¡Feliz 2025, amigos míos! Quién diría que un fanfic abandonado de 2012 seguiría a estas alturas, lmao (ya ven, soy mi propia hater).
Disclaimer: Ranma ½ es propiedad de Rumiko Takahashi.
24. Descifra mi corazón (Parte II).
Pasada la hora establecida, Mikado Sanzenin y su agrupación se presentaron en el show del parque, siendo este el primer espectáculo que daban para un público tan numeroso. Los aplausos se prolongaron un largo rato, al igual que los flashes de las cámaras capturando el mejor ángulo de los bailarines.
—Tu novio es muy talentoso, Tatewaki —felicitó Ukyō sin dejar de aplaudir.
Él se ruborizó —Su sueño es convertirse en un coreógrafo profesional. Recién le aprobaron la beca para estudiar danzas en la academia más prestigiosa del país.
—Vaya —Ryū habló, sorprendido —Tengo entendido que aplicar a una beca en artes es complicado por la demanda. Las vacantes suelen ser muy reducidas.
Nada más escucharlo, Ranma rodó los ojos. ¿Quién se creía para hablar tan confiado y con esos aires de sabelotodo cuando solo era un recién llegado? —Pues las becas deportivas están más condicionadas. El gobierno ahora es más estricto en cuanto al rendimiento de los atletas.
Ranko se le quedó mirando algo incrédula —Ah, parece que alguien estuvo investigando —le picó una de sus mejillas con el dedo —¡Al fin te estás preocupando por tu futuro!
Su primo volteó el rostro, rojo como tomate por el bochorno.
—El entrenador nos estuvo hablando de eso —continuó Shinnosuke con el tema —Nuestra escuela destacó en las competencias Inter escolares de baloncesto y gimnasia. Hay muchos altos mandos interesados en financiar a los jóvenes atletas.
Con el rabillo del ojo, Akane observó fugazmente al adolescente de trenza. No era un secreto para nadie la popularidad que poseía Ranma en ese sentido; por algo lo apodaban "el jugador estrella de Furinkan". Era un deportista nato y habilidoso, ya fuese en la cancha o en cualquier otra habilidad física. Quizás él no le daba la importancia suficiente, pero lo más probable es que le otorgaran una beca por sobre el resto de los aspirantes.
—"Las universidades separan a la gente" —las contundentes palabras de la Profesora Hinako se repitieron en su mente. No había parado de pensar en eso que le dijo aquel mismo día en el que a Ranma se le cruzaron los cables, y aseguró frente a la secundaria entera que ella y Mousse estaban de novios. Aunque todo se aclaró al final, ahora que la relación entre ambos permanecía incierta debido a los sentimientos sin identificar de él, esa posibilidad se le hacía mucho más dolorosa.
Peor aún, que conociera a otra chica que lo deslumbrara como Shampoo y se repitiera la misma historia.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por el host del evento, el cual hablaba desde el escenario usando un micrófono —¡Muchas gracias a todos por apoyar a estos talentos florecientes! Nos alegra que también se diviertan en las instalaciones del parque. Queremos recordarles que, antes de cerrar puertas, habrá un concierto final en este mismo escenario. ¡No se lo pierdan!
—Cariño, estuviste increíble —alabó Kuno a su amado con los brazos abiertos. Ya el chico se había cambiado de ropa y fue a localizarlos.
—¡Te amo, bombón!
—Si a ninguno le molesta —Kounji sacó su celular y apunto con la pantalla al frente, queriendo hacer una selfie —Creo que el momento es digno de una foto.
El grupo conformado por la chef, Kuno, Mikado, Shinnosuke, Mousse, Ranko, Akane, Ranma y Ryū posó con suma naturalidad a la fotografía, dando la impresión de que realmente eran una pandilla de amigos que se frecuentaban a pasar el día juntos. Cada uno hasta esbozó un gesto gracioso o casual.
—¡Luego me la envías! —pidió la pelirroja.
—Oh, ya que estamos, ¿por qué no vamos a la cabina de fotos? Podemos sacar unas como recuerdo —sugirió el bailarín.
Los demás aceptaron emocionados y se dirigieron hacia la máquina. Durante varios turnos, estuvieron tomándose instantáneas divididos en subgrupos: las chicas, los mejores amigos, los primos y las parejas. El único que no se acopló al no pertenecer, fue Ryū.
El universitario suspiraba nervioso. Quería pedirle a la de cabello azul que sacaran una fotografía los dos, aunque quizás rozaba en lo atrevido, puesto que tenían muy poco de conocerse. Por otro lado, podría llegar a ser un tierno recordatorio de cómo comenzaron las cosas si más adelante se concretaba algo.
—Akane, me gustaría... —sus palabras quedaron flotando en el aire cuando vio cómo ella era arrastrada por el chico Saotome dentro de la cabina.
—¡Vamos, Akane!
El arrebato fue tan rápido que no le dio tiempo de procesar que, en solo segundos, se encontraba sentada sobre las piernas masculinas y con ambos rostros muy cerca. El pulso se le aceleró, a la par que flashbacks no tan lejanos, se repetían en su memoria.
—Tengan cuidado, traviesos. Afuera los pueden ver —la diabilla Nabiki se burló.
—Akane, no vayas a caer —suplicó el ángel Kasumi.
Tendo reaccionó inmediatamente, y se bajó de su regazo al sentir que el espacio entre sus labios se acortaba. No debía perder la precaución —Ah...
Él tragó en seco, tratando de desviar su mente a otro asunto. Tampoco tenía la intención de propasarse o que quedaran en pose comprometedora, pero el espacio tan reducido no ayudó —Lo... lo siento.
Fue un rato de silencio en el que nada más se escuchaba el palpitar de sus corazones. No se dieron cuenta que el timer de la cámara repicaba, indicando que la primera imagen de la tira de fotos estaba a punto de ser capturada.
*Click*
Y así podían seguir, sentados lado a lado con las mejillas muy sonrojadas y la mirada perdida, si no fuera porque el pelinegro recordó de golpe qué lo había impulsado a encerrarse con la muchacha en aquel minúsculo cubículo lejos de los otros. Necesitaba encararla ya.
—¿Se puede saber qué te traes con ese?
*Click*
Atónita por el interrogatorio, irguió una ceja —¿Hablas de Ryū?
—¡Oh, Ryū! —remedó en un tono muy agudo. Los dedos las enredó debajo de su barbilla, exagerando una posición de ensoñador —Ni siquiera lo niegas.
*Click*
—¿Vas a seguir con lo mismo? Según tú, me traigo algo con todos los chicos que me rodean. ¿Quién piensas que soy?
—Pues no puedo descuidarme ni un minuto porque de repente te encuentras un pretendiente nuevo: Daisuke, tu amiguito Ryoga y ahora este.
Los ojos casi se le desorbitaron ante esa revelación. No estaba enterada de que uno de sus compañeros de clases gustara de ella —¿Daisuke? Pero cuando...
*Click*
—Ese no es el punto. ¿De verdad... ya no sientes nada por mí? —cuestionó en voz muy suave, como si tuviera miedo de preguntárselo realmente, haciendo un puchero. Ni siquiera la miraba directo.
La sangre se le aglomeró en la cabeza al oírlo. A estas alturas, sus sentimientos no eran un secreto, pues ella misma se los confesó en medio de un impulso; sin embargo, eso no quitaba el que esperara muriera el tema mientras no aclarara si le correspondía.
—¡¿Con qué derecho me reclamas si tú eres el que no se decide?!, ¿Quieres estar conmigo o con Shampoo?
*Click*
Al terminar con esa última captura, la maquina reveló en menos de un minuto la cinta conformada por cinco imágenes que los mostraba de apenados a molestos. Discutiendo, obviamente, por las expresiones que cargaban. Las fotos se expedían en la parte exterior de la máquina, por lo que fueron sus amigos quienes las recogieron.
—¿Por qué no me sorprende? —A Ranko y al resto, a excepción de Kūmon, les brotó una gotita de la sien.
Él, por su parte, no entendía el contexto de la secuencia en cuestión. Nada más comprendía que la chica que le gustaba lucía hastiada, siendo un buen motivo para entrar a socorrerla.
—¡Hola! ¿Todo en orden?
—¿Qué haces aquí? —gruñó Ranma ante su intromisión.
Por segunda vez ese día, la adolescente quedó estrujada en medio de los dos. La diferencia yacía en que, a diferencia de hace un momento, ahora su piel se estampaba con la de ellos en gran medida.
—Quería asegurarme de que Akane esté bien. Parece disgustada.
—Gracias, pero no necesita tu ayuda.
—¡Oigan, no me dejan respirar! —exasperada, los codeó en las costillas.
De nuevo, la cámara se preparó para fotografiar a los individuos dentro de la cabina, pese a que estos estuvieran sumergidos en una discusión.
*Click*
—Ay, chicos, me estoy divirtiendo mucho —exclamó risueña la pelirroja.
Sus acompañantes iban caminando tras de ella, rumbo a otra atracción mientras tenían tiempo, pues querían asistir al espectáculo de cierre. Casi todos platicaban a gusto, excepto los rivales por el corazón de Akane que, una vez más, intercambiaban miradas llenas de odio.
Debido a esto, ella estaba entre irritada y avergonzada, por más que no hubiese una disputa verbal o física, era el colmo que se portaran así. Quizás viniendo de Saotome no era extraño, pero no esperaba ese comportamiento tan infantil por parte del otro.
Uno que le prestaba mucha atención a la situación era Mousse. Él conocía a detalle toda la historia que escondían Ranma y Akane, y los sentimientos que se profesaban uno al otro platónicamente. No obstante, el primero no parecía reparar en el hecho de que él estaba ahí, siendo testigo de cómo luchaba por ella cuando, en teoría, es la pareja actual de la mujer que amaba. Deseaba con todo su ser propinarle una paliza como consecuencia de lo que hizo en esas últimas semanas, mas debía ser más inteligente al jugar sus cartas.
En eso, una de sus compañeras de clase los detuvo.
—¡Ranma, querido! —la eterna admiradora del de trenza apareció, abrazándolo con ímpetu.
—A... Akari... qué... ¿qué haces aquí? —él respiraba entrecortado.
—Sabía que vendrías hoy. Me pone tan feliz —le restregó sus pechos —Vi a Kodachi y los demás recién, pero ella iba molesta. Dijo que se te distorsionó la realidad por recibir tantos pelotazos. Eso me preocupó.
Como es costumbre, Tendo frunció las cejas ante la escena. Akari siempre actuaba igual y él no hacía mucho para detenerla.
—Y sé que Shampoo se enfermó, así que podremos pasar tiempo juntos para que finalmente te enamores de mí —seguía sin soltarlo. El pelinegro ya tenía la cara morada gracias a la falta de aire.
—¡Ay, pero qué buena idea! —exclamó sarcástica la de cabello azul —Ya que te encanta tenerlas a todas.
—No lo entiendo, ¿acaso esa no es su novia? —ajeno a todo, Ryū sobre pensaba los hechos.
Unryū jadeó, dejándose llevar por su imaginación —¡¿De verdad cortarías con Shampoo por mí?!
Cabreado, no meditó su respuesta —¡Si voy a dejarla será por...! —Ranma tuvo que morderse la lengua, pues casi se delata frente a su compañera. El resto de los presentes seguramente ya estarían al tanto de que no quería seguir con la china, pero soltarlo con alguien más así de sopetón, sobre todo ella, cruzaba la línea.
—¡¿Vas a dejarla?!
Las voces de Akari y Mousse se escucharon al unísono. Una ilusionada y el otro autoritario. Akane ya se lo había contado al chino, solo faltaba una confirmación directa por parte de su contrincante. Si él de verdad admitía ante todos que ya no quería nada con Shampoo y cumplía, podría llegar a solucionarse cada desacierto nacido de aquel caótico cuadrado amoroso.
—Ran... ma —el pecho de Tendo vibraba con fiereza. ¿Iba a ser capaz de decir su nombre?
Sus conciencias buena y mala, al igual que Ukyo y Kuno, entrelazaban sus manos entre sí, expectantes.
—¡Tengo que contárselo a todos! —Unryū no dio tiempo a nada más y se fue dando saltos de emoción, inmersa en su fantasía.
—¿Ranma, no piensas detenerla? —cuestionó la pelirroja, un poco asombrada por la reacción de este.
Él se cruzó de brazos sin dirigirle la mirada a ninguno —Que les diga si quiere.
—Esa no es manera de hacer las cosas —el de cabello largo se atrevió a encararlo —Más te vale que seas hombre y le des la cara a Shampoo.
—Amigo, cálmate —Shinnosuke intentó tranquilizarlo, tomándolo de los hombros. El resto del grupo quedó pasmado por su injerencia.
—Chicos, no vayan a pelear. Este no es el lugar —Akane intervino.
—¿Podrían dejarme hablar a solas con Mousse, por favor? —para sorpresa de todos, el chico Saotome estaba bastante tranquilo.
—Está bien —aceptó el mencionado —¿Nos permiten un momento?
—Vamos a la casa embrujada —Kounji avisó, yéndose entre cuchicheos con sus amigos. Akane no dejaba de mirarlos pese a estar caminando en la dirección contraria.
Los varones guardaron silencio durante un rato, hasta que el de trenza se decidió a hablar —Sé que te debo una disculpa desde hace mucho.
—¿Exactamente por qué?
—Sí, por todo. Por haberte quitado a Shampoo, por causarte una lesión y también... Por hacer que la escuela entera hablara de ti y Akane.
—Escucha, Saotome —puso los brazos en jarra —Hace muchos años que nos conocemos, desde niños, prácticamente, y a pesar de que siempre existió una especie de competitividad entre nosotros, jamás te consideré un enemigo —hizo una pausa —De hecho, me agradó mucho volver a verte cuando ingresaste a Furinkan el año pasado.
—A mí también —admitió.
—Pero después empezaste a estar detrás de mi novia y a degradarme con el equipo...
—No es así —intentó defenderse —Tu relación con Shampoo daba muchas idas y vueltas. Yo solo quería una oportunidad con la chica de la que me enamoré.
—¿Y por qué ahora quieres dejarla? —atacó —¿Por qué no estás con ella cuando se supone que se enfermó?
Ranma no supo que contestar.
El otro muchacho siguió —No sé por cuánto tiempo más pretenden mantener esta mentira; ni tú la amas, ni ella a ti.
—Me di cuenta muy tarde —se lamentó.
—Ya está, fuiste tú quien empezó con todo esto. Debes resolverlo.
—Lo intento, pero no sé cómo hacerlo sin lastimar a nadie. Si quiebro su orgullo Amazona, va a querer desquitarse.
Mousse suspiró, sobándose la nuca. En cierto punto, tenía razón; por algo Shampoo corrió a sus brazos luego de que cortaran cruelmente meses atrás. Ella nunca permitía que la humillaran sin terminar sacando las garras. Así lo hizo también la última vez que ellos se acostaron hace dos semanas, cuándo pensó que él y Akane estaban en pareja por culpa de Ranma.
—Pero si dejo pasar más tiempo, podría perder a Akane para siempre —farfulló más para sí mismo que para su interlocutor, pero claro, este lo escuchó.
—¿Finalmente te diste cuenta de lo que sientes por ella? —aquella pregunta fue adrede, esperando ver si caía.
—Sí... Espera... ¿Qué? —evidentemente, él respondió por inercia, sin tener en cuenta que el chino sabía de principio a fin. Su cara se tiñó de rojo al recapacitar.
—Tendo ha sido muy paciente contigo. Te amaba en secreto y permitió muchas cosas con tal de estar a tu lado, y nunca fuiste capaz de verlo —esas palabras atravesaron como una bala al de ojos azules, mas las merecía —Pero parece que ahora no le va tan mal, tiene muchos interesados.
—Malditos —apretó los puños, conteniendo sus celos —No lo voy a permitir.
Una imperceptible sonrisa escapó de los labios del otro joven. Aparentemente, estaba destinado a ser el consejero sentimental de esos dos revoltosos, pese a las diferencias que pudiera tener con el muchacho. ¿Cómo podía culparlos? Si él y Shampoo han sido igual o peor de inmaduros.
—Mejor date prisa antes de que alguien más la conquiste —conociendo a Akane, era poco probable que eso pasara, pero no desaprovecharía el abrumarlo un poco.
Minutos posteriores, ya Ranma y Mousse se encontraban junto al resto de sus amigos recorriendo la casa del terror. La conversación culminó en términos cordiales, siempre y cuando el primero cumpliera con lo que prometió.
—No puedo creerlo —la de cabello azul se apartó de los demás junto a su amigo para averiguar qué pasó —Ranma de verdad se disculpó contigo.
—Parece que está aprendiendo —se acomodó las gafas —Era cuestión de tiempo.
—¡Me siento tan orgullosa! —Ranko no disimuló que escuchaba todo.
Aun así, las dudas de Akane no paraban de surgir. Sí, no podía negar que su adorado tormento estaba redimiéndose y, de momento, era mucho más armonioso llevarse con él; ¿tal vez porque son solo amigos sin derechos? Después de todo, traspasar la línea de la amistad fue lo que los llevó hasta la cuerda floja. Ranma le pidió que volvieran a ser eso, todavía no hablaba de amor. ¿Entonces...?
—¡AHHH! —el chillido ensordecedor de un par de chicas que corrían a la par llamó la atención del grupete —¡Fantasmas pervertidos!
—Vaya, no pensé que fuera tan realista —dijo Shinnosuke, abrazando a su novia.
La cocinera se espantó a causa del escándalo —Ni yo.
—No sean cobardes —Tatewaki esbozó un gesto de superioridad —Está todo programado con computadoras.
—Oh, bombón, ¡protégeme! —Sanzenin le siguió el juego, fingiendo desmayarse.
—Emm —Tendo agachó la cabeza. Al entrar ahí, se le pasó por alto que se asustaba con facilidad —¿Por qué mejor no volvemos? Ya está por empezar el concierto.
—Akane, te acompañaré hasta la salida —Ryū quiso aprovechar la oportunidad de aproximarse —Si algo te da miedo, aquí estaré para cuidarte.
—¡Qué caballero! —el ángel Kasumi, aplaudía. La diabilla Nabiki, negaba con la cabeza.
—¡¿Quién se cree para hablarle así?! —el chico Saotome gruñó entre dientes, mientras su prima aguantaba la carcajada.
La muchacha no contestó, y Mousse notó que, una vez más, ignoró sus insinuaciones. Le apenaba, puesto que Kūmon no se veía como una mala persona —Tendo tiene razón. Apurémonos todos a salir.
En medio de la semi oscuridad característica del lugar, comenzaron a caminar en busca de la salida, cruzándose con uno que otro animatrón de criatura sobrenatural. No eran para nada aterradores, cosa que tranquilizó a Akane y Ukyo. Riéndose, ya casi llegaban al punto final de dicha atracción.
Si no hubiesen estado tan distraídos bromeando entre ellos, seguro se habrían percatado a tiempo de la presencia que acechaba sus espaldas.
—A ver, belleza, ¡muestra tu ropa interior! —de un veloz movimiento, el vestido de la pelirroja se alzó.
—¡¿Qué?! —apenada, se lo acomodó con torpeza.
—¿Qué fue eso? —los varones quisieron inspeccionar el área con la escasa luz de los alrededores y la de sus celulares. Sin embargo, dicho ente escapaba diestro de la iluminación.
—Tienes muy buen trasero, eh —volvió a anunciarse. En este caso, la chef pegó un brinco al sentir que ese algo o alguien sobaba sus glúteos.
—Ukyo, ¿estás bien? —Shinnosuke tomó sus manos, preocupado.
—No creo que acosar mujeres sea parte del juego —Meditó el de gafas.
A pesar de tener la mayor parte del sentido de la vista restringido, Ryū trataba de valerse de su intuición para captar al intruso. Podía percibir cómo la presencia se movía ágil en las sombras.
—Eres muy linda, nena. ¡Ven aquí! —ahora la voz se dirigió a Akane.
Ella también podía sentir a esa entidad anónima acechándola. Estaba muy cerca de ella, pero le era imposible divisarla antes de que también la molestara. Por menos de diez centímetros casi pasa, de no ser porque Ranma, hecho una fiera, la sujetó con un brazo y usó el otro para encajarle un puñetazo al individuo.
—¡Ponle un dedo encima y te asesino! —bramó iracundo.
Ranko sacó su celular, y con la linterna, apuntó a la víctima de su primo que yacía desmayada en el piso: se trataba de un preadolescente portando una túnica blanca y lentes de visión nocturna —Así que este es el fantasma.
—Bah —Kuno se mofó, sacando la lengua —Un niñito hormonal que cree que es gracioso propasarse con las chicas.
Mikado lo secundó —Qué patético.
—Lo mejor es que llamemos a la seguridad del parque —sugirió Kounji. Estaba furiosa por el toqueteo de ese abusador.
—Akane —el de trenza dejó de prestarles atención para centrarse en la chica —¿No te hizo nada, cierto?
La joven asintió suavemente, muy ruborizada. Por su parte, Ryū los observaba, ayudado con su linterna, sintiendo cómo la decepción le invadía el alma. A él realmente le interesaba Tendo, y parece que sería mucho más complicado de lo esperado el estar con ella si ese tipo la rondaba así. Era que obvio que sentía algo por ese tal Ranma, el cual, a su interpretación, no es más que un mujeriego ya que tenía novia.
Más allá de eso, pudo notar que, por la manera en la que noqueó al "fantasma" y lo atrapó sin problemas, sabía de artes marciales. Su técnica lucía bastante pulida, pese a que no pudo detallarla lo suficiente. Ahora comprendía que estaba frente a un digno adversario contra el que no quería perder.
Algo había decidido y es que no permitiría que Akane cayera en sus redes.
—Escuchen, este es el plan —comentó el bailarín. Una vez que salieron de la casa del terror y esperaron a que los guardias se llevaran al pervertido, fueron camino a ver el show —Muy pocas personas saben esto, pero desde la rueda de la fortuna hay una vista increíble del escenario.
—Oh, suena interesante —aceptó Ranko.
—¿Pero tendríamos que subir divididos, no? —preguntó Shinnosuke.
—Les aseguro que valdrá la pena.
—¡Pero corramos que se hace tarde! —les ordenó Kuno
En un par de minutos, llegaron hasta la noria. En efecto, no había ni una sola persona haciendo fila para montarse, así que tenían ventaja.
—Pueden subir máximo tres personas por cabina —informó la encargada.
—Mousse, ven con nosotros —Kounji le palmeó amistosamente la espalda, y tanto ellos como Shinnosuke abordaron la primera góndola.
—¿Me harías el honor, amor mío? —el castaño se reverenció ante su novio, que accedió emocionado.
Otra vez, Kūmon pensaba proponerle a Akane que hicieran algo juntos para pasar tiempo a solas, aunque ahora que entendía el trasfondo (en parte) de su vínculo con Saotome, probablemente no sucedería hoy.
—Vaya, vaya. ¿Cuál de los dos galanes será tu acompañante? —la diabilla Nabiki susurró en su oído —Pueden hacer cosas muy divertidas en las alturas.
—¡¿Por qué siempre quieres desviarla?! —la regañó el ángel Kasumi.
Dando una bocanada de aire, Ranko se reprendió mentalmente por lo que estaba a punto de hacer. Con Ryoga acordaron no entrometerse más entre su primo y amiga de infancia, respectivamente, pues ellos debían crecer por cuenta propia y tomar sus propias decisiones; mas no podía negar que las recientes actitudes de su pariente valían una pizca de ayuda.
—¡Vamos, Ryū! —lo jaló de la muñeca para ir con este. Así, los dos restantes quedaron solos. Ambos se coloraron y les escapó una sonrisita boba.
El show inició justo cuando el aparato emprendió la primera vuelta. Tal como dijo el bailarín, la perspectiva general del escenario y la feria superaba con creces el estar entremezclados dentro del público; sobre todo a esa hora, donde el atardecer teñía de dorado el horizonte. Sin duda, visión más espectacular que esa no existía.
Encima de la tarima, tocaba la misma banda de la fuente de sodas:
"Cause I remember when I found you,
Much younger than you are now.
And once we started having friends 'round,
You created a television of your mouth".
La de cabello corto carraspeó, buscando entablar conversación con su compañía —Realmente me alegra mucho lo que hiciste, Ranma.
Pestañeó confundido —¿Eh?
—Ya sabes... lo de Mousse. El pobre no merecía sufrir tanto.
—Tú tampoco, Akane —sentenció —Te prometí que repondría todo el daño que hice.
Ella achicó los ojos —Aún no admites la razón.
—¿Cómo que no? ¡Es por ti, tonta!
—¡Sabes a lo que me refiero! —No le bastaba. Por más que hiciera o dijera el pelinegro, mientras no declarara abiertamente sus sentimientos, no tenía sentido lo demás.
"It's just you and I tonight
Why don't you figure my heart out?"
Pero ni él mismo los descifraba todavía. Le daba pavor equivocarse y volver a lastimarla. Adoraba la relación que tenían, como amigos y amantes, y ni siquiera el efímero amor que sintió por Shampoo pudo contra eso, si es que podía llamarlo de esa forma. La quería, sí, pero ¿de qué forma? De ser meramente su bestie, tendría que aceptar verla salir con otros y eso le destrozaba. Egoísta, lo sabía.
En retrospectiva, jamás consideró el pos si la china llegaba a corresponderle. Ella no se desprendía de Mousse y él la pasaba muy a gusto con Akane. ¿Por qué no concluyó eso al principio? No se dio el tiempo para preverlo. De lejos, Shampoo simulaba a su mujer ideal, hasta que la falta de afinidad lo obligó a entender que no, que siempre fue otra.
Tal vez, su atracción por la violácea iba compaginada a la rivalidad que guardaba con Mousse. Al reencontrarse con él en Furinkan, consideró que la vida le regalaba esa tan anhelada revancha contra el único calificado como oponente a su nivel. La competencia debía limitarse a los deportes y las luchas, no al amor.
You got something to say?
Why don't you speak it out loud,
Instead of living in your head?
Sumergido en sus divagancias, no notó que Tendo le veía ansiosa. Si continuaba obligándolo a confesar, diría cualquiera idiotez de las suyas y discutirían —Igual, es lindo que estemos así —desvió la conversación.
—Akane —atrapó la mano femenina entre la suya, teniéndolas apoyadas sobre el asiento —Yo... aún debo separarme de Shampoo. Es lo correcto para todos.
—Ranma...
—Y... no sé qué pasará después... pero... ya sea como amigos o algo más, quiero... estar conti... —el nudo en su garganta no le permitió terminar.
It's always the same.
Why don't you take your heart out,
Instead of living in your head?
Hace más de un año que anhelaba vivirlo, que él le correspondiera. Aquel día que Ranma ingresó a su escuela, no solo le pareció el chico más guapo de su generación, sino que, además, al conocerlo más a fondo y ver que compartían tantas cosas en común, supo lo amaría con todos sus sentidos.
Deberieron ser más fuerte, pero el momento bastó para que los dos, sin siquiera tratar, se olvidaran del "simplemente amigos". Saotome le acarició la mejilla, acercándola suavemente a sus labios sin que opusiera resistencia. ¡Cómo extrañaba besarla!
Por más que intentaran, no podían ser solo eso.
—Oh, no —la diabilla y el ángel se miraron alarmadas. Al menos en esto, estaban de acuerdo.
"It's just you and I tonight
Why don't you figure my heart out?"
Entretanto, en la cabina de los universitarios, la pelirroja sacaba cientos de fotos del panorama con su teléfono, embelesada —¡Qué bonito!
—Ranko —Kūmon, dispuesto a cumplir con su objetivo, la llamó firme, dejándola muda con lo que sentenciaría.
—¿Eh? Dime.
—Ayúdame a conquistar a Akane.
Llegado el anochecer, Shampoo despertó luego de estar reposando prácticamente toda la tarde, a causa del mal que la aquejaba. Tenía el cuerpo muy débil, y le dolía la cabeza y el estómago. No recordaba nunca haberse sentido así.
Agarró su celular y revisó las notificaciones: un par de mensajes de sus amigas preguntándole cómo seguía, pero ninguno de Ranma. Al entrar a sus redes sociales, aparecieron diferentes publicaciones de sus compañeros en el parque de diversiones. Lamentó perderse del evento.
Lo que no esperaba era que, entre esas fotos, estuvieran también las de Mousse. El pelinegro no solía hacer posteos en su perfil; de hecho, la última que subió, fue una de ellos el verano pasado. Quizás se olvidó de borrarla.
En las diferentes imágenes, lucía feliz alrededor de su nuevo grupo de amigos, como jamás lo había visto antes. Durante su noviazgo, no tenía otro círculo social fuera de Shinnosuke. Ahora lamentaba no poder compartir su nueva faceta con él.
A veces se cuestionaba si no fue demasiado impulsivo de su parte aceptar a Ranma tras aquella ruptura en el Uchan's. Ya estaba cansada de la rutina en la que se convirtió su relación con el chino, cortando y reconciliándose a cada rato. Además, la frialdad en su discurso le rompió el corazón y no lo perdonaría.
Pero la idea de él enamorado de otra chica venció a su orgullo, llevándola a entregársele de nuevo.
Todos sabían lo que estaba tramando al estar con Saotome, que sí, le atraía y quería amarlo de verdad, trataba de mil maneras diferentes, más que desquite, porque es lo que una Amazona de su alcurnia ameritaba.
—Ranma, más valer que no defraudarme —farfulló, recapitulando ciertas cosas que levantaron su intriga sobre la conexión del joven con Akane y, más recientemente, Mousse. Prefería que estos dos últimos fuesen amigos a pareja, mas no entendía el origen de dicha complicidad; asimismo, por qué Ranma parecía perder la cabeza estando cerca de ella.
Lo descifraría, por su honor que lo haría.
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Notas de autor:
No sé si llegaron a notar que hubo un par de referencias a capítulos pasados en ciertas partes. Sé que se trata de una historia vieja y larga que, además, empecé a escribir con 16 años, por lo que mantener la consistencia en este punto es difícil. Sin embargo, trato de apegarme lo más posible a los detalles importantes. Por ejemplo:
1. La ruptura de Shampoo y Mousse en el cap. 6.
2. Akari Unryū siendo una fan obsesiva de Ranma.
3. Mousse modo consejero sentimental del cap. 11 en adelante; y la lesiòn que sufrió en el cap. 12.
4. La plática de Akane y Hinako en el cap. 16., donde también Shinnosuke menciona que a Daisuke le gustaba Akane, pero Ranma casi lo ahorca.
5. El "frutifantástico" de Shampoo y Mousse en el cap. 17 (esa escena igual no la escribí, lol).
6. Las sospechas de Shampoo a partir del cap. 18.
7. La disculpa que Ranma le debía a Mousse desde el cap. 20 (en realidad, mucho antes, pero ajá).
Hablar del futuro profesional de los protagonistas sigue en los planes y poco a poco iré profundizándolo. En esa misma línea, quise desarrollar también los puntos de vista de Ranma y Shampoo con respecto a la situación, así como sus sentimientos, para entender sus motivos.
Algo que estoy disfrutando mucho por igual, es la dinámica de grupo que se creó entre todos. Puede ser que Heartstoppers me influyera para ello, jiji. Por cierto, pobre Ryū, no le dieron bola... Veremos más adelante.
Y por si quedaba duda, no, Ranma no captó que Mousse conoce el secreto, solo el amor de Akane.
Acá también metí una canción: Heart Out de The 1975. Me está gustando esto de incluir piezas musicales alusivas a la narración, así que seguramente lo aplique en más capítulos.
Insisto y repito, ¡nos leemos prontito! XOXO
