las estanterías y corre entre ellas mientras Beth se acerca a un escritorio para extraer de su ombligo la antigua prótesis robótica de Finn y la coloca sobre el escritorio. Su casa, rebosante de historia, deja traslucir las muchas transformaciones que ha experimentado Ooo-¡parece tan antiguo, Beth! ¿De quién crees que es... o era?-le preguntó a su amiga mirando el brazo robótico desde su posición.
-No tiene marcas ni nada-contestó Beth sin dejar de examinar el brazo utilizando sus avanzados conocimientos sobre artefactos antiguos. En eso, descubre unos débiles grabados que parecen las iniciales «F.M.». Esto los lleva a la conclusión de que perteneció a un héroe del pasado-creo que deberíamos encontrar al Rey de Ooo y preguntarle-
-¿Qué? Beth, el Rey de Ooo es sólo un mito...-exclamó el gato-¡vamos, Beth!-
-Eso es lo que yo pensaba también, pero estuve investigando en la biblioteca...-dijo la cachorro-lluviacornio solo para ser interrumpida por su pequeño amigo felino.
-¡Nooooo! ¡La biblioteca no! ¡No puedes obligarme!-protestó Shermy. Al parecer, el gato odiaba la biblioteca, al igual que Finn hace muchos años atrás.
-Shermy, aquí tengo el libro-lo tranquilizó Beth mientras sacaba un libro con tapa lavanda-ya lo he revisado-el título del libro decía «Realeza de Ooo» por Princesa T., indicando que fue la Princesa Tortuga quien lo escribió, Shermy saltó y aterrizó de nuevo sobre la cabeza de Beth quien procedió a abrir el libro, el cual muestra un holograma de una montaña-dice que se supone que él vivió en una cueva en la cima del Monte Cragdor-
-¿En serio?-preguntó Shermy, Beth sólo murmuró en respuesta.
-Se supone que ha vivido un largo tiempo.
Al día siguiente, Beth y Shermy salen de su hogar y emprenden un viaje hacia el monte Cragdor en un intento de encontrar al «Rey de Ooo» al que muchos consideran un mito. Tras caminar durante un largo rato, ambos aventureros estaban ahora subiendo la montaña, bueno, Shermy iba saltando por las rocas mientras que Beth era la única que caminaba hacia arriba.
-¡Vamos, Beth! ¡Camina, camina, camina!-el pequeño gato blanco apresuró a su amiga sin poder contener su emoción, salta al ombligo de Beth, teletransportándolo más arriba del sendero-¡vamos, Beth! ¡camina, camina, camina!-
-Está bien, está bien. Ya voy-le dijo Beth con un tono de voz tranquilo. Sólo les llevó unos minutos pero consiguieron llegar a la cima de la montaña.
-Lo logré. ¡Lo encontré! El Rey de Ooo-le dijo Shermy a su amiga una vez que llego a la cima de la montaña. En lugar de la representación canónica, el Rey se revela como un solitario y ancestral BMO.
-Bienvenidos, amigos. Los estaba esperando-los saluda BMO cordialmente, aunque con un deje de tristeza-por mi radar de proximidad jejeje-añadió expresando alegría por conocer a alguien interesado en el pasado-pasen-
Ambos aventureros entran a la guarida de BMO, este enciende la luz y se puede ver que es una mezcla de museo y taller, lleno de reliquias interactivas, artefactos y hologramas de tiempos pasados, entre ellos: Un cuadro de un anciano y majestuoso Hombre Banana, la estatua del Rey de Ooo de Kim Kil Whan, la caja de música de Margaret, la espada de sonido de Limonagrio, la Lluviacornicopia, la gema estrella de la Princesa Grumosa, el skate del propio BMO, el diente de oro de Jake, la lámpara de la Princesa Flama, las pelotas de playa de James Baxter, el sombrero de Jake de «El Tren Calabozo», parte de uno de los cables de conexión de Betty, el reloj de la casa del árbol de Finn y Jake (ahora averiado), etc.
-¡Vaya! Rey de Ooo, ¡debes de ser rico!-comentó Shermy observando las reliquias.
-Si, ese soy yo-respondió BMO mientras caminaba hacia un pequeño juego de té y sacaba una silla-estoy seguro de que tienen mucha sed después de un largo viaje...-detiene su frase al oír que algo se rompe en la habitación.
-Whoops-se disculpa el pequeño gato blanco, que ahora llevaba la vieja camiseta gris de Marceline, un par de gafas y una banda amarilla alrededor de su cuerpo-este lugar es una locura-corre hacia el viejo cuerpo de AMO-¿eh? ¡esto es una locura!-
-Por favor, ten cuidado con...-pidió BMO pero fue interrumpido cuando algo se rompió en la habitación.
-Lo siento, señor-se disculpó Beth-mis grandes pies-
-Hey, Beth ¡mira! ¡yo también soy una princesa!-le dijo Shermy a su amiga mientras más cosas caían y se rompían.
-Shermy...-lo regaño la ex princesa del Reino Cachorro.
-Creo que está bien.
BMO abandona la escena lentamente.
-Ten cuidado... estas cosas no son nuestras-le advirtió Beth a Shermy mientras sostenía el cráneo del Sr. Zorro el cual se resbala y cae al suelo-woops. Oh...-
Una puerta cruje al abrirse y el viento invernal entra en la habitación.
-Bueno, adiós-dijo BMO de forma cortante.
-Oh, no, no...
-Diviértanse al otro lado de esta puerta-les ordenó BMO.
-Pero... hemos venido a preguntarle algo-le dijo Beth al robot mientras mete una de sus patas dentro de su ombligo.
-No, no se preocupen. Por favor, dejen...-Beth toca la cabeza de BMO con el brazo biónico de Finn-¿eh?-se quita la corona y la barba falsa y recoge el brazo.
-¿Lo reconoces?-preguntó la cachorro-lluviacornio.
-Sí...-respondió BMO-perteneció a mi mejor amigo ¡Fred!-
-¡Fred!-exclamó Shermy emocionado.
-No... espera, no era Fred. Se llamaba...-el robot se fija en la marca «F.M.» en el brazo biónico y le viene un recuerdo a la mente-¡Finn! era un héroe increíble, y estuvo aquí hasta el final. ¿Conocen la Gran Guerra Goma?-preguntó mientras Beth y Shermy se sentaban en el suelo. Shermy niega con la cabeza mientras Beth cierra la puerta de la cueva-¡pues prepárense para que se les erice el cabello!-
Ambos relatan historias de Finn, Fern y sus esfuerzos durante la Gran Guerra Goma. Mediante proyecciones holográficas y recreaciones animadas de su banco de recuerdos, BMO ilustra la camaradería y la lucha de los héroes de antaño...
Hace mil años atrás…
Según la versión de los hechos de BMO, en el pasado, Finn, Jake y Fern se encuentran en una misión de reconocimiento de la Dulce Princesa. Salen por el bosque, y antes de separarse Finn llevó a Fern a una zona apartada del bosque para que Jake no se diera cuenta de lo que iban a hacer, una vez allí acorraló a Fern contra un árbol y no deja de sentirse inseguro, acto seguido unen sus labios con agresividad. Tras separarse, Finn deposita un beso en la mejilla de su Otro yo.
-Ten cuidado ahí fuera-le dijo Finn a Fern con gesto de preocupación.
-No necesitas decírmelo, puedo defenderme solo-dijo Fern burlonamente.
-Lo sé, es decir, ambos lo sabemos pero... no sé qué voy a hacer si te pierdo-dijo el adolescente humano dejando las bromas a un lado.
-Oye, no me vas a perder. Estamos enlazados después de todo, ¿lo olvidaste?
Finn asintió, dándole a entender a Fern que no lo había olvidado. Fern lo observó con cariño y luego salió corriendo con un guiño hacia Gumbaldia; sin embargo, sutiles indicios de sus persistentes inseguridades salieron a flote... dudó antes de tomar una decisión y de vez en cuando miraba a Finn en busca de consuelo.
Finn, sintiéndolo, le tendió su espada de Pesadilla.
-Puedes con esto-simplemente le dijo, y Fern apretó la empuñadura con una mezcla de sorpresa y gratitud.
Finn regresó con Jake, y luego se dirigieron al campamento militar de Bonnie, pero mientras se dirigían hacia allí, Finn descubrió al Hombre Normal, Betty y Maja flotando silenciosamente sobre el campamento, observando todo esto a través de unos binoculares. Jake intenta tomar los binoculares para saber que estaba observando el chico.
-Oye, sólo...
-Déjame...-le dijo Jake. Gruñe y ve a través de los binoculares-Maja tiene humo saliendo de ella-
-¿Crees que están con los Gumbaldianos?-le preguntó Finn a su hermano adoptivo.
-No lo sé, pero me están asustando-el Hombre Normal, Betty y Maja desaparecen-supongo que será mejor que se lo digamos a la Dulce Princesa, ¿eh?-
-Sí, supongo-dijo Finn dando un suspiro.
-Hey viejo, ni siquiera te preocupes por todo esto de la guerra. Sé que encontraremos una manera de resolver esto-dijo Jake en un intento de animarlo-¡vamos! ya verás-
Jake se estira llevando a Finn a la tienda de comando de la Dulce Princesa, donde ella (vistiendo una armadura magenta y una capa azul oscuro) está repasando sus planes de batalla con sus aliados, entre ellos Marceline, la Reina Flama, la Maga Cazadora, Limonagrio, la Princesa Grumosa, el Duque de la Nuez, Pan de Canela, el Coronel Maíz Dulce y Arcoíris.
Cuando Jake y Finn entraron, el grupo dirigió su atención hacia ellos. Bonnibel enarcó una ceja.
-Finn, Jake. Llegan tarde. Estaba a punto de analizar los movimientos de las tropas...-dijo la Dulce Princesa pero fue interrumpida bruscamente por Finn.
-Princesa, espera-dijo Finn aun recuperando el aliento-vimos algo, arriba en el cielo. El Hombre Normal, Betty y Maja, estaban observando el campamento... pero luego simplemente desaparecieron-
La expresión de Bonnie cambió, su mente analítica inmediatamente diseccionó la información.
-¿Estás seguro de que fueron ellos?-preguntó considerando las implicaciones.
-Sí-confirmó Jake, estirando su brazo para recuperar los binoculares de Finn y arrojándolos sobre la mesa-Maja incluso tenía humo saliendo de ella. Súper espeluznante-
-Eso es alarmante-murmuró la Reina Flama, su aura llameante se encendió fugazmente-el poder de Maja no es broma. Si nos están espiando, podría significar que las fuerzas de Gumbald están planeando algo grande-
-O están haciendo de las suyas. Betty es impredecible, y el Hombre Normal es... bueno, el Hombre Normal-intervino Marceline.
Bonnibel se golpeó la barbilla, sumida en sus pensamientos.
-En cualquier caso, tenemos que estar preparados. Esto complica las cosas-se volteó hacia la Maga Cazadora-¿puedes detectar magia en el área donde fueron vistos?-
La Maga Cazadora asintió, con la mirada distante mientras comenzaba a concentrarse.
Finn le lanzó una mirada a Jake.
-Supongo que esto significa que las cosas están a punto de complicarse aún más, ¿eh?
Jake soltó una risita nerviosa.
-Ya lo creo. Pero oye, al menos tenemos al equipo ganador ¿no?-señaló a la sala, ganándose unas cuantas miradas de escepticismo por parte de los aliados más estoicos.
La Dulce Princesa volvió a centrarse en la sala.
-Abordaremos este avistamiento después de la sesión informativa principal. Por ahora, asegurémonos de que nuestras tropas estén preparadas para cualquier cosa-señaló un mapa y el grupo se acercó, listo para planificar la batalla que se aproximaba.
De vuelta en el futuro, Beth y Shermy siguieron escuchando lo que BMO les estaba contando.
-Así que la Princesa era la madre de su propio tío, y eso lo enfadó. Pero ella tenía amigos, y él tenía amigos, así que decidieron tener una fuerte pelea... la mayor pelea que Ooo jamás había visto-dijo el robot mientras se activaban proyecciones holográficas de la Dulce Princesa explicando detalladamente los preparativos de la batalla.
-Entonces está decidido. Al caer el mediodía, cuando el sol esté en su punto más alto, los Batallones Banana tres y cuatro iniciarán la operación «Cierra la Puerta», formando una tenaza alrededor de las legiones inferiores expuestas de Gumbald, aislando su retaguardia y...-explicó la Dulce Princesa pero es interrumpida por el Duque de la Nuez.
-¿Disculpa? Con permiso. Princesa, si me permite. Creo que tengo un plan que pondrá fin a todo esto esta noche. Sólo necesito un cuchillo Bowie, una moto de nieve, un paracaídas, guantes de goma y...-no pudo terminar la frase ya que fue interrumpido por Limonagrio.
-¡Terrible, mm! ¡Terrible plan!... ¡mmm! ¡no!-gruñó Limonagrio.
-Pero, pero mi...
-¡Este es mi plan! ¡Globo de aire caliente!-gritó Limonagrio, su tono estridente resonó en la tienda mientras agitaba los brazos de forma dramática.
La Dulce Princesa se masajeó las sienes, su voz cargada de autoridad entró en escena.
-¡Oye! Ahora no es el momento. A menos que ganemos esta pelea hoy, todos nos daremos un buen baño de esponja al estilo Mentita en la salsa de lobotomía extra fuerte del tío Gumbald, ¿entienden?
Mentita, ahora metamorfoseado a un bebé, tropieza delante de ella y se cae de la mesa.
-No-refutó Limonagrio.
-En realidad no-dijo el Duque de la Nuez mostrando desacuerdo.
Unos pitidos llaman la atención de todos. Una Persona Pastel, fuera de su tienda, los está espiando con una cámara, probablemente fue enviado al campamento del ejército dulce con el propósito de robar las tácticas de Bonnie para que Gumbald pueda tomar ventaja de esto y utilizarlas en su contra.
«Batería baja. Por favor, conéctese a la corriente...» dijo una voz en off proveniente de la cámara.
-¡ALERTA DE INTRUSO!-gritó uno de los Banana Guardias, irrumpiendo en la tienda y sobresaltando a todo el mundo. La Maga Cazadora salió de la tienda luego de que el Banana Guardia entrara, sacó una de sus flechas y la disparó cerca de la Persona Pastel mientras le gruñía.
-¡Whoa!-murmuró Shermy, con los ojos muy abiertos mientras asimilaba la historia-y luego ¿qué pasó? ¿MC logró capturar al espía?-
BMO negó con la cabeza.
-Tendrás que esperar y ver, Shermy. Es una parte muy emocionante, ¡jeje! pero antes, debes entender algo importante. Finn y Fern... estaban en medio de este caos, luchando no sólo por Ooo, sino también el uno por el otro.
-¿A qué te refieres con "el uno por el otro"?-preguntó Beth, ladeando su cabeza con curiosidad. BMO rió suavemente mientras el holograma se encendía de nuevo.
-Todo a su tiempo, amigos. La Gran Guerra Goma fue algo más que una batalla... fue el comienzo de un nuevo capítulo en la historia de Ooo, uno que aún hoy da forma a su mundo.
La Persona Pastel huye gritando «¡Larga vida a Gumbaldia!» y la Maga Cazadora lo persigue. Pronto, la Persona Pastel grita, aterrorizando a Finn. Una vez que la Maga Cazadora incapacita al Gumbaldiano, Bonnibel gruñe destrozando la cámara que la Persona Pastel dejó atrás.
-¡Diablos! ¡ese maldito Gumbald acaba de espiar todas mis tácticas! no me deja otra opción. El ataque comienza ahora.
Mientras tanto en Gumbaldia, Gumbald se encontraba en su propia tienda viendo la grabación, y sus aliados estaban con él. Entre ellos se encontraba Fern, que portaba el cetro que la Maga Cazadora había hecho para él junto con la Espada de Pesadilla de Finn, no pudo evitar sentirse un poco culpable por haber ayudado a Gumbald con esto y sugerirle la idea de enviar a uno de sus aliados a espiar el campamento del Dulce ejército.
-¡Diablos! ¡ese maldito Gumbald acaba de espiar todas mis tácticas!-gruñó la Dulce Princesa, Gumbald puso el vídeo en pausa.
-Bueno, eso lo comprueba. Si lo sabemos, y ella lo sabe, y sabemos que ella sabe que lo sabemos (y sin dudas, lo sabemos) entonces sabemos que no tenemos opción. Debemos atacar ahora. Damas y caballeros, ¡a la guerra!
Llega el amanecer y los Banana Guardias se apresuran a llegar al campo de batalla, preparándose para la inevitable guerra. Apresuradamente se equipan con cascos y lanzas, su nervioso parloteo llena el aire. Finn estaba de pie cerca del borde del campamento, contemplando las lejanas colinas donde se reunían las fuerzas Gumbaldianas. Sus manos temblaban ligeramente, pero se aferró a su espada, con el rostro lleno de una mezcla de miedo y esperanza.
-Oye-una voz lo llamó desde atrás. Finn se volteó y vio a Fern de pie, ahora con una armadura Gumbaldiana, su figura tensa pero serena, su cetro y su Espada de Pesadilla brillaban siniestramente a la luz de la mañana. Por un momento, ninguno de los dos habló.
-Viniste-dijo Finn con voz tranquila.
-No es como si tuviera otra opción-respondió Fern encogiéndose de hombros.
-Fern...-Finn se acercó un paso, su expresión se suavizó-no tenemos que hacer esto. Todavía hay tiempo para pensar en algo, tal vez podamos hablar con Gumbald, tal vez...-Fern lo detuvo.
-Finn, no lo entiendes. Gumbald no tiene intención de hablar-la voz de Fern era firme pero no antipática con su Otro yo-no escucha a razones, está muy fuera de sí. No va a echarse atrás, digas lo que digas-
-Pero somos familia-argumentó Finn, su voz se quebró ligeramente-Bonnibel, Lolly, Chicle y Gumbald... son familia. Eso tiene que significar algo, ¿no?-
Fern apartó la mirada, su mandíbula se tensó mientras su cabello adquiría ahora un tono rojo intenso.
-La familia no siempre significa paz, Finn. A veces sólo significa que hay más en juego-vaciló, y luego añadió suavemente-ojalá pudiera ser diferente, pero... aquí es donde estamos ahora-
Finn bajó la cabeza, con el peso de las palabras de Fern sobre sus hombros.
-Es que... no quiero perder a nadie más-admitió, con la voz apenas convertida en un susurro. La mirada de Fern se suavizó un instante y extendió la única mano que tenía para acariciar la mejilla derecha de Finn.
-Yo tampoco-dijo en voz baja-pero tenemos que afrontarlo, pase lo que pase-
Permanecieron allí un momento, la tensión entre ambos fue reemplazada por una comprensión mutua. Luego, sin decir nada más, Fern se dio la vuelta y caminó hacia el campamento Gumbaldiano. Finn lo vio alejarse, con el corazón herido por una mezcla de tristeza y determinación.
Marceline desciende desde lo alto del campo de batalla y levita frente a la Dulce Princesa, quién está probando su Cuerno de Guerra mientras camina sin percatarse. Choca con los pies de Marceline, y ésta la mira.
-¿Puedo decir algo?-preguntó Marceline.
-Está bien-dijo Bonnie suspirando-sólo hazlo rápido, por favor-
-Bueno, sé que estás bajo mucha presión aquí, pero yo... sólo quiero pedirte que lo reconsideres. Quiero decir, no me gusta presumir mi sufrimiento, pero he vivido algo como esto una vez antes, y...-se puede ver un flashback de Marceline cuando era niña recogiendo a Hambo durante la Guerra de los Champiñones, frente a algunos edificios en llamas-no estoy dispuesta a ayudar a que todo vuelva a empezar-
-Lo entiendo, Marceline, en serio-le dijo la Dulce Princesa en un tono comprensivo, entendiendo a lo que la vampiresa se refería-pero es que no veo otra salida a esto. Mira, me tengo que ir-se aleja-hablaremos más cuando todo esto termine. Deséame suerte, ¿de acuerdo?-
-Buena suerte-dijo Marceline en voz baja, no pudo evitar sentir una ligera punzada dentro de su pecho.
-¿Y si la Princesa tiene razón en esto?-le preguntó Jake a Finn-tal vez ella vaya a patearle el trasero a Gumbald, y entonces las cosas volverán a la normalidad-
-No, viejo, ella está equivocada. Todo esto está mal. Incluso si gana ahora, esto no va a terminar nunca; puedo sentirlo-respondió el humano-es como si el mundo entero se hubiera vuelto loco, viejo. Como si viviéramos en, una, gran...-se da la vuelta y busca dentro de su mochila algo que pueda ayudarlo a evitar esta guerra.
-¿Finn?-preguntó Jake un poco preocupado por lo que su hermano planeaba hacer. Finn saca el Jugo de Pesadilla que la Princesa Pesadilla le entregó a Jake.
-Una gran pesadilla-exclamó mientras sostenía la botella.
-Oh, amigo. No estarás pensando en usar eso, ¿verdad?-preguntó Jake mientras alzaba sus orejas. Finn se giró hacia su hermano, con la mandíbula desencajada.
-Si es la única manera de detener esta guerra, entonces sí. Lo haré-miró hacia el horizonte donde los ejércitos del Dulce Reino y Gumbaldia se preparaban para colisionar-sólo espero que no sea demasiado tarde-
El sol se elevó sobre el campo de batalla, reflejando su luz en las armaduras de las tropas reunidas. Filas de Banana Guardias permanecían en posición de firmes, con sus lanzas en alto. La Princesa Grumosa flotaba ante la tropa de Banana Guardias, usando su propia armadura. La Maga Cazadora con forma de ave sobrevolaba a las tropas con una gélida mirada, el Coronel Maíz Dulce la observó y comenzó a gritar «¡Guerra! ¡guerra! ¡guerra!».
Las tropas la observaban con asombro, y algunos murmuraban entre ellos con nerviosismo.
-¡Banana Guardias 500, es su turno!-ordenó la Dulce Princesa, una caja de madera cercana se derrumbó, revelando un Guardia Banana armado y muy avanzado en su interior.
-Allá vamos-el Banana Guardia 500 asciende con un cohete, lo mismo hacen más Banana Guardias 500-en posición, señora. Nombre en clave, «Hermano de papá», se muestra irritable-
Mientras tanto, al otro lado del campo de batalla, Gumbald se encontraba en el interior de una enorme máquina de guerra robot pilotada, acertadamente llamado «El Pastel». Su imponente figura se alzaba sobre el horizonte, armada hasta los dientes. Gumbald observó a las fuerzas contrarias con desdén.
-¡¿Más bananas?! ¡Qué rara eres, Bonnibel!-se volteó hacia el panel de detrás de donde estaban Fern y Lolly; se acercó a una persona pastel-¡oye tú! dame tu almuerzo. ¿Tienes una banana aquí?-encuentra un limón-¿esto es una banana? ¡oye, sobrina!-
Gumbald arroja el limón al suelo, haciéndolo explotar con un rayo láser gigante de una vela, mientras otras Personas Pastel alrededor huyen al ver esto. Al ver esto, Limonagrio, quién está junto a la Dulce Princesa, escribe una nota y se la pasa.
"DES-HAZME, L."
Bonnibel gruñe y luego se trepó sobre unos Banana Guardias, de forma que quedó haciéndole frente a su tío.
-¡Lo haré! ¡haré sonar el cuerno de guerra!-hace sonar el Cuerno de Guerra pero es interrumpida por Finn.
-¡Espera!
-¿Qué?-preguntó, el Cuerno de Guerra deja de sonar-¡maldición, Finn!-
-¡Princesa! ¡creo que está hablando en serio! Quizás ahora se arrepienta. Por favor escúchame, hemos sido amigos por mucho tiempo-dijo Finn en un intento de razonar con ella. En la visión de Bonnie, pudo ver una imagen de su vieja amiga Shoko, sonriéndole, usando su brazo robótico. Frunce el ceño ante la repentina realización.
-De acuerdo, Finn. Le daremos una última oportunidad.
«El Pastel» [controlado por Gumbald] camina unos pasos hacia adelante y se detiene.
-¿Qué está pasando ahora?-dijo el hombre observando a través de un telescopio, vio a Bonnibel, Jake y Finn, quien está agitando un paño en un intento de llamar su atención-¡oh, vamos!-
-¡Aquí vienen!-exclamó Finn, Gumbald, Fern y Lolly salieron de «El Pastel» y se acercaron a ellos.
-Dense prisa. Quiero una guerra-dijo el hombre con un tono de voz frío.
-Tío Gumbald, exijo que disminuyas tus fuerzas ahora-le ordenó Bonnibel sin dejar de lado su tono autoritario. Gumbald se limitó a reír.
-Escucha lo que dices. Aún eres una niña, Bonnibel-comentó en un tono burlón. Tal comentario hace enojar a la Princesa.
-¡RÍNDETE O MUERE!-exclamó Bonnibel enfadada mientras señala con el dedo de forma acusadora a su tío.
-¡No!
-¡Hey, esa era mi señal!-protestó Jake. Como último recurso para detener la guerra, sacó el Jugo de Pesadilla que la Princesa Pesadilla les había dado a él y a Finn.
-Jake, ¡¿qué estás haciendo?!-gritó Finn, pero ya era demasiado tarde.
Una niebla color rojo oscuro salió de la pequeña botella, envolviendo a Finn, la Dulce Princesa, Gumbald, Fern y Jake. En un instante, la niebla los sumió a todos en un sueño alucinógeno, y sus cuerpos cayeron inertes sobre el campo de batalla. El mundo que los rodeaba se disolvió en una pesadilla vívida y surrealista a medida que el Jugo de Pesadilla se apoderaba de ellos, dejando el destino de la guerra -y de todos los participantes- pendiendo de un hilo.
-¡ESTÁN MUERTOS! ¡DE VERDAD ESTÁN MUERTOS!-gritó la Princesa Grumosa con pánico en la voz.
El reino de los sueños fue personalizado conforme al subconsciente de cada uno de los usuarios, afuera hay un bosque hecho de árboles de algodón de azúcar y algunos árboles secos de color verde con enormes ojos amarillos, las nubes en el cielo eran puntiagudas y también tiene ojos amarillos con sus pupilas de color celeste. En el centro del bosque, se encuentra un lago con cuatro canales que recorren los cuatro puntos cardinales, sobre una plataforma se yergue una especie de gigantesca figura que tiene seis brazos, cada uno sosteniendo mazorcas de maíz, seis piernas, enormes ojos brillantes y un rostro esquelético. Dentro, hay una sala de estar parecida a la de la antigua casa de Jermaine, Finn, la Dulce Princesa, Jake, Gumbald y Fern yacen allí, aún inconscientes. Al menos lo estuvieron durante unos segundos, hasta que todos se levantaron y miraron a su alrededor.
-¿Qué es este lugar?-preguntó Bonnibel-¿Finn?-
-¡Último recurso! Lo siento, princesa, pero estabas actuando como una completa loca ahí fuera-se disculpó Finn-ahora tendrán que resolver esto en el mundo inconsciente-
-Entonces, ¿esto es un sueño?-preguntó Gumbald confundido.
-Sí, viejo. Básicamente puedes hacer cualquier cosa en un sueño-respondió Jake, cerró los ojos, un sándwich apareció en su mano derecha, y empezó a comerlo. Al ver esto, Gumbald hace aparecer una maza.
-¡Ataque furtivo!-exclamó el hombre mientras sostenía la maza, dirigió su mirada a Fern-si los destruimos aquí, tal vez mueran en el mundo real-
-¡No si yo los destruyo primero!-exclamó Bonnie.
-¡Whoa, whoa!-exclamó Finn, levantando las manos-¡se supone que esto es una resolución pacífica de conflictos, no una batalla campal! Relájate, Gumbald-
Gumbald sonrió tenebrosamente, haciendo girar la maza mientras daba un paso adelante.
-Bueno, si esto es un sueño, no veo razón para no...
-¡Ya basta!-espetó Bonnibel con voz autoritaria, cortando la tensión. Se voltea hacia Gumbald, con una postura rígida y autoritaria-no estamos aquí para juegos. ¿Quieres comportarte como un niño? no hay problema. Pero vamos a resolver esto, aquí y ahora-crea una bazooka rosa-¡Bazooka de Amor! y esta vez, vas a escucharme. Da alto al fuego ¡o te golpearé con mi bazooka!-
Fern, de pie en silencio a un lado, finalmente habló, su voz baja y tranquila.
-¿Y si no quiere?-sus ojos demoníacos brillaban débilmente, reflejando el inquietante resplandor del paisaje onírico externo.
La mirada de la princesa se dirige hacia Fern y luego de nueva cuenta a Gumbald.
-Entonces supongo que encontraremos otra forma de acabar con esto-dijo en voz baja.
Jake, quien seguía comiendo el sándwich de sus sueños, murmuró entre dientes
-Amigo, esto se va a poner feo...
Una olla cercana se sacude y sale un poodle que canta, confundiendo a Gumbald, Fern y la Dulce Princesa.
-Menos mal que hay una bestia poodle que canta para alivianar la situación-dijo Finn con alivio. El poodle explota en luces de colores, pájaros y flores, encandilando a todos excepto a Gumbald, quien empieza a huir.
-Oh, este sándwich es demasiado para mi» comento Jake con un tono de voz nostálgico-a Jermaine siempre le gustaba compartir sándwiches-
De repente, como invocado por el tono nostálgico de Jake, una figura se materializó a su lado en el reino de los sueños. No era otro que Jermaine, con su aspecto tranquilo y sereno de siempre. Sin dudarlo, alargó la mano y le dio un bocado al sándwich de Jake.
-¡Mmmm! Gracias, hermano-le agradeció a Jake dándole un pulgar hacia arriba antes de apoyarse despreocupadamente en una de las distorsionadas paredes del paisaje onírico.
Afuera, los árboles de ojos amarillos se mecían expectantes, y la figura de seis brazos de la plataforma movía sus piernas esqueléticas, como esperando el primer movimiento.
-¡Voy a averiguar cómo despertarme y vengarme de ustedes, tontos durmientes!-exclamó Gumbald.
-Espera, ¿vas a dejarme aquí?-le preguntó Fern al hombre, sin creerse lo que estaba haciendo-creí que éramos amigos-
-Lo siento, ahora estás solo, niño. Así es como funcionan las cosas-dijo Gumbald antes de desaparecer por una chimenea.
Abrumado por haber sido abandonado, Fern hizo brotar unas raíces para poder aferrarse al suelo, su cabello que antes era de un tono rojo brillante, perdió su color hasta quedar de un marrón casi marchito, las flores en éste comenzaron a caer y perder sus pétalos.
-¡Está perdiendo el control! ¡está arraigándose al suelo!-exclamó Bonnibel al darse cuenta de lo que estaba haciendo Fern tras ser traicionado por Gumbald. Posicionó su Bazooka de Amor contra él-¡tengo que contener la amenaza! Listos, apunten...-
-¡NO!-gritó Finn apartando la bazooka rosa haciendo un hueco en forma de corazón en la pared-¡se supone que tienes que tener algún tipo de epifanía! no volarlo en pedazos-
Las raíces de Fern continuaron creciendo, sin control, mientras miraba fijamente el hueco en la pared.
-Confié en él... Confié en todos ustedes...-su voz, ahora grave y hueca, se abrió paso entre el caos.
Jake, que aún sostenía su sándwich a medio comer, dirigió su mirada entre Finn y Bonnibel.
-Sólo estoy pensando, pero quizá en vez de dispararle, deberíamos hablar con el pobre chico-sugirió el perro amarillo.
-¿Hablar?-Bonnibel titubeó con la Bazooka de Amor aun zumbando de energía residual-¡está destrozando este lugar, literalmente!-
Decidido, Finn dio un paso hacia Fern, cuyas raíces seguían extendiéndose por el suelo de la sala.
-Fern-lo tranquilizó, su voz se suavizó a medida que se acercaba a su Otro yo-escucha, no tienes que dejar que esto te defina. Gumbald te traicionó... a nosotros, lo entiendo. Pero no tienes que dejar que gane-sujeta su única mano entre las suyas-podemos solucionar esto, juntos-
Fern miro a Finn, su expresión ilegible mientras sus raíces retardaban su crecimiento.
-¿"Arreglar esto"?-murmuró-¡¿cómo?!-ahora gruñó-todo lo que siempre quise fue encajar... ser parte de algo, y ahora... no soy nada-
La figura esquelética de seis brazos se movió, sus ojos brillantes se clavaron en Fern. El suelo tembló apenas empezó a moverse, y dijo con una voz profunda y resonante.
«Nada... nunca es nada. Todo tiene un propósito».
Las crípticas palabras provocaron un escalofrío en todos los presentes. Finn enarcó las cejas.
-¡¿Qué demonios significa eso?!-preguntó a nadie en particular.
-Sí, sin ofender, pero ahora no es el momento para espeluznantes acertijos oníricos-añadió Jake, arrojando los restos de su sándwich a un lado.
Fern, sin embargo, se mostró paralizado por las palabras de la figura. Sus raíces empezaron a contraerse y el brillo verde de sus ojos se atenuó ligeramente.
-Propósito...-susurró.
Bonnibel bajó su bazooka y miró a Finn y Fern.
-De acuerdo... quizá podamos solucionar esto sin más explosiones-murmuró de mala gana.
Finn sonrió débilmente, extendiendo una mano hacia Fern.
-Te cubriremos la espalda. Déjanos ayudarte.
La habitación se sumió en un silencio incómodo mientras Fern miraba fijamente la mano extendida de Finn, el turbulento caos del reino de los sueños se apaciguó por primera vez.
-No necesito tu ayuda-le dijo Fern a su Otro yo, agitó su cetro, una tenue luz roja salió de la esfera roja mientras un capullo verde lo envolvía-voy a solucionar esto yo solo-Finn intento sacarlo del capullo sin éxito.
-¿Jake? ¡Ayúdame!-dijo Finn dirigiendo su mirada a su hermano.
-Quiero ayudarte, pero no puedo perder este trabajo-le contestó Jake, quien de repente vestía un traje de mesero.
-¡Mesero!-Jermaine chasqueó los dedos llamando la atención de Jake-¡oh, mesero! ¡me estoy muriendo de hambre aquí!-
-Ya voy-Jake suspiró ajustándose la corbata y se acercó a la mesa de Jermaine con una bandeja que de algún modo había aparecido en sus manos.
A pesar de las protestas de Finn, la Dulce Princesa decide perseguir a Gumbald. El capullo de Fern se rompe, transformándose en un pájaro-pterodáctilo, con las alas brillando tenuemente con la misma espeluznante luz roja que su cetro.
-¡Fern, no hagas esto!-suplicó Finn, pero la criatura no respondió. Con un chillido desgarrador, batió las alas y se lanzó al aire, volando hacia el horizonte interminable y surrealista-¡Fern!-gritó con el corazón desbocado. Apretó los puños y cerró los ojos, concentrando su voluntad. En el reino de los sueños, todo era posible-si no va a detenerse, ¡entonces tendré que atraparlo!-
El cuerpo de Finn empezó a cambiar y a encogerse, brillando con una suave luz azul. Momentos después, se transformó en una mariposa con grandes y radiantes alas que brillaban bajo la extraña luz del reino de los sueños. Batiendo las alas, se elevó en el aire, siguiendo el rastro verde y rojo dejado por Fern.
A medida que las dos figuras desaparecían en el cielo, los árboles de ojos amarillos se balanceaban de forma inquietante, siguiendo con la mirada la persecución. Detrás de ellos, la figura esquelética de seis brazos se movió una vez más y sus ojos brillantes se entrecerraron con anticipación. La figura esquelética del centro del paisaje cambió de postura, como si también estuviera esperando a que ocurriera algo significativo. El extraño bosque se mecía, sus árboles de ojos amarillos tarareaban una melodía sobrenatural.
Y de pronto...
Click.
La pantalla se oscureció, parpadeando brevemente antes de apagarse por completo.
-Whoa ¡espera, BMO!-exclamó Shermy, recostado en el suelo, con la mitad de su pequeño cuerpo apoyado en la pierna de Beth-¡¿qué pasó con el resto de la historia?!-
BMO, ahora más viejo y un poco más desgastado, pero aún lleno de vida, se acercó sosteniendo una cinta VHS en una mano.
-Oh, no, ahí se acabó la cinta-dijo BMO, con su voz robótica teñida de un deje de pesar-es una grabación antigua. El resto de la secuencia del sueño podría estar en otra cinta-
Beth, quien había estado afilando sus garras contra una roca cercana, se detuvo y le dedicó a Shermy una sonrisa burlona.
-Parece que tendrás que usar tu imaginación, Shermy-dijo, sonriendo burlonamente.
-Pero necesito saber qué pasó después-protestó Shermy, cayendo al suelo dramáticamente-¿acaso Finn salvó a Fern? ¿la Dulce Princesa capturó a Gumbald? ¡¿Jake dejó de ser un mesero?!-
BMO rió suavemente, colocando el cassette de nuevo en su compartimento.
-Paciencia, Shermy. La respuesta no está en esta cinta... pero quizá esté en otra parte. Las historias de aventuras tienen su modo de continuar, aunque los detalles se pierdan con el tiempo.
-Esa es una respuesta tan BMO-gimió el pequeño gato, sentándose con un suspiro exasperado.
Beth puso los ojos en blanco pero sonrió.
-Oye, no es como si no tuviéramos suficiente ya. ¿De verdad quieres enfrascarte en la historia antigua?
Shermy se cruzó de brazos pero no pudo ocultar su curiosidad.
-Sí, quiero. Quiero decir... ¿acaso no te preguntas cómo era todo en aquel entonces? Finn y Jake, la Dulce Princesa, Marceline... todos esos héroes legendarios. Vivieron todas estas cosas locas e increíbles, y nosotros estamos aquí, intentando encajarlas como piezas de un crucigrama.
La pantalla de BMO parpadeó brevemente, mostrando una cara sonriente.
-Eso es lo que hace que el pasado sea tan mágico, Shermy. Está lleno de misterios, y algunos de ellos es mejor dejarlos sin resolver. Pero si tienes mucha curiosidad...-BMO hizo una pausa dramática-puede que tenga otra cinta en alguna parte-
Beth suspiró.
-En realidad no tenemos tiempo para otra sesión de cintas-le dijo la ex princesa del Reino Cachorro a su amigo-¿recuerdas el nido gigante de libélulas que se supone que tenemos que asaltar hoy? ¿O se te ha olvidado la parte en la que dije que probablemente nos comerán vivos si llegamos tarde?-
Shermy se levantó y tomó su morral.
-Bien, bien, tendremos una cacería de libélulas entonces. Pero luego de eso, volveremos aquí para saber qué pasó con el resto de la historia.
Beth sacudió la cabeza, pero no pudo evitar sonreír mientras seguía a Shermy hacia la puerta. BMO los vio salir, su pantalla parpadeó de nuevo, esta vez mostrando una imagen momentánea de Finn en su forma mariposa persiguiendo la silueta de pájaro-pterodáctilo de Fern.
-La aventura nunca termina-se dijo BMO en voz baja, antes de ponerse a guardar la cinta.
De nuevo en el reino de los sueños, Jermaine estaba consultando un menú en su mesa mientras Jake [todavía vestido de mesero] esperaba pacientemente a que hiciera su orden.
-Todo se ve bien-comentó Jermaine, Fern les grita, y Jermaine se fija en él-¿qué le pasa a esa ave? ¿por qué me miras, ave?-Fern se abalanzó frente a ellos volando con Finn persiguiéndolo-¡ave mala!-
-Todo el mundo tiene un doble menos yo-suspiró Jake mientras miraba a su hermano y a Fern.
-Yo seré tu doble-sugirió Jermaine en un intento de animar a Jake.
-Jermaine ¡eres el mejor!-exclamó Jake riendo y abrazando a su otro hermano, una vez que se separaron, ambos comenzaron a corretear felices como si fueran dos cachorritos otra vez.
Mientras tanto tras salir de la sala de estar dentro de la figura esquelética, la Dulce Princesa continúa persiguiendo a un sonriente Gumbald, con la ira y la rabia brillando en sus ojos.
-¡Basta, Gumbald!-gritó mientras ambos se zambullían en la boca de un Guardián de Chicle de pesadilla.
-¡Oye, tú!-le dijo el hombre a una Persona Sándwich-pellízcame ¡quiero despertar!-
-Gumbald, vamos a terminar esto aquí.
-Que así sea.
Tanto la Dulce Princesa como Gumbald crean un cepillo de dientes, batiéndose en duelo; al detenerse, ambos sufren una descarga eléctrica.
Por otro lado, Finn [aún transformado en mariposa] intenta confortar a Fern, que sigue gritando.
-Si pudieras calmarte y tranquilizarte, sería genial que fuéramos dos-Fern pierde el equilibrio y comienza a caer, volviendo a su forma original, y Finn también se transforma y atrapa a Fern antes de que se estrelle contra el suelo.
-¿Por qué no peleas conmigo como una verdadera mariposa?-preguntó Fern-además ¡esto NO es de tu incumbencia! este es MI propósito ¡no el tuyo, Finn!-se le quiebra la voz-¿por qué te importo siquiera?-
Finn lo miró, sus ojos llenos de compasión.
-Porque somos dos caras de la misma moneda, Fern. Y sé lo que es sentirse perdido. Pero no estás solo, ¿entiendes?-por un momento, Fern se quedó mirándolo, con la ira y la confusión parpadeando en sus ojos como una llama llena de compasión pero antes de que pudiera responder, un fuerte estallido resonó en el reino de los sueños, sacudiendo el suelo debajo de ellos-esto aún no ha terminado. Vamos, Fern. Acabemos con esto juntos-
Jake y Jermaine siguen riendo y corriendo juntos, cuando, súbitamente, aparece una puerta con forma de Finn en la pared.
-Finn, ahora volvemos-le dijo Jake al chico.
-De acuerdo-respondió Finn, sin cuestionar lo absurdo de la situación mientras se concentraba en Fern.
Jake y Jermaine se ríen y atraviesan la puerta juntos, y una vez que se cierra, aparece un ojo gigante en la pared.
-Muy bien, ¿qué estamos buscando?-le preguntó Jermaine a su hermano.
-Mm, no me lo puedo imaginar. Pero estoy bastante seguro de que Finn lo enterró aquí-respondió Jake mientras seguían caminando.
-¿En el centro comercial subterráneo de globos? ¿recuerdas lo mucho que los animales de globos solían alegrar a Finn?
-Si-dijo Jake.
-그래. («Sí»)-dijo una voz familiar.
-¿Eh?-Arcoíris, ahora en brazos de Jake, está con él en el planeta Ni'Rah, mirando a Jake-eh, Arcoríris, ¿dónde está Jermaine?-le preguntó Jake.
-쉿. («Shh.»)-ella guía a Jake hasta un portal rojo y hexagonal-이런 어두운 지하굴에서는 살살 걸어야 돼. («Hay que caminar con cuidado en una cueva oscura como ésta»)-
La Dulce Princesa y Gumbald recrean una versión de pesadilla del momento en que ella derrotó a Gumbald rociándole con su propio jugo tonto, sólo que esta vez con los roles invertidos. Bonnibel es rociada y se transforma en Tiny Taffy, una versión más pequeña y menos inteligente de sí misma.
-¿Qué?-murmuró Bonnibel, mientras veía cómo Gumbald recogía su corona y se la ponía en la cabeza.
-Llámame... Princesa.
Gumbald, ahora convertido en princesa, se yergue y se eleva sobre un Árbol de Dulces que crece rápidamente. En cuestión de segundos, Bonnibel puede ver todo el proceso del reino de Gumbald convirtiéndose en una sociedad próspera, bastante similar al Dulce Reino.
-Es hermoso-pensó Bonnibel, quien está de pie en una calle observando todo. Una silueta de Gumbald emerge, y todo el castillo comienza a derretirse en un montón de residuos pegajosos, aterrorizando a la dulce gente alrededor.
-¡No! Oh, ¿por qué no construí una armadura?-exclamó Gumbald. Bonnibel gruñe y lucha por alcanzar a su tío.
-¡Puedo ayudarte, Princesa!-pensó-¡sólo escucha esto!-habla con voz infantil-¡mírame hacer mi baile Tiny Taffy!-no consigue hacer lo que quería y baila, sollozando con una sonrisa. Gumbald se entretiene con el baile y se ríe, pero luego llora amargamente contra las ruinas de dulce y también se derrite-no... tío-susurró Bonnibel acercándose a él mientras la pesadilla se disuelve en la oscuridad.
El portal se abre, mostrando una pequeña casa de cartón con los hijos de Jake durmiendo dentro.
-Aww, cachorritos dormilones-comentó Jake. Los cachorros se despiertan y miran a Jake con ojos oscuros-¡yee!-retrocede horrorizado. Los cachorros flotaron y se convirtieron en vampiros, le sisean a Jake y Arcoíris-y, ¡ya terminé!-
-¡걱정하지 마, 제이크! ¡내가 처치할게! («¡No te preocupes, Jake! ¡Yo me encargo!»)-lo tranquilizó Arcoíris, Jake es arrastrado por ella, cae de espaldas y jadea ante la impactante escena frente a sus ojos: está cocinando a Charlie, Viola, y Jake Jr. vivas en una sopa caliente, Kim Kil Whan obviamente es una salchicha y T.V tiene un tomate metido en su boca.
-¡Tus chistes de gases no son divertidos, papá!-le dijo Charle dentro de la olla de sopa con su voz distorsionada.
-¡NOOOOOO!-Jake colapsa y llora en el suelo, mientras su cuerpo se desprende de Arcoíris, con su trasero husmeando, escarbando en una alfombra-¿eh? ¡oh maldición!-la bóveda de Finn se encuentra bajo tierra-eso es... ¿la bóveda de Finn?-de repente, una gigantesca niebla sale de su trasero-¡gas de pesadilla!-
En otra parte del reino de los sueños, la confrontación de Finn y Fern continuaba. Fern, ahora como un oso verde, se alzaba sobre sus patas temblorosas, aún lleno de rabia, mientras Finn rondaba cerca.
-¡Fern, vamos! no voy a pelear contigo-Finn se convierte en un oso azul para resistir el ataque de su Otro yo-¡Fern, escúchame!-suplicó, con la voz entrecortada por la desesperación-has pasado por mucho. Pero pelear conmigo no resolverá nada-
El cuerpo de Fern tembló como si estuviera luchando internamente.
-Tú... ¡tú no sabes lo que es estar así de roto!
-Sí lo sé, Fern-dijo Finn dando un paso cauteloso-¡yo TAMBIÉN lo estoy a veces!-
-¡ENTONCES DEMÚESTRALO!-gritó Fern mientras arrojaba una zarpa hacia Finn quien la esquivó rápidamente, la zarpa se clavó en el tronco de un árbol, partiéndolo-¡demuéstralo, o nunca dejaré de pelear contigo!-
La forma azul de Finn se ensombreció mientras dudaba, sus orejas de oso se crisparon al oír la agitada respiración de Fern. Sabía que no se trataba de pelear... sino del dolor que sentía Fern. ¿Pero cómo podía demostrar algo que Fern aún no podía creer?
Finn se acercó, extendiendo las patas en señal de rendición.
-Fern, mira a tu alrededor. No se trata de demostrar quién es más fuerte o quién tiene razón. Se trata de que tú y yo, los dos, nos enfrentemos a esto juntos.
La pata de Fern temblaba apoyada contra otro árbol, su luz verde centelleaba erráticamente como si su forma estuviera a punto de desmoronarse. Sus ojos brillantes se clavaron en los de Finn.
-¿Juntos?-preguntó Fern, con la voz apenas por encima de un susurro.
-Sí-dijo Finn, acercándose aún más-sé que es difícil. Sé que duele. Pero no somos errores, Fern. Sólo estamos... averiguándolo. Y no tenemos por qué hacerlo solos-
El bosque a su alrededor pareció contener la respiración, los árboles que brillaban se oscurecieron como si esperaran la respuesta de Fern. La temblorosa pata de Fern bajó lentamente del árbol, las brillantes grietas a su alrededor se desvanecieron de nuevo en la tierra. Su forma entera parpadeó, el verde brillante y furioso se atenuó a un tono más suave y apagado. Miró fijamente a Finn, con sus brillantes ojos nublados por la incertidumbre, y por primera vez, su rabia pareció flaquear.
-¿De verdad crees...?-la voz de Fern se quebró mientras su forma de oso se encogía ligeramente, su postura ya no era tan imponente y amenazadora-¿en serio crees que no somos... errores?-
Finn asintió, su propia forma de oso se suavizó, su brillo azul se hizo cálido y firme. Se acercó, con cuidado pero con firmeza.
-No sólo lo creo, Fern. Lo sé. No estás roto... sólo estás sufriendo. Y lo entiendo. Pero ya no tienes que cargar con eso solo. Yo estoy aquí.
Los hombros de Fern se hundieron como si el peso que había estado cargando durante tanto tiempo hubiera sido finalmente demasiado. Su luz verde parpadeó de nuevo, pero esta vez no era salvaje ni caótica... era vulnerable, frágil.
-No sé cómo dejar de sentirme así-admitió Fern, con la voz apenas por encima de un susurro.
Finn se acercó un paso más, hasta que sólo los separaban unos metros.
-No tienes por qué resolverlo todo ahora mismo-dijo con suavidad-pero ya no tienes por qué seguir luchando. Ni contra mí. Ni contra ti. Vamos a resolverlo juntos-
Fern miró fijamente a Finn durante un largo rato, sus ojos brillantes lo buscaban, inseguros. Luego, lentamente, soltó un suspiro tembloroso. Su forma de oso empezó a desaparecer, encogiéndose y volviendo a su forma habitual. La energía verde que lo rodeaba se transformó en un aura tenue, que ya no crepitaba con furia, sino que brillaba tenuemente, como la superficie de un estanque tranquilo.
Finn hizo lo mismo, su forma de oso se desvaneció y volvió a ser humano.
-¿Juntos?-preguntó Fern, esta vez con la voz aún temblorosa.
-Juntos-dijo Finn con una pequeña sonrisa.
El bosque surrealista que los rodeaba pareció dar un suspiro de alivio, y los árboles resplandecientes se balancearon suavemente al disiparse la tensión. El suelo debajo de ellos se solidificó y el cielo comenzó a iluminarse; el reino de los sueños se transformó en algo más tranquilo y estable, Finn se acercó y, con cautela, apoyó una mano en el hombro de Fern. Fern se estremeció al principio, pero no se apartó, y justo cuando estaban a punto de cerrar la brecha para compartir un beso, de repente se detuvieron y olfatearon.
-Oh, ¡¿qué apesta?!-exclamaron ambos al unísono mientras se cubrían la nariz.
-¡Recuerdos reprimidos!-exclamó Jake, él y Jermaine lograron recuperar la bóveda después de que el perro amarillo tuviera una alucinación sobre sus hijos siendo cocinados vivos en una sopa hirviendo por su novia. Saca la bóveda del portal. Una nota en ella dice:
«ESTA BOVEDA PERTENECE A FINN Y FERN»
-¿Mi bóveda?-preguntaron ambos también al unísono.
-Sip, ¡y aquí está la prueba!-respondió Jake mientras abría la bóveda.
Una figura fantasmal, brillante y verde de sus temores sale; Finn y Fern gritan. Apenas la figura se aclara, se trata de una mezcla entre el Demonio de Césped con Martin Mertens, la Dulce Princesa, Susana Salvaje y El Lich, envueltos en llamas verdes.
-¿Ves? ¡este es nuestro tormento compartido!-le dijo Finn a Fern, para que por fin entendiera que no estaba del todo solo en esto. Los miedos comienzan a volar como fantasmas; Finn y Fern gritan de nuevo al recuperar su forma humanoide.
-Amigo, ¡bloqueé todo esto por una razón!-gritó Fern.
-¡Bueno, ahora sabes lo que siento por saber lo que sientes!-habló Finn dolorosamente.
-¡Está bien, está bien! ¡solo haz que se detenga!-Fern también habló dolorosamente.
-¡Tenemos que enfrentarnos a ellos sin rodeos!-los miedos retroceden hacia el interior de la bóveda. Dentro, vuelve a oscurecerse. Un par de luces redondas azules giran y desaparecen; a continuación, aparece brevemente la silueta de un Finn atrapado con el Demonio de Césped; y finalmente, los ojos del Demonio brillan. Finn y Fern jadean. Fern da un paso atrás al ver esto-Fern. Por esto nos he traído aquí. Podemos derrotarlo juntos-
Fern asiente y ambos saltan a la bóveda.
«Sin temor...»
Dentro de la bóveda, el aire se tornó pesado y opresivo, como si estuviera cargado de todos los miedos que Finn y Fern han encerrado a lo largo de los años. Las sombras se retuercen y contorsionan por las paredes, susurrando con voces que ninguno de los dos entiende. Cuanto más se adentraban, más oscuro se volvía, hasta que incluso el débil resplandor de las flamas verdes fue engullido por el vacío.
Finn miró a Fern, cuyos pasos titubearon ligeramente.
-¿Te encuentras bien?
Fern tragó con fuerza y asintió, aunque las manos le temblaban.
-Sí. Es que... este lugar me da escalofríos. Pero esta vez no voy a huir.
-Bien-Finn sonrió débilmente-porque no voy a dejar que te enfrentes a esto solo-
En el momento en que Finn dijo esas palabras, el silencio se hizo añicos. Los ojos brillantes del Demonio de Césped aparecieron ante él, ardiendo como dos esmeraldas gemelas en la oscuridad. Su risa profunda y gutural resonó a su alrededor, haciendo temblar el suelo bajo sus pies.
-Vaya, vaya-ronroneó el Demonio de Césped con una voz llena de malicia-las dos mitades de una misma alma rota, por fin unidas. Qué conmovedor-una figura comenzó a formarse alrededor de los ojos brillantes hasta tomar la forma de un calamar verde, éste se cernió sobre ellos, apoderándose del Finn del Pasado, inconsciente, suspendido en el aire por la telaraña creada por sí mismo-¿crees que puedes derrotarme?-se burló, su voz se fragmentó en tonos superpuestos, uno burlón, el otro amenazador-yo soy tu miedo. Tu culpa. Tu vergüenza. Sin mí, tú no eres nada-
Fern apretó los puños, dando un paso adelante a pesar del temblor de sus piernas.
-Te equivocas. Puede que antes pensara eso, pero ya no-miró a Finn, su voz ganando fuerza-somos más fuertes juntos-
El demonio de césped rugió, su risa se convirtió en un alarido mientras arrojaba telarañas verdes. Finn y Fern las esquivaron al unísono, sus movimientos perfectamente sincronizados, como si compartieran el mismo instinto.
-¡Fern, recuerda lo que te dije!-gritó Finn mientras rodeaban al Demonio-¡sin temor! Lo enfrentaremos juntos-
Fern asintió, su determinación se fortaleció.
-¡Sin temor!
El demonio de césped arremetió, pero Finn y Fern se movieron al unísono, esquivando y contraatacando con sus propios golpes. La Espada de Pesadilla de Finn brillaba en la oscuridad, cortando las lianas y las telarañas, mientras que Fern invocaba energía en su interior y la usaba para protegerse de los ataques del demonio. A medida que la batalla avanzaba, los susurros se hacían más fuertes, cada uno de ellos haciendo eco de sus miedos e inseguridades más profundas. Finn dudó un momento, su mente se llenó de imágenes de fracaso y pérdida [de sus amigos, de su familia, incluso de sí mismo, pero entonces sintió una mano en el hombro.
-¡Quédate conmigo, Finn!-la voz de Fern se abrió paso en medio del caos, conectándolo a tierra. Finn se sacudió la duda y sujetó su espada con fuerza.
-¡Bien! Sin temor-juntos, avanzaron, con su fuerza combinada aplastando al Demonio de Césped. Por cada liana que crecía, la cortaban. Por cada ataque que lanzaba, contraatacaban con unión y determinación. Finalmente, cuando el Demonio de Césped se preparó para un último y desesperado ataque, Finn y Fern se colocaron uno al lado del otro, combinando su energía-¡AHORA, FERN!-gritó. Fern asintió, poniendo toda su fuerza en el ataque. El Demonio agitó sus tentáculos, intentando escapar, pero es sujetado por Finn y luego atravesado por Fern con una silla. Los dos chocan los cinco. El Demonio de Césped muere y todo el reino de césped se desintegra, sin embargo, al no tener un Demonio de Césped que lo controle, Fern no puede contar con un cuerpo físico y empieza a desintegrarse. El poodle que canta vuela por el cielo, sosteniendo una serpiente en la boca y volviendo a su verdadera forma: el Búho Cósmico. Finn y Fern, quien está en su forma humana y sin camisa, están sentados juntos en una pequeña isla-¡lo logramos!-dijo Finn sonriendo.
-Vuelvo a ser yo. Se siente como si hubieran pasado años-dijo Fern mirando fijamente su forma ahora humana en el agua cristalina-¿Finn?-su voz tembló.
-¿Qué sucede?-Finn se volteó hacia él alarmado. Fern levantó su mano, que titilaba como la estática de una vieja televisión, su cuerpo comenzó a brillar con partículas verdes, desprendiéndose y flotando en el aire.
-Sin el Demonio de Césped... no creo que pueda mantener mi forma-dijo Fern en voz baja, con una voz entrecortada por el miedo y la aceptación.
-No, no, no ¡no digas eso!-Finn sujetó a Fern por los hombros, su agarre era apretado y desesperado-¡debe haber una forma de solucionar esto! ¡no irás a ninguna parte, Fern!-
-Finn, está bien. Yo... creo que siempre supe que esto pasaría-Fern sonrió débilmente, aunque su expresión era de dolor-el Demonio de Césped era parte de mí... sin él, sólo soy... nada-
-¡NO ERES NADA!-gritó Finn con lágrimas en los ojos-¡eres mi hermano! ¡mi otra mitad! No puedo perderte-
El paisaje onírico que los rodeaba seguía colapsando, los límites se desvanecían en el vacío. La forma de Fern parpadeó con más violencia ahora, sus piernas casi desaparecieron, su torso comenzó a difuminarse.
-Lo siento-dijo Fern en voz baja, apenas audible por encima del mundo que se desmoronaba a su alrededor.
-¡No!-Finn jaló a Fern en un abrazo, sosteniéndolo fuertemente como si la fuerza de voluntad pudiera mantenerlo unido-tiene que haber una manera... ¡Jake! ¡Arcoíris! ¡Que alguien nos ayude!-
Pero estaban solos en aquella isla. El cuerpo de Fern se hizo más ligero en brazos de Finn, su forma se deshizo como polvo atrapado por el viento.
-Finn-susurró Fern, con la voz entrecortada-gracias... por todo. Me mostraste que no estoy solo. Ya... ya no tengo miedo-
Finn negó con la cabeza, ahora sus lágrimas caían libremente.
-Fern, por favor... no te vayas...-apenas el cuerpo de Fern se disolvió por completo, Finn se quedó aferrado al aire vacío. Las últimas partículas de Fern flotaron hacia el cielo, brillando débilmente antes de desvanecerse en el vacío-adiós, Fern-
Una pequeña ballena emergió del agua, escupiendo a una Dulce Princesa en miniatura y a Gumbald.
-Ah, no te preocupes. Es sólo un sueño-lo tranquilizó Jake.
Ya de vuelta en el mundo real, los cuatro despiertan de su sueño, Fern comienza a deteriorarse en el mundo real y es regresado a su forma original, los vibrantes tonos verdes de su cuerpo de césped están apagados e inestables, deshaciéndose en tenues partículas. Finn corre a su lado, presa del pánico.
-¡Fern!-gritó Finn sacudiéndole los hombros-¡despierta, viejo! ¡lo logramos, has vuelto! ¡ya estás bien!-
Los ojos de Fern se abrieron y vio a Finn con una leve y agotada sonrisa.
-¡No importa! ¡todos están bien!-exclamó la Princesa Grumosa casi gritando al resto de combatientes. Fern abrió los ojos débilmente, su cuerpo temblaba mientras las partículas verdes seguían deshaciéndose.
-No por mucho tiempo...-murmuró, su voz era apenas audible.
-¡Fern! ¿Qué sucede? ¿por qué te estás desintegrando?-preguntó la Princesa Grumosa preocupada por su amigo más cercano-¡por favor, que alguien me lo explique!-
Jake dio un paso al frente, frotando nerviosamente su nuca.
-Creo que puedo explicarlo-dijo, su voz extrañamente seria-el cuerpo de Fern... estaba atado al Demonio de Césped. Sin esa cosa manteniéndolo estable, su forma se está deshaciendo-
Los ojos de Fern parpadearon hacia Finn y la Princesa Grumosa.
-Está... bien-dijo en voz baja, aunque su voz temblaba de dolor-sabía que esto pasaría. Sólo que... no quería irme antes de verlos a todos por última vez-
-¡No, no, no!-Finn sujetó con fuerza la mano de Fern, su propia mano temblaba-tiene que haber algo que podamos hacer. ¡Jake! ¡Arcoíris! ¡Grumosa! ¡alguien!-
Arcoíris habló en un tono apresurado, y Jake tradujo rápidamente.
-Dice que podríamos utilizar los restos de su esencia para sujetarlo. Como... darle un nuevo cuerpo o algo así.
-¿Darle un nuevo cuerpo?-Grumosa ladeó la cabeza, con la voz aguda por la desesperación-¡¿y cómo diablos haremos eso?-
Los ojos de Finn miraron a su alrededor mientras pensaba.
-¿Qué hay del césped? ¿lo que hizo a Fern ser quién es? tiene que haber una forma de devolvérselo, pero sin la parte demoníaca.
Jake alzó las orejas.
-Espera, ¡creo que conozco algo que podría ayudar!-se volvió hacia Grumosa-¿recuerdas el Árbol del Terror? ya nos encargamos de él antes, pero su energía podría estar todavía presente. Era de origen vegetal, como Fern, quizá pueda ayudar a estabilizarlo-
-¡¿El Árbol del Terror?!-la Princesa Grumosa jadeó, agitando las manos-¡pero esa cosa es tan escalofriante! ¡¿me estás diciendo que podría salvar a Fern?!-
-¡Vale la pena intentarlo!-exclamó Finn. Se volteó hacia Fern, que se desvanecía más rápido ahora, su cuerpo apenas se mantenía en pie-Fern, resiste. No nos rendiremos contigo-
Fern rió débilmente.
-Lo intentaré... pero apresúrate.
Por otro lado, Bonnibel y Gumbald permanecieron frente a frente, con el peso de siglos de conflicto en su silencio. Sus expresiones eran una mezcla de culpa y pena, ninguno de los dos estaba dispuesto a ser el primero en romper el silencio. Finalmente, Gumbald suspiró y dio un paso adelante, con voz apagada.
-Bonnie, yo...-pero la Princesa lo interrumpió.
-Siento mucho lo que te hice pasar durante todos estos siglos-se disculpó Bonnie ante su tío-el Dulce Reino era tu sueño, y yo te lo quité-
-Bonnie, eso significa mucho para mí. Ven. A partir de ahora, viviremos en paz-se acerca, fingiendo que acepta sus disculpas y que accede a poner fin al conflicto, con la intención de traicionarla, pero la tía Lolly lo hace tropezar. La botella de jugo estupefaciente se rompe, y al extraerla, se hace pedazos en su cara-ratas-
-¡¿QUÉ?!
Gumbald se convierte de nuevo en una Ponchera, ríe estúpidamente y sale corriendo.
-Nunca fue un tipo epifánico. Pero yo estoy dispuesta a dejar que lo pasado quede en el pasado-dijo Lolly aceptando el acuerdo de paz en reemplazo de su "esposo".
-Muy bien. ¡Desde hoy habrá dos Dulces Reinos!-proclamó la Dulce Princesa y la gente de ambos bandos celebra que se haya llegado a un acuerdo sin conflictos de por medio.
En medio de la celebración, Finn, Jake, Arcoíris y la Princesa Grumosa se reunieron alrededor de Fern, quien se apoyó fuertemente contra Finn en busca de soporte.
-Siento interrumpir esto-dijo Jake, mirando hacia Bonnibel-pero tenemos otra situación de la que encargarnos-
Bonnibel se volteó hacia ellos, con una expresión preocupada al ver la forma inestable de Fern.
-¿Qué ocurre?
-¡No hay tiempo para explicaciones!-dijo Finn rápidamente, con la voz llena de urgencia-tenemos que llegar al Árbol del Terror... ¡ahora!-
Los ojos de Bonnibel se abrieron de par en par, pero no dudó.
-Vayan. Yo me encargaré de todo aquí.
El grupo se dirigió rápidamente a los restos del Árbol del Terror. Aunque había estado inactivo desde que Finn y Jake lo derrotaron, quedaban rastros de su extraña energía verde brillante en la zona. Finn depositó con cuidado el deteriorado cuerpo de Fern en el suelo blando bajo los restos del árbol.
-Bien, ¿y ahora qué?-preguntó Finn, con la voz llena de urgencia.
Arcoíris volvió a hablar, con un tono seguro. Jake tradujo.
-Dice que el árbol puede usarse como conducto para canalizar los restos de la esencia de Fern en algo nuevo. Aunque será arriesgado: puede que no funcione, o que lo cambie de un modo que no nos imaginamos.
Finn apretó la mandíbula y miró a Fern.
-Hazlo. No tenemos otra opción.
Jake y Arcoíris comenzaron a canalizar la energía alrededor del árbol, dirigiéndola hacia Fern. La energía se arremolinó, envolviendo su cuerpo apagado como lianas. Por un momento, todo quedó en silencio. Acto seguido, una ráfaga de luz brotó del árbol, iluminando el bosque que los rodeaba.
Cuando la luz se apagó, Fern estaba en el suelo, pero era diferente. Su cuerpo ya no estaba hecho de hierba inestable, sino de una combinación de hojas, viñas y madera que brillaba débilmente con energía verde. Su respiración era tranquila y su color volvía a ser vibrante.
-¿Qué... pasó?-gimió Fern mientras se incorporaba, contemplándose las manos.
Finn se arrodilló a su lado, con una enorme sonrisa en su rostro.
-¡Estás bien! ahora eres... una persona árbol, o algo así, ¡pero estás vivo!
Fern parpadeó, confundido, y su mirada se desvió hacia su nuevo cuerpo.
-Ya no siento que me esté desmoronando...-hizo una pausa, y luego sonrió débilmente-supongo que ahora soy parte árbol, ¿eh?-
-Árbol o césped o lo que sea, sigues siendo tú-dijo Finn atrayéndolo en un fuerte abrazo-Fern-se apartó ligeramente del abrazo, sus pupilas se desviaron de sus ojos a sus labios-mi Fern-
Se inclinó hacia adelante gradualmente, estremeciéndose y retrocediendo dos veces antes de presionar finalmente sus labios en un beso, sus ojos no se cerraron en absoluto. El ronroneo bajo y casi silencioso de Fern resonó a través de su prótesis mientras deslizaba las palmas hacia abajo para colocarlas alrededor de su nuca, arrastrando los dedos por su piel mientras las lágrimas mojaban sus mejillas.
Grumosa chilló de alegría, interrumpiendo su bonita escena y obligándolos a separarse el uno del otro ligeramente avergonzados.
-O.M.G ¡estás bien! ¡te dije que estarías bien!-exclamó emocionada-quiero decir, estaba un poco preocupada, ¡pero tuve total fe en ti todo el tiempo!-
Jake sonrió.
-Parece que tienes una segunda oportunidad, amigo. Úsala sabiamente.
Fern asintió, con los ojos llenos de gratitud mientras miraba a sus amigos.
-Gracias. A todos.
Cuando el grupo emprendió el camino de regreso, su alivio era evidente, Finn se quedó cerca de Fern, sin despegar su mano de la suya. Se habían enfrentado juntos a lo imposible y por primera vez en lo que parecía una eternidad, Finn sintió esperanza por lo que les esperaba; sin embargo, un hoyo aparece en el cielo, lanzando al Hombre Rey, envuelto en llamas, al suelo.
-Lo arruinamos esta vez-pronunció el Hombre Rey y luego se desmaya. Todos miran hacia arriba y el hoyo se agranda. GOLB emerge y desciende lentamente, nubes oscuras cubren el cielo de la Tierra de Ooo.
-¿Jake? ¿Qué estoy mirando?-le preguntó Finn a su hermano adoptivo.
-Eh... hemos salvado el día. Así que, ¿quizás ese gran bebé está aquí para darnos unos regalos por haber hecho un buen trabajo?
Lo que no sabían era que GOLB era una entidad malévola que personifica el caos y el desorden. Habita en una dimensión desconocida y fue invocado en medio de la guerra para provocar estragos, combinando una amalgama de espectros hostiles a partir de dulce gente.
-De acuerdo, no soy un experto, pero esto no tiene buena pinta-comentó Fern mientras sus estrechas pupilas se ensanchaban.
A medida que la enorme figura de GOLB se acercaba a la superficie, el aire parecía temblar con un zumbido profundo y resonante. La criatura emanaba un aura sofocante y su presencia hacía temblar el suelo. La dulce gente, que seguía celebrando su nueva paz, gritó y se dispersó cuando trozos del terreno cercano comenzaron a romperse y a elevarse en el aire, atraídos hacia el hueco como los escombros en una tormenta.
Entonces llegó el sonido: un aullido grave y gutural que parecía resonar dentro de sus cráneos. GOLB abrió sus dentadas fauces y de su interior brotó una enfermiza niebla negra. El grupo sólo pudo contemplar horrorizado cómo corrientes de energía salían del Dulce Reino que lo rodeaba. Allí donde la energía entraba en contacto, la dulce gente fue arrastrada hacia una espantosa amalgama, cuyas formas se retorcían y se fundían en grotescos espectros de múltiples ojos y filosos dientes.
-¡NO!-gritó Finn, empuñando su espada con más fuerza-¡tenemos que detener esto!-
-¡¿Detener eso?!-exclamó Jake, señalando a GOLB-¡amigo, eso es como un malvado dios del caos! ¡no estamos exactamente preparados para esto!-
-¡Bueno, tenemos que intentarlo!-espetó Finn, con los ojos brillantes de determinación.
Fern dio un paso adelante, con su nuevo cuerpo crujiendo ligeramente.
-Tiene razón-dijo, mirando a GOLB con una mezcla de miedo y determinación-sea lo que sea esta cosa, va a destruirlo todo si no hacemos algo-
Arcoíris revoloteaba junto a ellos, con su cuerno brillando débilmente mientras se preparaba para ayudar. Jake suspiró y estiró los brazos, dándose una ligera palmada en la cara para recuperarse.
-Está bien, está bien-murmuró Jake-pero si sobrevivimos a esto, me echaré una larga siesta-
El grupo se alineó, con los ojos fijos en GOLB, que continuaba descendiendo, con su energía malévola destrozando la Tierra de Ooo. El Rey Helado [Simon] se quedó paralizado, con los ojos muy abiertos reflejando el caos en el cielo. Durante un breve instante, el horrible presente se desvaneció y un recuerdo lejano cobró vida en su mente, vívido e inesperado.
En una época en la que el mundo aún conservaba el calor de la familiaridad. Simon estaba sentado en la mesa de su modesta cocina, inclinado sobre un viejo libro forrado en cuero. La habitación se llenó del dulce aroma del chocolate y las fresas mientras su prometida, Betty, servía generosas cucharadas de helado en tazones. Llevaba un cárdigan de gran tamaño y su cabello castaño ligeramente revuelto mientras tarareaba una alegre melodía.
-¿Simon?» lo llamó Betty colocando un tazón delante de él-¿estás seguro de que no quieres tomarte un descanso? llevas toda la tarde metido en ese libro-
Simon apartó la vista del texto y sus ojos se iluminaron con curiosidad académica.
-Es que... no puedo dejar de pensar en esto, Betty-dijo, golpeando la página abierta con un bolígrafo-¿has oído hablar alguna vez de GOLB?-
-¿GOLB?-repitió ella, dejando su propio tazón mientras se inclinaba sobre su hombro para leer el texto-no, pero suena... desagradable-
Simon rió suavemente.
-Por decirlo delicadamente. Se dice que es la encarnación del caos y el desorden, que existe en todas las grietas donde acecha el caos. No es como cualquier otra cosa... no destruye, no en el sentido convencional. Reorganiza» se estremeció ligeramente.
Betty frunció el ceño mientras seguía leyendo.
-Entonces, ¿qué quiere? ¿Sólo... alterarlo todo?
Simon asintió con expresión seria.
-Esa es la parte aterradora. No quiere nada. Simplemente es. Dondequiera que aparece, el orden natural se rompe. Las cosas... las personas... pierden su significado, su forma. Se convierten en algo completamente distinto.
Betty puso una mano reconfortante en su hombro, su tacto lo tranquilizó.
-Simon, te estás asustando. Y a mí, un poco-admitió con una risa nerviosa-vamos, no dejemos que un antiguo monstruo del caos nos arruine la velada. Toma-le dio una cuchara, su sonrisa suavizó los límites de su ansiedad-el helado hace que todo sea mejor-
Simon dudó, luego sonrió, dejando el libro a un lado.
-Tienes razón. ¿Qué es lo peor que podría pasar?
El Rey Helado se agarró la cabeza dando pasos hacia atrás.
-Betty... GOLB... está aquí-su voz temblaba mientras murmuraba para sí mismo. Finn se da cuenta de la angustia de Simon y corre a su lado.
-¡Simon! ¿Qué te pasa? ¿Sabes qué es esta cosa?
El Rey Helado alzó la mirada, con el rostro pálido y los ojos desorbitados por el miedo.
-Es GOLB... el caos mismo. Yo...-se le quebró la voz-leí sobre ello. Lo he sentido. Si no lo detenemos...-se interrumpió, con la mirada fija en la entidad malévola.
-No estás bromeando, ¿verdad?-preguntó la Reina Flama.
-¡Oh... no!-exclamó la Princesa Grumosa mientras se tomaba una selfie de GOLB con su teléfono.
-Bonnie, ¿qué fue lo que hiciste?-preguntó Marceline a la Dulce Princesa, creyendo que ella era la responsable de la llegada de GOLB a su mundo.
-¡No fui yo! Lo juro-respondió Bonnibel, defendiéndose.
-Entonces lo detendremos-dijo Finn con firmeza, sujetando el hombro del Rey Helado-no nos vamos a rendir-
Los labios de Simon temblaron mientras asentía, con el peso de sus recuerdos presionándolo. El cielo se oscureció aún más, y la forma de GOLB descendió más cerca de la tierra temblorosa. La batalla para salvar a Ooo no había hecho más que empezar.
GOLB liberó de su boca una niebla tenebrosa que transformó a gran parte del ejército de Gumbaldia en un horrible monstruo de cuatro patas.
-¡No dejen que los toque!-les dijo Lolly a los Pasteles. El ente captura con su lengua a más Personas Pastel.
-¡Peebs, esto es lo peor de la historia!-exclamó Marceline-¡si alguien no detiene esto, podría ser el fin de Ooo!-
GOLB inhala, el aire a su alrededor parece deformarse y debilitarse, atrayéndolo todo: polvo, escombros, incluso los gritos de los soldados que huyen, hacia sus fauces.
-Tienes razón, Marceline ¡tengo que hacer algo!-corre y pisa una roca cercana-¡Banana Guardias!-uno de los Banana Guardias se quejó-¡obedezcan mi orden! ¡huyan por sus vidas! ¡si pelean el demonio sólo los añadirá a la masa!-
-¿Podemos huir despavoridos?-preguntó uno de los Banana Guardia.
-¡SÍ!
Todos los Banana Guardias huyen en desorden, gritando, pero Finn, Jake, Marcy, La Reina Flama, La Maga Cazadora, La Princesa Grumosa, Limonagrio, Arcoíris y Fern se quedan para luchar contra GOLB y defender a Ooo. Marceline observó el espectáculo, flotando junto a Bonnibel.
-Bueno, ésa es una buena forma de dirigir un ejército-murmuró cruzándose de brazos.
-Retirada estratégica-corrigió Bonnie, aunque no pudo evitar poner los ojos en blanco cuando un Banana Guardia tropezó con otro, haciendo que un grupo de ellos cayera por una colina. A pesar del humor de la escena, la realidad de la situación se cernía sobre ellos. Los monstruos mutantes se lanzaron al ataque, y su masa aumentaba con cada soldado que consumían. La presencia de GOLB oscureció aún más el cielo, proyectando una sombra opresiva sobre el campo de batalla. Bonnibel se volvió hacia Marceline, con semblante decidido-tenemos que reagruparnos. Tiene que haber una forma de detener esta cosa-miro a los Guardianes de Chicle-¡Guardianes de Chicle!-
-¿Sí, madre?-preguntaron al unísono.
-¡Detengan a ese monstruo!-ordenó Bonnibel, los enormes Guardianes avanzaron e impidieron que el demonio se acercara.
-¡Enemigo de contención!-el pecho de GOLB se abre y sale un poco de sustancia viscosa-¡qué asco!-
-¡Pastel, levántame!-Lolly entra en la cabeza de «El Pastel»-¡amigos míos! ¡es hora de dejar a un lado las diferencias del pasado! ¡debemos unirnos a la lucha!-las tropas Gumbaldianas huyen despavoridas-¡hmmph! ¡cobardes!-ataca al monstruo con un láser.
Bonnibel usa su magia elemental contra la bestia, liberando una horda de malvadas criaturas parecidas a aves de la boca del transformado Guardián de Chicle.
-¡Hombre Normal! ¡vamos, despierta!-exclamó Finn mientras sacudía al soberano de Marte.
El Hombre Rey se despierta, jadea y mira a su alrededor.
-¿Ese es el Rey Helado?
-¿Cómo detenemos a esos sujetos?-preguntó el chico humano, pero el Hombre Rey lo ignora y simplemente corre hacia el Rey Helado-vamos, Jake-
Jake se convierte en un caballo para que Finn lo monte.
-¡La guerra es de lo peor, amigo!
Justo después de que Jake huye, un Guardián de Chicle cae hacia atrás y su cabeza se agrieta, pero aun así es capaz de patear al demonio lejos de él.
-Lo siento, madre-se lamenta el Guardián de Chicle, disculpándose con Bonnibel. Su cabeza finalmente se rompe.
-¡Mi Guardián!-exclamó Bonnibel. El Hombre Rey se acerca al Rey Helado.
-¡Rey Helado! ¡Rey Helado!
-¿Qué sucede?-le preguntó Simon. Finn y Jake se unen a ellos.
-¿Cómo detenemos esto?-preguntó Finn pero fue bruscamente empujado por el Hombre Rey-¡¿qué?!-
-¡Tú eres el único que puede detener esto!-le dijo el soberano de Marte al Rey Helado-¡Betty está ahí arriba, tratando de aprovechar el poder de GOLB! ¡tenemos que sacarla de ese trance y desterrar a GOLB, o todos estaremos condenados! Si alguien puede hacerlo, eres tú-
-¡Suena genial! ¡voy a salvar el mundo!-exclamó el Rey Helado emocionado, luego subió volando con el Hombre Rey, Finn y Jake.
Abajo, el campo de batalla se recrudecía, los héroes de Ooo peleaban con cada gramo de fuerza que tenían para mantener su posición frente al ataque de GOLB.
Mientras se dirigían hacia el corazón del caos, Finn apretó con fuerza su espada.
-Betty, GOLB, sea lo que sea que hay ahí arriba... lo detendremos. Tenemos que hacerlo.
Sobre ellos, GOLB se elevaba más grande que nunca, la representación del caos mismo. Pero dentro de la tormenta, débil y frágil, había un atisbo de esperanza: la silueta de Betty, que aún se aferraba al hilo más delgado de humanidad dentro de la pesadilla.
-Amenaza enemiga contenida-dijo el Guardián de Chicle nº 2 mientras presionaba al demonio contra el suelo con ayuda de «El Pastel».
-¡Lo atraparon!-exclamó Bonnibel, sin embargo tal exclamación desconcentró al Guardián de Chicle el cual fue atacado por el monstruo y comenzó a brillar a causa de la infección.
-Ayúdame, madre. Me estoy volviendo repugnante...-el Guardián de Chicle se convierte ahora en otro demonio de GOLB.
-¡Princesa, hemos vuelto para ayudar!-dijo uno de los Banana Guardias pero fue capturado por el Guardián de Chicle-¡eee! ¡ayúdanos, princesa!-
-¡No, regresen! ¡aléjate de él!-gritó Bonnie. Pero era demasiado tarde, el largo brazo en forma de garra del corrupto Guardián de Chicle salió disparado y atrapó a los Banana Guardias en un rápido movimiento-¡suéltalos!-gruñó y le lanza frijoles dulces, el Guardián de Chicle crea una bandada de pájaros monstruosos que empiezan a perseguir al Rey Helado.
-Uh-oh-murmuró el Rey Helado, mirando hacia atrás a las horripilantes criaturas que le ganaban terreno.
-¡Resiste, Simon!-gritó Finn, instando a Jake a que volara más rápido-¡te cuidaremos la espalda!-
Jake transformó su cuerpo en un escudo improvisado, e interceptó a algunos de los pájaros y los apartó de un manotazo.
-¡Estas cosas son desagradables! Cuidado con sus garras.
-¡Ya lo sé, viejo!-gritó Finn, atacando a una de las criaturas mientras se abalanzaba sobre él.
Bonnibel, que seguía en el suelo, volvió a centrar su atención en el corrupto Guardián de Chicle.
-¡Tenemos que contenerlo!-le gritó a Marceline, quien se había unido a su equipo.
Marceline asintió, empuñando con fuerza su bajo-hacha.
-¡Entendido, Peebs!-rasgueó un potente acorde, enviando una onda de energía sónica hacia el Guardián. La explosión hizo tambalear a la criatura, pero no fue suficiente para derrotarla.
-¡Se nos acaba el tiempo!-gritó la Princesa con la voz entrecortada por el frenesí de la batalla.
Por encima de ellos, la presencia de GOLB era cada vez más fuerte, y su energía oscura distorsionaba el tejido del cielo.
-¡Simon, tienes que llegar hasta Betty!-gritó Finn, desviando otro pájaro.
-¡No se preocupen, chicos!-dijo Jake mientras saltaba.
-¡Jake!
-¡Creo en ti, Rey Helado!-gritó Jake mientras contenía a los pájaros con su cuerpo pero pronto se sintió superado-¡ahh! no pensé bien en esto...-
Jake estalló y los pájaros se fueron volando.
-Así que esto es todo-dijo la Princesa Grumosa mientras dirigía su mirada a Limonagrio-¡oh, tierno caballero! te doy un regalo de despedida de mis labios-
-Encuentro tu propuesta...-Limonagrio gruñe y luego grita-¡ACEPTABLE!-se besan y entonces la cara de Grumosa se contrae hacia atrás-¡DE NADA!-añadió.
-¡Betty! ¡Tienes que detener esto!-gritó Finn.
-Adelante, habla con ella, Rey Helado-le dijo el Hombre Rey a Simon.
-¿Quién?-preguntó Simon un poco confundido pero entonces ve a la Mujer Mágica-¡oh, es la chica rara! Oye, tú... ¡me gusta su estilo de baile primitivo!-
-¡No! ¡Se supone que debes detenerla, no alentarla!-exclamó el Hombre Rey-¡tienes que excavar en tu interior y encontrar esas palabras mágicas para despertarla de ese trance! ¡Sé personal y emocional-
-¿Personal? ¿Emocional? Oh, ¡como en un fanfic!
-¡No!
El Rey Helado empieza a recitar los versos de «Oh, Fionna», permitiéndose entrar en la Zona Imaginaria de Betty siendo Simon. El mundo que lo rodeaba era un collage surrealista de recuerdos, esperanzas y miedos... una representación caótica de la psique de Betty entrelazada con la influencia de GOLB.
Siento que nada era real
Hasta conocerte.
Siento una conexión.
Y en serio me importas.
Si te digo que 'Eres hermosa'...
-¿Betty?-gritó Simon, su voz era más suave ahora, sin el tono extravagante del Rey Helado. Se volteó, escudriñando el paisaje fragmentado en busca de alguna señal de ella. El cielo cambiaba de color erráticamente, y fragmentos de los recuerdos de Betty flotaban como cristales rotos. De repente, ella apareció, flotando sobre él, con su forma resplandeciente de poder. Sus ojos estaban distantes, casi irreconocibles. La energía de GOLB pulsaba a su alrededor, atándola a su oscura presencia-¡Betty!-gritó de nuevo, avanzando con cautela-¡soy yo! Simon-no respondió, su mirada estaba fija en el horizonte como si no pudiera oírlo. El pecho de Simon se contrajo-¡Betty, por favor! Sé que estás ahí. Sé que tienes miedo pero no tienes que hacer esto!-
-Simon...-dijo ella, un destello de reconocimiento cruzó su rostro.
-Oh, oh-Simon cantó con voz crepitante; regresando a la realidad-¡Fionna!... Tu puño golpeó mi corazón...-
-Es demasiado tarde, Simon-dijo Betty, su voz resonó con una extraña dualidad-no puedo parar ahora. El poder de GOLB es la única forma de arreglarlo todo-
Simon negó con la cabeza.
-¿Arreglarlo todo? Betty, ¡ya has hecho mucho! Lo dejaste todo por mí. Pero esto... esto no eres tú. Esto no es lo que querías.
La forma de Betty tembló ligeramente, y la atadura de GOLB pulsó con rabia, como si percibiera su indecisión.
-No lo entiendes-dijo con la voz entrecortada-todo lo que he hecho... dejar atrás mi vieja vida, seguirte, incluso esto... todo fue por ti, Simon. Todo lo que siempre quise fue protegerte-
Las lágrimas brotaron de los ojos de Simon.
-Lo sé, Betty. Y me protegiste. ¡Pero mira lo que te ha costado! Mira lo que te está haciendo ahora- extendió la mano, acercándose-Betty, te amo. Siempre te he amado. Y no quiero perderte otra vez-
Por un momento, el caos que los rodeaba se detuvo. Los ojos de Betty se encontraron con los suyos y la energía que la unía a GOLB se debilitó.
-¿Me amas?-susurró, con una voz apenas audible.
Simon asintió, a pesar de las lágrimas que corrían por su rostro.
-Más que a nada. Pero si sigues por este camino, te destruirás a ti misma... y a todo lo que te rodea. Por favor, Betty, regresa a mí.
La forma de Betty parpadeó y la atadura se rompió, echando chispas mientras su determinación flaqueaba. Pero la influencia de GOLB no estaba dispuesta a dejarla ir. La energía oscura apareció, atrayéndola hacia atrás.
-¡No!-gritó Simon corriendo hacia ella-¡no tienes que hacer esto sola! Podemos solucionarlo juntos-
Los ojos de Betty se abrieron de par en par y sus manos temblaron mientras se sujetaba la cabeza.
-Yo... ¡Simon, tengo miedo!
-Lo sé-dijo Simon, extendiendo la mano y tomándola-pero estoy aquí. No voy a ir a ninguna parte. Sólo deja ir a GOLB-
Con un último grito, Betty se liberó de la atadura y la energía oscura que la rodeaba se hizo trizas. La Zona Imaginaria empezó a disolverse y Simon la abrazó con fuerza mientras regresaban a la realidad. Cuando Betty abrió los ojos, esperaba ver a su amado junto a ella, pero se encontró con la decepcionante realidad de ver allí al Rey Helado.
-¡TÚ!-exclamó enfadada mientras apartaba al Rey Helado de un empujón-¿qué...? ¡¿Por qué me detuviste?! ¡¿Cuando estaba tan cerca de aprovechar la fuerza más poderosa del universo y salvarte de una vez?!-
-Si, supongo...-el Rey Helado respondió sin tener ni idea de lo que Betty estaba hablando-¿verdad, Finn?-
Enojada, Betty inhala y suelta un largo y enfurecido grito de fastidio. Su temperamento extremo fluye hacia Maja a través de unos cables brillantes; Maja se despierta y grita.
-¡Súpercarga emocional!-exclamó Maja demasiado exaltada, mostrando una gran sonrisa de dientes puntiagudos y se pone de pie frente al Rey Helado-¡por fin! mi hora ha...!-no pudo terminar su frase porque estalla antes de que lograra hacerlo.
La explosión arroja al Rey Helado y a Betty justo en las fauces de GOLB, el cual se los traga con su lengua.
-¡REY HELADO!-gritó Finn. Salta sobre la alfombra voladora y los sigue hacia dentro. Justo en ese momento, la boca de GOLB se cierra y sus dientes arrancan el brazo biónico de Finn, el cual cae al suelo.
-¡Finn!-gritó Fern al ver lo que había sucedido.
-¡Quema! ¡quema! ¡quema!-gritó la Reina Flama quien con sus llamas quemaba al corrupto Guardián de Chicle-¡princesa, consígueme refuerzos! ¡Ugh!-es abofeteada; grita y es arrojada hacia un acantilado-¡ugh!-
-¡Están en camino!-respondió Bonnibel.
-¡No te preocupes! ¡acabaré con la bestia! ¡al estilo Fern!-le dijo Fern, toma su cetro y trató de atacar al demonio con la energía de este pero no pasó nada-¿huh? ¿qué está pasando?-intenta usar nuevamente su cetro para transformarlo en un arco y flecha, pero no hay resultados-¡plan B!-con un brazo gigante con espinas trató de atacar al demonio pero fue aplastado por este.
-¡FERN!-gritó la Dulce Princesa mientras intenta resistirse al demonio lanzándole gomitas-no, no, no, no ¡no! ¡NO!-
-¡BONNIE!-gritó Marceline. Sisea y se transforma en un oscuro y turbio monstruo vampiro mientras ruge. Aunque la Dulce Princesa está resguardada, Marceline hace trizas al demonio.
-Phew, gracias-dijo una destrozada Persona Pastel.
-¿Marcy?-murmuró Bonnibel al darse cuenta de quién la había rescatado.
-¡Estás bien!-exclamó Marcy aliviada mientras dejaba de jadear.
-¡Claro que estoy bien! Mi armadura tiene un modo de emergen...-antes de que la Princesa pudiera terminar la frase, Marceline la abrazó de repente, descolocándola.
-¡Me diste un susto de muerte!-dijo la vampiresa al borde de las lágrimas.
-¿Qué?
-Incluso cuando no nos hablábamos, tenía tanto miedo de que te pasara algo malo y no estuviera allí para protegerte. Eres mi mejor amiga y...-inhala-¡y no quiero perderte otra vez!-
-Hey, soy una goma ruda-dijo Bonnie adoptando una pose en la que sostenía el musculo de su brazo-no me pasara nada nunca, nunca-
-Lo sé, yo...-Marceline se da cuenta de lo que la Princesa había dicho y no pudo evitar reírse-chica, lo expresaste muy raro-
-Puede que tenga una contusión.
Marceline se ríe entre dientes, ambas se acercan y se besan. Mientras compartían su emotivo momento, el caos del campo de batalla parecía no detenerse aún, el demonio comenzó a regenerarse.
Mientras tanto, Finn, el Rey Helado y Betty se encuentran en una habitación roja y cúbica dentro del surrealista y distorsionado mundo interno de GOLB. Los tres se despiertan, el Rey Helado y Betty entran flotando rodeados de imágenes deformadas de recuerdos, remordimientos y sueños pasados.
-¡Ouchis!-el Rey Helado gimió de dolor, los rubíes de su corona se apagaron, tornándose de color gris.
-¡Simon, tu corona!-exclamó Betty notando el cambio.
-¿Qué dem...?-parpadea perdiendo las características del Rey Helado-¿qué está pasando?-los parpadeos continúan.
-Que no cunda el pánico, pero creo que GOLB nos está digiriendo-explicó la mujer de cabello castaño mientras también parpadeaba-separándonos, capa por capa-parpadeó de nuevo y volvió a su forma original-hasta llegar a nuestras formas primigenias-
La habitación empieza a comprimirse hacia dentro; Finn, Simon y Betty gritan.
-¡Nos sacaré de aquí!-dijo Finn mientras comenzaba a patear una de las paredes del interior de GOLB.
-Betty, este lugar es súper raro-dijo Simon mientras miraba a su alrededor-algo así como mi zona imaginaria pero, como... más aterradora-
-Estábamos tan cerca-susurró ella con la voz llena de amargura-todo lo que quería era arreglarlo todo. Arreglarte a ti-
-¿Arreglarme?-Simon ladeó la cabeza-pero no estoy roto... ¿o sí?-
-Es bueno verte de nuevo, Simon-dijo Betty mientras derramaba lágrimas.
-Es bueno verte a ti también, Betty-dijo y la beso en un intento de consolarla.
-¡Hey, Simon! ¡Usa la corona antes de que nos aplasten por completo!-exclamó Finn sacando a ambos de su pequeño momento romántico. Simon tomó la corona, se la puso en la cabeza, intenta hacer magia de hielo pero no pasa nada.
-¡No funciona! ¡yah!-arroja la corona al suelo-Finn, es inútil. No puedes abrirte paso a puñetazos-
Afuera, el corrompido Guardián de Chicle arrancó la cabeza de «El Pastel» y ruge. Todos los demás están agotados por la batalla y el monstruo de GOLB se aleja del campo de batalla.
-De acuerdo, Jake. ¡Puedes hacerlo!-se dijo a sí mismo el perro amarillo, se estira y sigue al Guardián corrupto-¡puedes detenerlos tú solo!-adopta su forma alienígena azul-¡ellos hablarán de esta pelea durante años! y por ellos me refiero a BMO y Shelby-golpea y enreda al demonio-¡Finn! ¡Esto es por ti!-
Jake pronto es aplastado contra el suelo por el Guardián de Chicle, se levanta intentando ignorar su dolor.
-¿Qué demonios pasa ahí fuera?-preguntó BMO al salir de la casa del árbol-oh, le toca a BMO salvar el...-
La casa del árbol es golpeada por el demonio, colapsando. Jake se queda observando esto completamente horrorizado. Los monstruos se alejan, Jake llega a las ruinas de la casa del árbol, echando un vistazo a su alrededor con la respiración entrecortada, y se encoge sobre un reloj roto.
-De acuerdo, viejo. No hay razón para alterarse-se dijo Jake a sí mismo tratando de mantener algo de compostura-sólo porque la casa del árbol está…-desesperado-¡DESAPARECIDA...!-jadea-¡ah! ¿BMO?-ve que la pequeña pantalla del robot estaba rota-¡oh, no, viejo! ¡tu carita!-es tranquilizado y recogido por BMO.
-Está bien, Jake. Siempre intentas protegernos a Finn y a mí, pero a veces nos vamos a lastimar-lo tranquilizó BMO acunándolo en sus brazos-¿qué tal si por hoy me dejas ser el papá?-
Jake no contestó, simplemente asintió y BMO empezó a cantar.
El tiempo es una ilusión
Que ayuda a que las cosas tengan sentido
Por lo que siempre estamos viviendo en el tiempo presente
Parece cruel cuando algo bueno termina
Pero tú y yo siempre volveremos a ese entonces
Cantando sucederá, sucediendo, sucedió;
sucederá, sucediendo, sucedió.
Y sucederá una y otra vez,
porque tú y yo siempre volveremos a ese entonces.
El demonio intenta llegar a BMO pero es rechazado. Chilla.
-Tú y yo siempre volveremos a ese entonces...-cantó BMO, el demonio intenta alcanzarlo de nuevo pero es rechazado otra vez.
-Whoa. ¿Qué le sucede?-preguntó la Dulce Princesa al notar que el demonio no puede tomar al pequeño robot.
-¡Será mejor que te calles mientras mi niño duerme!-regañó BMO al demonio.
-¡Sigue cantando!-le dijo Bonnibel a BMO.
-De acuerdo-simplemente obedeció y continuó cantando su canción-sucederá-la Dulce Princesa y Marceline cantan junto a él-sucederá, sucedió. Sucederá, sucedió, sucedió. Y sucederá una y otra vez, porque tú y yo siempre volveremos a ese entonces-
-Oh, vaya. ¡Sí que odia la música!-comentó Marceline.
-¡Uf, duh! GOLB es la discordia-dijo la Dulce Princesa, remarcando lo obvio. En eso, tuvo una realización-¡es la armonía! ¡La armonía les hace daño!-
-¡Mi arte es un arma!-exclamó BMO emocionado.
-¡Todos!-anunció Bonnibel desde el cielo-¡necesito que todos canten junto con BMO!-
-¡Escribí esto para mi hijo, Jake!-exclamó el pequeño robot. La gente se une al canto uno a uno, paralizando a los monstruos de GOLB. Jake se convierte en un megáfono, abriendo un hueco en el pecho de GOLB.
Dentro de GOLB, Finn sigue intentando romper las surrealistas y palpitantes paredes de la habitación con la corona, gritando, pero no tarda en cansarse.
-Bueno, se acabó-dijo Finn mientras jadeaba-siempre supuse que moriría salvando a alguien-
-Oye, nadie puede decidir cómo pasa-le dijo Simon, esperando que sus palabras pudieran calmar al adolescente-lo importante es que estamos juntos-
-¡Shh! ¡Shh!-Finn siseó todavía jadeando-¿oyes eso? suena como Jake-miro a través de un pequeño agujero-oh-ho. ¡Es Jake! Mira, ¡podemos salir por aquí!-
-¡Betty, estamos salvados!-le dijo Simon a su prometida.
-Váyanse, hay... algo que tengo que hacer primero-dijo en voz baja, su expresión era sombría.
-¿A qué te refieres?-preguntó Simon mirándola con preocupación. Ella sonrió débilmente, sus ojos brillaban por las lágrimas.
-Puedo reescribir esto. Puedo salvarte, Simon. Puedo salvar todo esto-su voz sonaba indecisa pero estaba llena de convicción.
-¡NO!-gritó Finn, dándose cuenta de lo que quería decir-¡Betty, no! ¡No tienes que sacrificarte por esto! ¡Lo resolveremos juntos!-
Betty negó con la cabeza.
-Sólo hay una salida. La esencia de GOLB es el caos, pero se puede manipular. He estado conectada a él el tiempo suficiente para conocer sus ritmos, sus pensamientos. Además he descubierto lo que le pasa a la corona. Se reinició, igual que nosotros. Ahora está en su forma de deseo primitivo-explicó la mujer-si me fusiono con ella, puedo evitar que lo destruya todo-
-Betty, no. Ya te perdí una vez. No lo hagas-suplicó Simon tomando sus manos con fuerza.
-Perderás todo si no lo hago-dijo ella con voz resuelta-a menos que GOLB sea desterrado. Voy a pedir... el deseo-
-Eh... ¿Chicos? No quiero alarmarlos pero ¡se está encogiendo!-gritó Finn notando como las paredes internas de GOLB comenzaban a cerrarse aún más a su alrededor.
-¡Pediremos el deseo después de escapar!-le dijo Simon a Betty.
-No, tengo que hacerlo aquí. La corona podría revertirse una vez que salgamos. Yo fui la que arriesgo todo en primer lugar-dijo Betty con voz firme. Se inclinó, tocando su frente con la de él-Simon, siempre has sido digno de salvarte. Por favor, déjame hacer esto por ti... por todos-
-Pero no puedo...-Simon no pudo terminar su frase ya que Betty le dio un rápido pero dulce beso.
-Siento haberlo estropeado todo-se disculpó la mujer una vez que se separaron, acto seguido empujó a Simon y Finn al agujero.
-¡Espera! ¿Betty? Betty, ¡no!-grito Simon, haciendo eco a través de las paredes del agujero.
Una vez que el agujero se cerró por completo, las paredes de la habitación comenzaron a cerrarse más rápido que antes. Betty se tomó un par de segundos para calmarse y se puso la corona nerviosamente.
-De acuerdo, yo... deseo desterrar a GOLB de este mundo-se oye un ruido y la habitación tiembla, pero no ocurre nada. La habitación sigue comprimiéndose-uh oh. Um... deseo que GOLB desaparezca, ¡deseo que GOLB desaparezca!-el deseo vuelve a fallar-¡no! ¡es demasiado fuerte! Incluso para la corona-respira pesadamente; se calma-sin embargo esto tiene que pasar... deseo por el poder que Simon esté bien-
Fuera del agujero, Marceline y Jake esperan a que Simon y Finn salgan.
-¡Deslícense más rápido, idiotas!-dijo Marceline, baja a Simon suavemente-¡Simon!-exclamó con un poco de alegría al ver otra vez a su amigo.
El suelo tiembla. El Guardián de Chicle deja de perseguir al Duque de la Nuez, Pan de Canela y Lolly. De repente una fuerte ráfaga de energía sale de GOLB, el cielo se volvió de un ominoso color dorado, y todo pareció detenerse.
-¿Qué Glob está pasando?-murmuró Jake, mirando fijamente al gigante congelado.
Una enorme ola de energía surgió de GOLB, transformando el campo de batalla. El Guardián corrompido se redujo a azúcar y dulces inofensivos, y el aura monstruosa se desvaneció. El propio GOLB también sufrió un cambio drástico.
-¿Qué ha hecho?-murmuró el Hombre Rey.
A GOLB le crecen extremidades más largas, acaba teniendo un sorprendente parecido con la Mujer Mágica. Se convierte ahora en "Golbetty". Mira hacia abajo, levitando.
-¡Bueno, genial! ¡a mí tampoco me agrada este tipo!-comentó la Princesa Slime.
-No... ¿Betty? ¡Betty!-Simon corrió hacia adelante-¡Betty! Oh, mi Betty, mi princesa, ¿por qué...?- solloza de rodillas. Su personalidad del Rey Helado ha desaparecido, y vuelve a ser él mismo, humano, vulnerable y con el corazón roto.
-Vive bien, Simon-la voz de Golbetty resonó en el aire-sé feliz-alza la vista y se eleva hacia el portal, dejando la Tierra de Ooo y luego se hizo el silencio. Cuando el portal se cierra, la corona del Rey Helado cae y rebota hacia Gunter, que se la pone.
-Ella nos salvó, Simon. Ella lo salvó todo-dijo Finn mientras apoyaba su mano en el hombro de Simon.
-Has vuelto. Es lo que ella quería más que nada en el mundo-le dijo Marceline a su querido amigo de forma reconfortante.
-¡Atrápenlo!-exclamó Jake señalando a Gunther ahora con la corona del Rey Helado en la cabeza-¡va a desear ser un poderoso villano espacial!-
-¿Qué?-preguntó NEPTR confundido.
-¡Es un gran alienígena malvado encerrado en un pingüino!-le explicó Jake al robot.
-¡Oh! Ya veo.
De repente, Gunter emite ruidos extraños al fusionarse con la corona. Se forma una nueva criatura: la Cosa Helada.
-¡La-ba-droo-la-da-boo! Oigan, ¿dónde está Gunter, mi hermoso hijo al que amo?-preguntó la Cosa Helada mirando alrededor del campo de batalla.
-Oh, no importa. Creo que sólo quería ser el Rey Helado-dijo Jake con indiferencia. La Cosa Helada comienza a tocar la batería-¿y deseó una batería? Sí, supongo que esto está bien-
Finn suspiró ya que había un problema menos del cuál ocuparse.
En cuanto el campo de batalla se calmó y el cielo recuperó sus tonos suaves y familiares, Finn se separó de Simon para darle espacio para lamentar su pérdida. El joven miró a su alrededor y observó los restos del caos. El aire era denso, pero había una extraña paz tras el sacrificio de Betty.
Fue entonces cuando, a través de la niebla dorada que se disipaba, apareció una figura familiar cojeando ligeramente pero que seguía en pie.
-¿Fern?-susurró Finn con el corazón a mil por hora. Sus piernas se movieron antes de que pudiera pensar, corrió hacia la figura. Fern, maltrecho pero en pie, levantó la vista. Tenía el cabello verde revuelto y su armadura de corteza estaba agrietada en algunas partes, pero sus ojos [sus ojos profundos y penetrantes] brillaron cuando se posaron en Finn.
-Finn...-dijo Fern en voz baja, con alivio y culpa a la vez.
Antes de que ninguno pudiera decir otra palabra, Finn rodeó a Fern con su brazo, abrazándolo con fuerza. Fern dudó un momento, y luego se dejó abrazar, rodeando a Finn con sus propios brazos.
-¡Lo lograste!-murmuró Finn, con la voz temblorosa-creí... creí que te había perdido otra vez-
-Sigo aquí-respondió Fern en voz baja-aunque no sé si merezco estarlo-
Finn se apartó ligeramente, su mano sujetó uno de los hombros de Fern.
-No digas eso. Has peleado tanto como cualquiera de nosotros. Perteneces aquí, conmigo.
Los labios de Fern esbozaron una leve sonrisa.
-Contigo, ¿eh?
-Sí-dijo Finn, con las mejillas sonrojadas-conmigo-
Hubo una larga pausa entre ellos, el mundo a su alrededor se desvaneció en un segundo plano mientras permanecían juntos. Por un momento, parecía que eran las dos únicas personas que existían. Fern levantó la mano y quitó un poco de tierra de la mejilla de Finn.
-Siempre encontrarás la forma de traerme de vuelta-dijo en voz baja-por muy lejos que esté-
Finn sonrió, sus ojos azules resplandecieron.
-Bueno, eso es lo que hacen los héroes ¿no?
Fern rió entre dientes, con un sonido cálido y ligero a pesar del peso del momento.
-No eres sólo un héroe, Finn. Eres... eres mi soporte.
Antes de que Finn pudiera responder, Fern se inclinó hacia él y le dio un beso suave y delicado en los labios. Fue breve pero eléctrico, transmitiendo calor a ambos. Cuando se separaron, Finn tenía la cara roja, pero no pudo evitar que una sonrisa boba se dibujara en su rostro.
-Eso fue... uh, eso fue agradable.
-¿Solo agradable?-Fern sonrió con satisfacción, recuperando una pizca de su habitual confianza-creo que puedo hacerlo mejor la próxima vez-
Finn se echó a reír, y el sonido atravesó la pesadez del campo de batalla.
-Bueno, te tomo la palabra.
Detrás de ellos, Jake miraba la escena con los ojos muy abiertos y una sonrisa divertida se extendió por su rostro.
-Aww ¡Mi hermanito está creciendo!-le susurró a Marceline, quién sonrió burlona y le dio un codazo juguetón.
-Ya era hora-bromeó Marceline, viendo a ambos chicos compartir un momento de paz en medio de tanto caos.
A medida que el sol comenzaba a asomarse entre las nubes, Finn y Fern permanecieron uno junto al otro, con las manos rozándose pero sin llegar a tocarse, listos para enfrentarse juntos a lo que sea que viniera después.
Más tarde esa noche, Finn, Fern y Jake [junto con BMO, Simon, la Dulce Princesa y la Maga Cazadora] llegaron a los restos de la casa del árbol, un sombrío recordatorio de lo que habían perdido. Sin embargo, el cielo estaba despejado y el mundo parecía en paz una vez más.
-¿Ves, Jake?-BMO se volvió hacia Jake y sonrió, su pantalla agrietada brillaba débilmente-todo va a estar bien. Soy tu papá ahora-
Jake, con lágrimas en los ojos, tomó a BMO y lo abrazó.
-Eres el mejor papá, amigo. De verdad que lo eres-sollozó Jake.
Finn se acercó a ellos y apoyó su mano en el hombro de Jake.
-Lo logramos. Gracias a ustedes... y a Betty.
Simon, silencioso y sombrío, miraba el cielo nocturno.
-Gracias, Betty-su voz estaba llena de pena y gratitud.
-Hey, Finn-dijo una voz familiar detrás del chico, Finn chilló como una niña pero se detuvo pronto al notar quien era.
-Lo siento. Hola, Maga Cazadora-la saludó Finn, aunque ya se habían visto no hace mucho cuando la Dulce Princesa estaba explicando sus tácticas de batalla en el campamento del dulce ejército.
-Sólo quería venir a decirte... gracias, por salvarnos. Y por desobedecer las órdenes de la Dulce Princesa esta mañana, eso fue... ¡totalmente atrevido!-dijo la Maga Cazadora mientras sentía como un sonrojo se apoderaba de su rostro-en fin, ¿nos vemos mañana creo?-
-Sí, nos vemos-dijo Finn, la Maga Cazadora asintió, rápidamente depositó un beso en la mejilla del chico algo que puso ligeramente celoso a Fern.
-Estás creciendo mucho-lo elogió la Maga Cazadora-si sigues así ya no podré alcanzarte-luego salió corriendo antes de que las cosas se pusieran más incómodas entre ellos-bueno, ¡buenas noches!-
-¡Buenas noches, Maga Cazadora!-dijo Jake.
-Bueno, creo que me retiro por ahora-le dijo la Dulce Princesa a los héroes-nos vemos luego supongo-
-Buenas noches, Princesa-le dijo Jake mientras se alejaba.
Cuando el grupo comenzó a alejarse de las ruinas de la casa del árbol, la noche los envolvió en un abrazo sereno. El aire quedó en calma, el leve susurro del viento entre las ramas rotas era casi melódico. Finn se quedó mirando las brasas de una fogata improvisada, sus pensamientos vagaban entre el alivio y el peso de todo lo que acababan de vivir.
-¿Te molesta si te acompaño?-la voz de Fern llegó suavemente, rompiendo la ensoñación de Finn. El chico de césped se encontraba justo fuera del círculo de luz, y su figura proyectaba una tenue sombra sobre las parpadeantes flamas.
-Por supuesto que no, viejo-dijo Finn apartándose para hacer sitio-no hace falta que preguntes-
Fern dudó un momento antes de sentarse junto a Finn, casi rozando los hombros. Por un rato, no dijeron nada, dejando que el crepitar del fuego y la brisa fresca de la noche invadieran el silencio.
-No creí que volvería a ver una noche tan tranquila como ésta-admitió Fern, con un deje de fragilidad en la voz-todo parecía tan... definitivo allí atrás. Como si no fuéramos a lograrlo-
-Sí-Finn coincidió, con la mirada fija en las flamas-estuvo cerca. Demasiado cerca. Pero lo logramos. Y estuviste increíble ahí fuera, Fern. No podría haberlo hecho sin ti-
Los ojos de Fern se abrieron ligeramente ante el cumplido, y una leve sonrisa se dibujó en sus labios.
-Me estás dando demasiado crédito. Tú eres el verdadero héroe, Finn. Siempre lo has sido.
Finn se volvió hacia su Otro yo, con una expresión seria.
-No, Fern. Eres tan héroe como yo. Tienes esa... fuerza en ti. Hoy has salvado vidas, peleaste por todos. Eso es lo que hace un héroe-las palabras quedaron suspendidas entre ellos, y por primera vez, Fern sintió un calor que no había sentido en mucho tiempo... un calor que no tenía nada que ver con el fuego.
-No lo dices por decir, ¿verdad?-preguntó Fern, con un atisbo de esperanza en la voz.
-Para nada-dijo Finn con una pequeña risa-eres todo para mí, Fern. Lo digo en serio-
Fern apartó la mirada, sus mejillas se tiñeron de un suave verde mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios.
-Gracias, Finn. Eso significa mucho-habló Fern, el color verde no desapareció de su rostro hasta que dijo lo siguiente-aunque…-observó las ruinas de la casa del árbol-me hubiera gustado poder ver la casa del árbol por última vez-
Finn siguió el gesto de Fern y dirigió su mirada hacia las ruinas de la casa del árbol. Por un momento, ambos contemplaron el lugar que alguna vez había sido un refugio, un hogar, y una fuente de innumerables recuerdos. Aunque ahora solo quedaban escombros, parecía que las llamas del pasado seguían ardiendo en sus corazones.
-Sí... yo también lo extraño-murmuró Finn con un suspiro cargado de melancolía-ese lugar fue más que una casa, ¿sabes? Fue donde viví mis mejores aventuras, donde aprendí tanto... pero creo que ahora de seguir adelante- Fern asintió lentamente, aunque no despegó la vista de las ruinas. Había algo en su semblante que indicaba que esas palabras lo habían tocado profundamente, como si el simple acto de "seguir adelante" resonara con lo que él mismo anhelaba: una nueva oportunidad, un nuevo comienzo. Se sentaron en un cómodo silencio por un momento antes de que Finn hablara de nuevo, su tono más titubeante-oye, Fern... ¿crees que las cosas volverán a sentirse normales algún día?
Fern respiró hondo, mirando al cielo estrellado.
-No sé si las cosas volverán a ser como antes-dijo mientras apoyaba lentamente su mano sobre la de Finn-pero tal vez eso esté bien. Podemos crear algo nuevo. Algo mejor-
Finn asintió, su corazón se sintió más ligero.
-Sí. Me gusta cómo se oye eso.
Fern sonrió, esta vez sin rastro de duda en su expresión. El agarre que ejercía en la mano de su Otro yo no era fuerte, pero tampoco débil. Era un lazo silencioso, una promesa sin necesidad de palabras. En ese instante, las ruinas dejaron de ser un símbolo de pérdida para convertirse en un recordatorio de que siempre podían encontrar un camino, mientras se tuvieran el uno al otro. Mientras el fuego crepitaba, Finn y Fern empezaron a hablar en privado sobre sus planes, esperanzas y la posibilidad de que les aguardaran días mejores. Y por primera vez en lo que parecía una eternidad, el futuro no parecía tan abrumador. Parecía... factible.
El sol se elevaba sobre los relucientes vestigios de Ooo, proyectando largas sombras sobre el paisaje. Beth y Shermy, subido a la cabeza de su enorme amiga perro-lluviacornio, deambulaban por el mundo en evolución. El dúo había regresado a la cueva de BMO, ansiosos por descubrir la última pieza del rompecabezas.
-BMO, tienes que contarnos... ¿qué le pasó a Ooo? el verdadero final-insistió Shermy, con la voz llena de curiosidad e impaciencia.
-Sí, hombre. Por un momento creímos que tu historia se trataba de una batalla por el destino de Ooo-le dijo Beth mostrándose menos impaciente que su amigo.
BMO se ajustó la barba postiza con un murmullo melancólico.
-¿El final? oh, mis queridos Shermy y Beth, el final no fue realmente el final. Fue un comienzo... una nueva oportunidad de crecer, como un árbol.
Beth entrecerró los ojos con suspicacia.
-¡Estás siendo críptico otra vez! Dilo todo de una vez.
-Está bien, está bien-empezó BMO-tras la guerra, los héroes no reconstruyeron Ooo. Dejaron que el mundo creciera por sí solo. Y creció... en algo nuevo, algo mágico. Pero hay una cosa que podría parecerles interesante...-el pequeño robot se inclinó más cerca, mientras Shermy y Beth hacían lo mismo, su voz se tornó en un susurro-hay un árbol muy viejo, de más de mil años, con una espada incrustada en su tronco. Una espada especial, la Espada Finn-
Shermy y Beth intercambiaron una mirada, una chispa de emoción irradiaba en sus ojos.
-¡Tenemos que ir por ella!-exclamó Shermy poniéndose en pie de un salto.
-Por supuesto que sí-coincidió Beth, poniendo los ojos en blanco mientras se daban la vuelta para marcharse.
-¡Buena suerte, mis amigos!-gritó BMO-¡y recuerden que cada final tiene una chispa de aventura esperando a surgir de nuevo!-
Una vez superada la Guerra por Ooo, la vida comenzó a resurgir. Las cicatrices de la batalla aún eran visibles, pero los habitantes de Ooo siempre fueron capaces de adaptarse.
Jake, lleno de un renovado sentido de la aventura, cumplió por fin un sueño del que él y Arcoíris habían hablado durante años: juntos, comenzaron a explorar las vastas dimensiones conectadas por los numerosos portales de Ooo. Cada mundo era único, un caleidoscopio de colores, sonidos y criaturas extrañas. A Arcoíris le encantaba documentar sus viajes, mientras Jake disfrutaba de cada nueva aventura.
Lejos de Ooo, la Princesa Grumosa (o deberíamos decir la Reina Grumosa) fue coronada gobernante del Espacio Grumoso. A pesar de sus habituales tendencias dramáticas, Grumosa sorprendió a todos mostrando dotes para la diplomacia, al parecer, vivir tanto tiempo como vagabunda en el bosque de Ooo la hizo evolucionar como persona.
-Cómo sea-dijo durante su coronación, alzando su corona-¡nací para matar!-
Mientras tanto, la Princesa Tortuga y la Cosa Helada celebraron su compromiso en una extravagante pero emotiva boda. La ceremonia, celebrada en las puertas de la Biblioteca, contó con la presencia de todos sus amigos en Ooo. NEPTR se encargó del catering de la boda con sus característicos pies, mientras Marceline interpretó una bella e inquietante melodía al intercambiar sus votos.
T.V., inspirado por sus difuntos abuelos paternos, Joshua y Margaret, abrió una agencia de detectives privados en el mismo edificio en el que ellos vivieron y trabajaron. Sus tarjetas de presentación decían:
"T.V. Detective Privado: Ningún caso es demasiado pequeño, demasiado grande o demasiado extraño".
El negocio iba viento en popa, con casos que iban desde mascotas perdidas a misterios intergalácticos.
Sweet P, un niño atormentado por su pasado como el Lich, se graduó de la escuela como un adolescente feliz y seguro de sí mismo. Sus maestros, padres y amigos lo adoraban, y su futuro parecía igual de prometedor que la brillante corona que una vez llevó cuando era un niño.
La Dulce Princesa y su tía Lolly se turnaban para cuidar de su hermanito Neddy, aunque seguía viviendo bajo el árbol del Dulce Reino, se aseguraban de que estuviera cómodo y feliz. A Lolly, especialmente, le encantaba establecer lazos afectivos con Neddy, y a menudo le cantaba mientras Bonnibel trabajaba en la reconstrucción de su reino.
Sin embargo, Simon no tuvo la misma suerte. Atormentado por la culpa y la nostalgia, buscó la ayuda de Prismo para traer de vuelta a Betty.
-No puedo deshacer lo que se ha hecho-le dijo Prismo con pesar-algunos sacrificios son irrevocables-
El corazón de Simon se rompió, pero se aferró al recuerdo de Betty, encontrando consuelo en la idea de que su sacrificio no fue en vano y que salvó al mundo.
Por otra parte, la Reina Flama y NEPTR formaron un dúo musical insólito pero exitoso, con el ardiente carisma de la Reina Flama y las extravagantes habilidades de NEPTR para crear ritmos, atrajeron a fans de todo el mundo. Sus conciertos se convirtieron en una celebración de la unidad y resistencia.
Marceline y la Dulce Princesa vivieron juntas en paz, con su vínculo más fuerte que nunca. Pasaron los días equilibrando responsabilidades y las noches riendo, tocando música y organizando citas dobles con Finn y Fern.
A pesar del caos de la reconstrucción, Marceline nunca se olvidó de recordarle a Bonnibel.
«Ahora tenemos todo el tiempo del mundo».
Aquellas palabras inquietaban un poco a Bonnie, pues no sabía cuánto tiempo más le quedaba por compartir junto a su amada vampiresa, pero haría todo lo posible por aprovecharlo y que cada momento valiera la pena.
Finn y Fern, por su parte, se encargaron de ayudar a las numerosas criaturas abandonadas en Ooo y a los supervivientes de la guerra a encontrar un nuevo hogar. Trabajaron incansablemente, a menudo codo con codo, acercándose cada vez más a medida que se enfrentaban juntos a nuevos retos. Hasta que una tarde, mientras estaban descansando en la playa, al otro lado del mar, un enorme barco con los últimos humanos [liderados por Minerva, cuyo rostro aparecía en una pantalla] llegó para convertir a Ooo en su hogar. Fueron recibidos por los chicos con los brazos abiertos, y Minerva recobró la paz al ver a sus hijos rodeados de amigos, amor y un sentimiento de integración.
La tierra de Ooo, aunque con cicatrices, prosperó tras la guerra. Y aunque los días de grandes batallas y catástrofes cósmicas habían terminado, la aventura todavía seguía vigente.
Shermy se sujetó a la áspera corteza del enorme árbol de sauce y sus patas temblaron de emoción mientras escalaba más y más alto.
-¡No puedo creer que esto sea real!-le dijo a Beth, quien saltaba graciosamente de rama en rama detrás de él.
-No me culpes si te caes-advirtió la antigua princesa del Reino Cachorro a su amigo.
Por fin, Shermy llegó a la cima, donde la reluciente Espada Finn sobresalía del tronco. Su empuñadura estaba desgastada, pero aún brillaba con una tenue luz de otro mundo.
-Aquí está-susurró Shermy, con los ojos muy abiertos. Extendió una de sus patas y agarró la empuñadura, sintiendo una oleada de energía. Con un gruñido, sacó la espada y la hoja brilló a la luz del sol. De pie sobre la rama, el pequeño gato blanco alzó la espada por encima de su cabeza, y su silueta adoptó una pose inquietantemente parecida a la de Finn y Jake en la secuencia inicial de las aventuras originales-¡oh, sí!-dijo con una sonrisa burlona y su voz rebosante de confianza.
Beth se estiró perezosamente en una rama cercana, observándolo con una mezcla de diversión y orgullo.
-Eres ridículo, ¿lo sabías?
-¡Ridículamente increíble!-contraatacó Shermy y ambos compartieron una carcajada.
Apenas la espada captó la luz del sol, su resplandor se intensificó, llenando el cielo de una cálida luz dorada. La imagen se amplió lentamente, revelando la extensa Tierra de Ooo. Un testimonio de aventura, crecimiento y el eterno legado de los héroes.
