¡Saludos, queridos lectores!

No pude subir los capítulos en los días que pretendía, pero gracias a la espera, pude subir los capítulos en fanfiction que la plataforma no me había permitido, así que aquellos que me siguen en fanfiction, pero tuvieron que ver Wattpad o Inkitt para poder leer las nuevas actualizaciones, les informo que esta nueva tanda de capítulos ya podrán leer en cualquiera de las tres plataformas n.n

Hoy estaré subiendo algunos capítulos más, pero me temo que no podré subir todos los que tengo, así que hoy subiré algunos y el fin de semana estaré subiendo unos cuantos más n.n

Sin más por el momento, los dejo con la actualización de hoy n.n


Al quedarse solos en la sala, los niños habían pensado en buscar pistas en el lugar, así como lo habían hecho en la habitación, sin embargo, era notorio que Haru seguía triste y enojado por el asunto del helado y por otro lado, Haruo consideraba que era mejor seguir su plan de portarse bien hasta que su padre se quedara dormido para poder buscar pistas con más tranquilidad.

—Vamos a ver "Mi CEO dominante" —sugirió Haruo— A lo mejor nos da una idea de dónde buscar pistas.

—Bien —respondió el hermano menor con desgano.

Los niños pusieron la televisión, dispuestos a ver su programa favorito, pero al entrar a la aplicación, apareció un letrero que, si bien Haruo podía leer a medias, no lo entendía bien.

Intentaron varias veces volver a entrar, pero el mismo letrero les aparecía, así que, aún cuando Haru seguía reservado hacia su padre, decidieron irlo a buscar para que los ayudara. Eso sí, Haruo aprovechó el momento para tratar de abrir la puerta del despacho, pero estaba cerrada con llave.

—¡Papá! —corearon los niños con fuerza, entrando a la habitación. Lo vieron al teléfono mientras sacaba cosas de sus mochilas y las ponía en la cama para revisarlas.

Algo que les llamó mucho la atención al entrar, era que su padre se veía feliz. No es que sonriera de oreja a oreja o estuviese riendo divertido, sino que sonreía sutilmente, y al parecer era la primera vez que lo veían tener ese tipo de gesto.

—Espera —su padre le pidió a la persona del otro lado del teléfono para después mirarlos— ¿Qué ocurre?

—No podemos poner nuestro programa. Algo le pasó a la televisión —explicó Haru.

—Voy en un momento —respondió su padre y después de una pausa se dirigió a la persona en el teléfono— Sí. Quieren ver la televisión.

—¿Es mamá? —preguntó Haru entusiasmado, no sólo porque le gustaba la idea de poder hablar con su madre, sino también de pensar que su padre podía sonreír hablando con ella.

—Te llamo de nuevo en la noche —su padre se dirigió a la persona en el teléfono y antes de colgar, les pareció verlo sonrojarse sutilmente.

—¡Yo también quería hablar con mamá! —Haru se acercó a su padre. Se sentía alegre de ver a su padre reaccionar como en la novela, aunque seguía triste por el helado.

—¿Mamá ya terminó de trabajar? —preguntó Haruo, quién, aunque esperaba que su padre estuviese hablando con su madre para tener esa reacción, lo dudaba, ya que Sakura les había explicado lo difícil que era para ella usar el teléfono en medio de una operación.

—¿Mamá vendrá a quedarse a dormir con los tres? —preguntó Haru emocionado.

—No era Sakura, era Karin —respondió su padre volviendo al gesto de siempre— Vamos a poner la televisión —les indicó con la mano para que fueran a la sala— ¿O prefieren jugar a algo?

Fue extraño que su padre les ofreciera jugar, pues hasta el momento, sólo se habían sentado a comer y platicar con él, y cuando ellos iban a jugar, él se quedaba con su madre a hablar.

Por supuesto, no era lo mismo estar en el centro comercial que en la casa de su padre, pero aunque les entusiasmaba la idea de jugar con él, no tenían allí sus juguetes.

—¿A qué podemos jugar en tu casa, papá? —preguntó Haru.

—No lo sé —respondió Sasuke mirando a su alrededor.

—¿Y sí mejor nos platicas sobre tu familia, papá? —sugirió Haruo, que había recordado que además de su esposa, tenían otras dudas.

—Ya conocieron a Karin y como les mencioné, no tenemos hijos.

—¡No, ella no es tu familia! —exclamó Haru rápidamente.

—Nos referimos a nuestros abuelos, tíos y primos —Haruo se apresuró a decir, pues había notado cierto desagrado en el rostro de su padre por lo dicho por su hermano.

—Karin es mi única familia actualmente —él hizo una breve pausa— Además de ustedes.

—¿Qué pasó con los demás? —preguntó Haru emocionado, porque creía que su padre negaba al resto de la familia porque eran malos o algo parecido a las historias que conocía de la televisión.

—Murieron —respondió su padre después de dudar en su respuesta.

—¡¿Qué?! ¡¿Todos?! —preguntaron los niños en coro con sorpresa.

—Fui quedándome solo poco a poco antes de que ustedes nacieran.

—¿De qué murieron? —preguntó Haruo y los niños notaron que su padre parecía dudar en responder.

—Algunos en accidentes y otros por enfermedad.

—¿Entonces no tenemos tíos ni tías? —preguntó Haru.

—No. Tenía un hermano mayor, pero él murió mucho antes de que ustedes nacieran.

—¿Tampoco tenemos primos? —insistió Haru en preguntar.

—No.

Los niños, confundidos, se miraron mutuamente.

—¿Y por qué no vives en la mansión de tu familia, papá? —preguntó Haruo.

—¡Sí! Pensábamos que no vivías ahí porque tenías un hermanastro malvado que quería quitarte la empresa familiar —dijo Haru para después exclamar emocionado— ¡Mamá nos contó que tenías una enorme mansión muy bonita con un gran jardín y que había piscina!

—¿De dónde sacan esas ideas?

—Mamá nos contó que tenías una mansión y que tu familia no era como las demás por su apellido —respondió Haruo.

Vieron que su padre los veía con un gesto de confusión y tardó algunos segundos antes de dar un suspiro y empezarles a explicar.

—Todas las cosas que su madre conoció, ya no existen. Al menos no en mi posesión.

—¿Por qué? —preguntaron en coro.

—Es complejo y son asuntos de adultos.

—Mamá siempre trata de explicarnos las cosas de adultos de forma que podamos entenderlo —mencionó Haruo.

—Y tío Sasori también hace el intento cuando le preguntamos cosas —dijo Haru, que si bien no mentía, esperaba que su padre sintiera celos del pelirrojo. De esa manera, sería una especie de pequeña venganza por no haberle comprado el helado.

—La vida da muchas vueltas y si hay algo que deben saber, es que no deben dar por hecho lo que tienen ahora, porque tarde o temprano cambiará —respondió su padre mirándose poco contento— Tan sólo nuestro encuentro ya hizo un cambio radical en nuestras vidas, y que vinieran a quedarse esta noche tampoco fue algo que hubiese sucedido antes.

—No quiero que mi vida cambie. Estamos bien así. Todos somos felices —dijo Haru inflando las mejillas y después murmuró— Quiero seguir comiendo helado sin comer zanahorias cuando no está mamá.

—Pero sin el cambio, no habríamos conocido a papá —comentó Haruo entendiendo el punto de su padre, pues incluso, los cambios incluían el poder crecer.

—Así es. Los cambios son necesarios y constantes.

—¡No es cierto! ¡Mamá dijo que nos amaría para siempre! —exclamó Haru indignado con la afirmación— ¡Eso no cambiará porque nosotros también la amaremos para siempre!

—Mamá también dijo que te amaría para siempre —comentó Haruo— ¿Tu también le dijiste que la amarías para siempre?

Los niños miraron expectantes a su padre por su respuesta, y él, una vez más, tardó en responder.

—Son muy jóvenes para preguntar ese tipo de cosas.

—Pero mamá nos habla de eso todo el tiempo —replicó Haru.

—Aunque ya no ha dicho nada parecido desde que nos conocimos en el parque —comentó Haruo pensativo.

—¡Queremos saber si nos amas a mamá y a nosotros! — exclamó Haru haciendo pucheros.

Una vez más, los niños miraron fijamente a su padre esperando por la respuesta que les daría y definitivamente esta era una cuestión que les interesaba mucho saber.

—¿Su madre les explicó por qué no estuve con ustedes hasta ahora? —preguntó su padre con seriedad. Se había tomado un poco más de tiempo que antes para poder responder.

—Mamá dijo que tuviste que irte al extranjero por un trabajo muy importante, y que antes de que te fueras, no tuvo oportunidad de decirte que estaba embarazada de nosotros —respondió Haruo.

—Pero nosotros oímos a mamá decirle a tío Sasori que te fuiste porque tu secretaria no te dijo que mamá estaba embarazada —Haru se apresuró a decir— Si tú hubieses sabido que mamá estaba embarazada de nosotros, no te habrías ido al extranjero. ¿Verdad, papá?

De nuevo, su padre se tomó su tiempo en contestar.


¿Cómo les explicará Sasuke a los niños el motivo por el que no estuvo con ellos y Sakura más allá de la intervención de su secretaria? ¿Sasuke les explicará a los niños lo sucedido en su relación con Sakura y sus sentimientos hacia ella y su esposa o les mentirá? ¿Cómo se tomarán los niños la respuesta que Sasuke les de a los niños? ¿Habrá una forma adecuada de explicarles a los niños? ¿Qué otras dudas les han nacido al leer el capítulo?

Me encantará leer sus teorías y preguntas en los comentarios n.n

Deseo que a pesar de haberlos hecho esperar tanto por las actualizaciones, esta tanda de capítulos esté siendo de su agrado n.n

Sin más por el momento, me despido por ahora.

¡Hasta la próxima actualización!