Disclaimer: todos los personajes que reconozcan y el mundo donde viven pertenecen a JK Rowling. El resto es producto de mi imaginación.
Escribo esto solo por diversión. No ha sido sometido a revisión beta ni profesional por parte de un editor.
5.- Tortura
Harry dejó descansar a Snape toda la mañana, sabía que lo que tendría que hacer por la tarde sería sumamente doloroso y agotador, y viniendo de un Potter, una total humillación, pero era algo que se tenía que hacer. No estaba particularmente deseoso de terminar de curar las fracturas, pero sabiendo lo mucho que apasionaba a Snape el poder realizar pociones, arreglar sus antes delicadas y diestras manos adecuadamente, era no solo necesario, sino prioritario. Nunca se perdonaría si su profesor no volvía a ser capaz de cortar ingredientes o elaborar una poción con precisión, al menos eso le debía después de tanto sacrificio.
A media tarde las alarmas de monitorización que había colocado en la habitación de Snape le avisaron que el maestro por fin había despertado. Reuniendo toda su fuerza de voluntad se obligó a subir por las escaleras y entrar en la habitación. No iba a disfrutar la situación, pero mientras más rápido terminara sería mejor.
"Buenas tardes profesor", Harry saludó al entrar en la habitación. Cuando Snape dirigió su mirada al chico por un momento pareció perdido y desorientado, incluso estaba un poco más pálido de lo normal, su respiración algo irregular y superficial. Le tomó más de diez minutos recomponerse y tomar control.
"Buenas tardes Potter", por fin contestó, su voz aún desgastada y rasposa. "Disculpa, por un momento no supe donde estaba, después de tantos días encerrado supongo esto seguirá pasando por un tiempo", dijo Snape, su voz con un tono de tristeza que no pudo evitar.
Harry decidió pasar por alto la declaración para no avergonzarlo más. Sabía que Snape nunca soportaría le mostraran lástima.
"Ahora viene la parte más difícil de esta situación", le dijo Harry en un tono bajo y suave, tratando de ser lo menos irritante y condescendiente posible, "retiraré las férulas de brazos y piernas, con los hechizos modificados y pociones ya deben haber terminado de alinearse y sanar. Pero, las múltiples fracturas y luxaciones de sus manos, esas… son otra historia. Dada su línea de trabajo y su pasión por las pociones, por recomendación de Hermione, que fue la que logró encontrar los hechizos y pociones adecuados para que después yo pudiera modificarlos para cubrir sus necesidades, dejé estas lesiones para ser tratadas hasta que estuviera despierto, ya que debo reducir manualmente cada luxación y luego al reducir las fracturas debo asegurarme no solo de que queden alineadas, sino que usted sea capaz de realizar los movimientos adecuados". Harry lo miró con intensidad, una disculpa grabada en su cara, como anticipación a todo el dolor que sabía estaba por infringir.
Sin darle tiempo de contestar a Severus, se acercó a la cama, y con sumo cuidado y manualmente, para evitar cualquier movimiento impreciso, retiro las férulas de piernas y brazos, acomodando las extremidades de Snape en una posición más cómoda y fisiológica.
"Puede intentar mover las piernas por favor profesor", la indicación vino con un tono sorprendentemente profesional, pensó Severus. Trató de flexionar lentamente ambas rodillas, logró moverlas casi imperceptiblemente, y esto lo cansó enormemente, pero lo había logrado. Harry le sonrió complacido.
"Excelente, no fue un gran movimiento, pero puede, ahora podría intentar flexionar los brazos", Harry le sonrió alentándolo. Snape nuevamente intentó lo que se le pedía, ese movimiento le costó un poco más, y una mueca de dolor cruzó su rostro cuando no pudo evitar golpear sus dedos contras las sábanas en el movimiento.
Harry se percató de ello y le tendió una botella que contenía según le explicó una versión mejorada de la poción relajante que había estado usando con la poción contra el dolor, había logrado estabilizar los ingredientes de ambas pociones para que fuera posible mezclarlas sin que perdieran sus propiedades. La explicación y el grado de dificultad de lo logrado sorprendieron a Severus, y cuando la bebió y notó como hacía efecto inmediatamente, quedó aún más sorprendido.
"Siempre asumí que eras un asco en pociones", declaró Snape con un tono de sorpresa, "ahora me doy cuenta de que tal vez, contigo fui un pésimo maestro, Slugorn tenía razón, tienes el talento de tu madre". Viniendo de Snape definitivamente eso era un cumplido, y Harry no pudo evitar sonrojarse, el sentimiento solo duró un instante.
Poniéndose serio nuevamente, se dirigió a Snape: "Ahora viene la parte difícil, tendré que acomodar manualmente cada luxación y fractura de sus manos, hueso por hueso, y a pesar de la poción, será una tortura, no hay otra forma de hacerlo efectivamente, lo hemos intentado con todas las variaciones posibles de los hechizos, y el resultado siempre fue el mismo, limitación del movimiento y rigidez, no me siento ni cómodo ni feliz por tener que someterlo a esto, pero es lo que hay… Antes de empezar, desea ver el estado actual de las lesiones, o prefiere solo someterse a la tortura", Harry trató de aligerar el ambiente con este comentario.
"Quiero ver", dijo Snape con un temblor casi imperceptible en su voz. "Esto va a doler, dijo Harry movilizando uno de los brazos de Severus lentamente, llevándolo a una posición donde el maestro pudiera ver sus estropeadas manos. Un gemido estrangulado salió de la garganta de Severus, fue desgarrador, pero lo que pasó luego, era algo para lo que Harry no estaba preparado. Snape trató de desviar su cabeza, cosa que no logró por el estado aún convaleciente de la herida en su cuello, y comenzó a llorar, un llanto lleno de dolor y amargura, no lo pudo evitar, el ver sus manos así, irreconocibles, dañadas, destrozadas, no pudo más, y no le importó lo que Potter pudiera opinar.
Por un momento Harry se quedó sin saber qué hacer, sabía que su maestro era experto en controlar sus emociones, pero los eventos del último año seguro le habían pasado factura, y por más estoico y fuerte que alguien pudiera parecer, todo tenía un límite. Lentamente se sentó en el borde de la cama, llevó a Snape a una posición más cómoda, ya que seguía acostado, y una vez sentado, simplemente lo abrazó. Dejó que su maestro se acostumbrara al abrazo, nadie invadía así su espacio personal, y para su sorpresa, Severus no lo rechazó, acomodó su cabeza en el pecho de Harry y siguió llorando, aún con más intensidad, ahora que había empezado, parecía no poder parar.
Harry comenzó a frotarle la espalda suavemente, aún tenía varias heridas y úlceras producto de la tortura, pero también del tiempo que llevaba en cama y no quería lastimarlo más. Le murmuró palabras de consuelo al oído, y lo dejo llorar, sin control, sin restricciones, lo dejó desahogar todo su dolor, sabía por experiencia que mantener tantas cosas guardadas llevaba inevitablemente a una explosión como esta, así que le dio la oportunidad de no reprimirse más. Quién era Harry para evitarlo.
Increíblemente Severus lloró por más de una hora, en todo este tiempo Harry no lo soltó, no dejó de murmurarle palabras de consuelo ni de tranquilizarlo con los suaves movimientos en su espalda. La camisa de Harry ya empapada por sus lágrimas, pero esto no le importó. Cuando Snape por fin pareció calmarse, Harry rompió el abrazo y lo miró a la cara: "Sé que esto es abrumador, pero le juro que sus manos volverán a ser las de antes, usted volverá a ser el de antes, pero, si en algún momento esto lo sobrepasa, yo estoy aquí, no me iré y estoy dispuesto a hacer todo por que salga adelante, no importa el tiempo que lleve, es algo que lograremos, juntos, le doy mi palabra", Harry hablo con suavidad, una mirada de determinación en sus ojos, y esto, sorprendentemente, terminó de calmar a Severus.
"Lamento mi comportamiento", dijo Severus algo avergonzado, "no volverá a pasar".
"Profesor, esto volverá a pasar, y es sano que vuelva a pasar, no soy mi padre, no voy a juzgarlo o a burlarme, y que esto pase no es signo de debilidad, al contrario, es muestra de que está consciente de la situación, pero también de que está sanando. Nunca se sienta avergonzado de sentirse vulnerable o sobrepasado, mientras usted lo necesite, y lo acepte, yo seguiré aquí", Harry le dirigió una cálida sonrisa y apretó suavemente su hombro en reafirmación.
Snape no dijo nada, no supo que decir, se sentía tan inútil, tan desgraciado, tan asustado, sin saber si volvería a ser él mismo, o si tendría la voluntad para lograrlo. Y aún estaba cansado, tan cansado… y sus manos, sería Potter realmente capaz de arreglarlas, sin la atención médica adecuada. Parecía habérselas arreglado bastante bien con el resto de sus heridas a pesar de ser de gravedad. Tal vez podría confiar.
Potter lo sacó de sus pensamientos. "Profesor, debemos comenzar, cree estar listo", dijo Harry con un tono de duda en su voz.
"Nunca estaré lo suficientemente preparado", dijo Snape con un tono de consternación en su voz, "no hay forma fácil de hacer esto, y sé que dolerá, solo empieza y ya", Snape frunció el ceño en anticipación al dolor que sabía vendría.
Harry llamó a Kreacher, necesitaría del elfo para que mantuviera a Snape lo más quieto posible, no habría hechizos de por medio, y cualquier movimiento bruco podría reabrir el resto de sus heridas. Se sentó a la orilla de la cama de Snape, Kreacher a sus pies, sosteniendo firmemente sus piernas en su lugar. Harry tomó la mano derecha de Snape entre sus manos, y se preparó para acomodar el primer dedo en su lugar.
"A la cuenta de tres", dijo Harry visiblemente nervioso, "Uno, dos…", no terminó de contar, jaló el pulgar rápida y expertamente, acomodándolo en su lugar. "Maldito hijo de p…." Rugió Snape, un fuerte grito posterior y un gruñido, que no pudo contener, su voz temblaba. Harry no se dejó asustar, repitió el mismo procedimiento, cuatro veces más. Al final Snape no pudo contenerse más y nuevamente comenzó a llorar, intentando mover brazos y piernas para escapar de Harry y Kreacher, sin mucho éxito, su respiración era rápida y entrecortada. Harry respiró profundamente tratando de calmarse también. Cuando creyó estaba listo le habló.
"Profesor, míreme por favor, espero sepa que no quiero hacerle daño, y no estoy disfrutando esto, pero es la única manera, realmente lo lamento", dijo todo esto tomando nuevamente la mano que acababa de acomodar entre las suyas.
Snape pareció tranquilizarse un poco, aunque vaciló un momento antes de poder hablar. "Sé que no es tu intención dañarme, dijo entre sollozos, pero aún con la poción, el dolor, es demasiado, lamento no poder controlarme", dijo a modo de disculpa.
"No tiene nada que lamentar o por qué disculparse, ahora, antes de fijar esta mano con la férula adecuada para que las fracturas terminen de sanar después del hechizo, necesito ver si puede mover un poco las articulaciones de los dedos, se que dolerá aún más que haber acomodado las luxaciones, pero si no hacemos esto sus manos podrían no funcionar adecuadamente", dijo Harry, un poco de preocupación en su tono de voz.
Harry colocó la mano de Snape entre las suyas, con la palma hacia arriba, sosteniéndola cuidadosamente, tratando de no lastimarlo más. Snape trato de movilizar lentamente cada uno de sus dedos, un rictus de dolor en su cara con cada movimiento, perlas de sudor formándose en su frente, pero… con todo y dolor pudo flexionar leve y adecuadamente cada dedo. Una sonrisa involuntaria se formó en sus labios.
"Muy bien", dijo Harry, tomó la mano firmemente y procedió a decir el hechizo para corregir las múltiples fracturas, colocando posteriormente la férula rígida que iba de las manos al antebrazo.
Snape respiró trabajosamente y trato de acomodarse mejor en la cama, movilizando con la espalda las almohadas que lo mantenían sentado. Se sintió aliviado de que hubieran terminado con su mano derecha… pero aún faltaba la izquierda.
"Quiere que continuemos profesor, o prefiere descansar", Harry le dio la opción… "Prefiero terminar con esto, si lo dejamos para mañana no creo poder someterme a este suplicio una vez más". Contestó Snape con sinceridad.
Dos horas más después, estaban terminando. Severus estaba visiblemente cansado, adolorido, y algo enojado, no que lo pudiera evitar. Kreacher había soltado sus piernas, lo que le daba un poco más de comodidad. Harry sabía que estaba cansado, pero aún así pidió a Kreacher les trajera algo de comer.
Cuando Kreacher reapareció con la comida, Harry se dio cuenta Snape se había sonrojado ante la anticipación de saber tendría que ser alimentado por su alumno menos favorito. Esto hizo sonreír a Harry inconscientemente, pero no dijo nada, tratando de aminorar la molestia de Snape.
"Bueno, profesor, yo sé que esto será sumamente incómodo, pero… prometo alimentarlo sin tirar tanta comida, sabe que soy muy torpe, pero, haré mi mejor esfuerzo", dijo Harry tratando de sonar confiable.
Severus agradeció este gesto enormemente, y dejó que Harry lo alimentara, ciertamente deseaba probar algo que no fueran pociones, así que podía tolerar la situación.
El resto de la tarde la pasaron en un cómodo silencio, Harry alimentándolo pacientemente y Snape, saboreando cada bocado, nunca hubiera esperado estar tan aliviado de volver a comer.
