dream
"Ven conmigo allí donde nacen los sueños, donde el tiempo esta jamás fijo..."
Su nariz despertó antes que cualquier otro de sus sentidos, palpando todos y cada uno de los aromas antes de si quiera poder pensar en abrir los ojos y todo era una mezcla perturbadora entre alcohol y sangre; entonces recordó la noche anterior, aquel incidente, aquellas culpas convertidas en cicatrices. Abrió los ojos, por entre los enormes ventanales se colaba un poco de luz, sus ojos pasearon por la enorme habitación, la camisa que olía a sangre estaba colgada sobre una pequeña silla en un vacío escritorio. Sintió entonces un cuerpo precipitarse hacia el de ella, levanto las sabanas y encontró unos enormes brazos enredados a su cintura, volteo y encontró a Dietfried aferrándose a ella con la vehemencia de un niño dormido y mientras el se acurrucaba contra su pecho, Violet se encontraba cara a cara con sus brazos y manos de metal.
abría y cerraba su puño y solo esa simple acción traía un sonido desgarrador, no podía decir que no le molestaba pues había pasado tanto tiempo sin pensar en como se sentía con su cuerpo que aquel sentimiento solo fue atrapado en una burbuja y enterrado en los cajones mas profundos de su mente.
Deseaba poder sentir una caricia dada, poder devolver con el tacto el sentido de sus emociones, pero solo era una maquina. Dietfried apareció frente a ella extirpando todas y cada una de sus inseguridades con un beso que por lo pronto volvía a tomarla desprevenida.
pero una sonrisa desde lo mas oscuro y profundo de su oceánico corazón ondeo sobre sus mejillas iluminando no solo la habitación, su piel se erizo, su corazón y todo su cuerpo se estremeció, preguntándose como algo tan pequeño e insignificante podía provocar tales sensaciones.
Observo como el capitán Bouganvillea dejándola perpleja se levantaba con el cabello desordenado y acercándose a tomar la camisa que descansaba sobre la silla le pidió que por favor cambiara el vendaje de su herida otra vez, ella sin queja y en silencio aun perpleja se incorporo y camino por inercia casi como si perteneciera a aquel lugar.
desvistió la herida y mientras revisaba los puntos advirtió la enorme cantidad de cicatrices en su cuerpo, había estado tan preocupada lidiando con sus tormentas internas que no había jamás reparado en que quizás había alguien que sufría aun mas que ella.
quiso tocarlo, pero de nuevo sus ojos con tristeza pasearon por la realidad de que sus manos no eran como debieran ser, Dietfried simplemente tomo su mano y la poso contra su pecho " No tengas miedo tu nunca podrás hacerme daño violet", fueron las palabras que como hermosos girasoles alegraron el momento sombrío que la aquejaba sin ninguna razón.
"¿Conoces ese momento: en el que estas dormido pero también despierto? ese lugar donde recuerdas que aun estas soñando?, Ahí te estaré siempre esperado"
y sin ninguna razón, este pequeño momento que quisiera llamar felicidad se convirtió en uno de sus mas grandiosos recuerdos, ya no había cuerpos mutilados sembrados sobre los campos, ya no había gritos de dolor ni fuego ni cañón.
Violet comenzaba a conocer como era amar en un mundo sin guerras ni soldados. Revistió la herida del capitán cuidadosamente; y le ayudo a tomar sus medicinas, Violet camino hacia la puerta de salida, no sin antes ser detenida por la mano del capitán: "¿tienes que dejarme?", ella le miro sorprendida ante su pregunta mientras sus mejillas se teñían de rosado, Dietfried lanzo una risa mientras abría la puerta.
realmente no sabia, no tenia certezas solo una inmensidad de dudas y preguntas; no saber si eso que sentía, si eso que le correspondían era real, si no era solo un juego que otra vez le ponía la vida. No sabia si era por Gilbert que se sentía así por Dietfried.
así con esta incertidumbre inundándola como enredaderas fue que volvió a su habitación, pensó que un baño aclararía las dudas, pero aun podía sentir en todo su cuerpo el aroma del capitán, confundiéndola cada vez mas.
fue entonces que decidió simplemente dejarse llevar... y otra vez se encontró escribiendo, escribiéndole cartas a nadie ...
