capítulo 33: Campo enemigo

—"imposible".Biju/Bestia Hablando.

—"por ella", Pensamiento de personajes.

—"¿como olvidarte?",Pensamientos de Biju/Invocación/Bestia.

—"interesante".Personaje hablando.

Ningún personaje de Naruto o la serie rwby me pertenecen ,este trabajo es por mero entretenimiento,de antemano gracias por leer este fanfic

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El silencio se prolongó durante un tiempo que pareció una eternidad. Los secuaces de Salem, estupefactos, no hicieron más que observar impávidos la acción del enmascarado que había hundido un kunai en el cuello de la bruja. La hoja había desaparecido casi por completo, dejando a la vista solo el pequeño mango.

—"Jajajaja, qué divertido", Salem no pudo evitar soltar una carcajada. Un ataque como ese, con un arma mortal, habría sido inútil contra ella. Ni la magia ni las semblanzas más poderosas podían matarla.

—"Vaya, veo que no has muerto. ¿Eres inmortal de verdad o solo eres muy buena sanando heridas?", preguntó el enmascarado con asombro.

—"¿Por qué no lo averiguas?", respondió Salem con una sonrisa maliciosa. Con un rápido movimiento de su dedo índice, desató una onda expansiva de energía mágica que lanzó al enmascarado contra el muro de piedra. Los secuaces de Salem, que se encontraban cerca, también fueron arrastrados por la fuerza del impacto.

Sasuke se sacudió el polvo, su mirada fija en el campo de batalla. —"Esta será mi primera vez enfrentándome a un usuario de magia", pensó, mientras esquivaba un aguijón de escorpión lanzado por Tyrian Callows. Los ataques del fauno eran erráticos, casi impredecibles, pero para alguien como Sasuke, un simple juego de niños.

Con un movimiento fluido, Sasuke encendió su dedo índice en una llama azulada. Tres golpes certeros en el pecho de Tyrian bastaron para derribarlo. El cuerpo del fauno se desplomó inconsciente sobre el suelo.

Sin perder un segundo, Sasuke giró sobre su propio eje, evitando un ataque furtivo de Arthur Watts. Con una velocidad sorprendente, tomó el brazo izquierdo del hombre y lo retorció en tres secciones distintas. Antes de que Arthur pudiera siquiera gritar de dolor, Sasuke lo tomó de la cabeza y estampó su rostro contra el duro pavimento del castillo, dejando una grieta en la piedra y el rostro de Arthur incrustado en ella.

En un instante, Sasuke saltó para esquivar un poderoso puño de Hazel Rainart. El golpe del hombre resonó contra el suelo, creando un pequeño cráter. Hazel era fuerte, pero Sasuke era más rápido. Se acercó al hombre antes de que pudiera reaccionar y extendió su mano, formando un rasengan que en cuestión de segundos lo lanzó por los aires, estrellándolo contra la pared del castillo y dejándolo inconsciente en el bosque.

—"Si ese sujeto sobrevive a eso, en verdad estaré muy impresionado", dijo Sasuke con una sonrisa irónica. La batalla había sido rápida y eficiente. Sus oponentes no habían representado ningún desafío real. Pero aún quedaba un enemigo por vencer: Salem, la bruja inmortal.

El joven no se tomaba muy en serio esta pelea con estos secuaces, al igual que no se tomaba en serio cuando esa llamarada de fuego colisionó en él. Eso fue obra de Cinder Fall, quien sonrió con arrogancia. Había atacado cuando Sasuke estaba distraído, y estaba muy impresionada, aunque tal vez no lo admitiría abiertamente, ni verbalmente. La verdad es que acabar con esos tres a esa velocidad y al mismo tiempo era algo que ni ella, con sus habilidades de doncella, le resultaría muy sencillo.

Pero con este ataque, era imposible que sobreviviera a algo así. Sin embargo, cuando el humo se disipó y la destrucción pareció calmarse, lo que se encontró no fue a Sasuke chamuscado, sino una pared de piedra. Sasuke asomó su rostro con burla,— "¿Aún somos amigos, verdad?".

Cinder frunció el ceño, su orgullo herido. Había fallado en su intento de eliminar a Sasuke, y ahora se sentía expuesta y vulnerable. La risa burlona de Sasuke la enfurecía aún más.

Cinder frunció el ceño, su orgullo herido. Había fallado en su intento de eliminar a Sasuke, y ahora se sentía expuesta y vulnerable. La risa burlona de Sasuke la enfurecía aún más.

—"¡No te burles de mí!", gritó Cinder, lanzando otra llamarada de fuego hacia Sasuke. Pero el joven esquivó el ataque con facilidad, moviéndose a una velocidad sorprendente.

—"Te ves muy alterada", dijo Sasuke con una sonrisa. —"No me estaba burlando de ti, solo quería saber si aún somos amigos, porque si no lo somos, entonces no me sentiré tan culpable cuando te derrote".

El enmascarado dejó de burlarse. Sasuke decidió atacar. Hizo sellos de manos, —"Katon: Hibashiri". Inmediatamente de su boca salieron varios proyectiles que se movían en diferentes direcciones, como si fuesen pequeñas aves de fuego. Cinder veía los proyectiles de fuego acercarse a ella, entonces decidió volar, pero no notó que los proyectiles también venían desde arriba. Esquivar fue prácticamente imposible.

La explosión fue desgarradora y las llamas se extendieron, pero Cinder no iba a caer con ese ataque. La furia en su interior crecía a medida que sentía el poder del fuego lamiendo su cuerpo. El calor la rodeaba, pero no la quemaba. Era como si las llamas danzaran a su alrededor, respetando su presencia.

El problema es que Sasuke no le iba a dar ese descanso para recuperarse del ataque. Antes de que ella pudiese siquiera pensar en contraatacar, Sasuke ya estaba frente a ella, su mano directamente tocando uno de sus pechos.

Cinder parpadeó, desconcertada por la inesperada acción.

—"Wow, esto debe ser copa B", murmuró Sasuke, impresionado por la suavidad. Pero antes de que Cinder pudiera reaccionar, el enmascarado tomó el rostro de Cinder con su mano desnuda y luego dio un fuerte jalón, tan fuerte que Cinder colisionó con la pared más cercana. El golpe fue devastador y ella terminó en el bosque fuera del castillo, colisionando contra los árboles y dejando una hilera de destrucción a su paso.

Sasuke, ajeno a la furia que su acción había provocado en Cinder, comenzó a bailar.
La escena era cómicamente surrealista. La poderosa guerrera, Cinder Fall, había sido derrotada y humillada en cuestión de segundos por un joven enmascarado que ahora bailaba alegremente.

—"Tengo que admitir que eso fue muy impresionante", dijo Salem, que había estado observando la pelea desde su trono de piedra. Se levantó, su mirada analítica exudaba admiración por el guerrero que tenía enfrente. —"Ni siquiera veo una herida en tu ropaje, ni un rasguño. Mis sirvientes ni siquiera pudieron tocarte".

—"Yo estoy más impresionado de que usted no me haya atacado furtivamente mientras estaba peleando", respondió Sasuke, inclinándose en una reverencia como muestra de agradecimiento.

—"Eso hubiera sido de mala educación. Yo muestro respeto hacia mis enemigos, incluso a los más insignificantes", dijo Salem, quien inmediatamente comenzó a irradiar un aura oscura y opresiva. Sus manos crepitaron con electricidad, y orbes diminutos del tamaño de canicas oscuras comenzaron a flotar a su alrededor.

—"Propondría que trabajes para mí, pero a quienes elijo como mis sirvientes no me buscan a mí, yo los busco, porque tienen algo que ofrecerme más allá de poder y habilidades. Así que tú, Sasuke, tendrás que morir, porque yo no te he buscado, tú me buscaste, y al igual que un intruso en un reino, yo, la reina de los Grimm, te aniquilaré".

De las manos de Salem surgió un rayo multicolor como un arcoíris que se abalanzó sobre Sasuke, quien rápidamente tuvo que esquivar el ataque. Era rápido y veloz, casi superando la velocidad de un rayo.

La escena se tornó tensa. La admiración inicial de Salem se había transformado en una amenaza mortal. Sasuke, por su parte, se mantenía alerta, consciente del peligro que representaba la reina de los Grimm. La batalla estaba a punto de comenzar.

Los rayos parecían tener voluntad propia, curvándose y persiguiendo a Sasuke con insistencia. Salem no cesaba en su ataque, una lluvia de energía mágica que azotaba al enmascarado como estrellas fugaces en la noche. En un abrir y cerrar de ojos, el castillo fue reducido a escombros, hasta el último bloque de piedra esculpida fue pulverizado.

El ataque parecía un suicidio, incluso para Salem, pero ella era inmortal. Cualquier daño que recibiera se curaría al instante, mientras que su enemigo quedaría gravemente herido, si no muerto. Dada la magnitud de la destrucción, cualquier otro ser vivo habría perecido, incluso con la protección de un aura.

—"Es una lástima, este castillo me gustaba mucho", dijo Salem con una pizca de melancolía en su voz.

De repente, notó que unas manos emergían de la tierra y la agarraban de los pies.

—"¿Qué es esto?", exclamó Salem, sorprendida.

En un instante, fue hundida en el suelo hasta que solo su cabeza quedó expuesta.

En ese momento, un dragón de fuego crepitó desde los cielos, descendiendo con una furia incandescente. El impacto fue devastador, los árboles cercanos se consumieron en un infierno de llamas.

Las heridas de Salem sanaron, no salió herida en lo más mínimo. Aunque su ropa quedó hecha jirones, destrozada, casi se podía ver la desnudez de su cuerpo, con un chasquido la ropa empezó a regenerarse.

Pero ella aún seguía impresionada, sus ojos no lograban comprender, porque al ver a su alrededor el nivel de destrucción, quedó sorprendida, —"esto es imposible, este nivel de destrucción no puede ser producida por una sola persona, aún más un mortal".

La voz de Salem resonó con incredulidad, sus ojos recorriendo el paisaje devastado. El dragón de fuego había dejado una cicatriz profunda en la tierra, un testimonio del poder que había desatado. Los árboles, una vez majestuosos, ahora eran meros esqueletos carbonizados, y el aire apestaba a humo y ceniza.

Salem no podía creer lo que veía. Ella, que había presenciado la destrucción de reinos enteros y la caída de civilizaciones, nunca había visto un poder tan destructivo en manos de un solo individuo.

Y lo que era aún más sorprendente, era que este poder provenía de un mortal, un ser cuya existencia era tan efímera en comparación con la suya.

—"¿Quién demonios es ese humano?", pronunció Salem, su voz resonando con sorpresa y confusión.
En ese instante, un puño conectó directamente en su mandíbula, dicha mandíbula voló por los aires. Salem se regeneró de inmediato, devolviendo el golpe a Sasuke, quien lo esquivó con agilidad. Sasuke contraatacó con otro golpe en el rostro de Salem.

Salem atacaba con furia, pero Sasuke esquivaba cada golpe y respondía con precisos contraataques. Cada golpe que acertaba en Salem destrozaba su carne y sus huesos, pero la bruja no parecía inmutarse, ya que se regeneraba con la misma velocidad que era herida.

La sangre negra de Salem oscureció el suelo, un golpe de Sasuke logró torcer el brazo de Salem en un ángulo extraño, pero la extremidad de la bruja dio una vuelta y agarró el rostro enmascarado de Sasuke. Rápidamente, Salem tomó a Sasuke como si fuese un muñeco y lo estampó contra el suelo, y así prosiguió golpe tras golpe. Tentáculos negros emergieron del suelo y atraparon el cuerpo de Sasuke, los tentáculos se levantaron en los aires unos 30 metros y luego bajaron con velocidad, el golpe fue como un terremoto.

Y ahora, la sorpresa de Salem era aún mayor. El cuerpo de Sasuke había desaparecido, dejando en su lugar un simple tronco de madera.— "¿Qué?", exclamó Salem, desconcertada.

En ese instante, ella sintió un golpe en la espalda que la desorientó, seguido de una patada en la nuca, otro golpe en su costilla, y luego un aluvión de golpes que llegaban desde todas direcciones. Sus ojos captaron lo que estaba sucediendo: cinco copias de Sasuke la rodeaban, cada una de ellas atacando con una ferocidad implacable.

La tierra debajo de los pies de Salem se estremeció, y unas manos la agarraron de los pies, levantándola por los aires. Una hilera de cuerpos en forma de Sasuke, conectados de pies y manos, agitaban a Salem como si fuese un cometa, lanzándola por los aires. Mientras la bruja volaba por el cielo, vio lentamente como un rayo la alcanzaba, envolviéndola en una explosión de luz y energía.

Fue como ver estallar una nova, el fuego crepitó y los vientos huracanados hicieron temblar el cielo.

La escena era apocalíptica.

Salem se recuperó rápidamente y voló hacia Sasuke, cayendo como un cometa. Al tocar el suelo, una hilera de electricidad recorrió la tierra, electrocutando a los clones de Sasuke.

—"¿Dónde estás? ,¡No te ocultes!", gritó Salem, su voz resonando a través del paisaje devastado.

La descarga eléctrica envió temblores a través del suelo, levantando polvo y escombros alrededor de Salem, sus ojos escaneando los alrededores, buscando cualquier rastro de su escurridizo enemigo. El aire crepitaba con energía residual, un recordatorio del poder crudo que ella ejercía.
Pero Sasuke no estaba por ninguna parte.

Los clones habían desaparecido, dejando a Salem sola en medio de la devastación. El silencio era inquietante, roto solo por el crepitar de las brasas y el lejano estruendo de estructuras que se derrumbaban.

La frustración de Salem crecía con cada segundo que pasaba. Había desatado toda la extensión de su poder, pero Sasuke había logrado evadir sus ataques una y otra vez. La idea de ser jugueteada por un simple mortal la enfurecía.

—"¡Muéstrate, cobarde!", gritó, su voz cargada de rabia.

De repente, una figura emergió de las sombras. Era Sasuke, ileso y aparentemente imperturbable por el caos a su alrededor. Estaba de pie con calma, sus ojos fijos en Salem.

—"Eres demasiada confiada", dijo, su voz tranquila y serena.— "al ser inmortal dejas de lado tu defensa,solo atacas con la esperanza de abrumar a tu enemigo".

Los ojos de Salem se entrecerraron. —"¿Te atreves a sermonearme ?", siseó.

—"Solo estoy señalando tu forma de pelear", respondió Sasuke con un encogimiento de hombros. —"no soy como los enemigos que has enfrentado antes ,Si quieres vencerme, tendrás que hacerlo mejor que eso".

La ira de Salem llegó a su punto de ebullición. Se abalanzó sobre Sasuke, sus manos crepitando con energía, lista para desatar otro ataque devastador. Pero Sasuke estaba listo para ella. Se movió con la velocidad del rayo, esquivando sus golpes y asestando sus propios golpes.

La batalla continuó, un torbellino de poder y agilidad. Los ataques de Salem eran implacables, pero Sasuke parecía anticipar cada uno de sus movimientos. Bailaba alrededor de sus golpes, burlándose de ella con su habilidad y velocidad superiores.

fascinante a partes iguales: una batalla donde la destrucción y la gracia se entrelazaban en una danza macabra. En el centro, una bruja inmortal, cuyo poder parecía desafiar las leyes de la naturaleza, se enfrentaba a un guerrero mortal, cuya técnica y determinación compensaban su falta de magia. Era un choque de titanes, un duelo donde lo predecible se desvanecía a cada segundo, dejando un velo de incertidumbre sobre el resultado final.

Salem, la bruja inmortal, sentía una frustración creciente. A pesar de su vasta experiencia y su poderío mágico, el guerrero, un tal Sasuke, parecía resistir cada uno de sus ataques. Sus golpes, aunque certeros, no lograban derribarlo; en cambio, parecían infundirle nuevas energías. Sasuke se levantaba una y otra vez, con una determinación inquebrantable, mientras que Salem, para su sorpresa, se encontraba recibiendo una paliza en toda regla.

La bruja, cuyo ego había sido alimentado durante siglos, no recordaba la última vez que había sido herida de tal manera. ¿Acaso Ozma, en alguna de sus incontables reencarnaciones, había logrado infligirle heridas similares? La pregunta resonaba en su mente, mientras esquivaba un nuevo ataque de Sasuke, un torbellino de fuerza y precisión que la obligó a retroceder.

Sasuke, con la precisión de un cirujano y la ferocidad de un demonio, asestó un golpe cargado de electricidad en el pecho de Salem. La mano del guerrero atravesó el cuerpo de la bruja como si fuera mantequilla, sobresaliendo por la espalda. Una sonrisa sardónica se dibujó en el rostro de Sasuke.— "Vaya, quién lo diría", comentó, con un tono burlón,— "sí tienes corazón, después de todo".

Salem, con la sorpresa reflejada en su rostro, agarró a Sasuke con una fuerza sorprendente. Antes de que el guerrero pudiera reaccionar, la bruja lo levantó en el aire y lo estrelló contra el suelo con la fuerza de un martillo. El impacto resonó en el campo de batalla, levantando una nube de polvo y rocas.

Pero Sasuke no era un simple mortal. Su cuerpo comenzó a brillar con una intensidad cegadora, la electricidad acumulándose en su interior como una tormenta en un vaso de agua. Y entonces, la explosión. Una onda de energía sacudió el campo de batalla, enviando a Salem volando por los aires. La bruja, chamuscada y magullada, se levantó lentamente, sus heridas sanando a una velocidad asombrosa.

Salem no lograba comprender la existencia de aquel humano. Era un enigma que desafiaba toda lógica y razón. Sasuke no poseía magia, pero podía doblegar los elementos a su voluntad, desatando un poder destructivo que superaba con creces el suyo propio. Era como si la naturaleza hubiera roto el molde al crear a aquel guerrero, un ser que desafiaba las leyes de la física y la lógica.

Sasuke se acercó a Salem, su mirada recorriendo el cuerpo de la bruja con una mezcla de sorpresa y... ¿aprecio? La ropa de la inmortal estaba hecha jirones, dejando al descubierto un cuerpo escultural que, a pesar de la batalla, seguía siendo extrañamente atractivo.

—"¿Trata de seducirme, señorita?", preguntó Sasuke, con una sonrisa burlona. —"Lo siento, mi corazón ya le pertenece a otra mujer".

Salem gruñó, chasqueó los dedos y su ropa se reconstruyó al instante. La mirada de Sasuke reflejó un atisbo de celos, un sentimiento que lo tomó por sorpresa. ¡A él también le gustaría tener esa habilidad!
Pero la desgracia no había terminado para el guerrero. Casi la mitad de su túnica había sido destruida en la explosión, dejando al descubierto unos calzoncillos con un estampado peculiar: corazones y flechas rosas.

Salem observó al guerrero con una ceja alzada. Sasuke, sintiéndose observado, se encogió de hombros con una sonrisa avergonzada.

—"No me juzgues", se excusó.— "Estaban en oferta".

La bruja inmortal, vestida con su atuendo restaurado, y el guerrero mortal, con su ropa destrozada y sus calzoncillos de corazones, parecían más dos payasos que dos guerreros legendarios.

A pesar de lo absurdo de la situación, la tensión en el aire no disminuyó. La batalla había llegado a un punto muerto, un choque de fuerzas donde ninguno de los dos oponentes parecía capaz de dar el golpe final.

Salem y Sasuke se miraron fijamente, sus ojos reflejando una mezcla de respeto y determinación. La lucha continuaría, un espectáculo donde la destrucción y la gracia se entrelazaban en una danza macabra.

—"¿Quién mierda eres?", gruñó Salem, la paciencia agotándosele. De inmediato, tentáculos negros como la noche surgieron del suelo, retorciéndose amenazantes hacia Sasuke. La escena tenía un aire teatral, como si la bruja estuviera tratando de intimidar al guerrero con una danza macabra de sombras.

Sasuke, imperturbable ante la demostración de poder, respondió con una calma desconcertante,— "Ya he dicho quién soy... pero creo que estás tratando de preguntar quién soy en un sentido más personal". Una pausa dramática, y luego, una sonrisa enigmática. —"Podría dar una respuesta ambigua, un 'salvador', tal vez".

—"¿Un 'salvador'?", repitió Salem, arqueando una ceja con escepticismo. La palabra sonaba extraña en aquel contexto, como una nota discordante en una sinfonía de destrucción.

—"Sí", afirmó Sasuke, como si estuviera hablando del clima. —"He venido con una misión en este mundo. Mi existencia aquí es relativamente corta, pero tengo la resolución de salvar el mundo en el que tú vives y tratas de destruir... o conquistar".

El guerrero comenzó a caminar de un lado a otro, su mirada recorriendo el paisaje surrealista que lo rodeaba. El bosque oscuro, los pozos de Grimm que se alzaban como fauces hambrientas, las criaturas sombrías que se acercaban, atraídas por la presencia de su reina.

—"Esta guerra que tenías con Ozpin cambió su dinámica", continuó Sasuke, su voz resonando en el silencio del bosque. —"Ozpin está muerto, y muy pronto tú también serás derrotada. Pero por el momento, tienes un papel que protagonizar en este gran esquema que estoy construyendo".

Salem soltó una risa burlona. La idea de que aquel humano insignificante pudiera matarla era ridícula. A lo largo de milenios, innumerables hombres lo habían intentado, incluso Ozma, su antiguo esposo y enviado de los mismísimos dioses, había fracasado una y otra vez. ¿Qué posibilidades tenía este mortal engreído?

—"¿Matarme?", se mofó Salem.— "Muchos lo han intentado, incluso Ozma, a quien conocían como Ozpin en esta vida. Y no está muerto, por cierto. Siempre regresa, como una cucaracha".

Las palabras de la bruja resonaron en la mente de Sasuke.— "¿Así que Ozpin es como tú?, ¿Inmortal?", preguntó, con un tono intrigado.

—"Un tipo diferente de inmortalidad", confirmó Salem, con una mueca de disgusto.

—"El cuerpo de Ozpin fue enterrado. Yo mismo vi su funeral", replicó Sasuke, confundido. —"¿Acaso él resucita?".

—"Es más como un parásito que va de cuerpo en cuerpo", explicó Salem, con una expresión de repulsión. El recuerdo de Ozpin, el hombre al que una vez amó, ahora solo evocaba odio en su corazón.

La revelación dejó a Sasuke perplejo. La inmortalidad de Salem era un concepto que podía entender, pero la de Ozpin era algo completamente diferente. Un parásito que saltaba de cuerpo en cuerpo... La idea era tan extraña como inquietante.

—"¿Un parásito?", repitió Sasuke, con una ceja alzada. —"Así que Ozpin es como un... ¿un body snatcher?".

Salem asintió, con una sonrisa maliciosa. —"Exactamente. Un body snatcher que se cree un héroe".

—"Interesante", comentó Sasuke, con una sonrisa .— "Así que Ozpin es como un... ¿un zombie elegante?"

Salem lo miró con exasperación. —"¿Un zombie elegante?, ¿En serio? ¿Es lo mejor que se te ocurre?".

Sasuke se encogió de hombros, con una sonrisa inocente.— "Oye, no todos los días se conoce a una bruja inmortal y a un parásito que salta de cuerpos. Hay que aprovechar el momento, ¿no?"

Sasuke suspiró, observando el ejército de Grimm que lo rodeaba. Millones de criaturas oscuras, listas para destrozarlo. La escena era tétrica, un espectáculo dantesco que helaría la sangre de cualquiera. Pero Sasuke, en cambio, parecía más bien... curioso.

—"Supongo que ya te has cansado de jugar", dijo, con una calma que contrastaba con la ferocidad del entorno.

Salem sonrió, una sonrisa fría y calculadora.— "Has proclamado que intentarías derrotarme. Eso significa que te interpondrás en mis planes. No saldrás vivo de aquí". La bruja hizo un gesto hacia el ejército de Grimm.— "Puedo ver cómo jadeas, cómo respiras pesadamente. Hemos peleado durante dos días enteros. Es sorprendente que hayas resistido tanto. Nadie en este mundo había durado tanto en una pelea conmigo, al menos frontalmente. Siéntete honrado, Sasuke. Recordaré tu nombre en la posteridad del tiempo".

Sasuke no se inmutó ante la amenaza. Ni el ejército de Grimm, ni las palabras de Salem parecían perturbarlo. —"Pero yo en realidad no voy a interponerme en tus planes", respondió, con una risa .

—"¿Qué?", exclamó Salem, sorprendida. Si aquel hombre no iba a detener sus planes para el mundo, ¿por qué había proclamado que iba a derrotarla? La confusión se reflejaba en su rostro.

—"No me malinterpretes", aclaró Sasuke.— "Al final, tú serás vencida, pero me conviene mucho que lleves a cabo tus planes, que intentes sumergir al mundo en la desesperación, que doblegues la voluntad del hombre, que hagas sufrir a la humanidad. No hay nada que una más a la gente que el dolor".

Las palabras de Sasuke resonaron en el aire, frías y calculadoras. Su plan era macabro, una estrategia que jugaba con la desesperación y el sufrimiento. Salem, acostumbrada a manipular a la humanidad, se sintió intrigada por la visión de aquel hombre.

—"Así que quieres que lleve a cabo mis planes", dijo Salem, con una sonrisa maliciosa. —"Quieres que sumerja al mundo en el caos para luego... ¿qué? ¿Salvarlo?"

Sasuke asintió.—"Exactamente".

Salem, sorprendida ante la inesperada visión del mundo de aquel hombre, no pudo evitar sonreír. Sin embargo, la idea de que aquel mortal pudiera vencerla era absurda.

Con un gesto perezoso de su mano, ordenó a su ejército de Grimm, oscuro como la noche, que se abalanzara sobre Sasuke y lo despedazara.

Pero algo extraño sucedió. Los Grimm, que momentos antes parecían ansiosos por atacar, no se movieron. Permanecieron inmóviles, como estatuas de piedra, sin dar un solo paso hacia su presa.

—"¿Por qué no se están moviendo?", susurró Salem, desconcertada. —"¡Mátenlo!", gritó, tratando de ejercer más control sobre las bestias. Pero ni siquiera su grito logró despertar a los Grimm de su letargo. ¿Por qué no se movían? Ella era la soberana de estas tierras, cada Grimm del Remanente la obedecía, su voluntad era la orden que guiaba a estas criaturas.

Sasuke, observando la escena con una expresión de aburrimiento, habló,—"¿Con que así funciona?. Tu voluntad es lo que mueve a estas criaturas, y al tener una conexión con ellas por ser parte Grimm, puedes darles órdenes".

Salem miró al hombre con sospecha.

—"Así que la voluntad", continuó Sasuke,— "eso es lo que mueve a estas bestias. Como tu voluntad está dispuesta a destruir a la humanidad, a causar sufrimiento, ellos obedecen y hacen exactamente lo que quieres, al igual que si decidieras proteger a la humanidad, los Grimm protegerían a los humanos".

Sasuke, con una calma que helaba la sangre, alzó su mano. En ese instante, un Grimm, de entre el ejército innumerable que los rodeaba, comenzó a moverse.— "Pero si hay dos voluntades que pueden comandar a los Grimm", dijo Sasuke, su voz resonando en el silencio sepulcral, —"lo único que puede controlar este ejército de bestias es quien tenga la voluntad más fuerte".

Y entonces, ese Grimm atacó a Salem. La bruja, sorprendida por la osadía de la criatura, no pudo evitar que los tentáculos que surgieron de la tierra despedazaran al Grimm en un instante, controlados por Sasuke. La escena era grotesca, un espectáculo de horror que helaría la sangre de cualquiera.

—"¿C-Cómo hiciste eso?", preguntó Salem, con un tono que reflejaba sorpresa y un atisbo de temor. Nadie había socavado su voluntad sobre aquellas bestias, era imposible, a menos que... —"Tú eres...".

—"Soy en sí parte Grimm, pero al mismo tiempo no lo soy", sentenció Sasuke, su voz llena de burla.— "Tengo cierta esencia, pero créeme, no soy un Grimm".

Sasuke dio un paso hacia la bruja, quien instintivamente retrocedió. La mirada de Salem reflejaba una mezcla de confusión y temor. ¿Qué clase de criatura era aquel hombre? ¿Cómo había logrado desafiar su voluntad sobre los Grimm?.

—"No te atrevas a desafiar mi poder", siseó Salem, sus ojos brillando con una intensidad aterradora. —"Soy la reina de estas tierras, la maestra de estas bestias. Tu voluntad no es nada comparada con la mía".

—"Tu poder es una ilusión", respondió Sasuke, con una voz que helaba la sangre. —"Yo soy la oscuridad que te acecha, el abismo que te espera. Tu voluntad se doblegará ante la mía, tu reino caerá ante mi presencia".

La situación había llegado a un punto crítico. Salem, la bruja inmortal, se enfrentaba a una realidad que nunca había previsto. El poder que creía absoluto sobre su ejército de Grimm se había desvanecido, arrebatado por una fuerza desconocida. Cada vez que Sasuke se acercaba, Salem retrocedía, el temor creciendo en su interior.

Atrapada contra un árbol, sin escapatoria, Salem sintió la mano de Sasuke tocar su frente. A través de la máscara del guerrero, la bruja vio unos ojos azules, profundos como el océano, que brillaban con una intensidad electrizante. Irradiaban un poder que desafiaba toda comprensión.

—"No te asustes, Salem", dijo Sasuke, su voz resonando en el silencio del bosque. La bruja intentó hablar, negar su miedo, pero las palabras se negaron a salir. —"Ya he comprobado lo que quería", continuó Sasuke, su mirada fija en los ojos de Salem. —"Solo recuerda esto: tu final es inevitable. Yo terminaré con lo que Ozpin no pudo: matarte. Y yo terminaré con lo que tú no pudiste: matar a Ozpin".

Salem permaneció en silencio, incapaz de articular palabra alguna. Sintió las manos de Sasuke agarrar su rostro, sosteniéndolo con fuerza. La bruja no pudo evitar un escalofrío ante el tacto del guerrero.

—"Esa es una promesa", sentenció Sasuke, su voz llena de determinación. —"Y yo no rompo mis promesas".

Con un estallido de humo, Sasuke desapareció, dejando a Salem sola en el bosque oscuro y devastado. La bruja, confundida y por primera vez en milenios, sintió miedo. Un miedo profundo y paralizante que la consumió por completo.

La escena era macabra, un recordatorio de la fragilidad del poder y la inevitabilidad del destino. Salem, la inmortal, la temida, la que había desafiado a dioses y reyes, se encontraba ahora a merced de un mortal. Un mortal que había prometido su muerte y la de su eterno enemigo.

El bosque permaneció en silencio, la oscuridad reinando sobre la escena. La batalla había terminado, pero la guerra apenas comenzaba. Una guerra donde la voluntad, el poder y el miedo se entrelazarían en una danza incierta.

El futuro era incierto, un abismo de posibilidades donde la oscuridad y la esperanza luchaban por prevalecer. Pero una cosa era segura: la promesa de Sasuke resonaría en el tiempo, un recordatorio constante del destino que aguardaba a Salem y a su mundo.

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En el corazón de la majestuosa Menagerie, la residencia de la familia Belladona, se desarrollaba una cena que, a pesar de su elegancia, se encontraba sumida en una atmósfera de tedio y banalidad. Las conversaciones, cual hojas arrastradas por el viento, revoloteaban sin rumbo fijo, posándose fugazmente en temas triviales.

Kali Belladona, ataviada con un vestido nuevo que realzaba su ya de por sí deslumbrante belleza, se había convertido en el centro de atención de los comentarios. Su elegancia y gracia no pasaban desapercibidas para nadie, y los cumplidos, cual abejas laboriosas, zumbaban a su alrededor.

Ghira Belladona, su esposo, era objeto de envidia y felicitaciones por doquier. Los presentes, con un toque de humor malicioso, no dudaban en señalar la suerte que tenía de tener a su lado una mujer tan hermosa, especialmente considerando su propia apariencia, digamos, menos agraciada.

Ghira, con una sonrisa socarrona, no se quedaba atrás en el juego de las bromas. Recordaba con cariño, junto a Sienna Khan, aquellos tiempos en los que ambos se habían enfrascado en una competencia de glotonería de pescado en conserva. La épica batalla, que había culminado con un empate técnico y un par de estómagos severamente resentidos, seguía generando risas y anécdotas hilarantes.
La velada transcurría entre risas y comentarios mordaces, pero la conversación, a pesar de su ligereza, carecía de profundidad y sustancia. Los temas, cual pompas de jabón, surgían y se desvanecían con la misma rapidez, dejando un vacío de significado en el ambiente.

Blake Belladonna se sentía más perdida que un turista en un laberinto de espejos. Jamás, ni en sus sueños más surrealistas, habría imaginado presenciar semejante escena: su padre y Sienna Khan, compartiendo mesa y mantel, ¡sin una sola chispa de insulto, agravio o pelea! ¿Acaso el mundo se había vuelto loco?.

Y el culpable de semejante milagro, el artífice de esta tregua impensable, era un tal Hashirama Senju. ¡Un nombre que resonaba con un aura de misterio y fascinación!
Este hombre, cual sol en pleno mediodía, irradiaba positividad a cada segundo. Su sonrisa, más brillante que un faro en la noche, tenía el poder de iluminar hasta el rincón más oscuro del alma. Y su carisma, ¡ah, su carisma! Era como un imán irresistible que atraía a la gente hacia él, cual abejas a un panal de miel.

Cada vez que Hashirama Senju abría la boca, el mundo entero parecía detenerse para escuchar sus palabras. Sus historias, anécdotas y reflexiones, contadas con una pasión contagiosa, resonaban en el corazón de cada oyente, despertando emociones y sentimientos que yacían dormidos.

A pesar de lo alerta que Blake estaba con este hombre, a pesar de que este hombre era bueno, ella no podía evitar sentirse alerta. No porque este hombre fuera malo ni porque sintiera algo sospechoso, sino que ella simplemente había tenido una vida de tantas decepciones que sentirse alerta era algo común, no importa si la gente era buena o mala, si sus intenciones primerizas eran buenas o deshonestas, ella siempre estaba alerta.

Pero este hombre la hacía bajar la guardia muy rápido.

—"Entonces este monstruo en forma de mapache de arena era enorme, Shukaku, ese era su nombre", Hashirama hablaba, haciendo gestos, alzando las manos como para dar a entender lo inmenso que era esta criatura. Cada vez que Hashirama contaba una de sus historias todos le ponían atención, cautivados. Estas historias que contaba Hashirama en verdad parecían muy, muy falsas, hablaba de monstruos extraños con cola, de peleas que tuvo contra sujetos que tenían habilidades increíbles, de peleas tan épicas que destruían y moldeaban el terreno a su alrededor. Blake no creyó ninguna de esas historias, pero su padre, su madre y Sienna creían en sus palabras, era extraño.

—"Y entonces, ¡pum!, el Shukaku lanzó un ataque devastador, ¡una bola de arena gigante que arrasó con todo a su paso!", Hashirama exclamó, imitando el sonido de la explosión y gesticulando como si estuviera esquivando el ataque. Los presentes, absortos en la narración, lo observaban con los ojos bien abiertos, como niños escuchando un cuento antes de dormir.

Blake, por su parte, no podía evitar poner los ojos en blanco. ¿En verdad creían en esas historias tan descabelladas? ,¿Acaso no veían que eran puras invenciones? .Pero, al mirar a su alrededor, notó que todos, incluso su padre y Sienna, estaban fascinados por las palabras de Hashirama.

—"Pero yo, con mi astucia y mi poderoso jutsu de Elemento Madera, logré detener el ataque del Shukaku", continuó Hashirama, inflando el pecho con orgullo. —"¡Creé una jaula de madera gigante que encerró al monstruo y lo dejó sin escapatoria!".

—"¡Wow!", exclamó un Sun , con los ojos llenos de admiración.— "¡Hashirama es increíble!".

Blake no pudo evitar soltar una risita.— "Increíblemente fantasioso", pensó. Pero, a pesar de su escepticismo, no podía negar que Hashirama tenía un don especial para contar historias. Lograba captar la atención de todos y transportarlos a mundos fantásticos y emocionantes.

—"Pero el Shukaku se liberó de su prisión, ¡¿Entonces invoqué al Gran Gamabunta?!", Hashirama narró con entusiasmo, haciendo una pausa dramática para aumentar la expectativa. —"¡El jefe sapo del Monte Myoboku, una criatura que igualaba en tamaño al Shukaku! ,¡Yo me puse en la cabeza del jefe sapo y combatimos contra esa criatura!".

La verdad es que Hashirama era un narrador nato. Sus historias, aunque inverosímiles, cobraban vida gracias a su pasión y expresividad. Los gestos, las voces y los efectos de sonido que utilizaba hacían que el público se sumergiera por completo en sus relatos.

—"Cada vez que esa bestia rugía, ¡hacía que los árboles se separaran del suelo y salieran volando por los cielos!", Hashirama exclamó, abriendo los brazos como si estuviera a punto de ser arrastrado por un tornado. —"¡Era una batalla encarnizada! ¡Por un momento creí que no iba a ganar... Y entonces...".

De repente, Hashirama se quedó en silencio, como si hubiera olvidado lo que iba a decir. Su sonrisa se desvaneció y sus ojos se abrieron ligeramente, como si hubiera notado algo extraño.

Todos los presentes quedaron desconcertados ante el abrupto corte de la narración. La atmósfera, que hasta entonces había estado llena de emoción y entusiasmo, se tornó tensa y expectante.

—"¿Pasó algo?", preguntó Sienna, un poco desconcertada.

Hashirama parpadeó un par de veces, como si estuviera regresando de un trance. Luego, sonrió tímidamente y respondió:—"No, solo acabo de aprender algo nuevo".

—"¿Aprender algo nuevo?", repitió Blake, frunciendo el ceño.— "¿Qué es?".

—"Bueno, resulta que mientras contaba mi historia, me di cuenta de que... ¡no recuerdo cómo termina!", Hashirama confesó, rascándose la cabeza con una expresión de confusión.

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Les pido disculpas por los errores ortográficos y les invito a que me compartan sus ideas para mejorar la historia.

Les advierto que algunas cosas pueden no tener mucha lógica, así que agradezco cualquier sugerencia.

También les informo que me he tomado algunas licencias creativas con algunos personajes y que no seguiré al pie de la letra el canon original.

Les doy las gracias por su apoyo, espero que les guste lo que he escrito hasta ahora y que me acompañen en esta aventura literaria. ¡Un abrazo!

Sigan mis demás historias, "los archivos clasificados de Jaune Arc" un fan fic de rwby

Y mis más reciente obra "whitley caballero de la noche", Batman x RWBY

Sé que no son gran cosa pero ,¡hey! al menos denle una oportunidad Y dejen sus comentarios a ver qué les pareció

— ¡Dejen sus comentarios!.

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Gracias por leer.

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