El marcador terminaba su recorrido por el pizarrón blanco, mientras la nutria se volteaba a su clase, bajando sus lentes para ver la presente. Esta baja de su escalinata y se dirige a sus alumnos

Por favor, pongamos atención. Adelante Tigresa — la felina pasa

¡Eso mi cielo! — grita su amiga al fondo del salón, algunos ríen. La felina traía aquella carpeta en manos y su maletín, las risas se apagan una vez ven entrar al panda, sus manos dentro de las bolsas, con una paleta en la boca. El semblante de la felina era serio, no parecía contenta, cosa que no era raro para varios; aún así la única que tenía su vista puesta en la tigre era su amiga, la hiena, los demás veían al panda.

Un panda aquí, vaya creí que me jubilaría sin sorpresas — dice la nutria sonriendo y negando.

Buenos días a todos, espero hayan pasado un buen día hoy — saluda Tigresa; ella esperaba ser interrumpida con un par de ruidos o cotilleos, pero todos estaban en silencio, miró de reojo a Po, quien serio seguía con su paleta en la boca, mirando a cada uno de los miembros de la clase. Abre la carpeta — Ham… a partir de ahora, tendremos un nuevo compañero en la sección cinco — algunos de los estudiantes miraban con aburrimiento, otros con sorpresa, algunos con emoción y otros estaban en lo suyo — él es Po Hammerfield — el panda ladeo la cabeza mirando sin expresividad, chupando la paleta; rechinidos de sillas, cotilleos y expresiones de asombro empezaron a escucharse; Tigresa miró de reojo al panda con algo de asombro, sumando más preguntas a ello — Hamm… démosle la bienvenida. ¿Quieres decir algo? — termina diciéndole con una sonrisa, claramente por compromiso. El panda saca la paleta, se veía grande para aquellos con boca pequeña

¿Podrías sostenerla un poco? — la felina con el cejo fruncido la toma del palillo; hubieron cotilleos acerca de su trato a ella — Estoy agradecido de que me acepten en su sección. Soy Po, espero nos llevemos bien — sonríe al lo cual algunos tuvieron confianza, más otros prefirieron tomar cautela y dudar —"Al menos la mitad me odia… incluyéndola" — mirando de reojo a Tigresa, quien le da la paleta.

Bien, entonces tomen asiento… — dice la nutria

Po sigue a Tigresa, pero esta lo detiene, poniendo entre ambos la carpeta.

Este será tu asiento — dijo señalando una mesa con su silla al lado; esta estaba en la tercera fila, pegada a la pared — ¿recuerda que desea mejorar sus calificaciones, señorito Hammerfield? — le dijo en tono casi burlesco; a lo cual el muerde la paleta, para empezar a masticarla; el simple hecho de hacerlo asustó a algunos. Su amiga al fondo dijo su nombre, temerosa de lo que pudiera pasarle.

Po se encoje de hombros y toma asiento, la felina sigue su camino, suspirando a lo bajo; esta se sentó, a su lado aquella hiena le miraba con ojos de preocupación.

Bueno, para nadie es secreto que tener un panda en este instituto, es algo… raro, extraño — habla la nutria — espero todos sepan comportarse con él, y también espero lo mismo de usted… señor Hammerfield. — Po hace una pequeña reverencia viendo al frente, se cruza de brazos y se percata de algo, sobre su mesa.

Espero no incomodarte, Po… — dijo desde la mesa un pequeño ratón, quien también estaba en una pequeña mesa, encima de la mesa. Po sorprendido y con le cejo fruncido voltea a ver a donde Tigresa se sienta; esta sonriendo con triunfo levanta la carpeta con un dibujo de orejas de ratón, mientras le apunta con el dedo, pudo leer en sus labios un "tu", cual enojó al panda.

¿Estas loca Tigresa?, pudiste haber dejado a ese grandote en otra sección, ¿Por qué aquí? — susurra desesperada la hiena. Ambas estaban en la última fila de la sección; dejando la carpeta bajo los libros que sacó, se dirige a su amiga.

Todo está bajo control, ¿No has visto como lo hice sentarse junto a Quiz? — dijo triunfante en voz baja, para no llamar la atención. Mira al panda, apoyado en su mano derecha, notando como todos lo están mirando.

Este tipo fue el panda que te dije que fue grosero conmigo. Solo traerá problemas señora araña tejedora — Tigresa la volteo a ver con el cejo fruncido

No me llames araña — advirtió y se dispuso poner atención a la clase, recordando

¿Cómo pretendes que aleje a los demás de ti?, eres un imán de problemas con patas — dijo cruzándose de brazos viendo al lado, el panda saca una mano de sus bolsas y señala una caseta de dulces

Puedes empezar comprándome una paleta, no tengo dinero… — dice el panda sonriendo

Oaa… ¿Qué?, ¿Por qué debería?

No debes, es porque tu quieres — rebatió

No quiero, tonto bravucón… — Po sonríe y niega, se pone frente con ella, rostro a rostro

¿No quieres cerrarme el pico?, ahora vamos a presentarme al salón, quizá sea muy bocón. Ya e pasado por este proceso, un par de veces… además te irrita mi voz, es un win-win

Tigresa viéndole con seriedad, coge su maletín y antes de sacar su dinero mira de nuevo al panda.

Es de mala educación mirar la billetera de alguien — el panda alza las manos y se aparta, dando media vuelta. Tigresa va hacia el puesto y pide una paleta, grande. Por un momento se vio a si misma en el reflejo de un papel brillante, lo hizo con decepción de si misma. Regresa con el panda y se la estampa en el pecho — ojalá te atragantes en medio del salón, eso será una excelente noticia para el periódico escolar.

Tranquila — dice cogiendo y abriendo la paleta — en mi familia, si alguien de nosotros te pide algo de comer y tu lo alimentas sin protesto, te deberemos un favor. — la felina cruzada de brazos bufa

Como no, que idiota. A demás me rehusé, ¿crees que soy tonta?, las palabras valen poco y menos cuando vienen de alguien como tu, un…

¿Panda? — dice metiendo la paleta en su boca.

¡No!, un malcriado y grosero problemático. — dice fastidiada. Él saca la paleta.

Pruébame — dice con confianza y seriedad a lo cual la felina lo ve de cabeza a pies, inexpresiva.

¿Puedo confiar en ti acaso?

Ya te dejé alimentarme — señala la paleta, ella alza una ceja; mira al suelo pensativa.

¿Esa es la letra pequeña? — dijo cayendo en cuenta, Po la señala con la paleta

Tuché, los Hammerfield muy rara vez piden comida, peor a extraños — la felina rasca su brazo viendo al suelo

Deben ser mentiras… — responde ella sin verle

Se que disculparme o pedir perdón por los "problemas" y malos tratos que te di, no serviría de nada, así que, adelante aprovéchate, es lo que planeas hacer de todas formas… — dijo volviendo a su paleta.

¿Cualquier cosa?

No te pases… — dijo rápido.

Has lo que diga, hasta terminar el día… de mañana — responde rápido y diciendo a lo bajo lo último. Po se le queda viendo con la paleta en boca y las manos en sus bolsas; la felina recorría la correa de su maletín con sus garras. Saca su paleta, tras notarlo.

El favor pudiste habértelo guardado para alguna ocasión más importante…

Esto es… importante — el panda la ve fijo, parecía segura de lo que pedía, pensativa, dibujando algunas pequeñas sonrisas. Él se resignó.

Está bien. Ve tu delante.

Tigresa y él caminaban en dirección a la sección, la felina en el folder de su expediente escribió un cinco en la parte de asignación de sección.

Bien, si en verdad puedo fiarme de tu palabra, harás lo que diga — dijo entre las gradas.

Como gustes —responde chupando la paleta.

Te presentaré y te presentarás con amabilidad; no sé porque, y no me importa, es que todos te ven raro o te detestan; tus problemas no son algo que debería meterme — dice parando para verle — necesito que atiendas lo que te ordene en el salón, ¿entendido? — Po frunce el cejo

No me ordenas, te estoy haciendo un favor… qué patética.

Aaarg… como quieras verlo, da igual, solo quiero… ah, olvídalo, solo hazlo — dijo siguiendo hacia arriba, volvió a recorrer con sus garras con nervios —"Dos pájaros de un tiro, estupendo "

Recuerden repasar la clase, es posible que lo de hoy salga en examen — dijo la nutria tras escuchar los asientos rechinar y escuchar la campana de salida.

Po se levanta y varios solo desvían su camino, otro solo lo veían extraño, sobretodo los más pequeños.

Creo que nos veremos mañana, por la mañana compañero — el ratón le extiende la mano, Po alza una ceja viéndole — tal vez lo tuyo no son los saludos de manos— simplemente se baja para salir, pegado a la pared.

Veo que ya has hecho un amigo, grandote. — algunos se les quedaban viendo. El panda se rasca la sien aumentando su fastidio

No, es solo un compañero, evita hacer comparaciones… — le responde, Tigresa sonríe.

Ya basta Tigresa — le dice la hiena agitando su brazo —¿y tu que ves, baboso?

¿Y tu tienes algún problema conmigo?, hiena tonta… — esta se encoge detrás de la tigre. Varios en el salón le gruñeron, recibiendo amenazas de algunos, inclusive uno fue a intentar pegarle, un puma. Pero Tigresa se interpuso

¡Basta ya!, ¡Todos! — empujando al puma, se acerca al panda señalándolo — no te atrevas a faltarle al respeto a nadie más… se mejor que esto… — lo señala a él con amabas manos. Po viéndola con fastidio, y ella quedándose en silencio, esperando a su respuesta

"¡Oh, ya veo! "— el panda vuelve a poner sus manos en las bolsas — esta bien, esta bien, tienes razón… como sea. — nota como todos se sorprenden al oírle. Tigresa era abrazada por algunas mas, quienes le sacaban la lengua al panda, la hiena incluida, llenándose se halagos y respetos, mientras que al lado del panda sucedían algunos insultos.

No te dejaré sola Tigresa — dice la hiena siendo la única que quedaba en el salón con ellos.

¿Estas loca, quieres estar con este tipo lo que resta del día? — dijo a unos metros, alistando su maletín, Po le veía de lejos en la puerta — estaré bien, solo debemos ir al sastre

Bueno, pero no te quedes callada si te hace algo… — ella niega. La hiena mira al panda y sale, sin antes hacerle una mofa, sacándole la lengua. El panda viendo a la felina, sale por su cuenta, la felina sale igual.

El panda le veía caminar, pensativo en lo que recién sucedió.

¿Entonces tu favor era sentirte respetada? — dice desde atrás, bajando las escaleras.

Tengo mis motivos… y no necesitas saber cuales — dijo la felina, indicándole qué lo siga, en el tercer piso recorrieron un pasillo.

Tigresa caminaba de primero, mirando al suelo, pensativa y Po se limitaba a seguirla, viéndole detenidamente, estaba callada.

¿No eres tan buen líder eh? — dice con cierto tono de burla el panda, asomando su cabeza por su hombro, cosa que la hizo apartarse — necesitas demostrar poder, ¿eh?

Nadie ha dicho que soy una líder… — dice señalando la puerta

Yo podría dejarme golpear, así todos verán que eres más fuerte — Tigresa bufa y él entra

No es lo que quiero — llegando había un mono dorado, midiendo un maniquí, quitándose los lentes se percata de la presencia de ambos. — Señor Chow… Vengo en representación de la dirección, se necesitará un traje nuevo para…

¡Vaya!, entonces si era cierto, un panda… — dice el mono acercándose y parándose a la altura del panda con su cola, examinándolo — se dice hace cientos de años un panda no estudiaba en este instituto — la tigre se sorprende un poco

Él es Po, empezará a estudiar a partir de mañana, necesita su traje. — le mono sonríe

¿Entonces a que esperamos? — dice el mono sacando se cinta de medir

Él tomó medidas, la felina le hablaba y tomaron té. Po no respondía la mayoría de preguntas que le hacía el mono, referente a su familia o motivos del porque estaba ahí; aunque la información era escueta en el folder, Tigresa respondía por él, con lo que sabia, ganándose miradas de pocos amigos del panda.

Saliendo se despidieron del Mono, la noche cayó y aunque iban a tomar pasillos separados, Tigresa le indicó un par de cosas.

Esa es la salida para padres, representantes y en general personas externas a la institución — le explicó al ver que se dirigía a los estacionamientos para este menester, cual fue por donde el panda había entrado la primera vez.

Que estupidez, dos entradas

¿No que ibas a hacerme caso? — Po vuelve a meter las manos a las bolsas, la ve sin protesto, serio

Bien, ¿Dónde estas la salida para los mortales? — Tigresa le indica con el dedo que lo siga. El instituto se veía desolado, oscuro, aunque hubiera guardias con lámparas, la soledad imperaba, Po le siguió, la entrada, un gran arco de mármol rodeada de bambúes como muros divisorios

Por aquí debes entrar y salir… — dijo la felina, viendo su semblante serio. Algo en sus adentros le hacía sentir mal, así que intentó ser… amable. Así que dio un saltito afuera, luego otro adentro — entras, sales… — dijo moviendo las manos, al no ver una sonrisa, se detiene — eres un público difícil…

No creas, soy muy risueño… — dijo poniendo un pie fuera — solo debes trabajar en tus bromas, como la del salón, casi me matan por tu culpa.

Si, lo siento, pero para mi era necesario.

Otra persona podría pensar que fue patético…

Lo sé, pero tengo mis motivos, como dije… — Po se encoge de hombros viendo el camino que debe tomar

Esta bien, supongo que también me estaba metiendo cosas que no me importan — la felina asiente — te veré mañana… Chao — ella miraba al suelo, mientras escuchaba los pasos de él alejarse. La felina da un paso, iba a seguirlo, pero paró y dio media vuelta, caminó y volvió a subir hasta la oficina del director, sacó el folder y tocó la puerta, se escuchó un ruido de acomodo.

¡Pasa!, pasa… — el león estaba de espaldas en su silla. La felina entra —¿Y bien, como vamos Own? — sonríe, acomodando su corbata, Tigresa se sienta y pone el folder en la mesa, el león pone su mano sobre el folder, pero la felina no lo deja.

Este panda… ¿en verdad le interesa?

Claro, soy educador, me resisto a la idea de dejar por fuera a alguien que desea mejorar — dice sonriendo. Tigresa le señala con su otra mano su nariz, el león sacude el rastro de un polvo extraño. Ella suelta el folder.

Es un chico extraño, demasiado para mi, es irritante, mal humorado… violento — el león lee el folder — y serio, realmente no quiere facilitar las cosas aquí. Se nota

¿Con que decidiste ponerlo en tu misma sección?, la cinco. Own, creo ustedes dos se parecen en un par de cosas — el león de su gaveta saca una pipa, más grande y empieza a quemar el hierbajo; posterior inhala.

Haam… nooo… si lo dice por lo serio, no. Yo al menos se poner una cara diferente según que situación — el león fuma y exhala, llenando de humo la habitación, Tigresa intenta apartar el humo con la mano. — esa cosa le va matar algún día, señor.

El león sale de entre el humo y comienza jugar con sus garras en la mesa.

Vas de un lado a otro, por ahí convenciendo a todo el mundo que eres una niña buena; con miles de deseos gritando salir, pero no puedes… — Tigresa se cruza de brazos, encogida en su asiento, el león se sienta, para volver a fumar y llenar de humo de nuevo; seguido tira aquel cuadro que le enseñó antes al panda, este aparta un poco el humo de la mesa, Tigresa lo ve — ese chico es más de lo mismo, otro mocoso con intenciones ocultas, que quiere demostrar algo — Tigresa toma el cuadro y se acerca a la ventana, abriéndola, para verlo mejor. El cuadro se podían ver un grupo de animales, pintados de forma tradicional, reconociendo a muchas especies, desde monos, ratones, leones, zorros, panteras, tigres… y pandas. Bajo la pintura un listado de nombres, su expresión cambió a esa fría y seria, a medida leía los nombres

Hammerfield… — dijo en voz alta

Todas las familias más importantes, los fundadores de esta gran nación usaban esta escuela como gremio; de ahí que nos llamemos "Instituto El Gremial"—levanta sus manos

Eso ya lo sé… pero, ¿Por qué esconder esta parte de la historia de todos?, el orgullo suele ser algo suyo— pregunta rascando el marco del cuadro

Por la reputación se hizo, se que te suena el apellido de ese panda.

Gour Hammerfield… — dijo aun viendo el recuadro, sus ojos reflejaba la luna junto al vidrio. — eso fue hace más de doscientos años… me sorprende que hasta hoy venga uno aquí y que ese prejuicio siga.

Estaban prohibidos… — la felina lo voltea a ver — y a nadie parecía importarle; así que suspendí la prohibición cuando llegaron sus padres, me pareció una buena idea darle a este instituto un aire… fresco — dijo relajándose en la silla somnoliento — Tigresa, eres importante en todo esto… así que cuídate de… los Hammerfield.

Quedándose dormido el león, la felina con una sonrisa quita un cuadro de una flor y cuelga ese en su lugar, se despide poniendo una mano encima del león durmiente.

La felina salió y bajó; todo estaba oscuro y se fue del instituto, caminó por las desoladas calles del lugar, durante minutos y minutos llenándose de incertidumbre, sus ojos inquietos, viendo a cada lado y sosteniendo con fuerza la correa de su maletín; nerviosa, saca aquel curioso papel, cual por fina desgracia una torrencial brisa voló de su mano. Voló hasta un árbol, cual bajo este en una banca estaba el panda. Alumbrado por un farol público, sus manos dentro de las bolsas y ojos cerrados.

"Cuídate de los Hammerfield"— rondó su cabeza, insegura de si misma, viéndole en tan desolado lugar a esa hora —"¿Me habrá estado esperando?, malas intenciones tendrán, seguramente "— agarraba con fuerza la correa — Vamos Tigresa… ya has hecho mucho por ti misma, un extraño debería ser poca cosa para ti. —busca entre las cosas en su bolso un spray naranja — ¿Por qué no le dije a Toc que viniera por mi? — caminó con sigilo, hasta llegar a él, e intentó llegar al papel, pero estaba muy alto.

Puedes saltar, ¿No? — su voz la asustó al punto de hacerla perder el equilibrio y llevar su mano al pecho, ocultando su otra mano detrás

No quería… despertarte… — dijo dando un paso al lateral, ocultándose en la sombra, dejando ver sus ojos brillantes. Saca la tapa al spray

Estaba esperando algún autobús, pero no pasó ninguno… — explica el panda

A esta hora ya no pasa ninguno — dijo apretado la correa con ambas manos, ocultando el botecito. El panda alza una ceja, viéndola tan retraída.

Supongo que al final si me temes, ¿eh? — esbozo una sonrisa ahí, aun sentando — acércate no muerdo, jajaja — ríe golpeado su rodilla con la mano. Ella le veía aun sería desde la sombra. Po vuelve a su semblante, poniéndose de pie — me iré, cuídate… puede ser un lugar peligroso — dice señalando su cabeza, aquella herida.

Comienza a caminar en sentido contrario, despidiéndose con la mano. La felina ve al suelo, pensativa, tapando el spray. Pensaba en su comportamiento de hoy, incluso recordó los rostros de sus padres…

"¿Qué sentido tiene como se comporta?, ¿Malas intenciones quizá?... ¿Verdad?, desafía mucho mi comprensión de las personas… quizá si… " — se dijo a si misma, rápido ve al panda alejándose más — Espera… — él sigue caminando — ¡Detente!... — Po ladea el cuerpo para verle — ¿Mientes?

¿Acerca de que?, ah, ¿De que muerdo? — responde tranquilo, sin expresión.

No. ¿Realmente harás lo que diga hasta mañana?, o solo te aprovechas también… — dijo aun desde la sombra. Po la ve fijo y se acerca; al estar a solo pasos de ella, esta le gruñe como a un extraño.

Pruébame… — dijo con seriedad, la felina lo ve de pies a cabeza.

No te temo… Hammerfield…

Creo que si, pruébame…

Tus palabras suenan vacías y llenas de odio…

Como las tuyas… pruébame… — dijo sosteniendo su mirada ámbar.

La felina desvía la mirada y la pone en el suelo.

Échate en el suelo y da una vuelta… — dijo sin más. Po respira hondo y se deja caer al suelo de bruces, aún con sus manos en las bolsas.

Ouch… — se queja, seguido da una vuelta en su eje y al darla de topó con aquella tonta imagen de nuevo, un par de pantis amarillas, rodeadas de fino pelo blanco y naranja. Él arruga el cejo, viendo al cielo en su lugar encontrándose con la sonrisa de ella, una sonrisa calma. —Las e visto tantas veces que me empiezan a parece un chiste… — dijo el panda levantándose, dándole la espalda a ella — ¿algo más?

Responde, panda. — la felina seguía agachada a su altura, con esa sonrisa y su mano sosteniendo su mejilla, más interesada en lo que tenia que decir que taparse — ¿Realmente me mientes?

No… no me gusta hacerlo, eso me hace meterme en problemas peores.

¿Mentirías por mi? — dijo viéndole fijo

¿Eso quieres? — Tigresa se muerde un labio y niega enérgicamente

Solo pruebo que tan tonto eres con esa tonta regla de deberme el favor y es divertido — el panda sonríe también.

Si, un poco, esto es lo más loco que ese cerebrito tuyo se le puede ocurrir, ¿no?

Créeme hay muchas locuras que se me ocurren — finalmente sus miradas estaban fijas — pero por ahora, solo ayúdame a bajar ese papel.

El panda la cargó en hombros y ella pudo alcanzarlo, él pudo sentir el pelo de sus piernas en su mano, era suave y liso. Ella se bajó y le indicó que la acompañara, y aunque no hablaron mucho, la felina agradeció su compañía hasta un determinado lugar.

No faltes mañana, será tu primer día de clases. Hasta luego señor Hammerfield — él solo se despidió alzando su mano y siguió su camino.

¡Po!, nos tenías preocupados — dijo la panda, revisando tu mejilla y la herida

Estoy bien, todo tranquilo — dijo sonriendo, el padre vuelve a su periódico.

¿Cómo estuvo el nuevo instituto?, ¿te has metido en problemas ya?

Lee… — reprocha la madre, llegando a la cocina para sacar comida al hijo.

Me golpearon unos osos, porque creyeron qué estaba molestando a la instructora — dice el panda sentándose junto a él.

¿Ponemos queja? — pregunta el padre a su madre, mientras le servía.

¿Lo hacemos, o puedes manejarlo? — dice la panda viendo a su hijo mientras también le sirve un plato. Po ve su comida.

Hamm… puedo manejarlo — dijo seguro de si, comiendo, sus padres lo ven y le sonríen.

¡Tigresa!, ay, estas bien. ¿No te hizo nada ese loco?, ah y llegas temprano — dice la hiena en la entrada, viendo a su amiga de pie, mientras todos entraban

Yo siempre llego temprano — dijo con una mano en la correa y sería, veía pasar a todos los demás esa mañana.

¿Esperas a alguien? — ella choca las manos y ríe nerviosa — jeje ¿a Toc verdad?, oye en cuanto a él debo contarte algo…

Estoy esperando al panda… — dijo viendo al frente en un exhalo, la hiena calla

¿Ah?, ¿te tienen de chaperona de ese idiota? — la felina se limita a asentir, con ojos cerrados — te haré compañía y con… — agarra una piedra — esto.

Karia, no es necesario, no somos delincuentes… — ella tira la piedra y se ponen a esperar. Pasan los minutos y no llegaba. Tigresa miró un reloj digital, con una correa rota, que sacó del bolsillo del traje — ya son veinte minutos… ese tonto. —

Ahí estás… — dice el panda apareciendo detrás de ellas, a lo cual se asustan

¿De donde saliste? — pregunta la felina

Te dije que era una tontería tener dos entradas… — responde él; vestía aún con una sudadera, pantalones y zapatos, pero traía un maletín también — se hará tarde… — él empieza a caminar en dirección al edificio principal

¿Y este que?, se cree la gran cosa, ¿Qué le pasa? — dice la hiena al lado de Tigresa. Por otro lado la felina frunce el cejo

Señor Hammerfield. — exclama, Po voltea y varios más; Tigresa tenía las manos atrás y se le acerca.

¿Qué? — dice al verla con una pequeña sonrisa, este alza una ceja.

Entonces si me has mentido — le susurra

No… fue contra mi voluntad — susurra él. Más miradas se cernían sobre ellos

Te dije que por la puerta para estudiantes. Habíamos quedado… no has hecho lo que dije.

Ya sé…

Entonces has caso, mal educado. — Po frunce el cejo. Mientras ella sonreía con altives

Tigre tonta, te estoy diciendo que fue contra mi voluntad… mi padre…

No te atrevas decirme así de nuevo — lo señala, ignorando lo que dijo. Po exhala, había más y más miradas, fijándose en ello la felina recupera la compostura. — como sea, sabía que ibas faltar al acuerdo.

Sabes que, si tengo que elegir entre mi papá y tu, te veré revolcarte en el piso por mi decisión, estúpida — a varios les sorprendió oír eso, pues dijo lo último en voz alta, Tigresa aguanta el aliento algo retraída. Po se le queda viendo, de brazos cruzados — te dije que no te pases…

Bien, veo que toqué fibras sensibles… — junta sus manos desviando el rostro; vio a su amiga mordiéndose las uñas y a los demás fisgones — haremos esto… — dice viendo el panorama — primero; me disculpo, eres nuevo, un poco sobre protegido por tus padres y con problemas de actitud — enumeró. Po gruñe — segundo; nos están viendo todos y yo debo, ejem… demostrar… ya sabes algo de autoridad contigo — dijo aun susurrando.

¡Abofetea a ese cabrón Tigresa! — gritó alguien

¡¿Traigo la piedra mi reina?! — grita la hiena

Mi padre insistió en que entrara por ahí, que no importaría dijo — susurró con enfado viéndola frente a frente. Tigresa no podía sostenerle la mirada — ¿y quieres que haga de villano una vez más para satisfacer egos? — Tigresa se retrae. Susurra, la gente empezaba a hacer bulla.

Escucha, perdón, ¿sí?, no escuché lo de tu papá… no quise escucharte — dijo viendo su cejo fruncido —"es mejor disculparse con un ciego que decirle que vea por donde camina. Este tipo es un poco mecha corta" — cálmate, podrían… llevarnos a la dirección por este… espectáculo. Perdón, tranquilo — dijo entre sería y apenada, empezó a agarrar la correa de su maletín.

Po la ve de cabeza a pies, examinándola notó un leve temblor en sus dedos al rozar la correa, y su vista fija en él, sería.

"¿Cómo me zafo de esta?, creo que si fui grosero… "— pensó. Seguido una caja de jugo le pegó en la cara, miró al suelo y exhaló —Pe-pégame… — susurra. La felina alza una ceja lentamente, cerrando los ojos al ver otra caja de jugo chocar cerca de ellos — yo… ah… realmente quiero cambiar esto… — refriéndose al trato, los diferentes insultos a su persona — pero es peor que te afecte de mala manera, así que apresúrate…

"¿Es honesto conmigo?, que tipo tan raro "

Solo eres otra tonta, bien portada — se mete las manos en la bolsa fingiendo enojo, Tigresa abrió bien los ojos mientras escuchaba a los demás gritar, pronto se aproximaban otros tipos para aleccionar al panda; cuando de repente ella le da una cachetada que sonó fuerte y hizo parar a muchos. El panda ladeo la cara y parte del torso.

¡Te dije que no me llames así!, ¡y ustedes, no se acerquen!, ¡no necesito ayuda con este… panda! — dijo evitando que se acerquen a él. Pudo imaginar el dolor de esa cachetada, la furia que debería estar sintiendo — Ya va siendo hora de que… aprendas a que no puedes hacer todo como se te… plazca. — pronunciar estas últimas palabras ante todos, llenaron de discordia sus pensamientos y sacar una pequeña lagrima que limpió rápido — ahora apresúrate, a clases… ¡TODOS USTEDES IGUAL!

La felina con una sonrisa jala al panda del brazo, callado él, mientras se llenaba de halagos, y se le apartaban. Aun así, no pudo evitar mirar al panda que caminaba dócil, quitó sus garras de él y lo suelta; con el dedo le indica que lo siga, viendo que nadie estaba cerca, él solo mete las manos en las bolsas y se limita a seguirla. Esta y él entran en un cuarto de servicio en el tercer piso. Se pone contra la puerta

Está bien, me vuelvo a disculpar — dijo la felina juntando las yemas de sus dedos viendo al lado — y también por aprovechar el momento…

Está bien, me disculpo igual; solo entiende que nadie está por encima de mis padres, ni siquiera yo… — ella lo ve de reojo.

Supongo… que… mientras lo hablas con tus padres, puedes llegar por esa entrada. Las reglas son claras, mas en tu posición… bueno, en la que te estoy poniendo en estos momentos, como el malo de la película.

Descuida, me gusta ser el malo — sonríe con las manos dentro — a todo esto, te recuerdo que finalizando el día dejaré hacerte caso.

La felina mira al suelo, con dudas, más que ideas.