Izuku caminaba hacia las oficinas de Monarch con paso firme. El sol de la mañana iluminaba las calles de Musutafu mientras su mente volvía a la conversación que había tenido con Momo sobre el diseño de su traje. Le habían avisado esa misma mañana que el traje estaba listo, y ahora estaba ansioso por verlo en persona y presentárselo a Momo.
Llegó a las oficinas de Monarch, y al entrar, fue recibido por Hana, la encargada del equipo de soporte. Ella le sonrió con amabilidad mientras lo guiaba hacia el laboratorio donde se encontraban los trajes.
—El traje de Yaoyorozu está listo, Midoriya— dijo Hana mientras caminaban —Ha sido un proceso interesante, ya que agregamos algunos ajustes basados en la flexibilidad de su quirk—.
—¿Le añadieron alguna mejora? — preguntó Izuku, curioso por saber en qué habían estado trabajando.
Hana asintió con entusiasmo —Sí, además de las especificaciones que nos diste, hemos añadido algunos detalles que creemos le serán de mucha utilidad. Vamos a ver qué te parece—.
Al llegar a la sala donde se encontraba el traje, Izuku pudo ver el diseño expuesto en una vitrina. Era impresionante. El traje mantenía la elegancia y utilidad que Momo había imaginado, pero había un aire sofisticado y estratégico en los pequeños detalles añadidos por el equipo de Monarch.
—Está hecho con materiales altamente flexibles y resistentes, además de que esta adaptado a su quirk—explicó Hana, mientras señalaba las distintas secciones del traje —Sabemos que el quirk de Yaoyorozu requiere que su cuerpo esté en constante creación de objetos, así que hicimos el traje lo suficientemente ligero como para que no interfiera con su movilidad. Además, hay compartimientos ocultos para almacenar pequeñas cantidades de materia prima, por si alguna vez lo necesita rápidamente—.
Izuku se acercó para observar más de cerca el traje. La textura del material era suave al tacto, pero se notaba resistente, ideal para el tipo de trabajo que haría como heroína. Además, había un cinturón con pequeños módulos que permitían almacenar diversos recursos.
—¿Qué te parece?—preguntó Hana, sonriendo—Creo que logramos algo que combinará perfectamente con su estilo—.
Izuku asintió, impresionado —Es... perfecto. Va a estar muy contenta. Realmente pensaron en todo—.
Hana sonrió con orgullo —Bueno, sabemos lo importante que es este traje para ella y para ti. Ahora solo queda que ella lo pruebe en acción—.
Izuku agradeció a Hana y se dirigió a su oficina para enviarle un mensaje a Momo y contarle las buenas noticias. Mientras esperaba su respuesta, reflexionaba sobre lo mucho que habían crecido desde su primer encuentro. Ahora, ambos estaban más cerca de cumplir sus sueños como héroes, y trabajar juntos hacía que todo se sintiera aún más real.
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Izuku se encontraba ansioso mientras esperaba en su asiento, mirando a sus compañeros. Sabía que el día de hoy sería muy especial, y aunque aún no lo había dicho a nadie, había hablado con Nezu con anticipación sobre su traje de héroe. A diferencia de los demás, que habían entregado bocetos o prototipos, Izuku tenía su propio traje gracias a Monarch Inc., lo que lo diferenciaba del resto.
De repente, las puertas del salón se abrieron de par en par, y una presencia imponente entró. Todos los estudiantes se quedaron boquiabiertos al ver a la leyenda que se encontraba frente a ellos. All Might, el Símbolo de la Paz, apareció, vistiendo su icónico traje de la Edad de Plata. Su sonrisa amplia y radiante brillaba con confianza, lo que solo aumentaba la emoción en el aire.
—¡Buenos días, jóvenes héroes!—exclamó All Might, con su potente voz resonando en todo el salón—Hoy será un día emocionante. ¡Les entregaré sus trajes de héroes, y luego nos dirigiremos al área de simulaciones!—.
Los ojos de los estudiantes brillaron con entusiasmo mientras All Might sacaba una gran caja llena de los trajes que habían solicitado.
—Aquí están los trajes que cada uno de ustedes diseñó—dijo mientras comenzaba a repartirlos uno por uno—Cada traje ha sido creado con base en sus solicitudes y quirks. ¡Recuerden, un héroe es tan bueno como su traje lo permite!— All Might lanzó una sonrisa confiada mientras los estudiantes comenzaban a recibir sus trajes.
Izuku observaba cómo sus compañeros recibían emocionados sus trajes. Sin embargo, cuando All Might llegó a su lado, hizo una pausa y le dedicó una mirada que solo él notó.
—Midoriya, tú no entregaste un prototipo—comentó All Might en tono serio pero con una sonrisa cálida—Pero no te preocupes, Nezu me informó sobre tu situación. Estás más que preparado—.
Izuku asintió, consciente de que su traje ya estaba listo gracias al equipo de Monarch. Mantuvo su compostura mientras los demás recibían sus trajes, y esperó pacientemente.
All Might continuó entregando los trajes, cada uno cuidadosamente diseñado para potenciar las habilidades de sus usuarios. Cuando Momo recibió el suyo, miró a Izuku con una sonrisa, agradecida por el detalle que él había organizado para su traje. Luego, se dirigió al vestuario junto con los demás para cambiarse y prepararse para la gran simulación.
—¡Nos encontraremos afuera, jóvenes héroes!—anunció All Might mientras los estudiantes se dirigían a los vestuarios —Hoy aprenderán lo que significa ser verdaderos héroes en el campo—.
Izuku, mientras tanto, se dirigió a un lugar más privado para ponerse su traje especial, el que había diseñado junto con Monarch Inc. Era un traje con tonos oscuros, verdes y amarillos, hecho de kevlar y con múltiples compartimentos para herramientas y equipo táctico. A medida que se lo colocaba, sintió cómo el material se ajustaba perfectamente a su cuerpo, diseñado para soportar situaciones extremas y potenciar sus habilidades con su quirk.
Cuando todos estuvieron listos, se reunieron en el área de simulaciones, donde All Might los esperaba con una sonrisa.
—¡Ahora es el momento de verlos en acción!—exclamó—Este campo de entrenamiento está diseñado para que enfrenten situaciones reales de combate y rescate. ¡Daremos todo lo que tenemos hoy!—.
Izuku se sentía preparado, no solo física, sino también mentalmente. Sabía que este era su momento de demostrar todo lo que había aprendido durante su entrenamiento en Estados Unidos. Mientras ajustaba los guantes de su traje y observaba a sus compañeros, sintió una nueva ola de determinación.
—Hoy es el día de demostrar lo que valgo—pensó, mientras miraba a lo lejos a All Might, quien lo observaba con ojos curiosos, consciente de la conexión que compartían, aunque aún no estuviera completamente abierta al público.
Los estudiantes formaron una fila, esperando las instrucciones finales, mientras el corazón de Izuku latía con fuerza, anticipando lo que vendría.
Los estudiantes comenzaron a llegar al área de simulaciones, cada uno con sus trajes de héroes. Había una energía palpable en el ambiente, una mezcla de entusiasmo y nerviosismo. Las miradas curiosas de los compañeros se dirigieron hacia Izuku, que ya se encontraba en la línea con su impresionante traje de Monarch Inc.
El traje de Izuku destacaba entre todos, no solo por su diseño táctico con tonos oscuros, verdes y amarillos, sino por la evidente funcionalidad y el detalle que lo hacían ver completamente profesional. Hecho de kevlar, tenía múltiples compartimentos para equipo, todo cuidadosamente colocado para no interferir con su movilidad. Cada parte del traje estaba diseñada para maximizar su eficiencia en el campo de batalla.
—¡Guau, Izuku! ¡Ese traje es increíble!—exclamó Kirishima, admirando el atuendo con los ojos abiertos de par en par.
—Se ve tan... real, como si fuera para misiones de verdad—agregó Mina, impresionada.
—Eso no es cualquier traje. Está hecho con precisión militar—murmuró Iida, ajustando sus gafas mientras analizaba cada detalle del equipo de Izuku.
Mientras los estudiantes comentaban entre ellos, Izuku sonrió tímidamente, agradecido por los cumplidos. Sabía que el traje era fruto del esfuerzo y apoyo del equipo de Monarch, pero también una herramienta que le ayudaría a enfrentar lo que vendría.
De repente, Momo apareció en escena, luciendo su traje original del manga, ese que dejaba su piel demasiado expuesta para su comodidad. Caminaba con una expresión un poco incómoda, sus pasos lentos y tensos. Izuku notó de inmediato su incomodidad, aunque Momo intentaba ocultarlo.
—Izuku...—dijo, acercándose a él—No me siento muy cómoda con este traje. No sé, siento que no es lo adecuado para mí—.
Izuku asintió con empatía, comprendiendo perfectamente lo que ella sentía. Era algo que ya había previsto.
—No te preocupes, Momo—dijo Izuku con una sonrisa comprensiva—Pensé que podrías sentirte así. Por eso, hice que el equipo de Monarch trabajara en algo que se adapte mejor a ti—.
Con un movimiento suave, sacó de su mochila un paquete que contenía el traje que había diseñado para Momo, con ayuda del equipo de soporte. El traje era una mezcla de elegancia y funcionalidad, con detalles en negro y rojo que resaltaban su porte imponente, pero con la capacidad de facilitar su quirk de creación.
Momo miró el traje con los ojos muy abiertos, sorprendida.
—¡Izuku... es hermoso!—exclamó emocionada, tomando el traje entre sus manos.
—Está hecho pensando en lo que me dijiste y en tu comodidad—dijo Izuku—Es más resistente, tiene bolsillos para guardar materiales que necesites crear, y te protege mejor sin restringir tus movimientos. Además, tienes una pantalla táctil con las formulas de distintos compuestos—.
Momo no dudó ni un segundo. Tomó el traje y corrió hacia los vestuarios para cambiarse. Unos minutos después, regresó con una sonrisa radiante, vistiendo su nuevo atuendo. El traje se adaptaba perfectamente a ella, dándole un aire de profesionalidad y confianza. Los demás estudiantes la observaron con admiración.
—¡Vaya, Momo, te ves increíble!—dijo Mina, emocionada.
—Es mucho más adecuado para ti—agregó Iida, aprobando el diseño funcional del traje.
Momo se acercó nuevamente a Izuku, con una expresión agradecida y un ligero sonrojo en sus mejillas.
—Gracias, Izuku... Este traje es justo lo que necesitaba. No sé cómo agradecerte—dijo Momo con una sonrisa cálida.
Izuku sonrió, satisfecho de haberla ayudado —Me alegra que te sientas mejor, Momo. Sabía que sería más cómodo para ti. Estás lista para dar lo mejor de ti—.
Con los trajes puestos y la motivación alta, los estudiantes ahora estaban listos para lo que All Might tenía preparado para ellos en el área de simulaciones.
All Might, con su enérgica presencia y su icónico traje de la Edad de Plata, se encontraba al frente del grupo en el área de simulación, listo para comenzar la clase de héroes. Los estudiantes estaban emocionados, aunque también algo nerviosos por lo que estaba por venir.
—¡Muy bien, jóvenes héroes!—exclamó All Might, con su voz poderosa resonando en la sala—¡Hoy tendrán su primera simulación real de combate! Pero no será cualquier simulación. Enfrentarán un escenario que imita situaciones reales de peligro, y para eso formarán equipos... ¡por sorteo!—.
Al escuchar "sorteo", la expresión de los estudiantes cambió de emoción a confusión. Algunos murmuraban entre ellos, cuestionando si esa era la mejor forma de hacer los equipos.
—¿Sorteo?—preguntó Kirishima, rascándose la cabeza—¿No sería mejor que elijamos con quién queremos estar? Así podríamos trabajar con quienes nos complementen mejor—.
—Eso no suena como la mejor forma...—agregó Mina, un poco desconcertada.
—Es una forma muy ineficiente de organizar un equipo—comentó Iida con seriedad, ajustando sus gafas—La eficiencia en la selección es clave para un buen trabajo en equipo—.
All Might, con su acostumbrada sonrisa, levantó una mano para calmar el murmullo creciente, pero antes de que pudiera hablar, Izuku dio un paso adelante.
—Entiendo lo que están diciendo, pero creo que el sorteo tiene mucho sentido—dijo Izuku, atrayendo la atención de todos.
—¿Por qué lo dices, Izuku?—preguntó Iida, curioso.
Izuku, siempre analítico, se cruzó de brazos y comenzó a explicar su razonamiento:
—En el mundo real, no siempre vas a poder elegir a tus compañeros. Un héroe puede ser llamado a trabajar con otros que nunca ha conocido, o incluso con héroes cuyos estilos no se complementan bien con los suyos. El sorteo es una buena manera de prepararnos para eso, de aprender a adaptarnos a cualquier situación y trabajar con cualquier persona, sin importar las diferencias. La eficiencia no siempre es cuestión de elegir lo más cómodo, sino de aprender a ser efectivos, pase lo que pase—.
Los estudiantes lo miraron en silencio, reflexionando sobre lo que había dicho. La lógica de Izuku era clara, y aunque algunos todavía tenían dudas, las palabras del joven resonaron profundamente.
—Eso tiene sentido...—murmuró Kirishima—Supongo que debemos estar preparados para cualquier cosa—.
All Might asintió con aprobación, orgulloso de la intervención de Izuku.
—¡Exactamente, joven Midoriya!—dijo All Might, levantando su puño en señal de acuerdo—¡En el campo de batalla, no siempre tendrás la opción de trabajar con tus amigos! ¡Así que es mejor estar preparados para cualquier cosa! Ahora, ¡es hora de hacer los equipos!—.
Con un gesto teatral, All Might sacó una caja con papeles donde estaban los nombres de los estudiantes. Uno a uno, fue sacando los nombres para formar los equipos. La tensión crecía a medida que los nombres iban siendo llamados, pero cuando llegó el turno de Izuku, los ojos de todos se volvieron hacia él.
—El primer equipo será... ¡Izuku Yagi Midoriya y Momo Yaoyorozu! Y se enfrentarán contra...—anunció All Might con entusiasmo.
Izuku sonrió, sintiendo una mezcla de alivio y emoción. Había trabajado mucho junto a Momo en el pasado, y sabía que su colaboración sería fluida. Momo, por su parte, también esbozó una sonrisa, encantada de poder trabajar con Izuku después de tanto tiempo.
—Parece que vamos a trabajar juntos otra vez, Momo—dijo Izuku, acercándose a ella.
—Así es, Izuku. Me siento más tranquila sabiendo que estás en mi equipo—respondió Momo, con una sonrisa de complicidad.
Mientras los demás equipos se formaban, algunos estudiantes intercambiaban miradas, evaluando a sus compañeros. Sabían que el sorteo había mezclado a los más fuertes con algunos de los menos experimentados, pero también entendían que esa era precisamente la lección que debían aprender.
Finalmente, con todos los equipos formados, All Might dio las últimas instrucciones:
—¡Muy bien, equipos! ¡Prepárense para la simulación de combate! Recuerden, lo más importante es adaptarse y trabajar juntos. ¡Porque ahí afuera, como dijo Midoriya, nunca sabes con quién podrías tener que trabajar! ¡Ahora, todos a sus posiciones!—.
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Izuku y Momo se encontraban en un pequeño cuarto dentro del edificio donde se llevaría a cabo la simulación. La clase estaba dividida en héroes y villanos, y el objetivo de los "héroes", en este caso Todoroki y Bakugo, era desarmar una bomba que los "villanos", Izuku y Momo, debían proteger. Era un reto complicado, considerando los oponentes que tenían enfrente. Ambos eran poderosos y conocidos por su estilo directo de combate: Todoroki con su impresionante quirk de hielo y fuego, y Bakugo con sus explosiones devastadoras y temperamento agresivo.
Momo, quien ya conocía bien a ambos, especialmente a Bakugo por sus interacciones pasadas, frunció el ceño mientras analizaba las posibles tácticas.
—Tenemos que evitar un enfrentamiento directo—dijo Momo, mirando a Izuku—Si nos enfrentamos a ellos de frente, no creo que podamos contenerlos durante mucho tiempo. Bakugo es imparable cuando se enfurece, y Todoroki tiene un control increíble de su quirk. Necesitamos mantenerlos alejados de la bomba tanto como sea posible—.
Izuku asintió, ya había llegado a la misma conclusión. Él conocía a Bakugo desde hacía años, y sabía de primera mano lo peligroso que podía ser cuando se dejaba llevar por su temperamento. Además, la versatilidad de Todoroki lo convertía en un adversario igualmente impredecible. Si ambos lograban acercarse demasiado a la bomba, estarían en serios problemas.
—De acuerdo—respondió Izuku, con una expresión pensativa—Si se acercan a la bomba, estaremos en desventaja. Todoroki podría sofocarnos con su hielo o fuego, y Bakugo... bueno, él puede simplemente explotar todo a su alrededor sin pensarlo dos veces. Pero... si logramos mantenerlos a distancia, podemos ganar tiempo y frustrarlos—.
Momo, que siempre había sido extremadamente inteligente y estratégica, ya tenía algunas ideas. Miró a Izuku y dijo:
—Podemos crear trampas. Usar el entorno en nuestro favor. Sabemos que Bakugo es impaciente y tiende a lanzarse de frente sin pensar mucho en las consecuencias. Todoroki, por otro lado, es más calculador, pero podemos ralentizarlo. Si logramos controlar el ritmo del combate, ellos se verán obligados a moverse a nuestro ritmo—.
—Exacto—dijo Izuku, con un brillo en los ojos mientras se adentraba más en el plan—Podemos usar los pasillos estrechos para emboscarlos, obligarlos a separarse. Si los enfrentamos juntos, será difícil. Pero si logramos aislar a uno, será más manejable—.
Momo asintió de inmediato, su mente ya pensando en los materiales que podría crear con su quirk para poner en marcha el plan. Levantó la mano y creó una serie de pequeñas esferas metálicas, que parecían simples, pero tenían un propósito claro.
—Estas son bombas de humo—explicó Momo—Las usaremos para crear distracciones o cubrir nuestra retirada. Si logramos cegarlos por unos segundos, podremos reposicionarnos y ganar tiempo. También puedo crear redes de acero fino, lo suficientemente resistentes como para atrapar a Bakugo o al menos enredarlo por unos segundos—.
Izuku sonrió, viendo el potencial en las ideas de Momo. Ella siempre había sido increíblemente ingeniosa cuando se trataba de usar su quirk. Sabía que podrían sacar provecho de la impaciencia de Bakugo y el enfoque metódico de Todoroki.
—También podríamos usar barreras —añadió Izuku—Puedo usar mi quirk para levantar polvo y escombros, y con tu quirk podríamos crear obstáculos físicos en los pasillos. Algo que los fuerce a moverse lentamente, a gastar tiempo tratando de atravesarlos. Y si logramos mantener la iniciativa, podríamos forzarlos a jugar a la defensiva—.
Momo sonrió al ver la forma en que Izuku había complementado sus ideas.
—Exactamente, eso es lo que necesitamos. Crear obstáculos que les dificulten avanzar hacia la bomba, mientras nosotros nos mantenemos en movimiento constante. Si se ven obligados a dividirse o detenerse, podemos ganar la ventaja—.
Izuku señaló el mapa del edificio en su tableta, mostrando los lugares clave donde podían plantar las trampas.
—Aquí, cerca del pasillo norte, podemos colocar las bombas de humo y hacer que crean que estamos defendiendo ese acceso—sugirió Izuku—Si Bakugo o Todoroki intentan avanzar por allí, podemos hacer que retrocedan y se frustren al no encontrar la entrada directa a la sala de la bomba—.
—Me parece perfecto—respondió Momo, mientras comenzaba a crear más esferas y pequeñas trampas—Y aquí, en este pasillo lateral—dijo señalando otro punto en el mapa—Podríamos colocar las redes. Si logramos atrapar a uno de ellos, aunque sea solo por unos segundos, podremos aprovechar ese tiempo para reorganizarnos—.
Ambos sabían que tendrían que confiar completamente en el trabajo en equipo para que el plan funcionara. Tendrían que ser rápidos, astutos y mantenerse un paso por delante de sus oponentes.
—Por último—añadió Izuku, con una expresión más seria—Si se acercan demasiado a la bomba, no tendremos otra opción que enfrentarlos. Si eso pasa, trataremos de ganar tiempo. Yo podré usar el viento para intentar alejarlos o hacer que pierdan el equilibrio, y tú podrás crear más barreras si es necesario—.
Momo asintió, confiando plenamente en la habilidad de Izuku para manejar las sombras y el viento en combate. Su capacidad para controlar múltiples elementos les daba una ventaja inesperada. Sabía que podían hacerlo, pero todo dependería de su capacidad para ejecutar el plan con precisión.
—Está decidido entonces—dijo Momo, con firmeza—No permitiremos que se acerquen a la bomba—.
—Así es—respondió Izuku, con determinación—No los enfrentaremos de frente. Usaremos las trampas, los obligaremos a moverse a nuestro ritmo, y cuando menos se lo esperen, habremos ganado—.
Ambos se miraron por un momento, sabiendo que el desafío que tenían por delante no sería fácil. Pero confiaban el uno en el otro, y eso les daba la seguridad de que, pase lo que pase, saldrían victoriosos.
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Desde el momento en que Bakugo fue emparejado con Todoroki, la tensión entre ambos fue palpable. No habían compartido una palabra directa entre ellos desde que se les asignaron como equipo, pero el simple hecho de estar en la misma sala ya era suficiente para que saltaran chispas.
Bakugo se encontraba en una esquina de la habitación, con los brazos cruzados y la mirada fija en Todoroki. Aunque no lo admitiera en voz alta, sabía que Todoroki era fuerte, probablemente uno de los estudiantes más poderosos de la clase. Pero para Bakugo, eso no significaba nada. Él era el mejor. Siempre lo había sido, y no dejaría que alguien como Todoroki lo eclipsara.
—Escucha, cara de hielo—gruñó Bakugo, sin molestarse en suavizar su tono —No necesito que me estorbes. Yo me encargaré de esos dos perdedores por mi cuenta. Tú solo asegúrate de no interponerte—.
Todoroki, quien permanecía tranquilo y sereno, apenas levantó una ceja ante el comentario de Bakugo. Ya estaba acostumbrado a su agresividad y sus explosiones de ego. No tenía intención de discutir, pero tampoco iba a dejar que Bakugo tomara el control de todo.
—Eso es ridículo—respondió Todoroki con calma—Si nos dividimos, ellos podrían aprovecharse. Si no actuamos como un equipo, podríamos perder tiempo innecesariamente—.
Bakugo soltó una risa sarcástica, claramente despreciando la sugerencia de trabajar en equipo.
—¡¿Perder tiempo?!—exclamó con desdén, chasqueando los dedos y liberando pequeñas explosiones en sus manos—¡Yo soy el mejor aquí! No necesito a nadie, mucho menos a ti. Solo quédate fuera de mi camino y observa cómo derroto a esos dos en segundos—.
Todoroki mantuvo su compostura, pero no iba a retroceder en su postura. No importaba cuán fuerte fuera Bakugo, atacar sin pensar no los llevaría a ningún lado.
—No subestimes a Midoriya—advirtió Todoroki, clavando sus ojos en Bakugo—Él no es el mismo que crees conocer. Si vas directo, él y Yaoyorozu te van a atrapar con alguna estrategia. No puedes simplemente ir y destruir todo. Hay que ser cuidadoso—.
Las palabras de Todoroki encendieron aún más la furia en Bakugo. La mención de Izuku, su antiguo amigo convertido en rival, solo servía para avivar las llamas de su odio. Bakugo ya había tenido suficientes sorpresas de parte de Izuku en el pasado, y no iba a tolerar que alguien lo considerara una amenaza.
—¡¿Qué dijiste?!—gritó Bakugo, dando un paso hacia Todoroki, su rostro torcido por la furia—¡¿Crees que ese maldito nerd me va a atrapar?! ¡Voy a volar a los dos por los aires antes de que siquiera piensen en lo que está pasando!—.
Todoroki, en lugar de responder con la misma intensidad, simplemente lo miró, su expresión neutral pero con un toque de desdén.
—Si vas solo, podrías caer en una trampa y arruinar nuestra misión—dijo Todoroki con frialdad—Pero supongo que no te importa perder—.
El comentario fue suficiente para hacer estallar a Bakugo.
—¡Yo nunca pierdo!—gritó, con los puños cerrados y el sonido de sus explosiones resonando a su alrededor—¡Voy a demostrarte que no necesito a nadie, ni siquiera a ti!—.
Todoroki suspiró, sabiendo que no había forma de convencer a Bakugo de lo contrario. Sin embargo, no estaba dispuesto a dejar que su compañero de equipo arruinara la misión por completo. Decidió que lo mejor sería simplemente actuar en paralelo, mientras Bakugo hacía lo suyo.
—Haz lo que quieras—respondió Todoroki finalmente, con una mirada indiferente—Solo no interfieras cuando yo termine esto—.
Bakugo soltó una carcajada burlona, con la confianza irradiando de él mientras se giraba hacia la salida.
—Voy a reducir a Midoriya y Yaoyorozu a cenizas antes de que te des cuenta—amenazó—No intentes seguirme, cara de hielo—.
Y con esas palabras, Bakugo salió disparado hacia el edificio donde se encontraban sus oponentes, dejando tras de sí un rastro de humo y chispas. Todoroki, sin embargo, no perdió la calma. Sabía que, tarde o temprano, tendría que intervenir. Midoriya y Yaoyorozu no eran simples oponentes, y si Bakugo se precipitaba sin pensar, el plan de los "villanos" podría superarlos.
—Espero que no termines arruinándolo todo, Bakugo—murmuró Todoroki para sí mismo, antes de empezar a caminar hacia el edificio con una estrategia mucho más meticulosa en mente.
Ambos estaban convencidos de que podían encargarse de todo por su cuenta, pero solo el tiempo diría si su rivalidad y sus egos les costarían la victoria.
Bakugo irrumpió en el edificio con una furia ciega, completamente decidido a reducir a Izuku y Momo a cenizas en cuestión de segundos. Las explosiones de sus manos iluminaban el pasillo oscuro mientras avanzaba, ignorando cualquier precaución o táctica. Estaba convencido de que su poder sería suficiente para arrasar con cualquier plan que Midoriya pudiera haber ideado.
—¡Sal de donde estés, maldito nerd!—gritó con frustración, sus ojos llenos de rabia. El eco de su voz resonó en el edificio vacío—¡Voy a destrozarte, Deku!—.
Sin embargo, mientras corría más profundamente en el edificio, algo comenzó a sentirse extraño. La estructura, que al principio parecía sencilla, comenzó a volverse más compleja. Los pasillos parecían más largos de lo que recordaba y las esquinas más cerradas. La luz del sol apenas entraba, y la oscuridad creaba una atmósfera asfixiante. A pesar de su determinación, Bakugo sintió una incomodidad creciente.
—¡Qué demonios es esto!—exclamó, mirando a su alrededor con irritación. Las paredes parecían acercarse más, y por primera vez, se detuvo para observar detenidamente.
De repente, algo crujió bajo sus pies, seguido de un chasquido metálico. Antes de que Bakugo pudiera reaccionar, una serie de cuerdas ocultas en las sombras se activaron, atrapando sus brazos momentáneamente. Aunque su fuerza fue suficiente para romper las cuerdas, el pequeño retraso lo había puesto en una posición vulnerable.
En ese instante, una ráfaga de viento lo golpeó desde un lado. La corriente fue tan rápida y precisa que, antes de que pudiera prepararse para defenderse, fue lanzado por el aire y arrojado de vuelta hacia una de las ventanas abiertas del edificio. El impacto lo desorientó, y mientras caía, apenas tuvo tiempo para ver cómo una mezcla de trampas cuidadosamente colocadas y una corriente controlada de viento lo habían enviado volando fuera del edificio.
Bakugo aterrizó en el suelo de afuera, golpeando el pavimento con fuerza. Se levantó rápidamente, pero la rabia en sus ojos ahora estaba mezclada con desconcierto.
—¡¿Qué carajos fue eso?!—gritó, respirando con dificultad mientras apretaba los puños.
A pesar de su furia, no podía negar que lo habían superado con una estrategia. Sabía que era obra de Izuku. Esa mezcla de tácticas ingeniosas y la fuerza controlada del viento no dejaba lugar a dudas.
—Deku...—murmuró entre dientes, levantándose del suelo mientras su frustración crecía aún más—¡Nerd maldito, voy a aplastarte!—.
Dentro del edificio, Izuku observaba todo desde las sombras junto a Momo. Habían planeado cada paso cuidadosamente, usando trampas y emboscadas para desorientar a Bakugo y mantenerlo alejado de la bomba.
—Funcionó bien—comentó Momo en voz baja, mirando a Izuku con una sonrisa satisfecha—No esperaba que las trampas lo confundieran tanto—.
Izuku, aunque concentrado, permitió que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro.
—Sabía que Bakugo actuaría de forma impulsiva. No le daría tiempo a pensar en lo que está sucediendo. Eso es lo que siempre ha hecho— dijo Izuku —Pero no podemos subestimarlo. Él volverá con más fuerza, y Todoroki aún está por ahí—.
Momo asintió, preparándose para el próximo paso de su estrategia. Sabían que tendrían que enfrentarse a Todoroki en algún momento, y él no sería tan fácil de desorientar como Bakugo.
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Todoroki caminaba con calma por los pasillos del edificio, completamente centrado en su objetivo. Había visto a Bakugo lanzarse sin pensar y había escuchado el estruendo cuando fue expulsado del edificio. A diferencia de su compañero, Todoroki no iba a dejarse llevar por impulsos. Su mente era una calculadora fría y precisa, cada paso que daba era parte de un plan meticuloso.
—Esto no va a ser un combate frontal—murmuró para sí mismo, evaluando la situación—Momo y Midoriya deben estar jugando a las trampas y a la emboscada. Pero si congelo todo el edificio, no tendrán a dónde escapar—.
La parte izquierda de su cuerpo comenzó a emitir un frío intenso, un aura gélida que se extendió rápidamente a su alrededor. A medida que avanzaba, Todoroki activó su quirk de hielo, cubriendo todo a su paso con una capa gruesa de hielo cristalino. Las paredes, el suelo, e incluso las escaleras se congelaban al instante bajo su control. Con cada paso, el edificio se transformaba en una fortaleza helada, eliminando cualquier posible escondite que Momo e Izuku pudieran usar.
—Esto debería bastar para acorralarlos—susurró Todoroki, mientras una sonrisa fría se dibujaba en su rostro.
El hielo se extendía rápidamente, cubriendo ya casi toda la estructura. Estaba seguro de que en cuestión de segundos, el equipo contrario no tendría más opciones. Pero, para su sorpresa, a pesar de que todo el edificio estaba cubierto de hielo, no había ningún anuncio de victoria.
Todoroki se detuvo, su ceño fruncido. No tenía sentido. Había cubierto el área completamente; Momo e Izuku deberían haber sido neutralizados, o al menos obligados a rendirse.
—¿Qué están esperando?—se preguntó en voz baja, mirando a su alrededor. El frío lo rodeaba, y la neblina que se levantaba del hielo dificultaba aún más la visibilidad.
Decidió avanzar con cautela, sabiendo que Momo e Izuku aún podrían estar preparando algo. Sin embargo, algo lo inquietaba. La forma en que el silencio persistía y la falta de una reacción del equipo contrario lo hacía sospechar que, de alguna manera, habían logrado anticipar su ataque. Pero, ¿cómo?
Mientras Todoroki avanzaba, algo llamó su atención. A pesar de haber congelado todo el edificio, no había signos de Momo ni de Izuku. Los dispositivos de seguridad tampoco señalaban que estuvieran en el área afectada.
—¿Dónde están...?—dijo, frunciendo el ceño.
Lo que Todoroki no sabía era que Izuku y Momo ya habían previsto su estrategia. Desde el principio, Izuku sabía que Todoroki intentaría cubrir todo con su hielo. De hecho, lo habían esperado. Mientras Todoroki congelaba el edificio desde el exterior, ellos habían utilizado una de las trampas que Momo creó para deslizarse por el nivel inferior del edificio, moviéndose más allá del alcance del hielo.
—La clave era mantenerse en movimiento y no enfrentarlo directamente—susurró Izuku mientras se agazapaba junto a Momo en un rincón oculto del edificio, fuera del alcance del hielo.
Momo asintió —Y ahora, mientras él cree que ha ganado, tenemos una oportunidad de avanzar—añadió, mientras observaba la bomba a solo unos metros de ellos.
Todoroki, por su parte, comenzaba a frustrarse. A pesar de su control sobre el hielo, no había señales de que su plan hubiera tenido éxito.
Todoroki continuó avanzando por el edificio helado, confiado en que su control sobre el hielo había limitado por completo las opciones de Momo e Izuku. Sin embargo, algo no encajaba. A medida que recorría los pasillos congelados, se dio cuenta de que, aunque había cubierto el área con su quirk, no había encontrado rastro de sus oponentes. Ni una huella, ni un sonido, nada.
De repente, una sombra rápida pasó por el rabillo de su ojo. Giró bruscamente, pero antes de que pudiera reaccionar del todo, algo lo golpeó en el estómago con una fuerza que lo dejó sin aire. Fue arrojado hacia atrás, chocando contra la pared congelada, y el impacto lo dejó momentáneamente aturdido.
—¿Qué...?—.
Izuku había aprovechado el terreno helado para moverse rápidamente, utilizando una combinación de su velocidad y la capacidad de control de las sombras para acercarse sin ser detectado. Mientras Todoroki intentaba recuperarse, Momo apareció desde el otro lado, usando una vara improvisada creada con su quirk para golpearlo nuevamente, esta vez en la nuca.
Todoroki cayó al suelo, inconsciente por el golpe. Ambos villanos, Izuku y Momo, se miraron por un momento, satisfechos con su coordinación.
—Bueno, lo hemos noqueado, ¿y ahora qué hacemos?—preguntó Momo, sonriendo con una mezcla de diversión y nerviosismo.
—Podríamos simplemente amarrarlo, pero creo que podemos ser más creativos—respondió Izuku con una sonrisa traviesa, mostrándole una cuerda que Momo había generado minutos antes.
Decidieron jugar el papel de "villanos" un poco más. Con rapidez, ataron a Todoroki, colgándolo de una viga al otro lado de la sala donde se encontraba la bomba falsa. La escena parecía sacada de una película de acción. Todoroki colgaba sobre el abismo de uno de los pisos superiores, asegurado solo por la cuerda que sostenían Izuku y Momo.
—Esto será interesante—comentó Izuku mientras ajustaba la cuerda —Cuando Bakugo llegue, tendrán que decidir: ¿salvar a su compañero, o desactivar la bomba?—.
Momo asintió, compartiendo la complicidad del juego.
—Sabemos que vendrá por Todoroki primero, pero si tratamos de desviar su atención lo suficiente, podríamos ganar tiempo—dijo, observando atentamente la escena que habían montado.
El tiempo corría, y sabían que Bakugo, al ver a Todoroki en esa posición comprometida, se enfrentaría a una decisión difícil. Aunque era solo un entrenamiento, la situación que Izuku y Momo habían diseñado reflejaba lo que un villano podría hacer en una situación real: poner a los héroes frente a una elección imposible.
—Ahora solo tenemos que esperar—susurró Izuku mientras ambos se escondían estratégicamente, listos para ver qué haría su oponente.
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Bakugo entró furioso al edificio nuevamente, sus explosiones iluminando el helado camino que Todoroki había dejado atrás. La fría atmósfera hacía que el vapor de su aliento se viera a cada paso, pero su ira ardía con intensidad. Sabía que Todoroki había usado su quirk para congelar el edificio, pero no le importaba. Estaba decidido a ser el que resolviera todo por su cuenta. Sin embargo, algo no encajaba.
—¡Maldito bastardo de hielo! ¿Dónde estás?—gritó Bakugo, su voz resonando en los pasillos congelados mientras trataba de contactar a Todoroki—¡Deja de esconderte y termina con esto de una vez!—.
El eco de sus palabras fue lo único que respondió. Intentó una vez más comunicarse a través del sistema de comunicación, pero seguía sin recibir respuesta. Algo estaba mal, y su instinto le decía que había caído en una trampa. Su quirk chisporroteaba mientras caminaba más profundo en el edificio.
De repente, la voz de All Might resonó en los altavoces:
—¡Atención! El héroe Todoroki ha sido capturado. El equipo de los villanos ha asegurado a uno de los héroes—.
El cuerpo de Bakugo se tensó al escuchar esas palabras. Sus ojos se agrandaron por la sorpresa y la rabia. No podía creerlo. ¡Todoroki, capturado! ¿Cómo había pasado eso?
—¡¿Qué demonios...?!—murmuró entre dientes, sus puños apretándose aún más fuerte. Una explosión pequeña escapó de su mano mientras su mente procesaba la situación.
Su mente comenzó a correr a mil por hora, buscando una explicación. Si Todoroki, con su inmenso poder, había sido capturado, ¿qué había hecho mal? Apretó los dientes, sintiendo cómo la frustración y la ira aumentaban dentro de él.
—¡Maldita sea!—explotó, literalmente, golpeando una pared y causando que una pequeña ráfaga de humo y hielo se esparciera por el pasillo.
Bakugo avanzó más rápido, sabiendo que tenía que hacer algo antes de que Deku y la otra extra pudieran consolidar su victoria. En su mente, la humillación de ser superado por esos dos "villanos" se volvía intolerable. Estaba decidido a demostrar que era el mejor, a salvar a Todoroki y a destrozar la bomba antes de que los demás pudieran siquiera parpadear.
Finalmente, llegó a una sala amplia en uno de los pisos superiores del edificio. Allí, colgando de una cuerda atada a una viga en el techo, estaba Todoroki, inconsciente y atado. La bomba falsa se encontraba justo al otro lado de la sala, una tentación peligrosa que lo forzaba a tomar una decisión.
—¡¿Pero qué carajo es esto?!—gritó Bakugo, viendo a Todoroki en esa posición comprometida.
Estaba atrapado en el dilema que Izuku y Momo habían planeado meticulosamente: ¿salvar a su compañero o ir directamente por la bomba?
—Malditos...—gruñó, sus ojos llenándose de rabia mientras su quirk comenzaba a crepitar con mayor intensidad.
Sabía que All Might lo observaba, sabía que el resto lo estaba observando. Pero en ese momento, nada importaba más que demostrar su superioridad. Se agachó un momento, evaluando la situación. Sabía que cualquier movimiento en falso podría costarle la victoria o, peor aún, dejar a Todoroki fuera de la jugada por completo.
La situación era crítica, y el reloj estaba en su contra.
Momo e Izuku, completamente inmersos en su papel de "villanos", dieron un paso hacia adelante desde la penumbra, dejando que las luces del lugar iluminaran sus figuras. Izuku llevaba una expresión desafiante, mientras Momo mostraba una fría calma, con una sonrisa que apenas asomaba en sus labios. El silencio que se formó tras la aparición de ambos fue palpable, y Bakugo, con los puños apretados y chisporroteando, los miraba con una mezcla de rabia e incredulidad.
Izuku fue el primero en hablar, su voz suave pero cargada de intenciones peligrosas, como si hubiera esperado ese momento durante toda la prueba.
—Entonces, Katsuki Bakugo, ¿qué hará el gran héroe en esta situación? —preguntó Izuku, avanzando un paso hacia el centro de la sala, su mirada fija en Bakugo, quien aún evaluaba sus opciones—Tienes dos opciones frente a ti. Podrías intentar salvar a tu compañero, o podrías ir por la bomba y asegurar la victoria. Pero, dime, ¿puedes hacer ambas cosas?—.
Momo se colocó junto a Izuku, con una postura elegante y segura, y añadió con tono frío —Después de todo, un verdadero héroe siempre encuentra una manera... o eso dicen. Pero, en la vida real, las decisiones no siempre son tan fáciles como parecen en los cómics o en las historias de héroes. A veces, el sacrificio es necesario, ¿no crees?—.
Bakugo, con los ojos inyectados de furia, apretó los dientes. El monólogo de ambos "villanos" lo estaba llevando al límite, y podía sentir cómo su rabia aumentaba.
—¡Cállate, maldito nerd!—gritó Bakugo, sus manos temblando mientras liberaban explosiones de pura ira—No necesito que me digas qué hacer. ¡Voy a salvar a Todoroki y después te voy a destrozar a ti y a esa bomba!—.
Momo e Izuku intercambiaron una mirada rápida, sin perder la calma, antes de que Izuku hablara nuevamente, su tono burlón.
—Oh, claro, Bakugo. Como si fuera tan simple. ¿De verdad crees que eres capaz de salvarlo y detenernos al mismo tiempo?—preguntó, inclinando la cabeza—¿No te das cuenta de que, en este momento, tú ya has perdido? Lo que estás viviendo es una simulación de algo mucho más grande que una simple prueba en la UA. Esto es el tipo de decisión que podrías enfrentar en la vida real, y... ¿cómo vas a salir de esta?—.
Momo asintió lentamente, dando unos pasos hacia la bomba falsa, mientras observaba detenidamente a Bakugo.
—El verdadero desafío de un héroe es elegir, Bakugo. No es solo tener poder. Puedes tener el quirk más destructivo del mundo, pero si no sabes cuándo y cómo usarlo, todo se desmorona.—Momo le señaló la cuerda de la que pendía Todoroki, que oscilaba ligeramente—Así que... ¿cuál será tu elección? ¿La bomba o tu compañero?—.
El sudor corría por la frente de Bakugo mientras intentaba decidir. Sabía que la opción lógica era ir por la bomba, detenerla y garantizar la victoria. Pero Todoroki, por más que fuera arrogante, era un aliado, y dejarlo atrás no era una opción fácil. Su cerebro trabajaba a mil por hora, pero el peso de las palabras de Izuku y Momo lo golpeaba con fuerza.
El ambiente se volvió tenso, y por unos instantes, todo se sintió real. Las palabras de Izuku y Momo resonaban como si estuvieran cuestionando no solo el papel de Bakugo en esta prueba, sino también lo que significaba ser un héroe en el mundo real.
—No puedes con todo, Bakugo—dijo Izuku, inclinándose hacia él—Y en el fondo, lo sabes. Así que... ¿qué harás? ¿Podrás tomar la decisión correcta?—.
Bakugo miró el reloj en su dispositivo: solo quedaban 2 minutos. La presión aumentaba, y el sudor corría por su frente. Su mirada recorrió el escenario, observando a Todoroki colgando de la cuerda, incapaz de moverse, y la bomba falsa en el centro de la sala. El peso de la situación cayó sobre él como una avalancha. Sabía que no tendría tiempo suficiente para hacer ambas cosas. Solo quedaba una opción: pelear.
—¡Malditos idiotas! ¡Voy a reventar esa bomba y después a ustedes!—gruñó Bakugo, con los ojos desbordando de furia y las palmas de sus manos chisporroteando con explosiones listas para ser liberadas.
Sin perder más tiempo, lanzó una explosión masiva hacia Izuku y Momo, lanzándose al mismo tiempo hacia la bomba, tratando de encontrar una apertura. Pero Izuku ya lo había anticipado. Con un movimiento rápido, levantó una pared de aire denso frente a la explosión, dispersando parte del impacto y protegiendo tanto a él como a Momo.
—Lo siento, Bakugo, pero no te dejaremos llegar tan fácil—dijo Izuku, su mirada firme, mientras movía las manos y manipulaba la tierra del suelo, haciendo que la estructura temblara y formara obstáculos entre Bakugo y la bomba.
Bakugo, frustrado por los constantes bloqueos, liberó otra explosión para destruir las rocas y obstáculos que Izuku había levantado. Cada segundo que pasaba sentía cómo el tiempo se le escapaba entre los dedos. Pero no podía detenerse. Si quería ganar, tenía que luchar con todo lo que tenía.
—¡Deku, maldito perdedor! ¡Sal de mi camino!—gritó Bakugo, lanzándose con una explosión hacia él.
Izuku apenas tuvo tiempo de reaccionar, cubriéndose con una barrera de sombras mientras Bakugo arremetía contra él con toda su fuerza. Las explosiones, reforzadas con el One For All rebotaban en la defensa de Izuku, pero el impacto lo hacía retroceder. Sabía que no podría aguantar mucho más.
—Momo, ¡activa la segunda trampa!—gritó Izuku, tratando de contener a Bakugo.
Momo, sin perder tiempo, extendió las manos y comenzó a crear una serie de cables electrificados a lo largo de la sala. Cuando Bakugo intentó avanzar de nuevo, se topó con los cables, que lo envolvieron y lo ralentizaron lo suficiente como para que Izuku pudiera recuperarse.
—¡Malditos tramposos!—rugió Bakugo, luchando por liberarse, pero los cables lo envolvían cada vez más. Sabía que debía encontrar una salida pronto, pero su tiempo se agotaba.
Con solo un minuto en el reloj, Bakugo liberó una explosión gigantesca, destrozando los cables que lo mantenían atrapado. El impacto fue tan fuerte que sacudió todo el edificio, pero Izuku y Momo estaban preparados.
—¡Es ahora o nunca!—gritó Izuku.
Bakugo, libre al fin, corrió hacia la bomba con todas sus fuerzas, dispuesto a ganar a cualquier costo. Pero justo cuando parecía que iba a alcanzarla, una sombra se materializó frente a él: era Igris, la invocación de Izuku, que bloqueó su camino con su espada levantada.
—¡Maldición!—exclamó Bakugo, forzando una última explosión.
Pero Igris no retrocedió. Con un rápido movimiento, bloqueó la explosión y empujó a Bakugo hacia atrás. La cuenta regresiva llegó a su fin. El estruendo de una alarma resonó por toda la sala.
—¡Equipo de los villanos, victoria!—anunció All Might por los altavoces.
El silencio se instaló en la sala, roto solo por los pesados jadeos de Bakugo. Miró la bomba, frustrado y agotado. Había fallado. No solo en salvar a Todoroki, sino también en ganar la prueba.
Izuku bajó lentamente la guardia, disipando sus sombras, mientras Momo se acercaba con una sonrisa de satisfacción.
—Lo hiciste bien, Bakugo, pero recuerda, ser un héroe no es solo cuestión de fuerza—dijo Izuku, con calma, mientras se acercaba a él.
Bakugo apretó los puños, incapaz de aceptar la derrota. Pero sabía que Izuku tenía razón. Esta vez, no había sido suficiente.
Momo e Izuku bajaron con cuidado a Todoroki, desatando la cuerda que lo sostenía. A pesar de que Todoroki seguía inconsciente por el impacto de su derrota, ambos trabajaron con precisión, asegurándose de que no sufriera más daño.
—Vaya, lo noqueamos bastante bien—comentó Momo mientras observaba a Todoroki con una mezcla de asombro y preocupación.
—Sí, pero se recuperará rápido. Es fuerte—respondió Izuku, mientras verificaba que todo estuviera en orden antes de dejarlo ahí.
El ambiente en la sala aún estaba cargado de la tensión del combate, pero había una calma extraña después de la tormenta. Bakugo, de pie a unos metros, apenas procesaba lo que acababa de suceder. Sus explosiones, su agresividad, su intento desesperado de ganar, todo había fallado. Observó a Izuku y Momo retirarse, su mente en una espiral de frustración y confusión.
"Maldito Izuku", pensó, apretando los dientes. "¿Cómo es posible que me haya superado así? ¿Desde cuándo se volvió tan... fuerte?"
Momo e Izuku caminaron hacia la salida sin mirar atrás. Sabían que habían cumplido con su rol de villanos, y ahora, con la prueba finalizada, era momento de dejar que el equipo de héroes reflexionara sobre lo ocurrido. No había motivo para alardear ni festejar.
—Lo hicimos bien—comentó Momo en voz baja, una sonrisa suave en su rostro mientras caminaban.
—Sí, fue un buen trabajo en equipo—respondió Izuku, satisfecho pero aún analizando mentalmente la batalla. "Debo seguir mejorando. Esto solo es el comienzo."
Mientras las puertas se cerraban detrás de ellos, Bakugo permaneció inmóvil, con los puños apretados y la mirada fija en el suelo. La humillación de la derrota y la sensación de impotencia lo carcomían por dentro. Por primera vez, se sintió realmente superado.
Y allí, en el medio de esa sala, Todoroki seguía inconsciente, ajeno a la batalla interna de Bakugo.
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Los estudiantes que observaban desde la sala de monitoreo se quedaron en completo silencio. El ambiente, que minutos antes estaba lleno de emoción y comentarios ansiosos, se tornó pesado y denso. Nadie esperaba lo que acababa de suceder.
Ochako, que había estado observando desde el principio, fue la primera en hablar, con una expresión de desconcierto en el rostro.
—¿Qué... acaba de pasar?—preguntó, mirando a los demás, incapaz de procesar cómo todo se había desarrollado tan rápido.
Iida, quien había seguido todo con atención y disciplina, frunció el ceño mientras intentaba organizar sus pensamientos.
—Midoriya y Yaoyorozu... ellos jugaron a otro nivel. No solo lograron contener a Bakugo y Todoroki, sino que los derrotaron de manera estratégica—dijo, con una mezcla de admiración y asombro en su tono —Utilizaron cada ventaja que tenían y controlaron el campo de batalla—.
Mina, que normalmente tenía una sonrisa en el rostro, estaba completamente boquiabierta.
—¿Vieron cómo Bakugo salió volando? Ni siquiera vi qué lo golpeó—dijo, todavía tratando de entender cómo Izuku había sido capaz de noquear a dos de los estudiantes más poderosos tan fácilmente.
—Izuku es el mismo chico que conocimos en el examen de entrada...—murmuró Kirishima, cruzando los brazos mientras observaba la pantalla—Pero parece que ha estado ocultando mucho de lo que puede hacer—.
Jirou, siempre atenta a los detalles, se inclinó hacia la pantalla, aún en shock por lo que acababa de ver.
—No es solo fuerza. Es la forma en que planificaron todo. Fue... como si estuvieran jugando un ajedrez a velocidad extrema, pero con personas reales—comentó, su mirada seria mientras intentaba analizar los movimientos.
Incluso Aizawa, quien había estado evaluando a todos desde la distancia, mantuvo una expresión neutral, pero por dentro estaba impresionado por la coordinación entre Izuku y Momo.
—Midoriya... Yaoyorozu...—dijo Todoroki en voz baja, mientras comenzaba a despertar lentamente del golpe, sin saber aún que su derrota había sido tan contundente.
Pero lo que todos sabían, aunque ninguno lo dijo en voz alta, era que acababan de presenciar algo fuera de lo común. La combinación de estrategia, habilidad y trabajo en equipo que Izuku y Momo habían mostrado les dejó una sensación de admiración y, para algunos, incluso de inquietud.
Nadie lo diría en voz alta, pero todos sabían que las cosas nunca volverían a ser iguales después de esa prueba.
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Después de unos momentos de silencio en la sala de monitoreo, All Might, con una expresión seria y reflexiva, se levantó de su asiento y miró a los estudiantes.
—Bueno, chicos, ahora que hemos terminado, me gustaría hacerles una pregunta importante—dijo, su voz resonando en la habitación—¿Quién creen que fue el MVP de este combate?—.
Todos intercambiaron miradas, claramente sorprendidos por la pregunta. Algunos comenzaron a pensar en la estrategia, en la forma en que se habían desarrollado los acontecimientos.
Iida fue el primero en tomar la palabra, siempre dispuesto a analizar cada detalle.
—Creo que el MVP fue Momo Yaoyorozu. Su capacidad para coordinarse con Izuku y mantener la calma bajo presión fue crucial. Ella no solo ayudó a establecer las trampas, sino que también cumplió un papel clave en la captura de Todoroki—dijo, ajustando sus lentes—Su habilidad para adaptarse a la situación fue impresionante—.
Ochako, sin embargo, miró a Izuku en la pantalla y frunció el ceño con dudas.
—Pero... Izuku fue quien tomó la iniciativa en casi todos los momentos decisivos, ¿verdad?—preguntó, mordiéndose el labio—Él fue quien detuvo a Bakugo y Todoroki, y parecía que sabía exactamente cómo manejarlos desde el principio—.
Kirishima asintió —Sí, pero también hay que reconocer que Momo tuvo un papel importante. Ella no dudó en seguir el plan de Izuku y complementarlo perfectamente. Ninguno de los dos habría tenido éxito sin el otro—comentó, tratando de ser justo.
—¡Vamos! Está claro que Izuku fue el que llevó la delantera en todo. ¡Lo sacó todo adelante y además derrotó a dos de los más fuertes!—dijo Mina con entusiasmo, claramente impresionada por lo que acababa de presenciar.
All Might, al escuchar todas las opiniones, sonrió. Era obvio que los estudiantes estaban pensando a fondo en lo que acababan de ver. Después de un momento, levantó una mano para callar a los estudiantes y dar su propio veredicto.
—Todos tienen buenos puntos. Pero si tuviera que dar el título de MVP a alguien en este combate, sería... Izuku Midoriya—dijo All Might, con una sonrisa aprobatoria—Aunque Momo fue clave, la planificación y la forma en que Izuku manejó a dos poderosos oponentes, manteniéndose en control en todo momento, lo convierten en el candidato perfecto. Su capacidad de liderazgo fue excepcional—.
Los estudiantes asintieron lentamente, aceptando la decisión. Todos sabían que Izuku había demostrado algo extraordinario ese día.
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Después de la intensa batalla entre Izuku, Momo, Bakugo y Todoroki, All Might no perdió tiempo en anunciar el siguiente enfrentamiento. Esta vez, Kirishima y Ochako serían los héroes, mientras que Mina y Ojiro jugarían el papel de los villanos. Todos los estudiantes estaban emocionados por ver cómo estos equipos tan diferentes en habilidades y personalidades enfrentarían el reto.
—¡Equipo Kirishima y Uraraka, ustedes serán los héroes!—anunció All Might, señalando hacia ambos estudiantes. Kirishima alzó su puño emocionado, siempre listo para un desafío.
—¡Vamos, Uraraka! ¡Lo daremos todo!—dijo Kirishima, irradiando energía positiva.
—¡Sí! Estoy lista—respondió Ochako con una sonrisa nerviosa pero decidida.
—Ashido y Ojiro, ustedes serán los villanos. Tienen cinco minutos para preparar sus defensas y estrategias— continuó All Might, señalando hacia el otro equipo.
Mina sonrió con entusiasmo mientras Ojiro asentía con calma, ya pensando en cómo usaría su cola para asegurar la victoria.
En el edificio designado, Mina y Ojiro comenzaron a discutir su plan. Mina, siempre tan optimista, se encargó de marcar el tono:
—¡Va a ser increíble! Kirishima es fuerte, pero sé cómo moverme rápido, y tú tienes la agilidad perfecta para pelear cuerpo a cuerpo. Además, tu cola puede bloquear sus golpes directos. ¡Tenemos esto!—.
Ojiro, más analítico, sonrió de lado —Es verdad, pero no podemos subestimarlos. Kirishima tiene su quirk de endurecimiento, por lo que mi cola tendrá que ser más precisa en los ataques. Y Ochako... si ella logra tocarme, estaré flotando sin control. Necesitamos mantenerla a distancia—.
—¡Entonces me encargaré de crear obstáculos!—dijo Mina, emocionada—. Puedo usar mi ácido para crear barreras y entorpecer su avance.
—Perfecto—respondió Ojiro—Mientras tú cubres el terreno, yo me esconderé cerca de la bomba. Si llegan demasiado lejos, estaré listo para luchar—.
Mientras tanto, Kirishima y Ochako estaban discutiendo cómo enfrentarse a sus compañeros.
—Ashido es rápida y su quirk puede ser peligroso si no tenemos cuidado—comentó Ochako, preocupada por el ácido que Mina podía producir.
—Tienes razón. Si el ácido de Mina toca el suelo, podríamos quedar atrapados o lastimarnos. Lo mejor es que mantengamos nuestra distancia al principio—respondió Kirishima, golpeando sus puños juntos—Yo puedo aguantar cualquier golpe directo de Ojiro, pero necesitamos una estrategia clara—.
Ochako asintió —¿Qué tal si te encargo a Ojiro? Tú puedes mantenerlo ocupado con tu fuerza y quirk de endurecimiento. Yo intentaré acercarme a Mina sin que me vea. Si logro tocarla, podré hacerla flotar, y eso nos dará ventaja—.
—¡Es una excelente idea!—exclamó Kirishima, con su entusiasmo característico—Haré lo mejor que pueda para retener a Ojiro y mantener su atención. ¡Cuento contigo para atrapar a Mina!—.
El cronómetro comenzó a correr, y Kirishima y Ochako entraron al edificio con una determinación visible. El ambiente estaba tenso. Los dos avanzaban con cautela, conscientes de que cualquier paso en falso podría darles la victoria a los villanos.
Kirishima, siempre directo, no tardó en encontrar a Ojiro cerca de las escaleras que llevaban a la sala donde se encontraba la bomba.
—¡Ojiro!—gritó Kirishima, activando su quirk para endurecer su piel—¡Voy por ti, hombre!—.
Ojiro sonrió y balanceó su cola con habilidad, listo para interceptar cualquier ataque. Sabía que no podría superar la dureza de Kirishima en un choque frontal, pero confiaba en su velocidad y técnica para esquivar y desgastar al oponente.
Los dos se lanzaron al combate. Kirishima atacó con puños endurecidos, mientras que Ojiro esquivaba con agilidad y contraatacaba con su poderosa cola, buscando desestabilizarlo. El choque entre ambos era intenso, y cada golpe resonaba en el edificio.
Mientras tanto, Ochako se movía con sigilo por los corredores. Sabía que Mina debía estar cerca de la bomba, creando barreras para protegerla. Finalmente, la vio: Mina estaba usando su ácido para formar una barrera pegajosa alrededor del área clave.
—Ahora es mi oportunidad—murmuró Ochako, concentrándose.
Ochako sabía que no podía enfrentarse a Mina de frente, así que comenzó a mover objetos pequeños a su alrededor usando su quirk. Pedazos de escombros y objetos ligeros flotaban en el aire, y los lanzó hacia Mina, distrayéndola.
—¡Hey, qué haces!—exclamó Mina, lanzando ácido para disolver los escombros. Pero justo cuando estaba distraída, Ochako se lanzó hacia ella, tocando su brazo antes de que pudiera reaccionar.
—¡Te tengo!—gritó Ochako con satisfacción.
Mina comenzó a flotar sin control, perdiendo su estabilidad. Aunque intentó luchar, ya no tenía los pies en el suelo para usar su quirk correctamente.
De vuelta con Kirishima y Ojiro, la pelea continuaba ferozmente. Ojiro había logrado mantener a raya a Kirishima con su cola, pero estaba empezando a cansarse. Kirishima, con su resistencia natural, seguía avanzando, incansable.
Finalmente, Kirishima encontró una apertura. Con un rápido movimiento, bloqueó un ataque de Ojiro y contraatacó, lanzando un poderoso golpe que envió a Ojiro contra la pared.
—¡Eso es, amigo! ¡No te rindas ahora!—gritó Kirishima, levantando el puño en señal de triunfo.
Con Mina flotando y Ojiro debilitado, los héroes tenían la ventaja. Ochako y Kirishima se reunieron rápidamente cerca de la bomba.
—¡Lo logramos!—dijo Ochako, con una sonrisa radiante.
El cronómetro llegó a cero, y All Might anunció la victoria del equipo de héroes.
—¡Kirishima y Ochako han asegurado la bomba y derrotado a los villanos!—gritó All Might desde el sistema de sonido—¡Excelente trabajo, jóvenes héroes!—.
Mientras recuperaban el aliento, tanto Kirishima como Ochako sintieron la satisfacción del trabajo en equipo. Aunque había sido un combate difícil, su planificación y colaboración los había llevado a la victoria.
—¡Eres increíble, Uraraka!—exclamó Kirishima, dándole un pulgar arriba.
—¡Tú también, Kirishima! —respondió Ochako, riendo.
En el otro lado, Mina y Ojiro se levantaron con sonrisas en sus rostros, reconociendo la derrota pero satisfechos con sus propios esfuerzos.
—No puedo creer que me hicieras flotar así—dijo Mina, aún en el aire, sonriendo.
—Lo hiciste genial, Mina. Ambos lo hicieron—les dijo Ojiro, sonriendo de vuelta.
Una vez finalizado el combate, los estudiantes se reunieron en la sala de observación donde All Might, Aizawa, y el resto de los profesores analizaban cada detalle de las batallas. La atmósfera era intensa, pues cada combate representaba una oportunidad para aprender y mejorar. Todos los ojos estaban puestos en las pantallas que mostraban la repetición del enfrentamiento entre Kirishima y Ochako contra Mina y Ojiro.
All Might se acercó a la pizarra digital con una sonrisa mientras se proyectaban las imágenes del combate.
—¡Excelente trabajo, equipo de héroes y villanos! Todos ustedes demostraron gran valentía y estrategia en este enfrentamiento—comenzó All Might con entusiasmo—Ahora, repasemos lo que sucedió—.
—Primero, hablaré de las fortalezas de cada equipo. Kirishima, tu quirk de endurecimiento fue clave para resistir los ataques de Ojiro y mantener la ofensiva. Demostraste una gran capacidad de resistencia. Sin embargo, debes ser más consciente de la movilidad del enemigo. Ojiro usó su agilidad y su cola para contrarrestar tus ataques directos, algo que podrías haber anticipado mejor. ¡Pero buena resistencia física!—.
Kirishima sonrió, rascándose la cabeza con vergüenza — ¡Gracias, All Might! Trabajaré en eso —.
—Uraraka, tu capacidad para moverte sigilosamente y distraer a Mina fue crucial. Usaste tu quirk de manera estratégica, haciendo flotar objetos para desviar su atención y así acercarte a ella. Fue una táctica inteligente, pero ten cuidado: tu quirk es poderoso, pero si el enemigo te detecta antes de tiempo, podrías verte en una situación peligrosa. Practica la sincronización y el control de tu quirk en situaciones de combate directo—.
Ochako asintió con una sonrisa nerviosa —¡Haré mi mejor esfuerzo para mejorar!—.
—Mina, tu habilidad para cubrir el área con tu ácido fue muy efectiva. Creaste una barrera que dificultó el avance del equipo de héroes, pero debes ser más consciente de tu posición y movilidad. Al distraerte con los escombros flotantes, permitiste que Ochako se acercara a ti sin darte cuenta. La próxima vez, asegúrate de tener siempre un plan de escape o mantener tu campo visual despejado—.
Mina suspiró, pero asintió con determinación —¡Lo entiendo! Necesito estar más alerta—.
—Ojiro, hiciste un excelente trabajo manteniendo a Kirishima a raya con tu agilidad y el uso de tu cola. Tu estilo de combate es más técnico y fluido, lo que te permite enfrentarte a oponentes físicamente más fuertes. Sin embargo, al final te desgastaste por mantener la defensa durante tanto tiempo. Recuerda que la resistencia también es clave en combates prolongados—.
Ojiro asintió, pensativo —Lo tendré en cuenta. Gracias, All Might-Sensei—.
Después de que All Might concluyó su evaluación inicial, les pidió a Izuku y Momo que compartieran su análisis del combate. Izuku, siempre observador y meticuloso, fue el primero en tomar la palabra.
—Creo que tanto Kirishima como Uraraka tuvieron una gran coordinación. Aunque sus quirks son muy diferentes, supieron complementarse. Kirishima actuó como un escudo, atrayendo la atención de Ojiro y manteniéndolo ocupado, lo que le dio tiempo a Uraraka para acercarse a Mina. Eso muestra un buen entendimiento del trabajo en equipo —comenzó Izuku, sus ojos brillando con entusiasmo.
Momo, quien también había estado observando de cerca el combate, asintió y añadió.
—También noté que Ojiro utilizó su quirk de manera muy eficiente, aprovechando su agilidad y su conocimiento de las artes marciales para mantener a Kirishima en movimiento. Sin embargo, al final, Kirishima logró encontrar una apertura porque Ojiro no ajustó su ritmo de combate a tiempo. Si Ojiro hubiera mantenido una distancia mayor y evitado los intercambios cuerpo a cuerpo directos, podría haber desgastado más a Kirishima—.
Izuku continuó —Otro punto clave fue cómo Ashido utilizó su ácido. Logró crear barreras que dificultaron el acceso de los héroes, pero la clave del éxito de Uraraka fue el uso de los escombros flotantes. Mina se centró demasiado en los objetos y perdió de vista la amenaza principal. Esto nos recuerda la importancia de no enfocarse solo en una cosa durante el combate, ya que puede dejarte vulnerable. La próxima vez, Ashido podría usar su ácido para crear trampas a su alrededor mientras mantiene una vista más panorámica del campo de batalla—.
Momo asintió nuevamente, y luego añadió —Ashido también podría haber colaborado más con Ojiro. Si ella hubiera usado su ácido para bloquear a Kirishima mientras Ojiro se mantenía en movimiento, habrían podido controlar mejor el terreno. La coordinación entre villanos es clave para enfrentarse a héroes que están trabajando en equipo—.
Izuku sonrió a Momo, apreciando su aguda observación —Exacto. La cooperación entre compañeros es vital, y este combate demuestra que el trabajo en equipo supera la habilidad individual si se usa correctamente— concluyó Izuku.
El análisis profundo de Izuku y Momo impresionó a los demás estudiantes. No solo habían dado un resumen de lo que ocurrió, sino que también ofrecieron consejos prácticos sobre cómo podrían mejorar los equipos en el futuro. Ochako y Kirishima intercambiaron miradas de agradecimiento, mientras que Mina y Ojiro reflexionaban sobre sus propias estrategias.
—¡Vaya, Deku!—dijo Kirishima, con su característico entusiasmo—¡Tus observaciones son geniales! Definitivamente trabajaré más en mejorar mi movilidad—.
—¡Sí! ¡Gracias por el consejo!—añadió Ochako, siempre sonriente—Ser más cuidadosa con la sincronización de mi quirk me ayudará mucho—.
Mina, aunque un poco decepcionada por no haber ganado, le dio una palmada en la espalda a Ojiro —¡Lo hicimos genial! Solo tenemos que mejorar la comunicación, ¿cierto?—.
Ojiro asintió, agradecido por el análisis detallado de Izuku y Momo —Sí. Nos aseguraremos de estar más en sintonía la próxima vez—.
All Might asintió, impresionado por la claridad con la que Izuku y Momo habían desglosado el combate —¡Bien dicho, jóvenes! Esto demuestra que ser un héroe no es solo cuestión de fuerza o habilidades. La observación, el análisis y la estrategia son igualmente importantes. Y, por supuesto, el trabajo en equipo—All Might les sonrió a todos—¡Recuerden que siempre pueden mejorar y aprender de cada experiencia!—.
Con eso, All Might cerró el análisis del combate, dejando a los estudiantes con una sensación de satisfacción por lo que habían logrado, pero también con el deseo de seguir mejorando.
El ambiente en la sala de entrenamiento era positivo. Aunque cada enfrentamiento tenía un ganador y un perdedor, todos entendían que la verdadera victoria estaba en lo que aprendían de cada batalla. Izuku y Momo, con sus observaciones inteligentes, continuaban demostrando que su conocimiento del heroísmo iba más allá de la mera fuerza.
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La sala de observación estaba lista para el siguiente enfrentamiento. Mineta y Tenya Iida serían los héroes, mientras que Tsuyu Asui y Fumikage Tokoyami tomarían el papel de villanos en este escenario. Todos los estudiantes observaban con curiosidad, sabiendo que este combate presentaría una interesante mezcla de estilos de combate: velocidad, sigilo y control de área.
All Might explicó las reglas y luego activó el cronómetro. Los héroes tenían 10 minutos para desactivar la bomba o capturar a los villanos. Los equipos se separaron, y la tensión se palpaba en el ambiente.
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Tsuyu y Tokoyami comenzaron a planear en cuanto llegaron a su área designada. Sabían que la velocidad de Iida sería un gran reto, mientras que la imprevisibilidad de Mineta podría ser complicada si lograba bloquear sus movimientos con sus esferas pegajosas.
—Tokoyami, creo que debemos usar el entorno a nuestro favor. Si podemos confundirlos o distraerlos en lugares oscuros, tendremos una ventaja—propuso Tsuyu, pensando en las sombras que podrían beneficiar a Tokoyami.
—Estoy de acuerdo—respondió Tokoyami con su calma habitual—Dark Shadow será nuestra mejor herramienta aquí. Lo mantendré en las sombras y atacaremos en cuanto estén cerca—.
Los villanos colocaron la bomba en una habitación amplia, con luces tenues, perfectas para que Dark Shadow se moviera con libertad. Luego se escondieron en las zonas oscuras del edificio, esperando la llegada de los héroes.
Por su parte, Mineta estaba nervioso. Sabía que su compañero era fuerte y rápido, pero también conocía los poderes únicos de Tsuyu y Tokoyami. La estrategia era fundamental si querían ganar.
—Tenya, ¿tienes algún plan?—preguntó Mineta, mirando a su compañero mientras empezaban a avanzar por el edificio.
—¡Claro que sí, Mineta!—respondió Iida, con su típico tono formal—Usaré mi velocidad para revisar las áreas rápidamente. Tú deberías quedarte detrás y usar tus esferas para bloquear sus posibles rutas de escape. Si Tsuyu intenta moverse con su lengua o Tokoyami con Dark Shadow, estarás listo para atraparlos—.
Mineta asintió, aunque con algo de preocupación. Sabía que su quirk podía ser útil, pero también comprendía que tendría que ser preciso si quería detener a Tokoyami, cuyo poder en las sombras era bastante temible.
Con la estrategia definida, Iida comenzó a correr a gran velocidad, revisando las áreas del edificio y manteniendo un ojo atento a cualquier señal de movimiento. Las esferas de Mineta se lanzaban detrás de él, cubriendo varias zonas clave del edificio para bloquear posibles rutas de escape.
Sin embargo, el lugar estaba inusualmente tranquilo. No había señales de Tsuyu ni de Tokoyami. La atmósfera era pesada, casi asfixiante, mientras los héroes avanzaban cuidadosamente.
De repente, Mineta notó algo moverse en una esquina oscura.
—¡Tenya, cuidado!—gritó, lanzando una de sus esferas pegajosas hacia el área.
Dark Shadow emergió de las sombras, esquivando la esfera y lanzándose directamente hacia Iida con una rapidez sorprendente. Tokoyami lo controlaba con precisión, manteniéndose en las sombras mientras atacaba. Iida, con reflejos rápidos, saltó hacia un lado para esquivar el primer golpe.
—¡Dark Shadow es más fuerte en la oscuridad!—exclamó Iida mientras intentaba mantenerse fuera de su alcance.
—¡Tenemos que sacarlos de aquí!—añadió Mineta, lanzando más esferas pegajosas para intentar bloquear los movimientos de Dark Shadow.
Pero Dark Shadow se movía con agilidad entre las sombras, evitando quedar atrapado. Tokoyami seguía oculto, controlando a su sombra desde una distancia segura.
Mientras Iida y Mineta lidiaban con Dark Shadow, Tsuyu aprovechó el caos para atacar. Desde una zona elevada, usó su lengua para capturar a Mineta, sujetándolo por la cintura y lanzándolo hacia una pared. Mineta soltó un grito de sorpresa mientras volaba por los aires, pero antes de chocar, logró lanzar una de sus esferas pegajosas contra el suelo, deteniéndose justo antes de impactar.
—¡Eso fue peligroso!—dijo Mineta, nervioso, mientras intentaba liberarse.
Tsuyu saltó hacia él, aprovechando su agilidad anfibia para acercarse rápidamente.
—Lo siento, Mineta-chan, pero no puedo dejar que ganen tan fácilmente—dijo Tsuyu mientras intentaba atrapar nuevamente a su compañero.
Sin embargo, Mineta reaccionó rápido esta vez, lanzando una esfera pegajosa hacia la lengua de Tsuyu, obligándola a retroceder.
Mientras tanto, Iida seguía enfrentándose a Dark Shadow. Aunque su velocidad era impresionante, Dark Shadow parecía anticipar sus movimientos en las sombras. Cada vez que Iida intentaba atacar, la sombra lo golpeaba, forzándolo a retroceder.
—No podemos luchar aquí. Debo llevar esto a una zona más iluminada—pensó Iida mientras corría hacia una parte más clara del edificio.
Dark Shadow lo persiguió, pero al llegar a la zona iluminada, comenzó a debilitarse. Tokoyami lo notó inmediatamente y decidió cambiar de estrategia.
—Dark Shadow, retrocede. No podemos pelear aquí—murmuró, mientras se movía hacia otra área oscura.
Viendo la situación, Iida decidió cambiar de táctica. Se reunió con Mineta, quien todavía intentaba recuperarse del ataque de Tsuyu.
—Mineta, tenemos que dividirlos. Yo me encargaré de Tokoyami, mientras tú bloqueas las salidas. Usa tus esferas para mantener a Tsuyu atrapada en una zona—ordenó Iida.
Mineta asintió, aún nervioso, pero decidido a seguir el plan.
Iida aceleró hacia Tokoyami, empujándolo fuera de las sombras con su velocidad. Al mismo tiempo, Mineta comenzó a cubrir las áreas clave con sus esferas, atrapando a Tsuyu en una esquina. Aunque intentó escapar con su agilidad, las esferas la inmovilizaron, dejándola atrapada en una pequeña área del edificio.
Con Tsuyu fuera de combate, Iida se centró en Tokoyami. Con su velocidad, pudo esquivar los ataques debilitados de Dark Shadow, manteniéndose en áreas más iluminadas para debilitar su poder.
Finalmente, con Tsuyu capturada y Dark Shadow debilitado, el equipo de héroes logró acercarse a la bomba.
—¡Lo logramos, Mineta!—exclamó Iida, desactivando la bomba.
All Might hizo sonar el final del combate, declarando la victoria de los héroes.
—¡Un excelente trabajo en equipo!—dijo All Might con su característica sonrisa—Iida, usaste muy bien tu velocidad y estrategia para dividir a los villanos. Mineta, tus esferas fueron clave para limitar los movimientos de Tsuyu. ¡Gran trabajo de ambos!—.
Los demás estudiantes observaron con atención, mientras All Might repasaba las tácticas utilizadas y ofrecía consejos para mejorar. El combate había sido una batalla de estrategias y habilidades, y todos habían aprendido algo nuevo.
—¡Pero no se desanimen, equipo de villanos!—agregó All Might—¡Tsuyu y Tokoyami, ustedes hicieron un gran trabajo al usar el entorno a su favor! Simplemente, esta vez los héroes lograron adaptarse mejor. ¡Sigan mejorando y creciendo!—.
El equipo de villanos asintió, aceptando sus errores y tomando las palabras de All Might como una motivación para seguir mejorando.
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Izuku y Momo observaban el combate de Mineta e Iida contra Tsuyu y Tokoyami con mucha atención desde la sala de observación. Ambos compartían miradas de concentración, analizando cada movimiento de los participantes. Cuando terminó el combate y All Might les pidió su análisis, Izuku fue el primero en hablar.
—En general, fue una excelente demostración de las fortalezas de cada equipo—comenzó Izuku, con voz calmada pero firme—Iida usó su velocidad de forma estratégica, lo cual fue clave para reducir la ventaja de Tokoyami y Dark Shadow. Mineta, por su parte, hizo un gran trabajo bloqueando áreas clave con sus esferas pegajosas. Aunque su quirk tiene limitaciones en un combate directo, su aplicación fue decisiva para mantener a Tsuyu controlada y acorralada—.
Momo asintió y continuó el análisis, aportando su perspectiva con precisión —El uso de Dark Shadow fue inteligente, Tokoyami supo aprovechar las sombras a su favor desde el inicio, lo que le dio ventaja en las zonas oscuras. Sin embargo, una vez que el equipo de héroes lo obligó a moverse a una zona iluminada, perdió gran parte de su poder. Para futuras ocasiones, sería recomendable que Tokoyami planifique rutas de escape hacia áreas donde Dark Shadow pueda mantener su fuerza sin exponerse a la luz—.
Izuku añadió, mirando a Tokoyami directamente —Y respecto a eso, también podrías haber usado a Dark Shadow de una forma más controlada, Tokoyami. Lo vimos moverse de forma muy ofensiva, pero si hubieras usado esa fuerza para hacer retroceder a Iida y crear más oportunidades para mantenerte en las sombras, quizás habría sido diferente—.
Tokoyami asintió, procesando los comentarios. Izuku entonces miró a Mineta, quien seguía nervioso tras el combate.
—Mineta, hiciste un gran trabajo apoyando a Iida—dijo Izuku—A veces no es necesario estar en el frente de batalla para ser decisivo, y tus esferas limitaron mucho el movimiento de Tsuyu. No obstante, podrías haber sido más proactivo en predecir sus movimientos. Con el tiempo, puedes mejorar tu capacidad para usar tus esferas de forma más ofensiva, bloqueando posibles rutas antes de que Tsuyu siquiera las use—.
Momo intervino para darle feedback a Tsuyu —Tsuyu, eres extremadamente ágil, y eso es una gran ventaja. Pero confiaste demasiado en tus movimientos rápidos. En una batalla en equipo, es importante considerar también cómo puedes apoyar a tu compañero. Podrías haber usado tu lengua para mover a Tokoyami a una mejor posición cuando la luz comenzó a afectarlo, o incluso para desestabilizar a Iida mientras él se ocupaba de Dark Shadow—.
Izuku terminó el análisis con un consejo para Iida:
—Por último, Iida, tu velocidad es innegable, pero tiendes a depender de ella para superar a tus oponentes. Si bien fue la estrategia correcta en esta ocasión, también debes considerar que enfrentarte a enemigos que no dependen del combate directo—como Tokoyami con Dark Shadow—Podría ponerte en desventaja si no anticipas sus movimientos. Aprender a usar esa velocidad para flanquear o distraer será clave—.
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El siguiente combate enfrentó a los equipos de Denki Kaminari y Toru Hagakure contra Kyoka Jiro y Yuga Aoyama. Los villanos serían Kyoka y Aoyama, mientras que los héroes serían Kaminari y Hagakure.
El campo de batalla era un edificio con varias habitaciones conectadas por largos pasillos, lo que daba ventaja a los villanos, ya que podían controlar las rutas y esconderse. La habilidad de Kyoka para usar el sonido y la luz láser de Aoyama para atacar a larga distancia suponía una seria amenaza en estos pasillos estrechos.
Kaminari y Hagakure sabían que debían ser cautelosos al entrar, ya que Kyoka y Aoyama probablemente los atacarían antes de que pudieran encontrarlos. Kaminari activó sus habilidades eléctricas, preparando una ofensiva para el combate cercano, mientras que Hagakure usó su invisibilidad para explorar y recopilar información sin ser detectada.
Desde el principio, Kyoka y Aoyama habían preparado una estrategia simple pero efectiva: aprovechar el entorno y sus quirks a distancia. Kyoka se posicionó en lo profundo del edificio, conectando sus jacks con las paredes para crear ondas de choque que harían resonar los pasillos, causando confusión y debilitando al equipo de héroes antes de que se acercaran demasiado.
Mientras tanto, Aoyama patrullaba el edificio de manera intermitente, usando su luz láser para iluminar áreas específicas y forzar a Kaminari y Hagakure a descubrirse, dejando el camino despejado para los ataques de Kyoka.
Kaminari, sabiendo que Kyoka tenía una ventaja sonora, intentaba avanzar con precaución, pero las ondas sonoras de Kyoka pronto lo alcanzaron, resonando por las paredes y el suelo. Kaminari trató de mantenerse firme, pero le costaba mantener el equilibrio y enfocarse debido a las vibraciones constantes.
Mientras tanto, Hagakure, invisible, logró esquivar las ondas de choque y moverse con agilidad por el edificio. Al ser indetectable para Aoyama y Kyoka, se acercó lentamente a la ubicación de Jiro, observando cómo usaba sus jacks para amplificar el sonido.
—Voy a necesitar distraerla primero, o no podremos avanzar—pensó Hagakure mientras intentaba acercarse aún más.
Kaminari, ya algo aturdido por los sonidos, finalmente alcanzó una esquina donde Aoyama esperaba. El reflejo del láser brillaba por todo el pasillo, haciendo que Kaminari retrocediera.
—¡Muajaja! ¡Mi brillo iluminará este lugar y te venceré, Kaminari!—exclamó Aoyama con su característica teatralidad, disparando su rayo láser.
—¡No tan rápido, Aoyama!—gritó Kaminari, lanzando una descarga eléctrica a lo largo de las paredes metálicas, lo que obligó a Aoyama a moverse para evitar ser electrocutado.
Aoyama retrocedió y continuó disparando su láser, pero Kaminari, usando su quirk para sobrecargar los conductos eléctricos del edificio, consiguió que las luces parpadearan y crearan sombras irregulares, dificultando que Aoyama apuntara con precisión.
Mientras tanto, Hagakure se coló detrás de Kyoka, quien estaba concentrada en mantener las ondas de choque. Hagakure aprovechó su invisibilidad y rápidamente desconectó uno de los jacks de Kyoka de la pared, desorientándola por un momento.
—¿Qué... quién está ahí?—preguntó Jiro, confundida por la falta de sonido en una de sus ondas.
Aprovechando la distracción, Hagakure empujó una estantería hacia Kyoka, obligándola a desviar su atención y desconectarse por completo para no ser golpeada.
—¡Hagakure!—exclamó Kyoka mientras intentaba reaccionar, pero Hagakure había desaparecido de nuevo en las sombras.
Con Kyoka temporalmente desconectada de las paredes y Aoyama distraído por los efectos de la electricidad de Kaminari, los héroes aprovecharon la ventaja.
—¡Hagakure, ahora!—gritó Kaminari desde la distancia.
Hagakure, sin perder tiempo, tomó uno de los cables que había usado Kyoka y lo envolvió alrededor de su pierna, inmovilizándola. Mientras Kyoka luchaba por liberarse, Kaminari cargó una descarga controlada a través del edificio, debilitando aún más a Jiro, que cayó agotada por la combinación de los ataques eléctricos y la fuerza de Hagakure.
—¡Eso es todo, chicos!—anunció All Might desde la sala de control—¡Los héroes han ganado!—.
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Después de la emocionante conclusión del combate entre Kaminari y Hagakure contra Kyoka y Aoyama, llegó el momento del análisis. Todos los estudiantes estaban atentos mientras Momo e Izuku se preparaban para compartir sus observaciones sobre la actuación de sus compañeros.
Momo, como siempre, comenzó con una evaluación precisa y detallada:
—Creo que fue un combate interesante por la forma en que ambos equipos aprovecharon sus habilidades—dijo Momo, cruzando los brazos mientras analizaba los hechos—El equipo de Kyoka y Aoyama hizo un buen uso del terreno y de sus quirks para controlar las distancias. Sin embargo, creo que subestimaron la capacidad de Hagakure para aprovechar su invisibilidad. Aunque Jiro estaba conectada al entorno, no previó que Hagakure podría acercarse sin ser detectada—.
Izuku asintió, complementando el análisis de Momo:
—Exacto, el trabajo de Jiro fue impresionante al principio. Usar sus jacks para amplificar las ondas de sonido y crear confusión fue una estrategia sólida. Pero como dijo Momo, el punto débil fue su falta de visión sobre cómo Hagakure usaría su invisibilidad para moverse sin ser vista. Además, creo que Aoyama cometió un error al intentar enfrentarse directamente a Kaminari en lugar de mantenerse en una posición defensiva—.
Momo prosiguió, señalando otra área de mejora:
—En cuanto a Kaminari, hizo un gran trabajo usando sus habilidades para desestabilizar a Aoyama. Aprovechó el entorno y sus poderes de electricidad para crear un terreno más complicado. Sin embargo, debería trabajar más en su control preciso de las descargas eléctricas. Si en algún momento hubiera sobrecargado el sistema, podría haber afectado también a Hagakure—.
—Sí, estoy de acuerdo—añadió Izuku—Hagakure fue clave para desactivar a Kyoka. Su invisibilidad es una ventaja enorme, pero también debe aprender a usarla de manera más ofensiva. Logró desconectar a Kyoka al final, pero si hubiera sido un poco más rápida, podrían haber dominado antes. Aun así, su manejo de la situación fue bastante eficiente—.
Momo hizo una pausa y luego concluyó —En resumen, ambos equipos mostraron gran potencial. Jiro y Aoyama tenían una buena estrategia, pero su ejecución fue algo limitada. Kaminari y Hagakure, por otro lado, se complementaron bien, pero deben seguir perfeccionando sus habilidades de trabajo en equipo para ser aún más efectivos—.
Izuku cerró el análisis con una reflexión sobre el combate —El combate nos mostró la importancia de no depender únicamente del poder del quirk, sino también de cómo usar el entorno y anticipar las acciones del enemigo. Fue una buena lección para todos—.
El análisis de Momo e Izuku fue preciso, crítico, pero también lleno de consejos constructivos, lo que ayudó a que tanto los estudiantes involucrados como los demás comprendieran mejor sus fortalezas y áreas de mejora.
El último combate del día estaba por comenzar: Mezo Shoji y Koji Koda como villanos, y Hanta Sero y Rikido Sato como héroes. El ambiente estaba cargado de tensión, ya que este enfrentamiento prometía ser interesante. Ambos equipos tenían habilidades que podían ser tanto defensivas como ofensivas, lo que hacía difícil predecir cómo se desarrollaría el combate.
Shoji y Koda, como villanos, comenzaron por fortificar su posición dentro del edificio, confiando en los puntos fuertes de sus quirks para anticipar los movimientos de los héroes. Shoji, con sus múltiples brazos y sentidos ampliados, tomó el papel de centinela. Utilizaba su capacidad de detectar sonidos y vibraciones a larga distancia para rastrear los movimientos de sus oponentes desde lejos.
Mientras tanto, Koda estaba en silencio, pero no inactivo. Utilizando su quirk de hablar con animales, había convocado a una gran cantidad de aves y pequeños animales para vigilar los alrededores del edificio y actuar como espías. El equipo villano había convertido la estructura en una fortaleza donde cualquier acercamiento de los héroes sería detectado antes de que ellos siquiera llegaran a las cercanías de la bomba.
Por otro lado, Sero y Sato, como héroes, sabían que enfrentarse a un equipo con tantos sentidos y animales espías sería complicado. Sato, cuya fuerza aumentaba cuando consumía azúcar, decidió optar por una estrategia de fuerza bruta para derribar cualquier obstáculo que se presentara. Mientras que Sero, con su cinta adhesiva, planeaba inmovilizar a sus oponentes una vez que los tuvieran a la vista.
El combate comenzó con Sero disparando su cinta adhesiva hacia el edificio, usando su quirk para moverse rápidamente entre los muros y ventanas. Su objetivo era encontrar un ángulo adecuado desde el que pudieran sorprender a los villanos sin ser detectados.
Sin embargo, Shoji, con sus sentidos mejorados, detectó los movimientos de Sero casi de inmediato. Desde una ventana alta, usó sus múltiples brazos para bloquear el avance de Sero, obligándolo a retroceder. Al mismo tiempo, Koda alertó a Shoji de que un grupo de animales había detectado la presencia de Sato, que se acercaba por el lado opuesto del edificio.
—Ya están aquí. Prepárate—dijo Shoji, mientras extendía sus brazos hacia varias ventanas para estar listo para cualquier ataque.
Sato, confiando en su increíble fuerza, avanzó de manera directa, destruyendo obstáculos a medida que entraba en el edificio. Sin embargo, la cantidad de animales convocados por Koda dificultaba su avance. Las aves volaban en su dirección, distrayéndolo mientras Shoji aprovechaba para atacar desde diferentes ángulos con sus múltiples brazos. Shoji lograba mantener a raya a Sato, usando la longitud de sus brazos para atacar desde lejos y evitar el alcance del héroe de la fuerza.
Sero, por su parte, decidió cambiar de estrategia. Sabía que atacar de frente sería inútil, así que usó sus cintas para crear trampas y redes en el edificio. Su idea era atrapar a Shoji en su propio terreno. En un movimiento rápido, disparó su cinta hacia una de las extremidades de Shoji, logrando inmovilizar uno de sus brazos. Pero Shoji, con su increíble agilidad, se liberó de la trampa usando otro de sus brazos para cortar la cinta adhesiva.
El combate entre Sero y Shoji continuó siendo una lucha de habilidades a distancia, con Sero tratando de atrapar a Shoji y Shoji usando su cuerpo y sus habilidades sensoriales para anticipar cada movimiento del héroe.
Mientras tanto, Sato finalmente logró acercarse a Koda, quien había estado manteniéndose en la retaguardia y dirigiendo a sus animales. Pero antes de que Sato pudiera lanzar un golpe, una oleada de roedores y pájaros se abalanzó sobre él, distrayéndolo momentáneamente. Esto le dio a Koda el tiempo suficiente para huir hacia una zona más segura, manteniéndose fuera del alcance directo de los ataques de Sato.
—¡No te escaparás tan fácilmente!—gritó Sato, frustrado por no poder alcanzar a Koda.
Sero, dándose cuenta de que necesitaban un plan más coordinado, usó su cinta para crear una red más grande en el centro del edificio, con la intención de atrapar a Shoji y obligarlo a enfrentarse cara a cara. En un momento de distracción, Sero logró atrapar a Shoji con su cinta, inmovilizándolo brevemente.
—¡Ahora, Sato! ¡Es tu oportunidad!—gritó Sero.
Sato avanzó con toda su fuerza hacia Koda, pero justo cuando parecía que el héroe de la fuerza lograría desactivar la bomba, Shoji se liberó de la cinta con un poderoso movimiento de sus brazos, derribando a Sato antes de que pudiera alcanzarla.
El combate terminó en un empate de resistencia. Aunque Sato y Sero mostraron gran iniciativa y habilidades para adaptarse, la coordinación y estrategia de Shoji y Koda los mantuvieron a raya durante todo el enfrentamiento.
Ambos equipos aprendieron valiosas lecciones sobre cómo usar sus habilidades de manera táctica, y el combate fue aplaudido por el resto de los estudiantes.
Tras finalizar el combate entre Shoji y Koda como villanos, y Sero y Sato como héroes, All Might se dirigió a la clase, pidiendo la opinión de los estudiantes sobre lo que acababan de presenciar. Mientras algunos compartían sus primeras impresiones, MomoeIzuku, como siempre, ofrecieron un análisis más detallado y preciso.
Momo fue la primera en hablar, su voz clara y firme mientras exponía su opinión:
—El equipo de villanos hizo un uso excelente de sus habilidades para mantener a los héroes a distancia. Shoji, con sus sentidos mejorados y su capacidad para atacar desde múltiples ángulos, cumplió a la perfección su rol de centinela. Estaba claro que su objetivo principal era ganar tiempo y evitar un combate directo prolongado con los héroes. Por otro lado, Koda hizo un uso muy efectivo de su quirk, enviando a los animales a detectar y frustrar los avances de los héroes. Su capacidad para mantener el control en una situación de alta presión fue impresionante, ya que nunca fue acorralado directamente. Sin embargo, creo que el equipo de villanos podría haber sido más proactivo al intentar generar contraataques, en lugar de mantenerse tan defensivos. Dependieron en exceso de que los héroes cometieran errores, lo cual no es siempre lo ideal—.
Izuku asintió ante el análisis de Momo, y luego agregó —Estoy de acuerdo, Momo. Shoji y Koda hicieron un gran trabajo utilizando sus habilidades para controlar el campo de batalla. Pero debo destacar que Sero y Sato no estaban del todo desorganizados. Aunque Sero estaba en desventaja contra un oponente con sentidos tan agudos como Shoji, usó su quirk para generar redes de trampas que, de no haber sido tan rápidas las reacciones de Shoji, podrían haber sido decisivas. Creo que el problema fue que ambos héroes no tuvieron una estrategia completamente alineada desde el principio. Sato confió demasiado en su fuerza bruta, lo cual en situaciones como esta no siempre es lo mejor. Es posible que, si ambos hubieran cooperado más estrechamente y planificado movimientos complementarios, el combate habría tenido un desenlace diferente—.
Momo, pensando en las posibilidades —Exactamente, Izuku. Si hubieran sincronizado mejor sus ataques, tal vez creando distracciones o usando a Sero para contener a Shoji mientras Sato desactivaba la bomba, habrían tenido más éxito. Koda también podría haber sido más vulnerable si los héroes lograban romper la barrera de los animales. Aunque lo hizo bien protegiéndose, creo que podría haberse visto más presionado si Sero y Sato hubieran logrado avanzar juntos de manera más coordinada—.
Izuku asintió nuevamente, continuando con su análisis —También quiero destacar que, aunque Shoji hizo un gran trabajo como centinela, en algún punto podría haber intentado una ofensiva más activa. Shoji tiene habilidades que le permiten atacar a distancia y defenderse, pero se centró demasiado en el papel de defensa. Si hubiera coordinado un ataque sorpresa con Koda, podría haber neutralizado a uno de los héroes antes de que pudieran acercarse a la bomba. Shoji confió mucho en su capacidad para reaccionar, cuando también podría haber forzado a Sero o Sato a una situación más comprometida—.
All Might, escuchando las observaciones de ambos, sonrió y añadió —Ambos hicieron observaciones muy interesantes. Este combate fue una muestra clara de la importancia de la coordinación entre los miembros del equipo, algo que tanto héroes como villanos deben perfeccionar. En el campo, la improvisación es clave, pero tener una estrategia sólida desde el principio siempre es beneficioso—.
Izuku cerró el análisis con una reflexión final —En resumen, ambos equipos tuvieron fortalezas, pero el mayor desafío fue la falta de cooperación y planificación a largo plazo. Los héroes intentaron usar su fuerza y velocidad, pero no lograron combinar sus habilidades de manera efectiva. Mientras tanto, los villanos mantuvieron una excelente defensa, pero perdieron la oportunidad de capitalizar algunas ventajas tácticas—.
