Uncertain

"perder algo que nunca tuviste duele aún más..."

De las manos arrugadas y suaves de la ama de llaves se desliza un pequeño sobre, violet recordó aquella mañana cuando Dietfried partía susurrando algo a su oído y entregándole aquel similar y misterioso sobre... violet alzo la mirada sorprendida, sus nerviosos dedos articulados apuraron a abrir el sobre, y en las solamente 7 letras que dibujaron una sonrisa en sus ojos.

"Volveré"

y aquellas 7 palabras parecían las más hermosas letras, encontró regocijo en aquel pequeño y miserable pero feliz trozo de papel, aunque la incertidumbre inundara sus días, pues más cartas del capitán no volvieron a llegar, pero siempre tendría esas palabras de esperanza.

así violet tendría permitido pasar las incesantes horas de cada día en el estudio del capitán, recostada sobre la alfombra, paseando su mirada en aquellas 7 letras impresas en aquel pequeño trozo de papel. esperando, esperándolo.

"Hay belleza en las cenizas de un corazón que ardió por amor"

hasta aquella mañana, violet despertaba a un día lúgubre y oscuro, lleno de aguas que corrían como ríos por las ventanas, violet bajo las escaleras hacia el estudio, pero se encontró con las mucamas, mayordomos y amas de llaves, claudia aparecía en medio de ellos con un semblante que hizo que la piel de violet se erizara.

Claudia entrego a violet el diario de aquella mañana, violet bajo la vista hacia la portada, sus ojos se abrieron de par en par, mientras el diario caía bajo sus pies, una imagen en blanco y negro del gran y esplendoroso buque que comandaba la flota del capitán Dietfried bouganvillea, pero el buque estaba hundiéndose.

las rodillas de violet temblaron y traicionaron su estabilidad haciéndola caer al suelo, donde lentamente su mente procesaba aquello que leía, claudia se agacho y tomándola por los hombros la levanto como una pluma, violet se refugió entre sus brazos y hundiendo su rostro contra su pecho suplico por respuestas.

"violet, nadie sabe nada de Dietfried", y otra vez su mundo protegido volvía a romperse en pedazos, y la imagen del fantasma de Gilbert volvía a aparecer en la ventana de su mente, algo se partía dentro de ella otra vez, como cuando cae un cristal al suelo, así sentía todo su cuerpo y por dentro algo gritaba al vacío.

incertidumbre, no era otra la palabra más perfecta para estos momentos, Claudia decidía quedarse en el hogar bouganvillea para observar que violet no hiciese nada temerario, pues no había otra cosa que hacer más que esperar por noticias.

y no había un lugar tan brillante al que recurrir en momentos donde la oscuridad era lo que abundaba, violet se acurrucaba en su habitación y se retorcía sobre sus sabanas, como si aquel dolor que sentía se volviera algo físico.

"Que valiente te ves, temblando de miedo..."

... así pasaron las horas, días, y semanas de incertidumbre, de retorcidas noches en batalla con un nuevo dolor, un carruaje se acercaba, Violet había encontrado cobijo de su dolor en aquel estudio en medio del enorme sillón, violet despertó con un grito de una de las amas de llaves, se despertó precipitadamente, las puertas del estudio se abrieron de par en par y frente a ella con su traje blanco y su trenza hacia un lado le miraba un Dietfried bastante malherido, cubierto de vendas.

Antes de que pudiera siquiera pronunciar palabra alguna, violet voló a sus brazos para hundirse en su pecho.

"dije que regresaría" expreso antes de que sus rodillas flaquearan, claudia y uno de sus guardias le tomaron antes de que pudiera caer.

lo incierto ya no era tan incierto, la incertidumbre ya había cesado